viernes, 22 de agosto de 2025

Parashá 47 Reé

 

Parashá 47 Reé

Deuteronomio 11:26 – 16:17

Para ser compartida en el Shabat del  29 de AV de 5785 /agosto22 de 2025

 

Aliyás de la Torá:

1. 11:26 – 12:10

2. 12:11 – 12:28

3. 12:29 – 13:18 (19 heb.)

4. 14:1-21

5. 14:22-29

6. 15:1-18

7. 15:19 – 16:17

 

Haftará: Isaías 54:11 – 55:5

 

Los Escritos Mesiánicos: Revelación 7:9 – 9:21

  1. Revelación 7:9-17
  2. Revelación 8:1-5
  3. Revelación 8:6-13
  4. Revelación 9:1-10
  5. Revelación 9:11-21

 

Reé

Significa ¡observa! Es más fuerte que shemá que habla de oír y obedecer. Reé tiene que

ver con una percepción más profunda, una visión interior, con los ojos del corazón.

 

Comentarios

En esta semana haremos referencia a la 3ª. Y 4ª. Aliyot de la parashá de esta semana

 

Tercera aliyá, 12:29 – 13:18 (19 heb.)

 

IDOLATRIA

12:30 “cuídate de que no seas atraído tras ellos, después que hayan sido destruidas delante

de ti, y de no buscar sus Elohaes, diciendo: "¿Cómo servían estas naciones a sus Elohaes para que yo haga lo mismo?"( ) – En este texto vemos la gran importancia de ser muy radical en cuanto a la idolatría y todo lo que tiene que ver con el culto pagano, tan radical que hasta hay que estar dispuesto a entregar los familiares más íntimos a la corte de justicia para su ejecución, tan radical que hay que estar dispuesto a eliminar todos los habitantes de una ciudad y quemarla como ofrenda al ETERNO de manera que nunca más sea reconstruida. La idolatría es tan maligna y tan contagiosa que la Torá establece un comportamiento sumamente violento para erradicarla de en medio de Israel. Esa es la actitud que EL ETERNO quiere que tengamos siempre. Tenemos que hacernos la pregunta: ¿tengo algo en mi vida que está conectado con el culto de otra religión que no sea la de la Torá? ¿Hay algo en mi casa que conecta con la idolatría?

¿Estoy viendo, o permitiendo que mis hijos vean programas de televisión que tienen que

ver con la brujería?, etc. etc. Si vemos algo en nuestras vidas que puede dar lugar a la

idolatría, hay que ser violento con sigo mismo, como dice nuestro Maestro en Mateo

5:29a:

“si tu ojo derecho te es ocasión de caer, arráncalo y échalo de ti…”

Debemos tener una actitud muy radical contra la seducción, incluso en nuestras propias

vidas. La gente hoy en día busca experiencias espirituales. Buscan milagros, señales y

profecías. No les importa tanto si las fuentes de estas manifestaciones están afines con la

Torá o no. Les importa más la sensación que estas experiencias producen en sus almas y

en sus cuerpos, que la revelación pura de la Palabra del ETERNO. Yeshúa habló de estos

movimientos en los últimos tiempos. Dijo que habría grandes señales y prodigios

producidos por los falsos profetas, como está escrito en Mateo 24:4-5, 11, 24:

 

Respondiendo Yeshúa, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos

en mi nombre, diciendo: Yo soy el Mesías (“ungido”); y a muchos engañarán... Y se

levantarán muchos falsos profetas, y a muchos engañarán... Porque se levantarán falsos

Mesías y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios, para así engañar, de

ser posible, aun a los escogidos.”

 

Hoy en día se habla mucho de los predicadores “ungidos”. ¡Cuidado! ¡No todo lo que

reluce es oro! Tanto en la Torá de Moshé, como entre los Profetas de las Escrituras,

como en la boca del Mesías, hay advertencias muy claras contra los profetas falsos. Es

fácil ser engañado. Las apariencias pueden engañarnos. Nuestras emociones pueden

hacer que creamos en los profetas falsos y que nos metamos en movimientos engañosos.

La Torá de Moshé nos dice cómo podemos saber si los profetas son verdaderos o falsos.

Si dicen que la Ley de Moshé pasó a la historia, o que haya sido abolida por medio de

“Jesucristo”, son falsos profetas, por muchos milagros que hagan. La regla que tenemos

para medir a los profetas, no es si tienen poder o no, sino si su poder, su mensaje y, ante

todo, su estilo de vida personal, están de acuerdo con la Torá de Moshé, y con las

enseñanzas de los Escritos Mesiánicos. El que enseña a los demás que Yeshúa no es el

Mesías de Israel es un falso maestro, porque se ha aparatado de la Torá de Moshé que

escribe de él en todas las páginas.

La caricatura lamentable, que ha sido muy extendida por el mundo, que presenta a Jesús

como el fundador de una nueva religión, no tiene mucho en común con el verdadero

Yeshúa HaMashíaj. La Torá de Moshé, los Profetas, las Escrituras – Tanaj – y los

Escritos Mesiánicos, enseñan que:

Yeshúa no enseñó a sus discípulos a apartarse de Moshé o las costumbres de

Israel.

Yeshúa no fundó una nueva religión ni dijo que sus seguidores lo hicieran.

Yeshúa no mezcló sus enseñanzas o prácticas con elementos paganos.

Por lo tanto una religión que ha hecho todas estas cosas, no es un producto del Mesías

de Israel ni de sus seguidores, sino el resultado de una gran apostasía, mencionada por

los discípulos del Maestro Yeshúa en los Escritos Mesiánicos, cf. 2 Pedro 2; Judas;

Hechos 20:29-30. Sí Yeshúa hubiera hecho alguna o varias de estas tres cosas, no sería

el Mesías prometido a Israel, según las Escrituras inspiradas. Es tiempo de denunciar la

mentira que se ha divulgado acerca de ese Justo y Santo, para que el mundo judío y

cristiano vea que Él es verdaderamente el que las Escrituras dicen que es. Es tiempo de

dejar de dibujar caricaturas del verdadero Mesías y mostrar su cara judía y su apego a la

Torá y a las tradiciones judías de la época. Antes de ser entregado a la muerte, todos

coincidían en que no había ningún delito en él. No encontraron testigos que pudieran

decir nada en contra de él. Era imposible encontrar desobediencia a los mandamientos

en este hombre porque ¡no rompió con el shabat, ni con nada de la Torá de Moshé ni

con las reglas establecidas en el Judaísmo de la época!

13:4(5) “En pos de EL ETERNO vuestro Eloha andaréis y a El temeréis; guardaréis sus

mandamientos, escucharéis su voz, le serviréis y a El os uniréis.”

 

Esto nos da a entender que el ETERNO se está moviendo todo el tiempo, y si no le

seguimos nos vamos a quedar atrás. No tenemos una religión estática, monótona, sino

viva, expansiva, desarrolladora y evolutiva, que, a pesar de eso no pierde la base, el

punto de partida, que es la Torá escrita, la Torá oral y la Torá Viviente. Debemos

hacernos la pregunta: ¿Qué está haciendo nuestro Padre celestial en estos momentos? Y

luego juntarnos con ese proyecto y colaborar con Él para cumplir con Sus planes.

Fuimos creados para cumplir los planes del ETERNO y por eso no nos podemos quedar

quietos en algo estático, sino tenemos que movernos hacia adelante y siempre buscar la

presencia del ETERNO y ser sensibles para saber dónde Él camina y seguir en pos de Él y

pegarnos a Él todo el tiempo.

En Juan 5:19-20 está escrito:

Respondió entonces Yeshúa, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo

hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre

hace, también lo hace el Hijo igualmente. Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra

todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que

vosotros os maravilléis.”

13:11(12) “Entonces todo Israel oirá y temerá, y nunca volverá a hacer tal maldad en mediode ti.”  – La ejecución del reo de muerte sirve, entre otras cosas, para que el

pueblo tema ante el pecado y se mantenga alejado de la idolatría.

Según el Talmud,5 hay dos de los 613 mandamientos que nunca se han aplicado en la

historia: el mandamiento número 443 en nuestra lista – que habla de incendiar a la

ciudad de descarriados a la idolatría y eliminar a sus ciudadanos y el mandamiento

número 474 en nuestra lista – que habla de no construir la ciudad de los descarriados, cf.

Deuteronomio 13:16 (heb 17). ¿Será que se cumplirán estos dos mandamientos con la

segunda venida del Mesías? Él dijo según está escrito en Mateo 5:18:

Porque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la

letra más pequeña ni una tilde de la Torá hasta que toda se cumpla.”

Estos mandamientos también tendrán que cumplirse antes de la destrucción del cielo y

la tierra.

 

Cuarta aliyá, 14:1-21

Los hijos del ETERNO

14:1 “Vosotros sois hijos de EL ETERNO vuestro Eloha; no os sajaréis ni os rasuraréis la frente a

causa de un muerto.” ( ) – Aquí los hijos de Israel son llamados hijos del

ETERNO.

En Isaías 1:2 está escrito:

Oíd, cielos, y escucha, tierra, porque EL ETERNO habla: hijos crié y los hice crecer, mas

ellos se han rebelado contra mí.”

Es obvio que los hijos físicos de Israel son considerados por el ETERNO como hijos suyos,

incluso los que se hayan rebelado contra Él.

En Juan 11:51-52 está escrito:

5 R. Eliezer en Sanedrín 71.

Ahora bien, no dijo esto de su propia iniciativa, sino que siendo el sumo sacerdote ese

año, profetizó que Yeshúa iba a morir por la nación (judía); y no sólo por la nación, sino

también para reunir en uno a los hijos de Eloha que están esparcidos.”

Las Escrituras enseñan, por un lado, que los hijos de Israel son llamados hijos de Eloha,

pero por el otro lado, enseñan que tienen que cumplir ciertos requisitos para llegar a

serlo.

En Mateo 5:9, 44-45 está escrito:

Dichosos los de limpio corazón, pues ellos serán llamados hijos de Eloha... Pero yo

os digo: amad a vuestros enemigos, y orad por los que os persiguen, para que seáis

hijos de vuestro Padre que está en los cielos; porque Él hace salir su sol sobre malos

y buenos, y llover sobre justos e injustos.”

Es interesante ver la tensión entre “para que seáis”, y luego “vuestro Padre”. Si Eloha ya

era su Padre, ¿por qué tenían que amar a los enemigos para llegar a ser sus hijos?

Vemos que hay diferentes significados de la palabra hijo, y el hecho de tener a Eloha por

Padre.

En Lucas 6:35-36 está escrito:

Antes bien, amad a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad no esperando nada a

cambio, y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo; porque Él es

bondadoso para con los ingratos y perversos. Sed misericorElohaos, así como vuestro

Padre es misericorElohao.”

Vemos la misma tensión aquí. Se dice "vuestro Padre" a aquellos que necesitan amar y

prestar sin esperar nada a cambio para poder llegar a ser hijos de Altísimo. Por un lado

ya eran hijos, pero por el otro necesitaban vivir de acuerdo a los mandamientos para

llegar a serlo. Comparemos con dos textos escritos después de la resurrección del

Mesías.

En Efesios 5:1 está escrito:

Sed, pues, imitadores de Eloha como hijos amados.”

En Filipenses 2:15a está escrito:

Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Eloha sin tacha en medio de una

generación torcida y perversa...”

Aquí se encuentran los mismo pensamientos, parecidos a los que fueron presentados por

Yeshúa.

Hay una conversación radical entre Yeshúa y algunos de los hijos físicos de Israel en

Juan 8:31a, 37, 42a, 44a, 47 donde está escrito:

Entonces Yeshúa decía a los judíos que habían creído en él... Sé que sois

descendientes de Avraham; y sin embargo procuráis matarme porque mi palabra

no tiene cabida en vosotros.... Si Eloha fuera vuestro Padre, me amaríais, porque yo

salí de Eloha y vine de él... sois de vuestro padre el diablo... El que es de Eloha

escucha las palabras de Eloha; por eso vosotros no escucháis, porque no sois de Eloha.”

 

Este texto nos enseña que no es suficiente ser hijos físicos de Avraham para ser

contados como Hijos de Eloha. Estos judíos era hijos físicos de Avraham, circuncidados

en la carne, pero no fueron reconocidos como hijos de Eloha por Yeshúa, sino todo lo

contrario, como hijos del adversario, satanás.

Según el pensamiento hebreo, el hecho de ser hijo tiene que ver con dos cosas; por un

lado significa haber nacido físicamente y ser un heredero genético de aquel que es

llamado padre. Y por el otro lado significa ser un representante y un seguidor de

alguien. Tener a satán como padre no significa que satán podrá engendrar hijos. De la

misma manera, cuando las Escrituras hablan de ser hijo de Eloha, no significa que Eloha

pueda engendrar, sino que él es tu origen y que tú eres su representante y su seguidor.

Teniendo en cuenta esto, es fácil entender por qué el Mesías y Shaúl enseñan que uno

tiene que cumplir los mandamientos de Eloha para llegar a ser un hijo del Padre celestial.

De esa manera uno actúa como un buen seguidor y su manera de ser representa la

manera de ser de tu Padre celestial, y de esa manera llegas a ser su hijo.

Toma nota de que aquí no estamos hablando de la salvación, sino el camino para llegar a

ser un fiel representante de Eloha.

En las Escrituras también hay otro aspecto en cuanto a ser hijo de Eloha – la adopción

como hijos.

En Romanos 9:8, 26 está escrito:

Esto es, no son los hijos de la carne los que son hijos de Eloha, sino que los

hijos de la promesa son considerados como descendientes... Y acontecerá que en

el lugar donde les fue dicho: "Vosotros no sois mi pueblo", allí serán llamados hijos del

Eloha viviente.”

En Romanos 9:3-4 está escrito:

“Porque desearía yo mismo ser anatema, separado del Mesías por amor a mis hermanos,

mis parientes según la carne, que son israelitas, a quienes pertenece la adopción

como hijos, y la gloria, los pactos, la promulgación de la Torá, el culto y las promesas.”

 

Según este texto, el derecho de ser hijos de Eloha pertenece a los hijos físicos de

Avraham, Yitsjak e Israel, los judíos, que eran parientes en la carne del shalíaj Shaúl.

Este texto enseña que el derecho de ser hijos de Eloha es algo que pertenece a los hijos

de Israel. Pero también nos enseña que, de alguna manera, muchos de los hijos de Israel

pierden ese derecho por causa de su infidelidad contra EL ETERNO, cf. Lucas 15.

En Oseas 1:10 está escrito:

Y el número de los hijos de Israel será como la arena del mar, que no se puede medir

ni contar; y sucederá que, en el lugar donde se les dice: No sois mi pueblo, se les

dirá: hijos del Eloha viviente.”

Los hijos de Israel de las diez tribus perdieron el derecho de ser pueblo de Eloha, y por lo

tanto no fueron contados más como hijos. Este texto nos enseña, lo mismo que hemos

visto antes, que los israelitas pueden perder lo que les pertenece, por su infidelidad al

pacto con EL ETERNO. Pero el profeta habla de una restauración de ese privilegio, y

mediante la redención en el Mesías los descendientes de la casa de Israel, que se habían

perdido entre las naciones, tendrán de vuelta el derecho de ser llamados hijos de Eloha.

En Juan 1:12-13 está escrito:

Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Eloha, a

los que creen en su nombre, que no fueron engendrados de sangre ni de la voluntad de

la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Eloha.”

Según este texto, todos los que reciben a Yeshúa y creen en su Nombre llegan a ser hijos

de Eloha. De esa manera son engendrados por Eloha para ser sus hijos. Este texto está

hablando tanto a los judíos como a los no judíos. Esta forma de ser hijo de Eloha no se

puede obtener por medio de ser descendiente de Israel según la sangre, ni por la

voluntad de la carne, ni por la voluntad de ningún hombre, porque es una obra

sobrenatural hecha por el mismo Eloha. Obviamente, en este contexto están excluidos

como hijos de Eloha, los que reclaman serlo únicamente por medio de ser descendientes

físicos de Israel. Necesitan esta experiencia divina, activada por medio del Mesias, para

poder recibir la potestad de llegar a ser hechos hijos de Eloha.

En Gálatas 4:5 está escrito:

A fin de que redimiera a los que estaban bajo ley, para que recibiéramos la

adopción de hijos. Y porque sois hijos, Eloha ha enviado el Espíritu de su Hijo a

nuestros corazones, clamando ¡Abba! ¡Padre!

Vemos que los que estaban "bajo ley" necesitaban ser redimidos para poder recibir esa

adopción de hijos, que realmente les pertenecía como hijos de Israel, y miembros del

pacto. (“Bajo la ley” es una expresión que significa legalismo, y alude a la parte

legalista del judaísmo de la época). Este mismo pensamiento podemos también

encontrar en Efesios 1:4-5, 12-14a, donde está escrito:

Nos escogió (a los judíos) en él (Mesías) antes de la fundación del mundo, para que

fuéramos santos y sin mancha delante de Él. En amor nos predestinó para

adopción como hijos para sí mediante Yeshúa el Mesías, conforme al beneplácito

de su voluntad... a fin de que nosotros (los judíos), que fuimos los primeros en esperar

en el Mesías, seamos para alabanza de su gloria. En él también vosotros (los gentiles),

después de escuchar el mensaje de la verdad, las buenas nuevas de vuestra salvación, y

habiendo creído, fuisteis sellados con el Espíritu de santidad de la promesa, que nos es

dado (a judíos y no judíos que recibieron el mensaje de la verdad) como garantía de

nuestra herencia...”

Podemos hacernos la pregunta: ¿No eran Moshé y David, que vivían antes de Yeshúa,

verdaderos hijos de Eloha? En el versículo 12 tenemos la respuesta a esta pregunta, como

está escrito:

a fin de que nosotros (los judíos y sus ancestros), que fuimos los primeros en esperar

en el Mesías, seamos para alabanza de su gloria.”

Aquí habla de los que eran los primeros en esperar en el Mesías. Los que esperaban en

el Mesías eran los que vivían antes de Yeshúa. Entonces, según este contexto, los que

antes estaban esperando al Mesías están incluidos entre los que han sido predestinados

desde antes de la fundación del mundo para recibir la adopción como hijos de Eloha,

mediante Yeshúa el Mesías, en quien tienen redención mediante su sangre, el perdón de

los pecados según las riquezas de la gracia del Padre, cf. versos 1-7. Entonces los que

antes habían estado esperando en el Mesías y habían puesto su confianza en lo que el

ETERNO iba a hacer por meEloha de él, fueron considerados como hijos de Eloha.

De la misma manera como nosotros miramos hacia atrás en una obra redentora eterna y

terminada con la muerte y resurrección del Mesías, así también ellos miraron hacia el

futuro esperando y creyendo en la misma obra salvadora, aunque no tenían todos los

detalles tan claros como nosotros. Los que vivían antes de Yeshúa fueron salvos por

medio de la fe en el poder redentor de EL ETERNO al igual que nosotros que vivimos

después de la primera venida de Yeshúa. Es la misma fe en la misma obra redentora

mediante la sangre del Mesías, testificada y afirmada por las Sagradas Escrituras desde

el principio hasta el fin.

En Juan 5:39, 46 está escrito:

“Examináis las Escrituras, porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y

ellas son las que dan testimonio de mí... Porque si creyerais a Moshé, me creeríais a mí,

porque de mí escribió él.”

En 1 Pedro 1:10-11 está escrito:

“Acerca de esta salvación, los profetas que profetizaron de la gracia que vendría a

vosotros, diligentemente inquirieron e indagaron, procurando saber qué persona o

tiempo indicaba el Espíritu del Mesías dentro de ellos, al predecir los sufrimientos del

Mesías y las glorias que seguirían.”

Según este texto, el Espíritu del Mesías indicaba cosas dentro de los profetas que vivían

antes del Mesías. Ellos sabían que el Mesías iba a venir para morir y luego resucitar. El

pueblo que creyó el mensaje de los profetas recibieron la salvación por la fe en EL ETERNO

que iba a enviar al Redentor, que los iba a liberar del pecado y de la muerte, cf. Génesis

3:15.

La pregunta surge si estos profetas verdaderamente tenían el Espíritu del Mesías

morando dentro de ellos todo el tiempo o si solamente estaba sobre ellos e indicaba

cosas dentro de ellos. Es obvio que Moshé y David tenían el Espíritu del Mesías sobre

ellos, pero no sé si verdaderamente tenían el Espíritu morando dentro de ellos como

nosotros lo estamos experimentando, cf. Juan 14:17; Hechos 5:32; 19:2; Romanos 5:5;

8:9, 11, 15-16; 1 Corintios 3:16; 6:19; 2 Corintios 1:21-22; 5:5; Gálatas 3:2, 14; 4:5;

Efesios 1:13-14; 4:23, 30; 5:18; 2 Timoteo 1:14; Hebreos 6:4b; Jacobo 4:5; 1 Juan 1:27;

3:24; 4:13.

En Romanos 8:16 está escrito:

“El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Eloha.”

 

Parece ser que los que vivieron y murieron antes de la resurrección del Mesías no

podían experimentar en su interior lo que es la regeneración de sus espíritus. Lo tenían

"potencialmente", pero no experimentalmente. Lo tenían en la esperanza, pero no en la

experiencia.

Según entiendo, nadie podía experimentar el resultado de la resurrección del Mesías en

su interior hasta después de ese evento, cf. 1 Pedro 1:3. Parece ser que fue lo que ocurrió

con los discípulos cuando Yeshúa sopló sobre ellos después de su resurrección, cf. Juan

20:22. Ellos experimentaron la nueva creación por el soplo del Hijo de Eloha, al igual

que Adam experimentó la vida por primera vez, por un soplo del ETERNO. La experiencia

de la nueva vida en el Mesías es un resultado de su resurrección, y esa experiencia

sobrenatural ocurrió con los discípulos cuando Yeshúa sopló sobre ellos después de

haber resucitado. Por lo tanto, los que vivían antes de la resurrección de Yeshúa, no

habían podido experimentar la regeneración del espíritu. No podían recibir el Espíritu de

Santidad ni como una fuente dentro de sí, cf. Juan 4:14, ni como ríos de agua viva en su

interior, cf. Juan 7:37-39; 2 Corintios 3.

En Juan 14:16-17 está escrito:

“Y yo rogaré al Padre, y Él os dará otro Ayudador para que esté con vosotros para

siempre; el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni le ve ni le

conoce, pero vosotros sí le conocéis porque mora con vosotros y estará en vosotros.”

 

Según mi entendimiento, la fuente dentro del ser humano, de la cual se habla en Juan

4:14, es un resultado de la experiencia de la regeneración del espíritu del hombre,

cuando el Espíritu de Padre entra a morar dentro del creyente, en su espíritu. Los ríos de

agua viva, de los cuales se hablan en Juan 7:37-39, es la experiencia del sumergimiento

(purificación-Tevilah) en el Espíritu de santidad, que no era posible experimentar antes de que Yeshúa fuese glorificado. Vemos como los discípulos del Mesías experimentaron, por

primera vez, este sumergimiento espiritual en el día de shavuot (Pentecostés), según el

relato en Hechos 2.

En Gálatas 3:26 está escrito:

“Pues todos sois hijos de Eloha mediante la fe en el Mesías Yeshúa.” ( )

En Romanos 8:14-15 está escrito:

“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Eloha, los tales son hijos de Eloha.

Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que

habéis recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos ¡Abba!

¡Padre!”

En 1 Juan 3:1-2, 10; 5:2 está escrito:

“Mirad cuán gran amor nos ha otorgado el Padre, para que seamos llamados hijos de

Eloha; y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él.

Amados, ahora somos hijos de Eloha y aún no se ha manifestado lo que habremos de

ser. Pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él porque le

veremos como él es… En esto se reconocen los hijos de Eloha y los hijos del adversario:

todo aquel que no practica la justicia (expresada en la Torá), no es de Eloha: tampoco

aquel que no ama a su hermano… En esto sabemos que amamos a los hijos de Eloha:

cuando amamos a Eloha y hacemos sus mandamientos.”

Los Escritos Mesiánicos enseñan que los que creen en Yeshúa reciben la adopción como

hijos de Eloha. En el momento de recibir a Yeshúa, el espíritu del hombre es regenerado

y el Espíritu de Eloha entra a morar dentro de su cuerpo que se convierte en un templo

santo.

Pero al mismo tiempo vemos que la adopción como hijos de Eloha contiene una

connotación futura. No nos hemos convertido en hijos de Eloha totalmente, puesto que

nuestros cuerpos no han sido transformados todavía, según Romanos 8:19, 21, 23b

donde está escrito:

Porque el anhelo profundo de la creación es aguardar ansiosamente la revelación de

los hijos de Eloha... la creación misma será también liberada de la esclavitud de la

corrupción a la libertad de la gloria de los hijos de Eloha... Aun nosotros mismos

gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente la adopción como hijos,

la redención de nuestro cuerpo.”

Sumario:

Los hijos de Israel son hijos de Eloha por ser parte de los pactos.

Ser hijo significa por un lado ser parte de un pacto familiar y por el otro ser un

imitador fiel y un representante del padre.

Solamente los hijos de Israel, que son creyentes en el Mesías redentor, serán

finalmente reconocidos como hijos de Eloha.

Uno puede ser hijo de Eloha en un nivel sin serlo en otro nivel más alto.

Los santos que vivían antes de Yeshúa fueron salvos por medio de la fe en El que

había prometido la venida del Mesías sufriente, pero no podían experimentar la

regeneración de sus espíritus, porque el Mesías Yeshúa todavía no había

resucitado.

Para poder ser hijo de Eloha, mediante la regeneración del espíritu, hay que recibir

a Yeshúa HaMashíaj.

No seremos plenamente hijos de Eloha hasta la segunda venida del Mesías.

Como dijimos antes, ser un hijo no significa obligatoriamente, que uno haya sido

engendrado en el sentido biológico, sino puede significar ser un seguidor, un imitador,

un discípulo y un representante. Por lo tanto, los jueces son también llamados “hijos de

Eloha” por haber recibido puestos de autoridad y representan al ETERNO en la sociedad, cf.

Salmo 82.

En el Talmud podemos leer: 6

Rabí Yehudá dijo: “Cuando os comportáis como hijos sois llamados hijos; si

no, sois llamados esclavos del ETERNO”. Rabí Meír decía: “De todas formas

sois “hijos” pues se dice: “Son hijos insensatos”, cf. Jeremías 4:22;

Deuteronomio 32:20.

14:2 “Porque eres pueblo santo para EL ETERNO tu Eloha; y EL ETERNO te ha escogido para que le seas un pueblo de su exclusiva posesión de entre los pueblos que están sobre la faz de la tierra. No comerás nada abominable.” – La santidad tiene mucho que

ver con lo que comemos. Hay una diferencia entre lo que está permitido comer a los

hijos de Israel y a las demás naciones. Esta diferencia de comida es debida a la

diferencia entre el nivel de santidad de los hijos de Israel y los demás pueblos.

14:8 “Y el cerdo, aunque tiene la pezuña dividida, no rumia; será impuro para vosotros. No

comeréis de su carne ni tocaréis sus cadáveres.”  – Aquí está escrito que

el cerdo es impuro “para vosotros”, es decir para los hijos de EL ETERNO, los hijos de

Israel, cf. 14:1-2, no para los demás. Según Rashí, la prohibición de tocar los cadáveres

de estos animales es sólo durante el tiempo de las fiestas.

14:10 “pero no comeréis nada que no tenga aletas ni escamas; será impuro para vosotros.”

 – Los animales marítimos que no tienen aletas ni escamas son impuros

para los judíos, no para los demás. Esta escritura nos enseña que sólo para los hijos del

ETERNO, el pueblo de Israel, estos animales son prohibidos. Ahora, si una persona, de

origen gentil, que se ha convertido al Eloha de Israel por medio de Yeshúa HaMashíaj,

ya no está fuera de la esfera espiritual de Israel, como dicen las Escrituras en Romanos

11:17, 24; Efesios 2:11-19; 3:1-7, hace bien si sigue estos mandamientos, porque ha

sido apartado de los demás pueblos para ser diferente, y esa diferencia se notará aun en

su manera de comer. Los Yisraelitas  tienen la obligación de seguir estas reglas de kashrut

para ser santos, y los justos de las naciones hacen bien en seguir estas reglas para vivir

en un nivel alto de santidad. Sin embargo, a los que no son Yisraelitas  de nacimiento                                                                                                                                                                                                                           ni de conversión, no se les puede obligar a cumplir estos mandamientos.

14:21 “No comeréis ningún animal que se muera. Lo podrás dar al forastero que está en tusbciudades, para que lo coma, o lo podrás vender a un extranjero, porque tú eres un

pueblo santo a EL ETERNO tu Eloha. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.” – La palabra que ha sido traducida como “que se muera” es la palabra hebrea nevelá.7 La Enciclopedia Judaica8 enseña:

NEVELÁ (Heb. "cadáver"), un sustantivo descriptivo para cualquier animal, pájaro o criatura que haya muerto como un resultado de cualquier otro proceso que no sea una matanza ritual válida (shejitá).

 

La TORAH prohíbe el consumo de ese tipo de carne, que puede ser dada abun extranjero residente, o vendida a un no Yisraelita (Deuteronomio 14:21; ver

 

Deu 14:21  No deben comer nada que haya muerto de muerte natural; dáselo al extranjero que haya en tu comunidad para que coma, o puedes vendérselo a un forastero. Porque tú eres un pueblo consagrado a YHWH tu Elohim. No debes hervir un cabrito en la leche de su madre.

 

 

también Pes. 21b). El castigo de comer nevelá sólo se aplica sobre animales

“limpios

La nevelá es también una de las categorías principales de impureza ritual

 

Un extranjero gentil que reside en Israel que ha aceptado no hacer idolatría puede comer

animales puros no degollados según la halajá.

Algunos consideran que aquí se trata solamente de no cocer una cría en la leche de su

madre, pero surge la pregunta si este mandamiento no debe entenderse como un ejemplo

de un principio general de no cocer o comer la carne junto con la leche. Así se ha

interpretado en el judaísmo tradicional durante miles de años.

Estaa mitzva se aplica penamente a los mamíferos que aplican dentro de la ley kashurut ( kasher o kosher,) y es una manera física de mantener el cuerpo sano y puro

 

SHABAT SHALOM!

Fuente EB

Adaptado por; HOSHEA BENYISRAEL

2 comentarios:

  1. Si tu hermano, hijo de tu padre o hijo de tu madre, tu hijo o tu hija, la esposa que reposa en tu seno o el amigo que es tu otro yo, trata de seducirte en secreto diciéndote: 'Vamos a servir a otros dioses', desconocidos de ti y de tus padres,

    8 de entre los dioses de los pueblos próximos o lejanos que os rodean de un extremo a otro de la tierra,

    9 no accederás ni le escucharás, tu ojo no tendrá piedad de él, no le perdonarás ni le encubrirás,

    10 sino que le harás morir; tu mano caerá la primera sobre él para darle muerte, y después la mano de todo el pueblo.

    11 Le apedrearás hasta que muera, porque trató de apartarte de Adonai tu Di-s, el que te sacó del país de Egipto, de la casa de servidumbre.

    12 Y todo Israel, cuando lo sepa, tendrá miedo y dejará de cometer este mal en medio de ti.

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