viernes, 16 de junio de 2017

Parashá 37 Shelaj Lejá

Parashá 37 Shelaj Lejá/Envia tu/Números 13:1 – 15:41
PARA SER COMPARTIDA EN EL SHABAT DEL 23 SIVAN  5777/ 17 JUNIO 2017
Primera aliyah, 13:1-20
Segunda aliyah, 13:21 – 14:7
Tercera aliyah, 14:8-25
Cuarta aliyah, 14:26 – 15:7
 Quinta aliyah, 15:8-16
Sexta aliyah, 15:17-26
Séptima aliyah 15:27-41

Haftará: Josué 2:1-24

Brith Hadasha (Tsofen Maljutí): Juan 7:1-8:47; (Hebreos 3:7-19)

Shelaj lejá significa “envía tú”

Primera aliyah, 13:1-20
         13:3  “Tú mismo envía hombres a fin de que reconozcan la tierra de Kenáan, que voy a dar a los hijos de Israel; enviarás un hombre de cada una de las tribus de sus padres, cada uno de ellos jefe entre ellos.” – Las primeras palabras hebreas de esta oración “shelaj lejá” significan literalmente “envía para ti” o “envía por ti”. La idea de enviar espías no venía de El Eterno o de Moshé, sino del pueblo, como está escrito en Deuteronomio 1:22-23:
Entonces todos vosotros os acercasteis a mí, y dijisteis: "Enviemos hombres delante de nosotros, que nos exploren la tierra, y nos traigan noticia del camino por el cual hemos de subir y de las ciudades a las cuales entraremos." Y me agradó el plan, y tomé a doce hombres de entre vosotros, un hombre por cada tribu.
        
         13:4  “Y estos eran sus nombres: de la tribu de Reuvén, Shamúa, hijo de Zajur” – En esta lista otra vez Reuvén está mencionado como el primogénito.
         13:6  “de la tribu de Yehudá, Calev, hijo de Yefuné” – Calev fue hijo de Jezrón, hijo de Perets, hijo de Yehudá, cf. 1 Crónicas 2:3-5, 18. Calev representaba la tribu de Yehudá. Pero ¿por qué fue llamado cenezeo (heb “kenizí”), como está escrito en Números 32:12; Josué 14:6, 14:
Calev, hijo de Yefuné cenezeo”?

En Génesis 36:11 se habla de un tal Kenaz (Cenaz) que era hijo de Elifaz, hijo de Esav, pero la pregunta es si Calev tenía algo que ver con él. Rashí cita el Midrash que dice que Calev era hijo adoptivo de Kenaz y que la madre de Caleb dio a luz a Otniel para Kenaz. Según Radak después de haber muerto Yefuné, su viuda se casó con Kenaz, de quien dio a luz Otniel. Por esto Otniel y Kalev eran medio hermanos por parte materna. Según Aryeh Coffman, Calev se crió en casa de Kenaz, y por esto es llamado “kenizí” (cenezeo) que es un sobrenombre derivado del Kenaz.
En Josué 15:17 está escrito:
Y Otniel, hijo de Kenaz, hermano de Calev, la tomó, y él le dio a su hija Ajsá por mujer.
Esto nos enseña que la Torá habla de dos hombres diferentes con el nombre Kenaz, un edomita y un israelita. La herencia tribal y la herencia de la tierra de Israel vienen por la vía paterna. Así que si Calev hubiera sido descendiente directo de Kenaz, nieto de Esav, no podría tener ninguna identidad tribal y por lo tanto no podría representar la tribu de Yehudá. Calev tenía un espíritu muy hermoso. Su nombre significa “como el corazón”. Hacía las cosas de corazón y entrega al Eterno. Junto con Yehoshúa fue el único de todos los que fueron contados de los que salieron de Mitsrayim, que entró en la tierra prometida. Esto nos habla de la entrega del corazón de este hombre. Calev tenía 40 años en el momento de ser enviado como explorador, según Josué 14:10-11, donde está escrito:

Y ahora, he aquí, El Eterno me ha permitido vivir, tal como prometió, estos cuarenta y cinco años, desde el día en que Adonay habló estas palabras a Moshé, cuando Israel caminaba en el desierto; y he aquí, ahora tengo ochenta y cinco años. Todavía estoy tan fuerte como el día en que Elohim me envió; como era entonces mi fuerza, así es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar.
Calev es un ejemplo de un hombre que sirvió a El Eterno de corazón y habló desde un corazón entregado aunque todos los demás fueron infieles. ¡Seamos como él!

a Hoshéa, hijo de Nun, Moshé lo llamó Yehoshúa” – Moshé tuvo la revelación del Mesías Yeshúa, como está escrito en Juan 5:46: “Porque si creyerais a Moshé, me creeríais a mí, porque de mí escribió él.

El eterno reveló a Moshé el nombre del Mesías que iba a venir, en su forma antigua y amplia. De esa manera este explorador Yehoshúa hijo de Nun constituye una figura profética del Mesías.
     -         Su nombre es el mismo que el del Mesías.
     -         Fue un siervo fiel a Moshé en todo momento, al igual que el Mesías.
     -         Tomó el lugar de Moshé, el Mesías iba a ser como Moshé.
     -         Fue el que introdujo al pueblo en la Tierra prometida, como el Mesías va a introducir a los  
             fieles en el reino venidero.
      -         Él cruzó el río Yardén ileso, simbolizando la muerte y la resurrección.
      -         Etc.

Yehoshúa vino de la tribu de Efrayim, hijo de Yosef. Por esto hay otra señal de que el Mesías tenía que ser hijo de Yosef de manera profética y cumplir el papel del Mesías sufriente para luego ser levantado en alto, al igual que Yosef en Mitsrayim. Al mismo tiempo vemos aquí una conexión interesante entre el Mesías y la tribu de Efrayim que representa a las tribus dispersas y perdidas de Israel. El Mesías tiene el papel de representar y restaurar esas tribus perdidas. Además vemos que el nombre Yehoshúa  significa que El Eterno es el que salva, como está escrito en Isaías 43:11: “Yo, yo soy Elohim, y fuera de mí no hay salvador.

En Isaías 45:21 está escrito:
Declarad y presentad vuestro caso; sí, que deliberen juntos: ¿Quién ha anunciado esto desde la antigüedad y lo ha declarado desde entonces? ¿No soy yo,  Adonay? No hay más Eloah que yo, un Eloah justo y salvador; no hay ninguno fuera de mí.

En Oseas 13:4 está escrito:
Mas yo he sido El Eterno tu Eloah desde la tierra de Mitsrayim; no reconocerás a otro eloah fuera de mí, pues no hay más salvador que yo.

En 1 Timoteo 1:1 está escrito:
 “Pablo, shaliaj del Mesías Yeshúa por mandato de Eloah nuestro Salvador, y del Mesías Yeshúa nuestra esperanza

En 1 Timoteo 2:3 está escrito:
Porque esto es bueno y agradable delante de Eloah nuestro Salvador

Si Elohim, el Padre Eterno, es el único Salvador, ¿cómo es que ahora un hombre, Yeshúa recibe el título de salvador, como está escrito en Lucas 2:11:

porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es el Adón Mesías.”?

En Juan 4:42 está escrito:

decían a la mujer: Ya no creemos por lo que tú has dicho, porque nosotros mismos le hemos oído, y sabemos que éste es en verdad el Salvador del mundo.



La respuesta es que El Eterno es el que salva por medio de sus agentes. Noaj fue un salvador del mundo en su tiempo. Moshé fue un salvador en su tiempo. La reina Ester fue una salvadora en su tiempo, cf. Abdías 21. Pero ninguno de ellos podía liberar al hombre del pecado y de la muerte. Por lo tanto Yeshúa HaMashiaj es el salvador de Israel y el mundo por excelencia, enviado por el Padre precisamente con el fin de salvarnos de nuestros pecados y todas sus consecuencias desastrosas.
En Hechos 5:31 está escrito:
A éste Eloah exaltó a su diestra como Príncipe y Salvador, para dar arrepentimiento a Israel, y perdón de pecados.

En Hechos 13:23 está escrito:
De la descendencia de éste, conforme a la promesa, Dios ha dado a Israel un Salvador, Yeshúa.

En 1 Juan 4:14 está escrito:
Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió al Hijo para ser el Salvador del mundo.

Yehoshúa entró en la tierra dos veces durante su vida. La primera vez solamente fue una visita de 40 días para explorar la tierra. La segunda vez fue con la fuerza para conquistarla y sujetarla al Reino de los cielos. De la misma manera, cuando estuvo el Mesías en la tierra de Israel la primera vez, su visita duraba sólo unos años y no usó la fuerza bélica para implantar el Reino. Pero cuando vuelva por segunda vez, vendrá como líder de todos los ejércitos celestiales para establecer definitivamente el Reino de Eloah en la tierra de Israel y el mundo entero.

Segunda aliyah, 13:21 – 14:7
         13:25 “Y volvieron de reconocer la tierra al cabo de cuarenta días” – Según el Midrash, la noche en que volvieron fue el día 9 del mes de Av, el quinto mes, el mismo día cuando los hijos de Israel habían empezado el culto al becerro de oro. Esa noche El Eterno juró que los hijos de Israel iban a ser dispersados entre las naciones, como está escrito en el Salmo 106:24-27:
Aborrecieron la tierra deseable, no creyeron en su palabra, sino que murmuraron en sus tiendas, y no escucharon la voz de Adonay. Por tanto, les juró abatirlos en el desierto, y esparcir su simiente entre las naciones, y dispersarlos por las tierras.

Por esta razón este día fue transformado en un día de calamidad para la historia judía. En ese día fueron destruidos los dos templos. En ese día fue derrotada la última revuelta de los judíos contra Roma en el año 135. En ese día fueron expulsados los judíos de España en el año 1492. En ese día empezó la primera guerra mundial. En ese día ocurrió la noche de cristal durante la segunda guerra mundial. El 9 de Av, en hebreo “tishá be-av”, es un día de ayuno y luto nacional para el pueblo judío. Pero el profeta promete que se convertirá en un día de alegría, como está escrito en Zacarías 8:19:
Así dice El Eterno de los ejércitos: "El ayuno del cuarto mes, el ayuno del quinto, el ayuno del séptimo y el ayuno del décimo se convertirán para la casa de Yehudá en gozo, alegría y fiestas alegres. Amad, pues, la verdad y la paz."
        
       13:30 “Entonces Calev hizo callar al pueblo delante de Moshé, y dijo: Debemos ciertamente subir y tomar posesión de ella, porque sin duda la conquistaremos.” – Calev era un hombre de fe y hablaba fe con su boca. Lo que hay en el corazón habla la boca. Su nombre significa “según el corazón” y así dio un informe según su corazón. El iba en contra de la corriente y confiaba en las promesas de Adonay. Lo que él creyó en ese momento lo recibió más tarde.
        




       13:31 “Pero los hombres que habían subido con él dijeron: No podemos subir contra ese pueblo, porque es más fuerte que nosotros.” – Los diez exploradores hablaban palabras negativas que iban en contra de las promesas de El Eterno. Humanamente hablando tenían razón, pero el pueblo del Eterno no ha sido llamado a caminar de manera natural, sino sobrenatural. Por lo tanto, la única manera de poder conquistar la tierra, era por medio de la ayuda del Eterno. Pero estos hombres no quisieron confiar en Elohim. Solamente evaluaban las cosas de manera natural. Ellos no tenían fe y por lo tanto no recibieron lo que Elhim había prometido, como está escrito en Hebreos 4:1-2:
Por tanto, temamos, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado. Porque en verdad, a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva, como también a ellos; pero la palabra que ellos oyeron no les aprovechó por no ir acompañada por la fe en los que la oyeron.

Las promesas de Adonay tienen que ir acompañadas por la fe en los que las oyen para que puedan tener su cumplimiento. La confianza en las promesas de Elohim es un requisito para poder beneficiarse de ellas. Si estás en problemas, ante gigantes y ante una tarea que humanamente es imposible realizar, la única manera de poder pasar por en medio en victoria es confiar en las promesas del Eterno. Por lo tanto, memoriza las promesas, medita en ellas día y noche, escríbelas en papeles y pégalas en las paredes de tu casa, cántalas, repítelas a tus hijos, ponlas en tu corazón y háblalas con tu boca y verás como tu corazón será fortalecido para poder recibir lo que dicen las palabras poderosas del Todopoderoso y Fiel. Amen?
       
       13:32 “Y dieron un mal informe a los hijos de Israel de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por la que hemos ido para reconocerla es una tierra que devora a sus habitantes, y toda la gente que vimos en ella son hombres de gran estatura.” – Hablaron mal de la tierra, del regalo que el Eterno les estaba dando. El Midrash cuenta que delante de los espías Adonay envió una plaga, de manera que ellos vieron muertos por todas partes. En lugar de ver la mano poderosa de Elohim dedujeron que la tierra estaba haciendo daño a sus habitantes. La tierra de Israel es algo especial para El Eterno. Sus ojos están sobre ella durante todo el año, como está escrito en Deuteronomio 11:12:
Es una tierra que Adonay  tu Eloah cuida; los ojos de Adonay  tu Eloah están siempre sobre ella, desde el principio hasta el fin del año.

Por esto constituye un delito muy grave hablar mal de la tierra de Israel. Por causa de su actitud negativa hacia la tierra de Israel estos exploradores sufrieron la muerte.
           -          Alguno de acuerda de El presidente Chavez de Venezuela, que le paso???...
        
        14:1 “Entonces toda la congregación levantó la voz y clamó, y el pueblo lloró aquella noche.” – Según Rashí, aquí la palabra congregación, en hebreo “edá”, no se refiere a todo el pueblo sino al sanedrín, los 70 líderes principales. Ellos hicieron más caso al informe negativo que del informe positivo. A la carne le gusta más las noticias malas que las buenas. Las malas noticias venden mejor que las buenas. En lugar de escuchar la Palabra del Eterno que había dado tantas promesas, y además con señales y prodigios, hicieron caso a palabras llenas de incredulidad y no pudieron esperar en un futuro positivo. Es muy importante que cuidemos nuestro corazón para que no entren dudas de las palabras de Adonay. ¿Qué informe escuchas? ¿El del cielo o el de los hombres?
Según las palabras de cada uno, así le sucedió. Calev y Yehoshúa entraron en la tierra, conforme a sus propias palabras, y el pueblo murió en el desierto, conforme a sus propias palabras. ¿Cómo quieres que sea tu futuro? El futuro depende de tus palabras. ¡Úsalas correctamente!
         14:4 “Y se decían unos a otros: Nombremos un jefe y volvamos a Mitsrayim” – La democracia no es la mejor forma de dirigir un pueblo. Si el pueblo de Israel hubiera sido sujeto a las normas democráticas de la sociedad moderna, hubieran vuelto a Mitsrayim. Hubieran votado con la mayoría para tener un gobierno nuevo, sin Moshé. Pero El Eterno tenía otro plan porque Él no se somete a la mayoría. El poder principal no viene del pueblo, sino del Cielo.

Tercera aliyah, 14:8-25
         14:11 “Y El Eterno dijo a Moshé: ¿Hasta cuándo me desdeñará este pueblo? ¿Y hasta cuándo no creerán en mí a pesar de todas las señales que he hecho en medio de ellos?” – Todo este conflicto tenía una causa, la incredulidad. La incredulidad es la falta de confianza y la falta de fidelidad. El pueblo eligió no creer al Eterno. Escogieron palabras de derrota en lugar de las promesas de victoria, y así les alcanzó la derrota. La fe se basa en la Palabra, como está escrito en Romanos 4:18; 10:17:
El creyó en esperanza contra esperanza, a fin de llegar a ser padre de muchas naciones,conforme a lo que se le había dicho: ASÍ SERÁ TU DESCENDENCIA… Así que la fe viene del oír, y el oír, por la palabra delElohim.

Tenían suficientes palabras del cielo para poder creer, pero tomaron la decisión de no hacerlo. Por eso el Eterno se cansó de ellos.
        
        14:12 “Los heriré con pestilencia y los desalojaré, y a ti te haré una nación más grande y poderosa que ellos.” – Moshé tuvo la oportunidad de ser el padre de una gran nación. Sin embargo rechazó esa oportunidad por amor al pueblo. De la misma manera Yeshúa no vino para rechazar a Israel y buscarse un nuevo Israel, sino para restaurar las 12 tribus de Israel y además injertar a los gentiles en el pueblo santo. Él no creó una nueva entidad, aparte de Israel, llamada Iglesia, sino restauró y amplió la antigua nación de Israel.
        
        14:13 “Pero Moshé respondió a El Eterno: Entonces lo oirán los mitsríes, pues tú sacaste a este pueblo de en medio de ellos con tu poder” – ¿Qué argumentos usaba Moshé en la intercesión?
      1.      Los mitsríes oirán que tú no pudiste cumplir tu promesa. Está en juego el honor de Elohim, si Su Palabra es cumplida o no. El testimonio ante las naciones es muy importante.
      2.      Las naciones de la tierra de Kenáan dirán: “Adonay no pudo…”. El honor de Elohim está en juego, y por eso Moshé está más interesado en él que de la supervivencia del pueblo. El pueblo merece morir. Pasaron las diez pruebas y fallaron todas. Por eso el argumento que usa Moshé no es que el pueblo sea salvo, sino de que el honor de E Eterno sea salvo.
      3. Basándose en la revelación de los 13 atributos de misericordia, Moshé reclama que el Eterno actúe según quien es, misericordioso, que perdona… “Muestra quien eres, conforme a lo que dijiste.” Vemos, por lo tanto, que también en este caso el Nombre de Adonay es el motivo de la intercesión de Moshé. El deseo de Moshé es que el Eterno sea conocido en el mundo, y por eso se interpone a la propuesta del exterminio del pueblo y un plan nuevo, aunque él mismo fuera el protagonista.
¡Qué corazón tenía Moshé! Tuvo la oportunidad de ser el padre de un nuevo Israel, pero no buscó su propia fama, ni que su propio nombre fuera engrandecido. Tenía más interés por el Nombre de Elohim que por su propio nombre. ¡Qué ejemplo para nosotros!
Ahora bien, la promesa de que los descendientes de Moshé fueran multiplicados se cumplió, según está escrito en 1 Crónicas 23:17b: “los hijos de Rejavyá fueron muchos.
       
       14:20 “Entonces Adonay dijo: Los he perdonado según tu palabra” – Las palabras de Moshé estaban de acuerdo con las palabras y el honor del Eterno y por eso su oración tuvo éxito. Ora las palabras del Eterno y tu oración tendrá éxito. Es más, nunca se debe orar o hablar de cosas que no estén de acuerdo con la Torá, como está escrito en 1 Pedro 4:11a:
El que habla, que hable conforme a las palabras de Eloah
        
        14:21 “pero ciertamente, vivo yo, que toda la tierra será llena de la gloria de Elohim” – Esto sucederá durante el reinado mesiánico.
       




        14:22 “ciertamente todos los que han visto mi gloria y las señales que hice en Mitsrayim y en el desierto, y que me han puesto a prueba estas diez veces y no han oído mi voz” – Los hijos de Israel fueron probados diez veces, como nuestro padre Avraham, y fallaron en todas las pruebas. Lo más importante no es lo que uno hace cuando es probado sino cómo uno reacciona. Todas las veces que el pueblo fue puesto a prueba murmuraron. Por eso no eran dignos de entrar en la tierra.
El Talmud nombra las diez veces que el pueblo probo a Elohim: Dos en el mar de Suf, cf. Éxodo 14:11; Salmo 106:7; dos a causa del agua, cf. Éxodo 15:23-24; 17:1-3; dos a causa del maná, cf. Éxodo 16:19-20, 27; dos a causa del alimento, cf. Éxodo 16:3; Números 11:4; una vez con el becerro de oro, cf. Éxodo 32:4; y una vez con el pecado de los exploradores, cf. Números 14:1.

Cuarta aliyah, 14:26 – 15:7
         14:27 “¿Hasta cuando a esta malévola asamblea, que ellos provocan que se quejen contra mí? Las quejas de los Hijos de Israel que ellos provocan contra Mi Yo he escuchado.” – Dos grupos de personas son mencionados en este versículo; la “asamblea” y los hijos de Israel. Según Rashí, esta “asamblea”, en hebreo “edá”, son los diez espías que provocaron que los hijos de Israel se quejaran y se revelaran contra el Eterno. De allí se aprende que una asamblea constitucional, legalmente compuesta, tiene que tener como mínimo diez varones, en hebreo “minyán”.
Según Mizrají, la palabra “edá” literalmente significa “asamblea” o “congregación”. Se deriva de la raíz yud, ayin, dalet, que implica reunirse para un fin determinado, y es por eso que la Torá la utiliza para referirse a un grupo homogéneo de individuos que comparten un propósito único.
        
       14:28 “Diles: "Vivo yo"—declara Adonay-- "que tal como habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros.” – Como el hombre ha sido creado a la imagen de Elohim le ha sido dado mucho poder en su lengua. ¿Quieres que sucedan cosas buenas en tu vida? Habla bien y obedece los mandamientos, como está escrito en el Salmo 34:11-14:
Venid, hijos, escuchadme; os enseñaré el temor de Adonay. ¿Quién es el hombre que desea vida y quiere muchos días para ver el bien? Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño. Apártate del mal y haz el bien, busca la paz y síguela.
       
        14:29 “En este desierto caerán vuestros cadáveres, todos vuestros enumerados de todos los contados de veinte años arriba, que han murmurado contra mí.” – Según los Midrashes, las mujeres, los hombres mayores de 60 años y la tribu de Leví estaban excluidos de esta sentencia, porque sólo los que fueron contados, no tenían el derecho de entrar.
“de veinte años arriba” – De aquí aprendemos que el juicio divino llega sobre una persona a partir de los 20 años. A partir de los 13 tiene la responsabilidad de caminar con Elohim. Y si no decide caminar correctamente durante sus primeros años de vida adulta, el juicio caerá sobre él a partir de los 20 años, no antes.
       
       14:34 “Según el número de los días que reconocisteis la tierra, cuarenta días, por cada día llevaréis vuestra culpa un año, hasta cuarenta años, y conoceréis mi enemistad.” – De esto aprendemos que proféticamente se puede comparar un día con un año y viceversa. Un año puede representar un día y un día puede representar un año, cf. 2 Pedro 3:8.
       
       14:35 “Yo, Adonay, he hablado; ciertamente esto haré a toda esta perversa congregación que se han juntado contra mí. En este desierto serán destruidos, y aquí morirán.” – El texto dice que ellos tenían que ser destruidos en el desierto y morir allí. Según el Talmud esta oración está hablando de dos momentos de muerte, en este mundo y en el mundo venidero “allí”.
         14:36-37 “En cuanto a los hombres a quienes Moshé envió a reconocer la tierra, y que volvieron e hicieron a toda la congregación murmurar contra él dando un mal informe acerca de la tierra, aquellos hombres que dieron el mal informe acerca de la tierra, murieron debido a una plaga delante de Elohim.
         – En este texto la Torá no destaca la rebeldía de los exploradores, ni los culpa por su incredulidad, sino los causa de hablar mal de la tierra. ¡Qué importante es la Tierra de Israel en el plan divino! Fueron condenados a muerte por hablar mal de la tierra. ¿Cómo hablamos de la tierra donde vivimos? La tierra es un regalo del cielo al hombre. Hablemos bien de ella.
        
       14:44 “Pero ellos se obstinaron en subir a la cumbre del monte; mas ni el arca del pacto de Elohim ni Moshé se apartaron del campamento.” – Hay un límite para la gracia del Eterno. Ya no hubo lugar para el arrepentimiento. Después de las diez provocaciones, hubo una sentencia final, y ya no podían hacer teshuvá. ¡No se puede jugar con el Eterno! Aquí aprendemos que hay una diferencia entre fe y obstinación. El pueblo obstinado estaba aparentemente basándose en la Palabra del Eterno. Pero no tomó en cuenta la sentencia que había sido dada. No se puede tomar una palabra de las Escrituras y aplicarlas sobre su vida sin el respaldo del Eterno. Necesitamos colaborar con el Eterno en el cumplimiento de sus promesas, no tomar promesas sin una relación de obediencia. Aunque se puedan utilizar mal las palabras de la Torá para sus propios caprichos o para obtener poder, las Escrituras no fueron dadas para ser usadas así. Los que usan las Escrituras de esa manera serán juzgados, porque no están sometidos al Eterno, sino quieren dominar sus propias vidas y las vidas de otros. Las promesas son dadas para los que andan con El Eterno en obediencia y en una relación íntima. En Mateo 4:6-7 está escrito:  

y le dice: Si eres Hijo de Eloah, lánzate abajo, pues escrito está: "A SUS ANGELES TE ENCOMENDARÁ", y: "EN LAS MANOS TE LLEVARÁN, NO SEA QUE TU PIE TROPIECE EN PIEDRA." Yeshúa le dijo: También está escrito: "NO TENTARÁS AL SEÑOR TU ELOAH."

Hasatán, que es un personaje real, no sólo una fuerza del mal, intentó engañar al Maestro para que usara un texto de la Escritura para llevar a cabo una obra maravillosa sin el permiso del cielo, sin la obediencia al Espíritu, sin caminar con la Shejiná. En el desierto cayeron nuestros padres ante la misma tentación, pero Yeshúa HaMashiaj hizo tikún, rectificación de ese pecado. ¡Aprendamos de Su ejemplo!
       
        Séptima aliyah 15:27-41
         15:30-31 “Pero aquél que obre con desafío, ya sea nativo o extranjero, ése blasfema contra El Eterno, y esa persona será cortada de entre su pueblo. Porque ha menospreciado la palabra de Adonay, y ha quebrantado su mandamiento, esa persona será enteramente cortada; su culpa caerá sobre ella.” – Según Rashí, cuando un pecado de idolatría es cometido, no por error, sino con premeditación, entonces hay pena de muerte, en el caso de no haber arrepentimiento. Mientras no haya arrepentimiento, el pecado permanece en él.
        
       15:32 “Cuando los hijos de Israel estaban en el desierto, encontraron a un hombre que apilaba leña en shabat.” – La Torá no dice que el hombre tuvo arrepentimiento. Según Rashí, los que lo hallaron le advirtieron de que eso estaba prohibido en shabat bajo pena de muerte, pero él no hizo caso. Según la ley judía, una persona no puede ser sentenciada a muerte si no hay dos o tres testigos que le hayan advertido antes de cometer el crimen. Como el hombre no había hecho caso a la advertencia, Elohim dictó la sentencia de lapidación. Moshé consultó con Adonay sólo para saber qué tipo de pena de muerte le tenía que dar, puesto que ya se había dado el mandamiento del shabat con la pena capital en el caso de que se quebrantara, cf. Éxodo 31:14-15. En la Torá hay cuatro formas de ejecutar una persona, y Moshé no sabía cuál de ellas aplicar en este caso, y por eso consultó. De esto aprendemos que Moshé no recibió toda la halajá en Sinái. También se puede pensar que Moshé no estaba seguro si el hecho de apilar leña debe ser considerada una “melachah” y por eso debería consultar a Elohim. Este texto nos enseña cuán importante es el Shabat para nuestro Padre celestial.
        
       15:37-41 “Y hablóEl Eterno a Moshé, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles que se hagan flecos en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones, y que pongan en el fleco de cada borde un cordón azul. Y os servirá el fleco, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos de Adonay, a fin de que los cumpláis y no sigáis vuestro corazón ni vuestros ojos, tras los cuales os habéis prostituido, para que os acordéis de cumplir todos mis mandamientos y seáis santos a vuestro Eloah. Yo soy Adonay vuestro Eloah que os saqué de la tierra de Mitsrayim para ser vuestro Eloah. Yo soy Adonay vuestro Eloah.” – El propósito principal para llevar un fleco, en hebreo “tsitsit”, en cada una de las cuatro esquinas del manto con el cual nos cubrimos, es que se vea y nos acordemos de nuestro compromiso con todos los mandamientos de la Torá. Por lo tanto, el que lleva tsitsit sin ser fiel a los mandamientos trae juicio sobre sí. Las tsitsits tienen que ser visibles par cumplir su propósito. Si son metidos debajo de la ropa no cumplen con su propósito. No obstante, está permitido usarlos debajo de la ropa en el caso de haber peligro de muerte al llevarlos visiblemente.
Como este mandamiento sólo puede ser cumplido durante el día, porque de noche no se puede ver el   tsitstit, sólo es aplicable sobre los varones. Todo mandamiento positivo que está limitado por el tiempo no aplica sobre la mujer. Además las tsitsits sirven para ayudar al varón a no seguir detrás de sus ojos en prostitución. El deseo sexual es activado por la vista sólo en el hombre, no en la mujer. Por lo tanto la mujer no necesita este tipo de ayuda para no pecar con sus ojos. La costumbre actual entre la gran mayoría de judíos observantes de la Torá es que sólo el varón usa tsitsits en su ropa. Por esta razón una prenda con tsitsit es considerado como una ropa de varón y por lo tanto le es prohibido a la mujer usar tsitsit, para no quebrantar el mandamiento de no llevar ropa de hombre, como está escrito en Deuteronomio 22:5:
La mujer no vestirá ropa de hombre, ni el hombre se pondrá ropa de mujer; porque cualquiera que hace esto es abominación a Elohim tu Eloah.

Los flecos son hechos de una manera especial. Hay varias tradiciones y prácticas que se han desarrollado durante la historia. Las más comunes hoy en día tienen cinco nudos y ocho hilos. Entre los nudos el hilo azul da una cantidad de vueltas para así producir un código numérico. Según la tradición asquenazí, que es la más extendida hoy en día, hay siete, ocho, once y trece vueltas entre los cinco nudos. Estos números corresponden al valor de las letras hebreas que forman las palabras “Adonay Ejad”, cf. Deuteronomio 6:4b. La tradición sefardí usa diez, cinco, seis y cinco vueltas entre los nudos, formando así el número de cada letra del Nombre Sagrado. Para más información de cómo atar los nudos de la tsitsit, favor ver la página de Beged Ivrí http://www.begedivri.com/.
Como las letras de la palabra “tsitstit”, escrita con escritura completa, suman 600, y el fleco está hecho por 8 hebras y 5 nudos, podemos sumar estos números y llegar a 613, en recuerdo de los 613 mandamientos de la Torá. Los cinco nudos hablan de los cinco libros de Moshé y los cinco sentidos del hombre que están involucrados en la obediencia a los mandamientos. Las ocho hebras hablan de lo sobrenatural que se introduce en lo natural, mediante la entrega de la Torá dada a Moshé y del Mesías que también vino del cielo, como está escrito en Juan 3:13:

Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, es decir, el Hijo del Hombre que está en el cielo.

Una prenda rectangular con cuatro tsitsits en las puntas es llamada talit. Antiguamente, todos los israelitas se cubrían con mantos que tenían cuatro esquinas, pero con el tiempo las vestimentas han ido cambiando y normalmente ya no tienen cuatro esquinas. Por lo tanto, con ropas modernas que no tienen cuatro esquinas no se puede cumplir este mandamiento, como está escrito en Deuteronomio 22:12:
Te harás borlas en las cuatro puntas del manto con que te cubras.





Por este motivo, los rabinos inventaron el talit que, en primer lugar, sirve para el tiempo de la oración de la mañana. También existe un talit más pequeño con un agujero en medio para meter la cabeza, llamado “talit katán”, “un pequeño talit”. Cuando los judíos sefardíes fueron perseguidos en España durante la edad media inventaron un talit que se podía llevar debajo de la ropa con el propósito de poder cumplir, por lo menos, una parte del mandamiento sin tener que sufrir la muerte. Por lo tanto, hay judíos que llevan el tsitsit de forma invisible, debajo de su ropa. Otros usan el talit katán debajo de la ropa sacando las tsitsits para fuera par que se cumpla el mandamiento.
Como el texto dice que el manto en el cual hay que poner borlas, sirve para cubrirse, no es bueno poner el talit katán directamente sobre el cuerpo, para que no sea una ropa interior. Es conveniente vestirse con una camiseta y luego poner el tsitsit por encima, y luego una camisa encima del tsitstit. (El talit katán también es llamado tsitsit.) Como la Torá dice que el talit debe cubrirnos no se considera correcto usar talits que tienen una tela que tiene más agujeros que tela, como una malla.
Rashí enseña que los cuatro flecos que están en las cuatro direcciones nos recuerdan que tenemos la obligación de cumplir los mandamientos dondequiera que nos volvemos. Las tsitsits representan dos testigos en frente de una persona y dos testigos detrás de ella, para advertirle contra el pecado.
La Torá nos enseña que el recuerdo de todos los mandamientos protege nuestros corazones y nuestros ojos del pecado. También nos enseña que si cumplimos los mandamientos somos santificados. Los mandamientos nos santifican, nos apartan del pecado y nos acercan al Eterno. Así que las tsitsits nos ayudan a acercarnos al Eterno. ¡Qué bonito regalo!
En Zacarías 8:23 está escrito:
Así dice HaShem Tsevaot: "En aquellos días diez hombres de todas las lenguas de las naciones asirán la esquina del vestido de un judío, diciendo: 'Iremos con vosotros, porque hemos oído que Eloah está con vosotros.'"

En la esquina del vestido de un judío está la tsitsit. Los diez hombres son los descendientes de las diez tribus perdidas que ahora están volviendo a casa y desean aprender de los judíos cómo cumplir los mandamientos de la Torá dada a Moshé como el Mesías Yeshúa lo hizo. Ahora estamos viviendo en esos tiempos.
En Mateo 9:20-22 está escrito:
Y he aquí, una mujer que había estado sufriendo de flujo de sangre por doce años, se le acercó por detrás y tocó el fleco de su manto; pues decía para sí: Si tan sólo toco su manto, sanaré.
Pero Yeshúa, volviéndose y viéndola, dijo: Hija, ten ánimo, tu fe te ha sanado. Y al instante la mujer quedó sana.

La palabra griega que en muchas ocasiones ha sido traducida como “borde” es “kraspedón”. Esa palabra es la traducción de “tsitsit” en la Septuaginta. Tsitsit no significa “borde”, sino “fleco”. La palabra “tsitsit” aparece sólo cuatro veces en las Escrituras, en Números 15 aparece tres veces y en Ezequiel 8:3 una vez, como está escrito:
Y extendió algo semejante a una mano y me tomó por un mechón (tsitsit) de mi cabello; y el Espíritu me alzó entre la tierra y el cielo y me llevó a Yerushalayim en visiones de Eloah, a la entrada de la puerta que mira al norte del atrio interior, allí donde estaba la morada del ídolo de los celos que provoca los celos.

En Mateo 14:34-36 está escrito:
 “Terminada la travesía, bajaron a tierra en Genesaret. Y cuando los hombres de aquel lugar reconocieron a Yeshúa, enviaron a decirlo por toda aquella comarca de alrededor y le trajeron todos los que tenían algún mal. Y le rogaban que les dejara tocar siquiera el fleco de su manto; y todos los que lo tocaban quedaban curados.




Todos los que tocaron el fleco del manto del Mesías quedaron sanados de sus enfermedades. Los que se aferraban a los mandamientos de la Torá transmitidas por el Mesías recibieron sanidad. Había tres pasos para poder obtener el poder sanador que vino del cielo y que fue enviado mediante Yeshúa HaMashiaj.

      1.      Reconocer a Yeshúa.
      2.      Acercarse a Yeshúa.
      3.      Tocar uno de los flecos del manto de Yeshúa.
Agarrar el fleco no tiene que ver con magia, sino es algo simbólico, mostrando así el deseo profundo de ser fiel al Eterno, y es un reconocimiento de la revelación divina de la Torá dada por medio de Moshé a Israel. Hay sanidad de todas las enfermedades cuando obedecemos todos los mandamientos, como está escrito en Éxodo 15:26:
Y dijo: Si escuchas atentamente la voz de Adonay tu Eloah, y haces lo que es recto ante sus ojos, y escuchas sus mandamientos, y guardas todos sus estatutos, no te enviaré ninguna de las enfermedades que envié sobre los mitsries; porque yo, Adonay, soy tu sanador.

El color azul que tiene uno de los hilos de la tsitsit simboliza el cielo. El hilo azul debe ser hecho de lana, que nos recuerda al Cordero. Cuando vino Yeshúa, el Cordero de Eloah estaba entre el pueblo y cuando se aferraban a Moshé y al Cordero fueron sanados. ¿Quieres ser sanado y restaurado en todo tu ser? Aférrate a Moshé y al Cordero y sé parte de los que cantan la canción de Moshé y del Cordero, como está escrito en Revelación 15:3-4:

Y cantan el cántico de Moshé, siervo de Eloah, y el cántico del Cordero, diciendo:  ¡Grandes y maravillosas son tus obras, oh Señor Eloah, Todopoderoso! ¡Justos y verdaderos son tus caminos, oh Rey de las naciones! ¡Oh Señor! ¿Quién no temerá y glorificará tu nombre? Pues sólo tú eres santo; porque TODAS LAS NACIONES VENDRÁN Y ADORARÁN EN TU PRESENCIA, pues tus justos juicios han sido revelados.

Shabat Shalom

Recopilado por Orlando Unda R.


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