PARASHÁ 12 VAYEJÍ | Génesis
47:28 – 50:26
Por Dr. S. K.
Blad.
Aliyás de la Torá:
1. 47:28 –
48:9
2. 48:10-16
3. 48:17-22
4. 49:1-18
5. 49:19-26
6. 49:27 –
50:20
7. 50:21-26
Haftará: 1 Reyes
1:1-12
Código Real (HaTsofen
HaMaljutí): Marcos 15:6 – 16:8
Vayeji Significa “Y
Vivio
Comentarios
Primera aliyá, 47:28 – 48:9
47:28 “Y
Yaakov vivió en la tierra de Mitsrayim diecisiete años; así que los días de
Yaakov, los años de su vida, fueron
ciento
cuarenta y siete años.” – El tiempo que Yaakov cuidó de su hijo Yosef durante
su infancia y juventud, fueron 17
años, cf.
37:2. Ahora Yosef devuelve a su padre, durante la misma cantidad de años, lo
que ha recibido. Esto nos
enseña que
los hijos tienen el deber de recompensar a sus padres, cuando sean mayores, por
todo lo que han recibido
de ellos,
como está escrito en 1 Timoteo 5:4:
“Pero si alguna viuda tiene hijos o nietos,
que aprendan éstos primero a mostrar piedad para con su propia familia
y a
recompensar a sus padres, porque esto es agradable delante de Eloha.”
47:29 “Cuando a Israel se le acercó el tiempo
de morir, llamó a su hijo Yosef y le dijo: Si he hallado gracia ante tus
ojos, por
favor, pon ahora tu mano debajo de mi muslo y trátame con misericordia y
fidelidad: Por favor, no me sepultes
en Mitsrayim.”
– Israel había aprendido la importancia de jurar por la señal del pacto de
circuncisión de su abuelo Avraham, cf. 24:2. En el primer caso se trataba de
conseguir una novia para el hijo de la promesa, Yitsjak, y en este caso se
trata de la importancia no sepultar a Israel en Mitsrayim. Estas dos cosas
tienen una importancia vital para el Cumplimiento del plan de salvación del
Eterno.
¿Por qué era
tan importante que Israel no fuera enterrado en Mitsrayim sino en la tierra de
la promesa? Hay varias
razones:
• Mostrar
que la tierra del pueblo de Israel no es Mitsrayim.
• Evitar que
los hijos de Israel volvieran a Mitsrayim para visitar la tumba del patriarca,
cf. Deuteronomio 17:16.
• Evitar que
los mitsries cometieran idolatría al patriarca.
• Estar en
la tierra de Israel cuando llegue la resurrección con la venida del Mesías.
47:30
“Cuando duerma con mis padres, me llevarás de Mitsrayim y me sepultarás en el
sepulcro de ellos. Y respondió:
Haré según
tu palabra.” – Cuando un justo está muerto, está durmiendo, descansando. Las
Escrituras no dan un mensaje claro en cuanto a lo que sucede con el alma
después de la muerte. Algunos textos dan a entender que no hay conciencia después la muerte y
otros indican lo contrario. La filosofía griega enseña que el alma es
inmortal y eterna, y esa idea se ha
infiltrado tanto en el judaísmo como en
el cristianismo. Pero eso no es lo que enseñan las Escrituras.
En Ezequiel
18:4 está escrito:
“He aquí, todas las almas son mías; tanto el
alma del padre como el alma del hijo, mías son. El alma que peque, ésa
morirá.”
En el Salmo 22:29 está escrito:
“Todos los
grandes de la tierra comerán y adorarán; se postrarán ante El todos los que
descienden al polvo, aun aquel que no puede conservar viva su alma.”
En Mateo 10:28 está escrito:
“Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero
no pueden matar el alma; más bien temed a aquel que puede hacer perecer tanto el alma como el cuerpo en el infierno.”
En Hebreos 10:39 está escrito:
“Pero
nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para la
preservación del
alma.”
48:1 “Y
sucedió que después de estas cosas, le dijeron a Yosef: He aquí, tu padre está
enfermo. Y él tomó consigo
a sus dos
hijos, Menashé y Efrayim.” – Este momento representa el final de la era
mesiánica cuando Israel pasará
por la gran
tribulación. Durante ese tiempo serán añadidos nuevos hijos a Israel que
nacieron de madres no judías.
El texto de
Génesis 35:11 dice:
“También le
dijo Eloha: Yo soy El Shadai. Sé fecundo y multiplícate; una nación y multitud
de naciones vendrán de ti, y
reyes
saldrán de tus lomos.”
Una nación
es una referencia a Binyamín que iba a nacer por Rajel. Pero como se le murió
Rajel ya no podía tener
más hijos de
ella. La manera de poder cumplir la segunda parte de la orden divina acerca de
la multitud de naciones,
era adoptar
los dos hijos de Yosef.
48:5 “Ahora
pues, tus dos hijos que te nacieron en la tierra de Mitsrayim, antes de que yo
viniera a ti a Mitsrayim, míos
son; Efrayim
y Menashé serán míos, como lo son Reuvén y Shimón.” – Los dos hijos de Yosef
representan, como
hemos dicho
antes, los hijos espirituales del Mesías Yeshúa
que han nacido de entre los gentiles durante los dos
mil años de
era mesiánica, desde su resurrección hasta ahora. Los hijos de Yosef nacieron
en el mundo gentil por
una madre no
israelita. Durante el momento de enfermedad Yaakov los adopta como sus propios
hijos, con los mismos
derechos que
Reuvén y Shimón. Hay tres cosas que recibe un primogénito:
• La porción doble de
la herencia, dada a la tribu de Yosef.
• El sacerdocio, dado a la tribu de Leví.
• El derecho de gobernar, dado a la tribu de Yehudá.
La primogenitura de la doble porción fue dada a los hijos de
Yosef, según 1 Crónicas 5:1-2. Por lo tanto estos dos hijos tendrán cada uno
una heredad propia en la tierra de la promesa. Así Yosef recibe, en sus hijos,
la doble porción que corresponde a la primogenitura.
48:8 “Cuando Israel vio a los hijos de Yosef, dijo: ¿Quiénes
son éstos?” – Yaakov estaba prácticamente ciego, ver versículo 10. A pesar de
ello dice la Torá que él vio a los hijos de Yosef. Esto nos enseña que los vio
de una manera profética.
La pregunta “¿quienes son estos?” sería entonces una duda de
su origen. Yosef tuvo que mostrar un contrato de matrimonio, (aludida en la
palabra “aquí” en el verso 9, según Rashí), y entonces Yaakov podía
bendecirles.
No obstante, en estas palabras hay una revelación profética
acerca de los últimos tiempos.
En los últimos tiempos Israel hará la misma pregunta otra
vez: “¿Quiénes son estos y de dónde han venido?”. De todas las naciones de la
tierra vendrán personas para unirse al pueblo de Israel. Estas personas son
hijos de Ben Yosef, discípulos de Yeshúa el Mesías. La palabra “hijo” significa
también “seguidor”, “discípulo”, cf. Juan 21:5. En los últimos tiempos Yeshúa
se va acercando a Israel con sus hijos que han nacido de nuevo entre los
gentiles. Vendrán de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas para unirse
totalmente al pueblo de Israel. La nación de Israel hará la misma pregunta:
“¿Quiénes son estos, y de dónde han venido?”. No podrá creer lo que ven sus
ojos. ¡Tantos hijos de Israel de entre los gentiles!
En Isaías 49:5-6 está escrito:
“Y ahora dice el Eterno (el que me formó desde el seno
materno para ser su siervo, para hacer que Yaakov vuelva a El y que Israel se reúna con El,
porque honrado soy a los ojos del Eterno y mi Eloha ha sido mi fortaleza), dice
El: Poca cosa es que tú seas mi siervo, para levantar las tribus de Yaakov y
para restaurar a los que quedaron de Israel; también te haré luz de las
naciones, para que mi salvación alcance hasta los confines de la tierra.”
Según este texto, la misión del Mesías es doble, restaurar
las doce tribus de Israel y llevar la salvación del Eterno a todas las naciones
de la tierra. Si Yeshúa no restaura las doce tribus es un falso Mesías. ¿Dónde
está la mayoría de las doce tribus? Entre los gentiles. ¿Quiénes son los
descendientes de la casa de Efrayim? Son gentiles. Así que el trabajo que ha
estado haciendo el Mesías durante los últimos 2000 años es buscar las ovejas
perdidas de la casa de Israel, como está escrito en Mateo 15:24:
“Y respondiendo El, dijo: No he sido enviado sino a las
ovejas perdidas de la casa de Israel.”
En la misma profecía
de Isaías 49:12 está escrito:
“Mirad, éstos vendrán de lejos; y he aquí, otros del norte y
del occidente, y otros de la tierra de Sinim.”
La mayoría de las diez tribus perdidas se encuentran entre
los países que están ubicados al nor-oeste de Israel.
En Isaías 49:18a está escrito:
“Levanta en derredor tus ojos y mira: todos ellos se reúnen,
vienen a ti.”
Esto concuerda con lo que pasó con Yaakov cuando vino Yosef
con sus dos hijos, levantó sus ojos espirituales y vio. En los últimos tiempos
Israel verá y reconocerá y recibirá a los hijos de Ben Yosef como hijos
legítimos. Israel estaba ciego y no veía estos hijos durante mucho tiempo, pero
en relación con la venida del Mesías se les abrirán los ojos proféticos para
ver a sus hijos nacidos por Mashiaj entre los gentiles.
En Revelación 7:9, 13-14 está escrito:
“Después de esto miré, y vi una gran multitud, que nadie
podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, de pie delante
del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas
en las manos... Y uno de los ancianos
habló diciéndome: Estos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son
y de dónde han venido? Y yo le respondí: Señor mío, tú lo sabes. Y él me dijo:
Estos son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y
las han emblanquecido en la sangre del Cordero.”
En este texto encontramos cuatro cosas que concuerdan con el
pasaje que estamos estudiando en Bereshit:
• Miré, y vi – Israel vio, cf. Génesis 48:8a.
• De las naciones – Mis hijos que Eloha me ha dado aquí, cf.
Génesis 48:9.
• ¿Quiénes son y de donde han venido? - ¿Quiénes son estos?,
cf. Génesis 48:8b.
• Son los que vienen de la gran tribulación – Tu padre está
enfermo, cf. Génesis 48:1.
48:9 “Y Yosef respondió a su padre: Son mis hijos, los que
Eloha me ha dado aquí. Y él dijo: Acércalos a mí, te ruego, para que yo los
bendiga.” – El Mismo Mesías ben Yosef va a confesar que los ex gentiles son sus
hijos y convencer a Israel de que son legítimos aunque nacieron en el mundo
pagano y por madres no judías, como está escrito en Lucas 12:8:
“Y os digo, que a todo el que me confiese delante de los
hombres, el Hijo del Hombre le confesará también ante los ángeles de Eloha”
“Acércalos a mí” – En los últimos tiempos Ben Yosef cada vez
más va acercando sus hijos a Israel. El movimiento Mesiánico entre los gentiles
está iniciado por el Mesías Yeshúa para acercar a sus hijos a Israel.
“para que yo los
bendiga” – Hay una bendición muy grande para los hijos de Ben Yosef, nacidos
entre los gentiles que se acercan a Israel.
Segunda aliyá, 48:10-16
48:10 “Y los ojos de Israel estaban tan débiles por la vejez
que no podía ver. Entonces Yosef se los acercó, y él los besó y los abrazó.” –
Cuando el Eterno haga volver los cautivos de Tsion, Israel será como los que
sueñan, no podrán ver bien, cf. Salmo 126.
“Yosef se los acercó” – El acercamiento al judaísmo e Israel
de los hijos de Ben Yosef en los últimos tiempos no está hecho bajo la dirección de los rabinos que
niegan a Yeshúa, sino bajo la dirección de Yeshúa HaMashiaj. Hay personas que
niegan a Yeshúa con el fin de obtener aceptación dentro del judaísmo
tradicional y hacer aliyá a Israel. Ellos han salido de lo que enseña la Torá
para estos tiempos. Según la Torá Yosef es el que acerca a sus hijos a Israel
en los últimos tiempos, no Yehudá. Sólo el movimiento dirigido por Yeshúa
resultará en el cumplimiento de estas profecías. Los que buscan el
reconocimiento de los hombres serán avergonzados. El que busca ser dirigido por
Yeshúa llegará a Israel y será abrazado y besado.
Hay dos ejes principales en Israel, Yehudá y Efrayim.
Alrededor de estas dos tribus gira toda la historia de salvación, no solamente
alrededor de los judíos, sino también alrededor de los descendientes de Efrayim
que fueron totalmente asimilados entre los gentiles después de la invasión
Asiria en el año 722 a.e.c. Efrayim es la tribu más importante de las diez
tribus que constituyeron el reino del norte, la casa de Israel. Por eso Efrayim
representa al resto de las diez tribus. En los últimos tiempos Efrayim será
reunido con Yehudá para ser un solo pueblo bajo el gobierno del Mesías, como
está escrito en Ezequiel 37:15-28:
“Y vino a mí la palabra del Eterno, diciendo: Y tú, hijo de
hombre, toma una vara y escribe en ella: “Para Yehudá y para los hijos de
Israel, sus compañeros.” Toma luego otra vara y escribe en ella: “Para Yosef,
vara de Efrayim, y para toda la casa de Israel, sus compañeros.” Júntalas la
una con la otra en una sola vara para que sean una sola en tu mano. Y cuando
los hijos de tu pueblo te hablen, diciendo: “¿No nos explicarás qué quieres
decir con esto?”, diles: “Así dice el Señor Eterno: ‘He aquí, tomaré la vara de
Yosef, que está en la mano de Efrayim, y las tribus de Israel, sus compañeros;
las pondré con aquélla, con la vara de Yehudá, y las haré una sola vara, y
serán una en mi mano.’” Y las varas en que escribas estarán en tu mano a la
vista de ellos, y diles: “Así dice el Señor Eterno: ‘He aquí, tomaré a los
hijos de Israel de entre las naciones adonde han ido, los recogeré de todas
partes y los traeré a su propia tierra. ‘Y haré de ellos una nación en la
tierra, en los montes de Israel; un solo rey será rey de todos ellos; nunca más
serán dos naciones, y nunca más serán divididos en dos reinos. ‘No se
contaminarán más con sus ídolos, ni con sus abominaciones, ni con ninguna de
sus transgresiones; sino que los libraré de todos los lugares en que pecaron y
los limpiaré.Y ellos serán mi pueblo y yo seré su Eloha. ‘Mi siervo David será
rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; andarán en mis
ordenanzas y guardarán mis estatutos y los cumplirán. ‘Y habitarán en la tierra
que di a mi siervo Yaakov, en la cual habitaron vuestros padres; en ella
habitarán ellos y sus hijos, y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo
David será su príncipe para siempre. ‘Y haré con ellos un pacto de paz; será un
pacto eterno con ellos. Y los estableceré, los multiplicaré y pondré mi
santuario en medio de ellos para
siempre. ‘Mi morada estará también junto a ellos, y yo seré su Eloha y ellos
serán mi pueblo. ’Y las naciones sabrán que yo, el Eterno, santifico a Israel,
cuando mi santuario esté en medio de ellos para siempre.’””
En Lucas 15 se habla del padre que tiene dos hijos. El hijo
mayor representa a los judíos que están cerca del Padre celestial, pero no
tienen una relación íntima con él, sólo legalista, por no reconocer a Yeshúa.
El hijo menor representa a Efrayim, el hijo menor de Yaakov, el cabeza de las
10 tribus, que salió a los gentiles y desperdició su herencia israelita. Ahora
está volviendo a casa, pero el hijo mayor, el judío, no quiere recibirlo,
porque está confesando a Yeshúa como el Mesías de Israel. Además tiene un
montón de costumbres cristianas y paganas que huelen a cerdo. El hijo mayor no
quiere entrar en la fiesta que el Padre está dando por causa del regreso del
hijo menor. Pero el punto principal, al cual quiero llegar es este: No es el hijo
menor que sale al hijo mayor para intentar de reconciliarse con él. El hijo
menor se reconcilia con el Padre. Es el padre que sale a hablar con el hijo
mayor.
No tenemos que ir a
los judíos y someternos a sus doctrinas antimesiánicas para ser aceptados
dentro de Israel. El Padre celestial es el Eloha de Israel. Si somos parte de
su familia, somos parte de Israel y no necesitamos buscar agradar a los
hombres. Yeshúa es el Mesías de Israel y si estamos con él se encargará de
arreglar todas las cosas conforme al plan divino. ¿Cómo vamos a dejar a Yeshúa
para ser aceptados por los hombres? ¿Cómo no vamos a confesarle delante de los
hombres? El que no confiesa al Hijo, tampoco tiene al Padre, como está escrito
en 1 Juan 2:23:
“Todo aquel que niega al Hijo tampoco tiene al Padre; el que
confiesa al Hijo tiene también al Padre.”
Alguno dirá: “No necesito confesar a Yeshúa para hacer la
conversión con un rabino. Puedo creer en Yeshúa en mi interior y seguir siendo
su discípulo en secreto. Así llegaré a ser aceptado en el mundo judío.”
Necio, ¿cómo no vas a confesar el nombre de Aquél que no
tuvo vergüenza de ti y sufrió públicamente desnudo sobre el madero para así
confesar que te ama? ¿Cómo no vas a ser fiel al que viene a gobernar en Israel?
¿Cómo crees que vas a poder vivir en secreto con tu fe? ¿Cómo vas a esconder tu luz y no alumbrar delante de todos? Yeshúa dijo en Mateo 10:32-33:
“Por tanto, todo el que me confiese delante de los hombres,
yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Pero
cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante
de mi Padre que está en los cielos.”
1 Juan 4:15 está
escrito:
“Todo aquel que confiesa que Yeshúa es el Hijo de Eloha,
Eloha permanece en él y él en Eloha.”
Amado hermano, que en estos momentos estás volviendo a casa,
escúchame bien: ¡No puedes dejar de confesar a Yeshúa si quieres permanecer en
el Eloha de Israel! En tu confesión está el poder. En la confesión del Nombre de Yeshúa está tu salvación y la vida
eterna. No lo niegues ni le ocultes, por nada en el mundo. Este mundo pasará,
pero Yeshúa es el Señor para siempre y pronto se sentará en el trono juzgando
las doce tribus de Israel. ¡No le falles ahora, cuando más necesitas confesar
su nombre!
En el Midrash que relata nuestro Rebe, en Lucas 15, vemos
como el padre es el que tiene la última palabra en la discusión con el hijo
mayor. De la misma manera el Padre celestial se está encargando de tratar con
los judíos que todavía no entienden que lo que estamos viviendo en el
movimiento mesiánico, o de raíces hebreas, es parte de un plan divino para la
restauración de Israel. El hijo menor, Efrayim, está volviendo a casa y el
judío no está contento. ¡Pero al final el Padre tendrá la última palabra en
esta historia! Entonces celebraremos la fiesta de Sukot durante mil años. ¡Si
niegas a Yeshúa para agradar al hijo mayor, no tendrás parte de esa fiesta!
Serás echado al lago de fuego y azufre.
48:14 “Pero Israel extendió su derecha y la puso sobre la
cabeza de Efrayim, que era el menor, y su izquierda sobre la cabeza de Menashé,
cruzando adrede sus manos, aunque Menashé era el primogénito.” – La mano
derecha representa al Mesías, que está a la diestra del Padre en las alturas.
La mano del Mesías está sobre Efrayim aunque haya sido esparcido entre las
naciones. Esa mano le está haciendo volver a casa ahora.
Yaakov cruzó las manos adrede, sabiendo que el menor iba a
ser puesto sobre el mayor. Los brazos cruzados forman la letra X que es la
letra Tav en el alfabeto hebreo arcaico, que fue el que Moshé usó para escribir
la Torá. La Tav es la última letra del alefato hebreo y significa “señal”,
“sello”, “pacto”. Yeshúa dijo que él es la Alef y la Tav, cf. Revelación 22:13,
lo cual implica que el Mesías es el inicio y el final de la Escritura dada del
Cielo. El Mesías es la Tav, lo cual también significa que él va terminando la
obra del Eterno. El mismo es la señal y ha sellado el pacto entre el Eterno e
Israel con su propia sangre.
Así que lo que hubo
entre Israel y los hijos de Yosef fue una de las señales del Mesías que ha
terminado la obra del Eterno, la X, la Tav. El Mesías Yeshúa es la razón por la
que los hijos nacidos en el mundo gentil puedan volver a casa y ser bendecidos
por Israel.
Esta oración se cumplió en Mitsrayim y las dos tribus
Efrayim y Menashé habían crecido muchísimo y guardado su identidad tribal antes
de la gran salida. Sin embargo hay un poder en esta bendición para el tiempo
moderno. A pesar de que las tribus se hayan perdido entre las naciones, hay un
ángel que los va a rescatar en este tiempo para que vuelvan y se identifiquen
de nuevo como israelitas.
Tercera Aliya 48;17-22
Sin embargo el texto hebreo invita a una consideración
mayor. Literalmente dice “y su descendencia será plenitud de las naciones
(gentiles)”. Hay un lugar más en las Escrituras donde aparece la misma
expresión, en Romanos 11:25-26, donde está escrito:
“Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio,
para que no seáis sabios en vuestra propia opinión: que a Israel le ha
acontecido un endurecimiento parcial hasta que haya entrado la plenitud de los
gentiles; y así, todo Israel será salvo; tal como está escrito: EL LIBERTADOR
VENDRA DE TSION; APARTARA LA IMPIEDAD DE YAAKOV.”
De este texto podemos sacar varias conclusiones importantes:
• Sólo una parte de
Israel ha sido endurecida durante un tiempo limitado. No se trata de todo
Israel ni para siempre.
• Esto es un misterio, es decir, es parte del plan divino
para la salvación del mundo que es difícil entender.
• La plenitud de los gentiles tiene que entrar en esa
salvación que sólo pertenece a Israel.
• La salvación de todo Israel depende de la entrada de la
plenitud de los gentiles.
• Todo Israel incluye no solamente el pueblo judío, sino
también la plenitud de los gentiles.
• La impiedad será quitada de Yaakov, que son las doce
tribus, no solamente los judíos que representan dos tribus de Israel, Yehudá y
Binyamín y posiblemente Leví.
Este plan de salvación del Eterno es uno de los misterios
más maravillosos. Voy a intentar de trazarlo con pocas palabras.
En 1 Reyes 12 se ve como el reino se dividió en dos
naciones. Esto ocurrió en el territorio de Efrayim, en la ciudad de Shejem, que
fue entregado a Yosef, según Génesis 48:22. Efrayim llegó a ser la tribu principal para el
reino del norte.
“Efrayim se mezcla con las naciones”
En Levítico 26:33a está escrito:
“A vosotros, sin embargo, os esparciré entre las naciones”
En el Salmo 106:26-27 está escrito:
“Por tanto, les juró abatirlos en el desierto, y esparcir su
simiente entre las naciones, y dispersarlos por las tierras.”
En Oseas 1:4-5 está escrito:
“Y el Eterno dijo a Hoshea: Ponle por nombre Yizreel, porque
dentro de poco castigaré a la casa de Yehú por la sangre derramada en Yizreel,
y pondré fin al reino de la casa de Israel. Y sucederá que en aquel día
quebraré el arco de Israel en el valle de Yizreel.”
En Romanos 9:23-26 está escrito:
“Lo hizo para dar a conocer las riquezas de su gloria sobre
los vasos de misericordia, que de antemano El preparó para gloria, es decir,
nosotros, a quienes también llamó, no sólo de entre los judíos, sino también de
entre los gentiles. Como también dice en Hoshea: A LOS QUE NO ERAN MI PUEBLO,
LLAMARE: “PUEBLO MIO”, Y A LA QUE NO ERA AMADA: “AMADA mía.” Y ACONTECERA QUE
EN EL LUGAR DONDE LES FUE DICHO: “VOSOTROS NO SOIS MI PUEBLO”, ALLI SERAN
LLAMADOS HIJOS DEL DIOS VIVIENTE.”
De esta manera Efrayim cumple un plan profético, por medio
de salvación para los gentiles.
En Oseas 11:8-10 está escrito:
“¿Cómo podré abandonarte, Efrayim? ¿Cómo podré entregarte,
Israel? ¿Cómo podré yo hacerte como a Adma? ¿Cómo podré tratarte como a
Tsevoyim? Mi corazón se conmueve dentro de mí, se enciende toda mi compasión.
No ejecutaré el furor de mi ira; no volveré a destruir a Efrayim. Porque yo soy
Eloha y no hombre, el Santo en medio de ti, y no vendré con furor. En pos del
Eterno caminarán, El rugirá como un león; ciertamente El rugirá, y sus hijos vendrán
temblando desde el occidente.”
Como el Eterno está interesado en salvar a su hijo Efrayim,
al mismo tiempo salva a los gentiles que no son descendientes de Israel. Ese es
el misterio del cual se habla de Romanos 11:25. Por medio de la entrada de la
plenitud de los gentiles, que son los hijos de Efrayim, según Génesis 48:19, será salvo TODO Israel, las 12 tribus, incluyendo
a los judíos que nunca perdieron su identidad israelita.
48:20 “Y los bendijo aquel día, diciendo: Por ti bendecirá
Israel, diciendo: Que Eloha te haga como Efrayim y Menashé. Así puso a Efrayim antes de Menashé” – Esta
bendición se pronuncia cada Kabalat Shabat, recepción del Shabat, cuando los
padres judíos bendicen a sus hijos varones en la mesa del Shabat. El pone su
mano derecha sobre la cabeza de cada uno de ellos y pronuncia estas palabras:
“Yesimjá Elohim ke-Efrayim ve-ji-Menashé”.
¿Por qué estos dos hijos de Yosef fueron puestos como
ejemplos para todos los hijos de Israel? Podemos destacar varias razones:
• A pesar de que el menor fue puesto sobre el mayor nunca
hubo riña entre ellos.
• A pesar de ser criados en un ambiente de paganismo y de
magia, nunca perdieron la fe en el Eloha de Israel, su identidad israelita o
las instrucciones de sus antepasados.
• A pesar de haber nacido y vivido toda la vida fuera de la
tierra de Israel, nunca perdieron la esperanza de volver a la tierra de sus
padres.
Estos dos son grandes ejemplos para todos los hijos de
Israel.
En Hechos 15:14-18 está escrito:
“Shimón ha relatado cómo Eloha al principio tuvo a bien
tomar de entre los gentiles un pueblo para su nombre. Y con esto concuerdan las
palabras de los profetas, tal como está escrito: DESPUES DE ESTO VOLVERE, Y
REEDIFICARE EL TABERNACULO DE DAVID QUE HA CAIDO. Y REEDIFICARE SUS RUINAS, Y
LO LEVANTARE DE NUEVO, PARA QUE EL RESTO DE LOS HOMBRES BUSQUE AL SEÑOR, Y
TODOS LOS GENTILES QUE SON LLAMADOS POR MI NOMBRE, DICE EL SEÑOR, QUE HACE
SABER TODO ESTO DESDE TIEMPOS ANTIGUOS.”
El texto que el Nasí Yaakov está citando está sacado de Amós
9:11-12. La reedificación del tabernáculo de David se refiere a la restauración
del gobierno de la casa de David. Cuando Yeshúa vino por primera vez fue
iniciada esta obra de reedificación, como está escrito en Lucas 1:32-33:
“Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el
Señor Eloha le dará el trono de su padre David; y reinará sobre la casa de
Yaakov para siempre, y su reino no tendrá fin.”
Con esta venida del Mesías se abrió la puerta para que los
gentiles pudieran ser parte del pueblo que ha sido tomado para el Nombre del
Eterno. La palabra griega que ha sido traducida en Hechos 15:14, 23 como “de entre”
es “ex”,] y significa “fuera de”, “salido de”, “ex”. Se trata de que los que
han creído en el Mesías de entre las naciones son ex gentiles. Ahora son
“pueblo para su Nombre”, es decir, ya no son gentiles sino parte del pueblo de
Israel, cf. Efesios 2:11-22; 3:4-8; 4:17; 1 Corintios 5:1; 12:2; Revelación
5:9-10.
¡
Shabat Shalom!
Recopilado
por Shimon ben Yosef.