viernes, 2 de enero de 2015

Parashá 12 VaYejí

                                          Parashá 12 VaYejí
Génesis 47:28 – 50:26
Para ser leída y estudiada en el Shabat del 12 de Tevet del año 5.775
Enero 3 de 2.015

aliya s de la Torá: 
1.     47:28 – 48:9
2.     48:10-16
3.     48:17-22
4.     49:1-18
5.     49:19-26
6.     49:27 – 50:20
7.     50:21-26
Haftará: 1 Reyes 1:1-12
 Código Real (HaTsofen HaMaljutí): Marcos 15:6 – 16:8
 VaYejí
Significa “y vivió”.
 Primera aliyá, 47:28 – 48:9

Yaakov vive en la tierra de Mitsrayim 17 años y así llega a tener 147 años. Antes de morir llama a su hijo Yosef y le pide que haga un juramento para no sepultarle en Mitsrayim, sino en el sepulcro de sus padres. Yosef lo jura. Entonces Israel se inclina en la cabeza de su cama.
Luego Yaakov se enferma y cuando Yosef se entera de ello, toma a sus dos hijos Menashé y Efrayim y se presenta ante su padre. Israel hace un esfuerzo para levantarse y sentarse en la cama. Yaakov dice a Yosef que El Shadai se le apareció en Luz y le bendijo y prometió hacerle una multitud de pueblos y sus descendientes heredarán la tierra de Israel como posesión perpetua. Los dos hijos que han nacido en Mitsrayim antes de la llegada de Yaakov, ahora serán adoptados como hijos de Israel, para estar en el mismo nivel que Reuvén y Shimón. El resto de los hijos de Yosef serán llamados por el nombre de sus hermanos en su heredad. Rajel se le murió en el camino a Bet-Lejem y fue sepultada allí.
Cuando Israel ve a los hijos de Yosef, dice: “¿Quiénes son estos?”. Yosef responde: “Son mis hijos que el Eloha me ha dado aquí”. Y Yaakov contesta: “Acércalos para que yo los bendiga”.

Segunda aliyá, 48:10-16

Los ojos de Israel están muy débiles por la vejez. Por eso Yosef los acerca y él los besa y los abraza y dice: “Nunca esperaba ver tu rostro, y he aquí, Eloha me ha permitido ver también a tu simiente”. Entonces Yosef los toma de sus rodillas y se inclina con su rostro en tierra.
Yosef acerca a los dos, a Efrayim con la derecha y Menashé con la izquierda. Pero Israel cruza sus manos y pone su derecha sobre la cabeza de Efrayim, el menor, y su izquierda sobre la cabeza de Menashé, el primogénito y los bendice

Tercera aliyá, 48:17-22

Yosef se disgusta al ver que su padre ha puesto su mano derecha sobre la cabeza de Efrayim, e intenta moverla a la cabeza de su hermano mayor, diciendo a su padre que él es el primogénito y que la derecha debe estar sobre su cabeza. Pero el padre dice que lo sabe. Él llegará a ser un gran pueblo pero la descendencia de su hermano menor llegará a ser multitud de naciones. Israel bendecirá mediante estos hijos, diciendo: “Que Eloha te haga como Efrayim y Menashé”.
Israel está a punto de morir pero Eloha hará que sus descendientes vuelvan a la tierra de sus padres. Yosef recibe la ciudad de Shejem que fue tomada del amorreo con espada y arco.

Cuarta aliyá, 49:1-18

Yaakov reúne a sus hijos y pronuncia sobre ellos lo que va a suceder en los últimos días.
Reuvén es el primogénito, pero como subió a la cama de su padre no tendrá la preeminencia. Shimón y Leví eran violentos y por eso es maldecida su ira. Ellos serán esparcidos en Israel. Yehudá será alabado por sus hermanos. Es un cachorro de león. Gobernará hasta que venga Shiló y a él será dada la obediencia de los pueblos. Zvulún habitará a la orilla del mar. Yisajar es un asno que se inclina para servir. Dan juzgará a su pueblo. Es una serpiente que muerde los jarretes del caballo. “Tu salvación espero,ELOHA”.

Quinta aliyá, 49:19-26

De Gad saldrán tropas. Asher tendrá ricos alimentos. Naftalí es una cierva que habla hermoso. Yosef es un hijo de gracia. Lo atacaron los flecheros, pero sus brazos se mantuvieron firmes y fueron adornado con oro por el Poderoso de Yaakov. De allí es el pastor, la roca de Israel. El Eloha de tu padre te ayudará y Shadai te bendecirá con bendiciones de arriba y abajo, de los lanzamientos y de matriz. Las bendiciones de tu padre han sobrepasado las bendiciones de mis antepasados hasta el confín de los collados del mundo. Estarán sobre Yosef el apartado de sus hermanos.

Sexta aliyá, 49:27 – 50:20
 Binyamín es un lobo que devora y reparte. Cada una de las doce tribus de Israel recibe de su padre la bendición que le corresponde. Luego dice que va a ser reunido con su pueblo y pide que le sepulten en la cueva que Avraham compró con el campo de Efrón para sepultura. Allí sepultaron a Avraham y Sará, Yitsjak y Rivká y allí él sepultó a Leá. Después recoge sus pies en la cama y expira. Yosef se echa sobre su rostro y llora y lo besa. Luego ordena a sus siervos médicos que lo embalsamen, lo cual tarda 40 días. Los mitsries lo lloran 70 días.

Séptima aliyá, 50:21-26
 Yosef les habla al corazón diciendo que no teman. Él va a proveer para ellos y sus hijos.
Yosef y la casa de su padre se queda en Mitsrayim. Yosef vive 110 años y ve la tercera generación de los hijos de Efrayim. También los nietos de Menashé son criados por él.
Antes de morir Yosef dice a sus hermanos que serán visitados por Eloha y que van a subir de esa tierra a la tierra que juró dar a Avraham, Yitsjak y Yaakov. Luego hace jurar a los hijos de Israel que lleven sus huesos de allí cuando Eloha los visite. Yosef muere y es embalsamado y puesto en un ataúd en Mitsrayim.

Luz en momentos oscuros
Por Rabino Jonathan Sacks

¿Qué fue lo que hizo que Jacob y no Abraham, Isaac o Moisés fuera el verdadero padre del pueblo judío? Somos la "congregación de Jacob", los "hijos de Israel". Llevamos el nombre de Jacob/Israel. Sin embargo, Jacob no inició el viaje del pueblo judío, Abraham fue quien lo hizo. Jacob no se enfrentó ningún juicio como el que enfrentó Itzjak durante el cautiverio. No sacó pueblo de Egipto ni les dio la Torá. La verdad es que todos sus hijos se mantuvieron en el camino de la fe, a diferencia de Abraham o Itzjak. Pero esto, simplemente, coloca la pregunta en un nivel inferior. ¿Por qué Jacob fue exitoso donde Abraham e Isaac fracasaron? En Hebreos 11:21 está escrito:
 “Por la fe Yaakov, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de Yosef, y adoró, sobre el extremo de su bastón.
El texto de Génesis 35:11 dice:

También le dijo Eloha: Yo soy El Shadai. Sé fecundo y multiplícate; una nación y multitud de naciones vendrán de ti, y reyes saldrán de tus lomos.

Una nación es una referencia a Binyamín que iba a nacer por Rajel. Pero como se le murió Rajel ya no podía tener más hijos de ella. La manera de poder cumplir la segunda parte de la orden divina acerca de la multitud de naciones, era adoptar los dos hijos de Yosef.

Pareciera que la respuesta  . Jacob era el hombre cuyas visiones más grandes venían a él cuando estaba solo en la noche, lejos de casa, mientras escapaba de un peligro e iba hacia otro. En la parashá de esta semana,  resumimos lo mas tracendental de la vida de  jacob                        mientras escapa de Esav, se detiene para descansar. Solo cuenta con algunas rocas sobre las cuales se recuesta, y luego, tiene una epifanía:
Tuvo un sueño en el cual vio una escalera sobre la tierra con la parte superior que llegaba hasta el cielo y vio que los ángeles de Di-s subían y bajaban de ella...leer génesis 28..10-14.
Cuando Jacob se despertó, pensó: "Estoy seguro de que el Señor está en este lugar y no me di cuenta de ello". Tuvo miedo y dijo: "¡Qué maravilloso lugar! No es más que la casa de Di-s; esta es la puerta al paraíso”1 .
, mientras escapaba de Labán y temía al pensar que podría encontrarse con Eisav, nuevamente, Jacob lucha con un extraño en el medio de la noche.
Fue entonces que el hombre dijo: "Ya no será tu nombre Jacob, sino Israel, porque has luchado con Di-s y con los hombres, y has prevalecido". Y Jacob le puso a aquel lugar el nombre de Peniel porque dijo: "He visto a Di-s cara a cara, y ha sido preservada mi vida”2 .
Estos son los encuentros espirituales decisivos en la vida de Jacob, que sin embargo suceden en un espacio liminal (el espacio que no es ni un punto de partida ni un destino), en un momento en que Jacob corre un riesgo en ambas direcciones, desde donde vino y hacia donde estaba yendo. Sin embargo, fue en esos momentos de máxima vulnerabilidad que Jacob se encontró con Di-s y con el coraje suficiente para seguir, a pesar de todas las dificultades que el viaje le había presentado.
Esa es la fuerza que Jacob le transmitió al pueblo ISRAELITA. Lo que es sorprendente no es que este pequeño pueblo haya sobrevivido a tantas tragedias, que seguramente hubieran acabado con cualquier otro pueblo: la destrucción de dos templos, las conquistas por parte de Babilonia y Roma, las expulsiones, las persecuciones y los pormenores de la Edad Media, el auge del antisemitismo en la Europa del siglo xix y el Holocausto. Luego de cada cataclismo, el pueblo se renovó a sí mismo, y alcanzó nuevos niveles de superación.
Durante el exilio babilónico, profundizó su unión con la Torá. Luego de la destrucción de Jerusalém a manos del imperio romano, aparecieron los grandes monumentos literarios de la Torá oral: Midrash, Mishná y Guemará. Durante la Edad Media, se produjeron obras maestras de análisis, poesías y filosofía referentes a la ley judía y a la Torá. Apenas tres años luego del Holocausto, se proclamó el estado de Israel, el regreso judío a la historia luego de la noche de exilio más oscura.
Cuando llegué a ser Gran Rabino, tuve que someterme a un examen médico. El doctor me puso a caminar en una cinta a un paso muy enérgico. "¿Para qué es la prueba?", le pregunté. "¿Quiere saber qué tan rápido puedo ir o qué tan lejos?". "Ninguna de las dos", me contestó. "Quiero saber cuánto tiempo le tomará a su pulso, una vez que abandone la cinta, regresar a la normalidad".
Fue entonces cuando me di cuenta que la salud se mide a partir del tiempo de recuperación. Esta es una verdad que se aplica a todos, pero especialmente a los líderes y al pueblo israelita, una nación de líderes profundamente estresados (ese es, a mi criterio, el significado de la frase "un reino de sacerdotes").
Los líderes sufren crisis. Es una constante del liderazgo. Cuando se le preguntó a Harold Macmillan, primer ministro británico entre 1957 y 1963, cuál era el aspecto más difícil de su puesto, su respuesta fue "los eventos, muchachos, los eventos". Siempre suceden cosas malas, y cuando ocurren, el líder debe soportar la presión para que los demás puedan dormir tranquilos en sus camas.
El liderazgo, especialmente cuando está relacionado con el espíritu, es profundamente estresante. Cuatro figuras del Tanaj Moisés, Elías, Jeremías y Jonás rezan para morir en lugar de para continuar. Esta realidad no solo se aplica al pasado distante. Abraham Lincoln sufría de profundos pozos depresivos. También, Winston Churchill, quien los denominaba sus "perro negro". Tanto Mahatma Gandhi como Martin Luther King intentaron suicidarse durante su adolescencia y experimentaron la depresión durante su adultez. Grandes artistas como Miguel Ángel, Beethoven y Van Gogh sufrieron los mimos síntomas.
¿Es la grandeza la que lleva a momentos de desesperación? ¿O es la desesperación la que lleva a momentos de grandeza? ¿Acaso los líderes internalizan las tensiones de su tiempo? ¿O es que aquellos que están acostumbrados al estrés en sus vidas emocionales encuentran un descargo mediante sus vidas excepcionales? No existe en la literatura una respuesta satisfactoria a esta pregunta hasta este momento.
Pero Jacob era un individuo más volátil que Abraham, quien era habitualmente sereno, aun frente a grandes desafíos; o que Itzjak, quien era más bien retraído. Jacob tenía miedo, Jacob amaba, Jacob pasó más tiempo exiliado que el resto de los patriarcas. No obstante, Jacob resistió y persistió. De todas las figuras del Génesis, él es el gran sobreviviente.
La habilidad para sobrevivir y recuperarse es parte de lo que se necesita para ser un líder. Es la determinación de vivir una vida de riesgo lo que diferencia a estas personas de las demás. Esto fue lo que dijo Theodore Roosevelt en uno de los más grandes discursos sobre el tema:
“No es el crítico quien cuenta; no es aquel que muestra cómo el fuerte se tambaleó o dónde el bienhechor pudo haberlo hecho mejor. El crédito le pertenece al hombre que está en la arena, cuyo rostro está manchado de polvo, sudor y sangre; al que lucha valientemente; al que yerra y queda corto una y otra vez; al que conoce los grandes entusiasmos, las grandes devociones, y gasta su vida por una causa justa; aquel que conoce el triunfo en la cúspide de los grandes logros y que, en el peor de los casos, si falla, por lo menos lo hace atreviéndose a mucho, para que su lugar nunca esté entre aquellas frías y tímidas almas que no conocen ni la victoria ni la derrota Theodor Roosevelt, Discurso en la Sorbona, 23 de abril de 1910..
Jacob soportó la rivalidad de Eisav, el resentimiento de Labán, la tensión entre sus esposas e hijos, la muerte prematura de su amada Raquel y la pérdida de su hijo favorito, Josef, durante 22 años. Él le dijo al Faraón: "Pocos y malos han sido los años de mi vida" (Génesis 47: 47-49). Y sin embargo, "encontró" ángeles, quienes, ya sea que estuvieren luchando con él ya sea que estuviesen escalando la escalera al cielo, iluminaron la noche con el aura de la trascendencia.
Intentar, fallar, tener miedo, y aún así seguir adelante: eso es lo que se necesita para ser un líder. Ese fue Jacob, el hombre que, en los momentos más críticos de su vida, tuvo las más grandes visiones del cielo.
 HA BERAJOT, “ LAS BENDICIONES” POR YIRMIYAHU BEN YISRAEL.
Cierta vez, un colector de caridad visitó a un hombre adinerado con esperanzas de recibir una donación. Éste hombre le explicó amablemente cómo le encantaría darle pero no podía debido a que ya había hecho sus donaciones para ese año. Como evidencia, señaló una pila de recibos que habían sobre su mesa.
El colector miró a su alrededor, y notó sus hermosos adornos. Respetuosamente le preguntó al dueño si podía compartir unas palabras de Torá. El hombre rico aceptó.
“Durante la época del Templo Sagrado en Jerusalém, el dueño judío de un ganado estaba obligado a separar el diezmo de el. ¿Cómo se realizaba? Ponía a todo el ganado en un lugar cerrado y abría la puerta. A medida que salían iba contando: uno, dos, tres, etc. Cuando contaba el décimo, lo marcaba con un marcador rojo. Luego ese animal se separaba para luego llevarlo a Jerusalém.
Surge una pregunta de éste proceso que se realizaba, ¿por qué hacer soportar al ganado todo ese proceso de encerramiento y luego dejarlos salir? ¿Por qué no sacar el diez por ciento sobre todos, y agregar algunos extras para asegurar de no haber sacado menos?
La respuesta es que un mensaje muy profundo se le transmite al dueño del ganado a través de ese proceso. A medida que cada animal sale de la puerta, es como si el Todopoderoso le esta diciendo a la persona: “uno es para vos, dos son para vos, tres son para vos…”luego de darle al dueño nueve, luego Di-s pide sólo uno. Luego de recibir nueve, el ranchero está contento y se da cuenta cómo es que toda su ganancia viene de Di-s, y que a través de dar, el recibe mucho más”
El hombre adinerado reconoció todas sus bendiciones y alegremente le dio una generosa donación.
 Cuando, observamos, las bendiciones( Berajot) dadas a Israel, como pueblo, nos damos cuenta que esta próxima la unificación, y  que nosotros somos parte fundamental en el plan DIVINO, y que el solo haber sido convocados estando exparcidos,  multiplcará  los frutos de arrepentimiento, restauración y pronto regreso ala tierra prometida a casa eretz yisrael. En toda la Tora´ proféticamente hablando, así nos nieguen al comienzo las bendiciones materiales, el  comentar de la tora´ tanto tanak como brit hadasha, produce el efecto, extraordinario, de lo espiritual tracendio  en lo material llegando bendición mutua, como en el caso anterior, El colector (efrainitas) hombre adinerado( judíos), mientras nuestros hermanos la tribu de juda espera adornando la casa ,  el regreso de las restantes tribus,  que retornaran desde los confines de las naciones  con Yeshua como su  estandarte   cumpliéndose   la  profesia  de unificación de un pueblo, un país una tierra, eretz, medina, am yisrael, y uno  su gobernador y rey  el Mashiaj, siendo la gran bendición de salvación para todo Israel. Leer  apocalipsis 7..1-12. Somos parte de la unificación ALELUYAH,
“Jazak, jazak, ve-nitjazek!” – ¡Sé fuerte, sé fuerte y seamos fortalecidos!


SHABAT SHALOM. 


Preparado por: Yermiyahu ben Yisrael 

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