Parashá 14
VaErá
Éxodo 6:2 – 9:35
Para
ser leída y estudiada en el Shabat del 26 de Tevet de 5.775
(Enero
17 de 2.014)
Aliyás de la
Torá:
1. 6:2-13
2. 6:14-28
3. 6:29 – 7:7
4. 7:8 – 8:10 (8:6 heb.)
5. 8:11-22 (8:7-18
heb.)
6. 8:23 (19 heb) – 9:16
7. 9:17-35
Haftará: Ezequiel 28:25 – 29:21
Los Escritos
Mesiánicos: Lucas 2:21 – 5:11
VaErá
Significa “y me
mostré”.
Primera
aliyá, 6:2-13
Dios le recuerda a
Moshé que su nombre es YHWH y dice que no se dio a conocer con ese nombre a los
patriarcas. Estableció su pacto con ellos para darles la tierra de Kenáan donde
peregrinaron. Además ha oído el gemido de los hijos de Israel por la esclavitud
y se ha acordado de su pacto. Moshé recibe la orden de decir a los hijos de
Israel que él es YHWH y que los sacará de la esclavitud de los egipcios para
ser su pueblo y darles la tierra que juró a los patriarcas. Moshé habla con el
pueblo pero no escuchan. También tiene que hablar con el faraón. Sin embargo
Moshé pregunta cómo le va a escuchar el faraón si los hijos de Israel no le
escuchan. Entonces Adonai ordena a Moshé y Aharón en cuanto a los hijos de
Israel y en cuanto al faraón para sacar a los hijos de Israel de Egipto.
Segunda
aliyá, 6:14-28
Reuvén tenía
cuatro hijos. Shimón tenía cinco. Leví tenía tres, Guershón, Kehat y Merari. Leví
murió a los 137 años. Guershón tuvo dos hijos. Amram fue hijo de Kehat junto
con tres más. Guershón murió a los 133 años. Merari tuvo dos hijos. Amram tomó
a Yojeved, su tía y ella dio a luz a Aharón y a Moshé. Amram murió a los 137 años.
Koraj y Eltsafán son primos de Aharón y Moshé. Aharón tomó por mujer a Elisheva
y ella le dio a luz cuatro hijos. Koraj tuvo tres hijos. El hijo de Aharón,
Elazar tuvo a Pinjás. Estos son Aharón y Moshé que hablaron al faraón para
sacar a los hijos de Israel de Egipto.
Tercera
aliyá, 6:29 – 7:7
El Eteno dice a
Moshé: “Yo soy el Eterno; di al faraón, rey de Egipto, todo lo que yo te diga.”
Moshé le contesta
diciendo que es incircunciso de labios. ¿Cómo le va a escuchar el faraón?
Adonai constituye
a Moshé como Elohim para el faraón y
Aharón como profeta. Adonai endurecerá el corazón del faraón para multiplicar
los milagros en Egipto. Adonai pondrá su mano sobre Egipto y sacará a su pueblo
y los egipcios sabrán que él es el Eterno. Moshé y Aharón cumplen la orden del
Eterno. Moshé tiene 80 años y Aharón 83.
Cuarta aliyá,
7:8 – 8:10 (8:6 heb.)
Cuando el faraón
pide que hagan un milagro Aharón tendrá que tomar su vara y echarla ante él
para que se convierta en serpiente. Al hacerlo los magos de Egipto hacen lo
mismo. Pero la vara de Aharón devora las varas de ellos. El faraón fortalece su
corazón y no les hace caso, como Adonai ha dicho. Moshé tendrá que presentarse
ante el faraón por la mañana cuando vaya al río, y decirle en el nombre de Adonai
que deje ir al pueblo. Como no ha querido escuchar, ahora conocerá que él es el
Eterno. Las aguas del río se convertirán en sangre y
todos los peces
morirán. Moshé dice a Aharón que extienda su mano sobre todas las aguas de Egipto.
Al hacerlo hay sangre por toda la tierra de Egipto. No obstante, los magos
hacen lo mismo con sus ciencias ocultas y el faraón fortalece su corazón y no
hace caso, como el Eterno ha dicho. Todos los egipcios están cavando por agua.
Después de siete
días el Eterno dice a Moshé que vaya al faraón y le diga: “Así dice el Eterno:
Deja ir a mi
pueblo para que me sirva.” Si no los deja ir, vendrán ranas desde el río y
entrarán en las casas y por todas partes. Aharón extiende su vara sobre los
ríos y los canales y las ranas cubren la tierra de Egipto. Los magos hacen lo
mismo. El faraón llama a Moshé y a Aharón y pide que rueguen para que Adonai quite las ranas. Así dejará ir
al pueblo para sacrificar al Eterno. Moshé pregunta cuándo debe orar. El faraón
responde: “Mañana”. Así sucederá para que sepa que no hay nadie como Adonai.
Quinta aliyá,
8:11-22 (8:7-18 heb.)
Las ranas sólo se
quedarán en el río. Moshé y Aharón salen del faraón y Moshé clama al Eterno
acerca de las ranas y Adonai hace conforme a su palabra. Las ranas mueren en las
casas, los patios y los campos. Son juntadas en montones y la tierra se
corrompe. Pero al ver que hay alivio el faraón hace pesado su corazón y no hace
caso, como Adonai ha dicho.
Moshé dice a
Aharón que golpee el polvo de la tierra para que se convierta en piojos. Al hacerlo
vienen piojos sobre hombres y animales en todo Egipto. Los magos tratan de
producir piojos, pero no pueden. Por eso dicen al faraón que este es el dedo de
Dios. Pero el faraón fortalece su corazón y no hace caso, como el Eterno ha
dicho.
Moshé tendrá que
levantarse muy temprano y ponerse ante el faraón cuando vaya al agua y decir:
“Así dice Adonai: Deja ir a mi pueblo para que me sirva.” Si no lo hace enviará
mezclas de animales dañinos por todas las casas de los egipcios. Pero no será
así en Goshén para que sepa que el Eterno está en medio de la
tierra.
Sexta aliyá,
8:23 (19 heb) – 9:16
El Eterno hace
diferencia entre su pueblo y el pueblo del faraón. El día siguiente entran los animales
dañinos en todo Egipto y la tierra se va destruyendo. El faraón permite que
hagan sacrificios a su Dios dentro del país. Pero Moshé responde y dice que no
conviene porque para los egipcios es abominación lo que van a sacrificar al
Eterno. Entonces los apedrearían.
Necesitan una
distancia de tres días de camino para presentar sacrificios allí. El faraón
dice que los dejará ir al desierto, sólo que no vayan muy lejos. Cuando Moshé
sale de la presencia del faraón ruega al Eterno que los animales se alejen para
el día siguiente. Adonai hace lo que Moshé le pide y no queda ni un solo
animal. Pero el faraón hace pesado su corazón y no deja salir al pueblo.
Moshé tendrá que
ir al faraón otra vez y decirle que deje ir al pueblo para servir al Dios de
los hebreos. Si se niega a dejarlos, vendrá la mano del Eterno sobre su ganado.
Pero nada del ganado de Israel perecerá. El día siguiente Adonai cumplió lo prometido.
El faraón envía para saber que todo el ganado de Egipto ha perecido pero del
ganado de Israel no ha muerto ninguno. Pero el corazón del faraón se hace
pesado y no deja ir al pueblo.
Moshé y Aharón
tendrán que tomar puñados de hollín de un horno y Moshé tendrá que esparcirlo
hacia el cielo ante el faraón. Se convertirá en polvo fino en toda la tierra,
el cual producirá úlceras y ampollas en hombres y animales. Al hacerlo, lo
magos no pueden estar delante de Moshé por causa de las úlceras. Pero Adonai refuerza
el corazón del faraón y no hace caso, como Adonai ha dicho.
Moshé tendrá que
levantarse temprano y decir al faraón que deje ir al pueblo para que sirva al Dios
de los hebreos. Todas las plagas vendrán sobre él, sus siervos y su pueblo para
que sepan que no hay otro como Él en toda la tierra. El faraón y el pueblo
estaban a punto de ser destruidos por la peste, pero Adonai lo mantiene para
mostrarle su poder y para que su Nombre sea proclamado por toda la tierra.
Séptima
aliyá, 9:17-35
Si el faraón no
deja ir al pueblo, un fuerte granizo nunca visto antes vendrá el día siguiente.
Tendrá que poner a
salvo todos los que estén en el campo para que no mueran. Los siervos del faraón
que temen la palabra de Adonai ponen a salvo sus siervos y su ganado. Pero el
que no hace caso a la palabra del Eterno los deja en el campo. Cuando Moshé
extiende la vara sobre el cielo Adonai envía truenos, granizo y fuego como nunca
ha habido desde que Egipto existió. Todo lo que hay en el campo es destruido,
hasta los árboles. Pero no hay granizo en Goshén. El faraón llama a Moshé y a
Aharón y dice que ha pecado. es justo Adonai y su pueblo y él son impíos.
Solicita sus rogativas para que no haya más truenos y granizo y entonces dejará
ir al pueblo para no quedarse más. Cuando Moshé salga de la ciudad y extienda
las manos al Eterno, los truenos y el granizo cesarán, para que el faraón sepa
que la tierra es de Adonai. Todavía el faraón y sus siervos no temen al Eterno.
(El lino y la cebada y han sido destruidos, pero el trigo y el centeno no,
porque son tardíos.) Moshé sale de la ciudad y extiende sus manos al Eterno y
la tormenta termina. Pero el faraón peca otra vez haciendo pesado su corazón, y
sus siervos hacen lo mismo. No deja ir a los hijos de Israel,
como Adonai ha dicho.
Comentario
Y se le apareció El Eterno.......
Hay en la Toráh narraciones de muchas apariciones del
Eterno.
A quien no le gustaría ser testigo de una aparición del
Eterno?
Y aprovechando el nombre de la parashá / porción
semanal bueno sería estudiar el contexto en el cual se dio esta aparición
para que El Eterno nos pueda enseñar muchas cosas al respecto.
Primeramente tengamos presente que la aparición del
Eterno ante Abraham fue producto de una relación personal con El.
Desde el perek / capitulo 12 la Toráh nos cuenta una
serie de acontecimientos que demuestran esa relación que había comenzado entre
El Eterno y Abraham.
Muchos de nosotros queremos que El Eterno se nos aparezca
porque si.
No hablamos con El con frecuencia. No hacemos Su voluntad
en muchas áreas de nuestra vida. Pero queremos que El se nos aparezca.
La disposición que encontramos en Abraham para obedecer
al Eterno es única.
El acababa de conocer al Elohim verdadero. Y de una fue
obedeciendo cada una de Sus ordenanzas.
Cometía sus errores pero en Su corazón estaba la firma
intención de agradar a ese Elohim recién conocido.
Ese Elohim llamado YHVH que mas adelante se referiría a
Abraham como “Mi amigo”.
Ishayáh / Isa. 41:
8 "Pero tú, Israel, mi siervo; Yaakov, a quien he
escogido, descendientes de Avraham mi amigo,
Podrá El Eterno decir lo mismo de nosotros?nSi la
respuesta es negativa, no esperemos que El se nos aparezca.
El se le aparece a Sus amigos.
Avraham era tan amigo del Eterno que no le importó dejar
su tierra, su parentela y la casa de su padre con tal que la voluntad de su
amigo YHVH se cumpliera en su vida.
Mas delante Yashúa nuestro Mesías nos da una enseñanza al
respecto a la amistad:
Iojanán / Jn. 15:
13 Nadie tiene mayor amor que la persona que entregue su vida por sus
amigos. 14 Ustedes son mis amigos, si hacen lo que Yo les
ordeno.
El nos dio una demostración sincera de que es nuestro
amigo al morir en el madero por nosotros.
Que bueno que nosotros demostremos que somos sus amigos,
obedeciéndole.
Y ya que hablamos de obediencia miremos algo curioso al
respecto:
El perek / capitulo 17
narra de la circuncisión física de Abraham y de todos los varones de su
casa.
Después de esa circuncisión es que El Eterno se le
aparece.
Ahí se nota la obediencia de Abraham.
Ya que muchos años mas tarde El Eterno nos daría una
enseñanza a través de su Shelíaj Shaul / Apóstol Pablo:
Corintím Alef / 1 Cor. 5:
19 Ser circunciso nada significa, y ser incircunciso nada significa; lo que
importa es guardar los mandamientos de YHVH.
No guardas los mandamientos del Eterno? No esperes que El
se te aparezca.
Sigamos estudiando el pasaje con que comienza la parashá:
“mientras él se sentaba a la entrada de la tienda en el calor
del día.”
No pasemos desapercibido esto termino : calor
Podemos leer literalmente que estaba haciendo calor y que
Abraham estaba a la puerta de la tienda “reposando”, tratando de “ ventilarse, enfriarse”.
Si profundizamos un poco lo que El Eterno nos quiere
enseñar acá, es que Abraham estaba pendiente de la mas mínima oportunidad para
servir al Eterno.
Nunca se despreocupaba de las cosas de su Amigo. Nunca
estaba tibio. Nunca estaba frío.
Estar CALIENTE significa estar ALERTA.
Un deportista para dar su mejor rendimiento debe estar
CALIENTE.
Un automóvil da su mejor rendimiento cuando se CALIENTA
el motor.
El deportista que está FRIO y trata de dar lo mejor de si
de un momento a otro puede sufrir lesiones.
Si tratamos de mover nuestro auto en FRIO, no va a tener
un buen desempeño.
De ahí la “vuelta de calentamiento” en muchas
competencias.
Avraham se mantenía CALIENTE.
Esa siempre ha sido una condición que El Eterno siempre
ha querido en nosotros:
Revelación / Apoc. 3:
15 "Yo sé lo que estás haciendo: No eres caliente ni frío. ¡Cuánto
quisiera que fueras uno o el otro! 16 Así que, porque eres tibio,
ni frío ni caliente, ¡Yo te vomitaré de mi boca!
Quien es FRIO? Se supone que es aquella persona que no ha
conocido al Eterno.
Que no obedece al Eterno, porque nadie le ha enseñado que
lo haga.
Quien es CALIENTE? Es aquella persona que para el, El
Eterno es todo.
Que está vigilante para hacer en todo momento la voluntad
del Eterno.
Que en cualquier ocupación que esté haciendo, siempre
tiene presente al Eterno.
En otras palabras es aquel que está muy cercano a cumplir
con el mandamiento :
Devarim / Deut. 6:
5 y amarás a YHVH tu Elohim con todo tu corazón, con todo tu ser
y con todos tus recursos.
A personas así, es muy fácil que se les aparezca El
Eterno con mucha frecuencia.
Quien es TIBIO?
Aquellos, que como la mayoría de nosotros, sabemos lo que
El Eterno ordena pero no lo obedecemos.
Esa es la peor condición.
A personas así, es muy pero muy difícil que El Eterno se
les aparezca.
Fríos o tibios, puede que El Eterno se nos aparezca pero
de ninguna manera lo vamos a ver.
Ni siquiera nos daremos cuenta de Su presencia.No nos
daremos cuenta de Sus enseñanzas.
Estamos tan absortos en nuestras ocupaciones diarias.
Tan enredados por el mundo que nos rodea.
No tenemos ojos “espirituales” para verlo a El
Únicamente nos acordamos del Eterno, quizás en shabat.
Muy difícil que vayamos a tener una experiencia como la
que Avraham y muchos otros tuvieron.
Mantengámonos CALIENTES y veremos como disfrutaremos de
la presencia del Eterno de una manera continua.
Notaremos la presencia del Eterno siempre que se nos
aparezca:
2 El alzó sus ojos y miró, y allí delante de él había tres hombres. Al
verlos, él corrió desde la puerta de la tienda para recibirlos, se postró
en la tierra,
Abraham no se puso a pensar: Si lo hago........o no lo
hago. Así piensan los FRIOS o los TIBIOS.
Avraham permanecía CALIENTE. Su mayor anhelo era servir. Por eso CORRIÓ hacia El Eterno.
No a darle ordenes al Eterno.
Cuando oímos las oraciones de muchos “creyentes” nos
damos cuenta que parece que El Eterno fuera su sirviente.
En alguna ocasión leímos en un libro anti- mesiánico que estar bajo la ley, es estar nosotros al
servicio del Eterno.
Pero estar bajo la gracia, es que El Eterno está al
servicio nuestro.
Que barbaridad mas grande !!!!!!!
Abraham corrió hacía El y : “se postró en la tierra,”
.
En señal de humillación.
En señal de que la GRACIA del Eterno estaba sobre el.
3 y dijo: "Mi Amo, si he encontrado gracia a tu vista, por favor
no dejes a tu siervo.
Avraham no dijo : Como señal que tu gracia está sobre mi,
sírveme Tu a mi.
Demostrémosle al Eterno que para nosotros El es el mas
importante.
Queremos que El Eterno se nos aparezca? Humillémonos en Su Presencia.
Tehilím / Sal. 138:
6 Porque aunque YHVH es excelso, El atiende a los
humildes;
mientras que al orgulloso lo percibe desde lejos.
En el ultimo perek de la parashá se nos narra hasta donde
fue capaz Avraham de obedecer:
22 1 Después de estas cosas, Elohim probó a
Avraham. El le dijo: "¡Avraham!" y él respondió: "Aquí
estoy." 2 El dijo: "Toma a tu hijo, tu único hijo,
al cual tú amas, Yitzjak; y ve a la tierra de Moriyah. Allí lo ofrecerás
como ofrenda quemada sobre las montañas que Yo te señalaré."
A cada momento sacamos excusas para no obedecer al Eterno
en cosas que serían muy sencillas de obedecer.
Que haríamos nosotros en lugar de Avraham si El Eterno
nos pidiera algo parecido a lo que le pidió a el?
Pero miremos que Avraham no sacó a relucir ninguna
excusa.
Entre la orden del Eterno y la disposición de Avraham
para obedecerlo no hay ningún espacio.
Ningún reproche. Ninguna discusión.
3 Avraham se levantó temprano en la mañana, ensilló su asno, y tomó a dos de
sus muchachos con él, junto con Yitzjak su hijo. Cortó la leña para la ofrenda
quemada, salió y fue hacia el lugar que Elohim había señalado.
Con razón El Eterno se le APARECIÓ.
Y las consecuencias de esa relación se vieron.
Las bendiciones que siempre vienen detrás de la
obediencia.
Bereshít / Génesis 22:
16 El dijo: "He jurado por mí mismo – dice YHVH
– que porque tú has hecho esto, y por cuenta mía no has retenido a tu hijo
amado, 17 Yo en verdad te bendeciré; y Yo en verdad aumentaré
tus descendientes a tantos como hay estrellas en el firmamento o granos de
arena en la costa del mar. Tus descendientes poseerán las ciudades de sus
enemigos, 18 y por tu semilla todas las naciones de la tierra serán
benditas – porque tú obedeciste mi orden."
¡Shabat Shalom.!
Recopilado por: HOSHEA BEN YISRAEL.
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