Parashá 06 Toldot. Génesis 25:19 – 28:9
Segunda aliyá, 26:6-12
Tercera aliyá, 26:13-22
Cuarta aliyá, 26:23-30
Quinta aliyá, 26:30 –
27:27
Sexta aliyá, 27:28 – 28:4
Séptima aliyá y maftir,
28:5-9
Haftará: (Malaquías 1:1 – 2:7)
Brit Hadasha: Marcos 9;14 - 10:31
Toldot.
Plural de “toldá”[1] que significa generación,
descendiente, historia, memoria, crónica.
PARASHA ‘ TOLDOT
POR: YIRMIYAHU
BEN YISRAEL
REFLEXIONES.
Cuando
pasamos un Desierto y estando en el clamamos y pedimos con todas nuestras fuerzas y todo nuestro ser al Creador de los cielos y la tierra y somos
escuchados y saliendo de aquel desierto
hay que esforzarnos un poco mas para después obtener una gran bendición.
En
ese instante, en ese momento es crucial, es apremiante no desfallecer, aunque no
sintamos la vitalidad, después de esa
lucha la victoria esta garantizada.
Por
ejemplo una madre
en el momento de dar a luz, su esfuerzo es superior al humanamente
posible, por esto aun que su vitalidad falle
ella lucha, por que precisamente en ese instante la vida del nuevo ser y
de ella misma depende de ese sobre
esfuerzo.
Que
al terminar, llena de regocijo no solo a
ella, también a
todo su entorno generacional.
Pero
el nuevo ser que está naciendo al igual realiza el esfuerzo de supervivencia. Muchas madres no quieren
volver a tener hijos, puesto que su sentimiento y sensibilidad quedan marcados en lo material, y resaltan
mas el dolor físico, lo que las lleva a interrumpir un posible nuevo embarazo.
Quitando
de su corazón por siempre la frase “Y TE MULTIPLICARAS Y BENDECIRAS COMO LAS ESTRELLAS DEL CIELO” .
Por
otra parte. Muchas madres por el contrario aceptan tener todos los hijos que en la
bendición del ETERNO
les quiera dar.
Su
sentimiento y su sensibilidad están marcados por la gran bendición de ver y
tener en sus brazos ese nuevo ser que
con su esfuerzo sobre humano y el de él en ese preciso instante no se acentuó
el dolor físico, sino que el regocijo y el espíritu creador, fueron
superior, dando la mayor alegría de un nuevo ser a su
generación.
Y
abriendo la oportunidad de seguir multiplicando las bendiciones que son los
hijos, y poniendo en su corazón por siempre.” Y TE BENDECIRAS COMO LOS GRANOS
DE ARENA, MIRA SI PUEDES CONTARLOS.”
-Cuando
escuchamos y hacemos la voluntad de ELOHA, tenemos gran bendición.
-Cuando
escuchamos y hacemos poco tendremos una
bendición menguada, acortada o reducida.
-Cuando
no escuchamos y no hacemos no hay bendición.
Enseñanza: en nosotros y en lo sensible que seamos al
llamado y a realizarlo está el
bendecirnos en
gran manera, en cortar o apocar la bendición o sencillamente no
obtenerla.
TOLDOT
T=
afsta ,,señal ,marca ,mas, el ultimo ,cortar un pacto.
L=APRENDER
, ENSEÑAR.
D=PUERTA,LEVANTAR,
ELEVACION, HOMBRE POBRE.
T=las
anteroires, y en su sonido como t, pero
mayúscula, bueno, humanidad.
Apuntes parasha Toldot
Por: Avraham ben
Avraham
Resumen
Rivkah
era estéril; Yitsjaq ora a El Eterno para que le conceda descendencia y Rivkah
concibió dos hijos, quienes luchaban dentro de su vientre. El Eterno le dice
que hay en su seno dos pueblos, de los cuales el mayor servirá al menor. (Gen 25.21-23) El mayor fue llamado Ësav y el menor
Yaäqov, quien tenía asida su mano al talón de su hermano en el momento de
nacer.
Ësav
era hombre de caza y era amado por su padre, mientras que Yaäqov habitaba en
tiendas y era amado por su madre. Un día llegó Ësav cansado del campo y pidió a
su hermano Yaäqov que le diera de un guiso que él había preparado, a lo que
éste respondió que lo haría con la condición de que Ësav le vendiera por ello
su primogenitura, lo cual sucede.(Gen 25.29-34)
Hubo
hambre en la tierra donde estaba asentado Yitsjaq, y éste fue a tierra de Gerar;
El Eterno le advierte sobre no bajar a Mitsrayim, confirmando las promesas
hechas a su padre Avraham. En aquel lugar, ocurrió un suceso igual al de su
padre, pues Yitsjaq hace decir a Rivkah que es su hermana, temiendo por su
vida. Los filisteos se dieron cuenta que ella era la mujer de Yitsjaq y
Avimelej prohíbe que cualquiera pueda tocar a Yitsjaq o Rivkah.(GEN 26.1-5) (GEN.6-9)
Yitsjaq
fue muy prosperado materialmente, y salió del lugar. El Eterno se le apareció,
y le prometió multiplicar su descendencia, por lo que Yitsjaq levanta allí un
altar. Avimelej y otros hombres más vinieron a Yitsjaq para hacer pacto con él.
Ësav se casó con dos mujeres descendientes de los heteos.
(GEN26.11-12)
(GEN26.13-14)(GEN26.22-25) (GEN26.26-27) (GEN26.34-35)
Yitsjaq
ya estaba entrado en años y sus ojos oscurecieron, y le pidió a Ësav que cazara
algo y lo guisará para él para que después fuera bendecido, lo cual fue
escuchado por Rivkah. Ella le dice a Yaäqov que le traiga dos cabritos para
ella hacerle el guisado a su padre, con el fin de que sea Yaäqov quien se lo
lleve a su padre para recibir él la bendición. Yaäqov reconoce que su hermano
es velludo y su padre podría descubrirlo; Rivkah entonces le dijo que ella
cargaría con cualquier consecuencia derivada de esta acción. Yaäqov es vestido
con las ropas de Ësav y va donde su padre con el guisado preparado por Rivkah.
Yitsjaq dice que la voz es de Yaäqov pero las manos son las de Ësav, por lo que
come y bebe, otorgándole la bendición a Yaäqov.(GEN.27.1-4)
(GEN 27.8-10) (GEN27.14-16) (GEN.27.28-29)
Una
vez Yitsjaq termina de comer, Yaäqov sale de su presencia, y llegó Ësav donde
su padre con la caza y el guisado que su padre le había pedido. Yitsjaq se da
cuenta del engaño por parte de Yaäqov, pero reconoce que no podía dar la misma
bendición a Ësav, quien con amargura le suplica que lo bendiga. (GEN.27.30-34)
Ësav
fue bendecido, pero de tal forma que debería servir a su hermano, descargando
su yugo cuando Ësav fuera fortalecido. Por causa de este engaño Ësav pensó
matar a su hermano, lo cual supo Rivkah, quien lo envía a casa de su hermano
Lavan para que de allí tome esposa. Ësav tomó más mujeres de entre las mujeres
de Kenaan.(GEN.27.39-42).(GEN.27.43-44). Comunidad Biblica Shalom
¿Cómo pudo nacer un
rasha de un tsadiq?
El
relato bíblico nos dice que desde el vientre de Rivkah sus dos niños luchaban;
desde antes de nacer ya existía una pugna por la supremacía, lo que se
reflejaría posteriormente en las vidas de Yaäqov y Ësav. Ësav, que es Edom, y
que espiritualmente prefigura al sistema romano, nunca tuvo algo en común con
su hermano; y a pesar de tener los dos los mismos padres (y de haber nacido el
mismo día!) las vidas de ambos contrastan enormemente.
Existen
indicios de que Ësav se condujo un tiempo por el buen camino (específicamente
hasta antes de la muerte de Avraham); sin embargo, la historia nos muestra que
escogió en definitiva uno muy diferente del que sus padres hubieran deseado[1]. Este
pasaje muestra a las claras que no existe ninguna garantía de que un hijo de
tsadiq resulte también un tsadiq; por ello la gran responsabilidad que los
padres tienen de encaminar a sus hijos por la senda correcta[2].
De
hecho, es una enseñanza de nuestros sabios que el que no corrige con severidad
a su hijo, no lo ama; ello nos muestra la gran importancia de aplicar
disciplina cuando sea necesario, con el rigor que se requiere; es obvio que no
hay que ir a extremos innecesarios, pero a juzgar por los comentarios de
nuestros sabios, en donde nos relatan que Avraham fue severo con Yitsjaq y éste
con Yaäqov, y de ahí sus vidas santas, se puede deducir que el rigor
adecuadamente aplicado produce frutos abundantes, como lo fueron las vidas de
nuestros patriarcas.
Debemos
saber que ni posiciones sociales, ni estrato social, ni “antecedentes
familiares”, ni ninguna otra condición nos asegura que nuestros descendientes
seguirán “el modelo”; nuestra tarea día a día con los hijos es encaminarles,
guiarles y enseñarles lo correcto a la luz de la Torah, y por otro lado
estorbar, impedir u obstaculizar al máximo su posible tendencia a tomar el
camino equivocado. Por supuesto, cada ser humano ha de utilizar su libre
albedrío para decidir, en últimas, la dirección de su vida.
Antisemitismo: La disputa
de Yaäqov y Ësav desde el mismo comienzo
Como
hemos mencionado, los dos niños desde el vientre de Rivkah ya disputaban entre
sí posiblemente su supremacía sobre el otro; tan fuerte fue la lucha que
causaron enorme dolor físico a su madre, quien se quejó por las condiciones de
su embarazo; y por esta razón, aunque de acuerdo con la tradición estaba
destinada a ser la madre directa de las doce tribus, esta queja le trajo como
consecuencia que sólo tuviera dos hijos.
Pero,
¿era esta una lucha casual o acaso correspondía simplemente a alguna disfunción
en el organismo de Rivkah que perturbaba a los dos niños? La verdad es que
nuestros sabios de bendita memoria ofrecen varias explicaciones que conducen al
mismo punto:
Ello
prefigura el odio antisemita de Roma hacia el pueblo judío, el cual hasta
nuestros días ha llegado con inusitada fuerza. Y el hecho de que Yaäqov y Ësav
hayan luchado desde antes de nacer, lo que humanamente es inexplicable, hace
también inexplicable el antisemitismo que ha existido en la historia de la
humanidad, y que tiene su raíz en el odio de Ësav hacia Yaäqov. De todas
maneras, ello ya había sido previsto en las Escrituras.
Mucho
se ha escrito acerca de este odio hacia el pueblo judío, odio que, al revisar
sus orígenes, “no tiene sentido” espiritualmente hablando, pues aunque si bien
es cierto que las promesas más sublimes de El Eterno, Bendito sea, siempre
fueron para Su pueblo amado que es como la “niña de Sus ojos”[3],
también lo es el que todas las naciones del mundo tienen acceso a esas
promesas, estando a la misma altura del pueblo de Yisrael[4].
El
Midrash nos relata que, durante el embarazo de Rivkah, cuando ésta pasaba cerca
de una Yeshivah, Yaäqov saltaba, pero si pasaba cerca de un sitio donde se
practicaba la idolatría, era Ësav quien lo hacía. Ello nos indica la tendencia
que siempre hubo en cada uno de ellos, y el camino que seguirían durante toda
su vida.
Pero
ello no implica caminos independientes, en el sentido de que cada uno haría su
vida sin interferir en la de otro: Por el contrario, Edom siempre tuvo en mente
exterminar a Yaäqov, que es Yisrael. Edom no sólo odió en su vida a Yaäqov,
sino que enseñó a sus hijos a odiar a la descendencia de su hermano, y esta
situación se ha prolongado hasta nuestros días, en el más penoso de los cuatro
exilios, precisamente el de Edom.
Rivkah: Motivación
correcta, método equivocado
Perek 27 Bereshit
1 Cuando
Yitsjaq llegó a viejo, y tenía ya los ojos muy débiles para poder ver, llamó a
su hijo mayor Esaw y le dijo: “Hijo mío”. El respondió: “Aquí estoy”.
2 Y
él dijo: “Ya yo estoy viejo, y no sé cuando pueda morir.
3 Toma
tu equipo, tu aljaba y tu arco, sal al campo y cázame alguna presa.
4 Luego
prepárame un plato de los que me gustan, y tráemelo para comer, para yo darte
mi más ferviente bendición antes de morir”.
5 Rivqah
había estado escuchando cuando Yitsjaq le hablaba a su hijo Esaw. Después que
Esaw salió al campo a cazar algo para traer a la casa,
6 Rivqah
le dijo a su hijo Yaaqov: “Alcancé a oír a tu padre que le hablaba a tu hermano
Esaw, y le decía:
7 ‘Tráeme
alguna presa de cacería y prepara un plato que yo coma, para bendecirte, con la
aprobación de YHWH, antes de morir.’
8 Así
que, hijo mío, escucha bien lo que te voy a decir:
9 “Ve
al rebaño y escógeme dos cabritos de los mejores, y yo prepararé con ellos un
plato para tu padre, de los que le gustan.
10 Después
se lo llevas a tu padre, para que te bendiga antes de que muera”.
11 Yaaqov
le respondió a su madre Rivqah: “Pero mi hermano Esaw es velludo y yo soy
lampiño.
12 Si
mi padre me toca quedaré por tramposo delante de él y me conseguiré una
maldición en vez de una bendición”.
13 Pero
su madre le dijo: “Que tu maldición, hijo mío, caiga sobre mí. Sólo haz lo que
te digo y ve y escógemelos”.
14 Él
los consiguió y se los trajo a su madre, y su madre preparó un plato de los que
le gustaban a su padre.
15 Luego
Rivqah buscó las mejores ropas de su hijo mayor Esaw que había en la casa, e
hizo que su hijo menor Yaaqov se las pusiera;
16 y
le cubrió los brazos y la parte lampiña de su cuello con las pieles de los
cabritos.
17 Entonces
le puso en las manos a su hijo Yaaqov el plato y el pan que había preparado.
18 Él
fue a su padre y le dijo: “Padre”. Y él dijo: “¿Sí, cuál de mis hijos eres tú?”
19 Yaaqov
le dijo a su padre: “Soy Esaw, tu primogénito; he hecho lo que me pediste. Ten
la bondad de sentarte y comer de lo que he cazado, para que me des tu ferviente
bendición”. >>>
20 Yitsjaq
le dijo a su hijo: “¿Cómo lo lograste tan pronto, hijo mío?” Y él dijo: “Porque
YHWH tu Elohim me concedió éxito”.
21 Yitsjaq
le dijo a Yaaqov: “Acércate más para poder sentirte, hijo mío –a ver si en
verdad eres o no mi hijo Esaw”.
Ya
El Eterno le había hecho saber a nuestra matriarca que dos naciones había en su
vientre, y que el hijo mayor serviría al menor; y al escuchar la conversación
que tuvieron Yitsjaq y Ësav respecto de la comida que este último debía
prepararle a su padre para que después Yitsjaq le diera su bendición, sin
demora idea un plan para que sea Yaäqov quien reciba esta bendición, de la cual
Rivkah sabía perfectamente su poder y su condición de irrevocable.
Ella
tenía clara la importancia que tenía la bendición de Yitsjaq; de ahí su
preocupación por que ésta fuera recibida por Yaäqov y no por Ësav. El Midrash
nos relata que todas las circunstancias favorecieron a Yaäqov, mientras que le
fueron adversas a Ësav, y de ahí que todo se hubiera consumado de acuerdo con
lo planeado por Rivkah. Sin embargo, cabe aquí decir que aunque las intenciones
de Rivkah fueran en verdad sinceras, utilizó el engaño a un tsadiq para lograr
sus propósitos; tan cierto es que cuando Yaäqov le expresó su temor por la
posibilidad de ser descubierto, su madre le dijo que sobre ella sería el
castigo, entendiendo de alguna forma que el método utilizado no era el
correcto.
41 Desde
entonces Esaw abrigó rencor contra Yaaqov a causa de la bendición que le había
dado su padre, y Esaw se dijo: “Nada más deja que llegue el período de duelo
por mi padre, y mataré a mi hermano Yaaqov”.
Tal
situación fue descubierta por Ësav, quien tuvo motivo suficiente para mostrar
un odio inmenso hacia su hermano, por causa del engaño que había sufrido a
manos de él. Tanto, que su principal objetivo fue acabar con la vida de Yaäqov,
lo que hemos visto en el transcurso de toda la historia humana en la que Roma,
que es Edom, siempre ha buscado diezmar física y espiritualmente a nuestro
pueblo.
Pero
los designios del Amo del Universo se cumplen a pesar de nuestras acciones:
Yaäqov en definitiva recibió la bendición, confirmándose con ello que Rivkah
había actuado leshem shamayim, (en el nombre del cielo) y de ahí que fuera
honrada con el “éxito” en su acción[5]. Pero
ello lamentablemente tuvo consecuencias funestas…
¿Qué
podemos obtener de este pasaje? A pesar de nuestras buenas intenciones es
necesario, por un lado, ser diligentes y hacer lo que nos corresponde para cumplir con los designios de HaQadosh,
Baruj Hu, sin utilizar ningún método que implique una acción ilícita de acuerdo
con la Torah; pero, por otro, debemos siempre esperar a que sea la
manifestación de Él la que indique el camino a seguir, lo que en nada implica
que debamos vivir una vida llena de “contemplación”, pasiva, en la que
“espiritualmente” estemos buscando la voluntad de El Eterno, pues es bueno
recordar que ésta ya se conoce y es nuestra Sagrada Torah.
Si
El Eterno ha dispuesto que ocurra algún evento, no debemos forzar que éste
suceda “de cualquier manera”, puesto que el fin no justifica los medios; por
esta razón, aunque tenemos varios casos en los que los propósitos de El Eterno
se han cumplido, también es cierto que la forma como las personas han actuado
para que ello suceda no ha sido la más adecuada y por esa razón los problemas
no demoraron en venir[6].
Versículos
para meditar:
Mishlei Pro 3:5 Confía en Yhwh de todo corazón y no te fíes de tu inteligencia; 6 reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus sendas. 7 No presumas de sabio, teme a Yhwh y evita el mal;
La ceguera de un tsadiq
Fue
Yitsjaq el primer hombre en estar enfermo en la vejez, lo que fue pedido por él
mismo, y se encontró como meritorio delante de El Eterno. La ceguera con la
cual enfermó le sirvió, paradójicamente, para dos efectos:
Y
Para no ver a Yaäqov vestido como Ësav, usurpando el
lugar para la bendición mayor
Y
De acuerdo con el Midrash, fue un castigo por aceptar el
soborno de su hijo Ësav (la buena comida preparada por él) para bendecirlo
Si
revisamos el relato en su forma más simple, esto es, según lo estrictamente
escrito en la Torah, podemos ver que nuestro patriarca vio sólo lo inmediato,
lo material y pasajero, como condiciones para promulgar su bendición; esto nos
indica el sumo cuidado que debemos todos observar en nuestras prioridades: Lo
material es bueno si se utiliza de la forma adecuada, pero no es lo definitivo,
pues lo que realmente trasciende es lo espiritual. Es cierto que el amor hacia
los hijos es algo casi innato, y por ello “no podemos culpar” a Yitsjaq; lo que
quizá no es justificable es el hecho de poner en primer lugar lo material.
Continuando
con el relato “simple”, caso contrario sucede con Rivkah: Dado que sabía cuál
de los dos hijos sería quien debería recibir la bendición, inmediatamente se
pone en la tarea de “garantizar” que ello se diera, pues puso sus ojos en el
ámbito espiritual, y de ahí que se vio compensada por el éxito.
Todo
ello nos enseña que aún un tsadiq puede tener momentos en los que esa “pequeña”
porción de yetzer hara puede llevarle a tomar decisiones equivocadas; y aunque
siempre puede haber una buena intención de por medio, ello no indica que el
camino es el correcto.
Versículo
para meditar:
Romanos 3:10 - Pues ya demostramos que tanto judíos
como griegos están todos bajo el pecado, como dice la Escritura: No hay quien
sea justo, ni siquiera uno.
TESOROS ENCONTRADOS EN
LA PARASHA
Dos amores distintos
La
Torah relata que Yitsjaq amaba a Ësav, en gran medida por la comida producto de
su caza. Pero Rivkah amaba a Yaäqov, amor que no se basaba en algo específico.
28 Yitsjaq
favorecía a Esaw porque le gustaba la cacería; pero Rivqah favorecía a Yaaqov.
En
Bereshit 25:28 está escrito que “Yitsjaq amaba
a Ësav” y que “Rivkah ama a Yaäqov”.
El hecho de que el verbo para el amor expresado por Yitsjaq a Ësav esté en
pasado nos indica que ese amor era pasajero, puesto que se basaba realmente en
algo limitado (en espacio y tiempo) como su comida natural, y ello nos muestra
la transitoriedad de los bienes naturales, que han de pasar, y en los cuales no
hemos de poner nuestras esperanzas.
Por
el contrario, el verbo para el amor de Rivkah se encuentra en presente, pues
ese era un amor incondicional, que no dependía de ningún bien material; más
bien es el amor que mira la grandeza de El Eterno para aferrarse a Él por
siempre sin condiciones; es el amor que no cambia, independientemente de las circunstancias;
es el amor puesto en las cosas espirituales, que nunca pasarán en este mundo ni
en el Olam Habá.
Observando
este contraste, no es de extrañarse por qué Yaäqov recibe la bendición, la cual
es confirmada por el mismo Yitsjaq posteriormente, esta vez a sabiendas de que
era Yaäqov a quien estaba hablando.
Las “artimañas” de un
justo
Perek 25
24 Cuando
se le acercaba el tiempo de dar a luz, había gemelos en su vientre.
25 El
primero salió rojo, todo como un manto velloso; así que lo llamaron Esaw
Velludo.
26 Luego
salió su hermano, agarrado del talón de Esaw; así que lo llamaron Yaaqov
Agarratalón. Yitsjaq tenía sesenta años cuando nacieron ellos.
La
Torah nos relata que cuando salía Ësav del vientre de Rivkah, Yaäqov lo tenía
asido por uno de sus talones; esto, sumado a la suplantación de Ësav ante
Yitsjaq, le ha valido el apelativo de “engañador”, “suplantador” y “tramposo”.
Y aunque ello pudiera tener una pizca de verdad, es necesario hacer un balance
de la vida de Yaäqov, al final del cual sin lugar a dudas llegaremos a la
conclusión de que en definitiva no sólo fue un tsadiq en toda la extensión de
la palabra, sino que fue uno de los más grandes tsadiqim que hayan existido
(por supuesto sin llegar a poseer la estatura de aquel que con sus méritos
ofreció su vida en expiación por los pecados del mundo, el Rebe HaQadosh),
puesto que a pesar de todas las adversidades que vivió nunca desvió su camino,
y de ahí su gran mérito.
Centrándonos
en el momento en que Yaäqov coge el talón de Ësav, hemos de recordar el pasaje
de Bereshit 3:15, donde está escrito: “Y pondré
enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te
herirá en la cabeza, y tú le herirás en
el calcañar.” En
este pasaje vemos que las cosas son a la inversa: el reino del mal “coge por el
talón” al reino del bien; pero justamente en ello es que queremos hacer
hincapié: Es precisamente la forma en que se vale el justo para señorear sobre
el malvado, que es utilizar sus mismos métodos.
Según
nuestros sabios, está permitido a un justo “arrebatarle” al malvado las cosas
que, estando en su poder y son sagradas, pueden ser objeto de malas
utilizaciones por parte de éste. Y para ello puede utilizar el “engaño”.
De
hecho, de acuerdo con la tradición la ropa utilizada por Yaäqov ante Yitsjaq
era la piel de la serpiente que engañó a Adam y Javah en Gan Eden (Midrash);
Yitsjaq percibió el aroma de Gan Eden, y por ello bendijo a Yaäqov, en quien la
bendición “no se perdería”, pues éste cumpliría los propósitos de El Eterno, lo
que no hubiera sucedido con Ësav.
Sin
embargo, como ya lo anotamos anteriormente, los propósitos de El Eterno son
santos, y por ello no necesita de ardides humanos para que se cumplan
rigurosamente; de ahí que nuestra vida siempre deba estar desprovista de
engaño, pues de todas formas El Eterno siempre cumplirá, máxime si todo actúa
conforme a Sus deseos[7].
Pero
el punto interesante que queremos resaltar sobre este incidente es que aún la
geografía de nuestro planeta nos ofrece una hermosa ilustración de lo que ya
hemos anotado; veamos por un momento el mapa de Europa en su región meridional:
Las
dos marcas de la izquierda hacen referencia a Italia (donde está Roma, que es
Edom) y a la península del Peloponeso (que pertenece a Grecia). Curiosamente
Italia tiene la forma de una bota, que es donde está “el talón de Edom (Ësav)”
y la península griega tiene la forma de una mano (utilizada por Yaäqov, pero es
la mano de Ësav, como lo dijo Yitsjaq) que es la que coge el talón de Ësav; la
tercera marca (a la derecha) corresponde a Yisrael (que es Yaäqov), la cual
está en posición de cogerle el talón a Edom.
Por
lo tanto, vemos aquí un cuadro profético, que nos indica que será Yisrael quien
tomando del talón a Edom señoreará al final de los tiempos; al ver el mapa
vemos que tanto Italia como Grecia están “expuestas” al mar, mientras que
Yisrael está afincada en tierra firme; al tomar a Italia y Grecia éstas
desaparecerán en el abismo, mientras que Yisrael perdurará.
Copilado
a adaptado por:
YIRMIYAHU
BEN ISRAEL
[1]
Aunque se dice de Ësav que su vida antes de que su abuelo y su padre murieran
sólo era una forma de tramar su posterior venganza contra Yaäqov, puesto que
después de la muerte de sus dos ancestros se mostró realmente como sería en lo
sucesivo.
[2] La
Escritura nos provee varios ejemplos en los cuales los padres no estorban a sus
hijos cuando éstos observan un mal proceder; casos notables son los de Elí,
quien fue muy liviano en su reprensión a sus hijos, a quienes el castigo les
llegó a ambos el mismo día. El rey David también es otro caso en el cual no se
aplicó suficiente disciplina; su hijo Abshalom llegó incluso a tratar de
usurpar el trono de su padre.
[3] Ver Romanos 9:4.
[4] Ello
ya había sido prometido por Elohim a Avraham, cuando le dijo “… y serán benditas en ti todas las
familias de la tierra.” (Bereshit 12:3).
[5] El Midrash nos relata que, para asegurarse que era él
quien había de ser bendecido, Ësav conviene con su padre que, con el fin de no
ser objeto de los engaños de Yaäqov, al entrar a la tienda hablaría como
Yaäqov, pues éste haría algo para que Yitsjaq creyera que al entrar él su padre
creyera que era Ësav, cuando en realidad era Yaäqov. Pero todo se puso en
contra de Ësav, pues Yaäqov, vestido como Ësav, fue quien entró primero donde
Yitsjaq, quien dijo: “La voz es la voz de Yaäqov, pero las manos son las de
Ësav”; de aquí que tomó la comida y bendijo a Yaäqov. Inmediatamente después de
que éste salió, llegó Ësav, pero la bendición ya había sido concedida a Yaäqov;
por ello su odio intenso hacia su hermano.
[6] No sólo citamos la acción de Rivkah, sino también por
ejemplo las relaciones incestuosas de las hijas de Lot con su padre, la promesa
de Yiftaj, etc.
[7] Y
aquí vale la pena recordar el incidente de Ananías, Misael y Azarías, quienes
no hicieron nada diferente de esperar la manifestación de la voluntad de El
Eterno, Bendito sea, quien honró su fe con la liberación del horno de fuego.
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