viernes, 17 de mayo de 2019

Parashá 32 BeHar


Parashá 32 BeHar  Levítico 25:1 – 26:2.
Para la semana que termina en el Shabat  12 de Iyyar de 5779
17 de Mayo de 2.019
Día 28 de la cuenta del Omer

Aliyás de la Torá:

1 aliya 25.1-13
2 aliya 25.14-18
3 aliya 25.19-24
4 aliya 25.25-28
5 aliya 25.29-38
6 aliya 25.39-46
7 aliya 25.47-26.2.

Haftará: Jeremías 32:6-27

Brit Hadasha: Mateo 25:1 – 26:75

BeHar Significa “en la montaña”.


RESUMEN DE LA PARASHÁ  :
Cada siete años la Torá ordena el cese de la agricultura en la Tierra de Israel. Este “shabat” de la tierra se denomina SHEMITÁ, traducido como año sabático. Luego del séptimo año de Shemitá, o sea siete ciclos de Shemitá, se anunciará con el sonido del shofar en Yom Kipur el año número cincuenta, el año de YOBEL (Jubileo), un año en el que la tierra también permanece inactiva. Antes de los años de Shemitá y de Yobel,  El Eterno promete dar una cosecha abundante para proveer de sustento al Pueblo de Israel. En el año de Yobel (Jubileo) toda la tierra retorna a la división original que existía en tiempos de Yehoshúa (Josué) y todos los siervos Israelitas contratados, quedan liberados aunque no hayan completado los seis años de trabajo requeridos para su liberación.
Cuando una persona contrata a un siervo de Israel, no podrá ordenarle ninguna labor degradante, innecesaria o muy difícil; se le brindará el mismo nivel de comodidad que disfrutan sus patrones (a veces aún más) y no se lo puede vender en el mercado. El precio por su labor se calcula de acuerdo con la cantidad de tiempo que reste hasta que quede libre automáticamente. El precio de la tierra se calcula de un modo parecido. En caso de que alguien venda su tierra ancestral, tiene derecho a redimirla después de dos años. Si se vende una casa en una ciudad amurallada, el derecho para redimirla se ejerce únicamente en el primer año posterior a la venta. Las ciudades de los levitas les pertenecen en forma perpetua. La Torá prohíbe a los Bené Israel prestar o pedir prestado dinero a interés. Los miembros de la familia deben redimir a cualquier pariente que hubiera sido vendido como siervo contratado por haberse empobrecido.
-                    LA MITZVÁ DE AYUDAR AL POBRE
Una de las mitzvot de la Parashat Behar es la de ayudar a aquellos que lo necesitan. La Torá dice: “Y si tu hermano empobreciere y sus medios fueran escasos… tú lo fortalecerás (“Vehejezakta bo”)… No tomarás de él interés… para que tu hermano viva contigo”(Vaikrá/Levítico 25:35). 
Una de las más grandes mitzvot (preceptos) es dar “Tzedaká” (caridad) y realizar actos de bien con el prójimo (Guemilut Jasadim), ser generosos y ayudar a aquellos que necesiten. Aunque generalmente pensamos que el que da está ayudando al pobre, nuestros Sabios nos dicen que lo opuesto es verdad: el que recibe realiza un favor mucho más grande al donante que lo que éste hace por el primero. En tanto que el pobre es ayudado físicamente, aquel que realizó el acto de caridad es bendecido en este mundo y también es bendecido por la mitzvá en el Mundo Venidero.
A este concepto se alude en el versículo mencionado antes: “Y si tu hermano empobreciere y sus medios fueran escasos… tú lo fortalecerás”. Si la Torá hubiese querido decirnos que el rico debe fortalecer al pobre, debería haber escrito: “Vehejezakta otó”. De la forma en que está realmente escrito puede ser traducido como: “Tú te fortalecerás a través de él”. Por lo tanto, la Torá en realidad le está diciendo al donante que, por ayudar al necesitado, él saldrá fortalecido. AMEN.
El hombre de la bicicleta
Había una vez un hombre de casi 70 años que casi no tenía dinero, y se ganaba la vida vendiendo ropa. Salía todos los días a trabajar y llegaba con algo de dinero a casa y así mantenía a su esposa. De vez en cuando llegaba algo de dinero por parte de sus hijos, pero sus hijos eran pobres también.
Sin embargo, las carencias y la dificultad de las cosas no derrotaban al hombre. Seguía trabajando y siempre tenía buen ánimo para hacer las cosas.
Y el hombre en verdad quería una bicicleta. Así que un día compró una que estaba en un depósito de chatarra. Cuando llegó a casa, de inmediato comenzó a trabajar para repararla.
Pasaron varios meses y la bicicleta estaba a punto de quedar lista para el primer paseo.  ¡El hombre estaba muy emocionado y tenía toda la ilusión del mundo en probar su bici!
Y un día el hombre se encontró a un amigo.
-¡Hola, Juan! ¡Pero qué milagro! ¿Cómo has estado?- Preguntó con el característico ánimo.
Juan sólo lo miró y se le nublaron los ojos.
-Muy mal.- Respondió con tristeza. -Unos ladrones entraron a mi casa y robaron mi bicicleta, con la que me iba a vender mis tacos. También se llevaron mi estufa, los tanques de gas y hasta mi ropa. Ahora ya no tengo con qué trabajar. Por suerte mi primo me prestó una estufa chiquita y con eso podré hacer mis tacos, aunque sea saldré a vender cargando la canasta en los hombros.
Juan era uno de los muchos hombres que se ganan la vida vendiendo tacos (comida tradicional mexicana), por las calles de la Ciudad de México.
El hombre viejo escuchó toda la historia de su amigo. Suspiró.
-Juan, yo tengo una bicicleta que te puede servir. Te la regalo. Ve por ella a la casa cuando puedas. Pero el lunes quiero que comiences a trabajar con ella.
Con lágrimas en los ojos, Juan aceptó.
Y el hombre cedió su bicicleta a alguien que la necesitaba más, sin importarle lo mucho que había trabajado en ella. AMEN.
Nuestros Sabios dicen: “Cuando un burro que lleva una pesada carga comienza a tambalear, en tanto el animal esté aún en pie, una persona lo puede enderezar. Sin embargo, si se espera hasta que el burro caiga al suelo, ni siquiera cinco personas podrán levantarlo. Lo mismo sucede al ayudar a alguien en necesidad. No se debe esperar hasta que la persona esté totalmente devastada. Debemos ayudarlo enseguida pues así será mucho más fácil lograr que se ponga en pie otra vez.  Como tampoco podemos esperar nada a cambio. Amen.
Enseñanza.

En la Parashá Behar, El Eterno ordena todo lo correspondiente a las leyes del Shemitá / Año Sabático, es decir, el descanso de la tierra cada siete años… Luego de siete ciclos sabáticos encontramos Yovel / Año del Jubileo donde se ordena el descanso de la tierra, la libertad de los esclavos y las propiedades que deben ser devueltas a sus dueños originales… También contiene leyes referentes a la venta de la tierra y la prohibición del fraude y la usura…

Nuestro Padre Celestial se ha complacido en que lleguemos a la última parte de Su Tercer Libro… Es incontable la cantidad de enseñanzas que hemos recibido… Sea la voluntad de Nuestro Elohim alargar nuestros años en ésta Tierra para seguir estudiando y profundizando cada día más en Su Palabra Kadosh / Santa…

En ésta oportunidad, El Eterno nos muestra en Vayikrá 25 el Shemitá / Año Sabático que literalmente significa “Liberar”…

25:2 "Dile a los hijos de Yisra'el: 'Cuando ustedes entren a La Tierra que Yo les estoy dando, la tierra misma observará un descanso de Shabbat para YHVH.

Mucho se ha escrito sobre el tema… Pero solo aclararemos un aspecto para poder seguir adelante en lo que queremos plasmar hoy…

Cuando hablamos de liberar, es porque algo que está en posesión debe ser retornado a su estado natural…

Si profundizamos un poco… El Eterno nos concede cada Yom / Día, cada Shabat, cada Rosh Jodesh / Cabeza de Mes, cada Rosh HaShaná / Cabeza del Año, cada Shemitá…

Nuestro Creador es quien otorga… No hay quien, fuera de Él…

Nuestro Elohim hizo la Tierra para que habitáramos y obedeciéramos sus Mitzvot / Mandamientos en ella… Por lo tanto, siendo Dueño y Adon de la creación… Exige de nosotros que retornemos la Tierra a su estado natural de libertad… 

Han escuchado el dicho : “Los hijos son prestados”?... A éste dicho podríamos sumarle…

La Tierra y todo lo que contiene…  En donde habitamos y cumplimos Mitzvot… Es prestada…

Toda criatura que habita en la Tierra… Es prestada…

La sabiduría, la inteligencia, el alimento, el vestido, la salud, el trabajo… Son prestados…

La Torah que estudiamos… Es prestada…

Todo lo que existe… Más allá de lo que ven nuestros ojos… Le pertenece a YHVH Nuestro Elohim… Baruj Ha Shem…

Mientras Nuestro Elohim nos concede la vida en días, meses, años… Podemos disfrutarla… Sin olvidar a Quien le pertenece…

Por ello… Es nuestro deber recordar a través de los preceptos… El devolverle a Su Dueño lo que nos otorga… En cada oportunidad que al Eterno le complace…

Y llegamos al punto que queríamos…

Todo es prestado… Debemos devolverlo…

Nuestra vida es prestada… Debemos devolverla…

Pero… ¿En qué estado pensamos hacerlo?

La palabra Mitzvot, plural de Mitzvá, se aproxima a la raíz hebrea “Tzav “que significa ordenar/ mandar… De allí que su traducción más cercana sea Mandamiento…

Pero ésta palabra también está relacionada con la raíz “Tzavat” que significa unirse… De allí que al cumplir Mitzvot, estamos acercándonos a Nuestro Creador...


Por otra parte, la palabra Mitzvot se relaciona con las voces “Tzevet” y “Tzavtah” que significan equipo o conjunto de personas… De aquí, podemos deducir que el cumplimiento de los Mitzvot, caracteriza e identifica a un grupo de personas, más específicamente al Pueblo de Israel en su relación con El Eterno y con respecto a los demás habitantes de la Tierra…

Esto es… Que El Eterno ordena unirnos a Él como individuos y como pueblo… Lo cual solo podemos hacer al cumplir sus Mitzvot…

Pero para ello debemos saber eschucar/SHEMA…

PRIMERO  LO QUE EL ETERNO ORDENA… EL CAMINO…

Nuestros sabios han establecido y organizado seiscientos trece preceptos…

Existen varias teorías sobre cuales se pueden cumplir hoy en día y cuales no pueden realizarse por no existir un Templo para la observancia de ciertos preceptos (369)…

Otras teorías tienen en cuenta los preceptos que pueden observarse en la diáspora, fuera de Israel (261)…

Sea cual fuere el número de preceptos… Tenemos claro que no se trata solo del número y más aún en la condición de exilio… Sino de trascender a que el cumplimiento de ellos… Nos llevará a unirnos con Nuestro Creador y como Pueblo del Eterno…

Miremos otros detalles…

Los Mitzvot están clasificados entre positivos o lo que debemos hacer y los negativos o lo que debemos abstenernos de hacer…

Nuestros sabios de bendita memoria, cuentan trescientos sesenta y cinco negativos que corresponden a los tendones del cuerpo y a la cantidad de días del año solar… Por su parte, los preceptos positivos, en número de doscientos cuarenta y ocho que corresponden al número de miembros y órganos humanos…

¡Qué bonito! Que hermoso y que exacto es el Creador. Amen?

Podríamos decir que a cada día le corresponde una parte de nuestro cuerpo… Y que la omisión o trasgresión de alguno de los preceptos… Es como si no tuviéramos o le hiciéramos daño a esa parte del cuerpo…

Teniendo en cuenta que el primer objetivo del cumplimiento de los Mitzvot es sencillamente obedecerle a Nuestro Elohim… Podemos aclarar, que muchos de ellos son explicados, de manera que nos enseñan directamente la trascendencia, disciplina, constancia, paciencia, esfuerzo y autocontrol que debemos mantener… 

Otros por su parte carecen de explicación o razón de ser…

Y aun si fueran de difícil explicación… Nos sometemos a ellas aunque no los comprendamos…

SEGUNDO … UNIRNOS AL ETERNO… LA VERDAD…

No es compatible pensar en que es algo que haremos ocasionalmente… Es necesario dedicarle tiempo… Y de hecho, asumirlo como un estilo de vida…

Toda nuestra vida… Que es prestada… Esta contenida en el cumplimiento de los Mitzvot…

Desde que abrimos nuestros ojos, al asearnos, al cuidar nuestro cuerpo, en nuestro tiempo libre, con los familiares, amigos y personas que nos rodean, en la relación que llevamos con el resto de la creación… Hasta que cerramos nuestros ojos para dormir…

Y lo mejor de todo… Nuestro Creador nos dice cuando, como, donde, por qué, y para qué…

Todos los aspectos que llenan nuestra vida espiritual y material, están contenidos  en su Preciosa Palabra…

Todo el tiempo que estemos en ésta Tierra debe ser dedicado a ello… Es la forma de vida que quiere El Eterno que caminemos… Es su Voluntad que nos unamos a Él…

Pues El Eterno es la vida… A Él le pertenece…

Así fue planeado desde el principio… Así está escrito… Como vemos en Yohannan  / Juan 1:

       Juan 1:1 En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.1:2 Ella estaba en el principio junto a Dios.3 Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada. Lo que se hizo4 en ella era la vida y la vida era la luz de los hombres,5 y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron.6 Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan.7 Éste vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él.8No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz.9 La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre, viniendo a este mundo.10 En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció. (BJ3)(Biblia Jerusalem 3ra Edic).


Mucho hay que aprender y decir sobre ésta porción… Hoy solo observaremos que la vida le pertenece a Nuestro Creador y que debemos regresársela de acuerdo a su Voluntad…

La Palabra… Es el camino… Es La Torah

La Luz… Es la verdad… Es la Torah

La Vida… Es la Torah

Yeshúa Ha Mashiaj… Es la Torah hecha carne… El camino, la verdad, la vida…

Y cuando El Eterno lo expone… Nos está diciendo que en Yeshúa está la libertad con que debemos devolverle la vida…

La vida que El Eterno nos concede… Solo debe retornar en libertad… Y esto solo es posible si creemos en La Palabra, en La Luz, en La Vida… Que además la dio por nosotros salvándonos del pecado y desobediencia que nos mantenía esclavos… Y se refiere a uno solo: Yeshúa…  el puente real entre Elohim y los hombres.

Nuestra existencia y caminar por ésta vida… Debe estar dedicada a ello… De lo contrario no seremos considerados parte de Su Tesoro…

Lo difícil, es que para estos tiempos consideramos que solo es suficiente con creer… Pero La Palabra… Que es Yeshúa… Dice otra cosa…

En Yaakob/Santiago 2:12 Permanezcan hablando y actuando como personas que serán juzgadas por una  Toráh que da libertad. 13 Porque el juicio será sin misericordia para los que no tienen misericordia; pero la misericordia triunfa sobre el juicio.14 ¿De qué sirve, mis hermanos, si alguno asegura que tiene fe, pero no tiene obras? ¿Podrá esta "tal fe" salvarle? 15 Supongan que un hermano o hermana está sin ropa y sin comida para el diario, 16 y alguno le dice: "¡Shalom! ¡Mantente abrigado y come hasta saciarte!",  sin darle lo que necesita. ¿De qué le sirve? 17 Así que, la fe sola, si no está acompañada con obras, está muerta.

Y las obras son los Mitzvot…
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TERCERO… UN EQUIPO… LA VIDA

Las razones para que nuestro Amado Padre haya escogido al Pueblo de Israel para otorgarle la Torah pueden ser tanto desconocidas como incontables… Para que éste gran favor fuera concedido a toda la humanidad… El Eterno debía comenzar en algún punto… Y empezó por Israel… Tal como lo encontramos en 

Yeshayaj / Isaías 42:6 Así dice Elohim, YHVH, quien creó los cielos y los extendió, quien extendió la tierra y todo lo que de ella crece, quien da aliento a la gente en ella y espíritu a aquellos que caminan sobre ella: 6 Yo, YHVH, te he llamado justamente, te tomé de la mano, te formé y te hice Pacto para los pueblos, para ser luz a los Goyim/Gentiles,

No podemos movernos por la Tierra como si habitáramos solos en ella… La libertad es un don que El Eterno concedió a la Tierra y a todos los seres que contiene… No hay tipos de libertad… Se es libre o no se es… Sea humano o animal… Expresado claramente en:

Kohelet / Eclesiastes 3:19 Después de todo, las mismas cosas que suceden a la gente suceden a los animales, la misma cosa  – así como uno muere, así el otro. Sí, su aliento es el mismo; así que los humanos no son mejores que los animales; puesto que nada importa de todas maneras. 20 Todos ellos van al mismo lugar; todos ellos vienen del polvo, y todos regresan al polvo.

Lo que si observamos… Es que parte de la humanidad creada por El Eterno… Se encuentra en esclavitud… Dicho de otra forma… Sin Elohim, sin Yeshúa, sin Torah, sin Luz… Sin Vida…

Nuestro Padre Amado en su gran misericordia… Tiene compasión de cada ser y de toda la humanidad… Bendito es Nuestro Elohim…

Ser de luz para aquellos que se encuentran aún bajo el dominio del pecado… Es una labor encomendada al Pueblo de Israel…

Así como lo hizo Yeshúa en nosotros…

Estemos donde estemos... Es requisito para cada uno de nosotros el ser luz para quienes no son libres…

Unidos en nuestros objetivos… Existirán mayores probabilidades de éxito…


El Eterno en Su plan perfecto así lo ha dispuesto… Como leemos en

Mattityah 514 "Ustedes son la luz del mundo. Un pueblo asentado sobre un monte no se puede esconder. 15 Igualmente, cuando la gente enciende una lámpara, no la cubren con un tazón, sino la ponen sobre el candelero, para que alumbre a todos en la casa. 16 Asimismo dejen que su luz alumbre delante de la gente, de manera que puedan ver las buenas obras que hacen, y alaben a su Padre que está en el cielo.

Y para que sean muchos los liberados… Debemos multiplicar nuestros esfuerzos… Como vemos en 

Mijáh / Miqueas 4:2 Muchos Gentiles irán y dirán: "¡Vengan, subamos al Monte de YHVH, a la casa del Elohim de Yaakov! Él nos enseñará de sus caminos y nosotros caminaremos por sus sendas." Porque de Tziyon saldrá la Toráh, la palabra de YHVH de Yerushalayim.

Luego de ésta reflexión… Volvámonos a preguntar…

Nuestra vida es prestada… Debemos devolverla…

Pero… ¿En qué estado pensamos hacerlo?

Ahora podemos reflexionar, resumir y decirnos a nosotros mismos lo que dijera el Rey David en 

Tehillim/Salm:73:22 fui tan torpe para entender; era como una bestia bruta delante de ti.

Amen?

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AHORA UNA REFLEXION CON NUESTRA HAFTARA

Lectura
Jeremías 32:6 Dijo Jeremías: Palabra de Adonay vino a mí, diciendo: 7 He aquí que Hanameel hijo de Salum tu tío viene a ti, diciendo: Cómprame mi heredad que está en Anatot; porque tú tienes derecho a ella para comprarla. 8 Y vino a mí Hanameel hijo de mi tío, conforme a la palabra de Adonay, al patio de la cárcel, y me dijo: Compra ahora mi heredad, que está en Anatot en tierra de Benjamín, porque tuyo es el derecho de la herencia, y a ti corresponde el rescate; cómprala para ti. Entonces conocí que era palabra de Adonay. 9 Y compré la heredad de Hanameel, hijo de mi tío, la cual estaba en Anatot, y le pesé el dinero; diecisiete siclos de plata. 10 Y escribí la carta y la sellé, y la hice certificar con testigos, y pesé el dinero en balanza. 11 Tomé luego la carta de venta, sellada según el derecho y costumbre, y la copia abierta. 12 Y di la carta de venta a Baruc hijo de Nerías, hijo de Maasías, delante de Hanameel el hijo de mi tío, y delante de los testigos que habían suscrito la carta de venta, delante de todos los judíos que estaban en el patio de la cárcel. 13 Y di orden a Baruc delante de ellos, diciendo: 14 Así ha dicho Adonay de los ejércitos, Elohym de Israel: Toma estas cartas, esta carta de venta sellada, y esta carta abierta, y ponlas en una vasija de barro, para que se conserven muchos días. 15 Porque así ha dicho Adoany de los ejércitos, Elohym de Israel: Aún se comprarán casas, heredades y viñas en esta tierra. 16 Y después que di la carta de venta a Baruc hijo de Nerías, oré a El Eterno, diciendo:
17 ¡Oh Señor Adonay! he aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay nada que sea difícil para ti; 18 que haces misericordia a millares, y castigas la maldad de los padres en sus hijos después de ellos; Elohym grande, poderoso, Adonay de los ejércitos es su nombre; 19 grande en consejo, y magnífico en hechos; porque tus ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de los hombres, para dar a cada uno según sus caminos, y según el fruto de sus obras. 20 Tú hiciste señales y portentos en tierra de Egipto hasta este día, y en Israel, y entre los hombres; y te has hecho nombre, como se ve en el día de hoy. 21 Y sacaste a tu pueblo Israel de la tierra de Egipto con señales y portentos, con mano fuerte y brazo extendido, y con terror grande; 22 y les diste esta tierra, de la cual juraste a sus padres que se la darías, la tierra que fluye leche y miel; 23 y entraron, y la disfrutaron; pero no oyeron tu voz, ni anduvieron en tu ley; nada hicieron de lo que les mandaste hacer; por tanto, has hecho venir sobre ellos todo este mal. 24 He aquí que con arietes han acometido la ciudad para tomarla, y la ciudad va a ser entregada en mano de los caldeos que pelean contra ella, a causa de la espada, del hambre y de la pestilencia; ha venido, pues, a suceder lo que tú dijiste, y he aquí lo estás viendo. 25 ¡Oh Señor Adonay! ¿y tú me has dicho: Cómprate la heredad por dinero, y pon testigos; aunque la ciudad sea entregada en manos de los caldeos? 26 Y vino palabra de Adonay a Jeremías, diciendo: 27 He aquí que yo soy Adonay, Elohym de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?

Reflexión

Las Sagradas Escrituras nos permiten conocer al Elohym del cual hablan, ahí vemos Su carácter, Su comportamiento, Sus valores, Sus sentimientos, Sus decisiones, Sus acciones, en fin, todo lo concerniente al Elohym de Israel, por ello es importante prestar atención a los detalles que aunque parezcan insignificantes, siempre tendrán aspectos didácticos los cuales tienen por objeto que nosotros los consideremos.

En esta ocasión vemos al Siervo del Eterno conocido como Yirmiyaju, el cual tenía una comunión estrecha con Adonay, él recibía de parte del Eterno Su voluntad y no cabe duda que su vida es importante para nosotros dado que esa cercanía nos enseñará mucho.

Vemos en la haftará, que Adonay le anticipa a Yirmiyaju que vendría su primo a ofrecerle una heredad para que él la comprara:

Jeremías 32:6 Dijo Jeremías: Palabra de Adonay vino a mí, diciendo: 7 He aquí que Hanameel hijo de Salum tu tío viene a ti, diciendo: Cómprame mi heredad que está en Anatot; porque tú tienes derecho a ella para comprarla.

El Eterno había sido especifico, le había indicado incluso el nombre de su primo, lo lógico hubiera sido que Yirmiyaju sin dudar confiara en lo que el Eterno le decía, ¿Qué paso? No fue así, y lo más probable no fue por cuanto Yirmiyaju no le hubiera creído, sino que pudo haber sucedido que él, en el momento en que recibió eso de parte del Eterno no estuvo tan seguro, permíteme explicarte para que entiendas a lo que me refiero una vez que leamos lo demás:

Jeremías 32:8 Y vino a mí Hanameel hijo de mi tío, conforme a la palabra de Adonay, al patio de la cárcel, y me dijo: Compra ahora mi heredad, que está en Anatot en tierra de Benjamín, porque tuyo es el derecho de la herencia, y a ti corresponde el rescate; cómprala para ti. Entonces conocí que era palabra de ADONAY.

Si eres observador debiste haber notado la frase con la que acaba el pasuk 8 “Entonces conocí que era palabra de Adonay” ¿Qué acaso no dice el pasuk 7 que él ya sabía que era el Eterno, pues sí, sin embargo una vez que se presentan los hechos es como Yirmiyaju comprueba entonces que lo que él había recibido efectivamente era de parte del Eterno ¿Te das cuenta? Permite complementarlo mejor, muchas veces cuando consideramos a los profetas o cualquier siervo que aparece en las Escrituras somos dados a pensar que eran hombres y mujeres muy distintos a nosotros, es decir, que tenían cualidades especiales, casi casi sobrenaturales lo que les hizo distinguirse, sin embargo no fue así, todos los hombres y mujeres que aparecen en la Escritura eran igual a nosotros, con sus pasiones, sus sentimientos, sus enojos, sus arrebatos, etc. Lo que hacía que al igualmente que nosotros, batallaran en el Camino que el Eterno les había puesto por delante, y éste ejemplo de Yirmiyaju ilustra un poco de ésto, ya que pudieras pensar que todo profeta tenía tal conexión con Adonay que haría imposible que ellos erraran, sin embargo esto no fue así, imagínate a una mujer que tiene de repente un sueño, el cual específicamente le indica una acción que debe tomar al respecto de una problemática que tiene en su trabajo, tal vez se podría despertar pensando ¿Será acaso del Eterno éste sueño? Pero una vez que las circunstancias ante sus ojos se empiezan a dar como en el sueño ella identifica que efectivamente, Adonay se lo había dado. Antes de continuar recordemos que parte de la promesa Que Adonay nos da a los que somos hijos es la siguiente:

Joel 2:28 »Después de esto derramaré mi espíritu sobre todo ser humano, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. 29 También sobre los siervos y las siervas derramaré mi espíritu en aquellos días. 30 Haré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, fuego y columnas de humo. 31 El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre, antes que venga el día, grande y espantoso, de Adonay.
32 Y todo aquel que invoque el nombre de Adonay, será salvo; porque en el monte Sión y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Adonay, y entre el resto al cual él habrá llamado.

El Eterno ha prometido a los suyos que se manifestará a ellos y esto lo hará de múltiples formas, y esas formas las vemos a lo largo de todo el TaNaJ, y tal como le habló a Yirmiyaju el Eterno a ti te podría estar hablando, pero tal vez te preguntes ¿Cuándo realmente entenderé que es del Eterno? Bueno, pues cuando tengas los sentidos ejercitados:

Hebreos 5:13 El alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.


La comunicación con el Eterno dependerá de que tanto te ejercites en ello, habrá algunas veces cuando ya estés ejercitado, que no te quedará duda que el Eterno es el que te lo está mostrando, algunas otras veces no estarás tan seguro que sea El, pero las circunstancias te lo confirmarán tal y como lo acabas de leer con Yirmiyaju, ¿Es fácil esa comunicación con Adonay? La verdad no lo es, ya que además de tu aplicación en la comunión con Él, también se requiere que tu andar esté bien, y desde luego que con ello tendrás grandes posibilidades de que Adonay esté dispuesto a intervenir en tu vida ¿Qué acaso Adonay no interviene en nuestra vida? Sí, pero estamos tan absortos en nuestros problemas o en nuestras tareas que muchas veces no le reconocemos.

¿Cómo es la comunicación entre los esposos que llevan años? Ella le hace un gesto a su marido o una seña o una palabra e igualmente el marido lo hace y su cónyuge ya sabe que quiere su esposa(o), nuestra comunión con el Eterno igualmente se puede hacer algo personal, sin embargo y a pesar de que pueden estar tan acostumbrados un cónyuge con el otro, habrá veces que la seña no la entiendan, igualmente sucedería con el Eterno, ¿Cuántas veces le habló a Yirmiyaju y el entendió a la primera? Muchas, pero en esta haftará vemos que otras tantas Yirmiyaju no sabía con certeza si era de Adonay o no. Eso es perfectamente normal en nuestra comunión con adonay.

Hay un pasuk muy conocido en Yob –Job-:

Job 42:5 De oídas te conocía, mas ahora mis ojos te ven.

No podemos decir que conocemos al Eterno si no le hemos experimentado, porque si tu no le has experimentado lo único que conoces es la teoría, pero la práctica de ninguna manera, por lo que debes saber en primer lugar que con Adonay es posible tener una comunicación cercana y así mismo experimentar una intervención palpable en tu vida, tal y como El nos la prometió para estos tiempos.


¡Shabbath Shalom!

Recopilado Por Orlando Unda Ramirez


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