viernes, 25 de enero de 2013

PARASHÁ 16 BeShalaj


PARASHÁ 16 BeShalaj | Éxodo 13:17 – 17:16


Aliyás de la Torá:

1. 13:17 – 14:8
2. 14:9-25 (Sefardíes)
3. 14:15-25 (A); 14:26 – 15:26 (S)
4. 14:26 – 15:26 (A); 15:27 – 16:10 (S)
5. 15:27 – 16:10 (A); 16:11-29 (S)
6. 16:11-36 (A); 16:30-36 (S)
7. 17:1-16

Haftará: Jueces 5:1-31

Brit Hadashah: Lucas 8:1 – 9:62

BeShalaj Significa “cuando envió”.
13:21 “El Eterno iba delante de ellos, de día en una columna de nube para hacerlos guiar por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarlos, a fin de que anduvieran de día y de noche.” – En este versículo aparece el verbo guiar de forma hifil, causativa, para mostrarnos que el Eterno iba delante mediante un emisario que le representaba (Rashí). La columna de nube fue el representante del Eterno en este caso.

En Éxodo 14:19 está escrito:

“Y el ángel de Elohim que había ido delante del campamento de Israel, se apartó, e iba tras ellos; y la columna de nube que había ido delante de ellos, se apartó, y se les puso detrás.”

Esto nos enseña que el representante de El Eterno nuestro Elohim era un malaj, un ángel, que se manifestaba de manera de columna de nube de día y columna de fuego por la noche. También había una nube encima del campamento que daba sombra de día y calor de noche, cf. Éxodo 40:38; Números 14:14; Deuteronomio 1:33; Ezequiel 1:4; Isaías 4:5-6.

14:13-14 “Pero Moshé dijo al pueblo: No temáis; estad firmes y ved la salvación que Adonay hará hoy por vosotros; porque los egipcios a quienes habéis visto hoy, no los volveréis a ver jamás. El Eterno peleará por vosotros mientras vosotros os quedáis callados.” – La palabra hebrea para salvación es “yeshuá” con el acento en la a. El nombre del Mesías es Yeshúa, con acento en la u, que significa “él salvará”. El nombre Yeshúa es la forma abreviada de Yehoshúa, cf. Números 13:16 con Nehemías 8:17 y Hageo 1:1 con Esdras 5:2. 14:22 “Y los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, y las aguas les eran como un muro a su derecha y a su izquierda.” – El cruce del mar es visto como una tevilá, un baño ritual. Contiene el simbolismo de morir de la vieja vida y resucitar a una vida nueva. En este caso los hijos de Israel murieron de su dependencia de Egipto y Faraón para depender del Eterno en todo sentido. Pasaron de un dueño a otro y de un señor a otro, como está escrito en 1 Corintios 10:1-4:

“Porque no quiero que ignoréis, hermanos, que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube y todos pasaron por el mar; y en Moshé todos fueron sumergidos en la nube y en el mar; y todos comieron el mismo alimento espiritual; y todos bebieron la misma bebida
Espiritual, porque bebían de una roca espiritual que los seguía; y la roca era el Mesías.”

Se habla aquí de que fueron sumergidos en Moshé en la nube y en el mar. El pensamiento es que el pueblo pasó de un reino a otro, de la autoridad de Faraón a la autoridad de Moshé. Pasaron por el mikvé, acumulación de aguas, para estar sometidos a las órdenes de Moshé que era rey en Israel, como está escrito en Deuteronomio 33:4-5:

“Una ley nos prescribió Moshé, una herencia para la asamblea de Yaakov. Él era rey en Yeshurún, cuando se reunieron los jefes del pueblo, juntamente con las tribus de Israel.”

De la misma manera la tevilá mesiánica implica que una persona muere y entierra su vieja vida bajo la autoridad de hasatán, el pecado y el mundo y resucita para una vida nueva bajo la autoridad del Mesías Yeshúa, en obediencia a la Torá, sometida al Reino de los cielos, como está escrito en Romanos 6:1-11:

“¿Qué diremos, entonces? ¿Continuaremos en pecado para que la gracia abunde? ¡De ningún modo! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados (purificados) en el Mesías Yeshúa, hemos sido bautizados (purificados)  en su muerte? Por tanto, hemos sido sepultados con él por medio del bautismo/Tevila para muerte, a fin de que como el Mesías resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida. Porque si hemos sido unidos a él en la semejanza de su muerte, ciertamente lo seremos también en la semejanza de su resurrección, sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue colgado en el madero con él, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado; porque el que ha muerto, ha sido libertado del pecado. Y si hemos muerto con el Mesías, creemos que también viviremos con él, sabiendo que el Mesías, habiendo resucitado de entre los muertos, no volverá a morir; ya la muerte no tiene dominio sobre él. Porque en cuanto él murió, murió al pecado de una vez para siempre; pero en cuanto vive, vive para Elohim. Así también vosotros, consideraos muertos para el pecado, pero vivos para Elohim en el Mesías Yeshúa.”

15:1 “Entonces Moshé y los hijos de Israel cantaron este cántico a Adonay, y dijeron: Canto a Adonay nuestro Elohim porque ha triunfado gloriosamente; al caballo y a su jinete ha arrojado al mar.” – Cantaron al Eterno, no a los hombres.

El cántico de Moshé y del Cordero es el cántico de la redención final. Al igual que Moshé y los hijos de Israel salieron del mar, que simboliza la resurrección, así todos los que han puesto su confianza en el Mesías de Israel, serán redimidos de la muerte para poder cantar en el otro lado este cántico al Eterno.

El cántico de Shemot (Éxodo) 15 nos enseña la importancia de expresarse con cantos, danzas e instrumentos al Eterno. Es parte de nuestra devoción a Él. Es una manera de mantener vivo el espíritu.

Esta canción tiene tres temas principales:
1. La grandeza del Eterno.
2. La liberación de los egipcios.
3. La entrada futura en la tierra prometida, con una alusión al reino mesiánico.

15:2 “Mi fortaleza y mi canción es Elohim, y ha sido para mí salvación; éste es mi Elohim, y le glorificaré, el Elohim de mi padre, y le ensalzaré.” – La palabra hebrea que ha sido traducida como “le glorificaré” es “ve-anvehu” que significa “le embelleceré” y viene de la raíz “navá” que significa “descansar”, “embellecer”, “celebrar”, “preparar una habitación”. De aquí aprendemos que nuestro servicio y obediencia al Eterno debe ser de manera bella. Por esto adornamos el talit, los tefilín, la mezuzá, los rollos de la Torá, la suká, el etrog y demás objetos que usamos para cumplir las mitsvás (mandamientos). También aprendemos que nuestras alabanzas preparan un lugar de morada para el Eterno, como está escrito en el Salmo 22:3:

“Sin embargo, tú eres santo, que habitas entre las alabanzas de Israel.”
15:3 “Adonay es hombre de guerra; YHWH es su nombre.” – Hay muchos lugares en las  escrituras donde el Eterno es presentado como guerrero, cf. Isaías 42:13-15; 51:22; Sofonías 3:17; Nehemías 4:20. El no es pacífico en cuanto a la injusticia y la maldad. El que no hace guerra contra el pecado y la injusticia que le rodea, no está siguiendo el ejemplo de su Padre celestial. La apatía de los justos contra el mal en este mundo hace que los malvados se multipliquen y actúen sin temor. Si callamos ante el mal, somos cómplices.

15:6 “Tu diestra, oh Elohim, es majestuosa en poder; tu diestra, oh Elohim, destroza al enemigo.” – La diestra del Eterno es el Mesías. Él será el que finalmente va a destruir a los enemigos que se levanten contra el pueblo de Israel, cf. Isaías 63:1-6 donde está escrito:

“¿Quién es éste que viene de Edom, de Botsrá con vestiduras de colores brillantes; éste, majestuoso en su ropaje, que marcha en la plenitud de su fuerza? Soy yo que hablo en justicia, poderoso para salvar. ¿Por qué es rojo tu ropaje, y tus vestiduras como las del
Que pisa en el lagar? El lagar lo he pisado yo solo; de los pueblos, ningún hombre estaba conmigo. Los pisé en mi ira y los hollé en mi furor; su sangre salpicó mis vestiduras y manché todo mi ropaje. Porque el día de la venganza estaba en mi corazón, y el año de mi redención había llegado. Miré, y no había quien ayudara, me asombré de que no hubiera quien apoyara; entonces me salvó mi brazo, y fue mi furor el que me sostuvo. Pisoteé los pueblos en mi ira, los embriagué en mi furor y derramé su sangre por tierra.”

¿De quién se está hablando aquí? Revelación 19:11-16, nos da la respuesta:

“Y vi el cielo abierto, y he aquí, un caballo blanco; el que lo montaba se llama Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y hace la guerra. Sus ojos son una llama de fuego, y sobre su cabeza hay muchas diademas, y tiene un nombre escrito que nadie conoce sino él. Y
Está vestido de un manto empapado en sangre, y su nombre es: El Verbo de Elohim. Y los ejércitos que están en los cielos, vestidos de lino fino, blanco y limpio, le seguían sobre caballos blancos. De su boca sale una espada afilada para herir con ella a las naciones, y las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor de la ira de Elohim Todopoderoso. Y en su manto y en su muslo tiene un nombre escrito: REY DE REYES Y SENOR DE SEÑORES.”

El Mesías Yeshúa ejecuta la ira del Eterno. El vino la primera vez como Cordero de Elohim, pero la segunda vez vendrá como el León de Yehudá.

15:8 “Al soplo de tu aliento se amontonaron las aguas, se juntaron las corrientes como en un montón; se cuajaron los abismos en el corazón del mar.” – El mar tiene un corazón. En este caso el significado de la palabra corazón es alegórico. La palabra hebrea es “lev” que significa “corazón”,
“mente”, “razón”, “conciencia”, “ánimo”, “memoria”, “atención”, “voluntad”, “interior”. Rashí dice que se refiere a la esencia y fuerza de algo, cf. Éxodo 3:2 “en el corazón del fuego”. El corazón de una persona es lo más íntimo de ella, donde toma las decisiones más importantes, donde se manifiesta lo que realmente es. En la mente de una persona pueden caber muchas ideas y muchas opciones, pero en el corazón cabe sólo una opción. Por eso la caja del tefilín de la cabeza tiene cuatro departamentos con los cuatro textos, pero en el tefilín del brazo, que está pegado al corazón, sólo hay un departamento que tiene un solo pergamino con los cuatro textos como si fuera uno. Cuando las cosas bajan al corazón se hace uno con la persona. Por esto las Escrituras advierten, según está escrito en Proverbios 4:23:

“Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él brotan los manantiales de la vida.”

En Proverbios 4:4 está escrito:

“y él me enseñaba y me decía: Retenga tu corazón mis palabras, guarda mis mandamientos y vivirás.”

En Romanos 10:10 está escrito:

“porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación.”

Hay que creer en el corazón, no sólo en la mente. La fe de la mente no justifica ni salva, sólo la del corazón, en lo más íntimo de la persona. Querido lector, mira bien que la enseñanza de la Torá y la obra del Mesías no se queden solamente en tu cabeza, ponlas en tu corazón, como está escrito en el Shemá, según Deuteronomio 6:6:

“Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón”

15:9 “El enemigo dijo: “Perseguiré, alcanzaré, repartiré el despojo; se saciará mi alma de ellos; sacaré mi espada, los destruirá mi mano.”” – Los enemigos de Israel son enemigos del Eterno. Los enemigos del Eterno son enemigos de Israel y el pueblo judío, cf. Salmo 83:2-3. Es imposible amar
Al Eterno y odiar al judío. El que dice que ama al Eterno y aborrece a los judíos es un mentiroso.

En el espíritu hay luz cuando tiene relación con el Espíritu del Eterno. Si no, allí hay tinieblas, cf. Efesios 5:8; Juan 12:35; 1 Juan 2:11. Si el espíritu no está en contacto directo con el Eterno se vuelve insensible, como una piedra. Ese es el corazón de piedra, del cual se habla en los Profetas.
Una persona que estudia Torá edifica su neshamá, pero si no experimenta la regeneración de su espíritu no tiene la vida espiritual más alta, la vida eterna, como está escrito en Juan 5:39-40:

“Examináis las Escrituras porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida (en el espíritu).”

La vida espiritual, que produce la regeneración del espíritu del hombre, es administrada por el Hijo, como está escrito en Juan 3:36:

“El que cree en el Hijo tiene vida eterna (vida superior espiritual); pero el que no obedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Elohim permanece sobre él.” En Juan 6:27, 35 está escrito:

“Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que permanece para vida eterna, el cual el Hijo del Hombre os dará, porque a éste es a quien el Padre, Elohim, ha marcado con su sello... Yeshúa les dijo: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed... Entonces Yeshúa les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del Hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.” En 1 Juan 5:12 está escrito:

“El que tiene al Hijo tiene la vida, y el que no tiene al Hijo de Elohim, no tiene la vida”.

Así que, no importa cuánto estudiamos Torá, nuestro espíritu no va a ser regenerado por esto, al menos que vayamos al Hijo para recibir vida. Muchos de los pensamientos del judaísmo tradicional son muy bonitos y edifican la neshamá, pero no tienen la fuerza para dar vida al espíritu que necesita ser regenerado, nacer de nuevo. Sólo Yeshúa  tiene esa capacidad, como está escrito en Juan 20:22:

“Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dice: Recibid el Espíritu de Santidad.”

15:13 “En tu misericordia has guiado al pueblo que has redimido; con tu poder los has guiado a tu santa morada.” – La salida de Egipto es una redención. Fue la primera redención que anuncia la redención final, cuando Israel va a ser sacado de todas las naciones de la misma manera como en la primera redención, como está escrito en Jeremías 16:14-15:

“Por tanto, he aquí, vienen días--declara El Eterno-- cuando ya no se dirá: “Vive Adonay, que sacó a los hijos de Israel de la tierra de Egipto”, sino: “Vive Adonay, que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra del norte y de todos los países adonde los había desterrado” Porque los haré volver a su tierra, la cual di a sus padres.”

En Jeremías 23:7-8 está escrito:

“Por tanto, he aquí, vienen días--declara Elohim-- cuando no dirán más: “Vive Adonay, que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto”, sino: “Vive Adonay que hizo subir y trajo a los descendientes de la casa de Israel de la tierra del norte y de todas
Las tierras adonde los había echado”; y habitarán en su propio suelo.”

15:26 “Y dijo: Si escuchas atentamente la voz de Adonay tu Elohim, y haces lo que es recto ante sus ojos, y escuchas sus mandamientos, y guardas todos sus estatutos, no te enviaré ninguna de las enfermedades que envié sobre los egipcios; porque yo, Adonay, soy tu sanador.” – Las enfermedades son producto de la maldición que hay en la naturaleza por causa del pecado que trajo muerte a este mundo. La enfermedad es el primogénito de la muerte, como dice Job 18:13:

“Devora su piel la enfermedad, devora sus miembros el primogénito de la muerte.”

La enfermedad es una alteración del buen funcionamiento del cuerpo. Es un atentado contra la vida. Según Deuteronomio 28:61 todas las enfermedades son maldiciones. Estas maldiciones pueden alcanzar al hombre por varias razones:

• Porque vive en un mundo que ha sido sometido a la maldición y la corrupción por causa del pecado original.
• Por no cuidar el cuerpo y exponerlo a peligros pudiendo evitarlos.
• Porque no cumple los mandamientos del Eterno, y así trae maldición sobre sí que produce ciertas enfermedades.
• Por un castigo directo del Eterno por causa de un corazón no arrepentido.

El Eterno puede sanar de diferentes maneras. En la naturaleza ha puesto mecanismos que producen sanidad en el cuerpo. Los médicos y la medicina no pueden sanar un cuerpo enfermo, sólo ayudarlo a sanar por sí mismo. La misma vida tiene poder sobre la muerte. La enfermedad es un poder que viene de la muerte y la vida que hay en nuestros cuerpos está superando constantemente ese poder mortal que obra en nuestros cuerpos mortales. La muerte nos llega cuando la vida que hay en nuestro cuerpo ya no pueda resistir el primogénito de la muerte o cuando ha llegado el tiempo de terminar nuestra vida en este mundo. (Hay personas que mueren sin estar enfermas, sólo entregan el espíritu y su cuerpo muere.) Ahora, el Eterno obra sanidad indirectamente mediante los mecanismos naturales que ha puesto en nuestros miembros,
Que constantemente están combatiendo las enfermedades internas y externas de nuestro medio ambiente. De esa manera nos sana como Creador. También nos puede sanar de manera sobrenatural, por medio de intervenciones divinas en nuestros cuerpos. En tal caso nos sana como Sanador, como dice en este texto. El texto nos enseña varias cosas:

• El Eterno puso sobre los egipcios enfermedades (directamente e indirectamente).
• El Eterno no pondrá sobre los hijos de Israel ninguna de esas enfermedades cuando escuchan, obedecen y guardan sus mandamientos. Así el Eterno actúa indirectamente como Sanador, pero en función de Protector.
• En el caso de que hayan desobedecido los mandamientos y a consecuencia de ello están sufriendo alguna enfermedad, podrán experimentar la sanidad divina por medio de una intervención sobrenatural, en el caso de que haya teshuvá, arrepentimiento de los pecados. En ese caso el Eterno actuará como Sanador. En Jacobo (Stg.) 5:15 está escrito:

“y la oración de fe restaurará al enfermo, y el Señor lo levantará, y si ha cometido pecados le serán perdonados.”

Vemos en este texto que no todos los enfermos de los santos están enfermos por causa de pecados. El pecado personal es una de las muchas razones por las cuales una persona puede enfermar. Pero en todo caso, las enfermedades no son una bendición, aunque el Eterno es capaz de tornar cualquier maldición en bendición. Las enfermedades son un ataque contra el propósito de vida que el Eterno tiene para mi cuerpo. Mi cuerpo no fue creado para estar enfermo sino para estar sano. Por esto el Mesías vino no solamente para morir para quitar nuestros pecados, sino también para quitar nuestras enfermedades y así crear una base para que estas promesas de sanidad completa puedan ser efectivas en el pueblo de Israel, como está escrito en Isaías 53:4-5:

“Ciertamente él llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores; con todo, nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Elohim y afligido. Más él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre él, y por sus heridas hemos sido sanados.”

En Deuteronomio 7:15 está escrito:

“Y El Eterno apartará de ti toda enfermedad; y no pondrá sobre ti ninguna de las enfermedades malignas de Egipto que has conocido, sino que las pondrá sobre los que te odian.”

En el Salmo 103:3 está escrito:

“Él es el que perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus enfermedades”

16:2 “Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moshé y contra Aarón en el desierto.” – La razón fue que ya no tenían nada para comer. Rashí dice que el pan que sacaron de Egipto duró 30 días. Sin embargo, en Deuteronomio 8:2-3 está escrito:

“Y te acordarás de todo el camino por donde Adonay tu Elohim te ha traído por el desierto durante estos cuarenta años, para humillarte, probándote, a fin de saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no sus mandamientos. Y te humilló, y te dejó tener hambre, y te alimentó con el maná que no conocías, ni tus padres habían conocido, para hacerte entender que el hombre no sólo vive de pan, sino que vive de todo lo que procede de la boca de Elohim.”

16:4 “Entonces Adonay dijo a Moshé: He aquí, haré llover pan del cielo para vosotros; y el pueblo saldrá y recogerá diariamente la porción de cada día, para ponerlos a prueba si andan o no en mi ley.” – Normalmente el pan viene de la tierra. Aquí vemos como el Eterno cambia el orden de lo
Natural y les da pan del cielo, para enseñarles acerca del Mesías que es el pan del cielo, como está escrito en Juan 6:31-35:


“Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “LES DIO A COMER PAN DEL CIELO.” Entonces Yeshúa les dijo: En verdad, en verdad os digo: no es Moshé el que os ha dado el pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Elohim es el que baja del cielo, y da vida al mundo. Entonces le dijeron: Señor, danos siempre este pan. Yeshúa les dijo: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed.”

16:6-8 “Entonces Moshé y Aarón dijeron a todos los hijos de Israel: A la tarde sabréis que Adonay os ha sacado de la tierra de Egipto; y por la mañana veréis la gloria de Elohim, pues él ha oído vuestras murmuraciones contra El Eterno; ¿y qué somos nosotros para que murmuréis contra
Nosotros? Y Moshé dijo: Esto sucederá cuando Adonay os dé carne para comer por la tarde, y pan hasta saciaros por la mañana; porque Adonay ha oído vuestras murmuraciones contra Él. Pues ¿qué somos nosotros? Vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra El Eterno.” – Aquí hay dos cosas que revelan secretos en cuanto a Mashíaj, la tarde y la mañana. En el versículo 12 se repite este mensaje, pero allí se dice explícitamente que va a ser entre las dos tardes que van a comer carne. El Mesías murió entre las dos tardes, como vimos en la parashá anterior. Este texto nos revela que el Mesías tenía que resucitar con la luz del día para que pudiéramos ver la gloria del Eterno y ser totalmente saciados.

16:23 “él les respondió: Esto es lo que ha dicho Adonay: “Mañana es día de reposo, Shabat consagrado a Elohim. Coced lo que habéis de cocer y hervid lo que habéis de hervir, y todo lo que sobre guardadlo para mañana.”” – El mandamiento del Shabat no viene de Sinaí, vino antes. Es una herencia desde la creación. La esencia de guardar el Shabat es cesar de toda actividad creativa. En ese día el hombre deja de intervenir en la creación en reconocimiento de su Creador. El principal enfoque del Shabat no es el descanso, sino el cese de actividades creativas o productivas. En primer lugar cesar y también descansar. Aunque una actividad no constituya un esfuerzo físico puede ser considerado un trabajo, en hebreo “melajá”, que viole el Shabat. Cuando se cocina hay una transformación de los alimentos, lo cual es una violación del mandamiento si se
Hace en el Shabat. Además hay que encender fuego para cocinar, lo cual es una melajá, trabajo de intervención en la creación, cf. Éxodo 35:3.

 “Shabat consagrado a El Eterno nuestro Elohim” – El propósito del Shabat es dedicarse al Eterno, no hacer lo que a uno le guste, como está escrito en Isaías 58:13-14:

“Si por causa del día de reposo apartas tu pie para no hacer lo que te plazca en mi día santo, y llamas al día de reposo delicia, al día santo de Adonay, honorable, y lo honras, no siguiendo tus caminos, ni buscando tu placer, ni hablando de tus propios asuntos,
Entonces te deleitarás en Elohim, y yo te haré cabalgar sobre las alturas de la tierra, y te alimentaré con la heredad de tu padre Yaakov; porque la boca de El Eterno ha hablado.”

16:25 “Y Moshé dijo: Comedlo hoy, porque hoy es día de reposo para El Eterno; hoy no lo hallaréis en el campo.” – Hay varias razones por las cuales el Eterno ha creado al hombre con la necesidad de comer:

• Para aprender a depender de su Padre celestial.
• Para aprender que el Padre celestial es bueno.
• Para tener una ocupación diaria y no caer en la ociosidad.
• Para poder relacionarse con otros de manera profunda.
• Para poder suplir las necesidades nutritivas del cuerpo.
• Para poder aprender las verdades eternas del cielo.
• Para aprender a obedecer los mandamientos.

Las Escrituras nos muestran que nuestra relación con la comida está conectada con nuestra relación con el Eterno. El primer pecado fue por una comida prohibida. La comida fue creada para que el hombre aprenda a obedecer al Eterno.

16:26 “Seis días lo recogeréis, pero el séptimo día, Shabat, no habrá nada.” – Este es el ciclo de la semana, seis días de trabajo y un día de cese, para dedicarse al Eterno en la congregación y  también descansar en casa junto con la familia.

¡SHABAT SHALOM!

Tomado de: Stefan Blad

Recopilado y adaptado por: SIMON BEN YOSEF.
(Mario Hernández)

viernes, 18 de enero de 2013

Parashá 15 Bo


Parashá 15 Bo
Shemot (Éxodo) 10:1 - 13:16
Bo Significa “VEN”. (VE o LLEGA)
Nuestra parashá habla sobre los siguientes temas:
Primera aliá (10:1-11): La advertencia de Moshé y la respuesta del Faraón.
Segunda aliá (10:12-23): La plaga de las langostas. La plaga de la oscuridad.
Tercera aliá (10:25 - 11:3): La amenaza del Faraón a Moshé. Elohim le avisa a Moshé que mandará la última plaga y los preparativos del pueblo.
Cuarta aliá (11:4 - 12:20): La advertencia de Moshé al Faraón. El Eterno le ordena al pueblo de Israel las leyes concernientes a la preparación del sacrificio de Pésaj en Egipto. El precepto de la festividad de Pésaj. La mitzvá de la matzá.
Quinta aliá (12:21-28): Moshé ordena al pueblo de Israel las leyes de Pésaj.
Sexta aliá (12:29-51): La plaga de la muerte de los primogénitos. La salida de Mizrayim/Egipto. Leyes relacionadas al sacrificio de Pésaj.
Séptima aliá (13:1-16): La Mitzvá del rescate del primogénito. Leyes de Pésaj. La mitzvá de los tefilín.

Haftará: Jeremías 46:13-28

Código Real (Tsofen Maljutí): Lucas 2:22-24; Juan 19:31-37; Hechos 13:16-17; Revelación 8:6 – 9:12; 16:1-21 

Comentarios y Enseñanza

Primera aliyá, 10:1-11

10:1   “Entonces el Eterno dijo a Moshé: Preséntate a Paró, porque yo he hecho pesado su corazón y el corazón de sus siervos, para mostrar estas señales mías en medio de ellos” – La palabra hebrea que ha sido traducida como “preséntate” es “bo”, que significa “ven” ve, o “Llega”. Esto nos enseña que el Eterno fue primero a Paró e invitó a Moshé a ir con él. Un siervo del Eterno no hace las cosas por sí mismo, sino en colaboración con el Eterno. No toma iniciativas propias, sino siempre en relación con el Eterno, con lo que él dice y hace. Si tomamos decisiones sin consultar con el Eterno podemos sufrir graves consecuencias, como está escrito en Josué 9:14:
“Y los hombres de Israel tomaron de sus provisiones, y no pidieron el consejo del Eterno.”
10:2   “y para que cuentes a tu hijo y a tu nieto, cómo me he burlado de los mitsríes, y cómo he mostrado mis señales entre ellos, y para que sepáis que yo soy el Eterno.” – Los padres tienen la responsabilidad de enseñar a los hijos acerca de lo que el Eterno ha hecho en sus vidas y, especialmente lo que pasó con la salida de Mitsrayim. Esta salida simboliza la liberación de hasatán, el pecado y el mundo por medio de Yeshúa el Mesías. Hay que contar a los hijos la experiencia de salvación por medio de Mashiaj. Los padres tienen que transmitir estas verdades a sus hijos. Este texto también nos enseña que los abuelos tienen la obligación de contar a sus nietos acerca de la redención del Eterno. La tarea de transmitir la fe hebrea no cae solamente sobre los padres, sino también sobre los abuelos, como está escrito en Joel 1:3:
“Contadlo a vuestros hijos, y vuestros hijos a sus hijos, y sus hijos a la siguiente generación.”
En el Salmo 78:2-8 está escrito: “En parábolas abriré mi boca; hablaré enigmas de la antigüedad, que hemos oído y conocido, y que nuestros padres nos han contado. No lo ocultaremos a sus hijos, sino que contaremos a la generación venidera las alabanzas del Eterno, su poder y las maravillas que hizo.

Porque Él estableció un testimonio en Yaakov, y puso una ley en Israel, la cual ordenó a nuestros padres que enseñaran a sus hijos; para que la generación venidera lo supiera, aun los hijos que habían de nacer; y éstos se levantaran y lo contaran a sus hijos, para que ellos pusieran su confianza en Eloah, y no se olvidaran de las obras de Eloah, sino que guardaran sus mandamientos; y no fueran como sus padres, una generación porfiada y rebelde, generación que no preparó su corazón, y cuyo espíritu no fue fiel a Eloah.”
La tradición de pasar la revelación de padres a hijos, es la que ha mantenido vivo el pueblo de Israel a lo largo de todas las generaciones y es parte de la misma declaración de fe hebrea, como está escrito en Deuteronomio 6:6-7:
“Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y diligentemente las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.”
Si los padres dejan que otros se encarguen de la educación espiritual de sus hijos, NO han cumplido con esta responsabilidad. Tanto los padres como los hijos tienen la necesidad de esta transmisión. Los padres necesitan recordar y alabar al Eterno por los milagros que han vivido y pasar estas experiencias a sus hijos y a sus nietos. Ellos, a su vez, recibirán, y serán conscientes de, una herencia espiritual que es capaz de producir en ellos una confianza profunda en Eloah. Un padre debe leer la Escrituras todos los días a sus hijos, mientras estén viviendo bajo su techo. Así levantará una generación de santos.
10:9   “Y Moshé respondió: Iremos con nuestros jóvenes y nuestros ancianos; con nuestros hijos y nuestras hijas; con nuestras ovejas y nuestras vacadas iremos, porque hemos de celebrar una fiesta al Eterno.” – Este versículo nos enseña que hay tres cosas que son necesarias para que se pueda celebrar una fiesta para el Eterno:
-          Libertad      -   La familia   -   Sacrificio
Sin estos tres no es posible celebrar una verdadera fiesta al Eterno.
10:11 “No será así; id ahora sólo los hombres, y servid al Eterno, porque eso es lo que habéis pedido. Y los echaron de la presencia de Paró.” – Paró quería intentar que las mujeres y los niños se quedaran en Mitsrayim mientras que los varones se fueran a celebrar fiesta al Eterno. Esto no es posible. Si la esposa y los hijos no pueden estar con nosotros, no podremos celebrar una fiesta delante del Eterno. Los niños tienen que sentirse bienvenidos y a gusto en nuestras celebraciones. Si no lo están, no estamos haciendo las cosas bien. Paró simboliza a hasatán y como tal intenta hacer dos cosas:
-          Dividir la familia.      -    Apartar a los niños de la congregación y del culto al El Eterno.
Todas las celebraciones judías están diseñadas para que los niños puedan sentirse involucrados en ellas. Por esto usamos mucha simbología y objetos de culto para que nuestra enseñanza y nuestro servicio al Eterno sean fáciles de asimilar para los pequeños. El Mesías se indignó contra sus talmidies cuando intentaron apartar a los niños de la presencia mesiánica, como está escrito en Marcos 10:13-16:
“Y le traían niños para que los tocara; y los discípulos los reprendieron. Pero cuando Yeshúa vio esto, se indignó y les dijo: Dejad que los niños vengan a mí; no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el reino de Eloah. En verdad os digo: el que no reciba el reino de Eloah como un niño, no entrará en él. Y tomándolos en sus brazos, los bendecía, poniendo las manos sobre ellos.” – Hermanos cuantos niños hay aquí???  Amen…
Tercera aliyá, 10:24 – 11:3
10:26 “Por tanto, también nuestros ganados irán con nosotros; ni una pezuña quedará atrás; porque de ellos tomaremos para servir al Eterno nuestro Eloah. Y nosotros mismos no sabemos con qué hemos de servir al Eterno hasta que lleguemos allá.” – Moshé no podía mentir. Ellos no sabían qué era lo que Adonay nuestro Elohim iba a pedir en sacrificio. Para sacrificar al Eterno hay que estar dispuesto a darlo todo. No se puede dejar ni una pezuña atrás en nuestra entrega al Eterno. Todo le pertenece y por lo tanto estamos dispuestos a darle cualquier cosa que nos pida. Hnos. Todo le pertenece a el Eterno y por lo tanto estamos dispuestos a darle cualquier cosa que nos pida?????? digan Amen
          

             Cuarta aliyá, 11:4 – 12:20
12:3   “Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: "El diez de este mes cada varón tomará para sí un cordero, según sus casas paternas; un cordero para cada casa.”
        – Aquí “cada uno” se refiere a cada cabeza de hogar. El diez del mes de Aviv/Nisán fue tomado un cordero para cada casa donde se iba a comer. Según el Talmud, esto sólo se hizo una vez. En las siguientes celebraciones no se introducía el cordero en la casa, sólo se designaba y fue revisada durante cuatro días para que fuera sin defecto, pudiendo ser tomado en cualquier momento.
En el día 10 de Nisán Yeshúa entró en Yerushalayim montado sobre un asno, como está escrito en Juan 12:12-15:
“Al día siguiente, cuando la gran multitud que había venido a la fiesta, oyó que Yeshúa venía a Yerushalayim, tomaron hojas de las palmas y salieron a recibirle, y gritaban: ¡Hoshiá-na! BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL Eterno, el Rey de Israel. Yeshúa, hallando un asnillo, se montó en él; como está escrito: NO TEMAS, HIJA DE SION; HE AQUÍ, TU REY VIENE, MONTADO EN UN POLLINO DE ASNA.”
 “cada varón tomará para sí un cordero” – Esto nos enseña que cada uno es responsable para apropiarse del Cordero de Eloah que ha sido provisto para la salvación de cada uno. (confirmación para quienes argumentan que la salvación es personal)
“un cordero para cada casa” – Esto nos enseña que cada padre de familia tiene la responsabilidad de proveer todo lo necesario para que toda su familia pueda experimentar la salvación por medio de Yeshúa el Mesías. Amen…
12:5   “El cordero será un macho sin defecto, de un año; lo apartaréis de entre las ovejas o de entre las cabras.” – La palabra hebrea para cordero es “sé” que significa la cría de la oveja o de la cabra. Así que el cordero podría ser de cualquiera de estas dos clases de animales. El cabrito conecta el sacrificio de Pesaj con Yom Kipur, cuando se sacrifican dos machos cabríos que llevan el pecado de los hijos de Israel. El día 10 del primer mes tiene un reflejo o espejo en el día 10 del séptimo mes, Yom Kipur, el día de la expiación, cf. Levítico 16. De esto aprendemos que el Mesías sufriente hace las dos funciones de cordero y de macho cabrío, de morir para liberar a los primogénitos de la muerte y para quitar el pecado del pueblo. Por esto el rabino Yojanán ben Zejariyá exclamó proféticamente cuando vio a Yeshúa, como está escrito en Juan 1:29b:
“He ahí el Cordero de Eloah que quita el pecado del mundo.”
El Cordero alude al sacrificio de Pesaj, que no quitaba el pecado, sino liberaba de la muerte,  y la frase: “que quita el pecado del mundo” hace alusión al sacrificio de Yom Kipur.
“macho” – El cordero tenía que ser macho, para simbolizar a un hombre, Yeshúa.
 “sin defecto” – El cordero tenía que ser sin defecto para simbolizar a Yeshúa, que no tenía pecado (yetser hará) ni pecados, como está escrito en 1 Pedro 1:18-20:
“sabiendo que no fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir heredada de vuestros padres con cosas perecederas como oro o plata, sino con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre del Mesías. Porque él (Verbo) estaba preparado desde antes de la fundación del mundo, pero se ha manifestado en estos últimos tiempos por amor a vosotros”
Sin embargo, estaba permitido inscribirse en la lista de un grupo hasta el momento del sacrificio. La Mishná dice: “Siempre pueden asignarse (comensales del cordero pascual) en tanto haya como la cantidad de una aceituna para cada uno de ellos. La asignación (de los participantes) y su anulación puede hacerse en tanto no se haya sacrificado.”
“de un año” – Según Rashí, esto significa que no puede haber cumplido 12 meses. Tenía que estar en su primer año de vida.
12:6   “Y lo guardaréis hasta el día catorce del mismo mes; entonces toda la asamblea de la congregación de Israel lo matará al anochecer.” – El cordero tenía que ser revisado durante los cuatro días para que fuera perfecto. Lo mismo pasó con el Mesías cuando entró en Yerushalayim el día 10 de Nisán aquel año. Estuvo varios días enseñando en el templo y durante ese tiempo podían venir y hacerle preguntas. Vinieron los más estudiosos del pueblo para interrogarle e incluso intentaban atraparle en alguna palabra, como está escrito en Mateo 22:15:
“Entonces se fueron los perushim y deliberaron entre sí cómo atraparle, sorprendiéndole en alguna palabra.”
Primero fue cuestionada su autoridad, luego le probaron con la pregunta sobre el impuesto al Cesar, y después le preguntan sobre la resurrección y finalmente sobre el gran mandamiento, cf. Mateo21-22; Lucas 20. En todas estas pruebas mostró que era un cordero sin defecto. Al final nadie se atrevía a hacerle más preguntas, como está escrito en Mateo 22:46:
“Y nadie pudo contestarle ni una palabra, ni ninguno desde ese día se atrevió a hacerle más preguntas.”
Luego fue interrogado por el Sanedrín, el gobierno de Israel, y luego por Pilato y Herodes, el gobierno de los gentiles. Ninguno podía encontrar un delito en él. Era un Cordero sin mancha.
La Mishná dice: “El cordero pascual era sacrificado por tres grupos, como está escrito: “lo inmolará toda la asamblea de la congregación de Israel”: asamblea, congregación, Israel. Cuando entraba el primer grupo, se llenaba el atrio. Cuando se cerraban las puertas del atrio, tocaban el shofar, luego la trompeta clamorosamente y luego de nuevo el shofar. Los sacerdotes estaban en pie formando dos filas y teniendo en sus manos vasos de plata y de oro. Una fila tenía todos los vasos de plata y la otra todos de oro. No estaban mezclados. Los vasos no disponían de base a fin de que no los pudieran posar y se coagulara la sangre.
Un israelita lo inmolaba, el sacerdote recibía (la sangre) y la entregaba a su compañero y éste al suyo, recibía el (vaso) lleno y devolvía el vacío. El sacerdote que estaba más cercano al altar la vertía sobre las basas (del altar). Cuando salía el primer grupo, entraba el segundo. Cuando salía el segundo, entraba el tercero. Tal como actuaba el primero, así actuaban el segundo y el tercero. Recitaban el halel (Salmos 113-118).
Cuando terminaban, lo repetían por segunda vez y cuando completaban esta segunda recitación, volvían tercera vez a recitarlo, aunque nunca ocurrió que pudieran terminarlo en la tercera vuelta. R. Yehudá dice: Jamás los del tercer grupo llegaron hasta “amo al Eterno porque me oye” (Salmo116:1), ya que estaba formado por poca gente.”
“toda la asamblea de la congregación de Israel” – Todo Israel tenía la responsabilidad de matar el cordero. Pero no todos podían sacrificar. Esto nos enseña que el agente de una persona es como la persona misma. Esto se cumplió cuando el Mesías fue entregado a la muerte por tres grupos representativos de todo Israel, según Lucas 23:13, donde está escrito:
“Entonces Pilato convocó a los principales sacerdotes, a los gobernantes y al pueblo”
El pueblo de Israel tenía sobre si la responsabilidad de sacrificar el Cordero de la redención. Por lo tanto no fue un fracaso lo que sucedió con Yeshúa, todo estaba en el plan divino para la salvación del mundo. Elohim usó el rechazo de los judíos contra su propio Mesías para cumplir Su plan que había revelado en los profetas, como está escrito en Hechos 2:23:
“a éste, entregado por el plan predeterminado y el previo conocimiento de Eloah, clavasteis en un madero por manos de impíos y le matasteis”
En Hechos 4:27-28 está escrito:  “Porque en verdad, en esta ciudad se unieron tanto Herodes como Poncio Pilato, juntamente con los gentiles y los pueblos de Israel, contra tu santo siervo Yeshúa, a quien tú ungiste, para hacer cuanto tu mano y tu propósito habían predestinado que sucediera.”
Así que todo el pueblo de Israel cumplió su papel de sacrificar el Cordero, para su propia redención y la salvación del mundo, como está escrito en Juan 11:49-53:
“Pero uno de ellos, Kayafá, que era sumo sacerdote ese año, les dijo: Vosotros no sabéis nada, ni tenéis en cuenta que os es más conveniente que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca. Ahora bien, no dijo esto de su propia iniciativa, sino que siendo el sumo sacerdote ese año, profetizó que Yeshúa iba a morir por la nación; y no sólo por la nación, sino también para reunir en uno a los hijos de Eloah que están esparcidos. Así que, desde ese día planearon entre sí para matarle.”
Había una discusión entre los tsedukim y los perushim cuándo había que sacrificar el cordero de Pesaj, la tarde antes del 14 de Nisán, o la misma tarde del 14 de Nisán. Los tsedukim dijeron que tenía que ser sacrificado antes del 14 de Nisán y comido durante la noche del 14 de Nisán. (Hay que tener muy en cuenta que el día no empieza según el cálculo romano, a las 12 h de la noche, sino a la caída del sol.) Así que los tsedukim sacrificaban sus corderos un día antes que los perushim. Los perushim fueron los que tenían la influencia sobre las masas de Israel, y por eso la mayoría seguía sus normas. Esto nos enseña que la vez cuando Yeshúa celebró el último Pesaj con sus talmides, lo hizo un día antes, según la tradición de los tsedukim, para luego poder ser el mismo Cordero de Eloah y morir el día siguiente, según la tradición de los perushim.
El cordero tenía que ser sacrificado por la tarde, más exactamente “entre las dos tardes”, según el texto hebreo. Según Rashí, la expresión “entre las dos tardes” significa el tiempo entre el mediodía, cuando el sol empieza a inclinarse, y la tarde cuando el sol se pone, “desde el oscurecimiento del día hasta el oscurecimiento de la noche”. La palabra “erev”,  “tarde” significa, según Rashí, “crepúsculo” o “oscuridad”, como se ve en Isaías 24:11b donde está escrito:
“toda alegría se ha oscurecido (arvá), desterrado está el júbilo de la tierra.”
“Entre las dos tardes” sería alrededor de las 3 h de la tarde, según el horario romano.
La Mishná dice: “El sacrificio diario (Números 28:1-8) se sacrifica a las ocho y media (dos y media de la tarde según el cómputo romano) y se ofrece a las nueve y media (tres y media). En la vigilia del Pesaj (el 14 de Nisán) se sacrifica a la siete y media y se ofrece a las ocho y media, ya sea día ferial, ya sea Shabat. Si la vigilia pascual ocurre en la tarde del sábado (viernes), se sacrifica a las seis y media y se ofrece a las siete y media. Luego el sacrificio pascual.”
Los relatos del Código Real muestran que Yeshúa murió en la novena hora del día, lo cual corresponde a las tres de la tarde según la hora romana, como está escrito en Lucas 23:44-46:
“Era ya como la hora sexta, cuando descendieron tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena al eclipsarse el sol. El velo del templo se rasgó en dos. Y Yeshúa, clamando a gran voz, dijo: Padre, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU. Y habiendo dicho esto, expiró.”
Si ubicamos el día de la muerte de Yeshua en el cuarto día de semana (miércoles), no cuadra con el texto de Lucas 24:21 donde dice que ese primer día de la semana (domingo) era el tercer día después de su muerte, puesto que sería el cuarto día después de su muerte.
Amados Hermanos hay pruebas contundentes en el Brith Hadashsa dónde me indican que Yeshúa Ha Mashiaj resucitó en Shabbat: Primero Yeshúa murió un miércoles (Romano) a las 3.00 pm. Segundo: analicemos los siguientes versículos:  Mateo/Mattityahú 27.32/52, el versículo clave 46 y 50.
V.46 y aproximadamente a las tres de la tarde Yeshúa confesó a gran voz y dijo: Elí, Elí, lamah Atsavtani”.
V.50 Entonces Yeshúa, gimiendo de nuevo a gran voz, entregó el espíritu.

Marcos/Meir 15.21/41, los versículos claves: 25, 33/34
V.25 Eran las nueve de la mañana cuando fue clavado al madero.
V.33 Llegando las doce del día, hubo oscuridad sobre toda la tierra de Israel hasta las tres de la tarde.
V.34 Y a las tres de la tarde, Yeshúa gritó a gran voz: “Elohí, Elohí, Lemaná shevaktaní” que significa: “Mi Elokim, mi Elokim para esta hora he sido apartado.

Lucas/Hilel 23.26/45, los versículos claves 44/46 – 54
V.44 Era ya como el mediodía, y aparecieron densas tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.
V.45 El sol se oscureció y el parojet del Templo, se desgarró por el medio.
V.46 Y Yeshúa clamando a gran voz dijo: “Avi be yadja afkid rují” “Padre en tus manos encomiendo mi espíritu”.
V.54 Era día de preparación aquél día porque un Shabbat se acercaba. Shabat de Pesaj.

Yohanán 19.17/30, el versículo clave el 30.
V.30 Luego que Yeshúa tocó el vinagre con sus labios dijo. Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó su rúaj/Espiritu.


LA SEÑAL DE JONÁS SE CUMPLE
La única manera en que la señal de Jonás (Yonah) se pudo haber cumplido es la Siguiente:

1) Yeshúa murió el 14 de Abib (primer mes del calendario hebreo Bíblico), ese día fue un miércoles.(Romano)

2) Fue sepultado poco antes de comenzar el Sábado de Pesaj (Pascua). (Miercoles entre 4 y 5:30 de la tarde)

3) Paso en la tumba desde antes de la 6 de la tarde del dia romano llamado miércoles,(dia 14 de Nisan) la noche y el día del jueves romano(dia 15 Nisan), la noche y el día del viernes romano (16 Nisan) Y la noche y el día del Shabbat semanal, (17 Nisan)
es decir 3 días y 3 noches tal como él mismo lo había declarado Mateo/Mattityahú 12:40 Porque así como Yonah (Jonás) estuvo en el vientre del pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre (Ben Adam) tres días y tres noches bajo tierra.

4) Sí murió Miércoles Romano(14 Nisan) a las 3.00 p.m. Resucitó 72 horas después, al tercer día, es decir poco antes de terminar el Shabbat (Sábado) semanal, Tenemos que empezar a contar desde el día Miércoles.(14 nisan) 4to Dia de la semana.

5) Esto no es negociable porqué escrito está en las Sagradas Escrituras.
CONCLUSIÓN: Nos han querido meter una idea pagana de que Yeshúa resucitó domingo, pero así no es, las Sagradas Escrituras son muy claras, que apareció en domingo el primer día de la semana es otra cosa, pero Yeshúa Ha Mashiaj resucitó en Shabbat. Amen.

12:7   “Y tomarán parte de la sangre y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas donde lo coman.” – En Mitsrayim tenían puertas con dos postes y un dintel que formaban cruces en las esquinas. La cruz, como hemos dicho antes, está representada en la antigua letra hebrea tav, que se parece a una X. De esta manera aprendemos que la sangre que fue puesta sobre las maderas en las casas en Mitsrayim anunciaba la muerte del Mesías ben Yosef sobre el madero que se parecía a una cruz, según la costumbre romana. La letra tav es la última letra del alefato hebreo y simboliza el final. Con esto vemos como la obra redentora del Mesías se había consumado cuando murió en aquél madero, como está escrito en Juan 19:30:
“Entonces Yeshúa, cuando hubo tomado el vinagre, dijo: ¡Consumado es! E inclinando la cabeza, entregó el espíritu.”
La simbología en Mitsrayim enseña que la muerte del Cordero de Eloah constituye una puerta. Es la puerta de la redención, NUESTRA REDENCION. Amen. como está escrito en Juan 10:9a:
“Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo”
12:8   “comerán la carne esa noche, asada al fuego, y la comerán con pan sin levadura y con hierbas amargas.” – Sólo se come la carne, no los tendones ni los huesos. Esa noche se refiere a la noche del 15 de Nisán. El sacrificio de Pesaj no se puede comer de día. Para asarlo se usaba, en el tiempo del segundo templo, una estaca de madera de granado que atravesaba el animal desde la boca hasta el ano. Las extremidades y las entrañas se colocaban en el interior según la opinión del R. Yosé el galileo. R. Akivá dijo que se deben colocar por el exterior para no ser cocidos. Según el Talmud y Rashí los intestinos deben ser colocados en el interior después de haber sido lavados.
Los tres ingredientes más importantes en la celebración son:
       -    Korbán Pesaj – el cordero sacrificado y asado (sólo permitido en Yerushalayim, Deuteronomio 16:5-6)
       -    Matsá – pan sin levadura (de trigo, cebada, avena o centeno)
       -    Maror – hierbas amargas (son válidas: lechuga, apio, perifollo, eringio y hierbas amargas)

La Mishná dice: “Rabán Gamaliel solía decir: quien no dijo estas tres cosas en el sacrificio pascual no cumplió su obligación, a saber: el cordero pascual, el pan ácimo y las hierbas amargas. El cordero pascual, porque Eloah pasó de largo sobre las casas de nuestros padres en Mitsrayim. El pan ácimo, porque fueron redimidos nuestros padres de Mitsrayim. Hierbas amargas, porque los mitsríes amargaron la vida de nuestros padres en Mitsrayim, (Génesis 1:14). En cada una de las generaciones ha de considerarse cada uno a sí mismo como si hubiese él salido de Mitsrayim, ya que está escrito: “lo explicarás a tu hijo en aquel día, diciendo: es por lo que el Eterno hizo por mí al salir de Mitsrayim (13:8)””
Las cuatro copas fueron añadidas por Hilel, poco antes de Yeshúa. En la cena de Pesaj, narrada en el Código Real, vemos como el Mesías usaba copas de vino. Esto nos enseña que él se sometía a una nueva costumbre que fue introducida en la celebración por uno de los jueces de Israel de la época. Dijo que el pan matsá hace referencia a él mismo, como está escrito en Lucas 22:19:
 “Y habiendo tomado pan, después de haber dado gracias, lo partió, y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.”
Yeshúa usa la tercera de las cuatro copas y la aplica sobre sí, como está escrito en Lucas 22:20:
“De la misma manera tomó la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por vosotros.”
Refiriéndose a lo que Yeshúa como Dabar representa:
En Juan 6:48-59 está escrito: “Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que coma de él, no muera. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo también daré por la vida del mundo es mi carne. Los judíos entonces contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? Entonces Yeshúa les dijo:
En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del Hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre que vive me envió, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. Este es el pan que descendió del cielo; no como el que vuestros padres comieron, y murieron; el que come este pan vivirá para siempre. Esto dijo Yeshúa en la sinagoga, cuando enseñaba en Kefar-Najum.”
La aplicación profética de Yeshúa de comer su carne y beber su sangre tiene una clara relación con la celebración del Pesaj judío. La carne del cordero trajo sanidad a todos los que la comían en Mitsrayim, según está escrito en el Salmo 105:37: “Pero a ellos los sacó con plata y oro, y entre sus tribus no hubo quien tropezara.”
La sangre del cordero trajo libertad de la muerte.
12:9   “No comeréis nada de él crudo ni hervido en agua, sino asado al fuego, tanto su cabeza como sus patas y sus entrañas.” – Esto nos enseña que el espíritu de Yeshúa tenía que pasar por el fuego eterno, para redimirnos de allí.
Su cabeza habla de la mente del Mesías, como está escrito en 1 Corintios 2:16: “Porque ¿QUIEN HA CONOCIDO LA MENTE DEL Eterno, PARA QUE LE INSTRUYA? Mas nosotros tenemos la mente del Mesías.”
Sus patas hablan de la conducta del Mesías, su manera de caminar en la vida, como está escrito en Mateo 4:19:
“Y les dice: Seguidme...”
En 1 Juan 2:6 está escrito: “El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.”
Sus entrañas hablan de dos cosas, el amor y la motivación del Mesías, como está escrito en Mateo 9:36:
“Y viendo las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban angustiadas y abatidas como ovejas que no tienen pastor”
 En Revelación 2:23 está escrito: “Y a sus hijos mataré con pestilencia, y todas las congregaciones sabrán que yo soy el que escudriña los riñones y los corazones, y os daré a cada uno según vuestras obras.”
La sangre del cordero libera de la muerte. Esto es el primer paso en el camino de la redención. Es la salvación que cada uno obtiene al poner su fe en el sacrificio sustituto de Yeshúa. El segundo paso es comer su cabeza, sus patas y sus entrañas. Recibimos la cabeza del Mesías por medio del estudio de la Toráh acompañados por el Espíritu del Mesías que nos explica las cosas. Recibimos las patas (los pies) del Mesías mediante una imitación de su conducta, en palabra y obra(es decir caminar con el Eterno), como lo hizo Yeshúa. Recibimos las entrañas del Mesías mediante la llenura del Espíritu del Mesías; que es el mismo espíritu de Elohim; la limpieza de nuestros pecados y los sufrimientos.
12:10 “Y no dejaréis nada de él para la mañana, sino que lo que quede de él para la mañana lo quemaréis en el fuego.” – Es imposible no dejar algo de él. No se podía comer ni los tendones, inclusive el nervio ciático, (ver Génesis 32:33), ni los huesos. Así que lo único que se podía hacer era quemar el resto. Esto nos enseña la importancia de recibir todo lo que es el Mesías Yeshúa. No podemos decir que queremos solamente una parte de él. No podemos decir que sólo queremos su sangre para ser libres de la muerte. No podemos decir que no queremos estudiar la Toráh para obtener su mente. No podemos decir que no queremos imitar su conducta en el judaísmo.
           No podemos dejar de preocuparnos por los demás. No podemos dejar de buscar motivos limpios en lo más íntimo de nuestro ser. Todo esto es necesario para poder llegar a la madurez. Estos tres pasos corresponden a los tres niveles de crecimiento espiritual para los hijos de Eloah, de los cuales hemos hablado antes.
Este texto también nos enseña que el primer hombre fue totalmente eliminado con la muerte del Mesías. El segundo hombre fue creado con su resurrección, como está escrito en 1 Corintios 15:22, 45, 47:
“Porque así como en Adam todos mueren, también en el Mesías todos serán vivificados... Así también está escrito: El primer HOMBRE, Adam, FUE HECHO ALMA VIVIENTE. El último Adam, espíritu que da vida... El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre es del cielo.”
En Efesios 2:15 está escrito: “aboliendo en su carne la enemistad, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un nuevo hombre, estableciendo así la paz”
En Efesios 4:22-24 está escrito: “que en cuanto a vuestra anterior manera de vivir, os despojéis del viejo hombre, que se corrompe según los deseos engañosos, y que seáis renovados en el espíritu de vuestra mente, y os vistáis del nuevo hombre, el cual, en la semejanza de Eloah, ha sido creado en la justicia y santidad de la verdad.”
12:11 “Y de esta manera lo comeréis: ceñidos vuestros lomos, las sandalias en vuestros pies y el cayado en vuestra mano, lo comeréis apresuradamente. Es el Pesaj del Eterno.” – La palabra Pesaj se refiere en primer lugar al animal sacrificado, el Korbán (sacrificio). Por esto el día de Pesaj es en primer lugar el 14 de Nisán, cuando se sacrifica el animal, como está escrito en Números 33:3:
“El mes primero partieron de Ramsés el día quince del mes primero; el día después del Pesaj, los hijos de Israel marcharon con mano poderosa a la vista de todos los mitsríes”
En Josué 5:10-11 está escrito:  “Estando los hijos de Israel acampados en Guilgal, celebraron el Pesaj en el día catorce del mes, por la tarde, en los llanos de Yerijó. Y el día después del Pesaj, ese mismo día, comieron del producto de la tierra, panes sin levadura y cereal tostado.”
En Éxodo 34:25 vemos como la palabra Pesaj es usada más bien sobre la celebración, que sobre el mismo animal, como está escrito:
“No ofrecerás la sangre de mi sacrificio con pan leudado, ni se dejará nada del sacrificio de la fiesta del Pesaj hasta la mañana.”
En Lucas 2:41 está escrito: “Sus padres acostumbraban ir a Yerushalayim todos los años a la fiesta de Pesaj.”
Más adelante vemos como la misma fiesta de los panes sin levadura, que empieza la noche del 15 de Nisán, toma el nombre del animal sacrificado, como está escrito en Lucas 22:1: “Se acercaba la fiesta de los panes sin levadura, llamada Pesaj.”
En Juan 2:23 está escrito: “Cuando estaba en Yerushalayim durante la fiesta de Pesaj, muchos creyeron en su nombre al ver las señales que hacía.”
Pero en la gran mayoría de las veces que la palabra Pesaj aparece en las Escrituras, hace referencia al mismo cordero.
La palabra hebrea “pésaj” viene de la raíz “pasáj” que significa “pasar por encima”, “saltar”, en alusión a que el Eterno saltó por encima de las casas de los hijos de Israel sin hacerles daño cuando mató a todos los primogénitos en Mitsrayim.
12:12 “Porque esa noche pasaré por la tierra de Mitsrayim, y heriré a todo primogénito en la tierra de Mitsrayim, tanto de hombre como de animal; y ejecutaré juicios contra todos los dioses de Mitsrayim. Yo, el Eterno.” – Los primogénitos representan el resto del pueblo, como está escrito en el Salmo 136:10:
“Al que hirió a Mitsrayim en sus primogénitos, porque para siempre es su misericordia”
12:13 “Y la sangre os será por señal en las casas donde estéis; y cuando yo vea la sangre pasaré sobre vosotros, y ninguna plaga vendrá sobre vosotros para destruiros  cuando yo hiera la tierra de Mitsrayim.” – Como está escrito que la sangre será señal para los hijos de Israel, no para otros, Rashí saca la conclusión de que la sangre fue puesta en la parte interior de las casas, no hacia fuera.
La palabra hebrea para señal es “ot” (alev, vav, tav). En este texto ha sido escrita de manera defectiva, faltando la letra vav, que significa “clavo”, quedando así con la primera y la última letra del alefato hebreo. Esto nos enseña que la sangre del cordero de Pesaj es una señal incompleta para los hijos de Israel. ¡Hay otra señal más completa donde no faltan los clavos en relación con la sangre sobre los maderos! Esa señal es Aquel que dijo, según está escrito en Revelación 22:13:
“Yo soy el Alef y la Tav, el primero y el último, el principio y el fin.”
12:15 “Durante un periodo de siete días comeréis panes sin levadura; además, desde el primer día quitaréis toda levadura de vuestras casas; porque cualquiera que coma algo leudado desde el primer día hasta el séptimo, su alma será cortada de Israel.”
           – Deuteronomio 16:8 dice que hay que comer matsá durante un periodo de seis días. Esto significa que en el séptimo día no hay una obligación de comer matsá (pan sin levadura), es opcional, siempre y cuando no se coma jamets, algo leudado. La octava regla de interpretación de la Torá del rabí Yishmael dice que todo lo que estaba comprendido dentro de una categoría general y que luego fue destacado específicamente para enseñar algo, no fue destacado solamente para enseñar algo con respecto a sí mismo, sino también a todo lo implicado en la categoría general. Basado en esta regla, Rashí deduce que por ser opcional el comer matsá el séptimo día de la fiesta de los panes sin levadura, así lo es también para los otros seis días de la fiesta.
          Pero para la primera noche hay un mandamiento específico de comer matzá, y por eso no es opcional, como está escrito en Éxodo 12:18: “Por la noche comeréis pan ácimo”
“desde el primer día quitaréis toda levadura de vuestras casas” – Rashí lo traduce: “Pero en el día previo” – Se refiere al día previo a la fiesta del día 15. Por esto es llamado aquí “primero”, en el sentido de que precede a la fiesta de siete días. Hay otros ejemplos en las Escrituras cuando la palabra “rishón”, “primero” tiene el mismo significado, cf. Job 15:7. En español existe algo similar en la expresión “primero que todo” que da a entender que hay que hacer algo antes de otra cosa. No está permitido tener jamets, algo leudado, en el momento de sacrificar el Pesaj, como está escrito en Éxodo 34:25
“No ofrecerás la sangre de mi sacrificio (el cordero de Pesaj) con pan leudado, ni se dejará nada del sacrificio de la fiesta del Pesaj hasta la mañana.”
La idea es que no puede haber jamets a partir del medio día el 14, cuando está permitido sacrificar el cordero. Antes del mediodía tiene que estar eliminada toda la levadura.
“su alma será cortada de Israel” – No se refiere a darle la pena de muerte, sino que su alma es cortada de su relación espiritual con el pueblo de Israel y con el Eterno, como está escrito en Levítico 22:3b:
“esa alma será cortada de mi presencia.”

La levadura simboliza varias cosas en las Escrituras:
        -      La levadura de los perushim – hipocresía, Lucas 12:1 (no vivir lo que se enseña).
        -      La levadura de los perushim y los tsedukim – doctrina falsa, Mateo 16:11-12.
        -      La levadura de Herodes – soberbia y astucia política, Marcos 8:15; Lucas 13:32.
        -      La levadura de malicia y maldad – jactancia, adulterio, mentira, 1 Corintios 5:6-8
En resumen, la levadura simboliza el pecado. La importancia que da la Torah para la eliminación de todas las sustancias leudadas y de la prohibición rígida de no comer estas sustancias, nos enseña varias cosas:
       -       El pecado fue eliminado con la muerte del Cordero de Eloah
       -      Para ser parte de la redención final hay que trabajar meticulosamente para eliminar todo pecado en la vida personal, “la casa”.
        -      Yeshúa es el pan sin levadura, sin pecado, que es ofrecido a todo israelita para que lo reciba personalmente y así sea parte de la redención. (hermanos Yeshua es la Torah viva, entonces es el pan de vida eterna.) quien lo crea diga AMEN.
Quinta aliyá, 12:21-28
 12:21 “Entonces Moshé convocó a todos los ancianos de Israel, y les dijo: Sacad del rebaño corderos para vosotros según vuestras familias, y sacrificad el Pesaj.” – Esto constituye una de las obras de fe más importantes de la historia de nuestro pueblo, como está escrito en Hebreos 11:28: “Por la fe celebró el Pesaj y el rociamiento de la sangre, para que el exterminador de los primogénitos no los tocara.”
La celebración de la fiesta con el Pesaj fue una obra de fe, porque antes de salir, los hijos de Israel ya celebraron su libertad. La fe habla y actúa según las cosas que no son como si fuesen y así suceden.
12:22 “Y tomaréis un manojo de hisopo, y lo mojaréis en la sangre que está en la vasija, y untaréis con la sangre que está en la vasija el dintel y los dos postes de la puerta; y ninguno de vosotros saldrá de la puerta de su casa hasta la mañana.” – El hisopo es como el algodón, tiene la capacidad de chupar los líquidos. Además el hisopo tiene la característica de guardar la sangre para que no coagule. Así que la sangre untada en las maderas de las puertas no se coagulaba. Estaba viva todo el tiempo. Esto nos enseña que la sangre del Mesías siempre está viva y presente ante el Padre en el cielo.
El hisopo no es usado en las celebraciones posteriores de Pesaj, sólo se usó en Mitsrayim. Pero vuelve a aparecer en las Escrituras en relación con la muerte de Yeshúa, como está escrito en Juan 19:29: “Había allí una vasija llena de vinagre; colocaron, pues, una esponja empapada del vinagre en una rama de hisopo, y se la acercaron a la boca.”
El hisopo es usado también en la ceremonia de la purificación de tsaráat, “lepra” y la purificación por haber estado en contacto con la muerte, cf. Levítico 14:4ss; Números 19:6; 1 Reyes 4:33 (5:13 heb.). También se usó para el rociamiento del pacto en Sinai, cf. Hebreos 9:19. El hisopo está íntimamente relacionado con la purificación del pecado y de la muerte, como está escrito en el Salmo 51:7: “Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve.”
Se dice que El doctor Alejandro Flemming  que descubrió la penicilina, cultivó la primera penicilina del moho del hisopo.
Sexta aliyá, 12:29-51
12:30 “se levantó Paró en la noche, él con todos sus siervos y todos los egipcios; y hubo gran clamor en Mitsrayim, porque no había hogar donde no hubiera alguien muerto.” – Todos los primogénitos que había en la tierra de Mitsrayim fueron heridos, cf. 12:12, no solamente de los mitsríes. La única manera de ser liberado de esta plaga era unirse con el pueblo de Israel y creer en la sangre del cordero.
            En todas las casas había algún muerto. Según Rashí, implica también que el más importante en cada casa fue considerado como primogénito, aunque no había nacido primero, cf. Salmo 89:27.
12:37 “Y partieron los hijos de Israel de Ramsés hacia Sukot, unos seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños.” – La liberación llevó el pueblo hasta Sukot. La fiesta de Sukot es la última fiesta en el programa de redención del Eterno, al final del año, como está escrito en Éxodo 34:22b:
“la fiesta de la recolección al final del año.”
12:38 “Subió también con ellos una multitud mixta, juntamente con ovejas y vacadas, una gran cantidad de ganado.” – Esta multitud se había unido al pueblo de Israel y se había circuncidado junto con ellos para poder comer el Pesaj y ser parte de la redención, cf. 12:48-51.
12:43 “Y el Eterno dijo a Moshé y a Aharón: Esta es la ordenanza del Pesaj: ningún extranjero comerá de ella.” – La palabra hebrea que ha sido traducida como extranjero es “ben nejar” que significa un extraño, lo cual implica tanto un israelita apóstata como un gentil (Rashí).
12:45 “El extranjero y el jornalero no comerán de ella.” – La palabra hebrea que ha sido traducida como extranjero es “toshav”, que significa “residente”, técnicamente llamado “guer toshav”. Este nombre se da a un gentil que ha renegado de la idolatría y, según muchas autoridades, también ha aceptado cumplir los siete mandamientos de los hijos de Noaj. El jornalero, “sajir”, es cualquier gentil que no es un “guer toshav”. El Talmud dice: “Toshav significa un no judío que ha abandonado los ídolos pero aun se le permite ciertas cosas, como por ejemplo, cierto tipo de comidas que no es apta para el judío. Sajir significa un no judío que ha sido circuncidado pero aun no ha entrado en el mikveh (baño ritual para completar su conversión)”. En cualquier caso, “toshav” y “sajir” son personas que no son parte de la comunidad de Israel.
12:46 “Se ha de comer en una misma casa; no sacaréis nada de la carne fuera de la casa, ni quebraréis ninguno de sus huesos.” – Esto fue anunciado con respecto a lo que iba a pasar con el Mesías Yeshúa, como está escrito en Juan 19:31-36:
“Los judíos entonces, como era el día de preparación (del Pesaj), a fin de que los cuerpos no se quedaran en el madero en el Shabat (porque ese Shabat era muy solemne), pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y se los llevaran. Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero, y también las del otro que había sido crucificado con Yeshúa; pero cuando llegaron a Yeshúa, como vieron que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas; pero uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza, y al momento salió sangre y agua. Y el que lo ha visto ha dado testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice la verdad, para que vosotros también creáis. Porque esto sucedió para que se cumpliera la Escritura: NO SERÁ QUEBRADO HUESO SUYO.”
12:47 “Toda la congregación de Israel la celebrará.” – Según la obra magnífica de Yeshúa HaMashíaj, los gentiles pueden entrar y formar parte de la congregación de Israel, por medio de un acto de conversión sin tener que circuncidarse en la carne. Los requisitos para la conversión mesiánica son:
     1 -  Arrepentimiento de los pecados y la idolatría de las naciones.    2 - Aceptación del yugo del Reino y de la Toráh.
     3 -  Circuncisión del corazón y recepción del Espíritu de Mashiaj.     4 - Recepción del sacrificio expiatorio de Yeshúa.
     5 -  Fe en Eloah que resucitó a Yeshúa de entre los muertos.             5 - Confesión de Yeshúa como el Señor.
     7 -  Purificación por agua en el nombre de Yeshúa HaMashiaj.
Estos siete pasos constituyen la puerta de entrada de para un gentil que hace la conversión mesiánica para pertenecer al pueblo de Israel. A partir de la tevilá, la purificación, no es considerado como “sajir” ni “ben nejar” ni “toshav” ni “ben Noaj”, sino es un miembro pleno de Israel, hijo de Avraham por adopción y parte de la familia de Eloah, como está escrito en Efesios 2:19: “Así pues, ya no sois extraños ni extranjeros, sino que sois conciudadanos de los santos y sois de la familia de Eloah.”
En Gálatas 3:7, 9 está escrito:
“Por consiguiente, sabed que los que son de fe, éstos son hijos de Avraham... Así que, los que son de fe son bendecidos con Avraham, el creyente.”

En Romanos 4:11, 16 está escrito: “y recibió la señal de la circuncisión como sello de la justicia de la fe que tenía mientras aún era incircunciso, para que fuera padre de todos los que creen sin ser circuncidados, a fin de que la justicia también a ellos les fuera imputada... Por eso es por fe, para que esté de acuerdo con la gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda la posteridad, no sólo a los que son de la ley, sino también a los que son de la fe de Avraham, el cual es padre de todos nosotros”
El Rabí Dan ben Avraham escribe: “Desde el punto de vista de la Halajah leMashiaj Mirushalayim, un no judío que hace la conversión al Eloah de Israel basado en los méritos de Mashiaj  provistos para él y que completa su conversión con su entrada al mikveh, no es considerado más toshav ni sajir, sino “conciudadano de los consagrados a El Eterno y miembros de la familia de Eloah”, esto es ¿Puede entonces ser invitado al korbán Pesaj sin violar este mandamiento?...
“En el caso de un no judío que ha hecho la conversión al Eloah de Israel y ha completado esa conversión entrando en Mikveh y anda según los mandamientos que aplican a su caso, es considerado parte de Israel y de la familia de los consagrados al Eterno. Por lo que no es visto más como un Toshav ni como un Sajir ni como un Nejar. Y como la circuncisión en la carne no se le requiere, tal mandamiento no le alcanza, como no alcanza a la mujer por ejemplo. Rabino Shaúl establece:  “Porque cuando los de origen gentil, que no tienen la Torah, hacen por su nueva naturaleza (conversión) lo que es de la Torah, éstos, aunque no tengan Torah, son Torah para ellos mismos... si el de origen gentil llamado incircunciso, guarda perfectamente la Torah que es apropiada para ellos, ¿no le será tenida su incircuncisión como circuncisión?”
“Por tanto, no solamente le es permitido según nuestra Halajah, sino que además le es dado ese derecho legítimo al cual tiene acceso por su conversión a través de Mashiaj.”
Como la Toráh prohíbe la participación del cordero de Pesaj a los no circuncidados, de la misma manera no se puede compartir del Cordero de Eloah sin haber experimentado la circuncisión del corazón, en el espíritu, como está escrito en Colosenses 2:11-13: “En él también fuisteis circuncidados con una circuncisión no hecha por manos, al quitar el cuerpo de la carne mediante la circuncisión del Mesías; habiendo sido sepultados con él en la tevilá (purificacion), en el cual también habéis resucitado con él por la fe en la acción del poder de Eloah, que le resucitó de entre los muertos. Y cuando estabais muertos en vuestros delitos y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, habiéndonos perdonado todos los delitos.”
En Romanos 2:29 está escrito: “sino que es judío el que lo es interiormente, y la circuncisión es la del corazón, por el Espíritu, no por la letra; la alabanza del cual no procede de los hombres, sino de Eloah.”
En Filipenses 3:3 está escrito: “porque nosotros somos la verdadera circuncisión, que adoramos en el Espíritu de Eloah y nos  en el Mesías Yeshúa, no poniendo la confianza en la carne”
¡Shabat Shalom!
Recopilado y adaptado por Orlando Unda Ramírez