Parashá 11 VaYigash. Génesis 44:18 – 47:27
Para ser leída y estudiada en el
Shabat del 5 de Tevet de 5.775
Diciembre 27 de 2.014
Aliyás de la Torá:
1.
44:18-30
2.
44:31
– 45:7
3.
45:8-18
4.
45:19-27
5.
45:28
– 46:27
6.
46:28
– 47:10
7.
47:11-27
Haftará: Ezequiel
37:15-28
Brith Hadasha: Marcos
14:32 – 15:5
VaYigash Significa “y se acercó”.
Primera aliyá, 44:18-30 Yehudá se acerca a Yosef y le pide la palabra. Hace un
recuento de la conversación que habían tenido anteriormente en cuanto a la
situación familiar de ellos. Yosef había ordenado que trajeran a Binyamín como
condición para que pudieran volver a ver su rostro. Al subir a su padre le
cuentan todo esto y por la necesidad de alimentos el padre acepta que el
segundo hijo, que le queda de su mujer, se vaya con ellos. Pero si algo malo le
sucede al hijo él morirá con dolor. Yehudá promete no volver a su padre sin el
hermano.
Segunda aliyá, 44:31 –
45:7 Si Yehudá, que se hizo
responsable, no devuelve el muchacho a su padre, morirá con pena. Yehudá se
ofrece como esclavo en lugar del joven para que él pueda subir con los
hermanos. Yehudá no podría ver el mal que sobrevendría al padre si el muchacho
no está con él.
En ese momento Yosef no puede contenerse y manda
salir a todos menos sus hermanos. Entonces se da a conocer a ellos con lloros
tan fuertes que lo oyen los mitsries. “Yo soy Yosef”, les dice. Pero ellos no
le pueden contestar por el choque emocional. Yosef les dice que no se
entristezcan por haberle vendido porque todo era plan de Eloha para salvar
vidas. Ahora han habido dos años de hambre. Todavía quedan cinco años sin poder
sembrar y cosechar. “Eloha me envió delante de vosotros para preservaros un
remanente en la tierra, y para guardaros con vida mediante una gran
liberación”.
Tercera aliyá, 45:8-18 Yosef sigue hablando ánimo a sus hermanos diciendo que
Eloha fue el que le envió allí. Eloha le ha puesto por padre de Paró, señor de
toda su casa y gobernador sobre toda la tierra de Mitsrayim. Ahora tendrán que
subir rápidamente a su padre y decirle que Yosef es señor de todo Mitsrayim y
que baje allí sin demorar. Habrá lugar en la tierra de Goshen para todos,
incluso el ganado. Yosef proveerá para ellos porque todavía quedan cinco años
de hambre. Después se echa sobre el cuello de su hermano Binyamín y los dos
lloran. También besa a todos sus hermanos y llora sobre ellos. Luego hablan.
Cuando la noticia de la llegada de los hermanos de Yosef llega a la casa de
Paró, le agrada al Paró y a sus siervos. El dice a Yosef que los hermanos
carguen las bestias para ir a la tierra de Kenáan para buscar al padre y a sus
familias y volver. Así recibirán lo mejor de Mitsrayim.
Cuarta aliyá, 45:19-27 Paró ordena que lleven carretas para traer a sus niños,
sus mujeres y al padre. Lo mejor de Mitsrayim será de ellos. Así los hijos de
Israel lo hacen y Yosef les da provisiones para el camino y mudas de ropa.
Binyamín recibe trescientas piezas de plata y cinco mudas de ropa. Envían diez
asnos cargados de bienes y diez asnas cargadas de grano y alimentos para el
padre en el camino.
Yosef despide a sus hermanos diciendo: “No riñáis
en el camino”. Así suben de Mitsrayim y llegan a su padre Yaakov. Cuando le
informan que Yosef todavía vive y que es gobernante en toda la tierra de
Mitsrayim, no lo puede creer. Pero cuando cuentan todas las cosas que Yosef les
ha dicho y cuando ve las carretas que Yosef ha enviado, su espíritu revive.
Quinta aliyá, 45:28 – 46:27 Israel decide ir a ver a Yosef antes de su muerte. Así
parte con todo lo que tiene y llega a Beer-Sheva. Allí ofrece sacrificios al
Eloha de su padre Yitsjak. En una visión nocturna Eloha le visita y le dice que
no tenga temor para bajar a Mitsrayim porque allí le hará una gran nación.
Además promete descender con él y luego hacerle subir otra vez. Yosef cerrará
sus ojos.
Yaakov parte de Beer-Sheva. Sus hijos le llevan
junto con sus niños y mujeres en las carretas. También llevan consigo todo su
ganado y sus bienes y llegan a Mitsrayim. Reuvén tiene cuatro hijos. Shimón
tiene seis hijos. Leví tiene tres hijos. A Yehudá le quedan tres hijos de los
cinco. Tiene también dos nietos. Yisajar tiene cuatro hijos. Zvulún tiene tres
hijos. También está Diná. Los hijos e hijas de Leá son 33 en total.
Gad tiene siete hijos. Asher tiene cuatro hijos,
una hija y dos nietos. Los hijos e hijas de Zilpá son 16 en total.
Yosef tiene dos hijos con Osnat. Binyamín tiene
diez hijos. Los hijos de Rajel son 14 en total.
Dan tiene dos hijos. Naftalí tiene cuatro hijos.
Los hijos de Bilhá son siete en total.
Sin incluir las esposas de los hijos de Yaakov,
en total bajan 66 personas de Yaakov a Mitsrayim.
Yosef tiene dos hijos que nacieron en Mitsrayim.
Todas las almas de la casa de Yaakov que han bajado a Mitsrayim son 70.
Sexta aliyá, 46:28 – 47:10 Yaakov envía a Yehudá delante de sí para indicar el
camino a Goshen. Yosef sale con su carro para ir al encuentro con su padre en
Goshen. Cuando le ve se echa sobre su cuello y llora largamente. Israel dice
que ahora puede morir, después de haber visto su rostro. Yosef dice que tiene
que avisar a Paró que han venido sus hermanos y la familia de su padre y que
son pastores de ovejas y vaqueros. Los hermanos de Yosef deben informar al Paró
que su profesión es de ganado desde hace generaciones. Así podrán vivir en la
tierra de Goshen, porque los pastores de ovejas son abominación para los
mitsries. Yosef le informa al Paró sobre todo esto y le presenta cinco de sus
hermanos. El les pregunta sobre su ocupación y le contestan que son pastores de
ovejas y que han venido para residir en la tierra porque no hay pastos en la
tierra de Kenáan. Piden permiso para habitar en la tierra de Goshen. Paró habla
con Yosef y le dice que la tierra está a su disposición y que pueden habitar en
la mejor parte, la tierra de Goshen. Si hay algunos capaces de los hermanos
podrán estar a cargo del ganado del Paró. Yosef trae a su padre para
presentarle ante Paró y Yaakov lo bendice. Paró le pregunta cuántos años tiene
y él contesta que sus años de peregrinación han sido 130 años malos. No han
llegado a los años de sus padres. Yaakov vuelve a bendecir a Paró y sale de su
presencia.
Séptima aliyá, 47:11-27 Yosef instala a su padre y sus hermanos en la tierra de
Ramsés, como el Paró ha mandado. Los sustenta a todos con alimento según la
cantidad de sus hijos. El hambre es muy severa en Mitsrayim y en Kenáan. A
cambio de grano, Yosef recoge para la casa de Paró todo el dinero que hay en
Mitsrayim y en la tierra de Kenáan. Cuando ya no tienen dinero Yosef les da pan
a cambio de todo su ganado.
El siguiente año el pueblo ofrece sus cuerpos y
sus tierras a cambio de pan. Entonces Yosef compra toda la tierra de Mitsrayim
para Paró y toda la gente es trasladada a las ciudades. Pero la tierra de los
sacerdotes no es comprada porque tienen ración de parte del Paró. Yosef luego
da semilla al pueblo, que ya ha sido comprado para Paró, para que siembren la
tierra. La quinta parte de la cosecha será para Paró y el resto será para
sembrar y comer.
El pueblo agradece que Yosef los haya salvado la
vida y acepta la orden. A partir de ese momento rige la ley en Mitsrayim que
dice que la quinta parte de la producción de la tierra será para el Paró. Sólo
la tierra de los sacerdotes no llega a ser posesión del Paró.
Israel se establece en la tierra de Goshen y
obtienen propiedades y se multiplican en gran manera.
Comentarios
44:18 “Entonces Yehudá se le acercó, y dijo: Oh
señor mío, permite a tu siervo hablar una palabra a los oídos de mi señor, y
que no se encienda tu ira contra tu siervo, pues tú eres como Paró mismo.” –
Yehudá se acercó a Yosef poco antes de que se diera a conocer. De la misma
manera sucederá en los últimos tiempos poco antes de que el hijo de Yosef se dé
a conocer al pueblo judío. Estamos viviendo en este tiempo ahora cuando el
pueblo judío está acercándose más y más a Yeshúa para saber de él como un
personaje histórico, no como el mundo cristiano le ha pintado, sino como un
judío practicante de la Toráh. Yehudá se está acercando a ben Yosef sin haberle
reconocido como el Mesías.
“Tú eres como Paró mismo” – El enviado es como el
que le envió. El que ha visto al enviado, ha visto al que le envió, como está
escrito en Juan 14:9:
“Yeshúa le dice: ¿Tanto tiempo he estado con
vosotros, y todavía no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al
Padre; ¿cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"?”
44:21 “Entonces tú dijiste a tus siervos:
"Traédmelo para que yo lo vea."” – La palabra hebrea que ha sido
traducida como “traédmelo” viene de la raíz “yarad” que significa “bajar”.
Cuando el pueblo hebreo habla de salir de la Tierra de Israel, usa la expresión
“bajar”, y cuando habla de entrar en la tierra de Israel, usa la expresión
“subir”(hacer Aliya). Lo mismo se ve en los versículos 23 “desciende” y 24
“subimos”. Lamentablemente no se tradujo correctamente en el versículo 21 ni en
el versículo 26 que debería ser traducido:
“Mas nosotros respondimos: "No podemos
descender (en lugar de “ir”). Si nuestro hermano menor desciende (en lugar de
“va”) con nosotros, entonces descenderemos (en lugar de “iremos”); porque no
podemos ver el rostro del hombre si nuestro hermano no está con
nosotros."”
Esto nos enseña que cuando una persona sale de la
Tierra de Israel, desciende espiritualmente y cuando entra en la Tierra de
Israel, sube espiritualmente(hace Aliyah) . YHVH llama la Tierra de Israel “mi
tierra”, cf. Isaías 14:25; Jeremías 2:7; 16:18; Ezequiel 36:5; 38:16;
Joel 1:6; 3:2. Por eso el que está en la tierra del Eterno está más cerca de él
que cuando no está allí.
En Deuteronomio 11:12 está escrito: “Es una
tierra que el Eterno tu Eloha cuida; y los ojos del Eterno tu Eloha están
siempre sobre ella, desde el principio hasta el fin del año.”
El Paró no entendió la importancia espiritual de
la Tierra de Israel, y cuando habló de viajar a la tierra de Kenáan, sólo dijo
“id”, cf. 45:17.
44:32 “Porque yo, tu siervo, me hice responsable
del muchacho con mi padre, diciendo: "Si no te lo traigo, que lleve yo la
culpa delante de mi padre para siempre."” – Yehudá se puso como fiador, en
hebreo Esto significa que estaba dispuesto a sufrir en lugar del hermano. Otra
vez vemos como Yehudá, como ancestro del Mesías, de una manera profética
expresa con su actitud lo que el Mesías iba a hacer en su primera venida.
Estaba dispuesto a llevar la culpa para siempre para salvar a su hermano.
Cuando Yojanán vio el Cordero en el cielo, lo vio “como inmolado”, cf.
Revelación 5:6. Sin embargo, la novia del Mesías estará “sin mancha, ni arruga
ni cosa semejante”, cf. Efesios 5:27. El Mesías se ha hecho responsable de los
hombres y él todavía lleva, en su cuerpo, las marcas de las consecuencias del
pecado de la humanidad, como está escrito en Juan 20:25-28:
“Entonces los otros discípulos le decían: ¡Hemos
visto al Adon/Señor! Pero él les dijo: Si no veo en sus manos la señal de los
clavos, y meto el dedo en el lugar de los clavos, y pongo la mano en su
costado, no creeré. Ocho días después, sus discípulos estaban otra vez dentro,
y Thoma con ellos. Y estando las puertas cerradas, Yeshúa viene y se puso en
medio de ellos, y dijo: Shalom aleijem. Luego dice a Thoma: Acerca aquí tu
dedo, y mira mis manos; extiende aquí tu mano y métela en mi costado; y no seas
incrédulo, sino creyente. Respondió Thoma y le dijo: ¡Adon/Señor mío y Elohim
mío!”
44:33 “Ahora pues, te ruego que quede este tu
siervo como esclavo de mi señor, en lugar del muchacho, y que el muchacho suba
con sus hermanos.” – Ser fiador implica llevar la responsabilidad hasta la
última consecuencia. Yehudá fue fiel a su promesa a su padre. Ahora ha
mostrado, no solamente arrepentimiento, sino que está dispuesto a hacer tikún,
rectificación, por lo que hizo con su hermano Yosef. En lugar de entregar al
hijo de Rajel, que su padre amaba, se puso en su lugar. Así Yosef supo que se
había arrepentido. Si no hay una disposición de rectificar los errores
cometidos y, en el caso de ser posible, restituir el daño, no ha habido
arrepentimiento en la persona. Si hay arrepentimiento verdadero también hay un
deseo de rectificación, como está escrito en Lucas 19:8-9:
“Y Zakai, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí,
Señor, la mitad de mis bienes daré a los pobres, y si en algo he defraudado a
alguno, se lo restituiré cuadruplicado. Y Yeshúa le dijo: Hoy ha venido la
salvación a esta casa, ya que él también es hijo de Avraham”
La salvación había venido a la casa de Zakai.
Hubo evidencias claras del arrepentimiento de sus pecados. Lo mismo vemos en la
vida de Yehudá. Ya no volverá a defraudar a su padre. Ya no dejará que su
hermano sea esclavo en Mitsrayim. Lo hizo una vez, pero esta vez no, porque hay
arrepentimiento en su corazón.
Cuando Yehudá muestra arrepentimiento por haber
vendido a su hermano el hermano se da a conocer.
45:1 “Yosef no pudo ya contenerse delante
de todos los que estaban junto a él, y exclamó: Haced salir a todos de mi lado.
Y no había nadie con él cuando Yosef se dio a conocer a sus hermanos.” – Ya se
había visto el arrepentimiento en Yehudá. Ya se había logrado el propósito del
trato duro contra él. En ese momento Yosef ya no necesita tratarle más con
dureza.
Ahora se da a conocer, pero no a los mitsries,
sino a sus hermanos. De la misma manera el Mesías no fue manifestado al mundo
después de su resurrección, sino a los que antes habían caminado con él, como
está escrito en Hechos 10:40-41:
“A éste Eloha le resucitó al tercer día e
hizo que se manifestara, no a todo el pueblo, sino a los testigos que fueron
escogidos de antemano por Eloha, es decir, a nosotros que comimos y bebimos con
El después que resucitó de los muertos.”
La palabra hebrea traducida como “conocer” es
“hitvadá”, y viene de la raíz “yadá” Esta palabra se usa en las Escrituras
también como una referencia a tener relaciones íntimas, cf. Génesis 4:1, 17; 1
Reyes 1:4. En Génesis 45:4 Yosef les pide que se acerquen a él. Podría haber
dicho solamente que se acercaran, pero la palabra “elai”, “hasta mí”, que ha
sido añadida, implica un acercamiento casi palpable. La conclusión que hace
Rashí de esto es que Yosef les enseñó su circuncisión.
Yosef no se dio a
conocer hasta que los doce hermanos estuvieran juntos. Como hemos dicho antes,
esto alude a que el Mesías no se va a dar a conocer en los últimos tiempos
hasta que las doce tribus estén involucradas.
También aprendemos de
esto que tiene que haber unidad entre hermanos para poder tener la revelación
plena del Hijo de Yosef, como está escrito en Efesios 3:17b-19:
“que arraigados y
cimentados en amor, seáis capaces de comprender con todos los santos cuál es la
anchura, la longitud, la altura y la profundidad, y de conocer el amor del Mesías que sobrepasa el
conocimiento, para que seáis llenos hasta la medida de toda la plenitud de
Eloha.”
Como los hermanos de Yosef no le reconocieron en
su primer encuentro, sino en el segundo, así el Mesías no fue reconocido por la
mayoría de los judíos en su primera venida, pero lo será en relación con su
segunda venida. Con otras palabras, ahora es el tiempo cuando la mayoría de los
judíos conocerán a Yeshúa. Ahora él se está dando a conocer como el que
verdaderamente es, aquél Mesías del cual hablan todas las Escrituras.
“Y no había nadie con
él cuando Yosef se dio a conocer a sus hermanos.” – Había una intimidad con los
hermanos. De la misma manera ahora el Mesías se está dando a conocer de una
manera muy íntima a los que son descendientes de las doce tribus de Israel. Se
va revelando de una manera hebrea, llamándolos de vuelta a sus raíces hebreas y
dándoles a entender su relación con él no sólo de manera espiritual, sino también
física. Son del mismo pueblo y ahora es el tiempo de ser restaurado como judío;
o mejor como Israelita del pacto renovado. Las personas que reciben este tipo
de revelación ya no son las mismas. Su concepto de sí mismos cambia
radicalmente y el concepto de quién es Yeshúa cambia radicalmente. Ya no le ven
en el contorno gentil, sino en el contorno hebreo. Ya no le ven como el
salvador de los gentiles, sino como el salvador de Israel, en primer lugar.
Fue Yehudá quien
provocó la revelación de Yosef. De la misma manera los judíos son los que
finalmente harán que Yeshúa se manifieste en gloria, cf. Mateo 23:39; Hechos
3:19-21.
45:2 “Y lloró tan fuerte que lo oyeron los
mitsries, y la casa de Paró se enteró de ello.” – En el momento de revelación
de quién era Yosef hubo lloro, cf. verso 14-15. De la misma manera hay muchas
emociones y lágrimas en aquellas personas que ahora están recibiendo la
revelación de quién es realmente Yeshúa y quiénes son ellos en relación con él.
Yeshúa lloró sobre la
ciudad de Yerushalayim, ver Lucas 19:41-44. Los habitantes de Yerushalayim
llorarán cuando él se dé a conocer mostrando sus heridas, las señales del pacto
renovado, como está escrito en Zacarías 12:10-14:
“Y derramaré sobre la
casa de David y sobre los habitantes de Yerushalayim, el Espíritu de gracia y
de súplica, y me mirarán a mí, a quien han traspasado. Y se lamentarán por El,
como quien se lamenta por un hijo único, y llorarán por El, como se llora por
un primogénito. Aquel día habrá gran
lamentación en Yerushalayim, como la lamentación de Hadad-Rimón en la llanura
de Meguido.
Y se lamentará la tierra, cada familia por su
lado: la familia de la casa de David por su lado, y sus mujeres por su lado; la
familia de la casa de Natán por su lado, y sus mujeres por su lado; la familia
de la casa de Leví por su lado, y sus mujeres por su lado; la familia de los
shimeítas por su lado, y sus mujeres por su lado; todas las demás familias,
cada familia por su lado, y sus mujeres por su lado.”
“lo oyeron los mitsries, y la casa de Paró se
enteró de ello.” – Los mitsries, que simbolizan todos los gentiles, se darán
cuenta de la revelación del Mesías de Israel y su gran lloro por sus hermanos
judíos.
La casa de Paró hace referencia a los gobiernos
de la tierra en los últimos tiempos que serán informados cuando el Hijo de
Yosef se haya dado a conocer a sus hermanos israelitas.
45:3 “Yosef dijo a sus hermanos: Yo soy
Yosef. ¿Vive todavía mi padre? Pero sus hermanos no podían contestarle porque
estaban atónitos delante de él.” – Ahora Yosef habló en hebreo presentándose
con su nombre hebreo. No dijo: “Yo soy Tsafnat-Paneaj”. De la misma manera,
cuando el Hijo de Yosef se presentó al rabino Shaúl ben Gamliel en Hechos 9:5
no dijo: “Yo soy JS el cristo”, sino: “Yo soy Yeshúa”. Su nombre no es JS, sino
Yeshúa. Cuando él habla con sus hermanos judíos les habla en hebreo, como está
escrito en Hechos 26:14:
“Y después de que todos caímos al suelo, oí una
voz que me decía en el idioma hebreo: "Shaúl, Shaúl, ¿por qué me
persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón."”
45:4 “Y Yosef dijo a sus hermanos: Acercaos ahora
a mí. Y ellos se acercaron, y él dijo: Yo soy vuestro hermano Yosef, a quien
vosotros vendiste a Mitsrayim.” – De esto aprendemos que en los últimos tiempos
el pueblo de Israel se acercará cada vez más a Yeshúa. Amen.
45:5 “Ahora pues, no os entristezcáis ni os
pese el haberme vendido aquí; para preservar vidas me envió Eloha delante de
vosotros.” – El Mesías fue enviado a los gentiles para salvar vidas, según está
escrito en Hechos 28:28:
“Sabed, por tanto, que esta salvación de Eloha ha
sido enviada a los gentiles. Ellos sí oirán.”
En Romanos 11:11 está escrito: “Digo entonces:
¿Acaso tropezaron (los judíos) para caer? ¡De ningún modo! Pero por su
transgresión ha venido la salvación a los gentiles, para causarles celos.”
Ese era el plan del Eterno: por causa del rechazo
de los judíos, de la misma manera como Yosef fue rechazado por sus hermanos,
los gentiles podrán recibir al Hijo de Yosef y ser salvos.
Vale la pena aquí que hagamos una reflexión
adicional; que hizo aquí Yosef con sus hermanos? Los perdono de verdad; aunque
ellos no lo hubieran creído por completo. Pero vamos hacernos 5 preguntas y las
contestamos a la par. Amen.
EL PERDÓN
1. Mateo 6:12 - ¿Cuál es la base
para pedir el perdón de el Eterno nuestro Dios?
2. Mateo 6:14 - ¿Qué sucede
cuando perdonamos a otros sus ofensas?
3. Mateo 18:21-22 - ¿Cuántas
veces debemos perdonar a la persona que sigue ofendiéndonos?
4. Efesios 4:32 - ¿Por qué
hemos de perdonar a otras personas aun cuando no merecen nuestro perdón?
5. Colosenses 3:13 - ¿Cuál es
el mejor tiempo para practicar el perdón con otro?
Hermanos el Perdón no es un
sentimiento; eso de yo no perdono sin sentirlo, o perdono pero no olvido, eso
es una mentira mas. El perdón es un acto de obediencia al Eterno. Y aquí
recordamos los temas que hemos venido hablando estos días, los cuales hacen y
son un solo carácter moral y espiritual que el Judío Mesiánico; es decir el
Israelita del pacto renovado manifiesta.
En Galatas 5;22-23.
Hablábamos sobre La
agrupación del fruto:
Fruto para con El Eterno/Dios.
Amor - amor es de Eloha/Dios.
Gozo - regocijamos en el Señor
Paz/Shalom - paz viene de aceptar la voluntad de Elohim.
Gozo - regocijamos en el Señor
Paz/Shalom - paz viene de aceptar la voluntad de Elohim.
Fruto para con nuestro prójimo
Paciencia - es de esperar a mi
prójimo.
Benignidad – es de ser bueno moralmente.
Bondad - es de buscar el bien para mi prójimo.
Benignidad – es de ser bueno moralmente.
Bondad - es de buscar el bien para mi prójimo.
Fruto para con uno mismo
Fe/Emuna - De ser constante y siempre bien
Mansedumbre - De no exaltarme
Templanza - De controlarme
Mansedumbre - De no exaltarme
Templanza - De controlarme
Entonces hoy entendemos después de tanto que hablamos y disfrutamos
compartiendo el fruto del Ruah Santo en Januka. Que todas las personas en la
kehila son amadas y ya no hay caras largas, ni mucho menos inconformes consigo
mismas, o disgustadas o como diría mi abuelita, entongadas; o como dirían otros
estirando trompa. Hermano, hermana si algo nos ha dejado este Januka, es:
La evidencia palpable y verdadera que el Amor habita en nuestros
corazones y por ello el Gozo se veía reflejado en el rostro de nuestros niños y
la Paz ese Shalom que sobrepasa todo entendimiento, reino durante todas las
luminarias encendidas cada una de las noches y aun queremos que brillen no solo
en los anfitriones sino en todos y cada uno de nosotros desde el menor hasta el
mayor y en cada rincón de nuestra congregación. Pero sabemos que debemos
esperar con Paciencia para que también estén encendidas en nuestros hogares y
cubran a todas nuestras familias; pero nos exige que seamos Benignos y Bondadosos,
no solo es ser buenos y buscar el bien para los míos aquí adentro sino también
allá afuera. Pero debemos ser constantes en la obediencia y no desfallecer es
decir debemos tener Emuná/Fe obediente.
Porque solo asi nosotros evitaremos exaltarnos y seremos muy humildes;
aunque seamos hijos del Rey, es decir tendremos Mansedumbre, y sabremos cuando
es tiempo de callar y cuando es tiempo de hablar. Lo cual permitirá que en
nosotros el dominio propio sea fundamento por la misma Templanza que permitirá
que solo el Eterno y su Torah tomen el control de nuestras vidas; y así podamos
decir con plena certeza que no solo un milagro ocurrió allí con los Macabeos,
sino que también ocurrió aquí en la kehila Torah Shalom de Villavicencio.
AleluYah.
Retomemos nuestra Parasha…
45:6 “Porque en estos dos años ha habido
hambre en la tierra y todavía quedan otros cinco años en los cuales no habrá ni
siembra ni siega.” – Como los hermanos de Yosef le reconocieron en el segundo
año de sequía es probable que el momento del derramamiento sobre los judíos del
Espíritu de gracia y de oración sea durante el segundo año de los siete últimos
años antes de la venida del Mesías.
“quedan otros cinco años en los cuales no habrá
ni siembra ni siega.” – Yosef supo por los sueños del Paró y el espíritu
profético que quedaban cinco años de hambre. Rashí dice que cuando vino Yaakov
a Mitsrayim, terminó la sequía. Pero en tal caso Yosef sería un falso profeta.
En el versículo 11 se repite el mensaje de los cinco años que quedaban de
sequía.
Sin embargo, para los hijos de Israel sólo había
dos años de hambre grave, puesto que Yosef los sostuvo durante el resto del
tiempo.
- De esto aprenderemos que los fieles, que no
podrán ni comprar ni vender durante la gran tribulación, serán sustentados de
manera sobrenatural por el Eterno, tal como pasó con Eliyahu durante los años
de sequía, cf. Revelación 3:17; 1 Reyes 17:4, 14.
45:7 “Y Eloha me envió delante de vosotros
para preservaros un remanente en la tierra, y para guardaros con vida mediante
una gran liberación.” – El Hijo de Yosef fue enviado al mundo gentil para
provocar a los judíos a celos, para que ellos a su vez sean salvos por esta
provocación, como está escrito en Romanos 11:14:
“si en alguna manera puedo causar celos a mis
compatriotas y salvar a algunos de ellos.”
En Romanos 11:24-27 está escrito:
“Porque si tú (gentil) fuiste cortado de
lo que por naturaleza es un olivo silvestre (nación gentil), y contra lo
que es natural fuiste injertado en un olivo cultivado (Israel), ¿cuánto
más éstos (judíos), que son las ramas naturales, serán injertados en su
propio olivo? Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que
no seáis sabios en vuestra propia opinión: que a Israel le ha acontecido un
endurecimiento parcial hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles;
y así, todo Israel será salvo; tal como está escrito: EL LIBERTADOR VENDRA DE
TSION; APARTARA LA IMPIEDAD DE YAAKOV. Y ESTE ES MI PACTO CON ELLOS, CUANDO YO
QUITE SUS PECADOS.”
45:8 “Ahora pues, no fuisteis vosotros los que me
enviasteis aquí, sino Eloha; y El me ha puesto por padre de Paró y señor de
toda su casa y gobernador sobre toda la tierra de Mitsrayim.” – Yosef no echa
la culpa de lo sucedido a sus hermanos. Estas palabras vienen de una persona
espiritualmente madura. Los inmaduros no ven más allá de la nariz y echan la
culpa a su alrededor por las cosas malas que les pasan. No entiende que detrás
de los sucesos hay leyes espirituales y planes divinos.
El que colabora con estos planes será prosperado,
como Yosef. Yosef quitó la culpa de sus hermanos. De la misma manera el Hijo de
Yosef está quitando la culpa de los judíos que se arrepienten de haberle
entregado a los gentiles. El Eterno tenía un plan con la venta de Mashiaj, fue
la salvación del mundo y especialmente de Israel.
“Eloha… me ha puesto por padre de Paró y señor de toda su casa y gobernador
sobre toda la tierra de Mitsrayim.” – Según Rashí, la palabra “padre”, en
hebreo “av”, no solamente significa padre, sino también “consejero”, “amigo” y
“patrón”. Como Yosef fue puesto por padre de Paró, sin superarle o igualarle en
autoridad, así Yeshua ha recibido de YHVH el título de “av” sin superarle o
igualarle, según está escrito en Isaías 9:6:
“Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha
sido dado, y la soberanía reposará sobre sus hombros; y se llamará su nombre
Admirable, Consejero, Eloha, Poderoso, Padre (“av”), Eterno, Príncipe de
Paz.”
Los tres cargos que Yosef recibió del Paró
corresponden a tres cargos del Mesías.
o Le puso como “av”, amigo y patrón,
Isaías 9:6.
o Le puso como señor de toda su casa,
Hebreos 3:6.
o Le puso como gobernador sobre todo
el mundo, Mateo 28:18.
45:9 “Daos prisa y subid adonde mi padre, y
decidle: "Así dice tu hijo Yosef: 'Eloha me ha hecho señor de todo
Mitsrayim; ven a mí, no te demores.” – Las cosas sucederán rápidamente en los
últimos tiempos.
“subid adonde mi padre” – Esto alude a lo que
afuera llaman equivocadamente el rapto y el arrebatamiento, pero en realidad es
hacer Aliya (subir a) por medio del cual todos los que son del Mesías subirán a
la tierra de Israel desde los cuatro extremos de la tierra, como está escrito
en Isaías 11:12:
“Alzará un estandarte ante las naciones, reunirá
a los desterrados de Israel, y juntará a los dispersos de Yehudá de los cuatro
confines de la tierra.”
En Mateo 24:29-31 está escrito:
“Pero inmediatamente después de la tribulación de
esos días, EL SOL SE OSCURECERA, LA LUNA NO DARA SU LUZ, LAS ESTRELLAS CAERAN
del cielo y las potencias de los cielos serán sacudidas. Entonces aparecerá en
el cielo la señal del Hijo del Hombre; y entonces todas las tribus de la tierra
harán duelo, y verán al HIJO DEL HOMBRE QUE VIENE SOBRE LAS NUBES DEL CIELO con
poder y gran gloria. Y El enviará a sus ángeles con UN GRAN SHOFAR y REUNIRAN
a sus escogidos de los cuatro vientos, desde un extremo de los cielos hasta el
otro.” Amen.
45:26 “Y le informaron, diciendo: Yosef vive
todavía, y es gobernante en toda la tierra de Mitsrayim. Pero él se quedó
atónito porque no les podía creer.” – Yeshúa vive todavía y es gobernante entre
muchos gentiles que le han recibido como su Salvador y Señor.
45:27 “Pero cuando ellos le contaron todas las
cosas que Yosef les había dicho, y cuando vio las carretas que Yosef había
enviado para llevarlo, el espíritu de su padre Yaakov revivió.” – Israel no
podía creer el mensaje de que Yosef vivía hasta después de un tiempo.
De la misma manera está pasando con el pueblo
judío hoy en día. Al principio no pueden creer que aquel que llaman YESHUA es
el Mesías de Israel. Pero luego lo harán y entonces revivirá el espíritu de
Israel.
Mashiaj ben Yosef es el único que puede hacer
revivir el espíritu de Israel. El lo hará mediante sus emisarios que vienen con
regalos y evidencias claras. Así se dará a conocer a Israel. Será mediante los
israelitas. Pero cuales Israelitas; los del pacto renovado como tu o como yo.
Amen.?
Según Rashí, la Shejiná, la presencia divina, el
Espíritu de Santidad, partió de Jaakov durante su tiempo de luto por causa de
Josef, y en este momento vuelve otra vez al patriarca.
45:28 “Entonces Israel dijo: Basta, mi hijo Yosef
vive todavía. Iré y lo veré antes que yo muera.” – La Torá cambia el nombre de
Yaakov de un versículo a otro. Cuando el espíritu de Yaakov revive es llamado
Israel. Pronto llegará el momento histórico cuando Israel como nación reconozca
que Yeshúa aún vive.
Es más llegara el momento hermanos y no muy
lejano, cuando nuestros hermanos cristianos también reconozcan que están
equivocados y que declararan con sus bocas que Yeshua es la Torah viva y la
verdad única para llegar al padre y para demostrar que ya somos salvos.
Aleluyah.
En Mateo 25:31-32 está
escrito:
“Pero cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y
todos los ángeles con El, entonces se sentará en el trono de su gloria; y serán
reunidas delante de El todas las naciones; y separará a unos de otros, como el
pastor separa las ovejas de los cabritos.”
En Revelación 22:2 está
escrito: “en medio de la calle de la
ciudad. Y a cada lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce
clases de fruto, dando su fruto cada mes; y las hojas del árbol eran para
sanidad de las naciones.”
46:28 “Y envió a Yehudá delante de sí a Yosef,
para indicar delante de él el camino a Goshen; y llegaron a la tierra de
Goshen.” – La palabra hebrea que ha sido traducida como “camino a Goshen” es
“goshna”. También se encuentra en el próximo versículo. Comprende cuatro letras
hebreas, guimel (G), shin (Sh), nun (N) y hey (H). Es la única palabra en toda
la Escritura que contiene estas cuatro letras. Son las mismas cuatro letras que
se encuentran en el sevivon (perinola) que se usa en la diáspora para jugar
durante Januká. Las cuatro letras que son usadas para Januká anuncian el gran
milagro que ocurrió allí, en hebreo: “Nes Gadol Hayá Sham”,
“Un milagro grande sucedió allí”. La suma del número de las cuatro letras es
358. Nun = 50, Guimel = 3,
Hey = 5, Shin = 300. 50 + 3 + 5 + 300 = 358.
Es la misma suma que de las cuatro letras hebreas
de Mashiaj, Mem (40) + Shin (300) + Yud (10) + Jet (8) = 358.
De esto aprendemos que el gran milagro que
ocurrió en Januká, no solamente fue la victoria del judaísmo del Eterno sobre
el paganismo, o el posible milagro del aceite, sino también el momento de la
concepción sobrenatural de Miryam, la madre de Yeshúa, que ocurrió durante la
luna nueva en Januká. Según algunos
cálculos, fue en la luna nueva del décimo mes de Tevet, para luego nacer
38 semanas más tarde, el día 15 del séptimo mes de Tishrí, aprox entre
septiembre y octubre (en Sukot).
47:14 “Y Yosef recogió todo el dinero que había
en la tierra de Mitsrayim y en la tierra de Kenáan a cambio del grano que le
compraban, y Yosef trajo el dinero a la casa de Paró.” – El propósito de
recoger todo ese dinero fue que pasara a los hijos de Israel en el futuro,
porque necesitaban mucho oro, plata, bronce y piedras preciosas para poder
hacer el mishkán, tabernáculo, en el desierto, como está escrito en Éxodo
12:36:
“Y el Eterno hizo que el pueblo se ganara el
favor de los mitsries, que les concedieron lo que pedían. Así despojaron a los
mitsries.”
47:20 “Así compró Yosef toda la tierra de
Mitsrayim para Paró, pues los mitsries vendieron cada uno su campo, porque el
hambre era severa sobre ellos; y la tierra vino a ser de Paró.” – De la misma
manera Mashiaj compró toda la tierra para el Padre celestial cuando se entregó
a sí mismo para que el mundo pudiera vivir.
47:25 “Y ellos dijeron: Nos has salvado la vida.
Hallemos gracia ante los ojos de Paró mi señor, y seremos siervos de Paró.” –
Yosef salvó la vida de los mitsries. De la misma manera Yeshúa ha preparado una
salvación para todas las personas de la tierra durante todas las épocas de la
historia, como está escrito en 1 Juan 2:2:
“El mismo es la propiciación por nuestros
pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.”
En 2 Corintios 5:19- 21 está escrito:
“A saber, que Eloha estaba en el Mesías
reconciliando al mundo consigo mismo, no tomando en cuenta a los hombres sus
transgresiones, y nos ha encomendado a nosotros la palabra de la
reconciliación. Por tanto, somos embajadores del Mesías, como si Eloha rogara
por medio de nosotros; en nombre del Mesías os rogamos: ¡Reconciliaos con
Eloha! Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos
hechos justicia de Eloha en El.”
La gratitud de los mitsries por haber sido
salvados les llegó a entregarse voluntariamente como siervos al rey. De la
misma manera el Eterno espera que nosotros le entreguemos toda nuestra vida en
gratitud por lo que el Mesías ha hecho por nosotros al salvar nuestras almas de
la muerte eterna.
En Juan 17:9-10 está escrito:
“Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo,
sino por los que me has dado; porque son tuyos; y todo lo mío es tuyo, y lo
tuyo, mío; y he sido glorificado en ellos.”
Pidamos al Eterno nuestro padre que Seamos como
Yosef, en su actitud perdonadora y sigamos a Yeshua como la Torah viva del
Amor, que abarca el Fruto del Espiritu que es uno solo y el verdadero Ejad que
tu y yo como Israelitas del Pacto renovado debemos reflejar primero entre
nosotros mismos y luego a los demás.
¡Shabat Shalom!
Recopilado por:
Orlando Unda R.
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