Parashá 29 Ajarei mot./Levítico
16:1 – 18:30
Para ser compartida el 22 Nisan 5779/27 Abril 2019
Aliyás de la
Torá.
1.
16:1-17
2.
16:18-24
3.
16:25-34
4.
17:1-7
5.
17:8 – 18:5
6.
18:6-21
7.
18:22-30
Haftará: Ezequiel 22:1-19 (A); 22:1-16 (S)
Brith
Hadasha: Mateo 16:1
– 18:35
Ajarei
mot. Significa
“Después de la muerte”.
Origen de la muerte según la Torah – Muerte en el
espíritu y en la carne
Genesis 2: 17pero del
árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él
comas, ciertamente morirás».
El
hombre físicamente no murió en ese momento.!!!!!!!
Lo que determina
la muerte en el espíritu es la Torah.
Romanos 5: 12Por tanto,
como el pecado entró en el mundo por un hombre y por el pecado la muerte, así
la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. 13Antes
de la Torah ya había pecado en el mundo; pero donde no hay Torah, no se inculpa
de pecado.
SITUACIÓN DESPUÉS DE LA MUERTE
Eclesiastés 9: 5Porque los
que viven saben que han de morir, pero los muertos nada saben, ni tienen más recompensa.
Su memoria cae en el olvido. 6También perecen su amor, su odio
y su envidia; y ya nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del
sol.
9Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida vana
que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad. Esta es tu
recompensa en la vida, y en el trabajo con que te afanas debajo del sol.
Salmo 6: 4Vuélvete, Adonai, libra
mi alma. ¡Sálvame por tu misericordia!, 5 porque en la
muerte
No hay memoria de ti;
en el seol,(sepulcro) ¿quién te alabará?
Si en la muerte no nos podemos acordar de Eloha, no nos podemos
arrepentir ni confesar nuestros errores,
Menos pedir perdón, después de ella.
Salmo 49: 17 porque
cuando muera no llevará nada ni descenderá tras él su gloria. 18Aunque,
mientras viva, llame
Dichosa a su alma y
sea alabado porque prospera, 19entrará en la generación de sus
padres, y nunca más verá la luz.
20El hombre que goza de honores y no entiende, semejante es a las bestias
que perecen.
La
muerte espiritual es la perdida de la gracia
La
muerte espiritual llega al hombre por falta de entendimiento
Juan 8: 43¿Por
qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. 44Vosotros
sois de vuestro padre
el diablo, y los
deseos de vuestro padre queréis hacer.
Romanos 5: 17Si por la transgresión de uno solo reinó la
muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Yeshúa HaMashiaj, los que reciben
la abundancia de la gracia y del don de la justicia.18Así que, como
por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma
manera por la Justicia de uno vino a todos los hombres la justificación que
produce vida. Amen.
COMENTARIOS DE LA PARASHA
El capítulo 16 de Vayikrá es uno de los
capítulos más importantes de la Torá. En este capítulo se encuentran
las instrucciones acerca del día de expiación, Yom Ha Kipurim que cae en el 10º
día del 7º mes de Tishrí. Ese día fue el único de todos los días del año cuando
el gran sacerdote podía entrar en el lugar santísimo y presentar incienso y
sangre ante la presencia de Adonay. El propósito de ese acto es hacer una
limpieza general de los pecados y las impurezas de los hijos de Israel que se
habían acumulado en el tabernáculo durante todo el año. A pesar de que El
Eterno dio instrucciones claras acerca de cómo los hijos de Israel tenían que
mantenerse alejados de las impurezas rituales para no contaminar el santuario
por medio de ellas, era inevitable que el tabernáculo fuese contaminado por
ellas. Si alguien entraba en el santuario estando impuro, lo contaminaba.
Podían haber entrado allí sin darse cuenta de que estaban impuros o alguien
podía haberse olvidado de que estaba impuro en el momento de entrar. Por esto
Adonay instituye este día de expiación para purificar los objetos del
tabernáculo terrenal.
Este día es también el día cuando El Eterno muestra cómo el hombre puede
reconciliarse con Él. Es el gran día de reconciliación. La reconciliación entre
Elohim y el hombre es el tema central de toda la Escritura y este
capítulo muestra cómo esta reconciliación puede ser efectuada. La ira de Adonay
está sobre el hombre por causa de sus pecados. Esa ira es mortal para el hombre.
Lo único que puede aplacar esa ira es que Adonay muestre misericordia. Esa
misericordia es mostrada al hombre mediante la reconciliación sobre la base de
sacrificios sangrientos de vidas inocentes, como está escrito en Levítico
17:11:
“Porque la vida
de la carne está en la sangre, y yo os la he dado sobre el altar para hacer
expiación por vuestras almas; porque es la sangre, por razón de la vida, la que
hace expiación.”
Este capítulo constituye también uno de los mejores textos que explican
lo que pasó con el Mesías Yeshúa antes y después de su resurrección al ser
introducido en el ministerio sumo sacerdotal celestial según el orden de
Malki-Tsedek. Él entró en el tabernáculo celestial y lo purificó con su propia
sangre, como está escrito en Hebreos 9:22-26:
“Y según la
Torá, casi todo es purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay
perdón. Por tanto, fue necesario que las copias de las cosas en los cielos fueran
purificadas de esta manera, pero las cosas celestiales mismas, con mejores
sacrificios que éstos. Porque el Mesías no entró en un lugar santo hecho por
manos, una copia del verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora
en la presencia de Eloah por nosotros, y no para ofrecerse a sí mismo muchas
veces, como el sumo sacerdote entra al Lugar Santísimo cada año con sangre
ajena. De otra manera le hubiera sido necesario sufrir muchas veces desde la
fundación del mundo; pero ahora, una sola vez en la consumación de los siglos,
se ha manifestado para destruir el pecado por el sacrificio de sí mismo.”
El día 10 del mes séptimo es como un espejo y está reflejado en el día
10 del primer mes. En el 10º día del primer mes fue tomado un cordero para cada
casa en Mitsrayim donde se iba a celebrar Pesaj para luego poder salir de la
esclavitud bajo el rey Paró. El cordero de Pesaj fue designado el día 10 del
primer mes para luego ser sacrificado el día 14. El día 10 del séptimo mes
tiene conexión con el cordero de Pesaj. La sangre del cordero de Pesaj protegió
a los primogénitos de la muerte. La carne del cordero produjo vitalidad y
sanidad en los cuerpos débiles y enfermos. De manera parecida los sacrificios
de Yom HaKipurim expían por los pecados de los hijos de Israel para salvarlos
de la muerte, como está escrito en Levítico 16:30:
“porque en este
día se hará expiación por vosotros para que seáis limpios; seréis limpios de
todos vuestros pecados delante de Adonay.”
Pesaj está íntimamente conectado con Yom Kipur. De la misma manera la
muerte y resurrección del Mesías Yeshúa, que sucedió en Pesaj, cumplió también
gran parte del servicio de Yom Kipur en el tabernáculo celestial. Él ha entrado
en el lugar santísimo en el cielo y se ha quedado allí durante casi 2000 años.
Como el sumo sacerdote no solamente entró en el lugar santísimo en el
tabernáculo terrenal, sino luego salió y bendijo al pueblo, así sabemos que el
Mesías no se va a quedar en el lugar santísimo en el cielo, sino salir de allí
para bendecir a los hijos de Israel y el mundo entero. Así que Mashíaj ha
cumplido sólo la mitad del culto de Yom Kipur. Con su regreso a la tierra
cumplirá el resto. En ese día todo el pecado será eliminado en los que han
puesto su esperanza en él, como está escrito en Hebreos 9:27-28:
“Y así como está
decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio,
así también el Mesías, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados
de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para
salvación de los que ansiosamente le esperan.”
16:1 “Adonay habló a Moshé después de la muerte de
los hijos de Aharón, cuando se acercaron a la presencia de Elohim y murieron.” – Según
Najmánides este enunciado fue dado un día después de que los hijos de Aharón
entraron en el tabernáculo con fuego extraño y murieron. Sin embargo, Rashí
señala que fue el mismo día en que murieron, es decir el primer día de Nisán
(Aviv). Así que en el mes de Aviv, un poco antes de la celebración de Pesaj,
fue anunciado el mensaje acerca de Yom Kipur. Esto también conecta la
celebración de Pesaj con Yom HaKipurim.
Como está escrito en Juan 1:29:
“Al día siguiente ve a Yeshúa que venía hacia él, y dice: He ahí el
Cordero de Eloah (Pesaj) que quita el pecado del mundo (Yom Kipur).”
“después de la
muerte” – El nombre de
esta Parashá es Ajarei mot, “después de la muerte”. Esto nos enseña que este
mensaje está hablando de lo que iba a pasar con el Mesías después de su muerte.
Después de su muerte, Mashíaj entró en el lugar santísimo en el Mishkán
celestial y cumplió así con esta sombra profética, como está escrito en Hebreos
9:11-12:
“Pero cuando el
Mesías apareció como sumo sacerdote de los bienes futuros, a través de un mayor
y más perfecto tabernáculo, no hecho con manos, es decir, no de esta creación,
y no por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros, sino por medio de
su propia sangre, entró al Lugar Santísimo una vez para siempre, habiendo
obtenido redención eterna.”
16:2 “Dijo Adonay a
Moshé: Di a tu hermano Aharón que no en todo tiempo entre en el lugar santo
detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, no sea que
muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio.” – Aharón, como gran sacerdote, tenía acceso al
lugar santísimo, pero sólo una vez al año. Moshé, sin embargo, podía entrar en
el lugar santísimo en cualquier momento.
El hecho de anunciar la prohibición de entrar en el lugar santísimo
después de hablar de la muerte de los hijos de Aharón, indica que ellos podían
haber intentado entrar allí sin permiso, lo cual sería una de las razones por
las cuales murieron. Para evitar que esto ocurriera otra vez, Elohim dio
instrucciones muy concretas de cómo se debe de entrar allí y quién podrá entrar
allí.
La palabra hebrea que ha sido traducida
como “propiciatorio” es “kaporet” que significa “cobertura”, “cubierta”. Viene
de la raíz “kafar” que significa “cubrir (con brea)”, “calafatear”, y también
“perdonar”, “absolver”, “compensar”, “expiar”. Es la misma raíz que hay en la
palabra para el día de expiación, Yom HaKipurim, también llamado Yom Kipur, cf.
Levítico 23:27; 25:9.
En la traducción de los
setenta, la Septuaginta, la palabra hebrea “kaporet” fue traducida al
griego como “hilasterion”, que significa “sacrificio
expiatorio”, “lugar expiatorio”, “propiciatorio”. La palabra “hilasterion”
viene de “hilaskomai” que significa “conciliar”, “propiciar”, “expiar”,
“reconciliar”, “agraciar”. El propiciatorio es visto como el trono de
Adonay en la tierra.
Esto nos enseña que esta cubierta no
solamente servía para tapar el arca, sino también como un lugar de expiación
por los pecados y donde se manifiesta la misericordia y el perdón. Es un lugar
de reconciliación entre El Eterno y el hombre. Por esto se ha traducido también
como “trono de la gracia” según está escrito en hebreos 4:14-16:
“Teniendo, pues, un gran sumo sacerdote que trascendió los cielos,
Yeshúa, el Hijo de Eloah, retengamos nuestra fe. Porque no tenemos un sumo
sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido
tentado en todo como nosotros, pero sin pecado. Por tanto, acerquémonos con
confianza al trono de la graciapara que recibamos misericordia, y
hallemos gracia para la ayuda oportuna.”
El propiciatorio, el trono de la misericordia, la cubierta sobre el
arca, no podía ser visto por más que una sola persona en un día al año. Sin
embargo, cuando el Mesías vino él fue expuesto públicamente como un lugar de
expiación, un propiciatorio, como está escrito en Romanos 3:25-26: “a quien Eloah exhibió públicamente como propiciación por
su sangre a través de la fe, como demostración de su justicia, porque en su
tolerancia, Eloah pasó por alto los pecados cometidos anteriormente, para
demostrar en este tiempo su justicia, a fin de que Él sea justo y sea el que
justifica al que es de la fe de Yeshúa.”
La palabra griega que ha sido traducida como “propiciación” es
“hilasterion”, que hemos visto antes. Esta palabra aparece sólo en dos lugares
en los textos griegos del Código Real. En Hebreos 9:5 fue traducida como
“propiciatorio”. Como hemos visto antes, en la LXX(Septuaginta), “hilasterion”
es la traducción de la palabra hebrea “kaporet” que es la cubierta del arca del
testimonio. De esto aprendemos que lo que está diciendo el texto griego de
Romanos 3:25, es que el Mesías fue mostrado como un propiciatorio, como la
cubierta del arca que está en el lugar santísimo en el templo celestial y en el
templo terrenal.
En su muerte, Yeshúa fue expuesto públicamente como un propiciatorio,
relacionado con el culto de Yom Kipur. Con la ejecución sangrienta del Mesías,
todo el mundo ahora podía ver que hay purificación y eliminación eterna de los
pecados, no solamente para los judíos, sino para los del mundo entero, como
está escrito en 1 Juan 2:2:
“El mismo es la propiciación
por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los del
mundo entero.”
En 1 Juan 4:10 está escrito: “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Eloah, sino
en que Él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como propiciación por nuestros
pecados.”
El lugar de encuentro entre Adonay y el hombre está encima del arca en
el templo, como está escrito en Éxodo 25:22:
“Allí me
encontraré contigo, y de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines
que están sobre el arca del testimonio, te hablaré acerca de todo lo que he de
darte por mandamiento para los hijos de Israel.”
En Éxodo 30:6 está escrito: “Pondrás el altar delante del velo que está junto al arca del testimonio,
delante del propiciatorio que está sobre el testimonio, donde yo me encontraré
contigo.”
Ahora, según el texto griego de Romanos 3:25, Yeshúa fue expuesto como
un propiciatorio ante todo el mundo. De la misma manera que el propiciatorio
fue un lugar de encuentro entre Adonay y Moshé, el sacrificio de Mashíaj es un
lugar de encuentro entre Adonay y la humanidad, como está escrito en Juan
12:32-33:
“Y yo, si soy
levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo. Pero él decía esto para
indicar de qué clase de muerte iba a morir.”
El propiciatorio es un lugar donde El Eterno se manifiesta de una manera
extraordinaria. El propiciatorio existe en tres niveles:
1. En el tabernáculo y el templo terrenales.
2. En el templo del cuerpo del Mesías.
3. En el templo celestial.
Como Adonay se manifestó de manera extraordinaria sobre la muerte y
resurrección de Mashíaj, allí da a conocer Sus cualidades. Vamos a destacar
cuatro de ellas
1. Su JUSTICIA. La justicia de Eloah exige que el
pecador tiene que sufrir la muerte. Para poder perdonar al pecador El Eterno
tiene que suplir con un sustituto. Sin un sustituto que sea hermano del
pecador, no es posible que se haga remisión. Un animal no puede sustituir a un
hombre. Si Adonay redimiera al hombre del pecado y de la muerte a base de los
sacrificios de los animales, no sería justo. Por medio de la muerte de Yeshúa
manifiesta que es justo cuando perdona al pecador, cf. Romanos 3:25-26.
2. Su MISERICORDIA y AMOR. Por medio de la muerte
de Yeshúa, todos los hombres de la tierra podrán ser hechos hijos eternos de
Eloah por medio del perdón de sus pecados y la liberación de la muerte, cf.
Juan 3:16; 1 Juan 3:1.
3. Su FIDELIDAD. En la muerte y resurrección del
Mesías en el tercer día, Adonay cumple sus promesas dadas a los profetas.
4. Su PODER. Mediante la resurrección y
transformación del cuerpo de Yeshúa en un cuerpo inmortal y su glorificación y
supresión de todo dominio, se ha manifestado su enorme poder, cf. Efesios
1:19-21.
16:3 “Aharón podrá
entrar en el lugar santo con esto: con un novillo para ofrenda por el pecado y
un carnero para ofrenda de ascensión.” – Aharón sólo puede entrar en el lugar santísimo por medio de la
muerte de animales sustitutos que señalan proféticamente hacia la muerte del
Mesías. Esto nos enseña que la muerte de Yeshúa es la base sobre la que el
hombre puede acercarse a El Eterno.
Cuando había templo el kohén gadol, el gran
sacerdote, se preparaba una semana antes de este día, que es el más sagrado del
año. Salió de su casa para pasar la última semana en el santuario.
Durante siete días se purificaba con el
agua purificadora de la vaca roja por si había tocado un cadáver humano sin
darse cuenta, como está escrito en Números 19:11-13:
“El que toque el cadáver de una persona
quedará inmundo por siete días. Y aquél se purificará a sí mismo de su
inmundicia con el agua al tercer día y al séptimo día, y entonces quedará
limpio; pero si no se purifica a sí mismo al tercer día y al séptimo día, no
quedará limpio. Cualquiera que toque un cadáver, el cuerpo de un hombre que ha muerto, y
no se purifique a sí mismo, contamina el tabernáculo de Elohim; y esa persona
será cortada de Israel. Será inmundo porque el agua para la impureza no se
roció sobre él; su impureza aún permanece sobre él.”
Durante esos siete días también fue
instruido por talmides sabios que el sanedrín le había enviado, para que
cumpliera con el servicio de Yom Kipur de manera correcta. Un sustituto también
fue preparado en caso de que el kohén gadol se quedara tamé(impuro) e incapaz
de oficiar. Repitieron el capítulo 16 de Vayikrá y las halajás sobre el día de
expiación hasta que el gran sacerdote las aprendía bien. Durante esa semana
también ofrecía incienso y sacrificios y encendía la menorá.
El día antes de Yom Kipur pasaron delante de él todos los animales que
habían sido reservados para el evento para que los identificara bien. El último
día, los talmidim jajamim (discípulos sabios) fueron reemplazados por un grupo
de kohanim (sacerdotes) que ayudaron al gran sacerdote a practicar el arte de
verter incienso en sus manos con una cuchara. Este servicio tenía que hacerse
delante de Adonay en el lugar santísimo y fue una de las cosas más difíciles,
porque no podía caer ni un grano del incienso a la tierra.
Durante la noche antes del gran día, el gran sacerdote no dormía.
Estaba leyendo capítulos de Job, Esdras, Crónicas y Daniel para poder
quedarse despierto. Si se dormía, los sacerdotes jóvenes lo despertaban
haciendo ruidos con sus dedos. Si se cansaba podía estar de pie un rato sobre
el suelo frío del templo. Otras personas de Yerushalayim también se quedaban
despiertas durante esa noche, leyendo y orando y preparándose para el gran día.
16:4 “Se vestirá con
la túnica sagrada de lino, y los calzoncillos de lino estarán sobre sus carnes,
y se ceñirá con el cinturón de lino y se cubrirá con el gorro de lino (estas
son vestiduras sagradas). Lavará, pues, su cuerpo con agua y se vestirá con
ellas.” – Había una
ropa especial de cuatro prendas de lino que usaba el gran sacerdote para poder
entrar en la presencia de Adonay en el lugar santísimo. Cada año había nuevas
ropas para este evento tan especial y fueron usadas solamente durante ese día.
Las ropas normales de ocho prendas que usaba el gran sacerdote en su servicio
diario tenían mezclas de oro y piedras preciosas junto con telas y tintas que
habían sido sacadas tanto del mundo animal como del mundo vegetal. Las ropas
que fueron usadas para entrar en el lugar santísimo vinieron solamente del
mundo vegetal. Estas ropas de lino expresan humildad ante la presencia de
Adonay.
La primera vez que aparece el lino en las
Escrituras es en Génesis 41:42 donde habla de Yosef que fue vestido de lino por
mano del Paró en el momento de su exaltación. Esto nos enseña que hay una
relación entre la exaltación de Yosef después de haber estado en la cárcel, y
el ministerio sumo-sacerdotal de Yom Kipur. Todo esto nos lleva al Mesías ben
Yosef que fue vestido de lino en el momento de su muerte, como una señal de su
investidura en el ministerio sacerdotal según el orden de Malki-Tsedek que iba
a iniciar después de su resurrección, cf. Juan 19:40.
“lavará su cuerpo” – En Yom Kipur el sumo sacerdote hizo tevilá
de todo su cuerpo en total cinco veces. Cada vez que cambiaba la ropa sumergió
todo su cuerpo en agua y lavaba sus manos y pies antes y después. En total lavó
sus manos y sus pies diez veces durante ese día.
Primero hizo la tevilá antes de ponerse las ropas de oro para iniciar el
servicio de todos los días como gran sacerdote. Después vertía agua sobre sus
manos y sus pies y ofrecía el sacrificio diario del cordero de la mañana,
quemaba el incienso y limpiaba la menorá. Luego ofrecía la ofrenda diaria de
oblación, minjá, seguido por parte del sacrificio adicional, musaf, de Yom
Kipur, como está escrito en Números 29:7-11:
“El décimo día de
este mes séptimo tendréis santa convocación y os humillaréis; no haréis ningún
trabajo. Y ofreceréis a Adonay nuestro Elohim una ofrenda de ascensión como
aroma agradable: un novillo, un carnero, siete corderos de un año, sin defecto;
y su ofrenda de cereal, flor de harina mezclada con aceite: tres décimas de una
efá por el novillo, dos décimas por el carnero, una décima por cada uno de los
siete corderos; y un macho cabrío como ofrenda por el pecado, además de la
ofrenda de expiación por el pecado y de la ofrenda de ascensión continua, de su
ofrenda de cereal y de sus libaciones.”
Después purificó sus manos y sus pies y se quitaba las ropas de oro. Se
sumergía en agua y se ponía las cuatro ropas de lino, hechas para la ocasión
con la tela más fina. Otra vez echaba agua sobre sus manos y sus pies para
estar listo para el siguiente servicio.
16:5 “Y tomará
de la congregación de los hijos de Israel dos machos cabríos para ofrenda por
el pecado y un carnero para ofrenda de ascensión.” – Estos animales fueron dados para la
expiación del pueblo.
16:6 “Entonces
Aharón acercará el novillo como ofrenda por el pecado, que es por sí mismo,
para hacer expiación por sí mismo y por su casa.” – Según Rashí, este es el novillo que fue
mencionado en el versículo 3. El gran sacerdote tenía que pagar este novillo de
su propio bolsillo. En este momento él puso sus manos sobre la cabeza del
novillo y confesó sus propios pecados y los de su familia. Según Rashí, la
palabra expiación, que normalmente tiene que ver con la sangre, en este caso
significa una confesión de los pecados. Según Rambám usó estas palabras:
“Por favor, Adonay, pequé sin intención, cometí transgresiones
intencionalmente e insolentemente delante de ti, tanto yo como mi familia. Por
favor, Adonay, expía los pecados involuntarios, las transgresiones voluntarias
y la desobediencia que mi familia y yo cometimos ante ti, según dices
en la Torá dada a tu servidor Moshé (Levítico 16:30), “En este día,
Él expiará tus pecados y te dejará puro y limpio de todo pecado ante
Adonay.””
Durante todas las confesiones que el gran
sacerdote hizo durante el día, pronunció el Nombre de Eloah con cuatro letras,
el Tetragrámaton, YHVH, diez veces en total. Cuando el pueblo oyó la
pronunciación del Nombre se inclinaron sobre el suelo y pronunciaron las
palabras:
“Baruj shem kevod maljutó leolam vaed. (Bendito sea por siempre el Nombre de su reinado
glorioso).”
16:7 “Y tomará los dos
machos cabríos y los presentará delante de Adonay a la entrada de la tienda de
reunión.” – Los dos
machos cabríos tenían que ser parecidos en aspecto, peso y altura. Fueron
comprados con fondos de la comunidad.
16:8 “Y echará
suertes Aharón sobre los dos machos cabríos, una suerte para Elohim, y otra
suerte para Azazel.” –
Después de hacer la confesión sobre el novillo, no lo degolló enseguida, sino
primero echo suerte entre los dos machos cabríos, que constituían una parte
central en el servicio del día. Para este sorteo se usaban dos inscripciones
que estaban en una urna. En una de ellas estaba escrito: “Para Adonay” y en la
otra: “Para Azazel”. El kohén gadol cogió las dos placas con sus dos manos sin
mirar y colocó una sobre cada uno de los machos cabríos según estaban delante
de él. Leyeron las inscripciones y proclamaban sobre el macho cabrío que había
sido elegido para Elohim: “¡Este es un sacrificio jatat para Adonay!”
Se colocaba un hilo de color escarlata en
la cabeza del cabrío que era para Azazel y otro hilo rojo en la entrada del
lugar santo del templo. El Talmud enseña:
“Nuestros rabinos enseñaron: Durante los
cuarenta años cuando Shimón el Justo ministraba,
la suerte (“Para Elohim”) siempre salió en su mano derecha. Desde ese tiempo en
adelante, a veces salió en la mano derecha y a veces en la mano izquierda. Y
(durante el mismo tiempo) el hilo de color escarlata solía volverse blanco.
Desde ese tiempo en adelante a veces se volvió blanco y otras veces no.”
Más adelante en el mismo tratado
dice: “Nuestros rabinos enseñaron: Durante los últimos cuarenta años antes de
la destrucción del Templo, la suerte (“Para Elohim”) no salió en la mano
derecha, ni se volvió blanco el hilo escarlata...”
Cuarenta años antes de la destrucción del
templo fue el año 31 del cómputo romano. Según cálculos, aproximados. Fue el
mismo año de la muerte del Mesías Yeshúa. Después se su muerte el servicio de
Yom Kipur no fue hecho de manera que pudiera agradar a El Eterno nuestro
Elohim.
¿Qué es Azazel?
Según el Talmud y su creencia Azazel es un compuesto de Aza y
Azael. Eran dos ángeles que antes del diluvio pidieron permiso para vivir entre
los hombres con apariencia de humanos para mostrar que no pecarían como los
demás hombres. Sin embargo cuando obtuvieron permiso para hacer esto pecaron
más que los hombres anteriores al diluvio.
Rashí comenta sobre este punto que el macho
cabrío se llamaba Azazel para implicar que lograba expiar pecados, entre ellos,
hechos inmorales como los de Aza y Azael.
Sin embargo, en su comentario de Vayikrá,
Rashí dice que Azazel designa a una montaña severa y dura, un precipicio muy
elevado. En Gur Aryé, que comenta a Rashí, está escrito que Azazel es un
vocablo compuesto por las palabras “az”, “áspero”, “severo”, y “el”,
“fuerte”, “duro”. La aparición de la segunda zayin en Azazel no modifica en nada
el hecho de que se derive de “az” y “el”, ya que en hebreo es usual que cuando
un nombre se forma a partir de una o más raíces, el nombre formado casi siempre
añade una letra de más por razones estilísticas. Najmánides dice que cuando
está escrito que el animal fue enviado a Azazel, simplemente quiere decir que
era enviado a un lugar agreste e inhóspito.
Un Midrash interpreta la palabra Azazel como hasatán o a shed, un
espíritu malo. Pero como más adelante está claramente ordenado que no se puede
hacer sacrificios a los demonios, esta interpretación tiene que ser
cuestionada, cf. Levítico 17:7.
16:9 “Aharón
acercará el macho cabrío sobre el cual haya caído la suerte para Elohim,
haciéndolo ofrenda por el pecado.” – En este momento no fue degollado este macho cabrío, sino sólo
designado para ser una ofrenda por el pecado.
16:10 “Pero el
macho cabrío sobre el cual cayó la suerte para Azazel, será presentado vivo
delante de Adonay para hacer expiación sobre él, para enviarlo a Azazel
al desierto.” – Según Rashí,
al decir que este cabrío tiene que ser presentado vivo delante de Adonay,
implica que luego fue enviado para morir. La idea es llevarlo a un precipicio y
luego arrojarlo hacia abajo para que se despedazara.
Los dos machos cabríos hablan de dos aspectos diferentes de la muerte
del Mesías. La sangre de uno de ellos es llevada hasta el lugar santísimo, v.
15-16, y su cuerpo es quemado fuera del campamento, v. 27-28. El otro es
enviado al desierto v. 21-22. Uno expía por el pecado, es decir, satisface la exigencia
de justicia delante de Adonay, que reclama la muerte del pecador. El otro lleva
el pecado lejos para que sea apartado de los hijos de Israel.
16:11 “Entonces Aharón acercará el novillo de la
ofrenda por el pecado, que es por sí mismo, y hará expiación por sí mismo y por
su casa, y degollará el novillo de la ofrenda por el pecado hecha por sí mismo.” – La
palabra expiación se entiende aquí como una confesión verbal sobre el animal
personal del kohén gadol. Así que el gran sacerdote hizo otra confesión por
todos sus pecados y por los pecados de todos los sacerdotes, que son llamados
“casa de Aharón” según el Salmo 135:19. Luego degollaba el novillo y recogía su
sangre en un recipiente que fue dado a otro sacerdote.
16:12 “Y tomará un incensario lleno de brasas de
fuego de sobre el altar que está delante de Adonay, y dos puñados de incienso
aromático molido, y lo llevará detrás del velo.” – Esta parte del servicio fue la más
delicada, porque ahora le tocaba entrar en el lugar santísimo. El kohén gadol
puso carbones del altar del atrio en un recipiente de oro. Le entregaron un
recipiente de incienso que había sido molido extra fino para la ocasión. Tomó
incienso con sus dos manos y lo puso en una cuchara. Cogió la cuchara con la
mano izquierda y el recipiente con carbones en su mano derecha y entró en el
lugar santísimo. Allí dentro colocó el recipiente con carbones entre las dos
varas del arca. En tiempos del segundo templo, cuando no había arca, lo colocó
en la piedra sobre la cual el arca había estado.
Luego tomó la cuchara con la punta de sus
dedos o con los dientes, para dejar ambas manos libres, y vertía el incienso en
las dos manos. Esto fue muy difícil porque no podía caer nada del incienso al
suelo.
16:13 “Pondrá el incienso sobre el fuego delante
de Adonay, para que la nube del incienso cubra el propiciatorio que está sobre
el testimonio, no sea que muera.” – Ahora el gran sacerdote ponía todo el incienso en el recipiente de
oro que contenía los carbones encendidos para que se produjera una nube de humo
entre él y el propiciatorio, donde se manifestaba la shejiná, la presencia
gloriosa de Adonay. El humo producido por la quema del incienso sobre los
carbones, que habían sido arrebatados del fuego exterior, simboliza el momento
cuando el Mesías Yeshúa se presentaba ante Elohim después de su resurrección,
como está escrito en Zacarías 3:2b:
“¿No es éste un tizón arrebatado del fuego?”
Para que Aharón pudiera estar en el lugar
santísimo cuando se manifestaba la shejiná, tenía que quemar incienso que
produjera una nube que le protegía de la muerte.
Por medio de esa nube él podía acercarse a
Elohim sin peligro. Esa nube simboliza a Mashíaj, por medio del cual podemos
acercarnos a El Eterno nuestro Elohim sin peligro. Sin el sacrificio de Mashíaj
el pecador muere en la presencia del Eloah Justo.
El incienso que fue molido es un símbolo
del Mesías, y cuando fue echado al fuego simboliza el momento cuando el Mesías
murió, pasando por el fuego. Por medio de esa muerte se produjo una nube en el
cielo, por medio de la cual el hombre puede acercarnos al trono de
misericordia, como está escrito en hebreos 4:14-16:
“Teniendo, pues, un gran sumo sacerdote que
trascendió los cielos, Yeshúa, el Hijo de Eloah, retengamos nuestra fe. Porque
no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas,
sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado. Por tanto,
acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos
misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna.”
En hebreos 10:19-22 está escrito:
“Entonces, hermanos, puesto que tenemos
confianza para entrar al Lugar Santísimo por la sangre de Yeshúa, por un camino
nuevo y vivo que él dedicó para nosotros por medio del velo, es decir, su
carne, y puesto
que tenemos un gran sacerdote sobre la casa de Eloah, acerquémonos
con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, teniendo nuestro corazón
purificado de mala conciencia y nuestro cuerpo lavado con agua pura.”
Después de haber puesto el incienso sobre
los carbones encendidos, el kohén gadol salió hacia atrás, sin desviar su
mirada de la dirección del propiciatorio. El pueblo estaba orando por él para
que todo el servicio en el lugar santísimo saliera bien. Si había un error, el
gran sacerdote moriría y el pueblo no podía obtener el perdón de sus pecados.
Según el Midrash, en el tiempo del segundo templo la mayoría de los grandes
sacerdotes morían dentro del año que seguía a Yom Kipur porque eran hombres
corruptos y habían comprado su puesto con dinero.
Cuando el sumo sacerdote llegó al lugar
santo, los otros sacerdotes salieron de allí, cf. v. 17. Allí se quedó un
momento y oró una oración corta y luego salió al atrio donde el pueblo le
estaba esperando con ansiedad
16:14 “Tomará además de
la sangre del novillo y la rociará con su dedo en el lado oriental del
propiciatorio; también delante del propiciatorio rociará con su dedo siete
veces de la sangre.” – Esta
sangre viene del sacrificio personal de Aharón que el otro sacerdote había
estado moviendo en su recipiente para que no coagulara. Ahora el kohén gadol
toma esa sangre y entra por segunda vez en el lugar santísimo. Allí esparce la
sangre con su dedo hacia el lado oriental del propiciatorio una vez hacia
arriba y siete veces hacia abajo sin que la sangre llegue a tocar el arca.
Cuenta con voz alta mientras esparce la sangre: Uno (hacia arriba), uno y uno
(hacia abajo), uno y dos, uno y tres... uno y siete. De esa manera no se
equivocó.
16:15 “Después
degollará el macho cabrío de la ofrenda por el pecado que es por el pueblo, y
llevará su sangre detrás del velo y hará con ella como hizo con la sangre del
novillo, y la rociará sobre el propiciatorio y delante del propiciatorio.” – Ahora es sacrificado el macho cabrío a favor
del pueblo, que había sido señalado para Elohim por medio del sorteo.
La sangre fue recibida en un recipiente y luego llevada detrás del velo
y esparcida de la misma manera como la sangre del novillo personal, una vez
hacia arriba y siete veces hacia abajo. Luego el sacerdote sale hacia atrás al
lugar santo.
16:18 “Entonces saldrá
al altar que está delante de Adonay y hará expiación por él, y tomará de la
sangre del novillo y de la sangre del macho cabrío y la pondrá en los cuernos
del altar por todos los lados.” – Se refiere al altar de oro en el lugar santo, como está escrito en
Éxodo 30:9-10:
“No ofreceréis
incienso extraño en este altar, ni ofrenda de ascensión ni ofrenda de cereal;
tampoco derramaréis libación sobre él. Aharón hará expiación sobre los cuernos
del altar una vez al año; hará expiación sobre él con la sangre de la ofrenda
de expiación por el pecado, una vez al año por todas vuestras generaciones;
santísimo es a Elohim.”
Las dos sangres, la del novillo personal del sumo sacerdote y la del
macho cabrío del pueblo, fueron mezcladas y colocadas en las cuatro esquinas
del altar de oro.
16:19 “Y rociará sobre
él de la sangre siete veces con su dedo, y lo limpiará, y lo santificará de las
impurezas de los hijos de Israel.” – El sumo sacerdote limpiaba una zona encima del altar y esparcía la
sangre siete veces sobre ésta. En total fueron 43 aspersiones de sangre en el
santuario, 2 x (1+7) veces en el lugar santísimo, 2 x (1+7) veces sobre el velo
desde el lugar santo, 4 veces sobre los cuernos y 7 veces sobre el altar
(16+16+4+7=43). La sangre que sobraba fue vertida al pie del altar del atrio.
En hebreos 9:11-14, 24-26 está escrito:
“Pero cuando el Mesías apareció como sumo sacerdote
de los bienes futuros, a través de un mayor y más perfecto tabernáculo, no
hecho con manos, es decir, no de esta creación, y no por medio de la sangre de
machos cabríos y de becerros, sino por medio de su propia sangre, entró al
Lugar Santísimo una vez para siempre, habiendo obtenido redención eterna.
Porque si la sangre de los machos cabríos y
de los toros, y la ceniza de la becerra rociada sobre los que se han
contaminado, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre
del Mesías, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a
Eloah, purificará vuestra conciencia de obras muertas para servir al Eloah
vivo?... Porque el Mesías no entró en un lugar santo hecho por manos, una
representación del verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora delante
de Eloah por nosotros, y no para ofrecerse a sí mismo muchas veces, como el
sumo sacerdote entra al Lugar Santísimo cada año con sangre ajena.
De otra manera le hubiera sido necesario
sufrir muchas veces desde la fundación del mundo; pero ahora, una sola vez en
la consumación de los siglos, se ha manifestado para destruir el pecado por el
sacrificio de sí mismo.”
En hebreos 10:19-20 está escrito: “Así que, hermanos, teniendo libertad para
entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Yeshúa HaMashíaj, por
el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne”.
Aquí dice que la sangre de Yeshúa es como un camino por el cual podemos
llegar al lugar santísimo en el cielo. Esto nos enseña que cuando el sumo
sacerdote salpicó hacia abajo siete veces se “dibujó” un camino de sangre que
llega hasta el lugar de la manifestación de Adonay, el lugar de intimidad con
el Padre celestial, cf. Éxodo 30:36b “donde me citaré allí contigo”. Las siete
gotas de sangre que hay en el suelo son como siete pasos que llegan al punto de
encuentro. El número siete habla de que hay un rociamiento para cada uno de los
milenios de la historia del hombre pecador sobre la tierra. De la misma manera
como se salpicó siete veces en la tierra, habrá 7000 mil años de pecado en la
tierra que necesitan ser expiados por la sangre del Mesías en el templo
celestial. En el octavo milenio ya no habrá pecado, y por esto sólo se
salpicaban siete veces en la tierra. Después del séptimo milenio viviremos en
una era de justicia, producida por la muerte y resurrección del Mesías. ¡Quien
lo crea diga un buen amen ¡
16:21 “Después Aharón
pondrá ambas manos sobre la cabeza del macho cabrío y confesará sobre él todas
las iniquidades de los hijos de Israel y todas sus transgresiones, todos sus
pecados, y poniéndolos sobre la cabeza del macho cabrío, lo enviará al desierto
por medio de un hombre preparado para esto.” – Esta es la tercera confesión que el gran
sacerdote hace de los pecados, esta vez por los pecados de todo el pueblo.
16:22 “El macho cabrío
llevará sobre sí todas sus iniquidades a una tierra solitaria; y soltará el
macho cabrío en el desierto.” – El gran sacerdote no podía dejar el atrio hasta que el hombre había
llegado al desierto. Para saber cuándo llegó, habían edificado plataformas
sobre las cuales se colocaban unas personas.
Cuando el hombre llegó al desierto con el macho cabrío, otro hombre
agitaba una bufanda sobre la última plataforma para que se viera hasta la
plataforma anterior, y así sucesivamente hasta llegar al templo en
Yerushalayim.
Cuando el pueblo vivía en santidad y
justicia, podían ver como el hilo escarlata que estaba colocada en la entrada
del santuario se volvió blanco en el momento de la muerte del macho cabrío que
fue llevado al desierto.
Pero, como hemos visto en el testimonio del
Talmud, más adelante este milagro no ocurrió siempre, y después de la muerte de
Yeshúa hasta la destrucción del templo, no pasó nunca. Por esto los sabios ya
no lo colgaban en la entrada del lugar santo durante los últimos tiempos antes
de la destrucción del templo. El Midrash cuenta
que el mensajero debía atar la mitad del hilo en el despeñadero y la otra mitad
en los cuernos del macho cabrío. Este texto dice que el macho cabrío
llevará sobre sí todas las iniquidades de los hijos de Israel. Esto constituye
una sombra de lo que iba a hacer Mashíaj ben Yosef, como está escrito en Isaías
53:4, 11-12:
“Ciertamente él llevó nuestras
enfermedades, y cargó con nuestros dolores; con todo, nosotros
le tuvimos por azotado, por herido de Eloah y afligido... Debido a la angustia
de su alma, él lo verá y quedará satisfecho. Por su conocimiento, el Justo, mi
Siervo, justificará a muchos, y cargará las iniquidades de ellos.
Por tanto, yo le daré parte con los grandes y con los fuertes repartirá
despojos, porque derramó su alma hasta la muerte y con los transgresores fue
contado, llevando él el pecado de muchos, e intercediendo por los
transgresores.”
16:23 “Entonces Aharón entrará en la tienda de
reunión y se quitará las vestiduras de lino que se había puesto al entrar en el
lugar santo, y las dejará allí.” – Esta es la tercera vez que el gran sacerdote cambia sus ropas. Las
ropas usadas en el servicio de Yom Kipur tenían que ser guardadas y no podían
ser utilizadas para otro Yom Kipur.
16:24 “Lavará su cuerpo con agua en un lugar
sagrado, se pondrá sus vestidos, y saldrá y ofrecerá su ofrenda de ascensión y
la ofrenda de ascensión del pueblo, y hará expiación por sí mismo y por el
pueblo.” – De este
versículo se aprende que al cambiar la ropa hacía falta purificarse en la
mikvé. Ahora se ponía sus ropas de oro para sacrificar los dos carneros
mencionados en los versículos 3 y 5. También sacrificaba algunos de los
sacrificios adicionales, musaf, mencionados en Números 29:7-11.
16:25 “Luego quemará en el altar la grasa de la
ofrenda por el pecado.” – Después de esto cambiaba su ropa de nuevo por cuarta vez para entrar
en el lugar santísimo y recoger la cuchara y el incensario. Hebreos 9:4 no
habla del altar del incienso como si estuviera en lugar santísimo, sino de este
incensario que estaba allí durante todo el servicio de Yom Kipur. En el texto
griego de Hebreos 9:4 no aparece la palabra “altar”.
Después de sacar la cuchara y el incensario del lugar santísimo, el gran
sacerdote cambia la ropa de nuevo para sacrificar los últimos sacrificios
adicionales, musaf, del día y presentar la ofrenda diaria del cordero de la
tarde y quemar el incienso diario sobre el altar de oro. Después ofreció el
resto de la oblación diaria del gran sacerdote sobre el altar. Luego se quitaba
las ropas de oro y se vestía con sus propias ropas para regresar a su casa. La
gente le acompañaba hasta su casa con regocijo porque había hecho su trabajo
con éxito.
16:27 “Pero el novillo
de la ofrenda por el pecado y el macho cabrío de la ofrenda por el pecado, cuya
sangre fue llevada dentro del lugar santo para hacer expiación, serán llevados
fuera del campamento, y quemarán en el fuego su piel, su carne y su estiércol.” – El novillo y el macho cabrío son quemados
fuera del campamento para ser una sombra profética de lo que iba a ocurrir con
el Mesías Yeshúa, como está escrito en Hebreos 13:11-12
“Porque los
cuerpos de aquellos animales, cuya sangre es llevada al santuario por el sumo
sacerdote como ofrenda por el pecado, son quemados fuera del campamento. Por lo
cual también Yeshúa, para santificar al pueblo mediante su propia sangre,
padeció fuera de la puerta.”
16:29 “Y esto os será
un estatuto perpetuo: en el mes séptimo, a los diez días del mes, humillaréis
vuestras almas y no haréis obra alguna, ni el nativo ni el forastero que reside
entre vosotros” – Humillar el
alma se refiere al ayuno total, sin tomar ni siquiera agua durante 25
horas.
16:30 “porque en este
día él hará expiación por vosotros para que seáis limpios; seréis limpios de
todos vuestros pecados delante de Adonay.” – El texto hebreo dice que ÉL hará expiación delante de Adonay. ¿De
quién se está hablando? Está hablando de Mashíaj ben Yosef, el Mesías
sufriente, que iba a venir para hacer expiación por los hijos de Israel y
limpiarlos de todos sus pecados delante de Adonay.
Ahora, si Yeshúa murió el 14 de Nisán ¿cómo
pudo cumplir con Yom Kipur que cae medio año más tarde? La respuesta es que la
obra de Mashíaj no ha terminado todavía. Él ha entrado en el lugar santísimo en
el cielo, pero no ha salido al pueblo. La mitad queda por cumplirse. Al salir
de ese lugar el pecado será eliminado para siempre en cada uno que haya
recibido su sacrificio de manera personal. Seremos transformados totalmente y
liberados del yetser hará. Cuando regrese el Mesías, en Yom Kipur será
eliminado el pecado de la tierra de Israel en un solo día, como está escrito en
Zacarías 3:9:
“Porque he aquí la piedra que he puesto delante de Yehoshúa, sobre esta
única piedra hay siete ojos. He aquí, yo grabaré una inscripción en
ella"--declara Adonay de los ejércitos-- "y quitaré la iniquidad de
esta tierra en un solo día.”
En Malaquías 3:1-3 está escrito: “He aquí, yo envío a mi mensajero, y él preparará
el camino delante de mí. Y vendrá de repente a su templo el Señor a quien
vosotros buscáis; y el mensajero del pacto en quien vosotros os complacéis, he
aquí, viene--dice Adonay de los ejércitos.
¿Pero quién podrá soportar el día de su venida? ¿Y quién podrá
mantenerse en pie cuando él aparezca? Porque él es como fuego de fundidor y
como jabón de lavanderos. Y él se sentará como fundidor y purificador de plata,
y purificará a los hijos de Leví y los acrisolará como a oro y como a plata, y
serán los que presenten ofrendas en justicia a Elohim.”
16:31 “Os será shabat,
de descanso completo, para que humilléis vuestras almas; es estatuto perpetuo.” – Aquí aparece la expresión “shabat shabatón”.
Sólo se menciona esta expresión cuando se habla del shabat semanal Yom Kipur y
el año sabático. Los shabats de las fiestas anuales no son mencionadas como
“shabat shabaton”. Yom Kipur es el shabat de los shabats anuales de la misma
manera como el shabat semanal es el shabat de los días de la semana. Hay siete
shabats anuales adicionales a parte de los shabats semanales, entre los cuales
Yom Kipur sirve como un shabat especial, al igual que el shabat de la semana
para los días de la semana, cf. Levítico 23. De la misma manera sucede con el
Yovel, el año de jubileo, en relación con los siete años de shmitá, remisión,
cf. Levítico 25.
16:32 “Así el sacerdote
que es ungido y ordenado para ministrar como sacerdote en lugar de su padre
hará expiación: se pondrá las vestiduras de lino, las vestiduras sagradas” – Este texto tiene una indicación de que
Yeshúa actuó en lugar de su Padre Celestial cuando nos redimió de nuestros
pecados, como está escrito en 2 Corintios 5:18-21:
“Y todo esto
procede de Eloah, quien nos reconcilió consigo mismo por medio del Mesías, y nos
dio el ministerio de la reconciliación; a saber, que Eloah estaba en el Mesías
reconciliando al mundo consigo mismo, no tomando en cuenta a los hombres sus
transgresiones, y nos ha encomendado a nosotros la palabra de la
reconciliación. Por tanto, somos embajadores del Mesías, como si Eloah rogara
por medio de nosotros; en nombre del Mesías os rogamos: ¡Reconciliaos con
Eloah! Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos
hechos justicia de Eloah en él.”
16:33 “y hará expiación por el santo santuario; hará
expiación también por la tienda de reunión y por el altar. Hará expiación
además por los sacerdotes y por todo el pueblo de la asamblea.” – Todos
los sacrificios durante Yom Kipur hacen esta limpieza total una vez al año. Sin
embargo no es capaz de eliminar el pecado dentro del hombre, sólo expiar por
las impurezas y los pecados cometidos durante el año. La carta de los Hebreos 9:1 – 10:25 da una
enseñanza profunda mesiánica sobre el servicio de Yom Kipur. Allí se enseña
entre otras cosas que:
1. El servicio de Yom Kipur en la tierra no hace
perfecto al hombre, quitando el yetser hará, el pecado, sólo perdona y cubre
pero no quita.
2. El servicio de Yom Kipur en el Cielo sí hace perfecto al hombre que se
apropia del sacrificio eterno y perfecto de Mashíaj Yeshúa.
3. Una cosa no excluye la otra, sino una es la sombra de la otra.
4. Una no será quitada hasta que haya venido
lo perfecto. Para algunos será cuando el Mesías regrese y para otros será
cuando el cielo y la tierra pasen.
17:11 “Porque la vida
de la carne está en la sangre, y yo os la he dado sobre el altar para hacer
expiación por vuestras almas; porque es la sangre, por razón de la vida, la que
hace expiación.” – La sangre
representa la vida. No es que el alma esté en la sangre, sino la vida depende
de la sangre.
Con la muerte de Yeshúa se hizo expiación por la vida del hombre, al
derramar él su sangre. La sangre fue tomada por El Eterno como un medio de
expiación por razón de la vida, el alma, que depende de la sangre.
No hay base en las Escrituras para no permitir que se hagan transfusiones
de la sangre para salvar la vida humana. El alma no es transferida a la otra
persona al pasar parte de la sangre, ni es transferida a la otra persona parte
del alma, (emociones, intelecto y voluntad). El alma es mantenida por medio de
la sangre, pero no está en la sangre. (Ahora Acordémonos prima la vida
sobre el mandamiento). Amen.
18:3 “No haréis
como hacen en la tierra de Mitsrayim en la cual morasteis, ni haréis como hacen
en la tierra de Kenáan adonde yo os llevo; no andaréis en sus estatutos.” – Este texto muestra que los hijos de Israel
han sido llamados a ser diferentes a los demás pueblos del mundo, especialmente
cuando los pueblos son tan inmorales como los mitsríes y los kenaanitas.
Hemos sido llamados a comer diferentemente, vestir diferentemente,
hablar diferentemente etc. (somos los niños diferentes; somos niños especiales, un especial tesoro
en manos de El Eterno). Amen??¿Podemos entonces mirar las prácticas de los demás pueblos y hacer lo
contrario? ¿Es eso lo que Adonay quiere enseñarnos con esta palabra? Hasta
cierto punto esto está bien, pero si vamos a dejar que las prácticas de los
goyim, gentiles, determinen nuestra conducta, es posible que dejemos de hacer
algo que Adonay aprueba e incluso manda. ¡No vamos a dejar de hacer algo bueno
sólo porque los demás lo hacen! Por lo tanto, sigue el versículo 4 diciendo:
“Habréis de
cumplir MIS estatutos y guardar MIS leyes para andar en ellos.”
No son las naciones las que determinan nuestra conducta, sino la
Torá de El Eterno. En el camino de restauración hay muchos ex cristianos
que rechazan todas las cosas que hacen los cristianos, por ejemplo orar de
manera espontánea, levantar las manos al cielo sobre la cabeza, hablar y cantar
en lenguas, arrodillarse ante el Padre, usar expresiones como “hermanos”,
“pastores” y demás.
Sólo por el hecho de que se hagan estas cosas en el mundo cristiano no
es una razón suficientemente fuerte para rechazarlos. Todas estas cosas que he
mencionado aquí son judías y se pueden encontrar en las Escrituras hebreas. No
es que sea cristiano practicar estas cosas, es judío. Lo que pasa es que el
cristianismo ha adoptado muchas maneras judías en su estilo de vida y cuando
los judíos han visto esto, se han apartado de su propia cultura, porque algunos
de los cristianos lo están practicando. Esta no es la manera de hacer las
cosas. La Torá de Adonay es nuestra regla de vida. Todo lo que El
Eterno aprueba, nosotros también lo aprobamos, aunque sean practicadas por
personas que no están con nosotros. No podemos dejar de leer las Escrituras
porque los satanistas las están leyendo. Esa actitud no es sana y al final
llevará a la persona a desviarse del camino recto.
18:5 “Por tanto,
guardaréis mis estatutos y mis leyes, por los cuales el hombre vivirá si los
cumple; yo soy Adonay.” – Este
texto nos muestra que hay vida en la obediencia a los mandamientos. La pregunta
surge: ¿Hay vida eterna en el cumplimiento de la Torá o hay una larga
vida en la tierra? La respuesta es: ambas cosas. Hay mandamientos que producen
una vida larga debajo del sol y hay otros mandamientos que fueron dados para
dar vida eterna al mundo. Por ejemplo el mandamiento que nos ordena creer en el
profeta como Moshé, cf. Deuteronomio 18:15, 18 es uno de los que dan vida
eterna, como está escrito en Hechos 16:31:
“Ellos
respondieron: Cree en el Señor Yeshúa, y serás salvo, tú y tu casa.”
Digámoslo mejor Créele a El Señor Yeshua, y serás salvo, tú y tu
casa.
En Romanos 10:3-10 está escrito: “Pues desconociendo la justicia de Eloah y procurando establecer la suya
propia, no se sometieron a la justicia de Eloah. Porque el Mesías es la meta
de la Torá para justicia a todo aquel que cree. Porque Moshé escribe
que el hombre que practica la justicia que es de la Torá, vivirá por ella.
Además, la justicia que es de la fe, dice
así: NO DIGAS EN TU CORAZÓN: "¿QUIÉN SUBIRÁ AL CIELO?" (Esto es, para
hacer bajar al Mesías), o "¿ QUIÉN DESCENDERÁ AL ABISMO?" (esto es,
para subir al Mesías de entre los muertos). Mas, ¿qué dice? CERCA DE TI ESTA LA
PALABRA, EN TU BOCA Y EN TU CORAZÓN, es decir, la palabra de fe que predicamos:
que si confiesas con tu boca a Yeshúa por Señor, y crees en tu corazón que
Eloah le resucitó de entre los muertos, serás salvo; porque con el corazón se
cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación.”
No hay contradicción entre Moshé y Yeshúa. Si fuese así, Yeshúa sería un
falso mesías. Lo que Romanos 10 enseña es lo mismo que Levítico 18:5, que hay
vida para aquel que practica la Torá, porque la Torá lleva la
persona al Mesías y a la justicia de la fe, la cual está citada en la
Torá, cf. Deuteronomio 30:12-14. El problema surge cuando una persona intenta
usar aquellos mandamientos que no son dados para vida eterna y cumplirlos en su
propia fuerza para así obtener la salvación de su alma por los propios méritos.
Otra enseñanza falsa, que existe dentro del judaísmo apóstata, es que uno se
salva si las obras buenas pesan más que las obras malas. Esos caminos son
engañosos y sumamente combatidos en el Brith Hadasha por los emisarios del
Mesías.
En la traducción hecha por Dr. David H.
Stern de Gálatas 3:12 está escrito:
“Sin embargo, el legalismo no está basado
en la confianza y la fidelidad, sino en una mala interpretación del texto que
dice, EL QUE LAS HACE, VIVIRÁ POR ELLAS.”
18:24 “No os
contaminéis con ninguna de estas cosas, porque por todas estas cosas se han
contaminado las naciones que voy a echar de delante de vosotros.” – Todas estas cosas, cf. v 6-23, hicieron en
Mitsrayim y en la tierra de Kenáan. Aquí vemos que hay muchos mandamientos
de la Torá para las naciones.
Sólo en este texto hay 24 mandamientos que aplican a los gentiles de los
613 que fueron dados a Israel. Las naciones que habían quebrantado estos
mandamientos fueron condenadas por ello. Casi todos son de carácter sexual.
Pero también hablan de quemar a sus hijos a un dios pagano, idolatría y
derramamiento de sangre inocente. Por esto se pueden encontrar en este texto
los tres pecados que llaman cardinales, sexo, idolatría y violencia. Por estos
tres pecados viene el juicio de Adonay sobre todos los hombres, benei Noaj,
hijos de Noé, como está escrito en Efesios 5:3-7:
“Pero que la inmoralidad, y toda impureza o avaricia, ni siquiera se
mencionen entre vosotros, como corresponde a los santos; ni obscenidades, ni
necedades, ni groserías, que no son apropiadas, sino más bien acciones de
gracias. Porque con certeza sabéis esto: que ningún inmoral, impuro, o avaro,
que es idólatra, tiene herencia en el reino del Mesías y de Eloah. Que nadie os
engañe con palabras vanas, pues por causa de estas cosas la ira de
Eloah viene sobre los hijos de desobediencia. Por tanto, no seáis
partícipes con ellos.”
Las naciones tienen una responsabilidad delante de Adonay para cumplir
sus mandamientos y si no lo hacen, vendrá su juicio tarde o temprano. Este
texto nos enseña además que como la tierra de Israel es un lugar sagrado, los
pecados que son cometidos allí son condenados más que si hubieran sido
cometidos en otro lugar. 18:28 “no sea que la tierra os vomite por haberla
contaminado, como vomitó a la nación que estuvo antes de vosotros.” – La tierra de Israel vomita a los moradores
que comenten estos pecados inmorales. Por causa de que los hijos de Kenáan
practicaban estos pecados, los hijos de Israel recibieron la orden de
exterminarlos de sobre la tierra santa.
Toda Raba damos a El Eterno, por permitirnos vivir un shabat mas y le
pedimos que seamos llenos del calor del Ruaj para evitar que nos enfriemos y
mucho menos que nos volvamos tibios; porque ya sabemos que a los tibios
el vomitara de su boca. Amen?
Shabat Shalom
Recopilado por: Orlando Unda R.