viernes, 23 de abril de 2021

Parashá 29 Ajarei mot – 30 Kedoshim

 

Parashá 29 Ajarei mot – 30 Kedoshim

Levítico 16:1 – 20:27

Para ser compartida en el Shabat del 12 de Siff (Iyyar) de 5.781

Abril 24 de 2.021

Aliyot de la Torá: (cuando se lee Ajarei mot juntamente con Kedoshim):

  1. 16:1-24
  2. 16:25 – 17:7
  3. 17:8 – 18:21
  4. 18:22 – 19:14
  5. 19:15-32
  6. 19:33 – 20:7
  7. 20:8-27

Haftará: Ezequiel 22:1-19 (A); 22:1-16 (S)

Brit Hadasha: Mateo 16:1 – 18:35

Ajarei mot

Significa “Después de la muerte”.

Kedoshim

Significa “santos”.

Comentarios

“Se Santos como Yo soy Santo”

Primera aliyá,  VaYikra19:1-14

19:2  “Habla a toda la congregación de los hijos de Israel y diles: "Seréis santos porque yo, YHVH vuestro Eloah, soy santo.” – Según el Midrash,[1] este texto muestra que cuando Moshé transmitió la Torá al pueblo de Israel no solía reunir a toda la congregación de una vez. Por regla general Moshé se reunió primero con su hermano Aharón y le transmitió de manera profunda todo lo que había recibido del Eterno. Luego Aharón se sentó a la mano derecha de Moshé. Después vinieron los dos hijos de Aharón, Elazar e Itamar, y Moshé repetía las enseñanzas a ellos según su nivel de comprensión. Ellos luego se sentaron cerca de su padre Aharón y su tío Moshé. Después fue repetido el mismo pasaje de la Torá a los ancianos de Israel según su nivel de comprensión y, finalmente, Moshé repitió toda la enseñanza a todos los varones del pueblo. Este fue el procedimiento normal para transmitir la Torá al pueblo. Moshé, por lo tanto, escuchó la misma lección cinco veces, una vez directamente de el Eterno y cuatro veces de su propia boca.

Pero en esta ocasión Moshé recibe la orden de convocar a toda la asamblea, inclusive las mujeres y los niños. La razón para hacerlo fue que esta sección contiene muchísimas leyes que tienen que ver con todo el pueblo y, según Rashí, porque la mayor parte de las leyes esenciales de la Torá dependen de esta Parashá. Por ejemplo, en esta sección se encuentra la ley general de amar al prójimo como a sí mismo. También se puede encontrar mandamientos muy similares a las diez palabras que fueron pronunciadas ante todo el pueblo en Sinai.[2] En total hay 51 mandamientos en esta Parashá.

Este versículo también nos enseña que la santidad no es solamente para los sacerdotes y levitas, sino para toda la congregación de los hijos de Israel. La santidad consiste en ser separados de las costumbres que son practicadas por los pueblos que están alejados del Eterno y dedicarse a Él en obediencia a Sus mandamientos.

19:3  “Un hombre ha de reverenciar a su madre y a su padre. Y guardaréis mis shabats; yo soy YHVH vuestro Eloah.” – La palabra hebrea que ha sido traducida como “reverenciar” es “yaré”,[3] y significa “temer”, “reverenciar”. Hay una diferencia entre este mandamiento y el de Éxodo 20:12 donde está escrito: Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean prolongados en la tierra que YHVH tu Eloah te da.

La palabra hebrea que ha sido traducida como “honrar” es “kavad”,[4] que significa “ser pesado”, “ser rico”, “tener honra”, “ser una carga”. En Éxodo 20 está escrito que debemos honrar a nuestro padre y a nuestra madre, y en Levítico 19 está escrito que debemos temer a nuestra madre y a nuestro padre. No es lo mismo honrar que temer. Honrar a los padres tiene que ver con dar a los padres los bienes materiales que necesitan y satisfacer todas sus necesidades, como está escrito en Mateo 15:3-6:

“Y respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Eloah a causa de vuestra tradición? Porque Eloah dijo: "HONRA A tu PADRE Y A tu MADRE," y: "QUIEN HABLE MAL DE su PADRE O DE su MADRE, QUE MUERA." Pero vosotros decís: "Cualquiera que diga a su padre o a su madre: 'Es ofrenda a Eloah todo lo mío con que pudieras ser ayudado', no necesitará más honrar a su padre o a su madre." Y así invalidasteis la palabra de Eloah por causa de vuestra tradición.

Aquí vemos que la honra a los padres tiene que ver con una ayuda económica. Honrar a los padres también implica obedecerles en el Señor, como está escrito en Efesios 6:1-3:

“Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor, porque esto es justo. HONRA A TU PADRE Y A tu MADRE (que es el primer mandamiento con promesa), PARA QUE TE VAYA BIEN, Y PARA QUE TENGAS LARGA VIDA SOBRE LA TIERRA.

En el texto de Éxodo aparece primero el padre y luego la madre en referencia a la honra, pero en el texto de Levítico aparece primero la madre y luego el padre en referencia al temor, o a la reverencia. ¿Por qué aparece primero la madre y luego el padre en este texto? ¿Se debe temer más a la madre que al padre?

Vamos a dar dos explicaciones a esto. Por regla general, es más fácil temer, en el sentido de respetar y reverenciar, al padre, por su forma masculina de ser, que la madre. El niño tiende a aprovecharse de la dulzura y el carácter suave de la madre. Es más fácil faltar el respeto a la madre que al padre. Por esto la Torá pone la madre primero, para que no dejemos de mostrarle respeto a nuestras madres, sino respetar a los dos padres por igual.

Sin embargo, al mirar el contexto vemos que hay una escala de reverencia, madre, padre y el Eterno. Es una escala invertida de autoridad. Según este orden, el niño va aprendiendo durante el desarrollo de su vida quién está por encima de él. Primero aprende a temer a la madre, que es la que más tiempo se dedica a él durante sus primeros años de vida. Luego el niño aprende a reverenciar a su padre y finalmente aprende a reverenciar a Eloha. Este texto nos enseña que una manera de mostrar respeto a Eloha es guardar el shabat. El que no guarda el shabat no teme al Eterno. El que teme al Eterno guarda el shabat.

El Shabat es un mandamiento prueba. Es una Mitsva que determina nuestra verdadera relación como pueblo con el Creador del Universo.

Respetar a los padres implica, entre otras cosas, que un hijo no puede contradecir las palabras de ellos. Tampoco puede decir: “Lo que dice mi padre es correcto”. Si los padres tienen sillas reservadas para ellos un hijo no debe sentarse en ellas.

El texto hebreo dice literalmente: “Un hombre...” Esto nos enseña que el varón casado está más comprometido con sus padres que la mujer casada. Una mujer casada no está obligada a obedecer a sus padres cuando su marido diga algo contrario. En el momento de su boda, la mujer pasa de estar bajo la autoridad de su padre a estar bajo la autoridad de su esposo, como está escrito en 1 Corintios 11:3:

Pero quiero que sepáis que la cabeza de todo hombre es el Mesías, y la cabeza de la mujer (casada) es el hombre (con el cual está casada), y la cabeza del Mesías es Eloah.

19:4  “No os volváis a los ídolos, ni hagáis para vosotros dioses de fundición; yo soy YHVH vuestro Eloah.” – La raíz de la palabra que ha sido traducida como “volváis” es “paná”,[5] y significa “encarar”, “volverse a”, “mirar hacia”. Esto implica que está prohibido mirar con curiosidad y asombro a los ídolos y a las estatuas. Según Rambam,[6] en la práctica también implica que está prohibido leer cualquier libro, escuchar conferencias o involucrarse en cultos, religiones o filosofías que sean extraños a la Torá.

Cuando una persona admira o mira con asombro a los edificios y las imágenes de los dioses paganos se hace culpable de quebrantar este mandamiento.

ni hagáis para vosotros dioses de fundición” – Está prohibido fabricar ídolos, incluso para los no judíos. Esto incluye la prohibición de comerciar con estatuas idolátricas, santos católicos, crucifijos, budas y demás objetos de culto pagano. También está prohibido a un israelita sacar beneficio económico de la idolatría de los gentiles.

19:10 “Tampoco rebuscarás tu viña, ni recogerás el fruto caído de tu viña; lo dejarás para el pobre y para el forastero. Yo soy YHVH vuestro Eloah” – La Torá enseña que hay que tratar a los pobres de manera favorable. El Eterno tiene un corazón muy sensible a las necesidades de los débiles y nos ordena ayudar de forma práctica y económica a los necesitados.

19:11 “No hurtaréis, ni engañaréis, ni os mentiréis unos a otros.” – Este hurto tiene que ver con objetos materiales. Como hay más de un mandamiento que prohíbe el hurto, se entiende que los dos están hablando de dos cosas diferentes. El primer mandamiento contra el hurto se encuentra en las diez palabras, como está escrito en Éxodo 20:15:

No hurtarás.

Como la infracción voluntaria de la mayoría de los mandamientos que están en las diez palabras trae la pena de muerte, también se interpreta que el hurto del cual se está hablando allí no es el hurto de las cosas, sino de las personas, con otras palabras, del secuestro. El secuestro es un delito que merece la pena capital, como está escrito en Éxodo 21:16:

El que secuestre a una persona, ya sea que la venda o sea hallada en su poder, ciertamente morirá.

Así que, en Levítico 19 se habla del hurto de los objetos. Está prohibido apropiarse de cualquier cosa que sea de otra persona. Yaakov vivía con su suegro durante 20 años y cuando salió de allí podía testificar que no había tomado absolutamente nada de lo que pertenecía a Laván, como está escrito en Génesis 31:37:

Aunque has buscado en todos mis enseres, ¿qué has hallado de todos los enseres de tu casa? Ponlo delante de mis parientes y de tus parientes para que ellos juzguen entre nosotros dos.

Esta actitud muy cuidadosa que había en nuestro padre Yaakov de no llevar nada de la casa de Laván, ni siquiera una cucharita o una aguja para coser, es un buen ejemplo para todos nosotros.

Como el Eterno está dando el tiempo a cada persona, el tiempo es algo que cada uno tiene que administrar correctamente y no perder. Por lo tanto está prohibido tomar el tiempo de una persona sin su permiso. Fulano se acerca a Mengano, que es un hombre muy ocupado, y le pide cinco minutos para hablar. Mengano accede y está dispuesto a darle cinco minutos de su precioso tiempo, pero Fulano no respeta los cinco minutos sino que sigue hablando y hablando, sin ser consciente de que no solamente está pervirtiendo su propia palabra, sino realmente está hurtando el tiempo de Mengano.

Otra forma de hurtar es llegar tarde a una cita. El que llega tarde está hurtando el tiempo precioso de las personas que le están esperando. Si uno llega tarde y no cumple con su compromiso para llegar a cierta hora, no solamente ha corrompido su palabra, sino también ha hurtado el tiempo de los demás.

Otra manera de hurtar es trabajar con negligencia. Si el patrón ha contratado a un obrero para trabajar, ese obrero es digno de su salario si trabaja. Pero si es negligente en su trabajo, o toma pausas sin permiso, está hurtando de su patrón. ¿Cómo luego tiene conciencia para cobrar por un tiempo que no ha trabajado, o por un trabajo que ha sido hecho de mala manera? Un hombre santo trabaja igual cuando el jefe esté presente que cuando no está. Si alguien necesita un jefe que le vigile para que trabaje bien y no tome pausas innecesarias en su trabajo, es un ladrón. Un verdadero israelita es uno en quien no hay engaño, como está escrito en Juan 1:47:

Yeshúa vio venir a Natanel y dice de él: He aquí un verdadero israelita en quien no hay engaño.

Otra forma de hurto es cuando Fulano intenta convencer a Mengano, que es miembro de otra congregación, para que deje su congregación para venir a formar parte de la congregación de Fulano.

En esta escritura el mandamiento de no hurtar está escrito de forma plural. Esto nos enseña que cualquiera que sepa de un hurto y no diga nada, también es culpable. El que no habla se convierte en un compañero del que pecó.

19:12 “Y no juraréis en falso por mi nombre, profanando así el nombre de tu Eloah; yo soy YHVH.” – El contexto habla del dinero. Cuando una persona hurta, tiende a esconder su delito engañando al prójimo, cf. v. 11. Si no se arrepiente tiende a mentir. Puede tratarse de un depósito confiado o algo prestado que la persona niega haber recibido. Es posible que también llegue a jurar en falso por el nombre del Eterno delante de una corte de justicia, Beit Din, diciendo que no se apropió de los bienes del otro. Es un delito grave jurar algo por el nombre de Eloha que no es verdadero.

Rashí señala que cuando este texto dice: “no juraréis en falso por mi nombre” se está refiriendo a cualquiera de los nombres de Eloah, puesto que en Éxodo 20:7 sólo se refiere al Nombre sagrado, YHVH. (Tetragramaton)

Esta escritura nos enseña que está permitido jurar por el nombre del Eterno. La prohibición solamente es contra el hecho de jurar en falso por su Nombre. ¿Cómo entonces podemos entender el texto de Mateo 5:33-37 donde el Mesías nos está enseñando acerca de no jurar, como está escrito:

“También habéis oído que se dijo a los antepasados: "NO JURARAS FALSAMENTE, SINO QUE CUMPLIRÁS TUS JURAMENTOS A YHVH." Pero yo os digo: no juréis de ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Eloah; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Yerushalayim, porque es LA CIUDAD DEL GRAN REY. Ni jurarás por tu cabeza, porque no puedes hacer blanco o negro ni un solo cabello. Antes bien, sea vuestro hablar: "Sí, sí" o "No, no"; y lo que es más de esto, procede del mal.”?

Al leer este texto nos da la impresión de que el Mesías prohíbe jurar. En tal caso su enseñanza iría en contra de la Torá que permite jurar, cf. Génesis 21:31; 24:9; Números 30:2. El manuscrito hebreo de Mateo, llamado DuTillet, nos puede traer luz sobre esta cuestión. Allí está escrito: “no juréis por ninguna cosa”, en hebreo “shum davar”. Así que el Mesías no prohíbe el juramento en sí, sino un juramento que se hace por las cosas. El contexto de Mateo 5 confirma esta interpretación, donde habla de que no se puede jurar por el cielo, la tierra, Yerushalayim o la cabeza, que son cosas. Pero sí está permitido hacer un juramento por el nombre del Eterno, con tal que no se haga en vano, sin cumplirlo.

19:13 “No defraudarás a tu prójimo, ni le robarás. El salario de un jornalero no ha de quedar contigo toda la noche hasta la mañana.” – La Torá sigue hablando del dinero. Aquí hay tres prohibiciones acerca de tomar o retener el dinero del otro. La primera implica no tomar ventaja de una posición favorable para retener el dinero del otro. Por ejemplo, si alguien debe dinero a otro, no podrá retenerlo haciendo excusas, o utilizando trucos para seguir reteniéndolo.

La segunda prohibición implica no robar en público con violencia, en contraste con el versículo 11 donde se está refiriendo al hurto que se hace en secreto.

La tercera prohibición implica no demorar el pago de un obrero, más tiempo de lo acordado. Ese delito es considerado como si se tomara el alma del trabajador.

Al ver tantas prohibiciones en contra del hurto entendemos la gravedad de este pecado en los ojos de Elohim. El hurto produce maldición para el que lo practica, como está escrito en Zacarías 5:1-4:

Alcé de nuevo mis ojos y miré, y he aquí un rollo que volaba. Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: Veo un rollo que vuela; su longitud es de veinte codos y su anchura de diez codos. Entonces me dijo: Esta es la maldición que sale sobre la faz de toda la tierra; ciertamente todo el que roba será destruido según lo escrito en un lado, y todo el que jura será destruido según lo escrito en el otro lado. La haré salir--declara YHVH de los ejércitos-- y entrará en casa del ladrón y en casa del que jura por mi nombre en falso; y pasará la noche dentro de su casa y la consumirá junto con sus maderas y sus piedras.

19:14 “No maldecirás al sordo, ni pondrás tropiezo delante del ciego, sino que tendrás temor de tu Eloah; yo soy YHVH.” – Hay una relación entre no maltratar al minusválido, el sordo y el ciego, y el temor al Eterno. Por un lado significa que al maltratar a los débiles se está maltratando al Eterno que los ha creado. Por otro lado tiene que ver con una actitud de desprecio en el corazón que sólo YHVH conoce. Está prohibido menospreciar al débil en el corazón, aprovecharse de él, burlarse de él o fastidiarle. Por eso dice “y temerás a tu Eloah”. Eloha ve la actitud secreta del corazón de cada uno. Y si alguien teme a HaShem no va a pensar mal de los que sufren algún desperfecto.

Si interpretamos este texto en el nivel remez, alegórico, aprendemos que poner tropiezo delante de un ciego también puede significar dar un consejo malo al ignorante. El temor de Eloah es un antídoto contra este delito. El que sabe que el Eterno conoce sus pensamientos no va a aprovecharse de un ignorante para su propio beneficio o para producirle daño.

Segunda aliyá, 19:15-22

19:15 “No haréis injusticia en el juicio; no favorecerás al pobre ni honrarás al grande, sino que con justicia juzgarás a tu prójimo.” – Este texto no está hablando a cualquier ciudadano en Israel, sino a los jueces. El ciudadano no tiene el derecho de juzgar a su prójimo, como está escrito en Mateo 7:1-6:

“No juzguéis para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis, seréis juzgados; y con la medida con que midáis, se os medirá. ¿Y por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo puedes decir a tu hermano: "Déjame sacarte la mota del ojo", cuando la viga está en tu ojo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás con claridad para sacar la mota del ojo de tu hermano. No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las huellen con sus patas, y volviéndose os despedacen.

El texto de Levítico 19:15 nos enseña que la Torá fue escrita, en primer lugar, para los jueces de Israel. Un juez no puede favorecer a un pobre por compasión si ha cometido un delito. El estado social no puede cambiar la justicia. De la misma manera está prohibido para un juez honrar a un hombre que es grande, en el sentido de rico. Si él cambia su conducta o su sentencia ante un rico por el hecho de que tiene dinero o porque pudiera tener el poder para hacerle daño, es un juez perverso. Esta actitud también está prohibida entre los ciudadanos. Si honramos a una persona rica solamente por su estado económico, y no damos el mismo honor al que es pobre, cometemos pecado y hacemos acepción de personas, como está escrito en Jacobo (Stg.) 2:1-9:

Hermanos míos, no tengáis vuestra fe en nuestro glorioso Señor Yeshúa HaMashíaj con una actitud de favoritismo. Porque si en vuestra sinagoga entra un hombre con anillo de oro y vestido de ropa lujosa, y también entra un pobre con ropa sucia, y dais atención especial al que lleva la ropa lujosa, y decís: Tú siéntate aquí, en un buen lugar; y al pobre decís: Tú estate allí de pie, o siéntate junto a mi estrado; ¿no habéis hecho distinciones entre vosotros mismos, y habéis venido a ser jueces con malos pensamientos? Hermanos míos amados, escuchad: ¿No escogió Eloah a los pobres de este mundo para ser ricos en fe y herederos del reino que Él prometió a los que le aman? Pero vosotros habéis menospreciado al pobre. ¿No son los ricos los que os oprimen y personalmente os arrastran a los tribunales? ¿No blasfeman ellos el buen nombre por el cual habéis sido llamados? Si en verdad cumplís la Torá real conforme a la Escritura: AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO, bien hacéis. Pero si mostráis favoritismo, cometéis pecado y sois hallados culpables por la Torá como transgresores.

con justicia juzgarás a tu prójimo” – Esto puede entenderse de varias maneras. Primero en el nivel peshat, simple, como hemos mencionado antes, de manera que un juez no puede tener en cuenta el estado económico del procesado a la hora de dictar sentencia. Esta oración serviría para reafirmar lo antes dicho.

La segunda manera de interpretación de este texto es que el procesado debe ser considerado inocente hasta que se demuestre lo contrario con pruebas y testigos.

Una tercera manera de entender sería que, en el caso de duda de la conducta de una persona, se debe de interpretar su conducta de la manera más benévola, por no saber exactamente las razones y los motivos detrás de ese comportamiento dudoso que se parece a una conducta pecaminosa. Nunca juzgues una persona sin haber estado en su situación. El que es benévolo en su manera de tratar a su prójimo, recibirá un juicio más misericordioso ante el tribunal del Mesías. 

19:16 “No andarás de chismoso entre tu pueblo; no te quedarás quieto ante la sangre de tu prójimo; yo soy YHVH.” – El chismoso es el que escucha un mal informe de otro y lo pasa a un tercero y luego se dirige al que fue calumniado y le revela lo que se dijo de él. Aunque sea cierto lo que se ha transmitido, se considera como chisme, en hebreo “rejilut”, y está prohibido por la Torá.

La raíz de la palabra hebrea que ha sido traducida como “quedarás quieto” es “amad”,[7] y significa “estar de pie”, “estar quieto”. Entonces el sentido de esta oración es que no se puede quedar quieto ante el peligro de muerte de un ser humano, judío o no, si uno tiene la posibilidad de salvarle. La vida humana es tan valiosa que está permitido quebrantar casi todos los demás mandamientos para salvar una sola alma. Sin embargo, en el caso de que su propia vida esté en peligro, no hay obligación para ayudar al otro.

Esto también implica que está prohibido quedarse callado si uno puede testificar a favor de otro para salvarle de una condena ante el Beit Din.

19:17 “No odiarás a tu compatriota en tu corazón; ciertamente reprenderás a tu prójimo, y no portarás pecado a causa de él.” – El odio en secreto está prohibido. Hay personas que nos caen mal sin que haya una razón lógica que explique por qué. Simplemente no nos gustan. En esos casos es importante no dejar lugar a ese sentimiento engañoso del corazón, sino tomar una decisión de amar al prójimo a pesar de que no nos cae bien. Con estas personas el Eterno nos está poniendo a prueba para ver si estamos dispuestos a amar sin tener sentimientos favorables hacia el prójimo. El amor no es simplemente una emoción, es una decisión de ser benévolo con el prójimo, incluso sin que me dé algo beneficioso a cambio.

El mandamiento de reprender al prójimo es uno de los más difíciles. A nadie nos gusta reprender ni ser reprendido. La carne dentro de nosotros es muy orgullosa y no acepta una corrección, especialmente si viene de uno que es semejante o inferior a nosotros. Sin embargo, es importante tomar en serio este mandamiento para vigilar sobre el bienestar de nuestros hermanos en la fe. Una persona madura y espiritual aprecia una reprensión dada en su justo momento porque sabe que puede equivocarse fácilmente aunque sea madura. Por eso, aprecia la corrección para poder mejorar su conducta y evitar errores que causen daño al nombre de Adonay a sí mismo y al prójimo.

Hay algunas indicaciones generales que nos ayudan a cumplir este mandamiento correctamente:

1.     El que ve a otro israelita quebrantar una norma directa de la Torá debe corregirlo, aún cuando sepa que el otro no acepte la reprensión.

2.     Si el error cometido por el otro no es una prohibición directa de la Torá y el que lo ve está seguro de que no va a aceptar la reprensión, no debe corregirlo.

3.     Si la persona que ve al otro cometer una falta no sabe si el otro le va a hacer caso o no, debe reprenderlo incluso si comete una falta que no sea contra una ley directa de la Torá.

4.     El mandamiento de reprender a otro sólo se aplica cuando el otro es una persona que desea cumplir la Torá. No se aplica sobre un malvado o sobre uno que desprecia abiertamente la Torá, cf. Proverbios 9:8.

5.     Si el Beit Din está en condiciones para castigar al que infrinja una prohibición, está obligado a hacerlo.

6.     El que esté obligado a corregir a otro debe hacerlo hasta que el trasgresor esté a punto de insultarlo o golpearlo, cf. 1 Samuel 20:32-33.

“y no portarás pecado a causa de él” – Este texto nos enseña varias cosas. Primero, si reprendes a tu prójimo, no pecas. Segundo, si no reprendes a tu prójimo, llevarás pecado por causa de él, como está escrito en Ezequiel 3:18-19:

Cuando yo diga al impío: "Ciertamente morirás", si no le adviertes, si no hablas para advertir al impío de su mal camino a fin de que viva, ese impío morirá por su iniquidad, pero yo demandaré su sangre de tu mano. Pero si tú has advertido al impío, y éste no se aparta de su impiedad ni de su camino impío, morirá él por su iniquidad, pero tú habrás librado tu vida.

En Mateo 18:15-17 está escrito:

Y si tu hermano peca, ve y repréndelo a solas; si te escucha, has ganado a tu hermano. Pero si no te escucha, lleva contigo a uno o a dos más, para que TODA PALABRA SEA CONFIRMADA POR BOCA DE DOS O TRES TESTIGOS. Y si rehúsa escucharlos, dilo a la congregación; y si también rehúsa escuchar a la congregación, sea para ti como el gentil y el recaudador de impuestos.

Estos textos nos muestran que tenemos una responsabilidad para corregirnos mutuamente para no llevar pecado por causa del otro, como también está escrito en Hebreos 3:12-13:

Tened cuidado, hermanos, no sea que en alguno de vosotros haya un corazón malo de incredulidad, para apartarse del Eloah vivo. Antes exhortaos los unos a los otros cada día, mientras todavía se dice: Hoy; no sea que alguno de vosotros sea endurecido por el engaño del pecado.”

Sin embargo, para no llevar pecado por causa de la reprensión hacia el otro es importante considerar varias cosas. Primero, la reprensión no debe ser hecha en público, para no avergonzar al que peca, como nos enseña el Rebe Yeshúa, “ve y repréndelo a solas”. Sin embargo, hay casos cuando los líderes tienen que ser corregidos en público para que su pecado no sea un mal ejemplo para el pueblo, cf. 1 Timoteo 5:19-20.

En segundo lugar, debemos cuidar nuestra voz y las palabras para que la reprensión no dañe al trasgresor, cf. 2 Timoteo 2:24-26.

Si una persona no hace caso a la primera advertencia, uno debe buscar dos o tres testigos para corregirlo con más peso. Si aún así no quiere arrepentirse el caso debe ser llevado a la corte de justicia, el Beit Din, aquí traducido como “congregación” en el texto de Mateo 18:17. Si el trasgresor rehúsa hacer caso a la sentencia del Beit Din, será considerado como un gentil y un colaborador con un pueblo invasor, con otras palabras, ya no es un miembro de la congregación de los hijos de Israel.

En Mateo 7:3-6 está escrito:

“¿Y por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo puedes decir a tu hermano: "Déjame sacarte la mota del ojo", cuando la viga está en tu ojo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás con claridad para sacar la mota del ojo de tu hermano. No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las huellen con sus patas, y volviéndose os despedacen.”

Para poder corregir a otra persona correctamente, uno debe ser cuidadoso de no ser culpable del mismo delito. Si alguien está infringiendo un mandamiento sin haber hecho teshuvá, arrepentimiento, tiene una mala conciencia que le da un sentimiento de culpa. El sentimiento de culpa puede estar basado en una realidad, que uno viva en pecado, o en una mentira, sin que uno viva en pecado. En ambos casos la culpabilidad tiende a buscar errores y pecados en los demás. Como uno se siente acusado por su propia conciencia, por sí mismo o por otros, es fácil proyectar ese sentimiento sobre otras personas y señalar y acusar los errores de los demás. El que se siente acusado acusa a los demás. También hay una tendencia de buscar auto justificación en los pecados de otros que viven una vida peor que uno mismo. Estas dos reacciones, la acusación y la auto justificación son síntomas de un alma enferma que no ha experimentado el perdón de sus pecados.

Sin embargo, el que primero ha tratado con su propia viga, no solamente está en condiciones para corregir al prójimo, sino está obligado a hacerlo, cuando las condiciones sean favorables. Yeshúa nos enseña, que después de sacar la viga del ojo de uno mismo, debemos ayudar al hermano a ser liberado de su paja. Pero si el otro no es un hermano, sino un perro o un cerdo, no vale la pena echarle estas perlas santas, porque las pisotearía y nos haría daño.

Cuando compartamos la palabra del Eterno cuidémonos de que sea con gente sensata y no con tercos e irresponsables que solo quieren imponer su propia opinión, esto sería como tirar las perlas a los cerdos. Pues el valor de la verdad es mas grande que el de cualquier piedra preciosa, pero solo el que sabe de ellas puede dimensionar su pureza.

Solo debemos buscar espíritus que buscan del Eterno dispuestos a desprender lo mal aprendido para aprender de la verdad y esto se consigue con personas de espíritu noble que deseen conocer del dador de la vida.

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Shabat Shalom!!

Preparado por: HOSHEA BEN YISRAEL

jueves, 15 de abril de 2021

Parashot 27-28. Tazría - Metsorá

 

Parashot 27-28. Tazría - Metsorá

Levítico 12:1-15:33

Par ser leída y estudiada en el Shabat del 5 de Siff (Iyyar) del 5.781

Abril 17 de 2.021

 

Aliyás de la Torá (cuando se lee Tazría junto con Metsorá):

1.  12:1 – 13:23

2.  13:24-39

3.  13:40-54

4.  13:55 – 14: 02

5.  14:21-32

6.  14:33 – 15:15

7.  15:16-33

Haftará: 2 Reyes 4:42 – 5:19

Código Real (HaTsofen HaMaljutí): Mateo 10:1 – 12:50

Tazría

Significa “ella concibe”.

Metsorá

Significa Leproso

1 Introducción

Tazria

Levítico 12:1 Y habló el Eterno a Moisés, diciendo: 2. Habla a los hijos de Israel y diles: La mujer, cuando hubiere concebido y dado a luz un hijo varón, quedará impura siete días; igual que los días en que está separada (del esposo) por su estado mestrual mensual, quedará impura

Vayicra 12:1. Vayedaber Adonay el-Moshe lemor. 2. Daber el-beney Yisra'el lemor ishah ki tazria veyaldah zajar vetame'ah shiv'at yamim kimey nidat devotah titma

Metzora

Levítico 14:1 Y habló el Eterno a Moisés, diciendo: 2. Esta será la ley tocante al leproso, en el día de su purificación, cuando será llevado al sacerdote

Vayicra 14:1 Vayedaber Adonay el-Moshe lemor 2 Zot tihyeh torat hametsora beyom tahorato vehuva el-hakohen

2. Temas de la Perasha

La parasha habla sobre los siguientes temas:

Primera alía (12:1 - 13:23)
Leyes para la parturienta. Algunas leyes relacionadas con la tzaraát -lepra- de las personas.

Segunda alía (13:24 - 39)
Otras leyes relacionadas con la tzaraát de las personas

Tercera alía (13:40 - 54)
Más leyes relacionadas con la tzaraát de las personas. Leyes relativas a la tzaraát de las ropas.

Cuarta alía (13:55 - 14:20)
Otras leyes relativas a la tzaraát de las ropas. La purificación del metzorá -persona enferma de tzaraát-.

Quinta alía (14:21 - 32)
La purificación del metzorá pobre.

Sexta alía (14:33 - 15:15)
Las leyes de la tzaraát de las casas. Algunas leyes relativas a la impureza de las personas.

Séptima alía (15:16 - 33)
Otras leyes relativas a diversas impurezas del hombre y de la mujer.

Esta semana leeremos dos perashot –porciones- juntas las cuales se aborda la problemática que enfrentarían las personas como consecuencia de usar indebidamente su lengua para dañar al prójimo, dicha problemática sería la tzaraát, la cual comúnmente se traduce como lepra, y si bien el tema se ha abordado en otros años, en esta ocasión quisiera compartir con ustedes lo ocurrido con la tzaraát pero en el Brit Jadashá –Pacto Renovado-, ya que podríamos plantearnos algunas interrogantes como: ¿existen muestras de tzaraát en el Brit Jadashá? ¿fueron tratadas como lo dictamina el TaNaJ –mal llamado Antiguo Testamento-? ¿Yehoshúa (Yeshúa) cumplió con la Torah en ese sentido? ¿es acaso una muestra de que efectivamente Yeshúa es el Mesías?, esperando que a todos nos resulte edificante el resolver estas y otras interrogantes, veamos pues la Tzaraát en el Brit Jadashá.

3. Enseñanza

Antes de comenzar, deben conocer que en la Torah –Lit. Instrucción, en su sentido más amplio, la Voluntad del Eterno- tiene una denominación de la persona enferma de Tzaraát, se le llamaba Metzora, término que desde luego usaré para denotar el individuo aquejado de dicho mal. Existe un tratado en el Talmúd –la compilación de la tradición oral de Israel- llamado Negaim, el cual, basándose primordialmente en Vayicrá -Levítico- 13 y 14, registra lo relacionado a este terrible mal de la tzaraát, y antes de ver los casos que se dieron de tzaraát en el Brit Jadashá, familiaricémonos con las reglamentaciones de la Tzaraát las cuales las resumiré en 9, veámoslas:

1.- Si un hombre presentaba  hinchazón, llaga o erupción sobre su piel, debería presentarse ante el cohen –sacerdote-:

Vayicra 13:1 Habló el Eterno a Moishé y a Aarón, y les dijo: 2«Cuando el hombre tenga en la piel de su cuerpo una hinchazón o una erupción o una mancha blanca, y haya en la piel de su cuerpo como una llaga de lepra, será llevado a Aarón, el sacerdote, o a uno de sus hijos, los sacerdotes.

2.- El cohen deberá reconocer si es tzaraát y al constatarlo lo declarará impuro:

Vayicra 13:3 El sacerdote mirará la llaga en la piel del cuerpo; si el vello en la llaga se ha vuelto blanco y se ve la llaga más profunda que la piel de la carne, llaga de lepra es. El sacerdote lo reconocerá y lo declarará impuro.

3.- El cohen debería estar completamente seguro para declarla:

Vayicra 13:4 »Si en la piel de su cuerpo hay una mancha blanca, pero no se ve más profunda que la piel ni el vello se ha vuelto blanco, entonces el sacerdote encerrará al llagado durante siete días. 5 Al séptimo día el sacerdote lo examinará, y si la llaga conserva el mismo aspecto y no se ha extendido en la piel, entonces el sacerdote lo volverá a encerrar por otros siete días. 6 Al séptimo día el sacerdote lo reconocerá de nuevo; si ve que se ha oscurecido la llaga, y que no se ha extendido en la piel, entonces el sacerdote lo declarará limpio: era una erupción. Lavará sus vestidos y quedará limpio.

4- En caso de que el tzaraát deja de tener la carne viva del Metzora –enfermo de tzaraát- se declarará límpio:

Vayicra 13:12 »Pero si la lepra brota y se extiende por la piel, de modo que cubre toda la piel del llagado desde la cabeza hasta los pies, hasta donde pueda ver el sacerdote, 13 entonces este lo reconocerá. Si la lepra ha cubierto todo su cuerpo, declarará limpio al llagado; toda ella se ha vuelto blanca, y él es limpio. 14 Pero el día que aparezca en él la carne viva, quedará impuro. 15 El sacerdote examinará la carne viva y lo declarará impuro, pues la carne viva es impura: es lepra. 16»Pero cuando la carne viva cambie y se vuelva blanca, entonces irá al sacerdote, 17 y el sacerdote lo examinará. Si la llaga se ha vuelto blanca, el sacerdote declarará limpio al que tenía la llaga, y quedará limpio.

5.- En caso de que el Metzora sane, pero vuelva a presentarse hinchazón, volverá al cohen para que le examine y dictamine su actual condición:

Vayicra 13:18 »Cuando una persona tenga en su piel una llaga, que luego sana, 19 pero en el lugar de la llaga aparece una hinchazón o una mancha blanca rojiza, será mostrado al sacerdote. 20 El sacerdote lo examinará; si ve que está más profunda que la piel, y que su vello se ha vuelto blanco, el sacerdote lo declarará impuro: es lepra que brota de la llaga. 21 Pero si el sacerdote la examina y no ve en ella vello blanco, ni que es más profunda que la piel, sino oscura, entonces el sacerdote lo encerrará por siete días. 22 Si se ha extendido por la piel, entonces el sacerdote lo declarará impuro: es una llaga. 23 Pero si la mancha blanca permanece en su lugar y no se ha extendido, es la cicatriz de la llaga, y el sacerdote lo declarará limpio.

6- En caso de que una llaga salga como consecuencia de una quemadura de fuego será examinado por el cohen:

Vayicra 13:24 »Asimismo cuando haya en la piel del cuerpo una quemadura de fuego, y aparezca en la parte quemada una mancha blanquecina, rojiza o blanca, 25 el sacerdote la examinará. Si el vello se ha vuelto blanco en la mancha, y esta es más profunda que la piel, es lepra que salió en la quemadura. El sacerdote lo declarará impuro por ser llaga de lepra. 26 Pero si el sacerdote la examina y no hay en la mancha vello blanco, ni es más profunda que la piel, sino que es oscura, lo encerrará el sacerdote por siete días. 27 Al séptimo día el sacerdote la reconocerá; y si se ha ido extendiendo por la piel, el sacerdote lo declarará impuro: es llaga de lepra. 28 Pero si la mancha permanece en su lugar y no se ha extendido en la piel, sino que es oscura, se trata de la cicatriz de la quemadura. El sacerdote lo declarará limpio, porque señal de la quemadura es.

7.- En caso de llaga en la cabeza o en la barba, también deberán las personas examinarse por el cohen:

Vayicra 13:29 »Cuando a un hombre o a una mujer le salga una llaga en la cabeza, o en la barba, 30 el sacerdote examinará la llaga. Si ve que es más profunda que la piel y que el pelo en ella es amarillento y delgado, entonces el sacerdote lo declarará impuro: es tiña, lepra de la cabeza o de la barba. 31 Pero si, al examinar la llaga de la tiña, el sacerdote ve que no es más profunda que la piel ni hay en ella pelo negro, encerrará por siete días al llagado de la tiña. 32 Al séptimo día el sacerdote examinará la llaga, y si la tiña no se ha extendido ni hay en ella pelo amarillento, ni se ve la tiña más profunda que la piel, 33 entonces hará que se rasure, salvo en el lugar afectado, y el sacerdote encerrará por otros siete días al que tiene la tiña. 34 Al séptimo día el sacerdote examinará la tiña, y si la tiña no se ha extendido en la piel ni es más profunda que la piel, el sacerdote lo declarará limpio; lavará sus vestidos y quedará limpio. 35 Pero si la tiña se ha ido extendiendo en la piel después de su purificación, 36 entonces el sacerdote la examinará, y si la tiña se ha extendido en la piel, no busque el sacerdote el pelo amarillento: es impuro. 37 Pero si le parece que la tiña está detenida y que ha salido en ella el pelo negro, la tiña está sanada; la persona está limpia, y limpia la declarará el sacerdote.

8.- En caso de que se presenten manchas blancas, igualmente deberán presentarse a ser examinados:

Vayicra 13:38»Asimismo cuando un hombre o una mujer tenga en la piel de su cuerpo manchas, manchas blancas, 39 el sacerdote lo examinará, y si en la piel de su cuerpo aparecen manchas blancas algo oscurecidas, es una erupción que brotó en la piel: la persona está limpia.

9.- En caso de pérdida de cabello con llagas deberá ser examinado por el cohen:

Vayicra 13:40»Si a un hombre se le cae el cabello, se queda calvo, pero limpio. 41 Si se le cae el cabello de la frente, se queda calvo por delante, pero es limpio. 42 Pero cuando en la calva o en las entradas haya una llaga blanca rojiza, lepra es que brota en su calva o en sus entradas. 43 Entonces el sacerdote lo examinará, y si la hinchazón de la llaga blanca rojiza en su calva o en sus entradas se parece a la de la lepra de la piel del cuerpo, 44 leproso es, es impuro. El sacerdote lo declarará luego impuro; en su cabeza tiene la llaga.

La tzaraát no solo podría contaminar al cuerpo humano, sino también lo podría hacer sobre objetos.

EL TZARAÁT EN OBJETOS

El capítulo que nos ocupa sigue enunciando hasta donde podría haber llegado la contaminación de tzaraát, el cual podría manifestarse en objetos como vestidos, de cualquier material como la lana, lino, cuero, etc:

Vayicra 13:47»Cuando en un vestido aparezca una mancha de lepra, ya sea vestido de lana o de lino, 48 o en urdimbre o en trama de lino o de lana, o en cuero, o en cualquier objeto de cuero, 49 y si la mancha es verdosa o rojiza, en vestido o en cuero, en urdimbre o en trama, o en cualquier objeto de cuero, es mancha de lepra y se ha de mostrar al sacerdote.

Todo objeto que diera indicios de tzaraát debería igualmente el dueño, hacerlos examinar por un cohen, tal y como lo hemos leído.

EL TZARAÁT EN LAS CASAS

Por falta de espacio, y sin llegar al detalle, deben también conocer que en el capítulo siguiente, es decir el 14 de Vayicra, desde el pasuk 32 al 53, se describe la posibilidad de que un lugar habitado igualmente se contamine:

Vayicra 14:33 Habló también Adonai a Moshé y a Aarón, diciendo: 34 Cuando hayáis entrado en la tierra de Canaán, la cual yo os doy en posesión, si pusiere yo plaga de lepra en alguna casa de la tierra de vuestra posesión, 35 vendrá aquel de quien fuere la casa y dará aviso al sacerdote, diciendo: Algo como plaga ha aparecido en mi casa.

En los versículos que corresponden al tzaraát en las casas, que previamente enuncié, describe las alternativas posibles para efectuar la purificación del lugar, hasta llegar al punto de que fuera imposible erradicarla y como consecuencia llegar hasta su destrucción total. Te invito a que leas los versículos con detenimiento por que hay mucho más para aprender.

Ahora que hemos visto las evidencias que podrían demostrar o no, la presencia de tzaraát en el cuerpo, objetos o casas, vayamos a ver la condición que debería de guardar el hombre o la mujer que tuviera tzaraát.

CONDICIÓN DEL METZORA

Existían cuatro condiciones básicas que debería guardar la persona contaminada con tzaraát, veámoslas:

1.- Deberá llevar vestidos rasgados:

Vayicra 13:45»El leproso que tenga llagas llevará vestidos rasgados ...

2.- Deberá llevar su cabeza descubierta y su rostro semicubierto:

Vayicra 13:45 ... y su cabeza descubierta, y con el rostro semicubierto ...

3.- Cuando vea a personas deberá gritar su condición:

Vayicra 13:45 ...gritará: “¡Impuro! ¡Impuro!”.

4.- El metzora deberá habitar fuera del campamento:

Vayicra 13:46 Todo el tiempo que tenga las llagas, será impuro. Estará impuro y habitará solo; fuera del campamento vivirá.

LA PURIFICACIÓN PARA EL QUE SANÓ DE TZARAÁT

Al comienzo del capítulo 14, desde el verso 1 al 32, se detalla el proceso que debería seguir el Metzora en caso de que presentara evidencias de sanarse, las cuales implicaban igualmente, al cohen para su revisión:

Vayicra 14:2 Esta será la ley para el leproso cuando se limpiare: Será traído al sacerdote, 3 y éste saldrá fuera del campamento y lo examinará; y si ve que está sana la plaga de la lepra del leproso

En el caso de que se concretara su limpieza, debería ofrecer al Eterno un sacrificio el cual sería la antesala de su purificación total, el cual incluiría dos aves:

Vayicra 14:4 el sacerdote mandará luego que se tomen para el que se purifica dos avecillas vivas, limpias, y madera de cedro, grana e hisopo. 5 Y mandará el sacerdote matar una avecilla en un vaso de barro sobre aguas corrientes. 6 Después tomará la avecilla viva, el cedro, la grana y el hisopo, y los mojará con la avecilla viva en la sangre de la avecilla muerta sobre las aguas corrientes; 7 y rociará siete veces sobre el que se purifica de la lepra, y le declarará limpio; y soltará la avecilla viva en el campo.

Una vez que fuera declarado limpio, no concluirían sus obligaciones en el proceso, sino que además debería rasurarse dos veces el cuerpo en un periodo de siete días tal y como lo leeremos a continuación:

Vayicrá 14:8 Y el que se purifica lavará sus vestidos, y raerá todo su pelo, y se lavará con agua, y será limpio; y después entrará en el campamento, y morará fuera de su tienda siete días. 9 Y el séptimo día raerá todo el pelo de su cabeza, su barba y las cejas de sus ojos y todo su pelo, y lavará sus vestidos, y lavará su cuerpo en agua, y será limpio.

Ya para el octavo día presentaría un sacrificio el cual incluiría dos corderos, una cordera, y harina:

Vayicra 14:8 Y el que se purifica lavará sus vestidos, y raerá todo su pelo, y se lavará con agua, y será limpio; y después entrará en el campamento, y morará fuera de su tienda siete días. 9 Y el séptimo día raerá todo el pelo de su cabeza, su barba y las cejas de sus ojos y todo su pelo, y lavará sus vestidos, y lavará su cuerpo en agua, y será limpio.

Es importante que destaque el hecho de que la enfermedad de Tzaraát, tal y como lo comente al principio, era provocada como consecuencia del lashón hará –mala lengua-, es decir, el hablar mal del prójimo, y por lo tanto era pecado, constatémoslo en el siguiente pasuk:

Vayicra 14:13 Y degollará el cordero en el lugar donde se deg:uella el sacrificio por el pecado y el holocausto, en el lugar del santuario; porque como la víctima por el pecado, así también la víctima por la culpa es del sacerdote; es cosa muy sagrada.

En la tradición de nuestro pueblo Israel, se enseña que dicha enfermedad no tendría curación medica, sino que la única alternativa para sanar, era acudir a la misericordia del Eterno, de ahí que el arrepentimiento tendría un papel fundamental para tal efecto, y también se sabe, que solamente existió mientras el Beit Hamikdash –Santo Templo- estuvo de pié, ¿la razón? Es que solamente podría cumplirse la purificación total con su correspondiente agradecimiento a el Eteno a través de ese lugar, mientras el Beit Hamikdash no estuvo o ha estado en pié, el tzaraát no se ha presentado.

En el caso de una persona de escasos recursos fuera afectada, para purificarse tenía una exención, es decir, no ofrecería el mismo sacrificio dado que implicaba un gasto considerable (que en tiempos modernos ascendería mas o menos a 380 dólares), y por lo tanto Adonai le permitía reducir el sacrificio:

Vayicra 14:21 Mas si fuere pobre, y no tuviere para tanto, entonces tomará un cordero para ser ofrecido como ofrenda mecida por la culpa, para reconciliarse, y una décima de efa de flor de harina amasada con aceite para ofrenda, y un log de aceite, 22 y dos tórtolas o dos palominos, según pueda; uno será para expiación por el pecado, y el otro para holocausto. 23 Al octavo día de su purificación traerá estas cosas al sacerdote, a la puerta del tabernáculo de reunión, delante del Eterno.

Con lo anterior, démonos cuenta que el paso para la purificación de un Metzora resultaba en un gasto considerable, implicando aún una inversión de tiempo, y toda vez que esto se cumplía, la purificación se concretaría, juntamente con la reintegración a su núcleo familiar y dicho sea de paso, eran dos las implicaciones considerables para el Metzora: 1) Las  económicas 2) Las sociales, las cuales, desde luego afectarían no solo al Metzora –enfermo de tzaraát- sino también a la familia, y detrás de ello el estigma social al evidenciar que la persona era sometida a un castigo divino como consecuencia de su lengua, ahora bien, recordemos que el metzora debía apartarse de su familia e incluso salir de la ciudad donde moraba, lo que provocaría que se juntara con otros metzoraim, y a mi juicio, podría provocar ello dos cosas: 1) que estando en compañía de otras personas que usaron mal su lengua se fortalecieran unos a otros esperando en la misericordia del Eterno, o 2) Que les resultara más difícil su reintegración a la sociedad por cuanto podrían caer sucumbidos ante el vicio que les provocaría seguir hablando mal de los demás en la medida que se rodeaba de personas semejantes.

En algunas religiones que dicen creer en las Escrituras, sustentan sus actividades en un amor que implica entre comillas el perdonar todo, sobrellevando actitudes negativas que resultan perjudiciales a la kehilá –congregación-, sin embargo no es necesariamente eso lo que la Torah  enseña, un buen ejemplo de ello es el Metzora, dado que las personas de nuestro pueblo deberían de alejarse de los metzoraim, e incluso, el metzora debería hacer público su estado no solo a través de su vestimenta, sino tal y cual lo hemos leído, si transitaba por un lugar de personas limpias de tzaraát, debía gritar: ¡impuro! ¡impuro! -¡tame! ¡tame!- Con el objetivo de que ellas se apartarán para no contaminarse, no obstante, la persona que se alejaba tenía la obligación de dedicar un instante para clamar al Eterno por la sanidad del metzora. Lo anterior me recuerda a un pasaje del Brit Jadashá del cual estoy convencido que el rabino Shaúl, -conocido como el apóstol Pablo- basándose en dicho principio mando lo siguiente:

1 Corintios 5:9 Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios; 10 no absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo. 11 Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis.

No debemos sustentar un supuesto “amor” a costillas de que una comunidad se vea afectada por comportamientos no propios que lleven a arrastrar a los demás al mismo mal, sin embargo es importante que conozcamos que el hecho de apartarnos de personas que llamándose a si mismas hijas del Eterno, no nos exime de clamar al Eterno para que sean restauradas y que su comportamiento negativo venga a ser quitado.

LA TZARAÁT EN EL BRIT JADASHA

En el Brit Jadashá aparecen varias alusiones a personas enfermas de tzaraát, que por cierto, en el griego del Brit Jadashá es de donde proviene la palabra Lepra, ya que el sinónimo de la palabra tzaraát en hebreo, en el griego se usó literalmente la palabra lepra, que al igual que tzaraát es un sustantivo femenino, el adjetivo en griego correspondiente a la palabra hebrea metzora es Lepros. Uno de los casos de tzaraát, lo registran tres escritores de las buenas nuevas, concretamente en Matitiaju –Mateo- 8 del 1 al 4, Marcos que es el que veremos, y  por último Lucas 5 del 12 al 16, leamos a Marcos:
 
Marcos 1:40 Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. 41Y Yeshúa, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. 42 Y así que él hubo hablado, al instante la lepra (Tzaraát) se fue de aquél, y quedó limpio. 43 Entonces le encargó rigurosamente, y le despidió luego, 44 y le dijo: Mira, no digas a nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos.
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Éste Metzora que no se da su nombre (muy probablemente se llamaba Shimón ver Mateo 26:6, Marcos 14:3, el cual en su casa se daría el evento del ungimiento de Yeshúa HaMashíaj –El Mesías- en su cabeza y en sus pies),  debió cumplir conforme a la Torah, y desde luego obedeciendo al Mesías con ir a presentarse al Cohen y seguir los lineamientos que están marcados en esta parasha, cumpliendo así con lo dispuesto por el Eterno y que Yeshúa usando un eufemismo a tal directriz uso la frase “lo que Moshé mando”, no por que fuera voluntad de hombre, en este caso de Moshé, sino por cuanto fue él, el que lo recibió del Eterno. Este ejemplo es una muestra mas de que Yeshúa fue un hombre observante de Torah, y cumplió escrupulosamente aún con el mínimo detalle.

Como he comentado previamente, la tzaraát solo podría ser sanada por el Eterno, de ahí que cuando Yeshúa sana al Metzora, provoca un revuelo en la sociedad, y con ello un aumento de fama, dado que si él había sanado, la mano del Eterno estaba detrás de él, leamos la continuación del evento antes descrito:

Marcos 1:45 Pero ido él, comenzó a publicarlo mucho y a divulgar el hecho, de manera que ya Yeshúa no podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes.

La historia de Yeshúa es histórica y de ninguna manera es un cuento o un mito creado, sino que los hechos que se registraron fueron notorios a sus contemporáneos.

Otro ejemplo con metzoraim y Yeshúa es cuando le aparecieron diez de ellos, clamaron por sanidad, y Mashíaj les insto a presentarse con el Cohen:

Lucas 17:11 Yendo Yeshúa a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. 12 Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos 13 y alzaron la voz, diciendo: ¡Yeshúa, Maestro, ten misericordia de nosotros! 14 Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados. 15 Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Elohym a gran voz, 16 y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano. 17 Respondiendo Yeshúa, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? 18 ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Elohym sino este extranjero? 19 Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.

Es de resaltar que solo uno volvió a agradecerle una vez que constato su sanidad, ¿cuántos habrán ido al cohen? Lo mas probable es que solo uno igualmente, lo que resalta el hecho de que en medio de problemas, las personas podrán clamar a un poder superior, incluso hacer compromisos, sin embargo, tristemente el resultado arrojará que muy probablemente, solo el 10% cumplirá.

Por otra parte, tengamos presente que la palabra “EXTRANJERO” no es del todo literal, pues este leproso que había regresado era de Samaria (Yisraelita) no de la tribu de Judá. Los judío no consideraban a los amaritanos como de su pueblo pues simbolizaban las tribus perdidas del norte

4. Conclusión


El Brit Jadashá da muestras de que existe una coherencia con el TaNaJ –mal llamado Antiguo Testamento-, y no solo eso, hay una armonía perfecta entre ambos, y de ninguna manera como tantas gentes quieren demostrar que fue la creación de una nueva religión, sino que el judaísmo fue la práctica del Mesías, de sus seguidores y de aquellos de entre los gentiles que serían llamados, el contraste cultural lo vivirían estos últimos, y poco a poco se integrarían a la comunidad con sus respectivas prácticas hebreas.

Yojanán –conocido como Juan- HaMatvil –el Inmersor- para el efecto de cerciorarse que Yeshúa fuera el Mashíaj, mandó a dos talmidim –estudiantes- a inquirirle:

Lucas 7:18 Los discípulos de Yojanán le dieron las nuevas de todas estas cosas. Y llamó Yojanán a dos de sus discípulos, 19 y los envió a Yeshúa, para preguntarle: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro? 20 Cuando, pues, los hombres vinieron a él, dijeron: Yojanán el El Inmersor nos ha enviado a ti, para preguntarte: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro? 21 En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista. 22 Y respondiendo Yeshúa, les dijo: Id, haced saber a Yojanán lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; 23 y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí.


Yeshúa les contestó con seis signos que debería tener el que fuera el Mesías según las profecías de Yeshaya –Isaías-:

1)    Los ciegos verán (Yeshaya 29:18; 35:5)
2)    EL cojo saltará o caminará (Yeshaya 35:6; 61:1)
3)    Sanar enfermos incluyendo a la tzarát (Yeshaya 61:1)
4)    Los sordos oirán (Yeshaya 29:18; 35:5)
5)    Levantar a los muertos (Implicado en Yeshaya 11:1-2)
6)    Dar buenas nuevas (Yeshaya 61:1-2)

Amados, las pruebas de que Yeshúa efectivamente fue el Mesías son muchas, y una pequeña muestra de ello es esta parasha, por lo que te invito a que entiendas: ¡Mashíaj puede venir hoy a tu vida incluyendo la demostración de los signos antes mencionados, solo basta creerle!

¡Shabbath shalom!

Adoptado por: HOSHEA BEN YISRAEL