viernes, 27 de septiembre de 2024

Parashá 51 – Nitsavim- 52 Va Yelej

 

Parashá 51 – Nitsavim- 52 Va Yelej
Devarim (Deuteromonio) 29:10 (9) – 31:27

Para ser compartida Shabat 25 del 6° mes Biblico , 12ª,  civil (Elul) 5784 / Septiembre 28 de 2024.

 

Aliyás de la Torá (cuando se lee Nitsavim junto con VaYelej):

      1.      29:10-29 (9-28 heb.)

      2.     30:1-6

      3.     30:7-14

      4.     30:15 – 31:6

      5.     31:7-13

      6.     31:14-19

      7.     31:20-27

 

Haftará: Isaías 61:10 – 63:9

Brit Hadasha: Revelación 19:1 – 20:10

Aliyás del CR:

1.      Revelación 19:1-8

2.      Revelación 19:9-15

3.      Revelación 19:16-21

4.      Revelación 20:1-6

5.      Revelación 21:7-10

Nitsavim Significa “(estáis) de pie”./ firmemente parados.

 

VaYelej Significa “y fue”.

  


  La restauración de Israel


Hay un fuerte viento de restauración de la identidad hebrea entre las ovejas perdidas de la Casa de Israel y de la Casa de Yehudá (Judá) que han sido esparcidas hasta los confines de la tierra y entremezcladas entre los gentiles.

 

Este viento se está notando entre los cristianos que han nacido de nuevo y que cada vez más sienten la necesidad de volver a lo que llaman el "MESIANISMO primitivo", que existía en el primer siglo después del Mesías y, que en su esencia era un movimiento hebreo.

 

Este viento también se está notando entre los gentiles inconversos que cada vez más están mostrando interés por saber acerca de sus raíces. El rabino principal de la comunidad judía en Madrid nos informó de que cada día hay personas "de la calle" que están llamando a su oficina para saber si sus apellidos son de origen judío.

 

¿Qué está pasando?

 

Estamos viendo el cumplimiento de una profecía que tiene varios miles de años. Vamos a mirarla:

D'varim (Deuteronomio) 30:1-14  "Y sucederá que cuando todas estas cosas hayan venido sobre ti, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y tú las recuerdes en todas las naciones adonde el Señor tu Eloha te haya desterrado, y vuelvas al Señor tu Eloha, tú y tus hijos, y le obedezcas con todo tu corazón y con toda tu alma conforme a todo lo que yo te ordeno hoy, entonces el Señor tu Eloha te hará volver de tu cautividad, y tendrá compasión de ti y te recogerá de nuevo de entre todos los pueblos adonde el Señor tu Eloha te haya dispersado. 

Si tus desterrados están en los confines de la tierra, de allí el Señor tu Eloha te recogerá y de allí te hará volver. Y el Señor tu Eloha te llevará a la tierra que tus padres poseyeron, y tú la poseerás; y El te prosperará y te multiplicará más que a tus padres.

Además, el Señor tu Eloha circuncidará tu corazón y el corazón de tus descendientes, para que ames al Señor tu Eloha con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.

El Señor tu Eloha pondrá todas estas maldiciones sobre los enemigos y sobre los aborrecedores que te persiguieron.

Y tú volverás a escuchar la voz del Señor, y guardarás todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy.

Entonces el Señor tu Eloha te hará prosperar abundantemente en toda la obra de tu mano, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu ganado y en el producto de tu tierra, pues el Señor de nuevo se deleitará en ti para bien, tal como se deleitó en tus padres, si obedeces a la voz del Señor tu Eloha, guardando sus mandamientos y sus estatutos que están escritos en este libro de la ley, y si te vuelves al Señor tu Eloha con todo tu corazón y con toda tu alma.

Este mandamiento que yo te ordeno hoy no es muy difícil para ti, ni fuera de tu alcance. No está en el cielo, para que digas: "¿Quién subirá por nosotros al cielo para traérnoslo y hacérnoslo oír a fin de que lo guardemos?" Ni está más allá del mar, para que digas: "¿Quién cruzará el mar por nosotros para traérnoslo y para hacérnoslo oír, a fin de que lo guardemos?" Pues la palabra está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que la guardes."

LA RESTAURACIÓN EMPIEZA EN LOS CONFINES DE LA TIERRA

 

El verso 4 dice:

"Si tus desterrados están en los confines de la tierra, de allí el Señor tu Eloha te recogerá y de allí te hará volver."

Vemos aquí que la restauración de Israel empieza en los confines de la tierra, contado desde la tierra de Israel. Esto quiere decir que el viento que ahora está soplando sobre los huesos secos, que vio el profeta Ezequiel (cap. 37), está empezando en los países que están situados a mayor distancia de Israel.

 

El profeta Oseas está hablando de las diez tribus del norte que perderían su identidad hebrea al ser esparcidos por la tierra, (Os. 1:4, 11b; 2:23). La palabra hebrea "Yisre'el" significa "Elohim siembra".

 

Sólo una pequeña parte del Israel histórico ha mantenido su identidad hebrea.

 

El pueblo judío (que en la Biblia es identificada como la Casa de Yehudá (Judá) y que representa a las 3  tribus de las 13 de Israel) ha mantenido su identidad hebrea durante todos estos años. A pesar de ello, la mayoría de los descendientes de las 13 tribus de Israel han perdido su identidad totalmente.

 

Tenemos que ser conscientes de que una gran parte del pueblo judío también ha sido asimilada, tanto voluntariamente como forzadamente, durante los últimos 2500 años.

 

¿Ha rechazado Elohim a estos israelitas y judíos asimilados, junto con sus hijos, para que nunca más puedan entrar y ser una parte integral del pueblo de Israel?

 

¿No tiene el hijo "pródigo" ninguna posibilidad de volver a su familia y ser aceptado como heredero y miembro de la familia?

 

¿No hay ningún plan de redención para todos estas ovejas perdidas de la Casa de Israel y de la Casa de Judá?

 

¡Ciertamente que sí!

 

RESTAURACIÓN DE LOS ISRAELITAS Y LOS JUDÍOS PERDIDOS

 

El profeta Oseas fue enviado a la Casa de Israel, las 10 tribus que componían el Reino Norteño de Israel. El profetizó que el Reino del norte iba a ser destruido y nunca más ser restaurado como un reino en la Tierra. Esto se ha cumplido. El Reino del norte nunca más será restaurado como una nación separada en Israel.

Pero al mismo tiempo que Adonai prometió que estas 10 tribus iban a ser esparcidas por la tierra y ser tan numerosos como la arena en la orilla del mar, (Os 1:10), y entremezclados con los gentiles, Él les dio una promesa de restauración, no como una nación a parte de los judíos, sino por medio de UNA TOTAL UNIÓN CON LA CASA DE JUDÁ PARA QUE TODO ISRAEL PUDIERA SER RESTAURADA DE NUEVO.

 

El profeta Oseas dice, 1:11-2:1:

"Y los hijos de Judá y los hijos de Israel se reunirán, y nombrarán para sí un solo jefe, y subirán de la tierra, porque grande será el día de Jezreel (Elohim siembra). Decid a vuestros hermanos: Ammí, y a vuestras hermanas: Ruhamá."

Tome nota de que en el capítulo 1 de Oseas no es el pueblo judío que es llamado "Lo-Rujamá" (No-Misericordia) y "Lo-Amí" (No-mi-pueblo). Está hablando del reino del Norte, las 10 tribus, que luego se perdieron entre los gentiles.

"Ponle por nombre Lo-Rujamá, porque ya no me compadeceré de la casa de Israel, pues no los perdonaré jamás." (Oseas 1:6b)

Estos descendientes de Israel ya no serían el pueblo de Elohim y ya no recibirían más misericordia como la recibiría la Casa de Judá, como está escrito:

"Pero me compadeceré de la casa de Judá. (Oseas 1:7a)

Cuando estamos hablando de la Casa de Israel tenemos que ser conscientes de que no se trata solamente de los judíos. La Casa de Judá es una parte de Israel. Hay 10 tribus más, y la mayoría de ellos están entremezcladas con los gentiles.

 

Como hemos dicho antes, por medio de la asimilación de la Casa de Israel (las diez tribus) y la Casa de Yehudá (los judíos)y su consecuente pérdida de la identidad hebrea, Israel ha sido sembrado entre las naciones gentiles.

 

Casi la totalidad de la Casa de Israel ha perdido su identidad. La semilla que fue sembrada murió en la tierra pagana.

 

La mayoría de la Casa de Yehudá (los judíos) ha sido asimilada y entremezclada con los gentiles. Esa semilla también murió en tierra pagana.

 

Pero ¿Qué pasa cuando la semilla es sembrada en la tierra?

 

Escuché acerca de una investigación que fue publicada en Jerusalem Post que mostraba que hay más de 35.000.000 de latinoamericanos que son judíos sin saberlo.

 

Lo que ahora está sucediendo con estos que tienen una herencia israelita o judía oculta, es lo que podemos leer en la profecía de Ezequiel 37:9-14 donde está escrito:

    Entonces El me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu (=viento): "Así dice el Señor Elohim: Ven de los cuatro vientos, oh espíritu (viento), y sopla sobre estos muertos, y vivirán. '"

    Y profeticé como El me había ordenado, y el espíritu (viento) entró en ellos, y vivieron y se pusieron en pie, un enorme e inmenso ejército. Entonces El me dijo: Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel; he aquí, ellos dicen: "Nuestros huesos se han secado, y nuestra esperanza ha perecido. Estamos completamente destruidos."

Por tanto, profetiza, y diles: "Así dice el Señor Elohim: He aquí, abriré vuestros sepulcros y os haré subir de vuestros sepulcros, pueblo mío (en hebreo "Amí"), y os llevaré a la tierra de Israel. Y sabréis que yo soy el Señor, cuando abra vuestros sepulcros y os haga subir de vuestros sepulcros, pueblo mío (Amí). Pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os pondré en vuestra tierra. Entonces sabréis que yo, el Señor, he hablado y lo he hecho'- declara el Señor. "

Hay un viento que está soplando sobre la simiente de Avraham que ha muerto en la tierra pagana. Los que son descendientes de los judíos y los israelitas, aún sin saberlo, ahora se están acercando al pueblo judío y la Nación de Israel. Hay algo dentro de ellos que los está llamando de vuelta.

 

Su experiencia anterior está expresada con estas palabras:

"Nuestros huesos se han secado, y nuestra esperanza ha perecido. Estamos completamente destruidos."

La palabra "esperanza" en hebreo es "tikvá". Al poner el artículo determinado será "HaTikvá". HaTikvá es el nombre del himno nacional de Israel. Una traducción literal de la frase "Estamos completamente destruidos" sería: "Nos hemos separado de nosotros mismos."

 

Estos israelitas perdidos se han sentido fuera de la ciudadanía de Israel. Y aunque por dentro sienten que algo les une a Israel y tienen un deseo de volver, están sintiendo una separación del pueblo de Israel.

"Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel"

La visión profética de Ezequiel nos está dando el mensaje de una restauración total de la identidad israelita para los israelitas perdidos que también incluye a los judíos asimilados.

 

No es suficientes ser restaurado como individuo mediante la experiencia de la regeneración mediante la fe en la muerte expiatoria y la resurrección del Mesías de Israel. Todos los miembros necesitan unirse y un pueblo tiene que ser formado. Hace falta establecer una identidad de pueblo, un sentimiento nacional, un nacionalismo israelita.

Estas personas necesitan sentirse arropados e integrados dentro de Israel para poder experimentar la sanidad interior y ser liberados de todo sentimiento de rechazo.

 

LA UNIFICACIÓN DE LAS DOS CASAS

Podemos ver que, después de la división de las 12 tribus bajo el reinado de Roboam, el hijo de Salomón, las Escrituras llama las 10 tribus del norte "La Casa de Israel", "La Casa de Yosef (José)", "La Casa de Efraim" o "Samaria".  Las dos tribus del sur son llamadas "La Casa de Yehudá (Judá)", "La Casa de David" o "Yerushalayim (Jerusalén)".

 

La tribu de Efraim llegó a ser la tribu que representaba a todas las 10 tribus que componían el Reino del norte, de la misma manera como la tribu de Yehudá (Judá) representa a las dos tribus que componían el Reino del sur en la tierra de Israe. ADICIONANDOCE LA TRIBU DE Levi que regreso a Jerusalen.

 

Efraim recibió la primogenitura, según 1 Crónicas 5:1-2., y Yehudá fue el portador de la promesa del Mesías, Génesis 49:8-12.

 

El profeta Ezequiel también profetizó sobre los dos palos que representan a las dos casas de Israel, Yehudá (las 2 tribus) y Efraim (las 10 tribus). Ezequiel fue exhortado por Adonai a unir los dos palos para que fueran uno solo.

Así dice la palabra profética: (Ezequiel 37:15-28

     Y vino a mí la palabra del Señor, diciendo: Y tú, hijo de hombre, toma una vara y escribe en ella: "Para Judá y para los hijos de Israel, sus compañeros." Toma luego otra vara y escribe en ella: "Para José, vara de Efraín, y para toda la casa de Israel, sus compañeros." Júntalas la una con la otra en una sola vara para que sean una sola en tu mano.

    Y cuando los hijos de tu pueblo te hablen, diciendo: "¿No nos explicarás qué quieres decir con esto?", diles: "Así dice el Señor Elohim: He aquí, tomaré la vara de José, que está en la mano de Efraín, y las (10) tribus de Israel, sus compañeros; las pondré con aquélla, con la vara de Judá, y las haré una sola vara, y serán una en mi mano. '" Y las varas en que escribas estarán en tu mano a la vista de ellos, y diles: "Así dice el Señor Elohim:     He aquí, tomaré a los hijos de Israel (no sólo los judíos) de entre las naciones adonde han ido, los recogeré de todas partes y los traeré a su propia tierra.

    Y haré de ellos una nación en la tierra, en los montes de Israel; un solo rey será rey de todos ellos; nunca más serán dos naciones, y nunca más serán divididos en dos reinos.

    No se contaminarán más con sus ídolos, ni con sus abominaciones, ni con ninguna de sus transgresiones (de la Torá); sino que los libraré de todos los lugares en que pecaron y los limpiaré. Y ellos serán mi pueblo y yo seré su Elohim. Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; andarán en mis ordenanzas y guardarán mis estatutos y los cumplirán. Y habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres; en ella habitarán ellos y sus hijos, y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David será su príncipe para siempre. Y haré con ellos un pacto de paz; será un pacto eterno con ellos. Y los estableceré, los multiplicaré y pondré mi santuario en medio de ellos para siempre. Mi morada estará también junto a ellos, y yo seré su Eloha y ellos serán mi pueblo. Y las naciones sabrán que yo, el Señor, santifico a Israel, cuando mi santuario esté en medio de ellos para siempre.' "

Esta profecía nunca se ha cumplido en la historia. Desde que Israel y Yehudá fueron divididos en el tiempo de Roboam, hijo de Salomón, Israel ha estado dividido en dos casas.

 

La Casa de Yehudá es el pueblo judío.

 

La Casa de Israel se encuentra principalmente entre los gentiles. La Casa de Israel no está representada por el Cristianismo. Israel es un pueblo dividido en dos casas, formado por descendientes de Abraham.

 

La mayoría de las religiones son grupos establecidos por hombres no hebreos que usan las escrituras hebreas, separando al mesías Judío de sus raíces ancestrales, con interpretaciones y doctrinas sesgadas por sus propios intereses. Las sagradas escrituras  no hablan de religiones ni de unión de ellas. Cuando venga el Mesías no vendrá or ninguna iglesia, sino por su pueblo

 

Estos israelitas-gentiles de la Casa de Israel se juntarán con la Casa de Yehudá, según la palabra profética, para ser un solo pueblo.

¿Cómo podrá ocurrir esto?

 

Por medio de que ambos tengan el mismo Rey, el Mesías.

 

El Mesías visitó a la Casa de Yehudá, (Zacarías. 10:3), pero su misión no estaba limitado a la Casa de Yehudá, sino también vino para reunir con la Casa de Yehudá las ovejas perdidas de la Casa de Israel, como está escrito en Juan 10:16:

"Tengo otras ovejas que no son de este redil (la Casa de Judá); a ésas también me es necesario traerlas, y oirán mi voz, y serán un rebaño con un solo pastor."

Y en Juan 11:51-52 está escrito:

"Ahora bien, no dijo esto de su propia iniciativa, sino que siendo el sumo sacerdote ese año, profetizó que Yeshúa  iba a morir por la nación; y no sólo por la nación (judía), sino también para reunir en uno a los hijos de Elohim que están esparcidos."

El Mesías también vino para que la salvación llegara hasta todos los gentiles del mundo, según está escrito el Isaías 49:6:

"Poca cosa es que tú seas mi siervo, para levantar las (12) tribus de Jacob y para restaurar a los que quedaron de Israel; también te haré luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta los confines de la tierra."

Lo que está pasando ahora en el mundo es, que miles y miles de los descendientes de estos israelitas y judíos que perdieron su identidad, están volviendo en busca de sus raíces hebreas. Muchos de ellos están diciendo a los judíos como Rut dijo a su suegra:

"Tu pueblo es mi pueblo, y tu Eloha es mi Eloha." (Rut 1:16b)

Por medio del nuevo pacto en la sangre de Yeshúa, que fue hecho con la Casa de Israel y la Casa de Yehudá, estos perdidos podrán volver a Israel y ser ciudadanos de Israel.

 

En Jeremías 31:31, 33a está escrito:

"He aquí, vienen días- declara el Señor- en que haré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto... porque este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días- declara el Señor-..."

El Nuevo Pacto está hecho con las 12 tribus de Israel. Las 10 tribus habían estado esparcidas durante aprox. 130 años cuando el profeta Jeremías escribió la profecía de que el Nuevo Pacto iba a ser hecho con la Casa de Israel. Esto nos muestra que YHWH está contando con todas las 12 tribus incluso después de que el Reino del norte hubiera sido esparcido entre los gentiles.

 

Por medio de la circuncisión del corazón de los que se convierten, el Mesías restaura las 12 tribus de Israel y hace volver a los perdidos al pueblo de Israel.

 

El Mesías vino por primera vez para salvar a Su pueblo de sus pecados, Mateo 1:21.

 

Recordemos que solamente la Casa de Judá estaba en la tierra de Israel cuando Yeshúa vino la primera vez. La salvación vino en primer lugar para los judíos, (Romanos 1:16), el pueblo de Yeshúa. Los historiadores cuentan que los primeros 100.000 seguidores del Mesías eran solamente judíos.

 

Después fue extendida la invitación a los israelitas perdidos en Samaria, (Juan 4) y en otras tierras, y luego a los gentiles, (Hechos 1:8).

 

A partir de la primera venida del Mesías, los gentiles fueron invitados a participar del plan de Elohim para la restauración de Israel.

 

Por medio del nuevo nacimiento reciben una nueva nacionalidad, son hechos israelitas y ya no son llamados gentiles, conforme a lo que está escrito:

"Cuando erais gentiles..." (1 Corintios 12:2)

Ahora pueden considerarse como israelitas con una ciudadanía plena en Israel, como está escrito:

 (Efesios 2:11-13, 19)

    Recordad, pues, que en otro tiempo vosotros los gentiles en la carne, llamados incircuncisión por la tal llamada circuncisión, hecha por manos en la carne, recordad que en ese tiempo estabais separados de Mashiaj (=Mesías), excluidos de la ciudadanía de Israel, extraños a los pactos de la promesa, sin tener esperanza, y sin Elohim en el mundo.

    Pero ahora en Mashiaj Yeshua, vosotros, que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido acercados por la sangre de Mashiaj...  Así pues, ya no sois extranjeros (en Israel) ni advenedizos (fuera de Israel), sino que sois conciudadanos de los santos y sois de la familia de Elohim.

Estamos en tiempos proféticos; La  tribu de José, esta representada por Efraín su hijo, este será quien mediante búsqueda de las ovejas perdidas encontradas por el Mashiaj, nos traerá de regreso a casa para volver a ser un solo pueblo con un solo pastor

Sea nuestra alegría saber que somos parte de la restauración de Israel que como hijos pródigos estamos de regreso a casa.

         ¡SHABAT SHALOM!

Por: HOSHEA BEN YISRAEL

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