PARASHA 15 BO
Éxodo 10:1 – 13:16
Para ser leída y estudiada en el
Shabat del 6 de Shevat de 5.779 (Enero 12 de 2.019)
Aliyás de la Torá:
1.
10:1-11
2.
10:12-23
3.
10:24 – 11:3
4.
11:4 – 12:20
5.
12:21-28
6.
12:29-51
7.
13:1-16
Haftará: Jeremías 46:13-28
Código Real (HaTsofen HaMaljutí): Lucas 5:12 – 7:50
Bo
Significa
“ven”.
Primera
aliyá, 10:1-11
EL ETRNO le dice a
Moshé que venga a Paró (faraón). El Eterno ha hecho pesado los corazones de
Paró (faraón) y sus siervos para hacer grandes señales que serán contados a los
hijos y a los nietos de los israelitas, y también para que los hijos de Israel
sepan que él es ELOHA. Moshé y Aharón se presentan ante Paró y le pide que deje
ir al pueblo hebreo. Si no lo hace vendrán langostas que cubrirán la tierra y
comerán lo que se quedó del granizo y llenarán las casas. Será algo que nunca
se ha visto antes. Cuando Moshé sale, los siervos le dicen a Paró que deje que
el pueblo sirva a ELOHA porque Mitsrayim está destruido. Hacen volver a Moshé y
Aharón y Paró les dice que vayan a servir a EDONAY. Al preguntar quiénes van a
ir, Moshé contesta que irán con jóvenes y ancianos, hijos e hijas, ovejas y
vacas porque se va a hacer una fiesta al Eterno. Paró dice que están pensando
hacer mal. Sólo deja ir a los hombres. Luego los expulsa de su presencia.
Segunda
aliyá, 10:12-23
Por orden de ELOHIM
Moshé extiende su mano y el Eterno hace soplar un viento fuerte del oriente
todo el día y toda la noche que trae langostas que se asientan en todo el
territorio de Mitsrayim y el país se oscurece. Comen todo lo que quedó desde el
granizo y no dejan nada verde. Paró llama a Moshé y a Aharón y reconoce que ha
pecado. Pide que se le perdone y que oren para que se quite la langosta. Moshé
ora y un fuerte viento occidental arroja las langostas en el mar de Cañas
(Rojo). Pero ELOHA fortalece el corazón de Paró y no deja ir a los hijos de
Israel.
Por mandato
de ELOHA Moshé extiende su mano sobre el cielo y hay tinieblas sobre todo
Mitsrayim durante tres días de modo que nadie se ve ni se levanta. Pero los
hijos de Israel tienen luz donde moran.
Tercera
aliyá, 10:24 – 11:3
Paró llama a Moshé y
dice que pueden ir a servir al Eterno con los pequeños, pero dejando el ganado.
Moshé dice que Paró también tendrá que darles sacrificios y por eso el ganado
tendrá que ir también. Pero ELOHA fortalece el corazón de Paró y no los deja.
Paró dice a Moshé que se aparte y que no vuelva a ver su rostro, porque
entonces morirá. Moshé dice que habló bien porque no volverá a ver su rostro.
ELOHIM dice
que va a traer una plaga más sobre Paró y sobre Mitsrayim y entonces echará a
los hijos de Israel completamente. El pueblo tendrá que pedir de sus vecinos
objetos preciosos. El Eterno hace que el pueblo gana el favor de los mitsríes.
También Moshé es muy estimado en todo Mitsrayim.
Cuarta aliyá, 11:4 – 12:20
Moshé dice
a Paró que ELOHA va a salir por la noche por todo Mitsrayim y entonces morirá
todo primogénito, de los hombres y del ganado. Habrá un gran clamor en todo
Mitsrayim como nunca ha habido antes ni habrá. Pero los hijos de Israel no
sufrirán daño, para que sepan como ADONAY hace diferencia entre Mitsrayim e
Israel. Todos los siervos de Paró se inclinarán a Moshé pidiendo que salga con
el pueblo y entonces saldrá. Moshé sale de Paró ardiendo en ira. Paró no
escucha para que las maravillas del Eterno se multipliquen en Mitsrayim. Moshé
y Aharón han hecho todas estas maravillas ante Paró, pero ELOHA ha fortalecido
su corazón y no deja salir de su tierra a los hijos de Israel.
ELOHA dice
que este mes será el primer mes del año para los hijos de Israel. El día diez
del primer mes cada padre tendrá que traer a su casa un cordero o un cabrito.
El que tiene una familia pequeña podrá juntarse con el vecino más cercano para
que juntos puedan comer un cordero o un cabrito entero, según el número de
personas. El cordero o el cabrito será un macho, sin defecto, que esté en su
primer año. Será guardado hasta el día 14 para ser sacrificado por la tarde.
Parte de la sangre será puesta en los dos postes y en el dintel de la casa
donde lo coman. Hay que comer la carne esa noche, asada al fuego, junto con pan
sin levadura y hierbas amargas. No se puede comer crudo ni hervido, sino asado,
con cabeza, patas y entrañas. No se puede dejar nada para la mañana siguiente.
Lo que quede tendrá que ser quemado en fuego. Hay que comerlo rápido, vestido
para salir. Es el Pesaj del Eterno.
Esa noche
ELOHIM pasará por Mitsrayim para matar todo primogénito. Todos los Elohaes
serán juzgados por EL’. La sangre será señal para los hijos de Israel. Cuando
ELOHA vea la sangre saltará sobre ellos y ninguna plaga los tocará. Ese día
será recordada con la celebración de una fiesta al Eterno por todas las
generaciones.
Siete días
se comerá panes sin levadura. Antes del primer día hay que quitar toda levadura
de la casa. La persona que coma algo leudado durante los siete días será
cortada de Israel. El primer día y en el séptimo días habrá santas
convocaciones. En esos días sólo se puede trabajar preparando la comida que se
va a comer.
Hay que
guardar los panes sin levadura, porque en ese día ELOHA sacó a los ejércitos de
Israel de Mitsrayim. Ese día será guardado de generación en generación. Se
comerán panes sin levadura el primer mes desde el día 14 del mes por la tarde
hasta el día 21 del mes por la tarde. Está prohibido tener algo leudado en casa
durante ese tiempo y el que coma algo leudado será cortado de la congregación,
sea peregrino o nativo. Nada leudado se comerá, sino panes sin levadura en todo
lugar.
Quinta
aliyá, 12:21-28
Moshé convoca a los ancianos y les da instrucciones para preparar y sacrificar el Pesaj. Tendrán que usar hisopo
para manchar el dintel y los postes de la puerta. No se puede salir de la puerta hasta la mañana. Cuando ELOHIM vea la sangre pasará sobre la puerta y el ángel destructor no tendrá permiso para entrar. Esta ordenanza será guardada para siempre en la Tierra prometida. Cuando los hijos pregunten qué significa este servicio, hay que contestarles que es un sacrifico de Pesaj al Eterno que pasó por nuestras casas al herir a los mitsríes. El pueblo hace reverencia y luego hace tal como ELOHA mandado.
Sexta
aliyá, 12:29-51
A la medianoche ELOHIM
hiere a todos los primogénitos de Mitsrayim. Paró, sus siervos y todos los
mitsríes se levantan y claman. En todo hogar hay alguien muerto. Paró llama a
Moshé y Aharón diciéndoles que se vayan a adorar aE LOHA con todo lo que han
dicho. Los mitsríes apremian al pueblo para que salga porque piensan que todos
van a ser muertos. El pueblo toma la masa sobre sus hombros antes de que se
leudara. Los hijos de Israel piden objetos de valor y ropa de los mitsríes,
según las instrucciones de Moshé, y les conceden lo que piden, despojando a los
mitsríes.Los hijos de Israel, que son unos 600.000 varones sin contar los niños, parten de a pie de Ramsés hacia Sukot. Con ellos sube una multitud mixta y mucho ganado. De la masa coceen tortas de pan sin levadura. El tiempo que los hijos de Israel habitaron en Mitsrayim fue de 430 años exactos. Esa noche es vigilia para ELOHA para ser guardada por todos los hijos de Israel por todas las generaciones.
Ningún extranjero podrá comer del Pesaj. Un esclavo de un israelita podrá comerlo si se circuncida. Un peregrino o jornalero no podrá comerlo. Hay que comerlo en una casa. No se puede sacar su carne fuera de la casa ni quebrantar ninguno de sus huesos. Toda la congregación de Israel tendrá que hacer esto. Si un residente quiere celebrar Pesaj al Eterno, tendrá que circuncidar todo varón de su familia. Él será como un nacido en el país. Ningún incircunciso comerá de él. El residente y el nativo tendrán la misma ley.
Los hijos de Israel hacen tal como HaShem ha mandado a Moshé y Aharón. Ese mismo día HaShem los saca de Mitsrayim en orden.
Séptima
aliyá, 13:1-16
El Eterno habla con Moshé y dice que hay que consagrarle todo primogénito de
Israel, de hombres y animales. Moshé dice al pueblo que se acuerde del día
cuando el Eterno los sacó de la casa de esclavos y no comerán nada leudado. El
mes de Aviv es el de la salida. Cuando el pueblo es llevado a la tierra
prometida tendrá que hacer este servicio en ese mes. Hay que comer matsá
durante siete días. En el séptimo día hay fiesta para el Eterno. Nada leudado
se puede ver en todo el territorio. Cada uno tiene que contar a su hijo que
esto lo hace porque el Eterno le sacó de Mitsrayim. Hay que poner esto como
señal en la mano y un recordatorio entre los ojos para que la Torá del Eterno
esté en la boca. De año en año hay que guardar esta ordenanza.
Al llegar a la tierra
prometida hay que pasar al Eterno todo macho que abre matriz tanto de hombre
como de ganado. Los primogénitos de los asnos serán redimidos con un cordero, o
matado. Todo hijo primogénito será redimido. Cuando el hijo pregunta sobre esto
hay que decirle que el Eterno nos sacó con mano fuerte de Mitsrayim, la casa de
esclavitud. Cuando Paró no nos dejó, ELOHA mató a todo primogénito en
Mitsrayim, de hombres hasta animales. Por eso se sacrifican todos los machos primogénitos de
los animales al Eterno pero todos los primogénitos de los hijos son redimidos.
Esto será como señal en la mano y insignias entre los ojos, porque ADONAY nos
sacó de Mitsrayim con poder.
Reflexión – Pensemos
Para esta parasha me he
valido de los comentarios del diccionario del internet, tratando de encontrar
la versión del mundo sobre las plagas que Eloha con mediación de Mosha y Aarón
dispuso para sacar del yugo egipcio a su pueble Yisrael.
Esta ocasión vamos examinar
las plagas enviadas a Egipto (Mitzrayim) por el endurecimiento del corazón
del Faraón (Paroh)
·
·
Las 10 plagas de Egipto (מכות מצרים o Makot
Mitzrayim), también conocidas simplemente como las diez plagas, son
una serie de calamidades sobrenaturales que, según la Torá, Eloha infligió
a los egipcios para que el soberano
egipcio dejara partir a
los hebreos de Egipto.
La narración
aparece en el segundo libro del la
Torá, el Éxodo (en hebreo Shemot). Este libro describe cómo Moshe y Aarón aperciben
al faraón que, de no liberar a su pueblo, Eloha les castigaría de manera
sucesiva con diez grandes males que caerían sobre Egipto. Conforme al relato,
sólo después de la última plaga el rey de Egipto libraría al pueblo hebreo de
la esclavitud. El comienzo de las maldiciones (Éxodo 5:1-5:9, 7:8-7:13)
Moshe y Aarón se acercaron al
faraón y le entregaron la demanda encomendada por Eloha, que exigía que los
esclavos israelitas pudieran salir de Egipto a fin de que pudieran adorar a su Eloha
libremente. Tras una primera negativa del faraón, Eloha envió a Moshe y a Aarón
de nuevo a mostrarle un milagroso signo de advertencia. El cayado (vara de madera)
de Aarón se convirtió en un reptil. Los brujos del faraón también pudieron
convertir una vara en serpiente, sin embargo, la otra serpiente se tragó a las
serpientes de los brujos. Aún así el faraón rechazó las peticiones de los
hermanos.
Cabe anotar que existe el
poder del mal aquí representado en poder de los brujos egipcios, pero
igualmente vemos que este poder está limitado frente a la majestad del Creador.
Igualmente se revela que el
mal como el bien está manifestados en el poder de la emuná, es decir en lo que podamos
creer a quien le creamos. Los hermanos Moshe y Aarón tenían la convicción de
que su vara transformada en reptil tenía el respaldo del Creador de todo el
universo, por lo tanto, esta escena manifestaría que Su poder está por encima
de toda creación.
La existencia del poder del
mal es para el hombre un regulador de su libre albedrío ya que al no existir,
el hombre perdería su libertad y capacidad de decidir.
Un solo reptil destruyó a los
reptiles de los hechiceros y brujos que asesoraban al Faraón.
¿Porque Eloha permitió esto?,
para mostrar su poder y dominio sobre toda naturaleza y que el pueblo que se
proponía liberar por encima de
los demás pueblos, que también son suyos, pera este era de su exclusividad para
su servicio.
Las 10 plagas de Egipto
1 - Las
aguas se convierten en sangre (Éxodo 7,14-24)
La primera plaga fue la de
la sangre.
Eloha dio instrucciones a Moshe para que levantara su cayado sobre el río Nilo. Como consecuencia,
toda el agua se convirtió en sangre, matando a todos los peces del río y
llenando Egipto de un olor nauseabundo durante siete días. Los hechiceros del
faraón demostraron entonces que también ellos podían convertir el agua en
sangre y el faraón, por lo tanto, no cedió ante las demandas de Moshe.
La falta de conocimiento y la prepotencia
con relación al Eterno hace al hombre que sea terco y apoyado en su propia
opinión, creyendo que el es quien sabe y puede acarrea sufrimientos personales
y colectivos. Esta es una nueva oportunidad para mostrar el poder del Creador,
haciendo pasar al arrogante por dificultades.
2 - La plaga
de las ranas (Éxodo 8,1-15)
La segunda plaga de Egipto
fueron los sapos.
Eloha dio instrucciones a Moshe de que dijera a Aarón que estirase su vara
sobre el agua y manadas de sapos invadieron Egipto. Los hechiceros del faraón
fueron capaces de duplicar esta plaga con su magia. Sin embargo, dado que no
pudieron eliminarla, el faraón se vio obligado a conceder a Moshe el permiso de
salir a los israelitas, a cambio de que éste accediera a acabar con ella. Para
convencer al faraón de que realmente la plaga era un castigo divino, Moshe dejó
que el faraón eligiera el momento en el que terminaría la plaga. El faraón
eligió como fecha el día siguiente, y todas las ranas murieron a la hora
señalada. Sin embargo, el faraón revocó su autorización y los Israelitas permanecieron
en Egipto.
Cuando la dificultad asedia
nuestra vida muchas veces actuamos como el faraón. En la angustia aceptamos y buscamos
de la protección Divina, pero luego de que se ha superado el problema nos
olvidamos del Eterno y volvemos las andanzas que causaron el castigo y entramos
en la duda de la bondad de Eloha
3 - Los
piojos (Éxodo 8,16-19)
Dijo el Eterno a Moshe:
"Di a Aarón: Extiende tu cayado y golpea el polvo de la tierra que se
convertirá en piojos sobre todo el país de Egipto." Así lo hicieron: Aarón
extendió su mano con el cayado y golpeó el polvo de la tierra; y hubo piojos
sobre los hombres y sobre los ganados. Todo el polvo de la tierra se convirtió
en mosquitos sobre todo el país de Egipto." (Éxodo 8:12-13) Éxodo 8:25
4 - Las
moscas (Éxodo 8,20-32)
La cuarta plaga de Egipto fue
de criaturas capaces de dañar a las personas y al ganado. La Torá enfatiza que
los ‘arob (עָרוֹב, que significa
"mezcla" o "enjambre") sólo vinieron en contra de los
Egipcios, y que no afecto la Tierra de Gosén (donde vivían los Israelitas). El
Faraón le pidió a Moshe eliminar esta plaga y prometió permitir la libertad de
los Israelitas. Sin embargo, después de que la plaga se fue, el Eterno
"endureció el corazón de Faraón," y rehusó mantener su promesa.
La palabra ‘arob ha
causado diferencias de opiniones entre intérpretes tradicionales. El
significado puede estar relacionado con "mezcla". Mientras la mayoría
de los intérpretes tradicionales entienden la plaga como "animales
salvajes" (tales como leones, serpientes venenosas, rinocerontes), Gesenius
junto con muchos intérpretes modernos entienden la plaga como un enjambre de
moscas o tábanos.
5 - La
terrible peste sobre el ganado (Éxodo 9,1-7)
La quinta plaga de Egipto fue
una terrible peste que exterminó a los ganados egipcios,
ya fueran caballos, burros, camellos, vacas, ovejas o cabras. El ganado
israelita resultó, una vez más, ileso. De nuevo, el faraón no hizo concesiones.
6 - Las
úlceras (Éxodo 9,8-12)
La sexta plaga de Egipto fue
una enfermedad cutánea que suele traducirse como "úlcera"
o "sarpullido".
Eloha le dijo a Moshe y Aarón que cada uno tomase dos puñados de hollín de un
horno, el cual Moshe dispersó en el cielo en presencia del faraón. El hollín
provocó úlceras en el pueblo y el ganado egipcio. Los hechiceros egipcios
resultaron afectados junto con todos los demás y murieron, sin poder sanarse,
mucho menos el resto de Egipto, pero ninguna de las plagas tocaron Israel.
No olvidemos que Gosén es el
territorio egipcio en donde habitaban los israelitas. Lo anterior indica que el
pueblo escogido puede ser librado de castigo aun en tierra extranjera, cuando
andan bajo cobertura Divina-
7 - La
lluvia de Granizo y Fuego (Éxodo 9,13-35)
La séptima plaga de Egipto fue
una destructiva tormenta. Eloha le dijo a Moshe que estirase su vara hacia el
cielo, punto en el cual la tormenta comenzó. Era incluso más sobrenatural que
las plagas anteriores, una poderosa ducha de granizo mezclada con fuego. La
tormenta dañó gravemente a los huertos y cultivos egipcios, así como a las
personas y al ganado. La tormenta azotó todo Egipto excepto la tierra de Gosén.
El faraón le pidió a Moshe que eliminara esta plaga y prometió permitir a los
israelitas adorar a Eloha en el desierto, diciendo que "este tiempo he
pecado; Eloha es justo, yo y mi pueblo somos malvados". Como una
demostración de dominio de Eloha sobre el mundo, la lluvia se detuvo tan pronto
como Moshe comenzó a orar a Eloha. Sin embargo, después de que la tormenta
cesara, el faraón de nuevo "endureció su corazón" y se negó a
mantener su promesa.
8- Las
langostas (Éxodo 10,1-20)
La octava plaga de Egipto
fueron las langostas. Antes de la plaga, Moshe llegó al faraón y
le advirtió de la inminente plaga de langostas. Los funcionarios del faraón le
suplicaron que permitiera que los israelitas fueran libres, ya que iban a
sufrir los efectos devastadores de una plaga de langostas, pero éste aún era
renuente a ceder. El orador propuso entonces un compromiso: los hombres
israelitas serían autorizados a marcharse, mientras que las mujeres, niños y
ganado se quedarían en Egipto. Moshe demandó que cada persona y animal se
fuera, pero el faraón se negó. Eloha entonces le dijo a Moshe que estirase su
vara sobre Egipto y recogió un viento del este. El viento se mantuvo hasta el
día siguiente, trayendo un enjambre de langostas. La nube cubrió el cielo,
arrojó sombras sobre Egipto y consumió el resto de los cultivos egipcios,
acabando con todos los árboles y las plantas. El faraón volvió a pedirle a Moshe
que eliminase esta plaga y se comprometió a permitir que todos los israelitas
pudiesen adorar a Eloha en el desierto. La plaga desapareció, pero de nuevo no
permitió a los israelitas salir.
9 - Las
Tinieblas (Éxodo 10,21-29)
En la novena plaga, Eloha le
dijo a Moshe que estirase sus manos al cielo , para que la oscuridad cayera
sobre Egipto. Esta oscuridad era tan pesada que un egipcio podía sentirla
físicamente. Duró tres días, tiempo durante el cual sólo hubo luz en las casas
de los israelitas. El faraón entonces hizo llamar a Moshe y le dijo que dejaría
salir a todos los israelitas si las tinieblas eran retiradas de su tierra. Sin
embargo, exigió que las ovejas y vacas se quedasen; Moshe lo rechazó y dijo que
en poco tiempo el faraón ofrecería muchos animales para ser sacrificados. El
faraón, indignado, amenazó con ejecutar a Moshe si volvía a aparecer ante él. Moshe
contestó en efecto que no visitaría al faraón nuevamente.
Esta novena plaga era
especialmente significativa. Se trataba de un ataque directo al Faraón, ya
que Ra era el dios egipcio del Sol. La plaga
de oscuridad demostraba que el Eloha de Moshe era más poderoso que el del
faraón.
10 - La
muerte de todos los primogénitos (Éxodo 11,1-10; 12,29-36)
La décima y última plaga fue
la muerte de todos los primogénitos de Egipto. Eloha ordenó a los hebreos
marcar sus puertas con la sangre de un cordero, ya que de esta forma no
entraría el ángel de la muerte en sus casas para matar a sus primogénitos.
Primero, el ángel de la muerte fue al pueblo de Gosén para comenzar su misión,
pero no actuó gracias a la sangre del cordero puesta en los umbrales de las
puertas. Continúo su avance por Egipto y como no había ninguna puerta marcada
con la sangre de cordero, éste mató a los primogénitos egipcios, incluyendo al
hijo del faraón. Este fue el golpe más duro a Egipto y la plaga que finalmente
convenció al faraón de que debía liberar a los hebreos. Después se arrepintió y
fue en su busca pero, fue atajado por los muros de agua marina que volvieron a
su estado natural por orden de Moshe y el gobernante, junto con su
ejército mueren en el Mar de los junkos.
El hombre busca causas físicas
naturales para minimizar las manifestaciones espirituales.
Expertos de todo el mundo
ofrecen diversas explicaciones científicas, muchas veces controvertidas, que
darían
cuenta de las diez plagas
bíblicas y del éxodo masivo del pueblo hebreo de Egipto.
En el documental El
secreto de las diez Plagas de National Geographic apuntan a dar una serie de
explicaciones climatológicas sobre cómo podrían haberse dado las 10 plagas de
forma natural. Por ejemplo, explican que la causa podría haber comenzado con
la erupción del volcán de la isla de Santorini, Grecia,
en torno al año 1500 a.e.c. que habrían provocado
terremotos que causarían escapes de dióxido de carbono y de hierro cerca
del Nilo,
los cuales al entrar en contacto con el oxígeno,
formarían hidróxido de hierro. Éste tornaría el agua de color rojo,
desencadenando la serie de sucesos que explicarían las diez plagas. La falta
de oxígeno generada
por la precipitación del hidróxido de sodio en el agua, provoca que todos los
peces mueran. Esto da origen a la segunda plaga, las ranas, que a diferencia de
los peces, pueden salir de las aguas contaminadas. La carencia de agua limpia
crea el ambiente propicio para la aparición de los piojos (tercera plaga), las
moscas (cuarta plaga) y las epidemias bacterianas entre los seres humanos y los
demás animales (quinta plaga). Paralelamente, el dióxido de carbono mezclado con el aire
indujo a la gente a una especie de coma, reduciendo la circulación sanguínea en
la piel causando sarpullidos (sexta plaga). El granizo con fuego, a lo que los
científicos llaman granizo volcánico (séptima plaga), era procedente de la
erupción en Santorini. Cuando la nube de cenizas alcanzó la estratósfera,
se mezcla con la humedad y forman una piedra muy similar al granizo. Las bajas
temperaturas provocan que nubes de langostas en masa se posen en Egipto (octava
plaga). La nube de cenizas de 40 km de altura por 200 km de diámetro alcanza el
delta del Nilo y provoca oscuridad (novena plaga). Tras la ceremonia que Moshe había
ordenado realizar a los israelitas - y que acabaría siendo conocida como la
cena de Pesaj. Los egipcios dormían,
entonces, la fuga de gas que había provocado las primeras plagas al fin entró
en erupción. El dióxido de carbono se filtró a la
superficie, y dado que es más pesado que el aire, mataría por asfixia a la
gente que dormía antes de disiparse en la atmósfera.
Como los primogénitos de los egipcios gozaban de privilegios por ser los herederos
de las propiedades y demás bienes, dormían en camas casi pegadas al suelo,
mientras que los demás miembros de la familia dormían en los segundos pisos.
Los israelitas, sin darse cuenta de lo que pasaba, pintaron con la sangre de
cordero las puertas de sus casas para evitar que sucediera lo mismo que con los
egipcios.
Lo
anterior es explicación científica para que quienes descartan o niegan la
intervención espiritual celestial y así justifiquen los acontecimientos. Lo
cierto es que no están negando lo que pasó, sino atribuyendo a causas naturales
lo cual ratifica la veracidad de los hechos.
La
versión científica afirma que el relato bíblico es cierto y nos permite a los creyentes
pensar que de estos fenómenos físicos se valió Eloha para materializar sus
designios. Que el relato bíblico no narra bajo que efecto físico actuó. Y
sucedió en los momentos en que Moshe cumplía con los mandatos del Eterno permitiéndonos
por nuestra emuná (fe) ver los milagros y portentos que el Creador realizó por
mediación de su ungido Moshe, sin importar de que elementos se valió el Eterno
para materializar sus ordenes.
Lo
que nos queda claro es que la biblia no miente y que lo que sucedió pasó,
cualquiera sea la formula tomada de su
creación para producir dicho efectos.
Conclusión
El
pueblo Kadosh había sido formado con propósitos definidos para servir al
Eterno, como luz resplandeciente para llevar su mensaje de salvación a las
naciones.
La
soberbia de un gobernante lleva sus gobernados a la destrucción personal y
colectiva.
El
desconocimiento del Eterno no nos permite ver su grandeza convirtiéndonos en
sus detractores permanentes.
El
sabio en su propia opinión solo reconoce su error cuando la adversidad lo agobia
y es allí donde da paso a la aceptación de que existe un ser Supremo y cuando
recibe la bendición vuelve a sus andanzas. La mala conducta recúrrete lleva a
la destrucción de su entorno familiar, social y personal.
Pidamos
a nuestro Abba toma posesión de nuestras vidas para aplastar el orgullo y prepotencia,
abriendo nuestras mentes al entendimiento y aceptación de la voluntad de
nuestro Creador.
¡SHABAT
SHALOM!
Por:
HOSHEA BEN YISRAEL
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