Aliyás
de la Torá :
- 41:1-14
- 41:15-38
- 41:39-52
- 41:53 – 42:18
- 42:19 – 43:15
- 43:16-29
- 43:30 – 44:17
Haftará: 1 Reyes
3:15 – 4:1
Código Real
(HaTsofen HaMaljutí): Marcos 13:1 – 14:31
MiKets Significa “al final”, “al cabo”. (al fin y al cabo)
Primera aliyá, 41:1-14
41:1a “Y aconteció que al
final de dos años” – Yosef tuvo que estar en la cárcel durante 12 años en
total. Esto alude a que el Mesías ben Yosef tenía que sufrir y morir por las 12
tribus de Israel.
Los
dos años también hacen alusión a la resurrección del Mesías después de dos
días, como está escrito en
Oseas 6:2: “Nos dará vida después de dos días,
al tercer día nos levantará y viviremos delante de El.
Los
dos días hablan incluso del resurgimiento, no solamente del estado de Israel,
después de casi dos mil años de no existir, sino del resurgimiento de las diez
tribus perdidas de la casa de Yosef. Como Yosef fue sacado de la cárcel al
final de dos años, así sus descendientes serán sacados de entre las naciones al
final de dos mil años para volver a tomar su lugar dentro de Israel.
La
palabra hebrea traducida como “al cabo de” es “mi-kets” y significa “al
final”, “al cabo”. Esto nos enseña que los sueños de Paró están hablando no
solamente de lo que pasó al final de los dos años más de cárcel que Yosef tuvo
que sufrir, sino también de lo que va a pasar al final de los dos mil años de
la era mesiánica.
La muerte del panadero y la restauracion o resurrección
del copero antes de los dos años hablan de la muerte y resurrección del Mesías
antes de los dos mil años. Y como el copero se olvidó de Yosef durante dos
años, así Yeshúa ha sido ignorado por gran parte del pueblo judío, y el resto
del mundo, durante dos mil años.
Al final de los dos años Yosef es levantado para ser
virrey, gobernante de toda la nación después del Paró. Esto nos enseña que
Yeshúa ben Yosef será puesto como gobernante sobre todas las naciones de la
tierra al final de dos mil años después de su muerte y resurrección.
La repetición de la palabra “despertó”, en hebreo
“yakats”, en los versículos 4, 7 y 21, que se parece a “kets”, “final”, que
está en el versículo 1, también nos muestra que los sueños del Paró traen un
mensaje para los últimos tiempos. La repetición del relato de los sueños es
también una indicación de que no se refiere solamente al tiempo de Yosef sino
también al final de este siglo, en relación con la segunda venida y reinado del
Mesías.
41:14
“Entonces Paró mandó llamar a Yosef, y lo sacaron aprisa del calabozo; y
después de afeitarse y cambiarse sus vestidos, vino a Paró”
–
La palabra hebrea que fue traducida como “calabozo” es “bor” y significa
“hoyo”, “pozo”. Es la misma palabra que se encuentra en 37:24. Como ya hemos
dicho antes, esto habla de la muerte del Mesías tanto por el pueblo de Israel
como por el mundo gentil.
“lo sacaron” – Habla de la resurrección. El Mesías
no salió de la muerte mediante su propia fuerza, fue resucitado por el Padre,
como está escrito en Hechos 2:24:
“a quien Eloha resucitó, poniendo fin a la agonía de
la muerte, puesto que no era posible que El quedara bajo el dominio de ella.”
En Hechos 2:32 está escrito: “A este Yeshúa resucitó
Eloha, de lo cual todos nosotros somos testigos.”
En Romanos 10:9 está escrito: “que si
confiesas con tu boca a Yeshúa por Señor, y crees en tu corazón que
Eloha le resucitó de entre los muertos, serás salvo.”
Las traducciones Reina-Valera y La Biblia de Las Américas
lamentablemente no han traducido el texto griego correctamente. En
prácticamente todos los lugares donde habla de la resurrección se ha traducido
como “resucitó” y no “fue resucitado” como realmente dice el texto griego en la
mayoría de las veces. No es que Yeshúa se haya resucitado en si mismo. No tenía
poder para ello, sino el Padre fue el que le levantó de entre los muertos.
“a prisa” – La resurrección fue algo
que pasó sumamente rápido, según Zacarías 3:2b donde está escrito:
“¿No
es este un tizón arrebatado del fuego?”
“afeitarse” – Esto alude al yetser hará, la
inclinación al mal, que fue eliminado por la resurrección del Mesías. El pecado
entró en el mundo por medio de un acto físico, cuando el primer hombre tomó el
fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal. Por medio de la boca entró la
semilla del mal en el cuerpo del hombre. Por esto, la sede del pecado está en
el cuerpo humano.
Aunque el pecado haya
afectado tanto al alma como al espíritu del hombre, el lugar donde el pecado habita
en el hombre es el cuerpo, como está escrito en Romanos 7:17-23:
“Así que ya no soy yo el que lo hace, sino el
pecado que habita en mí. Porque yo sé que en mí, es decir, en mi carne, no
habita nada bueno; porque el querer está presente en mí, pero el hacer el bien,
no. Pues no hago el bien que deseo, sino que el mal que no quiero, eso
practico. Y si lo que no quiero hacer, eso hago, ya no soy yo el que lo
hace, sino el pecado que habita en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien,
hallo la ley de que el mal está presente en mí. Porque en el hombre interior me
deleito con la ley de Eloha, pero veo otra ley en los miembros de mi cuerpo que
hace guerra contra la ley de mi mente, y me hace prisionero de la ley del
pecado que está en mis miembros.
Romanos 6:6 dice: “sabiendo esto, que nuestro
viejo hombre fue crucificado con El, para que nuestro cuerpo de pecado
fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado”
Y
en Romanos 8:10 está escrito: “Y si el Mesías está en vosotros, aunque el
cuerpo esté muerto a causa del pecado, sin embargo, el espíritu está vivo a
causa de la justicia.”
Yeshúa
tomó nuestros pecados, no en su alma ni en su espíritu, sino en su cuerpo, como
está escrito en
1
Pedro 2:24: “y El mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, a
fin de que muramos a los pecados y vivamos a la justicia, porque por sus
heridas fuisteis sanados.”
Así
que el pecado estaba en la parte más externa del Mesías Yeshúa cuando murió.
Hay varios ejemplos en las Escrituras que hablan de rasurarse el pelo para
purificarse, los cuales aluden al momento de la purificación del Mesías del
pecado nuestro que estaba en su cuerpo.
En
Levítico 14:8 está escrito: “Luego el que ha de ser purificado lavará su ropa,
se rasurará todo el cabello, se bañará en agua y quedará limpio. Después podrá
entrar al campamento, pero por siete días permanecerá fuera de su tienda.”
En
Números 8:7 está escrito: “Así harás con ellos para su purificación: rociarás
sobre ellos agua purificadora, y que ellos hagan pasar una navaja sobre todo su
cuerpo, laven sus ropas y quedarán purificados.”
“cambiar
los vestidos” – Esto habla del momento cuando el viejo hombre fue eliminado,
simbolizado en las ropas viejas sucias, y el nuevo hombre fue creado, mediante
la muerte y resurrección del Mesías, como está escrito en Zacarías 3:3-4:
“Y
Yehoshúa estaba vestido de ropas sucias, en pie delante del ángel. Y éste
habló, y dijo a los que estaban delante de él: Quitadle las ropas sucias. Y a
él le dijo: Mira, he quitado de ti tu iniquidad y te vestiré de ropas de gala.”
En
Lucas 15:22 está escrito: “Pero el padre dijo a sus siervos: "Pronto;
traed la mejor ropa y vestidlo, y poned un anillo en su mano y sandalias en los
pies”
En 1 Corintios 15:42-54
está escrito: “Así es también la resurrección de los muertos. Se
siembra un cuerpo corruptible (la vieja ropa), se resucita un cuerpo
incorruptible (la nueva ropa); se siembra en deshonra, se resucita en
gloria; se siembra en debilidad, se resucita en poder; se siembra un cuerpo
natural, se resucita un cuerpo espiritual. Si hay un cuerpo natural, hay
también un cuerpo espiritual. Así también está escrito: El primer HOMBRE, Adán, FUE
HECHO ALMA VIVIENTE. El último Adán, espíritu que da vida. Sin embargo, el
espiritual no es primero, sino el natural; luego el espiritual. El primer
hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre es del cielo. Como es el
terrenal, así son también los que son terrenales; y como es el celestial, así
son también los que son celestiales. Y tal como hemos traído la imagen del
terrenal (la vieja ropa), traeremos también la imagen del
celestial (la nueva ropa). Y esto digo, hermanos: que la
carne y la sangre no pueden heredar el reino de Eloha; ni lo que se corrompe
hereda lo incorruptible. He aquí, os digo un misterio: no todos dormiremos,
pero todos seremos transformados en un momento, en un abrir y
cerrar de ojos, a la trompeta final; pues la trompeta sonará y los muertos
resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto
corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de
inmortalidad. Pero cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción,
y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra
que está escrita: DEVORADA HA SIDO LA
MUERTE en victoria.”
En
2 Corintios 5:2-3 está escrito: “Pues, en verdad, en esta morada gemimos,
anhelando ser vestidos con nuestra habitación celestial; y una vez vestidos, no
seremos hallados desnudos. Porque asimismo, los que estamos en esta tienda,
gemimos agobiados, pues no queremos ser desvestidos, sino vestidos, para que lo
mortal sea absorbido por la vida.”
En Filipenses 3:20-21
está escrito: “Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también
ansiosamente esperamos a un Salvador, el Adon Yeshúa el Mesías, el cual
transformará el cuerpo de nuestro estado de humillación en conformidad al
cuerpo de su gloria, por el ejercicio del poder que tiene aun para sujetar
todas las cosas a sí mismo.”
En Romanos 6:5-6 está
escrito: “Porque si hemos sido unidos a El en la semejanza de su muerte,
ciertamente lo seremos también en la semejanza de su resurrección, sabiendo
esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con El , para que nuestro cuerpo
de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado”
“vino al Paró” – De la
misma manera el Mesías, después de haber sido resucitado, fue elevado hasta lo
sumo y presentado ante el Padre celestial para servirle como sumo sacerdote
según el orden de Malki-Tsedek, como está escrito en el Salmo 110:1 y 4:
“Salmo de David. Dice el
Eterno a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por
estrado de tus pies... El Eterno ha jurado y no se retractará: Tú eres
sacerdote para siempre según el orden de Malki-Tsedek.”
En 1 Pedro 3:22 está escrito: “quien está a la
diestra de Eloha, habiendo subido al cielo después de que le habían sido sometidos
ángeles, autoridades y potestades.”
En Filipenses 2:9 está escrito: “Por lo cual Eloha también
le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el Nombre que es sobre todo nombre”
Segunda aliyá, 41:15-38
41:25 “Entonces Yosef dijo a Paró: Los dos sueños de Paró
son uno; Eloha ha anunciado a Paró lo que El va a hacer” – Durante la vida de
Paró.
41:28 “Esto es lo que he dicho a Paró: Eloha ha
mostrado a Paró lo que va a hacer” – en los últimos tiempos.
41:29-30 “He aquí, vienen siete años de gran abundancia
en toda la tierra de Mitsrayim; y después de ellos vendrán siete años de
hambre, y será olvidada toda la abundancia en la tierra de Mitsrayim; y el
hambre asolará la tierra.” – Como los dos últimos años del cautiverio de Yosef
fueron contados desde la muerte y reinstalación de los dos siervos del rey de
Mitsrayim, los dos mil años finales de esta edad son contados a partir de la
muerte y resurrección del Mesías. Al final de los dos mil años parece que habrá
siete años de abundancia económica, posiblemente en todo el mundo, y luego
vendrá siete años de tribulación. Los últimos siete años corresponden a la
última de las 70 semanas de la profecía de Daniel 9:24-27. Durante ese tiempo
habrá persecución contra los que guardan los mandamientos de Eloha y tienen el
testimonio de Yeshúa, como está escrito en Revelación 12:17:
“Entonces
el dragón se enfureció contra la mujer (Israel), y salió para hacer guerra
contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de
Eloha y tienen el testimonio de Yeshúa.”
Durante
este tiempo habrá una gran hambre de la palabra del Eterno en la tierra de
Israel, como está escrito en Amós 8:11-14:
“He
aquí, vienen días -declara Adonai - en que enviaré hambre sobre la tierra, no
hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír las palabras de El Eterno. Y vagarán
de mar a mar, y del norte hasta el oriente; andarán de aquí para allá en busca
de la palabra de Elohim, pero no la encontrarán. En aquel día las doncellas
hermosas y los jóvenes desfallecerán de sed. Los que juran por el pecado de
Shomron, y dicen: "Viva tu dios, oh Dan", y "Viva el camino de
Beer-Sheva", caerán y nunca más se levantarán.”
Vemos
que los idólatras no van a encontrar la Palabra del Eterno porque no la buscan donde
está, en Yerushalayim, sino en las religiones falsas del mundo. Pero sí, habrá
un grupo inmensamente grande que sabrá dónde encontrar la Palabra del Eterno en ese
tiempo, como está escrito en Zacarías 8:20-23:
“Así
dice el Eterno de los ejércitos: "Y será que aun vendrán pueblos y
habitantes de muchas ciudades; y los habitantes de una irán a otra, diciendo:
'Vamos sin demora a implorar el favor de Adonai, y a buscar a Elohim de los
ejércitos. Yo también iré.' "Y vendrán muchos pueblos y naciones poderosas
a buscar a El Eterno de los ejércitos en Yerushalayim y a implorar el favor de Adoani."
Así dice El Eterno de los ejércitos: "En aquellos días diez hombres de
todas las lenguas de las naciones asirán el vestido de un judío, diciendo:
'Iremos con vosotros, porque hemos oído que Eloha está con vosotros.'"”
- Aquí
hay algunas cosas sumamente interesantes. Vemos que muchos pueblos y naciones
poderosas van a buscar al Eterno en Yerushalayim “en aquellos días”, que es una
referencia a los últimos tiempos. Luego habla de diez hombres de todas las lenguas
de las naciones que van a asir del “vestido” de un judío y pedir ayuda
espiritual.
Los
diez hombres aluden a las diez tribus perdidas entre las naciones gentiles, que
van a reaparecer en este tiempo. Ellos van a ir a aquellos judíos que caminan
con el Eterno, es decir a los judíos que siguen a Yeshúa, que es el camino. Las
diez tribus de la casa de Yosef se unirán a la casa de Yehudá para ser
instruido en la Torá
dada a Moshé como explicada por el gran Rebe Yeshúa el Mesías y sus emisarios,
como está escrito en Ezequiel 37:19
“Diles:
"Así dice Adonai 'He aquí, tomaré
la vara de Yosef, que está en la mano de Efrayim, y las tribus de Israel, sus
compañeros; las pondré con aquélla, con la vara de Yehudá, y las haré una sola
vara, y serán una en mi mano.'"”
Y
en Mateo 28:18-19 donde está escrito (va hasta 19a)
“Y
acercándose Yeshúa, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el
cielo y en la tierra. Id, pues, y haced talmidin/discípulos de todas las
naciones.”
Y
en Hechos 24:14 está escrito: “Pero esto admito ante ti, que según el Camino
que ellos llaman secta, yo sirvo al Eloha de nuestros padres, creyendo todo lo
que es conforme a la ley y que está escrito en los profetas”
Será
el momento de la reunificación de las dos casas de Israel.
La
palabra traducida como “vestido”, en la profecía de Zacarías, es sumamente
interesante. Es la palabra “kanaf”[4], que significa
“ala”, “extremo”, “orla”, “esquina”. Es la misma palabra que es usada para
introducir el uso de los flecos en los “bordes”, literalmente en las cuatro
“esquinas”, de los mantos de los hijos de Israel, como está escrito en Números
15:37-41:
“También
habló el Eterno a Moshé, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles que se
hagan flecos (tsitsit) en los bordes de (kanfei – esquinas de)
sus vestidos, por sus generaciones, y que pongan en el fleco (tsitsit)
de cada borde (kanaf - esquina) un cordón azul. Y os servirá el fleco (tsitstit),
para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos del Eterno, a
fin de que los cumpláis y no sigáis vuestro corazón ni vuestros ojos, tras los
cuales os habéis prostituido, para que os acordéis de cumplir todos mis
mandamientos y seáis santos a vuestro Eloha. Yo soy el Eterno vuestro Eloha que
os saqué de la tierra de Mitsrayim para ser vuestro Eloha. Yo soy el Eterno
vuestro Eloha.”
En
las cuatro esquinas de los mantos de un judío, practicante de la Torá , están colgando los
flecos, los tsitsites, que hacen memoria de todos los mandamientos del Eterno
para que sean cumplidos. Estos flecos representan la obediencia a todos los 613
mandamientos que el Eterno dio a Israel por medio de Moshé y el Mesías. Así que
aquí vemos una vuelta a casa de las diez tribus asimiladas entre las naciones,
lo cual también incluye una disposición para someterse a la instrucción
práctica de un judío que camina con el Eterno y obedecer los mandamientos del
Eterno dados por Moshé para las doce tribus.
Como
los once hermanos de Yosef vinieron a Mitsrayim durante los siete años de
sequía, así las doce tribus de Israel serán unificadas durante el último tiempo
de tribulación. En Revelación capítulo 7 se habla de la restauración de las doce
tribus de Israel en los primeros ocho versículos. Estos israelitas pasarán por
los siete años de tribulación y saldrán victoriosos.
Luego
a partir del versículo 9, Yojanán puede ver con sus propios ojos una gran
multitud que nadie puede contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y
lenguas. En el versículo 14 aprendemos que esta gran multitud de ex gentiles,
son los que salen de la gran tribulación. Esto nos enseña que la gran cosecha
para el Reino de la mayor parte de la humanidad será durante los últimos años
antes de la segunda vendida del Mesías.
41:38
“Entonces Paró dijo a sus siervos: ¿Podemos hallar un hombre como éste, en
quien esté el espíritu de Eloha?” – El Espíritu de Eloha está en el Ungido ben
Yosef más que en ninguna otra persona. El tiene la plenitud del Espíritu del
Eterno, como está escrito en Isaías 11:1-2:
“Y
brotará un retoño del tronco de Yishai, y un vástago de sus raíces dará fruto.
Y reposará sobre El el Espíritu del Eterno, espíritu de sabiduría y de
inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de
temor del Eterno.”
En
Isaías 61:1-2 está escrito: “El Espíritu del Señor el Eterno está sobre mí,
porque me ha ungido el Eterno para traer buenas nuevas a los afligidos; me ha
enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a
los cautivos y liberación a los prisioneros”
En
Mateo 3:16 está escrito: “Después de ser sumergido, Yeshúa salió del agua
inmediatamente; y he aquí, los cielos se abrieron, y él vio al Espíritu de
Eloha que descendía como una paloma y venía sobre El.”
En
Lucas 4:16-21 está escrito: “Llegó a Netzeret, donde se había criado, y según
su costumbre, entró en la sinagoga el día de reposo, y se levantó a leer. Le
dieron el libro del profeta Isaías, y abriendo el libro, halló el lugar donde
estaba escrito: EL ESPIRITU DEL SEÑOR ESTA SOBRE MI, PORQUE ME HA UNGIDO PARA
ANUNCIAR EL EVANGELIO A LOS POBRES. ME HA ENVIADO PARA PROCLAMAR LIBERTAD A LOS
CAUTIVOS, Y LA
RECUPERACION DE LA
VISTA A LOS CIEGOS; PARA PONER EN LIBERTAD A LOS OPRIMIDOS;
PARA PROCLAMAR EL AÑO FAVORABLE DEL ETERNO.
Cerrando
el libro, lo devolvió al asistente y se sentó; y los ojos de todos en la
sinagoga estaban fijos en El. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta
Escritura que habéis oído.”
En
Juan 3:34 está escrito: “Porque aquel a quien Eloha ha enviado habla las
palabras de Eloha, pues Él da el Espíritu sin medida.”
La
palabra “Mesías” significa “ungido (con aceite)” y indica que el Espíritu del
Eterno ha venido sobre un hombre para que pueda realizar una misión específica.
Tercera aliyá, 41:39-52
41:40
“Tú estarás sobre mi casa, y todo mi pueblo obedecerá tus órdenes; solamente en
el trono yo seré mayor que tú.” – Esta es una ilustración clara en cuanto a la
relación entre el Hijo y el Padre celestial. El Padre le ha dado autoridad para
gobernar su casa, pero es una autoridad delegada, no suplantada. El Padre sigue
siendo el mayor, como está escrito en Juan 14:28b: “el Padre es mayor que yo”
En
1 Corintios 15:27-28 está escrito: “Porque ELOHA HA PUESTO TODO EN SUJECION
BAJO SUS PIES. Pero cuando dice que todas las cosas le están sujetas, es
evidente que se exceptúa a aquel que ha sometido a El todas las cosas. Y cuando
todo haya sido sometido a El, entonces también el Hijo mismo se sujetará a aquel
que sujetó a El todas las cosas, para que Eloha sea todo en todos.”
“todo
mi pueblo obedecerá tus órdenes” – El que no obedece a Mashiaj Yeshúa tampoco
le hace caso al Padre, como está escrito en Juan 3:35-36:
“El
Padre ama al Hijo y ha entregado todas las cosas en su mano. El que cree en el
Hijo tiene vida eterna; pero el que no obedece al Hijo (que es la Torá) no verá
la vida, sino que la ira de Eloha permanece sobre él.”
41:41
“Paró dijo también a Yosef: Mira, te he puesto sobre toda la tierra de Mitsrayim.”
– Como Mitsrayim simboliza el mundo entero, el Mesías gobernará sobre todo el
mundo, como está escrito en Hebreos 2:8:
“TODO
LO HAS SUJETADO BAJO SUS PIES. Porque al sujetarlo todo a él, no dejó nada que
no le sea sujeto. Pero ahora no vemos aún todas las cosas sujetas a él.”
No
solamente el mundo material está sujeto al Mesías, sino todo lo invisible
también, como está escrito en
Mateo
28:18: “Y acercándose Yeshúa, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido
dada en el cielo y en la tierra.”
En
1 Pedro 3:22 está escrito: “quien está a la diestra de Eloha, habiendo subido
al cielo después de que le habían sido sometidos ángeles, autoridades y
potestades.”
En
Efesios 1:19b-23 está escrito: “la eficacia de la fuerza de su poder, el cual
obró en el Mesías cuando le resucitó de entre los muertos y le sentó a su
diestra en los lugares celestiales, muy por encima de todo principado,
autoridad, poder, dominio y de todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo
sino también en el venidero. Y todo sometió bajo sus pies, y a El lo dio por
cabeza sobre todas las cosas a la congregación, la cual es su cuerpo, la
plenitud de aquel que lo llena todo en todo.”
41:42
“Y Paró se quitó el anillo de sellar de su mano y lo puso en la mano de Yosef;
y lo vistió con vestiduras de lino fino y puso un collar de oro en su cuello” –
El anillo implica autoridad para actuar en el nombre del rey. Ahora Yosef podía
sellar documentos usando el nombre del Paró. Recibió el nombre que estaba sobre
todo nombre de ese mundo. Lo mismo pasó con Yeshúa, que recibió el Nombre que
es sobre todo nombre.
Como
Yosef no se llamaba Paró, pero podía actuar en ese nombre y sellar en ese
nombre, así Yeshúa no tiene el nombre de YHWH en si mismo, sino lo ha recibido
del Padre para gobernar por medio de él, como está escrito en Filipenses 2:9:
“Por
lo cual Eloha también le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el Nombre que es
sobre todo nombre”
La
palabra griega que ha sido traducida como “confirió” es “jaridsomai”, que viene
de “jaris” que significa “gracia”, “gratis”. De esto aprendemos que Yeshúa
recibió ese Nombre porque había recibido gracia, como un regalo. También
implica que él no tenía ese Nombre en si mismo, sino que es el Nombre del Padre
delegado al Hijo.
“lino”
– El lino es usada de una manera especial en el culto al Eterno en el
tabernáculo y el templo. Todos los sacerdotes del Eterno vestían de lino. Los
ángeles del Eterno se visten de lino, cf. Ezequiel 9:2, 11; Daniel 10:5;
Revelación 15:6.
El
sumo sacerdote tenía que vestirse de ropas de lino especialmente preparadas
para el día de la expiación, Yom Kipur, cf. Levítico 16. Cuando Yeshúa fue
sepultado fue envuelto en un lienzo de lino, cf. Mateo 27:59. El lino está
relacionado con la resurrección del Mesías, según Juan 20:5-7. Al ser
resucitado fue vestido con el nuevo cuerpo y también recibió un manto de lino,
que llega hasta los pies, como está escrito en Revelación 1:13:
“En
medio de los candelabros, vi a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido con
una túnica que le llegaba hasta los pies y ceñido por el pecho con un cinto de
oro.”
La
novia del Mesías será vestida de lino fino, que representa las obras de
justicia en obediencia a los mandamientos que ha practicado, como está escrito
en Revelación 19:8:
“Y
a ella le fue concedido vestirse de lino fino, resplandeciente y limpio, porque
las acciones justas de los santos son el lino fino.”
41:43
“Lo hizo montar en su segundo carro, y proclamaron delante de él: ¡Avrej! Y lo
puso sobre toda la tierra de Mitsrayim.” – Según Rashí, “avrej” viene de dos
palabras, “av”, “padre”, y “rej”, “rey”. Aunque la palabra “av” significa
padre, en ciertos contextos su sentido es “consejero” o “amigo principal”.
En
45:8 Yosef dice de sí mismo que Eloha lo ha hecho “av”, “padre” del Paró.
Según
el Rabí Yosi ben Durmaskit, citado por Rashí, “avrej” está relacionado con
“birkayim”, “roddillas”, y por lo tanto debe entenderse como una orden de
doblar rodilla delante de él.
Cuando
el pueblo reconocía la nueva posición de Yosef y doblaba la rodilla ante él, estaba
aceptando la autoridad del que le puso en ese puesto, el rey de Mitsrayim. Fue
Paró que ordenó al pueblo doblarse ante Yosef. De la misma manera el Padre ha
ordenado al mundo que se incline ante Yeshúa para así reconocer que Su
autoridad ha sido delegada. Pero si hay adoración al Hijo como si fuera el
Padre, hay confusión. El Hijo no es el Padre y el Padre no es el Hijo.
En
Revelación 5:8a está escrito: “Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes
y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero”
En
Isaías 45:23 está escrito: “Por mí mismo he jurado, ha salido de mi boca en
justicia una palabra que no será revocada: Que ante mí (el Padre) se
doblará toda rodilla, y toda lengua jurará lealtad.
En
Romanos 14:11 está escrito: “Porque está escrito: VIVO YO -DICE EL ETERNO- QUE
ANTE MI SE DOBLARA TODA RODILLA, Y TODA LENGUA ALABARA A ELOHA.”
En
Filipenses 2:10-11 está escrito: “para que en el nombre de Yeshúa SE DOBLE TODA
RODILLA de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra, y
toda lengua confiese que Yeshua HaMashiaj es Señor, para gloria de Eloha
Padre.”
El
que no se inclinaba ante Yosef, no estaba sujeto a Paró que lo había ordenado.
De la misma manera el que no se inclina ante Yeshúa y le reconoce como Señor,
no está obedeciendo al Padre que lo ha ordenado, como está escrito en Juan
5:23: “para que todos honren al Hijo así como honran al Padre. El que no honra
al Hijo, no honra al Padre que le envió.”
En
1 Juan 5:9-12 está escrito: “Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor
es el testimonio de Eloha; porque este es el testimonio de Eloha: que El ha
dado testimonio acerca de su Hijo. El que cree en el Hijo de Eloha tiene el
testimonio en sí mismo; el que no cree a Eloha, ha hecho a Eloha mentiroso,
porque no ha creído en el testimonio que Eloha ha dado respecto a su Hijo. Y el
testimonio es éste: que Eloha nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su
Hijo. El que tiene al Hijo tiene la vida, y el que no tiene al Hijo de Eloha,
no tiene la vida.”
41:45
“Y Paró llamó a Yosef por el nombre de Tsafnat- Paneaj, y le dio por mujer a
Osnat, hija de Poti-Fera, sacerdote de On. Y salió Yosef por toda la tierra de
Mitsrayim.” –
Según Rashí y Flavio Josefo, el nombre Tsafnat
Paneaj significa “revelador de misterios”. “Tsafnat” podría derivar de la raíz
“tsafán”, que significa “esconder”, “ocultar”. La (70) LXX y la versión Copta
tradujo este nombre como “salvador del mundo”.
Según
Rashí, Poti-Fera es el mismo que Potifar. La palabra hebrea traducida como
“sacerdote”, “kohén”, también puede ser entendida como “príncipe”, como en el
caso de los hijos del rey David, cf. 2 Samuel 8:18; 1 Crónicas 18:17.
41:46a
“Yosef tenía treinta años cuando se
presentó ante Paró, rey de Mitsrayim.” – De la misma manera el Hijo de Yosef tenía
30 años cuando empezó su ministerio público, según Lucas 3:23a donde está
escrito:
“Y
cuando comenzó su ministerio , Yeshúa mismo tenía unos treinta años”
41:49
“Así Yosef almacenó grano en gran abundancia, como la arena del mar, hasta que
dejó de medirlo porque no se podía medir.” – Esto simboliza la gran
cosecha de almas que van a ser cosechadas por el Mesías Yeshúa en el mundo
gentil, como está escrito en Revelación 7:9-10:
“Después
de esto miré, y vi una gran multitud, que nadie podía contar, de todas las
naciones, tribus, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del
Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en las manos. Y clamaban
a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Eloha que está sentado
en el trono, y al Cordero.”
En
Revelación 14:14-16 está escrito: “Y miré, y he aquí una nube blanca, y sentado
en la nube estaba uno semejante a hijo de hombre, que tenía en la cabeza una
corona de oro, y en la mano una hoz afilada. Entonces salió del templo otro
ángel clamando a gran voz al que estaba sentado en la nube: Mete tu hoz y
siega, porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está
madura. Y el que estaba sentado en la nube blandió su hoz sobre la tierra, y la
tierra fue segada.”
“como
la arena del mar” – Hace referencia a los hijos de Yaakov, cf. 32:12, que se
mezclaron entre todas las naciones de la tierra. Ellos serán cosechados por el
Hijo de Yosef en los últimos tiempos y reunidos en congregaciones mesiánicas en
las ciudades de los gentiles por todo el mundo.
Cuarta
aliyá, 41:53 – 42:18
41:51-52 “Y al primogénito Yosef le
puso el nombre de Menashé, porque dijo: Eloha me ha hecho olvidar todo mi
trabajo y toda la casa de mi padre. Y al segundo le puso el nombre de Efrayim,
porque dijo: Eloha me ha hecho fecundo en la tierra de mi aflicción.” – Los dos
hijos de Yosef, que luego serían adaptados como hijos de Israel, nacieron por
una mujer no israelita y fueron criados en el mundo gentil pero con una
educación hebrea. De la misma manera el Hijo de Yosef tiene hijos nacidos en el
mundo gentil que serán reconocidos por Israel en los últimos tiempos.
El
nombre Menashé viene de la raíz “nashá” que significa “olvidar”. Efrayim es la forma dual masculino de “efrat”
que significa “montón de ascuas”, “fertilidad”.
48. Los dos hijos de Yosef representan los
gentiles que han tenido la experiencia real de un nuevo nacimiento por medio de
Yeshúa ben Yosef. El primer hijo, Menashé, tiene que ver con el olvido de dos
cosas: la fatiga y la casa de Israel. El segundo, Efrayim, tiene que ver con
multiplicación.
Sus
nombres representan exactamente lo que ha pasado en la historia del
cristianismo, donde está la mayoría de los gentiles que han nacido por el
Espíritu del Mesías. Primero se olvidaron de las persecuciones romanas que
sufrieron por su fe judía y luego se olvidaron de Israel y la Torá. Efrayim
representa los avivamientos evangélicos de este tiempo que predican el mensaje
de salvación por medio de la muerte y resurrección del Mesías Yeshúa, aunque no
lo llamen así, sino con un nombre griego. Finalmente Efrayim será puesto por
encima de Menashé y ambos serán piezas claves en el plan de la restauración del
pueblo de Israel, cf. Génesis 41:55 “Id a Yosef y haced lo que él os diga”
– Vemos como el Rey está enviando la gente al que ha recibido la autoridad
delegada. De la misma manera sucede cuando el Padre lleva a las personas al
Hijo, como está escrito en Juan 6:44-45: “Nadie puede venir a mí si no lo trae
el Padre que me envió, y yo lo resucitaré en el día final. Escrito está en los
profetas: "Y TODOS SERAN ENSEÑADOS POR ELOHA." Todo el que ha oído y
aprendido del Padre, viene a mí.”
En
Mateo 11:27 está escrito: “Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre;
y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni nadie conoce al Padre, sino el Hijo,
y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.”
En
Mateo 16:17 está escrito: “Y Yeshúa, respondiendo, le dijo: Dichoso eres,
Shimón, hijo de Yoná, porque esto no te lo reveló carne ni sangre, sino mi
Padre que está en los cielos.”
Así
como el Paró ordenó al pueblo obedecer a Yosef, el Padre ordenó con una voz
audible que obedecieran a Yeshúa, según está escrito en Mateo 17:5: “Mientras
estaba aún hablando, he aquí, una nube luminosa los cubrió; y una voz salió de
la nube, diciendo: Este es mi Hijo amado en quien me he complacido; a El oíd.”
La
pregunta surge: ¿Es posible ir directamente al Padre sin pasar por Yeshúa? Este
texto nos muestra que cuando hay una delegación de autoridad no se puede saltar
por encima. De la misma manera el Padre ha delegado todo a su Hijo y no se
puede saltar por encima de él (Verbo) para llegar al Padre, como está escrito
en Juan 14:6:
“Yeshúa
le dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino
por mí.”
Este
mensaje no fue dado delante de gentiles, sino delante de judíos. Ningún judío
llega al Padre, sino por el Mesías, cuyo nombre es Yeshúa, el Dabar de Elohim.
Está
escrito en Juan 17:2: “por cuanto le diste autoridad sobre todo ser humano para
que dé vida eterna a todos los que tú le has dado.”
En
este contexto el pueblo necesitaba pan y Paró dijo: “Id a Yosef y haced lo que
él os diga.” En Juan 2:5 el pueblo necesitaba vino y la madre de Yeshúa dijo a
los que servían: “Haced todo lo que El os diga.” Encontramos aquí los dos
ingredientes más importantes de las celebraciones judías, pan y vino. Sin
embargo, en Shabat primero se toma el vino y luego el pan, pero en estas
Escrituras aparece primero el pan y luego el vino, cf Génesis 14:18.
Esto
nos lleva a pensar en la mesa del Señor, donde primero se da el pan como
recuerdo de su cuerpo, y luego el vino, como recuerdo de su sangre, según está
escrito en 1 Corintios 11:23-26:
“Porque
yo recibí del Señor lo mismo que os he enseñado: que el Señor Yeshúa, la noche
en que fue entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo:
Esto es mi cuerpo que es para vosotros; haced esto en memoria de mí. De la
misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa
es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto cuantas veces la bebáis en memoria
de mí. Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte
del Señor proclamáis hasta que El venga.”
41:57
“Y de todos los países venían a Mitsrayim para comprar grano a Yosef, porque el
hambre era severa en toda la tierra.” – De la misma manera vendrán gentiles de
todos los países a recibir el pan de vida durante los siete años de
tribulación. Mashiaj es el salvador de todos los gentiles. El es el pan de
vida, como está escrito en Juan 6:35:
“Yeshúa
les dijo: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el
que cree en mí nunca tendrá sed.”
Los
que venían de todos los países no buscaban a otra persona que Yosef. De la
misma manera Yeshúa es el único que puede satisfacer el hambre espiritual de
los gentiles. Más adelante vemos que también los israelitas tendrán que
humillarse para recibir de él pan de vida para no morir.
De
esto aprendemos también que los únicos mensajes de la Torá que contienen suficiente
sustancia espiritual para poder satisfacer el hambre espiritual de los pueblos,
son los que vienen de Mashiaj ben Yosef.
42:6
“Y Yosef era el que mandaba en aquella tierra; él era quien vendía a todo el
pueblo de la tierra. Y llegaron los hermanos de Yosef y se postraron ante él
rostro en tierra.” – Aquí vemos un cumplimiento parcial del sueño de Yosef.
Todavía falta un hermano para que se cumpla del todo.
De
esto aprendemos que llegará un momento en la historia cuando los judíos, reconocerán
a Yeshua HaMashiaj como el portador de la torá viva.
En
Oseas 5:15 – 6:3 está escrito: “Me iré y volveré a mi lugar hasta que
reconozcan su culpa y busquen mi rostro; en su angustia me buscarán con
diligencia. Venid, volvamos al Eterno. Pues El nos ha desgarrado, y nos sanará;
nos ha herido, y nos vendará. Nos dará vida después de dos días, al tercer día
nos levantará y viviremos delante de El. Conozcamos, pues, esforcémonos por
conocer al Eterno. Su salida es tan cierta como la aurora, y El vendrá a
nosotros como la lluvia, como la lluvia de primavera que riega la tierra.”
Este
texto concuerda con Mateo 23:39 donde dice:“Porque os digo que desde ahora en adelante
no me veréis más hasta que digáis: "BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL
SEÑOR."”
Esto
lo dijo el Mesías después de su entrada triunfal en la ciudad. Está anunciando
otro evento que todavía no ha sucedido.
En
Hechos 3:12, 19-21 está escito:“Varones israelitas... Por tanto, arrepentíos y
volved a Eloha, para que vuestros pecados sean borrados, a fin de que tiempos
de refrigerio vengan de la presencia del Señor, y El envíe a Yeshúa, el Mesías
designado de antemano para vosotros, a quien el cielo debe recibir hasta los
tiempos de la restauración de todas las cosas, acerca de lo cual Eloha habló
por boca de sus santos profetas desde tiempos antiguos.”
Según
estos textos hay varias condiciones para que Yeshúa pueda regresar a la tierra:
1.
Tiene que haber un reconocimiento de la culpa y arrepentimiento en el pueblo de
Israel por haber negado a Yeshúa como el Mesías.
2.
Tiene que haber una búsqueda ferviente del Eterno en un tiempo de angustia, que
es la gran tribulación para Yaakov, según Jeremías 30:7.
3.
Tienen que pasar dos días, que son dos mil años, desde la primera venida del
Mesías.
4.
El pueblo judío tendrá que tener el domino y vivir en la ciudad de
Yerushalayim.
5.
Tienen que venir los tiempos de restauración de todas las cosas que han sido
habladas y escritas en los libros de los profetas.
6.
La mayoría de la población judía de Yerushalayim tendrá que decir a Yeshúa:
“¡Baruj Habá beShem YHWH!” Cuando todas estas cosas sucedan Yeshúa regresará a
la tierra para gobernar.
42:8
“Yosef había reconocido a sus hermanos, aunque ellos no lo habían reconocido.”
– De la misma manera Yeshúa ha reconocido al pueblo judío aunque la mayoría de
ellos no le han reconocido. El nunca desechará a su pueblo.
42:13
“Mas ellos dijeron: Tus siervos son doce hermanos, hijos del mismo padre en la
tierra de Kenáan; y he aquí, el menor está hoy con nuestro padre, y el otro ya
no existe.”
– La expresión “el otro no existe” aparece dos
veces en este relato, cf. verso 32. En el versículo 38 Yaakov dice que Yosef ha
muerto, cf. 44:20. Este es el mensaje que el pueblo judío ha estado repitiendo
durante casi dos mil años acerca de Yeshúa que murió pero fue resucitado por el
Eloha de Israel. Como Yosef seguía existiendo e incluso gobernando, así Yeshúa
sigue existiendo y gobernando a la diestra del Eloha de Israel en los cielos, y
en el segundo encuentro se dará a conocer a sus hermanos.
42:15
“En esto seréis probados; por vida de Paró que no saldréis de este lugar a
menos que vuestro hermano menor venga aquí.” – Para que el pueblo pueda
experimentar la redención final de las naciones y salir de Mitsrayim en su
segundo éxodo, es necesario que estén las doce tribus presentes.
42:17-18
“Y los puso a todos juntos bajo custodia por tres días. Y Yosef les dijo al tercer
día: Haced esto y viviréis, pues yo temo a Eloha” – Esto alude a la muerte y
resurrección del Mesías, que representa al resto de los hijos de Israel.
“al
tercer día...viviréis”, cf. Oseas 6:2.
Yosef
no tenía venganza en su corazón, como un buen israelita, según Levítico 19:18,
donde está escrito:
“No
te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu
prójimo como a ti mismo; yo soy el Eterno.”
Quinta
aliyá, 42:19 – 43:15
42:21 “Entonces se dijeron el uno al
otro: Verdaderamente somos culpables en cuanto a nuestro hermano, porque vimos
la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no lo escuchamos, por eso ha venido
sobre nosotros esta angustia.” – La razón por la que trató duramente a sus
hermanos fue porque el Eterno le estaba usando como un instrumento para
producir arrepentimiento en ellos. También fue porque necesitaban aprobar el
examen y mostrar que se habían arrepentido de verdad de su pecado.
Ahora
volvieron a estar en una situación semejante a la anterior y tenían la
oportunidad de rectificar, y no volver a abandonar al hermano, hijo de Rajel,
ni defraudar a su padre. Vemos como el trato de Yosef produjo un buen resultado
en ellos, como está escrito en 2 Corintios 7:10:
“Porque
la tristeza que es conforme a la voluntad de Eloha produce un arrepentimiento
que conduce a la salvación, sin dejar pesar; pero la tristeza del mundo produce
muerte.”
“la
angustia de su alma” – Así también el alma de Yeshúa se angustió cuando fue
vendido por sus hermanos y entregado en manos de los gentiles para morir, según
Isaías 53:11, donde está escrito:
“Debido
a la angustia de su alma, El lo verá y quedará satisfecho. Por su conocimiento,
el Justo, mi Siervo, justificará a muchos, y cargará las iniquidades de ellos.”
42:24
“Y se apartó de su lado y lloró. Y cuando volvió a ellos y les habló, tomó de
entre ellos a Shimón, y lo ató a la vista de sus hermanos.” – Reuvén, el
primogénito, no estaba de acuerdo con el maltrato de Yosef. Shimón, que era el
segundo, era un hombre sumamente violento, junto con su hermano Leví. Habían
asesinado a toda una ciudad. Shimón necesitaba un trato especial para poder
arrepentirse de su pecado y humillar su corazón duro. Esa fue la razón por la
que Yosef le tomó a él y le encerró.
42:25
“Yosef mandó que les llenaran sus vasijas de grano y que devolvieran el dinero
a cada uno poniéndolo en su saco, y que les dieran provisiones para el camino.
Y así se hizo con ellos.” – Aunque los hermanos no reconocieron a Yosef en su
primera visita, tuvieron la oportunidad de obtener grano para saciar su hambre
y vivir. De la misma manera hay varias enseñanzas que han sido recopiladas en la Mishná y el Talmud que
tienen su origen en las enseñanzas de Yeshúa. Es debido a que nuestro Rebe
estaba rodeado de escribas y fariseos en todo momento y ellos fueron impactados
por sus enseñanzas. Así el pan del Hijo de Yosef también ha estado alimentando
al pueblo judío desde su primer encuentro aunque no le hayan reconocido.
42:30
“El hombre, el señor de aquella tierra, nos habló duramente y nos tomó por
espías del país.” – Así sienten los judíos por el trato del mundo cristiano.
Los cristianos son los que peor han tratado al pueblo judío durante los últimos
dos mil años. El judío piensa que Jesucristo le odia. En el nombre de Jesús se
han cometido las cosas más crueles contra los judíos. Tanto las cruzadas como
la inquisición española y el exterminio nazi se hicieron en el nombre de
Jesucristo. Lamentablemente este trato cristiano tan duro es uno de los
impedimentos mayores para que el pueblo judío pueda reconocer al hijo de Yosef
como el Mesías. En lugar de provocar al judío a celos lo ha provocado a odio
contra su propio Mesías. ¡Esto tiene que cambiar! Cuando el Judío reconozca a
Yeshúa el judío, como su MASHIAJ y no a Jesús el romano.
Todo
esto debido a una teología anti judía y de reemplazo que es el mismo fundamento
del cristianismo. Ahora es el tiempo para derrumbar esa teología. Ahora es el
tiempo de la restauración de los conceptos originales de la única fe válida
para todos los siglos y para todas las personas, la fe hebrea.
43:8-9
“Y Yehudá dijo a su padre Israel: Envía al muchacho conmigo, y nos levantaremos
e iremos, para que vivamos y no perezcamos, tanto nosotros como tú y nuestros
pequeños. Yo me haré responsable de él; de mi mano lo demandarás. Si yo no te
lo vuelvo a traer y lo pongo delante de ti, que lleve yo la culpa para siempre
delante de ti” – Ahora Yehudá entra en la escena y toma el control de la
situación. El está dispuesto a responder por el hermano pequeño y ser culpable
para siempre si no es devuelto a su padre. Esto nos habla de la actitud del
Mesías, que nació por medio de Yehudá, que estaba dispuesto a responder, no
sólo por sus hermanos judíos, sino por el mundo entero. Para liberarnos de
nuestros pecados él tomó nuestra culpa y fue castigado en nuestro lugar para
que fuéramos liberados de las consecuencias de nuestros pecados, como está
escrito en 1 Juan 2:1-2:
“Hijitos
míos, os escribo estas cosas para que no pequéis. Y si alguno peca, Abogado
tenemos para con el Padre, a Yeshúa el Mesías el justo. El mismo es la
propiciación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros (los judíos),
sino también por los del mundo entero (los gentiles).”
En
2 Corintios 5:21 está escrito: “Al que no conoció pecado, le hizo pecado por
nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Eloha en él.”
Sexta
aliyá, 43:16-29
43:26, 28b “Cuando Yosef regresó a
casa, le trajeron el presente que tenían en su mano a la casa y se postraron
ante él en tierra... se inclinaron en reverencia.” – Por fin se cumplió el
primer sueño que había tenido Yosef acerca de sus hermanos. Ahora todos los
hermanos estaban reunidos y los once hermanos se inclinaban ante Yosef. Es
interesante que el sueño hablaba de atar gavillas en el campo de la cosecha. Es
evidente que ahora se estaban cosechando las almas de estos hermanos preciosos
para el Reino mesiánico que viene. Durante la angustia Yaakov se inclinará ante
el Mesías Yeshua y así también habrá una cosecha en el pueblo judío, como está
escrito en Oseas 6:11:
“Para
ti también, oh Yehudá (el pueblo judío), hay preparada una cosecha, cuando yo
restaure el bienestar de mi pueblo (las 12 tribus entre los gentiles).”
De
este texto también aprendemos que todo Israel, las doce tribus, un día se
inclinarán ante Ben Yosef”
Séptima
aliyá, 43:30 – 44:17
43:30 “Y Yosef se
apresuró a salir, pues se sintió profundamente conmovido a causa de su hermano
y buscó donde llorar; y entró en su aposento y lloró allí.” – Mashiaj ben Yosef
tiene una compasión especial por sus hermanos en la carne, aunque le han
tratado tan mal.
Yosef
se apartó por un tiempo y lloró por su amor por ellos antes de darse a conocer.
El aposento alude al lugar santísimo en el tabernáculo/Miskan celestial, donde
el Mesías está ministrando ahora llorando e intercediendo por los hijos de
Israel, como está escrito en Romanos 8:34:
“¿Quién
es el que condena? El Mesías Yeshúa es el que murió, sí, más aún, el que
resucitó, el que además está a la diestra de Eloha, el que también intercede
por nosotros.”
En
Hebreos 9:24 está escrito: “Porque el Mesías no entró en un lugar santo hecho
por manos, una representación del verdadero, sino en el cielo mismo, para
presentarse ahora en la presencia de Eloha por nosotros.”
43:34
“El les llevó porciones de su propia mesa, pero la porción de Binyamín era
cinco veces mayor que la de cualquiera de ellos. Bebieron, pues, y se
embriagaron con él.” – La Torá
no ha ocultado el hecho de que se embriagaron. (Lamentable muchas traducciones
cristianas sí lo han hecho al no traducir este versículo como está escrito
según el hebreo.) ¿Por qué se emborracharon si la borrachera no está permitida
según las Escrituras? ¿Y por qué la
Torá no ocultó este hecho vergonzoso de los doce hijos de
Israel? La respuesta es porque hay una proyección profética para lo que va a
ocurrir con la reunión de las doce tribus de Israel en los últimos tiempos bajo
la dirección del Mesías Yeshúa. En ese momento habrá un derramamiento del
Espíritu de Adonai que será semejante a una borrachera, semejante al que se ve
en Hechos 2:4, 15-16:
“Todos fueron llenos del
Espíritu de santidad y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu
les daba habilidad para expresarse... éstos no están borrachos como vosotros
suponéis, pues apenas es la hora tercera del día; sino que
esto es lo que fue dicho por medio del profeta Joel...”
En el Salmo 126:1-6 está
escrito: “Cántico de ascenso gradual. Cuando el Eterno hizo volver a los
cautivos de Tsión, éramos como los que sueñan. Entonces nuestra boca se llenó
de risa, y nuestra lengua de gritos de alegría; entonces dijeron entre las
naciones: Grandes cosas ha hecho el Eterno con ellos. Grandes
cosas ha hecho el Eterno con nosotros; estamos alegres. Haz volver, Eterno, a
nuestros cautivos, como las corrientes en el sur. Los que siembran con
lágrimas, segarán con gritos de júbilo. El que con lágrimas anda, llevando la
semilla de la siembra, en verdad volverá con gritos de alegría, trayendo sus
gavillas.”
En este Salmo vemos varias cosas que concuerdan
con el texto que estamos estudiando. El Eterno va a hacer que las doce tribus
se reúnan de nuevo. Entonces se producirá una euforia como en un sueño, con
risas y gritos de alegría y júbilo, como una borrachera. Esta vuelta se compara
con la alegría por la cosecha al traer sus gavillas. Esto conecta el evento de
la reunificación de las doce tribus con una gran cosecha de almas en los
últimos tiempos, como está escrito en Mateo 13:39b:
“la siega es el fin del
mundo, y los segadores son los ángeles.”
En Isaías 9:3 está
escrito: “Multiplicaste la nación, aumentaste su alegría; se
alegran en tu presencia como con la alegría de la cosecha, como se regocijan
los hombres cuando se reparten el botín.”
El almuerzo en la casa
de Yosef también representa la cena que se dará en el reino junto con el Mesías
y las doce tribus de Israel, como está escrito en Mateo 26:29:
“Y os digo que desde ahora no beberé más de este
fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con vosotros en el reino
de mi Padre.”
En Lucas 22:28-30 está
escrito: “Vosotros sois los que habéis
permanecido conmigo en mis pruebas; y así como mi Padre me ha otorgado un
reino, yo os otorgo que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino; y os
sentaréis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel.”
Una de las misiones del
Mesías Yeshúa (el Judío) es restaurar y
reunir las doce tribus de Israel, como está escrito en Isaías 49:5-6: “Y ahora
dice el Eterno (el que me formó desde el seno materno para ser su siervo, para
hacer que Yaakov vuelva a El y que Israel se reúna con El, porque honrado soy a
los ojos del Eterno y mi Eloha ha sido mi fortaleza), dice El:
Poca cosa es que tú seas mi siervo, para levantar las tribus de Yaakov y para
restaurar a los que quedaron de Israel; también te haré luz de las naciones,
para que mi salvación alcance hasta los confines de la tierra.”
Como la gran mayoría de los descendientes de las
doce tribus están entre los gentiles, esta restauración y reunificación implica
que los que de ellos son del Mesías entre los gentiles experimenten una fuerza
increíble que los llevará a unirse con sus hermanos judíos para ser un solo
pueblo.
El
movimiento llamado mesiánico o raíces hebreas es el inicio de esta
reunificación entre gentiles, donde están las tribus perdidas, y judíos en el
Mesías Yeshúa. Cada vez más personas se integran en este movimiento de la
redención final de Israel de las naciones y la reunificación de las doce
tribus. ¿Cuántos sienten ya algo de esta borrachera? ¡Habrá mucho más! ¡¡Esto
es sólo el inicio!!
44:14
“Yehudá llegó con sus hermanos a casa de Yosef, él estaba aún allí, y ellos
cayeron a tierra delante de él.” – En este tiempo hay esfuerzos tanto de los
judíos ortodoxos como de los judíos mesiánicos de ir a buscar “la casa de
Yosef”, las diez tribus perdidas entre las naciones. El Eterno está
impulsándonos a hacer esto porque se está acercando el momento cuando el Hijo
de Yosef se va a dar a conocer a sus hermanos.
Aquí vemos que los once hijos de Israel se
inclinan otra vez ante Yosef. Por segunda vez se cumplió el sueño.
Este texto nos induce a pensar que los judíos
reconocerán a Yeshúa en la casa de Yosef. La casa de Yosef son las diez tribus
perdidas que están volviendo a casa en este tiempo.
Este texto también nos
enseña que muchos judíos se inclinarán ante un Mesías gentilizado, en un
contexto extraño, que es el mundo cristiano. Desde el año 1967, cada vez más
judíos se han hecho cristianos y “mesiánicos” (que en su mayoría son cristianos
que tienen un tinte judío pero que mantienen la teología cristiana que no les
permite ser fieles ni a la Torá
ni a las tradiciones judías) y así han adaptado costumbres “mitsritas” que no
tienen nada que ver con la fe hebrea. Han reconocido a “Jesucristo” como su
salvador en un ambiente cristiano, pero no le han visto todavía como un judío
practicante de la Torá
dada Moshé y fiel a las tradiciones de su pueblo. ¡Ellos tendrán una gran
sorpresa cuando él se manifieste como el que realmente es!
44:16 “Entonces
dijo Yehudá: ¿Qué podemos decir a mi señor? ¿Qué podemos hablar y cómo nos
justificaremos? Eloha ha descubierto la iniquidad de tus siervos; he
aquí, somos esclavos de mi señor, tanto nosotros como aquel en cuyo poder fue
encontrada la copa.” – La iniquidad de la
cual Yehudá está hablando, no es el robo de la copa, puesto que eran inocentes,
sino lo que habían hecho con su hermano Yosef. Yehudá, que es el padre de los
judíos, es el que va en la brecha para presentarse ante Yosef y pedir
misericordia. Este es el momento crucial de toda la historia de Yosef, cuando
Yehudá muestra arrepentimiento por haber vendido a su hermano. Cuando el pueblo
judío reconozca su grave error de haber negado a Yeshúa, él se dará a conocer.
Y de eso hablaremos más en la próxima Parashá. ¡No la pierda!
¡Shabat
shalom!
Recopilado
por. ORLANDO UNDA RAMIREZ
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