Parashá 28 Metsorá /Levítico 14:1 –
15:33.
Para ser compartido en el
Shabat del 12 de Aviv de 5.784 (Abril 20 de 2.024)
1.
Alía (14:1 -
14:12)
2.
Alía (14:13 -20)
3.
Alía (14:21 - 32)
4.
Alía (14:33 - 53)
5.
Alía (14:54 -
15:15)
6.
Alía (15:16 - 28)
7.
Alía (15:29 - 30)
Haftará: 2 Reyes
7:3-20
Brit
Hadasha (HaTsofen HaMaljutí): Mateo 13:1 – 15:39
Aliyot del Brit Hdasha:
1ª.
13:1-23
2ª.
13:24-57
3ª.
14:1-32
4ª.
14:33-15:11
5ª.
15:12-39
__________________
Metsorá. Significa “el
que tiene tsaráat”.
COMENTARIOS
El Eterno ha puesto su morada entre los hijos de Israel. Su presencia
santa requiere que los hijos de Israel vivan una vida santa(Apartada). El
santuario terrenal puede ser contaminado por medio de las impurezas rituales de
los hijos de Israel, y para evitarlo, ellos necesitan conocer todas las normas
acerca de lo que produce impureza y cómo ser libres de ella. Por esta razón, en
los capítulos 11 hasta 15 de Levítico, la Torá va desarrollando una enseñanza
profunda en cuanto a la impureza ritual. Así el pueblo podrá vivir en un
campamento donde mora la presencia divina. El capítulo 11 habla de la
prohibición de comer animales impuros. El tipo de impureza que es producida por
medio de eso no puede ser eliminado por medio de ritos de purificación y es más
grave que el resto. Al tocar los cadáveres de los animales impuros se produce
la impureza ritual en los hombres, pero esta impureza puede ser eliminada por
medio de actos de purificación. El capítulo 12 habla de la impureza producida
en la mujer por un parto. El capítulo 13 habla de la impureza producida por la
plaga de tzraráat, traducida como “lepra”. En el capítulo 14 se habla de la
purificación de tzaráat en una persona y cómo tratar con esta plaga en una
casa. En el capítulo 15 se encuentra la enseñanza de la impureza ritual
producida por flujos que vienen de los aparatos reproductores del hombre y de
la mujer.
Todas estas instrucciones han sido dadas con el fin de evitar que el
tabernáculo sea contaminado y el pueblo dañado por la presencia divina que está
en medio de ellos, tanto en el desierto como luego en la tierra prometida. Las
reglas en cuanto a la impureza ritual tienen que ver con la santidad en
relación con la presencia física de Adonai dentro el pueblo de Israel, en el
tabernáculo y en el templo. Algunas de estas reglas son aplicables solamente
cuando hay un santuario, como por ejemplo las que requieren sacrificios. Pero
otras de estas reglas son aplicables aún en la ausencia del santuario, como las
del kashrut y de nidá. Mientras que no tenemos templo, no podemos guardar las
leyes que tienen que ver con los sacrificios, pero sí podemos guardar las reglas
de no comer animales inmundos y la purificación de nuestros cuerpos por medio
de una mikvé. El pueblo judío sigue guardando las instrucciones en cuanto a la
pureza ritual que son aplicables sin el santuario, porque sigue siendo un
pueblo santo.
Las reglas de tsaráat sólo son aplicables dentro de la tierra de Israel
cuando hay templo, así que no aplicarán hasta que el tercer templo sea
construido, y, según los profetas, lo será muy pronto.
El Talmud menciona que el nombre del Mesías es “el estudioso leproso”.
Por lo tanto las leyes de la purificación de tsaráat están íntimamente
relacionadas con él, y más concretamente con su muerte y resurrección, como
veremos a continuación.
14:2 “Esta será la ley del leproso en los
días de su purificación. Será llevado al sacerdote” – Según nuestro
conocimiento, antes de venir Yeshúa no había habido ningún caso de tsaráat en
la historia de Israel, que haya podido cumplir este mandamiento de la Torá en
cuanto a mostrarse ante el sacerdote y presentar la ofrenda después de haber
sido sanado, excepto el caso de Miryam, la hermana de Moshé. Ella fue golpeada
con esta plaga y seguramente cumplió con este mandamiento, cf. Números 12.
Naamán, el siervo sirio, fue limpiado de su tzaráat cuando se sumergió en el
río Yardén por mandato del profeta Elishá. Pero como él no era israelita, no
fue aplicado sobre él el mandamiento de ir al sacerdote y presentar ofrendas.
¿Entonces por qué la Torá ha dado estas instrucciones, si no han sido
necesarias a lo largo de la historia de Israel? Como una respuesta a esta
inquietud surgió la idea de que cuando venga el Mesías, una de las cosas que él
hará es limpiar a los hombres de la tzaráat. Esa será una de las señales del
verdadero Mashíaj. Por esto está escrito en Lucas 7:18-23:
“Entonces los discípulos de Yojanán le informaron de todas estas cosas.
Y llamando Yojanán a dos de sus discípulos, los envió al Señor, diciendo: ¿Eres
tú el que ha de venir, o esperamos a otro? Cuando los hombres llegaron a él,
dijeron: Yojanán HaMatbil nos ha enviado a ti, diciendo: "¿Eres tú el que
ha de venir, o esperamos a otro?" En esa misma hora curó a muchos de
enfermedades y aflicciones, y malos espíritus, y a muchos ciegos les dio la
vista. Y respondiendo él, les dijo: Id y contad a Yojanán lo que habéis visto y
oído: los CIEGOS RECIBEN LA VISTA, los cojos andan, los leprosos quedan
limpios y los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los POBRES
SE LES ANUNCIA LA BUENA NUEVA. Y dichoso es el que no se escandaliza de mí.”
La expresión “el que viene” es una expresión mesiánica. El Mesías es “el
que viene”, en hebreo “habá”. La respuesta que Yeshúa da a los discípulos de
Yojanán nos enseña que el hecho de que los “leprosos” son limpiados es una de
las señales que el pueblo esperaba para saber quién era el verdadero Mesías,
cf. Isaías 29:18; 35:5-6.
En Mateo 8:3-4 está escrito: “Y extendiendo la
mano, lo tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante quedó limpio de su
lepra. Entonces Yeshúa le dice: Mira, no se lo digas a nadie, sino ve,
muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que ordenó Moshé, para que les
sirva de testimonio a ellos.”
¿Cuál fue el testimonio que los sacerdotes iban a recibir? El testimonio
de que el Mesías ya había venido. Por medio de este milagro, todos los
sacerdotes en el templo podrían saber que el Mesías ya estaba presente.
Seguramente esta es una de las razones por las que muchos de los sacerdotes
luego creyeron en Yeshúa, como está escrito en Hechos 6:7:
“Y la palabra de Eloha crecía, y el número de los discípulos se
multiplicaba en gran manera en Yerushalayim, y muchos de los sacerdotes
obedecían a la fe.”
14:3 “y el
sacerdote saldrá fuera del campamento. El sacerdote lo examinará, y si la
afección ha sido sanada en el leproso” – Aquí vemos que aparece la
palabra “sanado” en relación con la plaga de tzaráat. Como hemos dicho antes,
las Escrituras hablan más de ser limpiado de esta plaga que de ser sanado. Pero
este texto nos enseña que es obvio que hace falta un acto de sanidad para que
una persona pueda ser limpiada de esta plaga.
14:4 “el sacerdote mandará tomar dos
avecillas vivas y limpias, madera de cedro, lana carmesí e hisopo para el que
ha de ser purificado.” – Los rabinos reconocen que no conocen a fondo el significado del por
qué se usan estos ingredientes para la purificación del metsorá. Rashí y el
Midrash asocian las aves con las palabras sueltas de lashón hará que el metsorá
habló para traer sobre sí la plaga de tsaráat (mas adelante
tocaremos el tema de lashon hara).
También asocian el cedro con la
soberbia y el hisopo con la humildad. Como la soberbia es una de las razones
por las que vino esta plaga sobre el hombre, ahora tendrá que ser purificado
por medio de dos elementos que hablan de la soberbia y la humildad.
Por otro lado las Escrituras nos enseñan que las aves representan al
hombre. Una de estas dos aves morirá y la otra será soltada libre. Esto puede
representar dos cosas.
En primer lugar representa al que tenía la plaga de tzaráat y que estaba
como muerto, sin poder tener relación con nadie, expulsado fuera del campamento
de Israel. Así el ave que tiene que morir, simboliza la muerte del metsorá. El
ave viva que es soltada representa al metsorá que ahora es liberado de esta
plaga mortal que le ataba.
En segundo lugar, y ante todo, las dos aves representan al Mesías, y
específicamente su muerte y resurrección. El ave que muere anuncia la muerte
del Mesías y el ave que es soltada anuncia la resurrección del Mesías. Todo el
proceso de purificación de tzaráat está relacionado con el Mesías. Por eso
podemos encontrar en este contexto también un trozo de madera que indica que la
muerte del Mesías tiene que ocurrir sobre un madero. Como aquí se usa madera de
cedro, es posible que el palo horizontal, donde fue colgado Yeshúa, haya sido
de cedro.
En Números 19 el cedro, el hisopo y la lana carmesí también están
mencionados como medios de purificación por medio de las ascuas de la vaca
roja, como está escrito en el versículo 6:
“Y el sacerdote tomará madera de cedro, e hisopo y lana carmesí, y los
echará en medio del fuego en que arde la novilla.”
El cedro es uno de los árboles más altos. La madera de cedro fue la
madera más cara y apreciada, cf. 2 Samuel 7:2, 7; 1 Reyes 6:9, 18.
La lana carmesí simboliza la sangre y el ministerio sacerdotal. La lana
viene de la oveja y fue teñida en un color rojo. Esto nos habla también de la
muerte del Mesías. El Mesías está representado por “el hilo rojo” que atraviesa
toda la Escritura, cf. Josué 2:18, 21.
Mientras que el cedro es uno de los árboles más altos, el hisopo es una
de las plantas más bajas. Por esta razón el rey Shlomo toma estas dos plantas
como dos extremos, como está escrito en 1 Reyes 4:33a:
“Disertó sobre los árboles, desde el cedro que está en el Levanón hasta
el hisopo que crece en la pared.”
Una parte del hisopo se parece al algodón, y fue usado para absorber
líquidos. Con el hisopo pudieron pintar los dos postes y el dintel en las casas
en Mitsrayim y también salpicar agua y sangre sobre el pueblo en el desierto,
cf. Éxodo 12:22; Hebreos 9:19. El hisopo es mencionado por primera vez en
relación con la redención de Mitsrayim por medio de la sangre del cordero.
También está incluido en la ceremonia de la purificación por medio de las aguas
purificadoras producidas por medio de las ascuas de la vaca roja, como está
escrito en Números 19:18:
“Y una persona limpia tomará hisopo y lo mojará en el agua, y lo rociará
sobre la tienda y sobre todos los muebles, y sobre las personas que estuvieron
allí y sobre aquel que tocó el hueso, o al muerto, o al que moría por causas
naturales, o la tumba.”
En el Salmo 51:7 : “Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más
blanco que la nieve.”
No cabe duda de que la purificación de la plaga de tzaráat es la base de
la oración del rey David en este Salmo. Después de su pecado con la mujer de
Urías, él pide ser purificado con hisopo, para así ser libre de la “lepra” del
pecado. Ser más blanco que la nieve implica tener un estado de pureza superior
al que tiene un hombre que está cubierto enteramente con la plaga de tzaráat de
manera que se ha vuelto totalmente blanco, como está escrito en Levítico 13:13:
“entonces el sacerdote mirará, y he aquí, si la lepra ha cubierto todo
su cuerpo, declarará limpio al que tenía la afección; se ha vuelto toda blanca
y él es limpio.”
En Juan 19:29 está escrito:
“Había allí una vasija llena de vinagre; colocaron, pues, una esponja
empapada del vinagre en una rama de hisopo, y se la acercaron a la boca.”
Es muy significativo que el hisopo vuelve a la escena de las Escrituras
en relación con la muerte de Yeshúa. Esto nos enseña que la muerte del Mesías
está relacionada con el acto de purificación de la tzaráat.
14:5 “Después el sacerdote mandará degollar una de las avecillas en una
vasija de barro sobre agua corriente.” – La vasija de barro
representa al cuerpo humano, que fue sacado de la tierra, cf. 2 Corintios 4:7.
El agua corriente puede representar la Torá o el Espíritu del Altísimo. El agua
también podría simbolizar la muerte, cf. 2 Samuel 14:14; Juan 19:34.
14:6 “En cuanto a la avecilla viva, la tomará
junto con la madera de cedro, el cordón escarlata y el hisopo, y los mojará
junto con la avecilla viva en la sangre del ave muerta sobre el agua
corriente.” – La avecilla viva que está juntada con madera de cedro representa al
Mesías que fue colgado sobre madera para así limpiar al hombre de la lepra del
pecado. La avecilla viva es sumergida en la sangre del ave muerta.
Esto representa el momento de la muerte de Yeshúa. El ave viva no es dejada en
la sangre en el agua hasta que muera, sino es sacada de allí. Esto simboliza la
muerte y resurrección del Mesías.
Las dos aves también podrían representar las dos inclinaciones dentro
del hombre, el yetser hará y el yetser hatov, la mala inclinación y la buena
inclinación. La primera de estas tiene que morir y la otra podrá vivir. Esto
también es un resultado de la obra redentora del Mesías Yeshúa.
14:7 “Después rociará siete veces al que ha
de ser purificado de la lepra, lo declarará limpio, y soltará al ave viva en
campo abierto.” – El ave soltada simboliza la libertad del que es purificado y también
de la vida de resurrección del hombre cuando finalmente será liberado del
pecado y de la muerte. Esto también es un resultado de la muerte y resurrección
del Mesías Yeshúa.
14:10 “En el octavo día tomará dos corderos sin
defecto, una cordera de un año sin defecto, tres décimas de una efá de flor de
harina mezclada con aceite como ofrenda de cereal y un log de aceite” – La
purificación finalmente se llevó a cabo en el octavo día. El octavo día anuncia
dos cosas: el día de la resurrección del Mesías, (el día después de una semana
entera), que es la base para la liberación del hombre que ha sido infectado con
la lepra del pecado. El octavo día también habla del octavo milenio después de
Adam, cuando todos los hombres sobrevivientes, que no participaron de la
primera resurrección, finalmente serán liberados del pecado. Durante el milenio
estarán presentes los que sobrevivieron la última guerra contra Yerushalayim,
cf. Zacarías 14; Revelación 19. Durante el reinado mesiánico habrá dos clases
de hombres, los redimidos y los sobrevivientes. Los que antes habían puesto su
fe en el Mesías Yeshúa serán resucitados y/o transformados para obtener cuerpos
glorificados. Ellos son los redimidos. Ellos participarán de la primera
resurrección.
Sin embargo, no todos los hombres serán transformados con la segunda
venida del Mesías. Los que no son matados durante el resplandor de su venida,
tendrán sus cuerpos mortales y vivirán en paz bajo el reinado mesiánico. Ellos
son los sobrevivientes. Estos hombres mortales tendrán la oportunidad de pasar
al siglo siguiente, en el octavo milenio después de Adam, pero bajo otras
condiciones que los redimidos que participaron de la primera resurrección.
Ellos también serán liberados del pecado, que todavía tenían durante el reino
mesiánico, porque está escrito en 2 Pedro 3:13:
“Pero, según su promesa, nosotros esperamos nuevos cielos y nueva
tierra, en los cuales mora la justicia.”
En esos nuevos cielo y nueva tierra, que vendrán después del reino
milenial mesiánico, sólo morará la justicia. Así que el pecado habrá sido
totalmente eliminado. El octavo milenio después de Adam, es decir, en la era
que vendrá después del reinado mesiánico, no habrá pecado, y la lepra del
pecado del hombre será finalmente eliminada. Esto también es un resultado de la
muerte y resurrección del Mesías Yeshúa.
14:14 “Entonces el
sacerdote tomará de la sangre de la ofrenda por la culpa, y la pondrá el
sacerdote sobre el cartílago de la oreja derecha del que ha de ser purificado,
sobre el pulgar de su mano derecha y sobre el pulgar de su pie derecho.”
– Es posible este versículo muestre que el que es purificado
necesita la sangre sobre tres lugares que representan el pecado que le llevó a
recibir la tsaráat. Si su oreja escuchó la lashón hará, si metió la mano donde
no debía y si puso su pie donde no le correspondía, fue golpeado con tsaráat.
Por eso su purificación es aplicada sobre estos tres lugares de su cuerpo.
Este rito es muy similar al rito de la instalación de los sacerdotes en
el tabernáculo, como está escrito en Éxodo 29:20:
“Y matarás el carnero, y tomarás de su sangre y la pondrás sobre el
cartílago de la oreja derecha de Aharón, y sobre el cartílago de la oreja
derecha de sus hijos, y sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el pulgar
de su pie derecho, y rociarás el resto de la sangre en el altar por todos los
lados.”
¿Cómo vamos a entender esto? Tanto los sacerdotes como el que es
purificado de tsaráat es objeto del mismo rito. Por un lado podríamos
entenderlo como que el que había tenido tsaráat ahora tiene el derecho para
acercarse al tabernáculo. En ese sentido se asemeja al ministerio del sacerdote
que tiene el derecho de estar cerca de Elohim.
Sin embargo, por el otro lado hay algo más profundo aquí. Como el Mesías
está asociado con un hombre “leproso”, llamado en el Talmud “el estudioso
leproso”, todo este proceso de purificación del metsorá está hablando de lo que
el Mesías tenía que pasar para poder entrar en su gloria. Como él no tenía
propio pecado, pudo cargar sobre sí el pecado de todo el mundo. De esta manera
la lepra del pecado del hombre fue cargada sobre él, como está escrito en Isaías 53:4-6:
“Ciertamente él llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros
dolores; con todo, nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Eloha y
afligido. Mas él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras
iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre él, y por sus heridas
hemos sido sanados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, nos apartamos
cada cual por su camino; pero El Eterno hizo que cayera sobre él la iniquidad
de todos nosotros.”
Después de la resurrección Yeshúa fue limpiado de la impureza que había
obtenido por medio de la lepra del pecado, como está escrito en Zacarías 3:2b-5:
“¿No es éste un tizón arrebatado del fuego? Y Yehoshúa estaba vestido de
ropas sucias, en pie delante del ángel. Y éste habló, y dijo a los que estaban
delante de él: Quitadle las ropas sucias. Y a él le dijo: Mira, he quitado de
ti tu iniquidad y te vestiré de ropas de gala. Después dijo: Que le pongan un
gorro limpio en la cabeza. Y le pusieron un gorro limpio en la cabeza y le
vistieron con ropas de gala; y el ángel de Adonay estaba allí.”
Mediante este acto de purificación Yeshúa fue introducido en el
ministerio sacerdotal según el orden de Malki-Tsedek. Por eso hay una semejanza
entre el rito de purificación del metsorá y la instalación en el ministerio
sacerdotal, cf. Éxodo 29:7, 20-21; Levítico 14:14, 17-18.
14:21 “Pero si es pobre
y no tiene suficientes recursos, entonces tomará un cordero como ofrenda por la
culpa, como ofrenda mecida, a fin de hacer expiación por él, y una décima de
una efá de flor de harina mezclada con aceite para ofrenda de cereal, y un log
de aceite” – Aunque el hombre sea pobre no hay rebaja en cuanto al animal que se
tenía que dar como ofrenda por la culpa. Tanto el rico como el pobre tenían que
dar un cordero por la culpa. Esto nos enseña que el precio para liberar al
hombre no puede rebajarse, es el mismo para el rico como para el pobre. El
precio es la muerte del Cordero de Eloha. Por medio de la muerte del Cordero
tanto el rico como el pobre podrán ser libres del pecado y purificados para
poder entrar en el santuario celestial y estar cerca de Elohim y servir en el
ministerio de Malki-Tsedek.
14:34 “Cuando entréis en
la tierra de Kenáan, que os doy en posesión, y ponga yo una marca de lepra
sobre una casa en la tierra de vuestra posesión” – Esta ley sólo
se aplica sobre las casas en la tierra de Israel. Sin embargo, las casas que
están en la ciudad de Yerushalayim nunca podrán ser declaradas impuras.
Además las casas tenían que ser de una manera
especial para que esta ley aplicara sobre ellas. Sólo las casas que tenían
piedra, madera y tierra en las paredes podían ser declaradas tamé, cf. 14:45.
14:45 “Derribará, pues, la
casa, sus piedras, sus maderas y todo el emplaste de la casa, y los llevará
fuera de la ciudad a un lugar impuro.” – Hermanos… El mundo es una
casa. El Eterno ha enviado sus ángeles para inspeccionar si la casa está libre
de contaminación. Pero aunque fue arrasada una vez por medio del Mabul/diluvio,
volvió a aparecer la maldad y se está extendiendo. Por lo tanto no queda más remedio
que derribar la casa. Este mundo será destruido después del milenio del reino
mesiánico, como está escrito en 2 Pedro 3:10-13:
“Pero el día del Señor vendrá
como ladrón, en el cual los cielos pasarán con gran estruendo, y los elementos
serán destruidos con fuego intenso, y la tierra y las obras que hay en ella
serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser destruidas de esta
manera, ¡qué clase de personas no debéis ser vosotros en santa conducta y en
piedad, esperando y apresurando la venida del día de Eloha, en el cual los
cielos serán destruidos por fuego y los elementos se fundirán con intenso
calor! Pero, según su promesa, nosotros esperamos nuevos cielos y nueva tierra,
en los cuales mora la justicia.” Amen.
Hermanos. El Eterno nos lleva a
interesarnos HOY en lo que dice la HAFTARAH, la cual encontramos en Melajím Bet
/ 2 Reyes 7:3 – 20. Para sacarle la enseñanza espiritual a este pasaje tenemos
que entender varias cosas.
Primero, el contexto de la historia. La ciudad estaba sitiada. Sus pobladores
estaban pasando mucha hambre.
Era tanta el hambre que ya se estaban comiendo los hijos. (Ver final del
perek/ capitulo 6)
Los cuatro leprosos estaban fuera de la ciudad porqué así lo decía la Toráh.
Ellos estaban aislados por chismosos.
También es bueno entender que no hablar lo que tengo que hablar en el momento
preciso, también es considerado Lashón Hará. Eso es un pecado de omisión.
3 Cuatro hombres que estaban leprosos se hallaban a la entrada de la
puerta y se dijeron uno a otro: «¿Por qué estarnos aquí hasta morir? 4 Si
decimos: “vamos a entrar en la ciudad”, como hay hambre en ella, allí nos
moriremos, y si nos quedamos aquí, moriremos igual. Así que vamos a pasarnos al
campamento de Aram; si nos dejan vivir, viviremos, y si nos matan, moriremos.»
Aquí vemos que los leprosos andaban buscando solución para el problema de
ellos.
Era un problema personal. Estaban entre la espada y la pared. Y decidieron
arriesgarse.
Pedirían comida para ellos en el campamento de los enemigos. Si se quedaban en
las puertas de la ciudad, iban a morir de hambre. Si los enemigos los mataban,
lo mismo daba.
Como dice el dicho popular : “Si nos vamos a morir....... vámonos enfermando”
Pero no tenían ni idea de la sorpresa que les esperaba :
Verso 5 Se levantaron al anochecer para ir al
campamento de Aram; llegaron hasta el límite del campamento de Aram y no había
allí nadie, Adonay había prometido por medio de Elishá que las cosas al día
siguiente tendrían solución.(Ver Pasukím/ versículos 1 y 2).
El Eterno había hecho cosas en esa noche en el campamento de los enemigos, que
nadie hasta ahora se había dado cuenta:
6 porque Adonay había hecho oír en el campamento de Aram estrépito de
carros, estrépito de caballos y estrépito de un gran ejército, y se dijeron
unos a otros: «El rey de Israel ha tomado a sueldo contra nosotros a los reyes
de los hititas y a los reyes de Egipto para que vengan contra nosotros.» 7 Se
levantaron y huyeron al anochecer abandonando sus
tiendas, sus caballos y sus asnos, el campamento tal como estaba, y huyeron
para salvar sus vidas.
Tremenda salvación fue descubierta por los leprosos, pero miremos cual fue su
reacción:
8 Aquellos leprosos llegaron al límite del
campamento y, entrando en una tienda, comieron, bebieron y se llevaron de
allí plata, oro y vestidos, y fueron a esconderlo. Regresaron y entraron en
otra tienda y escondieron lo que de allí se llevaron.
Ellos pensaron solamente en ellos. Saciaron
su hambre. Lo demás, lo escondieron. La gente se moría de hambre en la ciudad. Mientras
ellos escondían lo que no se podían comer.
Pero…. Menos mal que los leprosos se
arrepintieron de su actitud:
Verso 9 Se dijeron uno a otro: «No está bien lo que hacemos; hoy es un
día de buenas noticias; y si nosotros estamos callados hasta el lucir de la
mañana incurriremos en culpa; así pues, vayamos, entremos y anunciémoslo a la
casa del rey.»
Y arrepentidos los leprosos rápido fueron a dar las buenas noticias:
10 Llegaron y llamaron a los guardias de la ciudad y se lo anunciaron diciendo:
«Hemos ido al campamento de Aram y no hay nadie, ninguna voz de hombre; sólo
los caballos atados, los asnos atados y las tiendas intactas.» Y los guardias
llevaron la noticia al rey: 11 Llamaron los centinelas y lo comunicaron al
interior de la casa del rey. 12 Se levantó el rey de noche y dijo a sus
oficiales: «Os voy a decir lo que nos ha hecho Aram; saben que estamos
hambrientos, han salido del campamento y se han escondido en el campo pensando:
Saldrán de la ciudad, los prenderemos vivos y entraremos en la ciudad.»
Lógicamente que el rey pensó que era una trampa.
Además: Porqué tendría que creerle a unos leprosos chismosos y mentirosos?
Pero uno de sus oficiales pensaba lo mismo que en un principio pensaban los
leprosos :
“Si nos vamos a morir.......vamonos enfermando”
Como que también pensaban:
“Quien no arriesga un huevo........no saca un pollo” :
13 Uno de los oficiales respondió y dijo: «Que
se tomen cinco de los caballos restantes, pues les va a pasar lo que a toda la
muchedumbre de Israel que ha perecido; y enviémosles para ver.» 14 Tomaron dos
tiros de caballos y los envió el rey en pos de los arameos diciendo: «Id y
ved.»
Y se dieron cuenta que todo era verdad:
15 Fueron tras ellos hasta el Jordán, y todo el
camino estaba lleno de vestidos y objetos que habían arrojado los arameos en su
precipitación. Los mensajeros volvieron y se lo comunicaron al rey. 16 Salió el
pueblo y saqueó el campamento de Aram; la arroba de flor de harina estaba a
siclo y las dos arrobas de cebada a siclo, según la palabra de Adonay.
Aquí podríamos pensar muy en serio: Que desgraciados esos leprosos al
principio!!!!!!!!!!
Como no pensar en tanta gente que se estaba muriendo de hambre???????
Ahhhhh bueno que es criticar a los demás.
Pero y qué de nosotros hoy en día ? No
estamos en una situación parecida a la de ellos ?
Alguna vez en nuestra vida nos vimos entre la espada y la pared.
Por alguna circunstancia que cada uno de nosotros conoce, llegamos a los
caminos del Eterno.
Buscando solución para nuestros problemas. Y no solamente encontramos solución
para los problemas.
Sino que también conocimos al Rey de Reyes y Señor de Señores.
Pero hemos sido egoístas. Solamente hemos pensado en nosotros.
Nos hemos encerrado en nuestras sinagogas. En
nuestras comunidades.
Muchas veces Comiendo y bebiendo hasta saciarnos.
Lo demás lo guardamos. Pero en compartir con otros, no pensamos.
Mientras allá afuera la gente se muere de hambre espiritual.
Cuando nos vamos a arrepentir nosotros de lo que no estamos haciendo?
Cuando vamos a comenzar a ser conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor?
Cuando nos vamos a dar cuenta de nuestro roll en el plan profético que Elohim
tiene para la humanidad?
Bajamos la guardia cuando le predicamos a alguien y no nos cree.
Entendamos que eso es normal. Muchos tienen sus temores, como los tuvo el rey
de nuestra historia.
La mayoría de la gente cree que si la invitan a una sinagoga, entonces les van
a quitar su dinero.
La gente ya está cansada de mentiras, y tienen todo el derecho de pensar que en
la sinagoga solo van a escuchar más mentiras.
Pero sepamos que hay gente dispuesta a arriesgarse.
Tienen hambre de la buena. (Podríamos decir hambre de sed y de justicia)
Son muchos los que agradecen que se les haya hablado. Que se les haya invitado.
Porque también han conocido al verdadero Elohim del cielo. (Cuantos hay así hoy
aquí?)
Sin engaños. En el contexto hebreo. Hermanos No pensemos tanto en los que nos
rechazan.
Pensemos en aquellos para quienes hemos sido bendición.
Hay muchos aún allá afuera esperando que también seamos de bendición para
ellos.
Meditemos en todas estas cosas. Y Como hemos dicho en el grupo Nehemías: Pongámonos
manos a la obra. Dejemos ya el adormecimiento; despertemos y así no existirá
más desinterés y menos monotonía. Amen.
El mundo nos lo agradecerá.
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Ahora si
hablemos del otro tema; La Mala lengua – Lengua
de maldición – Lashon hará
Vaykra /
Levítico 12:1-13:59
Vaykra / Levítico 14:1-15:33
Levítico 14:1 Y
habló el Eterno a Moisés, diciendo: 2. Esta será la ley tocante a un Metzora
(al leproso), en el día de su purificación, cuando será llevado al sacerdote
Un Metzora, es una persona que ha contraído la enfermedad de Tzaraat,
termino traducido generalmente como “lepra”. Sin embargo, por diversas razones,
dichas traducciones son erróneas: La lepra es una dolencia causada por el
bacilo de Hansen, mientras que la Tzaraat era una manifestación
física de una conducta espiritual inadecuada, principalmente la difamación, la
mala lengua, Iashón hará.
El Tzaraat mencionado en el contexto escritural alude a unas manchas blancas en
la piel, e incluso en objetos, con ciertas inflamaciones, hinchazones o
erupciones cutáneas, de tal manera que no hay una traducción apropiado para
esta enfermedad.
Nuestros sabios explican que la palabra tzaraat es un acróstico de la palabra
Difamador.
Debido a la Lashón hará es uno de los pecados mas serios, el Eterno lo
castigo con la enfermedad de tzaraat, una enfermedad muy fea, que hoy en
día no se manifiesta físicamente por la falta de Beit Hamikdash. (sagrado
Templo) Cuando alguien habla la Lashón hará se considera que
transgredió la Torá en su totalidad, porque uno de los principio
básico de la Torá, es el amor al prójimo.
Numeros 12: 8Cara a cara
hablaré con él, claramente y no con enigmas, y verá la apariencia de Adonai. ¿Por
qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo
Moisés?».
9Entonces la
ira de Adonai se encendió contra ellos; luego se fue. 10Tan
pronto la nube se apartó del Tabernáculo, Mirian se llenó de tzaraat,
y tenía la piel blanca como la nieve. Cuando Aarón miró a Mirian y vio que
estaba metzora,
El que degradar o habla mal de una persona es ir por un camino diametralmente
opuesto a los principios fundamentales de la Torá.
Nuestro amado Rabino Yeshúa HaMashiaj enseño lo siguiente:
Matityahu-Mateo-5:21-22 Oíste que fue dicho a los Padres: No asesinaras y
cualquiera que comete asesinato expuesto estará a juicio. Mas yo os digo que
todo aquel que se enoja sin razón con su hermano es culpable del juicio y
cualquiera que le llamare insensato a su hermano será expuesto ante el Sanedrín
y cualquiera que le diga “Tonto” culpable será para el Valle de
Ghinon/infierno de Fuego.
También se puede asesinar a una persona con la lengua, al difamarlo.
Una espada asesina a una sola persona, sin embargo la Lashón
Hará mata a tres personas, al que habla, al que escuchan y a la
víctima. Por lo que el grado de maldad de la Lashón hará es muy grave
ya que afecta a todas las partes involucradas.
Reflexion… Mishlé-Provervios 18: 21 La
vida y la muerte están en poder de la lengua.
Este concepto del sabio Shlomó HaMelej-rey Salomón-se puede entender
mejor con el siguiente Midrásh:
Una vez, un rey
persa se enfermó lo cual trajo como consecuencia la pérdida de peso del rey y
su debilitamiento. “Solo hay una cura que le podemos recomendar para que vuelva
a recuperar su estado de salud”, sus médicos! le informaron “usted
deberá beber la leche de una leona! . Si usted puede obtener y consume esa
leche, le aseguramos que su condición mejorará de inmediato”. El rey estaba
completamente desorientado con la idea de obtener leche de una leona y decidió
enviar dos mensajeros y dinero al rey Shlomó, que se encontraba un Yerushaláim
y era mundialmente conocido por su sabiduría, para implorarle que ideará
un plan para conseguir la leche. Shlomó le encomendó dicha tarea a su asesor
Benaiau ben Yeoida.
“Quiero que me den diez cabras”, ordeno Benaiau. Luego, le pidió a uno de los
servidores de Shlomó que buscara en el bosque una guarida de Leones. El
servidor se interno en el bosque y buscó arduamente hasta que descubrió una
guarida en la cual una leona estaba alimentando a sus cachorros. Benaiau ordeno
que el servidor le mostrara el camino y que trajera junto con el una cabra.
Benaiau se quedó parado a una distancia prudente de la guarida y envió la cabra
hacia ésta. La leona la devoró de inmediato. Al día siguiente, Benaiau, se
animo a acercarse unos pasos más y le arrojó a la leona otra cabra. Repitió este
procedimiento a diario, y cada día se acercó más hasta que su presencia se
convirtió en familiar para la leona. Con el tiempo, le permitió acercarse sin
lastimarlo. Ella ya no sospecho de la presencia de Benaiau y hasta permitió que
la ordeñara. Tan pronto como Shlomó recibió la leche, la envió con sus
servidores al rey persa.
Mientras el mensajero marchaba por la carretera, sus extremidades comenzaron a
discutir la una con la otra acerca de cual de ellas en verdad merecía llevarse
los laureles por el logro de haber ordeñado a la leona.
“Somos Maravillosos” se vanagloriaban los pies “Somos superiores al resto de
las extremidades porque si no hubieras caminado hasta la guarida, no hubiera
sido posible obtener la leche”. “No es cierto” objetaron las manos. “Nosotras
fuimos imprescindibles para realizar la tarea. Si no hubiéramos ordeñado a la
leona, ahora no tendríamos la leche” “y que hay de nosotros” Exclamaron los
ojos “acaso no descubrimos el camino hacia la guarida” Sin nosotros el plan
jamás hubiese resultado.
“Me ignoran” se
quejo la cabeza “Yo fui el que pensó en esta idea brillante en
primer lugar”.
Los murmullos fueron interrumpidos por completo por el sonido exaltado de la
lengua,
“Ustedes no valen nada, si no fuera por mi ¿ustedes donde estarían?
En este momento, todas las extremidades protestaron “¿Cómo te atreves a
comportarte así con nosotros? ¡Tu solo eres un bulto suave sin hueso guardado
en una cavidad obscura! Ofendida, la lengua respondió “¡Solo esperen y verán
que yo soy el amo de todas ustedes!”.
El mensajero llegó a la corte del rey persa y se dirigió de inmediato al trono.
Le entrego la leche e intentó transmitirle un mensaje del rey Shlomó, sin
embargo, las palabras que salieron de su boca fueron “¡Su majestad, yo.
En este acto le entrego la leche de perro que usted me pidió!”.
El rey pensó que estaba siendo ridiculizado y, en un ataque de furia, dio
órdenes para que se colgara al mensajero de inmediato.
El pobre hombre fue llevado a la horca de
inmediato y todas las extremidades estaban aterrorizadas. “¿Se dan cuenta ahora
que ustedes, comparadas conmigo, no valen nada? Declaró la lengua en un tono
triunfante. “lo confesamos” exclamaron los otros órganos al unísono. “De ti
depende la vida y la muerte”. La lengua quedo satisfecha.
“Tengo un mensaje muy importante para relatar al rey”, declaro.
“por favor llévenme a él solo por un instante”. Los soldados lo escucharon y lo
llevaron a él sólo por un instante”. Y lo llevaron hacia donde se
encontraba el rey. “¿Porque me van a ejecutarme? “Pregunto el mensajero,
“¡Me has traído leche de perro! Contesto el rey furioso. “le aseguro”
dijo el mensajero, “que esta leche lo curará. Mis palabras han sido un error ya
que en nuestro idioma, se utiliza la misma palabra para perro y para león.” El
rey le creyó. Bebió la leche y se recuperó. Luego, perdonó al mensajero.
Con este Midrásh podemos entender que lo que hablamos, puede cambiar todas las
circunstancias de nuestra vida.
Nuestra lengua es una arma muy poderosa, con ella se puede ganar la vida
o llevarnos a la muerte.
Nuestro amado Rabi Yeshua HaMashiaj dijo: Matityahu - Mateo- 12 : 36-37
“Mas yo os digo, que toda palabra inútil que hablaren los hombre, de ella darán
cuenta en el día del juicio. Por que por tus palabras serás justificado y por
tus palabras serás condenado”.
Que importante y trascendente es lo que hablamos, lo que sale de la boca
adquiere un poder de destrucción o bien de construcción, por eso amados todo
hombre sea pronto para oír y tardío para hablar.
El libro de Ya’akov -Santiago- se dice lo siguiente.
Ya’akov 3 : 4 – 5 “Mirad también las naves: aunque tan grandes y llevadas por
impetuosos vientos, son gobernadas con un pequeño timón por donde quisiere el
que las gobierna. Así también la lengua es un pequeño miembro, y se gloria de
grandes cosas. He aquí, un pequeño fuego ¡Cuan grande
bosque enciende!”
La lengua, es difícil de gobernar, a diario enfrentamos innumerables ocasiones
que dan lugar a hablar la lashón hará-mala lengua, de todas las extremidades,
la lengua es el órgano que se mueve con mayor facilidad, por ello la
Lashón Hará es el pecado que se comete con mayor facilidad y con mayor
frecuencia.
Ya’akov 3: 7-8 “Porque toda naturaleza de bestias y de aves
y de serpientes y de seres de la mar, se doman, pero ningún hombre puede domar
la lengua”
Debemos esforzarnos por domar nuestra lengua, tener cuidado de lo que
decimos, el Eterno coloco a la lengua un una posición horizontal,
descansando y encerada, para enseñarnos que hay que mantenerla en reposo
lo mas posible, es decir hablar poco.
Ya’akov 3: 9-10 “Con ella bendecimos a nuestro Elohim y Aba y con ella
maldecimos a los hombres. De una misma boca proceden bendición y maldición.
Amados, no conviene que estas cosas sean así”
Rabi Shimon bar Yojai declaró, “Si hubiera estado presente en Matan
Torá, le hubiera pedido al Todopoderoso que le diera a todos los seres humados
una segunda boca que sirva exclusivamente para hablar cosas de Torá.
Sin embargo lo volvió a pensar y cambio de idea. “Eso no estaría bien” decidió
“La gente tiene solo una boca y habla demasiada Lashón Hará ¿Que ocurriría si
tuviera dos?
El Eterno le encomendó a cada órgano una tarea especial, la lengua fue otorgada
para que pronuncie las palabras dela Torá, tefilá-oración- y para que beneficie
al prójimo. Es tarea de todos educar nuestra lengua y evitar pronunciar
maldiciones con ella.
En Conclusión
El castigo de
Tzaraat ya no tiene efecto hoy día, sin embargo no por ello tenemos la libertad
de hablar la Lashón hará. Nuestros sabios explican que cada palabra
que habla nuestra boca se graba en el cielo. Tomando conciencia de ello debemos
evitar hablar, la Lashón hará.
Nuestros sabios nos aconsejan dos hábitos para evitar hablar la
Lashón hará.
1.- El estudio de la Torá.
La gente que habla la Lashón hará es aquella que no tiene
nada que hacer y que busca algún tema que lo divierta y que la saque de su
aburrimiento que experimenta a diario, disfrutar de cualquier noticia
sensacionalista, así sea a costa de algún tercero. Por otra parte, aquel
que ocupa su tiempo con el estudio de la Torá, descubrirá que su mente se
encuentra absorbida en la tarea constante y emocionante y solo deseará
comunicarles a los demás todos sus aprendizajes de la Torá, sus
conversaciones versará sobre temas de la Torá y no tendrá necesidad
de hablar de otras personas. El estudiar Torá posee el poder de purificar y
limpiar la mente de una persona.
2.- Ser humilde
La satisfacción que se obtiene al difamar a otro, analizada Psicológicamente,
es el sentimiento de superioridad que se adquiere de esta manera. Si alguien
cuenta con humildad buscará la manera de justificar el comportamiento del otro
y de juzgarlo favorablemente.
Estos consejos nos pueden ayudar a evitar la Lashón hará, sin olvidar
que en nuestras Tefilot -Oraciones- diarias pedirle a Eterno que nos asista
para evitar hacer mal uso de nuestra lengua.
Amen. Asi sea.
¡Shabat Shalom!
Orlando Unda
Ramirez.