viernes, 24 de abril de 2015

PARASHA’ 25 AJAREI-MOT 26 KEDOSHIM

                                              PARASHA’ 25 AJAREI-MOT  26   KEDOSHIM     


Aliyás de la Torá(cuando se lee Ajarei mot juntamente con Kedoshim):
  1. 16:1-24
  2. 16:25 – 17:7
  3. 17:8 – 18:21
  4. 18:22 – 19:14
  5. 19:15-32
  6. 19:33 – 20:7
  7. 20:8-27
  8. Maftir: 20:25-27
Haftará: Ezequiel 22:1-19 (A); 22:1-16 (S)
Código Real (HaTsofen HaMaljutí): Mateo 16:1 – 18:35
Ajarei mot  Kedoshim
Significa “Después de la muerte”. “ santos”

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Primera aliyá, 16:1-17
El capítulo 16 de Vayikrá es uno de los capítulos más importantes de la Torá. En este capítulo se encuentran las instrucciones acerca del día de expiación, Yom HaKipurim que cae en el 10º día del 7º mes de Tishrí. Ese día fue el único de todos los días del año cuando el gran sacerdote podía entrar en el lugar santísimo y presentar incienso y sangre ante la presencia de HaShem. El propósito de ese acto es hacer una limpieza general de los pecados y las impurezas de los hijos de Israel que se habían acumulado en el tabernáculo durante todo el año. A pesar de que HaShem dio instrucciones claras acerca de cómo los hijos de Israel tenían que mantenerse alejados de las impurezas rituales para no contaminar el santuario por medio de ellas, era inevitable que el tabernáculo fuese contaminado por ellas. Si alguien entraba en el santuario estando impuro, lo contaminaba. Podían haber entrado allí sin darse cuenta de que estaban impuros o alguien podía haberse olvidado de que estaba impuro en el momento de entrar. Por esto HaShem instituye este día de expiación para purificar los objetos del tabernáculo terrenal.
como está escrito en Levítico 17:11:
Porque la vida de la carne está en la sangre, y yo os la he dado sobre el altar para hacer expiación por vuestras almas; porque es la sangre, por razón de la vida, la que hace expiación.
Este capítulo constituye también uno de los mejores textos que explican lo que pasó con el Mesías Yeshúa antes y después de su resurrección al ser introducido en el ministerio sumo sacerdotal celestial según el orden de Malki-Tsedek. Él entró en el tabernáculo celestial y lo purificó con su propia sangre, como está escrito en Hebreos 9:22-26:leer,        16:1 “ELOHA habló a Moshé después de la muerte de los hijos de Aharón, cuando se acercaron a la presencia de ELOHA y murieron.” – Según Najmánides este enunciado fue dado un día después de que los hijos de Aharón entraron en el tabernáculo con fuego extraño y murieron. Sin embargo, Rashí señala que fue el mismo día en que murieron, es decir el primer día de Nisán (Aviv). Así que en el mes de Aviv, un poco antes de la celebración de Pesaj, fue anunciado el mensaje acerca de Yom Kipur. Esto también conecta la celebración de Pesaj con Yom HaKipurim, como está escrito en Juan 1:29:
Al día siguiente ve a Yeshúa que venía hacia él, y dice: He ahí el Cordero de Eloah  (Pesaj) que quita el pecado del mundo (Yom Kipur).
después de la muerte” – El nombre de esta Parashá es Ajarei mot, “después de la muerte”. Esto nos enseña que este mensaje está hablando de lo que iba a pasar con el Mesías después de su muerte. Después de su muerte, Mashíaj entró en el lugar santísimo en el Mishkán celestial y cumplió así con esta sombra profética, como está escrito en Hebreos 9:11-12:
Pero cuando el Mesías apareció como sumo sacerdote de los bienes futuros, a través de un mayor y más perfecto tabernáculo, no hecho con manos, es decir, no de esta creación, y no por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros, sino por medio de su propia sangre, entró al Lugar Santísimo una vez para siempre, habiendo obtenido redención eterna.
Ahora, según el texto griego de Romanos 3:25, Yeshúa fue expuesto como un propiciatorio ante todo el mundo. De la misma manera que el propiciatorio fue un lugar de encuentro entre ELOHA y Moshé, el sacrificio de Mashíaj es un lugar de encuentro entre ELOHA y la humanidad, como está escrito en Juan 12:32-33:
Y yo, si soy levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo. Pero él decía esto para indicar de qué clase de muerte iba a morir.
El propiciatorio es un lugar donde ELOHA se manifiesta de una manera extraordinaria. El propiciatorio existe en tres niveles:
1.     En el tabernáculo y el templo terrenales.
2.     En el templo del cuerpo del Mesías.
3.     En el templo celestial.
16:7 “Y tomará los dos machos cabríos y los presentará delante de ELOHA a la entrada de la tienda de reunión.” – Los dos machos cabríos tenían que ser parecidos en aspecto, peso y altura. Fueron comprados con fondos de la comunidad.
16:8  “Y echará suertes Aharón sobre los dos machos cabríos, una suerte para ELOHA, y otra suerte para Azazel.” – Después de hacer la confesión sobre el novillo, no lo degolló enseguida, sino primero echo suerte entre los dos machos cabríos, que constituían una parte central en el servicio del día. Para este sorteo se usaban dos inscripciones que estaban en una urna. En una de ellas estaba escrito: “Para ELOHA” y en la otra: “Para Azazel”. El kohén gadol cogió las dos placas con sus dos manos sin mirar y colocó una sobre cada uno de los machos cabríos según estaban delante de él. Leyeron las inscripciones y proclamaban sobre el macho cabrío que había sido elegido para ELOHA: “¡Este es un sacrificio jatat para ELOHIM!”
Se colocaba un hilo de color escarlata en la cabeza del cabrío que era para Azazel y otro hilo rojo en la entrada del lugar santo del templo. El Talmud[6] enseña:
“Nuestros rabinos enseñaron: Durante los últimos cuarenta años antes de la destrucción del Templo, la suerte (“Para ELOHA”) no salió en la mano derecha, ni se volvió blanco el hilo escarlata...”
Cuarenta años antes de la destrucción del templo fue el año 31 del cómputo romano. Según mis cálculos, fue el mismo año de la muerte del Mesías Yeshúa. Después se su muerte el servicio de Yom Kipur no fue hecho de manera que pudiera agradar a ELOHA.
¿Qué es Azazel?[9]
Según el Talmud[10] Azazel es un compuesto de Aza y Azael. Eran dos ángeles que antes del diluvio pidieron permiso para vivir entre los hombres con apariencia de humana para mostrar que no pecarían como los demás hombres. Sin embargo cuando obtuvieron permiso para hacer esto pecaron más que los hombres anteriores al diluvio. Rashí[11] comenta sobre este punto que el macho cabrío se llamaba Azazel para implicar que lograba expiar pecados, entre ellos, hechos inmorales como los de Aza y Azael.
16:9  “Aharón acercará el macho cabrío sobre el cual haya caído la suerte para HaShem, haciéndolo ofrenda por el pecado.” – En este momento no fue degollado este macho cabrío, sino sólo designado para ser una ofrenda por el pecado.
16:10 “Pero el macho cabrío sobre el cual cayó la suerte para Azazel, será presentado vivo delante de HaShem para hacer expiación sobre él, para enviarlo a Azazel al desierto.” – Según Rashí, al decir que este cabrío tiene que ser presentado vivo delante de HaShem, implica que luego fue enviado para morir. La idea es llevarlo a un precipicio y luego arrojarlo hacia abajo para que se despedazara.
16:13 “Pondrá el incienso sobre el fuego delante de HaShem, para que la nube del incienso cubra el propiciatorio que está sobre el testimonio, no sea que muera.” – Ahora el gran sacerdote ponía todo el incienso en el recipiente de oro que contenía los carbones encendidos para que se produjera una nube de humo entre él y el propiciatorio, donde se manifestaba la shejiná, la presencia gloriosa de HaShem. El humo producido por la quema del incienso sobre los carbones, que habían sido arrebatados del fuego exterior, simboliza el momento cuando el Mesías Yeshúa se presentaba ante HaShem después de su resurrección, como está escrito en Zacarías 3:2b: 
¿No es éste un tizón arrebatado del fuego?
Para que Aharón pudiera estar en el lugar santísimo cuando se manifestaba la shejiná, tenía que quemar incienso que produjera una nube que le protegía de la muerte. Por medio de esa nube él podía acercarse a HaShem sin peligro. Esa nube simboliza a Mashíaj, por medio del cual podemos acercarnos a HaShem sin peligro. Sin el sacrificio de Mashíaj el pecador muere en la presencia del Eloah Justo.
El incienso que fue molido es un símbolo del Mesías, y cuando fue echado al fuego simboliza el momento cuando el Mesías murió, pasando por el fuego. Por medio de esa muerte se produjo una nube en el cielo, por medio de la cual el hombre puede acercarnos al trono de misericordia, como está escrito en Hebreos 4:14-16:
“Teniendo, pues, un gran sumo sacerdote que trascendió los cielos, Yeshúa, el Hijo de Eloah, retengamos nuestra fe. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado. Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna.”
En Hebreos 10:19-22 está escrito:
“Entonces, hermanos, puesto que tenemos confianza para entrar al Lugar Santísimo por la sangre de Yeshúa, por un camino nuevo y vivo que él dedicó para nosotros por medio del velo, es decir, su carne, y puesto que tenemos un gran sacerdote sobre la casa de Eloah, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, teniendo nuestro corazón purificado de mala conciencia y nuestro cuerpo lavado con agua pura.”
19:2  “Habla a toda la congregación de los hijos de Israel y diles: "Seréis santos porque yo, ELOHA vuestro Eloah, soy santo.” – Según el Midrash,[1] este texto muestra que cuando Moshé transmitió la Torá al pueblo de Israel no solía reunir a toda la congregación de una vez. Por regla general Moshé se reunió primero con su hermano Aharón y le transmitió de manera profunda todo lo que había recibido de ELOHA. Luego Aharón se sentó a la mano derecha de Moshé. Después vinieron los dos hijos de Aharón, Elazar e Itamar, y Moshé repetía las enseñanzas a ellos según su nivel de comprensión. Ellos luego se sentaron cerca de su padre Aharón y su tío Moshé. Después fue repetido el mismo pasaje de la Torá a los ancianos de Israel según su nivel de comprensión y, finalmente, Moshé repitió toda la enseñanza a todos los varones del pueblo. Este fue el procedimiento normal para transmitir la Torá al pueblo. Moshé, por lo tanto, escuchó la misma lección cinco veces, una vez directamente de ELOHA y cuatro veces de su propia boca.
Pero en esta ocasión Moshé recibe la orden de convocar a toda la asamblea, inclusive las mujeres y los niños. La razón para hacerlo fue que esta sección contiene muchísimas leyes que tienen que ver con todo el pueblo y, según Rashí, porque la mayor parte de las leyes esenciales de la Torá dependen de esta Parashá. Por ejemplo, en esta sección se encuentra la ley general de amar al prójimo como a sí mismo. También se puede encontrar mandamientos muy similares a las diez palabras que fueron pronunciadas ante todo el pueblo en Sinai.[2] En total hay 51 mandamientos en esta corta Parashá.
19:3  “Un hombre ha de reverenciar a su madre y a su padre. Y guardaréis mis shabats; yo soy ELOHA vuestro Eloah.” – La palabra hebrea que ha sido traducida como “reverenciar” es “yaré”,[3] y significa “temer”, “reverenciar”. Hay una diferencia entre este mandamiento y el de Éxodo 20:12 donde está escrito:
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean prolongados en la tierra que ELOHA tu Eloah te da.
La palabra hebrea que ha sido traducida como “honrar” es “kavad”,[4] que significa “ser pesado”, “ser rico”, “tener honra”, “ser una carga”. En Éxodo 20 está escrito que debemos honrar a nuestro padre y a nuestra madre, y en Levítico 19 está escrito que debemos temer a nuestra madre y a nuestro padre. No es lo mismo honrar que temer. Honrar a los padres tiene que ver con dar a los padres los bienes materiales que necesitan y satisfacer todas sus necesidades, como está escrito en Mateo 15:3-6:
Aquí vemos que la honra a los padres tiene que ver con una ayuda económica. Honrar a los padres también implica obedecerles en el Señor, como está escrito en Efesios 6:1-3:
En el texto de Éxodo aparece primero el padre y luego la madre en referencia a la honra, pero en el texto de Levítico aparece primero la madre y luego el padre en referencia al temor, o a la reverencia. ¿Por qué aparece primero la madre y luego el padre en este texto? ¿Se debe temer más a la madre que al padre?
Vamos a dar dos explicaciones a esto. Por regla general, es más fácil temer, en el sentido de respetar y reverenciar, al padre, por su forma masculina de ser, que la madre. El niño tiende a aprovecharse de la dulzura y el carácter suave de la madre. Es más fácil faltar el respeto a la madre que al padre. Por esto la Torá pone la madre primero, para que no dejemos de mostrarle respeto a nuestras madres, sino respetar a los dos padres por igual.
Sin embargo, al mirar el contexto vemos que hay una escala de reverencia, madre, padre y ELOHA. Es una escala invertida de autoridad. Según este orden, el niño va aprendiendo durante el desarrollo de su vida quién está por encima de él. Primero aprende a temer a la madre, que es la que más tiempo se dedica a él durante sus primeros años de vida. Luego el niño aprende a reverenciar a su padre y finalmente aprende a reverenciar a ELOHA. Este texto nos enseña que una manera de mostrar respeto a ELOHA es guardar el shabat. El que no guarda el shabat no teme a ELOHA. El que teme a ELOHA guarda el shabat.
ACLARACION. BUSCANDO  UN PUEBLO Y SU UNIFICACION, NO SOLO UNA TRIBU, POR “YIRMIYAHU BEN YISRAEL”
SER UN VERDADERO ISRAELITA, NO SOLO DE LA TRIBU DE JUDA, si no ser unidad del pueblo con todas las tribus a esto vino  Yeshua’, buscando la unificacionn del pueblo, para poder retornar y restaurar a todas las naciones para el servicio de l ETERNO,por que es olo que EL, nos pide, ELOHA por medio de Moshe y Aron hablo a faraón, y solicito dejar salir a su puelo para que le sirvieran, lo mas importante es servir AL ETERNO pero no como tun quieras o te plasca sino como el nos pide que  le sirvamos, buscando ser uno en el Mesias y siendo reconocidos como verdaderos israelitas, y entendiendo su primera venida como Yeshua’ ben yoshep, y esperando en unidad su pronto regreso como Yeshua’ ben David.
un verdadero israelita es uno en quien no hay engaño, como está escrito en Juan 1:47:
 “Yeshúa vio venir a Natanel y dice de él: He aquí un verdadero israelita en quien no hay engaño.


Ser santos, dice el Rambán, es participar del mundo físico sólo hasta el grado necesario para vivir, pero no gratificar, aún cuando es técnicamente permisible…
No sigan las acciones del pueblo de Egipto en cuya tierra ustedes moraron, ni las accio¬nes de los moradores de la tierra de Canaán dentro de la cual Yo los traigo (Levítico 18:3).
Esta exhortación es más bien vaga. Nosotros tenemos muchos mandamientos específicos los cuales prohíben ciertos actos y comportamientos. Una vez que estos son eliminados, ¿qué es lo que no debemos hacer que es hecho por otras naciones?
Rambán comenta sobre el versículo, “Ustedes serán santos para Di-s” (16:1), que es posible para una persona observar todas las restricciones específicas de la Torá, no obstante ser una persona vulgar que persigue todos los placeres físicos que no están expresamente prohibidos. Ser santos, dice Rambán, es participar del mundo físico sólo hasta el grado necesario para vivir, pero no gratificar, aún cuando es técnicamente permisible.
En años recientes hemos presenciado un fenómeno bastante nuevo en la vida judía. Hay casi todo disponible bajo “estricta supervisión kasher”. Tan pronto como un nuevo tipo de vino o queso aparecen en los estantes, es seguido de un similar producto bajo supervisión kasher. Todos los condimentos y delicadezas están ahora disponibles como kasher. En alimentos ya no hay nada inaccesible al paladar judío, excepto por cerdo (aunque en algunos países hay “tocino” kasher disponible)
El mundo secular tiene sus populares estrellas de rock’n’roll, y similares ejecutantes han emergido cuyos largos tzitzit se sacuden con sus giros. Estilos de cabello en pelucas exceden en variedad a aquellos de cabello natural. Ropas que son técnicamente complacientes con tzeniut (modestia) pueden ser provocativas.
Lo que ha sucedido es que nosotros no hemos atendido la exhortación de la Torá citada arriba, y que hemos emulado las acciones de otros pueblos. No hay realmente necesidad de tener todas las delicadezas disponibles en forma kasher. Nosotros podríamos sobrevivir perfectamente bien en su ausencia. Algunos festejos judíos, con un exceso de toda clase de delicadezas, han asumido el carácter de la orgía romana. Ellos son técnicamente kasher, pero en espíritu son no-judíos. Ellos son una imitación de la práctica de las naciones entre quienes vivimos, una imitación que la Torá ha prohibido específicamente.
Rambán dice que una persona puede ser, técnicamente, estrictamente observante, y, no obstante, vulgar en falta de sobriedad. ¡Cuán proféticas fueron sus palabras, escritas hace más de setecientos años, no obstante describen con exactitud algo de la vida judía contemporánea!
Mientras todo lo que es no-kasher es nocivo para la espiritualidad, no sigue que todo lo que es kasher realza la espiritualidad. Moderación es esencial para la espiritualidad.
Rabí Shneur Zalman lo dijo sucintamente: “Lo que está prohibido no es permisible, y mucho de lo que es permisible no es esencial”.Extraído de “Viviendo cada día” de 
Editorial Bnei Sholem
Kedoshim(Levítico 19-20)
El poder del amor
En esta parashá, aparece el precepto más conocido de la Torá: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Sin embargo, si lo analizamos más profundamente, surge una pregunta: ¿Cómo es posible que se nos obligue a amar a alguien? Se nos puede exigir determinada acción, pero ¡de seguro no se nos puede exigir tener determinada emoción! Todo sistema de leyes exige de las personas que actúen de cierto modo. No existe ninguno, excepto la Torá, que demande que las personas se sientan de un determinado modo.
Puedes ser un judío observante: comes sólo casher, rezas tres veces al día e incluso usas un sombrero negro – pero si no sientes amor al encontrarte con tu prójimo en la calle, te está faltando algo. No es suficiente con simplemente “no odiar”. Tampoco alcanza con ser agradable y estar dispuesto a ayudar siempre. La ambivalencia disfrazada en sutilezas no es lo que se requiere de nosotros. Lo que debemos sentir es amor. COMO EL ISRAELITA SAMARITANO, AMAR AL PROXIMO.
Cierta vez tuve el privilegio de reunirme con Rav Shlomo Zalman Auerbach zt’’l, quien fuera considerado como uno de los más grandes rabinos de nuestra generación. Al entrar en su estudio sentí inmediatamente su presencia. Cuando llegó mi turno, extendí mi mano para saludarlo y lo miré a los ojos. No pude creer lo que vi. Sentí la misma sensación de amor que siento de mis padres. La calidez que emanaba de él era algo que raramente había sentido en mi vida. Estoy seguro de que él sentía mayor amor por mí que muchos de mis amigos más íntimos.
Él no me conocía; nunca nos habíamos visto y a pesar de ello, me amaba. Eso es lo que demanda la Torá de nosotros.
Si Rav Auerbach zt’’l me hubiera invitado a cenar a su casa todos los días de la semana, me hubiera enviado un montón de regalos y me hubiera dicho que soy bienvenido en su casa siempre que quisiera – pero por alguna razón no hubiera sentido que él me amaba – no hubiera salido de su casa con aquella sensación de regocijo con la que salí. No hay mayor regalo que el amor. Cuando la gente se siente amada, su autovaloración aumenta, se sienten elevados y capaces de hacer cosas. Cuando perciben que los queremos ayudar porque estamos obligados a hacerlo, estarán, como mucho, agradecidos. Amar es dar del modo más completo.
Y esto nos devuelve a nuestra pregunta inicial: ¿Cómo es posible que la Torá nos exija que sintamos amor? Estoy seguro que Rav Auerbach zt’’l lo hacía, lo cual significa que sí es posible. ¿Pero cómo? ¿Cómo logras amar a alguien que no conoces? ¿Cuál es el secreto?
Amistad, amor y unidad
Entender cómo funciona el amor puede mejorar nuestras relaciones interpersonales y el éxito de nuestro pueblo.
"No te vengarás ni guardarás rencor. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy Dios" (Levítico 19:18).
"Ama a tu prójimo como a ti mismo" es la respuesta judía al refrán que dice "el poder da la razón", el brutal principio que determina gran parte de las relaciones interpersonales del mundo.
Los judíos transmitieron un ideal más refinado al mundo. De hecho, ¡esta idea se ha vuelto tan popular que poca gente sabe que su origen es judío! Ahora sale fácilmente de nuestras bocas sin siquiera pensar en ella... y sin tener noción alguna de los secretos y complejidades que involucra. Sin embargo, si piensas en ella...
·         ¿Cómo es posible que la Torá nos obligue a amar a alguien? ¿Acaso es posible legislar sobre una emoción?
·         ¿Qué significa cuando dice que ames a tu prójimo "como a ti mismo"?
·         ¿Por qué este mandamiento está yuxtapuesto con "no te vengarás ni guardarás rencor"?
·         ¿Por qué el versículo concluye diciendo "Yo soy Dios"?

¿Es posible obligar a amar?

A primera vista pareciera imposible obligar a amar. Sin embargo esto es algo que la mayoría de nosotros hacemos en nuestras vidas cotidianas. No importa cómo resulte un hijo, sus padres siempre encontraran algo que amar en él. Pero, ¿qué pasa si realmente es un mocoso odioso? "No importa", te dirán. "De todas formas lo amamos".
¿Qué hay detrás de este compromiso?
El judaísmo define amor como "el placer de identificar las virtudes de otra persona".
Si escogemos enfocarnos en los defectos de Bob, seguramente no nos agradará Bob. Pero mientras más esfuerzo pongamos en enfocarnos en las virtudes de Bob, más profundo será nuestro amor por él.
En realidad, la belleza está en el ojo del observador. La forma en que escogemos ver a los demás está completamente bajo nuestro control. Esto explica cómo es posible que la Torá nos obligue a amar.

Amor: La definición griega

La idea mística de amor está representada por Cupido, quien aletea por ahí con sus alas, dispara una flecha y ¡listo! ¡Bob y Susana están locamente enamorados! Bob nunca se dedicó a explorar profundamente la personalidad de Susana para enamorarse sólo después de haber obtenido un profundo entendimiento de quién es ella. El amor de Bob por Susana no está basado en un compromiso y esfuerzo por revelar sus virtudes.
En el mundo occidental, el amor es un golpe del destino que no tiene una lógica. Uno no trabaja en amar a otros, sino que eso es simplemente algo que puede ocurrir. Por lo tanto, es tan fácil enamorarse como desenamorarse.
Cuando llega el momento, Bob y Susana se casan, tienen hijos, una gran casa, un enorme pago de hipoteca. Bob trabaja duro para pagar las cuentas, y se queda horas extras en la oficina. Mientras Bob trabajaba una noche con su secretaria Carol, Cupido entra a hurtadillas y lanza otra flecha. ¡Boing! Ahora Bob está enamorado de Carol.
Bob vuelve a casa y le dice a Susana: "Me enamoré de la secretaria. ¿Qué puedo hacer, querida? ¡Cupido me disparó!".
Sale Susana, entra Carol.

Dejar de amar

El amor no es algo que escojas, sino algo de lo cual "eres víctima". Así que si quieres mantenerte casado, ¡todo lo que puedes hacer es rezar que Cupido no te vuelva a disparar! ¿Te sorprende que en la sociedad occidental haya un 50% de tasa de divorcio?
Contrasta esto con la relación que hay entre padres e hijos. Ningún padre se levanta por la mañana y dice: "He decidido que me gustan más los hijos de los vecinos. No tosen por la noche y tienen mejores calificaciones en matemáticas. Váyanse hijos, los vecinos se mudan a casa".
Váyanse hijos, los vecinos se mudan a casa.
No dejamos de amar a nuestros hijos porque entendemos que amarlos no es simplemente algo que "sucedió". No dejamos de preocuparnos por ellos sólo porque nos irritan. Aceptamos la obligación de amarlos a pesar de las ofensas.
Si extendiéramos este mismo compromiso a nuestro matrimonio y amistades, estaríamos mucho mejor.

No te vengues ni guardes rencor

El resentimiento es venenoso para el acto de amar. Imagina que alguien te hace algo malo y que durante varios meses no puedes mirarlo sin recordar aquella repugnante cosa que te hizo. Este rencor te imposibilita ver cualquier cosa buena en esta persona. Tu resentimiento crece y deseas hacer algo al respecto: "tomar venganza".
El resentimiento nos impide amar a otras personas:
"Mi padre y yo nos odiamos. No nos hemos hablado en muchos años".
"Pero, ¿qué pasaría si te atropellara un automóvil y terminaras en el hospital? ¿Quién va a estar ahí día y noche asegurándose que te atiendan los mejores médicos?".
"¡Mi padre!".
"Está bien, entonces estás de acuerdo que tu padre no te odia tanto después de todo. Ahora qué pasaría si, Dios no lo quiera, te enteraras que tu padre ha muerto. ¿Cómo te sentirías?".
"Me sentiría terrible. No le he hablado en muchos años...".
"Bueno, ¡te tengo buenas noticias! Tu padre todavía está vivo. ¡Llámalo! ¡Dile cuánto lo amas!".
Por lo general, si una relación tiene éxito o no depende de cuál sea el foco que tengas. Si quieres amar a tu pareja, a tus padres, a la humanidad... si quieres amar a tu prójimo, no tomes venganza.

Los demás son parte de ti

Si estás rebanando una zanahoria y accidentalmente te cortas un dedo, ¿reaccionarías tomando el cuchillo y clavándolo deliberadamente en tu otra mano como venganza?
Obviamente no. Porque tu otra mano también es parte de ti.
La humanidad es una sola unidad. Vengarse de otra persona es tan destructivo como cortarse la otra mano con el cuchillo. Por eso la Torá nos dice que amemos a nuestro prójimo "como a nosotros mismos".
Esto es tan importante que si no nos damos cuenta por nosotros mismos, podría ser necesaria una fuerza externa que nos haga notar que somos un solo pueblo. Por ejemplo, los Nazis (y también Hamán) no diferenciaban entre los distintos tipos de judíos. Nos veían como un solo pueblo.ISRAELITAS.
En el matrimonio y la amistad el lazo también puede ser así de fuerte si hacemos el esfuerzo. Eso es lo que quiere Dios de nosotros. ¿Recuerdas esa clásica canción del colegio judío? Hine ma tov uma naim, ‘cuán maravilloso es cuando todos los hijos de Dios están juntos’.

Una historia de verdadera amistad

En la época del imperio romano, dos jóvenes crecieron juntos en Israel y se volvieron muy buenos amigos. Después de un tiempo se fueron a vivir lejos uno del otro: uno se fue a vivir bajo dominio romano y el otro bajo dominio sirio. Sin embargo, siguieron siendo muy buenos amigos.
Una vez, cuando el amigo de Roma estaba visitando Siria, alguien lo acusó de ser un espía, por lo que lo llevaron frente al Emperador Sirio quien subsecuentemente lo condenó a muerte.
Cuando lo llevaban para ser ejecutado, le preguntaron si tenía un último deseo. El hombre acusado suplicó:
“Por favor, déjenme volver a Roma para acomodar mis negocios y decirle adiós a mi familia. Luego volveré para que puedan ejecutarme”.
El emperador se rió de él.
“¿Acaso estás loco? ¿Qué garantía tengo de que volverás?”.
El judío dijo: “Tengo un amigo aquí en Siria que se quedará en mi lugar. Será mi garante. Si no vuelvo, lo pueden matar a él en mi lugar”.
El emperador estaba intrigado.
“Esto lo tengo que ver. Está bien, trae a tu amigo”.
Entonces fue a buscar a su amigo de Siria. De acuerdo a lo esperado, el amigo accedió a tomar el lugar de su amigo en la prisión y a que lo maten en su lugar si éste no volvía.
El emperador estaba tan sorprendido por este arreglo que accedió a dejar ir al judío romano.
“Te daré 60 días. Pon tus asuntos en orden. Si no estás de regreso para el atardecer del día 60, tu amigo estará muerto”.
Y así el judío romano emprendió rumbo y se fue corriendo donde su familia para decir adiós y para poner sus asuntos en orden. Después de muchas lágrimas y adioses, partió con tiempo de sobra antes de que terminasen los 60 días. Pero en esos tiempos se viajaba en galeras, y a veces podían pasar varios días hasta que llegara el viento indicado. Como lo quiso la suerte, no hubo viento por varios días, el barco se retrasó, y para cuando el judío romano llegó a Siria estaba empezando el atardecer del día 60.
Como había sido acordado, los carceleros sacaron al amigo de Siria para la ejecución. En esos días, una ejecución era un evento de gala, y temprano por la mañana las multitudes comenzaron a reunirse. Finalmente, cuando estaban a punto de realizar la ejecución, llegó corriendo el amigo de Roma.
“¡Esperen! ¡No lo maten!”.
Pero el judío de Siria protestó: “No pueden matarlo a él. Volvió tarde. ¡Tienen que matarme a mí en su lugar!”.
Los dos amigos fueron inflexibles por igual.
“¡Mátame a mí en su lugar!”.
¡No, mátame a mí!”.
El verdugo no sabía qué hacer. La multitud estaba alborotada mirándolos pelear.
Finalmente, el emperador intervino. Sorprendido y asombrado, se volvió hacia los dos amigos y dijo:
“Los dejaré ir a ambos con una condición. ¡Háganme su tercer amigo!”.

El mejor tercer amigo

El rey judío Ahab —a pesar de que era un rey malvado— fue más exitoso en la batalla que cualquier otro rey. ¿Por qué? Porque bajo el reinado de Ahab el pueblo judío estaba unido. La unión es lo que más desea ELOHA para Sus hijos. Si estamos unidos, tenemos el poder de ELOHA respaldándonos.
Por el contrario, cuando el pueblo tiene conflictos internos, abandonan por así decir el poder de ELOHA. La lucha interna en el pueblo judío es por lo tanto nuestro enemigo más insidioso y debilitante. Evita que seamos una fuerza predominante que pueda dirigir al mundo hacia ELOHA y nos reduce a una colección de individuos impotentes que se encuentran absorbidos en sí mismos.
Por eso el versículo de "amarás a tu prójimo" concluye diciendo "Yo soy ELOHA". Porque la unidad y la amistad son tan preciadas que incluso ELOHA quiere ser parte de ellas. Él quiere ser nuestro tercer amigo.
Si estamos unidos, ELOHA está con nosotros. Si estamos divididos, estamos solos.”Quehilah torashalom lejapes ha ajdut me am yisrael  be yeshua’” quehilah tora shalom buscar la  unidad del pueblo de yisrael en el mesias. Por que es la única forma para su pronto regreso.
 ¡
Shabat Shalom!
Preoarado por Yermiyahu ben Yisrael


viernes, 17 de abril de 2015

Parashot 27-28. Tazría - Metsorá

Parashot 27-28. Tazría - Metsorá
Levítico 12:1-15:33
Par ser leída y estudiada en el Shabat del 29 de Aviv (Nisan) del 5.775
Enero 18 de 2.015
a la caída del sol (6;30 PM) del Sábado es el día 15 del Omer y ROSH JODESH, 1° de SIFF (Iyyar) de 5.775
Aliyás de la Torá (cuando se lee Tazría junto con Metsorá):
1.   12:1 – 13:23
2.   13:24-39
3.   13:40-54
4.   13:55 – 14: 02
5.   14:21-32
6.   14:33 – 15:15
7.   15:16-33
Haftará: 2 Reyes 4:42 – 5:19
Código Real (HaTsofen HaMaljutí): Mateo 10:1 – 12:50
Tazría
Significa “ella concibe”.
Metsorá
Significa Leproso
1 Introducción
Tazria

Levítico 12:1 Y habló el Eterno a Moisés, diciendo: 2. Habla a los hijos de Israel y diles: La mujer, cuando hubiere concebido y dado a luz un hijo varón, quedará impura siete días; igual que los días en que está separada (del esposo) por su estado mestrual mensual, quedará impura
Vayicra 12:1. Vayedaber Adonay el-Moshe lemor. 2. Daber el-beney Yisra'el lemor ishah ki tazria veyaldah zajar vetame'ah shiv'at yamim kimey nidat devotah titma

Metzora

Levítico 14:1 Y habló el Eterno a Moisés, diciendo: 2. Esta será la ley tocante al leproso, en el día de su purificación, cuando será llevado al sacerdote

Vayicra 14:1 Vayedaber Adonay el-Moshe lemor 2 Zot tihyeh torat hametsora beyom tahorato vehuva el-hakohen
2. Temas de la Perasha

La parasha habla sobre los siguientes temas:

Primera alía (12:1 - 13:23)
Leyes para la parturienta. Algunas leyes relacionadas con la tzaraát -lepra- de las personas.

Segunda alía (13:24 - 39)
Otras leyes relacionadas con la tzaraát de las personas

Tercera alía (13:40 - 54)
Más leyes relacionadas con la tzaraát de las personas. Leyes relativas a la tzaraát de las ropas.

Cuarta alía (13:55 - 14:20)
Otras leyes relativas a la tzaraát de las ropas. La purificación del metzorá -persona enferma de tzaraát-.

Quinta alía (14:21 - 32)
La purificación del metzorá pobre.

Sexta alía (14:33 - 15:15)
Las leyes de la tzaraát de las casas. Algunas leyes relativas a la impureza de las personas.

Séptima alía (15:16 - 33)
Otras leyes relativas a diversas impurezas del hombre y de la mujer.
Esta semana leeremos dos perashot –porciones- juntas las cuales se aborda la problemática que enfrentarían las personas como consecuencia de usar indebidamente su lengua para dañar al prójimo, dicha problemática sería la tzaraát, la cual comúnmente se traduce como lepra, y si bien el tema se ha abordado en otros años, en esta ocasión quisiera compartir con ustedes lo ocurrido con la tzaraát pero en el Brit Jadashá –Pacto Renovado-, ya que podríamos plantearnos algunas interrogantes como: ¿existen muestras de tzaraát en el Brit Jadashá? ¿fueron tratadas como lo dictamina el TaNaJ –mal llamado Antiguo Testamento-? ¿Yehoshúa (Yeshúa) cumplió con la Torah en ese sentido? ¿es acaso una muestra de que efectivamente Yeshúa es el Mesías?, esperando que a todos nos resulte edificante el resolver estas y otras interrogantes, veamos pues la Tzaraát en el Brit Jadashá.

3. Enseñanza

Antes de comenzar, deben conocer que en la Torah –Lit. Instrucción, en su sentido más amplio, la Voluntad del Eterno- tiene una denominación de la persona enferma de Tzaraát, se le llamaba Metzora, término que desde luego usaré para denotar el individuo aquejado de dicho mal. Existe un tratado en el Talmúd –la compilación de la tradición oral de Israel- llamado Negaim, el cual, basándose primordialmente en Vayicrá -Levítico- 13 y 14, registra lo relacionado a este terrible mal de la tzaraát, y antes de ver los casos que se dieron de tzaraát en el Brit Jadashá, familiaricémonos con las reglamentaciones de la Tzaraát las cuales las resumiré en 9, veámoslas:

1.- Si un hombre presentaba  hinchazón, llaga o erupción sobre su piel, debería presentarse ante el cohen –sacerdote-:

Vayicra 13:1 Habló el Eterno a Moishé y a Aarón, y les dijo: 2«Cuando el hombre tenga en la piel de su cuerpo una hinchazón o una erupción o una mancha blanca, y haya en la piel de su cuerpo como una llaga de lepra, será llevado a Aarón, el sacerdote, o a uno de sus hijos, los sacerdotes.

2.- El cohen deberá reconocer si es tzaraát y al constatarlo lo declarará impuro:

Vayicra 13:3 El sacerdote mirará la llaga en la piel del cuerpo; si el vello en la llaga se ha vuelto blanco y se ve la llaga más profunda que la piel de la carne, llaga de lepra es. El sacerdote lo reconocerá y lo declarará impuro.

3.- El cohen debería estar completamente seguro para declarla:

Vayicra 13:4 »Si en la piel de su cuerpo hay una mancha blanca, pero no se ve más profunda que la piel ni el vello se ha vuelto blanco, entonces el sacerdote encerrará al llagado durante siete días. 5 Al séptimo día el sacerdote lo examinará, y si la llaga conserva el mismo aspecto y no se ha extendido en la piel, entonces el sacerdote lo volverá a encerrar por otros siete días. 6 Al séptimo día el sacerdote lo reconocerá de nuevo; si ve que se ha oscurecido la llaga, y que no se ha extendido en la piel, entonces el sacerdote lo declarará limpio: era una erupción. Lavará sus vestidos y quedará limpio.

4- En caso de que el tzaraát deja de tener la carne viva del Metzora –enfermo de tzaraát- se declarará límpio:

Vayicra 13:12 »Pero si la lepra brota y se extiende por la piel, de modo que cubre toda la piel del llagado desde la cabeza hasta los pies, hasta donde pueda ver el sacerdote, 13 entonces este lo reconocerá. Si la lepra ha cubierto todo su cuerpo, declarará limpio al llagado; toda ella se ha vuelto blanca, y él es limpio. 14 Pero el día que aparezca en él la carne viva, quedará impuro. 15 El sacerdote examinará la carne viva y lo declarará impuro, pues la carne viva es impura: es lepra. 16»Pero cuando la carne viva cambie y se vuelva blanca, entonces irá al sacerdote, 17 y el sacerdote lo examinará. Si la llaga se ha vuelto blanca, el sacerdote declarará limpio al que tenía la llaga, y quedará limpio.

5.- En caso de que el Metzora sane, pero vuelva a presentarse hinchazón, volverá al cohen para que le examine y dictamine su actual condición:

Vayicra 13:18 »Cuando una persona tenga en su piel una llaga, que luego sana, 19 pero en el lugar de la llaga aparece una hinchazón o una mancha blanca rojiza, será mostrado al sacerdote. 20 El sacerdote lo examinará; si ve que está más profunda que la piel, y que su vello se ha vuelto blanco, el sacerdote lo declarará impuro: es lepra que brota de la llaga. 21 Pero si el sacerdote la examina y no ve en ella vello blanco, ni que es más profunda que la piel, sino oscura, entonces el sacerdote lo encerrará por siete días. 22 Si se ha extendido por la piel, entonces el sacerdote lo declarará impuro: es una llaga. 23 Pero si la mancha blanca permanece en su lugar y no se ha extendido, es la cicatriz de la llaga, y el sacerdote lo declarará limpio.

6- En caso de que una llaga salga como consecuencia de una quemadura de fuego será examinado por el cohen:

Vayicra 13:24 »Asimismo cuando haya en la piel del cuerpo una quemadura de fuego, y aparezca en la parte quemada una mancha blanquecina, rojiza o blanca, 25 el sacerdote la examinará. Si el vello se ha vuelto blanco en la mancha, y esta es más profunda que la piel, es lepra que salió en la quemadura. El sacerdote lo declarará impuro por ser llaga de lepra. 26 Pero si el sacerdote la examina y no hay en la mancha vello blanco, ni es más profunda que la piel, sino que es oscura, lo encerrará el sacerdote por siete días. 27 Al séptimo día el sacerdote la reconocerá; y si se ha ido extendiendo por la piel, el sacerdote lo declarará impuro: es llaga de lepra. 28 Pero si la mancha permanece en su lugar y no se ha extendido en la piel, sino que es oscura, se trata de la cicatriz de la quemadura. El sacerdote lo declarará limpio, porque señal de la quemadura es.

7.- En caso de llaga en la cabeza o en la barba, también deberán las personas examinarse por el cohen:

Vayicra 13:29 »Cuando a un hombre o a una mujer le salga una llaga en la cabeza, o en la barba, 30 el sacerdote examinará la llaga. Si ve que es más profunda que la piel y que el pelo en ella es amarillento y delgado, entonces el sacerdote lo declarará impuro: es tiña, lepra de la cabeza o de la barba. 31 Pero si, al examinar la llaga de la tiña, el sacerdote ve que no es más profunda que la piel ni hay en ella pelo negro, encerrará por siete días al llagado de la tiña. 32 Al séptimo día el sacerdote examinará la llaga, y si la tiña no se ha extendido ni hay en ella pelo amarillento, ni se ve la tiña más profunda que la piel, 33 entonces hará que se rasure, salvo en el lugar afectado, y el sacerdote encerrará por otros siete días al que tiene la tiña. 34 Al séptimo día el sacerdote examinará la tiña, y si la tiña no se ha extendido en la piel ni es más profunda que la piel, el sacerdote lo declarará limpio; lavará sus vestidos y quedará limpio. 35 Pero si la tiña se ha ido extendiendo en la piel después de su purificación, 36 entonces el sacerdote la examinará, y si la tiña se ha extendido en la piel, no busque el sacerdote el pelo amarillento: es impuro. 37 Pero si le parece que la tiña está detenida y que ha salido en ella el pelo negro, la tiña está sanada; la persona está limpia, y limpia la declarará el sacerdote.

8.- En caso de que se presenten manchas blancas, igualmente deberán presentarse a ser examinados:

Vayicra 13:38»Asimismo cuando un hombre o una mujer tenga en la piel de su cuerpo manchas, manchas blancas, 39 el sacerdote lo examinará, y si en la piel de su cuerpo aparecen manchas blancas algo oscurecidas, es una erupción que brotó en la piel: la persona está limpia.

9.- En caso de pérdida de cabello con llagas deberá ser examinado por el cohen:

Vayicra 13:40»Si a un hombre se le cae el cabello, se queda calvo, pero limpio. 41 Si se le cae el cabello de la frente, se queda calvo por delante, pero es limpio. 42 Pero cuando en la calva o en las entradas haya una llaga blanca rojiza, lepra es que brota en su calva o en sus entradas. 43 Entonces el sacerdote lo examinará, y si la hinchazón de la llaga blanca rojiza en su calva o en sus entradas se parece a la de la lepra de la piel del cuerpo, 44 leproso es, es impuro. El sacerdote lo declarará luego impuro; en su cabeza tiene la llaga.

La tzaraát no solo podría contaminar al cuerpo humano, sino también lo podría hacer sobre objetos.

EL TZARAÁT EN OBJETOS

El capítulo que nos ocupa sigue enunciando hasta donde podría haber llegado la contaminación de tzaraát, el cual podría manifestarse en objetos como vestidos, de cualquier material como la lana, lino, cuero, etc:

Vayicra 13:47»Cuando en un vestido aparezca una mancha de lepra, ya sea vestido de lana o de lino, 48 o en urdimbre o en trama de lino o de lana, o en cuero, o en cualquier objeto de cuero, 49 y si la mancha es verdosa o rojiza, en vestido o en cuero, en urdimbre o en trama, o en cualquier objeto de cuero, es mancha de lepra y se ha de mostrar al sacerdote.

Todo objeto que diera indicios de tzaraát debería igualmente el dueño, hacerlos examinar por un cohen, tal y como lo hemos leído.

EL TZARAÁT EN LAS CASAS

Por falta de espacio, y sin llegar al detalle, deben también conocer que en el capítulo siguiente, es decir el 14 de Vayicra, desde el pasuk 32 al 53, se describe la posibilidad de que un lugar habitado igualmente se contamine:

Vayicra 14:33 Habló también Adonai a Moshé y a Aarón, diciendo: 34 Cuando hayáis entrado en la tierra de Canaán, la cual yo os doy en posesión, si pusiere yo plaga de lepra en alguna casa de la tierra de vuestra posesión, 35 vendrá aquel de quien fuere la casa y dará aviso al sacerdote, diciendo: Algo como plaga ha aparecido en mi casa.

En los versículos que corresponden al tzaraát en las casas, que previamente enuncié, describe las alternativas posibles para efectuar la purificación del lugar, hasta llegar al punto de que fuera imposible erradicarla y como consecuencia llegar hasta su destrucción total. Te invito a que leas los versículos con detenimiento por que hay mucho más para aprender.

Ahora que hemos visto las evidencias que podrían demostrar o no, la presencia de tzaraát en el cuerpo, objetos o casas, vayamos a ver la condición que debería de guardar el hombre o la mujer que tuviera tzaraát.

CONDICIÓN DEL METZORA

Existían cuatro condiciones básicas que debería guardar la persona contaminada con tzaraát, veámoslas:

1.- Deberá llevar vestidos rasgados:

Vayicra 13:45»El leproso que tenga llagas llevará vestidos rasgados ...

2.- Deberá llevar su cabeza descubierta y su rostro semicubierto:

Vayicra 13:45 ... y su cabeza descubierta, y con el rostro semicubierto ...

3.- Cuando vea a personas deberá gritar su condición:

Vayicra 13:45 ...gritará: “¡Impuro! ¡Impuro!”.

4.- El metzora deberá habitar fuera del campamento:

Vayicra 13:46 Todo el tiempo que tenga las llagas, será impuro. Estará impuro y habitará solo; fuera del campamento vivirá.

LA PURIFICACIÓN PARA EL QUE SANÓ DE TZARAÁT

Al comienzo del capítulo 14, desde el verso 1 al 32, se detalla el proceso que debería seguir el Metzora en caso de que presentara evidencias de sanarse, las cuales implicaban igualmente, al cohen para su revisión:

Vayicra 14:2 Esta será la ley para el leproso cuando se limpiare: Será traído al sacerdote, 3 y éste saldrá fuera del campamento y lo examinará; y si ve que está sana la plaga de la lepra del leproso

En el caso de que se concretara su limpieza, debería ofrecer al Eterno un sacrificio el cual sería la antesala de su purificación total, el cual incluiría dos aves:

Vayicra 14:4 el sacerdote mandará luego que se tomen para el que se purifica dos avecillas vivas, limpias, y madera de cedro, grana e hisopo. 5 Y mandará el sacerdote matar una avecilla en un vaso de barro sobre aguas corrientes. 6 Después tomará la avecilla viva, el cedro, la grana y el hisopo, y los mojará con la avecilla viva en la sangre de la avecilla muerta sobre las aguas corrientes; 7 y rociará siete veces sobre el que se purifica de la lepra, y le declarará limpio; y soltará la avecilla viva en el campo.

Una vez que fuera declarado limpio, no concluirían sus obligaciones en el proceso, sino que además debería rasurarse dos veces el cuerpo en un periodo de siete días tal y como lo leeremos a continuación:

Vayicrá 14:8 Y el que se purifica lavará sus vestidos, y raerá todo su pelo, y se lavará con agua, y será limpio; y después entrará en el campamento, y morará fuera de su tienda siete días. 9 Y el séptimo día raerá todo el pelo de su cabeza, su barba y las cejas de sus ojos y todo su pelo, y lavará sus vestidos, y lavará su cuerpo en agua, y será limpio.

Ya para el octavo día presentaría un sacrificio el cual incluiría dos corderos, una cordera, y harina:

Vayicra 14:8 Y el que se purifica lavará sus vestidos, y raerá todo su pelo, y se lavará con agua, y será limpio; y después entrará en el campamento, y morará fuera de su tienda siete días. 9 Y el séptimo día raerá todo el pelo de su cabeza, su barba y las cejas de sus ojos y todo su pelo, y lavará sus vestidos, y lavará su cuerpo en agua, y será limpio.

Es importante que destaque el hecho de que la enfermedad de Tzaraát, tal y como lo comente al principio, era provocada como consecuencia del lashón hará –mala lengua-, es decir, el hablar mal del prójimo, y por lo tanto era pecado, constatémoslo en el siguiente pasuk:

Vayicra 14:13 Y degollará el cordero en el lugar donde se deg:uella el sacrificio por el pecado y el holocausto, en el lugar del santuario; porque como la víctima por el pecado, así también la víctima por la culpa es del sacerdote; es cosa muy sagrada.

En la tradición de nuestro pueblo Israel, se enseña que dicha enfermedad no tendría curación medica, sino que la única alternativa para sanar, era acudir a la misericordia del Eterno, de ahí que el arrepentimiento tendría un papel fundamental para tal efecto, y también se sabe, que solamente existió mientras el Beit Hamikdash –Santo Templo- estuvo de pié, ¿la razón? Es que solamente podría cumplirse la purificación total con su correspondiente agradecimiento a el Eteno a través de ese lugar, mientras el Beit Hamikdash no estuvo o ha estado en pié, el tzaraát no se ha presentado.

En el caso de una persona de escasos recursos fuera afectada, para purificarse tenía una exención, es decir, no ofrecería el mismo sacrificio dado que implicaba un gasto considerable (que en tiempos modernos ascendería mas o menos a 380 dólares), y por lo tanto Adonai le permitía reducir el sacrificio:

Vayicra 14:21 Mas si fuere pobre, y no tuviere para tanto, entonces tomará un cordero para ser ofrecido como ofrenda mecida por la culpa, para reconciliarse, y una décima de efa de flor de harina amasada con aceite para ofrenda, y un log de aceite, 22 y dos tórtolas o dos palominos, según pueda; uno será para expiación por el pecado, y el otro para holocausto. 23 Al octavo día de su purificación traerá estas cosas al sacerdote, a la puerta del tabernáculo de reunión, delante del Eterno.
Con lo anterior, démonos cuenta que el paso para la purificación de un Metzora resultaba en un gasto considerable, implicando aún una inversión de tiempo, y toda vez que esto se cumplía, la purificación se concretaría, juntamente con la reintegración a su núcleo familiar y dicho sea de paso, eran dos las implicaciones considerables para el Metzora: 1) Las  económicas 2) Las sociales, las cuales, desde luego afectarían no solo al Metzora –enfermo de tzaraát- sino también a la familia, y detrás de ello el estigma social al evidenciar que la persona era sometida a un castigo divino como consecuencia de su lengua, ahora bien, recordemos que el metzora debía apartarse de su familia e incluso salir de la ciudad donde moraba, lo que provocaría que se juntara con otros metzoraim, y a mi juicio, podría provocar ello dos cosas: 1) que estando en compañía de otras personas que usaron mal su lengua se fortalecieran unos a otros esperando en la misericordia del Eterno, o 2) Que les resultara más difícil su reintegración a la sociedad por cuanto podrían caer sucumbidos ante el vicio que les provocaría seguir hablando mal de los demás en la medida que se rodeaba de personas semejantes.

En algunas religiones que dicen creer en las Escrituras, sustentan sus actividades en un amor que implica entre comillas el perdonar todo, sobrellevando actitudes negativas que resultan perjudiciales a la kehilá –congregación-, sin embargo no es necesariamente eso lo que la Torah  enseña, un buen ejemplo de ello es el Metzora, dado que las personas de nuestro pueblo deberían de alejarse de los metzoraim, e incluso, el metzora debería hacer público su estado no solo a través de su vestimenta, sino tal y cual lo hemos leído, si transitaba por un lugar de personas limpias de tzaraát, debía gritar: ¡impuro! ¡impuro! -¡tame! ¡tame!- Con el objetivo de que ellas se apartarán para no contaminarse, no obstante, la persona que se alejaba tenía la obligación de dedicar un instante para clamar al Eterno por la sanidad del metzora. Lo anterior me recuerda a un pasaje del Brit Jadashá del cual estoy convencido que el rabino Shaúl, -conocido como el apóstol Pablo- basándose en dicho principio mando lo siguiente:

1 Corintios 5:9 Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios; 10 no absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo. 11 Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis.

No debemos sustentar un supuesto “amor” a costillas de que una comunidad se vea afectada por comportamientos no propios que lleven a arrastrar a los demás al mismo mal, sin embargo es importante que conozcamos que el hecho de apartarnos de personas que llamándose a si mismas hijas del Eterno, no nos exime de clamar al Eterno para que sean restauradas y que su comportamiento negativo venga a ser quitado.

LA TZARAÁT EN EL BRIT JADASHA

En el Brit Jadashá aparecen varias alusiones a personas enfermas de tzaraát, que por cierto, en el griego del Brit Jadashá es de donde proviene la palabra Lepra, ya que el sinónimo de la palabra tzaraát en hebreo, en el griego se usó literalmente la palabra lepra, que al igual que tzaraát es un sustantivo femenino, el adjetivo en griego correspondiente a la palabra hebrea metzora es Lepros. Uno de los casos de tzaraát, lo registran tres escritores de las buenas nuevas, concretamente en Matitiaju –Mateo- 8 del 1 al 4, Marcos que es el que veremos, y  por último Lucas 5 del 12 al 16, leamos a Marcos:

Marcos 1:40 Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. 41Y Yeshúa, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. 42 Y así que él hubo hablado, al instante la lepra (Tzaraát) se fue de aquél, y quedó limpio. 43 Entonces le encargó rigurosamente, y le despidió luego, 44 y le dijo: Mira, no digas a nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos.
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Éste Metzora que no se da su nombre (muy probablemente se llamaba Shimón ver Mateo 26:6, Marcos 14:3, el cual en su casa se daría el evento del ungimiento de Yeshúa HaMashíaj –El Mesías- en su cabeza y en sus pies),  debió cumplir conforme a la Torah, y desde luego obedeciendo al Mesías con ir a presentarse al Cohen y seguir los lineamientos que están marcados en esta parasha, cumpliendo así con lo dispuesto por el Eterno y que Yeshúa usando un eufemismo a tal directriz uso la frase “lo que Moshé mando”, no por que fuera voluntad de hombre, en este caso de Moshé, sino por cuanto fue él, el que lo recibió del Eterno. Este ejemplo es una muestra mas de que Yeshúa fue un hombre observante de Torah, y cumplió escrupulosamente aún con el mínimo detalle.

Como he comentado previamente, la tzaraát solo podría ser sanada por el Eterno, de ahí que cuando Yeshúa sana al Metzora, provoca un revuelo en la sociedad, y con ello un aumento de fama, dado que si él había sanado, la mano del Eterno estaba detrás de él, leamos la continuación del evento antes descrito:

Marcos 1:45 Pero ido él, comenzó a publicarlo mucho y a divulgar el hecho, de manera que ya Yeshúa no podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes.

La historia de Yeshúa es histórica y de ninguna manera es un cuento o un mito creado, sino que los hechos que se registraron fueron notorios a sus contemporáneos.

Otro ejemplo con metzoraim y Yeshúa es cuando le aparecieron diez de ellos, clamaron por sanidad, y Mashíaj les insto a presentarse con el Cohen:

Lucas 17:11 Yendo Yeshúa a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. 12 Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos 13 y alzaron la voz, diciendo: ¡Yeshúa, Maestro, ten misericordia de nosotros! 14 Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados. 15 Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Elohym a gran voz, 16 y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano. 17 Respondiendo Yeshúa, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? 18 ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Elohym sino este extranjero? 19 Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.

Es de resaltar que solo uno volvió a agradecerle una vez que constato su sanidad, ¿cuántos habrán ido al cohen? Lo mas probable es que solo uno igualmente, lo que resalta el hecho de que en medio de problemas, las personas podrán clamar a un poder superior, incluso hacer compromisos, sin embargo, tristemente el resultado arrojará que muy probablemente, solo el 10% cumplirá.
Por otra parte, tengamos presente que la palabra “EXTRANJERO” no es del todo literal, pues este leproso que había regresado era de Samaria (Yisraelita) no de la tribu de Judá. Los judío no consideraban a los amaritanos como de su pueblo pues simbolizaban las tribus perdidas del norte

4. Conclusión


El Brit Jadashá da muestras de que existe una coherencia con el TaNaJ –mal llamado Antiguo Testamento-, y no solo eso, hay una armonía perfecta entre ambos, y de ninguna manera como tantas gentes quieren demostrar que fue la creación de una nueva religión, sino que el judaísmo fue la práctica del Mesías, de sus seguidores y de aquellos de entre los gentiles que serían llamados, el contraste cultural lo vivirían estos últimos, y poco a poco se integrarían a la comunidad con sus respectivas prácticas hebreas.

Yojanán –conocido como Juan- HaMatvil –el Inmersor- para el efecto de cerciorarse que Yeshúa fuera el Mashíaj, mandó a dos talmidim –estudiantes- a inquirirle:

Lucas 7:18 Los discípulos de Yojanán le dieron las nuevas de todas estas cosas. Y llamó Yojanán a dos de sus discípulos, 19 y los envió a Yeshúa, para preguntarle: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro? 20 Cuando, pues, los hombres vinieron a él, dijeron: Yojanán el El Inmersor nos ha enviado a ti, para preguntarte: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro? 21 En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista. 22 Y respondiendo Yeshúa, les dijo: Id, haced saber a Yojanán lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; 23 y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí.


Yeshúa les contestó con seis signos que debería tener el que fuera el Mesías según las profecías de Yeshaya –Isaías-:

1)    Los ciegos verán (Yeshaya 29:18; 35:5)
2)    EL cojo saltará o caminará (Yeshaya 35:6; 61:1)
3)    Sanar enfermos incluyendo a la tzarát (Yeshaya 61:1)
4)    Los sordos oirán (Yeshaya 29:18; 35:5)
5)    Levantar a los muertos (Implicado en Yeshaya 11:1-2)
6)    Dar buenas nuevas (Yeshaya 61:1-2)

Amados, las pruebas de que Yeshúa efectivamente fue el Mesías son muchas, y una pequeña muestra de ello es esta parasha, por lo que te invito a que entiendas: ¡Mashíaj puede venir hoy a tu vida incluyendo la demostración de los signos antes mencionados, solo basta creerle!

¡Shabbath shalom!

Adoptado por: HOSHEA BEN YISRAEL