Deuteronomio 16:18 –
21:9
Para ser leída en el
Shabat del 7 de Elul del 5.775 (Agosto 22 de 2.015)
1. 16:18 – 17:13
2. 17:14-20
3. 18:1-5
4. 18:6-13
5. 18:14 – 19:13
6. 19:14 – 20:9
7. 20:10 – 21:9
Haftará: Isaías 51:12 – 53:12
Beit Hadasha: Revelación 10:1 – 11:19
Shoftim
Significa jueces.
Comentarios
Primera aliyá, 16:18 –
17:13
16:18 “Nombrarás para ti jueces y oficiales
en todas las ciudades que el Eterno tu Eloha te da, según tus tribus, y ellos
juzgarán al pueblo con justo juicio.” – Un juez es una persona que ha recibido autoridad para pronunciar
sentencias de acuerdo a la
Torá y la halajá, sobre las obras o
palabras de otras personas. El juez tiene que condenar al culpable y absolver
al inocente. Los oficiales son los que ejecutan las órdenes del juez. El juez
no hace mucho sin un cuerpo policial que le apoye para que sus órdenes se cumplan.
La policía no funciona bien sin los jueces porque tienen que saber qué órdenes ejecutar.
Así que estos dos tipos de funcionarios tienen que trabajar paralelamente para que
la sociedad se beneficie de ellos.
“en todas las ciudades” – Había tres tipos de tribunales en Israel,
con 3 jueces, 23 jueces y 71 jueces. Las ciudades con menos de 120 habitantes
tenían un tribunal, un beit din, de tres jueces. Las
ciudades con más de 120 habitantes tenían un beit din de 23 jueces, llamado “pequeño sanedrín”. Las
cortes de tres jueces sólo podían dictar sentencias sobre asuntos monetarios.
Para dar una sentencia de vida o muerte hacía falta un tribunal de 23 jueces.
En Yerushalayim había tres tribunales, dos de 23 jueces y uno de 71, en el cual
el sumo sacerdote era el líder principal. Este último fue llamado el “gran
sanedrín”.
Los hombres del gran sanedrín se reunían en un lugar designado
para ellos en el templo.
16:19 “No torcerás el juicio; no harás
acepción de personas, ni tomarás soborno, porque el
soborno
ciega los ojos del sabio y pervierte las palabras del justo.” – La palabra hebrea que ha sido traducida como “justicia” o
“juicio”, es mishpat.1 Para no torcer un veredicto no se puede seguir
la justicia que le parezca bien al hombre, sino la que manda en su Torá.
En Romanos 2:20b; 7:7, 12 está escrito:
“Tienes en la Torá la expresión misma
del conocimiento y de la verdad... ¿Qué diremos
entonces?
¿Es pecado la Torá? ¡De ningún modo! Al contrario, yo no hubiera llegado a
conocer
el pecado si no hubiera sido por medio de la Torá; porque yo no hubiera sabido
lo
que es la codicia, si la Torá no hubiera dicho: NO CODICIARAS... Así que la
Torá es
santa,
y el mandamiento es santo, justo y bueno”
En Mateo 23:23b está escrito:
“lo más importante de la Torá: la
justicia, la misericordia y la fidelidad (o fe)”
En la Torá está expresada la justicia del Eterno que es la base
para un veredicto correcto. No se puede torcer la Torá ni para juzgar ni para
legislar. La Torá tienen que ser la base para que el sistema judicial de
cualquier país sea justo, no los criterios humanistas ni lo que piensa la
mayoría de la población. El hecho de que la mayoría de un pueblo tenga cierto
comportamiento, no significa que sea un comportamiento justo. No es lo mismo lo
común que lo normal.Un comportamiento común no necesariamente tiene que ser normal,
según las normas establecidas para el hombre. Hay una sola justicia verdadera y
esa justicia ha sido revelada de dos maneras, en la Torá de Moshé y en Yeshúa HaMashíaj, como está escrito en Romanos 3:21:
“Pero ahora, aparte de la Torá, la
justicia de Eloha ha sido manifestada, atestiguada por
la
Torá y los profetas.”
No dice “al contrario de la Torá”, sino “aparte de la Torá”, queriendo decir que la Torá manifiesta la justicia del
Eterno y, además, Yeshúa HaMashíaj revela la misma justicia (como Verbo encarnado) de una forma
diferente, pero no es otra justicia. El Mesías Yeshúa es la justicia de el Etrno, como está escrito en
1 Corintios 1:30:
“Mas por obra suya estáis vosotros en
el Mesías Yeshúa, el cual se hizo para nosotros
sabiduría
de Eloha, y justificación, y santificación, y redención”
La palabra griega que fue traducida como “justificación” es dikayosúne,2 que significa tanto “justicia” como
“justificación”.
Según entiendo, la expresión “aparte de la Torá”, en Romanos 3:21,
no significa que sea otra justicia diferente a la de la Torá, sino que la
justicia del Eterno se ha manifestado de otra manera que no sea solamente a
través de las Escrituras. Son dos revelaciones de Su justicia, la Torá y el
Mesías, pero es la misma justicia revelada de dos maneras. Aparte de la Torá
podría entenderse como “además de la Torá”, “paralelamente con la Torá”, siempre
en armonía con la Torá, pero de forma diferente. Una cosa no contradice la
otra.
16:20 “La justicia, la justicia buscarás,
para que vivas y poseas la tierra que el Eterno
tu Eñoha te da.”– ¿Por qué se repite la
palabra justicia dos veces en este texto?
Por un lado se puede entenderlo de manera que para el Eterno es
muy importante que se emplee la justicia en la nación, y por eso repite la
palabra dos veces. La justicia es uno de los pilares fundamentales para la
sociedad.
Por otro lado está hablando de dos manifestaciones de la justicia
que hay que buscar (en hebreo dice “perseguir”). Como hemos visto antes, la
primera está en la Torá Escrita. Hay que perseguir esa justicia para obtener
una vida larga en la tierra, con shalom, paz y prosperidad. Pero
la otra justicia, que ha sido revelada aparte de la Torá, es Yeshúa HaMashíaj, la Torá Viviente. Hay que perseguir esa
justicia de Eloha, dada por medio de Yeshúa el Mesías, para obtener la vida
eterna, como está escrito en Romanos 3:22-24:
“es decir, la justicia de Eloha por
medio de la fe en Yeshúa el Mesías, para todos los que
creen;
porque no hay distinción, por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de
Eloha,
siendo justificados gratuitamente por su gracia por medio de la redención que
es
en
el Mesías Yeshúa.”
Estas dos manifestaciones de la justicia del Eterno se encuentran
en
Revelación 14:12 donde está escrito:
“Aquí está la paciencia de los santos,
los que guardan los mandamientos de Eloha y la fe
de
Yeshúa.”
Según este texto, ¿quiénes son los santos? Los que buscan estas
dos manifestaciones de justicia, la Torá de Moshé y la fe de Yeshúa.
16:21 “No plantarás para ti un árbol de
culto, o cualquier clase de árbol junto al altar del Eterno tu Eloha que hagas
para ti.”– Antiguamente había una costumbre de plantar
árboles en las entradas de los templos paganos, cf. Jueces 6:30.
Está prohibido plantar árboles en el monte del templo. Como se
habla de cualquier
árbol, o madera, se deduce que no está permitido hacer construcciones
de madera junto al templo. Este mandamiento también ha dado lugar a la
costumbre de no colocar flores en las sinagogas, por lo menos no cerca del arón kodesh, el arca sagrada, donde seguardan los rollos de
la Torá.
16:22 “Ni levantarás para ti pilar, lo cual
aborrece el Eterno tu Eloha.” – La palabra hebrea que ha sido traducida como “pilar”, es matsevá,3 que tiene que ver con
una sola piedra grande que sirve como altar. En el tiempo de los
patriarcas el Eterno lo aceptó, pero por causa de las prácticas idolátricas de
los cananeos, que usaban ese tipo de piedras, se volvió una abominación para el
Eterno, cf. Génesis 28:18, 22; 31:13, 45; 35:14, 20; Éxodo 23:24; 24:4; 34:13;
Levítico 26:1;
Deuteronomio 12:3; Oseas 10:1-2. Los israelitas sólo podían hacer
altares construidos con piedras o de tierra.
17:1 “No sacrificarás al Eterno tu Eloha
buey o cordero que tenga defecto o alguna
imperfección,
porque es cosa abominable al Eterno tu Eloha.”– Yitsjak no podría haber sido un sacrificio al Eterno, porque no
era perfecto del todo. Sin embargo Yeshúa sí, pudo ser ese sacrificio perfecto
porque no tenía pecado.
17:3 “y que haya ido y servido a otros
dioses, adorándolos, o adorando al sol, a la luna o a
cualquiera
de las huestes celestiales, lo cual yo no he mandado”– La Torá prohíbe la astrología. ¡No leas los
horóscopos!
17:8 “Si un caso es demasiado difícil para
que puedas juzgar, como entre sangre y sangre,
entre
veredicto y veredicto, o entre afección y afección, siendo casos de litigio en
tus
puertas,
te levantarás y subirás al lugar que el Eterno tu Eloha escoja”– Según Rashí, “entre sangre y sangre” tiene
que ver con dificultad para determinar si la
sangre que sale de una mujer es impura o pura, cf. Levítico 15:19.
“Entre veredicto y veredicto” tiene que ver con las leyes que regulan los daños
civiles y las transacciones económicas entre los individuos, las leyes que
regulan las faltas que incurren en castigo corporal y las leyes que regulan en
qué casos se aplica la pena capital. “Entre afección y afección” tiene que ver
con definiciones para saber si una afección es de carácter impura o pura, cf.
Levítico 13.
“Si un caso es demasiado difícil para
ti para que puedas juzgar…” – Aquí se está
hablando a los jueces de las diferentes ciudades de Israel. La
Torá fue escrita en primer lugar a los jueces en Israel. En casos de conflicto,
cuando los jueces menores no podían resolverlo, tendrían que recurrir a
instancias más altas, a las autoridades en Yerushalayim que son los sacerdotes
levitas y un juez principal.
17:9 “al juez que haya en esos días”– Aquí habla de un solo juez para cada
generación. Era el juez principal. Más adelante, en 19:17, se
habla de “los jueces que haya en esos días”. Esto nos enseña que entre los jueces que hay,
hay un principal.
17:11 “Según los términos de la Torá que
ellos te enseñen, y según la sentencia que te
declaren,
así harás; no te apartarás a la derecha ni a la izquierda de la palabra que
ellos
te
declaren.”– Esto nos enseña que parte
de la observancia de la Torá es obedecer los decretos de los sabios. No obstante,
la sentencia que dicten las autoridades tiene que ser de acuerdo a la Torá del
Eterno. Según Rashí, hay que obedecerles aunque digan que la derecha es
izquierda o la izquierda derecha. Pero el Talmud de Yerushalayim4 dice todo lo contrario:
“Se podía pensar que incluso si te dicen que la derecha es la
izquierda o que la izquierda es
la derecha, aun así debes obedecerlos. (Para mostrar que no es así) el versículo declara: “ni
a la derecha ni a la izquierda” (Deuteronomio 5:32; 28:14), (lo cual implica hasta) que te digan
que la derecha es derecha y la izquierda es izquierda.”
Compara con Hechos 4:18-20; 5:29b donde está escrito:
“Cuando los llamaron, les ordenaron no
hablar ni enseñar en el nombre de Yeshúa. Mas
respondiendo
Kefa y Jojanán, les dijeron: Vosotros mismos juzgad si es justo delante de
Eloha
obedecer a vosotros antes que a Eloha; porque nosotros no podemos dejar de
decir
lo
que hemos visto y oído... Debemos obedecer a Eloha antes que a los hombres.”
17:12 “Y el hombre que proceda con
presunción, no escuchando al sacerdote que está allí
para
servir al Eterno tu Eloha, ni al juez, ese hombre morirá; así quitarás el mal
de en
medio
de Israel.”– Es sumamente grande la
autoridad delegada al Sanedrín en Yerushalayim, con pena de muerte al que resiste
la sentencia de esa corte suprema. La corte suprema está puesto en lugar de
Eloha, y el que resiste la autoridad puesta por Él le resiste a Él mismo, lo
cual es un grave delito.
17:13 “Entonces todo el pueblo escuchará y
temerá, y no volverá a proceder con presunción.”
– La sentencia de muerte sobre un rebelde sirve, no sólo para
quitar el mal de en medio de Israel, sino para producir respeto y temor
reverente al Eterno y a las autoridades puestas por Él.
Segunda aliyá,
17:14-20
17:14 “Cuando entres en la tierra que el
Eterno tu Dios te da, y la poseas y habites en ella, y digas: "Pondré un
rey sobre mí, como todas las naciones que me rodean"” – La Torá prevé que el pueblo iba a pedir un
rey. La iniciativa de tener un rey no vino del Eterno. Esta palabra se cumplió en 1
Samuel 8:5, donde dice que el pueblo pidió un rey. El propósito con esta petición no
fue para cumplir la Torá, sino ser semejantes a todos los demás pueblos en la
tierra. Esto fue lo que al Eterno se manifestara como triste. El Eterno también había
dicho a Avraham en Génesis 17:6 que:
“reyes saldrán de ti”, lo cual constituye también una base para
que hubiera reyes en Israel.
17:15 “ciertamente pondrás sobre ti al rey
que el Eterno tu Eloha escoja, a uno de entre tus hermanos pondrás por rey
sobre ti; no pondrás sobre ti a un extranjero que no sea
hermano
tuyo.” – Esto nos enseña varias
cosas importantes en cuanto al reinado en Israel:
1. El rey tiene que ser escogido por el Creador – por medio de sus
profetas.
2. El rey está colocado en una posición sobre Israel.
3. El rey es puesto por el pueblo. La forma de gobierno que el
Eterno establece entre los hombres es tanto teocrático como democrático. Tienen
que haber una
colaboración en el momento de la instalación de una autoridad,
entre el Eterno y el
pueblo que va a ser dirigido por esa autoridad.
4. El rey tiene que ser israelita de nacimiento, no puede ser
extranjero.
17:16-17 “Además, no aumentará para sí muchos
caballos, ni hará que el pueblo vuelva a
Egipto
para tener muchos caballos, pues el Eterno te ha dicho: "Jamás volveréis
por ese
camino.”
Tampoco aumentará para sí muchas mujeres, no sea que su corazón se desvíe;
tampoco
aumentará para sí grandes cantidades de plata u oro.” – El rey Shelomó pecó en estas tres áreas:
1. Tuvo muchos caballos e hizo que el pueblo volviera a Egipto,
para comprar
caballos, cf. 1 Reyes 4:26. El Talmud5 dice que sólo puede poseer
los suficientes
para sus carros, cf. 2 Samuel 8:4.
2. Tuvo muchas mujeres que desviaron su corazón, cf. 1 Reyes
11:3-4. Según el
Talmud,6 sólo podía tener 18 mujeres, basado en el texto de 2 Samuel 12:8
donde
El Eterno habla de añadir dos veces más a lo que el rey David ya
tenía. Entonces
tenía seis esposas.
3. Tuvo mucha plata y oro, cf. 1 Rey 10:21, 27. El Talmud7 dice que sólo puede
poseer lo suficiente para adjudicar para su corte.
Por pecar en estas tres áreas, el Eterno le levantó tres enemigos,
cf. 1 Reyes 11:14, 23,
26. Si el rey Shelomó hubiera hecho caso a la Torá, no hubiera caído
en pecado. Todas las caídas de los hombres desde Adam hasta el último hombre,
han sido, son y serán la consecuencia de no haber hecho caso a los mandamientos
del Eterno escritos en la Torá.
Un Midrash8 cuenta que la yud de la palabra yarbé, “aumentará”, se molestó con el rey Shelomó
cuando transgredió estas prohibiciones de la Torá, y voló ante el trono
celestial y se quejó:“Shelomó me desarraigó por transgredir las prohibiciones
de acumular esposas, caballos y riquezas. Ahora ha anulado estas mitsvot,
eventualmente descarte toda la Torá.” El Eterno respondió a la yud: “No temas.
Shelomó y miles como él morirán, pero hasta tú, la más pequeña de las letras,
jamás serás desarraigada”.
Es muy posible que este Midrash haya estado en la mente de nuestro
Maestro cuando pronunció estas palabras ante el pueblo, como están escritas en
Mateo 5:18:
“Porque en verdad os digo que hasta
que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la
letra
más pequeña ni una tilde de la Torá hasta que toda se cumpla.”
17:18-19 “Y sucederá que cuando él se siente
sobre el trono de su reino, escribirá para sí dos copias de esta Torá en un
libro, en presencia de los sacerdotes levitas. La tendrá consigo y la leerá
todos los días de su vida, para que aprenda a temer al Eterno su Eloha,
observando
cuidadosamente todas las palabras de esta Torá y estos estatutos”– La Torá tenía que ser la base del reino. Por
esto el rey tenía que escribir un Sefer Torá para sí y leerlo todos los días. Según Rashí, la
expresión mishné Torá, que aparece en este versículo, significa que el rey
tenía que escribir dos rollos de la Torá, y tener uno en su cámara de tesoro y
otro que entra y sale con él. Los reyes judíos solían tener un Sefer Torá en miniatura que colocaban sobre su brazo
derecho, para que los acompañara constantemente. De este mandamiento se ha legislado que
todo varón judío debe escribir un Sefer Torá, o bien pagar para que un escriba lo haga.
17:20 “para que no se eleve su corazón sobre
sus hermanos y no se desvíe del mandamiento ni a la derecha ni a la izquierda,
a fin de que prolongue sus días en su reino, él y sus hijos, en medio de
Israel.”– Una lectura diaria de la
Torá produce temor del Eterno y humildad de corazón para la observancia
correcta de los mandamientos. ¿Cuál es el antídoto para la falta de temor del
Eterno que tenemos en la sociedad en la que vivimos? La lectura de la Torá
todos los días de la vida.
Tercera aliyá, 18:1-5
18:4 “Le darás las primicias de tu grano,
de tu mosto, de tu aceite y del primer esquileo de tus ovejas.”– La palabra hebrea que ha sido traducida como
“primicias” es reshít,9 que también es la primera palabra de la Torá, cf. Génesis 1:1.
Cuarta aliyá, 18:6-13
18:5 “Porque el Eterno tu Eloha le ha
escogido a él y a sus hijos de entre todas tus tribus, para que esté de pie y
sirva en el nombre del Eterno, para siempre.”– Este texto nos enseña que el servicio sagrado se hace de pie.
18:6 “Y si un levita sale de alguna de tus
ciudades, de cualquier parte de Israel en que resida,y llega con todo el deseo
de su alma al lugar que el Eterno escoja” –
Esta es la actitud que hay que tener para servir al Eterno
correctamente. El que no tiene esa actitud no puede hacerle un servicio
agradable. Ese deseo es como un fuego dentro del alma del siervo del Eterno. El
fuego en los sacrificios produce un olor fragante delante del Eterno. Si no hay
fuego en nuestras almas a la hora de servir al Eterno, no somos agradables.
18:7 “él ministrará en el nombre del Eterno
su Eloha, como todos sus hermanos levitas que están allí delante del Eterno.”– Servir en el Nombre significa tener autorización para hacerlo.
El levita tiene autoridad para servir delante del Eterno, lo mismo que el profeta, cf.
18:19.
18:10-11 “No sea hallado en ti nadie que haga
pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, un
pronosticador, un augur, o hechicero, o encantador, o médium, o espiritista, ni
quien consulte a los muertos”– Según Rashí, adivinar es coger su vara y hacer una pregunta
como: “¿Debo ir o no ir?”, cf. Oseas4:12. Según los sabios, un pronosticador se
refiere a uno que hace trucos de magia. El texto hebreo dice: “que toma los
ojos”, que tiene el mismo significado que “que toma el pelo”, es decir uno que
engaña al público con trucos y artes mágicos. Según Rashí, un augur es uno que
actúa a base de que el pan cayó de su boca o un venado cruzó su camino. Es un
supersticioso. Un hechicero es uno que practica la magia negra. Un encantador
es uno que agrupa reptiles en un lugar para practicar hechicería o adivinación.
Un médium es uno que piensa que el espíritu de un muerto habla por su axila,
mediante nigromancia, o uno que mete un hueso de un animal en la boca y el hueso
habla. Un espiritista es uno que consulta una calavera o una persona muerta, o
va a los cementerios para comunicarse con los espíritus de los muertos. Todos
estos ritos son hechos con espíritus inmundos. (Las palabras españolas que son
utilizadas en la traducción no coinciden necesariamente con la explicación que
se da aquí. Estas explicaciones están hechas a base de las palabras hebreas, no las
españolas.)
18:12 “Porque cualquiera que hace estas
cosas es abominable al Eterno; y por causa de estas abominaciones el Eterno tu
Eloha expulsará a esas naciones de delante de ti.”– Cualquiera que practique el ocultismo se
contamina espiritualmente y luego sicológicamente y físicamente. El que practica
el ocultismo es abominable para el Eterno. La práctica del ocultismo fue la
principal razón por la que las siete naciones fueron destruidas y expulsadas de
la tierra de Kenáan.
Debemos tener cierto conocimiento de las prácticas ocultas para:
1. Detectarlas en la sociedad y en las personas que nos rodean.
2. Saber ayudar a los que desean ser libres de estos poderes
malignos.
3. Protegernos para no ser engañados pensando que esas cosas son
lícitas para
nosotros.
18:13 “Serás intachable delante del Eterno
tu Eloha.”– Esto nos enseña que el
que practica alguna de estas cosas nunca podrá llegar a la perfección
espiritual.
Quinta aliyá, 18:14 –
19:13
18:14 “Porque esas naciones que vas a
desalojar escuchan a los que practican hechicería y a los adivinos, pero a ti el
Eterno tu Eloha no te lo ha permitido.”– El profeta como Moshé es presentado en contraste con los adivinos y
hechiceros de las naciones gentiles. Por un lado hay algo semejante entre estas
prácticas ocultas y el ministerio del Profeta. Pero por otro lado es algo totalmente
diferente. Se parecen en que están operando desde una dimensión sobrenatural,
espiritual. Y se diferencian en que las fuentes de esos poderes o revelaciones
son opuestas. Los adivinos están bajo la influencia de satanás y los malos
espíritus. Los profetas están bajo la influencia del Espíritu del Eterno. Los
falsos profetas se parecen a los verdaderos, pero su fuente de inspiración no
es el Eloha de Yisrael.
18:15 “Un profeta de en medio de ti, de tus
hermanos, como yo, te levantará el Eterno tu
Eloha;
a él oiréis.” – El término español
“profeta”, viene del latín profeta, (de origen griego).” Pro-fethes significa “hablar en vez de”, “ser portavoz de”; “hablar ante
alguien”, “hablar en voz alta”; (en gr. también significa “predecir”). En el griego
clásico significa “predicador”. El término hebreo es naví,10 posiblemente de la raíz acadia nb, que significa “llamar”, “convocar”. La forma
hebrea es pasiva y significa “llamado”, “convocado”. Aquí presentamos unos
puntos que nos muestran cómo es el llamado y el mensaje de los diferentes
profetas que el Eterno levanta:
1. El llamado del naví
a. su origen
I. no humano, cf. Amós 7:15; 2 Pedro 1:20-21
II. divino, cf. Amós 2:11; Jeremías 23:21-22
III. del Espíritu, cf. Números 11:29
b. su autoridad
I. sobre el sacerdote, por ejemplo Moshé
II. sobre el rey, ej. Shemuel, cf. Amós 7:9
III. sobre el pueblo, cf. Isaías 6:9,10
IV. sobre las naciones, cf. Jeremías 1:10
c. su misión
I. práctica
II. oral, es la “boca”, cf. Éxodo 4:16; 7:1; Jeremías 1:9
III. escritural
2. El mensaje del naví
a. el origen del mensaje – una llama divina
I. luz – revelación
II. calor – inspiración
b. la forma del mensaje
I. verbal, cf. Jeremías 23:18b
1. hablado, ej. Moshé, cf. Números 12:8
2. cantado, ej. David
II. visual, cf. Números 12:6; Jeremías 23:18a, ej. Zejariyá
3. vivido
a. representativamente - (acciones simbólicas), ej. Yejezkel
b. personalmente, ej. Yona
c. familiarmente, ej. Hoshea, Yeshayahu
c. el tiempo del mensaje
I. pasado
II. presente
III. futuro
18:18-19 “Un profeta como tú levantaré de entre sus hermanos, y
pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mande. Y
sucederá que a cualquiera que no oiga las palabras que él ha de hablar en mi
nombre, yo mismo le pediré cuenta.”– Los muchos profetas que han surgido en
Israel han cumplido funciones importantes. Todos ellos han cumplido parte de
esta profecía, pero ninguno ha estado a la par de Moshé. Por lo tanto tiene que
haber uno que se asemeja a Moshé en muchas áreas de su vida, para que haya un
cumplimiento pleno de esta escritura. Hay mucha similitud entre Yeshúa y Moshé,
desde su nacimiento hasta su muerte. La vida y ministerio de Moshé constituye
una sombra profética del mismo Mesías. El Mesías sería como Moshé. Vamos a ver
algunas cosas de la vida de Moshé que se asemejan a la del Mesías Yeshúa:
1) Moshé nació en una
situación de peligro y tenía que ser escondido.
En Éxodo 1:22; 2:3b está escrito:
“Entonces Faraón ordenó a todo su
pueblo, diciendo: Todo hijo que nazca lo echaréis al
río...
Entontes puso al niño en ella, y la colocó entre los juncos a la orilla del río.”
Cuando nació el niño, que más adelante llevaría el nombre de
“Moshé”, había una
amenaza de muerte sobre él. El Faraón, rey de Egipto, había
ordenado que todos los niños varones de Israel fueran brutalmente asesinados,
con el fin de que el pueblo hebreo no se multiplicara más sobre la tierra y
para que los egipcios pudieran dominarlos. Por lo tanto, los padres de este niño
hermoso tenían que mantenerle escondido durante varios meses para salvar su
vida.
De la misma manera, cuando el Mesías Yeshúa nació, hubo una
amenaza de muerte sobre él, cf. Mateo 2. El rey Herodes temía que el nuevo rey
de los judíos, que había nacido, llegara a quitarle de su puesto. Por eso mandó
matar a todos los niños de Bet-Lejem. Yeshúa, al igual que Moshé, se salvó “por
los pelos”. Por la mano de Eloha tanto Moshé como Yeshúa fueron salvados como
niños de la mano de los reyes que querían matarlos.
2) El nombre Moshé es
una profecía mesiánica.
En Éxodo 2:10b está escrito:
“Y le puso por nombre Moshé, diciendo: Pues lo he sacado de las
aguas.”
La hija de Faraón puso el nombre “Moshé”11 sobre el niño. Ese nombre
viene de la
palabra mashá,12 que significa: “sacar (del agua)”, “hacer
salir”, “extraer”, “salvar”.
Moshé fue sacado de una muerte segura en el río, cf. Hechos 7:21,
y por eso llegó a ser un cuadro profético del Mesías. Como Moshé fue sacado de
la muerte en el río, el Mesías fue sacado de la muerte, cf. Salmos 18; 69; 88;
Zacarías 3:2.
3) Moshé no se aferró
a su gloria sino se unió a un pueblo esclavizado.
En Éxodo 2:11a está escrito:
“Y aconteció en aquellos días, crecido
ya Moshé, salió a sus hermanos...”
Según he entendido, es posible que Moshé fuera el siguiente rey de
Egipto, puesto que eran los hijos de las hijas de los faraones que llegaron a
ser los sucesores del trono. A pesar de esta posición de gloria y riqueza
mundial, Moshé valoró su identidad hebrea más que todos los privilegios de
Egipto.
En Hebreos 11:24-27 está escrito:
“Por la fe Moshé, cuando era ya grande, rehusó ser llamado hijo de
la hija de Faraón,
escogiendo
antes ser maltratado con el pueblo de Eloha, que gozar de los placeres
temporales
del pecado, considerando como mayores riquezas el oprobio del Mesías que
los
tesoros de Egipto; porque tenía su mirada puesta en la recompensa. Por la fe
salió
de
Egipto sin temer la ira del rey, porque se mantuvo firme como viendo al Invisible.”
De la misma manera como Moshé, Yeshúa cuando fue enviado al pueblo
judío, no reclamó la gloria que HaShem había le había dado desde antes de que
el mundo existiera, cf. Juan 17:5. Cuando había crecido, en lugar de aferrarse
a la posición de gloria que le pertenecía y la semejanza de Eloha que tenía,
cf. Mateo 17:2, se vació de sí mismo y se presentó al mundo como cualquier
hombre, cf. Filipenses 2:6-7.
4) Moshé fue rechazado
por su propio pueblo cuando vino la primera vez.
En Éxodo 2:14a está escrito:
“¿Quién te ha puesto por gobernante y
juez sobre nosotros?”
Esta fue la primera vez que Moshé intentó llegar al corazón de sus
hermanos. Pero no le reconocieron. En esto encontramos un evento profético que
habla de lo que iba a pasar con el Mesías en su primera venida a su pueblo,
Juan 1:11.
Es cierto que miles y miles le recibieron cuando vino. Es cierto
que tres mil le recibieron en el día de shavuot (Pentecostés), cuando cayó
la Ruaj Ha-Kódesh (Espíritu de Santidad). Es cierto que más
adelante la Escritura dice que cinco mil le habían recibido en Yerushalayim. Es
cierto lo que dice Hechos 21:20 que hasta más de 30,000 en Yerushalayim le
habían recibido como el Mesías. Es cierto que los primeros 100,000 creyentes
mesiánicos eran solamente judíos y es cierto que se calcula que cerca del año 100
de la Era común, alrededor de 1,000,000 le habían recibido como el Mesías prometido,
el Mesías ben Yosef. Pero tristemente la mayoría del pueblo de Israel no le recibió
cuando vino, y él fue rechazado por los líderes y jueces de la nación judía,
que eran los suyos. Por esto él les fue quitado durante mucho tiempo para luego
ser presentado otra vez con poder, igual que Moshé, como dice también el
Midrash:13
“El redentor futuro será como el primer redentor (Moshé). Al igual
que el primer redentor se reveló y luego se escondió de ellos… así redentor
futuro se revelará a ellos, y luego se esconderá de ellos."
5) Moshé volvió a
Israel después de mucho tiempo.
En Éxodo 2:23a está escrito:
“Y aconteció que pasado mucho tiempo...”
Aunque Moshé estuvo lejos de su pueblo durante mucho tiempo, su
corazón estaba con ellos. Y a pesar de que pudo tener una familia propia, nunca
se sentía integrado en el pueblo y la cultura de su suegro Yitró. El primer
hijo que tuvo con su esposa Tsiporá fue llamado Guer-shom, que significa
“extranjero allí”. Moshé nunca se sentía como en casa con su suegro. Su corazón
estaba con los israelitas en Egipto. Después de cuarenta años Moshé fue enviado
de vuelta a Egipto para enfrentar al Faraón y sacar a los hijos de Israel de su
poder.
De la misma manera el Mesías va a volver, después de mucho tiempo,
a Israel con la autoridad del Eterno para liberar definitivamente a los hijos
de Israel de la opresión del sistema del Nuevo Orden Mundial.
6) Moshé fue enviado
para enfrentarse directamente con el Faraón y destruir su poder mágico.
En Éxodo 3:10a está escrito:
“Ahora pues, ven y te enviaré al
Faraón...”
El poder mágico de Egipto tenía el pueblo hebreo bajo esclavitud.
La única forma de liberar al pueblo era desafiar a los poderes de los dioses
falsos de Egipto. También el Faraón era adorado como un dios. Los dioses
egipcios habían sido creados con el fin de manipular al pueblo por medio de
ellos. Los magos que había en Egipto conocían los poderes mágicos de los
demonios. Moshé fue enviado para desafiar todo ese poder demoníaco que estaba
dominando el sistema mundial político de aquel entonces.
De la misma manera el Mesías vino al mundo para deshacer las obras
de satanás, como está escrito en 1 Juan 3:8b:
“El Hijo de Eloha se manifestó con este propósito: para destruir
las obras de satanás.” (LBLA revisada)
Cuando Yeshúa murió, en la misma noche que el cordero pascual fue
comido por el pueblo de Israel, el poder de satanás fue destruido para siempre,
como está escrito en Hebreos 2:14-17a:
“Así que, por cuanto los hijos
participan de carne y sangre, El igualmente participó también de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenía el poder de la muerte, es
decir, satanás; y librar a los que por el temor a
la muerte, estaban sujetos a esclavitud durante toda la vida. Porque
ciertamente no toma a los ángeles, sino que toma a la descendencia de Avraham.
Por tanto, tenía que ser semejante a sus hermanos en todo…
7) Moshé fue enviado
para liberar al pueblo de la esclavitud bajo el Faraón en
Egipto.
En Éxodo 3:10b está escrito:
“Para que saques a mi pueblo, los hijos de Israel, de Egipto.”
El Faraón simboliza a satanás. Egipto simboliza el mundo, y la
esclavitud de nuestros padres simboliza la esclavitud de los seres humanos bajo
el poder del pecado que mora en ellos.
Como Moshé fue enviado para liberar al pueblo de Israel del poder
del Faraón, así el Mesías vino para liberarnos del poder de satanás.
Como Moshé fue enviado para liberar al pueblo de Israel de la
tierra de Egipto, así el Mesías vino para liberar a los hijos de Avraham del
sistema de este mundo.
Como Moshé fue enviado para liberar al pueblo de Israel de la
esclavitud, así el Mesías vino para liberarnos de la esclavitud del pecado, como
está escrito en la carta a los Romanos 6:5-7:
“Porque si hemos sido unidos a él en
la semejanza de su muerte, ciertamente lo seremos también en la semejanza de su
resurrección, sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue colgado en un madero
con él, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado; porque el que ha muerto, ha sido libertado del pecado.” (
8) Moshé reveló el
Nombre santo al pueblo.
En Éxodo 3:16a está escrito:
“Ve y reúne a los ancianos de Israel,
y diles: el Eterno..”
Cuando Moshé recibió el llamado de ir al pueblo de sus padres,
quiso saber el Nombre de su Eloha. Los hijos de Israel conocían el Nombre del
Santo, bendito es, y al venir Moshé pronunciando su Nombre delante de ellos, reconocieron
que verdaderamente había conocido el Eloha de Avraham, Yitsjak y Yaakov. Moshé
fue encomendado pronunciar el Nombre delante del pueblo, según está escrito en
Shemot 3:15:
“Dijo además Eloha a Moshé: Así dirás a los hijos de Israel: "El Etern, el Eloha de
vuestros
padres, el Eloha de Avraham, el Eloha de Yitsjak y el Eloha de Yaakov, me ha
enviado
a vosotros.” Este es mi nombre para siempre, y con él se hará memoria de mí
de
generación en generación.”
Moshé fue ordenado pronunciar el Nombre delante de los hijos de
Israel. Fue enviado para que ellos conocieran verdaderamente el significado de
ese nombre, un significado maravilloso de liberación de la esclavitud, de
redención y de salvación.
De la misma manera vino Yeshúa en el Nombre del Eterno, como está
escrito en Juan 12:13 (cf. Salmo 118:25-26):
“¡Hoshiana! (sálvanos por favor) Bendito el que viene en el NOMBRE del
Eterno el Rey de Israel.”
Si Yeshúa hubiera sido el Eterno, estaría escrito: “Bendito el
Eterno, que viene”. Pero no lo dice. No es lo mismo ser el Eterno que venir en el
Nombre del Eterno. Yeshúa no vino en su propio nombre, sino en el Nombre de su
Padre, cf. Juan 5:43. Vino para dar a conocer el Nombre, como está escrito en
Juan 17:6a, 26:
“He manifestado tu Nombre a los
hombres que del mundo me diste... Yo les he dado a conocer tu Nombre, y lo daré
a conocer, para que el amor con que me amaste esté en ellos y yo en ellos.”
Como Moshé vino a dar a conocer el Nombre del Eloha de Israel, así
el Mesías Yeshúa vino para dar a conocer el nombre de Su Padre a Israel.
9) Moshé hizo milagros
extraordinarios.
En Éxodo 4:5a está escrito:
“Por esto creerán que se te ha
aparecido el Eterno...”
Moshé fue enviado para hacer milagros extraordinarios. No hemos
visto ningún hombre en la tierra, hasta venir el Mesías Yeshúa, que haya podido
hacer milagros tan grandes como los que hizo Moshé. Hay rabinos que dicen que
Yirmeyahu (Jeremías) es el profeta prometido, que fue levantado como Moshé,
porque como a Moshé, el Eterno también le dijo a Yirmeyahu que Sus palabras
fueron puestas en su boca, cf. Jeremías 1:9. Es cierto que Yirmeyahu hablaba la
Palabra del Eterno, pero no hizo los milagros que hizo Moshé. Por lo tanto él
no podía haber sido el profeta que el Eterno levantaría como Moshé.
No cabe duda de que los milagros hechos por el Mesías Yeshúa,
documentados en los cuatro libros llamados Evangelios, constituyen una
evidencia de que él es el cumplimiento de la promesa de un profeta como Moshé, con
la autoridad del Padre para hacer toda clase de milagros extraordinarios, entre
ellos abrir los ojos de los ciegos, limpiar a los leprosos, restaurar a los
paralíticos, expulsar a los demonios y levantar a los muertos.
En Juan 15:24 está escrito:
“Si yo no hubiera hecho entre ellos
las obras que ningún otro ha hecho, no tendrían
pecado;
pero ahora las han visto, y me han odiado a mí y también a mi Padre.”
Como Moshé fue enviado a hacer milagros extraordinarios para
enfrentar al maligno y liberar al pueblo, así el Mesías Yeshúa vino con todo el
poder del cielo para destruir las obras de satanás y liberar al pueblo de
Israel y al mundo entero, de las consecuencias de la esclavitud del pecado.
10) Moshé habló las
palabras del Eterno.
En Éxodo 4:12b está escrito:
“Yo estaré con tu boca, y te enseñaré
lo que has de hablar”
Moshé fue el profeta número uno de Israel. No hay ninguno que haya
escrito tantas palabras del Eterno como él. Mediante su ministerio nos ha
llegado la revelación de la Torá de una forma maravillosa. Y por medio de su vida
el Mesías nos dio la máxima revelación de la Torá de Eloha, como está escrito
en Mateo 5:17-18:
“No penséis que he venido para abolir
la Torá o los profetas; no he venido para abolir,
sino
para cumplir. Porque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la
tierra, no
se
perderá ni la letra más pequeña ni una tilde de la Torá, hasta que toda se
cumpla.”
La palabra “Torá” se refiere en este contexto a los cinco libros
de Moshé. El Mesías no vino para anular nada de los escritos de Moshé, sino al
contrario, confirmarlos y vivirlos de una manera perfecta. La palabra “cumplir”
en este contexto se refiere a un término rabínico que tiene que ver con una
aplicación correcta de los mandamientos. Cumplir no significa de ninguna manera
terminar o acabar, sino llevar a su máxima aplicación práctica en la vida
diaria.
Como Moshé vino como profeta para darnos la Torá, así vino el Hijo
el Mashuaj de Eloha como el profeta
prometido para hablarnos definitivamente lo que había en el corazón del Padre cuando
la Torá fue dada, como está escrito en Hebreos 1:1-2:
“Eloha, habiendo hablado hace mucho
tiempo, en muchas ocasiones y de muchas
maneras
a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por su
Hijo,
a
quién constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también
el
universo.”
11) Moshé es llamado
Eloha
En Éxodo 4:16b está escrito:
”Tú serás Eloha para él” (Traducción propia)
Moshé es llamado Elohim en las Escrituras. Es exactamente la misma
palabra que es usada para el Creador en Génesis 1:1. Elohim es la palabra más
frecuente en las Escrituras para “Dios” y es usada principalmente para el
Creador, pero también para los ángeles. En un par de ocasiones es usada para
hombres, en Éxodo 4:16; 7:1 (Moshé), y en Éxodo 22:8-9, donde ha sido traducida
como "jueces", refiriéndose a los jueces de Israel. El título Dios
tiene que ver con poder, autoridad y juicio, y en este caso vemos que el Padre
delega su autoridad tanto a los ángeles como a los hombres. De esta manera
Moshé es llamado “Eloha”, por la autoridad delegada que recibió. En Éxodo 7:1
está escrito:
“Yo te he hecho Dios (Elohim) para
Faraón”
Como Moshé ha recibido la autoridad delegada de funcionar en lugar
de Eloha en la tierra, así el Yeshúa ha recibido el derecho de ser llamado Elohim
como está escrito en Juan 1:1: “Y el
Verbo era Eloha (juez supremo)”
En Filipenses 2:9 está escrito:
“Eloha también le exaltó hasta lo
sumo, y le confirió el Nombre que es sobre todo nombre"
Yeshúa ha recibido un nombre que es sobre todo nombre. Esto
significa, obviamente, que él no lo tenía antes, y que no lo tiene en sí mismo.
En Hebreos 1:8a está escrito:
“Pero del Hijo dice: Tu trono, oh
Elohim , es por los siglos de los siglos...”
Hay muchas más áreas de la vida de Moshé que podríamos sacar como
sombras del Mesías, pero vamos a parar aquí recordando las palabras de Yeshúa
en Juan 5:39, 46 donde dice:
“Examináis las Escrituras, porque
vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y
ellas
son las que dan testimonio de mí... Porque si creyerais a Moshé, me creeríais
a
mí, porque de mí escribió él.”
18:20 “Pero el profeta que hable con
presunción en mi nombre una palabra que yo no le haya mandado hablar, o que
hable en el nombre de otros dioses, ese profeta morirá.”
– Si una persona pretende profetizar y, en ese afán o arrebato
emocional, diga una sola palabra que el Eterno no haya dicho, es reo de muerte.
La gravedad de este pecado es comparable a un asesinato, idolatría, adulterio y
blasfemia. La profecía no es para jugar, ni para manipular ni para crear un
ambiente espiritual en las reuniones. Es fácil mezclar emocionalismo con
inspiración divina. Necesitamos el don de discernimiento de espíritus para
saber de dónde viene la inspiración de las profecías que se pronuncian.
Los sabios de Israel no han podido establecer un criterio sólido
por medio del cual se pueda evaluar una profecía en el momento que es
pronunciada, si es verdadera o falsa.
La falsa profecía puede sonar igual que la verdadera. A veces sólo
puede ser evaluada por la intuición de otro profeta.
Rashí menciona tres tipos de personas que deben ser ejecutados por
manos de los hombres: el que profetiza lo que no escuchó de Eloha, el que
profetiza lo que no fue dicho a él, sino a su colega y el que profetiza en
nombre de ídolos. Pero el que suprime su profecía, el que viola las palabras de
un profeta o el que viola sus propias palabras proféticas, morirá por mano del
Cielo, como se declara: “Yo mismo lo reclamaré de él.”, cf. v. 19.
18:21-22 “Y si dices en tu corazón: "¿Cómo
conoceremos la palabra que el Eterno no ha hablado?" Cuando un profeta
hable en el nombre del Eterno, si la cosa no acontece ni se cumple, ésa es
palabra que el Eterno no ha hablado; con arrogancia la ha hablado el profeta;
no tendrás temor de él.”– La Torá advierte que si
las palabras proféticas no se cumplen, son falsas. Esto es válido sólo para
palabras que hablen del futuro o pretenden revelar secretos. El tiempo mostrará
si esas palabras fueron falsas o verdaderas, cf. Jeremías 28. Las falsas
profecías, por muy bonitas que sean, producen que el pueblo confíe en la
mentira y se revele contra el plan del Eterno. Son contaminadas por un espíritu
de mentira. Además, hay profecías dadas por espíritus malignos que dicen la
verdad, pero son transmitidas con otro espíritu. Tenemos un ejemplo en Hechos
16:16ss.
_____
19:8-9 “Y si el Eterno tu Eloha ensancha tu
territorio… entonces te añadirás tres ciudades más, además de estas tres.”– Según Rashí, aquí se refiere a los territorios del keneo, kenizeo y el
kadmoneo, cf. Génesis 15:19, que luego fueron Amón, Edom y Moav. Por lo tanto, cuando
esta palabra se cumpla, habrá en total nueve ciudades derefugio.
Sexta aliyá, 19:14 –
20:9
19:14 “No moverás los linderos de tu
prójimo, fijados por los antepasados, en la herencia que recibirás en la tierra
que el Eterno tu Eloha te da en posesión.” – Esto se refiere a los linderos que fueron puestos en la tierra de Israel
durante su reparto entre las
diferentes tribus y familias, después de la conquista. Todavía hoy
en día se puede ver esos linderos en las montañas de Yehudá en las afueras de
Yerushalayim.
Esas piedras, que forman fronteras entre las herencias repartidas
por Yehoshúa, han estado allí más de 3000 años.
19:18-20 “Y los jueces investigarán
minuciosamente; y si el testigo es un testigo falso y ha
acusado
a su hermano falsamente, entonces le haréis a él lo que él intentaba hacer a su
hermano.
Así quitarás el mal de en medio de ti. Los demás oirán y temerán, y nunca
más
volverán a hacer una maldad semejante en medio de ti.” – Vemos aquí la gravedad del falso testimonio y la mentira. La
intención de la persona quetestifica falsamente es vista en el cielo como un
crimen y tienen que ser juzgada para que el pueblo tema y no vuelvan a hacer
una maldad semejante.
20:2 “Y sucederá que cuando os acerquéis a
la batalla, el sacerdote se llegará y hablará al
pueblo” Las guerras en Israel son de carácter
espiritual. Si hay falta de confianza en el Eterno entre los soldados del
ejército, no podrán hacer frente a sus
enemigos. Por eso el sacerdote tiene un papel importante para
animar y edificar la fe de los soldados.
20:5 “Y los oficiales hablarán al pueblo,
diciendo: "¿Quién es el hombre que ha edificado unacasa nueva y no la ha
estrenado? Que salga y regrese a su casa, no sea que muera en la
batalla
y otro la estrene.” – Los oficiales tienen aquí
la función de tratar casos de carácter social. Las tres cosas mencionadas, una
casa, una viña y una
esposa, representan los momentos más felices de la vida natural
del hombre. Para que un soldado israelita no pierda la oportunidad de disfrutar
de estos momentos, no podrá hacer cierto servicio militar mientras esté
involucrado en uno de ellos.
Estas tres cosas aparecen aquí en el orden natural. Primero el
hombre debe tener casa y trabajo, y luego es apto para casarse. Cuando el
hombre fue creado, el Eterno le dio primero
una casa, el huerto, luego un trabajo, la jardinería y después una mujer. Si vienen
maldiciones sobre una persona, primero es tocada la relación con la mujer,
luego la casa y finalmente la vida laboral, cf. Deuteronomio 28:30. Maimónides
dice en su libro Mishné Torá:
“Es costumbre de personas sensatas que el hombre asegure primero
un trabajo que lo alimente, luego construya una casa y finalmente despose a una
mujer, como está dicho: “haber plantado una viña, construido una casa y luego
desposado a una mujer”.
La novia es presentada en las Escrituras con estos tres términos,
casa, viña y mujer.
20:8 “Entonces los oficiales hablarán otra
vez al pueblo, y dirán: "¿Quién es hombre medroso y de corazón apocado?
Que salga y regrese a su casa para que no haga desfallecer l corazón de sus hermanos como el corazón
suyo.””– Las guerras de Israel son guerras de fe en
el Eterno, y la fe no cabe en una persona que tiene miedo. El temor es lo contrario a la
confianza. Por eso los miedosos no podían ser parte del
ejército de Israel para que
su incredulidad no dañara la fe de sus compañeros.
20:9 “Y sucederá que cuando los oficiales
acaben de hablar al pueblo, nombrarán capitanes de tropas a la cabeza del
pueblo.”– Los capitanes son los
dirigentes de
la guerra. El sacerdote, v. 2, representa la vida religiosa, los
oficiales, v. 5, representan la vida social, y los capitanes representan la
defensa.
Hay tres tipos de guerras en Israel:14
1. La guerra de mitsvá – contra las siete naciones
y Amalek, ordenada por el Eterno.
2. La guerra de defensa nacional – contra los enemigos que vienen
a atacar.
3. La guerra ha-reshut – contra otras naciones para ensanchar el territorio de Israel.
La última tenía que tener el consentimiento del Gran Sanedrín,
mientras que las
primeras dos podían ser iniciadas por el rey.
Séptima aliyá 20:10 –
21:9
20:18 “para que ellos no os enseñen a imitar
todas las abominaciones que ellos han hecho
con
sus dioses y no pequéis contra el Eterno vuestro Eloha – Esta
es razón por la que había que destruir las siete naciones de la tierra. Su
idolatría había llegado a tal nivel de contaminación que era necesario tomar
estas medidas tan radicales
para erradicarlas de entre los hombres. La razón de estas guerras
no es el odio, ni el racismo ni el celo religioso, sino la misma supervivencia
del pueblo de Israel y las demás naciones.
21:1 “Si en la tierra que el Eterno tu
Eloha te da para que la poseas, fuera encontrado alguien asesinado, tendido en
el campo, y no se sabe quién lo mató”– Aquí
vemos la importancia que el Eterno da al derramamiento de sangre
inocente. Un
asesinato es algo muy grave. La noticia de la muerte de una sola persona,
de forma violenta, debe estremecer nuestras almas. El proceso judicial para
este tipo de caso, es ordenado para que esa sangre no traiga maldición sobre la
tierra y el pueblo. Si hay algo que trae maldición sobre un pueblo y sobre una
tierra, es el derramamiento de sangre inocente. Para el Eterno es muy grave, y
por lo tanto, también lo es para nosotros.
21:2 “entonces tus ancianos y tus jueces
irán y medirán la distancia a las ciudades que están alrededor del muerto.”– Según Rashí, aquí la expresión “tus ancianos”
se
refiere al Gran Sanedrín en Yerushalayim.
21:8 “"Perdona a tu pueblo Israel, al
cual has redimido, oh Eterno, y no imputes la sangre
inocente
a tu pueblo Israel.” Y la culpa de la sangre les será perdonada.”– Esto nos enseña que existe una culpa
colectiva. Aquí se está pidiendo perdón por el pecado colectivo del pueblo cuando
una persona ha cometido este crimen terrible. Los ancianos y los levitas representan
al pueblo entero y, como tal, pueden pedir perdón por este pecado en nombre del
pueblo, para que no vengan las
consecuencias de este pecado sobre todos. La culpa es perdonada,
cuando no se sabe quién es el causante de la muerte, al hacer una declaración
de reconocimiento del crimen y de inocencia de los líderes, junto con el
sacrificio de una novilla joven que es matada en un lugar que no ha sido
sembrado o trabajado por el hombre. El animal inocente tiene que morir en lugar
del culpable para que el Eterno no derrame la ira sobre la nación.
En Génesis 9:5 está escrito:
“Y ciertamente pediré cuenta de la
sangre de vuestras vidas; de todo animal la
demandaré.
Y de todo hombre, del hermano de todo hombre demandaré la vida del
hombre.”
Los animales pueden representar a los hombres y morir en lugar de
ellos para que haya perdón. Pero estos animales no pueden sustituir
verdaderamente a los hombres, son sólo sombras del “hermano de todo hombre” que tenía que morir en lugar de nosotros para que hubiera eterno
perdón de los pecados.
¡Bendito sea el Eterno por ese hermano!
¡SHABAT SHALOM!
Dr K Blad, Nueva edición
Adaptada por: HOSHEA BEN YISRAEL
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