viernes, 20 de noviembre de 2015

Parashá 07 VaYetsé / Y Salio.

Parashá 07 VaYetsé / Y Salio. Bereshit/Génesis 28:10 – 32:2(3)
Primera aliá (28:10-22)
Segunda aliá (29:1-17)
Tercera aliá (29:18 - 30:13)
Cuarta aliá (30:14-27)
 Quinta aliá (30:28 - 31:16)
 Sexta aliá (31:17-42)
 Séptima aliá (31:43 - 32:3)

}Haftará: Oseas 12:13 – 14:10 (Ashken.) 11:7 – 12:12 (Sefard.)
Código Real (Tsofen Maljutí): Marcos 10:32 – 11:33

VaYetsé    Significa “y salió”.


Resumen de la Parasha:

Primera aliá (28:10-22)        El sueño de Iaakov.
Segunda aliá (29:1-17)         Iaacov viaja hacia la casa de su tío Laván.         Iaacov conoce a Rajel.
Tercera aliá (29:18 - 30:13)  Iaacov se casa con Lea y con Rajel.  El nacimiento de Reubén.   El nacimiento de Shimón.
         El nacimiento de Leví.         El nacimiento de Iehudá.         El nacimiento de Dan.         El nacimiento de Naftalí.
         El nacimiento de Gad.         El nacimiento de Asher.
Cuarta aliá (30:14-27) El nacimiento de Isajar.  El nacimiento de Zebulún. El nacimiento de Diná. 
El nacimiento de Iosef.
Quinta aliá (30:28 - 31:16) Iaakov y su ganado.    Iaakov decide volver a la tierra de Israel.
Sexta aliá (31:17-42) El viaje a la tierra de Israel.   El encuentro entre Iaakov y Laván.
Séptima aliá (31:43 - 32:3)El pacto entre Iaakov y Laván.   El encuentro de Iaakov con los ángeles.

Que nos Enseña esta Parasha:
Primera aliyá, 28:10-22
Yaakov sale de Beer-Sheva y se desplaza hacia Jarán. En el camino llega a un lugar muy especial donde pasa la noche acostado sobre una piedra. Sueña con una escalera desde la tierra hasta el cielo. Los ángeles de Eloha suben y bajan por ella. El Eterno se presenta y le dice que le va a dar la tierra donde está acostado a él y a su descendencia. Su descendencia será como el polvo de la tierra y se extenderá hacia las cuatro direcciones. En Yaakov y en su simiente serán bendecidas todas las familias de la tierra. También promete acompañarle en su viaje. Después volverá. Yaakov despierta con temor reverente y por la mañana erige la piedra como monumento derramando aceite por encima. Llama el lugar Betel, casa de Eloha. Luego hace un voto diciendo que si logra volver sano y salvo a la casa de su padre el Eterno será su Eloha, y esa piedra será convertida en una casa de Eloha y de todo lo que gane en el extranjero dará el diezmo.
Segunda aliyá, 29:1-17
Yaakov sigue su camino y llega a la tierra del oriente. Allí encuentra un pozo con tres rebaños esperando que otros rebaños vengan para que puedan quitar la piedra de la boca del pozo. Yaakov pregunta por Laván y en ese momento viene su hija Rajel con un rebaño. Entonces Yaakov quita la piedra del pozo y le da de beber al rebaño de su tío. Luego besa a su prima y alza la voz y llora. Le cuenta a Rajel quién es y ella corre a su padre para contárselo. Laván sale corriendo, abraza a Yaakov y le trae a su casa. Después de un mes Laván le pide que estipule un sueldo para su trabajo.
Tercera aliyá, 29:18 – 30:13
Yaakov pide que Laván qve le dé a su hija Rajel como esposa a cambio de siete años de trabajo. Laván acepta y el hombre sale a cuidar los rebaños durante siete años, que le parecen unos pocos días por el amor que tiene. Luego pide que Laván le dé su mujer y entonces hace una fiesta con todos los hombres del lugar. Cuando llega la noche Laván le entrega a su hija mayor, Leá, y él se llega a ella. La esclava Zilpá es entregada a Leá. Por la mañana Yaakov se da cuenta de que no es Rajel. Cuando se queja con Laván él responde que no es costumbre entregar la menor antes que la mayor y que le va a dar la otra también después de la semana nupcial a cambio del servicio de siete años más de trabajo. Yaakov acepta y Rajel le es entregada como esposa. La esclava Bilhá es entregada a Rajel. Yaakov ama más a Rajel que a Leá y sirve a Laván otros siete años. Leá concibe hijos, pero Rajel es estéril. Los cuatro primeros hijos de Yaakov son de Leá, Reuvén, Shimón, Leví y Yehudá. Luego deja de dar a luz. Rajel tiene celos de su hermana y ruega y pide a Yaakov que le dé hijos. El se aira contra ella por su actitud. Entonces ella le entrega a Bilhá como concubina para que dé a luz en su lugar. Bilhá entonces le da a luz dos hijos, Dan y Naftalí. Cuando Leá ve que no da a luz hace lo mismo con Zilpá y ella le da a luz Gad y Asher.
Cuarta aliyá, 30:14-27
Reuvén encuentra unas mandrágoras y las trae a su madre. Rajel las quiere y Leá se las vende a cambio de una noche con Yaakov. Así Leá se queda embarazada de nuevo y da a luz a su quinto hijo, Yisajar. Luego tiene su sexto hijo, Zvulún, y al final una hija, Diná. Eloha escucha la oración de Rajel y le hace concebir y dar a luz a Yosef.
Yaakov quiere partir de la casa de Laván con su familia y le pide permiso para partir. Pero Laván le ruega que se quede con él porque se ha dado cuenta de que el Eterno le ha bendecido por causa suya.
Quinta aliyá, 30:28 – 31:16
Laván le ofrece un salario a Yaakov para que siga trabajando. Yaakov dice que no lo quiere sino que desea seguir trabajando y obtener su propio rebaño como salario de los moteados, manchados y oscuros que nazcan a partir de ahora. Laván acepta con gusto y aparta de sus rebaños todos los que no sean blancos y los deja al cuidado de sus hijos. Yaakov se queda con el resto. Entonces toma varas de tres clases de árboles y les saca tiras de la corteza para descubrir lo blanco. Luego coloca las varas delante de los rebaños donde están apareando cuando vienen a beber. Así los rebaños tienen crías rayadas, moteadas y manchadas. Yaakov aparta esos corderos y forma así su propio rebaño aparte. También coloca los rebaños en dirección a lo rayado y negro del rebaño de Laván. Cuando los robustos del rebaño de Laván se aparean, Yaakov pone las varas delante, pero cuando los débiles se aparean no pone las varas. Así las crías fuertes llegan a ser de Yaakov y las débiles de Laván. De esta manera prospera el hombre en gran manera, con grandes rebaños, siervos y siervas, camellos y asnos.
Los hijos de Laván empiezan a decir que Yaakov ha quitado el rebaño de su padre. La actitud de Laván tampoco es como antes. HaShem le dice vuelva a su tierra y a sus familiares y que Él estará con él. Yaakov envía a llamar a sus esposas al campo para consultar con ellas. Les cuenta que Laván le ha cambiado el salario diez veces y que a pesar de eso Eloha le ha bendecido. En una visión supo cómo lograr cambiar los colores de las crías y así conseguir su propio rebaño del rebaño de Laván. Ellas están de acuerdo en salir de la casa y se someten a todo lo que Eloha ha dicho a Yaakov.
Sexta aliyá, 31:17-42
Yaakov se levanta, monta a sus hijos y a sus mujeres en los camellos y pone en marcha a todo su ganado y todas las posesiones para ir a Yitsjak. Rajel roba los ídolos de su padre cuando él está fuera. Así salen sin decir nada a Laván. Cruzan el río y se van hacia Guilad. Al tercer día se le informa a Laván que Yaakov ha huido y él sale detrás, junto con sus familiares. Después de siete días lo alcanzan. Pero Eloha viene a Laván en un sueño y le prohíbe hablar con Yaakov ni bien ni mal. Cuando se encuentran, Laván le pregunta a Yaakov por qué le ha robado el corazón huyendo con sus hijas sin despedirse. Tiene poder en su mano para dañarle, pero el Eloha del padre de Yaakov le ha reprendido y por eso no le hace nada. También le pregunta por qué le ha robado sus dioses. Yaakov le contesta que huía porque tenía miedo de perder su familia. Y el que tenga los dioses de Laván morirá. A Laván se le permite revisar todas las cosas para ver si hay algo robado. Yaakov no sabe que Rajel ha hurtado los dioses de su padre. Laván entra en las tiendas de Rajel, Leá y las sirvientas y otra vez en la tienda de Rajel. Rajel está sentada sobre los dioses que ha puesto en los aparejos del camello y le pide disculpas a su padre por no poder levantarse porque tiene su periodo mestrual.
Yaakov se enoja contra Laván y le desafía pidiendo que le diga qué mal ha hecho durante estos veinte años de trabajo y qué cosas tiene que son robadas. Laván ha sido duro y muy exigente. Si el Eloha de Avraham y el temor de Yitsjak no hubiera estado con Yaakov, Laván le hubiera enviado con las manos vacías. Pero él vio la aflicción de Yaakov y la labor de sus manos e hizo justicia anoche.
Séptima aliyá  31:43 – 32:2 (3 heb.)
Laván dice que todo es suyo, las hijas, los hijos, los rebaños y todo lo que se ve. Pero no puede hacer nada contra sus hijas y sus hijos. Le pide a Yaakov hacer un pacto con él para un testimonio. Entonces Yaakov levanta una piedra como monumento y sus familiares recogen piedras para hacer un montón. Allí comen junto al montón que Laván en arameo llama Yegar-Sahadutá. Yaakov le da el mismo nombre, pero en hebreo, “Galed”, “el montón del juramento”. Laván dice que el montón es un testimonio entre ellos. También lo llama Mitspá, vigilia, para que el Eterno vigile a los dos. Yaakov no puede maltratar a las hijas de Laván y ninguno podrá pasar por ese montón para hacer daño al otro. Laván dice que el Eloha de Avraham y el Eloha de Najor juzgará entre ellos.
Yaakov jura por el temor de su padre Yitsjak. Luego Yaakov hace un sacrificio e invita a todos sus familiares a comer. Duermen en el monte y el día siguiente se va Laván, después de haberse despedido de sus nietos y de sus hijas con besos y bendiciones. Yaakov sigue su camino y le salen al encuentro ángeles de Eloha. Por eso llama el nombre de ese lugar Majanáyim, dos campamentos.
Comentarios
Primera aliyá, 28:10-22
28:10 “Y salió Yaakov de Beer-Sheva, y fue para Jarán.” – Esta salida de Yaakov representa las tres diásporas que sus hijos iban a vivir en el futuro. Una diáspora sufriría el reino del norte, la Casa de Israel y dos diásporas sufriría el reino del sur, la Casa de Yehudá.
El primer destierro y el más grande es el de las diez tribus, que empezó en el año 722 a.e.c. con la invasión de Asiria. Ese destierro nunca ha terminado en la historia de nuestro pueblo. Sin embargo los profetas hablan de la vuelta en los últimos tiempos de “la casa de Israel”, “la casa de Yosef” y “Efrayim” que son los desterrados de las diez tribus, cf. Ezequiel 37:15-28; Isaías 11:12; Jeremías 3:18; 16:14-16; 23:5-8; 30:3; 31:27-36; 33:7; 50:4-5; Oseas 1:11; 11:8-11; Zacarías 8:13, 23; 10:8-12.
La casa de Yehudá, el pueblo judío ha experimentado dos destierros. El de Babilonia duró 70 años, entre los años 606-537, si se cuenta desde la primera de las tres deportaciones hasta la primera vuelta del pueblo, o entre los años 586-516, si se cuenta desde la destrucción del primer templo hasta la restauración del culto.
El segundo destierro empezó en el año 70 e.c. (era común), si se cuenta desde la destrucción del segundo templo, y como todavía no se ha reiniciado el servicio en el tercer templo, este destierro no ha terminado.
Si se hace un cálculo desde la destrucción de Yerushalayim en el año 135 hasta su reconquista por el pueblo judío en el año 1967 hubo 1832 años de destierro. (Es bueno tener en cuenta que han habido judíos viviendo en la tierra de Israel durante toda la historia desde la conquista en los tiempos de Yehoshúa (Josué).)
Nuestro padre Yaakov estaría fuera de su tierra durante 20 años, los cuales corresponden a 2000 años. ¿Implicaría esto que el tercer templo será reconstruido en el año 2070? ¿O hay que contar los 2000 años desde la profecía del Mesías en Lucas 19:41-44 que dice:
“Cuando se acercó, al ver la ciudad, lloró sobre ella, diciendo: ¡Si tú también hubieras sabido en este día lo que conduce a la paz! Pero ahora está oculto a tus ojos. Porque sobre ti vendrán días, cuando tus enemigos echarán terraplén delante de ti, te sitiarán y te acosarán por todas partes. Y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no conociste el tiempo de tu visitación.”
Esa profecía fue pronunciada, según mis cálculos, el 10 de Nisán, que corresponde al 22 de abril del año 31 de la era común. ¿Será que la rededicación del culto en el tercer templo será en el año 2031? El tiempo nos dará la respuesta.
28:11 “Y se encontró con el lugar y pasó la noche allí, porque el sol se había puesto; tomó una de las piedras del lugar, la puso de cabecera y se acostó en aquel lugar.” – Los maestros han interpretado la palabra “va-yifgá”, “y se topó” como una referencia a la oración. En el sentido simple el texto dice que Yaakov se topó con ese lugar, pero como la palabra usada también implica hacer contacto directo e intenso con algo se puede entender que Yaakov también oró en ese lugar.
La palabra hebrea que ha sido traducida como “lugar” es “makom”. La palabra se repite hasta seis veces en este contexto y como aparece en Génesis 22:3-4 como una referencia a Moriá, no faltan rabinos que dicen que Yaakov estaba durmiendo en el lugar donde iba a ser construido el futuro templo, cf. 28:17.
La palabra “Makom” también se usa en referencia al Omnipresente. Hay un principio que dice: “Él es el lugar del universo, el universo no es Su lugar.” Esto quiere decir que Él contiene al universo, pero el universo no lo contiene a Él. Por eso se puede traducir el texto hebreo como: “Y tuvo un encuentro con el Omnipresente”.
28:12 “Y tuvo un sueño, y he aquí, había una escalera apoyada en la tierra cuyo extremo superior alcanzaba hasta el cielo; y he aquí, los ángeles de Eloha subían y bajaban por ella.” – Hay varios midrashes que hablan de este evento. Uno dice que eran los ángeles de los cuatro imperios futuros que iban subiendo por la escalera para luego caer y así perder su poder sobre el pueblo judío. Otro dice que la escalera representaba la rampa del altar en el templo y los ángeles eran los sacerdotes que subían y bajaban por él. El mismo Midrash dice que la escalera era el monte Sinai donde subían y bajaban Moshé y Aharón. Rashí dice, basado en un Midrash  que los ángeles que subían al cielo eran los de la tierra de Israel que ya no podían acompañar a Yaakov en el extranjero y por eso vinieron otros ángeles en su lugar.
Tenemos que tener en cuenta que el Midrash está basándose en una palabra o una expresión del texto hebreo y monta una historia más o menos fantasiosa para ilustrar esa palabra o expresión, sin que esa historia sea necesariamente verdadera. El gran rabino Shaúl ben Gamliel escribió a uno de sus talmides (discípulos), según está registrado en la carta a Tito 1:14:
“no prestando atención a mitos judaicos y a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.”
Por lo tanto debemos tener mucho cuidado a la hora de acercarnos al Midrash y al Talmud, porque hay cosas que no están de acuerdo con la verdad de la Torá y el Espíritu del Mesías Yeshúa. El Midrash nos ayuda a recordar los giros irregulares y las expresiones particulares del Texto Sagrado pero no debemos confundir la verdad con las parábolas.
Las Escrituras enseñan que nuestras oraciones hacen que los ángeles de Eloha sean enviados por Él. Tenemos el ejemplo del libro de Daniel 10:12 donde está escrito:
“Entonces me dijo: No temas, Daniel, porque desde el primer día en que te propusiste en tu corazón entender y humillarte delante de tu Eloha fueron oídas tus palabras, y a causa de tus palabras he venido.”
El Eterno escuchó la oración del profeta y envió uno de sus mensajeros para darle la respuesta. Este malaj le dijo: “a causa de tus palabras he venido”. Esto nos enseña que la actividad de los ángeles depende en cierta medida de las oraciones de los hombres. El hombre es el que causa que el Eterno ponga en actividad a estos seres maravillosos.
En Revelación 8:4 está escrito:
“Y de la mano del ángel subió ante Eloha el humo del incienso con las oraciones de los santos”
Este ángel estaba encargado de llevar las oraciones de los santos ante Eloha. Esto nos explica por qué el texto que nos ocupa dice que los ángeles primero subieron desde donde estaba Yaakov y luego que bajaban. La oración de Yaakov había activado estos ángeles desde la tierra y el Eterno le mandó la respuesta desde el cielo.
De esto también aprendemos que si no oramos no son activados los ángeles del Eterno. Muchos se preguntan por qué pasó ese accidente en mi familia y por qué vino esa enfermedad etc. Quizás la respuesta está en que faltaba oración para que los ángeles guardianes pudieran recibir orden desde el Todopoderoso para proteger a los familiares. Si no oramos por las personas que el Eterno ha puesto en nuestros corazones estamos parando la actividad divina sobre ellos. HaShem se ha hecho dependiente de ti para que ores y así él envía sus emisarios para intervenir en la tierra.
La escalera que vio Yaakov es el Mesías como está escrito en Juan 14:6:
“Yeshúa le dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.”
En 1 Timoteo 2:5 está escrito:
“Porque hay un solo Eloha, y también un solo mediador entre Eloha y los hombres, el Mesías Yeshúa hombre”
También está escrito en Juan 1:51:
“Y le dice: En verdad, en verdad os digo que veréis el cielo abierto y a los ángeles de Eloha subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre.”
Esto muestra que el Mesías es la escalera que vio Yaakov. Por medio de él tenemos acceso al Padre y por medio de él nuestras oraciones llegan al cielo, como está escrito en Juan 16:24, 26:
Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo... En ese día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros”
Y en Romanos 16:27:
“al único y sabio Eloha, por medio de Yeshúa el Mesías sea la gloria para siempre. Amén.”
Una escalera tiene varios peldaños. Esto nos enseña que el camino entre la tierra y el cielo tiene varios niveles. En las Escrituras podemos encontrar muchos ejemplos de estos diferentes niveles: Isaías 62:10a dice: “Pasad, pasad por las puertas;”; Salmo 84:7a dice: “Van de poder en poder”; Ezequiel 47:1-5 habla de cuatro niveles de profundidad en las aguas que salen del templo; Juan 1:16 dice: “gracia sobre gracia”; Romanos 1:17 dice: “por fe para fe”; 2 Corintios 3:18 dice: “de gloria en gloria” etc.
En el versículo 17 se habla de la Casa de Eloha y la Puerta al cielo en relación con esta escalera. Entonces tenemos tres cosas: la escalera, la casa y la puerta. La Casa de Eloha que está en el cielo es proyectada en el tabernáculo y los templos que estaban en la tierra. Allí encontramos tres niveles de santidad, el atrio, el lugar santo y el lugar santísimo. Cada nivel tiene una puerta de entrada.
Esos tres niveles son reflejados en las manifestaciones espirituales para los que están en el ministerio de Malki-Tsedek, por medio de la resurrección del Mesías Yeshúa. En 1 Corintios 12-14 hay una enseñanza muy extensa sobre el tema. Sólo voy a mencionar que, según las divisiones en el texto griego, hay tres grupos en las nueve manifestaciones espirituales en 1 Corintios 12:8-10 según está escrito:
“Pues a uno le es dada palabra de sabiduría por el Espíritu; a otro palabra de conocimiento según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; a otro, dones de sanidades por el único Espíritu; a otro, poderes de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimientos de espíritus; a otro, diversas clases de idiomas, y a otro, interpretación de idiomas.
He marcado con negrita y subrayado la traducción de la palabra griega “heteros” que divide estas manifestaciones sobrenaturales en tres grupos, cada uno correspondiente a las tres divisiones del tabernáculo.
1.      palabra de sabiduría por el Espíritu – el Propiciatorio
2.      palabra de conocimiento según el mismo Espíritu – el Arca con las tablas
DIVISION
3.      fe por el mismo Espíritu – la Mesa
4.      dones de sanidad – una hilera de seis Panes
5.      poderes de milagros – otra hilera de seis Panes
6.      profecía – las siete Lámparas
7.      discernimiento de espíritus – el Candelabro
DIVISION
8.      clases de idomas – el Altar de bronce
9.      interpretación de idiomas – el Lavacro de bronce
Los números 1-2 corresponden al lugar santísimo
Los números 3-7 corresponden al lugar santo
Los números 8-9 corresponden al atrio
En 1 Corintios 14:27-30 está escrito:
“Si alguno habla en idiomas, que hablen dos, o a lo más tres, y por turno, y que uno interprete; pero si no hay intérprete, que guarde silencio en la congregación y que hable para sí y para Eloha. Y que dos o tres profetas hablen, y los demás juzguen. Pero si a otro que está sentado le es revelado algo, el primero calle.”
En 1 Corintios 13:1-2 está escrito:
“Si yo hablara idiomas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. Y si tuviera profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe como para trasladar montañas, pero no tengo amor, nada soy.”
En estos dos textos podemos encontrar las tres puertas de las tres divisiones del templo celestial que son:
1.      idiomas (o lenguas) – la puerta para entrar en el atrio
2.      profecía – la puerta para entrar en el lugar santo
3.      revelación – la puerta para entrar en el lugar santísimo
La escalera de Yaakov representa diferentes niveles en la vida de oración. Conforme uno va profundizando en la oración podrá subir de nivel y experimentar hasta elevaciones de su espíritu e incluso de su cuerpo hasta las esferas superiores en los cielos, como está escrito en 2 Corintios 12:1-4:
El gloriarse es necesario, aunque no es provechoso; pasaré entonces a las visiones y revelaciones del Señor. Conozco a un hombre en el Mesías, que hace catorce años (no sé si en el cuerpo, no sé si fuera del cuerpo, Eloha lo sabe) el tal fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco a tal hombre (si en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, Eloha lo sabe) que fue arrebatado al paraíso, y escuchó palabras inefables que al hombre no se le permite expresar.
Y en Revelación 4:1-2 está escrito:
Después de esto miré, y vi una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que yo había oído, como de trompeta que hablaba conmigo, decía: Sube acá y te mostraré las cosas que deben suceder después de éstas. Al instante estaba yo en el Espíritu, y vi un trono colocado en el cielo, y a uno sentado en el trono.
En el Talmud se mencionan los siete cielos:
“Dijo el R. Yehudá: Hay dos firmamentos, porque está dicho: He aquí, al Eterno tu Eloha pertenecen el cielo y el cielo de los cielos Resh Lakish dijo: (Hay) siete, son estos, Vilón, Rakia’ Shejakim, Zevul, Ma'on, Makón Aravot.[18] Vilón no sirve más que para entrar por la mañana y salir por la noche[19] y renueva todos los días de la creación, porque está dicho: Que extiende los cielos como una cortina[20], y los despliega como una tienda para morar.[21] Rakia’ es donde el sol y la luna, las estrellas y las constelaciones fueron puestos, porque está dicho: Y Eloha los puso[22] en el firmamento (Rakia’) del cielo.[23] Shejakim es donde hay piedras de molino que muelen[24] el maná para los justos porque está dicho: Y mandó las nubes (shejakim) arriba, y abrió las puertas del cielo; e hizo llover sobre ellos maná para comer etc.[25] Zevul es donde están construidos Yerushalayim[26] (celestial) y el Templo y el altar, y Mijael, el gran Príncipe[27] está ofreciendo sacrificios sobre él, porque se ha dicho: Ciertamente Te he edificado una morada (Zevul), un lugar donde puedas habitar para siempre.[28] ¿Y de donde deducimos que es llamado cielo? Porque está escrito: Mira desde el cielo, y contempla incluso desde la morada de tu santidad y de tu gloria.[29] Ma'ón es donde hay compañías de Ángeles Ministeriales, que pronuncian canciones (divinas) de noche, y están en silencio de día por causa de la gloria de Israel,[30] porque se ha dicho: De día mandará HaShem su misericordia,[31] Y de noche su canción será conmigo.[32]... ¿Y de donde deducimos que es[33] llamado cielo? Porque está dicho: Mira desde tu morada (Ma'ón) santa, desde el cielo.[34]  Makón[35] es donde están los depósitos de la nieve[36] y el granizo y el almacén de rocío dañino y el almacén de las gotas de lluvia,[37] la habitación del torbellino y la tormenta,[38] y la cueva del vapor, y sus puertas son de fuego... ¿Y de donde deducimos que es[39] llamado cielo? Porque está escrito: escucha tú en los cielos, el lugar de tu morada (Makón)[40] ‘Aravot es donde hay Derecho y Juicio y Justicia,[41] los tesoros de la vida y los tesoros de la paz y los tesoros de la bendición, las almas[42] de los justos y los espíritus y las almas que están por nacer, y el rocío con el cual el Santo, bendito sea, después de esto reavivará a los muertos... Allí (también) están los Ofanim[43] y los Serafim,[44] y los Seres Santos Vivos,[45] y los Ángeles Ministeriales,[46]  y el Trono de Eloha; y el Rey, el Eloha Vivo, sublime y exaltado, habita sobre ellos en Aravot,[47] porque está dicho: Exalta al que cabalga sobre Aravot cuyo nombre es EL ETERNO.[48]
28:14 “También tu descendencia será como el polvo de la tierra, y te extenderás hacia el occidente y hacia el oriente, hacia el norte y hacia el sur; y en ti y en tu simiente serán bendecidas todas las familias de la tierra.” – La descendencia de Yaakov sólo es comparada con el polvo de la tierra y la arena del mar, cf. 32:12, nunca como las estrellas de los cielos. Yitsjak está relacionado con las estrellas y Yaakov con el polvo de la tierra y la arena del mar. La tierra representa la tierra de Israel y el mar  las naciones gentiles cf. Salmo 93:3-4; 144:7; Isaías 17:3; Ezequiel 26:3. El polvo de la tierra se refiere por lo tanto a los hijos físicos que viven en la tierra de Israel.
“en ti” – Se refiere a los hijos físicos de Yaakov que iban a ser bendición para todas las familias de la tierra. Esto se ha cumplido, entre otras cosas por medio de todos los inventos y avances tecnológicos que han sido productos de los judíos, la bombilla, la aspirina, el automóvil etc. La descendencia física de Yaakov es una bendición para todo el mundo en estos momentos. Además ha entregado al mundo la Torá y el Mesías para la salvación del mundo. Por eso está escrito “en tu simiente” como una referencia al Mesías.
“bendecidas” – Aquí aparece la misma palabra que en Génesis 12:3, “venivrejú”, que puede ser entendida como “y serán injertadas”.
28:18, 22a “Y se levantó Yaakov muy de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, la erigió por señal y derramó aceite por encima... Y esta piedra que he puesto por señal será casa de Eloha.” – Aquí hay una alusión al Mesías, la piedra fundamental para la casa de Eloha y el Ungido con aceite. Mesías significa Ungido. El aceite de oliva representa el Espíritu del Eterno. Esto concuerda con el texto de Mateo 16:15-18 donde está escrito:
“El les dice: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Shimón Pedro, dijo: Tú eres el Mesías, el Hijo del Eloha viviente. Y Yeshúa, respondiendo, le dijo: Dichoso eres, Shimón, hijo de Yoná, porque esto no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi congregación; y las puertas del sheol no prevalecerán contra ella.”
La revelación que tuvo Yaakov de la escalera que representa al Mesías se asemeja a la revelación que tuvo Pedro acerca de quién era Yeshúa. Sobre esa roca será edificada la casa espiritual, la congregación de los santos y creyentes en Yeshúa dentro de Israel, como el mismo Pedro escribe en su primera carta 2:4-5:
“Y viniendo a El como a una piedra viva, desechada por los hombres, pero escogida y preciosa delante de Eloha, también vosotros, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Eloha por medio de Yeshúa el Mesías.
Y en el Salmo 118:23 está escrito:
“La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser la principal del ángulo.”
Los edificadores fueron los líderes religiosos en Israel que rechazaron a Yeshúa como el Mesías, como está escrito en Hechos 4:8b, 11:
“Entonces Pedro, lleno del Espíritu de Santidad, les dijo: Gobernantes y ancianos del pueblo... Este es la piedra desechada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser la piedra angular.”
Segunda aliyá, 29:1-17
29:6b “su hija Raquel viene con las ovejas.” – Rajel[49] significa oveja. En la época fue común que los hijos de dedicaban a estudiar y las hijas a cuidar los rebaños.
29:13 “Y sucedió que cuando Laván oyó las noticias de Yaakov, hijo de su hermana, corrió a su encuentro, lo abrazó, lo besó y lo trajo a su casa. Entonces él contó a Laván todas estas cosas.” – Laván tenía el buen recuerdo de la visita de Eliezer, el siervo de Avraham, que había llegado con diez camellos cargados de riquezas. Ahora sale corriendo para encontrar al nieto de Avraham, pero para su sorpresa, no llevaba nada consigo.
Los Midrashes[50] cuentan que Esav envió a su hijo primogénito, Elifaz, detrás de Yaakov para matarlo, pero tuvo temor y sólo le robó todo lo que tenía. Así cuando llegó a Laván no tenía nada consigo.
29:16 “Laván tenía dos hijas; el nombre de la mayor era Leá, y el nombre de la menor, Rajel.” – Leá[51] significa cansada.
29:17 “Y los ojos de Leá eran delicados, pero Rajel era de bella figura y de hermoso parecer.” – El Midrash[52] cuenta que Leá estaba destinada para casarse con Esav, su primo mayor, y Rajel para casarse con Yaakov, su primo menor. Por esta razón Leá lloraba y oraba tanto que sus ojos estaban siempre lagrimosas. El Eterno escuchó su oración y así fue entregada a Yaakov.
Tercera aliyá, 29:18 – 30:13
29:25 “Cuando fue de mañana, he aquí que era Leá. Y Yaakov dijo a Laván: ¿Qué es esto que me has hecho? ¿No fue por Rajel que te serví? ¿Por qué, pues, me has engañado?” – Yaakov cosechó lo que había sembrado con su padre y su hermano. Como él había dicho que era su hermano cuando no lo era, ahora tenía que sufrir las consecuencias de la misma manera, casándose con la mayor que le fue presentada como si fuera la menor.
En Gálatas 6:7 está escrito:
“No os dejéis engañar, de Eloha nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará.”
29:32 “Y concibió Leá y dio a luz un hijo, y le puso por nombre Reuvén, pues dijo: Por cuanto el Eterno ha visto mi aflicción, sin duda ahora mi marido me amará.” – Reuvén[53] significa “mirad, un hijo”. Su nombre también implica, según los maestros, una palabra profética que muestra la diferencia entre este hijo y el hijo primogénito de Yitsjak. Esav vendió su primogenitura pero este hijo no lo iba a vender a Yosef ni disputar con él, sino intentar de sacarle del pozo.
29:33 “Concibió de nuevo y dio a luz un hijo, y dijo: Por cuanto el Eterno ha oído que soy aborrecida, me ha dado también este hijo. Así que le puso por nombre Shimón.” – Shimón[54] significa “el que escucha”.
29:34 “Concibió otra vez y dio a luz un hijo, y dijo: Ahora esta vez mi marido se apegará a mí, porque le he dado tres hijos. Así que le puso por nombre Leví.” – Leví[55] significa adherido.
29:35 “Concibió una vez más y dio a luz un hijo, y dijo: Esta vez alabaré al Eterno; así que le puso por nombre Yehudá; y dejó de dar a luz.” – Yehudá[56] viene de la palabra “yadá” [57] que significa “confesar”, “alabar”, “agradecer”. La raíz de “yadá” es “yad”, [58] “mano”. Este es el cabeza de la tribu en la cual nacería el Mesías. El Mesías es la mano del Eterno y por medio de él se salvará el pueblo judío y la humanidad, y por eso habrá muchas alabanzas tanto de los judíos como de todas las naciones, como está escrito en el Salmo 35:18:
“En la gran congregación te daré gracias; entre mucha gente te alabaré.”
Y en Deuteronomio 32:43 está escrito:
“Regocijaos, naciones, con su pueblo, porque El vengará la sangre de sus siervos; traerá venganza sobre sus adversarios, y hará expiación por su tierra y su pueblo.”
30:3 “ella dijo: Aquí está mi sierva Bilhá; llégate a ella para que dé a luz sobre mis rodillas, para que por medio de ella yo también tenga hijos.” – Bilhá[59] significa “tímida”.
30:6 “Y Rajel dijo: Eloha me ha vindicado (“danani”); ciertamente ha oído mi voz y me ha dado un hijo. Por tanto le puso por nombre Dan.” – Dan[60] significa “juzga” y “juzgó”.
30:8  “Y Rajel dijo: Con luchas de (“naftulei”) Elohim he luchado con mi hermana, y ciertamente he prevalecido. Y le puso por nombre Naftalí.” – Naftalí[61] significa “mi lucha”. La raíz de esta palabra es la misma que para oración “tefilá”. De esto aprendemos que la oración constituye una lucha. Cada vez que uno se dispone a orar experimenta una lucha contra el yetser hará, la inclinación al mal, que no quiere orar. También hay fuerzas espirituales, que colaboran con la inclinación al mal, y que se oponen a nuestras oraciones y son notadas cuando oramos, como está escrito en Efesios 6:12, 18:
“Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales... Con toda oración y súplica orad en todo tiempo en el Espíritu, y así, velad con toda perseverancia y súplica por todos los santos.”
30:9  “Viendo Leá que había dejado de dar a luz, tomó a su sierva Zilpá y la dio por mujer a Yaakov.” - Zilpá[62] significa “chorrear”, “gotear”.
30:11 “Y Lea dijo: ¡Qué felicidad! Y le puso por nombre Gad.” – Gad[63] viene de la palabra “gud”[64] “amontonar (gente), “atacar”, “vencer”, y está relacionada con “gadad”,[65] “amontonar”, “reunir (tropas)”, “acumular”.
Rashí dice que Gad significa buena suerte y cita el Talmud y el texto en Isaías 65:11, donde está escrito:
“Pero vosotros que abandonáis a HaShem, que olvidáis mi santo monte, que ponéis mesa para Gad (Fortuna), y que preparáis vino mezclado para Mení (Destino)”
Sin embargo es difícil aceptar que este nombre estuviera relacionado con un concepto pagano como la fortuna, o la buena suerte. Ese nombre está escrito en una de las puertas de la nueva Yerushalayim, según Revelación 21:12 donde dice:
“Tenía un muro grande y alto con doce puertas, y en las puertas doce ángeles; y en ellas había nombres escritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel.”
¿Cómo podría Gad ser el nombre de un dios pagano cuando aparece en una puerta de la ciudad celestial? La traducción de King James Versión dice: “viene una tropa”.
Ahora, si consideramos la raíz de la palabra “gad” como “acumular”, no está muy lejos de lo que se puede entender como una dicha por una gran riqueza, que normalmente es acumulada.
30:13 “Y Leá dijo: Dichosa de mí (be-ashrí); porque las mujeres me llamarán dichosa (ishruni). Y le puso por nombre Asher.” – Asher[66] significa “dichoso”, “feliz”.
Cuarta aliyá, 30:14-27
30:14 “Fue Reuvén en los días de la cosecha de trigo, y halló mandrágoras en el campo, y las trajo a su madre Leá. Entonces Rajel dijo a Leá: Dame, te ruego, de las mandrágoras de tu hijo.” – La palabra hebrea que ha sido traducida como “mandrágoras”, es “dudaim”[67] que, según Rashí, significa jazmines o violetas que despiden una fragancia agradable que induce al buen ánimo. También son mencionada en Cantares 7:14. La identidad exacta de esta planta es desconocida. Otros la identifican con mandrágoras que son consideradas como fertilizantes. Otras propuestas son la flor de la higuera y la manzana.
30:17-20 “Escuchó Eloha a Leá, y ella concibió, y dio a luz el quinto hijo a Yaakov. Y Leá dijo: Eloha me ha dado mi recompensa porque di mi sierva a mi marido. Y le puso por nombre Yisajar. Concibió Leá otra vez y dio a luz el sexto hijo a Yaakov. Y Leá dijo: Eloha me ha favorecido con una buena dote; ahora mi marido vivirá conmigo, porque le he dado seis hijos. Y le puso por nombre Zvulún.” – Aquí se menciona el número de los dos últimos hijos de Leá, el quinto y el sexto. Esto nos da pie a relacionar los siete hijos de Leá con la historia del mundo. Los dos primeros hijos corresponden a los dos primeros milenios de la historia desde Adam hasta Avraham, Reuvén representa la creación de los hombres, y Shimón representa la respuesta de las oraciones que subieron al cielo durante el segundo milenio, en el diluvio y por nuestro padre Avraham. Shimón fue el hijo más cruel de los doce y también simboliza el tiempo en la historia humana cuando la gran mayoría eran impíos, durante las generaciones anteriores al diluvio y durante la apostasía en la torre de Bavel.
Los dos hijos siguientes representan los dos mil años entre Avraham y el Mesías Yeshúa. Allí se instituyó el ministerio levítico, y la casa de Yehudá, de la cual vienen los judíos, fue la única que sobrevivió los ataques de los enemigos. Luego Leá dejó de dar a luz y nacieron otros hijos para Yaakov, lo cual representa la entrada de los gentiles por medio de la conversión en el Mesías Yeshúa, como está escrito en Mateo 4:13-15:
“y saliendo de Natseret, fue y se estableció en Kfar-najum, que está junto al mar, en la región de Zvulún y de Naftalí; para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías, cuando dijo: ¡TIERRA DE ZVULUN Y TIERRA DE NAFTALI, CAMINO DEL MAR, AL OTRO LADO DEL YARDEN, GALILEA DE LOS GENTILES!”
Aquí son mencionadas las tribus Zvulún y Naftalí como tierra de los gentiles, según la cita del profeta Isaías 9:1, lo cual habla de venida de la era mesiánica que abre la puerta a los gentiles para entrar en Israel mediante la conversión mesiánica.
Así que los dos últimos hijos de Leá, Yisajar y Zvulún, representan los dos mil años de era mesiánica, entre la primera y la segunda venida de Yeshúa. Yisajar[68] significa “el recompensará”. Esto alude al fruto de la aflicción del alma del Mesías con la salvación del pueblo judío y los gentiles, como está escrito en Isaías 53:11:
“Debido a la angustia de su alma, El lo verá y quedará satisfecho. Por su conocimiento, el Justo, mi Siervo, justificará a muchos, y cargará las iniquidades de ellos.”
“Y Lea dijo: Eloha me ha dado mi recompensa porque di mi sierva a mi marido” – Esto es una referencia a que Israel será recompensado por haber aceptado a los gentiles dentro de su pueblo, como está escrito en Romanos 11:25-26a:
“Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis sabios en vuestra propia opinión: que a Israel le ha acontecido un endurecimiento parcial hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y así, todo Israel será salvo”
Zvulún[69] significa “morada” y durante la era mesiánica, el Espíritu del Mesías ha hecho morada en los que reciben las palabras de Yeshúa, como está escrito en Juan 14:16-18, 23:
“Y yo rogaré al Padre, y El os dará otro Consolador para que esté con vosotros para siempre; es decir, el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni le ve ni le conoce, pero vosotros sí le conocéis porque mora con vosotros y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros... Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.”
“ahora mi marido vivirá conmigo, porque le he dado seis hijos.” – Zvulún es el sexto hijo de Leá, lo que indica que al final de la era mesiánica, donde estamos viviendo ahora, el sexto milenio desde Adam, vendrá el esposo, el Mesías, de vuelta para morar entre su pueblo, como está escrito en Juan 14:3:
“Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros.”
30:21 “Después dio a luz una hija, y le puso por nombre Diná.” – Diná[70] es la forma femenina de “din”[71], que significa “juicio” y “justicia”. Diná es el séptimo hijo de Leá, y representa el reino mesiánico. Esto significa que antes del séptimo milenio, el reinado mesiánico, cada uno de los justos y todas las naciones gentiles serán juzgados conforme a sus obras, como está escrito en Daniel 7:26-27:
“Pero el tribunal se sentará para juzgar , y su dominio le será quitado, aniquilado y destruido para siempre. Y la soberanía, el dominio y la grandeza de todos los reinos debajo de todo el cielo serán entregados al pueblo de los santos del Altísimo. Su reino será un reino eterno, y todos los dominios le servirán y le obedecerán.”
En Mateo 25:31-32 está escrito:
“Pero cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará en el trono de su gloria; y serán reunidas delante de él todas las naciones; y separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos.”
En 2 Corintios 5:10 está escrito:
“Porque todos nosotros debemos comparecer ante el tribunal del Mesías, para que cada uno sea recompensado por sus hechos estando en el cuerpo, de acuerdo con lo que hizo, sea bueno o sea malo.”
Diná es también una referencia al final del milenio cuando el resto de los hombres serán juzgados, como está escrito en Revelación 20:11-15:
“Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono, y los libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, que es el libro de la vida, y los muertos fueron juzgados por lo que estaba escrito en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Sheol entregaron a los muertos que estaban en ellos; y fueron juzgados, cada uno según sus obras. Y la Muerte y el Sheol fueron arrojados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda: el lago de fuego. Y el que no se encontraba inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.”
Diná es una mujer, y durante el séptimo milenio se celebrará la boda del Cordero donde la Novia del Mesías tendrá un papel predominante, como está escrito en Revelación 19:7-9:
“Regocijémonos y alegrémonos, y démosle a El la gloria, porque las bodas del Cordero han llegado y su esposa se ha preparado. Y a ella le fue concedido vestirse de lino fino, resplandeciente y limpio, porque las acciones justas de los santos son el lino fino. Y el ángel  me dice: Escribe: "Dichosos los que están invitados a la cena de las bodas del Cordero." Y me dice: Estas son palabras verdaderas de Eloha.”
Los otros hijos también simbolizan el tiempo de la era mesiánica, entre la primera y segunda venida del Mesías.
Dan representa el juicio que vino al mundo por medio de Yeshúa, según está escrito en Juan 3:19:
“Y este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, pues sus acciones eran malas.”
En Juan 9:39 está escrito:
“Y Yeshúa dijo: Yo vine a este mundo para juicio; para que los que no ven, vean, y para que los que ven se vuelvan ciegos.”
En Juan 12:31 está escrito:
“Ya está aquí el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.”
En Hechos 15:19 está escrito:
Por lo cual yo juzgo, que los que de los Gentiles se convierten a Eloha, no han de ser inquietados
Naftalí representa la lucha entre hermanas que vino después de la muerte de los apóstoles con la formación del cristianismo que violó el judaísmo bíblico, como está escrito en Hechos 20:29-30:
“Sé que después de mi partida, vendrán lobos feroces entre vosotros que no perdonarán el rebaño y que de entre vosotros mismos se levantarán algunos hablando cosas perversas para arrastrar a los discípulos tras ellos.
En 2 Pedro 2:1 está escrito:
“Pero se levantaron falsos profetas entre el pueblo, así como habrá también falsos maestros entre vosotros,[72] los cuales encubiertamente introducirán herejías destructoras, negando incluso al Señor que los compró, trayendo sobre sí una destrucción repentina.”
Gad representa las congregaciones de muchos gentiles que abrazan la fe en el Mesías de Israel, como está escrito en Lucas 2:29-32:
“Ahora, Señor, permite que tu siervo se vaya en paz, conforme a tu palabra; porque han visto mis ojos tu salvación la cual has preparado en presencia de todos los pueblos; LUZ DE REVELACION A LOS GENTILES, y gloria de tu pueblo Israel.
Y en Hechos 15:14-18 está escrito:
“Simón ha relatado cómo Eloha al principio tuvo a bien tomar de entre los gentiles un pueblo para su nombre. Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, tal como está escrito: DESPUES DE ESTO VOLVERE, Y REEDIFICARE EL TABERNACULO DE DAVID QUE HA CAIDO. Y REEDIFICARE SUS RUINAS, Y LO LEVANTARE DE NUEVO, PARA QUE EL RESTO DE LOS HOMBRES BUSQUE AL SEÑOR, Y TODOS LOS GENTILES QUE SON LLAMADOS POR MI NOMBRE, DICE EL SEÑOR, QUE HACE SABER TODO ESTO DESDE TIEMPOS ANTIGUOS.
En Romanos 16:4 está escrito:
los cuales expusieron su vida por mí, a quienes no sólo yo doy gracias, sino también todas las congregaciones de los gentiles.
Asher representa la gran felicidad que experimentará todo Israel en los últimos tiempos al recibir la revelación de Yeshúa como el Mesías, como está escrito en Hechos 3:12b, 19-21:
“Varones israelitas... arrepentíos y volved a Eloha, para que vuestros pecados sean borrados, a fin de que tiempos de refrigerio vengan de la presencia del Señor, y El envíe a Yeshúa, el Mesías designado de antemano para vosotros, a quien el cielo debe recibir hasta el día de la restauración de todas las cosas, acerca de lo cual Eloha habló por boca de sus santos profetas desde tiempos antiguos.
30:23-24 “Y ella concibió y dio a luz un hijo, y dijo: Eloha ha quitado (“asaf”) mi afrenta. Y le puso por nombre Yosef, diciendo: Que el Eterno me añada (“yosef”) otro hijo.” – Rajel, que significa “oveja”, dio a luz a Yosef que simboliza al Cordero de Eloha, el Mesías ben (hijo de) Yosef, el Siervo sufriente. El nombre Yosef[73] viene de la raíz “yasaf”[74], “añadir”, y hace juego con la raíz “asaf” [75], que significa tanto “quitar” como “añadir”.
Esto significa que el papel del Mesías implica tanto el hecho de quitar como añadir. Por un lado habla de su muerte y resurrección y por el otro lado habla de su misión de quitar el pecado y la muerte y luego añadir gentiles dentro del pueblo escogido. Esto se ve también reflejado en la vida de Yosef que vino para salvar al mundo y los hijos de Israel en Mitsrayim y causar que dos tribus más fueran introducidas en Israel, Efrayim y Menashé.
Quinta aliyá, 30:28 – 31:16
30:39 “Así se apareaban los rebaños junto a las varas; y los rebaños tenían crías rayadas, moteadas y manchadas.” – La Torá no es un libro de biología. Este texto no ha sido puesto para dar una clase sobre la genética. La genética de los rebaños no cambia según este tipo de estímulos exteriores. La Torá nos da una lección de como lo sobrenatural se introduce en lo natural mediante la colaboración entre el hombre y el Eterno. El hombre hace un acto natural y el Eterno responde con un acto sobrenatural. Este principio se encuentra en todas las Escrituras. Yaakov actuó según una visión celestial que un ángel le había dado. No podemos desatar el poder sobrenatural del Eterno si no tenemos una revelación, como está escrito en Juan 5:19:
“Por eso Yeshúa, respondiendo, les decía: En verdad, en verdad os digo que el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que hace el Padre, eso también hace el Hijo de igual manera.”
Para hacer milagros hay que tener una íntima relación con el Padre y una revelación de lo que Él está haciendo. El que colabora con Él tiene éxito en todo. El que hace milagros sin tener una relación con Él será reprobado, como está escrito en Mateo 7:22-23:
“Muchos me dirán en aquel día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?" Y entonces les declararé: "Jamás os conocí; APARTAOS DE MI, LOS QUE PRACTICAIS LA INIQUIDAD."”
Este texto nos revela dos verdades muy importantes. Para no ser reprobado en el día del juicio hay que practicar lo sobrenatural a base de dos cosas, una relación íntima con el Mesías Yeshúa y obediencia a la Torá de Moshé. La palabra griega que fue traducida como “iniquidad” es “anomia”,[76] y significa “sin ley” o “violación de la ley”. Por lo tanto los que profetizan y hacen milagros en el nombre del Mesías sin tener una relación íntima con Él y sin practicar los mandamientos de la Torá serán finalmente expulsados de su presencia. Lamentablemente serán muchos.
31:13 “Yo soy el Eloha de Betel, donde tú ungiste un pilar, donde me hiciste un voto. Levántate ahora, sal de esta tierra, y vuelve a la tierra donde naciste.” – Los votos que hacemos son tomados muy en serio en el cielo, como está escrito en Eclesiastés 5:1-6:
“Guarda tus pasos cuando vas a la casa de Eloha, y acércate a escuchar en vez de ofrecer el sacrificio de los necios, porque éstos no saben que hacen el mal. No te des prisa en hablar, ni se apresure tu corazón a proferir palabra delante de Eloha. Porque Eloha está en el cielo y tú en la tierra; por tanto sean pocas tus palabras. Porque los sueños vienen de la mucha tarea, y la voz del necio de las muchas palabras. Cuando haces un voto a Eloha, no tardes en cumplirlo, porque El no se deleita en los necios. El voto que haces, cúmplelo. Es mejor que no hagas votos, a que hagas votos y no los cumplas. No permitas que tu boca te haga pecar, y no digas delante del mensajero de Eloha que fue un error. ¿Por qué ha de enojarse Eloha a causa de tu voz y destruir la obra de tus manos? Porque en los muchos sueños y en las muchas palabras hay vanidades; tú, sin embargo, teme a Eloha.”
31:16b “ahora pues, todo lo que Eloha te ha dicho, hazlo.” – Las esposas de Yaakov no habían recibido una palabra del Eterno para salir de la casa de Laván. La dirección de la familia recae sobre el esposo, no sobre la esposa. Hay muchos ejemplos en las Escrituras como el Eterno habla al Esposo acerca del futuro de la familia y la esposa tendrá que escuchar la voz de su esposo.
Tenemos el ejemplo como el Eterno habló a Adam acerca de los árboles permitidos y prohibidos antes de la creación de la mujer. Otro ejemplo es cuando el ángel le dice a Yosef para que se levante y tome al niño y a su madre para huir a Mitsrayim porque Herodes quería matarlo.
Las esposas tendrán que orar mucho por sus esposos para que sean sensibles a la voz del Espíritu del Eterno y para que sean obedientes a su dirección. En este caso vemos un buen ejemplo de sumisión de las esposas de Yaakov al liderazgo puesto por el Eterno.
Además, él fue muy sabio en tener una comunicación muy abierta con ellas, lo cual es una de las cosas más difíciles del varón, y si no se hace causa muchos problemas matrimoniales. Yaakov les contó todas las cosas y reveló lo que el Eterno había dicho para que supieran que la decisión que iba a tomar no estaba basada en él mismo, sino en la voluntad del Eterno.
El esposo no vive para satisfacer sus propios deseos en el matrimonio, sino para cumplir el propósito del Eterno con su familia.
Sexta aliyá, 31:17-42
31:19 “Y mientras Laván había ido a trasquilar sus ovejas, Rajel robó los ídolos domésticos que eran de su padre.” – Según el libro de Yashar[77] y otros midrashes Laván tenía un ídolo que había sido hecho de una forma terrible. Cuando un hijo primogénito nació, fue sacrificado y se le cortó la cabeza. Después de quitar todo el pelo, salaban y aceitaban su cráneo. Luego colocaban, debajo de su lengua, un rollo de papel o un trozo de metal, en el cual habían escrito el Nombre sagrado. Lo colocaban en la casa, le encendían velas y se inclinaban ante él, y entonces empezó a hablar y contestarles todo lo que pedían. Así era el ídolo principal que Rajel había hurtado. Luego cuenta el Midrash que el propósito del hurto de Rajel fue evitar que su padre supiera por medio del ídolo dónde habían huido. Sin embargo Laván fue a un vecino y consultó a su ídolo.
Una antigua ley, llamada Nuzu, revela que un yerno que tenía los ídolos domésticos en su posesión, podía exigir la herencia familiar en un juzgado.[78] ¿Será que el motivo de Rajel era ese a la hora de hurtar los ídolos de su padre? ¿Quién sabe?
Sea como sea, lo cierto es que la Torá dice que Rajel hurtó, y el hurto trae maldición si no hay arrepentimiento con restitución de lo hurtado. Tres maldiciones alcanzaron a Rajel, la maldición causada del hurto mismo, la maldición que pronunció Yaakov sobre la persona que tenía los ídolos, cf. 31:32, y la maldición causada por haber mentido ante su padre, cf. 31:35. Estas maldiciones causaron su muerte prematura, en el momento del nacimiento de su segundo hijo, Binyamín.
31:20 “Y Yaakov engañó a Laván arameo al no informarle que huía.” – El texto hebreo dice literalmente que Yaakov “robó el corazón” de Laván. Es la misma palabra que en el versículo anterior donde dice que Rajel “robó los terafim”. Robar el corazón de alguien no tiene que ver con enamoramiento, sino con un abuso de la confianza que otra persona ha depositado en ti. Laván confiaba en Yaakov. Yaakov se aprovechó de esa confianza y salió huyendo. El motivo fue puro, porque quería obedecer al Eterno, pero el comportamiento de Yaakov no fue correcto. Cometió un acto de hurto. Hurtó el corazón de alguien que confiaba en él. Este tipo de hurto es muy común entre los hombres. Cuando ven una oportunidad para aprovecharse del otro lo hacen, sin entender las graves consecuencias que ese delito produce. Yaakov tuvo que sufrir mucho durante su vida porque antes había sembrado engaño y ahora sembró el hurto. Por esta razón lo mismo pasaría luego con sus propios hijos en los cuales él confiaba. Le engañaron con la desaparición del hijo que más amaba. Le robaron el corazón. Lo que uno siembra tendrá que cosechar tarde o temprano.
Querido lector, ¡sé fiel al que confía en ti! Si has hurtado el corazón de alguien, arrepiéntete y ve a la víctima y humíllate ante ella y pide perdón y haz todo lo que está a tu alcance para restituir el daño.
No es lo mismo la confianza que el perdón. Si una persona ha robado el corazón de otra pierde su confianza. Aunque luego se arrepienta y pida perdón, no habrá recuperado la confianza de la otra persona hasta pasar mucho tiempo, en el caso de que sea posible recuperarla. Porque la otra persona piensa: “Si lo hizo una vez, lo podrá hacer otra vez”. Así que ten paciencia si no logras obtener la misma confianza del que hurtaste el corazón. No le culpes por eso. Debes entender que tu comportamiento ha causado un daño muy grave en su corazón y no se puede sanar sólo con el perdón. La confianza es un resultado de la fidelidad en las relaciones y una confianza dañada necesita tiempo para ser restaurada.
31:31 “Entonces Yaakov respondió, y dijo a Laván: Porque tuve miedo, pues dije: "No sea que me quites a tus hijas a la fuerza."” – El miedo es lo contrario de fe. Yaakov había tenido una palabra del Eterno y esa palabra era suficientemente poderosa para producir confianza en el corazón de Yaakov. Pero su temor de Laván fue superior y tomó una decisión por temor. Las decisiones tomadas por miedo no son buenas. Traen consecuencias negativas. Laván podía haber hecho daño a Yaakov. Pero el Eterno tuvo misericordia con él e intervino en el asunto. A pesar de nuestros temores y nuestra falta de confianza, Él es bueno con nosotros y nos ayuda. ¡Bendito sea Su Nombre!
31:35 “Y ella dijo a su padre: No se enoje mi señor porque no pueda levantarme delante de ti, pues estoy con lo que es común entre las mujeres. Y él buscó, pero no encontró los ídolos domésticos.” – Vemos una forma muy respetuosa de hablar con su padre, “mi señor”. Además pide perdón por no levantarse ante él, lo cual constituye una falta de respeto.
31:42 “Si el Eloha de mi padre, Eloha de Abraham, y temor de Yitsjak, no hubiera estado conmigo, ciertamente me hubieras enviado ahora con las manos vacías. Pero Eloha ha visto mi aflicción y la labor de mis manos, y anoche hizo justicia.” - ¿Por qué Yaakov menciona a Eloha como “el Temor de Yitsjak”? ¿Qué fue lo que más había impactado la vida del Yaakov en su padre? Su temor a Eloha. Podría haber dicho: “el Misericordioso de mi padre” o “el Poderoso de mi padre” o “el Santo de mi padre”, pero lo que destaca es el temor que Yitsjak tenía por Eloha. Esto nos enseña acerca de la importancia de servir al Eterno con temor. La falta de temor del Eterno es una de las causas, quizás la mayor causa, por la que el hombre peca. Yeshúa destaca la importancia de temer al Eterno en Lucas 12:5 donde está escrito:
“Pero yo os mostraré a quién debéis temer: temed al que, después de matar, tiene poder para arrojar al infierno; sí, os digo: a éste, ¡temed!
En 1 Pedro 2:17 está escrito:
Honrad a todos, amad a los hermanos, temed a Eloha, honrad al rey.
En Revelación 14:6-7 se habla del evangelio eterno. ¿Cuál es?
Y vi volar en medio del cielo a otro ángel que tenía un evangelio eterno para anunciarlo a los que moran en la tierra, y a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Eloha y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; adorad al que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.
Eclesiastés 12:13 concluye el mensaje del Eterno de esta manera:
La conclusión, cuando todo se ha oído, es ésta: teme a Eloha y guarda sus mandamientos, porque esto es todo para el hombre.
Si tenemos más temor de los hombres que del Eterno no podremos ser siervos del Mesías, como está escrito en Gálatas 1:10:
Porque ¿busco ahora el favor de los hombres o el de Eloha? ¿O me esfuerzo por agradar a los hombres? Si yo todavía estuviera tratando de agradar a los hombres, no sería siervo del Mesías.
Séptima aliyá y maftir, 31:43 – 32:2 (3 heb.)
31:50 “Si maltratas a mis hijas, o si tomas otras mujeres además de mis hijas, aunque nadie lo sepa, mira, Eloha es testigo entre tú y yo.” – La expresión “mis hijas” son mencionadas dos veces. Esto implica, según Rashí, que las siervas de Leá y Rajel eran hijas de las concubinas de Laván.
32:1-2 “Y cuando Yaakov siguió su camino, los ángeles de Eloha le salieron al encuentro. Y al verlos, Yaakov dijo: Este es el campamento de Elohim; por eso le puso a aquel lugar el nombre de Majanáyim.” – Ahora llega el gran momento de volver del galút, la diáspora. En ese momento Yaakov tiene un encuentro con los malajes de Eloha. Rashí dice que los ángeles de la tierra de Israel salieron para escoltarlo en su entrada al país.
Este texto nos muestra que con el regreso de los hijos de Israel de las tres diásporas habrán muchas actividades sobrenaturales.
Majanáyim significa “dos campamentos”. En el hebreo hay tres formas para señalar cantidad: singular, dual y plural. Majanáyim es la forma dual de “majané”[79], “campamento”, “ejército”.
Cuando Yaakov vuelve del galút se produce el fenómeno de los dos campamentos. Esto habla proféticamente de la unión en Mashiaj entre judíos y no judíos en el tiempo del regreso de los hijos de Israel de todas las naciones.
También habla de la realidad de que en el mismo pueblo existen tanto judíos como no-judíos que viven juntos en armonía.
¡Ahora han llegado estos tiempos!

Adaptación: ORLANDO UNDA 

1 comentario: