viernes, 12 de abril de 2013

Parashá 27 Tazría – Parasha 28 Metzorah


Parashá 27 Tazría – Parasha 28 Metzorah

Levítico 12:1 – 15:33

Aliyás de la Torá (cuando se lee Tazría junto con Metsorá):
  1. 12:1 – 13:23
  2. 13:24-39
  3. 13:40-54
  4. 13:55 – 14: 02
  5. 14:21-32
  6. 14:33 – 15:15
  7. 15:16-30
  8. Maftir: 15:31-33
Haftará: 2 Reyes 4:42 – 5:19

Brit Hadasha: Mateo 10:1 – 12:50

Tazría 
Significa “ella concibe”.

 Metzorah
Significa “el que tiene tzaráat”.     “Leproso”

TZARIA – METZORA
 Las normas relativas al leproso no son reglas sanitarias ya que la Torah no trata dicha enfermedad desde  el punto de vista médico, ella considera esta afección como resultados de la violación de la relaciones entre Dios y el hombre, la lepra representa el castigo del pecado de murmuración en el original hebreo, “calumniador” motzi-shem ra contiene las letras de Metzorah.

Esta será la ley tocante al leproso… referido a esto leemos: tehilim (salmo) 34: 12 al 14,

Psa 34:12  Venid, hijos, escuchadme, os enseñaré el temor del Eterno.
Psa 34:13  A qué hombre no le gusta la vida, no anhela días para gozar de bienes?
Psa 34:14  Guarda del mal tu lengua, tus labios de la mentira;

realmente debemos de considerar el cuidado de la lengua como lo más delicado ya que el don del habla es lo que distingue al racional del irracional.

 El ser humano fue dotado de este medio para poder trasmitir los valores espirituales a las generaciones posteriores y como instrumento de relación entre el individuo y la sociedad. Pero no se debe utilizar este medio para sembrar discordia entre los individuos “los que provoca después de todos el calumniador y el murmurador” por esto es excluido de la sociedad, los sabios de Israel coinciden en que los conceptos de Tumah ve Tarah- impurificación y pureza no son conceptos de carácter medico sino más bien de carácter moral y en relación con las idea de lo sagrado.

Vayicra 14: 4
Lev 14:4 el sacerdote mandará traer para el que ha de ser purificado dos pájaros vivos y puros, madera de cedro, púrpura escarlata e hisopo.

 por causa de las llagas aparecen en castigo de las conversaciones calumniadoras producto de la charlatanería, se dispuso la purificación con aves quienes también parlotean constantemente con el silbido de su voz.  Se le inculca al leproso que si fue - antes del padecimiento de esta enfermedad- arrogante y orgulloso como el cedro que es un árbol altivo, se humille y se rebaje a la altura del hisopo.
 El motivo del agua que ha de purificar  todos los impuros indica que ha de considerarse después de la sumersión como si fuera creado en ese momento, tal como el mundo que era todo agua previo a la creación del hombre como leemos, Bereshit 1: 2.

Gen 1:1 En el principio creó Dios el cielo y la tierra.
Gen 1:2 La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas.

Y para que medite de la misma manera que como renovó su cuerpo ha de renovar sus acciones para bien, apropiar sus obras y prestar atención a las sendas divinas” vemos la gravedad de la calumnia respecto al pentateuco, pero si miramos los profetas o las escrituras veremos que en ellos se califican los pecados de la lengua con mayor celeridad y gravedad.

Cuando Yermiya quiso recalcar la corrupción de su generación sobre que insistió mas? Yermiya 9 : 3– 5.  

Jer 9:3 ¡Que cada cual se guarde de su prójimo!, ¡desconfiad de cualquier hermano!, porque todo hermano pone la zancadilla, y todo prójimo propala la calumnia.
Jer 9:4 Se engañan unos a otros, no dicen la verdad; han avezado sus lenguas a mentir, se han pervertido, (incapaces
Jer 9:5 de convertirse). Fraude por fraude, engaño por engaño, se niegan a reconocer al Eterno.
Más aun considera el autor de tehilim que son peores los individuos de lengua engañosa tehilim 12: 2- 5 –
Psa 12:2 ¡Sálvanos, Yhwh, que escasean los fieles, que desaparece la lealtad entre los hombres!
Psa 12:3 Falsedades se dicen entre sí, con labios melosos y doblez de corazón.
Psa 12:4 Acabe Yhwh con los labios melosos, con la lengua que profiere bravatas,
Psa 12:5 los que dicen: "La lengua es nuestra fuerza, nuestros labios nos defienden, ¿quién será nuestro amo?".

tehilim 120: 4.
Psa 120:4 ¡Flechas afiladas de guerrero y ascuas de retama! (enebro. Árbol bajo y raquítico)
Al igual que Yermiya quien afirma también su lengua es flecha mortífera, Yermiya 9: 7.
Jer 9:7 Su lengua es saeta mortífera, las palabras de su boca, embusteras. Se saluda al prójimo, pero por dentro se le pone trampa.
Los sabios explicaron estas comparaciones: una vez  tirada la flecha aunque el tirador quiera hacerla volver atrás ¡no podrá¡ de igual manera no podrá el murmurador hacer retornar el mal en el mundo. El calumniador asesina con su lengua tal como la flecha que se desconoce su existencia hasta el instante en que se recibe su herida. Así también la calumnia es ignorada hasta que las saetas de algún malvado lo hieran a uno.
 Los más peligrosos enemigos son las palabras de aquellos sobre quienes leemos; tehilim 144: 11,
Psa 144:11 sálvame, líbrame de la mano de extranjeros, cuya boca profiere falsedades y su diestra es diestra de mentira.

  120: 2,  
Psa 120:2 ¡Líbrame, Eterno, del labio mentiroso, de la lengua tramposa!

 120: 7
Psa 120:7 Si yo hablo de paz, ellos prefieren guerra.

Pero parece que más que el peligro que hable mentiras de nosotros que nos calumnien y acusen falsamente, más peligroso y mayor amenaza para nuestra alma resulta la mentira que a de emerger de nuestros propios labios, es por eso que a diferencia del poeta en el salmo 120 finaliza todo judío su oración en una forma muy distinta. Siendo su ruego oh¡ Señor, guarda mi lengua del mal y mis labios de hablar mentira.

Éxodo 15: 26
Exo 15:26 Y dijo: "Si escuchas atentamente la voz del Eterno, tu Dios, y haces lo recto a sus ojos, y obedeces sus mandatos y guardas todos sus preceptos, no lo afligiré con ninguna de las plagas con que afligí a los egipcios; porque yo soy el Eterno, el que te sana."
en la reprimenda que El Eterno dirige a Israel, por si este trasgrede la Torah, el castigo será que El hará retornar todos los castigos  egipcios ante los cuales habías temido y se pegaran a ti, Devarim 28. 60.
Deu 28:60 Hará caer de nuevo sobre ti aquellas epidemias de Egipto, a las que tanto miedo tenías, y se te pegarán.

Como quiera que lo mas importante en medicina es la prevención de la enfermedad, antes de la curación El Eterno implanta en nosotros su palabra y las conductas que El nos ha prescripto para prevenir la enfermedad, exigiéndonos una prevención ética en nuestra vida, empero si el hombre no se ha comportado adecuadamente y se ha enfermado será él mismo quien deba curarse por sus propios medios, osea teshuva – el retorno Al Eterno- y la revisión de los actos negativos que cometemos en nuestra vida pues así dice el versículo.

Iesayahu 6: 10
Isa 6:10 Engorda el corazón de ese pueblo, hazle duro de oídos, y pégale los ojos, no sea que vea con sus ojos, y oiga con sus oídos, y entienda con su corazón, y se convierta y se le cure."
Y retornara y se curara así mismo, además en Devarim 24: 8 se nos previene contra la afección de la lepra y se nos pide recordar el episodio de Miriam ocurrido durante la travesía en el desierto.
 La misma palabra del Eterno le recuerda a David cuando al prometerle el trono de Israel a él y a su descendencia le dijo: 2  Samuel 7: 14,
2Ch 7:14 y mi pueblo, sobre el cual es invocado mi Nombre, se humilla, orando y buscando mi rostro, y se vuelven de sus malos caminos, yo les oiré desde los cielos, perdonaré su pecado y sanaré su tierra.

De lo que resulta que cuando la persona ha abandonado por completo la ética, la moral, el buen comportamiento y la observancia de los preceptos de la Torah causa el alejamiento del Eterno de su vida, quedando la misma al juego del azar; sin orientación ni dirección. Así el ser humano convierte su libre albedrio con el cual Dios le ha dotado en caos y desorden. ¿esta es la libertad que anhela el ser humano?
Nuestros sabios han enseñado a entender la Torah no solo en su sentido literal, sino también en sus palabras y alegorías, por eso debemos captar el lenguaje simbólico ósea la interpretación alegórica así veremos los elementos que intervienen en la purificación del leproso- quiere decir- su reincorporación a la sociedad.

Son los siguientes:
Madera de cedro, hisopo, dos pájaros puros vivos, purpura escarlata y aguas surgentes.
El cedro cuando es usado simbólicamente en el tanaj representa la fuerza y la soberbia.
El hisopo o el musgo que crece entre las piedras y en las paredes representa en el mundo de los símbolos el punto más bajo de la escala social ósea la persona carente de fuerza material y por supuesto no afectada por el orgullo y la soberbia.

Por lo tanto el “metzorah” que había afectado la misma piel de su cuerpo por incurrir en calumnia, soberbia o maledicencia… para curarse deberá quebrar su rigidez en pedazos y pensar en la modestia del hisopo o del musgo que crece en las paredes  y deberá pensar que es solo un trocito de madera del cedro y no el cedro mismo.

 La purpura escarlata simboliza por su color la perfidia y la mala conducta mientras que las aguas surgentes representan la vida continua, natural y las nuevas ideas vivificantes que deben surgir de nuestra mente para curar nuestra piel de las afecciones cutáneas.

Pero para que eso ocurra – para que encontremos esa fuentes benéficas de aguas surgentes- habrá de soltar el pájaro vivo para que vuele en el campo abierto es decir que tenemos que deshacernos definitivamente de nuestros hábitos corruptos productos de nuestra mente y nuestra lengua, esto necesita grandes esfuerzos al tiempo que causa dolor admitir que hemos dañado con nuestra lengua y que tal vez hemos incurrido en denigrar a nuestro prójimo en público y causar vergüenza y oprobio.

Mis Palabras/Dvarím son Mi Aliento Santo (Rúaj ha Kódesh) pero sin Mi Poder. Igual tienen algo de poder, porque Yo las he creado, pero son pronunciadas por seres humanos caídos (del Paraiso/Gan Éden) y por lo tanto, no tienen Mi Poder de Creación/Destrucción pero igual tienen poder.” (Las palabras entre comillas y subrayadas son de Elohím en profecía en nuestras parashót.)

De modo que, debemos apreciar y calibrar el enorme poder de las palabras, aun las humanas, cuanto más las pronunciadas por la Boca de Elohím para nuestro alimento diario de nuestro cuerpo mental

Además de PODER, tienen un PROPÓSITO.
1) Hay palabras/dvarím que nos calman, nos alivian; hay palabras que salvan nuestra alma para toda la eternidad; hay palabras que convencen (de pecado) o de Verdad de Elohím.
2) Hay palabras/dvarím que nos llenan el corazón de gozo y de ahaváh/amor sacrificial, espiritual de Elohím.
3) Hay dvarím que santifican, que nos elevan a alturas espirituales a las que nunca hemos llegado.
4) Hay palabras que hieren, lastiman, nos tuercen, nos separan y nos aislan de los demás.
5) Hay palabras que nos dicen que nos transforman en personas diferentes, haciéndonos perder el Cielo y dándonos una entrada “garantizada” al infierno.
6) Hay palabras que nos hacen resbalar, odiar, matar y asesinar a los demás.
7) Hay palabras/dvarím que nos llegan de Elohím y que nos bendicen, nos llenan, nos informan, nos hablan de nuestro futuro y de nuestro pasado.

Elohím creó la Palabra/Davár para bendecir a la humanidad con su uso, para hacer de Sus hijos instrumentos de bendición para aquellos que no lo conocen todavía, pero desean conocer al Verdadero, al Único Elohím verdadero, el Elohím de Israel y al Mashíaj Yeshúa, quien pronto regresará para reinar con los judíos mesiánicos de todo el mundo que lo aceptan y lo reconocen como lo que es, por Mil Años (Rev. 21 y 22).
Con la Palabra/Davár podemos bendecir a nuestros hijos, padres y hermanos en la fe: “Que Elohím te siga bendiciendo!” o maldecirlos con nuestras palabras ásperas o maldiciones: “¡No sirves para nada!” “¡Inútil!” o “¡Tonto!” Con la Palabra/Davár nos bendecimos o maldecimos a nosotros mismos: “No sirvo para nada” “Soy fea” o “No puedo hacer esto.” Nos olvidamos que Elohím dijo: “TODO lo puedo en Mashíaj que me fortalece.” ¿Con qué nos fortalece? Con Su bendición sobre nosotros, a través de Su Aliento Santo/Rúaj ha Kódesh HABLANDONOS a nosotros, aunque no lo oigamos.

Por eso es tan importante entender y PRACTICAR un vocabulario aceptable a Elohím: tratar de (1) PENSAR y (2) HABLAR palabras positivas, amables, llenas de bendición para nosotros y los demás a nuestro alrededor. TODO comienza en nuestra mente, así como Elohím comienza en la Mente de Elohím Padre y continúa con Su Aliento, el Rúaj ha Kódesh y terminar con Su Palabra, Yeshúa hecho carne. Asimismo, nosotros comenzamos con nuestra mente y seguimos con nuestra Palabra/Davár. De modo que tenemos que cuidar en extremo lo que sale de nuestra mente y boca, porque con ellos nos bendecimos y bendecimos a los que nos rodean o nos maldecimos a nosotros y a los que nos rodean.

Es más: nuestras palabras deben provenir de Elohím, en vez de nosotros, cada día un poco más. Debemos pedirle a Elohím en oración que Él tome cuenta de nuestra boca y de nuestras palabras para que éstas sean las provenientes de Su Rúaj y no de nuestra carne. Todo consejo, toda advertencia, toda oración a los demás como a nosotros mismos, en lo posible, debe provenir de Elohím y no de nuestra carne, que nada sabe ni nada es. Esto sólo se consigue con una relación íntima con Elohím, que depende de nuestra obediencia a Él y de nuestra madurez espiritual. “¿Por qué me llaman ‘Adón, Adón’ (Amo, Amo) y no hacen lo que les digo?”

La madurez y el Poder de Elohím provienen de nuestra obediencia, que debe llegar a ser, con el tiempo o con nuestra ansia de servirle, TOTAL. “Sin Mí, NADA pueden hacer”, dijo Yeshúa.
A través de tener a Yeshúa y al Rúaj ha Kódesh dentro suyo—expresada en actos visibles, en conductas espirituales.

Nuestro carácter varía con cada persona, pero hay cualidades de carácter (humanas) que Elohím valora mucho más que otras: la humildad, el interés por aprender, la mente abierta, la paciencia y el aguante, la templanza (el no perder los estribos por cualquier cosa), la responsabilidad, nuestro corazón, constancia, nuestro corazón hacia los demás, la honestidad, la prudencia (de nuestra boca y de nuestras manos y pies, es decir, lo que hacemos y dónde vamos) y nuestras prioridades (¿Quién está primero en nuestra vida? Elohím o nuestro trabajo o nuestro cónyuge o nuestros hijos? Para contestar esta pregunta en el fundador del judaísmo, Avrahám, Elohím lo llevó hasta el borde de matar a su propio y único hijo, para ver si lo prefería a Elohím.) Si no tenemos algunas o ninguna de estas cualidades, debemos pedirlas a Elohím, ya que son la base humana de nuestro crecimiento espiritual. Si uno es haragán o sin aguante, o miedoso, no va a soportar ni una semana las pruebas a que Elohím lo va a someter a través de ha satán.

De nuestra espiritualidad, Elohím valora nuestra obediencia (Avrahám de nuevo), como ya mencionamos, y nuestra humildad frente a Él, de la cual depende todo nuestro crecimiento espiritual.

La oración que son “sólo palabras”, tiene un ENORME poder para cambiarnos y para mejorarnos, si tenemos la voluntad y el aguante de seguir tratando de cambiar (no cambiar a los demás, ni a nuestro cónyuge, sino a nosotros mismos, que es mucho más difícil).

Nuestra parte espiritual debe comenzar sí o sí con nuestra obediencia a Su voluntad. Dice Rom. 8:14: “Por que son hijos de Elohím los que son DIRIGIDOS (constantemente) por el Rúaj de Elohím.” Lo contrario también es cierto: Porque NO son hijos de Elohím los que NO son dirigidos (constantemente, día a día) por el Rúaj de Elohím.

Todo esto debe ser hecho con persistencia infinita, que es necesaria para todo, no sólo para nuestra vida espiritual, sino también para vencer nuestra carne.

Nuestra vida debe MOSTRAR que somos Israelitas del pacto renovado, especialmente en estos momentos tan críticos para toda la humanidad. No con palabras solamente, sino también con HECHOS, con buenas obras/mitzvót, que reflejen a quién seguimos. Nuestra vida espiritual debe ser 24/7, (24 horas al día, siete días a la semana) y no sólo en shabát y dentro de la sinagoga, sino que debe estar reflejada en todo: en lo que comemos (y especialmente en lo que NO comemos); en lo que hablamos, en lo que hacemos, en cuántas veces al día hablamos con Elohím, aunque sea una frase, en todo lo que pensamos, decimos y hacemos.

La madurez humana y la espiritual nos lleva, con la ayuda de Elohím en oración, a la tan ansiada separación/kedusháh y luego a la verdadera santidad/kedusháh, que es o tendría que ser la meta de nuestra vida.

¡SHABAT SHALOM!

Preparado por: SHIMON BEN YOSEF
COMUNIDAD BIBLICA SHALOM


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