viernes, 31 de agosto de 2012

Parashá 49 Ki Tetzé


Parashá 49 Ki Tetzé
Deuteronomio 21:10 – 25:19
Aliyás de la Torá:
  1. 21:10-21
  2. 21:22 – 22:7
  3. 22:8 – 23:6 (heb. 23:7)
  4. 23:7(8)-23:23 (24)
  5. 23:24(25) – 24:4
  6. 24:5-13
  7. 24:14 – 25:19
  8. Maftir: 25:17-19
Haftará: Isaías 54:1-10
Brit Hadasha: Revelación 12:1 – 14:20

Ki Tetsé
Significa “cuando salgas”.
Temas de la Perasha

La
perasha habla sobre los siguientes temas:

Primera alía (21:10-21)
Se describe la manera permisible que una mujer capturada en la batalla pueda casarse. Se protege el derecho de herencia del hijo primogénito. Se enseña la pena para el hijo que tomo el mal camino.

Segunda alía (21:22-22:7)
Se describe la ley sobre un hombre que fue colgado, la prohibición de usar ropas del sexo opuesto. Uno no debe tomar un pájaro y sus huevos; para tomar sus huevos se debe echar a la madre primero. Se habla sobre quien se encuentra propiedad ajena perdida.

Tercera alía (22:8-23:7)
Se enseña sobre la edificación de una casa. Esta prohibido plantar un campo con una mezcla de semillas, arar con un buey y un burro al mismo tiempo, o hacer una ropa con lino y lana juntos. Una ropa que tiene cuatro esquinas debe llevar tzitzit en las esquinas. Se enseña sobre las relaciones inmorales.

Cuarta alía (23:8-24)
Se enseña la suerte de un esclavo que se escapa. Esta prohibido la usura. Se le advierte a los Hijos de Israel en contra de hacer juramentos. Un trabajador puede comer de la fruta que esta cosechando pero no llevarla a su casa.

Quinta alía (23:25-24:4)
Se enseña sobre las leyes de divorcio y segundas nupcias.

Sexta alía (24:5-13)
Se enseña cuando un hombre recién casado esta exento del servicio militar para poder estar con su mujer durante el primer año de casados. Se enseña la pena por secuestros. Está prohibido remover las señas de tzara'at. Se debe de pagar a los trabajadores inmediatamente.

Séptima alía (24:14-25:19)
Se enseña sobre los convertidos y huérfanos tienen derechos especiales de protección. Los pobres tienen una parte de la cosecha. Una corte puede imponer el castigo de latigazos. Un buey no debe ser maltratado mientras trilla; se le debe dar de comer mientras trabaja. Es una mitzva para un hombre casarse con la viuda de su hermano si no hay hijos de ese matrimonio. Se debe ser honesto con respecto a las medidas de peso.

Enseñanza

21:10 "Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, y ADONAY tu Elohim los entregue en tu mano,

La guerra contra el mal
El nombre de la parashá / porción de la semana, CUANDO SALGAS, pero viendo la frase que sigue, A LA GUERRA CONTRA TUS ENEMIGOS, nos puede traer muchas enseñanzas con ese tema.

Si nos ponemos a recordar la historia, nos vamos a dar cuenta que son innumerables los enemigos que hemos tenido y que tenemos como pueblo.

Pero vamos a concentrarnos en estudiar acerca de un enemigo en particular.

Precisamente con una advertencia acerca de ese enemigo termina la parashá de esta semana :

Devarim 25:
17 "Recuerda lo que Amalék te hizo en el camino cuando estabas saliendo de Egipto, 18 como él te esperó en el camino, atacó a aquellos en la retaguardia, aquellos que estaban exhaustos y esforzándose detrás cuando estabas cansado y débil. Él no temió a Elohim. 19 Por lo tanto, cuando Adonay tu Elohim te haya dado descanso de todos los enemigos que te rodean en La Tierra que El Eterno tu Elohim te está dando como tu herencia para poseer, borrarás toda memoria de Amalek de debajo del cielo. ¡No lo olvides!

En este pasaje la Toráh nos habla de Amalék de una manera especial.

Bueno estudiar un poco este pasaje para poder recibir lo que El Eterno nos quiere enseñar.

Pero primero que todo: quien es Amalék?

Hay que ir a la Toráh para averiguarlo.

En Bereshít / Génesis 36 del 9 al 12 nos dice que Amalék era nieto de Esáv / Esaú.

O sea que lo que Amalék es, no es porque si.

Él es como es, por qué lo heredó de Esáv, su abuelo.

Y quien es Esáv?

Nada menos que nieto de Abraham.

Nada mas ni nada menos que hijo de Isaac. Hermano gemelo de Yakób.

Pero que pasó con Esáv?

Que no le interesaban las cosas del Eterno.

Veía como tan poca cosa los asuntos del Eterno, que cambió su primogenitura por un plato de lentejas. Génesis 25, 29 al 34

Y cuando se enteró que El Eterno había escogido a su hermano Yakób para que se cumpliera el plan profético que Él tenía para la humanidad, entonces:

Bereshít / Génesis 36:
6 Esav tomó a sus esposas, sus hijos e hijas, todas las personas en su casa, su ganado y otros animales y todo lo demás que poseía, lo que adquirió en la tierra de Kenaan, y salió de la tierra de Kenaan y se separó de su hermano Yaakov.

Aquí vemos unas características de Esáv que pasaron también a su nieto Amalék :

Fue desagradecido.

Después de recibir bendiciones en la tierra de Kenaan:

“y salió de la tierra de Kenaan.”

O sea que Esáv despreció la tierra que El Eterno le había prometido a su abuelo Abraham.

Tierra en la cual ya estaban y donde El Eterno los estaba bendiciendo grandemente.

Y la razón de su salida fue separarse de su hermano Yakób.

“y se separó de su hermano Yakób”

Yakób era muy espiritual.

Esav no quería "contaminarse" con Yakób.

Esáv no quería saber nada de las cosas del Eterno.

Mas adelante la historia nos cuenta que a causa del hambre que había en la tierra,Yakób se desplazó a Egipto con sus hijos.

Años mas tarde Yakób muere y sus hijos terminan esclavizados por un nuevo Faraón.

Y después de cuatro generaciones, El Eterno los saca de Egipto a través de Moshé.

Y ahí es donde se vuelven a encontrar los nietos de Yakób (las 12 tribus de Israel) y los nietos de Esáv (Amalék).

Y como fue ese encuentro?

Shemót / Exodo 17:
8 Luego Amalek vino y peleó contra Israel en Refidim.

En el pasaje que estamos estudiando nos dice en que condiciones estaba el pueblo de Israel:

Devarim 25:
18 como él (Amalék) te esperó en el camino, atacó a aquellos en la retaguardia, aquellos que estaban exhaustos y esforzándose detrás cuando estabas cansado y débil.

O sea que Amalék estaba nada mas esperando que nosotros saliéramos de la esclavitud de Egipto.

Parece que él se gozaba al saber que estábamos de esclavos.

Pero nos estaba esperando a que saliéramos de la esclavitud para atacarnos.

Por el solo hecho de que éramos descendientes de Yakób.

Por el solo hecho de que El Eterno nos había tenido en cuenta como parte de Su plan profético.

Amalék no quiso ser parte de Israel. Su papel es amargarles la vida a los Israelitas.

Israel al mando de Yehoshúa / Josué venció en esa oportunidad a Amalék.

Pero El Eterno dictaminó:

Shemót / Exodo 17:
14 Adonay dijo a Moshé: "Escribe esto en un libro para ser recordado, y díselo a Yehoshúa:Yo borraré completamente la memoria de Amalek de debajo del cielo." 15 Moshe edificó un altar, lo llamó Adonay Nissi [Adonay es mi bandera / milagro], 16 y él dijo: "Porque la mano de ellos estaba contra el trono de Adonay, Adonay peleará contra Amalek de generación en generación."

Como así que:

Adonay peleará contra Amalek de generación en generación. ?

A través de eso El Eterno nos enseña que en cada generación habrá descendientes de Amalék dispuestos a amargarnos la vida.

Y la manera como Amalék trabaja es siempre la misma.

Mientras nos vean en esclavitud, no tendremos problemas con ellos.

El problema con ellos será cuando queramos ser libres.

Iojanán / Jn.8:32
“Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”

Cual es la verdad?

En Yeshúa El Judío, está la verdad. Jesús el greco-romano, es mentira.

El Judaísmo Mesiánico es verdad.

El Islam es mentira. El Budismo es mentira. El Cristianismo es mentira.

Puede que haya un espíritu que se mueva en las demás religiones del mundo.

Pero no podemos decir que es el Ruaj Hakodésh (Espíritu de YHWH).

Porque fácilmente vemos que en las demás religiones lo que se mueve es un espíritu de mentira.

El domingo es mentira. La Santa Cena es mentira, diaria, semanal o mensual. La cruz como bendición es mentira.

El calendario gregoriano es mentira. La navidad es mentira. El no celebrar las fiestas del Eterno es mentira. El comer alimentos prohibidos por El Eterno es mentira. La Teología del Reemplazo es mentira.

Nos faltarían hojas si quisiéramos seguir nombrando las mentiras de las demás religiones.

En cambio:

Iojanán 16:
13 Sin embargo, cuando venga el Espíritu de la Verdad, Él los guiará a toda verdad, porque Él no hablará por iniciativa propia, sino que dirá sólo lo que ha oído.

Cuando comenzamos a predicar las verdades que el Espíritu de la Verdad nos está enseñando.

Ahí si se alborota Amalék contra nosotros.

Cuando queramos ser libres de las falsas enseñanzas y doctrinas que recibimos en el pasado, entonces aparecerán de la nada los descendientes de Amalék para atacarnos.

Personas que siempre estuvieron a nuestro lado sin problema alguno.

Pero que estaban al acecho, esperando en que momento predicábamos algo en contra de la falsa doctrina.

Les duele que nosotros dejemos Egipto.

Mientras prediquemos mentiras igual que todo el mundo, No tendremos problemas con Amalék.

Mientras no nos metamos a abrir los ojos de tantas personas que creen en su corazón que van a ser salvas pero lo que están es siendo engañadas por satanás.

No tendremos problemas con Amalék.

Entonces es fácil reconocer a Amalék en medio nuestro.

Cuando alguien sigue defendiendo las falsas doctrinas.

Cuando alguien sigue defendiendo las falsas religiones.

No hay duda. Es Amalék

Pero sepamos una cosa.

Estamos llamados a desterrar toda falsa doctrina de nuestras comunidades. sin olvidar que Amalek

Selecciona a los mas débiles para asecharlos Devarim 25-18 por lo tanto debemos rodearlos

Y  apoyarlos  1  TS  5-14

1Th 5:14 Os exhortamos asimismo, hermanos, a que amonestéis a los que viven desconcertados, animéis a los pusilánimes, sostengáis a los débiles y seáis pacientes con todos.

Es un mandamiento:

Devarim 25:19b
borrarás toda memoria de Amalek de debajo del cielo. ¡No lo olvides!

Y para consuelo de aquellos que somos atacados por Amalék, nosotros no tenemos que hacer nada:

EL ETERNO peleará contra Amalek de generación en generación.  Shemot 17-16
_______

Otro tema que vamos a tratar de la séptima aliyá de esta parasha:

*El pobre pobre*

Baruj Habá, comencemos a estudiar un tema muy interesante, entre las decenas que nos presenta la parashá esta semana.

Leamos juntos:
(Devarim / Deuteronomio 24:19)
Cuando siegues tu mies en tu campo y olvides en el campo una gavilla, no regresarás para tomarla.
Será para el forastero, para el huérfano y para la viuda; a fin de que el Eterno tu Elokim te bendiga en toda la obra de tus manos.
Como ya sabemos, en la Torah se ordenan ciertas acciones favorables que debemos tener hacia el menos favorecido materialmente:
  • Dos veces cada siete años se les entrega el diezmo reservado para pobres y necesitados.
  • Se debe hacer Tzedaká, justicia social o al menos caridad.
  • Se debe pagar lo justo y en fecha al jornalero.
  • No se ha de dejar desprotegido al prójimo necesitado.
Entre otras.
Pero además, la Torah determina que los dueños de sembradíos en la tierra de Israel deben cumplir con otros tres preceptos que sirven para beneficiar al pobre: Dt 24 19al21
Deu 24:19 Cuando siegues la mies en tu campo, si dejas olvidada una gavilla en el campo, no volverás a buscarla. Será para el forastero, el huérfano y la viuda, a fin de que Yhwh tu Eloha te bendiga en todas tus empresas.
Deu 24:20 Cuando varees tus olivos, no harás rebusco: será para el forastero, el huérfano y la viuda.
Deu 24:21 Cuando vendimies tu viña, no harás rebusco: será para el forastero, el huérfano y la viuda.
  • Pea, la esquina de su campo.
    Se debe dejar una porción del terreno sembrado para que cosechen los pobres.
    Los tamaños, cantidades, etc. quedan marcadas por la halajá. (ley 0ral)
    Lo fundamental de este precepto es que el dueño no considera como suya la producción de esa sección del campo, sino que queda a disposición del necesitado, quien a través de su propio esfuerzo de cosecha recogerá su ganancia.
  •  
  • Leket, lo que se cae al recoger.
    Cuando por descuido caen uno o dos tallos de granos al cargar la cosecha, se deben dejar en el suelo, para que venga el pobre y los tome y se los adueñe.
    Si cayeran más, el dueño del campo tiene todo el derecho a recogerlos, pues ya se considera como un perjuicio a su economía en vez de un acto de bondad.
  •  
  • Shijejá, lo que se olvida.
    Si al cosechar el dueño del campo se olvida de una o dos gavillas pequeñas, no debe volver a buscarlas, sino que las debe dejar allí para que las recoja el pobre, y se apropie legalmente de ellas
¿Cuál es el denominador común de estos tres preceptos?
Para responderlo te recuerdo que el 
grado máximo de la Tzedakáes usticiaI) ayudar a que el prójimo pueda sostenerse por sí mismo, y no que dependa de la misericordia ajena.
Entonces, la respuesta es que en todos estos preceptos el necesitado no se mantiene en un rol pasivo, a la espera de que alguien lo beneficie, de que venga un “superior” a alimentarlo.
Aquí el pobre debe hacer su parte, debe trabajar, debe asociarse con su esfuerzo para gozar de su beneficio.
Para recibir Tzedaká lo único que precisa hacer el pobre es extender su mano abierta hacia arriba, sumisamente, pasivamente.
Para obtener las ventajas de Pea, Leket y Shijejá el pobre debe trabajar, poco o mucho, debe tomar la iniciativa y actuar; de lo contrario, los frutos de la tierra permanecerán hasta su pudrición en el campo del vecino.
Esta obligación de poner de su parte, aunque sea poco, permite que el pobre goce de su trabajo, que no sienta la total
humillación y vergüenza de ser mantenido por otro.
Existen sociedades en las cuales se comprende erróneamente el concepto de “justicia social”, y se beneficia a los pobres sin requerir de ellos ninguna actividad compensatoria o responsabilidad.
Son sociedades paternalistas, en las que aparentemente se está cuidando y favoreciendo al necesitado, pero esto no es verdad. Lo cierto es que se está provocando una intensa apatía, un ánimo derrotista, un sentimiento de minusvalía que genera mayores malestares sociales. Lo cierto es que si se crearan puestos de trabajo para compensar al obrero por su labor, las sociedades florecerían con mayor justicia y bienestar.
Es el mismo sentido por el cual el Eterno nos juzga de acuerdo a nuestros actos y nos recompensa con justicia de acuerdo a ellos:
Él retribuye al hombre de acuerdo con sus obras, y hace que cada uno halle lo que corresponde a sus caminos.
(Iyov / Job 34:11)
El Eterno, con Su Amor infinito nos puede proveer de TODO, todos los bienes y gozos sin esfuerzo de nuestra parte.
Pero con Misericordia no lo hace, pues lo que obtendríamos sería “pan de vergüenza”, tal como lo denomina la enseñanza mística. Un alimento que seguramente nutre el cuerpo, pero que deja el ánimo abatido, por sentirse humillado, inútil, totalmente dependiente de un Otro.
Piénsalo, ¿cómo te sentirías si tienes todas tus capacidades en perfecto estado, tienes edad de trabajar y recibir tu paga, pero en vez de eso alguien te da absolutamente todo lo que precisas, sin necesidad de que hagas absolutamente nada?

Quizás al principio estarías feliz, pues supongo que es agradable la satisfacción completa, tal como el feto en el útero materno. Tiene todo, no hace nada. Es una especie de paraíso…
Pero, prontamente esta satisfacción de los sentidos materiales se ve ofuscada por una insatisfacción de los sentidos espirituales.
Está en la esencia humana el actuar, el ser creativo, el asociarse en la obra de perfeccionar al mundo. Es un instinto espiritual muy profundo, al que conocemos como “ietzer hatov”.
Esta faceta se alimenta laborando positivamente, cumpliendo con los mandamientos, desarrollando nuestras facultades potenciales para el bien, asociándose con el Eterno.
Y, si nos vemos impedidos de manifestar esta esencia positiva, el ánimo decae, se pierde el interés; de pronto, el paraíso “terrenal”, se percibe como oscuro, pesado, angustioso.
Así pues, tenemos en la vida que ocuparnos de nuestras necesidades: físicas, emocionales, sociales, intelectuales y espirituales.
Debemos hacer nuestra parte, para sustentarnos y ayudar a otros a hacerlo.
Y cuando llegue el momento de recoger lo sembrado, cosecharemos con gozo y canto.
Porque el beneficio real se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado.
Podemos hacer el esfuerzo, trabajar para conseguir nuestras metas, tener el pensamiento y la actitud positiva, pero no somos los que controlan el resultado. Por tanto, el Eterno no nos juzga por resultados, sino por lo que hemos realizado para conseguirlo.
Para finalizar te dejo una pregunta, que espero puedas responderte:
¿Cuál es el mayor grado de solidaridad que puedes hacer por ti mismo?
¡Te deseo a ti y a los tuyos que pasen un Shabat Shalom UMevoraj!
¡Qué sepamos construir shalom!
Copilado y adaptado por Hernán Flórez  Garzón
Fuentes:  Rab Natanael y Moré Yehuda Ribco   

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