viernes, 16 de noviembre de 2012

Parashá 06 Toldot. Génesis 25:19 – 28:9


Parashá 06 Toldot. Génesis 25:19 – 28:9
Primera aliyá, 25:19 – 26:5
Segunda aliyá, 26:6-12
Tercera aliyá, 26:13-22
Cuarta aliyá, 26:23-30
Quinta aliyá, 26:30 – 27:27
Sexta aliyá, 27:28 – 28:4
Séptima aliyá y maftir, 28:5-9
Primera aliyá, 25:19 – 26:5
Haftará: (Malaquías 1:1 – 2:7)
Brit Hadasha:  Marcos 9;14 - 10:31

Toldot. Plural de “toldá”[1] que significa generación, descendiente, historia, memoria, crónica.


PARASHA ‘   TOLDOT
POR:  YIRMIYAHU  BEN YISRAEL

REFLEXIONES.    

Cuando pasamos un Desierto y estando en el clamamos y pedimos con todas nuestras  fuerzas y todo nuestro ser  al Creador de los cielos y la tierra y somos escuchados  y saliendo de aquel desierto hay que esforzarnos un poco mas para después obtener una gran bendición.
En ese instante, en  ese  momento es crucial, es   apremiante no desfallecer, aunque no sintamos la vitalidad, después de  esa lucha la victoria esta garantizada.

Por ejemplo    una  madre  en el momento de dar a luz, su esfuerzo es superior al humanamente posible, por esto aun que su vitalidad falle  ella lucha, por que precisamente en ese instante la vida del nuevo ser y de ella misma depende de  ese sobre esfuerzo.

Que al terminar, llena de regocijo no solo a  ella,   también   a   todo su entorno  generacional.
Pero el nuevo ser que está naciendo al igual realiza el esfuerzo de  supervivencia. Muchas madres no quieren volver a  tener hijos, puesto  que su sentimiento y sensibilidad  quedan marcados en lo material, y resaltan mas el dolor físico, lo que las lleva a interrumpir  un posible nuevo embarazo.
Quitando de su corazón por siempre la frase “Y TE MULTIPLICARAS  Y BENDECIRAS COMO LAS ESTRELLAS DEL CIELO” .

Por otra parte. Muchas madres por el contrario aceptan tener  todos los hijos que  en   la bendición  del  ETERNO  les  quiera dar.
Su sentimiento y su sensibilidad están marcados por la gran bendición de ver y tener en sus brazos  ese nuevo ser que con su esfuerzo sobre humano y el de él en ese preciso instante no se  acentuó  el dolor físico, sino que el regocijo y el espíritu creador, fueron superior, dando la mayor alegría de un nuevo ser  a su  generación.

Y abriendo la oportunidad de seguir multiplicando las bendiciones que son los hijos, y poniendo en su corazón por siempre.” Y TE BENDECIRAS COMO LOS GRANOS DE ARENA, MIRA SI PUEDES CONTARLOS.”
-Cuando escuchamos y hacemos la voluntad de ELOHA, tenemos gran bendición.
-Cuando escuchamos y  hacemos poco tendremos una bendición  menguada, acortada  o reducida.
-Cuando no escuchamos y no hacemos no hay bendición.

Enseñanza:   en nosotros y en lo sensible que seamos al llamado y a realizarlo está el
bendecirnos  en  gran manera, en cortar o apocar la bendición o sencillamente no obtenerla.  

TOLDOT
T= afsta ,,señal ,marca ,mas, el ultimo ,cortar un pacto.
L=APRENDER , ENSEÑAR.
D=PUERTA,LEVANTAR, ELEVACION, HOMBRE POBRE.
T=las anteroires,  y en su sonido como t, pero mayúscula, bueno, humanidad.

Apuntes parasha Toldot
Por: Avraham ben Avraham
Resumen

Rivkah era estéril; Yitsjaq ora a El Eterno para que le conceda descendencia y Rivkah concibió dos hijos, quienes luchaban dentro de su vientre. El Eterno le dice que hay en su seno dos pueblos, de los cuales el mayor servirá al menor. (Gen 25.21-23) El mayor fue llamado Ësav y el menor Yaäqov, quien tenía asida su mano al talón de su hermano en el momento de nacer.

Ësav era hombre de caza y era amado por su padre, mientras que Yaäqov habitaba en tiendas y era amado por su madre. Un día llegó Ësav cansado del campo y pidió a su hermano Yaäqov que le diera de un guiso que él había preparado, a lo que éste respondió que lo haría con la condición de que Ësav le vendiera por ello su primogenitura, lo cual sucede.(Gen 25.29-34)

Hubo hambre en la tierra donde estaba asentado Yitsjaq, y éste fue a tierra de Gerar; El Eterno le advierte sobre no bajar a Mitsrayim, confirmando las promesas hechas a su padre Avraham. En aquel lugar, ocurrió un suceso igual al de su padre, pues Yitsjaq hace decir a Rivkah que es su hermana, temiendo por su vida. Los filisteos se dieron cuenta que ella era la mujer de Yitsjaq y Avimelej prohíbe que cualquiera pueda tocar a Yitsjaq o Rivkah.(GEN 26.1-5) (GEN.6-9)

Yitsjaq fue muy prosperado materialmente, y salió del lugar. El Eterno se le apareció, y le prometió multiplicar su descendencia, por lo que Yitsjaq levanta allí un altar. Avimelej y otros hombres más vinieron a Yitsjaq para hacer pacto con él. Ësav se casó con dos mujeres descendientes de los heteos.
                          (GEN26.11-12)     (GEN26.13-14)(GEN26.22-25) (GEN26.26-27)     (GEN26.34-35)           
Yitsjaq ya estaba entrado en años y sus ojos oscurecieron, y le pidió a Ësav que cazara algo y lo guisará para él para que después fuera bendecido, lo cual fue escuchado por Rivkah. Ella le dice a Yaäqov que le traiga dos cabritos para ella hacerle el guisado a su padre, con el fin de que sea Yaäqov quien se lo lleve a su padre para recibir él la bendición. Yaäqov reconoce que su hermano es velludo y su padre podría descubrirlo; Rivkah entonces le dijo que ella cargaría con cualquier consecuencia derivada de esta acción. Yaäqov es vestido con las ropas de Ësav y va donde su padre con el guisado preparado por Rivkah. Yitsjaq dice que la voz es de Yaäqov pero las manos son las de Ësav, por lo que come y bebe, otorgándole la bendición a Yaäqov.(GEN.27.1-4) (GEN 27.8-10) (GEN27.14-16) (GEN.27.28-29)

Una vez Yitsjaq termina de comer, Yaäqov sale de su presencia, y llegó Ësav donde su padre con la caza y el guisado que su padre le había pedido. Yitsjaq se da cuenta del engaño por parte de Yaäqov, pero reconoce que no podía dar la misma bendición a Ësav, quien con amargura le suplica que lo bendiga. (GEN.27.30-34)
Ësav fue bendecido, pero de tal forma que debería servir a su hermano, descargando su yugo cuando Ësav fuera fortalecido. Por causa de este engaño Ësav pensó matar a su hermano, lo cual supo Rivkah, quien lo envía a casa de su hermano Lavan para que de allí tome esposa. Ësav tomó más mujeres de entre las mujeres de Kenaan.(GEN.27.39-42).(GEN.27.43-44). Comunidad Biblica Shalom

¿Cómo pudo nacer un rasha de un tsadiq?

El relato bíblico nos dice que desde el vientre de Rivkah sus dos niños luchaban; desde antes de nacer ya existía una pugna por la supremacía, lo que se reflejaría posteriormente en las vidas de Yaäqov y Ësav. Ësav, que es Edom, y que espiritualmente prefigura al sistema romano, nunca tuvo algo en común con su hermano; y a pesar de tener los dos los mismos padres (y de haber nacido el mismo día!) las vidas de ambos contrastan enormemente.

Existen indicios de que Ësav se condujo un tiempo por el buen camino (específicamente hasta antes de la muerte de Avraham); sin embargo, la historia nos muestra que escogió en definitiva uno muy diferente del que sus padres hubieran deseado[1]. Este pasaje muestra a las claras que no existe ninguna garantía de que un hijo de tsadiq resulte también un tsadiq; por ello la gran responsabilidad que los padres tienen de encaminar a sus hijos por la senda correcta[2].

De hecho, es una enseñanza de nuestros sabios que el que no corrige con severidad a su hijo, no lo ama; ello nos muestra la gran importancia de aplicar disciplina cuando sea necesario, con el rigor que se requiere; es obvio que no hay que ir a extremos innecesarios, pero a juzgar por los comentarios de nuestros sabios, en donde nos relatan que Avraham fue severo con Yitsjaq y éste con Yaäqov, y de ahí sus vidas santas, se puede deducir que el rigor adecuadamente aplicado produce frutos abundantes, como lo fueron las vidas de nuestros patriarcas.

Debemos saber que ni posiciones sociales, ni estrato social, ni “antecedentes familiares”, ni ninguna otra condición nos asegura que nuestros descendientes seguirán “el modelo”; nuestra tarea día a día con los hijos es encaminarles, guiarles y enseñarles lo correcto a la luz de la Torah, y por otro lado estorbar, impedir u obstaculizar al máximo su posible tendencia a tomar el camino equivocado. Por supuesto, cada ser humano ha de utilizar su libre albedrío para decidir, en últimas, la dirección de su vida.

Antisemitismo: La disputa de Yaäqov y Ësav desde el mismo comienzo

Como hemos mencionado, los dos niños desde el vientre de Rivkah ya disputaban entre sí posiblemente su supremacía sobre el otro; tan fuerte fue la lucha que causaron enorme dolor físico a su madre, quien se quejó por las condiciones de su embarazo; y por esta razón, aunque de acuerdo con la tradición estaba destinada a ser la madre directa de las doce tribus, esta queja le trajo como consecuencia que sólo tuviera dos hijos.

Pero, ¿era esta una lucha casual o acaso correspondía simplemente a alguna disfunción en el organismo de Rivkah que perturbaba a los dos niños? La verdad es que nuestros sabios de bendita memoria ofrecen varias explicaciones que conducen al mismo punto:
Ello prefigura el odio antisemita de Roma hacia el pueblo judío, el cual hasta nuestros días ha llegado con inusitada fuerza. Y el hecho de que Yaäqov y Ësav hayan luchado desde antes de nacer, lo que humanamente es inexplicable, hace también inexplicable el antisemitismo que ha existido en la historia de la humanidad, y que tiene su raíz en el odio de Ësav hacia Yaäqov. De todas maneras, ello ya había sido previsto en las Escrituras.

Mucho se ha escrito acerca de este odio hacia el pueblo judío, odio que, al revisar sus orígenes, “no tiene sentido” espiritualmente hablando, pues aunque si bien es cierto que las promesas más sublimes de El Eterno, Bendito sea, siempre fueron para Su pueblo amado que es como la “niña de Sus ojos”[3], también lo es el que todas las naciones del mundo tienen acceso a esas promesas, estando a la misma altura del pueblo de Yisrael[4].

El Midrash nos relata que, durante el embarazo de Rivkah, cuando ésta pasaba cerca de una Yeshivah, Yaäqov saltaba, pero si pasaba cerca de un sitio donde se practicaba la idolatría, era Ësav quien lo hacía. Ello nos indica la tendencia que siempre hubo en cada uno de ellos, y el camino que seguirían durante toda su vida.
Pero ello no implica caminos independientes, en el sentido de que cada uno haría su vida sin interferir en la de otro: Por el contrario, Edom siempre tuvo en mente exterminar a Yaäqov, que es Yisrael. Edom no sólo odió en su vida a Yaäqov, sino que enseñó a sus hijos a odiar a la descendencia de su hermano, y esta situación se ha prolongado hasta nuestros días, en el más penoso de los cuatro exilios, precisamente el de Edom.

Rivkah: Motivación correcta, método equivocado

Perek 27 Bereshit
1 Cuando Yitsjaq llegó a viejo, y tenía ya los ojos muy débiles para poder ver, llamó a su hijo mayor Esaw y le dijo: “Hijo mío”. El respondió: “Aquí estoy”.
2 Y él dijo: “Ya yo estoy viejo, y no sé cuando pueda morir.
3 Toma tu equipo, tu aljaba y tu arco, sal al campo y cázame alguna presa.
4 Luego prepárame un plato de los que me gustan, y tráemelo para comer, para yo darte mi más ferviente bendición antes de morir”.
5 Rivqah había estado escuchando cuando Yitsjaq le hablaba a su hijo Esaw. Después que Esaw salió al campo a cazar algo para traer a la casa,
6 Rivqah le dijo a su hijo Yaaqov: “Alcancé a oír a tu padre que le hablaba a tu hermano Esaw, y le decía:
7 ‘Tráeme alguna presa de cacería y prepara un plato que yo coma, para bendecirte, con la aprobación de YHWH, antes de morir.’
8 Así que, hijo mío, escucha bien lo que te voy a decir:
9 “Ve al rebaño y escógeme dos cabritos de los mejores, y yo prepararé con ellos un plato para tu padre, de los que le gustan.
10 Después se lo llevas a tu padre, para que te bendiga antes de que muera”.
11 Yaaqov le respondió a su madre Rivqah: “Pero mi hermano Esaw es velludo y yo soy lampiño.
12 Si mi padre me toca quedaré por tramposo delante de él y me conseguiré una maldición en vez de una bendición”.
13 Pero su madre le dijo: “Que tu maldición, hijo mío, caiga sobre mí. Sólo haz lo que te digo y ve y escógemelos”.
14 Él los consiguió y se los trajo a su madre, y su madre preparó un plato de los que le gustaban a su padre.
15 Luego Rivqah buscó las mejores ropas de su hijo mayor Esaw que había en la casa, e hizo que su hijo menor Yaaqov se las pusiera;
16 y le cubrió los brazos y la parte lampiña de su cuello con las pieles de los cabritos.
17 Entonces le puso en las manos a su hijo Yaaqov el plato y el pan que había preparado.
18 Él fue a su padre y le dijo: “Padre”. Y él dijo: “¿Sí, cuál de mis hijos eres tú?”
19 Yaaqov le dijo a su padre: “Soy Esaw, tu primogénito; he hecho lo que me pediste. Ten la bondad de sentarte y comer de lo que he cazado, para que me des tu ferviente bendición”. >>>
20 Yitsjaq le dijo a su hijo: “¿Cómo lo lograste tan pronto, hijo mío?” Y él dijo: “Porque YHWH tu Elohim me concedió éxito”.
21 Yitsjaq le dijo a Yaaqov: “Acércate más para poder sentirte, hijo mío –a ver si en verdad eres o no mi hijo Esaw”.

Ya El Eterno le había hecho saber a nuestra matriarca que dos naciones había en su vientre, y que el hijo mayor serviría al menor; y al escuchar la conversación que tuvieron Yitsjaq y Ësav respecto de la comida que este último debía prepararle a su padre para que después Yitsjaq le diera su bendición, sin demora idea un plan para que sea Yaäqov quien reciba esta bendición, de la cual Rivkah sabía perfectamente su poder y su condición de irrevocable.

Ella tenía clara la importancia que tenía la bendición de Yitsjaq; de ahí su preocupación por que ésta fuera recibida por Yaäqov y no por Ësav. El Midrash nos relata que todas las circunstancias favorecieron a Yaäqov, mientras que le fueron adversas a Ësav, y de ahí que todo se hubiera consumado de acuerdo con lo planeado por Rivkah. Sin embargo, cabe aquí decir que aunque las intenciones de Rivkah fueran en verdad sinceras, utilizó el engaño a un tsadiq para lograr sus propósitos; tan cierto es que cuando Yaäqov le expresó su temor por la posibilidad de ser descubierto, su madre le dijo que sobre ella sería el castigo, entendiendo de alguna forma que el método utilizado no era el correcto.
41 Desde entonces Esaw abrigó rencor contra Yaaqov a causa de la bendición que le había dado su padre, y Esaw se dijo: “Nada más deja que llegue el período de duelo por mi padre, y mataré a mi hermano Yaaqov”.

Tal situación fue descubierta por Ësav, quien tuvo motivo suficiente para mostrar un odio inmenso hacia su hermano, por causa del engaño que había sufrido a manos de él. Tanto, que su principal objetivo fue acabar con la vida de Yaäqov, lo que hemos visto en el transcurso de toda la historia humana en la que Roma, que es Edom, siempre ha buscado diezmar física y espiritualmente a nuestro pueblo.

Pero los designios del Amo del Universo se cumplen a pesar de nuestras acciones: Yaäqov en definitiva recibió la bendición, confirmándose con ello que Rivkah había actuado leshem shamayim, (en el nombre del cielo) y de ahí que fuera honrada con el “éxito” en su acción[5]. Pero ello lamentablemente tuvo consecuencias funestas…

¿Qué podemos obtener de este pasaje? A pesar de nuestras buenas intenciones es necesario, por un lado, ser diligentes y hacer lo que nos corresponde para cumplir con los designios de HaQadosh, Baruj Hu, sin utilizar ningún método que implique una acción ilícita de acuerdo con la Torah; pero, por otro, debemos siempre esperar a que sea la manifestación de Él la que indique el camino a seguir, lo que en nada implica que debamos vivir una vida llena de “contemplación”, pasiva, en la que “espiritualmente” estemos buscando la voluntad de El Eterno, pues es bueno recordar que ésta ya se conoce y es nuestra Sagrada Torah.

Si El Eterno ha dispuesto que ocurra algún evento, no debemos forzar que éste suceda “de cualquier manera”, puesto que el fin no justifica los medios; por esta razón, aunque tenemos varios casos en los que los propósitos de El Eterno se han cumplido, también es cierto que la forma como las personas han actuado para que ello suceda no ha sido la más adecuada y por esa razón los problemas no demoraron en venir[6].

Versículos para meditar: Mishlei Pro 3:5 Confía en Yhwh de todo corazón  y no te fíes de tu inteligencia; 6 reconócelo en todos tus caminos  y él enderezará tus sendas. 7 No presumas de sabio,  teme a Yhwh y evita el mal;

La ceguera de un tsadiq

Fue Yitsjaq el primer hombre en estar enfermo en la vejez, lo que fue pedido por él mismo, y se encontró como meritorio delante de El Eterno. La ceguera con la cual enfermó le sirvió, paradójicamente, para dos efectos:

Y  Para no ver a Yaäqov vestido como Ësav, usurpando el lugar para la bendición mayor
Y  De acuerdo con el Midrash, fue un castigo por aceptar el soborno de su hijo Ësav (la buena comida preparada por él) para bendecirlo

Si revisamos el relato en su forma más simple, esto es, según lo estrictamente escrito en la Torah, podemos ver que nuestro patriarca vio sólo lo inmediato, lo material y pasajero, como condiciones para promulgar su bendición; esto nos indica el sumo cuidado que debemos todos observar en nuestras prioridades: Lo material es bueno si se utiliza de la forma adecuada, pero no es lo definitivo, pues lo que realmente trasciende es lo espiritual. Es cierto que el amor hacia los hijos es algo casi innato, y por ello “no podemos culpar” a Yitsjaq; lo que quizá no es justificable es el hecho de poner en primer lugar lo material.

Continuando con el relato “simple”, caso contrario sucede con Rivkah: Dado que sabía cuál de los dos hijos sería quien debería recibir la bendición, inmediatamente se pone en la tarea de “garantizar” que ello se diera, pues puso sus ojos en el ámbito espiritual, y de ahí que se vio compensada por el éxito.

Todo ello nos enseña que aún un tsadiq puede tener momentos en los que esa “pequeña” porción de yetzer hara puede llevarle a tomar decisiones equivocadas; y aunque siempre puede haber una buena intención de por medio, ello no indica que el camino es el correcto.

Versículo para meditar: Romanos 3:10 -  Pues ya demostramos que tanto judíos como griegos están todos bajo el pecado, como dice la Escritura: No hay quien sea justo, ni siquiera uno.


TESOROS ENCONTRADOS EN LA PARASHA

Dos amores distintos

La Torah relata que Yitsjaq amaba a Ësav, en gran medida por la comida producto de su caza. Pero Rivkah amaba a Yaäqov, amor que no se basaba en algo específico.

28 Yitsjaq favorecía a Esaw porque le gustaba la cacería; pero Rivqah favorecía a Yaaqov.

En Bereshit 25:28 está escrito que “Yitsjaq amaba a Ësav” y que “Rivkah ama a Yaäqov”. El hecho de que el verbo para el amor expresado por Yitsjaq a Ësav esté en pasado nos indica que ese amor era pasajero, puesto que se basaba realmente en algo limitado (en espacio y tiempo) como su comida natural, y ello nos muestra la transitoriedad de los bienes naturales, que han de pasar, y en los cuales no hemos de poner nuestras esperanzas.

Por el contrario, el verbo para el amor de Rivkah se encuentra en presente, pues ese era un amor incondicional, que no dependía de ningún bien material; más bien es el amor que mira la grandeza de El Eterno para aferrarse a Él por siempre sin condiciones; es el amor que no cambia, independientemente de las circunstancias; es el amor puesto en las cosas espirituales, que nunca pasarán en este mundo ni en el Olam Habá.

Observando este contraste, no es de extrañarse por qué Yaäqov recibe la bendición, la cual es confirmada por el mismo Yitsjaq posteriormente, esta vez a sabiendas de que era Yaäqov a quien estaba hablando.

Las “artimañas” de un justo

Perek 25
24 Cuando se le acercaba el tiempo de dar a luz, había gemelos en su vientre.
25 El primero salió rojo, todo como un manto velloso; así que lo llamaron Esaw Velludo.
26 Luego salió su hermano, agarrado del talón de Esaw; así que lo llamaron Yaaqov Agarratalón. Yitsjaq tenía sesenta años cuando nacieron ellos.

La Torah nos relata que cuando salía Ësav del vientre de Rivkah, Yaäqov lo tenía asido por uno de sus talones; esto, sumado a la suplantación de Ësav ante Yitsjaq, le ha valido el apelativo de “engañador”, “suplantador” y “tramposo”. Y aunque ello pudiera tener una pizca de verdad, es necesario hacer un balance de la vida de Yaäqov, al final del cual sin lugar a dudas llegaremos a la conclusión de que en definitiva no sólo fue un tsadiq en toda la extensión de la palabra, sino que fue uno de los más grandes tsadiqim que hayan existido (por supuesto sin llegar a poseer la estatura de aquel que con sus méritos ofreció su vida en expiación por los pecados del mundo, el Rebe HaQadosh), puesto que a pesar de todas las adversidades que vivió nunca desvió su camino, y de ahí su gran mérito.

Centrándonos en el momento en que Yaäqov coge el talón de Ësav, hemos de recordar el pasaje de Bereshit 3:15, donde está escrito: “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.” En este pasaje vemos que las cosas son a la inversa: el reino del mal “coge por el talón” al reino del bien; pero justamente en ello es que queremos hacer hincapié: Es precisamente la forma en que se vale el justo para señorear sobre el malvado, que es utilizar sus mismos métodos.

Según nuestros sabios, está permitido a un justo “arrebatarle” al malvado las cosas que, estando en su poder y son sagradas, pueden ser objeto de malas utilizaciones por parte de éste. Y para ello puede utilizar el “engaño”.

De hecho, de acuerdo con la tradición la ropa utilizada por Yaäqov ante Yitsjaq era la piel de la serpiente que engañó a Adam y Javah en Gan Eden (Midrash); Yitsjaq percibió el aroma de Gan Eden, y por ello bendijo a Yaäqov, en quien la bendición “no se perdería”, pues éste cumpliría los propósitos de El Eterno, lo que no hubiera sucedido con Ësav.

Sin embargo, como ya lo anotamos anteriormente, los propósitos de El Eterno son santos, y por ello no necesita de ardides humanos para que se cumplan rigurosamente; de ahí que nuestra vida siempre deba estar desprovista de engaño, pues de todas formas El Eterno siempre cumplirá, máxime si todo actúa conforme a Sus deseos[7].

Pero el punto interesante que queremos resaltar sobre este incidente es que aún la geografía de nuestro planeta nos ofrece una hermosa ilustración de lo que ya hemos anotado; veamos por un momento el mapa de Europa en su región meridional:





Las dos marcas de la izquierda hacen referencia a Italia (donde está Roma, que es Edom) y a la península del Peloponeso (que pertenece a Grecia). Curiosamente Italia tiene la forma de una bota, que es donde está “el talón de Edom (Ësav)” y la península griega tiene la forma de una mano (utilizada por Yaäqov, pero es la mano de Ësav, como lo dijo Yitsjaq) que es la que coge el talón de Ësav; la tercera marca (a la derecha) corresponde a Yisrael (que es Yaäqov), la cual está en posición de cogerle el talón a Edom.

Por lo tanto, vemos aquí un cuadro profético, que nos indica que será Yisrael quien tomando del talón a Edom señoreará al final de los tiempos; al ver el mapa vemos que tanto Italia como Grecia están “expuestas” al mar, mientras que Yisrael está afincada en tierra firme; al tomar a Italia y Grecia éstas desaparecerán en el abismo, mientras que Yisrael perdurará.

Copilado a adaptado por:

YIRMIYAHU BEN ISRAEL


[1] Aunque se dice de Ësav que su vida antes de que su abuelo y su padre murieran sólo era una forma de tramar su posterior venganza contra Yaäqov, puesto que después de la muerte de sus dos ancestros se mostró realmente como sería en lo sucesivo.
[2] La Escritura nos provee varios ejemplos en los cuales los padres no estorban a sus hijos cuando éstos observan un mal proceder; casos notables son los de Elí, quien fue muy liviano en su reprensión a sus hijos, a quienes el castigo les llegó a ambos el mismo día. El rey David también es otro caso en el cual no se aplicó suficiente disciplina; su hijo Abshalom llegó incluso a tratar de usurpar el trono de su padre.
[3] Ver Romanos 9:4.
[4] Ello ya había sido prometido por Elohim a Avraham, cuando le dijo “… y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.” (Bereshit 12:3).
[5] El Midrash nos relata que, para asegurarse que era él quien había de ser bendecido, Ësav conviene con su padre que, con el fin de no ser objeto de los engaños de Yaäqov, al entrar a la tienda hablaría como Yaäqov, pues éste haría algo para que Yitsjaq creyera que al entrar él su padre creyera que era Ësav, cuando en realidad era Yaäqov. Pero todo se puso en contra de Ësav, pues Yaäqov, vestido como Ësav, fue quien entró primero donde Yitsjaq, quien dijo: “La voz es la voz de Yaäqov, pero las manos son las de Ësav”; de aquí que tomó la comida y bendijo a Yaäqov. Inmediatamente después de que éste salió, llegó Ësav, pero la bendición ya había sido concedida a Yaäqov; por ello su odio intenso hacia su hermano.
[6] No sólo citamos la acción de Rivkah, sino también por ejemplo las relaciones incestuosas de las hijas de Lot con su padre, la promesa de Yiftaj, etc.
[7] Y aquí vale la pena recordar el incidente de Ananías, Misael y Azarías, quienes no hicieron nada diferente de esperar la manifestación de la voluntad de El Eterno, Bendito sea, quien honró su fe con la liberación del horno de fuego.

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