Parashá No. 12 – Vaiejí / Y vivió.
Bereshít / En el principio / Génesis 47:28 – 50:26
Para ser compartida en el Shabat del 18 de Tevet de
5.781. – Enero 2 de 2.021.
Aliyás de la Torá:
1.
47:28 – 48:9
2.
48:10-16
3.
48:17-22
4.
49:1-18
5.
49:19-26
6.
49:27 – 50:20
7.
50:21-22
Haftará: 1
Reyes 1:1-12
Brith Hadasha: Marcos 15:6 – 16:8
Vayeji
= y VIVIO
Como Vivir en la Tierra
47:28 Y
vivió Ya'akov en la tierra de Egipto diecisiete años, y fueron los días de
Ya'akov, los años de su vida, ciento cuarenta y siete años.
En esta semana, llegamos al final del estudio del Primer Libro de Moshé –
Bereshít-.
Y el nombre de la parashá / porción – Vaiejí / Y
vivió-, es bien raro.
Raro, porque en la parashá se nos habla de la muerte de dos grandes hombres:
Ya’akov y Yosef.
Aunque no nos debería parecer muy raro, ya que la muerte de nuestra matriarca
Sara está relatada en la parashá cuyo nombre también está relacionado con la
VIDA: Jaié Sara – las VIDAS de Sara-.
Que aprendemos con esta relación de VIDA con la muerte?
Que para el pueblo de Israel, la muerte se ve de una manera muy distinta, a
como el resto del mundo la ve.
Para nosotros los Mesiánicos o Israelitas Renovados, la VIDA acá en la tierra,
es solo un paso.
Heb.
11:13 En la fe murieron todos ellos, sin haber conseguido el objeto de las
promesas: viéndolas y saludándolas desde lejos y confesándose extranjeros
y peregrinos sobre la tierra.
La verdadera VIDA, comienza cuando nos morimos.
La palabra Muerte, no significa final.
La palabra Muerte, significa: separación.
La separación, del alma del cuerpo.
Cuando nuestra alma se separa de nuestro cuerpo, es cuando comienza la
verdadera VIDA.
En el Olám Javá – mundo venidero.
Romaniím / Rom. 7:24 ¡Pobre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?
Pero, como VIVIR acá?
Ya en la parashá Jaié Sara, hablábamos de varios aspectos.
En esta semana, nos enfocaremos en un pasaje, que se repite varias veces en la
Toráh:
Vaykrá /
Levítico 18:5 Guardad mis preceptos y mis normas. El hombre que los cumpla, por
ellos vivirá. Yo, YHVH.
Según este pasúk / versículo, la razón de nuestra vida en la tierra
es: “Guardad mis preceptos y mis normas”.
Venimos a este mundo, a aprender obediencia al Eterno.
Por lo cual, es fácil entender, que nacemos desobedientes a Él.
Nuestra rebeldía hacía Él, está plasmada en un pasaje con las palabras de Yeshúa
HaMashíaj:
Matitiahu
/ Mat. 23:37 «¡Yerushalaim, Cuando habla a Yerushalaim, debemos tener en
cuenta que no le está hablando a las casas, a los muros de la ciudad.
Le está hablando, a sus moradores.
Y no solamente a los que viven allá, sino a todos los que nos consideramos
Pueblo del Eterno.
la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados!
En otras épocas, era frecuente, que apedrearan a los profetas que
hablaban la verdad del Eterno.
Hoy en día, hay otras maneras de matar, a los profetas del Eterno:
No haciéndoles caso.
Cuando no escuchamos, lo que ellos nos quieren decir.
Es, como si ellos no existieran.
Así, los matamos.
Y, los matamos, porque creemos que lo que El Eterno nos manda a decir a través
de ellos, va a ser perjudicial, para nuestra VIDA.
Creemos, que si les hacemos caso a los profetas del Eterno, entonces vamos a
perder nuestra comodidad.
Pero, miremos cuales son los propósitos del Eterno, cuando nos habla, a través
de Sus profetas:
¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina reúne a sus
pollos bajo las alas, y no habéis querido!
Entendemos lo que leemos?
Nos imaginamos, de lo que nos estamos perdiendo?
Quien no quisiera, VIVIR bajo las alas del Eterno?
Tehilím / Sal.91 :1 El que mora al abrigo de Elyón pasa la noche a la sombra de
Shadday,
2 diciendo a YHVH: «¡Mi refugio y fortaleza, mi Elohim, en quien confío!»
3 Que Él te libra de la red del cazador, de la peste funesta;
4 con sus plumas te cubre, y bajo sus alas estarás seguro: escudo y
armadura es su verdad.
5 No temerás el terror de la noche, ni la saeta que de día vuela,
6 ni la peste que avanza en las tinieblas, ni el azote que devasta a mediodía.
7 Aunque a tu lado caigan mil y diez mil a tu diestra, a ti no ha de
alcanzarte.
Esa es la VIDA, que El Eterno quiere darnos.
Como no entendemos cuáles son Sus propósitos, entonces: NO QUEREMOS.
Y, como no queremos, entonces:
Matitiahu
/ Mat.23: 38 Pues bien, se os va a dejar desierta vuestra casa.
Si nosotros no queremos nada con Él, entonces, Él no nos obliga.
Él, se va de nuestra VIDA.
Podemos creer que Él está aún ahí, cuando nosotros hacemos con nuestra VIDA lo
que nos da la gana.
Pero no, donde Él no es bienvenido, Él no está.
Revelación
/ Apo.3:20 Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz
y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo.
Él, siempre es un caballero.
Nunca, nos tumbará la puerta.
Requisito número uno, para que El Eterno venga a nuestra VIDA:
Que nosotros queramos, que Él haga parte de nuestra VIDA.
Matitiahu
/ Mat. 23:39 Porque os digo que ya no me volveréis a ver hasta que
digáis: ¡Bendito el que viene en nombre de YHVH!»
Siempre, relacionamos este pasúk, con la segunda venida de Yeshúa.
Hay varios cantos, compuestos con este pasúk, y que hablan de la próxima venida
del Mesías.
Y, así diremos, cuando Él venga de nuevo por Su pueblo.
Pero, cuando El Eterno nos manda Sus profetas, también debemos decir:
¡Bendito el que viene en nombre de YHVH!
No importa, lo duro que nos hable.
Lo único que nos importa, es que lo que nos diga, tenga como base la
Toráh.
Todo lo que El Eterno nos diga, a través de Sus profetas, será para nuestro
bien.
Como saber, que el que nos habla, es un profeta del Eterno?
Cuando nos enseña a obedecer, al Eterno.
Cuando nos instruye, en como guardar Sus mandamientos.
Cuando nos amonesta, cuando somos desobedientes a la Toráh.
Un profeta del Eterno, nunca nos dirá que ya no hay que obedecer los
mandamientos.
Mishlé /
Prov. 3:21 Hijo mío, guarda la Toráh y la reflexión, no se aparten nunca
de tus ojos:
22 serán VIDA para tu alma y adorno para tu cuello.
Y como consecuencia de ello, los siguientes versos que dicen?:
23 Así
irás tranquilo por tu camino y no tropezará tu pie.
24 No tendrás miedo al acostarte, una vez acostado, será dulce tu sueño.
25 No temerás el espanto repentino, ni cuando llegue la tormenta de los malos,
26 porque YHVH será tu tranquilidad y guardará tu pie de caer en el cepo.
A esto, se le llama: VIDA.
Y lo peor de todo: NO LA QUEREMOS.
Porque queremos es la VIDA, a la cual ya estamos muy acostumbrados.
No queremos cambios, en nuestra VIDA.
Le tenemos PÁNICO, a los cambios.
Hace poco, hablaba con una persona, aparentemente muy interesada en los caminos
del Eterno.
Me dijo, que le interesaba el Judaísmo.
Le hablé de un cambio de vida y no de religión, hablamos acerca de la forma de
VIDA de un judío/Mesianicol.
Después de ver y entender algunos cambios por hacer, me dijo estás palabras:
“Ya no me interesa...son muchos los cambios, que tendría que hacer en mi VIDA”.
Cuando entendemos los propósitos del Eterno para nuestra VIDA, entonces, Sus
mandamientos, se convierten en el condimento de nuestra VIDA.
Nos parecen deliciosos.
Disfrutamos del cumplimiento de cada uno de ellos.
Porque los obedecemos por AMOR y no Por Miedo al Eterno.
Sin esperar nada a cambio.
Pero cuando no somos judíos de corazón.
Cuando solo hacemos parte de “otra religión” que se llama Judaísmo.
Entonces, cada mandamiento, se convierte en una carga.
Dicen nuestros sabios, que de los 613 mandamientos que hay en la Toráh, hoy en
día, por no haber Templo en Yerushalaim, y para muchos que vivimos fuera de
Israel, solamente podemos cumplir un poco más de 200.
Pero, la mayoría de nosotros – triste reconocerlo, pero así es – escogemos los
que queremos cumplir.
Eso demuestra, que no somos Israelitas de corazón.
Unos escogen diezmar, guardar el Shabat, comer kosher, celebrar las fiestas del
Eterno, tener mezuzá, talit, kipá, y yaaaaaa.
Le ponemos límites, a nuestra obediencia a Él.
Porque, cada uno de esos mandamientos que escogimos, es una carga para
nosotros.
Y nuestras fuerzas, nos alcanzan únicamente, para “soportar” esos mandamientos.
Obedecemos, en nuestra carne.
No lo hacemos, en “espíritu y en verdad”.
Eso, no es VIDA.
Desde tiempos antiguos, El Eterno tenía previstos Sus planes, para que Sus
propósitos se cumplan con cada VIDA.
Yehezkél
/ Eze. 36:“Y pondré dentro de vosotros mi Ruaj (Espíritu) y haré que
andéis en mis estatutos y guardéis mis preceptos y los pongáis por obra”
Si no estamos obedeciendo muchos de los mandamientos, es demostración que El
Ruaj Hakodèsh / Espíritu del Santo no está en nosotros.
Y si no está, no tenemos VIDA espiritual.
Y eso, si que es un problema, y bien grande.
La solución, está en:
Matitiahu
/ Mat. 11:28 «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo
os daré descanso.
Yeshúa, nos habla acá, acerca de aquellos que obedecen mandamientos, en sus
fuerzas.
Nos habla de aquellos, que no obedecen de corazón.
Nos habla de aquellos, que apenas pueden con diez o veinte
mandamientos, a lo sumo.
A través de este pasaje, El Mesías nos enseña, el propósito de Su
venida:
Ayudarnos, a cumplir los mandamientos del Eterno.
Otros, utilizan muy mal este pasaje.
Lo interpretan, como que: “ya no tenemos que guardar los mandamientos”.
“Ya no estamos bajo la Ley...ahora estamos bajo la gracia”.
Matitiahu
/ Mat. 5:17 «No penséis que he venido a abolir la Toráh y los Profetas. No he
venido a abolir, sino a dar cumplimiento (ayudar para que se cumpla).
La Palabra del Mesías para nosotros, es para que no sigamos tratando de
obedecer en nuestras propias fuerzas.
29 Tomad
sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de
corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.30 Porque mi yugo es
suave y mi carga ligera.»
Todo eso sucederá, cuando tengamos VIDA.
Yojanán /
Jn. 10:10 El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir. Yo he
venido para que tengan VIDAS y las tengan en abundancia.
Que tipo de VIDA quiere El Eterno, que tengamos?
Que VIVAMOS, de acuerdo a Sus mandamientos.
También nos lo aconsejó, a través del Rey Shlomo:
Kohelét /
Ecl. 12:13 Basta de palabras. Todo está dicho. Teme a YHVH y guarda sus
mandamientos, que esto es el todo del hombre.
Ahora, después de esta enseñanza, ya entenderemos porqué, Yashúa nos dijo, cual
es el principal mandamiento:
Yojanán
Mordejai / Mar.12:29 Yeshúa le contestó: «El primero es: Escucha (Shemá:
obedece lo que escuchas), Israel: YHVH, nuestro Elohim, es uno, 30
y amarás a YHVH tu Elohim, con todo tu corazón, con
toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus
fuerzas.
Así, VIVIÓ Yeshúa.
Así, fue que VIVIERON Ya’akov y Yosef.
Como VIVES tú?
¡Shabat Shalom.!
Adaptado por. Orlando Unda Ramírez.
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