viernes, 6 de enero de 2017

Parashá 11 VaYigash. Génesis 44:18 – 47:27

Parashá 11 VaYigash.  Génesis 44:18 – 47:27
Para ser compartida en el Shabat del 09 Tevet de 5777/07 Enero de 2017
Aliyás de la Torá:
  1. 44:18-30
  2. 44:31 – 45:7
  3. 45:8-18
  4. 45:19-27
  5. 45:28 – 46:27
  6. 46:28 – 47:10
  7. 47:11-27
Haftará: Ezequiel 37:15-28
Brith Hadasha: Marcos 14:32 – 15:5

VaYigash Significa “y se acercó”.

Primera aliyá, 44:18-30 Yehudá se acerca a Yosef y le pide la palabra. Hace un recuento de la conversación que habían tenido anteriormente en cuanto a la situación familiar de ellos. Yosef había ordenado que trajeran a Binyamín como condición para que pudieran volver a ver su rostro. Al subir a su padre le cuentan todo esto y por la necesidad de alimentos el padre acepta que el segundo hijo, que le queda de su mujer, se vaya con ellos. Pero si algo malo le sucede al hijo él morirá con dolor. Yehudá promete no volver a su padre sin el hermano.
Segunda aliyá, 44:31 – 45:7 Si Yehudá, que se hizo responsable, no devuelve el muchacho a su padre, morirá con pena. Yehudá se ofrece como esclavo en lugar del joven para que él pueda subir con los hermanos. Yehudá no podría ver el mal que sobrevendría al padre si el muchacho no está con él.
En ese momento Yosef no puede contenerse y manda salir a todos menos sus hermanos. Entonces se da a conocer a ellos con lloros tan fuertes que lo oyen los mitsries. “Yo soy Yosef”, les dice. Pero ellos no le pueden contestar por el choque emocional. Yosef les dice que no se entristezcan por haberle vendido porque todo era plan de Eloha para salvar vidas. Ahora han habido dos años de hambre. Todavía quedan cinco años sin poder sembrar y cosechar. “Eloha me envió delante de vosotros para preservaros un remanente en la tierra, y para guardaros con vida mediante una gran liberación”.
Tercera aliyá, 45:8-18 Yosef sigue hablando ánimo a sus hermanos diciendo que Eloha fue el que le envió allí. Eloha le ha puesto por padre de Paró, señor de toda su casa y gobernador sobre toda la tierra de Mitsrayim. Ahora tendrán que subir rápidamente a su padre y decirle que Yosef es señor de todo Mitsrayim y que baje allí sin demorar. Habrá lugar en la tierra de Goshen para todos, incluso el ganado. Yosef proveerá para ellos porque todavía quedan cinco años de hambre. Después se echa sobre el cuello de su hermano Binyamín y los dos lloran. También besa a todos sus hermanos y llora sobre ellos. Luego hablan. Cuando la noticia de la llegada de los hermanos de Yosef llega a la casa de Paró, le agrada al Paró y a sus siervos. El dice a Yosef que los hermanos carguen las bestias para ir a la tierra de Kenáan para buscar al padre y a sus familias y volver. Así recibirán lo mejor de Mitsrayim.
Cuarta aliyá, 45:19-27 Paró ordena que lleven carretas para traer a sus niños, sus mujeres y al padre. Lo mejor de Mitsrayim será de ellos. Así los hijos de Israel lo hacen y Yosef les da provisiones para el camino y mudas de ropa. Binyamín recibe trescientas piezas de plata y cinco mudas de ropa. Envían diez asnos cargados de bienes y diez asnas cargadas de grano y alimentos para el padre en el camino.  Yosef despide a sus hermanos diciendo: “No riñáis en el camino”. Así suben de Mitsrayim y llegan a su padre Yaakov. Cuando le informan que Yosef todavía vive y que es gobernante en toda la tierra de Mitsrayim, no lo puede creer. Pero cuando cuentan todas las cosas que Yosef les ha dicho y cuando ve las carretas que Yosef ha enviado, su espíritu revive.
Quinta aliyá, 45:28 – 46:27 Israel decide ir a ver a Yosef antes de su muerte. Así parte con todo lo que tiene y llega a Beer-Sheva. Allí ofrece sacrificios al Eloha de su padre Yitsjak. En una visión nocturna Eloha le visita y le dice que no tenga temor para bajar a Mitsrayim porque allí le hará una gran nación. Además promete descender con él y luego hacerle subir otra vez. Yosef cerrará sus ojos. Yaakov parte de Beer-Sheva. Sus hijos le llevan junto con sus niños y mujeres en las carretas. También llevan consigo todo su ganado y sus bienes y llegan a Mitsrayim. Reuvén tiene cuatro hijos. Shimón tiene seis hijos. Leví tiene tres hijos. A Yehudá le quedan tres hijos de los cinco. Tiene también dos nietos. Yisajar tiene cuatro hijos. Zvulún tiene tres hijos. También está Diná. Los hijos e hijas de Leá son 33 en total. Gad tiene siete hijos. Asher tiene cuatro hijos, una hija y dos nietos. Los hijos e hijas de Zilpá son 16 en total. Yosef tiene dos hijos con Osnat. Binyamín tiene diez hijos. Los hijos de Rajel son 14 en total. Dan tiene dos hijos. Naftalí tiene cuatro hijos. Los hijos de Bilhá son siete en total. Sin incluir las esposas de los hijos de Yaakov, en total bajan 66 personas de Yaakov a Mitsrayim. Yosef tiene dos hijos que nacieron en Mitsrayim. Todas las almas de la casa de Yaakov que han bajado a Mitsrayim son 70.





Sexta aliyá, 46:28 – 47:10 Yaakov envía a Yehudá delante de sí para indicar el camino a Goshen. Yosef sale con su carro para ir al encuentro con su padre en Goshen. Cuando le ve se echa sobre su cuello y llora largamente. Israel dice que ahora puede morir, después de haber visto su rostro. Yosef dice que tiene que avisar a Paró que han venido sus hermanos y la familia de su padre y que son pastores de ovejas y vaqueros. Los hermanos de Yosef deben informar al Paró que su profesión es de ganado desde hace generaciones. Así podrán vivir en la tierra de Goshen, porque los pastores de ovejas son abominación para los mitsries. Yosef le informa al Paró sobre todo esto y le presenta cinco de sus hermanos. El les pregunta sobre su ocupación y le contestan que son pastores de ovejas y que han venido para residir en la tierra porque no hay pastos en la tierra de Kenáan. Piden permiso para habitar en la tierra de Goshen. Paró habla con Yosef y le dice que la tierra está a su disposición y que pueden habitar en la mejor parte, la tierra de Goshen. Si hay algunos capaces de los hermanos podrán estar a cargo del ganado del Paró. Yosef trae a su padre para presentarle ante Paró y Yaakov lo bendice. Paró le pregunta cuántos años tiene y él contesta que sus años de peregrinación han sido 130 años malos. No han llegado a los años de sus padres. Yaakov vuelve a bendecir a Paró y sale de su presencia.
Séptima aliyá, 47:11-27 Yosef instala a su padre y sus hermanos en la tierra de Ramsés, como el Paró ha mandado. Los sustenta a todos con alimento según la cantidad de sus hijos. El hambre es muy severa en Mitsrayim y en Kenáan. A cambio de grano, Yosef recoge para la casa de Paró todo el dinero que hay en Mitsrayim y en la tierra de Kenáan. Cuando ya no tienen dinero Yosef les da pan a cambio de todo su ganado. El siguiente año el pueblo ofrece sus cuerpos y sus tierras a cambio de pan. Entonces Yosef compra toda la tierra de Mitsrayim para Paró y toda la gente es trasladada a las ciudades. Pero la tierra de los sacerdotes no es comprada porque tienen ración de parte del Paró. Yosef luego da semilla al pueblo, que ya ha sido comprado para Paró, para que siembren la tierra. La quinta parte de la cosecha será para Paró y el resto será para sembrar y comer. El pueblo agradece que Yosef los haya salvado la vida y acepta la orden. A partir de ese momento rige la ley en Mitsrayim que dice que la quinta parte de la producción de la tierra será para el Paró. Sólo la tierra de los sacerdotes no llega a ser posesión del Paró. Israel se establece en la tierra de Goshen y obtienen propiedades y se multiplican en gran manera.

Comentarios
44:18 “Entonces Yehudá se le acercó, y dijo: Oh señor mío, permite a tu siervo hablar una palabra a los oídos de mi señor, y que no se encienda tu ira contra tu siervo, pues tú eres como Paró mismo.” – Yehudá se acercó a Yosef poco antes de que se diera a conocer. De la misma manera sucederá en los últimos tiempos poco antes de que el hijo de Yosef se dé a conocer al pueblo judío. Estamos viviendo en este tiempo ahora cuando el pueblo judío está acercándose más y más a Yeshúa para saber de él como un personaje histórico, no como el mundo cristiano le ha pintado, sino como un judío practicante de la Toráh. Yehudá se está acercando a ben Yosef sin haberle reconocido como el Mesías.
“Tú eres como Paró mismo” – El enviado es como el que le envió. El que ha visto al enviado, ha visto al que le envió, como está escrito en Juan 14:9:
“Yeshúa le dice: ¿Tanto tiempo he estado con vosotros, y todavía no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"?”
44:21 “Entonces tú dijiste a tus siervos: "Traédmelo para que yo lo vea."” – La palabra hebrea que ha sido traducida como “traédmelo” viene de la raíz “yarad” que significa “bajar”. Cuando el pueblo hebreo habla de salir de la Tierra de Israel, usa la expresión “bajar”, y cuando habla de entrar en la tierra de Israel, usa la expresión “subir”(hacer Aliya). Lo mismo se ve en los versículos 23 “desciende” y 24 “subimos”. Lamentablemente no se tradujo correctamente en el versículo 21 ni en el versículo 26 que debería ser traducido:
“Mas nosotros respondimos: "No podemos descender (en lugar de “ir”). Si nuestro hermano menor desciende (en lugar de “va”) con nosotros, entonces descenderemos (en lugar de “iremos”); porque no podemos ver el rostro del hombre si nuestro hermano no está con nosotros."”
Esto nos enseña que cuando una persona sale de la Tierra de Israel, desciende espiritualmente y cuando entra en la Tierra de Israel, sube espiritualmente hace Aliyah) . YHVH llama la Tierra de Israel “mi tierra”,  cf. Isaías 14:25; Jeremías 2:7; 16:18; Ezequiel 36:5; 38:16; Joel 1:6; 3:2. Por eso el que está en la tierra del Eterno está más cerca de él que cuando no está allí.



En Deuteronomio 11:12 está escrito: “Es una tierra que el Eterno tu Eloha cuida; y los ojos del Eterno tu Eloha están siempre sobre ella, desde el principio hasta el fin del año.”
El Paró no entendió la importancia espiritual de la Tierra de Israel, y cuando habló de viajar a la tierra de Kenáan, sólo dijo “id”, cf. 45:17.

44:32 “Porque yo, tu siervo, me hice responsable del muchacho con mi padre, diciendo: "Si no te lo traigo, que lleve yo la culpa delante de mi padre para siempre."” – Yehudá se puso como fiador, en hebreo “arav”.
Esto significa que estaba dispuesto a sufrir en lugar del hermano. Otra vez vemos como Yehudá, como ancestro del Mesías, de una manera profética expresa con su actitud lo que el Mesías iba a hacer en su primera venida. Estaba dispuesto a llevar la culpa para siempre para salvar a su hermano. Cuando Yojanán vio el Cordero en el cielo, lo vio “como inmolado”, cf. Revelación 5:6. Sin embargo, la novia del Mesías estará “sin mancha, ni arruga ni cosa semejante”, cf. Efesios 5:27. El Mesías se ha hecho responsable de los hombres y él todavía lleva, en su cuerpo, las marcas de las consecuencias del pecado de la humanidad, como está escrito en Juan 20:25-28:

“Entonces los otros discípulos le decían: ¡Hemos visto al Adon/Señor! Pero él les dijo: Si no veo en sus manos la señal de los clavos, y meto el dedo en el lugar de los clavos, y pongo la mano en su costado, no creeré. Ocho días después, sus discípulos estaban otra vez dentro, y Thoma con ellos. Y estando las puertas cerradas, Yeshúa viene y se puso en medio de ellos, y dijo: Shalom aleijem. Luego dice a Thoma: Acerca aquí tu dedo, y mira mis manos; extiende aquí tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Respondió Thoma y le dijo: ¡Adon/Señor mío y Elohim mío!”

44:33 “Ahora pues, te ruego que quede este tu siervo como esclavo de mi señor, en lugar del muchacho, y que el muchacho suba con sus hermanos.” – Ser fiador implica llevar la responsabilidad hasta la última consecuencia. Yehudá fue fiel a su promesa a su padre. Ahora ha mostrado, no solamente arrepentimiento, sino que está dispuesto a hacer tikún, rectificación, por lo que hizo con su hermano Yosef. En lugar de entregar al hijo de Rajel, que su padre amaba, se puso en su lugar.

Así Yosef supo que se había arrepentido. Si no hay una disposición de rectificar los errores cometidos y, en el caso de ser posible, restituir el daño, no ha habido arrepentimiento en la persona. Si hay arrepentimiento verdadero también hay un deseo de rectificación, como está escrito en Lucas 19:8-9:
“Y Zakai, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes daré a los pobres, y si en algo he defraudado a alguno, se lo restituiré cuadruplicado. Y Yeshúa le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa, ya que él también es hijo de Avraham”
La salvación había venido a la casa de Zakai. Hubo evidencias claras del arrepentimiento de sus pecados. Lo mismo vemos en la vida de Yehudá. Ya no volverá a defraudar a su padre. Ya no dejará que su hermano sea esclavo en Mitsrayim. Lo hizo una vez, pero esta vez no, porque hay arrepentimiento en su corazón.
Cuando Yehudá muestra arrepentimiento por haber vendido a su hermano el hermano se da a conocer.

45:1  “Yosef no pudo ya contenerse delante de todos los que estaban junto a él, y exclamó: Haced salir a todos de mi lado. Y no había nadie con él cuando Yosef se dio a conocer a sus hermanos.” – Ya se había visto el arrepentimiento en Yehudá. Ya se había logrado el propósito del trato duro contra él. En ese momento Yosef ya no necesita tratarle más con dureza. Ahora se da a conocer, pero no a los mitsries, sino a sus hermanos. De la misma manera el Mesías no fue manifestado al mundo después de su resurrección, sino a los que antes habían caminado con él, como está escrito en Hechos 10:40-41:
 “A éste Eloha le resucitó al tercer día e hizo que se manifestara, no a todo el pueblo, sino a los testigos que fueron escogidos de antemano por Eloha, es decir, a nosotros que comimos y bebimos con El después que resucitó de los muertos.”






La palabra hebrea traducida como “conocer” es “hitvadá”, y viene de la raíz “yadá” Esta palabra se usa en las Escrituras también como una referencia a tener relaciones íntimas, cf. Génesis 4:1, 17; 1 Reyes 1:4. En Génesis 45:4 Yosef les pide que se acerquen a él.
Podría haber dicho solamente que se acercaran, pero la palabra “elai”, “hasta mí”, que ha sido añadida, implica un acercamiento casi palpable. La conclusión que hace Rashí de esto es que Yosef les enseñó su circuncisión.
Yosef no se dio a conocer hasta que los doce hermanos estuvieran juntos. Como hemos dicho antes, esto alude a que el Mesías no se va a dar a conocer en los últimos tiempos hasta que las doce tribus estén involucradas.
También aprendemos de esto que tiene que haber unidad entre hermanos para poder tener la revelación plena del Hijo de Yosef, como está escrito en Efesios 3:17b-19:

“que arraigados y cimentados en amor, seáis capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, y de conocer el amor del Mesías que sobrepasa el conocimiento, para que seáis llenos hasta la medida de toda la plenitud de Eloha.”
Como los hermanos de Yosef no le reconocieron en su primer encuentro, sino en el segundo, así el Mesías no fue reconocido por la mayoría de los judíos en su primera venida, pero lo será en relación con su segunda venida. Con otras palabras, ahora es el tiempo cuando la mayoría de los judíos conocerán a Yeshúa. Ahora él se está dando a conocer como el que verdaderamente es, aquél Mesías del cual hablan todas las Escrituras.

“Y no había nadie con él cuando Yosef se dio a conocer a sus hermanos.” – Había una intimidad con los hermanos. De la misma manera ahora el Mesías se está dando a conocer de una manera muy íntima a los que son descendientes de las doce tribus de Israel. Se va revelando de una manera hebrea, llamándolos de vuelta a sus raíces hebreas y dándoles a entender su relación con él no sólo de manera espiritual, sino también física. Son del mismo pueblo y ahora es el tiempo de ser restaurado como judío; o mejor como Israelita del pacto renovado. Las personas que reciben este tipo de revelación ya no son las mismas. Su concepto de sí mismos cambia radicalmente y el concepto de quién es Yeshúa cambia radicalmente. Ya no le ven en el contorno gentil, sino en el contorno hebreo. Ya no le ven como el salvador de los gentiles, sino como el salvador de Israel, en primer lugar.
Fue Yehudá quien provocó la revelación de Yosef. De la misma manera los judíos son los que finalmente harán que Yeshúa se manifieste en gloria, cf. Mateo 23:39; Hechos 3:19-21.

45:2  “Y lloró tan fuerte que lo oyeron los mitsries, y la casa de Paró se enteró de ello.” – En el momento de revelación de quién era Yosef hubo lloro, cf. verso 14-15. De la misma manera hay muchas emociones y lágrimas en aquellas personas que ahora están recibiendo la revelación de quién es realmente Yeshúa y quiénes son ellos en relación con él.

Yeshúa lloró sobre la ciudad de Yerushalayim, ver Lucas 19:41-44. Los habitantes de Yerushalayim llorarán cuando él se dé a conocer mostrando sus heridas, las señales del pacto renovado, como está escrito en Zacarías 12:10-14:
“Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Yerushalayim, el Espíritu de gracia y de súplica, y me mirarán a mí, a quien han traspasado.
 Y se lamentarán por El, como quien se lamenta por un hijo único, y llorarán por El, como se llora por un primogénito. Aquel día habrá gran lamentación en Yerushalayim, como la lamentación de Hadad-Rimón en la llanura de Meguido. Y se lamentará la tierra, cada familia por su lado: la familia de la casa de David por su lado, y sus mujeres por su lado; la familia de la casa de Natán por su lado, y sus mujeres por su lado; la familia de la casa de Leví por su lado, y sus mujeres por su lado; la familia de los shimeítas por su lado, y sus mujeres por su lado; todas las demás familias, cada familia por su lado, y sus mujeres por su lado.”
 “lo oyeron los mitsries, y la casa de Paró se enteró de ello.” – Los mitsries, que simbolizan todos los gentiles, se darán cuenta de la revelación del Mesías de Israel y su gran lloro por sus hermanos judíos. -- La casa de Paró hace referencia a los gobiernos de la tierra en los últimos tiempos que serán informados cuando el Hijo de Yosef se haya dado a conocer a sus hermanos israelitas.



45:3  “Yosef dijo a sus hermanos: Yo soy Yosef. ¿Vive todavía mi padre? Pero sus hermanos no podían contestarle porque estaban atónitos delante de él.” – Ahora Yosef habló en hebreo presentándose con su nombre hebreo. No dijo: “Yo soy Tsafnat-Paneaj”. De la misma manera, cuando el Hijo de Yosef se presentó al rabino Shaúl ben Gamliel en Hechos 9:5 no dijo: “Yo soy JS el cristo”, sino: “Yo soy Yeshúa”.
Su nombre no es JS, sino Yeshúa. Cuando él habla con sus hermanos judíos les habla en hebreo, como está escrito en Hechos 26:14:
“Y después de que todos caímos al suelo, oí una voz que me decía en el idioma hebreo: "Shaúl, Shaúl, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón."”
45:4 “Y Yosef dijo a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron, y él dijo: Yo soy vuestro hermano Yosef, a quien vosotros vendiste a Mitsrayim.” – De esto aprendemos que en los últimos tiempos el pueblo de Israel se acercará cada vez más a Yeshúa. Amen.
45:5  “Ahora pues, no os entristezcáis ni os pese el haberme vendido aquí; para preservar vidas me envió Eloha delante de vosotros.” – El Mesías fue enviado a los gentiles para salvar vidas, según está escrito en Hechos 28:28:
“Sabed, por tanto, que esta salvación de Eloha ha sido enviada a los gentiles. Ellos sí oirán.”
En Romanos 11:11 está escrito: “Digo entonces: ¿Acaso tropezaron (los judíos) para caer? ¡De ningún modo! Pero por su transgresión ha venido la salvación a los gentiles, para causarles celos.”
Ese era el plan del Eterno: por causa del rechazo de los judíos, de la misma manera como Yosef fue rechazado por sus hermanos, los gentiles podrán recibir al Hijo de Yosef y ser salvos.
Vale la pena aquí que hagamos una reflexión adicional; que hizo aquí Yosef con sus hermanos? Los perdono de verdad; aunque ellos no lo hubieran creido por completo. Pero vamos hacernos 5 preguntas y las contestamos a la par. Amen.

EL PERDÓN
1. Mateo 6:12 - ¿Cuál es la base para pedir el perdón de el Eterno nuestro Dios?
2. Mateo 6:14 - ¿Qué sucede cuando perdonamos a otros sus ofensas?
3. Mateo 18:21-22 - ¿Cuántas veces debemos perdonar a la persona que sigue ofendiéndonos?
4. Efesios 4:32 - ¿Por qué hemos de perdonar a otras personas aun cuando no merecen nuestro perdón?
5. Colosenses 3:13 - ¿Cuál es el mejor tiempo para practicar el perdón con otro?

Hermanos el Perdon no es un sentimiento; eso de yo no perdono sin sentirlo, o perdono pero no olvido, eso es una mentira mas. El perdon es un acto de obediencia al Eterno, se acuerdan hermanos OBDC. Y aquí recordamos los temas que hemos venido hablando estos días, los cuales hacen y son un solo carácter moral y espiritual que el Judio Mesianico; es decir el Israelita del pacto renovado manifiesta. 

En Galatas 5;22-23.

Hablábamos sobre La agrupación del fruto:

Fruto para con El Eterno/Dios.
Amor - amor es de Eloha/Dios.
Gozo
- regocijamos en el Señor
Paz/Shalom
- paz viene de aceptar la voluntad de Elohim.

Fruto para con nuestro prójimo
Paciencia - es de esperar a mi prójimo.
Benignidad
– es de ser bueno moralmente.
Bondad
- es de buscar el bien para mi prójimo.

Fruto para con uno mismo
Fe/Emuna - De ser constante y siempre bien
Mansedumbre - De no exaltarme
Templanza - De controlarme
Entonces hoy entendemos después de tanto que hablamos y disfrutamos compartiendo el fruto del Ruah Santo en Januka. Que todas las personas en la kehila son amadas y ya no hay caras largas, ni mucho menos inconformes consigo mismas, o disgustadas o como diría mi abuelita entongadas; o como dirían otros estirando trompa. Hermano, hermana si algo nos ha dejado este Januka, es:


La evidencia palpable y verdadera que el Amor habita en nuestros corazones y por ello el Gozo se veía reflejado en el rostro de nuestros niños y la Paz ese Shalom que sobrepasa todo entendimiento reino, durante todas las luminarias encendidas cada una de las noches y aun queremos que brillen no solo en los anfitriones sino en todos y cada uno de nosotros desde el menor hasta el mayor y en cada rincón de nuestra congregación. Pero sabemos que debemos esperar con Paciencia para que también estén encendidas en nuestros hogares y cubran a todas nuestras familias; pero nos exige que seamos Benignos y  Bondadosos, no solo es ser buenos y buscar el bien para los míos aquí adentro sino también allá afuera. Pero debemos ser constantes en la obediencia y no desfallecer es decir debemos tener Emuna/Fe obediente. Porque solo asi nosotros evitaremos exaltarnos y seremos muy humildes; aunque seamos hijos del Rey, es decir tendremos Mansedumbre, y sabremos cuando es tiempo de callar y cuando es tiempo de hablar. Lo cual permitirá que en nosotros el dominio propio sea fundamento por la misma Templanza que permitirá que solo el Eterno y su Torah tomen el control de nuestras vidas; y asi podamos decir con plena certeza que no solo un milagro ocurrió allí con los Macabeos, sino que también ocurrió aquí en la kehila Torah Shalom de Villavicencio. Aleluyah.
Retomemos nuestra parasha…
45:6  “Porque en estos dos años ha habido hambre en la tierra y todavía quedan otros cinco años en los cuales no habrá ni siembra ni siega.” – Como los hermanos de Yosef le reconocieron en el segundo año de sequía es probable que el momento del derramamiento sobre los judíos del Espíritu de gracia y de oración sea durante el segundo año de los siete últimos años antes de la venida del Mesías.

“quedan otros cinco años en los cuales no habrá ni siembra ni siega.” – Yosef supo por los sueños del Paró y el espíritu profético que quedaban cinco años de hambre. Rashí dice que cuando vino Yaakov a Mitsrayim, terminó la sequía. Pero en tal caso Yosef sería un falso profeta. En el versículo 11 se repite el mensaje de los cinco años que quedaban de sequía.  Sin embargo, para los hijos de Israel sólo había dos años de hambre grave, puesto que Yosef los sostuvo durante el resto del tiempo.

- De esto aprenderemos que los fieles, que no podrán ni comprar ni vender durante la gran tribulación, serán sustentados de manera sobrenatural por el Eterno, tal como pasó con Eliyahu durante los años de sequía, cf. Revelación 3:17; 1 Reyes 17:4, 14.

45:7  “Y Eloha me envió delante de vosotros para preservaros un remanente en la tierra, y para guardaros con vida mediante una gran liberación.” – El Hijo de Yosef fue enviado al mundo gentil para provocar a los judíos a celos, para que ellos a su vez sean salvos por esta provocación, como está escrito en Romanos 11:14:

“si en alguna manera puedo causar celos a mis compatriotas y salvar a algunos de ellos.”

En Romanos 11:24-27 está escrito: “Porque si tú (gentil) fuiste cortado de lo que por naturaleza es un olivo silvestre (nación gentil), y contra lo que es natural fuiste injertado en un olivo cultivado (Israel), ¿cuánto más éstos (judíos), que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo? Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis sabios en vuestra propia opinión: que a Israel le ha acontecido un endurecimiento parcial hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles;  y así, todo Israel será salvo; tal como está escrito: EL LIBERTADOR VENDRA DE TSION; APARTARA LA IMPIEDAD DE YAAKOV. Y ESTE ES MI PACTO CON ELLOS, CUANDO YO QUITE SUS PECADOS.”
45:8 “Ahora pues, no fuisteis vosotros los que me enviasteis aquí, sino Eloha; y El me ha puesto por padre de Paró y señor de toda su casa y gobernador sobre toda la tierra de Mitsrayim.” – Yosef no echa la culpa de lo sucedido a sus hermanos. Estas palabras vienen de una persona espiritualmente madura. Los inmaduros no ven más allá de la nariz y echan la culpa a su alrededor por las cosas malas que les pasan. No entiende que detrás de los sucesos hay leyes espirituales y planes divinos.



El que colabora con estos planes será prosperado, como Yosef. Yosef quitó la culpa de sus hermanos. De la misma manera el Hijo de Yosef está quitando la culpa de los judíos que se arrepienten de haberle entregado a los gentiles. El Eterno tenía un plan con la venta de Mashiaj, fue la salvación del mundo y especialmente de Israel.
 “Eloha… me ha puesto por padre de Paró y señor de toda su casa y gobernador sobre toda la tierra de Mitsrayim.” – Según Rashí, la palabra “padre”, en hebreo “av”, no solamente significa padre, sino también “consejero”, “amigo” y “patrón”. Como Yosef fue puesto por padre de Paró, sin superarle o igualarle en autoridad, así Yeshua ha recibido de YHVH el título de “av” sin superarle o igualarle, según está escrito en Isaías 9:6:
“Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará sobre sus hombros; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Eloha, Poderoso, Padre (“av”), Eterno, Príncipe de Paz.” 
Los tres cargos que Yosef recibió del Paró corresponden a tres cargos del Mesías. 
-   Le puso como “av”, amigo y patrón, Isaías 9:6.
-   Le puso como señor de toda su casa, Hebreos 3:6.
-   Le puso como gobernador sobre todo el mundo, Mateo 28:18.
45:9 “Daos prisa y subid adonde mi padre, y decidle: "Así dice tu hijo Yosef: 'Eloha me ha hecho señor de todo Mitsrayim; ven a mí, no te demores.” – Las cosas sucederán rápidamente en los últimos tiempos.
“subid adonde mi padre” – Esto alude a lo que afuera llaman equivocadamente el rapto y el arrebatamiento, pero en realidad es hacer Aliya (subir a) por medio del cual todos los que son del Mesías subirán a la tierra de Israel desde los cuatro extremos de la tierra, como está escrito en Isaías 11:12:
“Alzará un estandarte ante las naciones, reunirá a los desterrados de Israel, y juntará a los dispersos de Yehudá de los cuatro confines de la tierra.”
En Mateo 24:29-31 está escrito:
“Pero inmediatamente después de la tribulación de esos días, EL SOL SE OSCURECERA, LA LUNA NO DARA SU LUZ, LAS ESTRELLAS CAERAN del cielo y las potencias de los cielos serán sacudidas. Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre; y entonces todas las tribus de la tierra harán duelo, y verán al HIJO DEL HOMBRE QUE VIENE SOBRE LAS NUBES DEL CIELO con poder y gran gloria. Y El enviará a sus ángeles con UN GRAN SHOFAR y REUNIRAN a sus escogidos de los cuatro vientos, desde un extremo de los cielos hasta el otro.” Amen.
45:26 “Y le informaron, diciendo: Yosef vive todavía, y es gobernante en toda la tierra de Mitsrayim. Pero él se quedó atónito porque no les podía creer.” – Yeshúa vive todavía y es gobernante entre muchos gentiles que le han recibido como su Salvador y Señor.
45:27 “Pero cuando ellos le contaron todas las cosas que Yosef les había dicho, y cuando vio las carretas que Yosef había enviado para llevarlo, el espíritu de su padre Yaakov revivió.” – Israel no podía creer el mensaje de que Yosef vivía hasta después de un tiempo.
De la misma manera está pasando con el pueblo judío hoy en día. Al principio no pueden creer que aquel que llaman YESHUA es el Mesías de Israel. Pero luego lo harán y entonces revivirá el espíritu de Israel.



Mashiaj ben Yosef es el único que puede hacer revivir el espíritu de Israel. Él lo hará mediante sus emisarios que vienen con regalos y evidencias claras. Así se dará a conocer a Israel. Será mediante los israelitas. Pero cuales Israelitas; los del pacto renovado como tú o como yo. Amén?
Según Rashí, la Shejiná, la presencia divina, el Espíritu de Santidad, partió de Jaakov durante su tiempo de luto por causa de Josef, y en este momento vuelve otra vez al patriarca. 
45:28 “Entonces Israel dijo: Basta, mi hijo Yosef vive todavía. Iré y lo veré antes que yo muera.” – La Torá cambia el nombre de Yaakov de un versículo a otro. Cuando el espíritu de Yaakov revive es llamado Israel. Pronto llegará el momento histórico cuando Israel como nación reconozca que Yeshúa aún vive.
Es más llegara el momento hermanos y no muy lejano, cuando nuestros hermanos cristianos también reconozcan que están equivocados y que declararan con sus bocas que Yeshua es la Torah viva y la verdad única para llegar al padre y para demostrar que ya somos salvos. Aleluyah.
En Mateo 25:31-32 está escrito:
Pero cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con El, entonces se sentará en el trono de su gloria; y serán reunidas delante de Él todas las naciones; y separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos.
En Revelación 22:2 está escrito: “en medio de la calle de la ciudad. Y a cada lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce clases de  fruto, dando su fruto cada mes; y las hojas del árbol eran para sanidad de las naciones.
46:28 “Y envió a Yehudá delante de sí a Yosef, para indicar delante de él el camino a Goshen; y llegaron a la tierra de Goshen.” – La palabra hebrea que ha sido traducida como “camino a Goshen” es “goshna”. También se encuentra en el próximo versículo. Comprende cuatro letras hebreas, guimel (G), shin (Sh), nun (N) y hey (H). Es la única palabra en toda la Escritura que contiene estas cuatro letras. Son las mismas cuatro letras que se encuentran en el sevivon (perinola) que se usa en la diáspora para jugar durante Januká. Las cuatro letras que son usadas para Januká anuncian el gran milagro que ocurrió allí, en hebreo: “Nes Gadol Hayá Sham”, “Un milagro grande sucedió allí”. La suma del número de las cuatro letras es 358. Nun = 50, Guimel = 3, Hey = 5, Shin = 300. 50 + 3 + 5 + 300 = 358.
Es la misma suma que de las cuatro letras hebreas de Mashiaj, Mem (40) + Shin (300) + Yud (10) + Jet (8) = 358.
De esto aprendemos que el gran milagro que ocurrió en Januká, no solamente fue la victoria del judaísmo del Eterno sobre el paganismo, o el posible milagro del aceite, sino también el momento de la concepción sobrenatural de Miryam, la madre de Yeshúa, que ocurrió durante la luna nueva en Januká. Según algunos  cálculos, fue en la luna nueva del décimo mes de Tevet, para luego nacer 38 semanas más tarde, el día 15 del séptimo mes de Tishrí, aprox entre septiembre y octubre (en  Sukot).
47:14 “Y Yosef recogió todo el dinero que había en la tierra de Mitsrayim y en la tierra de Kenáan a cambio del grano que le compraban, y Yosef trajo el dinero a la casa de Paró.” – El propósito de recoger todo ese dinero fue que pasara a los hijos de Israel en el futuro, porque necesitaban mucho oro, plata, bronce y piedras preciosas para poder hacer el mishkán, tabernáculo, en el desierto, como está escrito en Éxodo 12:36:
“Y el Eterno hizo que el pueblo se ganara el favor de los mitsries, que les concedieron lo que pedían. Así despojaron a los mitsries.”




47:20 “Así compró Yosef toda la tierra de Mitsrayim para Paró, pues los mitsries vendieron cada uno su campo, porque el hambre era severa sobre ellos; y la tierra vino a ser de Paró.” – De la misma manera Mashiaj compró toda la tierra para el Padre celestial cuando se entregó a sí mismo para que el mundo pudiera vivir.
47:25 “Y ellos dijeron: Nos has salvado la vida. Hallemos gracia ante los ojos de Paró mi señor, y seremos siervos de Paró.” – Yosef salvó la vida de los mitsries. De la misma manera Yeshúa ha preparado una salvación para todas las personas de la tierra durante todas las épocas de la historia, como está escrito en 1 Juan 2:2:
“El mismo es la propiciación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.”
En 2 Corintios 5:19- 21 está escrito:
“A saber, que Eloha estaba en el Mesías reconciliando al mundo consigo mismo, no tomando en cuenta a los hombres sus transgresiones, y nos ha encomendado a nosotros la palabra de la reconciliación. Por tanto, somos embajadores del Mesías, como si Eloha rogara por medio de nosotros; en nombre del Mesías os rogamos: ¡Reconciliaos con Eloha! Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Eloha en El.”
La gratitud de los mitsries por haber sido salvados les llegó a entregarse voluntariamente como siervos al rey. De la misma manera el Eterno espera que nosotros le entreguemos toda nuestra vida en gratitud por lo que el Mesías ha hecho por nosotros al salvar nuestras almas de la muerte eterna.
En Juan 17:9-10 está escrito:
 “Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me has dado; porque son tuyos; y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo, mío; y he sido glorificado en ellos.”
Pidamos al Eterno nuestro padre que Seamos como Yosef, en su actitud perdonadora y sigamos a Yeshua como la Torah viva del Amor, que abarca el Fruto del Espiritu que es uno solo y el verdadero Ejad que tu y yo como Israelitas del Pacto renovado debemos reflejar primero entre nosotros mismos y luego a los demás.
¡Shabat Shalom!

Recopilado por  Orlando Unda R.

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