Parashá
34 BeMidbar
Números 1:1 – 4:20
Para
ser leída y estudiada en el Shabat el 5 de Sivan de 5775
Mayo 23 de 2.015
Aliyás de la Torá :
- 1:1-19
- 1:20-54
- 2:1-34
- 3:1-13
- 3:14-39
- 3:40-51
- 4:1-20
- Maftir: 4:17-20
Haftará: Oseas 1:10 – 2:20
(2:1-22 versión hebrea)
El Código Real (HaTsofen HaMaljutí): Juan 1:1 – 2:25
BeMidbar
significa “en la
estepa” o “en el desierto”.
Comentarios
1:1
“YHVH habló a Moshé en el desierto de Sinái, en la
tienda de reunión, el primer día del segundo mes, en el segundo año de su
salida de la tierra de Mitsrayim, diciendo” – La palabra hebrea que ha sido traducida
como “desierto” es “midbar”[1] que
significa “estepa”, “desierto”, “conversación”, y viene de la raíz “davar”[2] que significa “hablar”,
“conversar”.
La palabra “midbar” no significa
“desierto” en el sentido literal de la palabra castellana, que denota “un
terreno muy seco, generalmente lleno de arena y con muy poca o ninguna
vegetación”,[3]
sino más bien algo como una estepa, que es una “llanura extensa sin
árboles y con la vegetación adaptada a la sequedad”.[4]
Un midbar es un lugar inhabitado con pocos árboles donde hay pasto para los
animales. Esto explica porque los hijos de Israel podían tener tantos animales
consigo cuando salieron de Mitsrayim que podían sobrevivir en el “desierto”. La Torá no dice que los animales
comieron el maná en el desierto. Así que tenía que haber habido pastos para
ellos durante los 40 años en el midbar, cf. Números 32:1. Un midbar, por lo
tanto, es un lugar donde hay pastos para los animales.
Las cuevas que se
pueden encontrar en el midbar son lugares adecuados para guardar los rebaños
durante la noche. Un pastor normalmente pasaba la noche en el campo juntamente
con sus ovejas. Si tenía acceso a una cueva, metió las ovejas dentro y se puso
en la entrada para guardarlas de todo peligro de la noche. De esta manera el
pastor mismo se convirtió en una puerta para las ovejas. De allí viene la
expresión: “Yo soy la puerta”, como está escrito en Juan 10:1-18:
Un pastor es la
puerta de sus ovejas. Si alguien desea pastar una oveja que no es de su
cuidado, tendrá que pasar por la puerta, que es el pastor. Si no tiene el visto
bueno del pastor para ayudarle en su tarea, no tendrá el derecho de meterse con
sus ovejas. Esto nos enseña que si alguien intenta dirigir las ovejas de otros
pastores, necesita el visto bueno de ellos, porque son responsables del desarrollo
de las ovejas que están bajo su cuidado. Sólo los ladrones no pasan por la
puerta. Ellos intentan sacar beneficio propio de las ovejas de otros sin el
visto bueno de los pastores.
Yeshúa es el pastor de las
ovejas de Israel, como está escrito en Ezequiel 34:23:
“Entonces pondré sobre
ellas un solo pastor que las apacentará, mi siervo BEN
David; él las apacentará y será
su pastor.”
En Ezequiel 37:24 está escrito:
“Mi siervo BEN David será rey sobre ellos, y todos ellos
tendrán un solo pastor; andarán en mis ordenanzas y guardarán mis estatutos
y los cumplirán.”
Yeshúa es la puerta de las ovejas de
Israel. El que no pasa por Yeshúa HaMashiaj no tiene el derecho de enseñar a las ovejas de Israel
que el Padre le ha dado. Esto nos enseña que no podemos permitir que maestros que no son de
Yeshúa enseñen en nuestras congregaciones
. Mateo 23:8. Nosotros no tenemos el derecho de
tener discípulos nuestros. Cuando hacemos discípulos de todas las naciones, no los
hacemos discípulos nuestros, sino de nuestro Rabino Yeshúa HaMashiaj ben David.
Él ha recibido todo el poder del Padre para regir sobre todos los seres vivos
en el cielo y en la tierra, cf. Mateo 28:18-20. La señal de los falsos maestros
es que arrastran tras ellos a los discípulos de Yeshúa, como está escrito en
Hechos 20:29-30:
“Sé que después de
mi partida, vendrán lobos feroces entre vosotros que no perdonarán el rebaño, y
que de entre vosotros mismos se levantarán algunos hablando cosas perversas
para arrastrar a los discípulos tras ellos.”
Como el midbar se
encuentra fuera de la ciudad, constituye un lugar adecuado para hablar en
privado, como está escrito en Oseas 2:14:
“Por tanto, he aquí, la seduciré, la llevaré al desierto, y le
hablaré al corazón¿Por
qué YHVH llevó a Israel al midbar? Para hablar personalmente con su novia,
entrar en el pacto matrimonial con ella allí y entregarle la ketuvá, la Escritura. La Torá
no fue entregada en la tierra de algún hombre, sino en la tierra de nadie, para
mostrar que no solamente pertenece al pueblo de Israel, sino que fue dada a
todos los hombres de la tierra.
.Cuando estés pasando
por un desierto, no lo veas como una cosa negativa, sino como una posibilidad
de poder acercarte a YHVH y recibir palabras e instrucciones de tu Padre que te
ama y te cuida por medio de los lugares desérticos donde aprendes a depender de
él y no de tu propia capacidad o de los demas.
El orden y la disciplina son conceptos fundamentales
para que el pueblo de Israel pueda funcionar adecuadamente y seguir adelante.
Este libro de Bamidbar nos enseña la importancia de tener un rígido control de
las personas y la economía de nuestras congregaciones para poder funcionar correctamente.
El desorden y la anarquía vienen del pecado. YHVH es un Eloah de orden, como
está escrito en 1 Corintios 14:33, 40:
“porque Eloah no es de confusión, sino de paz, como
en todas las congregaciones de los santos... Pero que todo se haga decentemente
y con orden.”
En Israel solamente son contados los disciplinados.
Los que no están dispuestos a someterse a la disciplina de YHVH, su Torá y sus
líderes, no son aptos para ser contados. YHVH no cuenta con los indisciplinados.También aprendemos de este texto que solamente los
que están listos para salir a la guerra son contados dentro de Israel, cuyo
nombre significa “el que lucha junto con Eloah”. Sólo el que está dispuesto a
luchar para vencer es contado dentro de Israel, como está escrito en Revelación
2:7b, 11b, 17b, 26-28; 3:5, 12, 21:
Aquí vemos la importancia que la lucha tiene para un
Israelita. Solamente los que luchan pueden ser vencedores. La lucha es parte de
Israel. YHVH sólo cuenta con los que están dispuestos a disciplinarse y a
luchar contra todo enemigo que se opone contra Él, su Torá y su Mashíaj.
La mayoría de edad civil empieza
a los 18 o 20 años. La mayoría de edad
moral empieza a los 13 años para varones y 12 años para mujeres.
1:51 “Y cuando el tabernáculo haya de ser
trasladado, los levitas lo desarmarán; y cuando el tabernáculo acampe, los
levitas lo armarán. Pero el extraño que se acerque, morirá.” – La palabra hebrea que ha sido traducida como
extraño es “zar”[9] que significa “extranjero”, “extraño”, “profano”,
“bastardo”. Esto nos enseña que a partir del pecado de adulterio espiritual con
el becerro de oro, los hijos de Israel fueron considerados como ilegítimos,
excepto los levitas, porque ellos no se habían contaminado con ese pecado.
Dentro de la identidad general que uno tenga con
todo el pueblo, es bueno tener también una identidad tribal. Una tribu
constituye una agrupación limitada dentro de la nación, y es más grande que una
familia. Podríamos comparar las tribus con las diferentes congregaciones o
movimientos mesiánicas e Israelitas que somos. Este texto nos enseña que es
importante que cada miembro del Israel mesiánico tenga una identidad con su
propia organización o congregación. Cada uno debe ser parte de una
congregación, donde se identifica y donde se siente en casa, entre personas que
puede llamar “los suyos”, como está escrito en Hechos 4:23:
“Cuando quedaron en libertad, fueron a los suyos
y les contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían
dicho.”
¿Tienes algún grupo de personas o una congregación
que consideras el tuyo, donde están los tuyos? Si no lo tienes, debes pedir a
Padre que puedas incorporarte y formar parte de una agrupación espiritual que
será tu identidad tribal dentro de la identidad general del pueblo de Israel.
Es necesario ser parte de una congregación para poder funcionar correctamente
como israelitas, como está escrito en Hebreos 10:25:
“no dejando de congregarnos, como algunos tienen
por costumbre, sino exhortándonos unos a otros , y mucho más al ver que el día
se acerca.”
Yehudá – color
azul celeste, tejelet, con la figura de un león
Reuvén – rojo
con una flor de mandrágora, parecido a un hombre.
Yisajar –
color negro con el sol y la luna.
Shimón – verde
con una ciudad (Shejem).
Zevulún –
color blanco con una nave.
Gad – hilos
blancos y negros con una tropa de soldados.
Efrayim –
negro con un novillo (Yehoshúa).
Dan – ópalo con
una serpiente (Shimshón).
Menashé –
negro con un buey (Gideón).
Asher – color
de perla con un olivo.
Binyamín –
colores de todas las demás tribus con un lobo encima.
Naftalí –
color vino diluido con un ciervo
La bandera de Leví
estaba hecha de tres colores: blanco, negro y rojo y tenía el pectoral del
juicio bordado encima.
¿Cómo podemos resolver la tensión que hay entre el
individualismo y el colectivismo?
Una persona espiritualmente inmadura sólo piensa en sí misma. No ve
más allá de su nariz. No tiene amor, porque el amor no busca lo suyo. Una
persona espiritualmente inmadura sólo busca su propia felicidad y se relaciona
con otros con el fin de satisfacer sus propios deseos. Busca contacto con
otros, e incluso puede hacerse miembro de una congregación, con el fin de que
sus propias necesidades sean cumplidas. Pueden ser necesidades de carácter
espiritual, psicológico, físico o económico. Si uno sólo busca satisfacer sus
propias necesidades en una congregación es un niño espiritual. Una persona que
es espiritualmente madura busca también satisfacer las necesidades de todos los
que le rodean porque ama a su prójimo como a sí mismo. Está dispuesto a
sacrificar de sus propios derechos para llenar las necesidades de los demás.
El individualismo se manifiesta con el deseo de
satisfacer el ego, pero no necesariamente como un aislamiento de los demás,
sino relacionándose con el colectivo, pero siempre con el motivo egoísta de
satisfacerse a sí mismo.
El comunismo se aprovechó de parte de un principio
torásico para llevar a cabo su propia visión equivocada. Es el principio del
predominio del colectivo sobre el individuo, donde el colectivo es más
importante que el individuo y el individuo deja de buscar lo suyo con el fin de
beneficiar el colectivo. Con este principio se fortaleció el movimiento
comunista y llegó a tener mucho poder durante un tiempo. No porque la visión
comunista haya sido correcta, sino porque la manera de llevar a cabo la visión
se basó en parte en un principio divino.
Si una persona aprende a considerar el colectivo
como más importante que ella misma, podrá llegar a formar, junto con
otros que tienen el mismo pensamiento, un cuerpo tremendamente
potente. El hecho de aprender a trabajar en un grupo es algo muy importante
para el desarrollo del Reino. Este principio vemos en el libro de los Hechos de
los apóstoles En esta Parashá encontramos el equilibrio perfecto entre el
individuo y el colectivo, entre el individualismo y el colectivismo. Cada
individuo fue contado, lo cual muestra que cada individuo cuenta y es muy
importante y digno de ser tomado en cuenta. Pero el individuo se encuentra
dentro de un colectivo más grande que es más importante que él. El individuo
debe buscar el bien del colectivo y el colectivo debe buscar el bien del
individuo. Para que Israel pueda seguir adelante como pueblo, los individuos
tendrán que aprender a aportar al colectivo todo lo necesario para que se
mantenga unido y vaya prosperando y el colectivo tiene que preocuparse pos los
individuos que lo componen, como está escrito en Hechos 2:44-45:
En Hechos 4:32-35 está escrito: Vemos que las
manifestaciones del Espíritu no son para la exaltación de una persona sino para
que el colectivo, la congregación del Eterno, sea beneficiada. ¡Ay de aquel que
busca los dones del Espíritu para su propia exaltación o para su
enriquecimiento económico!
Necesitamos cultivar el pensamiento colectivista,
sin perder la vista de los individuos. Yo me niego a mí mismo por causa del
Reino colectivo, para que el Reino prospere por medio de mi aportación, y de
esa manera yo también prospero, no porque busque lo mío, sino lo del Reino. De
esta manera mi prosperidad dependerá de la prosperidad del Reino. En el Reino
de los Cielos, nadie se hace rico a costa de los demás, sino todos nos hacemos
ricos porque somos parte de un colectivo rico que ha aprendido a beneficiar a
los individuos según la necesidad de cada uno.
Un líder tiene que buscar el bien de todos los que
están debajo de él. Si él favorece un grupo reducido de su pueblo, no es un
buen líder2:3
“Los
que acampen al oriente, hacia la salida del sol, serán los de la bandera del
campamento de Yehudá, según sus ejércitos. El jefe de los hijos de Yehudá,
Najshón, hijo de Aminadav” – A Yehudá le tocó acamparse al oriente del
tabernáculo, junto con Yisajar y Zvulún. El oriente es el lugar de donde sale
el sol, enfrente de la entrada del mishkán. Yehudá fue la tribu predominante de
las tres. Aquí vemos que hay una agrupación de tres tribus, y una de ellas es
líder sobre las otras dos. El orden divino es tener un líder para cada
agrupación. Había tres jefes sobre las tres tribus, pero uno de ellos estaba
por encima de los otros dos. El mismo patrón de organización se encuentra en
las otras agrupaciones.
En este capítulo la Torá destaca la importancia
de los jefes, cf. v. 3, 5, 7, 10, 12, 14, 18, 20, 22, 25, 27, 29. Si no hay
jefes en un pueblo, va a perecer “Darás, pues, los
levitas a Aharón y a sus hijos; le son dedicados por completo de entre los
hijos de Israel.”
– Los levitas fueron dados por un lado a Aharón y sus hijos, los sacerdotes.
Tenían que servir a los sacerdotes, cf. 3:6. Pero por el otro lado fueron dados
al Eterno, cf. 3:12. El que se entrega al Eterno se entrega al liderazgo. Si
uno dice que está entregado al Eterno y no se somete al liderazgo puesto por
Él, está mintiendo.
Enfoque: Bamidbar-”Cada judío
cuenta”
Cuando sabemos
que somos indispensables, nos preocupamos de estar allí; si no, “no cuenten
conmigo”.
Había una vez un pueblo pequeño en el que
habían sólo unas pocas familias judías. Entre ellos, contaban con exactamente
diez hombre mayores de la edad de bar mitzvá. Todos eran personas muy dedicadas
y se aseguraban siempre de tener minián. Un día, una nueva familia judía se
instaló en el pueblo. Mucha alegría y excitación: ¡ahora tendrían once hombres!
Pero una cosa extraña pasó. En cuanto fueron once, ¡nunca llegaban a formar el
minián!
Cuando sabemos que somos indispensables, nos
preocupamos de estar allí; si no, “no cuenten conmigo.”
Esta semana en parshat Bamidbar, leemos del
censo del pueblo judío. Esta porción siempre se lee en el Shabat ante Shavuot,
el “la Estación del Dar del Torá”. Una conexión importante y obvia es que en el
Torá, también, cada letra cuenta. Una letra que falte en el pergamino invalida
al pergamino entero. Igualmente, un solo judío que falte, deja al pueblo judío,
incompleto.
Nueve de los rabinos más santos no pueden hacer
un minián. ¡Si entra un niño en edad de bar mitzvá, el minián está completo!
Cuando contamos a los judíos, no hay ninguna distinción. No miramos su apego
religioso o su logro académico. El rabino y el rebelde, el filántropo y el
pobre–todos cuentan; ni uno más, ni uno menos.
Si contamos a los judíos que porque cada uno
cuenta, entonces eso implica una responsabilidad en la dirección comunitaria
judía de asegurar que ningún judío falte de una kehilá, y de la comunidad en
total. Implica una responsabilidad para mantener dentro a esos judíos que están
en la periferia de la vida judía. Asegurarse de que se sientan que pertenecen y
son bienvenidos–aun, como sucede en algunos templos) cuando no hayan pagado
ninguna cuota de membresía. También significa que el judío en particular tiene
compromisos y obligaciones. Si usted es importante, no se pierda. Lo necesitan.
Hoy, estamos perdiendo muchos judíos por
ignorancia. Pero a veces también los perdemos porque no los integramos como
podríamos haberlo hecho. En el momento cuando ellos están receptivos, nosotros
no los hicimos sentir bienvenidos.
Hoy, estamos perdiendo muchos judíos por
ignorancia. Pero a veces también los perdemos porque no los integramos como
podríamos haberlo hecho. En el momento cuando ellos están receptivos, nosotros
no los hicimos sentir bienvenidos.
Otras creencias, ideologías y cultos usan “bombas
de amor” para incitar a los judíos a su estilo de vida. Muy a menudo captan a
débiles y vulnerable de entre nosotros. Cualquiera en busca de calor humano,
amor y un sentido de pertenencia será un blanco fácil para estos grupos. Pero
hay muchas personas comunes, estables que piden estas cosas también. ¿No los
hacemos todos nosotros? Si la comunidad judía no proporciona esa cálida
bienvenida, podemos muy bien encontrarla yendo a otra parte.
Hace algunos años, tuvimos en nuestro shil la
visita de un rabino de Canadá. Su charla fue sobre la real amenaza de los
“judíos para J.” y también llamados “Hebreo-Cristianos” quienes captaban a
judíos usando símbolos judíos e incluso llamando “Shils” o Sinagogas Mesiánicas
a lo que realmente son iglesias. Él describía cómo estos individuos hacían
tremendos esfuerzos para confundir a los judíos ignorantes en la creencia que
iban a una verdadera sinagoga judía.
Una mujer del público entonces preguntó:
“Rabino, si estoy viajando, lejos de mi ciudad y quiero ir al Shil, cómo me doy
cuenta si voy a una verdadera sinagoga o a una falsa?”.
El Rabino se rió y dijo, “Cuando usted entra a
esos lugares, ellos lo bombardean a uno. En cuanto ven una cara nueva, un
docena de personas vendrán a darle la bienvenida y ofrecerle un asiento, un
libro y le harán sentir en casa. Pero qué pasa cuando usted entra a un
verdadero Shil? Nadie lo saluda. Nadie lo mira. ¡Y la primera persona en
decirle una palabra, le gruñe porque usted está sentado en su asiento!”
Un chiste, de hecho, muy triste.
Necesitamos “abrazar” a todos los que
atraviesan nuestras puertas. Y necesitamos hacer más que sólo esperar a que la
gente venga al shil y necesitamos que se sientan bienvenidos. Necesitamos salir
y encontrar a nuestra gente dondequiera que puedan estar. Más aún, cuando
alguien muestra una chispa de interés –una alma en busca de su fuente– nosotros
necesitamos estar allí; como una comunidad organizada, y como individuos.
Así que la próxima vez que usted note que
alguien se sienta en la parte de atrás del Shil, algo perdido, o incluso cuando
solo vea una cara nueva de entre la gente, ofrézcale una sonrisa. Podría salvar
un alma. Cada judío realmente cuenta. ¡Contemos con ellos!
Rab Yossy Goldman, Jabad de Sudáfrica
Todos Tenemos una Tarea Especial; La Torá te Dice Cómo Hacerla
La
nave espacial dejó el Planeta Tierra en medio de una bola de fuego. El más reciente viaje del hombre a la luna ya estaba en
marcha. Desde su espectacular vista en el asiento del piloto, Jack podía ver la
visión sobrecogedora del Planeta Tierra haciéndose cada vez más pequeño. Su
misión, al llegar a la luna, tendría consecuencias enormes para toda la vida
del planeta.
Repentinamente, mientras
maniobraba la aeronave, Jack escuchó interferencias en su radio. “Esta es una
mala señal”, exclamó el astronauta preocupado. “Mi conexión de radio con los
que controlan la misión en Cape Kennedy es la única forma en la que puedo
completar mi misión. Sin las instrucciones de los supercomputadores que están
ahí abajo, nunca lograré llegar a la luna y tampoco podré volver jamás al
Planeta Tierra. ¡Terminaré siendo un asteroide!”.
Jack hizo ajustes a su radio
en forma frenética hasta que finalmente el mensaje se transmitió claramente.
“¡Gira esto! ¡Abre esto! ¡Ajusta eso!”. Jack suspiró aliviado, emocionado de
poder seguir las instrucciones.
Observando esta escena
podríamos preguntarnos: Por qué Jack no responde a los que controlan la misión:
“¡Déjenme solo! ¿Por qué me dicen qué hacer todo el tiempo?”. Obviamente Jack
entiende que él tiene una misión que cumplir y que sólo con la ayuda del
“Control de Tierra” puede esperar cumplirla y retornar en forma segura a su
hogar.
El judaísmo dice que nosotros
somos astronautas. La única diferencia es que venimos de arriba, a este mundo,
con una misión que cumplir. Cuando lleguemos al mundo venidero la primera cosa
que nos preguntarán será: “¿Cumpliste tu misión?”.
Si nosotros respondemos: “¿Qué
misión? ¡No sabía que tenía una misión!”. Entonces ellos preguntarán,
“¿Realmente pensaste que el propósito de tu vida fue comer, tomar y ser feliz?
¡Se te debe haber ocurrido en algún momento que había algo más importante y más
elevado en la vida!”.La Torá es nuestra “radio” que nos da las “Instrucciones
para Vivir desde el Control en el Cielo”, es decir, Dios en persona. ¡Debemos
asegurarnos de que nuestro receptor está funcionando adecuadamente y de que
estamos recibiendo los mensajes apropiados!
El Libro de Números
El tema principal del libro
de Números es la “Divina Providencia”. ELOHA guía los caminos de todas las
naciones, y en un nivel individual, ¡cada persona es guiada por ELOHA a lo
largo de su vida! Sin embargo, nosotros vivimos nuestra vida con la noción de
que simplemente es una “casualidad” que yo naciera en esta familia, en este
lugar y en aquel momento – entonces, ¡mientras esté aquí debo disfrutar!
¡Equivocado! Naciste
específicamente en esa familia, en ese lugar y en aquel momento particular
porque tienes una misión que cumplir y solamente tú estás programado para ese
trabajo. Desde el principio del tiempo y hasta el fin del mismo, nunca ha
habido o habrá ¡alguien exactamente igual a ti! ELOHA maneja el mundo y cada
uno de nosotros tiene una misión única en esta Tierra. Además de esto, el
pueblo judío tiene una importante contribución que hacer a la civilización.
El libro de Números revela la
Divina Providencia que ocurrió durante los 40 años que el pueblo judío acampaba
y viajaba en el desierto. Tal como veremos, las mitzvot que se presentan en este libro también
se relacionan con el tema de la preocupación de ELOHA por el bienestar de cada
individuo.
CONCLUSION POR YIRMIYAHU BEN
YISRAEL.
¿Quien tenia que cumplir esta
misión? Yeshua´ en el desierto , y
contara las cabezas de los suyos de
entre las naciones, leer Mateo 26:1-5, Mateo25: 31-46.
Am Yisrael, estas cumpliendo
tu misión obedientemente siguiendo lainstrucción(torah) con sus indicaciones,
decretos ,ordenanzas, leyes, mandamientos, para no poner en riesgo el retorno a
casa y no arriesgar la vida, la vida eterna.
Shabta shalom jag sameaj be
shavot ve simja Tora´.
Preparado por: Yirmiyahu ben
Yisrael
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