Parashá 15 Bo -Shemot (Éxodo) 10:1 - 13:16
Para ser compartida hoy 6 Shevat 5776/16 Enero 2016
Aliyás de la Torá:
1. 10:1-11
2. 10:12-23
3. 10:24 – 11:3
4. 11:4 – 12:20
5. 12:21-28
6. 12:29-51
7. 13:1-16
Haftará: Jeremías
46:13-28
Brit Hadasha (HaTsofen HaMaljutí): Lucas 5:12 – 7:50
Bo Significa “VEN”. (VE o LLEGA)
Nuestra parashá habla sobre los
siguientes temas:
Primera aliá (10:1-11):
La advertencia de Moshé y la respuesta del Faraón.
Segunda aliá (10:12-23):
La plaga de las langostas. La plaga de la oscuridad.
Tercera aliá (10:25
- 11:3): La amenaza del Faraón a Moshé. Elohim le avisa a Moshé que mandará la
última plaga y los preparativos del pueblo.
Cuarta aliá (11:4 - 12:20): La advertencia de Moshé al Faraón. El Eterno le
ordena al pueblo de Israel las leyes concernientes a la preparación del
sacrificio de Pésaj en Egipto. El precepto de la festividad de Pésaj.
La mitzvá de la matzá.
Quinta
aliá (12:21-28): Moshé ordena al pueblo
de Israel las leyes de Pésaj.
Sexta aliá (12:29-51): La plaga de la muerte de los
primogénitos. La salida de Mizrayim/Egipto. Leyes relacionadas al sacrificio de
Pésaj.
Séptima aliá (13:1-16): La Mitzvá del rescate del
primogénito. Leyes de Pésaj. La mitzvá de los tefilín.
Comentarios y
Enseñanza
Primera aliyá,
10:1-11
10:1
“Entonces el Eterno dijo a Moshé: Preséntate a Paró, porque yo he hecho pesado
su corazón y el corazón de sus siervos, para mostrar estas señales mías en
medio de ellos” – La palabra hebrea que ha sido traducida como “preséntate” es
“bo”, que significa “ven” ve, o “Llega”. Esto nos enseña que el Eterno fue
primero a Paró e invitó a Moshé a ir con él. Un siervo del Eterno no hace las
cosas por sí mismo, sino en colaboración con el Eterno. No toma iniciativas
propias, sino siempre en relación con el Eterno, con lo que él dice y hace. Si
tomamos decisiones sin consultar con el Eterno podemos sufrir graves consecuencias,
como está escrito en Josué 9:14:
“Y los hombres de Israel tomaron
de sus provisiones, y no pidieron el consejo del Eterno.”
10:2
“y para que cuentes a tu hijo y a tu nieto, cómo me he burlado de los mitsríes,
y cómo he mostrado mis señales entre ellos, y para que sepáis que yo soy el
Eterno.” – Los padres tienen la responsabilidad de enseñar a los hijos acerca
de lo que el Eterno ha hecho en sus vidas y, especialmente lo que pasó con la
salida de Mitsrayim. Esta salida simboliza la liberación de hasatán, el pecado
y el mundo por medio de Yeshúa el Mesías. Hay que contar a los hijos la
experiencia de salvación por medio de Mashiaj. Los padres tienen que transmitir
estas verdades a sus hijos. Este texto también nos enseña que los abuelos
tienen la obligación de contar a sus nietos acerca de la redención del Eterno.
La tarea de transmitir la fe hebrea no cae solamente sobre los padres, sino
también sobre los abuelos, como está escrito en Joel 1:3:
“Contadlo a vuestros hijos, y
vuestros hijos a sus hijos, y sus hijos a la siguiente generación.”
En el Salmo 78:2-8 está escrito:
“En parábolas abriré mi boca; hablaré enigmas de la antigüedad, que hemos oído
y conocido, y que nuestros padres nos han contado. No lo ocultaremos a sus
hijos, sino que contaremos a la generación venidera las alabanzas del Eterno,
su poder y las maravillas que hizo.
Porque Él estableció un
testimonio en Yaakov, y puso una ley en Israel, la cual ordenó a nuestros
padres que enseñaran a sus hijos; para que la generación venidera lo supiera,
aun los hijos que habían de nacer; y éstos se levantaran y lo contaran a sus
hijos, para que ellos pusieran su confianza en Eloah, y no se olvidaran de las
obras de Eloah, sino que guardaran sus mandamientos; y no fueran como sus
padres, una generación porfiada y rebelde, generación que no preparó su
corazón, y cuyo espíritu no fue fiel a Eloah.”
La tradición de pasar la
revelación de padres a hijos, es la que ha mantenido vivo el pueblo de Israel a
lo largo de todas las generaciones y es parte de la misma declaración de fe
hebrea, como está escrito en Deuteronomio 6:6-7:
“Y estas palabras que yo te
mando hoy, estarán sobre tu corazón; y diligentemente las enseñarás a tus
hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el
camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.”
Si los padres dejan que otros se
encarguen de la educación espiritual de sus hijos, NO han cumplido con esta
responsabilidad. Tanto los padres como los hijos tienen la necesidad de esta
transmisión. Los padres necesitan recordar y alabar al Eterno por los milagros
que han vivido y pasar estas experiencias a sus hijos y a sus nietos. Ellos, a
su vez, recibirán, y serán conscientes de, una herencia espiritual que es capaz
de producir en ellos una confianza profunda en Eloah. Un padre debe leer la
Escrituras todos los días a sus hijos, mientras estén viviendo bajo su techo.
Así levantará una generación de santos.
10:9
“Y Moshé respondió: Iremos con nuestros jóvenes y nuestros ancianos; con
nuestros hijos y nuestras hijas; con nuestras ovejas y nuestras vacadas iremos,
porque hemos de celebrar una fiesta al Eterno.” – Este versículo nos enseña que
hay tres cosas que son necesarias para que se pueda celebrar una fiesta para el
Eterno:
·
Libertad - La familia
- Sacrificio
Sin estos tres no es
posible celebrar una verdadera fiesta al Eterno.
10:11 “No
será así; id ahora sólo los hombres, y servid al Eterno, porque eso es lo que
habéis pedido. Y los echaron de la presencia de Paró.” – Paró quería intentar
que las mujeres y los niños se quedaran en Mitsrayim mientras que los varones
se fueran a celebrar fiesta al Eterno. Esto no es posible. Si la esposa y los
hijos no pueden estar con nosotros, no podremos celebrar una fiesta delante del
Eterno. Los niños tienen que sentirse bienvenidos y a gusto en nuestras
celebraciones. Si no lo están, no estamos haciendo las cosas bien. Paró
simboliza a hasatán y como tal intenta hacer dos cosas:
·
Dividir la familia.
- Apartar a los niños de la congregación y del culto
al El Eterno.
Todas las
celebraciones judías están diseñadas para que los niños puedan sentirse
involucrados en ellas. Por esto usamos mucha simbología y objetos de culto para
que nuestra enseñanza y nuestro servicio al Eterno sean fáciles de asimilar
para los pequeños. El Mesías se indignó contra sus talmidies cuando intentaron
apartar a los niños de la presencia mesiánica, como está escrito en Marcos
10:13-16:
“Y le traían niños
para que los tocara; y los discípulos los reprendieron. Pero cuando Yeshúa vio
esto, se indignó y les dijo: Dejad que los niños vengan a mí; no se lo
impidáis, porque de los que son como éstos es el reino de Eloah. En verdad os
digo: el que no reciba el reino de Eloah como un niño, no entrará en él. Y
tomándolos en sus brazos, los bendecía, poniendo las manos sobre ellos.” –
Hermanos cuantos niños hay aquí??? Amen…
Tercera aliyá, 10:24 – 11:3
10:26 “Por
tanto, también nuestros ganados irán con nosotros; ni una pezuña quedará atrás;
porque de ellos tomaremos para servir al Eterno nuestro Eloah. Y nosotros
mismos no sabemos con qué hemos de servir al Eterno hasta que lleguemos allá.”
– Moshé no podía mentir. Ellos no sabían qué era lo que Adonay nuestro Elohim
iba a pedir en sacrificio. Para sacrificar al Eterno hay que estar dispuesto a
darlo todo. No se puede dejar ni una pezuña atrás en nuestra entrega al Eterno.
Todo le pertenece y por lo tanto estamos dispuestos a darle cualquier cosa que
nos pida. Hnos. Todo le pertenece a el
Eterno y por lo tanto estamos dispuestos a darle cualquier cosa que nos
pida?????? digan Amen…
Cuarta
aliyá, 11:4 – 12:20
12:3
“Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: "El diez de este mes
cada varón tomará para sí un cordero, según sus casas paternas; un cordero para
cada casa.”
– Aquí “cada uno” se refiere a cada
cabeza de hogar. El diez del mes de Aviv/Nisán fue tomado un cordero para cada
casa donde se iba a comer. Según el Talmud, esto sólo se hizo una vez. En las
siguientes celebraciones no se introducía el cordero en la casa, sólo se
designaba y fue revisada durante cuatro días para que fuera sin defecto,
pudiendo ser tomado en cualquier momento.
En el día 10 de Nisán Yeshúa
entró en Yerushalayim montado sobre un asno, como está escrito en Juan
12:12-15:
“Al día siguiente (del
Shabat), cuando la gran multitud que había venido a la fiesta, oyó que
Yeshúa venía a Yerushalayim, tomaron hojas de las palmas y salieron a
recibirle, y gritaban: ¡Hoshiá-na! BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL
Eterno, el Rey de Israel. Yeshúa, hallando un asnillo, se montó en él; como
está escrito: NO TEMAS, HIJA DE SION; HE AQUÍ, TU REY VIENE, MONTADO EN UN
POLLINO DE ASNA.”
Esto no podía haber sido en
Shabat, puesto que no está permitido montar sobre animales, ni quebrantar ramas
en Shabat. Si el día 10 hubiera sido Shabat, el 14 habría sido el cuarto día de
la semana (miércoles). De esto aprendemos que es imposible que el Mesías haya
sido colgado sobre el madero el cuarto día de la semana.
Yeshúa vino a Beit-Anyá el sexto
día de la semana (“viernes”), seis días antes de Pesaj (que se sacrificó el día
14 de Nisán), según Juan 12:1-2 donde está escrito:
“Entonces Yeshúa, seis días
antes del Pesaj, vino a Beit-Anyá donde estaba Elazar, al que Yeshúa había
resucitado de entre los muertos. Y le hicieron una cena allí, y Marta servía;
pero Elazar era uno de los que estaban con él.”
La cena que fue ofrecida fue la
cena de kabalat Shabat, la recepción del Shabat, en el inicio del Shabat, el
viernes por la noche. Durante el día del Shabat vinieron muchos judíos para ver
a Yeshua y a Elazar que había sido reavivado de los muertos, cf. Juan 12:9.
Luego dice el versículo 12: “Al día siguiente”, refiriéndose al primer día de
la semana, el 10 de Nisán que, según los cálculos coincidía con el domingo el
22 de abril del año 31 e.c., según el calendario romano.
“cada varón tomará para sí un
cordero” – Esto nos enseña que cada uno es responsable para apropiarse del
Cordero de Eloah que ha sido provisto para la salvación de cada uno. (para
quienes argumentan que la salvación es personal)
“un cordero para cada casa” –
Esto nos enseña que cada padre de familia tiene la responsabilidad de proveer
todo lo necesario para que toda su familia pueda experimentar la salvación por
medio de Yeshúa el Mesías. Amen…
12:5
“El cordero será un macho sin defecto, de un año; lo apartaréis de entre las
ovejas o de entre las cabras.” – La palabra hebrea para cordero es “sé” que
significa la cría de la oveja o de la cabra. Así que el cordero podría ser de
cualquiera de estas dos clases de animales. El cabrito conecta el sacrificio de
Pesaj con Yom Kipur, cuando se sacrifican dos machos cabríos que llevan el
pecado de los hijos de Israel. El día 10 del primer mes tiene un reflejo en el
día 10 del séptimo mes, Yom Kipur, el día de la expiación, cf. Levítico 16. De
esto aprendemos que el Mesías sufriente hace las dos funciones de cordero y de
macho cabrío, de morir para liberar a los primogénitos de la muerte y para
quitar el pecado del pueblo. Por esto el rabino Yojanán ben Zejariyá exclamó
proféticamente cuando vio a Yeshúa, como está escrito en Juan 1:29b:
“He ahí el Cordero de Eloah que
quita el pecado del mundo.”
El Cordero alude al sacrificio
de Pesaj, que no quitaba el pecado, sino liberaba de la muerte, y la
frase: “que quita el pecado del mundo” hace alusión al sacrificio de Yom Kipur.
“macho” – El cordero tenía que
ser macho, para simbolizar a un hombre, Yeshúa.
“sin defecto” – El cordero
tenía que ser sin defecto para simbolizar a Yeshúa, que no tenía pecado (yetser
hará) ni pecados, como está escrito en 1 Pedro 1:18-20:“sabiendo que no
fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir heredada de vuestros padres
con cosas perecederas como oro o plata, sino con sangre preciosa, como de un
cordero sin tacha y sin mancha, la sangre del Mesías. Porque él estaba
preparado desde antes de la fundación del mundo, pero se ha manifestado en
estos últimos tiempos por amor a vosotros”
Cuando habla de que él estaba preparado
desde antes de la fundación del mundo, hace referencia al día 10 de Nisán
cuando cada cordero fue asignado para ser sacrificado el día 14. La Mishná
enseña que antes de sacrificar el cordero había que señalar quiénes iban a
participar en su comida. En tiempos del segundo templo cada persona tenía que
unirse a un grupo que tenía un cordero asignado.
Así que cada individuo de un
grupo tenía un cordero asignado de antemano para él, cuatro días antes de su
sacrificio. Esto enseña que el Mesías Yeshúa fue designado 4000 años antes de
su muerte, que corresponden a 4 días, para ser sacrificado para todas aquellas
personas que estaban inscritas en el libro de la vida desde antes de la
fundación del mundo, como está escrito en Revelación 13:8:
“Y la adorarán todos los que
moran en la tierra, cuyos nombres no han sido escritos, desde la fundación del
mundo, en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado.”
Otra traducción del mismo texto
dice: “el Cordero, que fue inmolado desde la fundación del mundo.”
Las dos traducciones son
posibles, según el texto griego, y las dos cuadran dentro del contexto de
Pesaj. Cada persona se inscribe para comer del cordero cuatro días antes de su
sacrificio, y el mismo cordero es asignado para ser sacrificado cuatro días antes.
En Efesios 1:3-7 está escrito:
“Bendito sea el Eloah y Padre de nuestro Señor Yeshúa el Mesías, que nos ha
bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en el
Mesías, según nos escogió (nos inscribió en la lista para poder comer del
cordero) en El antes de la fundación del mundo (4000 años antes que
corresponden a 4 días), para que fuéramos santos y sin mancha delante de
El. En amor nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Yeshúa el
Mesías, conforme al beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de
su gracia que gratuitamente ha impartido sobre nosotros en el Amado. En él
tenemos redención (en Pesaj) mediante su sangre, el perdón de nuestros
pecados (en Yom Kipur) según las riquezas de su gracia.”
Sin embargo, estaba permitido
inscribirse en la lista de un grupo hasta el momento del sacrificio. La Mishná
dice: “Siempre pueden asignarse (comensales del cordero pascual) en tanto haya
como la cantidad de una aceituna para cada uno de ellos. La asignación (de los
participantes) y su anulación puede hacerse en tanto no se haya sacrificado.”
“de un año” – Según Rashí, esto
significa que no puede haber cumplido 12 meses. Tenía que estar en su primer
año de vida.
12:6
“Y lo guardaréis hasta el día catorce del mismo mes; entonces toda la asamblea
de la congregación de Israel lo matará al anochecer.” – El cordero tenía que
ser revisado durante los cuatro días para que fuera perfecto. Lo mismo pasó con
el Mesías cuando entró en Yerushalayim el día 10 de Nisán aquel año. Estuvo
varios días enseñando en el templo y durante ese tiempo podían venir y hacerle
preguntas. Vinieron los más estudiosos del pueblo para interrogarle e incluso
intentaban atraparle en alguna palabra, como está escrito en Mateo 22:15:
“Entonces se fueron los perushim
y deliberaron entre sí cómo atraparle, sorprendiéndole en alguna palabra.”
Primero fue cuestionada su
autoridad, luego le probaron con la pregunta sobre el impuesto al Cesar, y
después le preguntan sobre la resurrección y finalmente sobre el gran
mandamiento, cf. Mateo21-22; Lucas 20. En todas estas pruebas mostró que era un
cordero sin defecto. Al final nadie se atrevía a hacerle más preguntas, como
está escrito en Mateo 22:46:
“Y nadie pudo contestarle ni una
palabra, ni ninguno desde ese día se atrevió a hacerle más preguntas.”
Luego fue interrogado por el
Sanedrín, el gobierno de Israel, y luego por Pilato y Herodes, el gobierno de
los gentiles. Ninguno podía encontrar un delito en él. Era un Cordero sin
mancha.
La Mishná dice: “El cordero
pascual era sacrificado por tres grupos, como está escrito: “lo inmolará toda
la asamblea de la congregación de Israel”: asamblea, congregación, Israel.
Cuando entraba el primer grupo, se llenaba el atrio. Cuando se cerraban las
puertas del atrio, tocaban el shofar, luego la trompeta clamorosamente y luego
de nuevo el shofar. Los sacerdotes estaban en pie formando dos filas y teniendo
en sus manos vasos de plata y de oro.
Una fila tenía todos los vasos
de plata y la otra todos de oro. No estaban mezclados. Los vasos no disponían
de base a fin de que no los pudieran posar y se coagulara la sangre.
Un israelita lo inmolaba, el
sacerdote recibía (la sangre) y la entregaba a su compañero y éste al suyo,
recibía el (vaso) lleno y devolvía el vacío. El sacerdote que estaba más
cercano al altar la vertía sobre las basas (del altar). Cuando salía el primer
grupo, entraba el segundo. Cuando salía el segundo, entraba el tercero. Tal
como actuaba el primero, así actuaban el segundo y el tercero. Recitaban el
halel (Salmos 113-118).
Cuando terminaban, lo repetían
por segunda vez y cuando completaban esta segunda recitación, volvían tercera
vez a recitarlo, aunque nunca ocurrió que pudieran terminarlo en la tercera
vuelta. R. Yehudá dice: Jamás los del tercer grupo llegaron hasta “amo al
Eterno porque me oye” (Salmo116:1), ya que estaba formado por poca gente.”
“toda la asamblea de la
congregación de Israel” – Todo Israel tenía la responsabilidad de matar el
cordero. Pero no todos podían sacrificar. Esto nos enseña que el agente de una
persona es como la persona misma. Esto se cumplió cuando el Mesías fue
entregado a la muerte por tres grupos representativos de todo Israel, según
Lucas 23:13, donde está escrito:
“Entonces Pilato convocó a los
principales sacerdotes, a los gobernantes y al pueblo”
El pueblo de Israel tenía sobre
si la responsabilidad de sacrificar el Cordero de la redención. Por lo tanto no
fue un fracaso lo que sucedió con Yeshúa, todo estaba en el plan divino para la
salvación del mundo. Elohim usó el rechazo de los judíos contra su propio
Mesías para cumplir Su plan que había revelado en los profetas, como está
escrito en Hechos 2:23:
“a éste, entregado por el plan
predeterminado y el previo conocimiento de Eloah, clavasteis en un madero por manos
de impíos y le matasteis”
En Hechos 4:27-28 está escrito:
“Porque en verdad, en esta ciudad se unieron tanto Herodes como Poncio
Pilato, juntamente con los gentiles y los pueblos de Israel, contra tu santo
siervo Yeshúa, a quien tú ungiste, para hacer cuanto tu mano y tu propósito
habían predestinado que sucediera.”
Así que todo el pueblo de Israel
cumplió su papel de sacrificar el Cordero, para su propia redención y la
salvación del mundo, como está escrito en Juan 11:49-53:
“Pero uno de ellos, Kayafá, que
era sumo sacerdote ese año, les dijo: Vosotros no sabéis nada, ni tenéis en
cuenta que os es más conveniente que un hombre muera por el pueblo, y no que
toda la nación perezca. Ahora bien, no dijo esto de su propia iniciativa, sino
que siendo el sumo sacerdote ese año, profetizó que Yeshúa iba a morir por la
nación; y no sólo por la nación, sino también para reunir en uno a los hijos de
Eloah que están esparcidos. Así que, desde ese día planearon entre sí para
matarle.”
Había una discusión entre los
tsedukim y los perushim cuándo había que sacrificar el cordero de Pesaj, la
tarde antes del 14 de Nisán, o la misma tarde del 14 de Nisán. Los tsedukim
dijeron que tenía que ser sacrificado antes del 14 de Nisán y comido durante la
noche del 14 de Nisán. (Hay que tener muy en cuenta que el día no empieza según
el cálculo romano, a las 12 h de la noche, sino a la caída del sol.) Así que
los tsedukim sacrificaban sus corderos un día antes que los perushim. Los
perushim fueron los que tenían la influencia sobre las masas de Israel, y por
eso la mayoría seguía sus normas. Esto nos enseña que la vez cuando Yeshúa
celebró el último Pesaj con sus talmides, lo hizo un día antes, según la
tradición de los tsedukim, para luego poder ser el mismo Cordero de Eloah y morir
el día siguiente, según la tradición de los perushim.
El cordero tenía que ser
sacrificado por la tarde, más exactamente “entre las dos tardes”, según el
texto hebreo. Según Rashí, la expresión “entre las dos tardes” significa el
tiempo entre el mediodía, cuando el sol empieza a inclinarse, y la tarde cuando
el sol se pone, “desde el oscurecimiento del día hasta el oscurecimiento de la
noche”. La palabra “erev”, “tarde” significa, según Rashí, “crepúsculo” o
“oscuridad”, como se ve en Isaías 24:11b donde está escrito:
“toda alegría se ha oscurecido (arvá),
desterrado está el júbilo de la tierra.”
“Entre las dos tardes” sería
alrededor de las 3 h de la tarde, según el horario romano.
La Mishná dice: “El sacrificio
diario (Números 28:1-8) se sacrifica a las ocho y media (dos y media
de la tarde según el cómputo romano) y se ofrece a las nueve y media (tres
y media). En la vigilia del Pesaj (el 14 de Nisán) se sacrifica a la
siete y media y se ofrece a las ocho y media, ya sea día ferial, ya sea Shabat.
Si la vigilia pascual ocurre en la tarde del sábado (viernes), se
sacrifica a las seis y media y se ofrece a las siete y media. Luego el
sacrificio pascual.”
Los relatos del Código Real
muestran que Yeshúa murió en la novena hora del día, lo cual corresponde a las
tres de la tarde según la hora romana, como está escrito en Lucas 23:44-46:
“Era ya como la hora sexta,
cuando descendieron tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena al
eclipsarse el sol. El velo del templo se rasgó en dos. Y Yeshúa, clamando a
gran voz, dijo: Padre, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU. Y habiendo dicho
esto, expiró.”
En el texto de la Mishná vemos
que los corderos de Pesaj fueron sacrificados después del sacrificio diario de
la tarde, que en días normales fue adelantado una hora para dejar lugar para el
Korbán Pesaj (sacrificio pascual). Esto nos enseña que los primeros corderos de
Pesaj, que fueron sacrificados aquel 14 de Nisán cuando Yeshúa estaba colgando
sobre el madero enfrente de la entrada del templo, murieron a la misma hora que
él.
El texto de la Mishná también
nos enseña que si el 14 de Nisán cayó el sexto día de la semana, en víspera de
Shabat, se adelantó el sacrificio diario dos horas para dejar lugar al
sacrificio de Pesaj. En tal caso es Korbán Pesaj empezaría alrededor de las dos
de la tarde, hora romana, lo cual no coincide con la hora de la muerte del
Mesías. Esto nos indica que la muerte de Yeshúa no ocurrió el viernes.
Si ubicamos el día de la muerte
de Yeshua en el sexto día de semana (viernes), no cuadra con el texto de Juan
12:1 donde dice que llegó de viaje a Beit-Anyá seis días antes de la Pesaj,
puesto que Yeshua no viajó en Shabat.
Tampoco cuadra con el texto de
Mateo 12:40 donde dice que tenía que estar en la tierra durante tres días y
tres noches. Entre viernes y domingo no hay tres días y tres noches.
Si ubicamos el día de la muerte
de Yeshua en el cuarto día de semana (miércoles), no cuadra con el texto de
Lucas 24:21 donde dice que ese primer día de la semana (domingo) era el tercer
día después de su muerte, puesto que sería el cuarto día después de su muerte.
Amados Hermanos hay pruebas contundentes en el Brith Hadashsa dónde me
indican que Yeshúa Ha Mashiaj resucitó en Shabbat: Primero Yeshúa murió un
miércoles(Romano) a las 3.00 pm. Segundo: analicemos los siguientes
versículos: Mateo/Mattityahú 27.32/52,
el versículo clave 46 y 50.
V.46 y aproximadamente a las tres de la tarde Yeshúa confesó a gran voz
y dijo: Elí, Elí, lamah Atsavtani”.
V.50 Entonces Yeshúa, gimiendo de nuevo a gran voz, entregó el espíritu.
Marcos/Meir 15.21/41, los versículos claves: 25, 33/34
V.25 Eran las nueve de la mañana cuando fue clavado al madero.
V.33 Llegando las doce del día, hubo oscuridad sobre toda la tierra de
Israel hasta las tres de la tarde.
V.34 Y a las tres de la tarde, Yeshúa gritó a gran voz: “Elohí, Elohí,
Lemaná shevaktaní” que significa: “Mi Elokim, mi Elokim para esta hora he sido
apartado.
Lucas/Hilel 23.26/45, los versículos claves 44/46 – 54
V.44 Era ya como el mediodía, y aparecieron densas tinieblas sobre toda
la tierra hasta la hora novena.
V.45 El sol se oscureció y el parojet del Templo, se desgarró por el
medio.
V.46 Y Yeshúa clamando a gran voz dijo: “Avi be yadja afkid rují” “Padre
en tus manos encomiendo mi espíritu”.
V.54 Era día de preparación aquél día porque un Shabbat se acercaba.
Shabat de Pesaj.
Yohanán 19.17/30, el versículo clave el 30.
V.30 Luego que Yeshúa tocó el vinagre con sus labios dijo. Consumado es.
Y habiendo inclinado la cabeza, entregó su rúaj/Espiritu.
LA SEÑAL DE JONÁS SE CUMPLE
La única manera en que la señal de Jonás (Yonah) se pudo haber cumplido
es la Siguiente:
1) Yeshúa murió el 14 de Abib/nissan (primer mes del calendario hebreo),
ese día fue un miércoles. (Romano)
2) Fue sepultado poco antes de comenzar el Shabaton/Sábado de Pesaj
(Pascua).
3) Pasó en la tumba la noche y el día del jueves, la noche y el día del
viernes Y la noche y el día del Shabbat semanal,
es decir 3 días y 3 noches tal como él mismo lo había declarado
Mateo/Mattityahú 12:40 Porque así como Yonah (Jonás) estuvo en el vientre del
pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre (Ben Adam) tres días
y tres noches bajo tierra.
4) Sí murió Miércoles a las 3.00 p.m. Resucitó 72 horas después, al
tercer día, es decir poco antes de terminar el Shabbat (Sábado) semanal,
Tenemos que empezar a contar desde el día Miércoles.
5) Esto no es negociable porqué escrito está en las Sagradas Escrituras.
CONCLUSIÓN: Nos han querido meter una idea pagana de que Yeshúa resucitó
domingo, pero así no es, las Sagradas Escrituras son muy claras, que apareció
en domingo el primer día de la semana es otra cosa, pero Yeshúa Ha Mashiaj resucitó
en Shabbat. Amen.
12:7
“Y tomarán parte de la sangre y la pondrán en los dos postes y en el dintel de
las casas donde lo coman.” – En Mitsrayim tenían puertas con dos postes y un
dintel que formaban cruces en las esquinas. La cruz, como hemos dicho antes,
está representada en la antigua letra hebrea tav, que se parece a una X. De
esta manera aprendemos que la sangre que fue puesta sobre las maderas en las
casas en Mitsrayim anunciaba la muerte del Mesías ben Yosef sobre el madero que
se parecía a una cruz, según la costumbre romana. La letra tav es la última
letra del alefato hebreo y simboliza el final. Con esto vemos como la obra
redentora del Mesías se había consumado cuando murió en aquél madero, como está
escrito en Juan 19:30:
“Entonces Yeshúa, cuando hubo
tomado el vinagre, dijo: ¡Consumado es! E inclinando la cabeza, entregó el
espíritu.”
La simbología en Mitsrayim
enseña que la muerte del Cordero de Eloah constituye una puerta. Es la puerta
de la redención, NUESTRA REDENCION. Amen. Como está escrito en Juan 10:9a:
“Yo soy la puerta; si alguno
entra por mí, será salvo”
12:8
“comerán la carne esa noche, asada al fuego, y la comerán con pan sin levadura
y con hierbas amargas.” – Sólo se come la carne, no los tendones ni los huesos.
Esa noche se refiere a la noche del 15 de Nisán. El sacrificio de Pesaj no se
puede comer de día. Para asarlo se usaba, en el tiempo del segundo templo, una
estaca de madera de granado que atravesaba el animal desde la boca hasta el
ano. Las extremidades y las entrañas se colocaban en el interior según la
opinión del R. Yosé el galileo. R. Akivá dijo que se deben colocar por el
exterior para no ser cocidos. Según el Talmud y Rashí los intestinos deben ser
colocados en el interior después de haber sido lavados.
Los tres ingredientes más
importantes en la celebración son:
- Korbán Pesaj – el
cordero sacrificado y asado (sólo permitido en Yerushalayim, Deuteronomio
16:5-6)
- Matsá – pan sin levadura
(de trigo, cebada, avena o centeno)
- Maror – hiervas
amargas (son válidas: lechuga, apio, perifollo, eringio y hierbas amargas)
La Mishná dice: “Rabán Gamaliel
solía decir: quien no dijo estas tres cosas en el sacrificio pascual no cumplió
su obligación, a saber: el cordero pascual, el pan ácimo y las hierbas amargas.
El cordero pascual, porque Eloah pasó de largo sobre las casas de nuestros
padres en Mitsrayim. El pan ácimo, porque fueron redimidos nuestros padres de
Mitsrayim. Hierbas amargas, porque los mitsríes amargaron la vida de nuestros
padres en Mitsrayim, (Génesis 1:14). En cada una de las generaciones ha de
considerarse cada uno a sí mismo como si hubiese él salido de Mitsrayim, ya que
está escrito: “lo explicarás a tu hijo en aquel día, diciendo: es por lo que el
Eterno hizo por mí al salir de Mitsrayim (13:8)””
Las cuatro copas fueron añadidas
por Hilel, poco antes de Yeshúa. En la cena de Pesaj, narrada en el Código
Real, vemos como el Mesías usaba copas de vino. Esto nos enseña que él se
sometía a una nueva costumbre que fue introducida en la celebración por uno de
los jueces de Israel de la época. Dijo que el pan matsá hace referencia a él
mismo, como está escrito en Lucas 22:19:
“Y habiendo tomado pan,
después de haber dado gracias, lo partió, y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo
que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.”
Yeshúa usa la tercera de las
cuatro copas y la aplica sobre sí, como está escrito en Lucas 22:20:
“De la misma manera tomó la copa
después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre,
que es derramada por vosotros.”
En Juan 6:48-59 está escrito:
“Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y
murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que coma de él,
no muera. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este
pan, vivirá para siempre; y el pan que yo también daré por la vida del mundo es
mi carne. Los judíos entonces contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste
darnos a comer su carne? Entonces Yeshúa les dijo:
En verdad, en verdad os digo: si
no coméis la carne del Hijo del Hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida en
vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo
resucitaré en el día final. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es
verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo
en él. Como el Padre que vive me envió, y yo vivo por el Padre, asimismo el que
me come, él también vivirá por mí. Este es el pan que descendió del cielo; no
como el que vuestros padres comieron, y murieron; el que come este pan vivirá
para siempre. Esto dijo Yeshúa en la sinagoga, cuando enseñaba en Kefar-Najum.”
La aplicación profética de
Yeshúa de comer su carne y beber su sangre tiene una clara relación con la
celebración del Pesaj judío. La carne del cordero trajo sanidad a todos los que
la comían en Mitsrayim, según está escrito en el Salmo 105:37: “Pero a ellos
los sacó con plata y oro, y entre sus tribus no hubo quien tropezara.”
La sangre del cordero trajo
libertad de la muerte.
12:9
“No comeréis nada de él crudo ni hervido en agua, sino asado al fuego, tanto su
cabeza como sus patas y sus entrañas.” – Esto nos enseña que el espíritu de
Yeshúa tenía que pasar por el fuego eterno, para redimirnos de allí.
Su cabeza habla de la mente del
Mesías, como está escrito en 1 Corintios 2:16: “Porque ¿QUIEN HA CONOCIDO LA
MENTE DEL Eterno, PARA QUE LE INSTRUYA? Mas nosotros tenemos la mente del
Mesías.”
Sus patas hablan de la conducta
del Mesías, su manera de caminar en la vida, como está escrito en Mateo 4:19:
“Y les dice: Seguidme...”
En 1 Juan 2:6 está escrito: “El
que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.”
Sus entrañas hablan de dos
cosas, el amor y la motivación del Mesías, como está escrito en Mateo 9:36:
“Y viendo las multitudes, tuvo
compasión de ellas, porque estaban angustiadas y abatidas como ovejas que no
tienen pastor”
En
Revelación 2:23 está escrito: “Y a sus hijos mataré
con pestilencia, y todas las congregaciones sabrán que yo soy el que escudriña
los riñones y los corazones, y os daré a cada uno según vuestras obras.”
La sangre del cordero libera de
la muerte. Esto es el primer paso en el camino de la redención. Es la salvación
que cada uno obtiene al poner su fe en el sacrificio sustituto de Yeshúa. El
segundo paso es comer su cabeza, sus patas y sus entrañas. Recibimos la cabeza
del Mesías por medio del estudio de la Toráh acompañados por el Espíritu del
Mesías que nos explica las cosas. Recibimos las patas del Mesías mediante una
imitación de su conducta, en palabra y obra. Recibimos las entrañas del Mesías
mediante la llenura del Espíritu del Mesías, la limpieza de nuestros pecados y
los sufrimientos.
12:10 “Y no dejaréis
nada de él para la mañana, sino que lo que quede de él para la mañana lo
quemaréis en el fuego.” – Es imposible no dejar algo de él. No se podía comer
ni los tendones, inclusive el nervio ciático, (ver Génesis 32:33), ni los
huesos. Así que lo único que se podía hacer era quemar el resto. Esto nos
enseña la importancia de recibir todo lo que es el Mesías Yeshúa. No podemos
decir que queremos solamente una parte de él. No podemos decir que sólo
queremos su sangre para ser libres de la muerte. No podemos decir que no
queremos estudiar la Toráh para obtener su mente. No podemos decir que no
queremos imitar su conducta en el judaísmo.
No podemos dejar de preocuparnos por
los demás. No podemos dejar de buscar motivos limpios en lo más íntimo de
nuestro ser. Todo esto es necesario para poder llegar a la madurez. Estos tres
pasos corresponden a los tres niveles de crecimiento espiritual para los hijos
de Eloah, de los cuales hemos hablado antes.
Este texto también
nos enseña que el primer hombre fue totalmente eliminado con la muerte del
Mesías. El segundo hombre fue creado con su resurrección, como está escrito en
1 Corintios 15:22, 45, 47:
“Porque así como en Adam
todos mueren, también en el Mesías todos serán vivificados... Así también
está escrito: El primer HOMBRE, Adam, FUE HECHO ALMA VIVIENTE. El último
Adam, espíritu que da vida... El primer hombre es de la tierra,
terrenal; el segundo hombre es del cielo.”
En Efesios 2:15 está escrito:
“aboliendo en su carne la enemistad, la ley de los mandamientos expresados en
ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un nuevo hombre,
estableciendo así la paz”
En Efesios 4:22-24
está escrito: “que en cuanto a vuestra anterior
manera de vivir, os despojéis del viejo hombre, que se corrompe según los
deseos engañosos, y que seáis renovados en el espíritu de vuestra mente, y os
vistáis del nuevo hombre, el cual, en la semejanza de Eloah, ha sido
creado en la justicia y santidad de la verdad.”
12:11 “Y de
esta manera lo comeréis: ceñidos vuestros lomos, las sandalias en vuestros pies
y el cayado en vuestra mano, lo comeréis apresuradamente. Es el Pesaj del
Eterno.” – La palabra Pesaj se refiere en primer lugar al animal sacrificado,
el Korbán (sacrificio). Por esto el día de Pesaj es en primer lugar el 14 de
Nisán, cuando se sacrifica el animal, como está escrito en Números 33:3:
“El mes primero partieron de
Ramsés el día quince del mes primero; el día después del Pesaj, los hijos de
Israel marcharon con mano poderosa a la vista de todos los mitsríes”
En Josué 5:10-11 está escrito:
“Estando los hijos de Israel acampados en Guilgal, celebraron el Pesaj en
el día catorce del mes, por la tarde, en los llanos de Yerijó. Y el día después
del Pesaj, ese mismo día, comieron del producto de la tierra, panes sin levadura
y cereal tostado.”
En Éxodo 34:25 vemos como la
palabra Pesaj es usada más bien sobre la celebración, que sobre el mismo
animal, como está escrito:
“No ofrecerás la sangre de mi
sacrificio con pan leudado, ni se dejará nada del sacrificio de la fiesta del
Pesaj hasta la mañana.”
En Lucas 2:41 está escrito: “Sus
padres acostumbraban ir a Yerushalayim todos los años a la fiesta de Pesaj.”
Más adelante vemos como la misma
fiesta de los panes sin levadura, que empieza la noche del 15 de Nisán, toma el
nombre del animal sacrificado, como está escrito en Lucas 22:1: “Se acercaba la
fiesta de los panes sin levadura, llamada Pesaj.”
En Juan 2:23 está
escrito: “Cuando estaba en Yerushalayim durante la
fiesta de Pesaj, muchos creyeron en su nombre al ver las señales que hacía.”
Pero en la gran mayoría de las
veces que la palabra Pesaj aparece en las Escrituras, hace referencia al mismo
cordero.
La palabra hebrea “pésaj” viene
de la raíz “pasáj” que significa “pasar por encima”, “saltar”, en alusión a que
el Eterno saltó por encima de las casas de los hijos de Israel sin hacerles
daño cuando mató a todos los primogénitos en Mitsrayim.
12:12
“Porque esa noche pasaré por la tierra de Mitsrayim, y heriré a todo
primogénito en la tierra de Mitsrayim, tanto de hombre como de animal; y
ejecutaré juicios contra todos los dioses de Mitsrayim. Yo, el Eterno.” – Los
primogénitos representan el resto del pueblo, como está escrito en el Salmo
136:10:
“Al que hirió a Mitsrayim en sus
primogénitos, porque para siempre es su misericordia”
12:13 “Y la
sangre os será por señal en las casas donde estéis; y cuando yo vea la sangre
pasaré sobre vosotros, y ninguna plaga vendrá sobre vosotros para
destruiros cuando yo hiera la tierra de Mitsrayim.” – Como está escrito
que la sangre será señal para los hijos de Israel, no para otros, Rashí saca la
conclusión de que la sangre fue puesta en la parte interior de las casas, no
hacia fuera.
La palabra hebrea para señal es
“ot” (alev, vav, tav). En este texto ha sido escrita de manera defectiva,
faltando la letra vav, que significa “clavo”, quedando así con la primera y la
última letra del alefato hebreo. Esto nos enseña que la sangre del cordero de
Pesaj es una señal incompleta para los hijos de Israel. ¡Hay otra señal más
completa donde no faltan los clavos en relación con la sangre sobre los
maderos! Esa señal es Aquel que dijo, según está escrito en Revelación 22:13:
“Yo soy el Alef y la Tav, el
primero y el último, el principio y el fin.”
12:15
“Durante un periodo de siete días comeréis panes sin levadura; además, desde el
primer día quitaréis toda levadura de vuestras casas; porque cualquiera que
coma algo leudado desde el primer día hasta el séptimo, su alma será cortada de
Israel.”
– Deuteronomio 16:8 dice que hay que
comer matsá durante un periodo de seis días. Esto significa que en el séptimo
día no hay una obligación de comer matsá (pan sin levadura), es opcional,
siempre y cuando no se coma jamets, algo leudado. La octava regla de
interpretación de la Torá del rabí Yishmael dice que todo lo que estaba
comprendido dentro de una categoría general y que luego fue destacado
específicamente para enseñar algo, no fue destacado solamente para enseñar algo
con respecto a sí mismo, sino también a todo lo implicado en la categoría
general. Basado en esta regla, Rashí deduce que por ser opcional el comer matsá
el séptimo día de la fiesta de los panes sin levadura, así lo es también para
los otros seis días de la fiesta.
Pero para la primera noche hay un
mandamiento específico de comer matzá, y por eso no es opcional, como está
escrito en Éxodo 12:18: “Por la noche comeréis pan ácimo”
“desde el primer día quitaréis
toda levadura de vuestras casas” – Rashí lo traduce: “Pero en el día previo” –
Se refiere al día previo a la fiesta del día 15. Por esto es llamado aquí
“primero”, en el sentido de que precede a la fiesta de siete días. Hay otros
ejemplos en las Escrituras cuando la palabra “rishón”, “primero” tiene el mismo
significado, cf. Job 15:7. En español existe algo similar en la expresión
“primero que todo” que da a entender que hay que hacer algo antes de otra cosa.
No está permitido tener jamets, algo leudado, en el momento de sacrificar el
Pesaj, como está escrito en Éxodo 34:25
“No ofrecerás la sangre de mi
sacrificio (el cordero de Pesaj) con pan leudado, ni se dejará nada
del sacrificio de la fiesta del Pesaj hasta la mañana.”
La idea es que no puede haber
jamets a partir del medio día el 14, cuando está permitido sacrificar el
cordero. Antes del mediodía tiene que estar eliminada toda la levadura.
“su alma será cortada de Israel”
– No se refiere a darle la pena de muerte, sino que su alma es cortada de su
relación espiritual con el pueblo de Israel y con el Eterno, como está escrito
en Levítico 22:3b:
“esa alma será cortada de mi
presencia.”
La levadura simboliza varias
cosas en las Escrituras:
- La
levadura de los perushim – hipocresía, Lucas 12:1 (no vivir lo que se enseña).
- La
levadura de los perushim y los tsedukim – doctrina falsa, Mateo 16:11-12.
- La
levadura de Herodes – soberbia y astucia política, Marcos 8:15; Lucas 13:32.
- La
levadura de malicia y maldad – jactancia, adulterio, mentira, 1 Corintios 5:6-8
En resumen, la
levadura simboliza el pecado. La importancia que da la Torah para la
eliminación de todas las sustancias leudadas y de la prohibición rígida de no
comer estas sustancias, nos enseña varias cosas:
- El pecado fue eliminado con la muerte
del Cordero de Eloah
- Para ser
parte de la redención final hay que trabajar meticulosamente para eliminar todo
pecado en la vida personal, “la casa”.
- Yeshúa es el
pan sin levadura, sin pecado, que es ofrecido a todo israelita para que lo
reciba personalmente y así sea parte de la redención. (Hermanos Yeshua es la
Torah viva, entonces es el pan de vida eterna.) quien lo crea diga AMEN.
Quinta aliyá,
12:21-28
12:21 “Entonces Moshé convocó a todos los ancianos
de Israel, y les dijo: Sacad del rebaño corderos para vosotros según vuestras
familias, y sacrificad el Pesaj.” – Esto constituye una de las obras de fe más
importantes de la historia de nuestro pueblo, como está escrito en Hebreos
11:28: “Por la fe celebró el Pesaj y el rociamiento de la sangre, para que el
exterminador de los primogénitos no los tocara.”
La celebración de la fiesta con
el Pesaj fue una obra de fe, porque antes de salir, los hijos de Israel ya
celebraron su libertad. La fe habla y actúa según las cosas que no son como si
fuesen y así suceden.
12:22 “Y
tomaréis un manojo de hisopo, y lo mojaréis en la sangre que está en la vasija,
y untaréis con la sangre que está en la vasija el dintel y los dos postes de la
puerta; y ninguno de vosotros saldrá de la puerta de su casa hasta la mañana.”
– El hisopo es como el algodón, tiene la capacidad de chupar los líquidos.
Además el hisopo tiene la característica de guardar la sangre para que no
coagule. Así que la sangre untada en las maderas de las puertas no se
coagulaba. Estaba viva todo el tiempo. Esto nos enseña que la sangre del Mesías
siempre está viva y presente ante el Padre en el cielo.
El hisopo no es usado en las
celebraciones posteriores de Pesaj, sólo se usó en Mitsrayim. Pero vuelve a
aparecer en las Escrituras en relación con la muerte de Yeshúa, como está
escrito en Juan 19:29: “Había allí una vasija llena de vinagre; colocaron,
pues, una esponja empapada del vinagre en una rama de hisopo, y se la acercaron
a la boca.”
El hisopo es usado también en la
ceremonia de la purificación de tsaráat, “lepra” y la purificación por haber
estado en contacto con la muerte, cf. Levítico 14:4ss; Números 19:6; 1 Reyes
4:33 (5:13 heb.). También se usó para el rociamiento del pacto en Sinai, cf.
Hebreos 9:19. El hisopo está íntimamente relacionado con la purificación del
pecado y de la muerte, como está escrito en el Salmo 51:7: “Purifícame con
hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve.”
Se dice que El doctor
Alejandro Flemming que descubrió la
penicilina, cultivó la primera penicilina del moho del hisopo.
Sexta aliyá, 12:29-51
12:30 “se levantó Paró en la noche, él con todos sus siervos y todos los
egipcios; y hubo gran clamor en Mitsrayim, porque no había hogar donde no
hubiera alguien muerto.” – Todos los primogénitos que había en la tierra de
Mitsrayim fueron heridos, cf. 12:12, no solamente de los mitsríes. La única
manera de ser liberado de esta plaga era unirse con el pueblo de Israel y creer
en la sangre del cordero.
En todas las casas había
algún muerto. Según Rashí, implica también que el más importante en cada casa
fue considerado como primogénito, aunque no había nacido primero, cf. Salmo
89:27.
12:37 “Y
partieron los hijos de Israel de Ramsés hacia Sukot, unos seiscientos mil
hombres de a pie, sin contar los niños.” – La liberación llevó el pueblo hasta
Sukot. La fiesta de Sukot es la última fiesta en el programa de redención del
Eterno, al final del año, como está escrito en Éxodo 34:22b:
“la fiesta de la recolección al
final del año.”
12:38
“Subió también con ellos una multitud mixta, juntamente con ovejas y vacadas,
una gran cantidad de ganado.” – Esta multitud se había unido al pueblo de
Israel y se había circuncidado junto con ellos para poder comer el Pesaj y ser
parte de la redención, cf. 12:48-51.
12:43 “Y el
Eterno dijo a Moshé y a Aharón: Esta es la ordenanza del Pesaj: ningún
extranjero comerá de ella.” – La palabra hebrea que ha sido traducida como
extranjero es “ben nejar” que significa un extraño, lo cual implica tanto un
israelita apóstata como un gentil (Rashí).
12:45 “El
extranjero y el jornalero no comerán de ella.” – La palabra hebrea que ha sido
traducida como extranjero es “toshav”, que significa “residente”, técnicamente
llamado “guer toshav”. Este nombre se da a un gentil que ha renegado de la
idolatría y, según muchas autoridades, también ha aceptado cumplir los siete
mandamientos de los hijos de Noaj. El jornalero, “sajir”, es cualquier gentil
que no es un “guer toshav”. El Talmud dice: “Toshav significa un no judío que
ha abandonado los ídolos pero aun se le permite ciertas cosas, como por
ejemplo, cierto tipo de comidas que no es apta para el judío. Sajir significa
un no judío que ha sido circuncidado pero aun no ha entrado en el mikveh (baño
ritual para completar su conversión)”. En cualquier caso, “toshav” y
“sajir” son personas que no son parte de la comunidad de Israel.
12:46 “Se
ha de comer en una misma casa; no sacaréis nada de la carne fuera de la casa,
ni quebraréis ninguno de sus huesos.” – Esto fue anunciado con respecto a lo
que iba a pasar con el Mesías Yeshúa, como está escrito en Juan 19:31-36:
“Los judíos entonces, como era
el día de preparación (del Pesaj), a fin de que los cuerpos no se
quedaran en el madero en el Shabat (porque ese Shabat era muy solemne),
pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y se los llevaran. Fueron,
pues, los soldados y quebraron las piernas del primero, y también las del otro
que había sido crucificado con Yeshúa; pero cuando llegaron a Yeshúa, como
vieron que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas; pero uno de los
soldados le traspasó el costado con una lanza, y al momento salió sangre y
agua. Y el que lo ha visto ha dado testimonio, y su testimonio es verdadero; y
él sabe que dice la verdad, para que vosotros también creáis. Porque esto
sucedió para que se cumpliera la Escritura: NO SERÁ QUEBRADO HUESO SUYO.”
12:47 “Toda
la congregación de Israel la celebrará.” – Según la obra magnífica de Yeshúa
HaMashíaj, los gentiles pueden entrar y formar parte de la congregación de
Israel, por medio de un acto de conversión sin tener que circuncidarse en la
carne. Los requisitos para la conversión mesiánica son:
1 - Arrepentimiento de los
pecados y la idolatría de las naciones.
2 - Aceptación del yugo del Reino y de la Toráh.
3 - Circuncisión del
corazón y recepción del Espíritu de Mashiaj.
4 - Recepción del sacrificio expiatorio de Yeshúa.
5 - Fe en Eloah que resucitó a
Yeshúa de entre los muertos.
5 - Confesión de Yeshúa como el Señor.
7 - Purificación por agua en el
nombre de Yeshúa HaMashiaj.
Estos siete pasos constituyen la
puerta de entrada de para un gentil que hace la conversión mesiánica para
pertenecer al pueblo de Israel. A partir de la tevilá, la purificación, no es
considerado como “sajir” ni “ben nejar” ni “toshav” ni “ben Noaj”, sino es un
miembro pleno de Israel, hijo de Avraham por adopción y parte de la familia de
Eloah, como está escrito en Efesios 2:19: “Así pues, ya no sois extraños ni
extranjeros, sino que sois conciudadanos de los santos y sois de la familia de
Eloah.”
En Gálatas 3:7, 9 está escrito:
“Por consiguiente, sabed que los
que son de fe, éstos son hijos de Avraham... Así que, los que son de fe son
bendecidos con Avraham, el creyente.”
En Romanos 4:11, 16 está
escrito: “y recibió la señal de la circuncisión como sello de la justicia de la
fe que tenía mientras aún era incircunciso, para que fuera padre de todos los
que creen sin ser circuncidados, a fin de que la justicia también a ellos les
fuera imputada... Por eso es por fe, para que esté de acuerdo con la gracia, a
fin de que la promesa sea firme para toda la posteridad, no sólo a los que son
de la ley, sino también a los que son de la fe de Avraham, el cual es padre de
todos nosotros”
El Rabí Dan ben Avraham escribe:
“Desde el punto de vista de la Halajah leMashiaj Mirushalayim, un no judío que
hace la conversión al Eloah de Israel basado en los méritos de Mashiaj
provistos para él y que completa su conversión con su entrada al mikveh, no es
considerado más toshav ni sajir, sino “conciudadano de los consagrados a El
Eterno y miembros de la familia de Eloah”, esto es ¿Puede entonces ser invitado
al korbán Pesaj sin violar este mandamiento?...
“En el caso de un no judío que
ha hecho la conversión al Eloah de Israel y ha completado esa conversión
entrando en Mikveh y anda según los mandamientos que aplican a su caso, es
considerado parte de Israel y de la familia de los consagrados al Eterno. Por
lo que no es visto más como un Toshav ni como un Sajir ni como un Nejar. Y como
la circuncisión en la carne no se le requiere, tal mandamiento no le alcanza,
como no alcanza a la mujer por ejemplo. Rabino Shaúl establece: “Porque
cuando los de origen gentil, que no tienen la Torah, hacen por su nueva
naturaleza (conversión) lo que es de la Torah, éstos, aunque no tengan Torah,
son Torah para ellos mismos... si el de origen gentil llamado incircunciso,
guarda perfectamente la Torah que es apropiada para ellos, ¿no le será tenida
su incircuncisión como circuncisión?”
“Por tanto, no solamente le es
permitido según nuestra Halajah, sino que además le es dado ese derecho
legítimo al cual tiene acceso por su conversión a través de Mashiaj.”
Como la Toráh prohíbe la
participación del cordero de Pesaj a los no circuncidados, de la misma manera
no se puede compartir del Cordero de Eloah sin haber experimentado la
circuncisión del corazón, en el espíritu, como está escrito en Colosenses
2:11-13: “En él también fuisteis circuncidados con una circuncisión no hecha
por manos, al quitar el cuerpo de la carne mediante la circuncisión del Mesías;
habiendo sido sepultados con él en la tevilá (purificacion), en el cual
también habéis resucitado con él por la fe/Emuna en la acción del poder de
Eloah, que le resucitó de entre los muertos. Y cuando estabais muertos en
vuestros delitos y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida
juntamente con él, habiéndonos perdonado todos los delitos.”
En Romanos 2:29 está escrito:
“sino que es judío el que lo es interiormente, y la circuncisión es la del
corazón, por el Espíritu, no por la letra; la alabanza del cual no procede de
los hombres, sino de Eloah.”
En Filipenses 3:3 está escrito:
“porque nosotros somos la verdadera circuncisión, que adoramos en el Espíritu
de Eloah y nos gloriamos en el Mesías Yeshúa, no poniendo la confianza en la
carne”
Amen Gloria a El Eterno; en el
nombre de Yeshua.
Shabat Shalom
Recopilado por Orlando Unda
Ramirez
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