Parashá
37 Shelaj Lejá/Envia tu/Números 13:1 –
15:41
PARA SER COMPARTIDA EN EL SHABAT DEL 23 SIVAN 5777/ 17 JUNIO
2017
Primera aliyah, 13:1-20
Segunda aliyah, 13:21 – 14:7
Tercera aliyah, 14:8-25
Cuarta aliyah, 14:26 – 15:7
Quinta aliyah, 15:8-16
Sexta aliyah, 15:17-26
Séptima aliyah 15:27-41
Haftará:
Josué 2:1-24
Brith Hadasha (Tsofen
Maljutí): Juan 7:1-8:47; (Hebreos
3:7-19)
Shelaj lejá
significa “envía tú”
Primera aliyah, 13:1-20
13:3 “Tú mismo envía
hombres a fin de que reconozcan la tierra de Kenáan, que voy a dar a los hijos
de Israel; enviarás un hombre de cada una de las tribus de sus padres, cada uno
de ellos jefe entre ellos.” – Las primeras
palabras hebreas de esta oración “shelaj lejá” significan literalmente “envía
para ti” o “envía por ti”. La idea de enviar espías no venía de El Eterno o de
Moshé, sino del pueblo, como está escrito en Deuteronomio 1:22-23:
“Entonces todos vosotros os acercasteis a mí, y
dijisteis: "Enviemos hombres delante de nosotros, que nos exploren la
tierra, y nos traigan noticia del camino por el cual hemos de subir y de las
ciudades a las cuales entraremos." Y me agradó el plan, y tomé a doce
hombres de entre vosotros, un hombre por cada tribu.”
13:4
“Y estos eran sus
nombres: de la tribu de Reuvén, Shamúa, hijo de Zajur”
– En esta lista otra vez Reuvén está mencionado como el primogénito.
13:6 “de la tribu de
Yehudá, Calev, hijo de Yefuné” – Calev fue
hijo de Jezrón, hijo de Perets, hijo de Yehudá, cf. 1 Crónicas 2:3-5, 18. Calev
representaba la tribu de Yehudá. Pero ¿por qué fue llamado cenezeo (heb
“kenizí”), como está escrito en Números 32:12; Josué 14:6, 14:
“Calev, hijo de Yefuné cenezeo”?
En Génesis 36:11
se habla de un tal Kenaz (Cenaz) que era hijo de Elifaz, hijo de Esav, pero la
pregunta es si Calev tenía algo que ver con él. Rashí cita el Midrash que dice que Calev era hijo adoptivo de Kenaz y
que la madre de Caleb dio a luz a Otniel para Kenaz. Según Radak después de
haber muerto Yefuné, su viuda se casó con Kenaz, de quien dio a luz Otniel. Por
esto Otniel y Kalev eran medio hermanos por parte materna. Según Aryeh Coffman,
Calev se crió en casa de Kenaz, y por esto es llamado “kenizí” (cenezeo) que es
un sobrenombre derivado del Kenaz.
En Josué 15:17 está escrito:
“Y Otniel, hijo
de Kenaz, hermano de Calev, la tomó, y él le dio a su hija Ajsá por mujer.”
Esto nos enseña que la
Torá habla de dos hombres diferentes con el nombre Kenaz, un edomita y un
israelita. La herencia tribal y la herencia de la tierra de Israel vienen por
la vía paterna. Así que si Calev hubiera sido descendiente directo de Kenaz,
nieto de Esav, no podría tener ninguna identidad tribal y por lo tanto no
podría representar la tribu de Yehudá. Calev tenía un espíritu muy hermoso. Su
nombre significa “como el corazón”. Hacía las cosas de corazón y entrega al
Eterno. Junto con Yehoshúa fue el único de todos los que fueron contados de los
que salieron de Mitsrayim, que entró en la tierra prometida. Esto nos habla de
la entrega del corazón de este hombre. Calev tenía 40 años en el momento de ser
enviado como explorador, según Josué 14:10-11, donde está escrito:
“Y ahora, he aquí, El Eterno me ha permitido
vivir, tal como prometió, estos cuarenta y cinco años, desde el día en que
Adonay habló estas palabras a Moshé, cuando Israel caminaba en el desierto; y
he aquí, ahora tengo ochenta y cinco años. Todavía estoy tan fuerte como el día en que
Elohim me envió; como era entonces mi fuerza, así es ahora mi fuerza para
la guerra, y para salir y para entrar.”
Calev es un ejemplo de un
hombre que sirvió a El Eterno de corazón y habló desde un corazón entregado
aunque todos los demás fueron infieles. ¡Seamos como él!
“a Hoshéa, hijo de Nun, Moshé lo llamó Yehoshúa”
– Moshé tuvo la revelación del Mesías Yeshúa, como está escrito en Juan 5:46: “Porque si creyerais a Moshé, me creeríais a mí,
porque de mí escribió él.”
El eterno reveló a Moshé
el nombre del Mesías que iba a venir, en su forma antigua y amplia. De esa
manera este explorador Yehoshúa hijo de Nun constituye una figura profética del
Mesías.
- Su nombre es el mismo que el del Mesías.
- Fue un siervo fiel a Moshé en todo momento, al
igual que el Mesías.
- Tomó el lugar de Moshé, el Mesías iba a ser como
Moshé.
- Fue el que introdujo al pueblo en la Tierra
prometida, como el Mesías va a introducir a los
fieles en el reino venidero.
- Él cruzó el río Yardén ileso, simbolizando la
muerte y la resurrección.
- Etc.
Yehoshúa vino de la tribu de
Efrayim, hijo de Yosef. Por esto hay otra señal de que el Mesías tenía que ser
hijo de Yosef de manera profética y cumplir el papel del Mesías sufriente para
luego ser levantado en alto, al igual que Yosef en Mitsrayim. Al mismo tiempo
vemos aquí una conexión interesante entre el Mesías y la tribu de Efrayim que
representa a las tribus dispersas y perdidas de Israel. El Mesías tiene el
papel de representar y restaurar esas tribus perdidas. Además vemos que el
nombre Yehoshúa significa que El Eterno es el que salva, como está
escrito en Isaías 43:11: “Yo, yo soy Elohim, y fuera de mí no hay salvador.”
En Isaías 45:21 está escrito:
“Declarad y presentad vuestro caso; sí, que
deliberen juntos: ¿Quién ha anunciado esto desde la antigüedad y lo ha
declarado desde entonces? ¿No soy yo, Adonay? No hay más Eloah que yo, un
Eloah justo y salvador; no hay ninguno fuera de mí.”
En Oseas 13:4 está escrito:
“Mas yo he sido El Eterno tu Eloah desde la
tierra de Mitsrayim; no reconocerás a otro eloah fuera de mí, pues no hay más
salvador que yo.”
En 1 Timoteo 1:1 está escrito:
“Pablo, shaliaj del Mesías Yeshúa por mandato de
Eloah nuestro Salvador, y del Mesías Yeshúa nuestra esperanza”
En 1 Timoteo 2:3 está escrito:
“Porque esto es bueno y agradable delante de
Eloah nuestro Salvador”
Si Elohim, el
Padre Eterno, es el único Salvador, ¿cómo es que ahora un hombre, Yeshúa recibe
el título de salvador, como está escrito en Lucas 2:11:
“porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David,
un Salvador, que es el Adón Mesías.”?
En Juan 4:42 está escrito:
“decían a la mujer: Ya no creemos por lo que tú
has dicho, porque nosotros mismos le hemos oído, y sabemos que éste es en
verdad el Salvador del mundo.”
La respuesta es
que El Eterno es el que salva por medio de sus agentes. Noaj fue un salvador
del mundo en su tiempo. Moshé fue un salvador en su tiempo. La reina Ester fue
una salvadora en su tiempo, cf. Abdías 21. Pero ninguno de ellos podía liberar
al hombre del pecado y de la muerte. Por lo tanto Yeshúa HaMashiaj es el
salvador de Israel y el mundo por excelencia, enviado por el Padre precisamente
con el fin de salvarnos de nuestros pecados y todas sus consecuencias
desastrosas.
En Hechos 5:31 está escrito:
“A éste Eloah exaltó a su diestra como Príncipe y
Salvador, para dar arrepentimiento a Israel, y perdón de pecados.”
En Hechos 13:23 está escrito:
“De la descendencia de éste, conforme a la
promesa, Dios ha dado a Israel un Salvador, Yeshúa.”
En 1 Juan 4:14 está escrito:
“Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que
el Padre envió al Hijo para ser el Salvador del mundo.”
Yehoshúa entró
en la tierra dos veces durante su vida. La primera vez solamente fue una visita
de 40 días para explorar la tierra. La segunda vez fue con la fuerza para
conquistarla y sujetarla al Reino de los cielos. De la misma manera, cuando
estuvo el Mesías en la tierra de Israel la primera vez, su visita duraba sólo
unos años y no usó la fuerza bélica para implantar el Reino. Pero cuando vuelva
por segunda vez, vendrá como líder de todos los ejércitos celestiales para establecer
definitivamente el Reino de Eloah en la tierra de Israel y el mundo entero.
Segunda aliyah, 13:21 – 14:7
13:25 “Y volvieron de
reconocer la tierra al cabo de cuarenta días”
– Según el Midrash, la noche en que volvieron fue el día 9 del mes de Av, el
quinto mes, el mismo día cuando los hijos de Israel habían empezado el culto al
becerro de oro. Esa noche El Eterno juró que los hijos de Israel iban a ser
dispersados entre las naciones, como está escrito en el Salmo 106:24-27:
“Aborrecieron la tierra deseable, no creyeron en
su palabra, sino que murmuraron en sus tiendas, y no escucharon la voz de
Adonay. Por tanto, les juró abatirlos en el desierto, y esparcir su simiente
entre las naciones, y dispersarlos por las tierras.”
Por esta razón
este día fue transformado en un día de calamidad para la historia judía. En ese
día fueron destruidos los dos templos. En ese día fue derrotada la última
revuelta de los judíos contra Roma en el año 135. En ese día fueron expulsados
los judíos de España en el año 1492. En ese día empezó la primera guerra
mundial. En ese día ocurrió la noche de cristal durante la segunda guerra
mundial. El 9 de Av, en hebreo “tishá be-av”, es un día de ayuno y luto
nacional para el pueblo judío. Pero el profeta promete que se convertirá en un
día de alegría, como está escrito en Zacarías 8:19:
“Así dice El Eterno de los ejércitos: "El
ayuno del cuarto mes, el ayuno del quinto, el ayuno del séptimo y el ayuno del
décimo se convertirán para la casa de Yehudá en gozo, alegría y fiestas
alegres. Amad, pues, la verdad y la paz."”
13:30 “Entonces Calev hizo callar al pueblo delante de Moshé, y dijo: Debemos
ciertamente subir y tomar posesión de ella, porque sin duda la conquistaremos.” – Calev era un
hombre de fe y hablaba fe con su boca. Lo que hay en el corazón habla la boca.
Su nombre significa “según el corazón” y así dio un informe según su corazón.
El iba en contra de la corriente y confiaba en las promesas de Adonay. Lo que
él creyó en ese momento lo recibió más tarde.
13:31 “Pero los hombres que habían subido con él
dijeron: No podemos subir contra ese pueblo, porque es más fuerte que nosotros.”
– Los diez exploradores hablaban palabras negativas que iban en contra de las
promesas de El Eterno. Humanamente hablando tenían razón, pero el pueblo del
Eterno no ha sido llamado a caminar de manera natural, sino sobrenatural. Por
lo tanto, la única manera de poder conquistar la tierra, era por medio de la
ayuda del Eterno. Pero estos hombres no quisieron confiar en Elohim. Solamente
evaluaban las cosas de manera natural. Ellos no tenían fe y por lo tanto no
recibieron lo que Elhim había prometido, como está escrito en Hebreos 4:1-2:
“Por tanto, temamos, no sea que permaneciendo aún
la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo
alcanzado. Porque en verdad, a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva,
como también a ellos; pero la palabra que ellos oyeron no les aprovechó por no
ir acompañada por la fe en los que la oyeron.”
Las promesas de
Adonay tienen que ir acompañadas por la fe en los que las oyen para que puedan
tener su cumplimiento. La confianza en las promesas de Elohim es un requisito
para poder beneficiarse de ellas. Si estás en problemas, ante gigantes y ante
una tarea que humanamente es imposible realizar, la única manera de poder pasar
por en medio en victoria es confiar en las promesas del Eterno. Por lo tanto,
memoriza las promesas, medita en ellas día y noche, escríbelas en papeles y
pégalas en las paredes de tu casa, cántalas, repítelas a tus hijos, ponlas en
tu corazón y háblalas con tu boca y verás como tu corazón será fortalecido para
poder recibir lo que dicen las palabras poderosas del Todopoderoso y Fiel.
Amen?
13:32 “Y dieron un mal informe a los hijos de Israel de
la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por la que hemos ido para
reconocerla es una tierra que devora a sus habitantes, y toda la gente que
vimos en ella son hombres de gran estatura.”
– Hablaron mal de la tierra, del regalo que el Eterno les estaba dando. El
Midrash cuenta que delante de los espías Adonay envió una plaga, de manera que
ellos vieron muertos por todas partes. En lugar de ver la mano poderosa de
Elohim dedujeron que la tierra estaba haciendo daño a sus habitantes. La tierra
de Israel es algo especial para El Eterno. Sus ojos están sobre ella durante
todo el año, como está escrito en Deuteronomio 11:12:
“Es una tierra que Adonay tu Eloah cuida;
los ojos de Adonay tu Eloah están siempre sobre ella, desde el principio
hasta el fin del año.”
Por esto
constituye un delito muy grave hablar mal de la tierra de Israel. Por causa de
su actitud negativa hacia la tierra de Israel estos exploradores sufrieron la
muerte.
- Alguno
de acuerda de El presidente Chavez de Venezuela, que le paso???...
14:1 “Entonces toda la congregación levantó la voz y
clamó, y el pueblo lloró aquella noche.” – Según Rashí,
aquí la palabra congregación, en hebreo “edá”, no se refiere a todo el pueblo
sino al sanedrín, los 70 líderes principales. Ellos hicieron más caso al
informe negativo que del informe positivo. A la carne le gusta más las noticias
malas que las buenas. Las malas noticias venden mejor que las buenas. En lugar
de escuchar la Palabra del Eterno que había dado tantas promesas, y además con
señales y prodigios, hicieron caso a palabras llenas de incredulidad y no pudieron
esperar en un futuro positivo. Es muy importante que cuidemos nuestro corazón
para que no entren dudas de las palabras de Adonay. ¿Qué informe escuchas? ¿El
del cielo o el de los hombres?
Según las
palabras de cada uno, así le sucedió. Calev y Yehoshúa entraron en la tierra,
conforme a sus propias palabras, y el pueblo murió en el desierto, conforme a
sus propias palabras. ¿Cómo quieres que sea tu futuro? El futuro depende de tus
palabras. ¡Úsalas correctamente!
14:4 “Y se decían unos
a otros: Nombremos un jefe y volvamos a Mitsrayim”
– La democracia no es la mejor forma de dirigir un pueblo. Si el pueblo de
Israel hubiera sido sujeto a las normas democráticas de la sociedad moderna,
hubieran vuelto a Mitsrayim. Hubieran votado con la mayoría para tener un
gobierno nuevo, sin Moshé. Pero El Eterno tenía otro plan porque Él no se
somete a la mayoría. El poder principal no viene del pueblo, sino del Cielo.
Tercera aliyah, 14:8-25
14:11 “Y El Eterno dijo
a Moshé: ¿Hasta cuándo me desdeñará este pueblo? ¿Y hasta cuándo no creerán en
mí a pesar de todas las señales que he hecho en medio de ellos?”
– Todo este conflicto tenía una causa, la incredulidad. La incredulidad es la
falta de confianza y la falta de fidelidad. El pueblo eligió no creer al
Eterno. Escogieron palabras de derrota en lugar de las promesas de victoria, y
así les alcanzó la derrota. La fe se basa en la Palabra, como está escrito en
Romanos 4:18; 10:17:
“El creyó en esperanza contra esperanza, a fin de
llegar a ser padre de muchas naciones,conforme a lo que se le había dicho:
ASÍ SERÁ TU DESCENDENCIA… Así que la fe viene del oír, y el oír, por la palabra
delElohim.”
Tenían
suficientes palabras del cielo para poder creer, pero tomaron la decisión de no
hacerlo. Por eso el Eterno se cansó de ellos.
14:12 “Los heriré con pestilencia y los desalojaré, y a ti te haré una nación
más grande y poderosa que ellos.” – Moshé tuvo
la oportunidad de ser el padre de una gran nación. Sin embargo rechazó esa
oportunidad por amor al pueblo. De la misma manera Yeshúa no vino para rechazar
a Israel y buscarse un nuevo Israel, sino para restaurar las 12 tribus de
Israel y además injertar a los gentiles en el pueblo santo. Él no creó una
nueva entidad, aparte de Israel, llamada Iglesia, sino restauró y amplió la
antigua nación de Israel.
14:13 “Pero Moshé respondió a El Eterno: Entonces lo oirán los mitsríes, pues
tú sacaste a este pueblo de en medio de ellos con tu poder”
– ¿Qué argumentos usaba Moshé en la intercesión?
1. Los mitsríes oirán que tú no pudiste
cumplir tu promesa. Está en juego el honor de Elohim, si Su Palabra es cumplida
o no. El testimonio ante las naciones es muy importante.
2. Las naciones de la tierra de Kenáan
dirán: “Adonay no pudo…”. El honor de Elohim está en juego, y por eso Moshé
está más interesado en él que de la supervivencia del pueblo. El pueblo merece
morir. Pasaron las diez pruebas y fallaron todas. Por eso el argumento que usa
Moshé no es que el pueblo sea salvo, sino de que el honor de E Eterno sea
salvo.
3. Basándose en la revelación de los 13 atributos de misericordia, Moshé
reclama que el Eterno actúe según quien es, misericordioso, que perdona…
“Muestra quien eres, conforme a lo que dijiste.” Vemos, por lo tanto, que
también en este caso el Nombre de Adonay es el motivo de la intercesión de
Moshé. El deseo de Moshé es que el Eterno sea conocido en el mundo, y por eso
se interpone a la propuesta del exterminio del pueblo y un plan nuevo, aunque
él mismo fuera el protagonista.
¡Qué corazón
tenía Moshé! Tuvo la oportunidad de ser el padre de un nuevo Israel, pero no
buscó su propia fama, ni que su propio nombre fuera engrandecido. Tenía más
interés por el Nombre de Elohim que por su propio nombre. ¡Qué ejemplo para
nosotros!
Ahora bien, la promesa de que
los descendientes de Moshé fueran multiplicados se cumplió, según está escrito
en 1 Crónicas 23:17b: “los hijos
de Rejavyá fueron muchos.”
14:20 “Entonces Adonay dijo: Los he perdonado según tu
palabra” – Las palabras de Moshé estaban de acuerdo con
las palabras y el honor del Eterno y por eso su oración tuvo éxito. Ora las
palabras del Eterno y tu oración tendrá éxito. Es más, nunca se debe orar o
hablar de cosas que no estén de acuerdo con la Torá, como está escrito en 1
Pedro 4:11a:
“El que habla, que hable conforme a las palabras
de Eloah”
14:21 “pero ciertamente, vivo yo, que toda la tierra será llena de la gloria de
Elohim” – Esto sucederá durante el reinado mesiánico.
14:22 “ciertamente todos los que han visto mi gloria y
las señales que hice en Mitsrayim y en el desierto, y que me han puesto a
prueba estas diez veces y no han oído mi voz”
– Los hijos de Israel fueron probados diez veces, como nuestro padre Avraham, y
fallaron en todas las pruebas. Lo más importante no es lo que uno hace cuando
es probado sino cómo uno reacciona. Todas las veces que el pueblo fue puesto a
prueba murmuraron. Por eso no eran dignos de entrar en la tierra.
El
Talmud nombra las diez veces que el pueblo probo a Elohim: Dos en el mar
de Suf, cf. Éxodo 14:11; Salmo 106:7; dos a causa del agua, cf. Éxodo 15:23-24;
17:1-3; dos a causa del maná, cf. Éxodo 16:19-20, 27; dos a causa del alimento,
cf. Éxodo 16:3; Números 11:4; una vez con el becerro de oro, cf. Éxodo 32:4; y
una vez con el pecado de los exploradores, cf. Números 14:1.
Cuarta aliyah, 14:26 – 15:7
14:27 “¿Hasta cuando a
esta malévola asamblea, que ellos provocan que se quejen contra mí? Las quejas
de los Hijos de Israel que ellos provocan contra Mi Yo he escuchado.” –
Dos grupos de personas son mencionados en este versículo; la “asamblea” y los
hijos de Israel. Según Rashí, esta “asamblea”, en hebreo “edá”, son los diez
espías que provocaron que los hijos de Israel se quejaran y se revelaran contra
el Eterno. De allí se aprende que una asamblea constitucional, legalmente
compuesta, tiene que tener como mínimo diez varones, en hebreo “minyán”.
Según Mizrají,
la palabra “edá” literalmente significa “asamblea” o “congregación”. Se deriva
de la raíz yud, ayin, dalet, que implica reunirse para un fin determinado, y es
por eso que la Torá la utiliza para referirse a un grupo homogéneo de
individuos que comparten un propósito único.
14:28 “Diles: "Vivo yo"—declara Adonay--
"que tal como habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros.”
– Como el hombre ha sido creado a la imagen de Elohim le ha sido dado mucho
poder en su lengua. ¿Quieres que sucedan cosas buenas en tu vida? Habla bien y
obedece los mandamientos, como está escrito en el Salmo 34:11-14:
“Venid, hijos, escuchadme; os enseñaré el temor
de Adonay. ¿Quién es el hombre que desea vida y quiere muchos días para ver el
bien? Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño. Apártate del mal
y haz el bien, busca la paz y síguela.”
14:29 “En este desierto caerán vuestros cadáveres,
todos vuestros enumerados de todos los contados de veinte años arriba, que han
murmurado contra mí.” – Según los Midrashes, las
mujeres, los hombres mayores de 60 años y la tribu de Leví estaban excluidos de
esta sentencia, porque sólo los que fueron contados, no tenían el derecho de
entrar.
“de veinte años
arriba” – De aquí aprendemos que el juicio divino llega sobre una persona a
partir de los 20 años. A partir de los 13 tiene la responsabilidad de caminar
con Elohim. Y si no decide caminar correctamente durante sus primeros años de
vida adulta, el juicio caerá sobre él a partir de los 20 años, no antes.
14:34 “Según el número de los días que reconocisteis la
tierra, cuarenta días, por cada día llevaréis vuestra culpa un año, hasta
cuarenta años, y conoceréis mi enemistad.” – De esto aprendemos
que proféticamente se puede comparar un día con un año y viceversa. Un año
puede representar un día y un día puede representar un año, cf. 2 Pedro 3:8.
14:35 “Yo, Adonay, he hablado; ciertamente esto haré a
toda esta perversa congregación que se han juntado contra mí. En este desierto
serán destruidos, y aquí morirán.” – El texto
dice que ellos tenían que ser destruidos en el desierto y morir allí. Según el
Talmud esta oración está hablando de dos momentos de muerte, en este mundo
y en el mundo venidero “allí”.
14:36-37 “En cuanto a los
hombres a quienes Moshé envió a reconocer la tierra, y que volvieron e hicieron
a toda la congregación murmurar contra él dando un mal informe acerca de la
tierra, aquellos hombres que dieron el mal informe acerca de la tierra,
murieron debido a una plaga delante de Elohim.”
– En este texto la Torá no destaca la rebeldía
de los exploradores, ni los culpa por su incredulidad, sino los causa de hablar
mal de la tierra. ¡Qué importante es la Tierra de Israel en el plan divino!
Fueron condenados a muerte por hablar mal de la tierra. ¿Cómo hablamos de la
tierra donde vivimos? La tierra es un regalo del cielo al hombre. Hablemos bien
de ella.
14:44 “Pero ellos se obstinaron en subir a la cumbre del monte; mas ni el arca
del pacto de Elohim ni Moshé se apartaron del campamento.”
– Hay un límite para la gracia del Eterno. Ya no hubo lugar para el
arrepentimiento. Después de las diez provocaciones, hubo una sentencia final, y
ya no podían hacer teshuvá. ¡No se puede jugar con el Eterno! Aquí aprendemos
que hay una diferencia entre fe y obstinación. El pueblo obstinado estaba
aparentemente basándose en la Palabra del Eterno. Pero no tomó en cuenta la
sentencia que había sido dada. No se puede tomar una palabra de las Escrituras
y aplicarlas sobre su vida sin el respaldo del Eterno. Necesitamos colaborar
con el Eterno en el cumplimiento de sus promesas, no tomar promesas sin una
relación de obediencia. Aunque se puedan utilizar mal las palabras de la Torá
para sus propios caprichos o para obtener poder, las Escrituras no fueron dadas
para ser usadas así. Los que usan las Escrituras de esa manera serán juzgados,
porque no están sometidos al Eterno, sino quieren dominar sus propias vidas y
las vidas de otros. Las promesas son dadas para los que andan con El Eterno en
obediencia y en una relación íntima. En Mateo 4:6-7 está escrito:
“y le dice: Si eres Hijo de Eloah, lánzate abajo,
pues escrito está: "A SUS ANGELES TE ENCOMENDARÁ", y: "EN LAS
MANOS TE LLEVARÁN, NO SEA QUE TU PIE TROPIECE EN PIEDRA." Yeshúa le dijo:
También está escrito: "NO TENTARÁS AL SEÑOR TU ELOAH."”
Hasatán, que es
un personaje real, no sólo una fuerza del mal, intentó engañar al Maestro para
que usara un texto de la Escritura para llevar a cabo una obra maravillosa sin
el permiso del cielo, sin la obediencia al Espíritu, sin caminar con la
Shejiná. En el desierto cayeron nuestros padres ante la misma tentación, pero
Yeshúa HaMashiaj hizo tikún, rectificación de ese pecado. ¡Aprendamos de Su
ejemplo!
Séptima aliyah 15:27-41
15:30-31 “Pero aquél que
obre con desafío, ya sea nativo o extranjero, ése blasfema contra El Eterno, y
esa persona será cortada de entre su pueblo. Porque ha menospreciado la palabra
de Adonay, y ha quebrantado su mandamiento, esa persona será enteramente
cortada; su culpa caerá sobre ella.” – Según Rashí,
cuando un pecado de idolatría es cometido, no por error, sino con
premeditación, entonces hay pena de muerte, en el caso de no haber
arrepentimiento. Mientras no haya arrepentimiento, el pecado permanece en él.
15:32 “Cuando los hijos de Israel estaban en el
desierto, encontraron a un hombre que apilaba leña en shabat.”
– La Torá no dice que el hombre tuvo arrepentimiento. Según Rashí, los que lo
hallaron le advirtieron de que eso estaba prohibido en shabat bajo pena de
muerte, pero él no hizo caso. Según la ley judía, una persona no puede ser
sentenciada a muerte si no hay dos o tres testigos que le hayan advertido antes
de cometer el crimen. Como el hombre no había hecho caso a la advertencia,
Elohim dictó la sentencia de lapidación. Moshé consultó con Adonay sólo para
saber qué tipo de pena de muerte le tenía que dar, puesto que ya se había dado
el mandamiento del shabat con la pena capital en el caso de que se quebrantara,
cf. Éxodo 31:14-15. En la Torá hay cuatro formas de ejecutar una persona, y
Moshé no sabía cuál de ellas aplicar en este caso, y por eso consultó. De esto
aprendemos que Moshé no recibió toda la halajá en Sinái. También se puede
pensar que Moshé no estaba seguro si el hecho de apilar leña debe ser
considerada una “melachah” y por eso debería consultar a Elohim. Este texto nos
enseña cuán importante es el Shabat para nuestro Padre celestial.
15:37-41 “Y hablóEl Eterno a Moshé, diciendo: Habla a los
hijos de Israel y diles que se hagan flecos en los bordes de sus vestidos, por
sus generaciones, y que pongan en el fleco de cada borde un cordón azul. Y os
servirá el fleco, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los
mandamientos de Adonay, a fin de que los cumpláis y no sigáis vuestro corazón
ni vuestros ojos, tras los cuales os habéis prostituido, para que os acordéis
de cumplir todos mis mandamientos y seáis santos a vuestro Eloah. Yo soy Adonay
vuestro Eloah que os saqué de la tierra de Mitsrayim para ser vuestro Eloah. Yo
soy Adonay vuestro Eloah.” – El propósito
principal para llevar un fleco, en hebreo “tsitsit”, en cada una de las cuatro
esquinas del manto con el cual nos cubrimos, es que se vea y nos acordemos de
nuestro compromiso con todos los mandamientos de la Torá. Por lo tanto, el que
lleva tsitsit sin ser fiel a los mandamientos trae juicio sobre sí. Las
tsitsits tienen que ser visibles par cumplir su propósito. Si son metidos
debajo de la ropa no cumplen con su propósito. No obstante, está permitido
usarlos debajo de la ropa en el caso de haber peligro de muerte al llevarlos
visiblemente.
Como este
mandamiento sólo puede ser cumplido durante el día, porque de noche no se puede
ver el tsitstit, sólo es aplicable sobre los varones. Todo
mandamiento positivo que está limitado por el tiempo no aplica sobre la mujer.
Además las tsitsits sirven para ayudar al varón a no seguir detrás de sus ojos
en prostitución. El deseo sexual es activado por la vista sólo en el hombre, no
en la mujer. Por lo tanto la mujer no necesita este tipo de ayuda para no pecar
con sus ojos. La costumbre actual entre la gran mayoría de judíos observantes
de la Torá es que sólo el varón usa tsitsits en su ropa. Por esta razón una
prenda con tsitsit es considerado como una ropa de varón y por lo tanto le es
prohibido a la mujer usar tsitsit, para no quebrantar el mandamiento de no
llevar ropa de hombre, como está escrito en Deuteronomio 22:5:
“La mujer no vestirá ropa de hombre, ni el hombre
se pondrá ropa de mujer; porque cualquiera que hace esto es abominación a
Elohim tu Eloah.”
Los flecos son
hechos de una manera especial. Hay varias tradiciones y prácticas que se han
desarrollado durante la historia. Las más comunes hoy en día tienen cinco nudos
y ocho hilos. Entre los nudos el hilo azul da una cantidad de vueltas para así
producir un código numérico. Según la tradición asquenazí, que es la más
extendida hoy en día, hay siete, ocho, once y trece vueltas entre los cinco
nudos. Estos números corresponden al valor de las letras hebreas que forman las
palabras “Adonay Ejad”, cf. Deuteronomio 6:4b. La tradición sefardí usa diez,
cinco, seis y cinco vueltas entre los nudos, formando así el número de cada
letra del Nombre Sagrado. Para más información de cómo atar los nudos de la
tsitsit, favor ver la página de Beged Ivrí http://www.begedivri.com/.
Como las letras
de la palabra “tsitstit”, escrita con escritura completa, suman 600, y el fleco
está hecho por 8 hebras y 5 nudos, podemos sumar estos números y llegar a 613,
en recuerdo de los 613 mandamientos de la Torá. Los cinco nudos hablan de los
cinco libros de Moshé y los cinco sentidos del hombre que están involucrados en
la obediencia a los mandamientos. Las ocho hebras hablan de lo sobrenatural que
se introduce en lo natural, mediante la entrega de la Torá dada a Moshé y del
Mesías que también vino del cielo, como está escrito en Juan 3:13:
“Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del
cielo, es decir, el Hijo del Hombre que está en el cielo.”
Una prenda
rectangular con cuatro tsitsits en las puntas es llamada talit. Antiguamente, todos
los israelitas se cubrían con mantos que tenían cuatro esquinas, pero con el
tiempo las vestimentas han ido cambiando y normalmente ya no tienen cuatro
esquinas. Por lo tanto, con ropas modernas que no tienen cuatro esquinas no se
puede cumplir este mandamiento, como está escrito en Deuteronomio 22:12:
“Te harás borlas en las cuatro puntas del manto
con que te cubras.”
Por este motivo,
los rabinos inventaron el talit que, en primer lugar, sirve para el tiempo de
la oración de la mañana. También existe un talit más pequeño con un agujero en
medio para meter la cabeza, llamado “talit katán”, “un pequeño talit”. Cuando
los judíos sefardíes fueron perseguidos en España durante la edad media
inventaron un talit que se podía llevar debajo de la ropa con el propósito de
poder cumplir, por lo menos, una parte del mandamiento sin tener que sufrir la
muerte. Por lo tanto, hay judíos que llevan el tsitsit de forma invisible,
debajo de su ropa. Otros usan el talit katán debajo de la ropa sacando las
tsitsits para fuera par que se cumpla el mandamiento.
Como el texto
dice que el manto en el cual hay que poner borlas, sirve para cubrirse, no es
bueno poner el talit katán directamente sobre el cuerpo, para que no sea una
ropa interior. Es conveniente vestirse con una camiseta y luego poner el
tsitsit por encima, y luego una camisa encima del tsitstit. (El talit katán
también es llamado tsitsit.) Como la Torá dice que el talit debe cubrirnos no
se considera correcto usar talits que tienen una tela que tiene más agujeros
que tela, como una malla.
Rashí enseña que
los cuatro flecos que están en las cuatro direcciones nos recuerdan que tenemos
la obligación de cumplir los mandamientos dondequiera que nos volvemos. Las
tsitsits representan dos testigos en frente de una persona y dos testigos
detrás de ella, para advertirle contra el pecado.
La Torá nos
enseña que el recuerdo de todos los mandamientos protege nuestros corazones y
nuestros ojos del pecado. También nos enseña que si cumplimos los mandamientos
somos santificados. Los mandamientos nos santifican, nos apartan del pecado y
nos acercan al Eterno. Así que las tsitsits nos ayudan a acercarnos al Eterno.
¡Qué bonito regalo!
En Zacarías 8:23 está escrito:
“Así dice HaShem Tsevaot: "En aquellos días
diez hombres de todas las lenguas de las naciones asirán la esquina del vestido
de un judío, diciendo: 'Iremos con vosotros, porque hemos oído que Eloah está
con vosotros.'"”
En la esquina
del vestido de un judío está la tsitsit. Los diez hombres son los descendientes
de las diez tribus perdidas que ahora están volviendo a casa y desean aprender
de los judíos cómo cumplir los mandamientos de la Torá dada a Moshé como el
Mesías Yeshúa lo hizo. Ahora estamos viviendo en esos tiempos.
En Mateo 9:20-22 está escrito:
“Y he aquí, una mujer que había estado sufriendo
de flujo de sangre por doce años, se le acercó por detrás y tocó el fleco de su
manto; pues decía para sí: Si tan sólo toco su manto, sanaré.
Pero Yeshúa, volviéndose y viéndola, dijo: Hija, ten ánimo, tu fe te ha
sanado. Y al instante la mujer quedó sana.”
La palabra
griega que en muchas ocasiones ha sido traducida como “borde” es “kraspedón”.
Esa palabra es la traducción de “tsitsit” en la Septuaginta. Tsitsit no
significa “borde”, sino “fleco”. La palabra “tsitsit” aparece sólo cuatro veces
en las Escrituras, en Números 15 aparece tres veces y en Ezequiel 8:3 una vez,
como está escrito:
“Y extendió algo semejante a una mano y me tomó
por un mechón (tsitsit) de mi cabello; y el Espíritu me alzó
entre la tierra y el cielo y me llevó a Yerushalayim en visiones de Eloah, a la
entrada de la puerta que mira al norte del atrio interior, allí donde estaba la
morada del ídolo de los celos que provoca los celos.”
En Mateo 14:34-36 está
escrito:
“Terminada la travesía, bajaron a tierra en
Genesaret. Y cuando los hombres de aquel lugar reconocieron a Yeshúa, enviaron
a decirlo por toda aquella comarca de alrededor y le trajeron todos los que
tenían algún mal. Y le rogaban que les dejara tocar siquiera el fleco de su
manto; y todos los que lo tocaban quedaban curados.”
Todos los que
tocaron el fleco del manto del Mesías quedaron sanados de sus enfermedades. Los
que se aferraban a los mandamientos de la Torá transmitidas por el Mesías
recibieron sanidad. Había tres pasos para poder obtener el poder sanador que
vino del cielo y que fue enviado mediante Yeshúa HaMashiaj.
1. Reconocer a Yeshúa.
2. Acercarse a Yeshúa.
3. Tocar uno de los flecos del manto de
Yeshúa.
Agarrar el fleco
no tiene que ver con magia, sino es algo simbólico, mostrando así el deseo
profundo de ser fiel al Eterno, y es un reconocimiento de la revelación divina
de la Torá dada por medio de Moshé a Israel. Hay sanidad de todas las
enfermedades cuando obedecemos todos los mandamientos, como está escrito en
Éxodo 15:26:
“Y dijo: Si escuchas atentamente la voz de Adonay
tu Eloah, y haces lo que es recto ante sus ojos, y escuchas sus mandamientos, y
guardas todos sus estatutos, no te enviaré ninguna de las enfermedades que
envié sobre los mitsries; porque yo, Adonay, soy tu sanador.”
El color azul
que tiene uno de los hilos de la tsitsit simboliza el cielo. El hilo azul debe
ser hecho de lana, que nos recuerda al Cordero. Cuando vino Yeshúa, el Cordero
de Eloah estaba entre el pueblo y cuando se aferraban a Moshé y al Cordero fueron
sanados. ¿Quieres ser sanado y restaurado en todo tu ser? Aférrate a Moshé y al
Cordero y sé parte de los que cantan la canción de Moshé y del Cordero, como
está escrito en Revelación 15:3-4:
“Y cantan el cántico de Moshé, siervo de Eloah, y
el cántico del Cordero, diciendo: ¡Grandes y maravillosas son tus obras,
oh Señor Eloah, Todopoderoso! ¡Justos y verdaderos son tus caminos, oh Rey de
las naciones! ¡Oh Señor! ¿Quién no temerá y glorificará tu nombre? Pues sólo tú
eres santo; porque TODAS LAS NACIONES VENDRÁN Y ADORARÁN EN TU PRESENCIA, pues
tus justos juicios han sido revelados.”
Shabat Shalom
Recopilado por
Orlando Unda R.
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