Parashá 33 BeJukotai
Levítico 26:3 – 27:3
Para compartir en el
Shabat del 20 de Siff de 5.776 (mayo 28 de 2.016)
Día 35 de la cuenta del
Omer
Aliyás de la
Torá:
1. 26:3-5
2. 26:6-9
3. 26:10-46
4. 27:1-15
5. 27:16-21
6. 27:22-28
7. 27:29-34
Haftará: Jeremías
16:19 – 17:14
Código
Real (HaTsofen HaMaljutí): Mateo 27:1 – 28:20
BeJukotai
Significa
“en mis estatutos”.
26:3 “Si andáis en mis estatutos y guardáis mis mandamientos para
ponerlos por obra” – La palabra hebrea que ha sido traducida como “mis
estatutos” es “jukotai”. Como hemos dicho antes, un mandamiento que es
denominado “juk” es un tipo de mandamientos que no tiene una explicación lógica
y entendible a primea vista. Este es el tipo de mandamientos más difícil para
el hombre, porque no solamente tiene que esforzarse para cumplirlo, sino también
tiene que librar una batalla en su mente a la hora de obedecerlo. Como no
entiende bien la razón por la que tiene que cumplir ese tipo de mandamientos,
la mente natural tiende a revelarse y despreciar el juk, cf. v. 15, 43. Por
esta razón, la mente que no ha sido transformada por la Torá no ayuda al hombre
a poner por obra los mandamientos de carácter juk. El juk es el mandamiento que
más eleva al hombre espiritualmente, porque crea en el hombre una obediencia
sin lógica, sin que la mente le apoye y así le obliga a subir a un nivel
espiritual más alto. La obediencia al juk tiene que ver con una relación de
Padre-hijo. El hijo no entiende por qué el padre le ordena algo, pero obedece
simplemente porque el padre lo ha dicho, no porque haya una explicación del por
qué tiene que hacer esto o aquello. Nuestra obediencia al mandamiento juk crea
una relación de obediencia en un nivel más profundo en espíritu y en amor.
Aunque no entendamos, obedecemos, simplemente porque Papá nos lo ha dicho. Por
lo tanto el juk nos eleva por encima de lo natural, de lo lógico, de lo que es
obvio, según el razonamiento humano, y nos lleva a una altura espiritual de
relación y de revelación profundas con nuestro Padre celestial. Los
mandamientos de carácter juk están íntimamente ligados al Mesías. Por eso son
tan importantes.
Además de tener que enfrentar la resistencia para cumplir el
mandamiento juk en nuestro cuerpo y en nuestra mente, recibimos también los
ataques de los enemigos de la Torá. Como ellos no pueden entender la razón por
la que fueron dados estos estatutos, se burlan de nosotros y de nuestro Padre
que nos dio la Torá para ser cumplida.
Así que, la tentación principal que tenemos es que dejemos de
cumplir los mandamientos de carácter juk. Esta es la razón por la que este
texto primero menciona este tipo de mandamientos. Si andamos en los juks de
ELOHA y guardamos el resto de sus mandamientos poniéndolos por obra, no
solamente estudiándolos o hablando de ellos o pensando en cumplirlos, sino
verdaderamente transformándolos a una convivencia diaria en nuestras vidas,
ENTONCES recibiremos todas las bendiciones que están involucradas en el pacto.
Este versículo empieza con una de las palabras más
importantes de las Escrituras: “si” condicional, en hebreo “im”. Esta palabra
pone al hombre en una posición de autoridad para elegir. Con la entrega de la
Torá el hombre ya no es un esclavo, es libre. Tiene la libertad para elegir
entre la bendición y la maldición. Tiene el poder en su boca y en sus manos
para escoger entre la vida y la muerte. Esta autoridad fue dada al pueblo de
Israel por medio del pacto en Sinai.
Esto nos enseña que cada uno de nosotros tiene la capacidad
en nuestras manos para cambiar el rumbo
de nuestras vidas. Pero ese poder no lo tenemos en nosotros mismos, sino que
ELOHA nos lo ha dado. Por medio de la entrega de su Torá y los pactos a Israel,
hemos recibido la autoridad para dirigir nuestras vidas y las vidas de nuestros
hijos. Y por medio del Mesías, los gentiles podrán entrar en Israel y obtener
los mismos privilegios. Nosotros podemos elegir cómo queremos que sea nuestro
futuro.
Es posible que nuestra situación pueda ser miserable por las
maldiciones que nos hayan alcanzado por nuestros propios pecados, los pecados
de nuestros padres y de nuestra nación. Pero ELOHA nos ha dado el poder para
cambiar el futuro de nuestras vidas y de nuestra nación. ¿Cómo se manifiesta
ese poder? Por medio de una sola palabra: “im”. Si obedecemos los estatutos y
el resto de los mandamientos, entonces nuestro futuro y el futuro de nuestra
nación será cambiado. Tanto la obediencia como la desobediencia de un individuo
puede cambiar el rumbo de una nación entera. Tú tienes en tu mano el poder para
cambiar esta nación. ¿Cómo? Por medio de tu obediencia a los mandamientos.
¿Quieres cambiar tu vida para bien? Obedece los mandamientos que te aplican.
¿Quieres cambiar esta nación? Pon los juks por obra. Si todos los demás pecan,
tú no tienes que pecar por eso. Si todos los demás quebrantan la Torá, tú no
tienes que quebrantar la Torá por eso. Tú puedes ir en contra de la corriente y
ser diferente, ser santo, ser luz y sal. Este es tu llamado. Si quieres ser
obediente, ELOHA te ayudará a ser fiel en medio de una generación perversa y
maligna. El poder está en tu boca y en tus manos, ¡úsalo!
La palabra hebrea “im” empieza con la primera letra del
alfabeto hebreo, la alef. La última letra de la sección de las bendiciones, en
el versículo 13, es la última letra del alfabeto hebreo, la tav. Así que en
estos versículos hay un resumen de todo el mensaje de las Escrituras desde el
principio hasta el fin, desde la alef hasta la tav. ¿Cuál es el mensaje? Si
eres fiel serás bendecido en todo sentido. La obediencia es la que trae
bendiciones en nuestras vidas. La desobediencia trae maldiciones sobre la vida
personal, familiar y nacional. ¿Quieres ser bendecido con riquezas, paz y la
presencia de ELOHA, según las promesas de estos versículos? ¿Cómo puedes
lograrlo? No es por medio del estudio de la Torá. Tampoco es por medio de la
oración sin cesar. Ni es por medio de dar dinero a los pobres o a la obra de ELOHA.
No es por medio de la alabanza u otros sacrificios. Es por medio de la
obediencia. La obediencia es mejor que los sacrificios, como está escrito en 1
Samuel 15:22:
“Y Shmuel dijo: ¿Se
complace ELOHA tanto en ofrendas de ascensión y sacrificios como en la
obediencia a la voz de ELOHA? He aquí, el obedecer es mejor que un sacrificio,
y el prestar atención, que la grosura de los carneros.”
La obediencia a la Torá dada Moshé es el camino a la
bendición. La obediencia a los mandamientos que se encuentran en Génesis,
Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio es el camino a la prosperidad, como
está escrito en Josué 1:7-8:
“Solamente sé fuerte y
muy valiente; cuídate de cumplir toda la Torá que Moshé mi siervo te mandó; no
te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito
dondequiera que vayas. Este rollo de la Torá no se apartará de tu boca, sino
que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está
escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito.”
Este mandamiento que yo te ordeno
hoy no es muy difícil para ti, ni está fuera de tu alcance. No está en el
cielo, para que digas: "¿Quién subirá por nosotros al cielo para
traérnoslo y hacérnoslo oír a fin de que lo guardemos?" Ni está más allá
del mar, para que digas: "¿Quién cruzará el mar por nosotros para
traérnoslo y para hacérnoslo oír, a fin de que lo guardemos?" Pues la
palabra está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que la guardes.
Mira, yo he puesto hoy delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal;
pues te ordeno hoy amar a EL ETERNO tu Eloha, andar en sus caminos y guardar
sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y te
multipliques, a fin de que EL ETERNO tu Eloha te bendiga en la tierra que vas a
entrar para poseerla.”
Otro dirá: “La Torá es sólo para el pueblo judío, no para los
gentiles”.
Si fuera así, entonces no habría pecadores entre los
gentiles. Como el pecado es la infracción de la Torá, si no hay Torá no hay
pecado, cf. 1 Juan 3:4; 1 Corintios 15:56; 1 Timoteo 1:8-11. Si la Torá no es
para los gentiles, tampoco hay pecado entre los gentiles y si no hay pecado
entre los gentiles, los gentiles no necesitan ser salvos y ¡el Mesías murió en
vano por ellos!
4 “yo os daré vuestras lluvias en su tiempo, y la tierra dará sus
productos, y los árboles del campo darán su fruto.” – El primer resultado
de la obediencia es que habrá lluvias desde el cielo en su tiempo. La lluvia en
la tierra de Israel es muy importante. Si no hay lluvia no hay alimentos, y si
no hay alimentos hay hambre y muerte. Así que la bendición de la lluvia es
fundamental para la vida en la tierra de Israel.
Aquí habla de la lluvia en su tiempo. Las lluvias principales
en Israel caen en el otoño y en la primavera. En los meses Tishrí y Jeshván
viene la lluvia temprana y alrededor del mes de Nisán viene la lluvia tardía.
La lluvia temprana es la más fuerte y prepara la tierra para la siembra. La
lluvia tardía es menos fuerte pero más importante, porque ayuda a la cosecha a
madurar correctamente. Estas dos lluvias son las principales en la tierra de
ELOHA, como está escrito en Deuteronomio 11:14:
“Él dará a vuestra
tierra la lluvia a su tiempo, lluvia temprana y lluvia tardía, para que recojas
tu grano, tu mosto y tu aceite”
Segunda aliyá, 26:6-9
26:6 “Daré también paz en la tierra, para que durmáis sin que nadie os
atemorice. Asimismo eliminaré bestias dañinas de vuestra tierra, y no pasará
espada por vuestra tierra.” – La seguridad, cf. v. 5, y la paz son
resultados de la obediencia a los mandamientos. Donde no hay obediencia a los
mandamientos no hay seguridad ni paz, como está escrito en 1 Tesalonicenses
5:3:
“Cuando estén
diciendo: Paz y seguridad, entonces la destrucción vendrá sobre ellos
repentinamente, como dolores de parto a una mujer que está encinta, y no
escaparán.”
Tercera aliyá, 26:10-46
26:11 “Pondré mi morada en medio de vosotros, y mi alma no os aborrecerá.” – La
morada se refiere al templo, porque el tabernáculo ya estaba entre ellos.
También es una alusión al cuerpo del Mesías Yeshúa, que es la morada de ELOHA,
como está escrito en Juan 1:14:
“Y la Palabra fue hecha carne, y puso su morada entre nosotros, y
vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de
verdad.”
En tercer lugar es una referencia a la nueva
Yerushalayim que descenderá sobre la tierra después del reinado mesiánico, como
está escrito en Revelación 21:1-4:
“Y vi un cielo nuevo y
una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar
ya no existe. Y vi la ciudad santa, la nueva Yerushalayim, que descendía del cielo, de Eloha, preparada como una novia
ataviada para su esposo. Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: He
aquí, el tabernáculo de Eloha está entre los hombres, y Él habitará entre ellos
y ellos serán su pueblo, y Eloha mismo estará entre ellos. Él enjugará toda
lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni
dolor, porque las primeras cosas han pasado.”
26:14-15 “Pero si no me escucháis y no hacéis todos estos mandamientos si
despreciáis mis estatutos (jukotai) y si aborrece vuestra alma mis
ordenanzas para no cumplir todos mis mandamientos, para quebrantar mi pacto” – Este
texto habla de las consecuencias de la desobediencia al pacto. Como hay un
pacto entre ELOHA e Israel, hay condiciones y consecuencias para la convivencia
entre ambos. La condición para poder permanecer en el pacto y obtener los
beneficios del pacto es la obediencia a los mandamientos. Las consecuencias de
la obediencia son las bendiciones y las consecuencias de la desobediencia son
las maldiciones.
Cuarta aliyá, 27:1-15
27:2 “Habla a los hijos de Israel y diles: "Cuando un hombre
pronuncia un voto sobre una evaluación de almas a ELOHA.” – Después
del capítulo largo que habla de todas las calamidades que sobrevendrán sobre
los hijos de Israel por causa del desprecio contra los mandamientos ahora
vienen unas instrucciones sobre votos. Cuando los hijos de Israel estén en
situaciones de mucha angustia, varios de ellos querrán hacer votos de entrega a
ELOHA. Es más fácil ser devoto al Eterno estando en problemas que cuando las
cosas van bien. El hombre tiende a olvidarse de ELOHA cuando su estómago está
lleno. Pero cuando está enfermo y pobre clama al cielo y hace promesas. Este
capítulo regula ciertos tipos de promesas que una persona pueda hacer en
ciertos momentos de su vida, desde votos para entregar dinero que representa el
valor de una persona, hasta votos para entregar casas.
En lugar de entregar el alma, que es inmaterial, se puede
entregar un dinero, que representa el valor de esa alma. Pero, como hemos dicho
anteriormente, el valor del alma de una persona es demasiado alto para poder
ser redimida para que nunca vea la muerte, cf. Salmo 49:7-8. Por lo tanto, aquí
se trata de un precio simbólico que la Torá pone sobre el alma de una persona.
Si alguien quiere donar su vida al templo, podrá hacerlo representativamente en
forma de dinero. Un Midrash[4] dice: “Si donaras el
valor de una persona, lo consideraré como si la hubieras sacrificado”.
Quinta aliyá,
27:16-21
27:21 “y cuando quede libre en el
jubileo, el campo será consagrado a ELOHA, como campo dedicado; será para el sacerdote como posesión suya.” – Las cosas consagradas a
ELOHA son entregadas al templo o
a los sacerdotes.
Sexta aliyá,
27:22-28
27:28 “Sin embargo, cualquier cosa
dedicada que alguno separe para ELOHA de lo que posee, sea hombre o animal, o campos de su propiedad,
no se venderá ni redimirá. Toda cosa dedicada es santísima a ELOHA.” – EL ETERNO valora muchísimo las cosas y las personas que le son dedicadas si
vienen de un corazón devoto. Por esto son elevadas al nivel más alto de
santidad y sólo pueden ser utilizadas por los sacerdotes, cf. 1 Samuel 1:24-28.
Séptima aliyá , 27:29-34
27:30 “Todo el diezmo de la tierra, de
la semilla de la tierra o del fruto del árbol, es de ELOHA; es cosa consagrada a ELOHA.” – Esta es la primera vez que se menciona la entrega del diezmo
como un mandamiento directo. Sin embargo, el diezmo es un principio que viene
desde el inicio de la creación, cuando el hombre no podía comer de todos los
árboles que trabajaba. Parte del trabajo no se come, sino se entrega a ELOHA. Este texto nos muestra
que el diezmo realmente es de ELOHA. No es que el hombre entregue el diezmo como una ofrenda, sino
simplemente le da a ELOHA lo que es suyo. Este texto nos enseña que el diezmo de todo el
producto de la tierra pertenece a ELOHA. Esto no significa que hay que dar el diezmo de
todo lo que hay en el campo, sino de todo lo que el dueño coseche de su campo o
de sus árboles. El diezmo se da de lo que uno trae al almacén de su casa.
En
la parashá de esta semana, Dios le dice al pueblo hebreo que dejen descansar
sus tierras y que no siembren durante el séptimo año. Él les promete que si
hacen esto, no saldrán perdiendo – Él realizará un milagro y recibirían el
doble de cosecha. Esta fue una gran prueba de confianza para el pueblo, ya que
en aquellos días no cosechar significaba ¡no comer! Cada persona tuvo que
enfrentar esta prueba, y su decisión demostraba si realmente confiaba en Dios o
no.
También
podemos aplicar esta idea a nuestras vidas. Cada vez que nos encontramos ante
un dilema en el cual hacer lo correcto pareciera ser una molestia o una
pérdida, podemos optar por confiar en Dios, sabiendo que si hacemos las cosas
bien, al final nunca vamos a perder.
En
nuestra historia, una niña se enfrenta a una decisión de "confianza",
y termina ganando.
El Camino Largo es el Más Corto
Era
un día extremadamente caluroso. Nancy y sus amigas se preguntaban si alguna vez
acabaría el largo camino de regreso a casa desde la piscina del barrio.
"Por
suerte recordamos traer nuestra botellas de agua", dijo Nancy a su hermana
Diana.
Las
niñas siguieron su marcha, cuando de pronto alguien notó que había una brecha
en el alambrado de contención del otro lado de la carretera.
"Hey,
¡es nuestro día de suerte!" gritó Diana. "Si tomamos este atajo
llegaremos a casa en la mitad de tiempo".
"¡Vamos!"
Acordaron las cansadas niñas, e inmediatamente comenzaron a cruzar la calle
polvorienta.
Pero
cuando se acercaron, su ilusión se desvaneció.
"NO
TRASPASAR, PROPIEDAD PRIVADA" decía un viejo y oxidado cartel colgando a
uno de los lados de la valla.
Las
niñas se miraron mutuamente durante un instante. "Vamos", dijo Diana.
"Probablemente ese cartel ha estado colgando ahí durante diez años. Nadie
le presta atención, y tampoco nosotras deberíamos prestársela".
"Diana
tiene razón", dijo Sara. "¡Miren cuántas personas lo han traspasado!
Se ven las huellas a través del campo vacío".
"Además",
añadió Diana, "¿quién se va a enterar?, ¿a quién podría importarle?".
Las
acaloradas y cansadas niñas no necesitaban muchos argumentos y rápidamente
comenzaron a traspasar la valla. Pero, cuando Nancy se agachó para pasar,
sintió que algo no andaba bien. "Es cierto que estamos acaloradas y
cansadas, pero ¿acaso está bien traspasar una propiedad privada sólo por esta
razón?", pensó.
Rápidamente
se detuvo y llamó a las demás. "Hey, ¡esperen un minuto!" Las niñas
se voltearon. "¿Acaso tenemos derecho de pasar a través de una propiedad
privada?" preguntó Nancy. "Sé que es un largo camino, pero hay que
hacer lo correcto, incluso cuando es difícil, ¿cierto?"
Diana
se dirigió a su hermana y le dijo: "Escucha, hemos decidido tomar el
atajo. Estoy segura de que no es un problema. Pero si quieres sudar y tomar el
camino largo, entonces puedes hacerlo. Yo estaré esperándote en casa,
descansando agradablemente".
Nancy
vio como Diana y las demás muchachas, felices por su buena fortuna,
desaparecieron a través del agujero en la valla, dejándola a ella por su
cuenta. Y ahora, caminando sola, el camino parecía incluso más largo.
"Tal
vez no fui muy inteligente", pensaba Nancy. "Las muchachas,
probablemente están sentadas en casa refrescándose con el aire acondicionado, y
yo ¿donde estoy?"
Una
o dos veces ella estuvo a punto de regresar para reunirse con sus amigas, y a
punto de pasar a través de otras aperturas que surgían en la valla cada cierto
tiempo. Pero cada vez ella se decía a sí misma, "Hay que hacer lo
correcto, incluso cuando es difícil", recordándose a sí misma, que cuando
uno hace lo correcto nunca sale perdiendo.
Pronto
Nancy comenzó a tener pensamientos agradables, y antes de que se diera cuenta,
llegó a casa. Ella abrió la puerta esperando encontrar a Diana descansando
cómodamente con el aire acondicionado encendido. Pero para su sorpresa, la casa
estaba vacía. Era obvio que nadie había estado allí desde la mañana.
"Que
divertido", pensó. "Quizás Diana se quedó en la casa de una de las
muchachas". Después de encender el aire acondicionado, Nancy se sentó
tranquilamente con una pila de libros para leer durante la tarde.
Bastante
tiempo después, Nancy salió a revisar el buzón de correo y vio una extraña
visión. Ella vio a Diana y a las demás muchachas viniendo por la carretera.
Definitivamente no parecían felices. Exhaustas, un par de las chicas con rasguños
en sus piernas, y Diana ¡cojeando!
"Hey,
¿qué pasó con ustedes?" exclamó Nancy.
Las
niñas levantaron la vista, sorprendidas, y un poco avergonzadas.
"Bueno", suspiró Diana, "parece que el atajo no fue tan buena
idea después de todo. El campo estaba lleno de espinas..."
"¡Y
hiedra venenosa!" añadió Sara mientras se rascaba. "Nos tomó una
eternidad atravesarlo. Pensamos que nunca íbamos a salir".
"Tuviste
mucha suerte de no venir con nosotras", dijo Diana.
Nancy
miró a su hermana y a sus fatigadas amigas y asintió con simpatía. "Tuve
suerte", pensó para sí misma, "suerte que confié lo suficiente como
para hacer lo correcto".
Y yo... ¿dónde me meto?
En Pesaj, tuvimos de invitada a una señora muy especial, que además de
ser súper graciosa es re buena cocinera. En especial, le encantan las cosas
dulces, hasta ella misma se denomina “una nasher”. Le fascina cocinar postres
de todo tipo.
Como es obvio, en una mesa de Pesaj, se habla de Jametz, así como en
Iom Kipur uno habla de comida, y en Sukot de lo lindo que es comer adentro. Así
que nos relató sobre el último postre que había hecho aquella semana previa a
Pesaj: Una Lemon Pie.(torta)
Obviamente no recuerdo sus palabras literales, pero intentaré
redactarlas lo mejor posible:
“Quise hacerle una Lemon Pie a mi hija, que le encanta. Y yo, soy re
nasher, entonces me encanta ponerle azúcar, y crema, y un montón de cosas.
Pero, como me tengo que empezar a cuidar, quise hacerla original y le puse
Splenda. La verdad que no tenía mucha fe en que iba a salir bien. Pero ¡No
saben qué merengue que se formó! Era gigante, fabuloso. La hice el
miércoles, para poderla comer el viernes de noche en la cena de Shabat, así que
la guardé en la heladera. A la mañana siguiente me levanto, y abro la heladera.
El merengue había bajado. ¿Quién pudo haberse comido el merengue? Yo
generalmente soy la que como lo dulces, y yo NO lo había comido. Bueno, a la
noche me fijo de vuelta…y el merengue sigue consumiéndose. Yo la torta no la
estaba comiendo, y sin embargo, estaba desapareciendo. Al día siguiente, abro
de vuelta la heladera, y ¡casi que no hay merengue! Lo que quedaba era apenas
una muestrita de lo que una vez había sido un gran merengue. Además se había
quebrado la crema de limón que estaba debajo del merengue. No podía creer. ¡Y
yo que creía que iba a poder deleitarme con una rica torta Diet hecha con
Splenda!. Ni que hablar, que ninguno la comió. Pero ¡lo que nos reímos con esta
torta!”
Y nosotros también con la historia…
Pero miren, qué interesante. La Splenda es como el azúcar, endulza
igual, y además es dietética. Pero no es duradera, no es en verdad azúcar, sino
una copia dietética de la misma. En cambio el azúcar, es duradera, porque es el
verdadero dulce.
Nuestra alma está sedienta y quiere aprender Torá, y ahí empiezan las
ofertas que no son las verdaderas. Y uno comienza a averiguar, a indagar.
Buscar respuestas, siente deseo de encontrar la verdad.
Y en el mundo nos venden diferentes “propuestas”, “Clases de Kabalá”,
etc. Sí, son dulces, sí, en el momento nos dan sensación de saciedad. Pareciera
como si por fin hubiésemos hallado la respuesta. Pero no es duradera. Se
consume.
La Torá, es el azúcar, y al ser la verdad, siempre perdura. A veces,
por querer buscar cosas más “Light”, más dulces, uno se olvida de qué es lo que
realmente pervive para siempre. La Torá es la fuente de la vida, es Eterna.
“Una copia nunca es tan buena como el original”.
CONCLUSION
POR YIRMIYAHU BEN YISRAEL: EL CAMINO DE SALVACION ES UNO, LA SALVACION ES
UNA, EL PRIMOGENITO ES UNO,EL MESIAS ES UNO, LA TORAH ES UNA, LA CREACION ES
UNA, EL DADOR DE LA VIDA ES UNO, EL ETERNO ES SOLO UNO, EL RUAJ HA KODES ES
SOLO UNO. EL SHEMA ES UNO Y UNO EN HEBREO ES EJAD QUE ES TOCAR LA ETERNIDAD ES
UNA SOLA NO AGUANTA COPIA, QUEILAH TORAH SHALOM SOMOS UNA.
SHABAT
SHALOM.
YIRMIYAHU
BEN YISRAEL
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