viernes, 7 de septiembre de 2012

Parashá 50 Ki Tavó


Parashá 50 Ki Tavó
Deuteronomio 26:1 – 29:9(8)
Aliyás de la Torá:
1.      26:1-19
2.      27:1-10
3.      27:11-26
4.      28:1-14
5.      28:15-57
6.      28:58 – 29:1 (28:69 heb.)
7.      29:2 (1 heb.) - 29:9 (8 heb.) 
 Haftará: Isaías 60:1-22
Brit Hadasha: Revelación 15:1 – 16:21
Ki Tavó   Significa “cuando llegues”.
Temas de la Parasha

La parasha habla sobre los siguientes temas:
Primera aliya (26:1-11)
Se enumeran las leyes relacionadas a las primicias –Bikurim y el diezmo

Segunda aliya(26:12-15)
Habla de la bendición por  hacer la voluntad de YHWH guardando sus mandamientos.

Tercera aliya:(26:15-19)
Esta aliyá trata sobre las maldiciones. La construcción de un altar de piedra para YHWH

Cuarta aliya(27:1-10).
Trata sobre las bendiciones  

Quinta aliya(27:11-28:6)
Se mencionan las maldiciones que se recibirán los hijos de Yisrae si no hacen la voluntad de YHWH, así mismo se describen las bendiciones por estar en cumplimiento de los mandamientos de YHWH.

Sexta aliya(28:7-69)
Establece el mal que recaerá sobre el pueblo por las transgresiones

Séptima alía:(29:1-8)
Esta alía se menciona que YHWH guiará al pueblo durante cuarenta años en el desierto.
Comentario
26:13 “Y dirás delante de YHWH tu Eloah: "He sacado de mi casa la porción consagrada y también la he dado al levita, al forastero, al huérfano y a la viuda conforme a todos tus mandamientos que me has mandado; no he violado ni olvidado ninguno de tus mandamientos” – Según Rashí, se hacía esta declaración en la víspera de Pesaj. La declaración de haber cumplido con los deberes del diezmo y otros mandamientos ayuda alIsraelita a ser solícito en todo.
26:15 “Mira desde tu morada santa, desde el cielo, y bendice a tu pueblo Israel y a la tierra que nos has dado, una tierra que mana leche y miel, como juraste a nuestros padres.” – Después de haber entregado todo el diezmo se pide una bendición sobre el pueblo de Israel, y no sobre uno mismo. Esto nos enseña a no ser egoístas. “Yo he cumplido, y por eso pido que bendigas a todo el pueblo, del cual soy una parte.” Que bonito es no buscar la prosperidad personal, sino la prosperidad del pueblo.
Según la tradición, el Israelita debe hacer la declaración de haber sido obediente a todos los mandamientos, con voz baja, para que no sonara como jactancia y soberbia, sino como una declaración hecha con humildad.
26:17 “Has declarado hoy que YHWH es tu Eloah y que andarás en sus caminos y guardarás sus estatutos, sus mandamientos y sus ordenanzas, y que escucharás su voz.” – Por un lado el pueblo declara su amor y compromiso con el Eterno.
26:18 “Y YHWH ha declarado hoy que tú eres su pueblo, su exclusiva posesión, como El te habló, para guardar todos sus mandamientos” – Y por el otro lado viene la respuesta del Eterno. En estas palabras hay una renovación del pacto. Según el R. Munk,[5] hay tres alianzas con Israel en el Jumash:
1.     La del monte Sinái.
2.     La del tabernáculo.
3.     La de las mesetas de Moav.
“Tu eres su pueblo… para guardar todos los mandamientos” – La identidad marca la conducta de una persona. Si uno se siente rebelde, actuará como un rebelde. Si uno se identifica como ladrón, hurtará. Si uno tiene un complejo de rechazo, rechazará a los demás. Si uno tiene la identidad de ser un pueblo de exclusiva posesión, se comporta de manera santa, guardado los mandamientos. Es muy importante pensar de sí mismo de la manera correcta para poder actuar de la forma correcta.
En Proverbios 23:7a está escrito:
“pues como piensa dentro de sí, así es”
Como piensas de ti mismo, así eres. Por esto el Eterno crea una identidad para su pueblo, para que actúe conforme a esa identidad. Una de las primeras cosas que los malos espíritus atacan en una persona es su identidad. Ellos intentan decirte que eres inútil, que no vales para nada, que eres un fracaso. Si tú recibes esos pensamientos vas a actuar según ellos y el adversario habrá logrado su meta para destruirte. Por otro lado los demonios intentan decirte que eres muy bueno, muy importante y el mejor, para que se crea una actitud de soberbia, y así hacerte caer, como hasatán cayó. Para contrastar estos dos extremos malignos, la Torah te enseña quién eres según el Eterno, para que actúes conforme a su punto de vista, conforme a esa verdadera identidad que tienes como israelita.
Es muy importante que los padres inculquen una identidad correcta en sus hijos. Los padres que dicen que sus hijos son rebeldes, están creando rebeldía en sus hijos. Los hijos se comportan según la imagen y la identidad que los padres proyectan sobre ellos, tanto lo bueno como lo malo.
No permitas que los sentimientos de culpa te sigan golpeando si te has arrepentido de tu pecado. Eres amado. Has sido perdonado. El Eterno te ha elevado en el Mesías. Has sido escogido. Tienes una herencia, un futuro. Eres un hijo amado. Eres un rey y un sacerdote. Eres parte de un pueblo santo. Eres un israelita. Así que, no te quedes allí tirado sintiendo lástima de ti mismo, sino ¡levántate y compórtate según lo que eres!
Segunda aliyá, 27:1-10
27:2  “Y sucederá que el día que paséis el Yardén a la tierra que YHWH tu Eloah te da, levantarás para ti piedras grandes, y las blanquearás con cal”
El Talmud[7] dice que tradujeron la Torah y la escribieron en 70 idiomas para que todas las naciones pudieran tener acceso a la revelación divina. Aunque esta no fuese la realidad, esto nos muestra la idea en el Judaísmo de que la Torah no es exclusivamente para Israel.
El arqueólogo israelí Adam Zertal ha encontrado un altar enorme en el monte Eival. Tiene el mismo tamaño que el altar que estaba en el templo. Está hecho con grandes piedras. Alrededor del altar se han encontrado restos del yeso sobre el cual Yehoshúa escribió la Torah, cf. Josué 8:30-35.
27:9b “Hoy te has convertido en pueblo de Yhwh tu Eloah” – Primero se habla de la identidad de lo que eres.
27:10 “Y obedecerás a Yhwh tu Eloah, y cumplirás sus mandamientos y sus estatutos que te ordeno hoy.” – Luego vemos como la obediencia viene como un resultado de esa identidad.
Uno de los pasos más difíciles para un cristiano, que ha nacido de nuevo, y que ha abierto sus ojos en cuanto a la verdad de que ha sido cortado de un olivo silvestre e injertado en el olivo cultivado Israel, es dejar su identidad cristiano-gentil. Una de las razones es la doctrina católica que enseña que la salvación sólo se encuentra dentro de la iglesia y que los que salen de ella van al infierno. El cristianismo ha creado una identidad ficticia que desafía el único pueblo elegido, según las Escrituras. Por lo tanto, la identidad como cristiano tiene que ser intercambiada por una identidad verdadera, según las Escrituras, la identidad israelita. Mientras que un cristiano siga identificándose como cristiano, siempre se sentirá fuera de Israel. Sólo una verdadera revelación de lo que es en el Mesías cuando ha nacido de nuevo, junto con una humildad que reconoce lo que el Eterno está diciendo, además de un temor verdadero de Eloah que le impide dejarse llevar por la opinión de la gente, puede liberar al cristiano del sistema de Babilonia, la prostituta.
Tú, que has nacido de nuevo y te identificas como cristiano, ¡sal de la iglesia cristiana y vuelve a casa, al pueblo elegido, al cual verdaderamente perteneces, a pesar de que hayas sido engañado para creer otra cosa! Si has nacido de nuevo no eres cristiano, sino israelita. La iglesia cristiana ha sido tu madrastra, pero tu verdadera madre es Yerushalayim, cf. Gálatas 4:26. Escucha lo que ella dice en Isaías 49:21:
“¿Quién me ha engendrado éstos? Pues yo había sido privada de mis hijos, y era estéril, desterrada y errante. Y a éstos, ¿quién los ha criado? He aquí, yo había sido dejada sola; y éstos, ¿dónde estaban?”
¡Ahora tienes la oportunidad de ser uno de los que vuelven a mamá en los últimos tiempos y ser una parte importante para el cumplimiento de esta profecía!
El Corán repite vez tras vez la importancia de ser un verdadero musulmán para así inculcar una identidad falsa en el pueblo. De esta manera podrá manipular al pueblo según la identidad que haya sido proyectado. La única manera en que estas preciosas personas puedan ser liberadas para servir al único Eloah, el Eloah de Israel, es que salgan de la falsa identidad que han recibido como musulmanes. Sólo después de haber obtenido una identidad nueva, podrán cambiar su conducta.
Por lo tanto, la identidad judía e israelita es algo que el Eterno está inculcando en su pueblo vez tras vez. Varios de los mandamientos fueron dados precisamente para dar al pueblo de Israel una identidad que está separada de los demás pueblos de la tierra. Por esto el judío es muy agresivo contra todo lo que intenta quitarle su identidad como judío. Por esto, el mesianismo cristiano es visto como una de las amenazas más grandes contra su existencia judía. ¡El judío tiene razón cuando lucha contra el movimiento mesiánico mientras que ella cometa fornicación con la prostituta romana y enseña sus doctrinas falsas que van en contra de la Torah dada a Moshé y una comprensión verdadera de un Mesías judío! ¡El judío nunca inclinará su cerviz para hacerse cristiano! Para que la oración del Mesías acerca de una unidad verdadera entre sus discípulos pueda ser cumplida, no es el judío que tiene que dejar su identidad como pueblo, sino el cristiano, que haya nacido de nuevo, tiene que dejar de ser cristiano y convertirse en un verdadero israelita en el cual no hay engaño!
Tercera aliyá, 27:11-26
27:12 “Cuando pases el Yardén, éstos estarán sobre el monte Guerizim para bendecir al pueblo: Shimón, Leví, Yehudá, Yisajar, Yosef y Binyamín.” – Según el Talmud,[8] seis tribus subieron a la cima de cada montaña. Los sacerdotes y los levitas se quedaban en el centro, entre las dos montañas, alrededor del arca, y pronunciaban las bendiciones mirando hacia Guerizim y luego las maldiciones que aparecen en la Torah mirando hacia Eival. La primera bendición sería “Bendito el hombre que no haga ídolo…”
En la Torah hay más maldiciones que bendiciones. La Torah tenía que ser escrita sobre el Eival, el monte de las maldiciones, no Guerizim. Esto nos indica que la Torah trajo maldición para Israel y las naciones, por causa del pecado que hay en nosotros. La Torah revela y condena el pecado y enseña el camino a la reconciliación. De esta manera el pecador podrá arrepentirse y volverse al Eterno y pedir ayuda. Por medio del Mesías podrá convertirse en una nueva criatura. Torah prepara el camino para que el pecador pueda apropiarse de la gracia que ha sido dada en el Mesías Yeshúa, como está escrito en Gálatas 3:24:
“De manera que la Torah ha venido a ser nuestro ayo para conducirnos al Mesías, a fin de que seamos justificados por la fe.”
El pecado en nosotros se aprovechó de los mandamientos para causar muerte en nosotros. Por eso el ministerio de Moshé es llamado “ministerio de muerte” y “ministerio de condenación”, no porque la Torah sea mala, sino porque el hombre es pecador.
En 2 Corintios 3:7-9 está escrito:
“Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, de tal manera que los hijos de Israel no podían fijar la vista en el rostro de Moshé por causa de la gloria de su rostro, que se desvanecía, ¿cómo no será aún con más gloria el ministerio del Espíritu? Porque si el ministerio de condenación tiene gloria, mucho más abunda en gloria el ministerio de justicia.”
Estas palabras no son para descalificar el ministerio de Moshé, sino para mostrar los efectos reales de la entrega de la Torah, por causa del pecado en el hombre. La Torah no es mala, pero el pecado sí es malo. El pecado dentro del hombre se aprovecha de la Torah para causar muerte en el hombre, cf. Romanos 7:7-14. Cuando el hombre de esta manera descubre su necesidad de gracia y vida, podrá obtener los beneficios de la obra del Mesías y tener una relación diferente con la Torah. En lugar de despertar el pecado, ahora los mandamientos son una descripción de la naturaleza nueva que hemos recibido en el Mesías, que cumple los mandamientos con gozo, cf. Romanos 6:17-18; 8:4. En el Mesías no hemos sido liberados de la Torah, sino solamente de la función condenatoria de la Torah.
27:15 “Maldito el hombre que haga ídolo o imagen de fundición, abominación a YHWH, obra de las manos del artífice, y la erige en secreto. Y todo el pueblo responderá, y dirá: "Amén."” – Todas estas maldiciones son activadas sobre pecados cometidos en secreto. El hecho de que pueblo tuviera que decir amén producía una protección contra este tipo de pecados. Por temor a la maldición uno se guarda de hacer estas cosas en secreto.
En Deuteronomio 29:29a está escrito:
“Las cosas secretas pertenecen a YHWH nuestro Eloah, mas las cosas reveladas nos pertenecen a nosotros”
Los pecados cometidos en secreto son juzgados directamente por Adonai mediante la maldición que alcanza al que comete esos pecados. Pero los pecados abiertos tienen que ser juzgados por los jueces del pueblo. Los jueces no tienen el derecho de juzgar sobre pecados cometidos en secreto, al no tener evidencias. Pero cuando hay evidencias tienen que condenar al culpable para que la maldición no venga sobre ellos y sobre el pueblo.
Por eso dice la Escritura en Romanos 8:3-4:
“Pues lo que la Torah no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne, Eloah lo hizo: enviando a su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y como ofrenda por el pecado, condenó al pecado en la carne, para que el requisito de la Torah se cumpliera en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.”
El requisito de la Torah es cumplido en nosotros. No dice por nosotros, sino en nosotros. Es una cosa secreta, una actitud, una voluntad, una disposición. El Mesías vino para que pudiéramos tener una actitud correcta hacia todos los mandamientos, por medio de la llenura del Espíritu. Un espíritu que lleva a la persona a rechazar los mandamientos de la Torah no viene del Eterno, no es el Espíritu del Mesías, sino el espíritu del anti mesías, cf. 1 Juan 4:3; 2 Timoteo 2:7; Daniel 7:25.
En Gálatas 3:10 está escrito:
“Porque todos los que son de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: MALDITO TODO EL QUE NO PERMANECE EN TODAS LAS COSAS ESCRITAS EN EL LIBRO DE LA TORÁH, PARA HACERLAS.”
Esta cita de Deuteronomio 27:26 se usa para hablar del resultado de una manera equivocada de relacionarse con la Torah, usándola como un medio de auto justificación. Esto es llamado “obras de la ley”, que es un término teológico que significa “legalismo”. Si se usa la Torah de esa manera no se produce otra cosa que la maldición porque sin fe, en su propio poder, es imposible cumplir los mandamientos de manera correcta y la desobediencia trae maldición. Es decir, si uno piensa que puede lograr la salvación por medio de cumplir los mandamientos legalisticamente, mecánicamente, será objeto de maldición, puesto que no es capaz de hacerlo en sus propias fuerzas. Necesita la gracia de YHWH para poder obtener el perdón por las equivocaciones. La expresión “obras de la ley” no significa obediencia a la Torá, sino una manera equivocada de cumplir los mandamientos para conseguir méritos y así ganarse la aprobación y salvación mediante una balanza donde las buenas obras pesan más que las malas. Esa manera de pensar es engañosa. La salvación no se obtiene por medio de méritos.
Si quebrantas uno de los mandamientos ya estás bajo maldición, y no puedes superar esa maldición por medio de hacer una buena obra o dar dinero a los pobres. Es como una persona que asesina a su vecino. El día siguiente da todos sus bienes a la viuda del asesinado, pensando que eso le va a quitar la culpa por lo que hizo. Esto es falso. La culpa no se elimina por medio de las buenas obras. Tiene que haber justicia, una condena y un arreglo de cuentas.
La única forma de ser libre de la condena de tu pecado es que alguien entre en tu lugar. En el sistema de sacrificios que aparece en Vayikrá (Levítico), vemos como los animales inocentes tenían que cargar la culpa del hombre y, de esa manera, el Eterno, en su gran misericordia, regaló el perdón al pueblo arrepentido.
Sin embargo, los animales no pueden sustituir al hombre. Todos son sombras del verdadero sacrificio hecho una vez por todas, como medio de sustituto para que nosotros podamos ser perdonados sobre una base jurídicamente justa. El Eterno es justo cuando nos perdona por causa de la muerte del Mesías Yeshúa.
Los que recibieron perdón por sus pecados mediante los sacrificios en el templo, lo hicieron a base de los méritos del sacrificio del Mesías, reflejado en los sacrificios del templo. Sin el sacrificio del Mesías, los sacrificios del templo no tendrían valor, c.f. Romanos 3:25-26.
Si una persona intenta recompensar sus malas acciones mediante buenas obras, aunque sean conforme a la Torah, no logrará quitarse la maldición causada por su desobediencia aunque sea a uno solo de los mandamientos. Él necesita recurrir al Eterno para obtener el perdón, reconociendo que no puede salvarse a sí mismo.
 Quinta aliyá, 28:15-57
28:16 “Maldito serás en la ciudad, y maldito serás en el campo.” – La primera maldición es personal.
En Deuteronomio 28:61 está escrito:
“También toda enfermedad y toda plaga que no están escritas en el libro de esta Torah” – Si el Mesías Yeshúa llevó las maldiciones de la Torah, según Deuteronomio 21:23 y Gálatas 3:13, también llevó todas las enfermedades, que son maldiciones. ¡Las enfermedades son maldiciones! No están mencionadas en la parte de bendiciones. Yeshúa llevó todas las enfermedades para suplir sanidad a aquel que cree en él, cf. Isaías 53:4-5; Mateo 12:15.
28:29 “y andarás a tientas a mediodía como el ciego anda a tientas en la oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos; más bien serás oprimido y robado continuamente, sin que nadie te salve.” – Los robos son producto de la maldición. Si uno ha sido robado, le ha tocado una maldición. Si vivimos en obediencia a los mandamientos hay protección también contra los robos. Si todos obedecen los mandamientos no habrá robos.
Según el Talmud Yerushalmi,[11] el yugo de hierro representa ideas oscuras y preocupaciones. Así que, el yugo puede representar opresión espiritual y depresión sicológica. Una manera de vencer sobre esa opresión es alabar al Eterno con alegría. Si estás tentado a entrar en una depresión, debes danzar delante del Eterno y cantar con voz fuerte, para que esa opresión no te venga.
Sexta aliyá, 28:58 – 29:1 (28:69 heb.)
28:58 “Si no cuidas de poner en práctica todas las palabras de esta Torah que están escritas en este libro, temiendo este nombre glorioso y temible, YHWH tu Eloah” – Las maldiciones alcanzarán a la persona que no teme al Eterno, puesto que el temor al Eterno nos lleva a obedecerle. El temor al Eterno es un ingrediente muy importante en nuestro amor hacia Él. El que teme la consecuencia del pecado, que es la ira del Eterno, se abstiene de muchas cosas malas. El evangelio eterno que siempre se ha predicado y que siempre se predicará hasta el fin nos exhorta a temer, glorificar y adorar al Eterno, como está escrito en Revelación 14:6-7:
“Y vi volar en medio del cielo a otro ángel que tenía un evangelio eterno para anunciarlo a los que moran en la tierra, y a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Eloah y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; adorad al que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.”
28:64 “YHWH te dispersará entre todos los pueblos de un extremo de la tierra hasta el otro extremo de la tierra” – Esto ya se ha cumplido. Hay descendientes de las 12 tribus entre todos los pueblos de la tierra. Esta es una siembra del Eterno que en nuestros días está empezando a dar fruto. El movimiento llamado “mesiánico”, “raíces hebreas” y “netsarita” es el inicio de esta gran cosecha de estos descendientes de las tribus que fueron sembrados entre todas las naciones. Ahora es el tiempo de que estos sean recogidos de uno en uno, como está escrito en Amós 9:9:
“Porque he aquí, yo daré un mandato, y zarandearé a la casa de Israel entre todas las naciones, como se zarandea el grano en la criba, sin que caiga ni un grano en tierra.”
En Isaías 27:12 está escrito:
“Y sucederá en aquel día que YHWH trillará desde la corriente del Eufrates hasta el torrente de Mitsrayim, y vosotros seréis recogidos uno a uno, oh hijos de Israel.”
28:68 “Y te hará volver YHWH a Mitsrayim en naves, por el camino del cual yo te había dicho: "Nunca más volverás a verlo." Y allí os ofreceréis en venta como esclavos y esclavas a vuestros enemigos, pero no habrá comprador.” – Esto hicieron los romanos después de la caída de Yerushalayim. Esclavos judíos fueron llevados a Gaza y luego con barcos a Mitsrayim donde se vendieron por precios bajísimos.
Séptima aliyá, 29:2(1 heb.) – 29:9(8 heb.)
29:9(8) “Guardad, pues, las palabras de este pacto y ponedlas en práctica, para que prosperéis en todo lo que hagáis.” – La prosperidad depende de la obediencia al pacto. Estas palabras son repetidas en Josué 1:8, donde está escrito:
“Este libro de la Toráh no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito.”  
¿Qué hay que hacer para tener prosperidad y éxito? ¡Hagámoslo entonces con alegría! 
¡SHABAT SHALOM!
Fuente: Rab E Blad
Extractado por  SHIMOM BEN YOSEF

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