Parashá 13 – Shemot. Nombres
Comentarios de
la Parashá 13 – Shemot. (Exodo) 1:1-6:1
Para ser leída
en el Shabbat 25 de tevet 5.784. Enero 6
de 2024
El miércoles 10 de enero después de la caída del sol es Rosh jodesh, (cabeza de
mes) 1° de shevat de 5784
Shemot Significa
“nombres”.
Aliyás
de la Torá:
1. 1:1-17
2. 1:18
– 2:10
3. 2:11-25
4. 3:1-17
5. 3:18
– 4:17
6. 4:18-31
7. 5:1
– 6:1
Haftará: Isaías
27:6 – 28:13; 29:22-23 (Ashkenazíes); Jeremías 1:1 – 2:3 (Sefardíes)
Brith
Hadasha: Hilel (Lucas 1:1-2:20
1ª. Aliya
1:1-25
2ª, Aliya
1:26-75
3ª. Aliya
1:76-80
4ª. Aliya
2:1-7
5ª. Aliya
2:8-20
_____________________________
Temas
de la Parasha
Primera
aliyá, 1:1-17
Los hijos de Israel que fueron
a Egipto son doce, cada uno fue con su familia. En total salieron 70 almas de
los lomos de Yaakov. Muere Yosef y toda su generación. Los hijos de Israel
aumentan mucho y la tierra se llena de ellos. Se levanta un nuevo rey en Egipto
que no conoce a Yosef. El pueblo de Israel es más numeroso y más fuerte que el
pueblo egipcio y por eso Faraón dice que tienen que proceder astutamente con
ellos para que no se multipliquen y sean una amenaza en la guerra y se vayan.
Pone capataces que los oprimen con duros trabajos. Edifican las ciudades Pitom
y Ramsés. Pero cuanto más los oprimen, más se multiplican. Los egipcios
empiezan a temer a los hijos de Israel y amargan su vida obligándolos a
trabajar duramente. El rey de Egipto dice a las parteras hebreas que maten a
los hijos recién nacidos y dejen vivir a las hijas. Pero las parteras temen a
Elohim y no hacen caso al rey de Egipto.
Segunda
aliyá, 1:18 – 2:10
El rey de Egipto pregunta a
las parteras por qué han dejado con vida a los niños. Las parteras contestan
que es porque las mujeres hebreas son más robustas que las egipcias y dan a luz
antes de la venida de las parteras. Elohim ayuda a las parteras y el pueblo
sigue multiplicándose. Elohim prospera las familias de las parteras porque le
temieron. Entonces Faraón manda a todo su pueblo que echen a todo niño recién
nacido al río y dejen vivir toda niña. Un hombre de la tribu de Leví toma a una
mujer levita. Ella concibe y da a luz un hijo bueno. Después lo esconde por
tres meses. Al no poder ocultarlo más, toma una cesta de juncos y la prepara
para poner allí al niño y colocarlo entre los juncos del río. La hermana del
niño se pone a lo lejos para ver qué sucede. Viene la hija de Faraón para
bañarse y sus doncellas ven la cestilla. La hija de Faraón la abre y al ver al
niño llorando tiene compasión de él. La hermana pregunta a la hija de Faraón si
quiere que llame a una nodriza hebrea para criar al niño para ella. Ella dice
sí, y la muchacha va a buscar a su madre. La hija de Faraón le pide que lleve
el niño para criarlo para ella y así tendrá su salario. Cuando el niño ha
crecido es llevado a la hija de Faraón quien lo adopta como su hijo, llamándole
Moshé, porque fue sacado de las aguas.
Tercera
aliyá, 2:11-25
Moshé, ya crecido, sale a
donde sus hermanos y ve su duro trabajo. Un egipcio está golpeando a un hebreo.
Entonces Moshé mata al egipcio y lo esconde en la arena. El día siguiente ve a
dos hebreos riñendo. Pregunta al ofensor por qué está golpeando a su compañero.
Él responde: ¿Quién te ha puesto de príncipe o de juez sobre nosotros? ¿Estás
hablando de matarme como mataste al egipcio? Moshé tiene miedo. Faraón oye del
asunto y procura matar a Moshé, pero él huye de su presencia a Midyán y se
sienta junto a un pozo. Siete hijas del sacerdote de Midyán vienen a sacar agua
y dar de beber al rebaño de su padre. Unos pastores vienen para echarlas de
allí, pero Moshé las defiende y da de beber al rebaño. Cuando vuelven a Reuel
él las pregunta por qué han venido tan pronto hoy.
Responden que un egipcio los
ha ayudado. Él les dice que le inviten a comer algo. Moshé accede a morar con
él. Él le da su hija Tsiporá, y ella da a luz un hijo. Moshé le pone el nombre
Guershom, extranjero allá, porque era peregrino en tierra extranjera.
Cuarta
aliyá, 3:1-17
Moshé apacienta el rebaño de
su suegro Yitró y lo conduce más allá de la estepa, hasta el monte de Elohim,
Jorev. El ángel de Adonay se aparece en una llama de fuego en una zarza que no
se consume. Cuando Moshé se acerca para mirar Elohim lo llama por su nombre de
en medio de la zarza. No puede acercarse sin quitarse los zapatos porque el
lugar es tierra consagrada. “Yo soy el Elohim de tu padre, Elohim de Avraham,
el Elohim de Yitsjak y el Elohim de Yaakov”. Moshé cubre su rostro por temor.
Elohim dice que ha visto la aflicción de su pueblo en Egipto y escuchado su
clamor. Por eso ha descendido para liberarlos de los egipcios para llevarlos a
una tierra espaciosa donde viven seis pueblos. El clamor de los hijos de Israel
ha llegado hasta él y él ha visto la opresión de los egipcios. Moshé es enviado
a Faraón para sacar a su pueblo de Egipto. Moshé contesta: “¿Quién soy yo para
ir a Faraón y sacar a los hijos de Israel de Egipto?” Elohim promete estar con
él. La señal es que después de la salida le servirán en este monte. Moshé
pregunta por el Nombre del Elohim de los padres de Israel. “Yo seré el que
seré”, contesta. A los hijos de Israel debe decir: “SERÉ me ha enviado a
vosotros”, “YHVH, el Elohim de vuestros padres, el Elohim de Avraham, el Elohim
de Yitsjak y el Elohim de Yaakov, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre
para siempre, y con él se hará memoria de mí de generación en generación.”
Quinta
aliyá, 3:18 – 4:17
Moshé recibe la orden de ir a
reunir a los ancianos de Israel y decirles que Adonay los ha visitado. Él sabe
cómo los tratan en Egipto, y por eso los sacará de allí y los llevará a una
tierra que mana leche y miel. Los ancianos le escucharán y juntos irán al rey
de Egipto para decirle que el Elohim de los hebreos los ha salido al encuentro.
Por eso pedirán permiso para salir tres días de camino a la estepa para ofrecer
sacrificios al Eterno su Elohim. Sin embargo el rey de Egipto no los soltará.
Entonces el Eterno extenderá su mano para herir a Egipto y después los soltará.
Los egipcios darán al pueblo objetos de plata, oro y vestidos para sus hijos e
hijas.
Moshé piensa que no le van a
creer. Entonces el Eterno le da poderes para transformar su vara en una
serpiente. Por eso creerán. Además podrá poner su mano en el seno para que se
llene de lepra como la nieve y luego ponerla otra vez en el seno para que se
sane. Si no creen la primera señal creerán la segunda. Pero si todavía no creen
por las dos señales podrá derramar agua del río en la tierra para convertirla
en sangre.
Moshé dice que nunca ha podido
hablar bien. El Eterno le pregunta quién ha hecho la boca. Él estará con su
boca. Moshé le pide que envíe su mensaje con otro. Entonces Ellohim se aira con
él y le dice que su hermano Aharón podrá hablar en su lugar. Moshé tendrá que
poner las palabras en la boca de su hermano. Adonay les enseñará lo que tendrán
que hacer. Aharón servirá de boca y Moshé servirá de Elohim. Moshé tendrá que
llevarse la vara para hacer las señales.
Sexta
aliyá, 4:18-31
Moshé vuelve a la casa de su
suegro y le pide permiso para volver a sus hermanos en Egipto. Yitró le dice:
“Ve en paz”. El Eterno dice a Moshé que vuelva a Egipto porque han muerto todos
los que buscaban su vida. Entonces toma su mujer y sus dos hijos y vuelve a
Egipto con la vara de Elohim en su mano. Adonay le vuelve a decir que haga los
milagros delante de Faraón, pero él endurecerá su corazón y no dejará ir al
pueblo. Tendrá que decir a Faraón que Israel es su primogénito y si no lo deja
ir, El Eterno matará su primogénito.
En una posada en el camino
Elohim le sale al encuentro para matarlo. Entonces Tsiporá toma un pedernal y
corta el prepucio de su hijo y lo pone a los pies de Moshé. Entonces Elohim lo
suelta. El Eterno dice a Aharón que se vaya a la estepa para encontrarse con
Moshé. Se encuentran en el monte de Elohim. Moshé cuenta todo lo que el Eterno
le ha mandado hacer. Entonces los dos se van y reúnen a los ancianos de Israel.
Aharón les dice todo lo que Elohim ha hablado a Moshé y él hace las señales
ante el pueblo. El pueblo cree, y cuando oye que Elohim los ha visitado y visto
su aflicción, inclinan sus cabezas en reverencia.
Séptima
aliyá, 5:1 – 6:1
Moshé y Aharón van a Faraón y
le dicen: “Así dice Adonay, Elohim de Israel: “Deja ir a mi pueblo para que me
celebre fiesta en la estepa.”” Pero Faraón no sabe quién es El Eterno para que
escuche su voz y deje ir a Israel. Ellos le dicen que el Elohim de los hebreos
los ha encontrado. Piden tres días de camino para sacrificar al Eterno su
Elohim para que no venga sobre ellos con peste o espada. Faraón no los escucha
y ordena que vuelvan a sus labores. Manda a sus capataces que ya no entreguen
paja al pueblo para hacer ladrillos, como antes, la tendrán que buscar ellos.
Pero tendrán que exigir la misma cantidad de ladrillos diarios porque son
perezosos al querer sacrificar a su Elohim. Así no escucharán palabras
mentirosas.
El pueblo sale por toda la
tierra para recoger rastrojos en lugar de paja. Los capataces los maltratan por
no entregar la misma cantidad de ladrillos como cuando tenían paja. Los jefes
israelitas son azotados porque no se cumplió la tarea diaria.
Los jefes van a Faraón y se
quejan. Faraón dice que son perezosos por querer sacrificar a El Eterno.
Tendrán que entregar la misma cantidad de ladrillos sin recibir paja. Los jefes
ven que están en problemas. Cuando salen de Faraón se encuentran con Moshé y
Aharón que los están esperando. Los jefes se enfrentan con ellos pidiendo que
el Eterno los juzgue por haberlos hecho odiosos ante Faraón y sus siervos para
que los maten. Entonces Moshé se queja contra Elohim y pregunta por qué le ha
enviado. Desde que vino a hablar con Faraón, en el Nombre de El Eterno, Faraón
ha hecho mal al pueblo. Tampoco Adonay ha hecho nada para liberarlo. El Eterno
responde y dice: “Ahora verás lo que haré a Faraón; porque por la fuerza los
dejará ir; y por la fuerza los echará de su tierra.” Amen.
Israel
es convertido en un pueblo grande
En este pasaje de las Escrituras encontramos el
cumplimiento profético de las promesas dadas a Avraham, Yitsjak y Yaakov
avoteinu (nuestros padres), de que su descendencia llegaría a ser una nación
grande.
Encontramos esta promesa siete veces en
Bereshit.
"Haré
de tí una nación grande... ciertamente Avraham llegará a ser una nación grande
y poderosa... De cierto te bendeciré grandemente, y multiplicaré en gran manera
tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena en la orilla del
mar... Y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo... También
tu descendencia será como el polvo de la tierra, y te extenderás hacia el
occidente y hacia el oriente, hacia el norte y hacia el sur... Y tú dijiste:
"De cierto te haré prosperar, y haré de tu descendencia como la arena del
mar que no se puede contar por su gran cantidad"...
Sé
fecundo y multiplícate; una nación y multitud de naciones vendrán de
ti." (Bereshit 12:2a, 18:18a,
22:17a, 26:4a, 28:14a, 32:12; 35:11)
En
Shemot (Exodo) 1:7, 9b, 12a, 20b está escrito:
"Pero los hijos de Israel fueron fecundos y
aumentaron mucho, y se multiplicaron y llegaron a ser poderosos en gran manera,
y la tierra se llenó de ellos..."el pueblo de los hijos de Israel es más
numeroso y más fuerte que nosotros" (los
egipcios)... Pero cuanto más los oprimían, más se
multiplicaban y más se extendían... y el pueblo se multiplicó y llegó a ser muy
poderoso."
Este pasaje también nos revela el plan profético para el pueblo de Israel en
los últimos tiempos. Si Egipto es un cuadro profético del mundo entero, los
hijos de Israel que estaban en Egipto son un cuadro profético de todos los que
van a nacer en el Mesías para formar parte del Israel de Elohim en el mundo
entero en los últimos tiempos. Y así como los hijos de Israel llegaron a ser
más numerosos que los egípcios, entendemos que los salvos serán más numerosos
que los perdidos, conforme a las escrituras:
Yeshayahu
(Isaías) 54:1b, Gál. 4:27.
"Son
más los hijos de la desolada que los hijos de la casada - dice el
Señor."
Moshé
es un cuadro profético del Mesías. Moshé, el gran
líder de nuestro pueblo, habló del Mesías de esta manera:
"Un
profeta de en medio de ti, de tus hermanos, COMO YO, te levantará YHVH, tu
Elohim; a él oiréis." Deuteronomio
18:15
Más
adelante en el mismo texto Adonai vuelve a confirmar esta profecía con estas
palabras.
"Un
profeta COMO TU levantaré de entre sus hermanos, y pondré mis palabras en su
boca, y él les hablará todo lo que yo le mande. Y sucederá que a cualquiera que
no oiga las palabras que él ha de hablar en mi nombre, yo mismo le pediré
cuenta." Deuteronomio 18:18-19
Vemos
por tanto que la vida y ministerio de Moshé constituye una sombra profética del
mismo Mesías. El Mesías sería como Moshé. En la Parashá de esta semana, vamos a
ver algunas cosas de la vida de Moshé que hablan del Mesías.
1)
Moshé nació en una situación de peligro y tenía que ser escondido.
Shemot
1:22; 2:3b "Entonces Faraón ordenó a todo su pueblo,
diciendo: Todo hijo que nazca lo echaréis al Nilo... Entontes puso al niño en
ella, y la colocó entre los juncos a la orilla del Nilo."
Cuando
nació el niño, que más adelante llevaría el nombre de "Moshé", había
una amenaza de muerte sobre él. El Paró (Faraón), rey de Egipto, había ordenado
que todos los niños varones de Israel fueran brutalmente asesinados, con el fin
de que el pueblo hebreo no se multiplicara más sobre la tierra, y para que los
egípcios pudieran dominarlos. Por lo tanto los padres de este niño hermoso
tenían que mantenerle escondido durante varios meses para salvar su vida. De la
misma manera, cuando el Mesías Yeshúa nació, hubo una amenaza de muerte sobre
él (Mat. 2). El rey Herodes temía que el nuevo rey de Israel, que había nacido,
llegara a quitarle de su puesto. Por eso mandó matar a todos los niños de
Beitlejem (Belén).Yeshúa se salvó.
Por
la mano de Elohim tanto Moshé como Yeshúa fueron salvados de la mano de los
reyes que querían matarlos.
2) El nombre Moshé es una profecía mesiánica.
Shemot 2:10b "Y le puso por nombre Moshé, diciendo: Pues
lo he sacado de las aguas."
La
hija de Paró, que posiblemente era Hatsyepsut, puso el nombre Moshé sobre el
niño. Ese nombre viene de la palabra "mashá", que significa:
"sacar (del agua)", "hacer salir", "extraer",
"salvar". Moshé fue sacado de una muerte segura en el rio Nilo (ver
Hechos 7:21-22), y por eso llegó a ser un cuadro profético del Mesías. El
Mesías no solamente fue sacado de las aguas dentro de su madre Miryam, al
nacer; sino cuando había dado su vida, fue sacado de las aguas del lago de
fuego, que su alma tuvo que sufrir en lugar de nosotros. Como Moshé fue sacado
de la muerte del Nilo, el Mesías fue sacado del lago de fuego, (Salmos 18; 69;
88).
3)
Moshé dejó su gloria para unirse a su pueblo.
Shemot
2:11a
"Y
aconteció en aquellos días, crecido ya Moshé, salió a sus
hermanos..."
Según
informa la historia, es posible que Moshé fuera el siguiente rey de Egipto,
puesto que eran los hijos de las hijas de los faraones que llegaron a ser los
sucesores del trono. A pesar de esta posición de gloria y riqueza mundial,
Moshé valoró su identidad hebrea más que todos los privilegios de Egipto.
La
Escritura dice en la carta a los Hebreos 11:24-27:
"Por
la fe Moshé, cuando era ya grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de
Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Elohim, que gozar de
los placeres temporales del pecado, considerando como mayores riquezas el
oprobio del Mesías que los tesoros de Egipto; porque tenía su mirada puesta en
la recompensa. Por la fe salió de Egipto sin temer la ira del rey, porque se
mantuvo firme como viendo al Invisible."
De
la misma manera el Mesías dejó su gloria que tenía junto con su Padre desde
antes que el mundo existiera (Yojanán (Juan) 17:5). El había gozado de toda la
gloria y potencia de ser el rey del universo, puesto por su Padre. En lugar de
quedarse en esa posición de gloria y semejanza de Elohim, se despojó de si
mismo y vino al mundo con la semejanza de cualquier hombre (Filipenses 2:6-7).
Su cuerpo tenía la "semejanza de carne de pecado" (Romanos 8:3), pero
él no tenía pecado (2 Corintios 5:21). Su cuerpo no brillaba como el cuerpo de
Adam antes de su caída en el pecado. Adam había sido creado a "imagen del
que había de venir" (Romanos 5:14b) y antes de su caída en pecado su
cuerpo había brillado con la gloria de Elohim, reflejada en el Hijo. Pero
después de la caída en pecado el hombre se convirtió en un esclavo del pecado y
había perdido esa gloria original que tenía. En lugar de vestirse de luz
celestiál, el hombre tiene que vestirse con ropas fabricadas de la creación
para cubrir su desnudez. Los animales no tienen la necesidad de fabricar ropas
para cubrirse. Esto es señal de que el hombre no es completo. Los lirios del
campo están mejor vestidos que el hombre. Ni aún Salomón en toda su gloria
podía vestirse como uno de los lirios del campo. El hombre no es capaz de
recuperar esa gloria original que tenía antes de su caída en pecado. Lo grande
en el amor del Mesías es que, por ser también él un hombre, se identificó tanto
con el ser humano que estaba dispuesto a dejar esa gloria para venir a salvar a
la humanidad, que había sido puesta bajo esclavitud del pecado. Estando en la
corte del rey de Egipto, Moshé sentía una fuerte identificación con el pueblo
hebreo.
Dentro
de él había algo que le identificaba con ese pueblo más que con los egipcios, a
pesar de los muchos privilegios que pudiera tener como rey.
De
pequeño había aprendido las costumbres hebreas en la casa de su padre y ese
impacto no podía ser olvidado. Además había un llamado sobre su vida de liberar
a los hijos de Israel de la esclavitud. De la misma manera el Hijo de Elohim
dejó esa gloria que tenía junto con su Padre para venir a este mundo como uno
de nosotros. Había algo dentro de él que le identificaba con nosotros (que lo
identifica con nosotros??) ¡El es Torah viva!. Tenía un llamado de salvarnos de
la esclavitud del pecado y sus consecuencias, las maldiciones y la muerte.
El Paró (Faraón) es un cuadro del jasatán. Egipto es un cuadro del
sistema mundial gobernado por el enemigo de Elohim. Moshé es una figura del
Mesías que vino para liberar a su pueblo, la casa de judá y la casa de
Yisrael en primer lugar, pero también a los no Yisraelitas, de la esclavitud
del sistema mundial gobernado por el Jasatán (diablo).
4) Moshé fue rechazado por su propio pueblo cuando vino la
primera vez.
Shemot
2:14ª
"¿Quién
te ha puesto por gobernante y juez sobre nosotros?"
Cuando
Moshé era grande salió de su situación de gloria para estar con sus hermanos.
Dos veces vemos repetida la palabra "hermanos" en el versículo 11 del
capítulo 2 donde está escrito:
"Y
aconteció que en aquellos días, crecido ya Moshé, salió a sus hermanos y
vio sus duros trabajos; y vio a un egipcio golpeando a un hebreo, a uno
de sus hermanos."
Observe
las palabas "sus hermanos". Esto nos habla de identificación con el
propio pueblo. Moshé no se sentía bien entre los egipcios. Había algo fuerte
dentro de él que le llevó a preferir ser del pueblo esclavizado antes que del
pueblo opresor. La razón fue que ellos eran "sus hermanos".
Pero
al intentar de resolver los conflictos de injusticia con su propia fuerza, fue
rechazado por sus propios hermanos. Pesaba sobre él el llamado de ser el
libertador de los hebreos, pero todavía no era el tiempo.
En
Hechos 7:22-28 está escrito:
"Y
Moshé fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios, y era un hombre
poderoso en hechos y en palabras. Pero cuando iba a cumplir la edad de cuarenta
años, sintió en su corazón el deseo de visitar a sus hermanos, los
hijos de Israel. Y al ver que uno de ellos era tratado injustamente, lo
defendió y vengó al oprimido matando al egipcio. "Pensaba
que sus hermanos entendían que Dios les estaba dando libertad por medio de él,
pero ellos no entendieron. Al día siguiente se les presentó, cuando
dos de ellos reñían, y trató de poner paz entre ellos, diciendo:
"Varones, vosotros sois hermanos, ¿por qué os herís el uno al
otro?" Pero el que estaba hiriendo a su prójimo lo empujó, diciendo:
"¿Quién te ha puesto por gobernante y juez sobre nosotros? ¿Acaso
quieres matarme como mataste ayer al egipcio?""
Esta fue la primera vez que Moshé intentó llegar al corazón de sus hermanos.
Pero no le reconocieron. En esto encontramos un evento profético que habla de
lo que iba a pasar con el Mesías en su PRIMERA venida a su pueblo, sus
hermanos. Es cierto que miles y miles le recibieron cuando vino. Es cierto que
tres mil le recibieron en el día de Shavuot (Pentecostés), cuando cayó el Ruaj
Ha-Kódesh (Espíritu Santo). Es cierto que más adelante la Escritura dice que
cinco mil le habían recibido en Yerushalayim. Es cierto que dice en Hechos
21:20 que hasta más de 30.000 en Yerushalayim le habían recibido como el
Mesías. Es cierto que los primeros 100.000 creyentes mesiánicos eran solamente
judíos y es cierto que cerca del año 100 d.M. alrededor de un millón de judíos
le habían recibido como el Mesías prometido, el Mesías ben Yosef. Pero
tristemente la mayoría del pueblo de Israel no le recibió cuando vino, y él fue
rechazado por los líderes de la nación judía, sus propios hermanos.
Por
esto él les fue quitado durante mucho tiempo para luego ser presentado otra vez
con poder.
5) Moshé volvió por segunda vez a Israel después de mucho
tiempo.
Shemot
2:23a "Y aconteció que pasado mucho
tiempo..."
Aunque
Moshé estuvo lejos de su pueblo durante mucho tiempo, su corazón estaba con
ellos. Y a pesar de que pudo tener una familia propia, nunca se sentía
integrado en el pueblo y la cultura de su suegro Jetro. El hijo que tuvo con su
esposa Siporá fue llamado Guer-shom, que significa "Extranjero Allí".
Moshé nunca se sentía como en casa con su suegro. Su corazón estaba con los
israelitas en Egipto. Después de cuarenta años Moshé fue enviado a volver a
Egipto para enfrentar al Paró y sacar a los hijos de Israel de su poder. De la
misma manera el Mesías va a volver después de mucho tiempo, por segunda vez; a
Israel con la autoridad de YHVH para liberar definitivamente a los hijos de
Israel de la opresión del sistema del Nuevo Orden Mundial.
6) Moshé fue enviado para enfrentarse directamente con el Paró
(Faraón) y destruir su poder mágico.
Shemot 3:10a "Ahora pues, ven y te enviaré a
Faraón..."
El
poder mágico de Egipto tenía el pueblo hebreo bajo esclavitud. La única forma
de liberar al pueblo era desafiar a los poderes de los dioses falsos de Egipto.
También Paró era considerado como un dios. Los dioses egipcios habían sido
creados por los ángeles caídos con el fin de manipular al pueblo por medio de
ellos. Los magos que había en Egipto conocían los poderes mágicos de los
demonios. Moshé fue enviado para desafiar todo ese poder demoníaco que estaba
dominando el sistema mundial de aquel entonces.
De
la misma manera el Mesías vino al mundo para deshacer las obras del diablo,
como está escrito:
(1
Yojanán 3:8b)"El Hijo de Dios se manifestó con este
propósito: para destruir las obras del diablo."
Cuando
el Mesías murió, en la misma noche que el cordero pascual fue comido por el
pueblo de Israel, el poder de satán fue destruido para siempre, como está
escrito en
Hebreos
2:14-17a:
"Así
que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, El igualmente participó
también de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquel
que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo; y librar a los que
por el temor a la muerte, estaban sujetos a esclavitud durante toda la vida.
Porque ciertamente no toma a los ángeles, sino que toma a la descendencia de
Avraham. Por tanto, tenía que ser semejante a sus hermanos en todo..."
7) Moshé fue enviado para liberar al pueblo de la esclavitud bajo el Paró en
Egipto.
Shemot
3:10b
"Para
que saques a mi pueblo, los hijos de Israel, de Egipto."
El
Paró simboliza el satán. Egipto simboliza el mundo, y la esclavitud de nuestros
padres simboliza la esclavitud de los hombres bajo el poder del pecado que mora
en nosotros. Como Moshé fue enviado para liberar al pueblo de Israel del poder
del Paró, así el Mesías vino para liberarnos del poder del jasatán. Como Moshé
fue enviado para liberar al pueblo de Israel de la tierra de Egipto, así el
Mesías vino para liberar a los hijos de Avraham del sistema de este mundo.
Como
Moshé fue enviado para liberar al pueblo de Israel de la esclavitud fisica, así
el Mesías vino para liberarnos de la esclavitud del pecado, como está escrito
en la carta a los,
Romanos 6:5-7:
"Porque
si hemos sido unidos a Él en la semejanza de su muerte, ciertamente lo seremos
también en la semejanza de su resurrección, sabiendo esto, que nuestro viejo
hombre fue crucificado con El, para que nuestro cuerpo de pecado fuera
destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado; porque el
que ha muerto, ha sido libertado del pecado."
8) Moshé reveló el Nombre Santo del Padre al pueblo.
Shemot
3:16a
"Ve
y reune a los ancianos de Israel, y diles: YHVH",
Cuando
Moshé recibió el llamado de ir al pueblo de sus padres, quiso saber el Nombre
de su Elohim. Posiblemente los hijos de Israel conocían el Nombre y al venir
Moshé pronunciando el Nombre delante de ellos, reconocieron que verdaderamente
había conocido el Dios de Avraham, Yitsjak y Yaakov.
Moshé
fue encomendado pronunciar el Nombre delante del pueblo según está escrito en
Shemot 3:15:
"Dijo
además Elohim a Moshé: Así dirás a los hijos de Israel: "YHVH,
el Elohim de vuestros padres, el Elohim de Avraham, el Elohim de Yitsjak y el
Elohim de Yaakov, me ha enviado a vosotros." Este es mi nombre para
siempre, y con él se hará memoria de mí de generación en generación."
Moshé
fue ordenado pronunciar el Nombre delante de los hijos de Israel. El fue
enviado para que ellos conocieran verdaderamente el significado de ese nombre.
Un significado maravilloso de liberación de esclavitud, redención y salvación.
De la misma manera vino Yeshúa en el Nombre de YHVH como está escrito en
Yojanán (Juan) 12:13 (compare con (Sal.) 118:25-26):
"¡Hoshianá! (sálvanos
por favor) Bendito el que viene en el NOMBRE del
YHVH, el Rey de Israel."
Así
el Mesías no vino en su propio nombre, sino en el Nombre de su Creador. Vino
para dar a conocer el Nombre como está escrito en Yojanán 17:6a, 26:
"He
manifestado tu Nombre a los hombres que del mundo me diste... Yo les he dado a
conocer tu Nombre, y lo daré a conocer, para que el amor con que me amaste esté
en ellos y yo en ellos."
Según
lo expuesto en un artículo escrito por el Dr. James Trimm sobre el Nombre de YHVH
Yeshúa fue juzgado y condenado a muerte por el Sanedrín precisamente por haber
pronunciado el Nombre Sagrado delante de ellos. Lo llamaban blasfemia, según
está escrito en Matityahu (Mateo) 26:64-66:
"Yeshúa
les dijo... desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del
Poder (por la reacción del sumo sacerdote entendemos que
aquí pronunció el Nombre, citando del (Salmo) 110:1), y
viniendo sobre las nubes del cielo."
"Entonces el sumo sacerdote rasgó sus
vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos de más testigos?
He aquí, ahora mismo habéis oído la blasfemia (según
el Talmud, pronunciar el Nombre Sagrado es considerado como blasfemia);
¿qué os parece? Ellos respondieron y dijeron: ¡Es reo de muerte!"
Como
Moshé vino a dar a conocer el Nombre de Adonay a Israel, así el Mesías vino
para dar a conocer el nombre de Su Padre a Israel.
9)
Moshé hizo milagros extraordinarios.
Shemot
4:5a
"Por
esto creerán que se te ha aparecido YHVH...",
Moshé fue enviado para hacer milagros extraordinarios. No hemos visto ningún
hombre en la tierra, hasta venir el Mesías, que haya podido hacer los milagros
que hizo Moshé. Hay rabinos que dicen que Yirmeyahu (Jeremías) es el profeta
prometido, que fue levantado como Moshé, porque como a Moshé, Adonai también le
dice a Yirmeyahu que Sus palabras fueron puestas en su boca, Yer. 1:9. Pero si
observamos la autoridad para hacer milagros, vemos que Yirmeyahu no fue el
profeta prometido a Israel como Moshé. Es cierto que Yirmeyahu hablaba la
Palabra de Adonai, pero no hizo los milagros que hizo Moshé. Por lo tanto él no
podía haber sido el profeta que Adonai levantaría como Moshé. No cabe duda de
que los milagros hechos por el Mesías Yeshúa, documentados en los cuatro libros
llamados Evangelios, constituyen una evidencia de que él es el cumplimiento de
la promesa de un profeta como Moshé, con la autoridad del Padre para hacer toda
clase de milagros extraordinarios, entre ellos abrir los ojos de los ciegos,
limpiar a los leprosos, restaurar a los paralíticos, expulsar a los demonios y
levantar a los muertos.
Yhojanán
15:24
"Si
yo no hubiera hecho entre ellos las obras que ningún otro ha hecho, no tendrían
pecado; pero ahora las han visto, y me han odiado a mí y también a mi Padre.
Como
Moshé fue enviado a hacer milagros extraordinarios para enfrentar al maligno y
liberar al pueblo, así el Mesías vino con todo el poder del cielo para destruir
las obras del jasatán y liberar al pueblo de Israel y al mundo entero, de las
consecuencias de la esclavitud del pecado.
10) Moshé habló las palabras de YHVH.
Shemot
4:12b
"Yo
estaré con tu boca, y te enseñaré lo que has de hablar",
Moshé
fue el profeta número uno de Israel. No tenemos ninguno que haya escrito tantas
palabras de Adonai que él. Mediante su ministerio nos ha llegado la revelación
de la Torá de una forma maravillosamente gloriosa. Sin embargo, cuando vino el
Mesías, nos llegó la máxima revelación de la Torá de Elohim, como está escrito
en
Matityahu
5:17-18:
"No
penséis que he venido para abolir la Torá o los profetas; no he venido para
abolir, sino para cumplir. Porque en verdad os digo que hasta que pasen el
cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más pequeña (la yud) ni una tilde
(taguín) de la Torá, hasta que toda se cumpla."
La
palabra "Torá" se refiere en este contexto a los cinco libros de
Moshé. El Mesías no vino para anular nada de los escritos de Moshé, sino al
contrario, confirmarlos y explicarlos para que podamos cumplirlos
correctamente. La palabra "cumplir" en este contexto se refiere a un
término rabínico que tiene que ver con una aplicación correcta de los
mandamientos. Cumplir no significa de ninguna manera terminar o acabar, sino
llevar a su máxima aplicación práctica en la vida diaria.
Como
Moshé vino como profeta para darnos la Torá, la Palabra de Elohim, así vino el
Hijo de Elohim como el profeta de los profetas para hablarnos definitivamente
lo que hay en el corazón del Padre, como está escrito en Hebreos 1:1-2:
"Dios,
habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a
los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por su Hijo,
a quién constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también
el universo."
11) Moshé es llamado Elohim (Dios). Shemot 4:16b
"Tú
serás Elohim para él"
Moshé
es llamado Elohim en las Escrituras. Es exactamente la misma palabra que es
usada para el Creador en Bereshit 1:1. Elohim es la palabra más frecuente en la
Biblia para "Dios" y es usada principalmente para el Creador, pero
también para los ángeles.
En un par de ocasiones
es usada para hombres, en Shemot 4:16; 7:1 (Moshé), y en Shemot (Exodo) 22:8-9,
donde ha sido traducida como "jueces", refiriéndose a los jueces de
Israel. El título Elohim tiene que ver con poder, autoridad y juicio, y en este
caso vemos que el Padre delega su autoridad tanto a los ángeles como a los
hombres. De esta manera vemos que Moshé es llamado "Elohim".
Si
estudiamos el texto hebreo en Shemot 4:16 vemos que las palabras
"como" (LBA) y "en lugar de" (RV) no está en el texto
original, sino sólo la letra Lamed que primeramente significa "para".
Según
entiendo el texto la traducción literal del hebreo sería:
"Tú
serás para él paro Elohim (Dios)" (En
el texto hebreo no hay mayúsculas.)
En
Shemot 7:1 dice la Escritura:
"Yo
te he hecho Elohim para Paró"
Como
Moshé ha recibido la autoridad delegada de funcionar en lugar de Elohim en la
tierra, así el Mesías ha recibido el derecho de ser llamado Juez y Elohim/ Dios
y llevar el Nombre sobre todo Nombre, que es el Nombre del Padre- YHVH, como
está escrito:
Yojanán
1:1
"Y
el Verbo (Torá) era con Dios"
Filipenses 2:9
"Dios
también le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el Nombre que es sobre todo
nombre"
Hebreos 1:8a
"Pero
del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, es por los siglos de los
siglos..."
Resumen
En
este comentario hemos visto que el Mesías Yeshúa es el cumplimiento de las
promesas dadas por Moshé de que Adonai levantaría un profeta como él de en
medio de sus hermanos, (si es de en medio de sus hermanos es en medio de los de
un solo y único pueblo el pueblo de Israel) Amen. Como está escrito en el libro de los Hechos
3:22-23:
"Moshé
dijo: El Señor Dios os levantará un profeta como yo de vuestros hermanos; a él
prestaréis atención en todo cuanto os diga. Y sucederá que todo el que no
preste atención a aquel profeta, será totalmente destruido de entre el pueblo.
El que no preste atención a Yeshúa el Mesías, el profeta como Moshé,
prometido a Israel, será totalmente destruido del pueblo, y no tendrá herencia
en el Siglo Venidero, el Olam Habá.
Hay
muchas más áreas de la vida de Moshé que podríamos sacar como sombras del
Mesías, pero vamos a parar aquí recordando las palabras de Yeshúa en Yojanán
5:39, 46:
"Examináis las
Escrituras, porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y
ellas son las que dan testimonio de mí... Porque si creyerais a Moshé,
me creeríais a mí, porque de mí escribió él."
También acordémonos que Yeshua mismo dijo: Solo he venido a las ovejas perdidas
de Israel.!!!!
¡Shabat
shalom sobre todo Israel, en el Nombre de Su Majestad el Rey de Israel, Yeshúa
el Mesías!
Recopilado
y Adaptado por:
ORLANDO UNDA
RAMIREZ.
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