viernes, 28 de diciembre de 2018

Parashá 13 Semot


Parashá 13 Semot
Para ser compartida en elShabat de Tevet 21 del año 5.779/Dic 29 de 2.018
Éxodo 1:1 – 6:1
Aliyás de la Torá
  1. 1:1-17
  2. 1:18 – 2:10
  3. 2:11-25
  4. 3:1-17
  5. 3:18 – 4:17
  6. 4:18-31
  7. 5:1 – 6:1
  8. Maftir: 5:22 – 6:1
Haftará: Isaías 27:6 – 28:13; 29:22-23 (Ashkenazíes); Jeremías 1:1 – 2:3 (Sefardíes)
Brit Hadasha: Lucas 1:1-2:20
Shemot
Significa “nombres”.
Tercera aliyá, 2:11-25
2:11  “Y aconteció que en aquellos días, crecido ya Moshé, salió a donde sus hermanos y vio sus duros trabajos; y vio a un mitsrí golpeando a un hebreo, a uno de sus hermanos.” – La identidad hebrea en este joven fue más fuerte que la identidad mitsrí. La expresión “sus hermanos” indica una identificación muy poderosa en su interior. Él tuvo que pasar una crisis profunda de identidad. Se preguntaba ¿Quién soy? ¿Soy mitsrí o hebreo? Finalmente tomó la decisión de seguir su corazón y unirse con los hermanos de sangre.
Esta misma experiencia está teniendo aquellos que se han criado en el mundo gentil pero tienen sangre Israelita o un alma Israelita. En este tiempo están sintiendo el fuerte impulso de salir de donde se han criado y unirse con “sus hermanos”, los Israelitas. El hecho de salir del contorno gentil y unirse al pueblo hebreo es una de las obras de fe más grandes, según Hebreos 11:24-26, donde está escrito:
Por la fe Moshé, cuando era ya grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Paró, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Eloha, que gozar de los placeres temporales del pecado, considerando como mayores riquezas el oprobio del Mesías que los tesoros de Mitsrayim; porque tenía la mirada puesta en la recompensa.”
Vemos como el Mesías estaba en la mente de Moshé cuando tomó la decisión de unirse al dolor del pueblo escogido. El Mesías se identificó con su pueblo y tomó sus pecados sobre sí, como está escrito en Mateo 1:21:
Y dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Yeshúa, porque El salvará a su pueblo de sus pecados.
En Isaías 53:4-6 está escrito:
“Ciertamente Él llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores; con todo, nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Eloha y afligido. Mas Él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él, y por sus heridas hemos sido sanados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, nos apartamos cada cual por su camino; pero el Eterno hizo que cayera sobre El la iniquidad de todos nosotros.
El oprobio del Mesías produce riquezas en el olam habá, el mundo venidero, como está escrito en Romanos 8:16-18:
“El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Eloha, y si hijos, también herederos; herederos de Eloha y coherederos con el Mesías, si en verdad padecemos con El a fin de que también seamos glorificados con El . Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada.”
En 2 Corintios 4:17-18 está escrito:
“Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación, al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.”
Los sufrimientos que padecemos por causa de Mashiaj en este mundo, producen un eterno peso de gloria en el mundo venidero. La manera de aguantar el dolor y el sufrimiento es pensar en lo que produce. Habrá una gran recompensa para los que sufren por causa del Reino, como dijo nuestro Rebe Yeshúa en Lucas 6:22-23:
“Dichosos sois cuando los hombres os aborrecen, cuando os apartan de sí, os colman de insultos y desechan vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre. Alegraos en ese día y saltad de gozo, porque he aquí, vuestra recompensa es grande en el cielo, pues sus padres trataban de la misma manera a los profetas.”
Moshé puso su mirada en la recompensa invisible que sería revelada en el futuro. También se fijó en el Invisible, como está escrito en Hebreos 11:27:
“Por la fe salió de Mitsrayim sin temer la ira del rey, porque se mantuvo firme como viendo al Invisible.”
Los sufrimientos por causa del reino producen recompensa en el olam habá, y todo tipo de sufrimientos en este mundo produce un carácter agradable para el Eterno, si reaccionamos de manera correcta ante ellos, como está escrito en Yaakov 1:2-4:
“Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada.
En Romanos 8:28-29 está escrito:
“Y sabemos que para los que aman a Eloha, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito. Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que El sea el primogénito entre muchos hermanos.
El propósito de los sufrimientos que pasamos es que seamos moldeados conforme a la imagen del Hijo de Eloha. Esa es la meta que el Padre tiene para cada uno de sus hijos.
2:14  “Y él respondió: ¿Quién te ha puesto de príncipe o de juez sobre nosotros? ¿Estás hablando de matarme como mataste al mitsrí? Entonces Moshé tuvo miedo, y dijo: Ciertamente se ha divulgado el asunto.” – Moshé fue rechazado la primera vez cuando vino a sus hermanos. De la misma manera la mayoría de los judíos rechazaron al libertador Yeshúa cuando vino por primera vez, como está escrito en Hechos 7:23-25:
“Pero cuando iba a cumplir la edad de cuarenta años, sintió en su corazón el deseo de visitar a sus hermanos, los hijos de Israel. Y al ver que uno de ellos era tratado injustamente, lo defendió y vengó al oprimido matando al mitsrí. Pensaba que sus hermanos entendían que Eloha les estaba dando libertad por medio de él, pero ellos no entendieron. Al día siguiente se les presentó, cuando dos de ellos reñían, y trató de poner paz entre ellos, diciendo: "Varones, vosotros sois hermanos, ¿por qué os herís el uno al otro?" Pero el que estaba hiriendo a su prójimo lo empujó, diciendo: "¿QUIÉN TE HA PUESTO POR GOBERNANTE Y JUEZ SOBRE NOSOTROS? "¿ACASO QUIERES MATARME COMO MATASTE AYER AL MITSRÍ?" Al oír estas palabras, MOSHÉ HUYO Y SE CONVIRTIÓ EN EXTRANJERO EN LA TIERRA DE MIDYÁN, donde fue padre de dos hijos.
Todavía no se habían cumplido los 430 años de estancia en Mitsrayim. Por lo tanto no era el tiempo para que Moshé liberara al pueblo. El llamado estaba en su vida, y el deseo de cumplir el llamado no faltaba, pero faltaban dos cosas: el tiempo correcto y la humildad necesaria. Al precipitarse ocurrió un desastre. En su propia ira y celo por su pueblo hebreo cometió un asesinato. Esa no era la manera de actuar. HaShem tenía otro plan, y Moshé tenía que aprender a colaborar con Él en lugar de hacer las cosas por su propia cuenta y fuerza. El secreto del éxito en el Reino es colaborar con el Eterno en Sus proyectos y no hacer las cosas a nuestra manera, como está escrito en Juan 5:19:
Por eso Yeshúa, respondiendo, les decía: En verdad, en verdad os digo que el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que hace el Padre, eso también hace el Hijo de igual manera.
Aquí vemos que el Hijo de Eloha no es todopoderoso. Él depende totalmente de su Padre. Así la voluntad del Eterno tenía éxito en su vida, como está escrito en Isaías 53:10b:
“la voluntad de HaShem en su mano prosperará.
De la misma manera nosotros no podemos hacer nada sin la ayuda de Mashiaj Yeshúa como está escrito en Juan 15:4-5:
“Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.”
2:15  “Cuando Paró se enteró del asunto, trató de matar a Moshé; pero Moshé huyó de la presencia de Paró y se fue a vivir a la tierra de Midyán, y allí se sentó junto a un pozo.” –
Números 12:1. Después llegó a Midyán y se casó con una hija de Yitró que, según Rashí, era gobernante de Midyán.
Los 40 años en la estepa enseñarían a Moshé a ser humilde y depender del Eterno para poder ser un verdadero libertador. La dependencia del Eterno es la clave para tener éxito en el Reino.
Cuarta aliyá, 3:1-17
3:1    “Y Moshé apacentaba el rebaño de Yitró su suegro, sacerdote de Midyán; y condujo el rebaño tras el desierto, y llegó a Jorev, el monte de Eloha.” – Siempre se produce una manifestación y un encuentro sobrenatural si logramos atravesar el desierto espiritual guiados por el Eterno. Más allá del desierto está la revelación.
3:2    “Y se le apareció el ángel de YHWH en una llama de fuego, en medio de una zarza; y Moshé miró, y he aquí, la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.” – El Eterno se manifiesta en la tierra por medio de sus malajes, ángeles. Muchas veces estos seres maravillosos se manifiestan como llamas de fuego, como está escrito en Hebreos 1:7:
Y de los ángeles dice: EL QUE HACE A SUS ÁNGELES, ESPÍRITUS, Y A SUS MINISTROS, LLAMA DE FUEGO.
Los que sirven al Eterno tienen que estar ardiendo. Eloha no es un Eloha de muertos sino de vivos, y la vida necesita fuego para existir. Por esto los sacrificios delante del Eterno se dan por medio del fuego y con vino fuerte, que arde, cf. Números 28:7. Nuestra entrega al Eterno es por medio del fuego, como está escrito en Romanos 12:11:
no seáis perezosos en lo que requiere diligencia; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor
Aprendemos dos cosas de este arbusto que ardía en una llama de fuego sin ser consumido. Nuestro servicio al Eterno no puede ser hecho por medio de nuestra propia inspiración, nuestro propio fuego. Ese fuego nos consume, como está escrito en Ezequiel 28:18:
Por la multitud de tus iniquidades, por la injusticia de tu comercio, profanaste tus santuarios. Y yo he sacado fuego de en medio de ti, que te ha consumido; y te he reducido a ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran.
La inspiración del hombre es un fuego que le consume. Esto se puede ver ejemplificado en la música rock que consume a los roqueros. Pero cuando viene la inspiración del Eterno, no nos consumimos. Es importante que nuestro servicio al Eterno sea con la aportación de su fuego, no con el nuestro, que es un fuego extraño que nos mata, como está escrito en Números 26:61:
Pero Nadav y Aviú murieron cuando ofrecieron fuego extraño delante del Eterno
Lo otro que aprendemos de este fenómeno maravilloso es que el pueblo de Israel estaba pasando por una opresión muy grande en Mitsrayim y a lo largo de toda la historia humana, y a pesar de ello no ha sido consumido.
3:5    “Entonces Él dijo: No te acerques aquí; quítate el calzado de los pies, porque el lugar donde estás parado es tierra santa.” – Cualquier pastor de ganado menor que va por la estepa en el Oriente Medio cubre su cabeza para protegerse del sol y los vientos. Cuando el Eterno se manifestó a Moshé no le pidió descubrir su cabeza, sino quitar sus botas. No eran sandalias, porque necesitaba algo más fuerte para proteger sus pies en ese terreno.
3:6    “Y añadió: Yo soy el Eloha de tu padre, el Eloha de Avraham, el Eloha de Yitsjak y el Eloha de Yaakov. Entonces Moshé cubrió su rostro, porque tenía temor de mirar a Eloha.” – Las Escrituras enseñan que delante del Eterno no es costumbre descubrir la cabeza, sino más bien cubrirse, para reverenciarle y protegerse de la tremenda luz que hay en la gloria de su presencia. En el tabernáculo estaba prohibido servir al Eterno sin la cabeza cubierta. El Sumo Sacerdote tenía que tener una cobertura sobre su cabeza en todo momento delante del Eterno. Yeshúa el Mesías es el Sumo Sacerdote que está sirviendo en estos momentos en el tabernáculo celestial según el orden de Malki-Tsedek. Como el Sumo Sacerdote en la tierra es una sombra del Sumo Sacerdote que está en los cielos podemos deducir que el Mesías Yeshúa tiene su cabeza cubierta al servir en el Tabernáculo celestial, cf. Zacarías 3:1-5; Revelación 19:12. Así que los que sirven al Eterno en el ministerio de Malki-Tsedek deben también cubrir sus cabezas en señal de respeto al Eterno, cf. 2 Samuel 15:30; 1 Reyes 19:13.
3:8a  “Y he descendido para librarlos de mano de los mitsríes” – Esta es la séptima vez que el Eterno desciende a la tierra de forma muy concreta, las otras seis veces se encuentran en Génesis 11:5; 12:7; 17:1; 18:1; 28:13 y 35:9.
3:9-10 “Y ahora, he aquí, el clamor de los hijos de Israel ha llegado hasta mí, y además he visto la opresión con que los mitsríes los oprimen. Ahora pues, ven y te enviaré a Paró, para que saques a mi pueblo, los hijos de Israel, de Mitsrayim.” – El Etrno revela a Moshé su gran compasión por el pueblo oprimido. Para ser un líder capacitado hay que conocer las emociones del Eterno. Moshé tenía que conocer a un Eloha que tenía compasión, que sentía lo mismo que el pueblo, que se preocupaba por su situación y que es consciente de sus sufrimientos. Si un líder no tiene la compasión del Eterno por su pueblo, nunca será capaza de tener éxito en el Reino. Esto fue lo primero que Moshé tenía que aprender en este encuentro divino. Esta revelación del Eterno compasivo está íntimamente relacionada con el nombre YHWH. Ese es el nombre que expresa la misericordia y la compasión del Eterno 
Según el segundo nivel de interpretación, remez, alegórico, podemos decir que Mitsrayim representa el sistema maligno del mundo actual, Paró representa hasatán que gobierna en este mundo de maldad, y la esclavitud representa la situación del hombre bajo el pecado. Estos son los tres enemigos más importantes del hombre, el mundo, hasatán y el pecado. El último es el más peligroso, conduce a la muerte. Moshé recibe la misión de sacar al pueblo de estas tres cosas, de Mitsrayim, de la influencia de Paró y de la esclavitud. De la misma manera el Mesías ha recibido la misión de sacar al pueblo de Israel del sistema de este mundo, de la influencia de hasatán y del poder del yetser hará, la inclinación al mal dentro del hombre, que le lleva a la muerte.
3:11  “Pero Moshé dijo a Eloha: ¿Quién soy yo para ir a Paró, y sacar a los hijos de Israel de Mitsrayim?” – Moshé ya había perdido ese orgullo y soberbia juvenil que tenía la primera vez cuando intentó liberar a los israelitas de la esclavitud. Ahora se había ido al otro extremo, menospreciando a sí mismo. Esta es la primera objeción que presenta ante el llamado divino. En total rehúsa obedecer cinco veces. Al final el Eterno se enfada con él. Humildad no es decir que uno no puede o sirve. Humildad es someterse a la voluntad del Eterno y hacer su voluntad incluso si esto va a producir exaltación, como está escrito en Filipenses 2:8b-9a:
se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de madero. Por lo cual Eloha también le exaltó hasta lo sumo...
Moshé no quiso ser grande por medio de humillarse, y por eso el Eterno se enfada con él.
3:12  “Y Él dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y la señal para ti de que soy yo el que te ha enviado será ésta: cuando hayas sacado al pueblo de Mitsrayim serviréis a Eloha en este monte.” – La pregunta fue: “¿Quién soy yo?” La respuesta es: “Yo estaré contigo.” Moshé tenía que aprender que las cosas no se hacen a la manera propia. Ya aprendió que cuando hace las cosas por si mismo hay resultados desastrosos. No se veía capaz en sí mismo de sacar a los hijos de Israel de Mitsrayim. Pero no fue lo que el Eterno quiso. No pensaba que Moshé lo iba a hacer solo. Él iba a estar con él. Al hacer las cosas con el Eterno salen bien. Moshé tenía que aprender total dependencia del Eterno, y no confiar en sí mismo. Este es el gran secreto en el Reino, depender del Eterno, como está escrito en 2 Corintios 12:10:
Por eso me complazco en las debilidades, en insultos, en privaciones, en persecuciones y en angustias por amor a Mashiaj; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
En 2 Corintios 1:9 está escrito:
De hecho, dentro de nosotros mismos ya teníamos la sentencia de muerte, a fin de que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Eloha que resucita a los muertos.
En 2 Corintios 3:5 está escrito:
no que seamos suficientes en nosotros mismos para pensar que cosa alguna procede de nosotros, sino que nuestra suficiencia es de Eloha
En 1 Corintios 15:10 está escrito:
Pero por la gracia de Eloha soy lo que soy, y su gracia para conmigo no resultó vana; antes bien he trabajado mucho más que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Eloha en mí.
3:14-15 “Y dijo Eloha a Moshé: SERÉ EL QUE SERÉ. Y añadió: Así dirás a los hijos de Israel: "SERÉ me ha enviado a vosotros." Dijo además Eloha a Moshé: Así dirás a los hijos de Israel: "YHWH, el Eloha de vuestros padres, el Eloha de Avraham, el Eloha de Yitsjak y el Eloha de Yaakov, me ha enviado a vosotros." Este es mi nombre para siempre, y con él se hará memoria de mí de generación en generación.” – En total encontramos siete diferentes nombres del Eterno en esta revelación extraordinaria. Los siete son:
1.     Seré el que seré – Ehiyé asher ehiyé.
2.     Seré – Ehiyé, forma abreviada del primero.
3.     El Eterno – YHWH (evito escribirlo entero por no estar seguro de su correcta pronunciación).
4.     El Eloha de vuestros padres.
5.     El Eloha de Avraham.
6.     El Eloha de Yitsjak.
7.     El Eloha de Yaakov.
El Targúm de Yerushalayim tradujo el versículo 14 de esta manera: “Y la Palabra del Señor dijo a Moshé: Yo soy el que dijo al mundo ¡Sé!, y fue, y en el futuro le diré ¡Sé!, y será. Y él dijo: Así dirás a los hijos de Israel: “Yo Soy” me ha enviado a vosotros.”
El Midrash[8] dice: “Yo no soy llamado por ningún nombre permanente; Mi Nombre varía de acuerdo con el modo en que Mis acciones son percibidas por el hombre,” El Eterno explicó. “Cuando Yo me siento en juicio Yo libro guerra contra los malvados, Yo soy llamado Tsevaot; cuando suspendo el castigo de un pecador, soy calificado Shadai; cuando Yo soy misericordioso, me presento como YHWH (el Eterno). El nombre “Ehiyé asher ehiyé significa que al igual que Yo estoy con ellos en este exilio; así estaré con ellos en sus futuros exilios.”
El mismo Midrash sigue contando que Moshé preguntó si no tenían suficientes sufrimientos ahora como para ser recordados los sufrimientos futuros. El Eterno le contesta que este nombre sólo le fue revelado a él como su líder, pero a los hijos de Israel sólo debes mencionar el nombre Ehiyé, “estaré”, o “seré” para que sepan que yo estaré con ellos en esta aflicción.
La raíz de la palabra Ehiyé es “hayá”[9] (hey, yud, hey), que significa: ser, estar, existir / haber, tener / hacerse, llegar a ser, convertirse, volverse, ponerse / pertenecer a, servir de.
La raíz del nombre YHWH es “havá”[10] (hey, vav, hey), que significa: ser, estar, existir, devenir, llegar a ser, ocurrir.
La palabra YHWH[11] (Yud, Hey, Vav, Hey) está relacionada con los dos verbos hayá y havá. YHWH es la forma causativa, (hifil), del verbo havá, lo cual implica que él es (eternamente), él vive (y no puede morir) y hace vivir (da existencia a todo ser vivo). Él es el que existe por si mismo, el único ser real, el eternamente presente. Él es la fuente de toda realidad, incomparable, sin límite, autosuficiente, eterno e inmutable.
En Isaías 41:4 está escrito:
¿Quién lo ha hecho y lo ha realizado, llamando a las generaciones desde el principio? Yo, YHWH, soy el primero, y con los postreros estoy.
Esto nos enseña que el Eterno no está dentro del tiempo. Él es el primero y al mismo tiempo está con los postreros. Él está en estos momentos presente en el huerto del Edén cuando Adam toma el fruto prohibido. Él está en estos momentos presente cuando su Hijo está derramando su sangre en el madero. Él está presente en la segunda venida del Mesías y en el juicio eterno. Él está en el pasado, el presente y el futuro al mismo tiempo. No necesita recordar el pasado, él está en el pasado. Él no necesita pronosticar el futuro, él está en el futuro. Él es el primero y con los postreros está.
Esto implica que él no necesitaba ver el futuro y el pasado en el momento cuando el Mesías murió por todos los hombres. Él estaba presente en todas las vidas de las personas que habían vivido, las que vivían en ese momento y las que iban a ser creadas en el futuro. Como él es, él puede trasladar los pecados de todos los hombres del pasado, presente y futuro, y colocarlos en el cuerpo de su Hijo para que él pueda morir por todos, sin excepción. Así que en estos momentos el Padre está viendo la muerte de Yeshúa, sangrando por ti. Su muerte está eternamente presente ante el trono celestial. Por causa de esa muerte tú y yo tenemos acceso a su trono de misericordia. Por causa de que ÉL ES, podemos nosotros estar con él y recibir su vida eternamente y para siempre. ¡Bendito sea su Nombre!
En Revelación 4:8 está escrito:
Y los cuatro seres vivientes, cada uno de ellos con seis alas, estaban llenos de ojos alrededor y por dentro, y día y noche no cesaban de decir: SANTO, SANTO, SANTO, es HASHEM ELOHA, TSEVAOT, el que era, el que es y el que ha de venir.
En 1 Timoteo 6:16 está escrito:
el único que tiene inmortalidad y habita en luz inaccesible; a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A Él sea la honra y el dominio eterno. Amén.
Sólo el Eterno tiene inmortalidad. Es el ÚNICO que tiene inmortalidad. El único inmortal habita en una luz inaccesible. Ningún hombre ha visto ni puede ver al único que tiene inmortalidad. Así que si Yeshúa fuera inmortal no lo podríamos ver, ni podría morir. El único que tiene inmortalidad es el Padre celestial. El Hijo de Eloha pudo morir y lo pudimos ver. Así que aquí no se habla de él, sólo del Padre.
En 1 Timoteo 1:17 está escrito:
Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, único Eloha, a Él sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
El único Eloha es el Rey eterno inmortal e invisible. Yeshúa fue mortal y visible. Así que el único Eloha no puede incluir a Yeshúa, sólo el Padre.
En Juan 5:26 está escrito:
Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le dio al Hijo el tener vida en sí mismo
Originalmente sólo el Padre tenía vida en sí mismo. Luego el Padre dio al Hijo tener vida en sí mismo. Si el Padre no lo hubiera dado, el Hijo no lo tendría. El Hijo recibió del Padre la inmortalidad. No la tenía en sí mismo, la recibió.
En Romanos 2:6-7 está escrito:
el cual PAGARA A CADA UNO CONFORME A SUS OBRAS: a los que por la perseverancia en hacer el bien buscan gloria, honor e inmortalidad: vida eterna.
El alma del hombre no es inmortal. El hombre no es inmortal. Sólo hay uno que es inmortal. El hombre busca inmortalidad. El Eterno comparte su inmortalidad con los que están conectados con él. Él es el dador de la vida y la existencia. No hay vida ni existencia fuera de él. Ningún ser puede existir si el Eterno no le da existencia. Los ángeles viven porque el Eterno los está dando vida. Los demonios viven porque el Eterno les está dando vida. Los hombres viven porque el Eterno los está dando vida. El que se aleja del Dador de la vida se muere, se elimina, deja de existir, desaparece. Fuera del dador de la vida no hay existencia.
La filosofía griega ha engañado a judíos y cristianos con la doctrina de la inmortalidad del alma. Las Escrituras dicen que sólo hay Uno que es inmortal, el que da vida a todo, como está escrito en 1 Timoteo 6:13a:
Te mando delante de Eloha, que da vida a todas las cosas
En Hechos 17:24-25, 28a está escrito:
El Eloha que hizo el mundo y todo lo que en él hay, puesto que es Señor del cielo y de la tierra, no mora en templos hechos por manos de hombres, ni es servido por manos humanas, como si necesitara de algo, puesto que El da a todos vida y aliento y todas las cosas... porque en El vivimos, nos movemos y existimos.
Esa capacidad de dar vida la ha entregado a su Hijo, el último Adam, como está escrito en 1 Corintios 15:45:
Así también está escrito: El primer HOMBRE, Adam, FUE HECHO ALMA VIVIENTE. El último Adam, espíritu que da vida.
En Juan 5:25 está escrito:
En verdad, en verdad os digo que viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Eloha, y los que oigan vivirán.
En Juan 10:27-28 está escrito:
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen; y yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de mi mano.
En 1 Juan 5:11-13 está escrito:
Y el testimonio es éste: que Eloha nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo tiene la vida, y el que no tiene al Hijo de Eloha, no tiene la vida. Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Eloha, para que sepáis que tenéis vida eterna.
YHWH, el Eloha de vuestros padres, el Eloha de Avraham, el Eloha de Yitsjak y el Eloha de Yaakov..." Este es mi nombre para siempre, y con él se hará memoria de mí de generación en generación.
El nombre YHWH (el Eterno) está íntimamente relacionado con los tres patriarcas. Su nombre implica que está dando existencia a estos tres. Los patriarcas habían muerto en el tiempo de Moshé, no estaban vivos. Los patriarcas no estaban vivos sino muertos en el tiempo de Yeshúa.
Los tsadukeos no creían en la resurrección. Tampoco aceptaban otras Escrituras fuera del Jumash, el Pentateuco. Por lo tanto, cuando el Mesías entró en discusión con ellos en cuanto a la resurrección, no usó argumentos de los libros que ellos no aceptaban como inspirados, (donde claramente se habla de la resurrección de los muertos, cf. Job 19:26; Isaías 26:19; Daniel 12:2, 13 etc.), sino usó el Jumash. Citó el texto que estamos estudiando, como está escrito en Lucas 20:37-38:
Pero que los muertos resucitan, aun Moshé lo enseñó, en aquel pasaje sobre la zarza ardiendo, donde llama al Señor, EL ELOHA DE AVRAHAM, Y ELOHA DE YITSJAK, Y ELOHA DE YAAKOV. El no es Eloha de muertos, sino de vivos; porque todos viven para El.
¿Cuál es el argumento del Mesías? Si no hay resurrección, como dicen los tsadukeos, ¿cómo el Eterno puede confesarse a los patriarcas y decir que es el Eloha de ellos, si están muertos? Él no es un Eloha de muertos sino de vivos. Esto nos enseña que los patriarcas estaban muertos cuando Yeshúa habló. Si Yeshúa los hubiera considerado como vivos, no tendría argumentos contra los tsadukeos. Para nuestro Rebe, la resurrección era necesaria para que el Eterno pudiera ser el Eloha de Avraham, Yitsjak e Israel. Si no hay resurrección, ellos siguen siendo muertos, y el Eterno sería un Eloha de muertos. Así que la doctrina que enseña que están vivos los que han dormido en la fe, está equivocada. Los que durmieron necesitan la resurrección de sus cuerpos para estar vivos. Avraham, Yitsjak y Yaakov tienen que resucitar para que puedan ser considerados como vivos y Eloha ser un Eloha de vivos. Según el Mesías Yeshúa, el hombre no puede vivir sin cuerpo. La resurrección es una condición para que el hombre pueda vivir eternamente, como está escrito en 1 Corintios 15:53-54:
Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Pero cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: DEVORADA HA SIDO LA MUERTE en victoria.
La muerte no podrá ser devorada hasta que venga la resurrección, cuando los cuerpos muertos serán vivificados.
¡Shabat Shalom!

viernes, 21 de diciembre de 2018

PARASHA 12 VAYEJI


PARASHA 12 VAYEJI
Y vivió

Para la semana que termina el 14 de Tevet de 5779
22 de diciembre del 2018
Bereshit / Génesis 47:28-50:26

Aliyás de la Torá:
  1. 47:28 – 48:9
  2. 48:10-16
  3. 48:17-22
  4. 49:1-18
  5. 49:19-26
  6. 49:27 – 50:20
  7. 50:21-22
 Haftará: 1 Reyes 1:1-12
Brit Hadasha (pacto renovado): Marcos 15:6 – 16:8

 Introducción

Génesis 47:28 Yaakov vivió en la tierra de Egipto diecisiete años, y fueron los días de Yaakov, los años de su vida, ciento cuarenta y siete años.

Bereshit 47:28 Vayeji Ya'akob be'erets Mitsrayim shva esreh shanah vayeji yemey-Ya'akob shney jayav sheva shanim ve'arba'im ume'at shanah.

La vida de Yaakov, fue sin lugar a duda, una vida llena de vicisitudes y adversidades, pero también llena de grandes bendiciones por El Eterno. Puesto que al venir a ser nieto de Abraham avinu -nuestro padre- contaba con los méritos y acciones que su abuelo y su padre Yitzjak habían obrado, andando en el camino de el Eterno y esto había sido contundente en Yaakov que contó con sus promesas y bendiciones, y si, le fueron muy necesarias puesto que al vivir 20 años en la tierra de Padan Aram (Bereshit 28:2) fuera de la tierra de Canaán, que era la tierra de la promesa, que el Eterno le había otorgado a su abuelo y posteriormente corroborado a su padre, tuvo un costo muy grande en su vida, reflejado en todas estas adversidades que le sucedieron y en un contraste muy diferente con lo que fue en la vida de su padre Yitzjak, el cual por mantenerse en la tierra de Canaán, no se vio en la necesidad de pasar por tantas adversidades.

No hay duda que el vivir en la tierra de Cannán, (que se conocería como Eretz Israel) no es lo mismo que vivir fuera, pues El Eterno al darla por promesa a Abraham avinu conlleva en la promesa bendiciones, las cuales Abraham avinu se esforzó por tenerlas puesto que él sabía que estas mismas bendiciones las transmitiría a su descendencia. Rabí Shaúl, el mal llamado Apostol Pablo por el Romanismo Cristiano, dice en su carta que escribe a los Hebreos perek/capítulo 11 pasuk/verso 15-16 dice así: “Pues si hubiesen estado pensando en aquella en donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Elohym no se avergüenza de llamarse Elohym de ellos; por lo que les ha preparado una ciudad“. En esta perasha abordaremos "las bendiciones de Yaakov".

 Temas de la Perasha

La perasha habla sobre los siguientes temas:

Primera aliá (47:28 - 48:9)
Yaakov antes de morir, pide a su hijo Yosef que hiciese con él "merced y verdad" jurando que sus restos sean llevados a la tierra de sus padres.

Segunda aliá (48:10-16)
Yaakov bendice a los hijos de Yosef, Efraim, el menor a su derecha y a Manases el mayor a su izquierda.

Tercera aliá (48:17-22)
Yosef intenta cambiar la mano de Yaakov sobre sus hijos mas Yaakov tal como puso sus manos sobre ellos y los bendijo; "¡Haga el Eterno que seas como Efraín y como Manasés! Y así puso a Efraín antes de Manasés."

Cuarta aliá (49:1-18)
Yisrael junta a sus hijos para bendecirlos.
La bendición de Yaakov a Reubén.
La bendición de Yaakov a Shimón y a Leví.
La bendición de Yaakov a Yehudá.
La bendición de Yaakov a Zebulún.
La bendición deYaakov a Isajar.
La bendición de Yaakov a Dan.

Quinta aliá (49:19-26)
La bendición de Yaakov a Gad.
La bendición de Yaakov a Asher.
La bendición de Yaakov a Naftalí.
La bendición de Yaakov a Yosef.

Sexta aliá (49:27 - 50:20)
La bendición de Yaakov a Benyamin.
Yaakov les da a sus hijos su ultima instrucción de ser enterrado en la cueva de Majpela con sus padres. La muerte de Yaakov. Yaakov es embalsamado y sus restos son llevados a Canaan por Yosef y sus hermanos con los ancianos de Egipto.

Séptima aliá (50:21-26)
Yosef asegura a sus hermanos que no tomara venganza por lo que le hicieron, sino que todo estaba en el plan de El Eterno. Yosef vió a sus nietos. Yosef hizo jurar a sus hermanos que sus restos, llevarían a la tierra que el Eterno dio a sus padres. La muerte de Yosef a los 110 años.

Enseñanza

Bereshit: 48:3 y 4 “Y le dijo Yaakov a Yosef: el Shadai/TodoPoderoso se me apareció en luz en la tierra de Cannán, Vaibaraj ati/y me bendijo. Y me declaro he aquí que te fructificaré y multiplicaré y haré de ti una gran likeal amim/comunidad de pueblos, y daré esta tierra a tu simiente después de ti por posesión olam/eterna”. Habían llegado sus últimos días de vida de Yaakov avinu y al estar él en Mitzraim/Egipto, ejecuta la acción mas importante que debería realizar, esto es, transmitir las berajot -bendiciones- que recibió de su padre y de su abuelo y ahora él las transmitiría a su descendencia, pero recordemos cuando El Eterno da esta promesa de bendición a Abraham avinu y ahora Yaakov, la menciona como herencia que había recibido; en Bereshit 12:1-3, encontramos en la Torá la primera vez que el Eterno le otorga esta promesa a Abraham “Y le dijo el Eterno a Abram, vete de tu tierra y de tu familia y de la casa paterna a la tierra que te señalaré. Y haré de ti una legoi gadol/nación grande y te bendeciré y agradeceré tu nombre y será una bendición. Y bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan, y en ti serán bendecidas todas las familias de la tierra”
. “en ti serán bendecidas todas las familias de la tierra”

Sin lugar a duda, Abraham  viene ha ser un parte aguas para la humanidad, esta promesa de bendición vino a ser bendición también para todas las naciones sobre la tierra, no solo a los de su etnia. En el Midrash se declara que la expresión de el Eterno cuando le dice: “En ti serán bendecidas todas las familias de la tierra” se cumplió cuando Abraham avinu contó con una moneda propia, la cual fue circulante en todas las transacciones comerciales que él hizo, y que a su vez usaron los pueblos como propia en la tierra de Cannán; si bien esto fue una bendición por parte de Abraham, pues por el solo hecho de ser un Tzadik -justo-, se mostró bendición en todo lo que él hacia y realizaba, pero la promesa que el Eterno menciona es mucho mas grande y enorme de lo que puede ser una transacción comercial y monetaria.

Cuando el Eterno dice: “Y en ti serán bendecidas todas las familias de la tierra”, nos preguntamos ¿cual será el área geográfica a la que El Eterno se refiere? ¿Oriente Medio, Asia Menor, Lejano Oriente, Europa Central, África del Norte o del Sur, América, etc. etc.?

Podemos leer en el libro del Nevi/profeta Yeshayahu (Isaias) 40:21,22 “¿No lo sabéis, no lo escucháis, no se os ha dicho desde el principio, no habéis comprendido los fundamentos de la tierra? es ÉL quien se sienta desde el circulo de la tierra, cuyos habitantes son como langostas, extiende los cielos como una cortina, y los despliega como en una tienda para vivir en ella”.

Sin temor a equivocarnos podemos decir que esta bendición de promesa por El Eterno incluye a todas las naciones que están debajo de los cielos, por amor a Abraham avinu, y en completa armonía con esto, lo manifiesta la expresión goin gadol/nación grande, es decir, naciones extranjeras reconocidas como descendientes de Abraham, lo interesante es saber cómo, lo cual queremos aclararlo poco a poco en esta enseñanza.

La segunda ocasión que el Eterno le vuelve a mencionar esta promesa a Abraham, es 29 años después y la encontramos en Bereshit 17:1, 2, 4 y 5 “Y tenia Abram 99 años cuando se le apareció el Eterno, diciéndole: Ani EL shadai/Yo soy Elohym Todopoderoso, anda ante Mi, integro, y Yo estableceré Mi brit/pacto contigo y te multiplicare de sobre manera. Yo Mi pacto es contigo, y serás padre de una multitud de goim/gentes. Y dejaras de llamarte Abram y tu nombre será Abraham, pues te he convertido en padre de goim netathij/numerosas gentes”.

El nombre de Abram cuyo significado, se que muchos lo saben pues es algo básico, sin embargo, es importante señalarlo: Ab = Padre Ram = Aram, Padre en la tierra de Aram, el Eterno estaba cambiando este significado por un significado mucho mas grande, al decirle que ahora su nombre era Abraham: Ab= Padre Ra= grande o multitud y Am= pueblo; esta promesa la especifica todavía mas el Eterno en el pasuk 6 diciendo: “Y haré que seas fructífero y que de ti surjan legoim/naciones y saldrán reyes”. ¡Haleluya!

En su grande amor y misericordia El Eterno, está estableciendo un medio por el cual todo aquel que llegue a ser de nación extranjera de nuestro pueblo Israel, pudiera tener la oportunidad de ser hijo ante los ojos del Eterno, por medio de Abraham avinu y esto concuerda muy bien con lo que dice el Brit Jadasha, el mal llamado Nuevo testamento por los Romanos, porque de “nuevo” no tiene nada, cuando Rabi Shaúl escribe la carta a la Kehila de la ciudad de Galacia 3:8 diciendo: “y las kitveit hakodesh -Sagradas Escrituras-, previendo que Elohym habiendo de justificar por medio de la Emuna -fe- a los goim -gentiles-, dio por anticipado la buena nueva a Abraham, diciendo en ti serán benditas todas las etnias/familias de la tierra”. Esta promesa, el Eterno aquí mismo en Bereshit 17 la está elevando a categoría de brit/pacto, como bien dice el pasuk 2, y que un pacto entendemos, debe contar con un instrumento físico y tangible y que en este caso El Eterno lo especifica en el pasuk 10 y 11diciendo, “Este es Mi pacto que ustedes guardareis, tu y tu simiente después de ti: todo varón de vosotros será circuncidado.” La mila/circuncisión es la señal o distintivo físico de este pacto del Eterno con Abraham y su descendencia carnal, la cual representa la existencia tangible del pueblo escogido desde donde saldrá la luz a todas las naciones. Aunque viene de los invisible se hace visible, palpable e identificable por una señal en la carne

No es la mila/circuncisión el pacto sino la señal del pacto, la identificación de con quienes pacta la responsabilidad de llevar las bendiciones derivadas de las promesas

El pueblo del bri milá/pacto de la circuncisión sale de los lomos de Abraham y es pasado a sus hijos incluido el hijo de la esclava (Agar) y los hijos de Cetura (la segunda esposa de  Abraham)

Ahora bien, es muy importante que comprendamos quienes son los que pueden y deben, tener esta señal del pacto para que obre en ellos la autenticidad de esta bendición hecha a nuestro padre Abraham y se pueda perpetuar en el tiempo a través de las futuras generaciones, el Eterno establece que son dos características Bereshit 17:13 “El nacido en tu casa o el comprado con tu dinero ha de ser circuncidado y así Mi pacto será en vuestra carne olam/eternamente”. Dos preguntas importantes que debemos de hacer aquí. La primera ¿Quiénes son los nacidos en tu casa? Y la segunda ¿Quiénes son los comprados por tu dinero?, nacidos en la casa de Abraham, obviamente comenzamos por su hijo Yitzjak, que es su propia sangre y su propia carne, nacido de su esposa Sarah; Ismael, es su sangre aunque no el hijo de la promesa y los siervos de Abraham nacidos en su casa, todos ellos entran en este pacto, pues al decir el Eterno, los que son nacidos en su casa, entendemos que son todos los que están bajo la autoridad de Abraham y los comprados con el dinero de él, (Abraham) no importando la nacionalidad, que al ser adquirido en una transacción comercial legal de venta-compra. Eran propiedades o bienes adquiridos al igual que el ganado y las casas los cuales están sujetos a la voluntad de su amo.

El midrash dice que Abaham se tomaba el trabajo de enseñar a sus esclavos la emuná (fe) en el único Elohim que él conocía y aquel que no aprendía lo vendía, conservando entre sus siervos y su familia unidad en el amor al Eterno.

La señal en la carne era la manifestación del compromiso que debía ser fruto de su aceptación desde el  corazón lo cual el Eterno exige y encuentra en Abraham (un corazón limpio)
 Deu 10:16 “ Circuncidad, pues, vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz.
Deu 10:17  Porque el SEÑOR vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible que no hace acepción de personas ni acepta soborno”

Los esclavos no tenían heredad en los bienes materiales, pero en el caso de la muerte de su amo sin herederos de sangre este tendría que dejar la herencia en manos del esclavo que ostentara el reconocimento de servidor leal y fiel.
Gen 15:1  Después de estas cosas la palabra del SEÑOR vino a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram, yo soy un escudo para ti; tu recompensa será muy grande.
Gen 15:2  Y Abram dijo: Oh Señor DIOS, ¿qué me darás, puesto que yo estoy sin hijos, y el heredero de mi casa es Eliezer de Damasco?
Gen 15:3  Dijo además Abram: He aquí, no me has dado descendencia, y uno nacido en mi casa es mi heredero.
Gen 15:4  Pero he aquí que la palabra del SEÑOR vino a él, diciendo: Tu heredero no será éste, sino uno que saldrá de tus entrañas, él será tu heredero.
Gen 15:5  Lo llevó fuera, y le dijo: Ahora mira al cielo y cuenta las estrellas, si te es posible contarlas. Y le dijo: Así será tu descendencia.

(Cuando habla de las estrellas del cielo se está refiriendo a la descendencia espiritual y cuando se  refiere a la arena del mar o el polvo de la tierra nos anuncia la descendencia terrenal.)

En el caso de los comprados por dinero, no así los de la familia, pues el varón primogénito heredaba las propiedades y obligaciones familiares de su padre.

Esta bendición tan grande tiene entonces cobertura para todos los que llevan en sus venas la sangre de Abraham, casa de Israel y casa de Yehuda, pero también los que amando al Eterno, se adhieren al pueblo de Israel, estos últimos son comprados directamente por Él, no por dinero  ni transacción comercial pues no son por la carne sino por la fe (emuná) mediante el sacrificio de sangre de Yeshúa (la Torah viva) sin importar nacionalidad y así vienen a ser ya no mas goim/extranjeros, sino también se constituyen como hijos, benei Israel, pues el Eterno no falta a sus promesas y esta escritura en el libro de Yeshayahu lo declara abiertamente al pueblo extranjero.

Yeshayahu (Isaias) 56:1-3,6,7 “Así dice el Eterno: guardad justicia y haced lo que es recto por que mi salvación esta próxima, y mi justicia será revelada. Feliz el hombre que hace esto y el hijo del hombre que a ello se asiere, y se guarda por profanar el Shabat, y guarda su mano de toda obra mala. Que no diga el extranjero convertido al Eterno: el Eterno de seguro me separará de su pueblo y que no diga el Eunuco: he aquí que soy un árbol seco… También los extranjeros que se adhieren al Eterno para adorarle y amar el nombre del Eterno, para ser sus siervos. Cada uno que se guarde de profanar el Shabat y sea fiel a mi pacto. También a ellos los traeré a mi montaña sangrada y los haré gozosos en mi casa de oraciones. Sus holocaustos y sacrificios serán aceptos sobre mi altar, porque mi casa será llamada casa de oraciones para todos los pueblos”.

Esta promesa de bendición El Eterno se la ratificó a Yitzjak, Bereshit 26:3-5 “Mora en esta tierra y seré contigo y te bendeciré, porque a ti y a tu simiente le entregare todos estos países y cumpliré el pacto que hice con Abraham tu padre y haré que tu simiente se multiplique como las estrellas del cielo y daré a tu simiente todas estas tierras, y en tus simientes te bendecirán todos las naciones de la tierra”. Démonos cuenta que el Eterno confirma la promesa de bendición con Yitzjak pero además es importante que esta promesa transciende a Yitzjak porque Abraham fue fiel ¿En que? En guardar Torá pasuk 5: “Porque Abraham escucho mi voz y guardo mis mandamientos, mis preceptos y mis leyes”. Y esta misma promesa llego a Yaakov Bereshit 28: 13 “Y he aquí que el Eterno estaba sobre ella y dijo: Yo Soy el Eterno, Elohym de Abraham, tu padre, y Elohym de Yitzjak. La tierra donde estas acostado te la daré a ti y a tu simiente, y tu descendencia será como el polvo de la tierra y se propagará hacia el oeste, hacia el este, hacia el norte y hacia el sur, y en tu simiente serán bendecidas todas las familias de la tierra”. El Eterno estaba entonces con esto haciendo llegar esta bendición a la tercera generación y con ello dejo por sentado firmemente las raíces del olivo en el que serían injertados o plantados, mediante el sacrificio del Mshiaj en el Ruaj como a todos aquellos que llegaron a ser comprados en Bereshit 35:10 y 11 por segunda ocasión el Eterno le vuelve a mencionar a Yaakov avinu la promesa diciéndole “ani el shadai/Yo Soy Elohym Todopoderoso, crece y multiplícate haré de ti una goi ukeal goim/una nación y conjunto de naciones”. Cuando el Eterno le esta dando esta promesa a Yaakov aun no había nacido Binyamin y obviamente tampoco Efrayim y Menashe, lo cual a todas luces esta haciendo un anuncio El Eterno del futuro nacimiento de ellos, y que el Midrash asi nos lo enseña, pero que esta promesa es aparte de la que Yaakov recibe por herencia de su padre y de la cual hemos venido hablando.

 Conclusión

Es interesante el poder ver que en el desvío que tiene la tribu de Efrayim de apartarse del Eterno está la misericordia de El Eterno para con las naciones, pues Efrayim al mezclarse es encargado de permear en las naciones, la simiente de Abraham se esparció dentro de los pueblos extranjeros y conociendo esto el Eterno de antemano, procuro que por amor a su promesa hecha a Abraham su simiente esparcida contara con un medio para regresar a casa. El ungido Yeshua es encargado para buscar a ese Israel muerto, representado en los huesos secos de Ezequiel 37: 1-11
Eze 37:1  La mano del SEÑOR vino sobre mí, y me sacó en el Espíritu del SEÑOR, y me puso en medio del valle que estaba lleno de huesos.
Eze 37:2  Y El me hizo pasar en derredor de ellos, y he aquí, eran muchísimos sobre la superficie del valle; y he aquí, estaban muy secos.
Eze 37:3  Y El me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y yo respondí: Señor DIOS, tú lo sabes.
Eze 37:4  Entonces me dijo: Profetiza sobre estos huesos, y diles: "Huesos secos, oíd la palabra del SEÑOR.
Eze 37:5  "Así dice el Señor DIOS a estos huesos: 'He aquí, haré entrar en vosotros espíritu, y viviréis.
Eze 37:6  'Y pondré tendones sobre vosotros, haré crecer carne sobre vosotros, os cubriré de piel y pondré espíritu en vosotros, y viviréis; y sabréis que yo soy el SEÑOR.'"
Eze 37:7  Profeticé, pues, como me fue mandado; y mientras yo profetizaba hubo un ruido, y luego un estremecimiento, y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso.
Eze 37:8  Y miré, y he aquí, había tendones sobre ellos, creció la carne y la piel los cubrió, pero no había espíritu en ellos.
Eze 37:9  Entonces El me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: "Así dice el Señor DIOS: 'Ven de los cuatro vientos, oh espíritu, y sopla sobre estos muertos, y vivirán.'"
Eze 37:10  Y profeticé como El me había ordenado, y el espíritu entró en ellos, y vivieron y se pusieron en pie, un enorme e inmenso ejército.
Eze 37:11  Entonces El me dijo: Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel; he aquí, ellos dicen: "Nuestros huesos se han secado, y nuestra esperanza ha perecido. Estamos completamente destruidos."

Mat 10:5  A estos doce envió Yeshúa después de instruirlos, diciendo: No vayáis por el camino de los gentiles, y no entréis en ninguna ciudad de los samaritanos.
Mat 10:6  Sino id más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel.

Mat 15:24  Y respondiendo El, dijo: No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.

  Hoy el Eterno está despertando a su pueblo y sacándolo de todas partes dice el libro de Nevi Zejaria/profeta Zacarías 9:13 “Porque he entesado para mi a Yehuda como arco he hice a Efrayim su flecha y despertare a tus hijos oh Sion, contra tus hijos o Grecia y te pondré como espada de un hombre poderoso”.
 Hoy hay quien todavía piensa que basta con creer en Yeshúa HaMashiaj y es suficiente sin ponerse a meditar que la promesa del Eterno convertida en pacto basada en la Torá y dada a través de tres generaciones: Abraham, Yitzjak y Yaakov no es contraria a la obra de Mashiaj pues claramente lo dice esta escritura de Rabi Shaul Galatas 3:17 “ Esto pues, digo: el pacto previamente ratificado bajo Elohym, la Torá que vino 430 años después no ha abroga para invalidar la promesa”.

Rom 2:29  sino que es judío el que lo es interiormente, y la circuncisión es la del corazón, por el Espíritu, no por la letra; la alabanza del cual no procede de los hombres, sino de Dios.

Gal 3:29  Y si sois de Mashiah (Torah), entonces sois descendencia de Abraham, herederos según la promesa.

Gal 2:7  Sino al contrario, al ver que se me había encomendado el evangelio a los de la incircuncisión, así como Pedro lo había sido a los de la circuncisión

Php 3:3  porque nosotros somos la verdadera circuncisión, que adoramos en el Espíritu de Dios y nos gloriamos en Mashiaj Yeshúa, no poniendo la confianza en la carne,
Col 2:11  en El también fuisteis circuncidados con una circuncisión no hecha por manos, al quitar el cuerpo de la carne mediante la circuncisión de Mashiaj (Torah);
Tit 1:10  Porque hay muchos rebeldes, habladores vanos y engañadores, especialmente los de la circuncisión,

Efesios 2:11 Eph 2:11  Recordad, pues, que en otro tiempo vosotros los gentiles en la carne, llamados incircuncisión por la tal llamada circuncisión, hecha por manos en la carne,
Eph 2:12  recordad que en ese tiempo estabais separados de Mashiaj, excluidos de la ciudadanía de Israel, extraños a los pactos de la promesa, sin tener esperanza, y sin Dios en el mundo.
Eph 2:13  Pero ahora en Mashiaj Yeshúa, vosotros, que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido acercados por la sangre de Yeshúa
Eph 2:14  Porque El mismo es nuestra paz, quien de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación,
Eph 2:15  aboliendo en su carne la enemistad, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un nuevo hombre, estableciendo así la paz,
Eph 2:16  y para reconciliar con Dios a los dos en un cuerpo por medio de la cruz, habiendo dado muerte en ella a la enemistad.
Eph 2:17  Y VINO Y ANUNCIO PAZ A VOSOTROS QUE ESTABAIS LEJOS, Y PAZ A LOS QUE ESTABAN CERCA;
Eph 2:18  porque por medio de El (la TORA VIVA) los unos y los otros tenemos nuestra entrada al Padre en un mismo Espíritu.
Eph 2:19  Así pues, ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino que sois conciudadanos de los santos (Israel)  y sois de la familia de Dios, (Israel celestial)
Eph 2:20  edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Mashiaj Yeshúa mismo la piedra angular,
Eph 2:21  en quien todo el edificio, bien ajustado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor,
Eph 2:22  en quien también vosotros sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.

Que escritura tan armoniosa del Brit Jadasha para hacernos comprender que un rabino fariseo de la tribu de Binyamin, circuncidado a los ocho días con respecto a la obediencia de la Torá, irreprensible, reconoció a Yeshúa como el Mesías de Israel y comprendió completamente el plan del Eterno en toda su magnitud para que todos aquellos que por nuestras venas no corre sangre Yisraelita o judía- entendamos que hemos sido comprados por la sangre de Mashiaj y para que todos aquellos que son de sangre Yehudi ya sea que lo sepan o no lo sepan, se conviertan en hacedores de Toráh así como también nosotros y podamos regresar a casa Tú que estas escuchando esta Parasha y que sientes celo y amor o el arder de una llama en tu corazón por el pueblo de Israel es porque seguramente tu también eres pueblo y al Eterno desea hacerte participe de esas promesas de bendición que El, de antemano anticipo con Abraham avinu ¡Baruj Haba /Bienvenido!

¡JAZAQ HAZAQ BENI JAZEQ!

¡Shabath Shalom!

Por: HOSHEA BEN YISRAEL.