viernes, 15 de enero de 2016

Parashá 15 Bo

Parashá 15 Bo -Shemot (Éxodo) 10:1 - 13:16
Para ser compartida hoy 6 Shevat 5776/16 Enero 2016

 Aliyás de la Torá:
1.     10:1-11
2.     10:12-23
3.     10:24 – 11:3
4.     11:4 – 12:20
5.     12:21-28
6.     12:29-51
7.     13:1-16
Haftará: Jeremías 46:13-28
Brit Hadasha (HaTsofen HaMaljutí): Lucas 5:12 – 7:50
Bo Significa “VEN”. (VE o LLEGA)
Nuestra parashá habla sobre los siguientes temas:
Primera aliá (10:1-11): La advertencia de Moshé y la respuesta del Faraón.
Segunda aliá (10:12-23): La plaga de las langostas. La plaga de la oscuridad.
Tercera aliá (10:25 - 11:3): La amenaza del Faraón a Moshé. Elohim le avisa a Moshé que mandará la última plaga y los preparativos del pueblo.
Cuarta aliá (11:4 - 12:20): La advertencia de Moshé al Faraón. El Eterno le ordena al pueblo de Israel las leyes concernientes a la preparación del sacrificio de Pésaj en Egipto. El precepto de la festividad de Pésaj.
La mitzvá de la matzá.
Quinta aliá (12:21-28): Moshé ordena al pueblo de Israel las leyes de Pésaj.
Sexta aliá (12:29-51): La plaga de la muerte de los primogénitos. La salida de Mizrayim/Egipto. Leyes relacionadas al sacrificio de Pésaj.
Séptima aliá (13:1-16): La Mitzvá del rescate del primogénito. Leyes de Pésaj. La mitzvá de los tefilín.

Comentarios y Enseñanza

Primera aliyá, 10:1-11

10:1   “Entonces el Eterno dijo a Moshé: Preséntate a Paró, porque yo he hecho pesado su corazón y el corazón de sus siervos, para mostrar estas señales mías en medio de ellos” – La palabra hebrea que ha sido traducida como “preséntate” es “bo”, que significa “ven” ve, o “Llega”. Esto nos enseña que el Eterno fue primero a Paró e invitó a Moshé a ir con él. Un siervo del Eterno no hace las cosas por sí mismo, sino en colaboración con el Eterno. No toma iniciativas propias, sino siempre en relación con el Eterno, con lo que él dice y hace. Si tomamos decisiones sin consultar con el Eterno podemos sufrir graves consecuencias, como está escrito en Josué 9:14:
“Y los hombres de Israel tomaron de sus provisiones, y no pidieron el consejo del Eterno.”
10:2   “y para que cuentes a tu hijo y a tu nieto, cómo me he burlado de los mitsríes, y cómo he mostrado mis señales entre ellos, y para que sepáis que yo soy el Eterno.” – Los padres tienen la responsabilidad de enseñar a los hijos acerca de lo que el Eterno ha hecho en sus vidas y, especialmente lo que pasó con la salida de Mitsrayim. Esta salida simboliza la liberación de hasatán, el pecado y el mundo por medio de Yeshúa el Mesías. Hay que contar a los hijos la experiencia de salvación por medio de Mashiaj. Los padres tienen que transmitir estas verdades a sus hijos. Este texto también nos enseña que los abuelos tienen la obligación de contar a sus nietos acerca de la redención del Eterno. La tarea de transmitir la fe hebrea no cae solamente sobre los padres, sino también sobre los abuelos, como está escrito en Joel 1:3:
“Contadlo a vuestros hijos, y vuestros hijos a sus hijos, y sus hijos a la siguiente generación.”
En el Salmo 78:2-8 está escrito: “En parábolas abriré mi boca; hablaré enigmas de la antigüedad, que hemos oído y conocido, y que nuestros padres nos han contado. No lo ocultaremos a sus hijos, sino que contaremos a la generación venidera las alabanzas del Eterno, su poder y las maravillas que hizo.

Porque Él estableció un testimonio en Yaakov, y puso una ley en Israel, la cual ordenó a nuestros padres que enseñaran a sus hijos; para que la generación venidera lo supiera, aun los hijos que habían de nacer; y éstos se levantaran y lo contaran a sus hijos, para que ellos pusieran su confianza en Eloah, y no se olvidaran de las obras de Eloah, sino que guardaran sus mandamientos; y no fueran como sus padres, una generación porfiada y rebelde, generación que no preparó su corazón, y cuyo espíritu no fue fiel a Eloah.”
La tradición de pasar la revelación de padres a hijos, es la que ha mantenido vivo el pueblo de Israel a lo largo de todas las generaciones y es parte de la misma declaración de fe hebrea, como está escrito en Deuteronomio 6:6-7:
“Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y diligentemente las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.”
Si los padres dejan que otros se encarguen de la educación espiritual de sus hijos, NO han cumplido con esta responsabilidad. Tanto los padres como los hijos tienen la necesidad de esta transmisión. Los padres necesitan recordar y alabar al Eterno por los milagros que han vivido y pasar estas experiencias a sus hijos y a sus nietos. Ellos, a su vez, recibirán, y serán conscientes de, una herencia espiritual que es capaz de producir en ellos una confianza profunda en Eloah. Un padre debe leer la Escrituras todos los días a sus hijos, mientras estén viviendo bajo su techo. Así levantará una generación de santos.
10:9   “Y Moshé respondió: Iremos con nuestros jóvenes y nuestros ancianos; con nuestros hijos y nuestras hijas; con nuestras ovejas y nuestras vacadas iremos, porque hemos de celebrar una fiesta al Eterno.” – Este versículo nos enseña que hay tres cosas que son necesarias para que se pueda celebrar una fiesta para el Eterno:
·         Libertad      -   La familia   -   Sacrificio
Sin estos tres no es posible celebrar una verdadera fiesta al Eterno.
10:11 “No será así; id ahora sólo los hombres, y servid al Eterno, porque eso es lo que habéis pedido. Y los echaron de la presencia de Paró.” – Paró quería intentar que las mujeres y los niños se quedaran en Mitsrayim mientras que los varones se fueran a celebrar fiesta al Eterno. Esto no es posible. Si la esposa y los hijos no pueden estar con nosotros, no podremos celebrar una fiesta delante del Eterno. Los niños tienen que sentirse bienvenidos y a gusto en nuestras celebraciones. Si no lo están, no estamos haciendo las cosas bien. Paró simboliza a hasatán y como tal intenta hacer dos cosas:
·         Dividir la familia.      -    Apartar a los niños de la congregación y del culto al El Eterno.
Todas las celebraciones judías están diseñadas para que los niños puedan sentirse involucrados en ellas. Por esto usamos mucha simbología y objetos de culto para que nuestra enseñanza y nuestro servicio al Eterno sean fáciles de asimilar para los pequeños. El Mesías se indignó contra sus talmidies cuando intentaron apartar a los niños de la presencia mesiánica, como está escrito en Marcos 10:13-16:
“Y le traían niños para que los tocara; y los discípulos los reprendieron. Pero cuando Yeshúa vio esto, se indignó y les dijo: Dejad que los niños vengan a mí; no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el reino de Eloah. En verdad os digo: el que no reciba el reino de Eloah como un niño, no entrará en él. Y tomándolos en sus brazos, los bendecía, poniendo las manos sobre ellos.” – Hermanos cuantos niños hay aquí???  Amen…
Tercera aliyá, 10:24 – 11:3
10:26 “Por tanto, también nuestros ganados irán con nosotros; ni una pezuña quedará atrás; porque de ellos tomaremos para servir al Eterno nuestro Eloah. Y nosotros mismos no sabemos con qué hemos de servir al Eterno hasta que lleguemos allá.” – Moshé no podía mentir. Ellos no sabían qué era lo que Adonay nuestro Elohim iba a pedir en sacrificio. Para sacrificar al Eterno hay que estar dispuesto a darlo todo. No se puede dejar ni una pezuña atrás en nuestra entrega al Eterno. Todo le pertenece y por lo tanto estamos dispuestos a darle cualquier cosa que nos pida. Hnos. Todo le pertenece a el Eterno y por lo tanto estamos dispuestos a darle cualquier cosa que nos pida?????? digan Amen
          

             Cuarta aliyá, 11:4 – 12:20
12:3   “Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: "El diez de este mes cada varón tomará para sí un cordero, según sus casas paternas; un cordero para cada casa.”
        – Aquí “cada uno” se refiere a cada cabeza de hogar. El diez del mes de Aviv/Nisán fue tomado un cordero para cada casa donde se iba a comer. Según el Talmud, esto sólo se hizo una vez. En las siguientes celebraciones no se introducía el cordero en la casa, sólo se designaba y fue revisada durante cuatro días para que fuera sin defecto, pudiendo ser tomado en cualquier momento.
En el día 10 de Nisán Yeshúa entró en Yerushalayim montado sobre un asno, como está escrito en Juan 12:12-15:
“Al día siguiente (del Shabat), cuando la gran multitud que había venido a la fiesta, oyó que Yeshúa venía a Yerushalayim, tomaron hojas de las palmas y salieron a recibirle, y gritaban: ¡Hoshiá-na! BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL Eterno, el Rey de Israel. Yeshúa, hallando un asnillo, se montó en él; como está escrito: NO TEMAS, HIJA DE SION; HE AQUÍ, TU REY VIENE, MONTADO EN UN POLLINO DE ASNA.”
Esto no podía haber sido en Shabat, puesto que no está permitido montar sobre animales, ni quebrantar ramas en Shabat. Si el día 10 hubiera sido Shabat, el 14 habría sido el cuarto día de la semana (miércoles). De esto aprendemos que es imposible que el Mesías haya sido colgado sobre el madero el cuarto día de la semana.
Yeshúa vino a Beit-Anyá el sexto día de la semana (“viernes”), seis días antes de Pesaj (que se sacrificó el día 14 de Nisán), según Juan 12:1-2 donde está escrito:
“Entonces Yeshúa, seis días antes del Pesaj, vino a Beit-Anyá donde estaba Elazar, al que Yeshúa había resucitado de entre los muertos. Y le hicieron una cena allí, y Marta servía; pero Elazar era uno de los que estaban con él.”
La cena que fue ofrecida fue la cena de kabalat Shabat, la recepción del Shabat, en el inicio del Shabat, el viernes por la noche. Durante el día del Shabat vinieron muchos judíos para ver a Yeshua y a Elazar que había sido reavivado de los muertos, cf. Juan 12:9. Luego dice el versículo 12: “Al día siguiente”, refiriéndose al primer día de la semana, el 10 de Nisán que, según los cálculos coincidía con el domingo el 22 de abril del año 31 e.c., según el calendario romano.
“cada varón tomará para sí un cordero” – Esto nos enseña que cada uno es responsable para apropiarse del Cordero de Eloah que ha sido provisto para la salvación de cada uno. (para quienes argumentan que la salvación es personal)
“un cordero para cada casa” – Esto nos enseña que cada padre de familia tiene la responsabilidad de proveer todo lo necesario para que toda su familia pueda experimentar la salvación por medio de Yeshúa el Mesías. Amen…
12:5   “El cordero será un macho sin defecto, de un año; lo apartaréis de entre las ovejas o de entre las cabras.” – La palabra hebrea para cordero es “sé” que significa la cría de la oveja o de la cabra. Así que el cordero podría ser de cualquiera de estas dos clases de animales. El cabrito conecta el sacrificio de Pesaj con Yom Kipur, cuando se sacrifican dos machos cabríos que llevan el pecado de los hijos de Israel. El día 10 del primer mes tiene un reflejo en el día 10 del séptimo mes, Yom Kipur, el día de la expiación, cf. Levítico 16. De esto aprendemos que el Mesías sufriente hace las dos funciones de cordero y de macho cabrío, de morir para liberar a los primogénitos de la muerte y para quitar el pecado del pueblo. Por esto el rabino Yojanán ben Zejariyá exclamó proféticamente cuando vio a Yeshúa, como está escrito en Juan 1:29b:
“He ahí el Cordero de Eloah que quita el pecado del mundo.”
El Cordero alude al sacrificio de Pesaj, que no quitaba el pecado, sino liberaba de la muerte,  y la frase: “que quita el pecado del mundo” hace alusión al sacrificio de Yom Kipur.
“macho” – El cordero tenía que ser macho, para simbolizar a un hombre, Yeshúa.
 “sin defecto” – El cordero tenía que ser sin defecto para simbolizar a Yeshúa, que no tenía pecado (yetser hará) ni pecados, como está escrito en 1 Pedro 1:18-20:“sabiendo que no fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir heredada de vuestros padres con cosas perecederas como oro o plata, sino con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre del Mesías. Porque él estaba preparado desde antes de la fundación del mundo, pero se ha manifestado en estos últimos tiempos por amor a vosotros”
Cuando habla de que él estaba preparado desde antes de la fundación del mundo, hace referencia al día 10 de Nisán cuando cada cordero fue asignado para ser sacrificado el día 14. La Mishná enseña que antes de sacrificar el cordero había que señalar quiénes iban a participar en su comida. En tiempos del segundo templo cada persona tenía que unirse a un grupo que tenía un cordero asignado.
Así que cada individuo de un grupo tenía un cordero asignado de antemano para él, cuatro días antes de su sacrificio. Esto enseña que el Mesías Yeshúa fue designado 4000 años antes de su muerte, que corresponden a 4 días, para ser sacrificado para todas aquellas personas que estaban inscritas en el libro de la vida desde antes de la fundación del mundo, como está escrito en Revelación 13:8:
“Y la adorarán todos los que moran en la tierra, cuyos nombres no han sido escritos, desde la fundación del mundo, en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado.”
Otra traducción del mismo texto dice: “el Cordero, que fue inmolado desde la fundación del mundo.”
Las dos traducciones son posibles, según el texto griego, y las dos cuadran dentro del contexto de Pesaj. Cada persona se inscribe para comer del cordero cuatro días antes de su sacrificio, y el mismo cordero es asignado para ser sacrificado cuatro días antes.
En Efesios 1:3-7 está escrito: “Bendito sea el Eloah y Padre de nuestro Señor Yeshúa el Mesías, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en el Mesías, según nos escogió (nos inscribió en la lista para poder comer del cordero) en El antes de la fundación del mundo (4000 años antes que corresponden a 4 días), para que fuéramos santos y sin mancha delante de El. En amor nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Yeshúa el Mesías, conforme al beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia que gratuitamente ha impartido sobre nosotros en el Amado. En él tenemos redención (en Pesaj) mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados (en Yom Kipur) según las riquezas de su gracia.”
Sin embargo, estaba permitido inscribirse en la lista de un grupo hasta el momento del sacrificio. La Mishná dice: “Siempre pueden asignarse (comensales del cordero pascual) en tanto haya como la cantidad de una aceituna para cada uno de ellos. La asignación (de los participantes) y su anulación puede hacerse en tanto no se haya sacrificado.”
“de un año” – Según Rashí, esto significa que no puede haber cumplido 12 meses. Tenía que estar en su primer año de vida.
12:6   “Y lo guardaréis hasta el día catorce del mismo mes; entonces toda la asamblea de la congregación de Israel lo matará al anochecer.” – El cordero tenía que ser revisado durante los cuatro días para que fuera perfecto. Lo mismo pasó con el Mesías cuando entró en Yerushalayim el día 10 de Nisán aquel año. Estuvo varios días enseñando en el templo y durante ese tiempo podían venir y hacerle preguntas. Vinieron los más estudiosos del pueblo para interrogarle e incluso intentaban atraparle en alguna palabra, como está escrito en Mateo 22:15:
“Entonces se fueron los perushim y deliberaron entre sí cómo atraparle, sorprendiéndole en alguna palabra.”
Primero fue cuestionada su autoridad, luego le probaron con la pregunta sobre el impuesto al Cesar, y después le preguntan sobre la resurrección y finalmente sobre el gran mandamiento, cf. Mateo21-22; Lucas 20. En todas estas pruebas mostró que era un cordero sin defecto. Al final nadie se atrevía a hacerle más preguntas, como está escrito en Mateo 22:46:
“Y nadie pudo contestarle ni una palabra, ni ninguno desde ese día se atrevió a hacerle más preguntas.”
Luego fue interrogado por el Sanedrín, el gobierno de Israel, y luego por Pilato y Herodes, el gobierno de los gentiles. Ninguno podía encontrar un delito en él. Era un Cordero sin mancha.
La Mishná dice: “El cordero pascual era sacrificado por tres grupos, como está escrito: “lo inmolará toda la asamblea de la congregación de Israel”: asamblea, congregación, Israel. Cuando entraba el primer grupo, se llenaba el atrio. Cuando se cerraban las puertas del atrio, tocaban el shofar, luego la trompeta clamorosamente y luego de nuevo el shofar. Los sacerdotes estaban en pie formando dos filas y teniendo en sus manos vasos de plata y de oro.
Una fila tenía todos los vasos de plata y la otra todos de oro. No estaban mezclados. Los vasos no disponían de base a fin de que no los pudieran posar y se coagulara la sangre.
Un israelita lo inmolaba, el sacerdote recibía (la sangre) y la entregaba a su compañero y éste al suyo, recibía el (vaso) lleno y devolvía el vacío. El sacerdote que estaba más cercano al altar la vertía sobre las basas (del altar). Cuando salía el primer grupo, entraba el segundo. Cuando salía el segundo, entraba el tercero. Tal como actuaba el primero, así actuaban el segundo y el tercero. Recitaban el halel (Salmos 113-118).
Cuando terminaban, lo repetían por segunda vez y cuando completaban esta segunda recitación, volvían tercera vez a recitarlo, aunque nunca ocurrió que pudieran terminarlo en la tercera vuelta. R. Yehudá dice: Jamás los del tercer grupo llegaron hasta “amo al Eterno porque me oye” (Salmo116:1), ya que estaba formado por poca gente.”
“toda la asamblea de la congregación de Israel” – Todo Israel tenía la responsabilidad de matar el cordero. Pero no todos podían sacrificar. Esto nos enseña que el agente de una persona es como la persona misma. Esto se cumplió cuando el Mesías fue entregado a la muerte por tres grupos representativos de todo Israel, según Lucas 23:13, donde está escrito:
“Entonces Pilato convocó a los principales sacerdotes, a los gobernantes y al pueblo”
El pueblo de Israel tenía sobre si la responsabilidad de sacrificar el Cordero de la redención. Por lo tanto no fue un fracaso lo que sucedió con Yeshúa, todo estaba en el plan divino para la salvación del mundo. Elohim usó el rechazo de los judíos contra su propio Mesías para cumplir Su plan que había revelado en los profetas, como está escrito en Hechos 2:23:
“a éste, entregado por el plan predeterminado y el previo conocimiento de Eloah, clavasteis en un madero por manos de impíos y le matasteis”
En Hechos 4:27-28 está escrito:  “Porque en verdad, en esta ciudad se unieron tanto Herodes como Poncio Pilato, juntamente con los gentiles y los pueblos de Israel, contra tu santo siervo Yeshúa, a quien tú ungiste, para hacer cuanto tu mano y tu propósito habían predestinado que sucediera.”
Así que todo el pueblo de Israel cumplió su papel de sacrificar el Cordero, para su propia redención y la salvación del mundo, como está escrito en Juan 11:49-53:
“Pero uno de ellos, Kayafá, que era sumo sacerdote ese año, les dijo: Vosotros no sabéis nada, ni tenéis en cuenta que os es más conveniente que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca. Ahora bien, no dijo esto de su propia iniciativa, sino que siendo el sumo sacerdote ese año, profetizó que Yeshúa iba a morir por la nación; y no sólo por la nación, sino también para reunir en uno a los hijos de Eloah que están esparcidos. Así que, desde ese día planearon entre sí para matarle.”
Había una discusión entre los tsedukim y los perushim cuándo había que sacrificar el cordero de Pesaj, la tarde antes del 14 de Nisán, o la misma tarde del 14 de Nisán. Los tsedukim dijeron que tenía que ser sacrificado antes del 14 de Nisán y comido durante la noche del 14 de Nisán. (Hay que tener muy en cuenta que el día no empieza según el cálculo romano, a las 12 h de la noche, sino a la caída del sol.) Así que los tsedukim sacrificaban sus corderos un día antes que los perushim. Los perushim fueron los que tenían la influencia sobre las masas de Israel, y por eso la mayoría seguía sus normas. Esto nos enseña que la vez cuando Yeshúa celebró el último Pesaj con sus talmides, lo hizo un día antes, según la tradición de los tsedukim, para luego poder ser el mismo Cordero de Eloah y morir el día siguiente, según la tradición de los perushim.
El cordero tenía que ser sacrificado por la tarde, más exactamente “entre las dos tardes”, según el texto hebreo. Según Rashí, la expresión “entre las dos tardes” significa el tiempo entre el mediodía, cuando el sol empieza a inclinarse, y la tarde cuando el sol se pone, “desde el oscurecimiento del día hasta el oscurecimiento de la noche”. La palabra “erev”,  “tarde” significa, según Rashí, “crepúsculo” o “oscuridad”, como se ve en Isaías 24:11b donde está escrito:
“toda alegría se ha oscurecido (arvá), desterrado está el júbilo de la tierra.”
“Entre las dos tardes” sería alrededor de las 3 h de la tarde, según el horario romano.
La Mishná dice: “El sacrificio diario (Números 28:1-8) se sacrifica a las ocho y media (dos y media de la tarde según el cómputo romano) y se ofrece a las nueve y media (tres y media). En la vigilia del Pesaj (el 14 de Nisán) se sacrifica a la siete y media y se ofrece a las ocho y media, ya sea día ferial, ya sea Shabat. Si la vigilia pascual ocurre en la tarde del sábado (viernes), se sacrifica a las seis y media y se ofrece a las siete y media. Luego el sacrificio pascual.”
Los relatos del Código Real muestran que Yeshúa murió en la novena hora del día, lo cual corresponde a las tres de la tarde según la hora romana, como está escrito en Lucas 23:44-46:
“Era ya como la hora sexta, cuando descendieron tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena al eclipsarse el sol. El velo del templo se rasgó en dos. Y Yeshúa, clamando a gran voz, dijo: Padre, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU. Y habiendo dicho esto, expiró.”
En el texto de la Mishná vemos que los corderos de Pesaj fueron sacrificados después del sacrificio diario de la tarde, que en días normales fue adelantado una hora para dejar lugar para el Korbán Pesaj (sacrificio pascual). Esto nos enseña que los primeros corderos de Pesaj, que fueron sacrificados aquel 14 de Nisán cuando Yeshúa estaba colgando sobre el madero enfrente de la entrada del templo, murieron a la misma hora que él.
El texto de la Mishná también nos enseña que si el 14 de Nisán cayó el sexto día de la semana, en víspera de Shabat, se adelantó el sacrificio diario dos horas para dejar lugar al sacrificio de Pesaj. En tal caso es Korbán Pesaj empezaría alrededor de las dos de la tarde, hora romana, lo cual no coincide con la hora de la muerte del Mesías. Esto nos indica que la muerte de Yeshúa no ocurrió el viernes.
Si ubicamos el día de la muerte de Yeshua en el sexto día de semana (viernes), no cuadra con el texto de Juan 12:1 donde dice que llegó de viaje a Beit-Anyá seis días antes de la Pesaj, puesto que Yeshua no viajó en Shabat.
Tampoco cuadra con el texto de Mateo 12:40 donde dice que tenía que estar en la tierra durante tres días y tres noches. Entre viernes y domingo no hay tres días y tres noches.
Si ubicamos el día de la muerte de Yeshua en el cuarto día de semana (miércoles), no cuadra con el texto de Lucas 24:21 donde dice que ese primer día de la semana (domingo) era el tercer día después de su muerte, puesto que sería el cuarto día después de su muerte.
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Amados Hermanos hay pruebas contundentes en el Brith Hadashsa dónde me indican que Yeshúa Ha Mashiaj resucitó en Shabbat: Primero Yeshúa murió un miércoles(Romano) a las 3.00 pm. Segundo: analicemos los siguientes versículos:  Mateo/Mattityahú 27.32/52, el versículo clave 46 y 50.
V.46 y aproximadamente a las tres de la tarde Yeshúa confesó a gran voz y dijo: Elí, Elí, lamah Atsavtani”.
V.50 Entonces Yeshúa, gimiendo de nuevo a gran voz, entregó el espíritu.

Marcos/Meir 15.21/41, los versículos claves: 25, 33/34
V.25 Eran las nueve de la mañana cuando fue clavado al madero.
V.33 Llegando las doce del día, hubo oscuridad sobre toda la tierra de Israel hasta las tres de la tarde.
V.34 Y a las tres de la tarde, Yeshúa gritó a gran voz: “Elohí, Elohí, Lemaná shevaktaní” que significa: “Mi Elokim, mi Elokim para esta hora he sido apartado.

Lucas/Hilel 23.26/45, los versículos claves 44/46 – 54
V.44 Era ya como el mediodía, y aparecieron densas tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.
V.45 El sol se oscureció y el parojet del Templo, se desgarró por el medio.
V.46 Y Yeshúa clamando a gran voz dijo: “Avi be yadja afkid rují” “Padre en tus manos encomiendo mi espíritu”.
V.54 Era día de preparación aquél día porque un Shabbat se acercaba. Shabat de Pesaj.

Yohanán 19.17/30, el versículo clave el 30.
V.30 Luego que Yeshúa tocó el vinagre con sus labios dijo. Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó su rúaj/Espiritu.


LA SEÑAL DE JONÁS SE CUMPLE
La única manera en que la señal de Jonás (Yonah) se pudo haber cumplido es la Siguiente:

1) Yeshúa murió el 14 de Abib/nissan (primer mes del calendario hebreo), ese día fue un miércoles. (Romano)

2) Fue sepultado poco antes de comenzar el Shabaton/Sábado de Pesaj (Pascua).

3) Pasó en la tumba la noche y el día del jueves, la noche y el día del viernes Y la noche y el día del Shabbat semanal,
es decir 3 días y 3 noches tal como él mismo lo había declarado Mateo/Mattityahú 12:40 Porque así como Yonah (Jonás) estuvo en el vientre del pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre (Ben Adam) tres días y tres noches bajo tierra.

4) Sí murió Miércoles a las 3.00 p.m. Resucitó 72 horas después, al tercer día, es decir poco antes de terminar el Shabbat (Sábado) semanal, Tenemos que empezar a contar desde el día Miércoles.

5) Esto no es negociable porqué escrito está en las Sagradas Escrituras.
CONCLUSIÓN: Nos han querido meter una idea pagana de que Yeshúa resucitó domingo, pero así no es, las Sagradas Escrituras son muy claras, que apareció en domingo el primer día de la semana es otra cosa, pero Yeshúa Ha Mashiaj resucitó en Shabbat. Amen.

12:7   “Y tomarán parte de la sangre y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas donde lo coman.” – En Mitsrayim tenían puertas con dos postes y un dintel que formaban cruces en las esquinas. La cruz, como hemos dicho antes, está representada en la antigua letra hebrea tav, que se parece a una X. De esta manera aprendemos que la sangre que fue puesta sobre las maderas en las casas en Mitsrayim anunciaba la muerte del Mesías ben Yosef sobre el madero que se parecía a una cruz, según la costumbre romana. La letra tav es la última letra del alefato hebreo y simboliza el final. Con esto vemos como la obra redentora del Mesías se había consumado cuando murió en aquél madero, como está escrito en Juan 19:30:
“Entonces Yeshúa, cuando hubo tomado el vinagre, dijo: ¡Consumado es! E inclinando la cabeza, entregó el espíritu.”
La simbología en Mitsrayim enseña que la muerte del Cordero de Eloah constituye una puerta. Es la puerta de la redención, NUESTRA REDENCION. Amen. Como está escrito en Juan 10:9a:
“Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo”
12:8   “comerán la carne esa noche, asada al fuego, y la comerán con pan sin levadura y con hierbas amargas.” – Sólo se come la carne, no los tendones ni los huesos. Esa noche se refiere a la noche del 15 de Nisán. El sacrificio de Pesaj no se puede comer de día. Para asarlo se usaba, en el tiempo del segundo templo, una estaca de madera de granado que atravesaba el animal desde la boca hasta el ano. Las extremidades y las entrañas se colocaban en el interior según la opinión del R. Yosé el galileo. R. Akivá dijo que se deben colocar por el exterior para no ser cocidos. Según el Talmud y Rashí los intestinos deben ser colocados en el interior después de haber sido lavados.
Los tres ingredientes más importantes en la celebración son:
       -    Korbán Pesaj – el cordero sacrificado y asado (sólo permitido en Yerushalayim, Deuteronomio 16:5-6)
       -    Matsá – pan sin levadura (de trigo, cebada, avena o centeno)
       -    Maror – hiervas amargas (son válidas: lechuga, apio, perifollo, eringio y hierbas amargas)
La Mishná dice: “Rabán Gamaliel solía decir: quien no dijo estas tres cosas en el sacrificio pascual no cumplió su obligación, a saber: el cordero pascual, el pan ácimo y las hierbas amargas. El cordero pascual, porque Eloah pasó de largo sobre las casas de nuestros padres en Mitsrayim. El pan ácimo, porque fueron redimidos nuestros padres de Mitsrayim. Hierbas amargas, porque los mitsríes amargaron la vida de nuestros padres en Mitsrayim, (Génesis 1:14). En cada una de las generaciones ha de considerarse cada uno a sí mismo como si hubiese él salido de Mitsrayim, ya que está escrito: “lo explicarás a tu hijo en aquel día, diciendo: es por lo que el Eterno hizo por mí al salir de Mitsrayim (13:8)””
Las cuatro copas fueron añadidas por Hilel, poco antes de Yeshúa. En la cena de Pesaj, narrada en el Código Real, vemos como el Mesías usaba copas de vino. Esto nos enseña que él se sometía a una nueva costumbre que fue introducida en la celebración por uno de los jueces de Israel de la época. Dijo que el pan matsá hace referencia a él mismo, como está escrito en Lucas 22:19:
 “Y habiendo tomado pan, después de haber dado gracias, lo partió, y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.”
Yeshúa usa la tercera de las cuatro copas y la aplica sobre sí, como está escrito en Lucas 22:20:
“De la misma manera tomó la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por vosotros.”
En Juan 6:48-59 está escrito: “Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que coma de él, no muera. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo también daré por la vida del mundo es mi carne. Los judíos entonces contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? Entonces Yeshúa les dijo:
En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del Hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre que vive me envió, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. Este es el pan que descendió del cielo; no como el que vuestros padres comieron, y murieron; el que come este pan vivirá para siempre. Esto dijo Yeshúa en la sinagoga, cuando enseñaba en Kefar-Najum.”
La aplicación profética de Yeshúa de comer su carne y beber su sangre tiene una clara relación con la celebración del Pesaj judío. La carne del cordero trajo sanidad a todos los que la comían en Mitsrayim, según está escrito en el Salmo 105:37: “Pero a ellos los sacó con plata y oro, y entre sus tribus no hubo quien tropezara.”
La sangre del cordero trajo libertad de la muerte.
12:9   “No comeréis nada de él crudo ni hervido en agua, sino asado al fuego, tanto su cabeza como sus patas y sus entrañas.” – Esto nos enseña que el espíritu de Yeshúa tenía que pasar por el fuego eterno, para redimirnos de allí.
Su cabeza habla de la mente del Mesías, como está escrito en 1 Corintios 2:16: “Porque ¿QUIEN HA CONOCIDO LA MENTE DEL Eterno, PARA QUE LE INSTRUYA? Mas nosotros tenemos la mente del Mesías.”
Sus patas hablan de la conducta del Mesías, su manera de caminar en la vida, como está escrito en Mateo 4:19:
“Y les dice: Seguidme...”
En 1 Juan 2:6 está escrito: “El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.”
Sus entrañas hablan de dos cosas, el amor y la motivación del Mesías, como está escrito en Mateo 9:36:
“Y viendo las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban angustiadas y abatidas como ovejas que no tienen pastor”
 En Revelación 2:23 está escrito: “Y a sus hijos mataré con pestilencia, y todas las congregaciones sabrán que yo soy el que escudriña los riñones y los corazones, y os daré a cada uno según vuestras obras.”
La sangre del cordero libera de la muerte. Esto es el primer paso en el camino de la redención. Es la salvación que cada uno obtiene al poner su fe en el sacrificio sustituto de Yeshúa. El segundo paso es comer su cabeza, sus patas y sus entrañas. Recibimos la cabeza del Mesías por medio del estudio de la Toráh acompañados por el Espíritu del Mesías que nos explica las cosas. Recibimos las patas del Mesías mediante una imitación de su conducta, en palabra y obra. Recibimos las entrañas del Mesías mediante la llenura del Espíritu del Mesías, la limpieza de nuestros pecados y los sufrimientos.

12:10 “Y no dejaréis nada de él para la mañana, sino que lo que quede de él para la mañana lo quemaréis en el fuego.” – Es imposible no dejar algo de él. No se podía comer ni los tendones, inclusive el nervio ciático, (ver Génesis 32:33), ni los huesos. Así que lo único que se podía hacer era quemar el resto. Esto nos enseña la importancia de recibir todo lo que es el Mesías Yeshúa. No podemos decir que queremos solamente una parte de él. No podemos decir que sólo queremos su sangre para ser libres de la muerte. No podemos decir que no queremos estudiar la Toráh para obtener su mente. No podemos decir que no queremos imitar su conducta en el judaísmo.
           No podemos dejar de preocuparnos por los demás. No podemos dejar de buscar motivos limpios en lo más íntimo de nuestro ser. Todo esto es necesario para poder llegar a la madurez. Estos tres pasos corresponden a los tres niveles de crecimiento espiritual para los hijos de Eloah, de los cuales hemos hablado antes.
Este texto también nos enseña que el primer hombre fue totalmente eliminado con la muerte del Mesías. El segundo hombre fue creado con su resurrección, como está escrito en 1 Corintios 15:22, 45, 47:
“Porque así como en Adam todos mueren, también en el Mesías todos serán vivificados... Así también está escrito: El primer HOMBRE, Adam, FUE HECHO ALMA VIVIENTE. El último Adam, espíritu que da vida... El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre es del cielo.”
En Efesios 2:15 está escrito: “aboliendo en su carne la enemistad, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un nuevo hombre, estableciendo así la paz”
En Efesios 4:22-24 está escrito: “que en cuanto a vuestra anterior manera de vivir, os despojéis del viejo hombre, que se corrompe según los deseos engañosos, y que seáis renovados en el espíritu de vuestra mente, y os vistáis del nuevo hombre, el cual, en la semejanza de Eloah, ha sido creado en la justicia y santidad de la verdad.”
12:11 “Y de esta manera lo comeréis: ceñidos vuestros lomos, las sandalias en vuestros pies y el cayado en vuestra mano, lo comeréis apresuradamente. Es el Pesaj del Eterno.” – La palabra Pesaj se refiere en primer lugar al animal sacrificado, el Korbán (sacrificio). Por esto el día de Pesaj es en primer lugar el 14 de Nisán, cuando se sacrifica el animal, como está escrito en Números 33:3:
“El mes primero partieron de Ramsés el día quince del mes primero; el día después del Pesaj, los hijos de Israel marcharon con mano poderosa a la vista de todos los mitsríes”
En Josué 5:10-11 está escrito:  “Estando los hijos de Israel acampados en Guilgal, celebraron el Pesaj en el día catorce del mes, por la tarde, en los llanos de Yerijó. Y el día después del Pesaj, ese mismo día, comieron del producto de la tierra, panes sin levadura y cereal tostado.”
En Éxodo 34:25 vemos como la palabra Pesaj es usada más bien sobre la celebración, que sobre el mismo animal, como está escrito:
“No ofrecerás la sangre de mi sacrificio con pan leudado, ni se dejará nada del sacrificio de la fiesta del Pesaj hasta la mañana.”
En Lucas 2:41 está escrito: “Sus padres acostumbraban ir a Yerushalayim todos los años a la fiesta de Pesaj.”
Más adelante vemos como la misma fiesta de los panes sin levadura, que empieza la noche del 15 de Nisán, toma el nombre del animal sacrificado, como está escrito en Lucas 22:1: “Se acercaba la fiesta de los panes sin levadura, llamada Pesaj.”
En Juan 2:23 está escrito: “Cuando estaba en Yerushalayim durante la fiesta de Pesaj, muchos creyeron en su nombre al ver las señales que hacía.”
Pero en la gran mayoría de las veces que la palabra Pesaj aparece en las Escrituras, hace referencia al mismo cordero.
La palabra hebrea “pésaj” viene de la raíz “pasáj” que significa “pasar por encima”, “saltar”, en alusión a que el Eterno saltó por encima de las casas de los hijos de Israel sin hacerles daño cuando mató a todos los primogénitos en Mitsrayim.
12:12 “Porque esa noche pasaré por la tierra de Mitsrayim, y heriré a todo primogénito en la tierra de Mitsrayim, tanto de hombre como de animal; y ejecutaré juicios contra todos los dioses de Mitsrayim. Yo, el Eterno.” – Los primogénitos representan el resto del pueblo, como está escrito en el Salmo 136:10:
“Al que hirió a Mitsrayim en sus primogénitos, porque para siempre es su misericordia”
12:13 “Y la sangre os será por señal en las casas donde estéis; y cuando yo vea la sangre pasaré sobre vosotros, y ninguna plaga vendrá sobre vosotros para destruiros  cuando yo hiera la tierra de Mitsrayim.” – Como está escrito que la sangre será señal para los hijos de Israel, no para otros, Rashí saca la conclusión de que la sangre fue puesta en la parte interior de las casas, no hacia fuera.
La palabra hebrea para señal es “ot” (alev, vav, tav). En este texto ha sido escrita de manera defectiva, faltando la letra vav, que significa “clavo”, quedando así con la primera y la última letra del alefato hebreo. Esto nos enseña que la sangre del cordero de Pesaj es una señal incompleta para los hijos de Israel. ¡Hay otra señal más completa donde no faltan los clavos en relación con la sangre sobre los maderos! Esa señal es Aquel que dijo, según está escrito en Revelación 22:13:
“Yo soy el Alef y la Tav, el primero y el último, el principio y el fin.”
12:15 “Durante un periodo de siete días comeréis panes sin levadura; además, desde el primer día quitaréis toda levadura de vuestras casas; porque cualquiera que coma algo leudado desde el primer día hasta el séptimo, su alma será cortada de Israel.”
           – Deuteronomio 16:8 dice que hay que comer matsá durante un periodo de seis días. Esto significa que en el séptimo día no hay una obligación de comer matsá (pan sin levadura), es opcional, siempre y cuando no se coma jamets, algo leudado. La octava regla de interpretación de la Torá del rabí Yishmael dice que todo lo que estaba comprendido dentro de una categoría general y que luego fue destacado específicamente para enseñar algo, no fue destacado solamente para enseñar algo con respecto a sí mismo, sino también a todo lo implicado en la categoría general. Basado en esta regla, Rashí deduce que por ser opcional el comer matsá el séptimo día de la fiesta de los panes sin levadura, así lo es también para los otros seis días de la fiesta.
          Pero para la primera noche hay un mandamiento específico de comer matzá, y por eso no es opcional, como está escrito en Éxodo 12:18: “Por la noche comeréis pan ácimo”
“desde el primer día quitaréis toda levadura de vuestras casas” – Rashí lo traduce: “Pero en el día previo” – Se refiere al día previo a la fiesta del día 15. Por esto es llamado aquí “primero”, en el sentido de que precede a la fiesta de siete días. Hay otros ejemplos en las Escrituras cuando la palabra “rishón”, “primero” tiene el mismo significado, cf. Job 15:7. En español existe algo similar en la expresión “primero que todo” que da a entender que hay que hacer algo antes de otra cosa. No está permitido tener jamets, algo leudado, en el momento de sacrificar el Pesaj, como está escrito en Éxodo 34:25
“No ofrecerás la sangre de mi sacrificio (el cordero de Pesaj) con pan leudado, ni se dejará nada del sacrificio de la fiesta del Pesaj hasta la mañana.”
La idea es que no puede haber jamets a partir del medio día el 14, cuando está permitido sacrificar el cordero. Antes del mediodía tiene que estar eliminada toda la levadura.
“su alma será cortada de Israel” – No se refiere a darle la pena de muerte, sino que su alma es cortada de su relación espiritual con el pueblo de Israel y con el Eterno, como está escrito en Levítico 22:3b:
“esa alma será cortada de mi presencia.”
La levadura simboliza varias cosas en las Escrituras:
        -      La levadura de los perushim – hipocresía, Lucas 12:1 (no vivir lo que se enseña).
        -      La levadura de los perushim y los tsedukim – doctrina falsa, Mateo 16:11-12.
        -      La levadura de Herodes – soberbia y astucia política, Marcos 8:15; Lucas 13:32.
        -      La levadura de malicia y maldad – jactancia, adulterio, mentira, 1 Corintios 5:6-8
En resumen, la levadura simboliza el pecado. La importancia que da la Torah para la eliminación de todas las sustancias leudadas y de la prohibición rígida de no comer estas sustancias, nos enseña varias cosas:
       -       El pecado fue eliminado con la muerte del Cordero de Eloah
       -      Para ser parte de la redención final hay que trabajar meticulosamente para eliminar todo pecado en la vida personal, “la casa”.
        -      Yeshúa es el pan sin levadura, sin pecado, que es ofrecido a todo israelita para que lo reciba personalmente y así sea parte de la redención. (Hermanos Yeshua es la Torah viva, entonces es el pan de vida eterna.) quien lo crea diga AMEN.
Quinta aliyá, 12:21-28
 12:21 “Entonces Moshé convocó a todos los ancianos de Israel, y les dijo: Sacad del rebaño corderos para vosotros según vuestras familias, y sacrificad el Pesaj.” – Esto constituye una de las obras de fe más importantes de la historia de nuestro pueblo, como está escrito en Hebreos 11:28: “Por la fe celebró el Pesaj y el rociamiento de la sangre, para que el exterminador de los primogénitos no los tocara.”
La celebración de la fiesta con el Pesaj fue una obra de fe, porque antes de salir, los hijos de Israel ya celebraron su libertad. La fe habla y actúa según las cosas que no son como si fuesen y así suceden.
12:22 “Y tomaréis un manojo de hisopo, y lo mojaréis en la sangre que está en la vasija, y untaréis con la sangre que está en la vasija el dintel y los dos postes de la puerta; y ninguno de vosotros saldrá de la puerta de su casa hasta la mañana.” – El hisopo es como el algodón, tiene la capacidad de chupar los líquidos. Además el hisopo tiene la característica de guardar la sangre para que no coagule. Así que la sangre untada en las maderas de las puertas no se coagulaba. Estaba viva todo el tiempo. Esto nos enseña que la sangre del Mesías siempre está viva y presente ante el Padre en el cielo.
El hisopo no es usado en las celebraciones posteriores de Pesaj, sólo se usó en Mitsrayim. Pero vuelve a aparecer en las Escrituras en relación con la muerte de Yeshúa, como está escrito en Juan 19:29: “Había allí una vasija llena de vinagre; colocaron, pues, una esponja empapada del vinagre en una rama de hisopo, y se la acercaron a la boca.”
El hisopo es usado también en la ceremonia de la purificación de tsaráat, “lepra” y la purificación por haber estado en contacto con la muerte, cf. Levítico 14:4ss; Números 19:6; 1 Reyes 4:33 (5:13 heb.). También se usó para el rociamiento del pacto en Sinai, cf. Hebreos 9:19. El hisopo está íntimamente relacionado con la purificación del pecado y de la muerte, como está escrito en el Salmo 51:7: “Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve.”
Se dice que El doctor Alejandro Flemming  que descubrió la penicilina, cultivó la primera penicilina del moho del hisopo.
Sexta aliyá, 12:29-51
12:30 “se levantó Paró en la noche, él con todos sus siervos y todos los egipcios; y hubo gran clamor en Mitsrayim, porque no había hogar donde no hubiera alguien muerto.” – Todos los primogénitos que había en la tierra de Mitsrayim fueron heridos, cf. 12:12, no solamente de los mitsríes. La única manera de ser liberado de esta plaga era unirse con el pueblo de Israel y creer en la sangre del cordero.
            En todas las casas había algún muerto. Según Rashí, implica también que el más importante en cada casa fue considerado como primogénito, aunque no había nacido primero, cf. Salmo 89:27.
12:37 “Y partieron los hijos de Israel de Ramsés hacia Sukot, unos seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños.” – La liberación llevó el pueblo hasta Sukot. La fiesta de Sukot es la última fiesta en el programa de redención del Eterno, al final del año, como está escrito en Éxodo 34:22b:
“la fiesta de la recolección al final del año.”
12:38 “Subió también con ellos una multitud mixta, juntamente con ovejas y vacadas, una gran cantidad de ganado.” – Esta multitud se había unido al pueblo de Israel y se había circuncidado junto con ellos para poder comer el Pesaj y ser parte de la redención, cf. 12:48-51.
12:43 “Y el Eterno dijo a Moshé y a Aharón: Esta es la ordenanza del Pesaj: ningún extranjero comerá de ella.” – La palabra hebrea que ha sido traducida como extranjero es “ben nejar” que significa un extraño, lo cual implica tanto un israelita apóstata como un gentil (Rashí).
12:45 “El extranjero y el jornalero no comerán de ella.” – La palabra hebrea que ha sido traducida como extranjero es “toshav”, que significa “residente”, técnicamente llamado “guer toshav”. Este nombre se da a un gentil que ha renegado de la idolatría y, según muchas autoridades, también ha aceptado cumplir los siete mandamientos de los hijos de Noaj. El jornalero, “sajir”, es cualquier gentil que no es un “guer toshav”. El Talmud dice: “Toshav significa un no judío que ha abandonado los ídolos pero aun se le permite ciertas cosas, como por ejemplo, cierto tipo de comidas que no es apta para el judío. Sajir significa un no judío que ha sido circuncidado pero aun no ha entrado en el mikveh (baño ritual para completar su conversión)”. En cualquier caso, “toshav” y “sajir” son personas que no son parte de la comunidad de Israel.
12:46 “Se ha de comer en una misma casa; no sacaréis nada de la carne fuera de la casa, ni quebraréis ninguno de sus huesos.” – Esto fue anunciado con respecto a lo que iba a pasar con el Mesías Yeshúa, como está escrito en Juan 19:31-36:
“Los judíos entonces, como era el día de preparación (del Pesaj), a fin de que los cuerpos no se quedaran en el madero en el Shabat (porque ese Shabat era muy solemne), pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y se los llevaran. Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero, y también las del otro que había sido crucificado con Yeshúa; pero cuando llegaron a Yeshúa, como vieron que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas; pero uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza, y al momento salió sangre y agua. Y el que lo ha visto ha dado testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice la verdad, para que vosotros también creáis. Porque esto sucedió para que se cumpliera la Escritura: NO SERÁ QUEBRADO HUESO SUYO.”
12:47 “Toda la congregación de Israel la celebrará.” – Según la obra magnífica de Yeshúa HaMashíaj, los gentiles pueden entrar y formar parte de la congregación de Israel, por medio de un acto de conversión sin tener que circuncidarse en la carne. Los requisitos para la conversión mesiánica son:
     1 -  Arrepentimiento de los pecados y la idolatría de las naciones.    2 - Aceptación del yugo del Reino y de la Toráh.
     3 -  Circuncisión del corazón y recepción del Espíritu de Mashiaj.     4 - Recepción del sacrificio expiatorio de Yeshúa.
     5 -  Fe en Eloah que resucitó a Yeshúa de entre los muertos.             5 - Confesión de Yeshúa como el Señor.
     7 -  Purificación por agua en el nombre de Yeshúa HaMashiaj.
Estos siete pasos constituyen la puerta de entrada de para un gentil que hace la conversión mesiánica para pertenecer al pueblo de Israel. A partir de la tevilá, la purificación, no es considerado como “sajir” ni “ben nejar” ni “toshav” ni “ben Noaj”, sino es un miembro pleno de Israel, hijo de Avraham por adopción y parte de la familia de Eloah, como está escrito en Efesios 2:19: “Así pues, ya no sois extraños ni extranjeros, sino que sois conciudadanos de los santos y sois de la familia de Eloah.”
En Gálatas 3:7, 9 está escrito:
“Por consiguiente, sabed que los que son de fe, éstos son hijos de Avraham... Así que, los que son de fe son bendecidos con Avraham, el creyente.”
En Romanos 4:11, 16 está escrito: “y recibió la señal de la circuncisión como sello de la justicia de la fe que tenía mientras aún era incircunciso, para que fuera padre de todos los que creen sin ser circuncidados, a fin de que la justicia también a ellos les fuera imputada... Por eso es por fe, para que esté de acuerdo con la gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda la posteridad, no sólo a los que son de la ley, sino también a los que son de la fe de Avraham, el cual es padre de todos nosotros”
El Rabí Dan ben Avraham escribe: “Desde el punto de vista de la Halajah leMashiaj Mirushalayim, un no judío que hace la conversión al Eloah de Israel basado en los méritos de Mashiaj  provistos para él y que completa su conversión con su entrada al mikveh, no es considerado más toshav ni sajir, sino “conciudadano de los consagrados a El Eterno y miembros de la familia de Eloah”, esto es ¿Puede entonces ser invitado al korbán Pesaj sin violar este mandamiento?...
“En el caso de un no judío que ha hecho la conversión al Eloah de Israel y ha completado esa conversión entrando en Mikveh y anda según los mandamientos que aplican a su caso, es considerado parte de Israel y de la familia de los consagrados al Eterno. Por lo que no es visto más como un Toshav ni como un Sajir ni como un Nejar. Y como la circuncisión en la carne no se le requiere, tal mandamiento no le alcanza, como no alcanza a la mujer por ejemplo. Rabino Shaúl establece:  “Porque cuando los de origen gentil, que no tienen la Torah, hacen por su nueva naturaleza (conversión) lo que es de la Torah, éstos, aunque no tengan Torah, son Torah para ellos mismos... si el de origen gentil llamado incircunciso, guarda perfectamente la Torah que es apropiada para ellos, ¿no le será tenida su incircuncisión como circuncisión?”
“Por tanto, no solamente le es permitido según nuestra Halajah, sino que además le es dado ese derecho legítimo al cual tiene acceso por su conversión a través de Mashiaj.”
Como la Toráh prohíbe la participación del cordero de Pesaj a los no circuncidados, de la misma manera no se puede compartir del Cordero de Eloah sin haber experimentado la circuncisión del corazón, en el espíritu, como está escrito en Colosenses 2:11-13: “En él también fuisteis circuncidados con una circuncisión no hecha por manos, al quitar el cuerpo de la carne mediante la circuncisión del Mesías; habiendo sido sepultados con él en la tevilá (purificacion), en el cual también habéis resucitado con él por la fe/Emuna en la acción del poder de Eloah, que le resucitó de entre los muertos. Y cuando estabais muertos en vuestros delitos y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, habiéndonos perdonado todos los delitos.”
En Romanos 2:29 está escrito: “sino que es judío el que lo es interiormente, y la circuncisión es la del corazón, por el Espíritu, no por la letra; la alabanza del cual no procede de los hombres, sino de Eloah.”
En Filipenses 3:3 está escrito: “porque nosotros somos la verdadera circuncisión, que adoramos en el Espíritu de Eloah y nos gloriamos en el Mesías Yeshúa, no poniendo la confianza en la carne”
Amen Gloria a El Eterno; en el nombre de Yeshua.
Shabat Shalom
Recopilado por Orlando Unda Ramirez


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