Parashá 12 VaYejí
Génesis 47:28 – 50:26
Para ser leída y estudiada en el Shabat
del 12 de Tevet del año 5.775
Enero 3 de 2.015
aliya s de la Torá:
1. 47:28 – 48:9
2. 48:10-16
3. 48:17-22
4. 49:1-18
5. 49:19-26
6. 49:27 – 50:20
7. 50:21-26
Haftará: 1 Reyes 1:1-12
Código Real (HaTsofen HaMaljutí): Marcos 15:6 – 16:8
VaYejí
Significa “y vivió”.
Primera aliyá, 47:28 – 48:9
Yaakov
vive en la tierra de Mitsrayim 17 años y así llega a tener 147 años. Antes de
morir llama a su hijo Yosef y le pide que haga un juramento para no sepultarle
en Mitsrayim, sino en el sepulcro de sus padres. Yosef lo jura. Entonces Israel
se inclina en la cabeza de su cama.
Luego Yaakov se enferma y cuando Yosef
se entera de ello, toma a sus dos hijos Menashé y Efrayim y se presenta ante su
padre. Israel hace un esfuerzo para levantarse y sentarse en la cama. Yaakov
dice a Yosef que El Shadai se le apareció en Luz y le bendijo y prometió hacerle
una multitud de pueblos y sus descendientes heredarán la tierra de Israel como
posesión perpetua. Los dos hijos que han nacido en Mitsrayim antes de la
llegada de Yaakov, ahora serán adoptados como hijos de Israel, para estar en el
mismo nivel que Reuvén y Shimón. El resto de los hijos de Yosef serán llamados
por el nombre de sus hermanos en su heredad. Rajel se le murió en el camino a
Bet-Lejem y fue sepultada allí.
Cuando Israel ve a los hijos de Yosef,
dice: “¿Quiénes son estos?”. Yosef responde: “Son mis hijos que el Eloha me ha
dado aquí”. Y Yaakov contesta: “Acércalos para que yo los bendiga”.
Segunda aliyá, 48:10-16
Los ojos de Israel están muy débiles por
la vejez. Por eso Yosef los acerca y él los besa y los abraza y dice: “Nunca
esperaba ver tu rostro, y he aquí, Eloha me ha permitido ver también a tu
simiente”. Entonces Yosef los toma de sus rodillas y se inclina con su rostro
en tierra.
Yosef acerca a los dos, a Efrayim
con la derecha y Menashé con la izquierda. Pero Israel cruza sus manos y pone
su derecha sobre la cabeza de Efrayim, el menor, y su izquierda sobre la cabeza
de Menashé, el primogénito y los bendice
Tercera aliyá, 48:17-22
Yosef se disgusta al ver que su padre ha
puesto su mano derecha sobre la cabeza de Efrayim, e intenta moverla a la
cabeza de su hermano mayor, diciendo a su padre que él es el primogénito y que
la derecha debe estar sobre su cabeza. Pero el padre dice que lo sabe. Él
llegará a ser un gran pueblo pero la descendencia de su hermano menor llegará a
ser multitud de naciones. Israel bendecirá mediante estos hijos, diciendo: “Que
Eloha te haga como Efrayim y Menashé”.
Israel está a punto de morir pero Eloha
hará que sus descendientes vuelvan a la tierra de sus padres. Yosef recibe la
ciudad de Shejem que fue tomada del amorreo con espada y arco.
Cuarta aliyá, 49:1-18
Yaakov reúne a sus hijos y pronuncia
sobre ellos lo que va a suceder en los últimos días.
Reuvén es el primogénito, pero como
subió a la cama de su padre no tendrá la preeminencia. Shimón y Leví eran
violentos y por eso es maldecida su ira. Ellos serán esparcidos en Israel.
Yehudá será alabado por sus hermanos. Es un cachorro de león. Gobernará hasta
que venga Shiló y a él será dada la obediencia de los pueblos. Zvulún habitará
a la orilla del mar. Yisajar es un asno que se inclina para servir. Dan juzgará
a su pueblo. Es una serpiente que muerde los jarretes del caballo. “Tu
salvación espero,ELOHA”.
Quinta aliyá, 49:19-26
De Gad saldrán tropas. Asher tendrá
ricos alimentos. Naftalí es una cierva que habla hermoso. Yosef es un hijo de
gracia. Lo atacaron los flecheros, pero sus brazos se mantuvieron firmes y
fueron adornado con oro por el Poderoso de Yaakov. De allí es el pastor, la
roca de Israel. El Eloha de tu padre te ayudará y Shadai te bendecirá con
bendiciones de arriba y abajo, de los lanzamientos y de matriz. Las bendiciones
de tu padre han sobrepasado las bendiciones de mis antepasados hasta el confín
de los collados del mundo. Estarán sobre Yosef el apartado de sus hermanos.
Sexta aliyá, 49:27 – 50:20
Binyamín
es un lobo que devora y reparte. Cada una de las doce tribus de Israel recibe
de su padre la bendición que le corresponde. Luego dice que va a ser reunido
con su pueblo y pide que le sepulten en la cueva que Avraham compró con el
campo de Efrón para sepultura. Allí sepultaron a Avraham y Sará, Yitsjak y
Rivká y allí él sepultó a Leá. Después recoge sus pies en la cama y expira.
Yosef se echa sobre su rostro y llora y lo besa. Luego ordena a sus siervos
médicos que lo embalsamen, lo cual tarda 40 días. Los mitsries lo lloran 70
días.
Séptima aliyá, 50:21-26
Yosef les habla al corazón
diciendo que no teman. Él va a proveer para ellos y sus hijos.
Yosef y la casa de su padre se queda en
Mitsrayim. Yosef vive 110 años y ve la tercera generación de los hijos de
Efrayim. También los nietos de Menashé son criados por él.
Antes de morir Yosef dice a sus
hermanos que serán visitados por Eloha y que van a subir de esa tierra a la
tierra que juró dar a Avraham, Yitsjak y Yaakov. Luego hace jurar a los hijos
de Israel que lleven sus huesos de allí cuando Eloha los visite. Yosef muere y
es embalsamado y puesto en un ataúd en Mitsrayim.
Luz en momentos oscuros
Por Rabino Jonathan Sacks
¿Qué fue lo que hizo que Jacob
‒y no Abraham, Isaac o Moisés‒ fuera el verdadero padre del pueblo judío? Somos la "congregación
de Jacob", los "hijos de Israel". Llevamos el nombre de
Jacob/Israel. Sin embargo, Jacob no inició el viaje del pueblo judío, Abraham
fue quien lo hizo. Jacob no se enfrentó ningún juicio como el que enfrentó
Itzjak durante el cautiverio. No sacó pueblo de Egipto ni les dio
la Torá. La verdad es que todos sus hijos se mantuvieron en el camino de la fe,
a diferencia de Abraham o Itzjak. Pero esto, simplemente, coloca la pregunta en
un nivel inferior. ¿Por qué Jacob fue exitoso donde Abraham e Isaac fracasaron?
En
Hebreos 11:21 está escrito:
“Por la fe Yaakov, al morir, bendijo a cada
uno de los hijos de Yosef, y adoró, sobre el extremo de su bastón.”
El texto de Génesis 35:11 dice:
“También le dijo Eloha: Yo soy El Shadai. Sé
fecundo y multiplícate; una nación y multitud de naciones vendrán de ti, y
reyes saldrán de tus lomos.”
Una nación es una referencia a Binyamín
que iba a nacer por Rajel. Pero como se le murió Rajel ya no podía tener más
hijos de ella. La manera de poder cumplir la segunda parte de la orden divina
acerca de la multitud de naciones, era adoptar los dos hijos de Yosef.
Pareciera que la
respuesta . Jacob era el hombre cuyas visiones más grandes venían a
él cuando estaba solo en la noche, lejos de casa, mientras escapaba de un
peligro e iba hacia otro. En la parashá de esta semana, resumimos lo mas tracendental de la vida
de jacob mientras escapa de Esav, se detiene para
descansar. Solo cuenta con algunas rocas sobre las cuales se recuesta, y luego,
tiene una epifanía:
Tuvo un sueño en el cual vio
una escalera sobre la tierra con la parte superior que llegaba hasta el cielo y
vio que los ángeles de Di-s subían y bajaban de ella...leer génesis 28..10-14.
Cuando Jacob se despertó,
pensó: "Estoy seguro de que el Señor está en este lugar y no me di cuenta
de ello". Tuvo miedo y dijo: "¡Qué maravilloso lugar! No es más que
la casa de Di-s; esta es la puerta al paraíso”1 .
, mientras escapaba de Labán
y temía al pensar que podría encontrarse con Eisav, nuevamente, Jacob lucha con
un extraño en el medio de la noche.
Fue entonces que el hombre
dijo: "Ya no será tu nombre Jacob, sino Israel, porque has luchado con
Di-s y con los hombres, y has prevalecido". Y Jacob le puso a aquel lugar
el nombre de Peniel porque dijo: "He visto a Di-s cara a cara, y ha sido
preservada mi vida”2 .
Estos son los
encuentros espirituales decisivos en la vida de Jacob, que sin embargo suceden
en un espacio liminal (el espacio que no es ni un punto de partida ni un
destino), en un momento en que Jacob corre un riesgo en ambas direcciones,
desde donde vino y hacia donde estaba yendo. Sin embargo, fue en esos momentos
de máxima vulnerabilidad que Jacob se encontró con Di-s y con el coraje
suficiente para seguir, a pesar de todas las dificultades que el viaje le había
presentado.
Esa es la fuerza que Jacob
le transmitió al pueblo ISRAELITA. Lo que es sorprendente no es que este
pequeño pueblo haya sobrevivido a tantas tragedias, que seguramente hubieran
acabado con cualquier otro pueblo: la destrucción de dos templos, las
conquistas por parte de Babilonia y Roma, las expulsiones, las persecuciones y
los pormenores de la Edad Media, el auge del antisemitismo en la Europa del
siglo xix y el Holocausto. Luego de cada cataclismo, el pueblo se renovó a sí
mismo, y alcanzó nuevos niveles de superación.
Durante el exilio
babilónico, profundizó su unión con la Torá. Luego de la destrucción de
Jerusalém a manos del imperio romano, aparecieron los grandes monumentos
literarios de la Torá oral: Midrash, Mishná y Guemará. Durante la Edad Media,
se produjeron obras maestras de análisis, poesías y filosofía referentes a la
ley judía y a la Torá. Apenas tres años luego del Holocausto, se proclamó el
estado de Israel, el regreso judío a la historia luego de la noche de exilio
más oscura.
Cuando llegué a
ser Gran Rabino, tuve que someterme a un examen médico. El doctor me puso a
caminar en una cinta a un paso muy enérgico. "¿Para qué es la
prueba?", le pregunté. "¿Quiere saber qué tan rápido puedo ir o qué
tan lejos?". "Ninguna de las dos", me contestó. "Quiero
saber cuánto tiempo le tomará a su pulso, una vez que abandone la cinta,
regresar a la normalidad".
Fue entonces cuando me di
cuenta que la salud se mide a partir del tiempo de recuperación. Esta es una verdad
que se aplica a todos, pero especialmente a los líderes y al pueblo israelita,
una nación de líderes profundamente estresados (ese es, a mi criterio, el
significado de la frase "un reino de sacerdotes").
Los líderes sufren crisis.
Es una constante del liderazgo. Cuando se le preguntó a Harold Macmillan,
primer ministro británico entre 1957 y 1963, cuál era el aspecto más difícil de
su puesto, su respuesta fue "los eventos, muchachos, los eventos".
Siempre suceden cosas malas, y cuando ocurren, el líder debe soportar la
presión para que los demás puedan dormir tranquilos en sus camas.
El liderazgo, especialmente
cuando está relacionado con el espíritu, es profundamente estresante. Cuatro
figuras del Tanaj ‒Moisés,
Elías, Jeremías y Jonás‒ rezan para morir en lugar de para continuar.
Esta realidad no solo se aplica al pasado distante. Abraham Lincoln sufría de
profundos pozos depresivos. También, Winston Churchill, quien los denominaba
sus "perro negro". Tanto Mahatma Gandhi como Martin Luther King
intentaron suicidarse durante su adolescencia y experimentaron la depresión
durante su adultez. Grandes artistas como Miguel Ángel, Beethoven y Van Gogh
sufrieron los mimos síntomas.
¿Es la grandeza la que lleva
a momentos de desesperación? ¿O es la desesperación la que lleva a momentos de
grandeza? ¿Acaso los líderes internalizan las tensiones de su tiempo? ¿O es que
aquellos que están acostumbrados al estrés en sus vidas emocionales encuentran
un descargo mediante sus vidas excepcionales? No existe en la literatura una
respuesta satisfactoria a esta pregunta hasta este momento.
Pero Jacob era un individuo
más volátil que Abraham, quien era habitualmente sereno, aun frente a grandes
desafíos; o que Itzjak, quien era más bien retraído. Jacob tenía miedo, Jacob
amaba, Jacob pasó más tiempo exiliado que el resto de los patriarcas. No
obstante, Jacob resistió y persistió. De todas las figuras del Génesis, él es
el gran sobreviviente.
La habilidad para sobrevivir
y recuperarse es parte de lo que se necesita para ser un líder. Es la
determinación de vivir una vida de riesgo lo que diferencia a estas personas de
las demás. Esto fue lo que dijo Theodore Roosevelt en uno de los más grandes
discursos sobre el tema:
“No es el crítico quien
cuenta; no es aquel que muestra cómo el fuerte se tambaleó o dónde el
bienhechor pudo haberlo hecho mejor. El crédito le pertenece al hombre que está
en la arena, cuyo rostro está manchado de polvo, sudor y sangre; al que lucha
valientemente; al que yerra y queda corto una y otra vez; al que conoce los
grandes entusiasmos, las grandes devociones, y gasta su vida por una causa
justa; aquel que conoce el triunfo en la cúspide de los grandes logros y que,
en el peor de los casos, si falla, por lo menos lo hace atreviéndose a mucho,
para que su lugar nunca esté entre aquellas frías y tímidas almas que no
conocen ni la victoria ni la derrota Theodor Roosevelt, Discurso en la Sorbona,
23 de abril de 1910..
Jacob soportó la rivalidad
de Eisav, el resentimiento de Labán, la tensión entre sus esposas e hijos, la
muerte prematura de su amada Raquel y la pérdida de su hijo favorito, Josef,
durante 22 años. Él le dijo al Faraón: "Pocos y malos han sido los años de
mi vida" (Génesis 47: 47-49). Y sin embargo, "encontró" ángeles,
quienes, ya sea que estuvieren luchando con él ya sea que estuviesen escalando
la escalera al cielo, iluminaron la noche con el aura de la trascendencia.
Intentar, fallar, tener
miedo, y aún así seguir adelante: eso es lo que se necesita para ser un líder.
Ese fue Jacob, el hombre que, en los momentos más críticos de su vida, tuvo las
más grandes visiones del cielo.
HA BERAJOT, “ LAS BENDICIONES” POR YIRMIYAHU
BEN YISRAEL.
Cierta vez,
un colector de caridad visitó a un hombre adinerado con esperanzas de recibir
una donación. Éste hombre le explicó amablemente cómo le encantaría darle pero
no podía debido a que ya había hecho sus donaciones para ese año. Como
evidencia, señaló una pila de recibos que habían sobre su mesa.
El colector
miró a su alrededor, y notó sus hermosos adornos. Respetuosamente le preguntó
al dueño si podía compartir unas palabras de Torá. El hombre rico aceptó.
“Durante la
época del Templo Sagrado en Jerusalém, el dueño judío de un ganado estaba
obligado a separar el diezmo de el. ¿Cómo se realizaba? Ponía a todo el ganado
en un lugar cerrado y abría la puerta. A medida que salían iba contando: uno,
dos, tres, etc. Cuando contaba el décimo, lo marcaba con un marcador rojo.
Luego ese animal se separaba para luego llevarlo a Jerusalém.
Surge una
pregunta de éste proceso que se realizaba, ¿por qué hacer soportar al ganado
todo ese proceso de encerramiento y luego dejarlos salir? ¿Por qué no sacar el
diez por ciento sobre todos, y agregar algunos extras para asegurar de no haber
sacado menos?
La respuesta
es que un mensaje muy profundo se le transmite al dueño del ganado a través de
ese proceso. A medida que cada animal sale de la puerta, es como si el
Todopoderoso le esta diciendo a la persona: “uno es para vos, dos son para vos,
tres son para vos…”luego de darle al dueño nueve, luego Di-s pide sólo uno.
Luego de recibir nueve, el ranchero está contento y se da cuenta cómo es que
toda su ganancia viene de Di-s, y que a través de dar, el recibe mucho más”
El hombre
adinerado reconoció todas sus bendiciones y alegremente le dio una generosa
donación.
Cuando, observamos, las bendiciones( Berajot)
dadas a Israel, como pueblo, nos damos cuenta que esta próxima la unificación,
y que nosotros somos parte fundamental
en el plan DIVINO, y que el solo haber sido convocados estando exparcidos, multiplcará los frutos de arrepentimiento, restauración y
pronto regreso ala tierra prometida a casa eretz yisrael. En toda la Tora´
proféticamente hablando, así nos nieguen al comienzo las bendiciones
materiales, el comentar de la tora´ tanto
tanak como brit hadasha, produce el efecto, extraordinario, de lo espiritual
tracendio en lo material llegando
bendición mutua, como en el caso anterior, El colector (efrainitas) hombre
adinerado( judíos), mientras nuestros hermanos la tribu de juda espera
adornando la casa , el regreso de las
restantes tribus, que retornaran desde
los confines de las naciones con Yeshua
como su estandarte cumpliéndose
la profesia de unificación de un pueblo, un país una
tierra, eretz, medina, am yisrael, y uno
su gobernador y rey el Mashiaj,
siendo la gran bendición de salvación para todo Israel. Leer apocalipsis 7..1-12. Somos parte de la
unificación ALELUYAH,
“Jazak, jazak, ve-nitjazek!” – ¡Sé
fuerte, sé fuerte y seamos fortalecidos!
SHABAT SHALOM.
Preparado por: Yermiyahu ben Yisrael
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