viernes, 31 de agosto de 2012

Parashá 49 Ki Tetzé


Parashá 49 Ki Tetzé
Deuteronomio 21:10 – 25:19
Aliyás de la Torá:
  1. 21:10-21
  2. 21:22 – 22:7
  3. 22:8 – 23:6 (heb. 23:7)
  4. 23:7(8)-23:23 (24)
  5. 23:24(25) – 24:4
  6. 24:5-13
  7. 24:14 – 25:19
  8. Maftir: 25:17-19
Haftará: Isaías 54:1-10
Brit Hadasha: Revelación 12:1 – 14:20

Ki Tetsé
Significa “cuando salgas”.
Temas de la Perasha

La
perasha habla sobre los siguientes temas:

Primera alía (21:10-21)
Se describe la manera permisible que una mujer capturada en la batalla pueda casarse. Se protege el derecho de herencia del hijo primogénito. Se enseña la pena para el hijo que tomo el mal camino.

Segunda alía (21:22-22:7)
Se describe la ley sobre un hombre que fue colgado, la prohibición de usar ropas del sexo opuesto. Uno no debe tomar un pájaro y sus huevos; para tomar sus huevos se debe echar a la madre primero. Se habla sobre quien se encuentra propiedad ajena perdida.

Tercera alía (22:8-23:7)
Se enseña sobre la edificación de una casa. Esta prohibido plantar un campo con una mezcla de semillas, arar con un buey y un burro al mismo tiempo, o hacer una ropa con lino y lana juntos. Una ropa que tiene cuatro esquinas debe llevar tzitzit en las esquinas. Se enseña sobre las relaciones inmorales.

Cuarta alía (23:8-24)
Se enseña la suerte de un esclavo que se escapa. Esta prohibido la usura. Se le advierte a los Hijos de Israel en contra de hacer juramentos. Un trabajador puede comer de la fruta que esta cosechando pero no llevarla a su casa.

Quinta alía (23:25-24:4)
Se enseña sobre las leyes de divorcio y segundas nupcias.

Sexta alía (24:5-13)
Se enseña cuando un hombre recién casado esta exento del servicio militar para poder estar con su mujer durante el primer año de casados. Se enseña la pena por secuestros. Está prohibido remover las señas de tzara'at. Se debe de pagar a los trabajadores inmediatamente.

Séptima alía (24:14-25:19)
Se enseña sobre los convertidos y huérfanos tienen derechos especiales de protección. Los pobres tienen una parte de la cosecha. Una corte puede imponer el castigo de latigazos. Un buey no debe ser maltratado mientras trilla; se le debe dar de comer mientras trabaja. Es una mitzva para un hombre casarse con la viuda de su hermano si no hay hijos de ese matrimonio. Se debe ser honesto con respecto a las medidas de peso.

Enseñanza

21:10 "Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, y ADONAY tu Elohim los entregue en tu mano,

La guerra contra el mal
El nombre de la parashá / porción de la semana, CUANDO SALGAS, pero viendo la frase que sigue, A LA GUERRA CONTRA TUS ENEMIGOS, nos puede traer muchas enseñanzas con ese tema.

Si nos ponemos a recordar la historia, nos vamos a dar cuenta que son innumerables los enemigos que hemos tenido y que tenemos como pueblo.

Pero vamos a concentrarnos en estudiar acerca de un enemigo en particular.

Precisamente con una advertencia acerca de ese enemigo termina la parashá de esta semana :

Devarim 25:
17 "Recuerda lo que Amalék te hizo en el camino cuando estabas saliendo de Egipto, 18 como él te esperó en el camino, atacó a aquellos en la retaguardia, aquellos que estaban exhaustos y esforzándose detrás cuando estabas cansado y débil. Él no temió a Elohim. 19 Por lo tanto, cuando Adonay tu Elohim te haya dado descanso de todos los enemigos que te rodean en La Tierra que El Eterno tu Elohim te está dando como tu herencia para poseer, borrarás toda memoria de Amalek de debajo del cielo. ¡No lo olvides!

En este pasaje la Toráh nos habla de Amalék de una manera especial.

Bueno estudiar un poco este pasaje para poder recibir lo que El Eterno nos quiere enseñar.

Pero primero que todo: quien es Amalék?

Hay que ir a la Toráh para averiguarlo.

En Bereshít / Génesis 36 del 9 al 12 nos dice que Amalék era nieto de Esáv / Esaú.

O sea que lo que Amalék es, no es porque si.

Él es como es, por qué lo heredó de Esáv, su abuelo.

Y quien es Esáv?

Nada menos que nieto de Abraham.

Nada mas ni nada menos que hijo de Isaac. Hermano gemelo de Yakób.

Pero que pasó con Esáv?

Que no le interesaban las cosas del Eterno.

Veía como tan poca cosa los asuntos del Eterno, que cambió su primogenitura por un plato de lentejas. Génesis 25, 29 al 34

Y cuando se enteró que El Eterno había escogido a su hermano Yakób para que se cumpliera el plan profético que Él tenía para la humanidad, entonces:

Bereshít / Génesis 36:
6 Esav tomó a sus esposas, sus hijos e hijas, todas las personas en su casa, su ganado y otros animales y todo lo demás que poseía, lo que adquirió en la tierra de Kenaan, y salió de la tierra de Kenaan y se separó de su hermano Yaakov.

Aquí vemos unas características de Esáv que pasaron también a su nieto Amalék :

Fue desagradecido.

Después de recibir bendiciones en la tierra de Kenaan:

“y salió de la tierra de Kenaan.”

O sea que Esáv despreció la tierra que El Eterno le había prometido a su abuelo Abraham.

Tierra en la cual ya estaban y donde El Eterno los estaba bendiciendo grandemente.

Y la razón de su salida fue separarse de su hermano Yakób.

“y se separó de su hermano Yakób”

Yakób era muy espiritual.

Esav no quería "contaminarse" con Yakób.

Esáv no quería saber nada de las cosas del Eterno.

Mas adelante la historia nos cuenta que a causa del hambre que había en la tierra,Yakób se desplazó a Egipto con sus hijos.

Años mas tarde Yakób muere y sus hijos terminan esclavizados por un nuevo Faraón.

Y después de cuatro generaciones, El Eterno los saca de Egipto a través de Moshé.

Y ahí es donde se vuelven a encontrar los nietos de Yakób (las 12 tribus de Israel) y los nietos de Esáv (Amalék).

Y como fue ese encuentro?

Shemót / Exodo 17:
8 Luego Amalek vino y peleó contra Israel en Refidim.

En el pasaje que estamos estudiando nos dice en que condiciones estaba el pueblo de Israel:

Devarim 25:
18 como él (Amalék) te esperó en el camino, atacó a aquellos en la retaguardia, aquellos que estaban exhaustos y esforzándose detrás cuando estabas cansado y débil.

O sea que Amalék estaba nada mas esperando que nosotros saliéramos de la esclavitud de Egipto.

Parece que él se gozaba al saber que estábamos de esclavos.

Pero nos estaba esperando a que saliéramos de la esclavitud para atacarnos.

Por el solo hecho de que éramos descendientes de Yakób.

Por el solo hecho de que El Eterno nos había tenido en cuenta como parte de Su plan profético.

Amalék no quiso ser parte de Israel. Su papel es amargarles la vida a los Israelitas.

Israel al mando de Yehoshúa / Josué venció en esa oportunidad a Amalék.

Pero El Eterno dictaminó:

Shemót / Exodo 17:
14 Adonay dijo a Moshé: "Escribe esto en un libro para ser recordado, y díselo a Yehoshúa:Yo borraré completamente la memoria de Amalek de debajo del cielo." 15 Moshe edificó un altar, lo llamó Adonay Nissi [Adonay es mi bandera / milagro], 16 y él dijo: "Porque la mano de ellos estaba contra el trono de Adonay, Adonay peleará contra Amalek de generación en generación."

Como así que:

Adonay peleará contra Amalek de generación en generación. ?

A través de eso El Eterno nos enseña que en cada generación habrá descendientes de Amalék dispuestos a amargarnos la vida.

Y la manera como Amalék trabaja es siempre la misma.

Mientras nos vean en esclavitud, no tendremos problemas con ellos.

El problema con ellos será cuando queramos ser libres.

Iojanán / Jn.8:32
“Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”

Cual es la verdad?

En Yeshúa El Judío, está la verdad. Jesús el greco-romano, es mentira.

El Judaísmo Mesiánico es verdad.

El Islam es mentira. El Budismo es mentira. El Cristianismo es mentira.

Puede que haya un espíritu que se mueva en las demás religiones del mundo.

Pero no podemos decir que es el Ruaj Hakodésh (Espíritu de YHWH).

Porque fácilmente vemos que en las demás religiones lo que se mueve es un espíritu de mentira.

El domingo es mentira. La Santa Cena es mentira, diaria, semanal o mensual. La cruz como bendición es mentira.

El calendario gregoriano es mentira. La navidad es mentira. El no celebrar las fiestas del Eterno es mentira. El comer alimentos prohibidos por El Eterno es mentira. La Teología del Reemplazo es mentira.

Nos faltarían hojas si quisiéramos seguir nombrando las mentiras de las demás religiones.

En cambio:

Iojanán 16:
13 Sin embargo, cuando venga el Espíritu de la Verdad, Él los guiará a toda verdad, porque Él no hablará por iniciativa propia, sino que dirá sólo lo que ha oído.

Cuando comenzamos a predicar las verdades que el Espíritu de la Verdad nos está enseñando.

Ahí si se alborota Amalék contra nosotros.

Cuando queramos ser libres de las falsas enseñanzas y doctrinas que recibimos en el pasado, entonces aparecerán de la nada los descendientes de Amalék para atacarnos.

Personas que siempre estuvieron a nuestro lado sin problema alguno.

Pero que estaban al acecho, esperando en que momento predicábamos algo en contra de la falsa doctrina.

Les duele que nosotros dejemos Egipto.

Mientras prediquemos mentiras igual que todo el mundo, No tendremos problemas con Amalék.

Mientras no nos metamos a abrir los ojos de tantas personas que creen en su corazón que van a ser salvas pero lo que están es siendo engañadas por satanás.

No tendremos problemas con Amalék.

Entonces es fácil reconocer a Amalék en medio nuestro.

Cuando alguien sigue defendiendo las falsas doctrinas.

Cuando alguien sigue defendiendo las falsas religiones.

No hay duda. Es Amalék

Pero sepamos una cosa.

Estamos llamados a desterrar toda falsa doctrina de nuestras comunidades. sin olvidar que Amalek

Selecciona a los mas débiles para asecharlos Devarim 25-18 por lo tanto debemos rodearlos

Y  apoyarlos  1  TS  5-14

1Th 5:14 Os exhortamos asimismo, hermanos, a que amonestéis a los que viven desconcertados, animéis a los pusilánimes, sostengáis a los débiles y seáis pacientes con todos.

Es un mandamiento:

Devarim 25:19b
borrarás toda memoria de Amalek de debajo del cielo. ¡No lo olvides!

Y para consuelo de aquellos que somos atacados por Amalék, nosotros no tenemos que hacer nada:

EL ETERNO peleará contra Amalek de generación en generación.  Shemot 17-16
_______

Otro tema que vamos a tratar de la séptima aliyá de esta parasha:

*El pobre pobre*

Baruj Habá, comencemos a estudiar un tema muy interesante, entre las decenas que nos presenta la parashá esta semana.

Leamos juntos:
(Devarim / Deuteronomio 24:19)
Cuando siegues tu mies en tu campo y olvides en el campo una gavilla, no regresarás para tomarla.
Será para el forastero, para el huérfano y para la viuda; a fin de que el Eterno tu Elokim te bendiga en toda la obra de tus manos.
Como ya sabemos, en la Torah se ordenan ciertas acciones favorables que debemos tener hacia el menos favorecido materialmente:
  • Dos veces cada siete años se les entrega el diezmo reservado para pobres y necesitados.
  • Se debe hacer Tzedaká, justicia social o al menos caridad.
  • Se debe pagar lo justo y en fecha al jornalero.
  • No se ha de dejar desprotegido al prójimo necesitado.
Entre otras.
Pero además, la Torah determina que los dueños de sembradíos en la tierra de Israel deben cumplir con otros tres preceptos que sirven para beneficiar al pobre: Dt 24 19al21
Deu 24:19 Cuando siegues la mies en tu campo, si dejas olvidada una gavilla en el campo, no volverás a buscarla. Será para el forastero, el huérfano y la viuda, a fin de que Yhwh tu Eloha te bendiga en todas tus empresas.
Deu 24:20 Cuando varees tus olivos, no harás rebusco: será para el forastero, el huérfano y la viuda.
Deu 24:21 Cuando vendimies tu viña, no harás rebusco: será para el forastero, el huérfano y la viuda.
  • Pea, la esquina de su campo.
    Se debe dejar una porción del terreno sembrado para que cosechen los pobres.
    Los tamaños, cantidades, etc. quedan marcadas por la halajá. (ley 0ral)
    Lo fundamental de este precepto es que el dueño no considera como suya la producción de esa sección del campo, sino que queda a disposición del necesitado, quien a través de su propio esfuerzo de cosecha recogerá su ganancia.
  •  
  • Leket, lo que se cae al recoger.
    Cuando por descuido caen uno o dos tallos de granos al cargar la cosecha, se deben dejar en el suelo, para que venga el pobre y los tome y se los adueñe.
    Si cayeran más, el dueño del campo tiene todo el derecho a recogerlos, pues ya se considera como un perjuicio a su economía en vez de un acto de bondad.
  •  
  • Shijejá, lo que se olvida.
    Si al cosechar el dueño del campo se olvida de una o dos gavillas pequeñas, no debe volver a buscarlas, sino que las debe dejar allí para que las recoja el pobre, y se apropie legalmente de ellas
¿Cuál es el denominador común de estos tres preceptos?
Para responderlo te recuerdo que el 
grado máximo de la Tzedakáes usticiaI) ayudar a que el prójimo pueda sostenerse por sí mismo, y no que dependa de la misericordia ajena.
Entonces, la respuesta es que en todos estos preceptos el necesitado no se mantiene en un rol pasivo, a la espera de que alguien lo beneficie, de que venga un “superior” a alimentarlo.
Aquí el pobre debe hacer su parte, debe trabajar, debe asociarse con su esfuerzo para gozar de su beneficio.
Para recibir Tzedaká lo único que precisa hacer el pobre es extender su mano abierta hacia arriba, sumisamente, pasivamente.
Para obtener las ventajas de Pea, Leket y Shijejá el pobre debe trabajar, poco o mucho, debe tomar la iniciativa y actuar; de lo contrario, los frutos de la tierra permanecerán hasta su pudrición en el campo del vecino.
Esta obligación de poner de su parte, aunque sea poco, permite que el pobre goce de su trabajo, que no sienta la total
humillación y vergüenza de ser mantenido por otro.
Existen sociedades en las cuales se comprende erróneamente el concepto de “justicia social”, y se beneficia a los pobres sin requerir de ellos ninguna actividad compensatoria o responsabilidad.
Son sociedades paternalistas, en las que aparentemente se está cuidando y favoreciendo al necesitado, pero esto no es verdad. Lo cierto es que se está provocando una intensa apatía, un ánimo derrotista, un sentimiento de minusvalía que genera mayores malestares sociales. Lo cierto es que si se crearan puestos de trabajo para compensar al obrero por su labor, las sociedades florecerían con mayor justicia y bienestar.
Es el mismo sentido por el cual el Eterno nos juzga de acuerdo a nuestros actos y nos recompensa con justicia de acuerdo a ellos:
Él retribuye al hombre de acuerdo con sus obras, y hace que cada uno halle lo que corresponde a sus caminos.
(Iyov / Job 34:11)
El Eterno, con Su Amor infinito nos puede proveer de TODO, todos los bienes y gozos sin esfuerzo de nuestra parte.
Pero con Misericordia no lo hace, pues lo que obtendríamos sería “pan de vergüenza”, tal como lo denomina la enseñanza mística. Un alimento que seguramente nutre el cuerpo, pero que deja el ánimo abatido, por sentirse humillado, inútil, totalmente dependiente de un Otro.
Piénsalo, ¿cómo te sentirías si tienes todas tus capacidades en perfecto estado, tienes edad de trabajar y recibir tu paga, pero en vez de eso alguien te da absolutamente todo lo que precisas, sin necesidad de que hagas absolutamente nada?

Quizás al principio estarías feliz, pues supongo que es agradable la satisfacción completa, tal como el feto en el útero materno. Tiene todo, no hace nada. Es una especie de paraíso…
Pero, prontamente esta satisfacción de los sentidos materiales se ve ofuscada por una insatisfacción de los sentidos espirituales.
Está en la esencia humana el actuar, el ser creativo, el asociarse en la obra de perfeccionar al mundo. Es un instinto espiritual muy profundo, al que conocemos como “ietzer hatov”.
Esta faceta se alimenta laborando positivamente, cumpliendo con los mandamientos, desarrollando nuestras facultades potenciales para el bien, asociándose con el Eterno.
Y, si nos vemos impedidos de manifestar esta esencia positiva, el ánimo decae, se pierde el interés; de pronto, el paraíso “terrenal”, se percibe como oscuro, pesado, angustioso.
Así pues, tenemos en la vida que ocuparnos de nuestras necesidades: físicas, emocionales, sociales, intelectuales y espirituales.
Debemos hacer nuestra parte, para sustentarnos y ayudar a otros a hacerlo.
Y cuando llegue el momento de recoger lo sembrado, cosecharemos con gozo y canto.
Porque el beneficio real se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado.
Podemos hacer el esfuerzo, trabajar para conseguir nuestras metas, tener el pensamiento y la actitud positiva, pero no somos los que controlan el resultado. Por tanto, el Eterno no nos juzga por resultados, sino por lo que hemos realizado para conseguirlo.
Para finalizar te dejo una pregunta, que espero puedas responderte:
¿Cuál es el mayor grado de solidaridad que puedes hacer por ti mismo?
¡Te deseo a ti y a los tuyos que pasen un Shabat Shalom UMevoraj!
¡Qué sepamos construir shalom!
Copilado y adaptado por Hernán Flórez  Garzón
Fuentes:  Rab Natanael y Moré Yehuda Ribco   

viernes, 24 de agosto de 2012

Parashá 48 Shoftim


Parashá 48 Shoftim

Deuteronomio 16:18 – 21:9
 Aliyás de la Torá:
1.   16:18 – 17:13
2.   17:14-20
3.   18:1-5
4.   18:6-13
5.   18:14 – 19:13
6.   19:14 – 20:9
7.   20:10 – 21:9
Haftará: Isaías 51:12 – 53:12
Brit Hadasha Revelación 10:1 – 11:19
Shoftim
Significa jueces.
Temas de la parasha.
La siguiente parasha trata sobre los siguientes temas:
Leer Gen. 6.1-14 NOE JUSTO.

Primera aliyá, 16:18 – 17:13
16:18 “Nombrarás para ti jueces y oficiales en todas las ciudades que YHVH tu Eloha te da, según tus tribus, y ellos juzgarán al pueblo con justo juicio.” – Un  juez es una persona que ha recibido autoridad para pronunciar sentencias de acuerdo a la Torah y la halajá, (ley rabínica) sobre las obras o palabras de otras personas. El juez tiene que condenar al culpable y absolver al inocente. Los oficiales son los que ejecutan las órdenes del juez. El juez no hace mucho sin un cuerpo policial que le apoye para que sus órdenes se cumplan. La policía no funciona bien sin los jueces porque tienen que saber qué órdenes ejecutar. Así que estos dos tipos de funcionarios tienen que trabajar paralelamente para que la sociedad se beneficie de ellos.
 “en todas las ciudades” – Había tres tipos de tribunales en Israel, con 3 jueces, 23 jueces y 71 jueces. Las ciudades con menos de 120 habitantes tenían un tribunal, un Beit Din, de tres jueces. Las ciudades con más de 120 habitantes tenían un Beit Din de 23 jueces, llamado “pequeño sanedrín”. Las cortes de tres jueces sólo podían dictar sentencias sobre asuntos monetarios. Para dar una sentencia de vida o muerte hacía falta un tribunal de 23 jueces. En Yerushalayim había tres tribunales, dos de 23 jueces y uno de 71, en el cual el sumo sacerdote era el líder principal. Este último fue llamado el “gran sanedrín”. Los hombres del gran sanedrín se reunían en un lugar designado para ellos en el templo. 
16:19 “No torcerás el juicio; no harás acepción de personas, ni tomarás soborno, porque el soborno ciega los ojos del sabio y pervierte las palabras del justo.” – La palabra hebrea que ha sido traducida como “justicia” o “juicio”, es “mishpat”.[1] Para no torcer un veredicto no se puede seguir la justicia humanista, la que le parezca bien al hombre, sino la que YHVH manda en su Torah.
En Romanos 2:20b; 7:7, 12 está escrito:
“Tienes en la Torah la expresión misma del conocimiento y de la verdad... ¿Qué diremos entonces? ¿Es pecado la Torah? ¡De ningún modo! Al contrario, yo no hubiera llegado a conocer el pecado si no hubiera sido por medio de la Torah; porque yo no hubiera sabido lo que es la codicia, si la Torah no hubiera dicho: NO CODICIARAS... Así que la Torah es santa, y el mandamiento es santo, justo y bueno” 
En Mateo 23:23b está escrito:
lo más importante de la Torah: la justicia, la misericordia y la fidelidad (o fe 0 emuná)
En la Torah está expresada la justicia del Eterno que es la base de un veredicto correcto. No se puede torcer la Torah ni para juzgar ni para legislar. La Torah tienen que ser la base para que el sistema judicial de cualquier país sea justo, no los criterios humanistas ni lo que piensa la mayoría de la población. El hecho de que la mayoría de un pueblo tenga cierto comportamiento, no significa que sea un comportamiento justo. No es lo mismo lo común que lo normal. Un comportamiento común no necesariamente tiene que ser normal, según las normas establecidas para el hombre. Hay una sola justicia verdadera y esa justicia ha sido revelada de dos maneras, en la Torah dada a Moshé y en Yeshúa HaMashíaj,
Como está escrito en Romanos 3:21: 
Pero ahora, aparte de la Torah, la justicia de Elohim ha sido manifestada, atestiguada por la Torah y los profetas.

No dice “al contrario de la Torah”, sino “aparte de la Torah”, queriendo decir que la Torah manifiesta la justicia del Eterno y, además, Yeshúa HaMashíaj revela la misma justicia de una forma diferente, pero no es otra justicia. El Mesías Yeshúa es la justicia del Eterno, como está escrito en 1 Corintios 1:30:
Mas por obra suya estáis vosotros en el Mesías Yeshúa, el cual se hizo para nosotros sabiduría de Eloah, y justificación, y santificación, y redención
La palabra griega que fue traducida como “justificación” es “dikayosúne”,[2] que significa tanto “justicia” como “justificación”.
La expresión “aparte de la Torah”, en Romanos 3:21, no significa que sea otra justicia diferente a la de la Torah, sino que la justicia del Eterno se ha manifestado de otra manera que no sea solamente a través de las Escrituras. Son dos revelaciones de Su justicia, la Torah y el Mesías, pero es la misma justicia revelada de dos maneras. Aparte de la Torah podría entenderse como “además de la Torah”, “paralelamente con la Torah”, siempre en armonía con la Torah, pero de forma diferente. Una cosa no contradice la otra.
16:20 “La justicia, la justicia buscarás, para que vivas y poseas la tierra que YHVH tu Eloha te da.” – ¿Por qué se repite la palabra justicia dos veces en este texto? Por un lado se puede entenderlo de manera que para el Eterno es muy importante que se emplee la justicia en la nación, y por eso repite la palabra dos veces. La justicia es uno de los pilares fundamentales para la sociedad.
Por otro lado está hablando de dos manifestaciones de la justicia que hay que buscar (en hebreo dice “perseguir”). Como hemos visto antes, la primera está en la Torah Escrita. Hay que perseguir esa justicia para obtener una vida larga en la tierra, con shalom, paz y prosperidad. Pero la otra justicia, que ha sido revelada aparte de la Torah, es Yeshúa HaMashiaj, la Torah Viviente. Hay que perseguir esa justicia de Eloha, dada por medio de Yeshúa el Mesías, para obtener la vida eterna, como está escrito en Romanos 3:22-24: 
es decir, la justicia de Elohim por medio de la fe en Yeshúa el Mesías, para todos los que creen; porque no hay distinción, por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Elohim, siendo justificados gratuitamente por su gracia por medio de la redención que es en el Mesías Yeshúa.
Estas dos manifestaciones de la justicia del Eterno se encuentran en Revelación 14:12 donde está escrito:
Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Elohim y la fe de Yeshúa.” 
Según este texto, ¿quiénes son los santos? Los que buscan estas dos manifestaciones de justicia, la Torah dada a Moshé y la fe de Yeshúa.
16:21 “No plantarás para ti un árbol de culto, o cualquier clase de árbol junto al altar de YHVH tu Eloha que hagas para ti.” – Antiguamente había una costumbre de plantar árboles en las entradas de los templos paganos, cf. Jueces 6:30. Está prohibido plantar árboles en el monte del templo. Como se habla de cualquier árbol, o madera, se deduce que no está permitido hacer construcciones de madera junto al templo. Este mandamiento también ha dado lugar a la costumbre de no colocar flores en las sinagogas, por lo menos no cerca del arón kodesh, el arca sagrada, donde se guardan los rollos de la Torah.
16:22 “Ni levantarás para ti pilar, lo cual aborrece YHVH tu Eloha.” – La palabra hebrea que ha sido traducida como “pilar”, es “matsevá”,[3] que tiene que ver con una sola piedra grande que sirve como altar. En el tiempo de los patriarcas el Eterno lo aceptó, pero por causa de las prácticas idolátricas de los kenaaneos, que usaban ese tipo de piedras, se volvió una abominación para el Eterno, cf. Génesis 28:18, 22; 31:13, 45; 35:14, 20; Éxodo 23:24; 24:4; 34:13; Levítico 26:1; Deuteronomio 12:3; Oseas 10:1-2. Los israelitas sólo podían hacer altares construidos con piedras o de tierra.
17:1 “No sacrificarás a YHVH tu Eloha buey o cordero que tenga defecto o alguna imperfección, porque es cosa abominable a YHVH tu Eloha.” – Yitsjak no podría haber sido un sacrificio al Eterno, porque no era perfecto del todo porque tenía yetser hará, inclinación al mal. Sin embargo Yeshúa sí, pudo ser ese sacrificio perfecto porque no tenía yetser hará. 
17:3 “y que haya ido y servido a otros dioses, adorándolos, o adorando al sol, a la luna o a cualquiera de las huestes celestiales, lo cual yo no he mandado” – La Torah prohíbe la astrología. ¡No leas los horóscopos!
17:8  “Si un caso es demasiado difícil para que puedas juzgar, como entre sangre y sangre, entre veredicto y veredicto, o entre afección y afección, siendo casos de litigio en tus puertas, te levantarás y subirás al lugar que YHVH tu Eloha escoja” – Según Rashí, “entre sangre y sangre” tiene que ver con dificultad para determinar si la sangre que sale de una mujer es impura o pura, cf. Levítico 15:19. “Entre veredicto y veredicto” tiene que ver con las leyes que regulan los daños civiles y las transacciones económicas entre los individuos, las leyes que regulan las faltas que incurren en castigo corporal y las leyes que regulan en qué casos se aplica la pena capital. “Entre afección y afección” tiene que ver con definiciones para saber si una afección es de carácter impura o pura, cf. Levítico 13.
Si un caso es demasiado difícil para ti para que puedas juzgar…” – Aquí se está hablando a los jueces de las diferentes ciudades de Israel. La Torah fue escrita en primer lugar a los jueces en Israel. En casos de conflicto, cuando los jueces menores no podían resolverlo, tendrían que recurrir a instancias más altas, a las autoridades en Yerushalayim que son los sacerdotes levitas y un juez principal.
17:9 “al juez que haya en esos días” – Aquí habla de un solo juez para cada generación. Era el juez principal. Más adelante, en 19:17, se habla de “los jueces que haya en esos días”. Esto nos enseña que entre los jueces que hay, sólo uno es el principal.
17:11 “Según los términos de la Torah que ellos te enseñen, y según la sentencia que te declaren, así harás; no te apartarás a la derecha ni a la izquierda de la palabra que ellos te declaren.” – Esto nos enseña que parte de la observancia de la Torah es obedecer los decretos de los sabios. No obstante, la sentencia que dicten las autoridades tiene que ser de acuerdo a la Torah del Eterno. Pero el Talmud de Yerushalayim[4]  dice:
“Se podía pensar que incluso si te dicen que la derecha es la izquierda o que la izquierda es la derecha, aun así debes obedecerlos. (Para mostrar que no es así) el versículo declara: “ni a la derecha ni a la izquierda” (Deuteronomio 5:32; 28:14), (lo cual implica hasta) que te digan que la derecha es derecha y la izquierda es izquierda.”
Esto implica que si un juez se aparta de la Torah y te obliga a hacer algo contra la Torah o las enseñanzas del Juez supremo que ahora está vivo durante todas las generaciones, Yeshúa HaMashíaj, no tienes la obligación de obedecerle, como está escrito en Hechos 4:18-20; 5:29b:
Cuando los llamaron, les ordenaron no hablar ni enseñar en el nombre de Yeshúa. Mas respondiendo Kefa y Yojanán, les dijeron: Vosotros mismos juzgad si es justo delante de Eloah obedecer a vosotros antes que a Eloah; porque nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído... Debemos obedecer a Eloah antes que a los hombres.
17:12 “Y el hombre que proceda con presunción, no escuchando al sacerdote que está allí para servir a YHVH tu Eloha, ni al juez, ese hombre morirá; así quitarás el mal de en medio de Israel.” – Es sumamente grande la autoridad delegada al Sanedrín en Yerushalayim, con pena de muerte al que resiste la sentencia de esa corte suprema. La corte suprema está puesto en lugar de Elohim, y el que resiste la autoridad puesta por Él le resiste a Él mismo, lo cual es un grave delito. 
17:13 “Entonces todo el pueblo escuchará y temerá, y no volverá a proceder con presunción.” – La sentencia de muerte sobre un rebelde sirve, no sólo para quitar el mal de en medio de Israel, sino para producir respeto y temor reverente al Eterno y a las autoridades puestas por Él.
En Mateo 28:18 está escrito:
Y acercándose Yeshúa, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra.
El que resiste a Yeshúa está resistiendo a YHVH que le dio toda la autoridad en el cielo y en la tierra. Es imposible respetar al Eterno sin respetar al gobierno puesto por él. Es imposible ser fiel al Padre sin ser fiel su Ungido, que ha sido puesto por el Padre sobre todo Su Reino.
El Eterno ha decretado que todos honren al Hijo, y el que obedece al Padre honra al Hijo. El que no honra al Hijo no agrada al Padre, cf. Juan 5:21-24.
Joh 5:21 Pues, así como el Padre resucita los muertos y vivifica, así también el Hijo a los que quiere, vivifica.
Joh 5:22 Pues ni el Padre juzga a nadie, sino el juicio todo ha dado al Hijo;
Joh 5:23 para que todos honren al Hijo, según honran al Padre. Quien no honra al Hijo, no honra al Padre, el que le envió.
Joh 5:24 En verdad, en verdad osdígo, que el que mi palabra oye, y cree al que me envió, tiene vida eterna y a juicio no viene, sino que ha pasado de la muerte a la vida.

 

Segunda aliyá, 17:14-20

17:14 “Cuando entres en la tierra que YHVH tu Eloha te da, y la poseas y habites en ella, y digas: "Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que me rodean"” - La Torah prevé que el pueblo iba a pedir un rey. La iniciativa de tener un rey no vino del Eterno . Esta palabra se cumplió en 1 Samuel 8:5, donde dice que el pueblo pidió un rey. El propósito con esta petición no fue para cumplir la Torah, sino ser semejantes a todos los demás pueblos en la tierra. Esto fue lo que entristeció al Eterno. YHVH también había dicho a Avraham en Génesis 17:6 que: “reyes saldrán de ti”, lo cual constituye también una base para que hubiera reyes en Israel.

17:15 “ciertamente pondrás sobre ti al rey que YHVH tu Eloha escoja, a uno de entre tus hermanos pondrás por rey sobre ti; no pondrás sobre ti a un extranjero que no sea hermano tuyo.” – Esto nos enseña varias cosas importantes en cuanto al reinado en Israel:

1.     El rey tiene que ser escogido por YHVH – por medio de sus profetas.
2.     El rey está colocado en una posición sobre Israel.
3.     El rey es puesto por el pueblo (la forma de gobierno que el Eterno establece entre los hombres es tanto teocrático como democrático. Tienen que haber una colaboración en el momento de la instalación de una autoridad, entre el Eterno y el pueblo que va a ser dirigido por esa autoridad.)
4.     El rey tiene que ser israelita de nacimiento, no puede ser extranjero.
17:16-17 “Además, no aumentará para sí muchos caballos, ni hará que el pueblo vuelva a Mitsrayim para tener muchos caballos, pues YHVH te ha dicho: "Jamás volveréis por ese camino." Tampoco aumentará para sí muchas mujeres, no sea que su corazón se desvíe; tampoco aumentará para sí grandes cantidades de plata u oro.” – El rey Shlomó pecó en estas tres áreas:
1.     Tuvo muchos caballos e hizo que el pueblo volviera a Mitsrayim, para comprar caballos, cf. 1 Reyes 4:26. El Talmud[5] dice que sólo puede poseer los suficientes para sus carros, cf. 2 Samuel 8:4.
2.     Tuvo muchas mujeres que desviaron su corazón, cf. 1 Reyes 11:3-4. 3.     Tuvo mucha plata y oro, cf. 1 Rey 10:21, 27. El Talmud[7] dice que sólo puede poseer lo suficiente para adjudicar para su corte.
Por pecar en estas tres áreas, el Eterno le levantó tres enemigos, cf. 1 Reyes 11:14, 23, 26. Si el rey Shlomó hubiera hecho caso a la Torah, no hubiera caído en pecado. Todas las caídas de los hombres desde Adam hasta el último hombre, han sido, son y serán la consecuencia de no haber hecho caso a los mandamientos del Eterno escritos en la Torah.
Un Midrash[8] cuenta que la yud de la palabra “yarbé”, “aumentará”, se molestó con el rey Shlomó cuando transgredió estas prohibiciones de la Torah, y voló ante el trono celestial y se quejó: “Shlomó me desarraigó por transgredir las prohibiciones de acumular esposas, caballos y riquezas. Ahora ha anulado estas mitsvot, eventualmente descarte toda la Torah.” El Eterno respondió a la yud: “No temas. Shlomó y miles como él morirán, pero hasta tú, la más pequeña de las letras, jamás serás desarraigada”.
Es muy posible que este Midrash haya estado en la mente de nuestro Rebe cuando pronunció estas palabras ante el pueblo, como están escritas en Mateo 5:18:
Porque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más pequeña ni una tilde de la Torah hasta que toda se cumpla.
17:18-19 “Y sucederá que cuando él se siente sobre el trono de su reino, escribirá para sí dos copias de esta Torah en un libro, en presencia de los sacerdotes levitas. La tendrá consigo y la leerá todos los días de su vida, para que aprenda a temer a YHVH su Eloha, observando cuidadosamente todas las palabras de esta Torah y estos estatutos” – La Torah tenía que ser la base del reino. Por esto el rey tenía que escribir un Sefer Torá para sí y leerlo todos los días. Según Rashí, la expresión “mishné Torah”, que aparece en este versículo, significa que el rey tenía que escribir dos rollos de la Torah, y tener uno en su cámara de tesoro y otro que entra y sale con él. Los reyes judíos solían tener un Sefer Torah en miniatura que colocaban sobre su brazo derecho, para que los acompañara constantemente. De este mandamiento se ha legislado que todo varón judío debe escribir un Sefer Torah, o bien pagar para que un escriba lo haga.
17:20 “para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos y no se desvíe del mandamiento ni a la derecha ni a la izquierda, a fin de que prolongue sus días en su reino, él y sus hijos, en medio de Israel.” – Una lectura diaria de la Torah produce temor de el Eterno y humildad de corazón para la observancia correcta de los mandamientos. ¿Cuál es el antídoto para la falta de temor del Eterno que tenemos en la sociedad en la que vivimos? La lectura de la Torah todos los días de la vida.
Tercera aliyá, 18:1-5
18:4 “Le darás las primicias de tu grano, de tu mosto, de tu aceite y del primer esquileo de tus ovejas.” – La palabra hebrea que ha sido traducida como “primicias” es “reshít”,[9] que también es la primera palabra de la Torah, cf. Génesis 1:1.

Cuarta aliyá, 18:6-13
18:5 “Porque YHVH tu Eloha le ha escogido a él y a sus hijos de entre todas tus tribus, para que esté de pie y sirva en el nombre de YHVH, para siempre.” – Este texto nos enseña que el servicio sagrado se hace de pie.
18:6 “Y si un levita sale de alguna de tus ciudades, de cualquier parte de Israel en que resida, y llega con todo el deseo de su alma al lugar que YHVH escoja” – Esta es la actitud que hay que tener para servir al Eterno correctamente. El que no tienen esa actitud no puede hacerle un servicio agradable. Ese deseo es como un fuego dentro del alma del siervo del Eterno. El fuego en los sacrificios produce un olor fragante delante del Eterno. Si no hay fuego en nuestras almas a la hora de servir al Eterno, no somos agradables.
18:7 “él ministrará en el nombre de YHVH su Eloha, como todos sus hermanos levitas que están allí delante de YHVH.” – Servir en el Nombre significa tener autorización para hacerlo. El levita tiene autoridad para servir delante del Eterno, lo mismo que el profeta, cf. 18:19.
18:10-11 “No sea hallado en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, un pronosticador, un augur, o hechicero, o encantador, o médium, o espiritista, ni quien consulte a los muertos” – Según Rashí, adivinar es coger su vara y hacer una pregunta como: “¿Debo ir o no ir?”, cf. Oseas 4:12. Según los sabios, un pronosticador se refiere a uno que hace trucos de magia. El texto hebreo dice: “que toma los ojos”, que tiene el mismo significado que “que toma el pelo”, es decir uno que engaña al público con trucos y artes mágicos. Según Rashí, un augur es uno que actúa a base de que el pan cayó de su boca o un venado cruzó su camino. Es un supersticioso. Un hechicero es uno que practica la magia negra. Un encantador es uno que agrupa reptiles en un lugar para practicar hechicería o adivinación. Un médium es uno que piensa que el espíritu de un muerto habla por su axila, mediante nigromancia, (magia negra) o uno que mete un hueso de un animal en la boca y el hueso habla. Un espiritista es uno que consulta una calavera o una persona muerta, o va a los cementerios para comunicarse son los espíritus de los muertos. Todos estos ritos son hechos con espíritus inmundos. (Las palabras españolas que son utilizadas en la traducción no coinciden necesariamente con la explicación que se da aquí. Estas explicaciones están hechas a base de las palabras hebreas, no las españolas.) 
18:12 “Porque cualquiera que hace estas cosas es abominable a YHVH; y por causa de estas abominaciones YHVH tu Eloha expulsará a esas naciones de delante de ti.” – Cualquiera que practique el ocultismo se contamina espiritualmente y luego sicológicamente y físicamente. El que practica el ocultismo es abominable para el Eterno. La práctica del ocultismo fue la principal razón por la que las siete naciones fueron destruidas y expulsadas de la tierra de Kenáan.
Debemos tener cierto conocimiento de las prácticas ocultas para:
1.     Detectarlas en la sociedad y en las personas que nos rodean.
2.     Saber ayudar a los que desean ser libres de estos poderes malignos.
3.     Protegernos para no ser engañados pensando que esas cosas son lícitas para nosotros.
18:13 “Serás intachable delante de YHVH tu Eloha.” – Esto nos enseña que el que practica alguna de estas cosas nunca podrá llegar a la perfección espiritual.
Quinta aliyá, 18:14 – 19:13
18:14 “Porque esas naciones que vas a desalojar escuchan a los que practican hechicería y a los adivinos, pero a ti YHVH tu Eloha no te lo ha permitido.” – El profeta como Moshé es presentado en contraste con los adivinos y hechiceros de las naciones gentiles. Por un lado hay algo semejante entre estas prácticas ocultas y el ministerio del Profeta. Pero por otro lado es algo totalmente diferente. Se parecen en que están operando desde una dimensión sobrenatural, espiritual. Y se diferencian en que las fuentes de esos poderes o revelaciones son opuestas. Los adivinos están bajo la influencia de hasatán y los malos espíritus. Los profetas están bajo la influencia del Espíritu del Eterno. Los falsos profetas se parecen a los verdaderos, pero su fuente de inspiración no es el Eterno.
18:15 “Un profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará YHVH tu Eloah; a él oiréis.” – El término español “profeta”, viene del latín “profeta”, (de origen griego).“Pro-fethes” significa “hablar en vez de”, “ser portavoz de”; “hablar ante alguien”, “hablar en voz alta”; (en gr. también significa “predecir”). En el griego clásico significa “predicador”. El término hebreo es “naví”,[10] posiblemente de la raíz acadia “nb”, que significa “llamar”, “convocar”. La forma hebrea es pasiva y significa “llamado”, “convocado”. Aquí presentamos unos puntos que nos muestran cómo es el llamado y el mensaje de los diferentes profetas que el Eterno levanta:
1.    El llamado del Naví

    1. su origen
                                               I.     no humano, cf. Amós 7:15; 2 Pedro 1:20-21
                                             II.     divino, cf. Amós 2:11; Jeremías 23:21-22
                                           III.     del Espíritu, cf. Números 11:29

    1. su autoridad
                                               I.     sobre el sacerdote, por ejemplo Moshé
                                             II.     sobre el rey, ej. Shmuel, cf. Amós 7:9
                                           III.     sobre el pueblo
                                           IV.     sobre las naciones

    1. su misión
                                               I.     práctica
                                             II.     oral, es la “boca”, cf.  Éxodo 4:16; 7:1; Jeremías 1:9
                                           III.     escritural

2.    El mensaje del Naví

    1. el origen del mensaje – una llama divina
                                               I.     luz – revelación
                                             II.     calor – inspiración

    1. la forma del mensaje
I.             verbal, cf. Jeremías 23:18b

1.    hablado, ej. Moshé, cf. Números 12:8

     2.     cantado, ej. David
                                             II.     visual, cf. Números 12:6; Jeremías 23:18a, ej. Zejariyá
     3.     vivido
                       a.     representativamente - (acciones simbólicas), ej. Yejezkel
                       b.     personalmente, ej. Yona
                       c.     familiarmente, ej. Hoshea, Yeshayahu

    1. el tiempo del mensaje
                                               I.     pasado
                                             II.     presente
                                           III.     futuro

18:18-19 “Un profeta como tú levantaré de entre sus hermanos, y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mande. Y sucederá que a cualquiera que no oiga las palabras que él ha de hablar en mi nombre, yo mismo le pediré cuenta.” – Los muchos profetas que han surgido en Israel han cumplido funciones importantes. Todos ellos han cumplido parte de esta profecía, pero ninguno ha estado a la par de Moshé. Por lo tanto tiene que haber uno que se asemeja a Moshé en muchas áreas de su vida, para que haya un cumplimiento pleno de esta escritura. Hay mucha similitud entre Yeshúa y Moshé, desde su nacimiento hasta su muerte. La vida y ministerio de Moshé constituye una sombra profética del mismo Mesías. El Mesías sería como Moshé. Vamos a ver algunas cosas de la vida de Moshé que se asemejan a la del Mesías Yeshúa:
1) Moshé nació en una situación de peligro y tenía que ser escondido.
En Éxodo 1:22; 2:3b está escrito:
Entonces Paró ordenó a todo su pueblo, diciendo: Todo hijo que nazca lo echaréis al río... Entontes puso al niño en ella, y la colocó entre los juncos a la orilla del río.”
Cuando nació el niño, que más adelante llevaría el nombre de “Moshé”, había una amenaza de muerte sobre él. El Paró, rey de Mitsrayim, había ordenado que todos los niños varones de Israel fueran brutalmente asesinados, con el fin de que el pueblo hebreo no se multiplicara más sobre la tierra y para que los mitsríes pudieran dominarlos. Por lo tanto, los padres de este niño hermoso tenían que mantenerle escondido durante varios meses para salvar su vida.
De la misma manera, cuando el Mesías Yeshúa nació, hubo una amenaza de muerte sobre él, cf. Mateo 2. El rey Herodes temía que el nuevo rey de los judíos, que había nacido, llegara a quitarle de su puesto. Por eso mandó matar a todos los niños de Bet-lejem. Yeshúa, al igual que Moshé, se salvó “por los pelos”. Por la mano de Elohim tanto Moshé como Yeshúa fueron salvados como niños de la mano de los reyes que querían matarlos.
2) El nombre Moshé es una profecía mesiánica.
En Éxodo 2:10b está escrito:
“Y le puso por nombre Moshé, diciendo: Pues lo he sacado de las aguas.”

La hija de Paró puso el nombre “Moshé”[11] sobre el niño. Ese nombre viene de la palabra “mashá”,[12] que significa: “sacar (del agua)”, “hacer salir”, “extraer”, “salvar”. Moshé fue sacado de una muerte segura en el río, cf. Hechos 7:21, y por eso llegó a ser un cuadro profético del Mesías. Como Moshé fue sacado de la muerte en el río, el Mesías fue sacado de la muerte en el lago de fuego, cf. Salmos 18; 69; 88; Zacarías 3:2.
3) Moshé no se aferró a su gloria sino se unió a un pueblo esclavizado.
En Éxodo 2:11a está escrito:
Y aconteció en aquellos días, crecido ya Moshé, salió a sus hermanos...
Según he entendido, es posible que Moshé fuera el siguiente rey de Mitsrayim, puesto que eran los hijos de las hijas de los faraones que llegaron a ser los sucesores del trono. A pesar de esta posición de gloria y riqueza mundial, Moshé valoró su identidad hebrea más que todos los privilegios de Mitsrayim.
En Hebreos 11:24-27 está escrito
Por la fe Moshé, cuando era ya grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Paró, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Eloha, que gozar de los placeres temporales del pecado, considerando como mayores riquezas el oprobio del Mesías que los tesoros de Mitsrayim; porque tenía su mirada puesta en la recompensa. Por la fe salió de Mitsrayim sin temer la ira del rey, porque se mantuvo firme como viendo al Invisible.
De la misma manera como Moshé, Yeshúa cuando fue enviado al pueblo judío, no reclamó la gloria que el Eterno había destinado para él desde antes de que el mundo existiera, cf. Juan 17:5. Cuando había crecido, en lugar de aferrarse a la posición de gloria que le pertenecía y la semejanza de Eloha que tenía, cf. Mateo 17:2, se vació de sí mismo y se presentó al mundo como cualquier hombre, cf. Filipenses 2:6-7.
4) Moshé fue rechazado por su propio pueblo cuando vino la primera vez.
En Éxodo 2:14a está escrito:
¿Quién te ha puesto por gobernante y juez sobre nosotros?
Esta fue la primera vez que Moshé intentó llegar al corazón de sus hermanos. Pero no le reconocieron. En esto encontramos un evento profético que habla de lo que iba a pasar con el Mesías en su primera venida a su pueblo, Juan 1:11.
Es cierto que miles y miles le recibieron cuando vino. Es cierto que tres mil le recibieron en el día de Shavuot (Pentecostés), cuando cayó la Ruaj Ha-Kódesh (Espíritu de Santidad). Es cierto que más adelante la Escritura dice que cinco mil le habían recibido en Yerushalayim. Es cierto lo que dice Hechos 21:20 que hasta más de 30,000 en Yerushalayim le habían recibido como el Mesías. Es cierto que los primeros 100,000 creyentes mesiánicos eran solamente judíos y es cierto que se calcula que cerca del año 100 de la Era común, alrededor de 1,000,000 le habían recibido como el Mesías prometido, el Mesías ben Yosef. Pero tristemente la mayoría del pueblo de Israel no le recibió cuando vino, y él fue rechazado por los líderes y jueces de la nación judía, que eran los suyos. Por esto él les fue quitado durante mucho tiempo para luego ser presentado otra vez con poder, igual que Moshé.
5) Moshé volvió a Israel después de mucho tiempo.

En Éxodo 2:23a está escrito:
Y aconteció que pasado mucho tiempo...

Aunque Moshé estuvo lejos de su pueblo durante mucho tiempo, su corazón estaba con ellos. Y a pesar de que pudo tener una familia propia, nunca se sentía integrado en el pueblo y la cultura de su suegro Yitró. El primer hijo que tuvo con su esposa Tsiporá fue llamado Guer-shom, que significa “extranjero allí”. Moshé nunca se sentía como en casa con su suegro. Su corazón estaba con los israelitas en Mitsrayim. Después de cuarenta años Moshé fue enviado de vuelta a Mitsrayim para enfrentar al Paró y sacar a los hijos de Israel de su poder.
De la misma manera el Mesías va a volver, después de mucho tiempo, a Israel con la autoridad del Padre celestial para liberar definitivamente a los hijos de Israel de la opresión del sistema del Nuevo Orden Mundial.
6) Moshé fue enviado para enfrentarse directamente con el Paró y destruir su poder mágico.
En Éxodo 3:10a está escrito:
Ahora pues, ven y te enviaré al Paró...
El poder mágico de Mitsrayim tenía el pueblo hebreo bajo esclavitud. La única forma de liberar al pueblo era desafiar a los poderes de los dioses falsos de Mitsrayim. También el Paró era adorado como un dios. Los dioses mitsríes habían sido creados con el fin de manipular al pueblo por medio de ellos. Los magos que había en Mitsrayim conocían los poderes mágicos de los demonios. Moshé fue enviado para desafiar todo ese poder demoníaco que estaba dominando el sistema mundial político de aquel entonces.
De la misma manera el Mesías vino al mundo para deshacer las obras de hasatán, como está escrito en 1 Juan 3:8b:
“El Hijo de Eloha se manifestó con este propósito: para destruir las obras de hasatán.”
Cuando Yeshúa murió, en la misma noche que el cordero pascual fue comido por el pueblo de Israel, el poder de hasatán fue destruido para siempre, como está escrito en Hebreos 2:14-17a:
Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, El igualmente participó también de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenía el poder de la muerte, es decir, hasatán; y librar a los que por el temor a la muerte, estaban sujetos a esclavitud durante toda la vida. Porque ciertamente no toma a los ángeles, sino que toma a la descendencia de Avraham. Por tanto, tenía que ser semejante a sus hermanos en todo...

7) Moshé fue enviado para liberar al pueblo de la esclavitud bajo el Paró en Mitsrayim.
En Éxodo 3:10b está escrito:
“Para que saques a mi pueblo, los hijos de Israel, de Mitsrayim.”
El Paró simboliza a hasatán. Mitsrayim simboliza el mundo, y la esclavitud de nuestros padres simboliza la esclavitud de los seres humanos bajo el poder del pecado que mora en ellos.
Como Moshé fue enviado para liberar al pueblo de Israel del poder del Paró, así el Mesías vino para liberarnos del poder de hasatán.
Como Moshé fue enviado para liberar al pueblo de Israel de la tierra de Mitsrayim, así el Mesías vino para liberar a los hijos de Avraham del sistema de este mundo.
Como Moshé fue enviado para liberar al pueblo de Israel de la esclavitud, así el Mesías vino para liberarnos de la esclavitud del pecado, como está escrito en la carta a los Romanos6:5-7:
Porque si hemos sido unidos a él en la semejanza de su muerte, ciertamente lo seremos también en la semejanza de su resurrección, sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue colgado en un madero con él, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado; porque el que ha muerto, ha sido libertado del pecado.

8) Moshé reveló el Nombre Santo del Padre al pueblo.

En Éxodo 3:16a está escrito:

Ve y reúne a los ancianos de Israel, y diles: YHWH
Cuando Moshé recibió el llamado de ir al pueblo de sus padres, quiso saber el Nombre de su Eloha. Los hijos de Israel conocían el Nombre del Santo, bendito es, y al venir Moshé pronunciando su Nombre delante de ellos, reconocieron que verdaderamente había conocido el Eloha de Avraham, Yitsjak y Yaakov. Moshé fue encomendado pronunciar el Nombre delante del pueblo, según está escrito en Shemot (Exodo) 3:15:

Dijo además Elohim a Moshé: Así dirás a los hijos de Israel: "YHWH, el Eloha de vuestros padres, el Eloha de Avraham, el Eloha de Yitsjak y el Eloha de Yaakov, me ha enviado a vosotros." Este es mi nombre para siempre, y con él se hará memoria de mí de generación en generación.
Moshé fue ordenado pronunciar el Nombre delante de los hijos de Israel. Fue enviado para que ellos conocieran verdaderamente el significado de ese nombre, un significado maravilloso de liberación de la esclavitud, de redención y de salvación.

De la misma manera vino Yeshúa en el Nombre de YHVH, como está escrito en Juan 12:13 (cf. Salmo 118:25-26):

¡Hoshiana! (sálvanos por favor) Bendito el que viene en el NOMBRE de YHVH, el Rey de Israel.
Si Yeshúa hubiera sido YHVH, estaría escrito: “Bendito YHVH, que viene”. Pero no lo dice. No es lo mismo ser el Eterno que venir en el Nombre del Eterno. Yeshúa no vino en su propio nombre, sino en el Nombre de su Padre, cf. Juan 5:43. Vino para dar a conocer el Nombre, como está escrito en Juan 17:6a, 26:

He manifestado tu Nombre a los hombres que del mundo me diste... Yo les he dado a conocer tu Nombre, y lo daré a conocer, para que el amor con que me amaste esté en ellos y yo en ellos.
Es posible que Yeshúa fue juzgado y condenado a muerte por el Sanedrín precisamente por haber pronunciado el Nombre Sagrado delante de ellos. Lo llamaban blasfemia, según está escrito en Mateo 26:64-66:

Yeshúa les dijo... desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del Poder (por la reacción del sumo sacerdote entendemos que aquí pronunció el Nombre, citando del Salmo 110:1), y viniendo sobre las nubes del cielo. Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos de más testigos? He aquí, ahora mismo habéis oído la blasfemia; ¿qué os parece? Ellos respondieron y dijeron: ¡Es reo de muerte!
Según el Talmud, pronunciar el Nombre Sagrado fuera del templo es considerado como blasfemia.
Como Moshé vino a dar a conocer el Nombre de Eloha a Israel, así el Mesías Yeshúa vino para dar a conocer el nombre de Su Padre a Israel.

9) Moshé hizo milagros extraordinarios.
En Éxodo 4:5a está escrito:

Por esto creerán que se te ha aparecido YHVH..

Moshé fue enviado para hacer milagros extraordinarios. No hemos visto ningún hombre en la tierra, hasta venir el Mesías Yeshúa, que haya podido hacer milagros tan grandes como los que hizo Moshé. Hay rabinos que dicen que Yirmeyahu (Jeremías) es el profeta prometido, que fue levantado como Moshé, porque como a Moshé, el Eterno también le dijo a Yirmeyahu que Sus palabras fueron puestas en su boca, cf. Jeremías 1:9. Es cierto que Yirmeyahu hablaba la Palabra del Eterno, pero no hizo los milagros que hizo Moshé. Por lo tanto él no podía haber sido el profeta que el Eterno levantaría como Moshé.


No cabe duda de que los milagros hechos por el Mesías Yeshúa, documentados en los cuatro libros llamados Evangelios, constituyen una evidencia de que él es el cumplimiento de la promesa de un profeta como Moshé, con la autoridad del Padre para hacer toda clase de milagros extraordinarios, entre ellos abrir los ojos de los ciegos, limpiar a los leprosos, restaurar a los paralíticos, expulsar a los demonios y levantar a los muertos.

En Juan 15:24 está escrito:
Si yo no hubiera hecho entre ellos las obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora las han visto, y me han odiado a mí y también a mi Padre.”
Como Moshé fue enviado a hacer milagros extraordinarios para enfrentar al maligno y liberar al pueblo, así el Mesías Yeshúa vino con todo el poder del cielo para destruir las obras de hasatán y liberar al pueblo de Israel y al mundo entero, de las consecuencias de la esclavitud del pecado.

10) Moshé habló las palabras de YHVH.
En Éxodo 4:12b está escrito:

Yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que has de hablar

Moshé fue el profeta número uno de Israel. No hay ninguno que haya escrito tantas palabras del Eterno como él. Mediante su ministerio nos ha llegado la revelación de la Torah de una forma maravillosa. Sin embargo, el Mesías nos trajo la máxima revelación de la Torah de Eloha, como está escrito en Mateo 5:17-18:

No penséis que he venido para abolir la Torah o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir. Porque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más pequeña ni una tilde de la Torah, hasta que toda se cumpla.

La palabra “Torah” se refiere en este contexto a los cinco libros de Moshé. El Mesías no vino para anular nada de los escritos de Moshé, sino al contrario, confirmarlos y explicarlos para que podamos cumplirlos correctamente. La palabra “cumplir” en este contexto se refiere a un término rabínico que tiene que ver con una aplicación correcta de los mandamientos. Cumplir no significa de ninguna manera terminar o acabar, sino llevar a su máxima aplicación práctica en la vida diaria.

Como Moshé vino como profeta para darnos la Torah, la Palabra de Elohim, así vino el Hijo de Eloha como el profeta de los profetas para hablarnos definitivamente lo que había en el corazón del Padre cuando la Torah fue dada, como está escrito en Hebreos 1:1-2:

Eloha, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por su Hijo, a quién constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también el universo.

11) Moshé es llamado Elohim

En Éxodo 4:16b está escrito:

Tú serás Elohim para él

Moshé es llamado Elohim en las Escrituras. Es exactamente la misma palabra que es usada para el Creador en Génesis 1:1. Elohim es la palabra más frecuente en las Escrituras para “Eloha”[13] y es usada principalmente para el Creador, pero también para los ángeles. En un par de ocasiones es usada para hombres, en Éxodo 4:16; 7:1 (Moshé), y en Éxodo 22:8-9, donde ha sido traducida como "jueces", refiriéndose a los jueces de Israel. El título Elohim tiene que ver con poder, autoridad y juicio, y en este caso vemos que el Padre delega su autoridad tanto a los ángeles como a los hombres. De esta manera Moshé es llamado “Elohim”, por la autoridad delegada que recibió.  
En Éxodo 7:1 está escrito:  

Yo te he hecho Elohim para Paró

Como Moshé ha recibido la autoridad delegada de funcionar en lugar de Eloha en la tierra, así el Yeshúa ha recibido el derecho de ser llamado Elohim y llevar el Nombre sobre todo Nombre, que es el Nombre del Padre – YHVH – como está escrito en Juan 1:1:  
“Y el Verbo era Elohim (juez supremo)


En Filipenses 2:9 está escrito:

Eloha también le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el Nombre que es sobre todo nombre"
El Nombre sobre todo nombre es la forma hebrea de YHVH. Yeshúa ha recibido ese nombre. Esto significa, obviamente, que él no lo tenía antes, y que no lo tiene en sí mismo.

En Hebreos 1:8a está escrito:

Pero del Hijo dice: Tu trono, oh Elohim, es por los siglos de los siglos...” 

Hay muchas más áreas de la vida de Moshé que podríamos sacar como sombras del Mesías, pero vamos a parar aquí recordando las palabras de Yeshúa en Juan 5:39, 46 donde dice:

Examináis las Escrituras, porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí... Porque si creyerais a Moshé, me creeríais a mí, porque de mí escribió él.
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"Justicia, Justicia perseguirás, para que vivas, y heredes la tierra que Elohim te ha dado".
Aquí encontramos al Talmud discutiendo directamente sobre las dos "justicias".  La sugerencia del Talmud es fascinante: Hay, de hecho, dos clases de justicia: ley estricta y acuerdo.  El Talmud más adelante ilustra este principio con el siguiente ejemplo:
"¿Cómo es esto? - Ej.: cuando se encuentran dos barcos en un río; si ambos intentan pasar simultáneamente, ambos se hundirán, mientras que si uno deja el paso al otro, ambos pueden pasar.  Asimismo, si dos camellos se encuentran mientras están ascendiendo a Bet Jorón; si ambos ascienden al mismo tiempo, ambos pueden caer en el valle; pero si ascienden uno a uno, los dos subirán.  ¿Cómo entonces, ellos tienen que actuar?  Si uno está cargado y el otro no está cargado, el último tiene que dejar el paso al primero.  Si uno está más cerca de su destino que el otro, el primero debe dejar el paso al último.  Si ambos están a igual distancia del destino, que hagan un acuerdo entre ellos, el que va a seguir adelante compensando al que dejará pasar" (Sanhedrín 32b).
La "justicia" descripta aquí es subjetiva, de acuerdo a la situación.  El lugar no es la sala de justicia sino los ríos y caminos mundanos.  Aquí también, la justicia debe ser perseguida.  Encontrar soluciones equitativas a situaciones prácticas complicadas es parte de la búsqueda de justicia.
La razón para darle poder al rey de esta manera era para cuidar el espíritu de la ley, de no ser pisoteado por la adherencia estricta a la ley, cumpliéndola al pie de la letra.  El mandato de las cortes era para apoyar la letra de la ley, mientras que el mandato del rey servía para apoyar al espíritu de la ley.  Esta dicotomía creaba un todo fantástico y equilibrado.  Cuando las cortes funcionaban como un brazo autónomo del sistema legal, adhiriéndose y reforzando cada ley, el peligro aún existía de que las cosas podían "caer entre las grietas".  En tales casos, el rey podía actuar garantizando que el espíritu de la ley quedara intacto.
Sin embargo, este sistema tenía un peligro.  Por definición, el rol del rey era ilimitado.  ¿Qué es lo que prevenía que el rey abuse de este increíble poder?  Rabenu Nisim presenta una imagen hermosa para contestar a esta pregunta. Nosotros sabemos que hay una ley que dice que el rey debe llevar consigo un rollo de Torá en todo momento.  Rabenu Nisim explica que la misma persona con el poder de romper la ley debe llevar la Torá consigo.  Es por eso que los reyes de Israel estaban ordenados llevar la Torá en todo momento, como un recordatorio de lo que estaba en juego.
Este análisis, el cual es interesante, no parece darnos ninguna visión del pasaje citado anteriormente en nombre de Rabí Eliézer ben Iaacov, respecto de las medidas inusuales tomadapor la corte.  Rabenu Nisim explica que el Talmud está describiendo la situación después de la abolición de la monarquía.  En la ausencia del rey, el rol del rey se trasladó a las cortes. 
Las cortes llevaban dos sombreros, los que apoyaban la ley al pie de la letra y los que cuidaban el espíritu de la ley.  Cuando un caso terminaba de acuerdo a la normativa, al proceso prescripto, los jueces tenían que preguntar la siguiente pregunta: "¿Ha sido cumplida la justicia?"  Si la respuesta era negativa, los jueces asumían el rol del rey y cuidaban el espíritu de la ley.  Por supuesto que las personas encargadas de esta función eran aquellas que tenían una gran afinidad con la Torá y sus valores.  Hay veces que la ley debe ser puesta a un lado en función de cuidar la ley:
Es tiempo de trabajar para el Señor, ellos han invalidado Tu Torá (Salmos 119:26).
El entendimiento del Rambán sobre el versículo es que una "justicia" se refiere a las cortes terrenales, mientras que la otra "justicia" se refiere al Tribunal Celestial.  Si el hombre no tiene éxito en hacer un mundo justo, el juzgamiento real lo espera arriba.  El Rambán basa su enseñanza en el Sefer Bahir, uno de los tratados místicos más oscuros:
Si el hombre tiene éxito en llegar a la justicia, la Presencia Divina, la Shejiná fluye.  Por otro lado, si el hombre no crea un mundo justo, se aplica el Juzgamiento Divino.
Se debe buscar la justicia no sólo a un nivel nacional sino a un nivel individual también, pues hay una reacción Divina al trabajo del hombre a un nivel individual también.  
Bondad y verdad se encuentran; rectitud y paz se besan.  La verdad surge de la tierra; y la rectitud mira desde el cielo.  También, Eloha dará aquello que es bueno; y nuestra tierra dará su producto (Salmos 85:11-13).
Cuando el hombre busca, y encuentra, la verdad en esta tierra, la rectitud de Elohim fluye desde el cielo.  Los Rabinos explicaron estos versículos en un famoso pasaje del Midrash:
Rabí Shimón dijo: Cuando Elohim creó a Adam, los ángeles se unieron en distintos grupos y partidos, algunos de ellos dijeron: 'Que él sea creado', mientras que otros dijeron: 'Que él no sea creado'.  Está escrito: amor y verdad lucharon juntos, rectitud y paz lucharon uno contra otro (Salmos 85:11).  El amor dijo: 'Que él sea creado pues él hará actos de amor'; la verdad dijo: 'Que él no sea creado pues él está compuesto de falsedad'; la rectitud dijo: 'Que él sea creado pues él hará actos justos'; la paz dijo: 'Que él no sea creado pues él está lleno de luchas'.  ¿Qué hizo Eloha?  Él tomó a la verdad la tiró al piso.  Dijeron los ángeles ante Elohim: 'Soberano del Universo!  ¿Por qué desprecias Tu sello?  Que la verdad se levante del piso!'.  Es así que está escrito: 'Que la verdad surja de la tierra' (85:12)… Rabí Huna el Anciano de Sepforis dijo: mientras que los ángeles estaban discutiendo unos con otros, D'os creó al hombre.  Él les dijo a ellos: '…El hombre ha sido creado!' (Midrash Rabá Bereshit 8:5).
El hombre busca la verdad en su propio dominio, lo que no es siempre una función simple.  Pero cuando él tiene éxito, se convierte en un socio de Elohim, lo cual es algo que incluso escapa al entendimiento de los ángeles.
Debemos encontrar el equilibrio entre la justicia y la rectitud.  Sólo alguien que tiene un conocimiento profundo de la ley puede atreverse a pasar los límites de la letra de la ley en búsqueda de la rectitud.  Una búsqueda rigurosa de la verdad, la cual recibirá ayuda desde el Cielo, nos permitirá crear una sociedad justa y recta.  Una sociedad semejante será, sin duda, redimida.
¡Shabat  Shalom!
Bibliografía: Torah y Brit Hadasha, Midrash, Stefan Blad
Recopilación y anexos.
YIRMIYAHU BEN ISRAEL