Parashá
38 Kóraj
Números
16:1 – 18:32
Para ser
compartida en el Shabat del 30 de sivan de 5.784 ( julio 6 de 2.024
Después
de ocultarse el sol de este shabat es 1°
de tammuz de 5784
Aliyás
de la Torá:
1.! 16:1-13
2.! 16:14-19
3.! 16:20-43
(16:20 – 17:8 versión hebrea)
4.! 16:44-50
(17:9-15 heb.)
5.! 17:1-9
(17:16-24 heb.)
6.! 17:10 –
18:20 (17:25 – 18:20 heb.)
7.! 18:21-32
Haftará: 1
Samuel 11:14 – 12:22
Los
Escritos Mesiánicos: Juan
9:1-10:42
1ª. Aliya Yohanan 9:1-21
2ª. Aliya Yohanan 9:22-34
3ª. Aliya Yohanan 9:35- 10:5
4ª- Aliya Yohanan 10:6-20
5ª. Aliya Yohanan 10:21-41
Kóraj
significa
“depilado”
Temas de la Perasha
La perasha habla sobre los siguientes temas:
Primera aliá (16:1-13)
La rebelión de Koraj quien con Datan, Abiram y
On junto con algunos hombres se levantaron contra Moshe.
Segunda aliá (16:14-19)
Datan y Abyram se quejan en contra de Moshé y
Aaron de ponerse como príncipes ante ellos. Moshe manda a Koraj presentarse
juntamente con todo su grupo a la entrada del tabernáculo del Eterno.
Tercera aliá (16:20-17:8) (16:20-16:43)
La Gloria del Eterno se manifestó a toda la
congregación y manda apartarse de las tiendas de Koraj Datan y Abyram.
La tierra
se abrió y devoró a Koraj, a sus casas y a todos los hombres que estaban con
Koraj junto a sus posesiones, mostrando que la ira de El Eterno había caído
sobre ellos
Cuarta aliá (17:9-15) (16:44-50)
Intercesión de Aaron. El pueblo vuelve a
murmurar en contra de Moshé y una
mortandad cae sobre ellos, Aaron hace expiación
por ellos y la mortandad se detiene, ese día cayeron catorce mil setecientos,
además de los que murieron en la rebeldía de Koraj.
Quinta aliá (17:16-24) (17:1-9)
La vara de Aaron reverdece y queda guardada en
el arca del testimonio para señal a los rebeldes.
Sexta aliá (17:25-18:20) (17:10-18:20)
Función expiatoria del sacerdocio. Los derechos de los Cohanim.
Septima aliá (18:21-32)
Los derechos de los Leviim; La heredad de los Leviim es el Eterno. Lo mejor
del Diezmo era reservado para los Leviim y sus familias.
En eta
oportunidad dártenos u vistazo a las siguientes Aliyot: 1ª. 2ª. 3ª y 7ª.
Primera
aliyá, 16:1-13
16:1 “Y se rebeló Kóraj, hijo de Yitshar, hijo de
Kehat, hijo de Leví, con Datán y Aviram, hijos de Eliav, y On, hijo de Pelet,
hijos de Reuvén” (–
Kóraj no había sido nombrado jefe de los Kehatitas, sino Elitsafán, un primo
más joven, cf. el comentario sobre Números 3:30.
El
abuelo de Kóraj (Coré) fue Kehat (Coat), cf. Éxodo 6:18-22. El padre de Kóraj
fue Yitshar, hermano de Uziel. Uziel fue el padre de Eltsafán (o Elitsafán). El
padre de Kóraj fue mayor que el padre de Elitsafán. Uziel fue el hermano menor.
Su hijo fue elegido para ser el Nasí, jefe, del clan de Kehat.
¿Qué
sienten los hermanos mayores, y los primos mayores cuando el más pequeño es
nombrado para ser su jefe? ¿Será esta relación familiar la razón por la envidia
que luego llegó a la actitud rebelde en Kóraj?
¿Qué
pasó con Yishmael cuando Yitsjak, su hermanastro pequeño fue nombrado portador
de las promesas? ¿Qué pasó con Esav cuando su hermano menor obtuvo la
primogenitura y la bendición en lugar suyo? Tuvieron celo y amargura. Esos
celos y esas envidias fueron trasmitidos a sus descendientes a lo largo de las
generaciones, y esa es la causa de las actitudes adversas entre los árabes y
los judíos, entre el Islam y el Judaísmo, y entre los romanos y los judíos,
entre el Cristianismo y el Judaísmo. Los
descendientes de Yishmael adaptaron una religión que cultiva el odio contra el
judío. Lo mismo había sucedido con el cristianismo, se formó una religión
basada en no querer ser como los judíos. Los descendientes de Esav formaron el
Imperio Romano, y el odio contra el judío se puede encontrar en todo el sistema
romano. La raíz de este odio viene de una situación familiar tensa.
La cuna
para la rebeldía de Kóraj fue su situación familiar, donde su primo menor fue
elegido como jefe sobre él y donde él no fue nombrado a tener un puesto
importante más allá del ministerio levítico normal. ¡Cuán importante es sacar
la envidia de nuestro corazón!
Alguien
pensará que El ETERNO debería haber dado a Kóraj un puesto importante para que
no se enfadara y llegara a esta rebeldía. Pero así no opera el Eterno. El
problema no es El ETERNO sino la envidia y la falta de humildad en el hombre
carnal. La solución no es darle a un hombre ambicioso un puesto de
responsabilidad, sino que se humille y aprenda a someterse a los líderes que El
ETERNO ha puesto sobre él. Esa fue la medicina que El ETERNO estaba dando a
Kóraj, pero él no la quiso tomar y tratar con el pecado en su alma, sino
desarrolló su rebeldía hasta que llegó a estas alturas.
Tenemos
ejemplos contrarios que muestran que no hubo envidia cuando el hermano menor
fue nombrado a una posición superior; Moshé y Aharón, Efrayim y Menashé. ¡Qué grandeza había en Yosef, porque logró
inculcar la Torá en sus dos hijos mayores para que no tuvieran la misma envidia
y peleas que él mismo había experimentado con sus hermanos! Yosef pudo romper
este hábito generacional y combatir y erradicar de su propia familia toda clase
de envidia.
De la
misma manera los descendientes de Kóraj lograron romper la maldición familiar y
llegar a ser autores de varios Salmos en las Escrituras. Eran levitas, que
tenían puestos importantes. El profeta Samuel fue descendiente de Kóraj, cf. 1
Crónicas 6:33-38. El que está contento y fiel en la posición y el llamado que
el Eterno le ha dado, recibirá una gran recompensa. Si nos humillamos bajo la
poderosa mano del Eterno, El nos exalta, en su debido tiempo, como está escrito
en 1 Pedro 5:5-6:
“Asimismo, vosotros los más jóvenes, estad
sujetos a los mayores; y todos, revestíos de humildad en vuestro trato mutuo,
porque DIOS RESISTE A LOS SOBERBIOS, PERO DA GRACIA A LOS HUMILDES. Humillaos,
pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte a su debido tiempo”
Kóraj se
reveló y perdió todo, fue tragado por la tierra junto con los que le habían
seguido en su espíritu rebelde. Pero algunos pocos de sus descendientes
lograron salvar sus vidas, mediante la teshuvá, el arrepentimiento.
En
Números 26:8-9 está escrito:
“El hijo de Palú: Eliav. Y los hijos de Eliav:
Nemuel, Datán y Aviram. Estos son el Datán y el Aviram convocadores de la
asamblea, y que contendieron contra Moshé y contra Aharón con el grupo de
Kóraj, cuando contendieron contra El ETERNO”
El padre
de Datán fue Eliav, hijo de Palú, de la tribu de Reuvén. Reuvén había sido
desplazado como primogénito, en cuanto a la herencia de la primogenitura y la
promesa mesiánica. Vemos el mismo patrón aquí como en el caso de Kóraj. ¿Será
que Reuvén no había logrado combatir todo el sentimiento de envidia y de rencor
por ser desplazado, y por eso pudo enraizarse en sus descendientes?
El
espíritu rebelde contamina y los rebeldes se unen en su locura. Al comparar
Números 2:10 con 3:29 vemos que los reuvenitas tenían su campamento al sur del Mishcán, tabernáculo, al igual que los
hijos de Kehat. El ETERNO los puso juntos.
En lugar de combatir la envidia desarrollaron la rebeldía y se unieron
los rebeldes para que al final se levantaran contra el que representaba a El
ETERNO, Moshé, acusándole de haberse levantado a si mismo y a su hermano Aharón
en posiciones de liderazgo sobre el pueblo por iniciativa propia.
16:2 “y se alzaron contra Moshé, junto con algunos de
los hijos de Israel, doscientos cincuenta jefes de la congregación, convocados
a la reunión, hombres de renombre.” – Los
que se rebelaron tenían posiciones altas en el pueblo.
16:3 “Y se juntaron contra Moshé y Aharón, y les
dijeron: ¡Es demasiado para vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos
son santos, y El ETERNO está en medio de ellos. ¿Por qué, entonces, os
levantáis por encima de la asamblea de El ETERNO?” –
Dijeron a Moshé y Aharón: “Es mucho para vosotros”. En hebreo – rav lajem. “Tenéis una posición
demasiado alta.” “Os levantáis por encima de la asamblea.” “Vais en contra de
las reglas democráticas.” Pensaban que Moshé estaba dando privilegios a sus
familiares y allegados. Ellos dudaron del origen divino de lo que estaba
haciendo Moshé.
En Mateo
24:45 está escrito:
“¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente a
quien su señor puso sobre los de su casa para que les diera la comida a su
tiempo?”
Este
texto nos enseña que El ETERNO es el que pone líderes SOBRE otros. No es lo
mismo levantarse a si mismo que ser levantado por El ETERNO. Moshé no había
escogido la posición que tenía por encima del pueblo. El Eterno lo había puesto
allí, al igual que Aharón. Así que, al criticar esas posiciones, no estaban
criticando a los hombres, sino a El ETERNO que los había puesto allí.
16:4 “Cuando Moshé escuchó esto, cayó sobre su rostro” –
¿Cuál fue la reacción de Moshé? Se postró ante El ETERNO, que le había puesto
en esa posición, en lugar de defenderse ante las acusaciones del pueblo. El que
se humilla será enaltecido. Moshé y Aharón se sometieron bajo la mano poderosa
del Eterno, y así podían combatir la rebeldía, dejando todo en las manos del
Eterno.
En 2
Timoteo 2:19 está escrito:
“No obstante, el sólido fundamento de Dios
permanece firme, teniendo este sello: El Señor conoce a los que son suyos, y:
Que se aparte de la iniquidad todo aquel que menciona el nombre del Señor.”
En los
momentos críticos, cuando todo es llevado a un punto de enfrentamiento, hay
algo que permanece y no tambalea, el fundamento de Dios. El sello de ese
fundamento tiene dos mensajes:
o! El
ETERNO conoce a los que son suyos.
o! Todo
aquel que invoca el nombre de El ETERNO se aparta de la iniquidad.
Segunda
aliyá, 16:14-19
16:15 “Moshé se enojó mucho y dijo a El ETERNO: ¡No
aceptes su ofrenda! No he tomado de ellos ni un solo asno, ni le he hecho daño
a ninguno de ellos.” –
Posiblemente Moshé se enojó mucho porque estaban dudando se sus motivos como
líder. Ellos pensaban que Moshé estaba dirigido por sus deseos carnales cuando
estaba tomando la posición de líder en el pueblo, porque ellos mismos eran así.
Ellos deseaban señorear, y no podían entender los motivos puros de un hombre de
Dios. Pensaban que él gobernaba con los mismos motivos que ellos tenían para
querer gobernar. Se equivocaron grandemente. Uno que tiene esta actitud nunca
puede calificar para un puesto de liderazgo dentro del Reino.
Cuando
Moshé fue enviado de la casa de su suegro para ir a sacar a los hijos de Israel
de Egipto, tenía el derecho de recibir un subsidio de transporte. Los hijos de
Israel deberían haber pagado el asno con el cual él viajaba, cf. Éxodo 4:20.
Pero como Moshé era un buen líder no exigió esto del pueblo, aunque tenía todo
el derecho para ello, sino sacrificó de sus propios bienes para servir al
pueblo, como está escrito en 1 Corintios 9:11-12:
“Si en vosotros sembramos lo espiritual, ¿será
demasiado que de vosotros cosechemos lo material? Si otros tienen este derecho
sobre vosotros, ¿no lo tenemos aún más nosotros? Sin embargo, no hemos usado
este derecho, sino que sufrimos todo para no causar estorbo a la buena nueva
del Mesías.”
“ni le he hecho daño a ninguno de ellos” – Estas son palabras de un verdadero líder.
Un líder que no saca provecho personal ni hace daño a su pueblo es un líder
perfecto. Moshé dice primero que no ha tomado provecho económico de su pueblo,
y luego dice que no les ha hecho ningún daño. En cada momento supo qué hacer
proféticamente para no hacer daño a ninguno de su pueblo. ¡Qué ejemplo de
líder!
A un
líder le toca estar en situaciones límite en muchas ocasiones. En esos momentos
es muy común que tiene que elegir entre dos o varias opciones negativas. Si
elige una de ellas pierde por un lado, y si elige la otra, pierde por el otro
lado. La manera cómo actúa en esa situación muestra si es un buen líder o no.
Si toma una decisión que causa pérdida para él y beneficio para el pueblo, es
un buen líder. Si toma una decisión que causa pérdida para el pueblo y
beneficio para sí mismo es un desastre de líder. Moshé no se aprovechó de su
posición de líder, y no hizo daño a nadie. ¡Que el Eterno nos dé gracia para
ser como él!
En Juan
10:11b está escrito:
“el buen pastor su vida da por las ovejas”
En 2
Corintios 7:2 está escrito:
“Aceptadnos; a nadie hemos ofendido, a nadie
hemos corrompido, de nadie hemos tomado ventaja.”
Este es
el testimonio de un buen líder.
Tercera
aliyá, 16:20-43 (16:20 – 17:8 versión hebrea)
16:21,
26 “Apartaos
de entre esta congregación, para que yo la destruya en un instante… y habló a
la congregación, diciendo: Apartaos ahora de las tiendas de estos malvados, y
no toquéis nada que les pertenezca, no sea que perezcáis con todo su pecado.” – Aquí
encontramos el segundo mensaje del sello que está en el fundamento de Dios: “Apartaos de entre esta congregación… Apartaos ahora de las tiendas de estos
malvados, y no toquéis nada que les pertenezca…”
El que
invoca el Nombre de El ETERNO tiene que apartarse de la maldad. Sin santidad
nadie verá al Eterno, cf. Hebreos 12:14. Estas dos cosas son fundamentales:
o! El
ETERNO conoce a los que son suyos – una relación personal con El ETERNO y con
su Hijo Yeshúa HaMashíaj, cf. Juan
17:3. o! Todo
aquel que invoca el nombre de El ETERNO se aparta de la iniquidad – una vida en
santidad en obediencia a los mandamientos de la Torá.
El que
no edifica sobre este fundamento caerá en las crisis profundas de la vida.
16:30 “Pero si El ETERNO hace algo enteramente nuevo y
la tierra abre su boca y los traga con todo lo que les pertenece, y descienden
vivos al Sheol, entonces sabréis que estos hombres han menospreciado a El
ETERNO.” – Las palabras hebreas que han sido traducidas
como “hace algo enteramente nuevo” son briá[1] y bará[2]
que significan “creación” y “crear”. La palabra bará es la misma que aparece en Génesis 1 donde habla de la
creación del mundo. Esto nos enseña que aquí se trata de algo totalmente nuevo
desde la creación del mundo. Este fenómeno no se había dado en ninguna otra
ocasión anterior. Así se mostraron varias cosas:
1.! Moshé no había hablado y actuado por sí mismo.
2.! La rebeldía contra un líder manifiesta el
menosprecio contra El ETERNO.
3.! Las consecuencias de la rebeldía son
desastrosas.
16:32 “y la tierra abrió su boca y se los tragó, a
ellos y a sus casas y a todos los hombres de Kóraj con todos sus bienes.” – Los
hijos de Kóraj no fueron tragados por la tierra, cf. Números 26:11. Al ver las
consecuencias del pecado de su padre se arrepintieron y fueron salvos. Once
Salmos fueron escritos por los hijos de Kóraj, cf. Salmo 42:1; 44:1; 45:1;
46:1; 47:1; 48:1; 49:1; 84:1; 85:1; 87:1; 88:1.
Séptima
aliyá, 18:21-32
18:21 “Y he aquí que yo he dado a los hijos de Leví
todos los diezmos en Israel por heredad, a cambio de su ministerio en el cual
sirven, el ministerio de la tienda de reunión.” – El diezmo, en hebreo maaser, es la parte de los productos agrícolas de la tierra de
Israel que hay que separar una vez al año y entregar a sus respectivos
destinatarios. Hay tres tipos de diezmo: el primer diezmo, en hebreo maaser rishón, el segundo diezmo, maaser shení, y el diezmo del pobre, maaser
aní.
1.! En
primer lugar se separa la terumá, “la
porción separada” que se entrega directamente al sacerdote. La cantidad oscila
entre 1.7 – 2.5 % (1/60 – 1/40) del producto.
2.! En
segundo lugar se separa el maaser rishón,
que es el 10 % de lo que queda del producto, y se entrega al levita. El levita,
a su vez, separa el diezmo de lo que recibe, que se llama terumat maaser, y lo entrega al sacerdote, cf.
Números
18:26.
3.! En
tercer lugar, se separa el maaser shení,
que es el 10 % de lo que queda del producto, y lo lleva a Yerushalayim para ser
comido allí. Esto se hace el primero, segundo, cuarto y quinto años del ciclo
agrícola de siete años, cf. Deuteronomio 14:22-26. En el tercero y sexto años,
en lugar del maaser shení se separa el maaser aní, el cual es
entregado a los pobres, Deuteronomio 14:28-29. En el séptimo año no se separan
los diezmos de la agricultura.[3]
Los
obreros que obtenían sus ganancias en trabajos que no tenían que ver con la
agricultura, por ejemplo pescadores y mercaderes, diezmaban también en el
séptimo año.
En Mateo
23:23 está escrito:
“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos
hipócritas!, porque pagáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, y
habéis descuidado los preceptos de más peso de la torá: la justicia, la
misericordia y la fidelidad; y éstas son las cosas que debíais haber hecho, sin
descuidar aquéllas.”
En este
caso el Mesías secundó la halajá de
los fariseos que dice que hay que diezmar también de las hortalizas y las
verduras, no solamente de los siete frutos de la tierra mencionados en la Torá,
cf. Deuteronomio 8:8.
El
diezmo fue constituido por Dios como un principio para el hombre desde la
creación al igual que el Shabat. Adam tenía que labrar todos los árboles del
huerto, pero no podía comer de todos ellos. El árbol de la ciencia del bien y
del mal tenía que ser trabajado pero no comido. El principio del diezmo es
trabajar cierto tiempo sin poder aprovecharse de ello. El que trabaja 40 horas
a la semana, está trabajando 4 horas para su diezmo sin poder “comer” de esas
horas. Con otras palabras, el diezmo corresponde al trabajo de 4 horas. El
obrero no podrá sacar beneficio propiode él. El mismo principio fue establecido
en el huerto del Edén. Adam tenía que trabajar el árbol de la ciencia cierto
tiempo sin sacar beneficio personal de él. De los otros árboles podía sacar
beneficio de su trabajo. Pero aunque el principio del diezmo fue establecido
desde la creación no es un mandamiento obligatorio para los hijos de Noaj sino
un medio para reconocer la soberanía del Creador en la vida económica y los
beneficios de dar el diezmo lo constituye en prácticamente obligatorio para los
justos de las naciones.
En las
Escrituras, el número 10 representa la totalidad. Por esta razón, el que da el
diezmo está reconociendo que no es dueño de sus bienes, sino sólo un
administrador de los bienes del Eterno. El que no da el diezmo no reconoce al
Dueño del Universo en su economía personal. De la misma manera sucede con el
shabat. El que no se acuerda del shabat, dado desde la creación, no reconoce al
Creador sobre su tiempo. El diezmo es un shabat en la economía. El principio
del diezmo no depende del servicio en el templo. El primer hombre, Adam, dio el
diezmo, ¡hasta el día en que comió de él! El que come del diezmo está
cometiendo el mismo error que Adam cuando comió del árbol prohibido. Avraham
dio el diezmo a Malki Tsedek que, según la tradición, fue su profesor de Torá.
Yaakov dio el diezmo cuando volvió de Padán Aram. Esto nos enseña que el factor
templo no es decisivo para dar el diezmo o no, solamente dónde se debe entregar
el diezmo.
Los
levitas tienen la obligación de enseñar Torá al pueblo. Si una persona ocupa el
lugar de maestro de Torá, en cierto sentido está haciendo el trabajo de un
levita, y merece una recompensa económica por su labor, como está escrito en 1
Timoteo 5:17-18:
“Los ancianos que gobiernan bien sean
considerados dignos de doble honor, principalmente los que trabajan en la
predicación y en la enseñanza. Porque la Escritura dice: NO PONDRÁS BOZAL AL
BUEY CUANDO TRILLA, y: El obrero es digno de su salario.”
En Mateo
10:10b está escrito:
“el obrero es digno de su sostén.”
En 2
Corintios 11:8 está escrito:
“A otras congregaciones despojé, tomando salario
de ellas para serviros a vosotros”
Yeshúa HaMashíaj recibe el diezmo como Sumo
Sacerdote según el orden de Malki Tsedek, como está escrito en Hebreos 7:8:
“Aquí, ciertamente hombres mortales reciben el
diezmo, pero allí, los recibe uno de quien se da testimonio de que vive.”
De esa
manera queda establecido que, a partir la resurrección de Yeshúa, el diezmo
puede ser entregado a los obreros que están sirviendo a tiempo completo en el
ministerio de Malki-Tsedek.
En 1
Corintios 9:1-14 está escrito:
“¿No soy libre? ¿No soy emisario? ¿No he visto a
Yeshúa nuestro Señor? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor? Si para otros no
soy emisario, por lo menos para vosotros sí lo soy; pues vosotros sois el sello
de mi ministerio en el Señor. Mi defensa contra los que me examinan es ésta:
¿Acaso no tenemos derecho a comer y beber? ¿Acaso no tenemos derecho a llevar
con nosotros una esposa creyente, así como los demás emisarios y los hermanos
del Señor y Cefas? ¿O acaso sólo Bernabé y yo no tenemos el derecho a no
trabajar? ¿Quién ha servido alguna vez como soldado a sus propias expensas?
¿Quién planta una viña y no come de su fruto? ¿O quién cuida un rebaño y no
bebe de la leche del rebaño? ¿Acaso digo esto según el juicio humano? ¿No dice
también la Torá esto mismo? Pues en la Torá de Moshé está escrito: NO PONDRÁS
BOZAL AL BUEY CUANDO TRILLA. ¿Acaso le preocupan a Dios los bueyes? ¿O lo dice
especialmente por nosotros? Sí, se escribió por nosotros, porque el que ara
debe arar con esperanza, y el que trilla debe trillar con la esperanza de
recibir de la cosecha. Si en vosotros sembramos lo espiritual, ¿será demasiado
que de vosotros cosechemos lo material? Si otros tienen este derecho sobre
vosotros, ¿no lo tenemos aún más nosotros? Sin embargo, no hemos usado este
derecho, sino que sufrimos todo para no causar estorbo a las buenas nuevas del
Mesías. ¿No sabéis que los que desempeñan los servicios sagrados comen la
comida del templo, y los que regularmente sirven al altar, del altar reciben su
parte? Así también ordenó el Señor que los que proclaman las buenas nuevas, vivan
de las buenas nuevas.”
De la misma manera como los que servían en el
templo comían de los diezmos, las ofrendas y los sacrificios, los que están
sirviendo con la predicación y la enseñanza a tiempo completo en la
congregación del Mesías, tienen el derecho de vivir de los diezmos y de las
ofrendas. Esto es lo justo. Sin embargo, si desean, podrán negarse ese derecho,
como fue el caso de los emisarios Shaúl y Bernabé.
En
Gálatas 6:6 está escrito:
“Y al que se le enseña la palabra, que comparta
toda cosa buena con el que le enseña.”
En
Filipenses 4:17 está escrito:
“No es que busque la dádiva en sí, sino que
busco fruto que aumente en vuestra cuenta.”
El rabí
Shaúl estaba más interesado en el beneficio de la dádiva en los dadores que en
la misma dadiva. Él se alegraba muchísimo por el dinero que le habían dado,
porque sabía que al cumplir ellos con esta mitsvá,
iban a ser grandemente bendecidos, como está escrito en el versículo 19:
“Y mi Dios proveerá a todas vuestras
necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en el Mesías Yeshúa.”
Un líder
tiene que estar más interesado en el beneficio del pueblo que en el suyo
propio.
En
Números 18:21, 24 está escrito:
“Y he aquí que yo he dado a los hijos de Leví
todos los diezmos en Israel por heredad, a cambio de su ministerio en el cual
sirven, el ministerio de la tienda de reunión… Porque el diezmo de los hijos de
Israel, el cual ofrecen como ofrenda a El ETERNO, yo lo he dado a los levitas
por heredad; por tanto, he dicho en cuanto a ellos: "Entre los hijos de
Israel no tendrán heredad.” ”
El
diezmo es dado al Eterno, y luego Él se lo da a los levitas. Así que, ninguno
puede decir que está dando el diezmo a los hombres, aunque en lo práctico son
los hombres los que reciben el diezmo, cf. Hebreos 7:5. El diezmo es dado a
cambio del ministerio levítico. Parte de ese ministerio es la enseñanza de la
Torá, como está escrito en Deuteronomio 17:9-11:
“y vendrás al sacerdote levita o al juez que
oficie en aquellos días, e inquirirás de ellos, y ellos te declararán el fallo
del caso. Y harás conforme a los términos de la sentencia que te declaren desde
aquel lugar que El ETERNO escoja; y cuidarás de observar todo lo que ellos te
enseñen. Según los términos de la ley que ellos te enseñen, y según la
sentencia que te declaren, así harás; no te apartarás a la derecha ni a la
izquierda de la palabra que ellos te declaren.”
En
Deuteronomio 33:8-10 está escrito:
“Y de Leví dijo: Tu Tumim y tu Urim sean para tu
varón santo, a quien pusiste a prueba en Masá, con quien luchaste en las aguas
de Merivá; el que dijo de su padre y de su madre: "No los conozco"; y
no reconoció a sus hermanos, ni consideró a sus propios hijos, porque
obedecieron tu palabra, y guardaron tu pacto. Ellos enseñarán tus ordenanzas a
Yaakov y tu Torá a Israel. Pondrán incienso delante de ti, y ofrendas de
ascensión perfectos sobre tu altar.”
En
Malaquías 2:4-7 está escrito:
“Entonces sabréis que os he enviado este
mandamiento para que mi pacto siga con Leví--dice El ETERNO de los ejércitos.
Mi pacto con él era de vida y paz, las cuales le di para que me reverenciara; y
él me reverenció, y estaba lleno de temor ante mi nombre. La verdadera Torá
estaba en su boca, y no se hallaba iniquidad en sus labios; en paz y rectitud caminaba
conmigo, y apartaba a muchos de la iniquidad. Pues los labios del sacerdote
deben guardar la sabiduría, y los hombres deben buscar la Torá de su boca, porque
él es el mensajero de El ETERNO de los ejércitos.”
Como
parte del ministerio sacerdotal y levítico consiste en enseñar la Torá es justo
dar el diezmo a las instituciones donde se enseña la Torá para que sea
entregado a los maestros de las Escrituras.
18:29 “De todos los dones que recibís presentaréis
toda porción separada (terumá) a El
ETERNO, de lo mejor de ellas, la parte consagrada de ellas.” – Según
Rashí, esto significa que el levita tiene que dar primero una porción separada
al sacerdote de lo que ha recibido del pueblo, en hebreo terumá guedolá, que corresponde más o menos a una cincuentava parte
del total. Luego entrega el diezmo al sacerdote, la terumat maaser.
En
Proverbios 3:9-10 está escrito:
“Honra a El ETERNO con tus bienes y con las
primicias de todos tus frutos; entonces tus graneros se llenarán con abundancia
y tus lagares rebosarán de mosto.”
El que
da el diezmo está honrando al Eterno. El que no da el diezmo lo ignora y lo
deshonra.
En
Malaquías 3:8-12 está escrito:
“¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me
estáis robando. Pero decís: "¿En qué te hemos robado?" En los diezmos
y en las ofrendas. Con maldición estáis malditos, porque vosotros, la nación
entera, me estáis robando. Traed todo el diezmo al alfolí, para que haya
alimento en mi casa; y ponedme ahora a prueba en esto --dice El ETERNO de los
ejércitos-- si no os abriré las ventanas del cielo, y derramaré para vosotros
bendición hasta que sobreabunde. Por vosotros reprenderé al devorador, para que
no os destruya los frutos del suelo; ni vuestra vid en el campo será estéril
--dice El ETERNO de los ejércitos. Y todas las naciones os llamarán dichosos,
porque seréis una tierra de delicias --dice El ETERNO de los ejércitos.”
El
ETERNO bendice grandemente al que da el diezmo. El cielo estará siempre abierto
sobre la economía del que diezma. Así la siembra de sus ofrendas, que son dadas
además del diezmo, puede dar mucho fruto. El diezmo no es lo mismo que las
ofrendas. El que diezma mantiene el cielo abierto. El que ofrenda después de
haber dado el diezmo segará gran bendición, si siembra en buena tierra.
En esta parashá están los mandamientos número
388 – 396 de los 613:
¡SHABAT
SHAALOM!
Fuente:
EB
Adaptado
por: HOSHEA BEN YISRAEL
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