viernes, 22 de mayo de 2015

Parashá 34 BeMidbar

Parashá 34 BeMidbar
                             Números 1:1 – 4:20
Para ser leída y estudiada en el Shabat el 5 de Sivan de 5775
Mayo 23 de 2.015
Aliyás de la Torá:
  1. 1:1-19
  2. 1:20-54
  3. 2:1-34
  4. 3:1-13
  5. 3:14-39
  6. 3:40-51
  7. 4:1-20
  8. Maftir: 4:17-20
Haftará: Oseas 1:10 – 2:20 (2:1-22 versión hebrea)
El Código Real (HaTsofen HaMaljutí): Juan 1:1 – 2:25
BeMidbar
significa “en la estepa” o “en el desierto”.
Comentarios
1:1         “YHVH habló a Moshé en el desierto de Sinái, en la tienda de reunión, el primer día del segundo mes, en el segundo año de su salida de la tierra de Mitsrayim, diciendo” – La palabra hebrea que ha sido traducida como “desierto” es “midbar”[1] que significa “estepa”, “desierto”, “conversación”, y viene de la raíz “davar”[2]  que significa “hablar”, “conversar”.
La palabra “midbar” no significa “desierto” en el sentido literal de la palabra castellana, que denota “un terreno muy seco, generalmente lleno de arena y con muy poca o ninguna vegetación”,[3]  sino más bien algo como una estepa, que es una “llanura extensa sin árboles y con la vegetación adaptada a la sequedad”.[4] Un midbar es un lugar inhabitado con pocos árboles donde hay pasto para los animales. Esto explica porque los hijos de Israel podían tener tantos animales consigo cuando salieron de Mitsrayim que podían sobrevivir en el “desierto”. La Torá no dice que los animales comieron el maná en el desierto. Así que tenía que haber habido pastos para ellos durante los 40 años en el midbar, cf. Números 32:1. Un midbar, por lo tanto, es un lugar donde hay pastos para los animales.
Las cuevas que se pueden encontrar en el midbar son lugares adecuados para guardar los rebaños durante la noche. Un pastor normalmente pasaba la noche en el campo juntamente con sus ovejas. Si tenía acceso a una cueva, metió las ovejas dentro y se puso en la entrada para guardarlas de todo peligro de la noche. De esta manera el pastor mismo se convirtió en una puerta para las ovejas. De allí viene la expresión: “Yo soy la puerta”, como está escrito en Juan 10:1-18:
Un pastor es la puerta de sus ovejas. Si alguien desea pastar una oveja que no es de su cuidado, tendrá que pasar por la puerta, que es el pastor. Si no tiene el visto bueno del pastor para ayudarle en su tarea, no tendrá el derecho de meterse con sus ovejas. Esto nos enseña que si alguien intenta dirigir las ovejas de otros pastores, necesita el visto bueno de ellos, porque son responsables del desarrollo de las ovejas que están bajo su cuidado. Sólo los ladrones no pasan por la puerta. Ellos intentan sacar beneficio propio de las ovejas de otros sin el visto bueno de los pastores.  
                    Yeshúa es el pastor de las ovejas de Israel, como está escrito en Ezequiel 34:23:
                “Entonces pondré sobre ellas un solo pastor que las apacentará, mi siervo  BEN   David; él  las apacentará y será su pastor.
               En Ezequiel 37:24 está escrito:
      “Mi siervo BEN     David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; andarán en mis           ordenanzas y guardarán mis estatutos y los cumplirán.
     Yeshúa es la puerta de las ovejas de Israel. El que no pasa por Yeshúa HaMashiaj no tiene el     derecho de enseñar a las ovejas de Israel que el Padre le ha dado. Esto nos enseña que no     podemos permitir que maestros que no son de Yeshúa enseñen en nuestras congregaciones
.     Mateo 23:8. Nosotros no tenemos el derecho de tener discípulos nuestros. Cuando hacemos    discípulos de todas las naciones, no los hacemos discípulos nuestros, sino de nuestro Rabino Yeshúa HaMashiaj ben David. Él ha recibido todo el poder del Padre para regir sobre todos los seres vivos en el cielo y en la tierra, cf. Mateo 28:18-20. La señal de los falsos maestros es que arrastran tras ellos a los discípulos de Yeshúa, como está escrito en Hechos 20:29-30:
Sé que después de mi partida, vendrán lobos feroces entre vosotros que no perdonarán el rebaño, y que de entre vosotros mismos se levantarán algunos hablando cosas perversas para arrastrar a los discípulos tras ellos.
Como el midbar se encuentra fuera de la ciudad, constituye un lugar adecuado para hablar en privado, como está escrito en Oseas 2:14:
Por tanto, he aquí, la seduciré, la llevaré al desierto, y le hablaré al corazón¿Por qué YHVH llevó a Israel al midbar? Para hablar personalmente con su novia, entrar en el pacto matrimonial con ella allí y entregarle la ketuvá, la Escritura. La Torá no fue entregada en la tierra de algún hombre, sino en la tierra de nadie, para mostrar que no solamente pertenece al pueblo de Israel, sino que fue dada a todos los hombres de la tierra.
.Cuando estés pasando por un desierto, no lo veas como una cosa negativa, sino como una posibilidad de poder acercarte a YHVH y recibir palabras e instrucciones de tu Padre que te ama y te cuida por medio de los lugares desérticos donde aprendes a depender de él y no de tu propia capacidad o de los demas.
El orden y la disciplina son conceptos fundamentales para que el pueblo de Israel pueda funcionar adecuadamente y seguir adelante. Este libro de Bamidbar nos enseña la importancia de tener un rígido control de las personas y la economía de nuestras congregaciones para poder funcionar correctamente. El desorden y la anarquía vienen del pecado. YHVH es un Eloah de orden, como está escrito en 1 Corintios 14:33, 40:
porque Eloah no es de confusión, sino de paz, como en todas las congregaciones de los santos... Pero que todo se haga decentemente y con orden.
En Israel solamente son contados los disciplinados. Los que no están dispuestos a someterse a la disciplina de YHVH, su Torá y sus líderes, no son aptos para ser contados. YHVH no cuenta con los indisciplinados.También aprendemos de este texto que solamente los que están listos para salir a la guerra son contados dentro de Israel, cuyo nombre significa “el que lucha junto con Eloah”. Sólo el que está dispuesto a luchar para vencer es contado dentro de Israel, como está escrito en Revelación 2:7b, 11b, 17b, 26-28; 3:5, 12, 21:
Aquí vemos la importancia que la lucha tiene para un Israelita. Solamente los que luchan pueden ser vencedores. La lucha es parte de Israel. YHVH sólo cuenta con los que están dispuestos a disciplinarse y a luchar contra todo enemigo que se opone contra Él, su Torá y su Mashíaj.
La mayoría de edad civil empieza a los 18  o 20 años. La mayoría de edad moral empieza a los 13 años para varones y 12 años para mujeres.
1:51  “Y cuando el tabernáculo haya de ser trasladado, los levitas lo desarmarán; y cuando el tabernáculo acampe, los levitas lo armarán. Pero el extraño que se acerque, morirá.” – La palabra hebrea que ha sido traducida como extraño es “zar”[9] que significa “extranjero”, “extraño”, “profano”, “bastardo”. Esto nos enseña que a partir del pecado de adulterio espiritual con el becerro de oro, los hijos de Israel fueron considerados como ilegítimos, excepto los levitas, porque ellos no se habían contaminado con ese pecado.
Dentro de la identidad general que uno tenga con todo el pueblo, es bueno tener también una identidad tribal. Una tribu constituye una agrupación limitada dentro de la nación, y es más grande que una familia. Podríamos comparar las tribus con las diferentes congregaciones o movimientos mesiánicas e Israelitas que somos. Este texto nos enseña que es importante que cada miembro del Israel mesiánico tenga una identidad con su propia organización o congregación. Cada uno debe ser parte de una congregación, donde se identifica y donde se siente en casa, entre personas que puede llamar “los suyos”, como está escrito en Hechos 4:23:
Cuando quedaron en libertad, fueron a los suyos y les contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho.
¿Tienes algún grupo de personas o una congregación que consideras el tuyo, donde están los tuyos? Si no lo tienes, debes pedir a Padre que puedas incorporarte y formar parte de una agrupación espiritual que será tu identidad tribal dentro de la identidad general del pueblo de Israel. Es necesario ser parte de una congregación para poder funcionar correctamente como israelitas, como está escrito en Hebreos 10:25:
no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros , y mucho más al ver que el día se acerca.
: Según el Midrash,[10] estos fueron los colores y las ilustraciones de las banderas: 
Yehudá – color azul celeste, tejelet, con la figura de un león  
Reuvén – rojo con una flor de mandrágora, parecido a un hombre.
Yisajar – color negro con el sol y la luna.
Shimón – verde con una ciudad (Shejem).
Zevulún – color blanco con una nave.
Gad – hilos blancos y negros con una tropa de soldados.
Efrayim – negro con un novillo (Yehoshúa).
Dan – ópalo con una serpiente (Shimshón).
Menashé – negro con un buey (Gideón).
Asher – color de perla con un olivo.
Binyamín – colores de todas las demás tribus con un lobo encima. 
Naftalí – color vino diluido con un ciervo

La bandera de Leví estaba hecha de tres colores: blanco, negro y rojo y tenía el pectoral del juicio bordado encima.
¿Cómo podemos resolver la tensión que hay entre el individualismo y el colectivismo?
Una persona espiritualmente inmadura sólo piensa en sí misma. No ve más allá de su nariz. No tiene amor, porque el amor no busca lo suyo. Una persona espiritualmente inmadura sólo busca su propia felicidad y se relaciona con otros con el fin de satisfacer sus propios deseos. Busca contacto con otros, e incluso puede hacerse miembro de una congregación, con el fin de que sus propias necesidades sean cumplidas. Pueden ser necesidades de carácter espiritual, psicológico, físico o económico. Si uno sólo busca satisfacer sus propias necesidades en una congregación es un niño espiritual. Una persona que es espiritualmente madura busca también satisfacer las necesidades de todos los que le rodean porque ama a su prójimo como a sí mismo. Está dispuesto a sacrificar de sus propios derechos para llenar las necesidades de los demás.
El individualismo se manifiesta con el deseo de satisfacer el ego, pero no necesariamente como un aislamiento de los demás, sino relacionándose con el colectivo, pero siempre con el motivo egoísta de satisfacerse a sí mismo.
El comunismo se aprovechó de parte de un principio torásico para llevar a cabo su propia visión equivocada. Es el principio del predominio del colectivo sobre el individuo, donde el colectivo es más importante que el individuo y el individuo deja de buscar lo suyo con el fin de beneficiar el colectivo. Con este principio se fortaleció el movimiento comunista y llegó a tener mucho poder durante un tiempo. No porque la visión comunista haya sido correcta, sino porque la manera de llevar a cabo la visión se basó en parte en un principio divino.
Si una persona aprende a considerar el colectivo como más importante que ella misma, podrá llegar a formar, junto con otros que tienen el mismo pensamiento, un cuerpo tremendamente potente. El hecho de aprender a trabajar en un grupo es algo muy importante para el desarrollo del Reino. Este principio vemos en el libro de los Hechos de los apóstoles En esta Parashá encontramos el equilibrio perfecto entre el individuo y el colectivo, entre el individualismo y el colectivismo. Cada individuo fue contado, lo cual muestra que cada individuo cuenta y es muy importante y digno de ser tomado en cuenta. Pero el individuo se encuentra dentro de un colectivo más grande que es más importante que él. El individuo debe buscar el bien del colectivo y el colectivo debe buscar el bien del individuo. Para que Israel pueda seguir adelante como pueblo, los individuos tendrán que aprender a aportar al colectivo todo lo necesario para que se mantenga unido y vaya prosperando y el colectivo tiene que preocuparse pos los individuos que lo componen, como está escrito en Hechos 2:44-45:
En Hechos 4:32-35 está escrito: Vemos que las manifestaciones del Espíritu no son para la exaltación de una persona sino para que el colectivo, la congregación del Eterno, sea beneficiada. ¡Ay de aquel que busca los dones del Espíritu para su propia exaltación o para su enriquecimiento económico!
Necesitamos cultivar el pensamiento colectivista, sin perder la vista de los individuos. Yo me niego a mí mismo por causa del Reino colectivo, para que el Reino prospere por medio de mi aportación, y de esa manera yo también prospero, no porque busque lo mío, sino lo del Reino. De esta manera mi prosperidad dependerá de la prosperidad del Reino. En el Reino de los Cielos, nadie se hace rico a costa de los demás, sino todos nos hacemos ricos porque somos parte de un colectivo rico que ha aprendido a beneficiar a los individuos según la necesidad de cada uno.
Un líder tiene que buscar el bien de todos los que están debajo de él. Si él favorece un grupo reducido de su pueblo, no es un buen líder2:3    “Los que acampen al oriente, hacia la salida del sol, serán los de la bandera del campamento de Yehudá, según sus ejércitos. El jefe de los hijos de Yehudá, Najshón, hijo de Aminadav” – A Yehudá le tocó acamparse al oriente del tabernáculo, junto con Yisajar y Zvulún. El oriente es el lugar de donde sale el sol, enfrente de la entrada del mishkán. Yehudá fue la tribu predominante de las tres. Aquí vemos que hay una agrupación de tres tribus, y una de ellas es líder sobre las otras dos. El orden divino es tener un líder para cada agrupación. Había tres jefes sobre las tres tribus, pero uno de ellos estaba por encima de los otros dos. El mismo patrón de organización se encuentra en las otras agrupaciones.
En este capítulo la Torá destaca la importancia de los jefes, cf. v. 3, 5, 7, 10, 12, 14, 18, 20, 22, 25, 27, 29. Si no hay jefes en un pueblo, va a perecer  Darás, pues, los levitas a Aharón y a sus hijos; le son dedicados por completo de entre los hijos de Israel.” – Los levitas fueron dados por un lado a Aharón y sus hijos, los sacerdotes. Tenían que servir a los sacerdotes, cf. 3:6. Pero por el otro lado fueron dados al Eterno, cf. 3:12. El que se entrega al Eterno se entrega al liderazgo. Si uno dice que está entregado al Eterno y no se somete al liderazgo puesto por Él, está mintiendo.
Enfoque: Bamidbar-”Cada judío cuenta”
Cuando sabemos que somos indispensables, nos preocupamos de estar allí; si no, “no cuenten conmigo”.
Había una vez un pueblo pequeño en el que habían sólo unas pocas familias judías. Entre ellos, contaban con exactamente diez hombre mayores de la edad de bar mitzvá. Todos eran personas muy dedicadas y se aseguraban siempre de tener minián. Un día, una nueva familia judía se instaló en el pueblo. Mucha alegría y excitación: ¡ahora tendrían once hombres! Pero una cosa extraña pasó. En cuanto fueron once, ¡nunca llegaban a formar el minián!
Cuando sabemos que somos indispensables, nos preocupamos de estar allí; si no, “no cuenten conmigo.”
Esta semana en parshat Bamidbar, leemos del censo del pueblo judío. Esta porción siempre se lee en el Shabat ante Shavuot, el “la Estación del Dar del Torá”. Una conexión importante y obvia es que en el Torá, también, cada letra cuenta. Una letra que falte en el pergamino invalida al pergamino entero. Igualmente, un solo judío que falte, deja al pueblo judío, incompleto.
Nueve de los rabinos más santos no pueden hacer un minián. ¡Si entra un niño en edad de bar mitzvá, el minián está completo! Cuando contamos a los judíos, no hay ninguna distinción. No miramos su apego religioso o su logro académico. El rabino y el rebelde, el filántropo y el pobre–todos cuentan; ni uno más, ni uno menos.
Si contamos a los judíos que porque cada uno cuenta, entonces eso implica una responsabilidad en la dirección comunitaria judía de asegurar que ningún judío falte de una kehilá, y de la comunidad en total. Implica una responsabilidad para mantener dentro a esos judíos que están en la periferia de la vida judía. Asegurarse de que se sientan que pertenecen y son bienvenidos–aun, como sucede en algunos templos) cuando no hayan pagado ninguna cuota de membresía. También significa que el judío en particular tiene compromisos y obligaciones. Si usted es importante, no se pierda. Lo necesitan.
Hoy, estamos perdiendo muchos judíos por ignorancia. Pero a veces también los perdemos porque no los integramos como podríamos haberlo hecho. En el momento cuando ellos están receptivos, nosotros no los hicimos sentir bienvenidos.
Hoy, estamos perdiendo muchos judíos por ignorancia. Pero a veces también los perdemos porque no los integramos como podríamos haberlo hecho. En el momento cuando ellos están receptivos, nosotros no los hicimos sentir bienvenidos.
Otras creencias, ideologías y cultos usan “bombas de amor” para incitar a los judíos a su estilo de vida. Muy a menudo captan a débiles y vulnerable de entre nosotros. Cualquiera en busca de calor humano, amor y un sentido de pertenencia será un blanco fácil para estos grupos. Pero hay muchas personas comunes, estables que piden estas cosas también. ¿No los hacemos todos nosotros? Si la comunidad judía no proporciona esa cálida bienvenida, podemos muy bien encontrarla yendo a otra parte.
Hace algunos años, tuvimos en nuestro shil la visita de un rabino de Canadá. Su charla fue sobre la real amenaza de los “judíos para J.” y también llamados “Hebreo-Cristianos” quienes captaban a judíos usando símbolos judíos e incluso llamando “Shils” o Sinagogas Mesiánicas a lo que realmente son iglesias. Él describía cómo estos individuos hacían tremendos esfuerzos para confundir a los judíos ignorantes en la creencia que iban a una verdadera sinagoga judía.
Una mujer del público entonces preguntó: “Rabino, si estoy viajando, lejos de mi ciudad y quiero ir al Shil, cómo me doy cuenta si voy a una verdadera sinagoga o a una falsa?”.
El Rabino se rió y dijo, “Cuando usted entra a esos lugares, ellos lo bombardean a uno. En cuanto ven una cara nueva, un docena de personas vendrán a darle la bienvenida y ofrecerle un asiento, un libro y le harán sentir en casa. Pero qué pasa cuando usted entra a un verdadero Shil? Nadie lo saluda. Nadie lo mira. ¡Y la primera persona en decirle una palabra, le gruñe porque usted está sentado en su asiento!”
Un chiste, de hecho, muy triste.
Necesitamos “abrazar” a todos los que atraviesan nuestras puertas. Y necesitamos hacer más que sólo esperar a que la gente venga al shil y necesitamos que se sientan bienvenidos. Necesitamos salir y encontrar a nuestra gente dondequiera que puedan estar. Más aún, cuando alguien muestra una chispa de interés –una alma en busca de su fuente– nosotros necesitamos estar allí; como una comunidad organizada, y como individuos.
Así que la próxima vez que usted note que alguien se sienta en la parte de atrás del Shil, algo perdido, o incluso cuando solo vea una cara nueva de entre la gente, ofrézcale una sonrisa. Podría salvar un alma. Cada judío realmente cuenta. ¡Contemos con ellos!
Rab Yossy Goldman, Jabad de Sudáfrica

Todos Tenemos una Tarea Especial; La Torá te Dice Cómo Hacerla
La nave espacial dejó el Planeta Tierra en medio de una bola de fuego. El más reciente viaje del hombre a la luna ya estaba en marcha. Desde su espectacular vista en el asiento del piloto, Jack podía ver la visión sobrecogedora del Planeta Tierra haciéndose cada vez más pequeño. Su misión, al llegar a la luna, tendría consecuencias enormes para toda la vida del planeta.
Repentinamente, mientras maniobraba la aeronave, Jack escuchó interferencias en su radio. “Esta es una mala señal”, exclamó el astronauta preocupado. “Mi conexión de radio con los que controlan la misión en Cape Kennedy es la única forma en la que puedo completar mi misión. Sin las instrucciones de los supercomputadores que están ahí abajo, nunca lograré llegar a la luna y tampoco podré volver jamás al Planeta Tierra. ¡Terminaré siendo un asteroide!”.
Jack hizo ajustes a su radio en forma frenética hasta que finalmente el mensaje se transmitió claramente. “¡Gira esto! ¡Abre esto! ¡Ajusta eso!”. Jack suspiró aliviado, emocionado de poder seguir las instrucciones.
Observando esta escena podríamos preguntarnos: Por qué Jack no responde a los que controlan la misión: “¡Déjenme solo! ¿Por qué me dicen qué hacer todo el tiempo?”. Obviamente Jack entiende que él tiene una misión que cumplir y que sólo con la ayuda del “Control de Tierra” puede esperar cumplirla y retornar en forma segura a su hogar.
El judaísmo dice que nosotros somos astronautas. La única diferencia es que venimos de arriba, a este mundo, con una misión que cumplir. Cuando lleguemos al mundo venidero la primera cosa que nos preguntarán será: “¿Cumpliste tu misión?”.
Si nosotros respondemos: “¿Qué misión? ¡No sabía que tenía una misión!”. Entonces ellos preguntarán, “¿Realmente pensaste que el propósito de tu vida fue comer, tomar y ser feliz? ¡Se te debe haber ocurrido en algún momento que había algo más importante y más elevado en la vida!”.La Torá es nuestra “radio” que nos da las “Instrucciones para Vivir desde el Control en el Cielo”, es decir, Dios en persona. ¡Debemos asegurarnos de que nuestro receptor está funcionando adecuadamente y de que estamos recibiendo los mensajes apropiados! 
El Libro de Números
El tema principal del libro de Números es la “Divina Providencia”. ELOHA guía los caminos de todas las naciones, y en un nivel individual, ¡cada persona es guiada por ELOHA a lo largo de su vida! Sin embargo, nosotros vivimos nuestra vida con la noción de que simplemente es una “casualidad” que yo naciera en esta familia, en este lugar y en aquel momento – entonces, ¡mientras esté aquí debo disfrutar!
¡Equivocado! Naciste específicamente en esa familia, en ese lugar y en aquel momento particular porque tienes una misión que cumplir y solamente tú estás programado para ese trabajo. Desde el principio del tiempo y hasta el fin del mismo, nunca ha habido o habrá ¡alguien exactamente igual a ti! ELOHA maneja el mundo y cada uno de nosotros tiene una misión única en esta Tierra. Además de esto, el pueblo judío tiene una importante contribución que hacer a la civilización.
El libro de Números revela la Divina Providencia que ocurrió durante los 40 años que el pueblo judío acampaba y viajaba en el desierto. Tal como veremos, las mitzvot que se presentan en este libro también se relacionan con el tema de la preocupación de ELOHA por el bienestar de cada individuo.
CONCLUSION POR YIRMIYAHU BEN YISRAEL.
¿Quien tenia que cumplir esta misión?  Yeshua´ en el desierto , y contara  las cabezas de los suyos de entre las naciones, leer   Mateo 26:1-5, Mateo25: 31-46. 
Am Yisrael, estas cumpliendo tu misión obedientemente siguiendo lainstrucción(torah) con sus indicaciones, decretos ,ordenanzas, leyes, mandamientos, para no poner en riesgo el retorno a casa y no arriesgar la vida, la vida eterna.

Shabta shalom jag sameaj be shavot ve simja Tora´.

Preparado por: Yirmiyahu ben Yisrael

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