Para la semana que termina el 21 de Elul de 5776
24 de Septiembre del 2016 Debarim / Deuteronómio 26:1-29:8
Aliyás de la Torá:
1. 26:1-19
2. 27:1-10
3. 27:11-26
4. 28:1-14
5. 28:15-57
6. 28:58 – 29:1 (28:69 heb.)
7. 29:2 (1 heb.) - 29:6 (5 heb.)
Haftará: Isaías 60:1-22
Código Real (Tsofen Maljutí): Revelación 15:1 – 16:21
Temas de la Parasha
La perasha habla sobre los siguientes temas:
Primera alía (26:1-11)
Se enumeran las leyes relacionadas a las primicias -Bikurim-.
Segunda alía(26:12-15)
Se describen las leyes relacionadas con los diezmos.
Tercera alía:(26:15-19)
Habla de la bendición hacer la voluntad de YHVH guardando sus mandamientos.
Cuarta alía(27:1-10)
La construcción de un altar de piedra para YHVH. Y en el monte en donde el pueblo de Yisrael se constituye como una nación.
Quinta alía(27:11-28:6)
En los montes Guerizim y Eval, se mencionan las maldiciones que se recibirán los hijos de Yisrae si no hacen la voluntad de YHVH, así mismo se describen las bendiciones por estar en cumplimiento de los mandamientos de YHVH.
Sexta alía(28:7-69)
Se describen otras bendiciones por seguir el buen camino, y también el mal que recaerá sobre el pueblo por las transgresiones
Séptima alía:(29:1-8)
Esta alía se menciona que YHVH guiará al pueblo cuarenta años
Resumen de la Parashá
Deuteronomio 26:1-29:8
Moshe instruye al Pueblo de Israel: Cuando entres a la tierra que Adonay te esta entregando como herencia eterna, y la establezcas y la cultives, trae las primeras frutas (bicurím) de tu huerta al Sagrado Templo, y declara tu gratitud por todo lo que El Eterno ha hecho por ti.
Esta sección también incluye las leyes de los diezmos dados a los Leviím y a los pobres, las instrucciones detalladas de cómo proclamar las bendiciones y las maldiciones en los montes Grizím y Eival, como fue discutido al comienzo de la sección Ree.
Moshe recuerda a la gente que son el pueblo elegido por Elohim y que ellos, a su vez, han elegido a El Eterno.
La última parte de Ki Tavó consiste en la Tojajá (reprimenda). Luego de listar las bendiciones con las cuales Di-s premiará a la gente cuando ellos sigan las leyes de la Torá, Moshe da una larga y dura lista de cosas malas, como enfermedad, hambruna, pobreza y exilio, que ocurrirán si ellos abandonan los preceptos de Elohim.
Moshe concluye diciendo al pueblo que sólo hoy, cuarenta años después de su nacimiento como pueblo, alcanzaron "un corazón para saber, ojos para ver y oídos para escuchar".
Bicurím, lo Mejor de las Primicias
En la sección de esta semana leemos sobre el precepto de Bicurím, primicias. La mitzvá consiste en llevar las mejores primeras frutas de la Tierra de Israel al Templo de Yerushaláim, ofreciéndoselas a Elohim. Después de tanto esfuerzo para arar, sembrar, regar, cuidar y cultivar: ¿por qué ofrecer lo mejor, no alcanza con sólo ofrecer parte del producto?
Uno de los pilares de la filosofía jasídica consiste en que no debemos despreciar el mundo material a nuestro alrededor.
Hay dos conceptos que engloban todo lo existente en el universo: materia, el aspecto físico del universo, y forma, su aspecto espiritual. En general existen tres escuelas de pensamiento en el judaísmo sobre cómo deben ser utilizados estos dos conceptos
La escuela de Musar, ética, enseña la anulación absoluta de la materia, resaltando el aspecto repugnante y aborrecedor de todo lo que es corporal y material frente a lo espiritual.
La escuela de Jasidut, que enseña la predominancia de la forma por sobre la materia. Sin embargo, esta escuela enfatiza la superioridad de la materia cuando es purificada e iluminada por la forma, y la superioridad de la forma cuando es integrada en la materia. Ambos deben ser completamente fusionados, hasta volverse uno.
Una de las lecciones de la mitzvá de Bicurím es que no alcanza con elevar a la santidad frutos de la tierra, sino que específicamente los mejores frutos deben ser elevados, así expresando que los aspectos físicos de la vida, aún aquellos que más placer causan y por lo tanto son considerados más "mundanos" (ejemplificados por los mejores frutos), deben ser elevados a la santidad (ejemplificado por el llevado de los frutos al Templo).
Bicurím no son solamente los mejores frutos, sino las primicias de los mejores frutos. El concepto de entregar a El Eterno las primicias del trabajo propio, está relacionado con la fe simple, que se encuentra en todo YISRAELITA sin excepción, de que estos productos provienen de una bendición Divina y no (solamente) del esfuerzo propio.
Otro de los aspectos de la mitzvá de Bicurím, relacionada con esta enseñanza, es que las frutas eran entregadas al cohen (sacerdote) en el Templo para que las coma. Cada uno de nosotros es considerado un cohen, como dice la Torá "ustedes serán para mí, una nación de cohaním". nuestro servicio a Elohim, esto simboliza, que cuando uno se comporta como un cohen, es decir, cuando vive una vida plena de santidad y acercamiento a El Eterno, uno puede servir a Elohim aún en las cosas más simples, como comer frutos de la tierra.
Tendemos a pensar que el servicio a El Eterno se restringe solamente al rezo, el cumplimiento de preceptos o el estudio de Torá. No enseña la sección de Bicurím, que el servicio a Elohim va más allá de estos aspectos directamente relacionados con divinidad, sino que aún en las cosas más simples de la vida, como comer y beber, uno debe revelar divinidad en sus accionar.
Así como con la mitzvá de Bicurím en la época del Templo, luego de cumplirla, uno era bendecido para que el próximo año también la cumpla con alegría, así también hoy, a través de utilizar los "frutos" de nuestro trabajo para el servicio a El Eterno por medio de la Tzedaká (caridad), somos bendecidos para que el año próximo podamos dar más Tzedaká y con alegría.
.- LA IMPORTANCIA DE NUESTRA RELACIÓN CON EL SEÑOR.-
Una vez entrados en Erets Israel (la Tierra de Israel), parte de la liturgia de la adoración debía incluir siempre una declaración de la relación única entre ADONAI y los hijos de Israel como nación del pacto, en virtud de la gracia del Señor mostrada a Avraham, Yitsjak y Yaakov.
Así pues, a la hora de presentar las ofrendas de los primeros frutos, los hijos de Israel deberán decir : “Un arameo a punto de perecer fue mi padre, el cual descendió a Egipto y habitó allí con pocos hombres y allí creció y llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa, y los egipcios nos maltrataron y nos afligieron y pusieron sobre nosotros dura servidumbre. Y clamamos a ADONAI, el Elohim de nuestros padres y ADONAI oyó nuestra voz y vio nuestra aflicción, nuestro trabajo y nuestra opresión y ADONAI nos sacó de Egipto con mano fuerte, con brazo extendido, con grande espanto y con señales y con milagros...” (Deuteronomio 26:5-8)
¿Por qué el Señor mostró a Moisés que a la hora de traer las primicias al Señor debía decirse “un arameo a punto de perecer fue mi padre ?”
El contexto revela que definitivamente se trata de Yaakov. No es Avraham, ni Yitsjak, sino un hijo de Avraham, hijo de Yitsjak, Yaakov.
¿Cómo es que Yaakov, la segunda generación de Avraham, no es visto aquí como “el hebreo”, sino como “un arameo” ?
La razón es para mostrarnos que la descendencia de Avraham e Yitsjak no es biológica sino profética.
En otras palabras, “ser israelita” o “judío” no es cuestión de “raza”, es asunto de pacto, de llamado, de promesa y posición delante de ADONAI.
Al recordarnos que Jacob era el “arameo”, siendo un hijo de Yitsjak, nos está enseñando que solamente por la conversión de Avraham al Señor y por la gracia del Señor y por la obediencia al Señor, pasamos de “arameos” o de “extraños” o de “advenedizos” a una posición nueva, la posición de pueblo de ADONAI y nación del pacto.
Esto sin duda abrió el camino para la aceptación posterior de los goyim o de los gentiles, en la nacionalidad de Israel por medio de Yeshúa, nuestro Mesías, como se le había prometido a Avraham, no para reemplazar a Israel sino para venir a formar parte de Israel y compartir las bendiciones establecidas en los pactos de la promesa.
Por lo tanto, los hijos de Israel y los creyentes del Nuevo Pacto deben identificarse plenamente con los padres de nuestra nación, con Avraham, Yitsjak y Yaakov y recordar y declarar siempre la relación especial que tenemos con ADONAI como nación escogida.
Al mismo tiempo, esta relación especial crea responsabilidades especiales que debemos asumir como pueblo del Pacto para mostrar al resto de las naciones del mundo la identidad del verdadero Eloha, la gracia y la misericordia del único Elohim verdadero, el Padre, y Su buena voluntad de acoger en su seno a todos los hombres que se vuelvan de sus malos caminos al Señor de Israel y se dispongan a cubrirse bajo las alas del Elohim de Yaakov.
Ser israelita o judío es una gran bendición, pero también una gran responsabilidad y un gran compromiso del cual algún día tendremos que dar cuenta.
La elección no es un fin en sí mismo, sino un medio para alcanzar un fin: que todas las naciones de la tierra se vuelvan a nuestro Elohim a y a la Torá por medio de nuestro Mesías para que toda la familia de Israel le sea finalmente un reino de sacerdotes y gente santa que traiga honra y gloria al único Eloha verdadero, el Eterno Eloha y Padre de nuestro Señor Yeshúa HaMashiaj.
2.- DE ARAMEO A ISRAELITA, DE CORDERO A LEÓN.
Pero tenemos aquí una revelación adicional.
Declarar a Yaakov "arameo" muestra su debilidad, su servidumbre. Este representa al cordero.
Conocer que Yaakov es hebreo, israelita, muestra su fortaleza, su realiza. Esto representa al león.
Así también sucedió con Yeshúa.
En su primera manifestación a Israel se reveló sumiso y siervo.
Pero en la segunda será como león que conquista, vence, captura y establece su señorío completo entre los hombres. Para estar con El como “león” primero debemos estar con El como “cordero”.
Si no aceptamos al Cordero seremos aplastados por el León. Si aceptamos al Cordero, reinaremos con el León. El gran rabino Shaúl dijo así : “Si sufrimos con el Mesías, también reinaremos con El”.
¿Estamos dispuestos a ver en Yeshúa al “cordero de Adonai que quita el pecado del mundo”? Si lo podemos ver así ahora y le recibimos en nuestro corazón y le confiamos a El el perdón de nuestros pecados y la salvación de nuestras almas, Adonai nos perdonará y nos limpiará de todos nuestros pecados, nos dará el Ruaj Ha-Kódesh y escribirá nuestros nombres en el Libro de la Vida del Cordero de donde nunca nuestro nombre será borrado según su promesa.
El Mesías por lo tanto tiene dos papeles: Primero, el papel de “siervo sufriente” quien ofrece su vida en expiación por el pecado de Israel y del mundo. Segundo, “El Rey Invicto” que trae la paz perdurable y la justicia eterna a Jerusalem y al resto de las naciones del mundo.
Como “Siervo Sufriente” el Mesías es Yeshúa ben Yosef, porque como Yosef fue entregado por sus propios hermanos, rechazado por sus propios hermanos y sometido al dolor y sufrimiento de la vergüenza pública, tanto por sus propios hermanos como por los extraños.
En su primer encuentro con Yosef en esas condiciones, sus hermanos no le reconocieron en su totalidad, no lo vieron como hebreo, sino como gentil, como si fuera un egipcio.
Pero en el segundo encuentro, algo ocurrió. La verdadera identidad de Yosef les fue revelada.
Así ocurrirá también con Yeshúa. Para ese momento, nuestro pueblo le reconocerá como “Rey Invicto”, el Mesías Yeshúa ben David, el Poderoso Rey de reyes y Señor de señores. En su primera venida, Yeshúa, como cordero sufriente se deja inmolar y durante su juicio, no abrió su boca.
Así hizo Yosef cuando fue acusado en Egipto y por su integridad fue condenado injustamente. Pero luego Yosef fue levantado de la mazmorra al señorío. De la misma manera con Yeshúa.
Conclusiones por yirmiyahu ben yisrael
-yeshua’,la primicia de los primeros frutos. Leer juan12:24
-al morir yeshua’ fue la primicia de resurreccion y primeros frutos.leer1 corintios15:20
-Este viene a ser un sarmiento o atado de mies leer mateo27:52-53
-yeshua’ se convirtió en nuestro gran sacerdote leer levítico23:11ª
--el de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas. Santg 1,18.
Leer proverb 3,9-10
El ofrecimiento de los primeros frutos al Eterno sirve para demostrar el hecho que hay que colocarlo a el primero en nuestras vidas. Por este motivo en estas fiestas se encierra el mandamiento mas importante: Amaras al Señor tu Elohim con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento.
No lo olvides tu eres primicia y luz a las naciones, como mesiánico, cumpliendo la Tora en Yeshua Hamashiaj.
¡Shabath shalom!
Yirmyahu ben Yisrael
Shalom ajim...
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