viernes, 4 de septiembre de 2015

Parashá 50 Ki Tavó

  Parashá 50 Ki Tavó
Deuteronomio 26:1 – 29:9(8)
Para ser leída y estudiada en el Shabat del 21 de Elul de 5.775
Septiembre 5 de 2.015

Aliyás de la Torá:
  1. 26:1-19
  2. 27:1-10
  3. 27:11-26
  4. 28:1-14
  5. 28:15-57
  6. 28:58 – 29:1 (28:69 heb.)
  7. 29:2 (1 heb.) - 29:9 (8 heb.)
  8. Maftir: 29:7(6) - 9 (8)
 Haftará: Isaías 60:1-22
BRIT HADASHA: Revelación 15:1 – 16:21
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Ki Tavó
Significa “cuando llegues”.

     .RESUMEN DE LA PARASHÁ KI TAVÓ


Ahora que estaban a punto de entrar en la Tierra Prometida, Moshé consideró su deber enfatizar más aún, las consecuencias que traería su conducta futura...
Luego los Leviím mencionaron las consecuencias que acaecerían sobre quienes:

a ) Practicaran la idolatría;

b )
 Deshonraran a los padres;

c ) Corrieran una línea divisoria del vecino;

d ) Extraviaran a los ciegos;

e ) Actuaran injustamente con el extranjero, el huérfano y la viuda;

f )
 Actuaran en forma inmoral;
g ) Asesinaran a alguien ocultamente;

h ) Recibieran soborno por levantar falso testimonio en una causa que implica la pena capital;

i ) No observaran los mandamientos en general.

Ahora que estaban a punto de entrar en la Tierra Prometida, Moshé consideró su deber enfatizar más aún, las consecuencias que traería su conducta futura. Si los hijos de Israel observaban los mandamientos de ELOHA, recibirían numerosas bendiciones.

Temas de la Parasha

La parasha habla sobre los siguientes temas:
Primera aliya (26:1-11)
Se enumeran las leyes relacionadas a las primicias –Bikurim y el diezmo

Segunda aliya(26:12-15) 
Habla de la bendición por  hacer la voluntad de YHVH guardando sus mandamientos.

Tercera aliya:(26:15-19)
Esta aliyá trata sobre las maldiciones. La construcción de un altar de piedra para YHVH

Cuarta aliya(27:1-10).
Trata sobre las bendiciones  

Quinta aliya(27:11-28:6)
Se mencionan las maldiciones que se recibirán los hijos de Yisrae si no hacen la voluntad de YHVH, así mismo se describen las bendiciones por estar en cumplimiento de los mandamientos de YHVH.

Sexta aliya(28:7-69)
Establece el mal que recaerá sobre el pueblo por las transgresiones

Séptima alía:(29:1-8)
Esta alía se menciona que YHVH guiará al pueblo durante cuarenta años en el desierto.

La vida en el Shtetl (pueblito) no era fácil para Shloime. Su familia estaba creciendo, Gracias a ELOHA, y su tienda ya no daba como para poder cubrir los gastos.
Junto a su esposa decidió intentar su suerte en la gran ciudad de Moscú. Contrató un caballo y carreta y junto a su ayudante, Zimri, se dirigieron a la Gran Ciudad.
Luego de unas semanas de viaje llegaron a su destino y Shloime, que no tenía un hueso perezoso en su cuerpo, se puso a trabajar.
Sus esfuerzos le rindieron dos resultados. Pudo generarse una buena suma de dinero y a la vez se generó un infarto, ELOHA libre y guarde. Sintió que le quedaba poca vida y llamó a su ayudante para darle las siguientes instrucciones: He  aquí 100.000 rublos. Siento que me queda poca vida y no voy a llegar a ver a mi familia. Toma de este dinero lo que quieres y dale a mi esposa lo que quieres. Efectivamente, pocos días después falleció.
Zimri se ocupó del entierro de su afinado patrón y salió en camino, rumbo al Shtetl.
Fue directamente a la casa de la viuda. “Tu esposo dejó un dinero conmigo para ti,” dijo, y le entregó un sobre con el dinero.
Al abrir el sobre la mujer se encontró con la suma de 5.000 rublos. “Pero, no entiendo,” dijo. “¡Mi esposo me había dicho que me enviaba 100.000 rublos! ¿Dónde está el resto?”
¡No puede ser!” insistió la mujer. “Mi esposo no era ni malo ni estúpido. Pasó años lejos de familia para poder trabajar para mantenernos. Nunca hubiese dicho semejante barbaridad. Vamos al Rabino para aclarar el tema, finalizó.”
El hombre accedió y fueron al Rabino para que les ayudara a resolver el tema.
Luego de que cada uno planteara su punto de vista el Rabino miró a la mujer con una gran sonrisa. “Tu esposo era un hombre bueno e inteligente,” dijo. “También fue lo suficientemente inteligente como para darse cuenta con quien estaba tratando.”
Mirándole a Zimri, le dijo: “Se ve que no entendiste muy bien lo que el marido de esta señora te había dicho. Repíteme otra vez, por favor, lo que el Sr. Shloime te dijo.”
“El Sr. Shloime, antes de fallecer, me dijo: ‘Aquí tienes 100.000 rublos. Toma lo que quieres y dale a mi esposa lo que quieres.’”
“Más claro, imposible,” dijo el Rabino. “Entonces, dale a esta señora 95.000 rublos que es lo que tú quieres.”
La lectura bíblica de esta semana, Ki Tavó1 , abre con el precepto de Bikurim, o sea, las Primicias.
El precepto, en resumen, consiste en lo siguiente. Una vez que el pueblo escigido entrara a la Tierra de Israel, tenía que llevar cada uno las primeras de sus frutas en madurarse y entregarlas a ELOHA.
Al entregar las frutas a los Kohanim, quienes las recibían en representación del Eterno, uno tenía que declarar su agradecimiento a ELOHA por el éxito de la cosecha.
¿Cuál es el sentido de este precepto? ¿Acaso ELOHA necesita que le entreguen frutas? ¿Será que sufre de colesterol alto?
Nuestros sabios explican que la esencia del precepto es enseñarnos el valor del agradecimiento y el reconocimiento. Cuando uno trabaja y se esfuerza en un proyecto, lo que más anhela es disfrutar de los resultados. Dará a ELOHA un porcentaje como manera de agradecerle Su bendición. Pero hay dos maneras de dar: 1) dar lo que uno quiere; 2) dar lo que uno quiere. O sea: 1) dar lo que uno quiere dar, o 2) dar lo que uno quiere para sí mismo. El destinar las primicias, los primeros resultados, a ELOHA es darle  lo que uno quiere para sí mismo; es la manera óptima y más correcta de expresar nuestro agradecimiento. Después de todo, el verdadero dueño es El. Somos nada más que administradores (temporales).
Tercera aliyá, 27:11-26
27:12 “Cuando pases el Jardén, éstos estarán sobre el monte Guerizim para bendecir al pueblo: Shimón, Leví, Yehudá, Yisajar, Yosef y Binyamín.” – Según el Talmud,[8] seis tribus subieron a la cima de cada montaña. Los sacerdotes y los levitas se quedaban en el centro, entre las dos montañas, alrededor del arca, y pronunciaban las bendiciones mirando hacia Guerizim y luego las maldiciones que aparecen en la Torá mirando hacia Eival. La primera bendición sería “Bendito el hombre que no haga ídolo…” y así sucesivamente. Después de cada bendición las seis tribus contestaban: “Amén”, y lo mismo hicieron las otras seis tribus después de cada maldición
Es interesante notar que Shimón fue puesto en el monte Guerizim para bendecir, cuando su ira había sido maldecida por su padre, cf. Génesis 49:7. El mismo no había sido maldecido, sino sólo su ira. El hecho de colocarle para bendecir fue para que él pudiera hacer tikún, rectificación.
Guerizim tiene una altura de 880 m.s.m. Eival tiene una altura de 940 m.s.m. El monte de maldición es más alto que el de bendición. En la Torá hay más maldiciones que bendiciones. La Torá tenía que ser escrita sobre el Eival, el monte de las maldiciones, no Guerizim. Esto nos indica que la Torá trajo maldición para Israel y las naciones, por causa del pecado que hay en nosotros. La Torá revela y condena el pecado y enseña el camino a la reconciliación. De esta manera el pecador podrá arrepentirse y volverse al Eterno y pedir ayuda. Por medio del Mesías podrá convertirse en una nueva criatura. La Torá prepara el camino para que el pecador pueda apropiarse de la gracia que ha sido dada en el Mesías Yeshúa, como está escrito en Gálatas 3:24:
De manera que la Torá ha venido a ser nuestro ayo para conducirnos al Mesías, a fin de que seamos justificados por la fe.
El pecado en nosotros se aprovechó de los mandamientos para causar muerte en nosotros. Por eso el ministerio de Moshé es llamado “ministerio de muerte” y “ministerio de condenación”, no porque la Torá sea mala, sino porque el hombre es pecador.
En 2 Corintios 3:7-9 está escrito: Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, de tal manera que los hijos de Israel no podían fijar la vista en el rostro de Moshé por causa de la gloria de su rostro, que se desvanecía, ¿cómo no será aún con más gloria el ministerio del Espíritu? Porque si el ministerio de condenación tiene gloria, mucho más abunda en gloria el ministerio de justicia.
Estas palabras no son para descalificar el ministerio de Moshé, sino para mostrar los efectos reales de la entrega de la Torá, por causa del pecado en el hombre. La Torá no es mala, pero el pecado sí es malo. El pecado dentro del hombre se aprovecha de la Torá para causar muerte en el hombre, cf. Romanos 7:7-14. Cuando el hombre de esta manera descubre su necesidad de gracia y vida, podrá obtener los beneficios de la obra del Mesías y tener una relación diferente con la Torá. En lugar de despertar el pecado, ahora los mandamientos son una descripción de la naturaleza nueva que hemos recibido en el Mesías, que cumple los mandamientos con gozo, cf. Romanos 6:17-18; 8:4. En el Mesías no hemos sido liberados de la Torá, sino, solamente de la función condenatoria de la Torá.
27:15 “Maldito el hombre que haga ídolo o imagen de fundición, abominación a ELOHA, obra de las manos del artífice, y la erige en secreto. Y todo el pueblo responderá, y dirá: "Amén."” – Todas estas maldiciones son activadas sobre pecados cometidos en secreto. El hecho de que pueblo tuviera que decir amén producía una protección contra este tipo de pecados. Por temor a la maldición uno se guarda de hacer estas cosas en secreto.
En Deuteronomio 29:29a está escrito:
Las cosas secretas pertenecen al ETERNO nuestro  ELOHA   , mas las cosas reveladas nos pertenecen a nosotros
Los pecados cometidos en secreto son juzgados directamente por ELOHA mediante la maldición que alcanza al que comete esos pecados. Pero los pecados abiertos tienen que ser juzgados por los jueces del pueblo. Los jueces no tienen el derecho de juzgar sobre pecados cometidos en secreto, al no tener evidencias. Pero cuando hay evidencias tienen que condenar al culpable para que la maldición no venga sobre ellos y sobre el pueblo.
27:16 “Maldito el que desprecie a su padre o a su madre. Y todo el pueblo dirá: "Amén."” – El desprecio es algo interno que no siempre se puede ver por fuera.
27:18 “Maldito el que haga errar al ciego en el camino. Y todo el pueblo dirá: "Amén."” – Esto también implica dar un consejo engañoso a un ignorante.
27:24 “Maldito el que hiera a su vecino secretamente." Y todo el pueblo dirá: "Amén."” – Una forma de dañar al vecino en secreto es hablar mal de él, lashón hará.
27:26 “Maldito el que no confirme las palabras de esta ley, poniéndolas por obra. Y todo el pueblo dirá: "Amén."” – Aquí se trata de una actitud de “confirmar” o “mantener” las palabras de la Torá en el corazón. El que dentro de su corazón dice que alguno de los mandamientos no es válido, será maldecido. En contraste, el que los sostiene en su corazón, será bendecido. Por eso dice la Escritura en Romanos 8:3-4:
Pues lo que la Torah no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne, Eloah lo hizo: enviando a su propio Hijo (palabra) en semejanza de carne (hombre) de pecado y como ofrenda por el pecado, condenó al pecado en la carne, para que el requisito de la Torah se cumpliera en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
El requisito de la Torá es cumplido en nosotros. No dice por nosotros, sino en nosotros. Es una cosa secreta, una actitud, una voluntad, una disposición. El Mesías vino para que pudiéramos tener una actitud correcta hacia todos los mandamientos, por medio de la llenura del Espíritu. Un espíritu que lleva a la persona a rechazar los mandamientos de la Torá no viene del Eterno, no es el Espíritu del Mesías, sino el espíritu del anti mesías, cf. 1 Juan 4:3; 2 Timoteo 2:7; Daniel 7:25.
En Gálatas 3:10 está escrito:
Porque todos los que son de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: MALDITO TODO EL QUE NO PERMANECE EN TODAS LAS COSAS ESCRITAS EN EL LIBRO DE LA TORÁ, PARA HACERLAS.
Esta cita de Deuteronomio 27:26 se usa para hablar del resultado de una manera equivocada de relacionarse con la Torá, usándola como un medio de auto justificación. Esto es llamad “obras de la ley”, que es un término teológico que significa “legalismo”. Si se usa la Torá de esa manera no se produce otra cosa que la maldición porque sin fe, en su propio poder, es imposible cumplir los mandamientos de manera correcta y la desobediencia trae maldición. Es decir, si uno piensa que puede lograr la salvación por medio de cumplir los mandamientos legalisticamente, mecánicamente, será objeto de maldición, puesto que no es capaz de hacerlo en sus propias fuerzas. Necesita  Poder y la gracia de ELOHA para poder obtener el perdón por las equivocaciones. La expresión “obras de la ley” no significa obediencia a la Torá, sino una manera equivocada de cumplir los mandamientos para conseguir méritos y así ganarse la aprobación y salvación mediante una balanza donde las buenas obras pesan más que las malas. Esa manera de pensar es engañosa. La salvación no se obtiene por medio de méritos.
Si quebrantas uno de los mandamientos ya estás bajo maldición, y no puedes superar esa maldición por medio de hacer una buena obra o dar dinero a los pobres. Es como una persona que asesina a su vecino. El día siguiente da todos sus bienes a la viuda del asesinado, pensando que eso le va a quitar la culpa por lo que hizo. Esto es falso. La culpa no se elimina por medio de las buenas obras. Tiene que haber justicia, una condena y un arreglo de cuentas.
La única forma de ser libre de la condena de tu pecado es que alguien entre en tu lugar. En el sistema de sacrificios que aparece en Vayikrá (Levítico), vemos como los animales inocentes tenían que cargar la culpa del hombre y, de esa manera, el Eterno, en su gran misericordia, regaló el perdón al pueblo arrepentido.
Sin embargo, los animales no pueden sustituir al hombre. Todos son sombras del verdadero sacrificio hecho una vez por todas, como medio de sustituto para que nosotros podamos ser perdonados sobre una base jurídicamente justa. ELOHA es justo cuando nos perdona por causa de la muerte del Mesías Yeshúa.
Los que recibieron perdón por sus pecados mediante los sacrificios en el templo, lo hicieron a base de los méritos del sacrificio del Mesías, reflejado en los sacrificios del  templo. Sin el sacrificio del Mesías, los sacrificios del templo no tendrían valor, c.f. Romanos 3:25-26.
Si una persona intenta recompensar sus malas acciones mediante buenas obras, aunque sean conforme a la Torá, no logrará quitarse la maldición causada por su desobediencia aunque sea a uno solo de los mandamientos. Él necesita recurrir al Eterno para obtener el perdón, reconociendo que no puede salvarse a sí mismo.
 Según el R Munk,[9] la palabra “Amén” expresa tres cosas:
1.     Un juramento sobre uno mismo, Números 5:22.
2.     Aceptación de un hecho, Deuteronomio 27:26.
3.     Afirmación de un acto, 1 Reyes 1:36.
Podemos mencionar tres ejemplos en las Escrituras donde se hablan de pecados cometidos en secreto. En estos casos son los pecados del hurto y la mentira. El primero es Akán, en Josué 7, que hurtó de las cosas dedicadas al Eterno y las escondió en su tienda. ELOHA dijo que todo Israel había hurtado y mentido. Por causa de esto 36 hombres murieron en la guerra contra Ai. Luego el espíritu profético rebeló el hurto y la mentira. Y por no mostrar ningún deseo de arrepentimiento a tiempo, Akán fue apedreado junto con sus hijos.
El segundo caso es Guejazi, el siervo del profeta Elishá, en 2 Reyes 5, que mintió para conseguir mucho dinero y ropas preciosas de un hombre generoso que había sido sanado de una plaga mortal. Por esa mentira y ese hurto, recibió la misma plaga.
El tercer caso se encuentra en Hechos 5, donde vemos como una pareja, Jananyá y Shapirá, se había puesto de acuerdo para mentir en cuanto a la suma de un dinero. Habían sustraído parte del dinero, diciendo que era todo, obviamente para conseguir mayor honra en la kehilá (congregación). El espíritu profético reveló su pecado y cayeron muertos delante de todos.
En Zacarías 5:1-4 está escrito:
Alcé de nuevo mis ojos y miré, y he aquí un rollo que volaba. Y me dijo el ángel: ¿Qué ves? Y respondí: Veo un rollo que vuela; su longitud es de veinte codos y su anchura de diez codos. Entonces me dijo: Esta es la maldición que sale sobre la faz de toda la tierra; ciertamente todo el que roba será destruido según lo escrito en un lado, y todo el que jura será destruido según lo escrito en el otro lado. La haré salir--declara ELOHA de los ejércitos-- y entrará en casa del ladrón y en casa del que jura por mi nombre en falso; y pasará la noche dentro de su casa y la consumirá junto con sus maderas y sus piedras.
Este texto nos enseña como la maldición entra en la casa del que hurta y del que miente, para destruirla.
En Revelación 21:8b está escrito:
todos los mentirosos tendrán su herencia en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
No dice algunos mentirosos, sino todos los mentirosos.
En Revelación 21:27 está escrito:
jamás entrará en ella nada inmundo, ni el que practica abominación y mentira
El que practica la mentira no tiene derecho a entrar en la nueva Yerushalayim
En Juan 8:44 está escrito: 
Sois de vuestro padre hasatán y queréis hacer los deseos de vuestro padre. Él fue un homicida desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza, porque es mentiroso y el padre de la mentira.
Hasatán es el padre de la mentira lo cual significa que él originó la mentira. La mentira no viene de HaShem. Esto da como resultado que todo aquel que miente se une con hasatán y abre puertas en su vida para que los malos espíritus puedan operar. La mentira es una puerta abierta para el adversario. El que no se arrepiente de la mentira sufrirá el destino del padre de la mentira.
La mentira no es solamente hablar falsedad, sino también aparentar algo que no es. La hipocresía es un tipo de mentira, duramente condenada por el Rabí Yeshúa HaMashiaj.
En Juan 14:6 está escrito: mentimos y no practicamos la verdad; mas si andamos en la luz, como Él está en la luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Yeshúa su Hijo nos limpia de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a Él mentiroso y su palabra no está en nosotros.
La única forma de ser libre de la mentira es arrepentirse y vivir en luz, lo cual corresponde a siempre decir la verdad, cuando hay que hablar, y vivir en la verdad siempre.
  “Yo soy la verdad…”
Yeshúa es la verdad, y por eso nunca miente ni puede mentir. Por esto sus discípulos tampoco lo hacen. Los hijos de hasatán mienten porque son del padre de la mentira. Los hijos del Eterno no mienten, porque son de la verdad, de la luz.
En 1 Juan 1:5-10 está escrito:
Y este es el mensaje que hemos oído de Él y que os anunciamos: Eloah es luz, y en Él no hay tiniebla alguna. Si decimos que tenemos comunión con Él, pero andamos en tinieblas,
mentimos y no practicamos la verdad; mas si andamos en la luz, como Él está en la luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Yeshúa su Hijo (el Verbo) nos limpia de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a Él mentiroso y su palabra no está en nosotros.
La única forma de ser libre de la mentira es arrepentirse y vivir en luz, lo cual corresponde a siempre decir la verdad, cuando hay que hablar, y vivir en la verdad siempre.
                                              AMOR Y BENDICION ……… PARA QUIEN?
Cierta vez, un pescador pescó un salmón. Al ver su extraordinario tamaño exclamó: “¡Maravilloso! Se lo llevaré al Barón. El ama el salmón”.
El pobre pez trataba de consolarse a sí mismo: “Aun tengo esperanza”, decía.
Al llegar a la mansión,  ¡Excelente!” Dijo el guardia. “¡El Barón ama el salmón!”
Al escuchar estas palabras, corroborando lo dicho por el pescador, el pez se sintió más aliviado. Aún tenía esperanzas de vivir: el Barón ama el salmón.
El pez fue llevado a la cocina donde todos los cocineros comentaron lo mucho que al Barón le gusta el salmón. Lo colocaron en una bandeja especial y lo llevaron a la mesa. Cuando el Barón entró, inmediatamente ordenó: “¡Corten la cola, separen la cabeza y rebanen el resto!”
Con su último aliento, el pez gritó desesperado: “¿Por qué mientes? Si tú realmente me amas, cuídame y déjame vivir. ¡Tú no amas al salmón; tú te amas a ti mismo!”’
¡Tú no amas al salmón; tú te amas a ti mismo!. CUAL ES LA ENSEÑANZA?.
CONCLUSIONES POR  YIRMIYAHU BEN YISRAEL.
En estos  últimos tiempos muchos desprevenidos y aun muchos que se creen agiles y despiertos caen engañados como el salmon, confundiendo o mal entendiendo frases y palabras,” le amo mucho, tu el mas grande, el súper, etc.” Y otros extremos como usted no sirve, no es capaz, no piensa, ámese, etc” y se le cree aun sabiendo que provienen estas frases de personas no conocedoras de Torah, pero que tienen influencia o jerarquía económica y de poder mundano, o de otros que se dicen espirituales y lo que conocen o manejan de biblia lo hacen a conveniencia y sacando beneficio propio, llenando solo su ego y vana gloria, elevándote lo máximo , pero también humillándote y bajándote al otro extremo, jugando contigo a ver como caes, por tu propias debilidades o por tus propios gustos, llegando legalismos humanos, de lo cual solo saca su provecho. Sacándote de la verdad y la luz en el MESIAS,Y LA VERDADERA INSTRUCCIÓN. Estemos atentos  a las verdaderas señales enunciadas por  EL a sus talmidim y para nosotros. Tengamos cuidado de no caer engañados creyendo que es bendición y amor, no quedemos como el salmón de esta historia quedando desparramado y despedazado, al igual que Judas Iscariote, que estando en el camino se aparto y este fue su fin. ATENTOS ALOS SONIDOS DEL SHOFAR QUE ANUNCIAN SU PRONTO REGRESO Y UN AÑO Y MILENIO DE BENDICION, CON EL RETORNO DE MASHIAJ  EL SACRIFICIO PERFECTO, ATENTOS, ATENTOS,

 ¡ SHABAT SHALOM, JAH SAMEAJ  BE YOM TERUAJ!

Preparado por: YIRMYAHU BEN YISRAEL

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