Parashá 51 Nitsavim
Deuteronomio 29:10(9) – 30:20
Para compartir en el Shabat de la semana que termina el 28 de Elul de 5.779 / Septiembre
28 de 2.019
Aliyás de la Torá (los años cuando se lee Nitsavim por separado):
1. 29:10-12 (9-11 heb.)
2. 29:13-15 (12-14 heb.)
3. 29:16-29 (15-28 heb.)
4. 30:1-6
5. 30:7-10
6. 30:11-14
7. 30:15-20
Haftará:
Isaías 61:10 – 63:9
Brit Hadasha: Revelación 17:1 –
18:24
Aliyás del CR:
- Revelación
17:1-8
- Revelación
17:9-18
- Revelación
18:1-8
- Revelación
18:9-14
- Revelación
18:15-24
Comentarios
Nitsavim
Significa “(estáis)
de pie”.
Comentarios
Primera aliyá,
29:10-12 (9-11 heb.)
29:10(9) “Hoy estáis todos vosotros en presencia de YHVH
vuestro Eloah: vuestros jefes, vuestras tribus, vuestros ancianos y vuestros
oficiales, todos los hombres de Israel” – En esta última renovación del pacto antes
de la entrada en la tierra prometida están incluidos todos, también los que
habían salido de Mitsrayim y que no habían nacido dentro del pueblo de Israel,
como está escrito en Éxodo 12:38a:
“Subió también con ellos una multitud mixta”
Esta multitud mixta de otras nacionalidades habían hecho la
conversión en Mitsrayim antes de comer del cordero de pesaj, porque ningún
extranjero podía participar del cordero sin estar circuncidado en la carne, lo
cual implica una conversión al judaísmo, como está escrito en Éxodo 12:48-49:
“Pero si un extranjero reside con vosotros y (quiere)
celebrar la Pascua
a YHVH, que sea circuncidado todo varón, y entonces que se acerque para celebrarla,
pues será como un nativo del país; pero ninguna persona incircuncisa comerá de
ella. La misma Torá se aplicará tanto al nativo como al extranjero que habite
entre vosotros.”
Los conversos de las naciones que han entrado en el pacto deben
ser tratados de la misma manera que los israelitas nativos.
Segunda aliyá, 29:13-15 (12-14 heb.)
29:14-15(13-14) “Y no hago sólo con vosotros este
pacto y este juramento, sino también con los que están hoy aquí con nosotros en
la presencia de YHVH nuestro Eloah, y con los que no están hoy aquí con
nosotros”
– Esto nos enseña que este pacto incluye a los que no habían nacido todavía, lo
cual puede compararse con la oración de Yeshúa en Juan 17:20-21 donde está
escrito:
“Mas no ruego sólo por éstos, sino también por los que han de creer
en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno. Como tú, oh Padre, (estás)
en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea
que tú me enviaste.”
Tercera aliyá, 29:16-29 (15-28 heb.)
29:18(17) “no sea que haya entre vosotros
hombre o mujer, familia o tribu, cuyo corazón se aleje hoy de YHVH nuestro
Eloah para ir y servir a los dioses de aquellas naciones; no sea que haya entre
vosotros una raíz que produzca fruto venenoso y ajenjo.”
– Esta raíz de amargura es
la idolatría de los antepasados de Avraham, como se ve en Josué 24:2 donde está
escrito:
“Y Yeshúa dijo a todo el pueblo: Así dice YHVH, Eloah de Israel:
"Al otro lado del río habitaban antiguamente vuestros padres, es decir,
Teraj, padre de Avraham y de Najor, y servían a otros dioses.”
En Hebreos 12:15 está escrito:
“Mirad bien de que nadie deje de alcanzar la gracia de Eloah; de
que ninguna raíz de amargura, brotando, cause dificultades y por ella muchos
sean contaminados.”
Según la segunda regla de interpretación del nivel pshat, por la
similitud de expresiones (guezerá shavá), la raíz de amargura de la cual se
habla aquí se refiere a la idolatría, al igual que en el texto de Deuteronomio.
29:19(18)b “…a fin de arruinar tanto la
(tierra) regada como la sedienta.” – Esta es la traducción correcta según Najmánides. Sin embargo,
según Rashí y Onkelos debe ser entendido: “para sumar las faltas involuntarias
a las faltas conscientes”.
29:28(27) “y Eterno los desarraigó de su
tierra con ira, con furor y con gran enojo, y los arrojó a otra tierra, hasta
hoy.”
– Según el Talmud[1] es una referencia
a las diez tribus que tendrán que permanecer en otra tierra hasta que venga el
siglo venidero. La palabra “hasta hoy”, literalmente “como en este día”, es
interpretada como una referencia al olam habá, el mundo venidero.
29:29(28)b “Las cosas secretas pertenecen a YHVH
nuestro Eloah, mas las cosas reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros
hijos para siempre, a fin de que guardemos todas las palabras de esta Torah.” – Esto nos enseña
que tenemos la responsabilidad de transmitir a nuestros hijos todas las cosas
que el Eterno nos ha revelado. También significa que los pecados que son
cometidos en secreto no pueden ser juzgados por un tribunal humano, sino serán
condenados por el tribunal celestial, y que YHVH no juzga al pueblo por esos
pecados. Sin embargo, los pecados que han sido cometidos abiertamente tendrán
que ser juzgados por los líderes del pueblo para que el castigo de ellos no
caiga sobre todo el pueblo.
Cuarta aliyá, 30:1-6
30:1 “Y sucederá que cuando todas estas cosas hayan
venido sobre ti, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y las
hagas volver a tu corazón en todas las naciones adonde YHVH tu Eloah te haya
desterrado” – Cuando habla de “todas estas cosas” hay una referencia al
capítulo 28 donde habla de las bendiciones y las maldiciones. Todas estas cosas
ya han venido sobre los hijos de Israel a lo largo de la historia. Este
versículo nos ubica en los últimos tiempos, después de que todas estas cosas
hayan venido sobre Israel. Aquí la
Torá habla de lo que iba a venir después de las bendiciones y
las maldiciones que están escritas en el capítulo 28. Nosotros estamos viviendo
en ese tiempo ahora y nos ha alcanzado el poder de esta promesa.
La gran mayoría de los descendientes de Israel ha perdido su
identidad por causa de la asimilación. Los pocos millones de judíos que hay hoy
en día no son más que una pequeñísima parte de todos los descendientes de las
doce tribus. Los judíos son, principalmente, descendientes de sólo tres tribus,
Yehudá, Binyamín y Leví.
Las diez tribus fueron arrojadas a “otra tierra hasta el día de
hoy”, cf. 29:28. Algunos comentaristas judíos interpretan la expresión “otra
tierra” como una referencia a los Estados Unidos. En 28:64 también se habla de
una dispersión a “todos los pueblos”. Esto quiere decir que el pueblo de
Israel, las doce tribus, han sido esparcidos a todos los pueblos que existen en
la tierra. Entre todas las naciones hay descendientes físicos de Israel, como
dice también el profeta Oseas en 1:10a:
“el número de los hijos de Israel será como la arena del mar, que
no se puede medir ni contar”
El profeta Oseas fue enviado a profetizar sobre las diez tribus
del norte.
Nuestro padre Avraham recibió promesas de que sus hijos iban a ser
de tres maneras; como el polvo de la tierra, cf. Génesis 13:16, como las
estrellas del cielo, cf. Génesis 15:5; 22:17, y como la arena en la orilla del
mar, cf. Génesis 22:17. Yitsjak sólo recibió la promesa de que sus
descendientes serían como las estrellas, cf. Génesis 26:4, y Yaakov sólo
recibió la promesa de que sus hijos serían como polvo de la tierra y la arena
del mar, cf. Génesis 28:14; 32:12. Las estrellas son una referencia a los hijos
celestiales, los creyentes, los hijos espirituales, los hijos de Eloah. La
tierra se refiere a Erets Israel, la
Tierra de Israel. El polvo de la tierra se refiere a los
hijos físicos que viven en la tierra de Israel. Si comparamos el texto de
Génesis 22:17 con Génesis 32:12, vemos que la promesa en cuanto a la arena
tiene dos connotaciones. YHVH le dijo a Avraham que su descendencia sería como
la arena en la orilla del mar, pero a Yaakov dijo que iba a ser como la arena
del mar. No es lo mismo ser arena junto al mar que ser arena dentro del mar. El
mar simboliza las naciones gentiles, cf. Salmo 93:3-4; 144:7; Isaías 17:3;
Ezequiel 26:3. Hay tres tipos de arena del mar. Una parte de la arena está a la
orilla del mar y es siempre visible y nunca llega a ser cubierta por el mar.
Otra parte de la arena, que está más cerca del mar, es expuesta ante los
ataques de las olas y la marea y, por lo tanto, a veces está fuera del agua y,
a veces, está debajo del agua. La tercera parte de la arena siempre está debajo
de las aguas del mar. La arena que está a la orilla del mar y que nunca llega a
hundirse se refiere a los israelitas y judíos que están entre las naciones
guardando la Torá
como un freno contra el mal, como está escrito en Jeremías 5:22:
“¿No me teméis? -declara YHVH. ¿No tembláis delante de mí, que puse
la arena como frontera del mar, límite perpetuo que no traspasará? Aunque se
agiten las olas, no prevalecerán; aunque rujan, no pasarán sobre ella.”
Aquella arena que, a veces, está dentro del mar y, a veces, fuera,
son aquellos israelitas y judíos que viven una vida de compromiso, los que no
logran resistir los diferentes tipos de ataque de los gentiles y, por lo tanto,
a veces, son sumergidos entre las aguas y, a veces, pueden vivir una vida Kadosh.
La arena dentro del mar son aquellos israelitas y judíos que han sido
asimilados entre los gentiles y ya no viven como israeitas. Y de la misma
manera que hay mucho más arena dentro del mar que en la orilla del mar, así hay
muchos más descendientes de Israel que están hundidos entre los gentiles que
los que viven separados de ellos. La mayoría de los descendientes de Avraham
han sido absorbidos totalmente por las costumbres y las culturas gentiles y
paganas.
La palabra hebrea traducida como arena es “jol”,[2] que viene de la raíz “jul” o “jil”[3] que significa:
1. Q. girar, retorcerse, temblar, tener
dolores de parto; Polel retorcer, dar a luz; Polal estremecerse,
nacer; Hi. sacudir; Ho. nacer; Hitpolel girar,
estremecerse, acobardarse; Hitpalel temblar
2. Q. ser firme
3. Q., Polel y Hitpolel
esperar.[4]
Esto nos enseña que la arena son aquellos descendientes de Avraham
que han estado dando vueltas por el mundo, los que han temblado en las
naciones, los que han tenido dolores de parto mortales, esperando la venida del
Mesías, los que han sido estremecidos y sacudidos por el odio, las
persecuciones y las matanzas.
Hay unos pocos millones de judíos que nunca perdieron su
identidad, y la mayoría de ellos no están viviendo en la tierra de Israel,
están todavía esparcidos entre las naciones. Pero la gran mayoría de los
descendientes de Israel no saben acerca de sus ancestros israelitas y viven
sirviendo a “otros dioses de madera (Cristianismo) y de piedra (Islam)”, así
que su identidad ya no es israelita, sino gentil.
Por lo tanto, cuando la
Torá habla aquí de una vuelta de Israel en los últimos
tiempos, tenemos que definir bien a qué grupo de la descendencia de Israel se
está refiriendo. Vamos a analizar este texto más a fondo:
“Y sucederá que cuando todas estas cosas hayan venido sobre ti, la
bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y las hagas volver a tu
corazón en todas las naciones adonde YHVH tu Eloah te haya desterrado”
Hemos dicho que ya se han cumplido todas las bendiciones y
maldiciones en la historia de nuestro pueblo y que estamos viviendo en el
tiempo del cumplimiento de esta profecía. Ahora es el tiempo cuando los
asimilados son llamados a regresar a su identidad israelita.
La palabra hebrea “shuv”[5]
aparece seis veces en este capítulo, en los versículos 1, 2, 3 (dos veces), 8
och 10. “Shuv” significa: Q. volver(se), repetir, convertirse, desistir, cambiar; Polel
hacer volver, restaurar, pervertir(se); Hi. hacer volver, devolver,
hacer girar, pagar, quitar, volver a, convertir(se), calmar, restituir, apartar(se),
responder, retirar; Ho. ser restituido, devuelto.[6]
Esta escritura habla de una vuelta del pueblo de Israel en los
últimos tiempos cuyas dimensiones el mundo no ha visto jamás. En otras
ocasiones el mundo ha visto la salida de Israel de dos países, Mitsrayim y
Babilonia, pero esta vez el mundo verá el levantamiento y la salida de Israel
de todas las naciones de la tierra. La
Torá y los Profetas no están hablando solamente de la vuelta
de los que han mantenido su identidad judía a lo largo de la historia, puesto
que son contables, sino las Escrituras Sagradas están hablando de una vuelta de
las doce tribus de Israel que no se pueden contar por su gran multitud.
Queridos hermanos, estamos empezando a presenciar uno de los milagros más
grandes de la historia; la gran vuelta de los hijos de Israel. ¿La vuelta a
qué? La Torá nos
da la respuesta. Hay cinco tipos de vuelta expresados en este texto:
1.
La
vuelta al corazón de toda la historia de Israel, v. 1.
2.
La
vuelta de la familia al Eterno, el Eloah de Israel, y a todos sus mandamientos
escritos en la Torá
de Moshé, v. 2.
3.
La
vuelta a la Tierra
de Israel de los que fueron llevados en cautiverio, v. 3.
4.
La
vuelta a escuchar la voz del Eterno para guardar todos los mandamientos de la Torá , v. 8.
5.
La
vuelta al Eterno con todo el corazón y con toda el alma, v. 10-14.
Este es el programa de redención de Israel que el Eterno tiene
para nuestro tiempo.
Si analizamos esta profecía vemos que está hablando a los
descendientes de Israel que han experimentado las maldiciones, que están escritos
en el capítulo 28, y que viven fuera de la tierra de Israel y que no han tenido
la historia de Israel presente en su corazón y que no han estado amando a
HaShem con todo su corazón y con toda su alma y por eso no le han obedecido
guardando sus mandamientos. En este tiempo estamos viendo, cada vez más, como
persona por persona es tocada por el Mesías de Israel para ser involucrada en
este proceso de vuelta, en la última redención de Israel antes del regreso del
Mesías Yeshúa. Este movimiento está tocando millones de vidas en el mundo
entero en estos momentos, conforme a la palabra que dice: “en todas las
naciones” (30:1).
El primer tipo de vuelta
Lo primero que sucede en estas personas, que en este tiempo son
visitadas por el Mesías Yeshúa, es que se empiezan a identificar como hijos de
Israel o como judíos. Entran en una crisis de identidad haciéndose la pregunta:
“¿quién soy?”. Ya no se sienten gentiles. Ya no se sienten excluidos del pueblo
de Israel. Sienten que los judíos son sus hermanos. Encuentran respuestas en
las Escrituras que dicen que ya no son extranjeros ni advenedizos, sino
CONCIUDADANOS con los santos y miembros de la familia de Eloah, cf. Efesios
2:19. Otro texto que les está tocando es el que dice que están injertados en el
olivo cultivado, Romanos 11.
Los que fueron enseñados y criados en el mundo cristiano se dan
cuenta de que han sido engañados por un sistema que les ha dado una identidad
falsa, separada de Israel, gentil y griega. De repente se sienten extraños al
vocabulario cristiano y griego, y se identifican con el vocabulario hebreo.
Experimentan que las canciones judías tocan lo más íntimo de su ser. Tienen
deseos de danzar las danzas hebreas. Lloran cuando oyen “HaTikvá” – el himno
nacional de Israel. Se identifican plenamente con toda la historia del pueblo
de Israel, y así llegan a cumplir el texto de Devarim 30:1 donde habla de que
“todas estas cosas” que han venido sobre Israel volverán a estar en el corazón
de los que están haciendo teshuvá (vuelta) en los últimos tiempos. Se sienten
identificados con los judíos que fueron llevados a los campos de exterminio
nazi. Si hubieran vivido en ese tiempo serían también parte de los que
sufrieron allí. Les gusta ver películas judías para poder conocer a su familia.
Tienen deseos de vestirse como judíos, hablar como judíos, comer como judíos,
cantar como judíos, celebrar el shabat y todas las fiestas de Israel y vivir un
estilo de vida judía en sus familias. Es una vuelta a la identidad nacional. El
alma judía está resucitando dentro de ellos. No hay nada que puede parar esta
sensación interior de ellos. Están enfrentando oposición religiosa,
maldiciones, rechazos por sus propios familiares. Hermanos, hermanas, padres,
madres e hijos los están rechazando por haberse “vuelto locos”. No les importa
ser humillados, malinterpretados, perseguidos, maltratados y calumniados, con
tal que puedan “volver a casa”. Saben que lo que está pasando dentro de ellos
es obra divina. En medio de sus temores e inseguridad hay algo interior que les
está dando ánimo para seguir adelante y esta fuerza interna es más poderosa que
todas las oposiciones externas. Ellos saben que son parte del programa del
Eterno para la restauración de Israel en los últimos tiempos, y no quieren
perder esta oportunidad por nada en el mundo. Están dispuestos a dar sus vidas
por amor a ese Rabino Yeshúa de Natseret redescubierto como el verdadero Mesías
de Israel que un día dio su vida por ellos para darles herencia entre los judíos.
Tienen un grito en su interior que dice: “Tu pueblo es mi pueblo y tu Eloah es
mi Eloah”.
Este es el cumplimiento de la primera vuelta expuesta en este
texto, la vuelta al corazón de la identidad de la historia del pueblo de
Israel., como el Israel de ELOHIM
El segundo tipo de vuelta
30:2 “y vuelvas a YHVH tu Eloah, y le obedezcas
conforme a todo lo que yo te ordeno hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y
con toda tu alma” – El segundo tipo de vuelta, de la cual se habla, es la vuelta
de la familia al Eterno, el Eloah de Israel, y a todos sus mandamientos
escritos en la Torá
de Moshé. En primer lugar se trata de entrar en una relación mucho más profunda
con el Eterno, al tener la revelación de las Escrituras desde el punto de vista
hebreo, no gentil/griego. Su forma de pensar va cambiando de manera que van
entendiendo la Palabra
Escrita como nunca antes. Es como si un velo hubiese caído de
la mente y ahora pueden ver la grandeza del Eterno y respetar su Palabra de manera
muy profunda. Son concientizados de que el Eterno no puede cambiar sus
palabras, ni cambiar o anular sus pactos y sus mandamientos. Lo que fue verdad
hace 3500 años, sigue siendo verdad ahora. Los mandamientos de la Torá de Moshé ya no son
vistos como algo del pasado, sino como algo sumamente actuales y aplicables a
la vida diaria hoy. Surge en ellos un deseo muy profundo de estudiar y aprender
cómo cumplir los mandamientos que aplican a la vida personal, familiar y
comunitaria. Ya entendieron que el amor al Eterno se manifiesta, no solamente
en emociones extáticas y canciones de amor, sino en obediencia diaria de los
preceptos eternos escritos en la
Torá de YHVH que fue dada por medio de Moshé.
En segundo lugar se trata de una revelación de la importancia de
la familia. Antes estaban más interesados en el bienestar personal y buscaban al
Eterno por amor a si mismos. Ahora se han dado cuenta que la vida espiritual
tiene que ver con la familia. Ven como Avraham fue escogido justamente para ser
un padre, porque tenía la capacidad de transmitir a sus hijos lo que el Eterno
le estaba revelando. Entienden que tienen que vivir la Torá en la familia. El hogar
se convierte en un lugar de encuentro con el Eloah de Israel. El shabat
familiar se torna en un momento de encuentro con la Eternidad. La mesa
del comedor se convierte en un altar donde se come delante del Eterno y donde
se habla de las cosas divinas. La vida sexual ya no es un medio para satisfacer
los instintos bestiales, sino se transforma en una experiencia divina llena de
santidad y pureza. El respeto a la autoridad del esposo y el padre es
restaurado. El amor desinteresado por parte del esposo hacia su esposa se
convierte en un interés profundo para satisfacer las necesidades de ella y en
una ayuda práctica para descargarla en sus muchos quehaceres en el hogar. Las
conversaciones con los hijos se vuelven parte de un plan eterno para cada uno
de ellos. Los hijos son vistos como regalos divinos, portadores del llamado a
ser parte de un pueblo santo que es entrenado para cumplir los mandamientos del
Eterno y combatir la idolatría y vencer en la gran tribulación y finalmente ver
el regreso del Mesías en las nubes del cielo. En este día sonará el Shofar y
veremos al hijo del hombre regresar como rey en gloria.
El tercer tipo de vuelta
30:3 “entonces YHVH tu Eloah te hará volver de tu
cautividad, y tendrá compasión de ti y volverá a recogerte de entre todos los
pueblos adonde YHVH tu Eloah te haya dispersado.” – Aquí se habla de la
respuesta del Eterno a la entrega de estas personas según ha sido expuesto en
los dos puntos anteriores. Si el pueblo esparcido entre todas las naciones
vuelve a su identidad Israelita y vuelve al Eterno su Eloah y a Su Torá dada
por Moshé con todo el corazón y con toda el alma, entonces YHVH hará que
regresen del destierro para habitar la tierra de Israel. Esta vuelta no es
la que hemos visto durante los últimos dos siglos, cuando los judíos han vuelto
a Israel de casi todas las naciones de la tierra, aunque es cierto que en esa
vuelta hemos visto un cumplimiento parcial de estas promesas. Este texto
habla de algo mucho más grande. Está hablando primero de una vuelta al
Eterno y a toda Su Torá, incluyendo el mandamiento número 516 que habla de
creer en Yeshúa, que fue el Profeta como Moshé, cf. Deuteronomio 18:15. El que
vuelve a YHVH le hace caso, y Él ha dado, y sigue dando, testimonio acerca de
Su Hijo Yeshúa. El que escucha al Padre viene a Yeshúa. El que no viene a
Yeshúa no está haciendo caso a YHVH. El que rechaza a Yeshúa como el Mesías,
está rechazando a YHVH que le ha hecho Mashiaj y Adón, primeramente sobre el
pueblo judío, y también sobre todas las personas de la tierra.
La vuelta a YHVH en los últimos tiempos implica por lo tanto la
vuelta a la Torá
viviente, Yeshúa HaMashiaj. Cuando esto suceda, entonces YHVH hará un gran
milagro. Nos llevará a todos a la tierra que fue prometida a la descendencia de
Avraham, Yitsjak y Yaakov, incluso los convertidos por Mashiaj de entre los
gentiles que no nacieron como descendientes físicos de Avraham, como está
escrito en Gálatas 3:7, 29:
“Los que son de fe, estos son hijos de Avraham… Y
si sois del Mesías, entonces sois descendencia de Avraham, herederos según la
promesa.”
30:4 “Si tus desterrados están en los confines de la
tierra, de allí YHVH tu Eloah te recogerá y de allí te hará volver.” – Este texto nos
enseña que el movimiento de restauración de la identidad israelita de los
descendientes de Israel, tiene que empezar en los lugares más lejos de la
tierra de Israel. Por eso el movimiento de los Israelitas de pacto renovado,
mesiánico, “raíces hebreas” y netsarita es más fuerte en los países que están
más lejos de Israel, porque “de allí” el Eterno está empezando su obra de
restauración en los últimos tiempos. Como la semilla de los hijos de Israel fue
sembrada desde la tierra de Israel hasta los confines del mundo, ahora está
llegando el momento de la gran cosecha, de la cual se habla en los profetas,
empezando por los países más remotos desde Israel y siguiendo por los países
más cercanos hasta que todo el mundo vea que el que dispersó a Israel también
lo recogerá sin dejar a ninguno fuera.
“te tomará” – Esta expresión es una referencia al segundo paso
matrimonial, según la tradición hebrea, el casamiento, llamado nisuín
(elevaciones) y lakaj (tomar), cuando la mujer es tomada e introducida bajo la
jupá (palio nupcial) en la casa del padre del novio. Aquí vemos como la boda
del Cordero es anunciada en la
Torá de Moshé. Esa boda se hará en Yerushalayim y celebrada
durante mil años, como un solo pueblo, una sola ciudad y mismo ruaj.
30:5 “Y YHVH tu Eloha te llevará a la tierra que tus
padres poseyeron, y tú la poseerás; y Él te prosperará y te multiplicará más
que a tus padres.” – Según el R. Munk,[7] esto puede ser una
referencia al engrandecimiento del territorio de Israel.
30:6 “Y YHVH tu Eloha circuncidará tu corazón y el
corazón de tus descendientes, para que ames a YHVH tu Eloha con todo tu corazón
y con toda tu alma, a fin de que vivas.” – En Deuteronomio 10:16 hay una exhortación
al pueblo para circuncidar el prepucio de su corazón. Pero aquí el Eterno
promete que Él mismo circuncidará el corazón de los padres y de los hijos que
han hecho teshuvá. La eliminación definitiva del yetser hará, la inclinación al
mal, el pecado original dentro del hombre. Esto se cumplirá cuando finalmente
el pueblo de Israel sea visitado por el Mesías Yeshúa en su segunda venida.
“a fin de que vivas” – Aquí se refiere a la vida eterna, como
resultado de la circuncisión definitiva del corazón.
Quinta aliyá, 30:7-10
30:7 “El Eterno tu Eloha pondrá todas estas
maldiciones sobre los enemigos y sobre los aborrecedores que te persiguieron.” – Esto se refiere
al momento del regreso del Mesías cuando serán destruidos todos los ejércitos
que hayan hecho guerra contra Yerushalayim, cf. Zacarías 14.
El cuarto tipo de vuelta
30:8-9 “Y tú volverás a escuchar la voz de YHVH, y
guardarás todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy. Entonces YHVH tu Eloha
te hará prosperar abundantemente en toda la obra de tu mano, en el fruto de tu
vientre, en el fruto de tu ganado y en el producto de tu tierra, pues YHVH de
nuevo se deleitará en ti para bien, tal como se deleitó en tus padres” – No sé si hay
que entender este pasaje como una repetición reforzada de lo que se dijo
anteriormente, o como una referencia a otro grupo de personas dentro de Israel.
Si se entiende como un grupo de personas dentro de Israel,
diferente al que ha sido presentado en los versículos 1-7, podemos entenderlo
no como los que anteriormente recibieron a Yeshúa como el Mesías y por eso fueron
tomados como parte de la novia o invitados a las bodas y transformados en
inmortales, sino como aquellos hijos de Israel que justo en el momento del
regreso de Yeshúa le reciban como su Salvador, cf. Zacarías 12:10-14. Estos
tendrán la tierra de Israel como su herencia física mientras que los que formen
parte de la novia del Mesías reinarán con él desde Yerushalayim durante los mil
años en el reinado mesiánico.
Los descendientes que sólo son como el polvo de la tierra tendrán
su deleite en la Torá
del Eterno durante ese reinado mesiánico de mil años.
El quinto tipo de vuelta
30:8b, 10 “guardarás todos sus mandamientos… si
obedeces a la voz de YHVH tu Eloah, guardando sus mandamientos y sus estatutos
que están escritos en este rollo de la
Torá , y si te vuelves a YHVH tu Eloha con todo tu corazón y
con toda tu alma.” – Aquí están incluidos todos los 613 mandamientos que van a ser
guardados durante el reinado mesiánico, incluyendo los mandamientos del culto
en el Templo y los sacrificios de animales. Esto nos muestra que el Templo
tendrá que ser reedificado en relación a esta vuelta en los últimos tiempos y
el regreso del Mesías, cf. Ezequiel cap. 40-48.
Sexta aliyá, 30:11-14
30:11-14 “Este mandamiento que yo te ordeno hoy no es
muy difícil para ti, ni está fuera de tu alcance. No está en el cielo, para que
digas: "¿Quién subirá por nosotros al cielo para traérnoslo y hacérnoslo
oír a fin de que lo guardemos?" Ni está más allá del mar, para que digas:
"¿Quién cruzará el mar por nosotros para traérnoslo y para hacérnoslo oír,
a fin de que lo guardemos?" Pues la palabra está muy cerca de ti, en tu
boca y en tu corazón, para que la guardes.” – Según Najmánides este
texto habla del mandamiento de la teshuvá (vuelta, arrepentimiento) mencionado
anteriormente en esta escritura. Sin embargo, la mayoría de los rabinos, entre
ellos Rashí, dicen que se trata de la
Torá en general. El shaliaj Shaúl ben Gamliel está dando una
aplicación mesiánica a este texto, desde el nivel drash mostrando que el
mandamiento al que se está refiriendo es el Mesías, la Torá viviente, como está
escrito en Romanos 10:6-10:
“Pero la justicia que es de la fe, dice así: NO DIGAS EN TU
CORAZÓN: "¿QUIEN SUBIRÁ AL CIELO?" (esto es, para hacer bajar al
Mesías), o "¿QUIEN DESCENDERÁ AL ABISMO?" (esto es, para subir al
Mesías de entre los muertos). Mas, ¿qué dice? CERCA DE TI ESTA LA PALABRA , EN TU BOCA Y EN
TU CORAZÓN, es decir, la palabra de fe que predicamos: que si confiesas con tu
boca a Yeshúa por Adón, y crees en tu corazón que Eloha le resucitó de entre
los muertos, serás salvo; porque con el corazón se cree para justicia, y con la
boca se confiesa para salvación.”
Observe la conexión entre guardar los mandamientos y ser salvo por
medio de reconocer a Yeshúa como el Adón resucitado. Hay un mandamiento que
trae salvación más que ningún otro, el número 516 que habla de escuchar y
obedecer al Profeta como Moshé, cf. Deuteronomio 18:15. El que cumple ese
mandamiento se salvará eternamente, como está escrito en Hechos 16:31:
“Ellos respondieron: Cree en el Adón Yeshúa, y serás salvo, tú y
toda tu casa.”
Además podemos entender estos textos de manera que la salvación
que se da por medio de Yeshúa es la puerta para una vida en obediencia a los
demás mandamientos.
Séptima aliyá y Maftir, 30:15-20
30:15 “Mira, yo he puesto hoy delante de ti la vida y
el bien, la muerte y el mal” – El Eterno no obliga a nadie andar en el camino correcto. Él
nos informa acerca de los dos caminos, el de la vida y el de la muerte, y
nosotros tenemos la libertad para escoger. No podemos obligar a nadie amar a YHVH
y creer en Yeshúa. Cada uno tiene que elegir. Sin embargo, tenemos que informar
a todo el mundo que la elección de cada uno trae consecuencias eternas. Hay
graves consecuencias al no obedecer a YHVH que nos manda escoger el camino de
la vida y cuando manda a todos los hombres arrepentirse de sus malos caminos y
abandonar los ídolos, como está escrito en Hechos 17:30.
“Por tanto, habiendo pasado por alto los tiempos de ignorancia,
Eloah declara ahora a todos los hombres, en todas partes, que se arrepientan”
En Hechos 13:38-41 está escrito:
“Por tanto, hermanos, sabed que por medio de él os es anunciado el
perdón de los pecados; y que de todas las cosas de que no pudisteis ser
justificados por la Torá
dada a Moshé, por medio de él, todo aquel que cree es justificado. Tened, pues,
cuidado de que no venga sobre vosotros aquello de que se habla en los profetas:
MIRAD, BURLADORES, MARAVILLAOS Y PERECED; PORQUE YO HAGO UNA OBRA EN VUESTROS
DIAS, UNA OBRA QUE NUNCA CREERÍAIS AUNQUE ALGUNO OS LA DESCRIBIERA.”
La libertad implica responsabilidad. No hay libertad sin
responsabilidad.
30:19 “Al cielo y a la tierra pongo hoy como testigos
contra vosotros de que he puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la
maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tu descendencia” – El hombre tiene
facultad para escoger el camino de la vida o el de la muerte. Pero YHVH le
ordena a escoger el camino de la vida. El que no lo hace se rebela contra el
Eterno y sufrirá la muerte por su rebelión.
El cielo y la tierra son testigos en contra de todos los pecados
del pueblo de Israel. Por lo tanto tendrán que ser destruidos después del
milenio tanto el cielo como la tierra para que no queden testigos que recuerden
los pecados de Israel, cf. Isaías 55:17; 66:22; Mateo 5:18; 2 Pedro 3:13; Revelación
21:1.
30:20 “amando a YHVH tu Elloha, escuchando su voz y
allegándote a Él; porque Él es tu vida y la largura de tus días, para que
habites en la tierra que YHVH juró dar a tus padres Avraham, Yitsjak y Yaakov.” – El camino de
vida es el camino del amor al Eterno. El amor al Eterno se manifiesta en
obediencia a Su voz y en una relación muy íntima con El.
“Él es tu vida” – Él mismo es la vida eterna, como está escrito en 1 Juan 5:20:
“Y sabemos que el Hijo de Eloha ha venido y nos ha dado
entendimiento a fin de que conozcamos al que es verdadero; y nosotros estamos
en aquel que es verdadero, en su Hijo Yeshúa HaMashiaj. Este (El Padre) es el
verdadero Eloha y la vida eterna.”
La palabra “Este” hace referencia al Padre, no a Yeshúa. El Padre
es el verdadero Eloha y la vida Eterna, y esa vida eterna la ha depositado en
su Hijo Yeshúa, como está escrito en 1 Juan 5:12:
“El que tiene al Hijo tiene la vida, y el que no tiene al Hijo de Eloha,
no tiene la vida.”
¡Amado
hermano! Yo tu Moreh te pregunto en este Shabat ¿has escogido el camino de la vida?
YHVH te ordena que te arrepientas del mal camino y escojas el buen camino que
lleva a la vida. Si escoges el camino de la vida ahora y confías en la redención
que hay en Yeshúa, serás salvo.
Prepara tu alma y tu cuerpo para que en Yonkipur puedas abrazar a
tu hermano. No importa cuanto daño te haya hecho, lo que importa es cuanto amas
YHVH porque el segundo mas grande mandamiento es “AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI
MISMO”
¡SHABAT
SHALOM!
HOSHEA
BEN YISRAEL
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