PARASHA 15 BO (ven)
Éxodo 10:1 – 13:16
Para ser leída y estudiada en el
Shabat del 3 del 11° mes biblico (Shevat) de 5.783
(Enero 28 de 2.023)
Aliyás de la Torá:
1.
10:1-11
2.
10:12-23
3.
10:24 – 11:3
4.
11:4 – 12:20
5.
12:21-28
6.
12:29-51
7.
13:1-16
Haftará: Jeremías 46:13-28
Brit hadasha (pacto
renovado)
Lucas 5:12 – 7:50
Bo
Significa
“ven”.
Primera aliyá, 10:1-11
EL
ETRNO le dice a Moshé que venga a Paró (faraón). El Eterno ha hecho pesado los
corazones de Paró (faraón) y sus siervos para hacer grandes señales que serán
contados a los hijos y a los nietos de los israelitas, y también para que los
hijos de Israel sepan que él es ELOHA. Moshé y Aharón se presentan ante Paró y
le pide que deje ir al pueblo hebreo. Si no lo hace vendrán langostas que
cubrirán la tierra y comerán lo que se quedó del granizo y llenarán las casas.
Será algo que nunca se ha visto antes. Cuando Moshé sale, los siervos le dicen
a Paró que deje que el pueblo sirva a ELOHA porque Mitsrayim está destruido.
Hacen volver a Moshé y Aharón y Paró les dice que vayan a servir a ADONAY. Al
preguntar quiénes van a ir, Moshé contesta que irán con jóvenes y ancianos,
hijos e hijas, ovejas y vacas porque se va a hacer una fiesta al Eterno. Paró
dice que están pensando hacer mal. Sólo deja ir a los hombres. Luego los
expulsa de su presencia.
Segunda aliyá, 10:12-23
Por
orden de ELOHIM Moshé extiende su mano y el Eterno hace soplar un viento fuerte
del oriente todo el día y toda la noche que trae langostas que se asientan en
todo el territorio de Mitsrayim y el país se oscurece. Comen todo lo que quedó
desde el granizo y no dejan nada verde. Paró llama a Moshé y a Aharón y
reconoce que ha pecado. Pide que se le perdone y que oren para que se quite la
langosta. Moshé ora y un fuerte viento occidental arroja las langostas en el
mar de Cañas (Rojo). Pero ELOHA fortalece el corazón de Paró y no deja ir a los
hijos de Israel.
Por
mandato de ELOHA Moshé extiende su mano sobre el cielo y hay tinieblas sobre
todo Mitsrayim durante tres días de modo que nadie se ve ni se levanta. Pero
los hijos de Israel tienen luz donde moran.
Tercera aliyá, 10:24 – 11:3
Paró
llama a Moshé y dice que pueden ir a servir al Eterno con los pequeños, pero
dejando el ganado. Moshé dice que Paró también tendrá que darles sacrificios y
por eso el ganado tendrá que ir también. Pero ELOHA fortalece el corazón de
Paró y no los deja. Paró dice a Moshé que se aparte y que no vuelva a ver su
rostro, porque entonces morirá. Moshé dice que habló bien porque no volverá a
ver su rostro.
ELOHIM
dice que va a traer una plaga más sobre Paró y sobre Mitsrayim y entonces
echará a los hijos de Israel completamente. El pueblo tendrá que pedir de sus
vecinos objetos preciosos. El Eterno hace que el pueblo gana el favor de los
mitsríes. También Moshé es muy estimado en todo Mitsrayim.
Cuarta aliyá, 11:4 – 12:20
Moshé
dice a Paró que ELOHA va a salir por la noche por todo Mitsrayim y entonces
morirá todo primogénito, de los hombres y del ganado. Habrá un gran clamor en
todo Mitsrayim como nunca ha habido antes ni habrá. Pero los hijos de Israel no
sufrirán daño, para que sepan como ADONAY hace diferencia entre Mitsrayim e Israel.
Todos los siervos de Paró se inclinarán a Moshé pidiendo que salga con el
pueblo y entonces saldrá. Moshé sale de Paró ardiendo en ira. Paró no escucha
para que las maravillas del Eterno se multipliquen en Mitsrayim. Moshé y Aharón
han hecho todas estas maravillas ante Paró, pero ELOHA ha fortalecido su
corazón y no deja salir de su tierra a los hijos de Israel.
ELOHA
dice que este mes será el primer mes del año para los hijos de Israel. El día
diez del primer mes cada padre tendrá que traer a su casa un cordero o un
cabrito. El que tiene una familia pequeña podrá juntarse con el vecino más
cercano para que juntos puedan comer un cordero o un cabrito entero, según el
número de personas. El cordero o el cabrito será un macho, sin defecto, que
esté en su primer año. Será guardado hasta el día 14 para ser sacrificado por
la tarde. Parte de la sangre será puesta en los dos postes y en el dintel de la
casa donde lo coman. Hay que comer la carne esa noche, asada al fuego, junto
con pan sin levadura y hierbas amargas. No se puede comer crudo ni hervido,
sino asado, con cabeza, patas y entrañas. No se puede dejar nada para la mañana
siguiente. Lo que quede tendrá que ser quemado en fuego. Hay que comerlo
rápido, vestido para salir. Es el Pesaj del Eterno.
Esa
noche ELOHIM pasará por Mitsrayim para matar todo primogénito. Todos los Elohim
(dioses) serán juzgados por EL’. La sangre será señal para los hijos de
Israel. Cuando ELOHA vea la sangre saltará sobre ellos y ninguna plaga los
tocará. Ese día será recordada con la celebración de una fiesta al Eterno por
todas las generaciones.
Siete
días se comerá panes sin levadura. Antes del primer día hay que quitar toda
levadura de la casa. La persona que coma algo leudado durante los siete días
será cortada de Israel. El primer día y en el séptimo días habrá santas
convocaciones. En esos días sólo se puede trabajar preparando la comida que se
va a comer.
Hay
que guardar los panes sin levadura, porque en ese día ELOHA sacó a los
ejércitos de Israel de Mitsrayim. Ese día será guardado de generación en
generación. Se comerán panes sin levadura el primer mes desde el día 14 del mes
por la tarde hasta el día 21 del mes por la tarde. Está prohibido tener algo
leudado en casa durante ese tiempo y el que coma algo leudado será cortado de
la congregación, sea peregrino o nativo. Nada leudado se comerá, sino panes sin
levadura en todo lugar.
Quinta aliyá, 12:21-28
Moshé convoca a los ancianos y les
da instrucciones para preparar y sacrificar el Pesaj. Tendrán que usar hisopo para manchar el dintel y los postes de la
puerta. No se puede salir de la puerta hasta la mañana. Cuando ELOHIM vea la
sangre pasará sobre la puerta y el ángel destructor no tendrá permiso para
entrar. Esta ordenanza será guardada para siempre en la Tierra prometida.
Cuando los hijos pregunten qué significa este servicio, hay que contestarles
que es un sacrificio de Pesaj al Eterno que pasó por nuestras casas al herir a
los mitsríes. El pueblo hace reverencia y luego hace tal como ELOHA mandado.
Sexta aliyá, 12:29-51
A la
medianoche ELOHIM hiere a todos los primogénitos de Mitsrayim. Paró, sus
siervos y todos los mitsríes se levantan y claman. En todo hogar hay alguien
muerto. Paró llama a Moshé y Aharón diciéndoles que se vayan a adorar aE LOHA
con todo lo que han dicho. Los mitsríes apremian al pueblo para que salga
porque piensan que todos van a ser muertos. El pueblo toma la masa sobre sus hombros
antes de que se leudara. Los hijos de Israel piden objetos de valor y ropa de
los mitsríes, según las instrucciones de Moshé, y les conceden lo que piden,
despojando a los mitsríes.
Los
hijos de Israel, que son unos 600.000 varones sin contar los niños, parten de a
pie de Ramsés hacia Sukot. Con ellos sube una multitud mixta y mucho ganado. De
la masa coceen tortas de pan sin levadura. El tiempo que los hijos de Israel
habitaron en Mitsrayim fue de 430 años exactos. Esa noche es vigilia para ELOHA
para ser guardada por todos los hijos de Israel por todas las generaciones.
Ningún
extranjero podrá comer del Pesaj. Un esclavo de un israelita podrá comerlo si
se circuncida. Un peregrino o jornalero no podrá comerlo. Hay que comerlo en
una casa. No se puede sacar su carne fuera de la casa ni quebrantar ninguno de
sus huesos. Toda la congregación de Israel tendrá que hacer esto. Si un
residente quiere celebrar Pesaj al Eterno, tendrá que circuncidar todo varón de
su familia. Él será como un nacido en el país. Ningún incircunciso comerá de
él. El residente y el nativo tendrán la misma ley.
Los
hijos de Israel hacen tal como HaShem ha mandado a Moshé y Aharón. Ese mismo
día HaShem los saca de Mitsrayim en orden.
Séptima aliyá, 13:1-16
El Eterno habla con Moshé y dice
que hay que consagrarle todo primogénito de Israel, de hombres y animales.
Moshé dice al pueblo que se acuerde del día cuando el Eterno los sacó de la
casa de esclavos y no comerán nada leudado. El mes de Aviv es el de la salida.
Cuando el pueblo es llevado a la tierra prometida tendrá que hacer este
servicio en ese mes. Hay que comer matsá durante siete días. En el séptimo día
hay fiesta para el Eterno. Nada leudado se puede ver en todo el territorio.
Cada uno tiene que contar a su hijo que esto lo hace porque el Eterno le sacó
de Mitsrayim. Hay que poner esto como señal en la mano y un recordatorio entre
los ojos para que la Torá del Eterno esté en la boca. De año en año hay que
guardar esta ordenanza.
Al llegar a la
tierra prometida hay que pasar al Eterno todo macho que abre matriz tanto de
hombre como de ganado. Los primogénitos de los asnos serán redimidos con un
cordero, o matado. Todo hijo primogénito será redimido. Cuando el hijo pregunta
sobre esto hay que decirle que el Eterno nos sacó con mano fuerte de Mitsrayim,
la casa de esclavitud. Cuando Paró no nos dejó, ELOHA mató a todo primogénito
en Mitsrayim, de hombres hasta animales. Por eso se sacrifican todos los machos primogénitos de
los animales al Eterno pero todos los primogénitos de los hijos son redimidos.
Esto será como señal en la mano y insignias entre los ojos, porque ADONAY nos
sacó de Mitsrayim con poder.
Reflexión –
Pensemos
Para esta parasha
me he valido de los comentarios del diccionario del internet, tratando de
encontrar la versión del mundo sobre las plagas que Eloha con mediación de
Mosha y Aarón dispuso para sacar del yugo egipcio a su pueble Yisrael.
Esta ocasión
vamos examinar las plagas enviadas a Egipto (Mitzrayim)
por el endurecimiento del corazón del Faraón (Paroh)
·
1 El comienzo de las maldiciones
(Éxodo 5:1-5:9, 7:8-7:13)
o
2.1I- Las aguas se convierten en
sangre (Éxodo 7,14-24)
o
2.2 - La plaga de las ranas (Éxodo
8,1-15)
o
2.3 - Los piojos (Éxodo 8,16-19)
o
2.4 - Las moscas (Éxodo 8,20-32)
o
2.5 - La terrible peste sobre el
ganado (Éxodo 9,1-7)
o
2.6 - Las úlceras (Éxodo 9,8-12)
o
2.7 - La lluvia de Granizo y Fuego
(Éxodo 9,13-35)
o
2.8I - Las langostas (Éxodo
10,1-20)
o
2.9 - Las Tinieblas (Éxodo
10,21-29)
o
2.10- La muerte de todos los primogénitos
(Éxodo 11,1-10; 12,29-36)
· Las 10 plagas de Egipto (מכות מצרים o Makot
Mitzrayim), también conocidas simplemente como las diez plagas, son
una serie de calamidades sobrenaturales que, según la Torá, Eloha infligió a los egipcios para que el soberano
egipcio dejara partir a los hebreos
de Egipto.
La narración aparece en el segundo libro del la Torá, el Éxodo (en hebreo Shemot). Este libro
describe cómo Moshe y Aarón aperciben al faraón que, de no
liberar a su pueblo, Eloha les castigaría de manera sucesiva con diez grandes
males que caerían sobre Egipto. Conforme al relato, sólo después de la última
plaga el rey de Egipto libraría al pueblo hebreo de la esclavitud. El comienzo de las maldiciones (Éxodo 5:1-5:9, 7:8-7:13)
Moshe y Aarón se acercaron al faraón y le
entregaron la demanda encomendada por Eloha, que exigía que los esclavos
israelitas pudieran salir de Egipto a fin de que pudieran adorar a su Eloha
libremente. Tras una primera negativa del faraón, Eloha envió a Moshe y a Aarón
de nuevo a mostrarle un milagroso signo de advertencia. El cayado (vara de madera)
de Aarón se convirtió en un reptil. Los brujos del faraón también pudieron
convertir una vara en serpiente, sin embargo, la otra serpiente se tragó a las
serpientes de los brujos. Aún así el faraón rechazó las peticiones de los
hermanos.
Cabe anotar que existe el poder del mal aquí
representado en poder de los brujos egipcios, que obedecen a un panteón de
dioces . pero igualmente vemos que este poder está limitado frente a la
majestad del Creador.
Igualmente se revela que el mal como el bien está
manifestados en el poder de la emuná, es decir en lo que podamos creer a quien
le creamos. Los hermanos Moshe y Aarón tenían la convicción de que su vara
transformada en reptil tenía el respaldo del Creador de todo el universo, por
lo tanto, esta escena manifestaría que Su poder está por encima de toda
creación.
La existencia del poder del mal es para el hombre
un regulador de su libre albedrío ya que al no existir, el hombre perdería su
libertad y capacidad de decidir.
Un solo reptil destruyó a los reptiles de los
hechiceros y brujos que asesoraban al Faraón.
¿Porque Eloha permitió esto?, para mostrar su poder
y dominio sobre toda naturaleza y que el pueblo que se proponía liberar por
encima de los demás pueblos, que también son suyos, pera este era de su
exclusividad para su servicio.
Las 10 plagas de Egipto
Aquí se inicia un ataque que nuestro CREADOR plantea las deidades de Egipto,
para debilitar en el Paroh su creencia en los brujos y sus sacerdotes.
1 - Las aguas se convierten en sangre (Éxodo
7,14-24)
La primera plaga fue la de la sangre. Eloha dio instrucciones a Moshe para que
levantara su cayado sobre el río Nilo. Como consecuencia, toda el agua se convirtió en sangre, matando a todos
los peces del río y llenando Egipto de un olor nauseabundo durante siete días.
Los hechiceros del faraón demostraron entonces que también ellos podían
convertir el agua en sangre y el faraón, por lo tanto, no cedió ante las
demandas de Moshe.
Los hechiceros son mediadores de dioses agenos al Eterno
La falta de conocimiento y la prepotencia con
relación al Eterno hace al hombre que sea terco y apoyado en su propia opinión,
creyendo que el es quien sabe y puede acarrea sufrimientos personales y
colectivos. Esta es una nueva oportunidad para mostrar el poder del Creador,
haciendo pasar al arrogante por dificultades.
2 - La plaga de las ranas (Éxodo 8,1-15)
La segunda plaga de Egipto fueron los sapos. Eloha dio instrucciones a Moshe de que dijera a
Aarón que estirase su vara sobre el agua y manadas de sapos invadieron Egipto.
Los hechiceros del faraón fueron capaces de duplicar esta plaga con su magia, mediante
la invocación a sus dioses. Sin embargo, dado que no pudieron eliminarla, el
faraón se vio obligado a conceder a Moshe el permiso de salir a los israelitas,
a cambio de que éste accediera a acabar con ella. Para convencer al faraón de
que realmente la plaga era un castigo divino, Moshe dejó que el faraón eligiera
el momento en el que terminaría la plaga. El faraón eligió como fecha el día
siguiente, y todas las ranas murieron a la hora señalada. Sin embargo, el
faraón revocó su autorización y los Israelitas permanecieron en Egipto.
Cuando la dificultad asedia nuestra vida muchas
veces actuamos como el faraón. En la angustia aceptamos y buscamos de la
protección Divina, pero luego de que se ha superado el problema nos olvidamos
del Eterno y volvemos las andanzas que causaron el castigo y entramos en la
duda de la bondad de Eloha
3 - Los piojos (Éxodo 8,16-19)
Dijo el Eterno a Moshe: "Di a Aarón: Extiende
tu cayado y golpea el polvo de la tierra que se convertirá en piojos sobre todo
el país de Egipto." Así lo hicieron: Aarón extendió su mano con el cayado
y golpeó el polvo de la tierra; y hubo piojos sobre los hombres y sobre los ganados.
Todo el polvo de la tierra se convirtió en mosquitos sobre todo el país de
Egipto." (Éxodo 8:12-13) Éxodo 8:25
El sustantivo hebreo כִּנִּים (kinim)
podría traducirse como "mosquitos", "piojos" o "pulgas".
4 - Las moscas (Éxodo 8,20-32)
La cuarta plaga de Egipto fue de criaturas capaces
de dañar a las personas y al ganado. La Torá enfatiza que los ‘arob (עָרוֹב, que significa "mezcla" o "enjambre") sólo
vinieron en contra de los Egipcios, y que no afecto la Tierra de Gosén (donde
vivían los Israelitas). El Faraón le pidió a Moshe eliminar esta plaga y prometió
permitir la libertad de los Israelitas. Sin embargo, después de que la plaga se
fue, el Eterno "endureció el corazón de Faraón," y rehusó mantener su
promesa.
La palabra ‘arob ha causado
diferencias de opiniones entre intérpretes tradicionales. El significado puede
estar relacionado con "mezcla". Mientras la mayoría de los
intérpretes tradicionales entienden la plaga como "animales salvajes"
(tales como leones, serpientes venenosas, rinocerontes), Gesenius junto con
muchos intérpretes modernos entienden la plaga como un enjambre de moscas o
tábanos.
5 - La terrible peste sobre el ganado (Éxodo 9,1-7)
La quinta plaga de Egipto fue una terrible peste
que exterminó a los ganados egipcios, ya fueran caballos, burros,
camellos, vacas, ovejas o cabras. El ganado israelita resultó, una vez más,
ileso. De nuevo, el faraón no hizo concesiones.
6 - Las úlceras (Éxodo 9,8-12)
La sexta plaga de Egipto fue una enfermedad cutánea
que suele traducirse como "úlcera" o "sarpullido". Eloha le dijo a Moshe y Aarón que cada uno
tomase dos puñados de hollín de un horno, el cual Moshe dispersó en el cielo en
presencia del faraón. El hollín provocó úlceras en el pueblo y el ganado
egipcio. Los hechiceros egipcios resultaron afectados junto con todos los demás
y murieron, sin poder sanarse, mucho menos el resto de Egipto, pero ninguna de
las plagas tocaron Israel.
No olvidemos que Gosén es el territorio egipcio en
donde habitaban los israelitas. Lo anterior indica que el pueblo escogido puede
ser librado de castigo aun en tierra extranjera, cuando andan bajo cobertura
Divina-
7 - La lluvia de Granizo y Fuego (Éxodo 9,13-35)
La séptima plaga de Egipto fue una destructiva
tormenta. Eloha le dijo a Moshe que estirase su vara hacia el cielo, punto en
el cual la tormenta comenzó. Era incluso más sobrenatural que las plagas
anteriores, una poderosa ducha de granizo mezclada con fuego. La tormenta dañó
gravemente a los huertos y cultivos egipcios, así como a las personas y al
ganado. La tormenta azotó todo Egipto excepto la tierra de Gosén. El faraón le
pidió a Moshe que eliminara esta plaga y prometió permitir a los israelitas
adorar a Eloha en el desierto, diciendo que "este tiempo he pecado; Eloha
es justo, yo y mi pueblo somos malvados". Como una demostración de dominio
de Eloha sobre el mundo, la lluvia se detuvo tan pronto como Moshe comenzó a
orar a Eloha. Sin embargo, después de que la tormenta cesara, el faraón de
nuevo "endureció su corazón" y se negó a mantener su promesa.
8- Las langostas (Éxodo 10,1-20)
La octava plaga de Egipto fueron las langostas. Antes de la plaga, Moshe llegó al faraón y le advirtió de la inminente plaga de
langostas. Los funcionarios del faraón le suplicaron que permitiera que los
israelitas fueran libres, ya que iban a sufrir los efectos devastadores de una
plaga de langostas, pero éste aún era renuente a ceder. El orador propuso
entonces un compromiso: los hombres israelitas serían autorizados a marcharse,
mientras que las mujeres, niños y ganado se quedarían en Egipto. Moshe demandó
que cada persona y animal se fuera, pero el faraón se negó. Eloha entonces le
dijo a Moshe que estirase su vara sobre Egipto y recogió un viento del este. El
viento se mantuvo hasta el día siguiente, trayendo un enjambre de langostas. La
nube cubrió el cielo, arrojó sombras sobre Egipto y consumió el resto de los
cultivos egipcios, acabando con todos los árboles y las plantas. El faraón
volvió a pedirle a Moshe que eliminase esta plaga y se comprometió a permitir
que todos los israelitas pudiesen adorar a Eloha en el desierto. La plaga
desapareció, pero de nuevo no permitió a los israelitas salir.
9 - Las Tinieblas (Éxodo 10,21-29)
En la novena plaga, Eloha le dijo a Moshe que
estirase sus manos al cielo , para que la oscuridad cayera sobre Egipto. Esta
oscuridad era tan pesada que un egipcio podía sentirla físicamente. Duró tres
días, tiempo durante el cual sólo hubo luz en las casas de los israelitas. El
faraón entonces hizo llamar a Moshe y le dijo que dejaría salir a todos los
israelitas si las tinieblas eran retiradas de su tierra. Sin embargo, exigió
que las ovejas y vacas se quedasen; Moshe lo rechazó y dijo que en poco tiempo
el faraón ofrecería muchos animales para ser sacrificados. El faraón,
indignado, amenazó con ejecutar a Moshe si volvía a aparecer ante él. Moshe
contestó en efecto que no visitaría al faraón nuevamente.
Esta novena plaga era especialmente significativa.
Se trataba de un ataque directo al Faraón, ya que Ra era el dios egipcio del Sol. La plaga de
oscuridad demostraba que el Eloha de Moshe era más poderoso que el del faraón.
10 - La muerte de todos los primogénitos (Éxodo
11,1-10; 12,29-36)
La décima y última plaga fue la muerte de todos los
primogénitos de Egipto. Eloha ordenó a los hebreos marcar sus puertas con la
sangre de un cordero, ya que de esta forma no entraría el ángel de la muerte en
sus casas para matar a sus primogénitos. Primero, el ángel de la muerte fue al
pueblo de Gosén para comenzar su misión, pero no actuó gracias a la sangre del
cordero puesta en los umbrales de las puertas. Continúo su avance por Egipto y
como no había ninguna puerta marcada con la sangre de cordero, éste mató a los
primogénitos egipcios, incluyendo al hijo del faraón. Este fue el golpe más
duro a Egipto y la plaga que finalmente convenció al faraón de que debía
liberar a los hebreos. Después se arrepintió y fue en su busca pero, fue
atajado por los muros de agua marina que volvieron a su estado natural por
orden de Moshe y el gobernante, junto con su ejército mueren en el Mar
de los junkos.
El hombre busca causas físicas naturales para
minimizar las manifestaciones espirituales.
Expertos de todo el mundo ofrecen diversas
explicaciones científicas, muchas veces controvertidas, que darían cuenta de las diez plagas bíblicas y del éxodo
masivo del pueblo hebreo de Egipto.
En el documental El secreto de las diez Plagas de National
Geographic apuntan a dar una serie de explicaciones climatológicas
sobre cómo podrían haberse dado las 10 plagas de forma natural. Por ejemplo,
explican que la causa podría haber comenzado con la erupción del volcán de la isla de Santorini, Grecia, en torno al año 1500 a.e.c. que habrían provocado
terremotos que causarían escapes de dióxido de carbono y de hierro cerca del Nilo, los cuales al entrar en contacto
con el oxígeno, formarían hidróxido de hierro. Éste tornaría el agua de color rojo,
desencadenando la serie de sucesos que explicarían las diez plagas. La falta
de oxígeno generada por la
precipitación del hidróxido de sodio en el agua, provoca que todos los peces
mueran. Esto da origen a la segunda plaga, las ranas, que a diferencia de los
peces, pueden salir de las aguas contaminadas. La carencia de agua limpia crea
el ambiente propicio para la aparición de los piojos (tercera plaga), las
moscas (cuarta plaga) y las epidemias bacterianas entre los seres humanos y los
demás animales (quinta plaga). Paralelamente, el dióxido de carbono mezclado con el aire
indujo a la gente a una especie de coma, reduciendo la circulación sanguínea en
la piel causando sarpullidos (sexta plaga). El granizo con fuego, a lo que los
científicos llaman granizo volcánico (séptima plaga), era procedente de la
erupción en Santorini. Cuando la nube de cenizas alcanzó la estratósfera, se mezcla con la humedad y
forman una piedra muy similar al granizo. Las bajas temperaturas provocan que
nubes de langostas en masa se posen en Egipto (octava plaga). La nube de cenizas de 40 km
de altura por 200 km de diámetro alcanza el delta del Nilo y provoca oscuridad
(novena plaga). Tras la ceremonia que Moshe había ordenado realizar a los
israelitas - y que acabaría siendo conocida como la cena de Pesaj. Los egipcios dormían, entonces, la fuga de gas
que había provocado las primeras plagas al fin entró en erupción. El dióxido de carbono se filtró a la
superficie, y dado que es más pesado que el aire, mataría por asfixia a la
gente que dormía antes de disiparse en la atmósfera. Como los primogénitos de los
egipcios gozaban de privilegios por ser los herederos de las propiedades y
demás bienes, dormían en camas casi pegadas al suelo, mientras que los demás
miembros de la familia dormían en los segundos pisos. Los israelitas, sin darse
cuenta de lo que pasaba, pintaron con la sangre de cordero las puertas de sus
casas para evitar que sucediera lo mismo que con los egipcios.
Lo anterior es
explicación científica para que quienes descartan o niegan la intervención espiritual
celestial y así justifiquen los acontecimientos. Lo cierto es que no están
negando lo que pasó, sino atribuyendo a causas naturales lo cual ratifica la
veracidad de los hechos.
La versión científica afirma
que el relato bíblico es cierto y nos permite a los creyentes pensar que de
estos fenómenos físicos se valió Eloha para materializar sus designios. Que el relato
bíblico no narra bajo que efecto físico actuó. Y sucedió en los momentos en que
Moshe cumplía con los mandatos del Eterno permitiéndonos por nuestra emuná (fe)
ver los milagros y portentos que el Creador realizó por mediación de su ungido
Moshe, sin importar de que elementos se valió el Eterno para materializar sus
ordenes.
Lo que nos queda claro
es que la biblia no miente y que lo que sucedió pasó, cualquiera sea la formula tomada de su creación para producir
dicho efectos.
Conclusión
El pueblo Kadosh había
sido formado con propósitos definidos para servir al Eterno, como luz
resplandeciente para llevar su mensaje de salvación a las naciones.
La soberbia de un
gobernante lleva sus gobernados a la destrucción personal y colectiva.
El desconocimiento del
Eterno no nos permite ver su grandeza convirtiéndonos en sus detractores
permanentes, obedeciendo a deidades paganas que nos llevan a la destrucción.
El sabio en su propia
opinión solo reconoce su error cuando la adversidad lo agobia y es allí donde
da paso a la aceptación de que existe un ser Supremo y cuando recibe la
bendición vuelve a sus andanzas. La mala conducta recúrrete lleva a la
destrucción de su entorno familiar, social y personal.
Pidamos a nuestro Abba
tomar posesión de nuestras vidas para aplastar el orgullo y prepotencia,
abriendo nuestras mentes al entendimiento y aceptación de la voluntad de
nuestro Creador.
¡SHABAT SHALOM!
Por: HOSHEA BEN
YISRAEL