PARASHA 26 SHEMINi | Levítico 19:1 – 11:47
Para la semana
que termina el 28 de Aviv- Nisan de 5781. Abril 10 de 2021
Rosh jodesh –
cabeza de mes
Martes 13 de
abril de 2021, a la caída del sol es 1º de Iyyar de 5.781
Aliyas de la Tora:
1. 9:1-16
2. 9:17-23
3. 9:24 – 10:11
4. 10:12-15
5. 10:16-20
6. 11:1-32
7. 11:33-47
Haftará: 2 Samuel 6:1 – 7:17 (A); 6:1-19 (S)
Brith Hadasha / Pacto renovado: Mateo 7:1 – 9:38
Sheminí
Significa “octavo”.
La parasha habla sobre los siguientes temas:
Primera alía (9:1- 9:16):
Como inauguración de los servicios del Mishkán, Aarón hace expiación y
holocausto para él.
Segunda alía
(9:17- 9:23):
Aarón ofrece ofrenda para reconciliación por el pueblo como mandó EL ETERNO y
bendice al pueblo para después descender.
Tercera alía
(9:24- 10:11):
La muerte de Nadab y Abiú por ofrecer fuego extraño ante EL ETERNO, prohibición
de servir a EL ETERNO en estado de ebriedad.
Cuarta alía
(10:12- 10:15):
Moshé ordena a Aarón y a Eleazar y a Itamar tomar lo que queda de las ofrendas
encendidas y comerlas sin levadura y además comerlas en lugar santo.
Quinta alía
(10:16- 10:20):
Moisés se molesta contra Eleazar e Itamar por no haber comido la expiación en
lugar santo, Aarón intercede por ellos ante Moshé.
Sexta alía
(11:1- 11:32):
Algunas de las leyes referidas a los animales que son limpios e inmundos.
Séptima alía
(11:34- 11:44):
Continuación de las leyes alimentárias y de los objetos utilizados para estos
alimentos.
Los
Sucesos del Octavo Día de la Inauguración del Mishkán.
La Inauguración
del Mishkán duró siete días y Moshé ejerció la función de Sumo Kohén por siete
días, y ofreció los sacrificios ordenados por El ETERNO. El octavo día llegó y
el Mishkán tendría que ser ungido. Era tiempo de Rosh Jodesh, el primero de
Nisán, 2.449. La Shejiná se radicó en
el día octavo.
9:1 Y
fue en el día octavo, que Moshé llamó a Aharón y a sus hijos, y a los ancianos
de Israel. El Altísimo trae a la memoria de Moshé los
siete días en que él no quiso obedecerlo para sacar a los israelitas de Egipto
y recién al octavo día tomó la decisión. Por tanto le fue trasferido esta
función a Aharón. Moshé mandó llamar a Aharón para informarle que él
oficiaría por primera vez como Kohén Gadol (Sumo Sacerdote) en el Mishkán, luego
de eso notificó a los ancianos que Aharón obedecería un mandato divino, para
que no creyeran que entraba al Mishkán por su propia cuenta.
El
Octavo día, fue un nuevo comienzo para Israel
La
Torá habla de este “el octavo día” para indicar su importancia y condición. La
consagración de los Kohanim duró siete días. Pues tenían la misma posición de
santidad que la Comunidad de Israel, ya que ella es llamada
"Batsheva" literalmente, “hija de siete” ; ahora ellos debían
recibir una porción adicional, por eso fue adicionado un día más donde Aharón a
ofrendó un becerro, para expiar el pecado del becerro de oro. De esta manera se
resarcía el daño espiritual y los Kohanim se encontrarían completos. Para que
exista una reacción en el mundo espiritual, debe existir un acto aquí abajo. Por eso la ceremonia que
efectúo Aharón produjo una reacción arriba, (el expió su anterior pecado a
través del sacrificio y El ETERNO les otorgó una porción adicional espiritual)
y de esta manera los mundos fueron bendecidos por la mediación del Kohén Gadol.
Moshé estaba tan satisfecho por la elección de su hermano como si el Altísimo
lo hubiera elegido a él mismo; porque así como Aharón se alegró de saber que
Moshé habría sido elegido para ir donde Faraón. De esta manera vemos que cuando
el Altísimo dijo que reuniera a Aharón, Él dijo de Aharón: “El te verá y su
corazón se regocijará” (Exodo 4:14)
9:3 El
Altísimo ordenó que dos becerros sean traídos como sacrificios, uno por Aharón
y otro becerro por los israelitas. A causa del pecado del becerro de oro. ¿Por
qué razón el Altísimo ordenó que el becerro de Aharón sea ofrecido como ofrenda
de pecado y el becerro de los israelitas como ofrenda ígnea? La razón es
que la ofrenda ígnea expía los pensamientos pecaminosos mientras que el
sacrificio del pecado expía por un pecado real. En ese día los seres
superiores e inferiores alcanzaron su perfección, y hubo paz en todas partes:
el gozo del cielo y de la tierra. En ese día el pecado del Becerro de Oro fue
eliminado, y los Kohaním y el pueblo fueron limpiados de él. Moshé
prometió que la Shejiná consumiría todos los korbanot de Aharón. Los Hijos de
Israel prepararon todas las ofrendas con mucha alegría y esmero para cumplir
las instrucciones el Altísimo. Moshé les había explicado que el objetivo de los
sacrificios era arrepentirse, sacando el Mal instinto, purificando su corazón y
arrepintiéndose. De esa manera la Presencia Divina reposaría sobre todos en
este mismo día.
La
Presencia Divina se asienta en el Mishkán, en el 8vo. Día.
Cuando
hacemos lo que El Altísimo pide: confesar nuestras faltas, renunciarlas,
humillarnos delante del Altísimo y presentarnos como una ofrenda del todo
quemada ; ofrecemos alabanzas, “nuestros sacrificios de paces”, nuestros
donativos, hacemos tzedaká (caridad), entonces estaremos listos para ser
depositarios de la bendición Aharónica. Y esto es lo que aconteció sobre el
Altar y sobre el Pueblo. Descendió la nube de Gloria de parte del Altísimo, y
así mismo también sucederá entre nosotros. Nuestro contacto con el Altísimo
quita la confusión, nos da alegría, el Altísimo mismo nos va enseñando el
camino en el que debemos andar como dice:
Salmos 32:8
“Te
haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Te aconsejaré, Sobre
Ti fijaré mis ojos”.
Aharón
ofreció entonces la ofrenda “minjá” (ofrenda de harina). Tomó un puñado y lo
quemó sobre el altar. Esto fue hecho después que trajo el sacrificio “tamid” de
la mañana.
9:23
Durante los siete días de consagración Moshé erigió el Mishkán y lo
afirmó en su lugar, pero en ningún día de aquellos, la Presencia Divina
descansó sobre Israel. Los israelitas comenzaron a lamentarse por esta causa,
ya que todo había sido terminado y puesto en su lugar como lo había establecido
el Altísimo pero su Presencia divina no estaba aquí. Pensaron que todo fue en
vano.
Moshé
los alentaba, e hizo venir a Aharón, ya que era el más propicio para hacer
descender la Presencia Divina al Mishkán. Aún cuando habían realizado las
ofrendas, la Shejiná no descendía. Moshé tomó a Aharón y entraron en el Mishkán
para rezar a El ETERNO y bendijeron al pueblo diciendo “Que sea Su Voluntad que
la Divina Presencia descanse sobre el trabajo de nuestras manos”. En ese
momento, en el octavo día de la Inauguración del Mishkán, el fuego Celestial
descendió y consumió los sacrificios. La Gloria del Altísimo fue revelada y la
Presencia divina descansó sobre ellos. Todo el pueblo vio el milagro descender
del cielo, el fuego que descendió de El ETERNO, y toda la gente al verlo
proclamó alabanzas a El ETERNO. Todos entendieron, por medio de esta señal, que
El ETERNO los consideró justos merecedores que la Presencia divina se haya
revelado allí. Por ello: “La alabanza de los rectos es hermosa” (Salmos 33:1)
Acontecimientos
trágicos con la palabra “Vaiehí”: Muerte de los Sacerdotes Nadav y Avihú
10:
2-3a Y salió fuego de delante de El ETERNO que los quemó, y murieron
delante de El ETERNO. La primera palabra de esta Parashat
Sheminí es “VAIEHÍ” (y ocurrió). Este término presagia un relato de pesar, de
tragedia. Nuestros sabios interpretan a esta palabra como la contracción de dos
palabras hebreas “vai” y “aia” que denota que ocurrió un infortunio. La Torá lo
emplea en alusión a las muertes trágicas de los hijos de Aharón, Nadab y Avihú,
cuya historia se relata en esta Parashá.
Nuestros
sabios han enseñado que siempre que la expresión “vaiehí” aparezca, introduce
una tragedia terrible (a veces a nivel mundial). Se introduce el relato del
octavo día de la inauguración del Mishkán con “vaiehí” con el advenimiento que
su júbilo iba a sucederse con un hecho trágico como la muerte de Avihú y Nadav.
Nadav
significa “apto para la nobleza” (nedivut);
y Avihú que significa “el padre del pueblo” (av). Poseían habilidades
sorprendentes, fuera de lo común, eran bellos y dotados con valores de la
rectitud muy elevados; tenían todas las condiciones para convertirse en los
futuros líderes. El pueblo los consideraba de nivel espiritual muy alto. La
profunda devoción y amor que sintieron, Nadav y Avihú, hacia al Altísimo le
faltó disciplina (guevurá – restricción, disciplina), ya que no lo hicieron
como se había establecido y esto fue el catalizador que los motivó a responder
a El ETERNO con un fuego en el mizbeaj y establecer un canal de interacción
entre ellos y el Altísimo. Experimentaron un gran éxtasis espiritual.
Infringieron esta Halajá (ley de la Torá) (Vaikrá /Lev. 1:7): “Y los hijos
del Kohén Aharón pondrán el fuego sobre el altar…” Pensaron que encendiendo
ellos fuego, era lo correcto ya que veían que el fuego del Cielo no llegaba,
ellos interpretaron a su manera de este pasaje y pensaron que podían (ayudar) a
que el fuego descendiera y colocar fuego en el altar, pero el Altísimo no lo
había establecido así, ya que primero tenía que venir el fuego de Arriba.
Aunque esto parecía correcto no lo era, ellos merecían el castigo de la muerte
Celestial porque tenían prohibido crear una Halajá en presencia del maestro
Moshé sin consultarle.
El
objetivo de la existencia (la vida) es el servicio a El ETERNO por
medio de la observancia de Sus Mandamientos y es sólo la vida en este plano
terrenal la que permite alcanzar tal realización por medio de la estrecha y
armónica simbiosis entre el cuerpo y alma. Nadav y Avihú no entendieron así,
les faltó disciplina y sometimiento y su éxtasis espiritual pudo más, pese a
que ellos eran tzádikim (justos). Su sentido de nulidad al mandato de El ETERNO
no era absoluto y por eso ofrecieron fuego propio. Fueron castigados “medida
por medida”. Habían encendido el fuego de una manera extraña y por tanto se
quemaron.
1. Un
estudiante que avergüenza a su rabino (maestro y guía espiritual), y actúa en
presencia como si éste no pudiera tomar una decisión por sí mismo, merece la
muerte ya que su conducta se considera similar a la del asesino cuyo castigo es
la muerte.
2.
Un estudiante que enseña en presencia del rabino revela una falla básica en su
forma de encarar el estudio de la Torá.
Alguien
que enseña Halajá en presencia de su maestro o líder espiritual demuestra una
desconfianza evidente hacia lo que su maestro tiene para ofrecerle. Incluso si
él ha estudiando el tema bien y estaba convencido de que su decisión de la
Halajá era correcta, él de todos modos merece un castigo. Se considera que ha
manifestado una actitud de desdén hacia el estudio de la Torá de la generación
anterior y así se evidencia que no ha podido comprender cabalmente el espíritu
del judaísmo.
Según
nuestros sabios opinan que ellos eran culpables de varios pecados:
- Procedieron
a ofrecer un fuego extraño, sin consultar a Moshé si era correcto o no hacerlo
solos.
-
Deshonraron a su padre al no consultarlo.
- No
se consultaron entre sí, cada uno actuó según su criterio.
Nuestros
sabios opinan que ellos fueron motivados a actuar solos, por el deseo de
experimentar la Presencia del Altísimo, entraron al Kadosh hakadoshim (lugar
santísimo) para ofrecer incienso allí!
El
fuego extraño se debió también a:
Embriaguez.-
Porque bebieron vino antes de entrar al Mishkán, para justificarse en júbilo
para la inauguración. Un sacerdote no puede llevar a cabo sus servicios si ha
bebido vino o bebida embriagante. El alcoholismo puede traer graves
consecuencias, y puede conducirlo a todo tipo de pecados, puede llevar a
alguien aún a derramar la sangre de su pariente. Ellos son miserables hasta
morir cuando ven a un pariente tan cercano a ellos en tal humillante posición.
No
vestían el meil (manto sacerdotal). El meil lo usa
solo el Sumo Sacerdote y no un sacerdote común. Ni Nadav ni Avihú tenían el
nivel de santidad, temor y respeto que se requiere ante la shejiná. El meil
contenía campanas que hacía consientes a los sacerdotes de la presencia Divina.
No
vertieron agua sobre sus manos y pies antes
de entrar al Mishkán por tanto, el fuego que ellos ofrecieron se llama “fuego
extraño”, en relación que ello no había santificado sus almas lo suficiente y
por eso pecaron.
El
alma del tzadik se asemeja a una prenda blanca. Su pureza hace que sea
vulnerable a la mínima mancha. Por lo tanto, una mala acción que es normal que
la realice una persona común. Para un tzadik de personalidad refinada resulta
ser una gran calamidad que requiere corrección inmediata. Los tzádikim son los
íntimos amigos del Todopoderoso, y por lo tanto se espera de ellos que estén
exentos de pecado en un cien por ciento. En esa ocasión Nadav, Avihú y los
otros ancianos subieron al Monte Sinaí para que se les revele la Shejiná cuando
la experimentaban tuvieron gran gozo pero no actuaron con reverencia adecuada,
de aquí el Altísimo juzgó a los ancianos y a Nadav y Avihú y se les encontró
merecedores de la pena de muerte. Y se postergó para después esta sentencia, ya
que no era el momento para aquello. Primero porque había alegría por la Presencia
Divina, y Segundo porque el pueblo se habría escandalizado y se hubieran
rehusado a creer que eran culpables, por eso se esperó hasta que se colmara la
medida.
Santificación
del Nombre Divino
10:3b
Y Aharón calló. Aharón en cuanto se enteró de la
muerte de sus hijos guardó silencio como signo de la justificación de la
suprema justicia de Elohim, pero lloraba en silencio desconsoladamente por la
desgracia lamentándose por haber pecado, pero cuando escuchó que Moshé reconoció
la santidad de sus hijos y que su grandeza sobrepasó a la de Aharón y Moshé, El
castigo de El ETERNO a los justos induce a la santificación de El ETERNO y que
se lo reverencie con humanidad. Deberíamos reflexionar: ¿si a los
justos castiga de esta manera, cómo castigará a los injustos? Nadav y Avihú
perdieron la vida por no cumplir con las leyes del Santuario. La gente estaba
impresionada del castigo. Demostraba con esto que no permitiría ningún cambio o
innovación en Su Servicio.
Entonces
el Kidush El ETERNO (Santificación del Nombre) fue una lección inolvidable de
que las leyes de la Torá son perpetuas e inmutables, y no están sujetas a ser
manipuladas por el hombre. La subyugación total y absoluta al Altísimo es la
única forma de estar más cerca de Él. Aharón aceptó la justicia del veredicto
de El ETERNO. Las situaciones duras que pasamos son las formas en las que el
Todopoderoso nos recuerda la naturaleza transitoria de este mundo y nuestra
tarea verdadera:
No
debemos ir a extremos en nuestra pena o en nuestro luto. El Altísimo nos ha
dejado cuanto tiempo debemos estar enlutados ni afligirnos más de lo que
debemos afligirnos. Nuestros sabios nos enseñan que si una persona se aflige
más de lo necesario por los muertos, su castigo es que sufrirá otra pérdida
para que su angustia adicional sea justificada. Por lo tanto, no debemos violar
las leyes de luto, 3 días para llorar, 7 días de luto y 30 días para evitar la
lavandería y cortarse el pelo. Más allá de esto, una persona no deberá
afligirse, si alguien se pasa de esto está en transgresión de la Torá y es
considerado como si no creyera en la resurrección.
Aharón
permaneció en silencio y permitió ser consolado, nunca más habló acerca de esto
y siguió haciendo las cosas como si no hubiera pasado nada. Cuando tengamos
tribulaciones no vayamos a los extremos ya que esto puede ser considerado
pecaminoso. Debemos ser precavidos y juiciosos sobre nuestro presente y cómo
este afectará al futuro. Si hoy estamos en una buena posición económica, no
sabemos si mañana también lo vamos a estar o a la inversa. Sólo el Altísimo
tiene el control y Él puede hacer que nuestro destino cambie si no andamos
rectamente. Por eso es importante, tener reverencia interior y exterior. Debemos
consolarnos a nosotros mismos con las palabras del Yov (1:21) cuando dijo: “El
Altísimo nos dio, el Altísimo nos quitó, sea el nombre del Altísimo Bendito”
Con esta frase, estamos declarando que todo lo hace el Altísimo es para nuestro
beneficio, para expiar nuestros pecados o por alguna razón que solo el Altísimo
sabe y que la persona en lo profundo solo ella lo reconoce. Si nosotros
aceptamos una tragedia con amor, así como vino se irá. Pero si una persona se
reprende a sí misma con aflicción no
aceptando lo que pasó, sus tribulaciones serán aún más fuertes.
Leyes
para los Kohanim (Sacerdotes)
10:6-7
Entonces Moshé dijo a Aharón, y a Eleazar y a Itamar, sus hijos: No
descubráis vuestras cabezas, ni rasguéis vuestros vestido en señal de duelo,
para que no muráis, ni se levante la ira sobre toda la congregación; pero
vuestros hermanos, toda la casa de Israel, lamentarán el incendio que El ETERNO
ha hecho. Ni saldréis de la puerta de la Tienda del Encuentro, porque moriréis;
por cuanto el aceite de la unción de El ETERNO está sobre vosotros.
Existen
leyes especiales de pureza para los Kohanim, que les prohíbe tocar un cadáver; con
excepciones de un familiar muy cercano. El gran Sacerdote no podrá abandonar su
servicio por ningún motivo, incluso si falleciese su padre o madre. El ETERNO
aplicó leyes del gran sacerdote tanto para el Kohén Gadol (Sumo Sacerdote)
Aharón, como para los otros dos hijos suyos. Aharón el Kohén Gadol, ofreció los
sacrificios de la comunidad durante el periodo de luto. La interrupción del
servicio del Mishkán arruinaría la alegría del Mishkán recién inaugurado. El
Altísimo por tanto les ordenó que no deberán rasgar sus vestiduras en señal de
duelo, ni sus cabellos deben crecer en forma desprolija. Si ellos no cumplen
con esta orden El ETERNO podría descargar Su furia contra toda la comunidad.
Como ellos son representantes del pueblo sus pecados se reflejarán en forma
negativa sobre la congregación. Así lo hicieron tanto Aharón como sus hijos.
1.
El kohen no podrá entrar al Beit Hamikdash con el pelo largo como si llevaran
luto. No podrán dar el servicio con muestra de dolor.
2.
El kohen no deberá entrar al Beit Hamikdash con sus ropas rasgadas en calidad
de luto.
3.
El kohen no podrá interrumpir la avodá (el servicio) a El ETERNO (excepto por luto
por algún familiar cercano).
Esto
demuestra que no existe en este mundo ninguna ocupación que se ubique por
encima del Altísimo.
El
Kohén no podrá entrar al Mishkán después de beber vino.
10:8-11
Y El ETERNO habló a Aharón, diciendo: Tú, y tus hijos contigo, no
beberéis vino ni sidra, cuando hubiereis de entrar en la Tienda del Encuentro,
para que no muráis; estatuto perpetuo por vuestras generaciones, Y para poder
discernir entre lo Kadosh y lo profano, y entre lo inmundo y lo limpio…
Nuestros sabios citan una lista de trece
instancias en los que El ETERNO le habló a Moshé y a Aharón juntos,
La
personalidad de un individuo se evalúa en base a tres criterios y comprenden
todas las facetas de las relaciones humanas.
1. bekosó
/ observar sus hábitos de bebida. Si bebe
en forma excesiva demuestra que no tiene control de sí mismo. Podemos deducir cómo
maneja sus problemas personales, sin
control.
2. bekisó
/su forma de hacer negocios (si es honesto, cómo gasta su dinero, si da
dinero para caridad etc.), esto revela su actitud hacia su
prójimo. Es justo y honesto con los demás o trata de estafarlos.
3. bekasó
/ según su carácter (si pierde su temperamento o no). Si
pierde su temperamento al punto de rasgarse las ropas o hacer daño es capaz de
adorar ídolos (al dejar que su ietzer harrá lo domine). Por las muestras de ira
nos podemos dar cuenta si es un verdadero servidor de El ETERNO.
Moshé
yerra como Resultado de su ira.
10:12-
15 Y Moshé dijo a Aharón, y a Eleazar y a Itamar, sus hijos que habían
quedado: Tomad ofrenda Minjá que queda de las ofrendas encendidas a El ETERNO,
y comedlo sin levadura junto al Altar, porque es cosa muy sagrada. Habéis,
pues, de comerlo en el lugar Kadosh…”
Este
episodio tuvo lugar el 1 de Nisan el 2do, año desde el éxodo de Egipto. El
primer día de la inauguración del Mishkán Aharón y sus dos hijos Elazar e Itamar
estaban en el primer día de duelo por la muerte de Avihú y Nadav.
Por
qué Aharón y sus hijos no consumieron sus porciones del sacrificio en Rosh
Jodesh?
10:16-20
Y Mosheh preguntó por el macho cabrío de la ofrenda Jatat (por el
comienzo de mes), y se halló que había sido quemado; y se enojó contra Eleazar
e Itamar, 4 los hijos de Aharón que habían quedado, diciendo: ¿Por qué
no comisteis la carne de la ofrenda Jatat en el lugar Kadosh? …Y respondió
Aharón a Mosheh: He aquí hoy han ofrecido su ofrenda Jatat (por Rosh Jodesh) y
su ofrenda Olá de ascensión delante de El ETERNO; pero me han acontecido estas
cosas, pues si comiera yo hoy de la ofrenda Jatat, ¿hubiera sido acepto a El
ETERNO? Y cuando Mosheh oyó esto, se dio por satisfecho.
Mientras
tanto los hijos de Aharón Elazar e Itamar escuchaban silenciosamente sin
interrumpir, mientras Moshé y Aharón hablaban, a pesar de que ellos podían
explicar a Moshé su actitud, prefirieron guardar silencio por respeto a sus
superiores, consideraron una falta de respeto hablar en presencia de su padre o
contradecir a Moshé su rebé. Por consiguiente Itamar y Elazar no ofrecieron
sacrificios sino sólo Aharón, pues su condición de Kohén Gadol le permitía
hacerlo.
¿Por
qué es que el enfado y la arrogancia nos provocan la pérdida de nuestra
sabiduría acerca de la Torá?
El
producto de la ira es castigado con la falta de memoria. Nuestros sabios nos
enseñan que un estudiante de la Torá que demuestra enfado o arrogancia pierde
su sabiduría; un profeta, su profecía. El corazón de una persona no puede
contener egoísmo y la shejiná (divinidad) al mismo tiempo debido a que ambos
son opuestos. Tan pronto como el enfado o la arrogancia, motivados por el
egoísmo, toman posesión del corazón, la shejiná se vá.
Muchos
sabios de nuestro pueblo como Hilel también han pasado por esta experiencia que
por causa de su ira, fue borrada de su mente algo del conocimiento de Torá,
aunque tuviese razones verdaderas para su enfado. Un erudito de Torá como la
clase de Hilel no debió haber hablado así aún cuando fuese verdad que él se
convirtió en el líder debido a que él se esforzó en sus estudios más que el
resto. Así como Moshé que a pesar de su humildad y paciencia olvidó una Halajá
a causa de la ira, su dureza tuvo razones puras y verdaderas. Moshé temía que
Itamar y Elazar hubieran comido equivocadamente el korbán, porque en ese caso
tendrían que ser castigados como les pasó a sus hermanos. Al respecto Shlomó
enseño en Prov. 15:31enseña que si un maestro reprueba a un alumno sin motivo
válido, y el alumno se abstiene de contradecirlo por respeto a su maestro,
merecerá las siguientes recompensas:
*
Aún cuando le hayan decretado la muerte, esa sentencia será abolida.
*
Merecerá el mejor estilo de vida, aquel que le permita morar en medio de los
eruditos de la Torá y escuchar sus palabras se abolirá. Por midá –kenegued- midá, por haber sufrido la
vergüenza. La agonía y humillación constituye el sabor anticipado de la agonía
de la muerte. La persona que en forma voluntaria es exonerada de la muerte y se
le concede la vida.
Leyes
relativas a la alimentación
11:1
El
ETERNO le enseñó a Moshé cuáles eran las especies de bestias, aves y pescados
que un Israelita podía comer y cuáles tenían prohibidas. Al enumerar aquellos
animales, el Altísimo milagrosamente trajo cada uno de ellos ante Moshé y,
luego de demostrarle las señales de pureza e impureza de cada uno de ellos
exclamó, “Este puedes comer” o, “Este animal te está prohibido.”
¿Por
qué las leyes referentes a la alimentación solo le permiten al Israelita comer
aquellos animales kasher?
Los
sabios de nuestro pueblo enseñan que la Torá no prohíbe ciertos alimentos solo
porque son perjudiciales para la salud, porque entonces estaríamos reduciendo a
la Torá en un manual de salud y nutrición, sino que las leyes de la Torá Divina
están designadas a mantener la salud del alma más que suministrar la salud
física. La Torá nos prohíbe consumir ciertas comidas debido a que impiden a
la pureza del alma, nos manchan y nos contaminan espiritualmente.
El
alma pura que poseen los Israelitas se vería afectada de forma negativa al
comer comida no kasher. Igualmente cuando nos encontramos con elementos que son
impuros (tumá) como la mayoría de los programas de televisión, las revistas, o
literatura obscena, nos debemos dar cuenta de que se trata de pruebas para
nosotros. Un Israelitas debe estar consciente de que debe distinguir
constantemente en todos los aspectos de la vida diaria entre aquello que le
está prohibido. Aceptar sin negativas todo aquello que acepta el mundo no Israelitas
es como engañarse a sí mismo.
Las
naciones al estar llenas de tumá (impureza), no son afectadas por el consumo de
esa comida, ya que su nivel espiritual es muy inferior que el del pueblo de
Israel, son insensibles a la tosquedad y brutalidad que se produce en la
psiquis humana por la ingestión de animales impuros.
El Israelitas
que cumple con las leyes de alimentación a pesar de no comprender por qué
ciertos animales, o partes de animales están permitidos o prohibidos, son
pasibles de grandes recompensas:
1.
Tendrá el privilegio de participar en el gran banquete que se llevará a cabo
cuando vuelva el Mashíaj. Probará
el Shorhabar un animal parecido al toro. Delicias espirituales, regocijo de los
deleites Celestiales unidos a la shejiná en el futuro.
2.
Además la abstención de consumir comida no kasher también beneficia de
inmediato en este mundo. Nuestras almas poseen un nivel más
alto se santidad por tanto nos harán capaces de ver grandes proezas como fue el
caso de Daniel, Hanania, Mishael y Azaria. No podían comer animales que no eran
sacrificados de la manera adecuada por eso prefirieron comer solo vegetales y
al término de diez días sus rostros estaban radiantes y saludables. El
comer comida kasher ayuda a que el cuerpo pueda recibir la bendición que nos
llega al estudiar la Tora y así podamos percibir y estar capacitados para
discernir el bien y el mal. A la inversa, todo aquel que ingiere alimentos que
no están permitidos fortifica los impulsos malignos dentro de él, y obstruye su
mente y su alma. Su naturaleza adquiere características similares a las de la
comida impura que él ha ingerido. Se vulgariza y queda menos capacitado para
servir a El ETERNO.
Presumiendo
de la Piedad
La
pezuña partida simboliza la conducta externa del hombre, para con su prójimo,
mientras que el acto de rumiar representa la relación interna del Hombre con Eloha.
Si una persona se conduce de un modo no kasher (adecuado) únicamente con su
prójimo o únicamente con El ETERNO, de cualquier modo es taref (impuro)
11:4-8 ¿Por
qué la Torá hace hincapié en que el camello rumia? Se podría asumir que es
kasher por esta única señal y la única razón que no es kasher es porque no
tiene la pezuña partida. El ETERNO desea que seamos “modestos en nuestras
buenas acciones”, no debemos alardear aún si hacemos buenas acciones en público
como atender un funeral o elogiar al difunto, sino más bien debemos hacerlo con
modestia para que la gente no los alabe.
Está
por demás decir que hay algunas buenas acciones que debemos hacer secretamente,
como lo es dar caridad, para que el receptor no sea avergonzado. Elohim
castigará a dos tipos de personas:
1.
Quien muestra su orgullo exteriormente. (Es orgullo tanto interiormente como en
el exterior)
2.
Quien es “elevada y humilde”. Este tipo de persona es orgullosa en su interior
pero en su exterior se comporta como el polvo de la tierra, a fin de engañar a
la gente. Ellos quieren que la gente los considere santos y religiosos para
poder estafar a otros y timarlo.
“El que mucho vanagloriarse de piedad,
cuidado, hipócrita puede ser”
Se
cuenta que hubo un tzadik que fue muy rico. El quiso ir a la Tierra Santa. Tomó
toda su riqueza e inició su jornada. A lo largo del camino se detuvo en una
ciudad y vio a un Israelitas cuyo nombre era Alexander. Este Israelitas gastaba
mucho de su tiempo en la Sinagoga llevando puestos su talit (manto) y tefilím
(símbolos de recordatorio del Temor a El ETERNO) y rezando. El tzadik se dijo a
sí mismo: “Es mejor que deje toda mi riqueza con este excelente Israelitas
hasta que yo pueda ir a la Tierra Santa y haga todos mis preparativos” Se lo
dio y se fue. Cuando el tzadik volvió a
Alexander, este le respondió “¿Quién eres tú?” “Yo nunca te vi antes en mi vida”. El tzadik
empezó a temblar y a sacudirse. Cayó sobre el piso y empezó a lamentarse y a
llorar. Suplicó a Alexander no hacerle tan terrible cosa. Clamó al Altísimo
para que su caso salga a luz y que le permitiera hacer venganza sobre Alexander
para que la gente sepa del Gran poder del Altísimo. Elías se le apareció y le
dijo que no llore más y que vaya donde la esposa de Alexander y le diera dos señales
y le devolverá todo su dinero. Las
señales fueron que en la última Pesaj ellos comieron levadura. Y en el día de
Yom Kipur a la mañana, tuvieron una comida antes de ir a la Sinagoga. El tzadik
(justo) llamó a la puerta y salió la esposa y le reveló las dos señales. Ella
inmediatamente le dio su dinero. Alexander escuchó a su esposa, y dijo: “Ahora
mi hipocresía ha sido revelada a todos, ya no me será posible vivir aquí” Se
cambiaron de lugar y vivieron como apóstatas. De esta historia aprendemos
que si una persona hace también gran muestra de piedad uno debe sospechar de
él. Puede estar haciendo esto como para manipular y o hasta estafar a otros.
Y aprendemos que cuando una persona hace alarde de una gran muestra pública de
piedad será sospechoso.
Cría
de cerdos
No solo se nos está prohibido comer cerdo,
sino también criarlos y hasta hacer negocios con productos del puerco entre los
miembros de Su pueblo. Está prohibido hacer cualquier tipo de negocios con
alimentos prohibidos. 11: 39-40. Los cadáveres de animales no kasher, se
vuelve t’refá (inmunda) y está prohibido comerlo. Si un Israelitas
tocaba un animal impuro se convertía en “tamé” “impuro”. Se prohibía ingresar
al Beit Hamikdash o consumir comida sagrada, como por ejemplo, los sacrificios.
Únicamente al sumergirse en una mikvé quedaba puro por completo y esperando
hasta el anochecer. 11:41-44 La Torá usa la palabra “shéretz” para
describir estos animales pequeños. Estos son los invertebrados pequeños que se
arrastran sobre el suelo. La Torá dice que estos deben ser evitados y no
comidos. Si uno come cualquiera de estos animales, es culpable de violar Torá
como el que come un gusano . Alguien que come cualquier comida
prohibida, además de corromper su alma en este mundo, también ensucia su alma
en el mundo venidero. Eloha es puro y santo y rechaza a esta persona de Su
dominio. Esto también causará a una persona ensuciarse a sí mismo con muchos
otros pecados. El Altísimo no lo protege a evitar pecar.
Nuestros
sabios nos enseñan: “corre a una buena acción menor y huye de un pecado”. Una
buena acción trae otra mientras que un pecado también trae otro.
Un
mentiroso para sostener su mentira se sustenta en otra mentira heciendo una
cadena interminable de mentiras para sostener su engaño.
Un
criminal descubierto requiere de otro crimen para mantenerse oculto.
Un
engañador para sostener su engaño asume posturas falsas para alcanzar
credibilidad.
Cuando
un pecador no arrepentido, para tapar el pecado comete otro pecado y así, una
cadena se articula para sumar mas eslabones que lo acusen ante el CREADOR
Joh 1:12 Mas a todos los que le recibieron,
les dio potestad de ser hechos hijos de Eloha, a los que creen en su Nombre;
Joh 1:13 los cuales no son engendrados de
sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Eloha.
Es
necesario para el verdadero hijo del Eterno cumplir con los mandamientos para
mantenerse en santidad y agradable a EL., alejado de toda impureza física o
espiritual. Al mantenerse así irradia confianza y alcanza la buena voluntad de
quienes lo rodean y la protección Divina en todas las labores en que emprenda.
Si
la emunah en el ETERNO es real, el individuo que la practica adquiere confianza
en si mismo y se siente seguro de lo que hace. Adicionando seguridad y
confianza en quienes con él vive y labora.
La tranquilidad del ser humano se basa en su paz interior y esta se
obtiene cuando logramos una buena comunión espiritual, este estado se conoce
como SHALOM y produce un equilibrio tanto físico y emocional, pensando y
razonando con justicia, amor y equidad. Esto es reconociendo los derechos de
los demás con misericordia e igualdad.
Pedimos a nuestro CREADOR que nos permita entender sus propósitos
para ser coautores de SU Reino para llevar al mundo su mensaje de amor
expresado por mediación de su ungido YESHÙA quien con sú sacrificio demostró sú
hajsva por todos los que en el creamos.
¡SHABAT SHALOM!
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