viernes, 27 de julio de 2012

Parashá 44 Devarim


Parashá 44 Devarim
Deuteronomio 1:1 – 3:22
Aliyás de la Torá:
  1. 1:1-11
  2. 1:12-21
  3. 1:22-38
  4. 1:39 – 2:1
  5. 2:2-2:30
  6. 2:31 – 3:14
  7. 3:15-22
Haftará: Isaías 1:1-27
Brit Hadasha:  Revelación 1:1 – 2:17
Aliyás del Brit Hadasha
                                 Devarim
Significa “palabras” o “cosas”.
DALET = PUERTA/ENTRADA/REVELAR.
VAV = GANCHO/UNIR.
RESH = CABEZA/PRINCIPIO/SER.
MAYIM  =AGUA/RIOS/MARES/PUEBLOS Y
        NACIONES
“Aseret ha-dvarim” =  Las Diez Palabras.
Leer (Tehilim 33)
 









Parasha Devarim DVA Devarim 1:1-3:22

INTRODUCCIÓN
Hoy comenzamos a estudiar el último libro de Moisés. No necesariamente el último libro de la Torah de Moisés, porque en cierto sentido, los primeros cuatro libros constituyen realmente la Torah debido a que Devarim es como una "repetición" o "recapitulación" de todo lo que fue previamente enseñado. Sin embargo, debido al hecho de las condiciones que produjeron este libro, es de vital importancia pues aquí Moisés subrayará los aspectos más importantes que consideró debía volverse a decir a nuestro pueblo.
La primera sección de este quinto libro de Moshé para este Shabat se encuentra en Deuteronomio 1:1-3:22.
El nombre original del libro llamado Deuteronomio es DEVARIM cuya raíz significa "palabra". Como es la tradición de nuestros padres, los libros de la Torah reciben el nombre de la primera frase con la cual comienzan.
Como en este caso la frase dice: "Estas son las palabras que habló Moshe...", entonces el nombre del libro hace referencia a ella. Como "palabra" está en plural, entonces el nombre del libro no es DABAR, sino DEBARIM, es decir, las "palabras" que habló Moshé a nuestros padres.
Este quinto libro de Moisés consiste de 32 capítulos y está dividido en 11 secciones que son las 11 semanas que nos separan de la conclusión del ciclo anual de lectura de la Torah.
Devarim recoge los tres más importantes discursos dados por Moshe antes de morir, cuando nuestro pueblo Israel estaba a punto de entrar en la Eretz Israel, la tierra prometida.
En el primer discurso él mira hacia atrás, a los 40 años que habían pasado desde la salida de Egipto.
En el segundo, repite los diez mandamientos y otras leyes, estatutos e instrucciones relacionadas con la familia, la vida social, los sacrificios del Santuario y el gobierno de Israel.
Como nuestros padres estaban pasando de una realidad nómada a una sedentaria, la nueva vida que vendría requeriría algunas nuevas instrucciones y nuevas aplicaciones de otras instrucciones dadas que se adaptaran a las nuevas condiciones sociales del pueblo.
En el tercer discurso, Moshe asegura a Israel las bendiciones que vendrían si obedecían los mandamientos del Señor así como la disciplina a que serían sometidos si los abandonaban.
El libro concluye con los últimos días de Moisés, la bendición que levantó sobre todas las tribus de Israel, su muerte y sepultura así como los días de duelo que guardaron nuestros padres por su partida.
CONTENIDO DEL PARASHAH.-
El Parashah o sección de la Torah para este Shabat trata con el primer discurso que Moshe dio a nuestro pueblo cuando estaba a punto de entrar en la tierra prometida.
Evocando los cuarenta años en el desierto, Moisés recuerda las dificultades que él mismo como persona enfrentó tratando de gobernarles apropiadamente y cómo cuando estaban a punto de un gran milagro, la fe del pueblo se aflojó y en vez de creer en el buen reporte de Yehoshuah (Josué) y Caleb, creyeron al mal reporte de los otros diez espías lo cual trajo como resultado que el Señor decidió hacerlos regresar al desierto hasta que toda aquella generación rebelde e incrédula pasara.
La Parashah concluye con dos eventos importantes: Primero, la aceptación de Moisés de la petición hecha por los hijos de Ruben, Gad y la media tribu de Manasés de tomar su herencia al este del río Jordán con el compromiso de que los varones de esas tribus no vivirían en la herencia hasta que el resto de sus hermanos hubiesen conquistado las suyas.
Segundo, una palabra de ánimo para Josué para asegurarle que así como el Señor había echado otros reyes previos ante sus ojos, así echaría los nuevos reyes que enfrentarían en el largo proceso de la conquista.

ENSEÑANZAS.-
¿Cuál es la enseñanza de este sidrah o porción de la Torah para este Shabath ?
Como podemos imaginar, en tan grande sección hay sin duda muchas enseñanzas, sin embargo, queremos destacar solamente las siguientes:
Primero : La Importancia de Creerle al Señor.-
Moisés recuerda a nuestros padres que cuando el Señor había decidido que entráramos en la tierra prometida, su fe no fue suficiente para creerle al Señor.
Así que en vez de cruzar el Jordán, dijeron a Moisés que les enviara primero doce espías.
El resultado ya es conocido. Como vimos, no creerle al Señor trajo como resultado el regreso al desierto del Sinaí.
Los israelitas estuvieron frente a una situación donde tenían solamente dos alternativas: creer lo que pudieran ver sus ojos o creerle a Di-s sin detenerse a mirar las circunstancias creyendo que es poderoso para introducirlos en la tierra.
Ahora es fácil criticarlos y decir: ¿cómo es posible que un pueblo que vio la gloria del Señor de pronto su fe sea tan débil?
Pero sin embargo, cada una de nuestras vidas es como una copia de la de ellos.
Ciertamente que como nación fallaron al poner su confianza en el informe que le venía de lo que podían ver y no en la promesa dada por el Señor, pero ¿cuántas veces participamos nosotros también de esa misma debilidad y consecuentemente repetimos en nuestras propias vidas aquélla misma experiencia?
Año tras año, mes tras mes, semana tras semana, día tras día el Señor nos ha guardado y nos ha sostenido hasta aquí, sin embargo, cuando estamos frente a nuevos desafíos, de pronto nos debilitamos en fe y comenzamos a dudar de las promesas del Señor.
Ayer te sentías fuerte, pero hoy muy débil. Ayer pareciera que estabas en los lugares celestiales, pero ahora te sientes caído en el camino. Ayer andabas erguido como un rey, pero ahora como abanderado que huye en batalla.
Ayer sonreías de gozo, pero ahora te turbas de ansiedad. ¿Cómo es posible esto?
Yeshúa dijo: "A la verdad el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil".
El secreto de la victoria no está en cuánta fuerza yo tengo, sino cuánto poder de Di-s permito manifestarse en mi vida.
El secreto de la victoria no está en cuántos recursos yo tengo, sino en cuánta obediencia a las órdenes del Señor demuestro.
El secreto no está en luchar con las fuerzas de la carne sino con las armas del Ruaj JaKodesh, del Espíritu.
No creerle a Di-s y concentrarse en uno mismo lleva a la derrota, pero tomarle la palabra al Señor y poner nuestros ojos en Yeshúa, nos dará siempre la victoria.
El rabí Shaul dijo que todo lo que se ha escrito para nuestra enseñanza se ha escrito. Por lo tanto, tomemos esta enseñanza. Mirémonos en este espejo y aprendamos a confiar en el Señor sin mirar atrás.
Yeshúa dijo que "cualquiera que tome el arado y mire hacia atrás, no es apto para el Reino de los cielos". Lucas 9:62
Marchemos. Pero marchemos bien. Hacia el lugar indicado. Dejemos que el Señor corrija el rumbo de nuestras vidas y mirándolo a Él caminemos sin temor porque el Señor nuestro Di-s nos ha dado Su palabra de guiarnos y sostenernos aun más allá de la muerte.


2. - LA HERENCIA DE LOS PRIMEROS ES IMPORTANTE, PERO LA DE TODOS ES MÁS IMPORTANTE.-
Las tribus de Rubén y Gad, así como la media tribu de Manasés se esforzaron mucho en la conquista y tomaron muy rápidamente posesión de su herencia al Este del río Yordán. Así que pidieron quedarse allí, pero Moisés les impuso una condición: que aunque habían llegado de primero a la herencia, debían luchar junto a sus hermanos hasta que todos adquirieran la suya y entonces regresarían a disfrutarla.
Esto es una gran lección: lo importante no es llegar primero, es que lleguemos todos. Muchas veces sucede que descubrimos una rica herencia y queremos empezar a disfrutarla olvidándonos de nuestros hermanos que todavía no han tomado la suya. Muchas veces sucede que nos apasionamos tanto con nuestras raíces que de pronto perdemos la perspectiva de unidad con el resto de nuestros hermanos que aun tendrán que luchar muy fuerte por alcanzar la suya. La lección que nos brinda la Parashah en este Shabat es muy hermosa: No te olvides de tus hermanos que todavía están en el camino, aun cuando ya hayas tomado posesión de tu riqueza. No abandones a tus hermanos que todavía están luchando. No des las espaldas a los que todavía no han conquistado su parte del botín. No disfrutes hasta que todos comencemos a hacerlo unidos, como un solo pueblo que somos en Mashiaj.
Uno de los grandes secretos del éxito del pueblo de Adonai es que estemos unidos, que marchemos unidos, que luchemos unidos. Rav Shaul decía:  
Efesios 4:3 "Solícitos en guardar la unidad del Espíritu".    Y el grito de Yeshua antes de su gran sacrificio no fue siquiera por sí mismo, sino por nosotros:    
 Juan 17:20 "Mas no ruego solamente por éstos, sino por los que han de creer en mi por la palabra de ellos; para que todos sean uno, como Tu oh Padre en mi y yo en Ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste".
¿Por qué no te detienes un momento y miras a tu derredor para ver cómo están tus hermanos? Quizá ya tu has llegado, quizá ya estás en posesión de tu promesa, quizá ya te han entregado tu parte. ¿Pero dónde están tus hermanos? ¿Cómo podrás estar quieto cuando ellos todavía luchando? Deja allí por un momento tu herencia y regresa a la batalla; mete tu brazo por tu pueblo y ayúdalos a llegar. Cuando juntos disfrutamos, la victoria es más dulce. Cuando juntos lloramos, el dolor es mitigable. Cuando juntos permanecemos, Su gloria será mucho más gloriosa.
Tercero: Muchos postreros son primeros y primeros postreros.
Moshé recuerda en su primer discurso la actitud de fe de Caleb. En 1:36 está escrito que Adonai dijo de él: "excepto Caleb hijo de Jefone; él la verá y a él le daré la tierra que pisó y a sus hijos; porque ha seguido fielmente al Señor".
Caleb no tenía ningún derecho a la tierra. En Primer lugar porque no constituía ninguna tribu. En Segundo Lugar porque no era judío, sino un prosélito.
En efecto, leemos en Números 32:11,12 lo siguiente: "No verán los varones que subieron de Egipto de veinte años arriba, la tierra que prometí con juramento a Avraham, Yitzak y Yaakov, por cuanto no fueron perfectos en pos de mí; excepto Caleb hijo de Jefone cenezeo..."
Así que el padre de Caleb no era de Israel, era "cenezeo". ¿Quiénes eran los "cenezeos"?
En Bereshit (Génesis) 15: 18-21 leemos lo siguiente: "En aquél día hizo Adonai un pacto con Avram diciendo: "A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates; la tierra de los ceneos, los cenezeos..."
Así que los "cenezeos" eran parte de las tribus nómadas que ocupaban la tierra en los días de Avraham, juntamente con los jebuseos, cananeos y demás grupos. Los "cenezeos" no eran de Israel. Y Caleb es un descendiente de un "cenezeo" (Kenitzita) quienes juntamente con los Kenitas (Ceneos) y los Kadmonitas (Cadmoneos) luego serían absorbidos y reemplazados por Moab, Edóm y Amón en los días de la conquista de la tierra.
Todo parece indicar que por alguna razón (quizá el hambre) descendientes de los ceneceos emigraron a Egipto y allá Jefone se "convirtió" al Di-s de Israel. Luego de su conversión, su hijo Caleb se hizo parte de la comunidad hebrea y siendo muy joven aun cuando salió de Egipto, se unió a nuestro pueblo en la marcha a la tierra prometida.
Así que Caleb no tenía "derecho legal", estaba "apartado" de la herencia. De hecho, el nombre del pueblo del cual desciende (Kenizi) significa "puesto aparte" o "independiente de". Sin embargo, aunque era un "postrero", "apartado", vino a ser parte de Judá y escogido entre los grandes príncipes de Israel.
Esto es precisamente una de las grandes promesas del Pacto Avrámico, por el cual y a través de la simiente de Avraham que es el Mesías, todas las familias de la tierra están llamadas a formar parte del pueblo de Di-s los cuales, por su unión con Mashiaj, la simiente de Avraham, son constituidos por Di-s en familia de Avraham, conciudadanos de los santos y miembros de Su familia (Gált. 3:29; Ef. 2:11-3:6), no para sustituir a Israel, sino para compartir con los de Israel la riqueza de la herencia en los santos. (Romanos 11:17-24).
Pero a no dudarlo, muchos que estaban "lejos" y "apartados" como de "postreros", por su fe en el Di-s de Israel han venido a tomar parte de una rica herencia incluso por delante de los propios hijos.
Yeshua habló precisamente de esto cuando afirmó: "Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur y se sentarán a la mesa en el reino de Di-s". "Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente y se sentarán con Avraham, Yitzak y Yaakov en el reino de los cielos, mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera..." (Luc.13;28; Mt. 8:11,12).
Lo más importante no es de dónde tu vienes, sino cómo tu vives en relación con el Di-s de Israel y a Su Torah. Caleb no tenía derechos legales, pero fue contado entre los príncipes de Israel.
Hay muchos Calebs hoy día en el mundo. Hombres piadosos que se han convertido al Di-s de Israel por medio de Mashiaj; ellos no nacieron israelitas, no provienen de los hijos de Avraham, Yitzak y Yaakov, pero a través de Yeshua han sido traídos cercanos y hechos ciudadanos de Israel y herederos según la promesa. Y Adonai les está dando no solamente la bendición de la salvación eterna, sino la oportunidad de compartir aquí y ahora una rica herencia a la cual son traídos por medio de Yeshua. Y están siendo levantados como príncipes de Israel para dar testimonio a nuestro pueblo de la fidelidad y confiabilidad de nuestro Di-s ahora también de ellos.
No confíes en lo que has recibido, confía en quien lo da. No te acostumbres a las bendiciones, esfuérzate. No te "duermas en los laureles" confiando en tu ascendencia, o en tu familia, o en el ministerio que te ha sido confiado. Nada de eso es lo más importante, sino un corazón dispuesto para amar a Di-s y obedecerlo. Di-s puede "levantar hijos a Avraham aun de las piedras".
La Parashah para este Día del Señor nos viene apropiada para recordar que "al que tiene le será dado y tendrá más, pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado" pues "al que mucho se le ha dado, mucho también se le demandará".
Cuando la mayoría de los príncipes de Israel fallaron, un descendiente de extranjeros se unió a Josué, de la Casa de Efraim y salvó el honor de todo Israel. En sentido figurado pues, Efraim y los convertidos de entre las naciones, tendrán un hermoso rol que jugar en estos días proféticos, y quizá se repita otra vez la historia donde los que no tenían nada ni eran contados como herederos, se adelantarán a aquellos cuya herencia ha sido asegurada pero no actúan consecuentemente con la vocación de su gran llamamiento.
Cuarto: La Promesa no Anula nuestra Participación sino que la Demanda.-
Finalmente, quisiera llamar vuestra atención a este hecho. En 3:18 Moshé recuerda estas palabras que dijo a nuestros padres: "Y os mandé entonces, diciendo: Adonai vuestro Di-s os ha dado esta tierra por heredad; pero iréis armados todos los valientes delante de vuestros hermanos los hijos de Israel".
Observe la relación: "Os he dado esta tierra por heredad"; esta es la promesa, podemos tener la completa seguridad que será así como Di-s nos ha dicho. Sin embargo, ¿anula la promesa nuestra responsabilidad? ¡En ninguna manera, sino que la exige!
El Señor luego de dar la promesa, establece el medio por el cual hemos de adquirirla: "Pero iréis armados todos los valientes delante de vuestros hermanos".
Así que cuando el Señor te promete algo, no significa echarnos a la cama a dormir, sino todo lo contrario, es un grito de guerra, es una motivación para la lucha, es una orden de batalla para conquistar lo que nos ha sido dado. Ciertamente que la herencia es nuestra, pero tienes que conquistarla. Ese trabajo es tuyo, pero tienes que conquistarlo. Esa bendición es tuya, pero tienes que esforzarte.
Debemos tomar siempre las promesas como estimulantes de nuestro trabajo, no como un sedante de la fe; como una motivación del espíritu, no un paliativo para justificar nuestra ociosidad irresponsable. Las promesas son propelas, no almohadas; son zapatos para el camino, no sillones de siesta. El Señor lo hará, pero tú tendrás que esforzarte por alcanzarlo.
 ***RESUMEN PARASHA DEVARIM***
A medida que los judíos se iban acercando a la Tierra Prometida, Moshé les reseñaba los acontecimientos y vivencias que experimentaron durante sus años de trajinar por el desierto. El rememoraba cómo ante el monte Jorev(Sinaí) D´s les había ordenado levantar el campamento y avanzar hacia su meta, la tierra de Canaán. Moshé había clamado que sin ayuda sería incapaz de soportar la carga del liderato, de modo que fueron designados jueces y administradores para auxiliarlo en el desempeño de su pesada mision. El pueblo estaba a punto de entrar en la Tierra prometida, pero fue desanimado por el informe pesimista de los meraglim (espias) y querelló contra D´s. Esta pérdida de la fe provocó el alargamiento del peregrinaje por el desierto, tiempo durante el cual murió casi toda la vieja generación.
Los israelitas habían acampado ante el monte Seír durante un tiempo prolongado. Allí se les dijo que continuaran su recorrido a través de la tierra de Edom. Sin embargo, no debían enredarse en ningún tipo de hostilidades, pues ese territorio había sido prometido a los descendientes de Esav. Tampoco debían agredir a los habitantes de Moav, puesto que esa tierra había sido reservada para los hijos de Lot. No obstante, habían derrotado a Sión, rey de Jeshbón, quien se había rehusado a permitirles pasar a través de su territorio. La misma suerte le tocó a Og, rey de Bashán. El temor a los israelitas comenzó, entonces, a difundirse entre las naciones vecinas.
El territorio de Guilad había sido otorgado a las tribus de Reuven, Gad y parte de Menashé, con la estipulación de que se uniesen a los demás israelitas a la conquista de Canaán. Moshé animó a Iehoshúa a fin de que no temiese a las naciones que vivían en Eretz Israel.
(Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda)
Shabat Devarim: Reflexiones,
por Rabbi Ciner
Esta semana comezamos el Sefer Devarim (Libro deDeuteronomio) "Eleh haDevarim asher daber Moshe el kol Israel" (Éstas son las cosas que Moshe dijo a todo Israel) (1:1)  El Ramban explica que en Devarim, también conocido como Mishne Tora, muchas de las mitzvot que Moshe había enseñado antes a la generación que salio de Mitzraim (Egipto) se repiten nuevamente, (la raíz de la palabra "mishne" es “sheni”, osea, repetido) a la generación que entrara a Eretz Israel. Algunas estan repetidas en orden, para aclarar de que forma se debe cumplir correctamente la mitzva. Otras mitzvot se repiten para agregar una advertencia que no había sido previamente mencionada.
Adicionalmente, escribe el Ramban, aunque todas las mitzvot ya habían sido enseñadas a Moshe durante el primer año del exodo, Moshe todavía no había enseñado todas estas mitzvot a los Bnei Israel. Algunas no se llevarían a cabo hasta que entrásemos a la Tierra y por consiguiente no habia propósito en enseñarlas más temprano. Otras, por ser que raramente ocurririan, fueron sólo enseñadas a los herederos de la Tierra.
Estos mandamientos se introducen por primera vez en Devarim. Sin embargo, antes de que Moshe comenzase a enseñar cualquiera de estasmitzvot, primero reprendió a Bnei Israel al señalarles amablemente y sutilmente cómo habían actuado con tanta rebeldia mientras que Hashem hacia llover sobre ellos increibles actos de bondad. Esto nos disuadiría de regresar de tal comportamiento rebelde, mientras que al mismo tiempo reforzaria nuestra nocion de que Hashem siempre nos mostraría Su bondad. Era crucialmente importante que nosotros sepamos ahora, que estabamos ingresando a la Tierra de Israel, que Hashem seguiria con nosotros aun cuando cometamos graves errores. Esto fue lo que causo que el heredar la Tierra este dentro de nuestro alcance.
Como ya mencione, esto se hizo de un modo gentil y sutil. Los pecados no fueron abiertamente declarados. Más bien, Moshe mencionó lugares, algunos de los cuales eran ficticios, los cuáles sirvieron como juego de palabras para describir sus pecados. Rashi aclara que Moshe reprendio de tal manera para demostrar Su respeto hacia los Bnei Israel. Para ahorrarles vergüenza y humillación de que sus pecados esten explícitamente mencionados.
El Rab. Chaim Shmuelovitz explica que el fundamento de este honor consiste en el potencial extraordinario que Hashem ha plantado en nosotros. Nuestro Sabios explican un pasuk (versículo) en Vaikra de la siguiente manera: "Kedoshim tih"iu” (Ustedes serán santos) Vayikra 19:2. Yo podría pensar que nos estan comandando que seamos tan santos como Hashem Mismo ...  Por consiguiente, el pasuk continúa diciendo: "Porque Yo (Hashem) soy santo" - Mi santidad es mayor que la de Uds. – dice Hashem.
Nosotros no reconocemos las alturas que una persona puede alcanzar, ni siquiera entendemos la pregunta que fue planteada. ¿Cómo pude siquiera imaginarme que nos exigen que seamos tan santos como Hashem?! ¿Porqué hubo una necesidad para la segunda parte del Verso? Nuestros sabios, sin embargo, que sondaron el potencial humano, no estaban seguros de cuanta santidad nos estaba siendo demandada. Quizá, hasta hubo una demanda por alcanzar una santidad igual a la de Hashem…
Moshe sabia con quien hablaba. Entendia a quién reprendía. Por consiguiente, mostró su respeto por los sentimientos y el honor haciendo la reprensión de la manera en que la hizo.
EL Rab Mottel Hornisteipler fue un hombre sagrado, que no queriendo dar riendas libres al disfrute de los placeres físicos, comía muy poco. Una vez, sin embargo, mientras viajaba, se detuvo para una comida. Probo la sopa, y rápidamente vacio el tazón entero. Los que lo acompanaban se alarmaron aun mas cuando él preguntó al dueño de casa si habia más sopa. Muy contento de que su invitado disfrutaba de la comida, corrio hacia la cocina y trajo otro tazón, lleno de la misma sopa. Rab Mottel acabo el segundo tazón, pidio otra porcion y procedio a limpiar ese tazon también. Cuando pidió su cuarta porción, el propietario se disculpó, explicando que ya no quedaba mas. El Rab Mottel le agradeció mucho por tan rica sopa y continuó su camino. También el Rab se percato que nadie mas probara la sopa, porque aunque no era la mejor sopa por su sazon, el honor y la bondad del anfitrión quedaron intactas “al tomarse toda la sopa”. Primer comentario - ¡Los hombres no lloran!
Itzy y Shloime andaban distraídos por la calle, corriendo delante de sus padres, jugando a ver quién llegaba primero a la esquina. ¡Sucedió lo
inevitable! Itzy se cayó y se lastimó. Volvió corriendo hacia su mamá. "¡Me caí!" -exclamaba en medio de sus llantos, mientras la madre lo
limpiaba y consolaba: "¡Vamos! ¡Dejá de llorar! ¿No ves que no te pasó nada? ¡Los hombres no lloran!" Itzy "obedeció" y dejó de llorar (por lo
menos no sollozaba en voz alta, y no le hacía pasar vergüenza a la madre). Esto le habrá sucedido a Ud. de chico y le volverá a suceder a sus
pequeños. La pregunta será: ¿es así? ¿es verdad que "los hombres no lloran?" O, si lo queremos poner en otras palabras: ¿tiene algo de malo
llorar, que por esa razón se vuelve motivo de menoscabo y embarazo?
La Torá nos cuenta que los judíos en Egipto sufrían a manos de los egipcios silenciosamente. Llegó el momento que murió el Faraón, aquel que había instituido todos aquellos terribles decretos en contra de los judíos. Fue entonces, que los judíos alzaron sus voces hacia D"s, Quien los escuchó y determinó que era el momento de redimirlos (Shmot 2:23-25).
La pregunta obvia es: ¿porqué los israelitas esperaron la muerte del Faraón para clamar y suspirar? ¿qué relación guarda el deceso del rey con el dolor de los judíos y su decisión de expresar su congoja? Existen distintas respuestas a esta cuestión. El Rav Avraham Twersky ("Growing each day") responde que hasta ese momento no querían manifestar públicamente su sufrimiento pues sentían vergüenza y timidez de hacerlo ("Los hombres no lloran"). Aprovecharon, pues, el duelo nacional de los egipcios para gemir por su dolor particular sin que "se note" que sufrían.
¿Es incorrecta esta actitud? ¡No! - responde R. Twersky. Llorar por las pérdidas que uno sufrió es perfectamente humano. La necesidad de mostrarse estoico e imperturbable, es un invento de los seres humanos que responde al síndrome del "superman", que todo lo puede y que existe únicamente en las revistas (en la literatura antigua tenía otros nombres como "Aquiles" que era vulnerable únicamente en su talón y "Sigfrido" que era inerme solamente en su espalda, donde no había llegado la sangre del dragón...).
El Ramá (R. Moshé Isserles) escribió en "Torat Olá", que cuando el rey Nevujadnetzar vino a destruir el primer Bet HaMikdash (gran templo) , lo acompañó el filósofo griego Platón. Después de la destrucción, Platón encontró al profeta Irmiahu que estaba llorando y condoliéndose amargamente por la pérdida y el estrago. Le hizo, pues, dos preguntas: "1. ¿Acaso corresponde que un Sabio de su jerarquía intelectual esté llorando por un edificio que no es más que un montón de maderas y piedras?, y 2. ¿De qué sirven sus lágrimas ahora, cuando, de todos modos, ya está todo arruinado?" Irmiahu le respondió: "Platón: filósofo de renombre, Ud. sin duda debe tener muchas preguntas sorprendentes." Platón inmediatamente comenzó a enumerar las cuestiones que lo conmovieron durante toda su vida, una por una. Irmiahu las escuchó y con breves frases respondió humildemente a los enigmas de Platón. "¡No puedo creer que exista una persona tan sabia!" - exclamó Platón asombrado. Irmiahu señaló las ruinas del Bet HaMikdash y respondió: "Toda esta profunda sabiduría la estudié a partir de estas "maderas y piedras". Ahora, acerca de tu segunda pregunta: "¿Porqué lloro sobre el pasado?", no te lo puedo responder pues no comprenderás la respuesta".


El R. Eliahu Lopian sz"l explicó la respuesta de Irmiahu en nombre de R. Simja Zisel de Kelm. La razón por la cual lloramos, no radica en el pasado, sino que, aunque los portales del cielo se cerraron en el momento delJurbán (destrucción del Bet HaMikdash), los portales de las lágrimas no se clausuraron jamás (Talmud Berajot 32:). Cada lágrima que vertimos, se acumula en el cielo y se suma a la reconstrucción del próximo Bet HaMikdash. Este concepto tan simple que cualquier judío lo puede entender, estaba más allá del alcance "racional" del famoso Platón. (R. Avraham Jaim Feuer shlit"a en su introducción a las Kinot de Artscroll)
A esta altura debemos aprender a diferenciar entre un llanto y otro. La naturaleza del llanto de la gente puede variar enormemente. En la misma Torá encontramos al pueblo sollozar y lamentarse por todo tipo de causas. En primer lugar está la aflicción y el desconsuelo por la pérdida de un ser querido, como ser el caso de la muerte de los hijos de Aharón, en donde Moshé ordenó que el pueblo lamentara su muerte llorando (Vaikrá 10:6). Encontramos otras ocasiones en las cuales los personajes más importantes lloraron al conocer un futuro triste por medio de visiones proféticas, tal como Ia"acov, cuando se encontró por primera vez con Rajel, sabiendo sobre la muerte prematura de ella y Iosef que lloró junto a su hermano Biniamín al vaticinar (ambos) la destrucción del Santuario de Shiló y los dosBet HaMikdash (Bereshit 45:14). Hay demostraciones de alegría que se manifiestan por las lágrimas, como el caso donde Iosef se encuentra con sus hermanos y se las da a conocer finalmente (45:2). La emoción vuelve a dar lugar a lágrimas, cuando murió Ia"acov y Iosef se percató que los hermanos aún sospechaban de él que tomara venganza en su contra, demostrando así que la herida aún no había cicatrizado.
Eisav lloró exasperadamente, a su vez, cuando se enteró que la bendición que él había creído que había de recibir de su padre Itzjak, le había sido conferida a Ia"acov (Bereshit 27:38). Como pueblo, estas lágrimas que Ia"acov causó a Eisav, las debimos pagar con creces: "Les has dado de comer lágrimas por pan y los has abrevado con lágrimas en abundancia" (Tehilim 80:6). Sin embargo, como veremos, la naturaleza y la causa del llanto de Tishá Ba"Av es muy distinta. Cuando nos referimos a Tishá Be"Av, sumamos todas las consecuencias nefastas de la destrucción del Bet HaMikdash en la forma del exilio que sufrimos hasta el presente.

El origen de Tish"á Be"Av es muy anterior a la destrucción del Bet HaMikdash. Ya en el desierto, cuando parte de los espías que envió Moshé a la tierra de Israel trajeron un informe adverso, los judíos lloraron. Sin embargo, en aquella oportunidad, el llanto no solo no fue considerado y admitido por D"s, sino que fue duramente censurado por Él: "¿Uds. han llorado un llanto innecesario? ¡Yo os daré razón válida para llorar!" ¿Qué diferencia existe entre ambas ocasiones? Por qué vale la lamentación deTish"á Be"Av, mientras que fue castigada la generación del desierto por llorar? La respuesta pasa por la característica del llanto. El duelo de llorar por una pérdida es humano y aceptable.
El berrinche de los judíos en el desierto no se debió a una carencia o privación ocurrida, sino por la desconfianza en el futuro. Descreían del hecho que realmente podrían conquistar la tierra de Israel, con sus habitantes y guerreros fuertemente pertrechados. Habiendo visto los macabros milagros que ocurrieron frente a sus ojos en Egipto y durante el cruce del Mar Rojo, comiendo diariamente un pan celestial, bebiendo un agua maravillosa y estando protegidos por nubes Di-vinas, se esperaba de ellos más confianza en D"s. Este llanto de temor y prejuicio, fue el testimonio que efectivamente no estaban a la altura de ingresar a la tierra y la causa de los males posteriores. Una queja similar ya había ocurrido poco antes cuando dice el versículo que el pueblo "lloraba por sus familias" (B"Midbar 11:10), molesto por el rigor de lo que se les exigía como judíos.
Dicen en nombre del Jafetz Jaím que muchos judíos se alejaron a causa de la expresión que "es difícil ser judío". Si bien es cierto que nuestra ley es muy exigente con nosotros, sin embargo, el sentir el judaísmo como una "dificultad", un escollo o una fatiga, provoca en uno mismo y en los oyentes (muchas veces los propios hijos) un sentimiento de rechazo. Ser judío, más allá de la complejidad de ciertos preceptos, es fundamentalmente un orgullo y un privilegio, y, sin duda, un desafío.
¿Lloran los hombres? No tiene nada de malo. Solo depende del porqué.
Daniel Oppenheimer

Segundo comentario
"Estas son las palabras que hablo Moshe a todo Israel" (Devarim 1:1)
Existen dos tipos de personas. Por un lado las personas que reflexionan sobre sus actos y meditan sobre sus caminos. En el otro extremo estan los que viven "anestesiados", su mente inmersa en la rutina sin detenerse a pensar hacia donde van. En la parasha y en la haftara (lectura de los profetas) de esta semana encontramos a estos dos tipos bien definidos.
Los hombres pensantes eran la generacion del desierto, a quienes Moshe solamente tuvo que insinuar los pecados que cometieron mencionando los lugares por los que pasaron para que ellos entendieran el mensaje y se arrepintieran. A buen entendedor...pocas palabras. Estas palabras (devarim) tan sutiles fueron suficientes para que entendieran.
En contraposicion, Ishaiahu el Profeta reprocha al pueblo en esta haftara y les dice: "El toro reconoce a su dueño y el burro su bebedero, pero Israel no sabe, mi pueblo no reflexiona". Es decir, compara al hombre, cuspide de la creacion, al toro y al burro, simples criaturas animales. Y todo esto, por que? El toro o el burro cumplen su funcion por instinto propio, en cambio la calidad del ser humano esta dada por su poder de eleccion, su capacidad
de reflexion. Cuando la utiliza, es considerado la corona de la creacion. En caso contrario se dice que "el mosquito esta por sobre el", el hombre desciende en la escala y se situa por debajo del reino animal.
La generacion del desierto erro en mas de una ocasion, pero ante la incentiva de su inigualable lider - Moshe Rabenu - reflexiono y se avergonzo. Muchas generaciones mas tarde, hizo falta que el profeta Ishaiahu los reprochara haciendo un paralelo con la conducta del animal. Y todo esto, por que? Porque "Israel no sabe, mi pueblo no reflexiona".

En esta epoca en que rememoramos tantos sucesos aciagos acaecidos a nuestro pueblo, es importante detenernos a reflexionar. Es ese poder de reflexion el que nos ayuda a gobernar nuestros impulsos y a elevarnos a niveles mas altos. Estudiemos al respecto con avidez las profundas enseñanzas que nuestros Sabios nos regalan a manos llenas en sus libros
de Musar (Etica y buen comportamiento). No dejemos de aprovechar sus enseñanzas!
(Basado en Ialkut Lekaj Tov)
* * * * *
Jazon Ishaiahu (La Visión de Isaías)

En el Shabat previo a Tisha beAvparashat Devarim, leemos la Haftara(lectura adicional de los Profetas) del libro de Isaias que comienza diciendo:
"Jazon Ishaiahu ben Amotz...", la vision de Isaias hijo de Amotz, en que el Profeta advierte al pueblo en los dias previos a la destruccion del Templo, que se arrepienta de sus malas acciones a fin de evitar la tragedia. LaHaftara finaliza sin embargo con un mensaje optimista, pues si bien Tisha beAv es la exteriorizacion de un hondo dolor, tambien conlleva la semilla de la esperanza en una pronta Redencion. En nuestras manos esta que se concrete.

Recordemos que toda vez que hemos tratado de asimilarnos a otras culturas abandonando el cumplimiento de los sagrados preceptos de la Tora, hemos provocado nuestro propio castigo, por mano de distintos enemigos que han sido los ejecutores de turno.
Fortalezcamonos todos los dias en el estudio de la Tora, la unica fuente para mantener bien firme nuestra fe, amemos a nuestros semejantes y practiquemos mucho jesed (bondad, solidaridad) y tzedaka (caridad) en cuanta ocasion se nos presente.

El Ahavat Jinam, amor "gratuito" entre hermanos conseguira sin duda que el Todopoderoso envie la ansiada Redencion y nos saque de nuestro largo exilio.
Tercer comentario - Shabat de Visión
Y solo, yo, Daniel, vi la visión, pero la gente conmigo no la vio; con todo, un gran terror cayó sobre ellos, y huyeron a ocultarse.-- Daniel 10:7
Pero si no vieron la visión, ¿por qué estaban aterrorizados? Porque si bien ellos mismos no vieron, sus almas sí vieron.-- Talmud, Meguilá 3a
En el noveno día del mes de Av (Tishá BeAv) ayunamos y guardamos duelo por la destrucción del Gran Templo de Jerusalén. Tanto el Primer Templo (833-423 antes de la era común) como el Segundo (-353 a 69 de la era común), fueron destruidos en esta fecha. El Shabat que precede al día de ayuno se llama "Shabat de Visión" (Shabat Jazón), pues en éste leemos
un capítulo de los Profetas denominado "Visión de Isaías"
[1].

Pero el nombre de "Shabat de Visión" también tiene un significado más
profundo, expresado por el maestro jasídico Rabí Leví Itzjak de Berdichev[2] con la siguiente metáfora:
Un padre preparó cierta vez un hermoso traje para su hijo. Pero el niño descuidó el regalo de su padre y el traje pronto estuvo convertido en harapos. El padre dio al niño un segundo traje; también ése fue arruinado por la negligencia del niño. Entonces el padre hizo un tercer traje. Esta vez, sin embargo, no se lo dio a su hijo. De vez en cuando, en ocasiones oportunas y especiales, le muestra el traje al niño, explicándole que cuando aprenda a apreciar y cuidar adecuadamente el regalo, se lo dará. Esto induce al niño a mejorar su comportamiento, hasta que gradualmente se convierta en su segunda naturaleza, momento en el que será digno del regalo de su padre.
En el "Shabat de Visión", dice Rabí Leví Itzjak, a todos y cada uno de
nosotros se le otorga una visión del tercer y final Templo, una visión que, para parafrasear al Talmud, "aunque nosotros mismos no la vemos, nuestras almas sí la ven". Esta visión evoca una profunda respuesta en nosotros, aun si no estamos conscientemente percatados de la causa de nuestra súbita inspiración.
La Morada Divina
El Gran Templo en Jerusalén era el asiento de la presencia manifiesta de Di-s en el mundo físico. Un principio básico de nuestra fe es que "La tierra está colmada de Su presencia" [3] y "No hay lugar vacío de El" [4]; pero la presencia e involucración de Di-s en Su creación está enmascarada por los en apariencia independientes y arbitrarios caprichos de la naturaleza y la historia.
El Gran Templo era una brecha en la máscara, una ventana a través de la cual Di-s irradiaba Su luz al mundo. Allí, la involucración de Di-s con nuestro mundo era manifiestamente mostrada por un edificio en el que los milagros eran parte "natural" de su funcionamiento diario [5] y cuyo espacio mismo expresaba la absoluta condición infinita y todo-saturante del Creador[6]. Allí, Di-s Se mostraba al hombre y el hombre se presentaba ante Di-s[7].
Dos veces se nos dio el regalo de una morada Divina en nuestro medio. Dos veces fracasamos en la tarea de estar a la altura de este regalo y hemos desterrado la presencia Divina de nuestras vidas. De modo que Di-s construyó para nosotros un tercer templo. A diferencia de sus dos predecesores, que eran de construcción humana y por lo tanto sujetos a la degradación por los equívocos del hombre, el Tercer Templo es tan eterno e
invencible como su omnipotente arquitecto. Pero Di-s nos ha negado momentáneamente este "tercer traje", confinando su realidad a una esfera celestial más alta, más allá de la vista y experiencia del hombre terrenal.
Cada año, en el "Shabat de Visión", Di-s nos muestra el Tercer Templo. Nuestras almas perciben una visión de un mundo en paz consigo mismo y con su Creador, un mundo bañado por el conocimiento y la conciencia de Di-s, un mundo que ha concretado su potencial Divino de bondad y perfección. Es una visión del Tercer Templo en el cielo -en su estado espiritual y escurridizo- como el tercer traje que el padre del niño ha hecho
para éste pero lo retiene de él. Pero también es una visión con una promesa, una visión de un suspendido templo celestial para descender a la tierra, una visión que nos inspira a corregir nuestra conducta y acelerar el día en que la visión espiritual se convierta en una realidad táctil.
A través de estas repetidas visiones, vivir en la presencia Divina se vuelve cada vez más una "segunda naturaleza" en nosotros, elevándonos
progresivamente al estado de mérito para experimentar lo Divino en nuestras vidas diarias.
Casa Para Vestir
Las metáforas de nuestros Sabios continúan hablándonos mucho después que la substancia de su mensaje se ha asimilado. Debajo de la superficie del sentido más obvio de la metáfora se ocultan capas tras capas de significado, en las que cada detalle de la narración es significativo.
Lo mismo se aplica a la metáfora de Rabí Leví Itzjak. Su significado básico es claro, pero muchos pensamientos sutiles yacen ocultos en sus detalles. Por ejemplo: ¿Por qué, podríamos preguntar, son retratados los tres templos como tres trajes? ¿No sería más apropiado el ejemplo de un edificio o de una casa?
La casa y el traje, ambos, "albergan" y envuelven a la persona. Pero el traje lo hace de una manera mucho más personal e individualizada. Mientras es cierto que las dimensiones y el estilo de una casa reflejan la naturaleza de su ocupante, lo hacen de una manera más generalizada, no tan específica e íntima como un traje se ajusta a quien lo viste.
Por el otro lado, la naturaleza individual del traje limita su función al uso personal de uno. Una casa puede alojar a muchos; un traje sólo puede vestir a una persona.
Puedo invitarte a mi casa, pero no puedo compartir mi traje contigo: aun si te lo doy, no te sentará como me sienta a mí, pues él se "ajusta" a mi medida. Di-s eligió revelar Su presencia en nuestro mundo en una "morada", una estructura comunal que va más allá de lo personal para abrazar a todo un pueblo y a la comunidad humana por entero. Con todo, el Gran Templo en Jerusalén también tuvo ciertos aspectos similares a la ropa. Son estos aspectos los que Rabí Leví Itzjak desea enfatizar al retratar el Gran Templo como un traje.
El Gran Templo era una estructura altamente compartimentada. Había un Sector Femenino y un sector reservado a los varones, un área restringida a los kohaním (sacerdotes), un "santuario" (heijal) imbuido con una santidad mayor que los "sectores", y el "Santo de Santos", una cámara a la que sólo el Sumo Sacerdote podía ingresar y sólo en Iom Kipur, el día más sagrado del año. El Talmud enumera ocho dominios de santidad variante dentro del complejo del Templo, cada uno con su diferente propósito y función. En otras palabras, aunque el Templo expresó una única verdad -la todo-penetrante presencia de Di-s en nuestro mundo- lo hizo para cada individuo de una manera personalizada. Aunque era una "casa" en el sentido de que servía a muchos individuos - de hecho, el mundo entero- como su punto de reunión con lo infinito, cada individuo lo encontró un "vestido" hecho a medida de sus necesidades espirituales específicas, acordándole una relación íntima y personal con Di-s.
Cada año, en el Shabat anterior a Tishá BeAv, se nos muestra una visión de nuestro mundo como un hogar Divino, un lugar donde todas las criaturas de Di-s experimentarán Su presencia. Pero ésta es también una visión de un "traje" Divino, la relación claramente personal con Di-s, amoldada particularmente a nuestras aspiraciones y carácter individual, que cada uno de nosotros disfrutará cuando el Tercer Templo Divino descienda a la Tierra.-- Basado en Likutéi Sijot, Vol. XXIX, págs. 18-25
Presintiendo la curiosidad de sus discípulos, el Rebe explicó que al probar la sopa, se dio cuenta de que el cocinero inadvertidamente había vertido kerosén en la cacerola. Si el propietario la hubiera probado, se hubiera enfurecido con el cocinero…. " Para evitarle la humillación al cocinero, me tome toda la sopa".
Cada uno de nosotros tiene encuentros diarios donde podemos mostrar sensibilidad y honrar a otros suprimiendo una risa o siquiera una sonrisa. Mi
hermano, que es una estrella en lo que se refiere a ayudar otros y no causarles vergüenza, una vez se encontro en una situación donde no reirse demandaba
fuerza sobrehumana.
Cuando eramos adolescentes, íbamos a trabajar en un hotel y necesitabamos un auto. Nuestro padre, quien entonces trabajaba como fisico terapeuta, nos conto acerca de una pareja mayor que él trataba, que querian deshacerse de su auto. Solamente lo manejaban dos veces por semana, de un lado de la calle hacia el otro, para permitir a los que limpian las calles hacer su trabajo.
Era simplemente un coche estacionado, alternando entre los dos lados de la calle.
El coche tenia aproximadamente trece años de edad y necesitaba algunos arreglos para pasar la inspección. Le ofrecimos cien dolares, que acepto gustosamente, y entonces los tres nos fuimos a probar el auto.
"Puede ser viejo, pero arranca como un Cadillac" el vendedor exclamo mientras nos acercabamos al auto. "Siempre arranca rapido, nunca da problemas. Arranca como un Caddy. Sepan chicos, que estan obteniendo un gran auto. Arranca tal como un Caddy. Solo esperen y veran".
Después de algunos minutos llegamos al auto. El vendedor se subio al asiento del conductor mientras que mi hermano, quién ya habia obtenido la licencia, se
sento en el asiento de copiloto . Me sente en el asiento trasero mientras oi otra vez que "arranca como un Caddy".
Con una sonrisa, insertó la llave y trató de comenzar el coche. AHEH AHEH HAaaa ... AHEH AHEH HAaaa ... AHEH AHEH HAaaa ... AHEH AHEH HAaaa. No queriendo avergonzar al hombre con mi risa, literalmente estaba pellizcandome mientras me agachaba detrás de los asientos delanteros. Entonces pense. ¡Yo puedo esconderme aqui atrás, pero como se estaria
arreglando mi pobre hermano!? Tímidamente levanté mi cabeza para verlo, mientras que el sonido del arrancador rechinó de fondo…
Y entonces lo vi ... Sentado con su cabeza hacia abajo entre el asiento y la puerta del pasajero. Cuando me puse en cuclillas para obtener una mejor vision, vi lágrimas descendiendo contantemente de sus ojos, pero ni un sonido de risa viniendo de su boca. (El coche finalmente arranco y lo pudimos usar ese verano.)
El vendedor prosiguio con su honor intacto y nosotros tuvimos un coche que estaba casi perfecto. Como dije - mi hermano es bastante especial en lo que se refiere a los sentimientos de otra gente.
"Ele haDevarim asher daber Moshe" Moshe mostró preocupación extrema por los sentimientos y el honor de otros. Sólo entonces podia el enseñarles.
Shabat Shalom
Israel Ciner
Notas:
1. Isaías 1:1-27. Esta lectura es la tercera de una serie llamada "Tres de Reprimenda" que se lee en los tres Shabatot que preceden al 9 de Av (véase "Distanciamiento Intimo", en "El Rebe Enseña" #186).
2. 1740-1810.
3. Isaías 6:3.
4. Tikunéi Zohar, Tikún 57.
5. Pirké 5. Pirké Avot 5:5.
6. El Talmud (Iomá 21a) relata que el Templo y su moblaje desafiaban la más fundamental de las características de los objetos físicos -que ocupan un espacio- en que "el espacio del arca no era parte de la medida". La cámara que alojaba al arca que contenía las tablas sobre las que se escribieron los Diez Mandamientos medía 20 codos (aprox. 10 metros) por 20 codos; el arca misma medía 2,5 x 1,5 codos; sin embargo, la distancia desde cada una de las paredes exteriores del arca hasta la
paredes de la sala era de exactamente 10 codos, significando que el arca, aunque él mismo un objeto físico con dimensiones espaciales, no ocupaba nada del espacio de la sala.
7. Exodo 23:17, según Talmud, Sanhedrín 4b.

SHABAT SHALOM
Copilación:
YERMIYAHU BEN ISRAEL.



No hay comentarios:

Publicar un comentario