viernes, 3 de mayo de 2019

Parashá 30 Kedoshim


Parashá 30 Kedoshim
Vayikra (Levítico) 19:1 – 20:27 
Lecturas para compartir en el Shabat del 29 de AVIV del 5779 / Mayo 4 de 2.019
Domingo 5 de Mayo después de la caída del sol es ROSH JODESH
ZIFF (IYYAR) 1° DE 5.779

Aliyás de la Torá:
  1. 19:1-14
  2. 19:15-22
  3. 19:23-32
  4. 19:33-36
  5. 20:1-7
  6. 20:8-22
  7. 20:23-27
Haftará: Amós 9:7-15 (A); Ezequiel 20:2-20 (S)
Brit Hadasha: Mateo 19:1 – 21:46
Kedoshim
Significa “santos”.

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Primera aliyá, 19:1-14
19:2  “Habla a toda la congregación de los hijos de Israel y diles: "Seréis santos porque yo, El Eterno vuestro Eloah, soy santo.” – Según el Midrash,[1] este texto muestra que cuando Moshé transmitió la Torá al pueblo de Israel no solía reunir a toda la congregación de una vez. Por regla general Moshé se reunió primero con su hermano Aharón y le transmitió de manera profunda todo lo que había recibido de El Eterno. Luego Aharón se sentó a la mano derecha de Moshé. Después vinieron los dos hijos de Aharón, Elazar e Itamar, y Moshé repetía las enseñanzas a ellos según su nivel de comprensión. Ellos luego se sentaron cerca de su padre Aharón y su tío Moshé. Después fue repetido el mismo pasaje de la Torá a los ancianos de Israel según su nivel de comprensión y, finalmente, Moshé repitió toda la enseñanza a todos los varones del pueblo. Este fue el procedimiento normal para transmitir la Torá al pueblo. Moshé, por lo tanto, escuchó la misma lección cinco veces, una vez directamente de El Eterno y cuatro veces de su propia boca.
Pero en esta ocasión Moshé recibe la orden de convocar a toda la asamblea, inclusive las mujeres y los niños. La razón para hacerlo fue que esta sección contiene muchísimas leyes que tienen que ver con todo el pueblo y, según Rashí, porque la mayor parte de las leyes esenciales de la Torá dependen de esta Parashá. Por ejemplo, en esta sección se encuentra la ley general de amar al prójimo como a sí mismo. También se puede encontrar mandamientos muy similares a las diez palabras que fueron pronunciadas ante todo el pueblo en Sinai.[2] En total hay 51 mandamientos en esta corta Parashá.
Este versículo también nos enseña que la santidad no es solamente para los sacerdotes y levitas, sino para toda la congregación de los hijos de Israel. La santidad consiste en ser apartado de las costumbres que son practicadas por los pueblos que están alejados de El Eterno y dedicarse a Él en obediencia a Sus mandamientos.
19:3  “Un hombre ha de reverenciar a su madre y a su padre. Y guardaréis mis shabats; yo soy El Eterno vuestro Eloah.” – La palabra hebrea que ha sido traducida como “reverenciar” es “yaré”,[3] y significa “temer”, “reverenciar”. Hay una diferencia entre este mandamiento y el de Éxodo 20:12 donde está escrito:
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean prolongados en la tierra que El Eterno tu Eloah te da.
La palabra hebrea que ha sido traducida como “honrar” es “kavad”,[4] que significa “ser pesado”, “ser rico”, “tener honra”, “ser una carga”. En Éxodo 20 está escrito que debemos honrar a nuestro padre y a nuestra madre, y en Levítico 19 está escrito que debemos temer a nuestra madre y a nuestro padre. No es lo mismo honrar que temer. Honrar a los padres tiene que ver con dar a los padres los bienes materiales que necesitan y satisfacer todas sus necesidades, como está escrito en Mateo 15:3-6:
“Y respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Eloah a causa de vuestra tradición? Porque Eloah dijo: "HONRA A tu PADRE Y A tu MADRE," y: "QUIEN HABLE MAL DE su PADRE O DE su MADRE, QUE MUERA." Pero vosotros decís: "Cualquiera que diga a su padre o a su madre: 'Es ofrenda a Eloah todo lo mío con que pudieras ser ayudado', no necesitará más honrar a su padre o a su madre." Y así invalidasteis la palabra de Eloah por causa de vuestra tradición.
Aquí vemos que la honra a los padres tiene que ver con una ayuda económica. Honrar a los padres también implica obedecerles en el Señor, como está escrito en Efesios 6:1-3:
“Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor, porque esto es justo. HONRA A TU PADRE Y A tu MADRE (que es el primer mandamiento con promesa), PARA QUE TE VAYA BIEN, Y PARA QUE TENGAS LARGA VIDA SOBRE LA TIERRA.
En el texto de Éxodo aparece primero el padre y luego la madre en referencia a la honra, pero en el texto de Levítico aparece primero la madre y luego el padre en referencia al temor, o a la reverencia. ¿Por qué aparece primero la madre y luego el padre en este texto? ¿Se debe temer más a la madre que al padre?
Vamos a dar dos explicaciones a esto. Por regla general, es más fácil temer, en el sentido de respetar y reverenciar, al padre, por su forma masculina de ser, que la madre. El niño tiende a aprovecharse de la dulzura y el carácter suave de la madre. Es más fácil faltar el respeto a la madre que al padre. Por esto la Torá pone la madre primero, para que no dejemos de mostrarle respeto a nuestras madres, sino respetar a los dos padres por igual.
Sin embargo, al mirar el contexto vemos que hay una escala de reverencia, madre, padre y El Eterno. Es una escala invertida de autoridad. Según este orden, el niño va aprendiendo durante el desarrollo de su vida quién está por encima de él. Primero aprende a temer a la madre, que es la que más tiempo se dedica a él durante sus primeros años de vida. Luego el niño aprende a reverenciar a su padre y finalmente aprende a reverenciar a El Eterno. Este texto nos enseña que una manera de mostrar respeto a El Eterno es guardar el shabat. El que no guarda el shabat no teme a El Eterno. El que teme a El Eterno guarda el shabat.
Respetar a los padres implica, entre otras cosas, que un hijo no puede contradecir las palabras de ellos. Tampoco puede decir: “Lo que dice mi padre es correcto”. Si los padres tienen sillas reservadas para ellos un hijo no debe sentarse en ellas.
El texto hebreo dice literalmente: “Un hombre...” Esto nos enseña que el varón casado está más comprometido con sus padres que la mujer casada. Una mujer casada no está obligada a obedecer a sus padres cuando su marido diga algo contrario. En el momento de su boda, la mujer pasa de estar bajo la cobertura de su padre a estar bajo la autoridad de su esposo, como está escrito en 1 Corintios 11:3:
Pero quiero que sepáis que la cabeza de todo hombre es el Mesías, y la cabeza de la mujer (casada) es el hombre (con el cual está casada), y la cabeza del Mesías es Eloah.
19:4  “No os volváis a los ídolos, ni hagáis para vosotros dioses de fundición; yo soy El Eterno vuestro Eloah.” – La raíz de la palabra que ha sido traducida como “volváis” es “paná”,[5] y significa “encarar”, “volverse a”, “mirar hacia”. Esto implica que está prohibido mirar con curiosidad y asombro a los ídolos y a las estatuas. Según Rambam,[6] en la práctica también implica que está prohibido leer cualquier libro, escuchar conferencias o involucrarse en cultos, religiones o filosofías que sean extraños a la Torá.
Debemos tener cuidado con las visitas a templos y monumentos paganos, pues la admiración y exaltación de estos sitios podrían rayar en la falta a este mandamiento.  
ni hagáis para vosotros dioses de fundición” – Está prohibido fabricar ídolos, incluso para los no judíos. Esto incluye la prohibición de comerciar con estatuas idolátricas, santos católicos, crucifijos, budas y demás objetos de culto pagano. También está prohibido a un israelita sacar beneficio económico de la idolatría de los gentiles.
19:10 “Tampoco rebuscarás tu viña, ni recogerás el fruto caído de tu viña; lo dejarás para el pobre y para el forastero. Yo soy El Eterno vuestro Eloah” – La Torá enseña que hay que tratar a los pobres de manera favorable. El Eterno tiene un corazón muy sensible a las necesidades de los débiles y nos ordena ayudar de forma práctica y económica a los necesitados.
19:11 “No hurtaréis, ni engañaréis, ni os mentiréis unos a otros.” – Este hurto tiene que ver con objetos materiales. Como hay más de un mandamiento que prohíbe el hurto, se entiende que los dos están hablando de dos cosas diferentes. El primer mandamiento contra el hurto se encuentra en las diez palabras, como está escrito en Éxodo 20:15:
No hurtarás.
Como la infracción voluntaria de la mayoría de los mandamientos que están en las diez palabras trae la pena de muerte, también se interpreta que el hurto del cual se está hablando allí no es el hurto de las cosas, sino de las personas, con otras palabras, del secuestro. El secuestro es un delito que merece la pena capital, como está escrito en Éxodo 21:16:
El que secuestre a una persona, ya sea que la venda o sea hallada en su poder, ciertamente morirá.
Así que, en Levítico 19 se habla del hurto de los objetos. Está prohibido apropiarse de cualquier cosa que sea de otra persona. Yaakov vivía con su suegro durante 20 años y cuando salió de allí podía testificar que no había tomado absolutamente nada de lo que pertenecía a Laván, como está escrito en Génesis 31:37:
Aunque has buscado en todos mis enseres, ¿qué has hallado de todos los enseres de tu casa? Ponlo delante de mis parientes y de tus parientes para que ellos juzguen entre nosotros dos.
Esta actitud muy cuidadosa que había en nuestro padre Yaakov de no llevar nada de la casa de Laván, ni siquiera una cucharita o una aguja para coser, es un buen ejemplo para todos nosotros.
Como El Eterno está dando el tiempo a cada persona, el tiempo es algo que cada uno tiene que administrar correctamente y no perder. Por lo tanto está prohibido tomar el tiempo de una persona sin su permiso. Fulano se acerca a Mengano, que es un hombre muy ocupado, y le pide cinco minutos para hablar. Mengano accede y está dispuesto a darle cinco minutos de su precioso tiempo, pero Fulano no respeta los cinco minutos sino que sigue hablando y hablando, sin ser consciente de que no solamente está pervirtiendo su propia palabra, sino realmente está hurtando el tiempo de Mengano.
Otra forma de hurtar es llegar tarde a una cita. El que llega tarde está hurtando el tiempo precioso de las personas que le están esperando. Si uno llega tarde y no cumple con su compromiso para llegar a cierta hora, no solamente ha corrompido su palabra, sino también ha hurtado el tiempo de los demás.
Otra manera de hurtar es trabajar con negligencia. Si el patrón ha contratado a un obrero para trabajar, ese obrero es digno de su salario si trabaja. Pero si es negligente en su trabajo, o toma pausas sin permiso, está hurtando de su patrón. ¿Cómo luego tiene conciencia para cobrar por un tiempo que no ha trabajado, o por un trabajo que ha sido hecho de mala manera? Un hombre santo trabaja igual cuando el jefe esté presente que cuando no está. Si alguien necesita un jefe que le vigile para que trabaje bien y no tome pausas innecesarias en su trabajo, es un ladrón. Un verdadero israelita es uno en quien no hay engaño, como está escrito en Juan 1:47:
Yeshúa vio venir a Natanel y dice de él: He aquí un verdadero israelita en quien no hay engaño.
En esta escritura el mandamiento de no hurtar está escrito de forma plural. Esto nos enseña que cualquiera que sepa de un hurto y no diga nada, también es culpable. El que no habla se convierte en un compañero del que pecó. (complice)
19:12 “Y no juraréis en falso por mi nombre, profanando así el nombre de tu Eloah; yo soy El Eterno.” – El contexto habla del dinero. Cuando una persona hurta, tiende a esconder su delito engañando al prójimo, cf. v. 11. Si no se arrepiente tiende a mentir. Puede tratarse de un depósito confiado o algo prestado que la persona niega haber recibido. Es posible que también llegue a jurar en falso por el nombre de El Eterno delante de una corte de justicia, Beit Din, diciendo que no se apropió de los bienes del otro. Es un delito grave jurar algo por el nombre de El Eterno que no es verdadero.
Los sabios señalan que cuando este texto dice: “no juraréis en falso por mi nombre” se está refiriendo a cualquiera de los nombres de Eloah, (EL, ELOAH ELOEH, ELOHIM, EL SADAI,  ADONAI, JIREH,  -RAPHA, NISI, MEKADDESH, SHALOM,  TSIDKENU, ROHI, SABAOTH, EL ELYON, EL OLAM, EL-GIBHOR puesto que en Éxodo 20:7 sólo se refiere al Nombre sagrado, YHVH. (יהוה) entendiendo que YHVH es el nombre Sagrado inefable del cual se desprenden sus atributos. 
Esta escritura nos enseña que está permitido jurar por el nombre de El Eterno. La prohibición solamente es contra el hecho de jurar en falso por su Nombre. ¿Cómo entonces podemos entender el texto de Mateo 5:33-37 donde el Mesías nos está enseñando acerca de no jurar, como está escrito:
“También habéis oído que se dijo a los antepasados: "NO JURARAS FALSAMENTE, SINO QUE CUMPLIRÁS TUS JURAMENTOS A EL ETERNO." Pero yo os digo: no juréis de ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Eloah; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Yerushalayim, porque es LA CIUDAD DEL GRAN REY. Ni jurarás por tu cabeza, porque no puedes hacer blanco o negro ni un solo cabello. Antes bien, sea vuestro hablar: "Sí, sí" o "No, no"; y lo que es más de esto, procede del mal.
Al leer este texto nos da la impresión de que el Mesías prohíbe jurar. En tal caso su enseñanza iría en contra de la Torá que permite jurar, cf. Génesis 21:31; 24:9; Números 30:2. El manuscrito hebreo de Mateo, llamado DuTillet, nos puede traer luz sobre esta cuestión. Allí está escrito: “no juréis por ninguna cosa”, en hebreo “shum davar”. Así que el Mesías no prohíbe el juramento en sí, sino un juramento que se hace por las cosas. El contexto de Mateo 5 confirma esta interpretación, donde habla de que no se puede jurar por el cielo, la tierra, Yerushalayim o la cabeza, que son cosas. Pero sí está permitido hacer un juramento por el nombre de El Eterno, con tal que no se haga en vano, sin cumplirlo. O con intención engañosa.
19:13 “No defraudarás a tu prójimo, ni le robarás. El salario de un jornalero no ha de quedar contigo toda la noche hasta la mañana.” – La Torá sigue hablando del dinero. Aquí hay tres prohibiciones acerca de tomar o retener el dinero del otro. La primera implica no tomar ventaja de una posición favorable para retener el dinero del otro. Por ejemplo, si alguien debe dinero a otro, no podrá retenerlo haciendo excusas, o utilizando trucos para seguir reteniéndolo.
La segunda prohibición implica no robar en público con violencia, en contraste con el versículo 11 donde se está refiriendo al hurto que se hace en secreto.
La tercera prohibición implica no demorar el pago de un obrero, más tiempo de lo acordado. Ese delito es considerado como si se tomara el alma del trabajador.
Al ver tantas prohibiciones en contra del hurto entendemos la gravedad de este pecado en los ojos de El Eterno. El hurto produce maldición para el que lo practica, como está escrito en Zacarías 5:1-4:
Alcé de nuevo mis ojos y miré, y he aquí un rollo que volaba. Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: Veo un rollo que vuela; su longitud es de veinte codos y su anchura de diez codos. Entonces me dijo: Esta es la maldición que sale sobre la faz de toda la tierra; ciertamente todo el que roba será destruido según lo escrito en un lado, y todo el que jura será destruido según lo escrito en el otro lado. La haré salir--declara El Eterno de los ejércitos-- y entrará en casa del ladrón y en casa del que jura por mi nombre en falso; y pasará la noche dentro de su casa y la consumirá junto con sus maderas y sus piedras.
19:14 “No maldecirás al sordo, ni pondrás tropiezo delante del ciego, sino que tendrás temor de tu Eloah; yo soy El Eterno.” – Hay una relación entre no maltratar al minusválido, el sordo y el ciego, y el temor a El Eterno. Por un lado significa que al maltratar a los débiles se está maltratando a El Eterno que los ha creado. Por otro lado tiene que ver con una actitud de desprecio en el corazón que sólo El Eterno conoce. Está prohibido menospreciar al débil en el corazón, aprovecharse de él, burlarse de él o fastidiarle. Por eso dice “y temerás a tu Eloah”. El Eterno ve la actitud secreta del corazón de cada uno. Y si alguien teme a El Eterno no va a pensar mal de los que sufren algún desperfecto.
Si interpretamos este texto en el nivel remez, alegórico, aprendemos que poner tropiezo delante de un ciego también puede significar dar un consejo malo al ignorante. El temor de Eloah es un antídoto contra este delito. El que sabe que El Eterno conoce sus pensamientos no va a aprovecharse de un ignorante para su propio beneficio o para producirle daño.
En esta ocasión no trataremos el tema de la segunda y tercera aliyá para dejar su estudio en Yeshiva de liderazgo por tratar mitzvot preferencialmente para quienes deben administrar justicia.  
Cuarta aliyá, 19:33-36
19:33 “Cuando un extranjero resida con vosotros en vuestra tierra, no lo maltrataréis.” – Está prohibido maltratar a un residente o un converso. Rashí señala que aquí se refiere a un ultraje verbal.
19:34 “El extranjero que resida con vosotros os será como uno nacido entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Mitsrayim; yo soy El Eterno vuestro Eloah.” – El amor al residente debe ser igual que el amor al israelita o al converso. El Eterno no hace acepción de personas. Él ama a todos por igual y por esto reafirma este mandamiento con las palabras: “yo soy El Eterno vuestro Eloah”, para que el amor al extranjero residente sea por causa de Eloah. Israel fue elegido para transmitir el amor y la salvación de El Eterno a los gentiles.
Quinta aliyá, 20:1-7
20:3 “Yo pondré mi rostro contra ese hombre y lo cortaré de entre su pueblo, porque ha dado de sus hijos a Molej, contaminando así mi santuario y profanando mi santo nombre.” – El que entrega su hijo a un dios pagano profana el Nombre de El Eterno. El Eterno quiere nuestra descendencia para él, cf. Malaquías 2:15. Ese es el propósito suyo con el matrimonio. Al dar uno de los hijos a un demonio se está yendo en contra total del propósito de la creación del hombre y así se profana el Nombre Santo.
20:6 “En cuanto a la persona que vaya a los médium o a los espiritistas, para prostituirse en pos de ellos, también pondré mi rostro contra esa persona y la cortaré de entre su pueblo.” – La idolatría y el ocultismo son considerados como prostitución espiritual. Es lo mismo que cuando una mujer casada se una con otro hombre, violando así el pacto matrimonial. El pecado de adulterio, tanto físico como espiritual, es mortal.
Sexta aliyá, 20:8-22
20:21 “Si alguno toma a la mujer de su hermano, es cosa aborrecible; ha descubierto la desnudez de su hermano. Serán sin hijos.” – Yojanán HaMatbil corrigió a Herodes por haber cometido este delito y por esta reprensión fue asesinado, cf. Mateo 14:3-11.
20:22 “Guardad, por tanto, todos mis estatutos y todas mis ordenanzas, y cumplidlos, a fin de que no os vomite la tierra a la cual os llevo para morar en ella.” – La Torá fue dada en primer lugar para ser guardada en la Tierra de Israel. Por eso hay mandamientos que no aplican fuera de la tierra. Algunos mandamientos no pueden ser cumplidos en países lejos de la tierra de Israel porque allí hay condiciones naturales y geológicas muy diferentes. Por ejemplo, en verano no se pueden ver las estrellas si uno está más allá de los círculos polares, porque entonces el sol no baja durante la noche. ¿A qué hora inicia el shabat en el norte de Suecia en verano, cuando el sol no baja? El mandamiento de vivir en cabañas en Sukot no se puede cumplir en Suecia porque en esa época se puede morir de frío.
Los que viven en la tierra de Israel están obligados a cumplir los mandamientos de la Torá para que la tierra no los vomite.
Séptima aliyá, 20:23-27
20:23 “Además, no andéis en las costumbres de la nación que yo echaré de delante de vosotros; porque ellos hicieron todas estas cosas, yo los aborrecí.” – Los pueblos de las naciones que estuvieron en la tierra de Israel antes de la venida de los hijos de Israel hicieron todas estas cosas inmorales y ocultas. Esta es la razón por la que fueron expulsados de la tierra de Israel.
20:26 “Me seréis, pues, santos, porque yo, El Eterno, soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seáis míos.” – La santidad tiene que ver con la relación con El Eterno y el alejamiento de las costumbres de las naciones gentiles.
20:27 “Si hay médium o espiritista entre ellos, hombre o mujer, ciertamente han de morir; serán apedreados; su culpa de sangre sea sobre ellos.” – Parece contradictorio que en el texto anterior, cf. 20:6, sólo se habla de la pena de karet, cortamiento espiritual, cuando aquí habla de la pena de muerte física. Rashí dice que cuando hay testigos que advirtieron antes de la trasgresión, el culpable es apedreado. Pero si hubo un acto intencional sin advertencia previa sólo recibe la pena de karet. La trasgresión que se comete sin intención puede ser expiada con una ofrenda de pecado. La pena capital sólo se aplica si se cumplen estas tres condiciones:
·       El mandamiento fue transgredido intencionalmente.
·       Hubo dos o tres testigos que vieron el acto.
·       Hubo dos o tres advertencias previas acerca de la gravedad del pecado y su consecuencia.
Si falta alguna de las dos últimas se aplica la pena de karet, y si el trasgresor no pecó intencionalmente no se le aplica castigo alguno, sino sólo debe ofrecer una ofrenda de jatat para expiar su error.
Al aceptar al Eterno como nuestro Elohim, hemos aceptado vivir de acuerdo a su voluntad y el estudio de la TORAH es el conocimiento de Su voluntad nos permite establecer nuestro estilo de vida basado en nuestra manera de pensar. Conocer la voluntad Divina para obedecerla es un deber de todo hijos del Israel terrenal y celestial.
Pidemas a nuestro Abba disponer nuestra neshama para recibir Su Torah para que habite en nuestra mente y  corazón.
¡SHABAT SHALOM!
Adaptado y preparado por: HOSHEA BEN YISRAEL



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