Deuteronomio 1:1 – 3:22
Para estudiar en la semana que termina en el Shabat
del 6 de AV de 5.773
Julio 13 de 2.013
Aliyás de la Torá:
1.
1:1-11
2.
1:12-21
3.
1:22-38
4.
1:39 – 2:1
5.
2:2-2:30
6.
2:31 – 3:14
7.
3:15-22
Haftará: Isaías 1:1-27
Brit Hadasha: Revelación 1:1 – 2:17
Devarim
Significa “palabras” o “cosas”.[1]
La palabra dabar,
singular de devarim significa en esta parashá "palabra" o
"hablar", en hebreo . Dabar
se da en diversos contextos de la Biblia hebrea .
En la Biblia
hebrea, dabar se utiliza a veces en referencia a la
"palabra divina", y en un sentido activo como un "evento de
palabra", o las palabras proféticas.
Isa 55:10 Como descienden la lluvia y la nieve de los
cielos y no vuelven allá, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen
germinar, para que dé simiente al sembrador y pan para comer, 11 así será mi palabra, (dabar) la que salga de mi boca, que no tornará a mí
de vacío, sin que haya realizado lo que me propongo y haya cumplido aquello a
que la envié.
Hoy comenzamos
a estudiar el último libro de Moshé. No necesariamente el último libro de la
Torah dada a Moshé, porque en cierto sentido, los primeros cuatro libros
constituyen realmente la Torah debido a que Devarim es como una
"repetición" o "recapitulación" de todo lo que fue
previamente enseñado. Sin embargo, debido al hecho de las condiciones que
produjeron este libro, es de vital importancia pues aquí Moshé subrayará los
aspectos más importantes que consideró debía volverse a decir a nuestro pueblo.
El nombre
original del libro llamado Deuteronomio es DEVARIM cuya raíz significa Dabar
"palabra". Como es la tradición de nuestros padres, los libros de la
Torah reciben el nombre de la primera frase con la cual comienzan.
Diccionario: (Deuteronomio (del griego τὸ Δευτερονόμιον
/ tò Deuteronomion , la segunda ley; hebreo: דְּבָרִים,
Devarim, "estas son las palabras")
Deuteronomio – viene de la
palabra griega que significa “segunda ley” y se origina de una mala traducción
del pasúk / versículo Dev. 17:18 que realmente dice: “una copia de esta Torah” refiriéndose
a la Torah que tenía que copiar cada rey de Israel.
El libro de Devarim realmente es la repetición de la Torah, un
resumen que Moshé en su largo discurso de despedida al pueblo de Israel les
hace a esa generación que va a entrar en la tierra prometida.
Deu 1:1 Éstas son las palabras (Devarim) que dirigió Moshé a todo Israel al
otro lado del Yardén, en el desierto, en la Arabá, frente a Suf, entre Parán,
Tófel, Labán, Jaserot y Di Zahab.
Como en este
caso la frase dice: "Estas son las palabras que habló Moshé...",
entonces el nombre del libro hace referencia a ella. Como "palabra"
está en plural, entonces el nombre del libro no es DABAR, sino DEVARIM, es
decir, las "palabras" que habló Moshé a nuestros padres.
Este quinto
libro de Moisés consiste de 32 capítulos y está dividido en 11 secciones que
son las 11 semanas que nos separan de la conclusión del ciclo anual de lectura
de la Torah. El cual concluye con la festividad de sinja Torah, al
terminar Sukot.
Devarim recoge
los tres más importantes discursos dados por Moshé antes de morir, cuando
nuestro pueblo Israel estaba a punto de entrar en la Eretz Israel, la tierra
prometida.
En el primer discurso él mira hacia atrás, a los 40 años que habían
pasado desde la salida de Egipto.
En el segundo, repite los diez mandamientos y otras leyes,
estatutos e instrucciones relacionadas con la familia, la vida social, los
sacrificios del Santuario y el gobierno de Israel.
Como nuestros
padres estaban pasando de una realidad nómada a una de patria y estado, la
nueva vida que vendría requeriría algunas nuevas instrucciones y nuevas
aplicaciones de otras instrucciones dadas que se adaptaran a las nuevas
condiciones sociales del pueblo.
En el tercer discurso, Moshé asegura a Israel las bendiciones que
vendrían si obedecían los mandamientos del Eterno así como la disciplina a que
serían sometidos si los abandonaban.
El libro
concluye con los últimos días de Moshé, la bendición que levantó sobre todas
las tribus de Israel, su muerte y sepultura así como los días de duelo que
guardaron nuestros padres por su partida.
CONTENIDO DE LA PARASHAH.-
Primera alía (1:1-10)
Las palabras que Moshé habló al pueblo. Moshé habla al pueblo haciendo un recuento de la tierra prometida que Adonai les había entregado.
Segunda alía (1:11-21)
El recuento de la elección de los Jefes.
Tercera alía (1:22-38)
El recuento de la elección de los doce espías y la incredulidad de ellos de tomar la tierra.
Cuarta alía (1:39-2:1)
El recuento de la derrota de Yisrael por su rebelión saliendo a enfrentar a los Amorreos aun, cuando el Eterno no estaba con ellos.
Quinta alía (2:2-30)
El recuento del paso por las tierras de los hijos de Esav en Seir, la advertencia a no provocarlos y el paso por Moab y Amon.
Sexta alía (2:31-3:14)
Yisrael toma a Hesbon y despoja a Basán.
Séptima alía (3:15-3:22)
Recuento de las heredades de Reuben y Gad. Recuento de las palabras de Moshé a Yehoshua. No temer pues el Eterno será quien pelee por ellos.
Las palabras que Moshé habló al pueblo. Moshé habla al pueblo haciendo un recuento de la tierra prometida que Adonai les había entregado.
Segunda alía (1:11-21)
El recuento de la elección de los Jefes.
Tercera alía (1:22-38)
El recuento de la elección de los doce espías y la incredulidad de ellos de tomar la tierra.
Cuarta alía (1:39-2:1)
El recuento de la derrota de Yisrael por su rebelión saliendo a enfrentar a los Amorreos aun, cuando el Eterno no estaba con ellos.
Quinta alía (2:2-30)
El recuento del paso por las tierras de los hijos de Esav en Seir, la advertencia a no provocarlos y el paso por Moab y Amon.
Sexta alía (2:31-3:14)
Yisrael toma a Hesbon y despoja a Basán.
Séptima alía (3:15-3:22)
Recuento de las heredades de Reuben y Gad. Recuento de las palabras de Moshé a Yehoshua. No temer pues el Eterno será quien pelee por ellos.
ENSEÑANZAS.-
¿Cuál es la
enseñanza de esta porción de la Torah para este Shabat?
Como podemos
imaginar, en tan grande sección hay sin duda muchas enseñanzas, sin embargo,
queremos destacar solamente algunos aspectos de esta porción.
1° LA REPRENCIÓN
Moshé reúne a su pueblo
antes de morir
Cuando Elohim le informó a Moshé que habría de
morir luego de la batalla con Midián, Moshé solicitó: "Por favor Eterno, permíteme
repasar toda la Torah con el pueblo antes de mi fallecimiento. Deseo esclarecer
cualquier duda que puedan tener y familiarizarlos con todos los detalles de las
leyes de la Torah.
Era un momento definitivo. Era la transición
de una vida nómada a una vida nacional. A
poseer una tierra y adiestrarla para el bien de todo este pueblo. Estaban en la
puerta de la nueva nación de Yisrael. La tierra prometida a sus padres. La
Torah fue la instrucción que se les había preparado para poner en práctica cuando
tomara posesión de ella.
El Todopoderoso accedió al requerimiento de
Moshé. El primero de Shvat de 2.488, treinta y siete días antes de la
muerte de Moshé, Eloha le dijo: -Reúne al pueblo para repasar las mitzuot y
para instruirlos en aquellas de las cuales aún no les has hablado. (Moshé mismo
había aprendido todas las mitzuot de Adonai tanto en el Har Sinaí como
durante el primer año en el ohel moed).
Moshé consideró: Ciertamente debo reprender al
pueblo a modo de introducción a mi discurso halájico. Solamente
si logro inculcarles el temor a Elohim,
van a cumplir las mitzuot correctamente.
Toda la enseñanza de
Eloha y de Su Torah, Sus preceptos son repasados y explicados al pueblo por Moshé
en este libro durante sus últimas semanas de vida. Los hijos de Israel se
preparan para cruzar el río Jordán (Yardén) e ingresar finalmente a la Tierra
Prometida, una etapa en la que se requiere de completa emuná, fe, fortaleza y
autodisciplina a fin de no desviarse del sendero marcado por Elohim y no
sucumbir a la fuerza envolvente del paganismo y de la idolatría imperante en
los pueblos vecinos. Moisés les recuerda los distintos hitos de su viaje por el
desierto, desde la salida de Egipto hasta el momento actual de su entrada en
Eretz Canaan, y los sucesos milagrosos y la protección Divina que siempre los
resguardó de contingencias y peligros, aun en aquellas circunstancias en que se
rebelaron contra el Eterno.
SOBRE PALABRAS Y
REPRENSIONES
(Debarim/Deuteronomio
1:1)
"…Del otro lado del Jordán, en el desierto, [sobre lo ocurrido en] el desierto de Arabá, frente al Mar de los Juncos, entre Parán Y Tofel, y Labán y Jatzerot y Di-Zahab"
"…Del otro lado del Jordán, en el desierto, [sobre lo ocurrido en] el desierto de Arabá, frente al Mar de los Juncos, entre Parán Y Tofel, y Labán y Jatzerot y Di-Zahab"
El nombre de estos
lugares alude a un rasgo de carácter que Moshé quería enseñar. Por ejemplo,
"el desierto" alude a la cualidad de la humildad, como han dicho
nuestros Sabios: "Una persona debe siempre comportarse como en el desierto" (vale decir, humildemente,
en contraposición con la majestuosa montaña o el poderoso río).
La humildad no debe ser llevada a extremos. Por ejemplo, una persona no debe decir: "¿Quién soy yo para dar una amonestación a los demás?". Debe, antes bien, ser como la Arabá. La raíz "ayin-resh-bet" significa agradable. Uno debe conducirse de una manera que sea agradable para la sociedad. También alude a "arebut" / responsabilidad. Uno debe sentir una responsabilidad hacia y para con sus semejantes y enseñarles el camino correcto.
"Estas son las palabras que Moshé habló a todo Israel" (Debarim/Deuteronomio 1:1)
El quinto libro de la Torá, Debarim, se abre con Moshé Rabenu reprendiendo a Israel por sus pasados actos. Dos versículos después dice: "Moshé habló a los hijos de Israel todo lo que el Eterno le ordenó", implicando que todo lo que Moshé le había dicho a la nación, incluyendo el reproche, era lo que Elohim le había ordenado. Moshé realmente no quería amonestar a nadie pero lo hizo por ser una orden de Elohim
La humildad no debe ser llevada a extremos. Por ejemplo, una persona no debe decir: "¿Quién soy yo para dar una amonestación a los demás?". Debe, antes bien, ser como la Arabá. La raíz "ayin-resh-bet" significa agradable. Uno debe conducirse de una manera que sea agradable para la sociedad. También alude a "arebut" / responsabilidad. Uno debe sentir una responsabilidad hacia y para con sus semejantes y enseñarles el camino correcto.
"Estas son las palabras que Moshé habló a todo Israel" (Debarim/Deuteronomio 1:1)
El quinto libro de la Torá, Debarim, se abre con Moshé Rabenu reprendiendo a Israel por sus pasados actos. Dos versículos después dice: "Moshé habló a los hijos de Israel todo lo que el Eterno le ordenó", implicando que todo lo que Moshé le había dicho a la nación, incluyendo el reproche, era lo que Elohim le había ordenado. Moshé realmente no quería amonestar a nadie pero lo hizo por ser una orden de Elohim
Aprendemos de aquí una importante lección sobre cómo debe ser enseñada la Torah. Cuando uno aprende conocimientos seculares, lo principal es reunir y recordar los hechos, entender la información y aprender a aplicarla. En lo que a aprender Torah respecta, hay un elemento adicional que debe ser incluido y es Irat Shamaim -el temor de cielo, a Elohim. Este elemento no es una materia que se adiciona al conocimiento de Torah. Es una parte intrínseca de la Torah misma. Si uno posee conocimiento de Torah sin temor Al Eterno, entonces no tiene ningún conocimiento de Torah. Púes la Torah es la que nos da a conocer el carácter del Eterno y sin temor a El no es posible entender Torah ni entender a Eloha. De modo que, aun cuando Moshé no deseaba reprender al pueblo, pues temía que no lo aceptaran, sin embargo el Eterno le ordenó hacerlo, porque la Torah no puede ser transmitida sin musar (reprensión). Esto trae a la persona a temer a el Eterno y, eventualmente a amarlo, hasta que se hace razón de nuestro propio existir.
Sabemos que no es nada agradable ser reprendido y amonestado. La generación del desierto pudo aceptarlo. Si deseamos crecer y si deseamos que nuestros hijos sigan nuestro camino de santidad, debemos darnos cuenta de que eso sólo ocurrirá con musar (reprensión) y con aliento. Sin ello no alcanzaremos nuestro potencial de crecimiento y encontraremos más difícil ayudar a nuestros hijos a permanecer leales. Leemos esta parashá antes de Tishá Be'Ab (ayuno de este mes 5°) porque el concepto de reprensión trae teshubá (arrepentimiento, retorno) y la teshubá nos da el mérito de reconstruir el Bet Hamikdash. (templo)
Reprender a mas de
enseñar, es una obligación para quienes tienen autoridad, antecediendo que la
autoridad moral es el elemento que permite la reprensión con integridad y nadie
mas integro que Moshé en el caso que nos ocupa la Parashá de hoy.
Un líder aprobado
no puede despreocuparse de la vida espiritual de las ovejas de su prado. Permitiendo
el desvío de la conducta establecida para el pueblo kadosh en la Torah, so pena
de ser responsable de las consecuencias, no solo las propias, como las de sus
dirigidos.
Las sagradas
escrituras advierten sobre la importancia de la reprensión y aun mas la
oportuna, para impedir que sea el Eterno quien tome acción si lo ofendemos. El
acto de teshuba (arrepentimiento) es indispensable para alcanzar la
misericordia.
Tehilim (Salmo) 6:1 Yhvh, no me corrijas con tu cólera, no me castigues con tu furor. 2 Ten
misericordia de mí, oh Eterno, porque estoy enfermo; Sáname,
oh Eterno, porque mis huesos se
estremecen. 3 Mi alma también está muy turbada; Y tú,
Eterno, ¿hasta cuándo? 4 Vuélvete, oh Eterno,
libra mi alma; Sálvame por tu
misericordia. 5 Porque en la muerte no hay memoria de
ti; En el Seol, ¿quién te alabará?
Tehilim (Salmo) 114:7 A la presencia del Eterno
tiembla la tierra, A la presencia del
Eloha de Yaaqob, 8 El cual cambió la peña en
estanque de aguas, Y en fuente de aguas
la roca.
Quienes tienen autoridad delegada, ( Rabinos,
Moreh, Rohe, padres de familia, mestros, Ectc.), tienen responsabilidad sobre
sus dirigidos para salvar sus almas y buscar una vida grata en el trascurso de
su existencia terrenal.
Moshé ya estaba entregando su cargo por
designio de quien lo nombró y no podía hacerlo sin entes observar los errores
cometidos por su quehilá (congregación) y la importancia de no volver a ellos.
Moshé enumera los pecados
de Bnei Yisrael
El Midrash dice que: Moshé comenzó rememorando
Matan Torah: -Ustedes recibieron Torah en el Har Sinai y se les instruyó en
concordancia en las praderas de Moab. Ustedes saben que el Todopoderoso realizó
muchos milagros para ustedes, desde la época en que nos detuvimos en la ribera
del lam Suf, (mar) al cual dividió en doce senderos, uno para cada tribu, hasta
hoy.
A pesar de todo esto, ustedes se han apartado reiteradamente
de Eloha desde entonces han provocado su
cólera:
1 . "Atravesando el desierto, treinta y
un días después de la partida de Egipto se dieron cuenta que sus provisiones se
había acabado. Se quejaron diciendo que hubieran preferido morir en Egipto por
Designio Divino e indicaron que querían comer tanto carne como pan (a pesar de
que habían traído consigo ganado de Egipto). Vuestra queja demostraba que
ustedes carecían de fe, por lo tanto se enojó el Eterno.
2. "Ustedes pecaron adorando al dios Peor
en Shitim, en las praderas de Moab.
3. "Cuando el ejército del Faraón se
posicionó inmediatamente detrás de ustedes en las costa del lam Suf,(mar) el
pánico se apodero ustedes. En lugar de creer en el Todopoderoso, exclamaron: Hubiese
sido mejor para nosotros morir en Egipto mientras sobrevino la Plaga de la
Oscuridad, que morir asesinados por los soldados del Faraón, ya que ellos no
nos darán sepultura.
4. "Pecaron en el desierto de Paran al
aceptar el informe difamatorio de los Espías acerca de la Tierra Prometida. *
5. "Refunfuñaron por el maná, cometiendo
de esta forma un doble pecado: Primeramente, aun cuando no les hubiera gustado,
no deberían haberse quejado, ya que era Eloha el que se los otorgaba.
En segundo lugar, vuestras quejas eran
infundadas, porque el maná es el más refinado de todos los
alimentos. Los nobles pagan sumas elevadas por pan blanco que se digiere
con facilidad, mientras que Ustedes murmuraban tontamente: 'Odiamos este pan que
nuestro organismo absorbe por completo'. Con vuestra ingratitud, os parecéis a
vuestro antepasado Adam, quien después que Eloha le dio una mujer, se
quejó:- ¡La mujer que Tú me diste, ella me hizo pecar. Para justificar su
debuilidad.
6. Pecaron durante la rebelión de Koraj.
7. Por último, el peor pecado de todos, que
causó el castigo en todas las generaciones futuras, el Becerro de Oro.
"Aparentemente ustedes sufren de exceso
de prosperidad porque despilfarraron su oro profusamente para el Becerro.
Esta exhortación es un llamado de atención y
reproche, para que al entrar a la tierra prometida, tuvieran conciencia de la
responsabilidad que como ciudadanos de una nueva nación tienen para con las
generaciones futuras.
Mishle (Prov) 1:23 Volveos a mi reprensión; He aquí yo derramaré mi espíritu sobre
vosotros, Y os haré saber mis palabras.
(En otras palabras: escuchen mi regaño y cambien su manera de pensar y actuar, y así, podrán sentir mi presencia
para entender mis palabras)
No fue Moshé
por su cuenta quien reprendía, fue el Todo Poderoso quien lo hace para asegurar la cordura y buen
juicio que cada Yisraelita debía tener para asumir la responsabilidad de
santificar la buena tierra que Adonai les estaba entregando. Tierra sagrada
para ser usada dentro de la obediencia a la Torah.
Mishle (Prov) 1:25 Sino que desechasteis todo
consejo mío Y mi reprensión no
quisisteis, 26 También yo me reiré en vuestra
calamidad, Y me burlaré cuando os
viniere lo que teméis;
Todos tenemos responsabilidad de advertir, sobre los
peligros que para la vida en santidad, tiene la impiedad, que provoca el
apartarnos de la instrucción de nuestro Padre celestial.
Es nuestra obligación ser atalayas, para advertir los
peligros que se ciernen sobre los hijos del Eterno. Para hacerlo, tenemos que
oír la voz del Eterno y saberla trasmitir.
Así hablo el Eterno al Profeta:
Eze 3:17 Hijo de
hombre, yo te he puesto por atalaya a la
casa de Israel; oirás, pues, tú
la palabra de mi boca, y los
amonestarás de mi parte.
Eze 3:18 Cuando yo dijere
al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal
camino a fin de que viva, el impío
morirá por su maldad, pero su sangre
demandaré de tu mano.
Eze 3:19 Pero si tú
amonestares al impío, y él no se
convirtiere de su impiedad y de su mal camino,
él morirá por su maldad, pero tú
habrás librado tu alma.
De manera que es obligación amonestar, exhortar, reprender, cuantas veces
seamos conscientes de que alguien está en peligro de caer de la gracia Divina,
al desviarse de los caminos de la Torah. No importa cuán molesto se ponga quien
es amonestado. Mientras nos asista la verdad, nuestra reprensión podrá ser sustentada
a la luz de la Torah con amor. Así nuestra conciencia quedará tranquila seguros
de haber cumplido a nuestro ABBA y no cargar con el remordimiento de haber
podido salvar un alma y no se hizo.
Mishle (Prov) 1:30 Ni quisieron mi consejo, Y menospreciaron toda reprensión mía, 31 Comerán
del fruto de su camino, Y serán
hastiados de sus propios consejos. 32 Porque el desvío de los ignorantes los
matará, Y la prosperidad de los necios
los echará a perder; 33 Mas el que me oyere, habitará confiadamente Y vivirá tranquilo, sin temor del mal.
Cuando alguien a quien hayas reprendido, no
escuchen la reprensión, será él responsable de no haber despertado de su
ceguera. Paro no será tu culpa!.
Mishle (Prov)5:10 No sea que extraños se sacien de
tu fuerza, Y tus trabajos estén en casa
del extraño; 11 Y gimas al final, Cuando se consuma tu carne y tu cuerpo, 12 Y
digas: ¡Cómo aborrecí el consejo, Y mi corazón menospreció la reprensión; 13 No oí la
voz de los que me instruían, Y a los que
me enseñaban no incliné mi oído! 14 Casi en
todo mal he estado, En medio de la
sociedad y de la congregación. 15 Bebe el agua de tu misma cisterna, Y los raudales de tu propio pozo.
Mishle (Prov) 6:23 Porque el mandamiento es
lámpara, y la enseñanza es luz, Y camino de vida las reprensiones que te
instruyen,
Mishle (Prov) 10:17 Camino a la vida es guardar la
instrucción; Pero quien desecha la
reprensión, yerra.
Mishle (Prov) 12:1 El que ama la instrucción ama la
sabiduría; Mas el que aborrece la reprensión es ignorante.
Mishle (Prov) 13:1 El hijo sabio recibe el consejo del padre;
Mas el burlador no escucha las reprensiones.
Mishle (Prov) 17:10 La reprensión aprovecha al
entendido, Más que cien azotes al necio.
Mishle (Prov) 27:5 Mejor es reprensión
manifiesta Que amor oculto. 6 Fieles
son las heridas del que ama; Pero
importunos los besos del que aborrece.
Ecc 7:5 Mejor es oír la reprensión del sabio que la
canción de los necios.
Isa 50:2 ¿Por qué cuando vine, no hallé a nadie, y cuando llamé, nadie respondió? ¿Acaso se ha acortado mi mano para no
redimir? ¿No hay en mí poder para
librar? He aquí que con mi reprensión
hago secar el mar; convierto los ríos en
desierto; sus peces se pudren por falta
de agua, y mueren de sed.
Estos pasuk nos advierte que el no escuchar la reprensión del Eterno trae
consecuencias funestas.
Isa 66:15 Porque he aquí que el Eterno vendrá con
fuego, y sus carros como
torbellino, para descargar su ira con
furor, y su reprensión con llama de
fuego.
Eze 5:15 Y serás oprobio y escarnio y escarmiento y
espanto a las naciones que están alrededor de ti, cuando yo haga en ti juicios con furor e
indignación, y en reprensiones de
ira. Yo Adonai he hablado.
Eze 25:17 Y haré en ellos grandes venganzas con
reprensiones de ira; y sabrán que yo soy
El Eterno, cuando haga mi venganza en
ellos.
1Ti 6:13 Te mando delante de Elohim, que da vida a todas las cosas, y de Yeshúa HaMashiaj, que dio testimonio de la buena profesión
delante de Poncio Pilato, 14 que guardes el mandamiento sin mácula ni
reprensión, hasta la aparición de
nuestro adon Yeshúa HaMashiaj, 15 la cual a su tiempo mostrará el augusto y
solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores, 16 el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni
puede ver, al cual sea la honra y el
imperio sempiterno. Amén.
Shaul en este Pasuk confirma, que la vida está en el Eterno, por lo que
debemos cumplir los mandamientos que son vida, sin que tengamos que ser
reprendidos, hasta que vuelva nuestro Mashiaj, quien mostrará la grandeza de
nuestro Padre celestial, para quien es la gloria y honra por toda la eternidad.
Eph 6:4 Y vosotros, padres,
no provoquéis a ira a vuestros hijos,
sino criadlos en disciplina y amonestación del Eterno.
Tit 3:10 Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo,
11
sabiendo que el tal se ha pervertido,
y peca y está condenado por su propio juicio.
2Pe 1:13 Pues tengo por justo, en tanto que estoy en este cuerpo, el despertaros con amonestación;
2° NUESTRO BIENESTAR ES IMPORTANTE,
PERO EL DE TODOS ES MÁS IMPORTANTE.-
Deu 3:18 Y os mandé entonces, diciendo:
el Eterno vuestro Eloha os ha dado esta tierra por heredad; pero iréis armados todos los valientes
delante de vuestros hermanos los hijos de Israel.
Deu 3:19 Solamente vuestras mujeres, vuestros hijos y vuestros ganados (yo sé que
tenéis mucho ganado), quedarán en las
ciudades que os he dado,
Deu 3:20 hasta que el Eterno dé reposo a vuestros
hermanos, así como a vosotros, y hereden ellos también la tierra que el
Eterno vuestro Eloha les da al otro lado del Jordán; entonces os volveréis cada uno a la heredad
que yo os he dado.
Las tribus de
Rubén y Gad, así como la media tribu de Manasés se esforzaron mucho en la
conquista y tomaron muy rápidamente posesión de su herencia al Este del río
Yardén. Así que pidieron quedarse allí, pero Moshé les impuso una condición:
que aunque habían llegado de primero a la herencia, debían luchar junto a sus
hermanos hasta que todos adquirieran la suya y entonces regresarían a
disfrutarla.
Esto es una
gran lección: lo importante no es llegar primero, es que lleguemos todos.
El sitio mas
representativo para la unidad del Pueblo Israelita es la quehilá,(comunidad)
congregada en la sinagoga. Todo lo que allí existe está consagrado al Eterno y
servicio de la quehilá (comunidad). El bienestar común es obligación de todos
sin acepción porque todos nos servimos de el. Alcanzar la bendición de la
sinagoga no debe ser para unos pocos sino para todos incluidos, los que aún no
han llegado. Ninguno podrá dejar la lucha hasta que todos los seres queridos
también posean el derecho de vivir dentro del pueblo Yisraelita.
Por esto cada
mejora dentro de la sinagoga, no solo debe ser pensada para los que ya están,
sino para los que siguen luchando para entender y alcanzar el derecho a la salvación.
Muchas veces
sucede que descubrimos una rica herencia y queremos empezar a disfrutarla
olvidándonos de nuestros hermanos que todavía no han tomado la suya. Muchas
veces sucede que nos apasionamos tanto con nuestras raíces que de pronto
perdemos la perspectiva de unidad con el resto de nuestros hermanos que aun
tendrán que luchar muy fuerte por alcanzar la suya. La lección que nos brinda
la Parashá en este Shabat es muy hermosa: No te olvides de tus hermanos que
todavía están en el camino, aun cuando ya hayas tomado posesión de tu riqueza.
No abandones a tus hermanos que todavía están luchando. No des las espaldas a
los que todavía no han conquistado su parte del botín. No disfrutes hasta que
todos comencemos a hacerlo unidos, como un solo pueblo que somos en Mashiaj.
Uno de los
grandes secretos del éxito del pueblo de Adonai es que estemos unidos, que
marchemos unidos, que luchemos unidos. Rav Shaul decía:
Efesios 4:3
"Solícitos en guardar la unidad del Espíritu". Y el grito de Yeshúa antes de su gran
sacrificio no fue siquiera por sí mismo, sino por nosotros:
Juan 17:20 "Mas no ruego solamente por
éstos, sino por los que han de creer en mi por la palabra de ellos; para que
todos sean uno, como Tu oh Padre en mi y yo en Ti, que también ellos sean uno
en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste".
¿Por qué no te
detienes un momento y miras a tu derredor para ver cómo están tus hermanos?
Quizá ya tu has llegado, quizá ya estás en posesión de tu promesa, quizá ya te
han entregado tu parte. ¿Pero dónde están tus hermanos? ¿Cómo podrás estar
quieto cuando ellos todavía luchando? Deja allí por un momento tu herencia y
regresa a la batalla; mete tu brazo por tu pueblo y ayúdalos a llegar. Cuando
juntos disfrutamos, la victoria es más dulce. Cuando juntos lloramos, el dolor
es mitigable. Cuando juntos permanecemos, Su gloria será mucho más gloriosa.
3°: Muchos postreros son primeros y primeros postreros.
Moshé recuerda
en su primer discurso la actitud de fe de Caleb. En Devarim 1:36 está escrito
que Adonai dijo de él: "excepto Caleb hijo de Yefone; él la verá y a él le
daré la tierra que pisó y a sus hijos; porque ha seguido fielmente al Eterno".
Recordemos que Caleb
no tenía ningún derecho a la tierra. En Primer lugar porque no constituía
ninguna tribu. En Segundo Lugar porque no era Israelita natural, sino un
prosélito.
En efecto,
leemos en Números 32:11,12 lo siguiente: "No verán los varones que
subieron de Egipto de veinte años arriba, la tierra que prometí con juramento a
Avraham, Yitzak y Yaakov, por cuanto no fueron perfectos en pos de mí; excepto
Caleb hijo de Yefone cenezeo..."
Así que el
padre de Caleb no era de Israel, era "cenezeo". ¿Quiénes eran los
"cenezeos"?
En Bereshit
(Génesis) 15: 18-21 leemos lo siguiente: "En aquél día hizo Adonai un
pacto con Avram diciendo: "A tu descendencia daré esta tierra, desde el
río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates; la tierra de los ceneos,
los cenezeos..."
Así que los
"cenezeos" eran parte de las tribus nómadas que ocupaban la tierra en
los días de Avraham, juntamente con los jebuseos, cananeos y demás grupos. Los
"cenezeos" no eran de Israel. Y Caleb es un descendiente de un
"cenezeo" (Kenitzita) quienes juntamente con los Kenitas (Ceneos) y
los Kadmonitas (Cadmoneos) luego serían absorbidos y reemplazados por Moab,
Edóm y Amón en los días de la conquista de la tierra.
Todo parece
indicar que por alguna razón (quizá el hambre) descendientes de los ceneceos
emigraron a Egipto y allá Yefone se "convirtió" al Eloha de Israel.
Luego de su conversión, su hijo Caleb se hizo parte de la comunidad hebrea y
siendo muy joven aun cuando salió de Egipto, se unió a nuestro pueblo en la
marcha a la tierra prometida.
Así que Caleb
no tenía "derecho legal", estaba "apartado" de la herencia.
De hecho, el nombre del pueblo del cual desciende (Kenizi) significa
"puesto aparte" o "independiente de". Sin embargo, aunque
era un "postrero", "apartado", vino a ser parte de Judá y
escogido entre los grandes príncipes de Israel.
Esto es
precisamente una de las grandes promesas del Pacto Avráhanico, por el cual y a
través de la simiente de Avraham que es el Mesías, todas las familias de la
tierra están llamadas a formar parte del pueblo de Elohim los cuales, por su
unión con Mashiaj, la simiente de Avraham, son constituidos por Eloha en
familia de Avraham, conciudadanos de los santos y miembros de Su familia (Gált.
3:29; Ef. 2:11-3:6), no para sustituir a Israel, sino para integrarse y compartir
con los de Israel la riqueza de la herencia en los santos. (Romanos 11:17-24).
Pero a no
dudarlo, muchos que estaban "lejos" y "apartados" como de
"postreros", por su fe en el Eloha de Israel han venido a tomar parte
de una rica herencia incluso por delante de los propios hijos.
Yeshúa habló
precisamente de esto cuando afirmó: "Porque vendrán del oriente y del
occidente, del norte y del sur y se sentarán a la mesa en el reino de Elohim".
"Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente y se sentarán
con Avraham, Yitzak y Yaakov en el reino de los cielos, mas los hijos del reino
serán echados a las tinieblas de afuera..." (Luc.13;29; Mt. 8:11,12).
Lo más
importante no es de dónde tu vienes, sino cómo tu vives en relación con el
Eterno de Israel y a Su Torah. Caleb no tenía derechos legales, pero fue
contado entre los príncipes de Israel.
Hay muchos
Calebs hoy día en el mundo. Hombres piadosos que se han convertido al Eloha de
Israel por medio de Mashiaj; ellos no nacieron israelitas, no provienen de los
hijos de Avraham, Yitzak y Yaakov, pero a través de Yeshúa han sido traídos
cercanos y hechos ciudadanos de Israel y herederos según la promesa. Y Adonai
les está dando no solamente la bendición de la salvación eterna, sino la
oportunidad de compartir aquí y ahora una rica herencia a la cual son traídos
por medio de Yeshúa. Y están siendo levantados como príncipes de Israel para
dar testimonio a nuestro pueblo de la fidelidad y confiabilidad de nuestro Eloha,
ahora también de ellos.
No confíes en
lo que has recibido, confía en quien lo da. No te acostumbres a las
bendiciones, esfuérzate. No te "duermas en los laureles" confiando en
tu ascendencia, o en tu familia, o en el ministerio que te ha sido confiado.
Nada de eso es lo más importante, sino un corazón dispuesto para amar a Elohim
y obedecerlo. Eloha puede "levantar hijos a Avraham aun de las
piedras".
La Parashá para
este Día del Eterno nos viene apropiada para recordar que "al que tiene le
será dado y tendrá más, pero al que no tiene, aun lo que tiene le será
quitado" pues "al que mucho se le ha dado, mucho también se le
demandará".
Cuando la
mayoría de los príncipes de Israel fallaron, un descendiente de extranjeros se
unió a Yehoshúa, de la Casa de Efraim y salvó el honor de todo Israel. En
sentido figurado pues, Efraim y los convertidos de entre las naciones, tendrán
un hermoso rol que jugar en estos días proféticos, y quizá se repita otra vez
la historia donde los que no tenían nada ni eran contados como herederos, se
adelantarán a aquellos cuya herencia ha sido asegurada pero no actúan
consecuentemente con la vocación de su gran llamamiento.
4°: La Promesa no Anula nuestra Participación sino
que la Demanda.-
Finalmente,
quisiera llamar vuestra atención a este hecho. En 3:18 de la Parashá, Moshé
recuerda estas palabras que dijo a nuestros padres: "Y os mandé entonces,
diciendo: Adonai vuestro Eloha os ha dado esta tierra por heredad; pero iréis
armados todos los valientes delante de vuestros hermanos los hijos de
Israel".
Observe la
relación: "Os he dado esta tierra por heredad"; esta es la promesa,
podemos tener la completa seguridad que será así como Eloha nos ha dicho. Sin
embargo, ¿anula la promesa nuestra responsabilidad? ¡En ninguna manera, sino
que la exige!
El Eterno luego
de dar la promesa, establece el medio por el cual hemos de adquirirla:
"Pero iréis armados todos los valientes delante de vuestros
hermanos".
Así que cuando
el Eterno te promete algo, no significa echarnos a la cama a dormir, sino todo
lo contrario, es un grito de guerra, es una motivación para la lucha, es una
orden de batalla para conquistar lo que nos ha sido dado. Ciertamente que la
herencia es nuestra, pero tienes que conquistarla. Ese trabajo es tuyo, pero
tienes que conquistarlo. Esa bendición es tuya, pero tienes que esforzarte.
Debemos tomar
siempre las promesas como estimulantes de nuestro trabajo, no como un sedante
de la fe; como una motivación del espíritu, no un paliativo para justificar
nuestra ociosidad irresponsable. Las promesas son para alcanzarlas luchando, no
en las almohadas; son zapatos para el camino, no sillones de siesta. El Eterno
lo hará, pero tú tendrás que esforzarte por alcanzarlo.
Nuestro amado
Padre nos de sabiduría, y entereza para asimilar esta enseñanza y nos permita
ser instrumentos para ganar la batalla de Su Reino.
¡SHABAT SHALOM!
HOSHEA BEN YISRAEL
Comunidad Bíblica Shalom
Fuentes: Torah. Midrash. Ami, Ruaj HaKodesh
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