viernes, 8 de noviembre de 2019

PARASHA 03 - LEJ LEJA-


PARASHA 03 -  LEJ LEJA- “VETE ATI MISMO PORTI MISMO”.
Génesis 12:1 – 17:27
Para ser compartida y estudiafa en el Shabat del 11 de Jeshvan de 5.780
Noviembre 9 del 2.019
Aliyás de la Torá:
1.    12:1-13
2.    12:14 – 13:4
3.    13:5-18
4.    14:1-20
5.    14:21 – 15:6
6.    15:7 – 17:6
7.    17:7-27
Haftará: Isaías 40:27 – 41:16
Brit Hadasha (Pacto renovado) Marcos 3:1 – 4:20
 Lej Lejá Significa vete a ti mismo, o vete por tu propia causa.

Dos temas vamos a trar hoy relacionados con esta parasha: Sarah en Egipto y la relación Melqisedec – Abraham. Esta es una reflexión para pensar. Concentrémonos y pensemos!.
Si bien la Torah explica que Noaj es elegido por ser una persona especial de su generación que “camina con Eloha”, el texto no explica claramente por qué se elige a Abram como el padre del pueblo Israelita. Muchas tradiciones señalan que él inició el monoteísmo, la creencia en un solo Eloha. La historia cuenta que él reconoce al Creador, que creó al mundo y todo lo que contiene, sin aceptar la existencia plural de dioses o mezclas divinas y que rompió todos los ídolos en la tienda de su padre, quien lideró una época de paganismo.
Esta Parashá revela especialmente el carácter de Abram, una persona leal, voluntariosa, obediente y atenta, un líder y un guerrero militar con principios. Tiene la responsabilidad de iniciar a un nuevo pueblo y concientizar al mundo sobre el Creador divino; y Abraham y Sarah asumen la tarea con dedicación y emuná (fe) obediente.
 Hay una escena en esta Parashá que altera la imagen idílica de Abraham – cuando él y Sarah llegan a Egipto. En el camino Abraham presiente que los egipcios reconocerán la irresistible belleza de Sarah. Elabora un plan para engañar a los egipcios, esperando salvarse y al mismo tiempo obtener beneficio de la belleza de su esposa. Le pide a Sarah asumir la condición de ser su hermana. Abraham dice: Por favor, di que eres mi hermana, para que me vaya bien por ti, y para que pueda vivir gracias a ti. Al mismo tiempo que Abraham teme por su vida, ve en la belleza de Sarah una oportunidad para beneficiarse.
Gen 12:11  Y sucedió que cuando se acercaba a Egipto, dijo a Sarai su mujer: Mira, sé que eres una mujer de hermoso parecer;
Gen 12:12  y sucederá que cuando te vean los egipcios, dirán: "Esta es su mujer"; y me matarán, pero a ti te dejarán vivir.
Gen 12:13  Di, por favor, que eres mi hermana, para que me vaya bien por causa tuya, y para que yo viva gracias a ti.

El texto no explica porque Abraham teme por su vida, sin embargo se puede deducir que la belleza de Sara atraía los hombres, pidiendo ser acosada en un país sin temor al Credor y que al ser él, el esposo querrían eliminarlo para no tener tropiezo, y ¿como supone como se desarrollará la siguiente etapa, o que podría pasarle a Sarah?. Podría estar aterrorizada por lo que le esperaba en Egipto. La Tora no menciona para nada los sentimientos de Sarah.
Gen 12:14  Y aconteció que cuando Abram entró en Egipto, los egipcios vieron que la mujer era muy hermosa.
Gen 12:15  Y la vieron los oficiales de Faraón, y la alabaron delante de él; y la mujer fue llevada a la casa de Faraón.
Gen 12:16  Y éste trató bien a Abram por causa de ella; y le dio ovejas, vacas, asnos, siervos, siervas, asnas y camellos.

 A continuación nos enteramos que los correos egipcios alaban su belleza, y Sarah es llevada ante el Faraón. En el texto Abraham no ofrece resistencia, no trata de proteger a Sarah. Prisionera del Faraón, Sarah está sola, vulnerable, asustada, traicionada. Según las palabras de un midrash (en Tanchuma sobre Lekh Lekha 5, y también en Génesis Rabba 40 (41- 2) ella expresa su angustia: “Ahora me han separado de mi padre, de mi madre, de mi esposo, y este hombre malvado me violará. Haz algo por el bien de Tu grandioso nombre, y porque creo en Tu palabra”.
En el siguiente versículo, “Abraham obtuvo ovejas, ganado vacuno, burros, esclavos y esclavas, burras y camellos”. Todas sus expectativas, por la belleza de Sarah, por el comportamiento de los egipcios y por los beneficios que obtiene, se cumplen. Mientras tanto el Farón enfrenta las plagas. El texto explica que las plagas vienen “al devar” por culpa/por la palabra de Sarah. La mayoría de los comentaristas tradicionales interpretan que Sarah trajo las plagas; en cautiverio ella asume su propio destino. De acuerdo al Midrash y a Rashi cuando el Faraón se le acerca en busca de sexo, ella pide la ayuda divina. El Midrash describe la escena. ¿Que significa la frase Por la palabra de Sarai? En ese momento un ángel desciende del cielo con un bastón, y cuando el Farón se acerca a Sarai para quitarle su zapato, el ángel le pega en la mano, y cuando se acerca para tocarle la ropa, el ángel le pega nuevamente. (Midrash Tanchuma sobe Lekh Lekha 5; también en el Génesis Rabba 40 (41)2) Rashi dice, “Según ella (Sarah), (Eloha trajo las plagas) ella le dice al ángel que le pegue, y ella/él le pega”. El texto muestra a faraón como un hombre creyente y temeroso ya que cada plaga era entendida como el poder del Eterno, no por su propia cultura sino por las enseñanzas de Sarah en su cautiverio, quien luego de que el cautivador entendiera, hiso caso omiso a las instrucciones de Abraham y Sarah le revela al Faraón que ella está casada con Abraham. Cuando el Faraón se entera de la artimaña, acusa a Abraham de mentir.

     A la verdad Abraham no mintió (Bereshit- Gen: Gen 20:12  Además, en realidad es mi hermana, hija de mi padre, pero no hija de mi madre; y vino a ser mi mujer.)

El Faraón muestra su integridad en su disgusto por el comportamiento de Abraham, y queda claro que no había ninguna razón para que Abraham temiese por su vida. El Faraón los hace escoltar lejos, y Abraham conserva sus ganancias. Con la entrega de Sarah se inician las riquezas de Abraham. Desde el comienzo él espera ganancias.
 Contrariamente a su deseo de obtener ganancias cuando entrega a Sarah, unos versículos más adelante, y luego de su victoria en la guerra, Abraham se niega a aceptar regalos del rey de Sodoma, “Levanto mi mano hacia El Eterno, Elohim, el Supremo, Hacedor del cielo y de la tierra; ¡ni un hilo ni un cordón de zapatos, ni nada que sea tuyo tomaré! Para que no digas: Yo enriquecí a Abram”. (Génesis 14:22-23).
Abraham fue un guerrero militar:
Breshit Gen 14:17 A su regreso después de derrotar a Quedorlaomer y a los reyes que estaban con él, salió a su encuentro el rey de Sodoma en el valle de Save, es decir, el valle del Rey.
 Gen 14:18 Entonces Melquisedec, rey de Shalem, sacó pan y vino; él era sacerdote del Dios Altísimo.
Gen 14:19 Y lo bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Elohim Altísimo, creador del cielo y de la tierra;

Melquisedec: Quien es para que Abram rindiera este homenaje y reconocimiento?

Melquisedec (מַלְכִּי־צֶדֶק / מַלְכִּי־צָדֶק, hebreo estándar Malki-édeq / Malki-ádeq, hebreo tiberiano Malkî-éeq / Malkî-āeq) Rey de paz, Rey de justicia, Rey del Mundo. En el Antiguo Testamento es un notable sumo sacerdote, profeta y líder que vivió después del diluvio y durante los tiempos de Abraham. Es considerado señor de la Paz y la Justicia

Según relata Bereshit (génesis):
"[...] y Melquisedec, rey de Shalem, sacando pan y vino, como era sacerdote del Eloha Altísimo, bendijo a Abram, diciendo: -Bendito Abram del Eloha Altísimo, el dueño de cielos y tierra. Y bendito el Eloha Altísimo, que ha puesto a tus enemigos en tus manos. Y le dio Abram el diezmo de todo."
La tradición judía y el Salmo 76 (Vg 75), al igual que otros sistemas religiosos, identifican a la ciudad de Shalem con el Jerusalén de hoy. En el relato este sacerdote-rey hace una breve aparición siendo sacerdote del ALTICIMO y rey de Jerusalén, lugar donde en el futuro Eloha tomará morada. Como sacerdote, anterior a la institución del sacerdocio levítico, es quien recibe el diezmo debido al Eterno.
 Heb 7:1  Porque este Melquisedec, rey de Shalem, sacerdote del Eloha Altísimo, el cual se encontró con Abraham cuando éste regresaba de la matanza de los reyes, y lo bendijo,
Heb 7:2 y a quien Abraham le entregó el diezmo de todos los despojos, cuyo nombre significa primeramente rey de justicia, y luego también rey de Shalem, esto es, rey de paz,
Esto indica que el nombres es un título: Melek (Rey) Tzadik (Justo) Shalem (Shalom = Paz)
Heb 7:3  sin padre, sin madre, sin genealogía, no teniendo principio de días ni fin de vida, siendo hecho semejante al Hijo de Eloha, permanece sacerdote a perpetuidad.  
Algunas versiones judías establecen a este hombre, de la dinastía de los descendientes o el propio Sem hijo de Noaj. Vamos a analizar estos textos aquí plasmados.

No cabe duda que este personaje viene de la eternidad. Es una figura angelical que representa una organización celestial, con funciones sacerdotales eternas. Eta Orden sacerdotal cuya imagen y sombra de la celestial, en la Torah está otorgada a Aarón (Levita) y su descendencia terrenal, siendo la orden de MELQISEDEC el destino final del sacerdocio terrenal

Heb 7:4  Considerad, pues, la grandeza de este hombre a quien Abraham, el patriarca, dio el diezmo de lo mejor del botín.

El encuentro del sacerdote y el patriarca no fue casual. Abram tenía más de un motivo para rendir este tributo a su maestro.
Melquisedec organizó sus escuelas en Shalem, según el antiguo sistema que había sido desarrollado por los primitivos sacerdotes setitas (Set, hijo de Adam)). Aun la idea de un sistema de diezmo, que fue introducido por su con-verso posterior, Abraham, también se derivaba de las tradiciones residuales de los métodos de los antiguos setitas.
Melquisedec enseñó el concepto de un solo Eloha, y Deidad universal, pero permitió que el pueblo asociara sus enseñanzas con el Padre Universal, a quien denominaba El Elohim —el Altísimo. Este gran maestro subordinó todo abajo de la doctrina del Elohim único, una Deidad universal, un Creador celestial, un Padre divino.
Melquisedec enseñó que en algún momento futuro otro Hijo de Eloha vendría en la carne así como él lo había hecho, pero que nacería de una mujer; y por eso numerosos maestros futuros sostendrían que Yeshúa era un sacerdote, o un ministro, «para siempre de la orden de Melquisedec».
Heb 7:11  Ahora bien, si la perfección era por medio del sacerdocio levítico (pues sobre esa base recibió el pueblo la ley), ¿qué necesidad había de que se levantara otro sacerdote según el orden de Melquisedec, y no designado según el orden de Aarón?
Heb 7:12  Porque cuando se cambia el sacerdocio, necesariamente ocurre también un cambio de la ley.
Heb 7:13  Pues aquel de quien se dicen estas cosas, pertenece a otra tribu, de la cual nadie ha servido en el altar.
Heb 7:14  Porque es evidente que nuestro Adon (Yeshúa) descendió de Judá, una tribu de la cual Moshé no dijo nada tocante a sacerdotes.
Heb 7:15  Y esto es aún más evidente, si a semejanza de Melquisedec se levanta otro sacerdote,
Heb 7:16  que ha llegado a serlo, no sobre la base de una ley de requisitos físicos, sino según el poder de una vida indestructible.
Heb 7:17  Pues de El se da testimonio: TU ERES SACERDOTE PARA SIEMPRE SEGUN EL ORDEN DE MELQUISEDEC.
Heb 7:18  Porque ciertamente, queda anulado el mandamiento anterior por ser débil e inútil
Heb 7:19  (pues la ley nada hizo perfecto), y se introduce una mejor esperanza, mediante la cual nos acercamos a Eloha.
Heb 7:20  Y por cuanto no fue sin juramento,
Heb 7:21  pues en verdad ellos llegaron a ser sacerdotes sin juramento, pero El por un juramento del que le dijo: EL SEÑOR HA JURADO Y NO CAMBIARA: "TU ERES SACERDOTE PARA SIEMPRE",
 Así pues Melquisedec preparó el camino e inició la etapa monoteísta en la tendencia mundial de un verdadero Hijo Paradisiaco del Eloha único, a quien él tan vívidamente describió como el Padre de todos, y a quien él presentó a Abraham como el Eloha que acepta al hombre en términos sencillos de fe personal.

Heb 7:5  Y en verdad los de los hijos de Leví que reciben el oficio de sacerdote, tienen mandamiento en la ley de recoger el diezmo del pueblo, es decir, de sus hermanos, aunque éstos son descendientes de Abraham.
Heb 7:6  Pero aquel cuya genealogía no viene de ellos, recibió el diezmo de Abraham y bendijo al que tenía las promesas.
Heb 7:7  Y sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor.
Los siete mandamientos promulgados por Melquisedec se modelaban según la suprema ley antigua de donde se ratifican las leyes de Noaj. Estos mandamientos de la religión Shalemita eran:
1. No servirás a ningún Dios sino al Creador Altísimo del cielo y de la tierra.
 2. No dudarás de que la fe es el único requisito para la salvación eterna.
3. No darás falso testimonio.
4. No matarás.
5. No robarás.
6. No cometerás adulterio.
7. No mostrarás falta de respeto a tus padres y a ancianos.
No es equivocación referirse a Abraham como ser elegido. Melquisedec sí dio a Abraham el encargo de mantener viva la verdad del Eloha único diferenciado de la creencia común en deidades plurales.
Taré (Padre de Abraham) y su entera familia creían a medias en la religión de Shalem, que se había predicado en Caldea; supieron de Melquisedec a través de los sermones de Ovid, maestro fenicio que proclamó la doctrina de Shalem en Ur. Salieron de Ur con la idea de ir directamente a Shalem, pero Nacor, el hermano de Abraham, no habiendo conocido a Melquisedec, no estaba del todo convencido y los persuadió de que se detuvieran en Harán. Mucho tiempo pasó, después de llegar, antes de que estuvieran dispuestos a destruir todos los dioses del hogar que habían traído consigo; abandonaron lentamente los muchos dioses de Mesopotamia, a favor del Dios único de Shalem.
 Pocas semanas después de la muerte de Taré, el padre de Abraham, Melquisedek envió a uno de sus discípulos, Jarán el Heteo, para que invitara tanto a Abraham como a Nacor: «Venid a Shalem, escucharéis allí nuestras enseñanzas de la verdad del Creador eterno, y en vuestros vástagos esclarecidos, el mundo será bendecido». Pero Nacor no había aceptado totalmente el evangelio de Melquisedek; decidió quedarse donde estaba y construyó una fuerte ciudad-estado que llevó su nombre; pero Lot, el sobrino de Abraham, decidió acompañar a su tío a Shalem.
Después de llegar a Shalem, Abraham y Lot seleccionaron una fortaleza en las colinas cerca de la ciudad, para poder defenderse de los muchos ataques sorpresivos de los invasores del norte.
En esta época los heteos, asirios, filisteos y otros grupos se incursionaban constantemente. Desde su fortaleza en las colinas, Abraham y Lot hicieron peregrinajes frecuentes a Shalem. Abraham tenía ambiciones monárquicas, y camino de vuelta de Egipto planteó a Lot su plan dirigido a sojuzgar todo Canaán y su pueblo al gobierno de Shalem. Lot se interesaba más por los negocios; por lo tanto, después de un desacuerdo que surgió posteriormente, se fue a Sodoma para ocuparse del comercio y de la ganadería. A Lot no le apetecía ni la vida militar ni la vida de pastor.
 Al retornar con su familia a Shalem, Abraham comenzó a madurar sus proyectos militares. Muy pronto se le reconoció como gobernante civil del territorio de Shalem y tuvo bajo su liderazgo una confederación de siete tribus adyacentes. En efecto, con gran dificultad pudo Melquisedec frenar a Abraham, ardiente de fervor por salir a conquistar las tribus circunvecinas con la espada para que éstas pudiesen llegar más prontamente al conocimiento de las verdades Shalemitas.
 Melquisedec mantenía relaciones pacíficas con todas las tribus circunvecinas; no era militarista y nunca fue atacado por ningún ejército de los que iban y venían. Estaba enteramente de acuerdo en que Abraham planteara una política de defensa para Shalem, semejante a la que eventualmente se puso en vigor, pero no quería aprobar los esquemas ambiciosos de su discípulo para la conquista; por esto hubo una ruptura amistosa de relaciones, y Abraham se trasladó a Hebrón para establecer su capital militar.
Gen 14:12  Y tomaron también a Lot, sobrino de Abram, con todas sus posesiones, pues él habitaba en Sodoma, y partieron.
Gen 14:13  Y uno de los que escaparon vino y se lo hizo saber a Abram el hebreo, que habitaba en el encinar de Mamre el amorreo, hermano de Escol y hermano de Aner, y éstos eran aliados de Abram.
Gen 14:14  Al oír Abram que su pariente había sido llevado cautivo, movilizó a sus hombres adiestrados nacidos en su casa, trescientos dieciocho, y salió en su persecución hasta Dan.
Gen 14:15  Y por la noche, él, con sus siervos, organizó sus fuerzas contra ellos, y los derrotó y los persiguió hasta Hoba, que está al norte de Damasco.
Abraham, en vista de su estrecha relación con el ilustre Melquisedec, poseía gran ventaja sobre los reyezuelos circunvecinos; todos ellos reverenciaban a Melquisedec y temían indebidamente a Abraham. Abraham conocía este temor y tan sólo esperaba la ocasión oportuna para atacar a sus vecinos, y esta excusa se le presentó cuando algunos de estos gobernantes tuvieron la presunción de incursionarse en la propiedad de su sobrino Lot, que residía en Sodoma. Al oír de este acontecimiento, Abraham, a la cabeza de sus siete tribus confederadas, se abalanzó sobre el enemigo. Su guardia de cuerpo personal de 318 dirigía el ejército, que contaba con más de 4.000 soldados al momento del ataque.
Cuando Melquisedec supo de la declaración de guerra de Abraham, salió para disuadirle, pero tan sólo le alcanzó cuando su ex-discípulo volvía victorioso de la batalla. Abraham insistió que el Elohim de Shalem le había otorgado la victoria sobre sus enemigos y persistió en entregar un décimo del botín al tesoro de Shalem. El noventa por ciento restante se lo llevó a su capital en Hebrón.
 Después de esta batalla de Sidim, Abraham se volvió el líder de una segunda confederación de once tribus y no sólo pagaba diezmos a Melquisedec sino que se ocupó de que todos los demás en esas tierras hicieran lo mismo. Sus relaciones diplomáticas con el rey de Sodoma, juntamente con el temor que todos le tenían, dieron como resultado el hecho de que el rey de Sodoma y otros se uniesen a la confederación militar de Hebrón; Abraham estaba estableciendo un poderoso estado.
El Pacto de Melquisedec con Abraham
Abraham visualizaba la conquista de todo Canaán. Su determinación tan sólo estaba debilitada por el hecho de que Melquisedec no quería aprobar la empresa. Pero Abraham había prácticamente decidido embarcarse en la conquista cuando comenzó a preocuparse por el hecho de que no tenía un hijo que le sucediese como gobernante de su futuro reino. Dispuso otra entrevista con Melquisedec; y fue en el curso de esta entrevista de la que el sacerdote de Shalem, el Hijo visible del Eterno, persuadió a Abraham a que abandonara el plan de conquista material y del gobierno temporal en favor del concepto espiritual del reino de los cielos.
Melquisedec explicó a Abraham la pequeñez de pelear con la confederación amorita pero aclaró también que estos clanes atrasados estaban con seguridad cometiendo suicidio mediante sus tontas prácticas, de modo que en pocas generaciones tanto se debilitarían que los descendientes de Abraham, entre tanto grandemente aumentados, fácilmente podrían derrotarlos.
 Melquisedec hizo un pacto formal con Abraham en Shalem. Díjole a Abraham: «Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar; así numerosa será tu simiente». Abraham creyó lo que Melquisedec decía, «y eso le fue contado por justicia». Las palabras de Melquisedec son las palabras del Eterno, son el Davar divino en boca de su hijo. Y entonces Melquisedec contó a Abraham la historia de la ocupación futura de Canaán por sus descendientes después de su estadía en Egipto.
Este pacto de Melquisedec con Abraham representa el gran acuerdo en la tierra entre la divinidad y la humanidad mediante el cual el Eterno acuerda hacer todo, el hombre tan sólo acuerda creer en las promesas de Eloha y seguir sus instrucciones. Hasta ese momento se había creído que la salvación tan sólo se podía obtener por obras — sacrificios y ofrendas; ahora, Melquisedec nuevamente trajo a la tierra la buena nueva de que la salvación, el favor de Eloha, se obtiene por la emuná obediente (Fe). Pero este evangelio de la simple fe en Eloha era demasiado avanzado; los hombres de las tribus semíticas posteriormente prefirieron volver a los sacrificios más antiguos y al sistema de expiación de los pecados mediante el derramamiento de sangre.
No mucho después del establecimiento de este pacto, nació Isaac, el hijo de Abraham, de acuerdo con la promesa de Melquisedec. Después del nacimiento de Isaac, Abraham adoptó una actitud solemne hacia su pacto con Melquisedec, yendo a Shalem para suscribirlo por escrito. Fue en esta ceremonia pública y formal de aceptación del pacto cuando se produce el cambió de su nombre de Abram a Abraham.
La mayor parte de los creyentes de Shalem habían practicado la circuncisión, aunque Melquisedec nunca habia hecho ésta obligatoria. Abraham por otra parte se había opuesto siempre a la circuncisión, de modo que en esta ocasión decidió solemnizar el evento aceptando formalmente este rito como muestra de la ratificación del pacto de Shalem para las generaciones venideras de Abraham.
 Fue esta rendición pública y real de sus ambiciones personales a favor de los planes más grandes de Melquisedec después de que los tres seres celestiales se le aparecieron en las llanuras de Mamré. Ésta fue una aparición de hecho. Y estas narrativas de los acontecimientos de aquellos días indican cuán retrasadas estaban la moral y la ética aun en esa época.
Con la consumación del pacto solemne, la reconciliación entre Abraham y Melquisede estuvo completa. Abraham volvió a tomar el liderazgo civil y militar de la colonia de Shalem, que en su cúspide contaba con más de cien mil contribuyentes regulares al diezmo en las nóminas de la fraternidad de Melquisedec. Abraham mejoró grandemente el templo de Shalem y proveyó nuevas tiendas para toda la escuela. No sólo amplió el sistema de diezmo sino que también instituyó muchos métodos mejorados de conducir los negocios de la escuela, además de contribuir grandemente a la mejor gerencia del departamento de propaganda misionera. También hizo mucho por mejorar los rebaños y reorganizar la industria lechera de Shalem. Abraham era un comerciante astuto y eficiente, un hombre rico para esas épocas; no era particularmente piadoso, pero sí totalmente sincero y creía en el sacerdocio celestial de Melquisedec.
Mequisedec es la orden sacerdotal celestial, que sirve en el templo celestial donde se encuentra el Trono de nuestro ABBA, en el cual el sumo sacerdote es Yeshúa 
Salmo 110:2  El ETERNO extenderá desde Sion tu poderoso cetro, diciendo:  Domina en medio de tus enemigos.
110:3  Tu pueblo se ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder; en el esplendor de la santidad, desde el seno de la aurora; tu juventud es para ti como el rocío.
110:4  El ETERNO ha jurado y no se retractará: Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.
¡SHABAT SHALOM!
Por: HOSHEA BEN YISRAEL
COMUNIDAD BIBLICA SHALOM









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