Parashá 51
– Nitsavim- 52 Va Yelej
Devarim (Deuteromonio) 29:10 (9) – 31:27
Para ser compartida Shabat 25 del 6° mes Biblico ,
12ª, civil (Elul) 5784 / Septiembre 28
de 2024.
Aliyás
de la Torá (cuando se lee
Nitsavim junto con VaYelej):
1. 29:10-29 (9-28 heb.)
2. 30:1-6
3. 30:7-14
4. 30:15 – 31:6
5. 31:7-13
6. 31:14-19
7. 31:20-27
Haftará: Isaías 61:10 – 63:9
Brit Hadasha: Revelación 19:1 – 20:10
Aliyás del CR:
1.
Revelación 19:1-8
2.
Revelación 19:9-15
3.
Revelación 19:16-21
4.
Revelación 20:1-6
5.
Revelación 21:7-10
Nitsavim Significa “(estáis) de pie”./ firmemente parados.
VaYelej Significa “y fue”.
La
restauración de Israel
Hay un
fuerte viento de restauración de la identidad hebrea entre las ovejas perdidas
de la Casa de Israel y de la Casa de Yehudá (Judá) que han sido esparcidas
hasta los confines de la tierra y entremezcladas entre los gentiles.
Este
viento se está notando entre los cristianos que han nacido de nuevo y que
cada vez más sienten la necesidad de volver a lo que llaman el "MESIANISMO
primitivo", que existía en el primer siglo después del Mesías y, que en su
esencia era un movimiento hebreo.
Este
viento también se está notando entre los gentiles inconversos que cada vez más
están mostrando interés por saber acerca de sus raíces. El rabino principal de
la comunidad judía en Madrid nos informó de que cada día hay personas "de
la calle" que están llamando a su oficina para saber si sus apellidos son
de origen judío.
¿Qué
está pasando?
Estamos
viendo el cumplimiento de una profecía que tiene varios miles de años. Vamos a
mirarla:
D'varim (Deuteronomio) 30:1-14 "Y
sucederá que cuando todas estas cosas hayan venido sobre ti, la bendición y la
maldición que he puesto delante de ti, y tú las recuerdes en todas las naciones
adonde el Señor tu Eloha te haya desterrado, y vuelvas al Señor tu Eloha, tú y
tus hijos, y le obedezcas con todo tu corazón y con toda tu alma conforme a
todo lo que yo te ordeno hoy, entonces el Señor tu Eloha te hará volver de
tu cautividad, y tendrá compasión de ti y te recogerá de nuevo de entre todos
los pueblos adonde el Señor tu Eloha te haya dispersado.
Si tus desterrados están en los confines de la tierra, de allí el
Señor tu Eloha te recogerá y de allí te hará volver. Y el Señor tu Eloha te
llevará a la tierra que tus padres poseyeron, y tú la poseerás; y El te
prosperará y te multiplicará más que a tus padres.
Además, el Señor tu Eloha circuncidará tu corazón y el corazón de
tus descendientes, para que ames al Señor tu Eloha con todo tu corazón y con
toda tu alma, a fin de que vivas.
El Señor tu Eloha pondrá todas estas maldiciones sobre los
enemigos y sobre los aborrecedores que te persiguieron.
Y tú volverás a escuchar la voz del Señor, y guardarás todos sus
mandamientos que yo te ordeno hoy.
Entonces el Señor tu Eloha te hará prosperar abundantemente en
toda la obra de tu mano, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu ganado y
en el producto de tu tierra, pues el Señor de nuevo se deleitará en ti para
bien, tal como se deleitó en tus padres, si obedeces a la voz del Señor tu Eloha,
guardando sus mandamientos y sus estatutos que están escritos en este libro de
la ley, y si te vuelves al Señor tu Eloha con todo tu corazón y con toda tu
alma.
Este mandamiento que yo te ordeno hoy no es muy difícil para ti,
ni fuera de tu alcance. No está en el cielo, para que digas: "¿Quién
subirá por nosotros al cielo para traérnoslo y hacérnoslo oír a fin de que lo
guardemos?" Ni está más allá del mar, para que digas: "¿Quién cruzará
el mar por nosotros para traérnoslo y para hacérnoslo oír, a fin de que lo
guardemos?" Pues la palabra está muy cerca de ti, en tu boca y en tu
corazón, para que la guardes."
LA RESTAURACIÓN EMPIEZA EN LOS CONFINES DE LA TIERRA
El
verso 4 dice:
"Si tus desterrados están en los confines de la tierra, de allí
el Señor tu Eloha te recogerá y de allí te hará volver."
Vemos
aquí que la restauración de Israel empieza en los confines de la tierra,
contado desde la tierra de Israel. Esto quiere decir que el viento que ahora
está soplando sobre los huesos secos, que vio el profeta Ezequiel (cap. 37),
está empezando en los países que están situados a mayor distancia de
Israel.
El
profeta Oseas está hablando de las diez tribus del norte que perderían su
identidad hebrea al ser esparcidos por la tierra, (Os. 1:4, 11b; 2:23). La
palabra hebrea "Yisre'el" significa "Elohim siembra".
Sólo
una pequeña parte del Israel histórico ha mantenido su identidad hebrea.
El
pueblo judío (que en la Biblia es identificada como la Casa de
Yehudá (Judá) y que representa a las 3 tribus de las 13 de Israel) ha mantenido su
identidad hebrea durante todos estos años. A pesar de ello, la mayoría de los
descendientes de las 13 tribus de Israel han perdido su identidad totalmente.
Tenemos
que ser conscientes de que una gran parte del pueblo judío también ha sido
asimilada, tanto voluntariamente como forzadamente, durante los últimos 2500
años.
¿Ha
rechazado Elohim a estos israelitas y judíos asimilados, junto con sus
hijos, para que nunca más puedan entrar y ser una parte integral del pueblo de
Israel?
¿No
tiene el hijo "pródigo" ninguna posibilidad de volver a su
familia y ser aceptado como heredero y miembro de la familia?
¿No
hay ningún plan de redención para todos estas ovejas perdidas de la Casa de
Israel y de la Casa de Judá?
¡Ciertamente
que sí!
RESTAURACIÓN DE LOS ISRAELITAS Y LOS JUDÍOS PERDIDOS
El
profeta Oseas fue enviado a la Casa de Israel, las 10 tribus que componían el
Reino Norteño de Israel. El profetizó que el Reino del norte iba a ser
destruido y nunca más ser restaurado como un reino en la Tierra. Esto se ha
cumplido. El Reino del norte nunca más será restaurado como una nación separada
en Israel.
Pero
al mismo tiempo que Adonai prometió que estas 10 tribus iban a ser esparcidas
por la tierra y ser tan numerosos como la arena en la orilla del mar, (Os
1:10), y entremezclados con los gentiles, Él les dio una promesa de
restauración, no como una nación a parte de los judíos, sino por medio de UNA
TOTAL UNIÓN CON LA CASA DE JUDÁ PARA QUE TODO ISRAEL PUDIERA SER RESTAURADA DE
NUEVO.
El
profeta Oseas dice, 1:11-2:1:
"Y los hijos de Judá y los hijos de Israel se reunirán,
y nombrarán para sí un solo jefe, y subirán de la tierra, porque grande será el
día de Jezreel (Elohim siembra). Decid a vuestros hermanos: Ammí, y a
vuestras hermanas: Ruhamá."
Tome
nota de que en el capítulo 1 de Oseas no es el pueblo judío que es llamado
"Lo-Rujamá" (No-Misericordia) y "Lo-Amí" (No-mi-pueblo).
Está hablando del reino del Norte, las 10 tribus, que luego se perdieron entre
los gentiles.
"Ponle por nombre Lo-Rujamá, porque ya no me compadeceré de la
casa de Israel, pues no los perdonaré jamás." (Oseas 1:6b)
Estos
descendientes de Israel ya no serían el pueblo de Elohim y ya no
recibirían más misericordia como la recibiría la Casa de Judá, como está
escrito:
"Pero me compadeceré de la casa de Judá. (Oseas 1:7a)
Cuando
estamos hablando de la Casa de Israel tenemos que ser conscientes de que no se
trata solamente de los judíos. La Casa de Judá es una parte de Israel. Hay 10
tribus más, y la mayoría de ellos están entremezcladas con los gentiles.
Como
hemos dicho antes, por medio de la asimilación de la Casa de Israel (las
diez tribus) y la Casa de Yehudá (los judíos)y su consecuente pérdida de
la identidad hebrea, Israel ha sido sembrado entre las naciones gentiles.
Casi
la totalidad de la Casa de Israel ha perdido su identidad. La semilla que fue
sembrada murió en la tierra pagana.
La
mayoría de la Casa de Yehudá (los judíos) ha sido asimilada y entremezclada con
los gentiles. Esa semilla también murió en tierra pagana.
Pero
¿Qué pasa cuando la semilla es sembrada en la tierra?
Escuché
acerca de una investigación que fue publicada en Jerusalem
Post que mostraba que hay más de 35.000.000 de latinoamericanos que son
judíos sin saberlo.
Lo
que ahora está sucediendo con estos que tienen una
herencia israelita o judía oculta, es lo que podemos leer en la profecía
de Ezequiel 37:9-14 donde está escrito:
Entonces El me dijo: Profetiza al espíritu,
profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu (=viento): "Así dice el Señor
Elohim: Ven de los cuatro vientos, oh espíritu (viento), y sopla sobre estos
muertos, y vivirán. '"
Y profeticé como El me había ordenado, y el
espíritu (viento) entró en ellos, y vivieron y se pusieron en pie, un enorme e
inmenso ejército. Entonces El me dijo: Hijo de hombre, estos huesos son toda la
casa de Israel; he aquí, ellos dicen: "Nuestros huesos se han secado, y
nuestra esperanza ha perecido. Estamos completamente destruidos."
Por tanto, profetiza, y diles: "Así dice el Señor Elohim: He
aquí, abriré vuestros sepulcros y os haré subir de vuestros sepulcros, pueblo
mío (en hebreo "Amí"), y os llevaré a la tierra de Israel. Y sabréis
que yo soy el Señor, cuando abra vuestros sepulcros y os haga subir de vuestros
sepulcros, pueblo mío (Amí). Pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os
pondré en vuestra tierra. Entonces sabréis que yo, el Señor, he hablado y lo he
hecho'- declara el Señor. "
Hay
un viento que está soplando sobre la simiente de Avraham que ha muerto en la
tierra pagana. Los que son descendientes de los judíos y los israelitas, aún
sin saberlo, ahora se están acercando al pueblo judío y la Nación de Israel.
Hay algo dentro de ellos que los está llamando de vuelta.
Su
experiencia anterior está expresada con estas palabras:
"Nuestros huesos
se han secado, y nuestra esperanza ha perecido. Estamos completamente
destruidos."
La
palabra "esperanza" en hebreo es "tikvá". Al poner el
artículo determinado será "HaTikvá". HaTikvá es el nombre del himno
nacional de Israel. Una traducción literal de la frase "Estamos
completamente destruidos" sería: "Nos
hemos separado de nosotros mismos."
Estos
israelitas perdidos se han sentido fuera de la ciudadanía de Israel. Y aunque
por dentro sienten que algo les une a Israel y tienen un deseo de
volver, están sintiendo una separación del pueblo de Israel.
"Hijo de hombre,
estos huesos son toda la casa de Israel"
La
visión profética de Ezequiel nos está dando el mensaje de una restauración
total de la identidad israelita para los israelitas perdidos que también
incluye a los judíos asimilados.
No
es suficientes ser restaurado como individuo mediante la experiencia de la
regeneración mediante la fe en la muerte expiatoria y la resurrección del
Mesías de Israel. Todos los miembros necesitan unirse y un pueblo tiene que ser
formado. Hace falta establecer una identidad de pueblo, un sentimiento
nacional, un nacionalismo israelita.
Estas
personas necesitan sentirse arropados e integrados dentro de Israel para poder
experimentar la sanidad interior y ser liberados de todo sentimiento de
rechazo.
LA UNIFICACIÓN DE LAS DOS CASAS
Podemos
ver que, después de la división de las 12 tribus bajo el reinado de Roboam, el
hijo de Salomón, las Escrituras llama las 10 tribus del norte "La Casa de
Israel", "La Casa de Yosef (José)", "La Casa de
Efraim" o "Samaria". Las dos tribus del sur son
llamadas "La Casa de Yehudá (Judá)", "La Casa de David" o
"Yerushalayim (Jerusalén)".
La
tribu de Efraim llegó a ser la tribu que representaba a todas las 10
tribus que componían el Reino del norte, de la misma manera como la
tribu de Yehudá (Judá) representa a las dos tribus que componían el Reino del
sur en la tierra de Israe. ADICIONANDOCE LA TRIBU DE Levi que regreso a
Jerusalen.
Efraim
recibió la primogenitura, según 1 Crónicas 5:1-2., y Yehudá fue el portador de
la promesa del Mesías, Génesis 49:8-12.
El
profeta Ezequiel también profetizó sobre los dos palos que representan a las
dos casas de Israel, Yehudá (las 2 tribus) y Efraim (las 10
tribus). Ezequiel fue exhortado por Adonai a unir los dos palos para que
fueran uno solo.
Así dice la palabra profética:
(Ezequiel 37:15-28
Y vino a mí la palabra del Señor,
diciendo: Y tú, hijo de hombre, toma una vara y escribe en ella:
"Para Judá y para los hijos de Israel, sus compañeros." Toma luego
otra vara y escribe en ella: "Para José, vara de Efraín, y para toda la
casa de Israel, sus compañeros." Júntalas la una con la otra en una sola
vara para que sean una sola en tu mano.
Y cuando los hijos de tu pueblo te hablen,
diciendo: "¿No nos explicarás qué quieres decir con esto?", diles:
"Así dice el Señor Elohim: He aquí, tomaré la vara de José, que está en la
mano de Efraín, y las (10) tribus de Israel, sus compañeros; las
pondré con aquélla, con la vara de Judá, y las haré una sola vara, y serán una
en mi mano. '" Y las varas en que escribas estarán en tu mano a la vista
de ellos, y diles: "Así dice el Señor Elohim: He aquí,
tomaré a los hijos de Israel (no sólo los judíos) de entre las naciones adonde han ido,
los recogeré de todas partes y los traeré a su propia tierra.
Y haré de ellos una nación en la tierra, en los
montes de Israel; un solo rey será rey de todos ellos; nunca más serán dos
naciones, y nunca más serán divididos en dos reinos.
No se contaminarán más con sus ídolos, ni con
sus abominaciones, ni con ninguna de sus transgresiones (de la Torá);
sino que los libraré de todos los lugares en que pecaron y los limpiaré. Y
ellos serán mi pueblo y yo seré su Elohim. Mi siervo David será rey sobre
ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; andarán en mis ordenanzas y
guardarán mis estatutos y los cumplirán. Y habitarán en la tierra que di a
mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres; en ella habitarán ellos
y sus hijos, y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David será su
príncipe para siempre. Y haré con ellos un pacto de paz; será un pacto eterno
con ellos. Y los estableceré, los multiplicaré y pondré mi santuario en medio
de ellos para siempre. Mi morada estará también junto a ellos, y yo seré su Eloha
y ellos serán mi pueblo. Y las naciones sabrán que yo, el Señor, santifico a
Israel, cuando mi santuario esté en medio de ellos para siempre.' "
Esta
profecía nunca se ha cumplido en la historia. Desde que Israel y Yehudá fueron
divididos en el tiempo de Roboam, hijo de Salomón, Israel ha estado dividido en
dos casas.
La
Casa de Yehudá es el pueblo judío.
La
Casa de Israel se encuentra principalmente entre los gentiles. La Casa de
Israel no está representada por el Cristianismo. Israel es un pueblo dividido
en dos casas, formado por descendientes de Abraham.
La
mayoría de las religiones son grupos establecidos por hombres no hebreos que
usan las escrituras hebreas, separando al mesías Judío de sus raíces
ancestrales, con interpretaciones y doctrinas sesgadas por sus propios
intereses. Las sagradas escrituras no
hablan de religiones ni de unión de ellas. Cuando venga el Mesías no vendrá or
ninguna iglesia, sino por su pueblo
Estos
israelitas-gentiles de la Casa de Israel se juntarán con la Casa de Yehudá,
según la palabra profética, para ser un solo pueblo.
¿Cómo
podrá ocurrir esto?
Por
medio de que ambos tengan el mismo Rey, el Mesías.
El
Mesías visitó a la Casa de Yehudá, (Zacarías. 10:3), pero su misión no estaba
limitado a la Casa de Yehudá, sino también vino para reunir con
la Casa de Yehudá las ovejas perdidas de la Casa de Israel, como está
escrito en Juan 10:16:
"Tengo otras
ovejas que no son de este redil (la Casa de Judá); a ésas
también me es necesario traerlas, y oirán mi voz, y serán un rebaño con un solo
pastor."
Y
en Juan 11:51-52 está escrito:
"Ahora bien,
no dijo esto de su propia iniciativa, sino que siendo el sumo sacerdote ese
año, profetizó que Yeshúa iba a morir
por la nación; y no sólo por la nación (judía), sino
también para reunir en uno a los hijos de Elohim que están esparcidos."
El
Mesías también vino para que la salvación llegara hasta todos los gentiles
del mundo, según está escrito el Isaías 49:6:
"Poca cosa es que
tú seas mi siervo, para levantar las (12) tribus de Jacob y para restaurar a los
que quedaron de Israel; también te haré luz de las naciones, para que mi
salvación alcance hasta los confines de la tierra."
Lo
que está pasando ahora en el mundo es, que miles y miles de los descendientes
de estos israelitas y judíos que perdieron su identidad, están volviendo en
busca de sus raíces hebreas. Muchos de ellos están diciendo a los judíos como
Rut dijo a su suegra:
"Tu pueblo es mi
pueblo, y tu Eloha es mi Eloha." (Rut 1:16b)
Por
medio del nuevo pacto en la sangre de Yeshúa, que fue hecho con la Casa de
Israel y la Casa de Yehudá, estos perdidos podrán volver a Israel y ser
ciudadanos de Israel.
En
Jeremías 31:31, 33a está escrito:
"He aquí, vienen días- declara el Señor- en que haré con
la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto... porque
este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos
días- declara el Señor-..."
El
Nuevo Pacto está hecho con las 12 tribus de Israel. Las 10 tribus habían estado
esparcidas durante aprox. 130 años cuando el profeta Jeremías escribió la
profecía de que el Nuevo Pacto iba a ser hecho con la Casa de Israel. Esto nos
muestra que YHWH está contando con todas las 12 tribus incluso después de que
el Reino del norte hubiera sido esparcido entre los gentiles.
Por
medio de la circuncisión del corazón de los que se convierten, el Mesías
restaura las 12 tribus de Israel y hace volver a los perdidos al pueblo de
Israel.
El
Mesías vino por primera vez para salvar a Su pueblo de sus pecados, Mateo 1:21.
Recordemos
que solamente la Casa de Judá estaba en la tierra de Israel cuando Yeshúa vino
la primera vez. La salvación vino en primer lugar para los judíos, (Romanos
1:16), el pueblo de Yeshúa. Los historiadores cuentan que los primeros 100.000
seguidores del Mesías eran solamente judíos.
Después
fue extendida la invitación a los israelitas perdidos en Samaria, (Juan 4) y en
otras tierras, y luego a los gentiles, (Hechos 1:8).
A
partir de la primera venida del Mesías, los gentiles fueron invitados a
participar del plan de Elohim para la restauración de Israel.
Por
medio del nuevo nacimiento reciben una nueva nacionalidad, son hechos
israelitas y ya no son llamados gentiles, conforme a lo que está escrito:
"Cuando erais
gentiles..." (1 Corintios 12:2)
Ahora
pueden considerarse como israelitas con una ciudadanía plena en Israel, como
está escrito:
(Efesios 2:11-13, 19)
Recordad, pues, que en otro tiempo vosotros los gentiles en la carne, llamados
incircuncisión por la tal llamada circuncisión, hecha por manos en la carne,
recordad que en ese tiempo estabais separados de Mashiaj (=Mesías),
excluidos de la ciudadanía de Israel, extraños a los pactos de la
promesa, sin tener esperanza, y sin Elohim en el mundo.
Pero ahora en Mashiaj Yeshua, vosotros, que en otro tiempo estabais lejos,
habéis sido acercados por la sangre de Mashiaj... Así pues, ya no sois
extranjeros (en Israel) ni advenedizos (fuera
de Israel), sino que sois conciudadanos de los santos y sois de la
familia de Elohim.
Estamos en tiempos
proféticos; La tribu de José, esta
representada por Efraín su hijo, este será quien mediante búsqueda de las
ovejas perdidas encontradas por el Mashiaj, nos traerá de regreso a casa para volver
a ser un solo pueblo con un solo pastor
Sea nuestra
alegría saber que somos parte de la restauración de Israel que como hijos pródigos
estamos de regreso a casa.
¡SHABAT SHALOM!
Por: HOSHEA BEN
YISRAEL