Parashá 39
Jukat. Números 19:1 – 22:1
Para ser
compartida el 07 de Tammuz 5784/13 Julio 2024
Aliyás
de la Torá.
1.
19:1-17
2.
19:18
– 20:6
3.
20:7-13
4.
20:14-21
5.
20:22
– 21:9
6.
21:10-20
7.
21:21
– 22:1
Haftará: Jueces
11:1-33
El
Código Real (HaTsofen HaMaljutí): Juan 11:1 – 12:50
1ª. Aliya 11:1-28
2ª
Aliya YOHANAM (JUAN) 11:29-46
3ª-
Aliya Yohanan (juan) 11:47- 12;10
4ª.
Aliya. Yohanan (Juan) 12:11-33
5ª.
Aliya. YOHANAN (Juan) 12:34-50
Jukat.
Significa “estatuto de”.
Hermanos en esta sección de la
Torah encontramos los siguientes temas o asuntos:
1
Instrucciones Acerca de la Purificación: Capítulo 19.
2 El pecado de Moshé en las aguas de la rencilla: Capítulo 20:1-13.
3 El rechazo de los hijos de Edom hacia Israel: Capítulo 20:14-21.
4 La muerte de Aharón, hermano de Moshé: Capítulo 20: 22-29.
5 Derrota de los cananeos: Capítulo 21:1-3.
6 La serpiente de bronce levantada por Moshé: Capítulo 21:4-9.
7 Aproximación de los hijos de Israel a la tierra prometida: Cap. 21:10-20
8 Derrota de dos reyes y acercamiento a Jericó: Capítulo 21:21-22:1
Hoy
compartiremos, los siguientes temas: Instrucciones Acerca de la
Purificación. El pecado de Moshé en las aguas de la rencilla. y La
serpiente de bronce levantada por Moshé.
1.- Instrucciones Acerca de la Purificación:
Todas las Leyes de la Torá están Más Allá de nuestro Entendimiento
Generalmente, las mitzvot (mandamientos) de la Torá pertenecen a una de tres
categorías: □ Testimonios: Si una mitzvá testifica un evento histórico o algún
aspecto de nuestra emuná (fe), es llamada, testimonio. Ejemplos son la mitzvá
de observar Shabat, la cual atestigua nuestra creencia en que el Todopoderoso
creó el mundo en seis días; observar los iamím tovím (festividades), porque
ellos conmemoran ietziat Mitzraim (éxodo de Egipto); las mitzvot de tzitzit y
tefilín (filacterias), las cuales demuestran nuestra creencia en la soberanía
de El ETERNO. □ Leyes Civiles: "Mishpatím" son leyes Divinas que
protejen la seguridad y supervivencia de la sociedad humana. Ellas incluyen,
por ejemplo, la prohibición de robo y asesinato. □ Ordenanzas Divinas: En la
categoría de jok (plural, "jukím") caen aquellas mitzvot cuyo
propósito o significado no son necesariamente entendidos por la inteligencia
humana. Hay numerosos ejemplos de jukím, pero el Midrash enumera cuatro acerca
de los cuales la Torá declara explícitamente, "Es un jok." Dado que
ellos contienen elementos aparentemente contradictorios, están expuestos a ser
ridiculizados por el pensador racional. La Torá por consiguiente aconseja al Israelita
decirse a sí mismo, "Es un jok; yo no tengo derecho a cuestionarlo."
Los cuatro son: 1. Ibúm: Un Israelita que desposa a la esposa de su hermano en
vida de su hermano o aún después de la muerte del último, incurre en la
penalidad de caret, siempre que su hermano tuviera hijos. Pero si la viuda de
su hermano no tiene hijos, es una mitzvá casarla (ibúm). Dado que la lógica
puede encontrar este cambio de posición difícil de aceptar, el pasuk enfatiza,
"Y vosotros guardaréis Mis jukím" (Vaikrá 18:26).
2. Shaatnez: La Torá prohibe el uso de una vestimenta que
contiene una mezcla de lana y lino. No obstante, es permisible usar una
vestimenta de lino a la cual tzitzit de lana son fijados. Para que nosotros no
cuestionemos esta excepción, la Torá declara concerniente a la mitzvá de
shaatnez, "Vos mantendréis Mis jukím" (Vaikrá 19:19).
3. Seir
LaAzazel / El macho cabrío a Azazel: enviado a la muerte como parte del
Servicio de Iom Kipur, purificaba a Klal Israel de sus pecados mientras
impurificaba al agente que lo llevaba. Esta ley es por consiguiente llamada
"un jok eterno" (Vaikrá 16:29). Tambien existen los EDOT, que son
normas relacionadas con los tiempos del calendario festivo.
El Midrash
Dice Bamidbar 4. Pará Adumá / La Vaca Roja: Las cenizas de la para adumá
purifican a un Israelita que está tamé (impuro), mientras vuelven tamé a todo
el que se involucra en la preparación. Dado que esto también desafía la lógica,
la Torá presenta el tema con las palabras, "Este es el jok de la
Torá" (19:2); nosotros debemos aceptar la mitzvá como una ordenanza
Divina. No obstante, jukím no son "leyes sin razón"; más bien, su
lógica es Divina. Los más grandes de entre nuestro pueblo pudieron comprender
algunas de ellas. Así, la racionalidad tras las leyes de la pará adumá le fue
Divinamente revelada a Moshé. Por otra parte, el Rey Shlomó, quien investigó
las razones tras las mitzvot y encontró explicaciones para todas, manifestó que
esta mitzvá era incomprensible.
Esta sección nos habla de un tema que hoy en
día es muy popular en Israel y en el mundo: la vaca roja.
Miremos
cuidadosamente la Torah: (números)19: 1-10.
"YHVH habló a Moisés y a
Aarón, diciendo: Esta es la ordenanza de la ley que YHVH ha prescrito,
diciendo: Di a los hijos de Israel que te traigan una vaca alazana, perfecta,
en la cual no haya falta, sobre la cual no se haya puesto yugo; y la daréis a
Eleazar el sacerdote, y él la sacará fuera del campamento, y la hará degollar
en su presencia. Y Eleazar el sacerdote tomará de la sangre con su dedo, y
rociará hacia la parte delantera del tabernáculo de reunión con la sangre de
ella siete veces; y hará quemar la vaca ante sus ojos; su cuero y su carne y su
sangre, con su estiércol, hará quemar. Luego tomará el sacerdote madera de
cedro, e hisopo, y escarlata, y lo echará en medio del fuego en que arde la
vaca. El sacerdote lavará luego sus vestidos, lavará también su cuerpo con
agua, y después entrará en el campamento; y será impuro el sacerdote hasta la
noche. Asimismo el que la quemó lavará sus vestidos en agua, también lavará en
agua su cuerpo, y será impuro hasta la noche. Y un hombre limpio recogerá las
cenizas de la vaca y las pondrá fuera del campamento en lugar limpio, y las
guardará la congregación de los hijos de Israel para el agua de purificación;
es una expiación. Y el que recogió las cenizas de la vaca lavará sus vestidos,
y será impuro hasta la noche; y será estatuto perpetuo para los hijos de
Israel, y para el extranjero que mora entre ellos."
LA
VACA ROJA - EL INGREDIENTE QUE FALTA
Qué tiene que ver una vaca roja con todo esto?
Quizás
para algunos sea difícil comprender que una vaca pueda ser tan importante. Pero
de hecho, el destino del mundo entero depende de la vaca roja.
El
Eterno nuestro Eloha ordenó que sus cenizas son el único ingrediente apto para
el restablecimiento de la pureza de la Torah - y después, la reconstrucción del
Templo Sagrado. Y como veremos en esta parasha, las cenizas de la vaca roja
rectifican el desperfecto humano más básico: la desesperación. La desesperación
que produjo la pérdida del Templo y la Presencia Divina entre nosotros.
La purificación a través de la vaca roja nos recuerda que el ser humano tiene
el potencial para sobrepasar su existencia física transitoria, con todo su
sentido falso de desesperanza y miseria: la "impureza" de la muerte.
Este es el rol del Tercer Templo para toda la humanidad, y esta es la visión
Mesiánica del futuro: la llamada para vivir una vida eterna, libre de la farsa
y la desdicha… que son las condiciones humanas en que se encuentran tantas
personas. Esta es La llamada o el llamamiento para vivir la verdadera alegría,
vivir la vida plenamente - con el conocimiento verdadero de El Eterno nuestro
Eloha.
La orden Divina con respecto a la vaca roja, fuera del alcance del frágil
intelecto del hombre con todos los detalles de su preparación y la ceremonia,
llama a Israel y a todos los que procuran adherirse a la Torah viva del Eloha
de Israel: ¡"Purificaos! ¡Sacudíos de vuestra desesperación! ¡La muerte es
una ilusión"! Así está escrito, “Pero vosotros que estáis apegados a El Eterno,
vuestro Eloha/Dios, estáis todos vivos hoy." (Deut.
4:4)
El Misterio de la vaca roja está por encima de la comprensión humana. Los
grandes Sabios de Israel consideran este precepto como el misterio más profundo
de la Toráh, ya que lo rodea una gran contradicción enigmática: aunque las
cenizas de la vaca roja tengan el poder inexplicable para purificar a todos los
que han sido considerados impuros, el contacto con las mismísimas cenizas para
aquellos que están puros tiene el efecto contrario... los hace impuros!
El
rey Salomón, que fue el más sabio de todos los seres humanos que jamás vivió,
comprendió cada aspecto de la creación de Elohim. La tradición relata que él
incluso conocía los idiomas de todos los animales. Mas él no pudo entender el
secreto de la vaca roja, y después de contemplarlo, él declaró "Dije, 'llegaré a ser
sabio, pero está lejos de mí'" (Ecc. 7:23).”
El mandamiento de la vaca roja es uno de esos preceptos que pertenecen a la
categoría de Jok (plural, Jukim). Estos son estatutos que Elohim decretó que no
pueden ser comprendidos por el razonamiento humano. Más bien, El requiere que
nosotros los realicemos por motivo de nuestro amor y temor hacia El. Aunque
intentemos indagar en las explicaciones de estas leyes, para encontrar alguna
alusión o el sentido de las ideas transmitidas, nosotros sabemos que al fin de
cuentas, su significado verdadero está más allá de nuestro alcance intelectual.
Los mandamientos que tienen en nombre de juk o juká, están conectados de una
manera especial con el Mesías. Como aquí tenemos la juká por excelencia, hay
una conexión muy íntima en todo este rito con el Mesías. El punto principal es
este: las cenizas de la vaca roja al mezclarse con agua, será lo único que
podrán usar los sacerdotes y levitas para su purificación a fin de estar
capacitados para entrar al Templo y ministrar delante del Eterno. Así pues, sin
estas cenizas mezcladas con agua, no podrán los sacerdotes estar listos para
ofrecer los sacrificios. Consecuentemente, el nacimiento de una vaca roja que
reúna las condiciones exigidas en la Torah es un aviso de que los
sacerdotes y levitas contarán con los recursos iniciales para poder ofrecer
sacrificios. Si a esto añadimos que para ministrar los sacrificios
prescritos en la Torah no es imprescindible la totalidad del Templo,
sino que bastaría el altar del sacrificio siempre que esté colocado en el lugar
donde estuvo el original, entonces el nacimiento de una vaca roja en Israel hoy
en día anticipa la reconstrucción del Templo y consecuentemente es visto como
una señal de la proximidad de la llegada de Mashiaj.
Si
tenemos en cuenta que según la Escritura el anti-mesías profanará el
Templo, entonces será una exigencia profética el levantamiento del Tercer
Templo. Este tercer templo luego de profanado por el anti-mesías como
hiciera Antíoco Epífanes en la época de los Macabeos, dos siglos antes del
nacimiento de Yeshua, será purificado por el Adon en su Segunda Venida y
entonces dará pie a la construcción de un Nuevo Templo, un Nuevo Mihzkan o
Tabernáculo. Este Templo jamás será profanado ni gente inmunda entrará jamás
por sus puertas para escarnecerlo. Así que estamos viviendo días muy
especiales. Días proféticos.
Hermanos, El autor de la epístola a los Hebreos explica el simbolismo que
tienen este y otros rituales físicos como anticipos (tipos) del sacrificio de
Yeshua hamashiaj y su obra intercesora como Sumo Sacerdote (del orden de
melquisedec). Se declara que el propósito del ritual de la vaca alazana era la
santificación para la purificación de la carne, destacando la superioridad de
la obra del Redentor.
Hebr
9:13-14; “Porque si
la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de
la becerra rociadas a los impuros, santifican para la purificación de
la carne, ¿cuánto más la sangre de Mashiaj, el cual mediante el Espíritu del
Eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Elohim, limpiará vuestras
conciencias de obras muertas para que sirváis al Eloha vivo?.
En
la actualidad reconocemos que la sangre del sacrificio de Yeshua hamashiaj
cumple de manera cabal y perfecta la santificación y purificación de la
conciencia del creyente como lo dice el versículo 14 de hebr 9.
En
relación a la aseveración de que el pueblo Israelita sigue en la búsqueda de
una vaca alazana perfecta debemos entender que el mundo Israelita ortodoxo
sigue trabajando arduamente en el restablecimiento de los sacrificios en un
futuro templo en Jerusalén. Sus esfuerzos incluyen no sólo la preparación del
cuerpo sacerdotal para tal fin, sino también, de todos los insumos para su
desarrollo, incluido por supuesto la vaca alazana necesaria para la preparación
del agua purificadora. Algunos religiosos Israelitas afirman que hubo nueve
vacas rojas que fueron utilizadas para purificar al pueblo y que la décima
aparecerá junto con el Mesías.
En Levítico 3:7 está escrito: “Si ha de presentar un
cordero como su ofrenda, lo ofrecerá delante de Elohim.”
En Levítico 6:25 está escrito:
“Habla a
Aharón y a sus hijos y diles: "Esta es la Toráh de la ofrenda por el
pecado: la ofrenda por el pecado será ofrecida delante de Elohim en
el mismo lugar donde la ofrenda de ascensión es ofrecida; es cosa santísima.”
Num.19:5 “Luego la novilla será quemada
en su presencia; todo se quemará, su cuero, su carne, su sangre y su
estiércol.” – Toda la vaca es quemada lo cual habla de la
entrega total del Mesías Yeshúa.
Num.19:6 “Y el sacerdote tomará
madera de cedro, e hisopo y lana carmesí, y los echará en medio del fuego en
que arde la novilla.” – Los tres objetos, madera de
cedro, hisopo y lana carmesí, tenían que ser añadidos para producir las cenizas
que luego fueron mezcladas con el agua para que sirvieran de purificación. De
esto se puede suponer que el madero horizontal sobre el cual el Maestro fue
colgado, era de cedro.
Es probable que Yeshúa haya sido colgado en un árbol, en una higuera,
que crecía en el monte de los Olivos. Adam y Javá tomaron hojas de higuera en
el lugar donde se introdujo el pecado, cerca del árbol de la ciencia que
probablemente estaba en el monte de los Olivos, cf. Génesis 3:7. Yeshúa maldijo una higuera cuando pasó por ese camino al entrar en la
ciudad poco antes de su muerte, cf. Marcos 11:21. Estas cosas indican que él posiblemente haya sido colgado en una
higuera, y los dos ladrones en el mismo árbol, uno a la derecha y otro a la
izquierda, cf.
Lucas 23:33. Es lógico llegar a esta
conclusión por el hecho de que cuando el soldado romano iba a romper las
piernas de los tres colgados, se fue primero a uno de los ladrones y luego a
otro, y finalmente llegó a Yeshúa y vio que ya estaba muerto, cf. Juan 19:32-33. Si los tres hubieran estado en una línea, con Yeshúa en medio, no tiene
sentido que el soldado haya saltado sobre el Maestro para ir de un ladrón a
otro. Lo más lógico es que hayan sido colgados como en un triangulo en el mismo
árbol. El palo horizontal, sin embargo, parece haber sido
de cedro, según este texto.
El
hisopo se usaba para la purificación, para rociar la sangre y el agua. Se usó
en la salida de Mitsrayim para untar sobre las puertas. Se usó en la
purificación de los “leprosos” y aquí se usa otra vez para purificar de la
contaminación de la muerte. En Hebreos 9:19-22 está escrito:
“Porque cuando Moshé terminó de promulgar todos los mandamientos a todo
el pueblo, conforme a la Toráh, tomó la sangre de los becerros y de los machos
cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el libro mismo y a todo el
pueblo, diciendo: ESTA ES LA SANGRE DEL PACTO QUE ELOAH OS ORDENÓ. Y
de la misma manera roció con sangre tanto el Mizhkan/tabernáculo como todos los
utensilios del ministerio. Y según la Toráh, casi todo es purificado con
sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón.”
En el Salmo 51:7 está escrito: “Purifícame con hisopo, y
seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve.”
En Juan 19:29 Está escrito: “Había allí una vasija llena
de vinagre; colocaron, pues, una esponja empapada del vinagre en una rama de
hisopo, y se la acercaron a la boca.”
El hisopo fue utilizado en
relación con la muerte del Mesías conectándole así con la liberación de
Mitsrayim, la purificación de tsaráat (“lepra”) que simboliza el pecado, la
purificación de la impureza ritual producida por el contacto con la muerte y la
introducción de los hijos de Israel en el pacto.
La lana carmesí nos habla de
la sangre, y alude a la muerte del Mesías.
Num.19:9 “Entonces un hombre
que esté limpio juntará las cenizas de la novilla y las depositará fuera del
campamento en un lugar limpio, y la congregación de los hijos de Israel las
guardará para el agua para la impureza; es una ofrenda por el pecado.” –
Las cenizas de la vaca roja fueron divididas en tres partes: una parte fue
puesta en el monte de los Olivos, otra parte fue colocada en el “jel”, el área
que rodeaba el atrio del templo y otra parte fue dividida entre los 24 grupos
de los sacerdotes que servían en el templo. Según la Mishná, la parte de las
cenizas que estaban en el monte de los Olivos fue utilizada para consagrar los
sumos sacerdotes para poder preparar otras vacas rojas.
Las cenizas que fueron
guardadas en el jel servían para las generaciones futuras, según ordena este
versículo. Las cenizas que estaban entre los sacerdotes en la tierra de Israel
servían para que pudieran purificarse los hijos de Israel que estaban en las
demás ciudades.
En Juan 2:1-12 está escrito: “Al tercer día se celebró una
boda en Katné de Galil, y estaba allí la madre de Yeshúa; y también Yeshúa fue
invitado, con sus discípulos, a la boda. Cuando se acabó el vino, la madre de
Yeshúa le dice: No tienen vino. Y Yeshúa le dice: Mujer, ¿qué tengo yo que ver
contigo? Todavía no ha llegado mi hora. Su madre dice a los que servían: Haced
todo lo que él os diga. Y había allí seis tinajas de piedra, puestas para ser
usadas en el rito de la purificación de los Israelitas; en cada una cabían dos
o tres cántaros. Yeshúa les dice: Llenad de agua las tinajas. Y las llenaron
hasta el borde. Entonces les dice: Sacad ahora un poco y llevadlo al
maestresala. Y se lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua convertida
en vino, y como no sabía de dónde era (pero los que servían, que habían sacado
el agua, lo sabían), el maestresala llama al novio, y le dice: Todo hombre
sirve primero el vino bueno, y cuando ya han tomado bastante, entonces el
inferior; pero tú has guardado hasta ahora el vino bueno.
Este principio de sus señales hizo Yeshúa en Katné de Galil, y manifestó
su gloria, y sus discípulos creyeron en él. Después de esto bajó a Kefar Najum,
él, con su madre, sus hermanos y sus discípulos; pero allí no se quedaron
muchos días.”
Las seis tinajas, que fueron
usadas por el Maestro para transformar agua en vino, eran las que normalmente
se usaban para la purificación de los Israelitas que habían entrado en contacto
con algún cadáver. Las cenizas de la vaca roja fueron mezcladas con mucha agua.
Cada tinaja contenía dos o tres cántaros. Un cántaro equivale a unos 40
litros de agua. Así que con las seis tinajas llenas de agua, hubo una
transformación de unos 600 litros de agua en vino. Se ve que la boda
se hizo en la casa de algún sacerdote.
Num.19:16 “De igual manera, todo el que
en campo abierto toque a uno que ha sido muerto a espada, o que ha muerto de
causas naturales, o que toque hueso humano, o tumba, quedará impuro durante
siete días.” – No sólo el contacto físico con un cadáver produce
impureza ritual de primer grado, sino también por tocar hueso humano, aunque
sea viejo, o pisar sobre una tumba.
Esta es la razón por la que se
blanqueaban los sepulcros, para que nadie los pisara y quedara impuro
innecesariamente.
Ese tipo de impureza ritual no
es eliminada al menos que uno pase por una semana de purificación y sea rociado
en el tercer día y en el séptimo día con el agua purificadora. En el séptimo
día hay que sumergirse en la mikvé y así uno se vuelve puro al caer la tarde,
cf. v. 19.
Num.19:17 “Entonces para el impuro
tomarán de las cenizas de lo que se quemó para purificación del pecado, y
echarán sobre ella agua viva en una vasija.” –
Para que el agua pueda ser viva tiene que venir de una fuente natural, como la
lluvia o una fuente subterránea. Si toca algún material que puede volverse
impuro, como metal, madera o barro, ya no es agua viva. Esto nos explica la
razón por la que guardaban esta agua purificadora en tinajas de piedra y no de
barro.
Hay varias similitudes entre
la vaca roja y el becerro de oro. Al igual que el polvo del becerro de oro que
había pasado por fuego fue mezclado con agua que fue dada a los hijos de
Israel, aquí las cenizas de la vaca roja son mezcladas con agua y luego aplicadas
sobre los hijos de Israel.
Como el becerro de oro fue
hecho con oro que habían aportado los hijos de Israel, así la vaca roja es
comprada del medio shekel entregado al templo por los israelitas una vez al
año.
Num.19:19
“Entonces
el puro rociará sobre el impuro al tercero y al séptimo día; al séptimo día lo
purificará de la impureza, y él lavará su ropa y se bañará en agua, y quedará
limpio al llegar la tarde.” –
Sólo un hombre ritualmente
limpio podrá rociar sobre los otros para que sean purificados.
En Ezequiel 36:24-30 está
escrito:
“Porque os tomaré de las naciones, os recogeré de todas las tierras y os
llevaré a vuestra propia tierra. Entonces os rociaré con agua limpia y
quedaréis limpios; de todas vuestras inmundicias y de todos vuestros ídolos os
limpiaré. Además, os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de
vosotros; quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de
carne. Pondré dentro de vosotros mi espíritu y haré que andéis en mis
estatutos, y que cumpláis mis ordenanzas poniéndolas por obra. Habitaréis en la
tierra que di a vuestros padres; y seréis mi pueblo y yo seré vuestro Eloah. Os
libraré de todas vuestras inmundicias; llamaré al trigo y lo multiplicaré, y no
traeré hambre sobre vosotros. Y multiplicaré el fruto de los árboles y el
producto del campo, para que no recibáis más el oprobio del hambre entre las
naciones.”
Se necesita una semana para
purificarse del efecto de la muerte. En el octavo día uno ya está limpio. De la
misma manera el mundo pasará por 7000 años de proceso de purificación, y
después habrá justicia, sin muerte. El tercer día corresponde al tercer milenio
desde Adam, cuando los hijos de Israel salieron de Mitsrayim y recibieron la
Toráh que purifica. Para el séptimo milenio vendrá el Mesías para purificar, no
solamente a los que han tocado los muertos, sino a los muertos mismos que serán
resucitados. Aquí se habla de dos momentos muy importantes en la historia, la
primera y la segunda redención, en el tercer milenio y en el séptimo.
Num.19:20 “Pero el hombre que sea
impuro y que no se haya purificado a sí mismo de su impureza, esa persona será
cortada de en medio de la asamblea, porque ha contaminado el santuario de YHVH;
el agua para la impureza no se ha rociado sobre él; es impuro.”
– La pena de karet sólo cae sobre la persona que haya entrado en el santuario
en el estado de impureza.
Num.19:21 “Por tanto será estatuto
perpetuo para ellos. Y el que rocíe el agua para la impureza lavará su ropa, y
el que toque el agua para impureza quedará impuro hasta el atardecer.”
– Todos los que estaban preparando las cenizas de purificación se quedaron
impuros en el proceso de preparación, cf. vv. 7-8. Sin embargo, el versículo 19
habla del puro que tiene que rociar sobre el impuro en el tercer día y el
séptimo día. De ese versículo los sabios del Talmud interpretan que el que
rocíe el agua purificadora no queda impuro. Por esto, el versículo 21 se
entiende como hablando del que porte el agua y del que toque el agua. El que
porta el agua obtendrá una impureza más severa de manera que incluso su ropa se
queda impura y por lo tanto necesita ser sumergida en una mikvé. El que sólo
toque el agua no necesita pasar su ropa por la mikvé. El que toque el agua
purificadora se vuelve impuro. Es una aparente contradicción que no tiene una
explicación inmediata. Sin embargo, esto nos habla de Yeshúa que tomó nuestro
pecado y nuestra muerte de manera que quedó impuro por causa nuestra para que
nosotros pudiéramos ser purificados por medio de él, como está escrito en:
1 Pedro 1:2: “según el previo conocimiento
de Eloah Padre, por la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Yeshúa
el Mesías y ser rociados con su sangre: Que la gracia y la paz os sean
multiplicadas.”
En 2 Corintios 5:21 está
escrito:
“Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que
fuéramos hechos justicia de Eloah en él.”
Después de la resurrección,
Yeshúa el Mesías tenía que pasar los siete cielos para así ser purificado de la
impureza que había obtenido en la muerte y poder entrar en el lugar santísimo
en el Mishkan/tabernáculo celestial, cf. Hebreos 4:14; Efesios 4:10. Los
siete cielos representan los siete días de purificación después de haber estado
en contacto con la muerte. De esa manera el Padre purificó a Yeshúa en el
momento de la ascensión, cf. Zacarías 3:3-4.
2.-
El pecado de Moisés en las aguas de la rencilla: Capítulo 20:1-13.
La
segunda enseñanza de la Torah está relacionada con el pecado de
Moshe.
¿En
qué consistió realmente el pecado de Moshe y Aarón?
Miremos
cuidadosamente la Escritura.
Moshe
y Aarón entran al Mizhkan para interceder por el pueblo que se ha rebelado otra
vez contra Adonai en el desierto. Están aproximándose a la tierra
prometida y vuelven a rebelarse contra el Eterno por falta de agua en el
desierto. Entonces Moshe, en el mizhkan, recibe las siguientes instrucciones:
Num.20:8:
"Toma
la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña a
vista de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña, y darás de
beber a la congregación y a sus bestias."
Observe
las instrucciones precisas que el Eterno le da:
Primero:
Toma la vara
Segundo: Reúne la Congregación.
Tercero: Habla a la peña a la vista de la congregación.
Cuando
tú hagas estas tres cosas, saldrá agua de la roca y entonces darás a beber a la
congregación y a sus bestias.
Moshe
debía hablar a la peña como si fuera una persona. Moshe tenía que creer que
saldría agua de la peña.
¿Qué
pasó con Moshe?
Miremos
lo que pasó:
Primero:
Tomó la vara (Vr.9). Esto está bien.
Segundo: Reunió la kehilá. Esto está bien.
Tercero: Ahora debería “hablar” a la peña en presencia de la congregación.
¿Qué
hizo Moshe? Dos cosas incorrectas:
Primero:
no habló a la Peña, sino a la congregación.
Segundo: en vez de hablar a la peña, la golpeó con la vara dos veces.
Algunos
han tratado de explicar esta acción de Moshe diciendo que se equivocó de roca;
pero esto es forzar y confundir el texto.
Moshe
nunca fue comisionado para “golpear” sino para “hablar” a la roca y como
veremos luego, esto tenía un propósito. Cuando usted revisa bien el texto verá
que el Eterno no le había dicho que golpeara la peña, sino que le hablara. Si
él le hubiera hablado a la roca y le hubiera dicho estas simples palabras:
“Roca, deja salir el agua de tu seno”, el agua habría salido. El Eterno había
dicho que así sucedería. Pero Moshe, llevado por la indignación producida por
la rebelión del pueblo, no habló a la roca, sino que la golpeó dos veces con su
vara.
¿Cuál
fue realmente el pecado de Moshe?
Primero:
desobediencia a la voz del Eterno. Segundo: establecimiento de su propio orden;
en vez de hablar, golpear. Tercero: incredulidad; Moshe no creyó que
simplemente hablando a la roca se vería el milagro prometido. Cuarto: privó al
pueblo de una gran oportunidad de ver la gloria del Eterno nuestro Adon en la
santificación del Nombre Sagrado.
Miremos:
Vr. 12. “Por cuando no creísteis en mí para santificarme
delante de los hijos de Israel".
Pensemos
en esto:
¿Por
qué golpear la peña fue algo tan grave a los ojos de Elohim que le prohibió
luego a Moshe entrar en la tierra prometida?
Hay
dos razones: Una nos la ofrece el propio texto y nos viene por el significado
simple del texto.
Observa
qué dijo Adonai: “No creísteis en mí PARA SANTIFICARME delante de los hijos de
Israel”.
¿Qué
significa “santificarme delante de los hijos de Israel”?
En
otras palabras: ¿Por qué golpear la roca y no hablarle a la roca privó a El
Eterno de ser santificado entre los hijos de Israel?
La
palabra “santificar” que usa el texto sagrado aquí es la clave para encontrar
la respuesta a esta pregunta.
Esta
palabra viene del hebreo KADASH que entre otras cosas significa “HACER O
CAUSAR que el nombre del Eterno nuestro Adon sea tenido en reverencia y temor”
por parte Su pueblo.
¿Cuál
es la diferencia entonces? De todos modos brotó agua de la peña. ¿No era esto
suficiente para que el pueblo temiera a Elohim?
De
ninguna manera.
El
milagro en sí no era la gran lección que el Eterno quería dar a Su pueblo.
Era
el MODO DEL MILAGRO.
En
otras palabras, si el Eterno podía hacer que algo sin vida, sin voluntad, sin
espíritu produjera agua, ¿cuánto más podría hacer con Su pueblo dotado de
vida, de voluntad y de espíritu?
Hermano:
Si el Eterno puede hacer que una roca sea útil, ¿cuánto más no podrá hacer con
tu vida?
Si
dejamos que la Torah viva penetre en nuestras vidas, los resultados serán
extraordinarios.
Esto
es lo que Elohim quería enseñarle al pueblo. Pero Moshe no se percató de esta
gran oportunidad.
Así
que en vez de hablarle a la roca para mostrar a los hijos de Israel el efecto
de la palabra en algo que no tiene vida en sí mismo a fin de que pudieran tener
fe para creer el tremendo poder que saldría de ellos si permitían que la
palabra de Adonai penetrara en sus corazones.
Si
de una roca salió agua, ¿qué no saldrá del corazón de un pueblo que recibe la
Torah de Adonai y guarda sus mandamientos?
¿Cuántos
entienden lo que está en juego aquí?
Bien
dije esto: ¿Por qué golpear la peña fue algo tan grave a los ojos del Eterno
que le prohibió luego a Moshe entrar en la tierra prometida?
Mencioné
que hay dos razones:
-
Una que nos la ofrece la ofrece el propio texto y nos viene por el significado
simple del texto.
-
La otra nos la ofrece el rabí Shaul y nos viene por el significado escondido en
el texto:
Miremos
lo que dice el rabí Shaul: 1 Corintios 10:4. “Y
todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual
que los seguía y la roca era el Mesías”.
Aquella
peña en lo natural, estaba hablando de otra peña en el celestial. La roca
natural representaba la roca sobrenatural, que es el Mesías.
Golpear
la peña fue algo muy grave para Moshe, porque estaba levantando su mano contra
lo que estaba allí del mundo celestial. Sin saberlo, Moshe estaba golpeando
algo sagrado.
¿Cuántos
entienden lo que digo?
Esto
le costó la entrada a la tierra de promisión.
Esto
nos provee enseñanzas sumamente importantes:
Primero:
Cuidado con la ira. La indignación frente a
la rebelión no debe llevarnos a la ira.
¿Por
qué? Porque la ira casi siempre nos lleva al pecado.
El
rabí Shaul dice: “Airaos, pero no pequéis, no se ponga el sol sobre vuestro
enojo”.
Usted
nunca verá que diga en algún lugar: “Amad, pero no pequéis…”
Tampoco
dice: “Orad, pero no pequéis…”
Cuando
el amor y la oración son auténticos nunca nos llevarán al pecado…
Pero
la ira sí tiene el potencial de hacerlo. Cuidado con la ira.
¿Cuál
es el peligro mayor de la ira?
El
peligro mayor es que te roba la fe.
¿Qué
dijo Moshe al pueblo? “¿Haremos salir agua de esta roca para vosotros?”
Cuando
usted lee esto, recibe un toque de incredulidad detrás de las palabras de
Moshe.
Moshe
mismo no creyó que el milagro tendría lugar.
Y
el Eterno se lo reprochó por cierto: Vr. 12 dice: “Por cuanto no creísteis en
mí…”
No
en la existencia de El, sino en su promesa de sacar agua de la roca cuando se
le hablase.
Así
que la ira roba la fe. Cuidado con la ira.
Segundo: Cuidado con la Desobediencia. Cuando Adonai
dice una cosa, no hagamos otra.
Cuando
Adonai dice una cosa, no la sustituyamos por otra.
Cuando
Adonai dice: habla, no golpees. Y Cuando Adonai dice: golpea, no hables.
La
diferencia entre un creyente que el Eterno usa y otro creyente que pierde el
privilegio de servir al Eloha de Israel viene dado por la obediencia de uno y
la desobediencia del otro.
Tercero:
Cuanto más alta es la responsabilidad que el Eterno te da, más alta será la
demanda que el Eterno hará de ti.
Si
este acto de Moshe hubiera sido realizado por cualquier israelita común, habría
pasado inadvertido quizá… pero no en Moshe y Aarón.
Yeshua
dijo que al que mucho se le da, mucho se le demandará.
Cada
uno de nosotros tendrá que dar cuenta algún día de lo que hemos hecho en
nuestras vidas y con nuestras vidas.
Cada
uno de nosotros tendrá que presentarse un día ante Yeshúa para rendir informes
detallados de toda nuestra vida y lo que hemos hecho con ella.
Cuanto
más alta es la responsabilidad que usted ha recibido, tanto más alta será la
medida con que usted será medido.
¿Por
qué?
Porque
las consecuencias del pecado y de los errores cometidos por los que hemos
recibido mayor responsabilidad en el reino serán mucho más grandes;
consecuentemente, mas exigencia se hará del que tiene mucho que del que tiene
poco.
Mire
lo que dice el rabí Jaakov en su carta a las doce tribus de la dispersión:
(Santiago) 3:1.
“Hermanos
míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor
condenación”.
Observe:
mayor condenación en el evento de que cometamos un error.
La
incredulidad y la desobediencia le costaron a Aarón y a Moisés entrar en la
tierra de promisión.
Muchas cosas por cierto. Las siguientes son las que destaco:
Primero: Cuando
no somos sanados de resentimientos antiguos, corremos el peligro de trasmitir a
nuestros hijos esos resentimientos que se convertirán luego en una maldición
que afectará las generaciones venideras.
Así
pues, el odio irracional que en sentido general tienen los países árabes,
descendientes de Esav, el hermano de Yaakov contra Israel tiene su origen en
una maldición generacional que se viene trasmitiendo de padres a hijos y de
generación en generación.
Esto
roba y destruye no solamente las buenas relaciones entre hermanos, sino también
entre los pueblos. Porque allí es donde se genera la raíz de amargura. La cual
no va con nosotros. Amen.
3.- La
Serpiente de Bronce.- Números 21: 4-9.
La
tercera lección que deseo compartir en este Shabat está relacionada con la
serpiente de bronce levantada por Moshe.
Miremos
lo que dice la Escritura: Números 21: 4-9. "Después
partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom;
y se desanimó el pueblo por el camino. Y habló el pueblo contra Eloha y contra
Moshe: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto?
Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.
Y YHVH envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y
murió mucho pueblo de Israel. Entonces el pueblo vino a Moshe y dijo: Hemos
pecado por haber hablado contra YHVH, y contra ti; ruega a YHVH que quite de
nosotros estas serpientes. Y Moshe oró por el pueblo. Y YHVH dijo a Moshe:
Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere
mordido y mirare a ella, vivirá. Y Moshe hizo una serpiente de bronce, y la
puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la
serpiente de bronce, y vivía."
21:6 “Y El Eterno envió
serpientes abrasadoras entre el pueblo, y mordieron al pueblo, y mucha gente de
Israel murió.” – El resultado de la queja contra la comida fue mortal. La
protección que antes tenían con la presencia de la nube, ya no estaba, y las
serpientes pudieron entrar en el campamento, por mandato del Eterno y muchos
murieron por causa de ellas.
21:7 “Entonces el pueblo vino a
Moshé y dijo: Hemos pecado, porque hemos hablado contra Elohim y contra ti;
intercede con El Eterno para que quite las serpientes de entre nosotros. Y
Moshé intercedió por el pueblo.” – Otra vez Moshé
obró como un intermediario entre el pueblo y Elohim. El pueblo no oró al
Eterno, sino pidieron que Moshé orara por ellos. Esto nos muestra que el pueblo
Israelita necesita un intermediario entre ellos y Eloha. Moshé es una figura de
Yeshúa HaMashíaj, que constituye el único camino al Padre para Israelitas y no Israelitas.
21:8 “Y El Eterno dijo a Moshé:
Hazte una (serpiente) abrasadora y ponla sobre un asta; y
acontecerá que cuando todo el que sea mordido la mire, vivirá.” –
La solución para ser libre del veneno de las mordeduras fue mirar con fe en la
ilustración de una serpiente de bronce sobre un palo, para que todo aquel que
había sido mordido pudiera ser liberado de la muerte y el veneno mortal que
corría en sus venas.
21:9 “Y Moshé hizo una serpiente de
bronce y la puso sobre el asta; y sucedía que cuando una serpiente mordía a
alguno, y éste miraba a la serpiente de bronce, vivía.” –
Según Rashí, el texto hebreo usa una palabra que significa que tenían que mirar
fijamente con concentración.
Así
que había serpientes que los mordían y morían. ¿Por qué permitió Adonai
aquellas serpientes?
La
respuesta es: para mostrarles lo que sus palabras producían en el corazón del
pueblo.
Mire
21:4 “comenzó a
hablar contra Elohim y contra Moshe”.
Cuando
usted murmura del Eterno y de los siervos del Eterno, lo que sale de su boca es
veneno.
Así
que en cierto sentido, las palabras de ellos se convirtieron en víboras
que venían ahora y les mordían mortalmente.
Lo
que usted habla contra su hermano es veneno que sale de su boca.
Cada
vez que alguien hablaba algo malo del Eterno o de Moshe, venía una serpiente y
lo mordía.
Así
que todo el que salía mordido, ahí mismo se sabía que había murmurado contra el
Eterno y contra Moshe.
¿Entienden
lo que digo?
Bien,
¿Cuál es la solución de Adonai? La Respuesta es: Sanidad
por La Fe.
La
fe traería sanidad. Así que la enseñanza que afirma que la fe es asunto
desconocido en el Primer Pacto contradice el testimonio de la Escritura.
Este
es un buen ejemplo de cómo el Eterno siempre ha demandado fe/Emuna para recibir
sanidad y salvación.
Piense
en esto: ¿Cómo operaría la fe para sanarles del veneno de las víboras del
desierto?
Por
medio del levantamiento de una serpiente de bronce colocada sobre un asta. Así
que había un palo grande y en el extremo una serpiente de metal. Cuando alguien
era mordido por una serpiente, inmediatamente debía levantar sus ojos a la
serpiente de bronce y al hacerlo recibía sanidad.
Quiero
que vea esto: la sanidad no era producida por la serpiente de bronce.
¡En
ninguna manera!
Pero
el que era mordido por una serpiente y salía fuera para levantar sus ojos a la
serpiente, se estaba delatando a sí mismo. Estaba confesando que había pecado
contra el Eterno.
Así
que el acto de mirar la serpiente de bronce indicaba la confesión del pecado y
la confianza en el Elohim de Israel para que les sanara.
Tristemente
algunos siglos después de este evento, los hijos de Israel tomaron esta
serpiente como un símbolo de adoración hasta que el rey Ezequías la rompió en
pedazos para expresar así su rechazo de toda forma de idolatría y de perversión
pagana que confunde lo terrenal con lo celestial, el símbolo con lo simbolizado
(2 Reyes
18:4).
La
enseñanza aquí es muy hermosa. Los símbolos sagrados, los ritos, las
ceremonias, los memoriales son importantes y tienen su lugar pero nunca deberán
ser objeto de adoración. Amen.
Sólo
El Eterno nuestro Adon es digno de recibir honra y gloria y adoración.
Yeshúa
usó este hecho histórico de mirar la serpiente de bronce indicando confesión
del pecado y la sanidad por medio de la fe para explicar su sacrificio
expiatorio sobre el madero del Gólgota.
Yeshua
dijo: “Como Moisés levantó la
serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del hombre sea
levantado, para que todo aquél que en El cree no se pierda, mas tenga vida
eterna”.
La
fe en Adonai para creer que al mirar la serpiente Adonai les sanaría, era la
preparación apropiada para que Israel pudiera levantar sus ojos al Mesías,
colgado en un madero, confiando que el Eterno les perdonaría en virtud de los
méritos del Mesías.
No
en virtud de los méritos de Avraham; aquéllos sirven solamente para bendiciones
temporales.
No
en virtud de los méritos del resto de los patriarcas; aquéllos sirven solamente
para bendiciones terrenales.
Pero
en virtud de los méritos de Yeshúa Ha-Mashiaj cuyas bendiciones son presentes y
eternas, terrenales y celestiales.
El
primer acto de fe trajo sanidad temporal, el segundo, sanidad ETERNA.
En Juan 3:14-16 está escrito:
“Y como Moshé levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que
sea levantado el Hijo del Hombre, para que todo aquel que cree, tenga en él
vida eterna. Porque de tal manera amó Eloah al mundo, que dio a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que cree en él, no se pierda, mas tenga vida
eterna.”
El hombre ha sido dañado por
el veneno del pecado y está en el camino a la muerte y la destrucción. La única
solución para su supervivencia es que se fije en un milagro y ponga su fe en El
Eterno por medio de ese milagro. La palabra hebrea que ha sido traducida como
“asta”, “poste”, es “nes” que significa tanto “poste” como “milagro” o “señal”.
La muerte de Yeshúa fue un milagro y una señal. El hijo del Hombre tenía que
ser levantado de la misma manera que la serpiente de bronce. El Eterno, Moshé y
Yeshúa dieron a conocer de qué manera el Mesías tenía que morir para salvar al
pueblo de Israel y al mundo del pecado y de la muerte eterna.
Yeshúa se identifica con la
serpiente de bronce. Una serpiente simboliza el carácter del hasatán. El yetser
hará, la mala inclinación, el pecado, de todos los hombres, que hemos recibido
desde el huerto de Edén al ser “mordidos” por la serpiente antigua, fue
introducido en Yeshúa para que pudiera ser condenado en él por el Juez Supremo
y los hombres ser liberados de la ira y el castigo eterno que vino como una
consecuencia de esa inclinación al mal, como está escrito en Romanos 8:3:
“Pues lo que la ley no pudo
hacer, ya que era débil por causa de la carne, Eloah lo hizo: enviando a su
propio Hijo en semejanza de carne de pecado y como ofrenda por el pecado,
condenó al pecado en la carne.”
En Isaías 53:6, 11-12 está
escrito:
“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, nos apartamos cada cual
por su camino; pero Elohim hizo que cayera
sobre él la iniquidad de todos nosotros...
Debido a la angustia de su alma, él lo verá y quedará satisfecho. Por su
conocimiento, el Justo, mi Siervo, justificará a muchos, y cargará las
iniquidades de ellos. Por tanto, yo le daré parte con los grandes y con los
fuertes repartirá despojos, porque derramó su alma hasta la muerte y con los
transgresores fue contado, llevando él el pecado de muchos, e
intercediendo por los transgresores.”
Cuando las Escrituras hablan
de EL pecado, en singular, se refiere a lo que el Judaísmo llama “yetser hará”,
la inclinación al mal, que es sinónimo a la carne, que es el carácter de
hasatán. Cuando hablan de LOS pecados, en plural, se refiere a los
resultados de esa inclinación, los pensamientos, las palabras y las obras que
manan de esa naturaleza.
Yeshúa llevó tanto el pecado
como los pecados para liberar a todos los que por fe ponen su mirada y su
concentración fija en lo que él hizo cuando murió en el madero.
En 1 Pedro 2:24 está escrito:
“y él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre
el madero, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por
sus heridas fuisteis sanados.”
En Hebreos 9:28 está escrito: “así también el Mesías,
habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de
muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación
de los que ansiosamente le esperan.” Yeshúa es la
única solución final para el hombre, tanto Israelita como no Israelita. Sin él
nadie se escapa de la muerte eterna.
El Eterno no dijo que Moshé
hiciera una serpiente de bronce, sino “abrasadora”. Las palabras hebreas para
serpiente, “najash”, y cobre, “nejoshet”, se
parecen. Esto nos enseña que Moshé usó un juego de palabras para cumplir la
orden divina.
En 2 Reyes 18:4 está escrito:
“Quitó los lugares altos, derribó los pilares y cortó la Asherá.
También hizo pedazos la serpiente de bronce que Moshé había hecho, porque
hasta aquellos días los hijos de Israel le quemaban incienso; y la llamaban
Nejushtán(cosa de bronce).”
Los hijos de Israel habían guardado la serpiente de bronce unos 700 años
hasta el tiempo del rey Jizkiyahu que finalmente la destruyó por el mal uso que
se le había dado. Este texto nos enseña que algo positivo, que fue dado por el
Eterno para la bendición del pueblo, puede convertirse en un culto idolátrico y
una maldición. De la misma manera se ha convertido la imagen de la muerte del
Mesías, e incluso la misma cruz, en un objeto de culto, que se adora, se canta
y se quema incienso y velas etc. Ese culto idolátrico a los crucifijos y a la
cruz es una abominación para el Eterno y serán hechos pedazos cuando venga el
Mesías Yeshúa de nuevo a la tierra.
ABBA KADOSH
Te damos gracias por permitirnos compartir una vez mas tu bendita Torah
y colocamos bajo tu cuidado a todos los miembros de esta tu kehila; pidiéndote
seas propicio a cada uno y cubras toda necesidad. Te pedimos que nuestros
labios destilen miel y nunca veneno; para que el dulce de tu Torah, lo podamos
compartir no solo entre nosotros mismos, sino con todos los que lo necesitan.
Bendicenos con amor y justicia. En el nombre de yeshua.
Amen. bet Amen.
Shabat Shalom!
Recopilado por. Orlando Unda Ramirez.
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