Parashá 48 Shoftim
Deuteronomio 16:18
– 21:9
Aliyás de la Torá:
1. 16:18 –
17:13
2. 17:14-20
3. 18:1-5
4. 18:6-13
5. 18:14 –
19:13
6. 19:14 – 20:9
7. 20:10 –
21:9
Haftará: Isaías
51:12 – 53:12
Brit Hadasha Revelación
10:1 – 11:19
Shoftim
Significa jueces.
Temas de la parasha.
La siguiente parasha trata sobre los siguientes temas:
Leer
Gen. 6.1-14 NOE JUSTO.
Primera
aliyá, 16:18 – 17:13
16:18 “Nombrarás para
ti jueces y oficiales en todas las ciudades que YHVH tu Eloha te da, según tus
tribus, y ellos juzgarán al pueblo con justo juicio.” – Un juez es una persona que ha recibido autoridad para
pronunciar sentencias de acuerdo a la
Torah y la halajá, (ley rabínica) sobre las obras o palabras
de otras personas. El juez tiene que condenar al culpable y absolver al
inocente. Los oficiales son los que ejecutan las órdenes del juez. El juez no
hace mucho sin un cuerpo policial que le apoye para que sus órdenes se cumplan.
La policía no funciona bien sin los jueces porque tienen que saber qué órdenes
ejecutar. Así que estos dos tipos de funcionarios tienen que trabajar
paralelamente para que la sociedad se beneficie de ellos.
“en todas las ciudades” – Había tres
tipos de tribunales en Israel, con 3 jueces, 23 jueces y 71 jueces. Las
ciudades con menos de 120 habitantes tenían un tribunal, un Beit Din, de tres
jueces. Las ciudades con más de 120 habitantes tenían un Beit Din de 23 jueces,
llamado “pequeño sanedrín”. Las cortes de tres jueces sólo podían dictar
sentencias sobre asuntos monetarios. Para dar una sentencia de vida o muerte
hacía falta un tribunal de 23 jueces. En Yerushalayim había tres tribunales,
dos de 23 jueces y uno de 71, en el cual el sumo sacerdote era el líder
principal. Este último fue llamado el “gran sanedrín”. Los hombres del gran
sanedrín se reunían en un lugar designado para ellos en el templo.
16:19 “No torcerás el juicio; no harás acepción de
personas, ni tomarás soborno, porque el soborno ciega los ojos del sabio y pervierte
las palabras del justo.” – La palabra hebrea que ha sido traducida como
“justicia” o “juicio”, es “mishpat”.
Para no torcer un veredicto no se puede seguir la justicia humanista, la que le
parezca bien al hombre, sino la que YHVH manda en su Torah.
En
Romanos 2:20b; 7:7, 12 está escrito:
“Tienes en la Torah la expresión misma del conocimiento y de la
verdad... ¿Qué diremos entonces? ¿Es pecado la Torah? ¡De ningún modo! Al contrario, yo no
hubiera llegado a conocer el pecado si no hubiera sido por medio de la Torah; porque yo no hubiera
sabido lo que es la codicia, si la
Torah no hubiera dicho: NO CODICIARAS... Así que la Torah es santa, y el
mandamiento es santo, justo y bueno”
En Mateo 23:23b está escrito:
“lo más importante de la Torah: la justicia, la
misericordia y la fidelidad (o fe 0 emuná)”
En la
Torah está expresada la justicia del Eterno que es la base de
un veredicto correcto. No se puede torcer la Torah ni para juzgar ni para legislar. La Torah tienen que ser la base
para que el sistema judicial de cualquier país sea justo, no los criterios
humanistas ni lo que piensa la mayoría de la población. El hecho de que la
mayoría de un pueblo tenga cierto comportamiento, no significa que sea un
comportamiento justo. No es lo mismo lo común que lo normal. Un comportamiento
común no necesariamente tiene que ser normal, según las normas establecidas
para el hombre. Hay una sola justicia verdadera y esa justicia ha sido revelada
de dos maneras, en la Torah
dada a Moshé y en Yeshúa HaMashíaj,
Como está escrito en Romanos 3:21:
“Pero ahora,
aparte de la Torah,
la justicia de Elohim ha sido manifestada, atestiguada por la Torah y los profetas.”
No
dice “al contrario de la Torah”,
sino “aparte de la Torah”,
queriendo decir que la Torah manifiesta la
justicia del Eterno y, además, Yeshúa HaMashíaj revela la misma justicia de una
forma diferente, pero no es otra justicia. El Mesías Yeshúa es la justicia del
Eterno, como está escrito en 1 Corintios 1:30:
“Mas por obra
suya estáis vosotros en el Mesías Yeshúa, el cual se hizo para nosotros
sabiduría de Eloah, y justificación, y santificación, y redención”
La palabra
griega que fue traducida como “justificación” es “dikayosúne”,
que significa tanto “justicia” como “justificación”.
La
expresión “aparte de la Torah”,
en Romanos 3:21, no significa que sea otra justicia diferente a la de la Torah, sino que la justicia
del Eterno se ha manifestado de otra manera que no sea solamente a través de
las Escrituras. Son dos revelaciones de Su justicia, la Torah y el Mesías, pero es
la misma justicia revelada de dos maneras. Aparte de la Torah podría entenderse como
“además de la Torah”,
“paralelamente con la Torah”,
siempre en armonía con la Torah,
pero de forma diferente. Una cosa no contradice la otra.
16:20 “La justicia, la
justicia buscarás, para que vivas y poseas la tierra que YHVH tu Eloha te da.” – ¿Por
qué se repite la palabra justicia dos veces en este texto? Por un lado se puede
entenderlo de manera que para el Eterno es muy importante que se emplee la
justicia en la nación, y por eso repite la palabra dos veces. La justicia es
uno de los pilares fundamentales para la sociedad.
Por otro
lado está hablando de dos manifestaciones de la justicia que hay que buscar (en
hebreo dice “perseguir”). Como hemos visto antes, la primera está en la Torah Escrita. Hay
que perseguir esa justicia para obtener una vida larga en la tierra, con
shalom, paz y prosperidad. Pero la otra justicia, que ha sido revelada aparte
de la Torah, es
Yeshúa HaMashiaj, la
Torah Viviente. Hay que perseguir esa justicia de Eloha, dada
por medio de Yeshúa el Mesías, para obtener la vida eterna, como está escrito
en Romanos 3:22-24:
“es decir, la
justicia de Elohim por medio de la fe en Yeshúa el Mesías, para todos los que
creen; porque no hay distinción, por cuanto todos pecaron y no alcanzan la
gloria de Elohim, siendo justificados gratuitamente por su gracia por medio de
la redención que es en el Mesías Yeshúa.”
Estas dos
manifestaciones de la justicia del Eterno se encuentran en Revelación 14:12
donde está escrito:
“Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos
de Elohim y la fe de Yeshúa.”
Según este
texto, ¿quiénes son los santos? Los que buscan estas dos manifestaciones de
justicia, la Torah
dada a Moshé y la fe de Yeshúa.
16:21 “No plantarás
para ti un árbol de culto, o cualquier clase de árbol junto al altar de YHVH tu
Eloha que hagas para ti.” – Antiguamente había una costumbre de
plantar árboles en las entradas de los templos paganos, cf. Jueces 6:30. Está
prohibido plantar árboles en el monte del templo. Como se habla de cualquier
árbol, o madera, se deduce que no está permitido hacer construcciones de madera
junto al templo. Este mandamiento también ha dado lugar a la costumbre de no
colocar flores en las sinagogas, por lo menos no cerca del arón kodesh, el arca
sagrada, donde se guardan los rollos de la Torah.
16:22 “Ni levantarás
para ti pilar, lo cual aborrece YHVH tu Eloha.” – La palabra hebrea que ha sido traducida como “pilar”, es
“matsevá”, que tiene que ver con una sola piedra grande que
sirve como altar. En el tiempo de los patriarcas el Eterno lo aceptó, pero por
causa de las prácticas idolátricas de los kenaaneos, que usaban ese tipo de
piedras, se volvió una abominación para el Eterno, cf. Génesis 28:18, 22;
31:13, 45; 35:14, 20; Éxodo 23:24; 24:4; 34:13; Levítico 26:1; Deuteronomio
12:3; Oseas 10:1-2. Los israelitas sólo podían hacer altares construidos con
piedras o de tierra.
17:1 “No sacrificarás
a YHVH tu Eloha buey o cordero que tenga defecto o alguna imperfección, porque
es cosa abominable a YHVH tu Eloha.” – Yitsjak no podría haber sido un
sacrificio al Eterno, porque no era perfecto del todo porque tenía yetser hará,
inclinación al mal. Sin embargo Yeshúa sí, pudo ser ese sacrificio perfecto
porque no tenía yetser hará.
17:3 “y que haya ido
y servido a otros dioses, adorándolos, o adorando al sol, a la luna o a
cualquiera de las huestes celestiales, lo cual yo no he mandado” – La
Torah prohíbe la astrología. ¡No leas los horóscopos!
17:8 “Si
un caso es demasiado difícil para que puedas juzgar, como entre sangre y
sangre, entre veredicto y veredicto, o entre afección y afección, siendo casos
de litigio en tus puertas, te levantarás y subirás al lugar que YHVH tu Eloha
escoja” – Según Rashí, “entre sangre y sangre” tiene que
ver con dificultad para determinar si la sangre que sale de una mujer es impura
o pura, cf. Levítico 15:19. “Entre veredicto y veredicto” tiene que ver con las
leyes que regulan los daños civiles y las transacciones económicas entre los
individuos, las leyes que regulan las faltas que incurren en castigo corporal y
las leyes que regulan en qué casos se aplica la pena capital. “Entre afección y
afección” tiene que ver con definiciones para saber si una afección es de
carácter impura o pura, cf. Levítico 13.
“Si un caso es
demasiado difícil para ti para que puedas juzgar…” – Aquí se está
hablando a los jueces de las diferentes ciudades de Israel. La Torah fue escrita en primer
lugar a los jueces en Israel. En casos de conflicto, cuando los jueces menores
no podían resolverlo, tendrían que recurrir a instancias más altas, a las
autoridades en Yerushalayim que son los sacerdotes levitas y un juez principal.
17:9 “al juez que haya
en esos días”
– Aquí habla de un solo juez para cada generación. Era el juez principal. Más
adelante, en 19:17, se habla de “los jueces que haya en esos días”. Esto nos
enseña que entre los jueces que hay, sólo uno es el principal.
17:11 “Según los
términos de la Torah
que ellos te enseñen, y según la sentencia que te declaren, así harás; no te
apartarás a la derecha ni a la izquierda de la palabra que ellos te declaren.” – Esto
nos enseña que parte de la observancia de la Torah es obedecer los decretos de los sabios. No
obstante, la sentencia que dicten las autoridades tiene que ser de acuerdo a la Torah del Eterno. Pero el
Talmud de Yerushalayim
dice:
“Se podía pensar
que incluso si te dicen que la derecha es la izquierda o que la izquierda es la
derecha, aun así debes obedecerlos. (Para mostrar que no es así) el
versículo declara: “ni a la derecha ni a la izquierda” (Deuteronomio 5:32;
28:14), (lo cual implica hasta) que te digan que la derecha es derecha y
la izquierda es izquierda.”
Esto implica que si
un juez se aparta de la Torah
y te obliga a hacer algo contra la
Torah o las enseñanzas del Juez supremo que ahora está vivo
durante todas las generaciones, Yeshúa HaMashíaj, no tienes la obligación de
obedecerle, como está escrito en Hechos 4:18-20; 5:29b:
“Cuando los
llamaron, les ordenaron no hablar ni enseñar en el nombre de Yeshúa. Mas
respondiendo Kefa y Yojanán, les dijeron: Vosotros mismos juzgad si es justo
delante de Eloah obedecer a vosotros antes que a Eloah; porque nosotros no
podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído... Debemos obedecer a Eloah
antes que a los hombres.”
17:12 “Y el hombre que
proceda con presunción, no escuchando al sacerdote que está allí para servir a
YHVH tu Eloha, ni al juez, ese hombre morirá; así quitarás el mal de en medio
de Israel.”
– Es sumamente grande la autoridad delegada al Sanedrín en Yerushalayim, con
pena de muerte al que resiste la sentencia de esa corte suprema. La corte
suprema está puesto en lugar de Elohim, y el que resiste la autoridad puesta
por Él le resiste a Él mismo, lo cual es un grave delito.
17:13 “Entonces todo el
pueblo escuchará y temerá, y no volverá a proceder con presunción.” – La
sentencia de muerte sobre un rebelde sirve, no sólo para quitar el mal de en
medio de Israel, sino para producir respeto y temor reverente al Eterno y a las
autoridades puestas por Él.
En Mateo 28:18 está
escrito:
“Y acercándose
Yeshúa, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la
tierra.”
El que resiste a
Yeshúa está resistiendo a YHVH que le dio toda la autoridad en el cielo y en la
tierra. Es imposible respetar al Eterno sin respetar al gobierno puesto por él.
Es imposible ser fiel al Padre sin ser fiel su Ungido, que ha sido puesto por
el Padre sobre todo Su Reino.
El Eterno ha
decretado que todos honren al Hijo, y el que obedece al Padre honra al Hijo. El
que no honra al Hijo no agrada al Padre, cf. Juan 5:21-24.
Joh 5:21 Pues, así como el Padre
resucita los muertos y vivifica, así también el Hijo a los que quiere,
vivifica.
Joh 5:22 Pues ni el Padre juzga a
nadie, sino el juicio todo ha dado al Hijo;
Joh 5:23 para que
todos honren al Hijo, según honran al Padre. Quien no honra al Hijo, no honra
al Padre, el que le envió.
Joh 5:24 En verdad,
en verdad osdígo, que el que mi palabra oye, y cree al que me envió, tiene vida
eterna y a juicio no viene, sino que ha pasado de la muerte a la vida.
Segunda aliyá, 17:14-20
17:14
“Cuando
entres en la tierra que YHVH tu Eloha te da, y la poseas y habites en ella, y
digas: "Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que me
rodean"”
- La Torah
prevé que el pueblo iba a pedir un rey. La iniciativa de tener un rey no vino
del Eterno . Esta palabra se cumplió en 1 Samuel 8:5, donde dice que el pueblo
pidió un rey. El propósito con esta petición no fue para cumplir la Torah, sino ser semejantes a
todos los demás pueblos en la tierra. Esto fue lo que entristeció al Eterno.
YHVH también había dicho a Avraham en Génesis 17:6 que: “reyes saldrán de ti”,
lo cual constituye también una base para que hubiera reyes en Israel.
17:15
“ciertamente
pondrás sobre ti al rey que YHVH tu Eloha escoja, a uno de entre tus hermanos
pondrás por rey sobre ti; no pondrás sobre ti a un extranjero que no sea
hermano tuyo.”
– Esto nos enseña varias cosas importantes en cuanto al reinado en Israel:
1. El rey tiene que
ser escogido por YHVH – por medio de sus profetas.
2. El rey está
colocado en una posición sobre Israel.
3. El rey es puesto
por el pueblo (la forma de gobierno que el Eterno establece entre los hombres
es tanto teocrático como democrático. Tienen que haber una colaboración en el
momento de la instalación de una autoridad, entre el Eterno y el pueblo que va
a ser dirigido por esa autoridad.)
4. El rey tiene que
ser israelita de nacimiento, no puede ser extranjero.
17:16-17 “Además, no
aumentará para sí muchos caballos, ni hará que el pueblo vuelva a Mitsrayim
para tener muchos caballos, pues YHVH te ha dicho: "Jamás volveréis por
ese camino." Tampoco aumentará para sí muchas mujeres, no sea que su
corazón se desvíe; tampoco aumentará para sí grandes cantidades de plata u oro.” – El rey
Shlomó pecó en estas tres áreas:
1. Tuvo muchos
caballos e hizo que el pueblo volviera a Mitsrayim, para comprar caballos, cf.
1 Reyes 4:26. El Talmud
dice que sólo puede poseer los suficientes para sus carros, cf. 2 Samuel 8:4.
2. Tuvo muchas mujeres
que desviaron su corazón, cf. 1 Reyes 11:3-4. 3. Tuvo mucha plata y
oro, cf. 1 Rey 10:21, 27. El Talmud
dice que sólo puede poseer lo suficiente para adjudicar para su corte.
Por pecar en estas
tres áreas, el Eterno le levantó tres enemigos, cf. 1 Reyes 11:14, 23, 26. Si
el rey Shlomó hubiera hecho caso a la
Torah, no hubiera caído en pecado. Todas las caídas de los
hombres desde Adam hasta el último hombre, han sido, son y serán la
consecuencia de no haber hecho caso a los mandamientos del Eterno escritos en la Torah.
Un Midrash
cuenta que la yud de la palabra “yarbé”, “aumentará”, se molestó con el rey
Shlomó cuando transgredió estas prohibiciones de la Torah, y voló ante el trono
celestial y se quejó: “Shlomó me desarraigó por transgredir las prohibiciones
de acumular esposas, caballos y riquezas. Ahora ha anulado estas mitsvot,
eventualmente descarte toda la
Torah.” El Eterno respondió a la yud: “No temas. Shlomó y
miles como él morirán, pero hasta tú, la más pequeña de las letras, jamás serás
desarraigada”.
Es muy posible que
este Midrash haya estado en la mente de nuestro Rebe cuando pronunció estas
palabras ante el pueblo, como están escritas en Mateo 5:18:
“Porque en verdad
os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más
pequeña ni una tilde de la Torah
hasta que toda se cumpla.”
17:18-19 “Y sucederá que
cuando él se siente sobre el trono de su reino, escribirá para sí dos copias de
esta Torah en un libro, en presencia de los sacerdotes levitas. La tendrá
consigo y la leerá todos los días de su vida, para que aprenda a temer a YHVH
su Eloha, observando cuidadosamente todas las palabras de esta Torah y estos
estatutos”
– La Torah
tenía que ser la base del reino. Por esto el rey tenía que escribir un Sefer
Torá para sí y leerlo todos los días. Según Rashí, la expresión “mishné Torah”,
que aparece en este versículo, significa que el rey tenía que escribir dos
rollos de la Torah,
y tener uno en su cámara de tesoro y otro que entra y sale con él. Los reyes
judíos solían tener un Sefer Torah en miniatura que colocaban sobre su brazo
derecho, para que los acompañara constantemente. De este mandamiento se ha
legislado que todo varón judío debe escribir un Sefer Torah, o bien pagar para
que un escriba lo haga.
17:20 “para que no se
eleve su corazón sobre sus hermanos y no se desvíe del mandamiento ni a la
derecha ni a la izquierda, a fin de que prolongue sus días en su reino, él y
sus hijos, en medio de Israel.” – Una lectura diaria de la Torah produce temor de el
Eterno y humildad de corazón para la observancia correcta de los mandamientos.
¿Cuál es el antídoto para la falta de temor del Eterno que tenemos en la
sociedad en la que vivimos? La lectura de la Torah todos los días de la vida.
Tercera
aliyá, 18:1-5
18:4
“Le
darás las primicias de tu grano, de tu mosto, de tu aceite y del primer
esquileo de tus ovejas.” – La palabra hebrea que ha sido traducida como
“primicias” es “reshít”,
que también es la primera palabra de la Torah, cf. Génesis 1:1.
Cuarta
aliyá, 18:6-13
18:5
“Porque
YHVH tu Eloha le ha escogido a él y a sus hijos de entre todas tus tribus, para
que esté de pie y sirva en el nombre de YHVH, para siempre.” – Este
texto nos enseña que el servicio sagrado se hace de pie.
18:6 “Y si un levita
sale de alguna de tus ciudades, de cualquier parte de Israel en que resida, y
llega con todo el deseo de su alma al lugar que YHVH escoja” – Esta es
la actitud que hay que tener para servir al Eterno correctamente. El que no
tienen esa actitud no puede hacerle un servicio agradable. Ese deseo es como un
fuego dentro del alma del siervo del Eterno. El fuego en los sacrificios
produce un olor fragante delante del Eterno. Si no hay fuego en nuestras almas
a la hora de servir al Eterno, no somos agradables.
18:7 “él ministrará en
el nombre de YHVH su Eloha, como todos sus hermanos levitas que están allí
delante de YHVH.”
– Servir en el Nombre significa tener autorización para hacerlo. El levita
tiene autoridad para servir delante del Eterno, lo mismo que el profeta, cf.
18:19.
18:10-11 “No sea hallado
en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien
practique adivinación, un pronosticador, un augur, o hechicero, o encantador, o
médium, o espiritista, ni quien consulte a los muertos” – Según Rashí,
adivinar es coger su vara y hacer una pregunta como: “¿Debo ir o no ir?”, cf.
Oseas 4:12. Según los sabios, un pronosticador se refiere a uno que hace trucos
de magia. El texto hebreo dice: “que toma los ojos”, que tiene el mismo
significado que “que toma el pelo”, es decir uno que engaña al público con
trucos y artes mágicos. Según Rashí, un augur es uno que actúa a base de que el
pan cayó de su boca o un venado cruzó su camino. Es un supersticioso. Un
hechicero es uno que practica la magia negra. Un encantador es uno que agrupa
reptiles en un lugar para practicar hechicería o adivinación. Un médium es uno
que piensa que el espíritu de un muerto habla por su axila, mediante
nigromancia, (magia negra) o uno que mete un hueso de un animal en la boca y el
hueso habla. Un espiritista es uno que consulta una calavera o una persona
muerta, o va a los cementerios para comunicarse son los espíritus de los
muertos. Todos estos ritos son hechos con espíritus inmundos. (Las palabras
españolas que son utilizadas en la traducción no coinciden necesariamente con
la explicación que se da aquí. Estas explicaciones están hechas a base de las
palabras hebreas, no las españolas.)
18:12 “Porque
cualquiera que hace estas cosas es abominable a YHVH; y por causa de estas
abominaciones YHVH tu Eloha expulsará a esas naciones de delante de ti.” – Cualquiera que practique el ocultismo se
contamina espiritualmente y luego sicológicamente y físicamente. El que
practica el ocultismo es abominable para el Eterno. La práctica del ocultismo
fue la principal razón por la que las siete naciones fueron destruidas y
expulsadas de la tierra de Kenáan.
Debemos tener
cierto conocimiento de las prácticas ocultas para:
1. Detectarlas en la
sociedad y en las personas que nos rodean.
2. Saber ayudar a los
que desean ser libres de estos poderes malignos.
3. Protegernos para no
ser engañados pensando que esas cosas son lícitas para nosotros.
18:13 “Serás
intachable delante de YHVH tu Eloha.” – Esto
nos enseña que el que practica alguna de estas cosas nunca podrá llegar a la
perfección espiritual.
Quinta
aliyá, 18:14 – 19:13
18:14 “Porque esas
naciones que vas a desalojar escuchan a los que practican hechicería y a los
adivinos, pero a ti YHVH tu Eloha no te lo ha permitido.” – El profeta como Moshé es presentado en contraste
con los adivinos y hechiceros de las naciones gentiles. Por un lado hay algo
semejante entre estas prácticas ocultas y el ministerio del Profeta. Pero por
otro lado es algo totalmente diferente. Se parecen en que están operando desde
una dimensión sobrenatural, espiritual. Y se diferencian en que las fuentes de
esos poderes o revelaciones son opuestas. Los adivinos están bajo la influencia
de hasatán y los malos espíritus. Los profetas están bajo la influencia del
Espíritu del Eterno. Los falsos profetas se parecen a los verdaderos, pero su
fuente de inspiración no es el Eterno.
18:15 “Un profeta de en
medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará YHVH tu Eloah; a él oiréis.” – El
término español “profeta”, viene del latín “profeta”, (de origen griego).“Pro-fethes”
significa “hablar en vez de”, “ser portavoz de”; “hablar ante alguien”,
“hablar en voz alta”; (en gr. también significa “predecir”). En el griego
clásico significa “predicador”. El término hebreo es “naví”,
posiblemente de la raíz acadia “nb”, que significa “llamar”, “convocar”. La
forma hebrea es pasiva y significa “llamado”, “convocado”. Aquí presentamos
unos puntos que nos muestran cómo es el llamado y el mensaje de los diferentes
profetas que el Eterno levanta:
1. El
llamado del Naví
- su
origen
I. no humano, cf. Amós
7:15; 2 Pedro 1:20-21
II. divino, cf. Amós
2:11; Jeremías 23:21-22
III. del Espíritu, cf.
Números 11:29
- su
autoridad
I. sobre el sacerdote,
por ejemplo Moshé
II. sobre el rey, ej.
Shmuel, cf. Amós 7:9
III. sobre el pueblo
IV. sobre las naciones
- su
misión
I. práctica
II. oral, es la “boca”,
cf. Éxodo 4:16; 7:1; Jeremías 1:9
III. escritural
2. El
mensaje del Naví
- el
origen del mensaje – una llama divina
I. luz – revelación
II. calor – inspiración
- la
forma del mensaje
I.
verbal, cf.
Jeremías 23:18b
1.
hablado, ej. Moshé,
cf. Números 12:8
2. cantado, ej. David
II. visual, cf. Números
12:6; Jeremías 23:18a, ej. Zejariyá
3. vivido
a. representativamente
- (acciones simbólicas), ej. Yejezkel
b. personalmente, ej.
Yona
c. familiarmente, ej.
Hoshea, Yeshayahu
- el
tiempo del mensaje
I. pasado
II. presente
III. futuro
18:18-19 “Un profeta como tú levantaré de entre sus
hermanos, y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le
mande. Y sucederá que a cualquiera que no oiga las palabras que él ha de hablar
en mi nombre, yo mismo le pediré cuenta.” – Los muchos profetas que han surgido
en Israel han cumplido funciones importantes. Todos ellos han cumplido parte de
esta profecía, pero ninguno ha estado a la par de Moshé. Por lo tanto tiene que
haber uno que se asemeja a Moshé en muchas áreas de su vida, para que haya un
cumplimiento pleno de esta escritura. Hay mucha similitud entre Yeshúa y Moshé,
desde su nacimiento hasta su muerte. La vida y ministerio de Moshé constituye
una sombra profética del mismo Mesías. El Mesías sería como Moshé. Vamos a ver algunas
cosas de la vida de Moshé que se asemejan a la del Mesías Yeshúa:
1) Moshé
nació en una situación de peligro y tenía que ser escondido.
En Éxodo 1:22; 2:3b
está escrito:
“Entonces Paró
ordenó a todo su pueblo, diciendo: Todo hijo que nazca lo echaréis al río...
Entontes puso al niño en ella, y la colocó entre los juncos a la orilla del río.”
Cuando nació el
niño, que más adelante llevaría el nombre de “Moshé”, había una amenaza de
muerte sobre él. El Paró, rey de Mitsrayim, había ordenado que todos los niños
varones de Israel fueran brutalmente asesinados, con el fin de que el pueblo
hebreo no se multiplicara más sobre la tierra y para que los mitsríes pudieran
dominarlos. Por lo tanto, los padres de este niño hermoso tenían que mantenerle
escondido durante varios meses para salvar su vida.
De la misma manera,
cuando el Mesías Yeshúa nació, hubo una amenaza de muerte sobre él, cf. Mateo
2. El rey Herodes temía que el nuevo rey de los judíos, que había nacido,
llegara a quitarle de su puesto. Por eso mandó matar a todos los niños de
Bet-lejem. Yeshúa, al igual que Moshé, se salvó “por los pelos”. Por la mano de
Elohim tanto Moshé como Yeshúa fueron salvados como niños de la mano de los
reyes que querían matarlos.
2) El
nombre Moshé es una profecía mesiánica.
En Éxodo 2:10b está
escrito:
“Y
le puso por nombre Moshé, diciendo: Pues lo he sacado de las aguas.”
La hija de Paró puso el nombre “Moshé”
sobre el niño. Ese nombre viene de la palabra “mashá”,
que significa: “sacar (del agua)”, “hacer salir”, “extraer”, “salvar”. Moshé
fue sacado de una muerte segura en el río, cf. Hechos 7:21, y por eso llegó a
ser un cuadro profético del Mesías. Como Moshé fue sacado de la muerte en el
río, el Mesías fue sacado de la muerte en el lago de fuego, cf. Salmos 18; 69;
88; Zacarías 3:2.
3) Moshé no
se aferró a su gloria sino se unió a un pueblo esclavizado.
En Éxodo 2:11a está
escrito:
“Y aconteció en
aquellos días, crecido ya Moshé, salió a sus hermanos...”
Según he entendido,
es posible que Moshé fuera el siguiente rey de Mitsrayim, puesto que eran los
hijos de las hijas de los faraones que llegaron a ser los sucesores del trono.
A pesar de esta posición de gloria y riqueza mundial, Moshé valoró su identidad
hebrea más que todos los privilegios de Mitsrayim.
En Hebreos 11:24-27
está escrito
“Por la fe Moshé,
cuando era ya grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Paró, escogiendo
antes ser maltratado con el pueblo de Eloha, que gozar de los placeres
temporales del pecado, considerando como mayores riquezas el oprobio del Mesías
que los tesoros de Mitsrayim; porque tenía su mirada puesta en la recompensa.
Por la fe salió de Mitsrayim sin temer la ira del rey, porque se mantuvo firme
como viendo al Invisible.”
De la misma manera
como Moshé, Yeshúa cuando fue enviado al pueblo judío, no reclamó la gloria que
el Eterno había destinado para él desde antes de que el mundo existiera, cf.
Juan 17:5. Cuando había crecido, en lugar de aferrarse a la posición de gloria
que le pertenecía y la semejanza de Eloha que tenía, cf. Mateo 17:2, se vació
de sí mismo y se presentó al mundo como cualquier hombre, cf. Filipenses 2:6-7.
4) Moshé
fue rechazado por su propio pueblo cuando vino la primera vez.
En Éxodo 2:14a está
escrito:
“¿Quién te ha
puesto por gobernante y juez sobre nosotros?”
Esta fue la primera
vez que Moshé intentó llegar al corazón de sus hermanos. Pero no le
reconocieron. En esto encontramos un evento profético que habla de lo que iba a
pasar con el Mesías en su primera venida a su pueblo, Juan 1:11.
Es cierto que miles
y miles le recibieron cuando vino. Es cierto que tres mil le recibieron en el
día de Shavuot (Pentecostés), cuando cayó la Ruaj Ha-Kódesh
(Espíritu de Santidad). Es cierto que más adelante la Escritura dice que cinco
mil le habían recibido en Yerushalayim. Es cierto lo que dice Hechos 21:20 que
hasta más de 30,000 en Yerushalayim le habían recibido como el Mesías. Es
cierto que los primeros 100,000 creyentes mesiánicos eran solamente judíos y es
cierto que se calcula que cerca del año 100 de la Era común, alrededor de
1,000,000 le habían recibido como el Mesías prometido, el Mesías ben Yosef.
Pero tristemente la mayoría del pueblo de Israel no le recibió cuando vino, y
él fue rechazado por los líderes y jueces de la nación judía, que eran los
suyos. Por esto él les fue quitado durante mucho tiempo para luego ser
presentado otra vez con poder, igual que Moshé.
5)
Moshé volvió a Israel después de mucho tiempo.
En Éxodo 2:23a está escrito:
“Y aconteció que
pasado mucho tiempo...”
Aunque Moshé estuvo lejos de su pueblo durante mucho tiempo, su corazón estaba
con ellos. Y a pesar de que pudo tener una familia propia, nunca se sentía
integrado en el pueblo y la cultura de su suegro Yitró. El primer hijo que tuvo
con su esposa Tsiporá fue llamado Guer-shom, que significa “extranjero allí”.
Moshé nunca se sentía como en casa con su suegro. Su corazón estaba con los
israelitas en Mitsrayim. Después de cuarenta años Moshé fue enviado de vuelta a
Mitsrayim para enfrentar al Paró y sacar a los hijos de Israel de su poder.
De la misma manera
el Mesías va a volver, después de mucho tiempo, a Israel con la autoridad del
Padre celestial para liberar definitivamente a los hijos de Israel de la
opresión del sistema del Nuevo Orden Mundial.
6) Moshé
fue enviado para enfrentarse directamente con el Paró y destruir su poder
mágico.
En Éxodo 3:10a está
escrito:
“Ahora pues, ven
y te enviaré al Paró...”
El poder mágico de
Mitsrayim tenía el pueblo hebreo bajo esclavitud. La única forma de liberar al
pueblo era desafiar a los poderes de los dioses falsos de Mitsrayim. También el
Paró era adorado como un dios. Los dioses mitsríes habían sido creados con el
fin de manipular al pueblo por medio de ellos. Los magos que había en Mitsrayim
conocían los poderes mágicos de los demonios. Moshé fue enviado para desafiar
todo ese poder demoníaco que estaba dominando el sistema mundial político de
aquel entonces.
De la misma manera
el Mesías vino al mundo para deshacer las obras de hasatán, como está escrito
en 1 Juan 3:8b:
“El Hijo de Eloha
se manifestó con este propósito: para destruir las obras de hasatán.”
Cuando Yeshúa
murió, en la misma noche que el cordero pascual fue comido por el pueblo de
Israel, el poder de hasatán fue destruido para siempre, como está escrito en Hebreos
2:14-17a:
“Así que, por
cuanto los hijos participan de carne y sangre, El igualmente participó también
de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenía el
poder de la muerte, es decir, hasatán; y librar a los que por el temor a la
muerte, estaban sujetos a esclavitud durante toda la vida. Porque ciertamente
no toma a los ángeles, sino que toma a la descendencia de Avraham. Por tanto,
tenía que ser semejante a sus hermanos en todo...”
7) Moshé fue enviado para liberar al pueblo de la esclavitud bajo el Paró en
Mitsrayim.
En Éxodo 3:10b está
escrito:
“Para que saques a
mi pueblo, los hijos de Israel, de Mitsrayim.”
El Paró simboliza a
hasatán. Mitsrayim simboliza el mundo, y la esclavitud de nuestros padres
simboliza la esclavitud de los seres humanos bajo el poder del pecado que mora
en ellos.
Como Moshé fue
enviado para liberar al pueblo de Israel del poder del Paró, así el Mesías vino
para liberarnos del poder de hasatán.
Como Moshé fue
enviado para liberar al pueblo de Israel de la tierra de Mitsrayim, así el
Mesías vino para liberar a los hijos de Avraham del sistema de este mundo.
Como Moshé fue
enviado para liberar al pueblo de Israel de la esclavitud, así el Mesías vino
para liberarnos de la esclavitud del pecado, como está escrito en la carta a
los Romanos6:5-7:
“Porque si hemos
sido unidos a él en la semejanza de su muerte, ciertamente lo seremos también
en la semejanza de su resurrección, sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue
colgado en un madero con él, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido,
a fin de que ya no seamos esclavos del pecado; porque el que ha muerto, ha
sido libertado del pecado.”
8)
Moshé reveló el Nombre Santo del Padre al pueblo.
En
Éxodo 3:16a está escrito:
“Ve y reúne a los
ancianos de Israel, y diles: YHWH”
Cuando
Moshé recibió el llamado de ir al pueblo de sus padres, quiso saber el Nombre
de su Eloha. Los hijos de Israel conocían el Nombre del Santo, bendito es, y al
venir Moshé pronunciando su Nombre delante de ellos, reconocieron que
verdaderamente había conocido el Eloha de Avraham, Yitsjak y Yaakov. Moshé fue
encomendado pronunciar el Nombre delante del pueblo, según está escrito en
Shemot (Exodo) 3:15:
“Dijo además
Elohim a Moshé: Así dirás a los hijos de Israel: "YHWH, el Eloha de
vuestros padres, el Eloha de Avraham, el Eloha de Yitsjak y el Eloha de Yaakov,
me ha enviado a vosotros." Este es mi nombre para siempre, y con él se
hará memoria de mí de generación en generación.”
Moshé
fue ordenado pronunciar el Nombre delante de los hijos de Israel. Fue enviado
para que ellos conocieran verdaderamente el significado de ese nombre, un
significado maravilloso de liberación de la esclavitud, de redención y de
salvación.
De
la misma manera vino Yeshúa en el Nombre de YHVH, como está escrito en Juan
12:13 (cf. Salmo 118:25-26):
“¡Hoshiana! (sálvanos
por favor) Bendito el que viene en el NOMBRE de YHVH, el Rey de
Israel.”
Si
Yeshúa hubiera sido YHVH, estaría escrito: “Bendito YHVH, que viene”. Pero no
lo dice. No es lo mismo ser el Eterno que venir en el Nombre del Eterno. Yeshúa
no vino en su propio nombre, sino en el Nombre de su Padre, cf. Juan 5:43. Vino
para dar a conocer el Nombre, como está escrito en Juan 17:6a, 26:
“He manifestado
tu Nombre a los hombres que del mundo me diste... Yo les he dado a conocer tu
Nombre, y lo daré a conocer, para que el amor con que me amaste esté en ellos y
yo en ellos.”
Es
posible que Yeshúa fue juzgado y condenado a muerte por el Sanedrín
precisamente por haber pronunciado el Nombre Sagrado delante de ellos. Lo
llamaban blasfemia, según está escrito en Mateo 26:64-66:
“Yeshúa les
dijo... desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del Poder (por
la reacción del sumo sacerdote entendemos que aquí pronunció el Nombre, citando
del Salmo 110:1), y viniendo sobre las nubes del cielo. Entonces el sumo
sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos
de más testigos? He aquí, ahora mismo habéis oído la blasfemia; ¿qué os parece?
Ellos respondieron y dijeron: ¡Es reo de muerte!”
Según
el Talmud, pronunciar el Nombre Sagrado fuera del templo es considerado como
blasfemia.
Como
Moshé vino a dar a conocer el Nombre de Eloha a Israel, así el Mesías Yeshúa
vino para dar a conocer el nombre de Su Padre a Israel.
9) Moshé hizo milagros extraordinarios.
En
Éxodo 4:5a está escrito:
“Por esto creerán
que se te ha aparecido YHVH..”
Moshé fue enviado para hacer milagros extraordinarios. No hemos visto ningún
hombre en la tierra, hasta venir el Mesías Yeshúa, que haya podido hacer
milagros tan grandes como los que hizo Moshé. Hay rabinos que dicen que
Yirmeyahu (Jeremías) es el profeta prometido, que fue levantado como Moshé,
porque como a Moshé, el Eterno también le dijo a Yirmeyahu que Sus palabras
fueron puestas en su boca, cf. Jeremías 1:9. Es cierto que Yirmeyahu hablaba la Palabra del Eterno, pero
no hizo los milagros que hizo Moshé. Por lo tanto él no podía haber sido el
profeta que el Eterno levantaría como Moshé.
No
cabe duda de que los milagros hechos por el Mesías Yeshúa, documentados en los
cuatro libros llamados Evangelios, constituyen una evidencia de que él es el
cumplimiento de la promesa de un profeta como Moshé, con la autoridad del Padre
para hacer toda clase de milagros extraordinarios, entre ellos abrir los ojos
de los ciegos, limpiar a los leprosos, restaurar a los paralíticos, expulsar a
los demonios y levantar a los muertos.
En Juan 15:24 está escrito:
“Si yo no hubiera
hecho entre ellos las obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero
ahora las han visto, y me han odiado a mí y también a mi Padre.”
Como Moshé
fue enviado a hacer milagros extraordinarios para enfrentar al maligno y
liberar al pueblo, así el Mesías Yeshúa vino con todo el poder del cielo para
destruir las obras de hasatán y liberar al pueblo de Israel y al mundo entero,
de las consecuencias de la esclavitud del pecado.
10)
Moshé habló las palabras de YHVH.
En
Éxodo 4:12b está escrito:
“Yo estaré con tu
boca, y te enseñaré lo que has de hablar”
Moshé fue el profeta número uno de Israel. No hay ninguno que haya escrito
tantas palabras del Eterno como él. Mediante su ministerio nos ha llegado la
revelación de la Torah
de una forma maravillosa. Sin embargo, el Mesías nos trajo la máxima revelación
de la Torah de
Eloha, como está escrito en Mateo 5:17-18:
“No penséis que
he venido para abolir la Torah
o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir. Porque en verdad
os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más
pequeña ni una tilde de la Torah,
hasta que toda se cumpla.”
La
palabra “Torah” se refiere en este contexto a los cinco libros de Moshé. El
Mesías no vino para anular nada de los escritos de Moshé, sino al contrario,
confirmarlos y explicarlos para que podamos cumplirlos correctamente. La
palabra “cumplir” en este contexto se refiere a un término rabínico que tiene
que ver con una aplicación correcta de los mandamientos. Cumplir no significa
de ninguna manera terminar o acabar, sino llevar a su máxima aplicación
práctica en la vida diaria.
Como
Moshé vino como profeta para darnos la
Torah, la
Palabra de Elohim, así vino el Hijo de Eloha como el profeta
de los profetas para hablarnos definitivamente lo que había en el corazón del
Padre cuando la Torah
fue dada, como está escrito en Hebreos 1:1-2:
“Eloha, habiendo
hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres
por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por su Hijo, a quién
constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también el
universo.”
11) Moshé es llamado Elohim
En Éxodo 4:16b está escrito:
”Tú serás Elohim
para él”
Moshé
es llamado Elohim en las Escrituras. Es exactamente la misma palabra que es
usada para el Creador en Génesis 1:1. Elohim es la palabra más frecuente en las
Escrituras para “Eloha”
y es usada principalmente para el Creador, pero también para los ángeles. En un
par de ocasiones es usada para hombres, en Éxodo 4:16; 7:1 (Moshé), y en Éxodo
22:8-9, donde ha sido traducida como "jueces", refiriéndose a los
jueces de Israel. El título Elohim tiene que ver con poder, autoridad y juicio,
y en este caso vemos que el Padre delega su autoridad tanto a los ángeles como
a los hombres. De esta manera Moshé es llamado “Elohim”, por la autoridad
delegada que recibió.
En
Éxodo 7:1 está escrito:
“Yo te he hecho
Elohim para Paró”
Como
Moshé ha recibido la autoridad delegada de funcionar en lugar de Eloha en la
tierra, así el Yeshúa ha recibido el derecho de ser llamado Elohim y llevar el
Nombre sobre todo Nombre, que es el Nombre del Padre – YHVH – como está escrito
en Juan 1:1:
“Y
el Verbo era Elohim (juez supremo)”
En Filipenses 2:9 está escrito:
“Eloha también le
exaltó hasta lo sumo, y le confirió el Nombre que es sobre todo nombre"
El
Nombre sobre todo nombre es la forma hebrea de YHVH. Yeshúa ha recibido ese
nombre. Esto significa, obviamente, que él no lo tenía antes, y que no lo tiene
en sí mismo.
En
Hebreos 1:8a está escrito:
“Pero del Hijo
dice: Tu trono, oh Elohim, es por los siglos de los siglos...”
Hay
muchas más áreas de la vida de Moshé que podríamos sacar como sombras del
Mesías, pero vamos a parar aquí recordando las palabras de Yeshúa en Juan 5:39,
46 donde dice:
“Examináis las
Escrituras, porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y
ellas son las que dan testimonio de mí... Porque si creyerais a Moshé,
me creeríais a mí, porque de mí escribió él.”
_________
"Justicia, Justicia perseguirás, para que vivas, y heredes la
tierra que Elohim te ha dado".
Aquí encontramos al Talmud discutiendo
directamente sobre las dos "justicias". La sugerencia del
Talmud es fascinante: Hay, de hecho, dos clases de justicia: ley estricta y
acuerdo. El Talmud más adelante ilustra este principio con el
siguiente ejemplo:
"¿Cómo es esto? - Ej.: cuando se
encuentran dos barcos en un río; si ambos intentan pasar simultáneamente, ambos
se hundirán, mientras que si uno deja el paso al otro, ambos pueden
pasar. Asimismo, si dos camellos se encuentran mientras están
ascendiendo a Bet Jorón; si ambos ascienden al mismo tiempo, ambos pueden caer
en el valle; pero si ascienden uno a uno, los dos subirán. ¿Cómo
entonces, ellos tienen que actuar? Si uno está cargado y el otro no
está cargado, el último tiene que dejar el paso al primero. Si uno
está más cerca de su destino que el otro, el primero debe dejar el paso al
último. Si ambos están a igual distancia del destino, que hagan un
acuerdo entre ellos, el que va a seguir adelante compensando al que dejará
pasar" (Sanhedrín
32b).
La "justicia" descripta aquí
es subjetiva, de acuerdo a la situación. El lugar no es la sala de
justicia sino los ríos y caminos mundanos. Aquí también, la justicia
debe ser perseguida. Encontrar soluciones equitativas a situaciones prácticas complicadas es parte de la
búsqueda de justicia.
La razón para darle poder al rey de esta manera era para cuidar el
espíritu de la ley, de no ser pisoteado por la adherencia estricta a la ley,
cumpliéndola al pie de la letra. El mandato de las cortes era para
apoyar la letra de la ley, mientras que el mandato del rey servía para apoyar
al espíritu de la ley. Esta dicotomía creaba un todo fantástico y
equilibrado. Cuando las cortes funcionaban como un brazo autónomo
del sistema legal, adhiriéndose y reforzando cada ley, el peligro aún existía
de que las cosas podían "caer entre las grietas". En tales
casos, el rey podía actuar garantizando que el espíritu de la ley quedara
intacto.
Sin embargo, este sistema tenía un peligro. Por
definición, el rol del rey era ilimitado. ¿Qué es lo que prevenía
que el rey abuse de este increíble poder? Rabenu Nisim presenta una
imagen hermosa para contestar a esta pregunta. Nosotros sabemos que hay una ley
que dice que el rey debe llevar consigo un rollo de Torá en todo
momento. Rabenu Nisim explica que la misma persona con el poder de
romper la ley debe llevar la Torá consigo. Es por eso que los reyes de
Israel estaban ordenados llevar la Torá en todo momento, como un recordatorio
de lo que estaba en juego.
Este análisis, el cual es interesante, no parece darnos ninguna
visión del pasaje citado anteriormente en nombre de Rabí Eliézer ben Iaacov,
respecto de las medidas inusuales tomadapor la corte. Rabenu Nisim
explica que el Talmud está describiendo la situación después de la abolición de
la monarquía. En la ausencia del rey, el rol del rey se trasladó a
las cortes.
Las cortes llevaban dos sombreros, los que apoyaban la ley al pie
de la letra y los que cuidaban el espíritu de la ley. Cuando un caso
terminaba de acuerdo a la normativa, al proceso prescripto, los jueces tenían
que preguntar la siguiente pregunta: "¿Ha sido cumplida la
justicia?" Si la respuesta era negativa, los jueces asumían el
rol del rey y cuidaban el espíritu de la ley. Por supuesto que las
personas encargadas de esta función eran aquellas que tenían una gran afinidad
con la Torá y sus valores. Hay veces que la ley debe ser puesta a un
lado en función de cuidar la ley:
Es tiempo de trabajar para el Señor, ellos han invalidado Tu Torá (Salmos
119:26).
El
entendimiento del Rambán sobre el versículo es que una "justicia" se
refiere a las cortes terrenales, mientras que la otra "justicia" se
refiere al Tribunal Celestial. Si el hombre no tiene éxito en hacer
un mundo justo, el juzgamiento real lo espera arriba. El Rambán basa
su enseñanza en el Sefer Bahir, uno de los tratados místicos más oscuros:
Si el hombre tiene éxito en llegar a la justicia, la Presencia
Divina, la Shejiná fluye. Por otro lado, si el hombre no crea un
mundo justo, se aplica el Juzgamiento Divino.
Se debe buscar la justicia no sólo a un nivel nacional sino a un
nivel individual también, pues hay una reacción Divina al trabajo del hombre a
un nivel individual también.
Bondad y verdad se encuentran; rectitud y paz se
besan. La verdad surge de la tierra; y la rectitud mira desde el
cielo. También, Eloha dará aquello que es bueno; y nuestra tierra
dará su producto (Salmos
85:11-13).
Cuando el hombre busca, y encuentra, la verdad en esta tierra, la
rectitud de Elohim fluye desde el cielo. Los Rabinos explicaron
estos versículos en un famoso pasaje del Midrash:
Rabí Shimón dijo: Cuando Elohim creó a Adam, los ángeles se
unieron en distintos grupos y partidos, algunos de ellos dijeron: 'Que él sea
creado', mientras que otros dijeron: 'Que él no sea creado'. Está
escrito: amor y verdad lucharon juntos, rectitud y paz lucharon uno contra otro
(Salmos 85:11). El amor dijo: 'Que él sea creado pues él hará actos
de amor'; la verdad dijo: 'Que él no sea creado pues él está compuesto de
falsedad'; la rectitud dijo: 'Que él sea creado pues él hará actos justos'; la
paz dijo: 'Que él no sea creado pues él está lleno de luchas'. ¿Qué
hizo Eloha? Él tomó a la verdad la tiró al piso. Dijeron
los ángeles ante Elohim: 'Soberano del Universo! ¿Por qué desprecias
Tu sello? Que la verdad se levante del piso!'. Es así que
está escrito: 'Que la verdad surja de la tierra' (85:12)… Rabí Huna el Anciano
de Sepforis dijo: mientras que los ángeles estaban discutiendo unos con otros,
D'os creó al hombre. Él les dijo a ellos: '…El hombre ha sido
creado!' (Midrash
Rabá Bereshit 8:5).
El
hombre busca la verdad en su propio dominio, lo que no es siempre una función
simple. Pero cuando él tiene éxito, se convierte en un socio de Elohim,
lo cual es algo que incluso escapa al entendimiento de los ángeles.
Debemos
encontrar el equilibrio entre la justicia y la rectitud. Sólo
alguien que tiene un conocimiento profundo de la ley puede atreverse a pasar
los límites de la letra de la ley en búsqueda de la rectitud. Una
búsqueda rigurosa de la verdad, la cual recibirá ayuda desde el Cielo, nos
permitirá crear una sociedad justa y recta. Una sociedad semejante
será, sin duda, redimida.
¡Shabat Shalom!
Bibliografía:
Torah y Brit Hadasha, Midrash, Stefan Blad
Recopilación
y anexos.
YIRMIYAHU
BEN ISRAEL