Parashá 17 Yitró
Éxodo 18:1 – 20:26 (23
heb.)
Para ser leída y
estudiada el 18 de Shavat de 5.775 (febrero 7 de 2.015)
Aliyás de la Torá:
1. 18:1-12
2. 18:13-23
3. 18:24-27
4. 19:1-6
5. 19:7-19
6. 19:20 – 20:17 (v. 14 heb.)
7. 20:18-26 (15-23 heb.)
Haftará: Isaías 6:1-13 (tradición sefardí); 6:1 – 7:6;
9:6-7 (5-6 heb.) (tradición ashkenazí)
Los Escritos
Mesiánicos: Lucas 10:1 – 11:54
Primera aliyá, 18:1-12
El suegro de Moshé, Yitró, oye de todo lo que Eloha ha hecho.
Viene con la mujer y los hijos de Moshé al campamento junto al monte de Eloha.
Moshé sale a recibir a su suegro haciéndole reverencia y saludándole. Le invita
a su tienda y le cuenta todo lo que el ETERNO ha hecho por causa de Israel.
Yitró se alegra y bendice al Eterno reconociéndole como mayor que los dioses.
Ofrece sacrificios a loha e invita a Aharón y todos los ancianos a comer
delante de Eloha.
Segunda aliyá,
18:13-23
El día siguiente Moshé se sienta a juzgar al pueblo todo el día.
Yitró ve que es demasiado trabajo para él solo y le aconseja a seguir siendo el
mediador entre el pueblo y Eloha, pero al mismo tiempo delegar a hombres
capaces y temerosos de Eloha la tarea de ser jueces sobre el pueblo y juzgar en
todos los asuntos leves. Los asuntos graves o difíciles, tendrán que llevar a Moshé.
Tercera aliyá,
18:24-27
Moshé hace caso a su suegro y pone jefes sobre el pueblo que van a
juzgar en todo pleito sencillo, algunos sobre mil, otros sobre cien, cincuenta
y diez. Yitró se va a su tierra.
Cuarta aliyá, 19:1-6
El tercer mes llega el pueblo al desierto de Sinaí y acampa enfrente
del monte. Moshé sube aEloha y el Eterno le llama desde el monte y le ordena
decir a la casa de Yaakov y a los hijos de Israel: “Vosotros
habéis visto lo que he hecho a los egipcios, y cómo os he tomado sobre alas de águilas y os he traído a mí. Ahora
pues, si en verdad escucháis mi voz y guardáis mi pacto, seréis mi especial tesoro entre todos
los pueblos, porque mía es toda la tierra; y vosotros seréis para mí un reino de sacerdotes
y una nación santa.”
Quinta aliyá, 19:7-19
Moshé expone delante de los ancianos lo que el Eterno ha dicho.
Todo el pueblo responde que harán todo lo que el Eterno ha dicho. Moshé lleva
las palabras del pueblo al Eterno. El Eterno dice que va a venir a hablar con
Moshé en una densa nube para que el pueblo oiga y crean para siempre. Moshé
comunica las palabras del Eterno al pueblo. Moshé tiene que hacer que el pueblo
se consagre durante dos días lavando sus vestidos y así estar preparados para
el tercer día. Entonces el Eterno descenderá a la vista de todos sobre el
monte. Moshé tiene que
poner límites alrededor del monte y decir al pueblo que se guarde
de subir al monte o tocar el límite. Cualquier animal u hombre que toque el
límite será ejecutado. Cuando suene largamente el shofar podrán subir.
Moshé baja del monte y santifica al pueblo. Lavan sus vestidos y
se preparan para el tercer día. No pueden llegar a sus mujeres. Por la mañana
el tercer día hay truenos y relámpagos y una densa nube sobre el monte junto
con un fuerte sonido de shofar. Todo el pueblo tiembla.
Moshé saca al pueblo del campamento para que se encuentre con
Eloha al pie del monte. Todo el monte humea y se estremece con violencia porque
el Eterno ha bajado en fuego. El sonido del shofar aumenta más y más. Moshé habla y el Eterno le responde
audiblemente.
Sexta aliyá, 19:20 –
20:17 (v. 14 heb.)
El CREADOR desciende al monte Sinai y llama a Moshé a la cumbre, y
él sube. El ETERNO le ordena descender y advertir al pueblo que no traspasen
los límites para ver al ETERNO, para que no mueran muchos de ellos. Los
sacerdotes tendrán que santificarse para que no mueran. Moshé dice que el
pueblo no puede subir por causa de los límites. Pero el ETERNO le dice que baje
de nuevo y suba con Aharón y que advierta al pueblo. Moshé baja y advierte al
pueblo.
El ETERNO habla diez palabras desde el monte: “Yo soy el ETERNO...
No tengas otros dioses... No tomes el nombre del ETERNO en vano... Acuérdate
del shabat... Honra a tu padre y madre...No asesines... No
adulteres... No hurtes... No testifiques falsamente... No codicies...”
Séptima aliyá,
20:18-26 (15-23 heb.)
Todo el pueblo ve las voces y las antorchas, el sonido del shofar y el monte que humea.
Entonces tiemblan y se mantienen a distancia. Piden a Moshé que
sólo él hable con ellos, no Eloha, para que no mueran. Moshé les dice que no
teman. Eloha ha venido para elevarlos y para que su temor permanezca en ellos
para que no pequen. El pueblo se mantiene a distancia y Moshé se acerca a la
densa nube donde está Eloha. El pueblo ha visto lo que el ETERNO ha hablado
desde el cielo. Por eso no puede hacer un dios de plata u oro. Tendrán que
hacerle un altar de tierra para sacrificar ofrendas de ascensión y de paz. El
ETERNO visitará todo lugar donde haga recordar su nombre y allí bendecirá al
pueblo. No está permitido hacer un altar de piedras con piedras labradas a
cincel. No se puede subir al altar sobre gradas para que no se vea la desnudez.
Comentarios
Tomaremos en este
Shabat como puntos de referencia para comentar en esta Parasha la primera,
cuarta y quinte Aliya
Primera aliyá, 18:1-12
18:1 “Y Yitró, sacerdote de Midyán, suegro de Moshé, oyó de todo
lo que Eloha había hecho por Moshé y por su pueblo Israel, cómo el ETERNO había
sacado a Israel de Egipto.” – Rashí dice que cuando la palabra cohén 1 , traducida como
“sacerdote”, está relacionada a un lugar geográfico se refiere a
un príncipe. Hay otro ejemplo con los hijos de David, que no venían de la tribu
de Leví, y no podían ser sacerdotes, sino príncipes, cf. 2 Samuel 8:18; 1
Crónicas 18:17.
18:7 “Salió Moshé a recibir a su suegro, se inclinó y lo besó; y
se preguntaron uno a otro
cómo estaban, y
entraron en la tienda.” – La palabra hebrea que
ha sido traducida como “se inclinó” es va-yishtaju que es una forma de shajá2 que significa
“echarse al suelo”, “arrodillarse”, “postrarse”, “inclinarse”,
“reverenciar” “adorar”.
De esto aprendemos que está permitido inclinarse en reverencia
ante una persona para honrarla y expresar respeto. En este caso Moshé honró a
su suegro de esta manera.
18:8 “Y Moshé contó a su suegro todo lo que el ETERNO había
hecho a Faraón y a los egipcios por
causa de Israel, todas las dificultades que les habían sobrevenido en el camino
y cómo
los había librado el ETERNO.” – Aquí tenemos un ejemplo
de
cómo se puede ganar un gentil para la fe de Israel.
Contar acerca de lo que el Eterno hizo al faraón
y a los egipcios por causa de
Israel.
Contar acerca de todas las dificultades del
camino.
Contar como el ETERNO los ha liberado de todas
ellas.
El testimonio personal es una herramienta muy útil para ganar
almas para el Reino de los cielos.
18:9 “Y se alegró Yitró de todo el bien que el ETERNO había hecho
a Israel, al librarlo de la mano de los egipcios.” – La conversión está
íntimamente ligada al
pueblo de Israel. Uno se convierte para ser parte de un pueblo,
Israel. El primer paso en la conversión fue aceptar las palabras de Moshé. El
segundo paso para Yitró fue tener una revelación basada en las palabras de
Moshé rabenu, y se alegró. Una conversión auténtica está basada en una
revelación que afecta el entendimiento y las emociones.
18:10 “Entonces Yitró dijo: Bendito sea el ETERNO que os libró de la mano de los
egipcios y
de la mano de Faraón, y que libró al pueblo del poder de los egipcios.” –
El tercer paso en la conversión de Yitró fue bendecir al Eterno. Y
lo hizo con las
palabras “¡Baruj HaShem!”
18:11 “Ahora sé que el ETERNO es más grande que todos los dioses;
ciertamente, esto se probó cuando trataron al pueblo con arrogancia.” – El cuarto paso en la
conversión de Yitró fue el rechazo de los dioses paganos y toda
práctica idolátrica. El quinto paso fue dar testimonio de lo que le había sido
revelado.
18:12 “Y Yitró,
suegro de Moshé, tomó un holocausto y sacrificios para Eloha, y Aharón vino con
todos los ancianos de Israel a comer con el suegro de Moshé delante de Eloha.”
– El sexto paso de la conversión de Yitró fue dar el sacrificio de
ascensión (holocausto) que representa la entrega total de la persona.
El séptimo paso fue el sacrificio de paz que representa la entrega
a una relación íntima con el Eterno y con los hermanos en la fe. Si la
conversión no afecta la economía de la persona, no es auténtica, como dice
nuestro Maestro en Mateo 6:21 donde está escrito:
“porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.”
En Mateo 6:24 está escrito:
“Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a
uno y amará al otro, o se
apegará a uno y
despreciará al otro. No podéis servir a Eloha y a las riquezas.”
Cuarta aliyá, 19:1-6
19:1 “Al tercer mes de la salida de los hijos de Israel de la
tierra de Egipto, ese mismo día,
llegaron al desierto
de Sinai.”– Llegaron el primer día
del tercer mes, llamado siván.
19:2 “Partieron de Refidim, llegaron al desierto de Sinai y
acamparon en el desierto; allí,
frente al monte,
acampó Israel.”– Según Rashí, la palabra
hebrea que
ha sido traducida como “frente a” significa siempre en el lado
oriental.
Esta es la primera vez que el pueblo aparece de manera singular.
El último verbo del versículo está escrito en singular “acampó”. Antes había
muchas peleas entre diferentes grupos dentro de Israel, pero ahora habían
llegado a un estado de unidad, de manera que es presentado como si fueran una
sola persona, “acampó Israel”. Esta unidad fue necesaria para que se entregara
la Torá desde el cielo. Ya habían pasado 46 días desde la salida de Egipto.
Cada uno de esos días
representa una subida de santidad del pueblo.
El máximo nivel de santidad es el 50, que son los días entre pesaj y shavuot, pascua y pentecostés.
Según la tradición, la Torá fue dada en shabat el día 6 del tercer mes, siván. Por lo tanto, el primer día del mes, el rosh jódesh, cayó en el segundo día de la semana, llamado
lunes por la tradición romana.
Más tarde, cuando iba a ser renovada la entrega de la Torá con el
derramamiento del Espíritu de Santidad, vemos que los creyentes en Yeshúa del
pueblo de Israel estaban todos unánimes juntos, como está escrito en Hechos
2:1:
“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes
en un mismo lugar.”
La unidad fue la condición para que la Torá pudiera ser escrita en
tablas de piedra, y también fue la condición para que la Torá pudiera ser
escrita en corazones de carne, como está escrito en Jeremías 31:31-34:
“He aquí, vienen días--declara el ETERNO-- en que haré con
la casa de Israel y con la casa
de Yehudá un pacto
renovado, no como el pacto que hice con sus padres el día que los
tomé de la mano para
sacarlos de la tierra de Egipto, mi pacto que ellos rompieron,
aunque fui un esposo
para ellos--declara el ETERNO; porque este es el pacto que haré con
la casa de Israel
después de aquellos días—declara el ETERNO--. Pondré mi ley dentro de
ellos, y sobre sus
corazones la escribiré; y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Y no
tendrán que enseñar
más cada uno a su prójimo y cada cual a su hermano, diciendo:
"Conoce al
ETERNO", porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta
el más
grande--declara EL ETERNO-- pues perdonaré su maldad, y no recordaré más su
pecado.”
En Ezequiel 11:19-20 está escrito:
“Yo les daré un solo corazón y pondré un espíritu nuevo
dentro de ellos. Y quitaré de su
carne el corazón de
piedra y les daré un corazón de carne, para que anden en mis
estatutos, guarden
mis ordenanzas y los cumplan. Entonces serán mi pueblo y yo seré
su Eloha.”
En Ezequiel 36:26-27 está escrito:
“Además, os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu
nuevo dentro de vosotros;
quitaré de vuestra
carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. Pondré
dentro de vosotros mi
espíritu y haré que andéis en mis estatutos, y que cumpláis
cuidadosamente mis
ordenanzas.”
Este pacto renovado fue sellado con la sangre del Mesías en pesaj y entregado a los fieles en shavuot, según está escrito en Lucas 22:20:
“De la misma manera tomó la copa después de haber cenado,
diciendo: Esta copa es el
pacto renovado en mi
sangre, que es derramada por vosotros.”
Y en 2 Corintios 3:6 está escrito:
“el cual también nos hizo suficientes como ministros de un
pacto renovado, no de la
letra, sino del
Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu da vida.”
En Hechos 1:8 está escrito:
“pero recibiréis poder cuando el Espíritu de Santidad venga
sobre vosotros; y me seréis
testigos en
Jerusalén, en toda Yehudá y Shomrón, y hasta los confines de la tierra.”
19:3 “Y Moshé subió hacia Eloha, y el ETERNO lo llamó desde el monte,
diciendo: Así dirás a la casa de Yaakov y anunciarás a los hijos de Israel:” – Moshé
subió al
Eterno por las mañanas. Entonces esto ocurrió el segundo día del
mes de siván.
19:4 “Vosotros habéis visto lo que he hecho a los egipcios, y
cómo os he tomado sobre alas
de águilas y os he
traído a mí.” (LBLA) – Las águilas
llevan sus crías sobre las alas.
Otras aves colocan sus crías entre sus patas. No hay otras aves
que vuelan por encima de las águilas y por eso es el lugar más seguro para sus
crías.
Las águilas hacen su nido en las rocas, muy alto. Después de haber
construido el nido con palitos van quitando partes de sus plumas colocándolas
en el nido para que sea muy agradable para los aguiluchos. Cuando el aguilucho
es suficientemente grande llega el momento de sacar las plumas del nido para
que el hogar ya no sea tan agradable como antes. Así el aguilucho no querrá
volver allí. Esto fue lo que pasó en Egipto con los hijos de Israel.
Después uno de los padres extiende sus alas delante del aguilucho
para que las vea.
Luego bota a su hijo del nido para que caiga al vacío. Como el
aguilucho todavía no sabe usar sus alas, uno de los padres lo recoge sobre sus
alas y lo sube a las alturas otra vez. Luego lo tira en el aire para que caiga
de nuevo. Y así sigue hasta que el aguilucho aprenda a volar. He aquí los
textos de las Escrituras que hablan de las águilas, Deuteronomio 32:11; 2
Samuel 1:23; Isaías 40:31; Ezequiel 10:14; Salmo 103:5; Job 39:27-30; Proverbios
23:5; 30:17-19; Revelación 12:13-14. En Deuteronomio 28:49 y Abdías 4 hace
referencia al imperio romano, cuyo símbolo era el águila.
“os he traído a mí” – No a una religión estática, sino a una vida
íntima en relación con él mismo, cf. Juan 15:14-15; 1 Juan 1:3; 1 Corintios 1:9.
No se trata sólo de servicio, como lo traduce el Targum, sino ante todo, de una
relación.
19:5-6 “Ahora pues, si en verdad escucháis mi
voz y guardáis mi pacto, seréis mi especial
tesoro más que todos
los pueblos, porque mía es toda la tierra; y vosotros seréis para mí
un reino de sacerdotes y una nación santa." Estas son las
palabras que dirás a los hijos de Israel.” – Aquí aparece una de las palabras
más importantes de las
Escrituras, “si” (condicional). La invitación ha sido dada del
cielo, pero requiere una respuesta por parte del hombre. Si el hombre responde,
recibe las bendiciones del pacto. Si el hombre no responde, no hay ni pacto ni
bendiciones. Hay condiciones para poder obtener los beneficios de los pactos.
Muchas personas quieren los beneficios sin cumplir las condiciones. El que no
escucha ni obedece no será parte de ese pueblo especial que es un tesoro para
el Eterno. La condición es la obediencia.
La palabra hebrea que ha sido traducida como “especial tesoro” es segulá5, que significa un tesoro
bien amado. Implica algo que uno no puede vivir sin ello. El Eterno se ha atado
al pueblo de Israel. No puede cumplir sus propósitos sin su pueblo. Todo el
plan de redención está unido a ese pueblo. Sin el pueblo el plan de redención
del mundo fracasará, como está escrito en Juan 4:22b:
“porque la salvación viene de los judíos” ( no
quiero decir que tengo que nacer Judío, sino que debo traer de ellos la
salvación, aprender su TORAH y vivir de acuerdo a ella con un corazón escrito
por Eloha y adherido al pueblo de Israe, abrazando el pacto renovado en Mashiaj)
La palabra segulá aparece en estos ocho
lugares en las Escrituras: Éxodo 19:5;
Deuteronomio 7:6; 14:2; 26:18; 1 Crónicas 29:3; Salmo 135:4,
Eclesiastés 2:8;
Malaquías 3:17.
Rashí comenta que esta oración implica que los demás pueblos
también son tesoros para el Eterno, porque él posee toda la tierra. Israel es
el tesoro especial más que todos los demás tesoros que él posee.
“un reino de sacerdotes y una nación santa” – Rashí dice que la
palabra cohanim,
“sacerdotes”, aquí significa “ministros”. Sin embargo en estos dos
términos se encierra todo el ministerio de Israel ante el Eterno y ante las
naciones. Israel tiene el llamado de ser un reino, una nación de gobernantes, que
van a regir sobre el resto del mundo, cf.
Jeremías 31:7. Este es el llamado hacia fuera. Pero también tiene
un llamado de ser sacerdotes, que tienen la capacidad de ministrar delante del
Eterno. Este es el llamado hacia dentro. Estos dos movimientos del pueblo del
Eterno implican el hecho de entrar y de salir, como está escrito en Juan 10:9:
“Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo; y
entrará y saldrá y hallará pasto.”
La meta es que Israel gobierne sobre el mundo para que el Reino de
los cielos se
establezca por toda la tierra, conforme al plan original para el
hombre, cf. Génesis 1:26-28. Pero primero hay que ser sacerdote. El primer paso
para gobernar es sacrificar. El Mesías vino primero para ser sacrificado y
luego volverá para gobernar. Primero fue sacerdote y luego rey. Ese es el
orden. El pueblo de Israel ha sido llamado a ser reyes sobre las naciones, pero
el camino a ese reinado pasa a través del sufrimiento y sacrificio al Eterno.
Uno que no sabe entrar en la presencia del Eterno y tener una relación íntima
con Él no es capaz de ser un buen rey. Un sacerdote es un mediador para que las
personas puedan conectarse con el Eterno.
Israel es una nación sacerdotal, con el fin de redimir a los
gentiles del pecado, orar por los pueblos y ser una puerta para que las
naciones puedan encontrarse con el Eloha de Israel, que también es Eloha de los
gentiles, según Romanos 3:29 donde está escrito:
“¿O es Eloha el Eloha de los judíos solamente? ¿No es
también el Eloha de los gentiles? Sí,
también de los
gentiles” ( esto se equivocan los
Yehudí que piensan que Eloha es solo de Ellos, teniendo un pensar egoísta,
producto de la carne, Eloha es para todos los que lo adoren en ESPIRITU y en
verdad, con emuná obediente a su TORAH a través de Masiaj que es en el Ruaj y
no en la letra. Es su palabra puesta en el corazón y no en la piedra)
En Isaías 56:6-8 está escrito:
“Y a los extranjeros que se alleguen a al TERNO para
servirle, y para amar el nombre de
YHVWH, para ser sus
siervos, a todos los que guardan el día de reposo sin profanarlo, y
se mantienen firmes
en mi pacto, yo los traeré a mi santo monte, (SION) y los alegraré en mi casa
de oración. Sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar;
porque
mi casa será llamada
casa de oración para todos los pueblos. Declara el Señor Eterno
que reúne a los
dispersos de Israel: Todavía les juntaré otros a los ya reunidos.”
En la primera carta de Pedro, que fue destinada a los judíos, se
encuentra un paralelismo con la salida de Egipto y la entrega de la Torá. En 1
Pedro 1:18 se habla de la redención de la vana manera de vivir heredada de los
padres, semejante a la redención de Egipto.
En 1 Pedro 1:19 se habla de la sangre del Cordero que produce redención,
semejante a la liberación de la muerte de los primogénitos en Egipto por la
sangre del cordero. En 1 Pedro 1:20 se habla del Cordero que fue asignado desde
antes de la fundación del mundo, semejante al cordero de pesaj que fue señalado cuatro días antes de ser sacrificado.
En 1 Pedro 1:21-23 se habla de la resurrección del Mesías, la purificación del
alma y el nuevo nacimiento, semejante al cruce del Mar de Cañas. En 1 Pedro
2:1-3 se está hablando del deseo de la leche pura de la palabra, que corresponde
a la entrega de la Torá en Sinaí, en shavuot, como está escrito:
“Por tanto, desechando toda malicia y todo engaño, e
hipocresías, envidias y toda
difamación, desead
como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por
ella crezcáis para
salvación, si es que habéis probado la benignidad del Señor.”
Esto corresponde al deseo de los hijos de Israel expresado en las
palabras de Éxodo 19:8a donde está escrito:
“Y todo el pueblo respondió a una, y dijeron: Haremos todo
lo que el ETERNO ha dicho.”
En 1 Pedro 2:7-8 está escrito:
“Este precioso valor es, pues, para vosotros los que
creéis; pero para los que no creen,
LA PIEDRA QUE
DESECHARON LOS CONSTRUCTORES, ESA, EN PIEDRA
ANGULAR SE HA
CONVERTIDO, y, PIEDRA DE TROPIEZO Y ROCA DE
ESCÁNDALO; pues ellos
tropiezan porque son desobedientes a la palabra, y para ello
estaban también
destinados.”
Esto concuerda con el texto de Éxodo 19:5 donde hay una condición
para poder ser el especial tesoro del Eterno, la fidelidad. El que no escucha
el testimonio que el Padre ha dado de su Hijo, no será parte del tesoro
especial.
En 1 Pedro 2:9 está escrito:
“Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio,
nación santa, pueblo adquirido
para posesión (segulá), a fin de que anunciéis las virtudes
de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz
admirable”
Esto concuerda con el texto de Éxodo 19:5-6 donde dice que el
pueblo de Israel será un tesoro especial (segulá) y un reino de sacerdotes, si obedece la voz del Eterno y guarda su
pacto.
En Revelación 1:5-6 está escrito:
“y de Yeshúa el Mesías, el testigo fiel, el primogénito de
los muertos y el soberano de
los reyes de la
tierra. Al que nos ama y nos libertó de nuestros pecados con su sangre, e
hizo de nosotros un
reino y sacerdotes para su Eloha y Padre, a Él sea la gloria y el
dominio por los
siglos de los siglos. Amén.”
En Revelación 5:8-10 está escrito:
“Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los
veinticuatro ancianos se
postraron delante del
Cordero; cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de
incienso, que son las
oraciones de los santos. Y cantan un cántico nuevo, diciendo:
Digno eres de tomar
el libro y de abrir sus sellos, porque tú fuiste inmolado, y con tu
sangre compraste
para Eloha a gente de toda tribu, lengua, pueblo y nación. Y los has hecho
un reino y sacerdotes para nuestro ELOHA; y reinarán sobre la tierra.”
Este texto habla de la gran redención de Israel en los últimos
tiempos, que será sacado de toda tribu, lengua, pueblo y nación para ser ese
Israel que se convertirá en un reino de sacerdotes para Eloha y reinarán sobre
la tierra durante el reinado mesiánico.
Quinta aliyá, 19:7-19
19:8 “Y todo el pueblo respondió a una, y dijeron: Haremos todo
lo que el ETERNO ha dicho. Y llevó Moshé a al ETERNO las palabras del pueblo.” (LBLA revisada) – El pueblo contestó por la tarde el segundo día del tercer mes
cuando Moshé había bajado del monte. En la mañana siguiente, el tercer día de siván, Moshé subió de nuevo al monte con la respuesta del pueblo.
Vemos como todo el pueblo contestó a una. Esto nos enseña que no
hubo mudos entre ellos. En 20:18 está escrito que todo el pueblo vio las voces,
cf. 19:11, lo que muestra que no hubo ciego entre ellos. En 24:7 está escrito
que todo el pueblo dijo que iba a escuchar, lo que muestra que no hubo sordo
entre ellos.
19:9 “Y YHVH dijo a Moshé: He aquí, vendré a ti en una densa
nube, para que el pueblo
oiga cuando yo hable
contigo y también te crean para siempre. Entonces Moshé
comunicó al ETERNO
las palabras del pueblo.” – El tercer día del tercer
mes, llamado siván, el ETERNO le comunicó estas palabras a Moshé.
Luego él bajó
y habló con el pueblo y luego subió otra vez con las palabras del
pueblo el cuarto día del mes.
19:10 “El ETERNO dijo también a Moshé: Ve al pueblo y conságralos
hoy y mañana, y que laven sus vestidos”– Esto significa que Moshé tenía que ver que el pueblo se
santificara durante el cuarto y quinto días del mes de siván. Según la tradición, la
Torá fue entregada en shabat, el día 6 de siván.
19:11 “y que estén preparados para el tercer día, porque al
tercer día el ETERNO descenderá a la vista de todo el pueblo sobre el monte
Sinai.” – Aunque fue el día
seis del mes, el Eterno está usando la expresión “tercer día” en
alusión a la resurrección del Mesías en la cual también manifestó su gloria de
una manera extraordinaria.
La entrega de la TORAH (instrucción Divina) es la forma que el
eterno emplea para traer a los hombres su luz, en la dosis que el hombre puede
adquirirla. Si bien fue dada en formas de piedra, solo podrá ser entendida y
bien aplicada cuando la apliquemos desde el espíritu. Por esto fue manifestada
al hombre para poder hacerlo hijo del Eterno si la obedece de corazón y no por
el temor. En esto se distingue la Torah puesta en el corazón que es por amor y
no aquella que se cumple para evitar el castigo.
Yohanan 1:4 En ella(la palabra) estaba la vida, y la vida
era la luz de los hombres.
¡SABAT SHALOM!
Tomada de S Bad.
Recopilada, adatada y adicionada
por: HOSHEA BEN YISRAEL
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