sábado, 23 de octubre de 2021

Parashá No. 4 – Vaierá / Y se le apareció

 

Parashá No. 4 – Vaierá / Y se le apareció

 

Bereshít / En el principio / Génesis 18:1 – 22 : 24

 

PARA SER COMPARTIDA EN EL SHABAT DEL 17 DE 8º MES BIBLICO FESTIVO (BULL  o JESHVAN) DE 5.782 (octubre 23 de 2.021)

 

Aliyás de la Torá:

1. 18:1-14

2. 18:15-33

3. 19:1-20

4. 19:21 – 21:4

5. 21:5-21

6. 21:22-34

7. 22:1-24

 

Haftará: 2 Reyes 4:1-37(A); 4:1-23(S)

 

Escritos Apostólicos: Marcos 4:21 – 6:56

 

VaYerá

Significa “y apareció”.

 

 

Primera aliyá, 18:1-14

El Eterno se aparece a Avraham por tercera vez mediante tres ángeles que le vienen a visitar.

Avraham corre hacia ellos y se postra en la tierra en reconocimiento de Aquel que ellos representan. Les pide que no pasen de largo y les prepara alimento, les lava los pies y les ofrece el mejor lugar para reposar. Los ángeles preguntan por Sará y uno de ellos da el anuncio del nacimiento de un hijo por medio de ella dentro del año próximo. Sará escucha el mensaje y se ríe pensando en el estado de su cuerpo. El Eterno pregunta por qué Sará se rió y añade: “¿Hay algo demasiado difícil para el Eterno?”. Luego promete volver en el mismo tiempo señalado el año siguiente y entonces Sará tendrá un hijo.

 

Segunda aliyá, 18:15-33

Sará miente diciendo que no se ha reído y es corregida por el ángel.

Los hombres se levantan para ir a Sedom y Avraham los sigue para despedirlos. Mientras van caminando juntos, el Eterno le revela la causa por la cual él había venido de esa manera. El clamor del pecado de Sedom y Amorá es tan fuerte en los cielos que hace falta un juicio divino. Dos de los ángeles se van para Sedom y Avraham se queda hablando con uno de estos representantes de El Eterno, pidiendo misericordia a favor de los justos en Sedom. Si hay diez justos en la ciudad, no será destruida.

 

Tercera aliyá, 19:1-20

Los dos ángeles llegan a Sedom por la tarde. Lot se levanta de su puesto de juez en la puerta y los recibe inclinándose hasta el suelo. Les ruega que se hospeden en su casa una noche, pero ellos no quieren. Prefieren quedarse en la calle durante la noche. Pero por la insistencia logra convencerles y así entran a comer panes sin levadura con él. Cuando se van a acostar, todos los hombres de la ciudad rodean la casa pidiendo que se les entreguen los dos visitantes para tener relaciones homosexuales con ellos. Lot sale para hablar con ellos pidiendo que no obren perversamente con los huéspedes. Les ofrece sus dos hijas vírgenes en lugar de los varones, pero los hombres no lo aceptan y se vuelven violentos. Los dos ángeles intervienen metiendo a Lot en la casa. Luego cierran la puerta y hieren a los hombres con ceguera para que no encuentren la puerta. En seguida advierten a Lot que van a destruir la ciudad y le ordenan sacar a sus familiares del lugar. Ninguno de ellos toma en serio la amenaza y al final los dos ángeles tendrán que actuar, toman a Lot, su esposa y sus dos hijas y los saca poniéndolos fuera de la ciudad diciendo: “Huye por tu vida. No mires detrás y no te detengas en el valle. Escapa al monte para que no perezcas.” Sin embargo para salvar su vida Lot pide al Eterno permiso para huir a una ciudad pequeña que no está muy lejos.

 

Cuarta aliyá, 19:21 – 21:4

El Eterno accede a la petición de Lot y promete no destruir la pequeña ciudad, llamada Zoar.

El sol sale mientras que van corriendo y justo en el momento de llegar, El Eterno hace llover sobre Sedom y Amorá azufre y fuego que destruyen aquellas ciudades incluyendo todo el valle con sus habitantes. La mujer de Lot mira atrás y es convertida en una estatua de sal.

Avraham se ha levantado y desplazado al lugar donde había estado delante del Eterno por la tarde el día anterior. Allí puede contemplar el humo de la destrucción de todo lo que hay en el valle.

Por temor Lot sale de la pequeña ciudad y se muda a una cueva en la montaña junto con sus dos hijas. Allí la mayor toma la iniciativa de emborrachar a su padre para poder tener un hijo con él. La menor sigue su consejo y ejemplo y así las dos quedan embarazadas por su padre sin que él se dé cuenta de ello. La mayor llama a su hijo Moav y la menor le llama a su hijo Ben-amí. Estos dos hijos se convierten en dos pueblos, el pueblo moabita y el pueblo amonita.

 

Avraham se muda de allí hacia la tierra del Neguev, en el sur. Y una vez más miente acerca de su esposa y Sará es tomada como mujer por el rey de Guerar. Sin embargo, el Eterno le manda un mensaje de advertencia en un sueño y la mujer es devuelta a su marido junto con ovejas, vacas, siervos, siervas y mucha plata. Además Avraham recibe permiso para habitar en todo su territorio. El rey es salvado de la muerte mediante la intercesión de Avraham y todas las mujeres de su reino son sanadas de la esterilidad que les ha venido por causa de Sará.

 

El Eterno visita a Sará de manera que pueda concebir y dar a luz un hijo a Avraham en el tiempo señalado y Avraham le pone el nombre de Yitsjak. A los ocho días él circuncida a su hijo conforme al mandato de Eloha.

 

Quinta aliyá, 21:5-21

 

La descendencia será llamada por Yitsjak. Sin embargo Yishmael también será una nación grande por ser descendiente de Avraham.

Avraham entrega provisión a su esposa Hagar y la despide junto con su hijo. Cuando se van por el desierto de Beer-Sheva el agua se acaba. Ella deja a su hijo adolescente debajo de un arbusto y se va lejos para no verlo morir. En ese lugar ella empieza a llorar. Eloha escucha la voz del joven y un ángel de Eloha se comunica con Hagar desde el cielo dándole aliento.

 

Entonces Eloha abre sus ojos de modo que pueda ver un pozo de agua y así se puede salvar al joven. Eloha está con el muchacho para que llegue a ser un arquero en el desierto. Más tarde su madre le toma una mujer desde Egipto.

 

Sexta aliyá 21:22-34

Avimelej, el rey de los filisteos, se da cuenta de que Eloha está con Avraham y viene con su general Ficol para entrar en un pacto de amistad con él. Al aceptar Avraham la propuesta hacen el juramento. Avraham toma siete corderas del rebaño y las entrega a Avimelej como señal de que él había cavado el pozo en ese lugar. Por eso le dieron el nombre Beer-Shava, el pozo del juramento o el pozo de los siete.

Después Avraham planta un huerto en Beer-Shava y allí invoca el Nombre del Eterno. Se queda en la tierra de los filisteos durante muchos años.

 

Séptima aliyá 22:1-19

Eloha prueba a Avraham pidiéndole que sacrifique a su único hijo sobre un altar en la tierra de Moriá. Con obediencia inmediata se levanta muy de mañana y sale de viaje con su hijo y dos de sus mozos hasta llegar al lugar que Eloha le ha dicho, tres días más tarde. Dice a sus dos mozos quedarse en a una distancia esperando que él y su hijo terminen el servicio de adoración. Pone la leña sobre su hijo, toma el fuego y el cuchillo y se dirigen al lugar señalado. Yitsjak pregunta por el cordero para el sacrificio. Avraham le contesta que Eloha proveerá el cordero para el sacrificio de ascensión y así van juntos. Avraham edifica un altar en el monte, arregla la leña, ata a su hijo y lo pone sobre el altar sobre la leña. Luego toma el cuchillo para sacrificar a su hijo. Pero el ángel del Eterno le llama desde el cielo ordenándole que no mate al joven ni le haga daño porque ahora ha mostrado que teme a Eloha por no rehusarle su único hijo.

En ese momento Avraham se percata de un carnero trabado con los cuernos en un matorral, el cual es ofrecido en lugar del hijo. El sitio donde ocurrió es llamado El Eterno Yiré, (proveedor)

 

Luego llama el ángel por segunda vez desde el cielo ampliando la promesa del Eterno anterior de muchísima bendición y sobreabundancia de descendencia. Por haber sido obediente todas las naciones de la tierra serán bendecidas por medio de su descendencia. Luego vuelven a Beer-Shava y habitan allí un tiempo. Allí llegan noticias a oídos de Avraham de que su hermano Najor ha tenido ocho hijos y una nieta, Rivká.

 

Comentarios

Nos centraremos en la séptima aliyá:

 

Séptima aliyá 22:1-19

22:1 “Aconteció que después de estas cosas, Eloha probó a Avraham, y le dijo: ¡Avraham! Y él respondió: Heme aquí.”– Fue Eloha quien probó a Avraham según su atributo de justicia, por eso usa el nombre Elohim (nombre dado a los jueces) aquí.

Esta es la décima prueba para nuestro padre Avraham. Esta es la última y la definitiva para perfeccionar su fe, como está escrito en Jacobo (Stg.) 2:22:

 “Ya ves que la fe actuaba juntamente con sus obras, y como resultado de las obras, la fe fue perfeccionada

Así que la fe de Avraham fue perfeccionada por medio de esta prueba, en el sentido de llegar a su máximo potencial. Después de esta prueba la confianza de Avraham llegó a un nivel que no necesitaba más pruebas, había alcanzado su meta.

La palabra hebrea para prueba también significa tentación. Aunque la misma palabra es usada para los dos significados hay una gran diferencia entre una cosa y otra. El propósito detrás del acto determina si es una prueba o una tentación. Si el propósito es hacer que la persona caiga en desgracia, es una tentación. Si el propósito es hacer que la persona suba a un nivel más alto, es una prueba. Eloha no puede tentar a nadie como está escrito en Jacobo 1:13-15:

Que nadie diga cuando es tentado: Soy tentado por Eloha; porque Eloha no puede ser tentado por el mal y El mismo no tienta a nadie. Sino que cada uno es tentado cuando es llevado y seducido por su propia pasión. Después, cuando la pasión ha concebido, da a luz el pecado; y cuando el pecado es consumado, engendra la muerte.

El propósito de la prueba es elevar a la persona. Cuando uno ha pasado la prueba tiene siempre una gran recompensa. La recompensa mayor que el ser humano puede recibir es un carácter aprobado, como está escrito en Jacobo 1:2-4:

Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada.

 

Si una persona no pasa la prueba que el Eterno le pone tiene dos opciones, hacer la prueba otra y otra vez hasta que la pase, o finalmente ser eliminado. Lo que pasó con la mayoría de los hijos de Israel que salieron de Egipto fue que suspendieron la prueba diez veces, cf. Números 14:22, y por eso no pudieron subir al nivel superior que el Eterno había preparado para ellos en la tierra prometida.

Así que si estás en una prueba en estos momentos, no te quejes sino pon tu confianza en el Eterno y sus promesas y llegarás a un nivel superior en su Reino y tu carácter será más semejante a Su Hijo, lo cual Su meta para tu vida, según Romanos 8:29, donde está escrito:

Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que El sea el primogénito entre muchos hermanos;

 

22:2 “Y dijo: Toma ahora a tu hijo, tu único, a quien amas, a Yitsjak, y ve a la tierra de Moriá, y ofrécelo allí en ofrenda de ascensión sobre uno de los montes que yo te diré.

 

– La palabra hebrea traducida como “ahora” es na. Tiene principalmente dos acepciones, “por favor” y “ahora”. Esto quiere decir que se puede traducir: “Toma por favor a tu hijo...” No es una orden fuerte sino una petición suave. El Eterno quería probar la sinceridad de Avraham si realmente estaba buscando los deseos del Cielo o sus propios deseos. Llevaba mucho tiempo sin sacrificar animales y ahora El Eterno le pide a su hijo, el que más amaba.

Si no estás dispuesto a sacrificar por amor a El Eterno lo que más te gusta, entonces tienes algo en tu vida que está delante de El, y eso se ha convertido en un Eloha falso (IDOLO) para ti. El Eterno tienen que tener el primer lugar en nuestras vidas y si hay algo en tu vida que desafía ese lugar El te va a pedir que lo sacrifiques. ¿Estás dispuesto para ello?

La tierra de Moriá es Yerushalayim, como está escrito en 2 Crónicas 3:1:

Entonces Shlomo comenzó a edificar la casa de El Eterno en Yerushalayim en el monte Moriá, donde se había aparecido a su padre David, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán jebuseo.

Según un Midrash25 la palabra Moriá alude a que allí se darían la instrucción (horaá) a todo Israel.

 

Este sacrificio constituye uno de los pilares en el isralismo del pacto renovado. Por los méritos de él se reclama en las oraciones de cada mañana el favor del Eterno para la vida.

Avraham era un compañero de pacto con el Eterno. El Eterno necesitaba la obediencia total de Avraham para poder cumplir sus propósitos en su vida y producir por medio de él aquél simiente de la mujer que había sido prometido a Adam y Javá, en Génesis 3:15.

Como Avraham le entregó a su hijo único, así El Eterno entregó a Su Hijo Único para ser un sacrificio de pecado no solamente por la descendencia de Avraham,  sino por todo el mundo, cf. Juan 3:16.

 

22:3 “Avraham se levantó muy de mañana, aparejó su asno y tomó con él a dos de sus mozos y a su hijo Yitsjak; y partió leña para la ofrenda de ascensión, y se levantó y fue al lugar que Eloha le había dicho.” – La obediencia por amor de Avraham le hizo madrugar para así cumplir los deseos de su Señor con diligencia.

La palabra hebrea que se ha traducido en los versículos 3, 4, 9 y 14 como “lugar” es makom.26 Muchas veces tiene una alusión al Eterno y es uno de sus muchos nombres, especialmente en relación al lugar del templo. Habla de su omnipresencia pero también de su presencia manifestada en un lugar específico.

 

22:4 “Al tercer día alzó Avraham los ojos y vio el lugar de lejos.”– En relación con el sacrificio del hijo único del padre hay una referencia al tercer día. Esto alude a la resurrección del Mesías en el tercer día, cf. Oseas 6:2. La expresión “tercer día” – en hebreo yom ha-slishí – aparece 28 veces en 26 versículos en las Escrituras hebreas.

 

Eloha había prometido mostrarle a Avraham el lugar. Por lo tanto cuando dice que vio el lugar no era cualquier manera, sino de una manera profética. El Midrash27 cuenta que vio una nube de gloria por encima de la montaña.

25 Bereshit Rabá 55:7.

 

22:5 “Entonces Avraham dijo a sus mozos: Quedaos aquí con el asno; yo y el muchacho iremos hasta allá, adoraremos y volveremos a vosotros.” – Según Rashí, los mozos eran Yishmael y Eliezer. Como no habían visto nada especial no

pudieron subir al lugar de adoración.

La expresión “volveremos” indica que Avraham creía que el Eterno iba a resucitar a su hijo por causa de las promesas que había dado por medio de él, como está escrito en

Hebreos 11:17-19:

Por la fe Avraham, cuando fue probado, ofreció a Yitsjak; y el que había recibido las promesas ofrecía a su único hijo; a quien se le dijo: EN YITSJAK TE SERA LLAMADA DESCENDENCIA. El consideró que Eloha era poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde también, en sentido figurado, lo volvió a recibir.

22:6 “Tomó Avraham la leña de la ofrenda de ascensión y la puso sobre Yitsjak su hijo, y tomó en su mano el fuego y el cuchillo. Y los dos iban juntos.” – La leña fue puesta sobre Yitsjak como una alusión al momento cuando la viga horizontal iba a ser puesto sobre los hombros del Hijo, como está escrito en Juan 19:17:

Tomaron, pues, a Yeshúa, y él salió cargando su madero al sitio llamado el Lugar de la Calavera, que en hebreo se dice Gulgolta

Y los dos iban juntos” – Dos veces se repite esta expresión, aquí y en el versículo 8.

Esto nos indica dos cosas. Primero, que Yitsjak estaba totalmente unido a su padre en propósito y pensamiento. No era un niño, tenía más de 30 años y su deseo era hacer la voluntad de su Padre celestial y obedecer a su padres terrenal.

En segundo lugar significa que el Mesías iba a subir para ser sacrificado en completa unión con su Padre celestial, como está escrito en Juan 16:32:

Mirad, la hora viene, y ya ha llegado, en que seréis esparcidos, cada uno por su lado, y me dejaréis solo; y sin embargo no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

 

También está escrito en 2 Corintios 5:19a:

a saber, que Eloha estaba en el Mesías reconciliando al mundo consigo mismo

____

22:7 “Y habló Yitsjak a su padre Avraham, y le dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, hijo mío. Y dijo: Aquí están el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para la

ofrenda de ascensión?”– Yitsjak pregunta por un cordero.

 

22:8 “Y Avraham respondió: Eloha proveerá para sí el cordero para la ofrenda de ascensión, hijo mío. Y los dos iban juntos.” – Avraham dijo que Eloha iba a proveer para sí un cordero.

”hijo mío” – También es repetida esta frase dos veces. Es una referencia a Yitsjak y al Mesías, el Hijo de Eloha. Según los Escritos Apostólicos se ve que en el tiempo del segundo templo la expresión “hijo de Eloha” fue sinónimo al “Mesías”, cf. Mateo 16:16; 26:63; Lucas 4:41; 22:66-70; Juan 1:49; 20:31.

El Midrash cuanta que en ese momento Avraham revela a Yitsjak que él tendrá que ser la ofrenda de ascensión, el cual lo acepta y se entrega voluntariamente según la voluntad de su padre.

Para que un sacrificio sea aceptado por el Eterno tendrá que ser ofrecido con alegría. Si alguien sacrifica algo con tristeza en su corazón, no le es agradable. Así que en estos momentos tanto Avraham como Yitsjak tendrían que superar sus emociones negativas y elevarse por encima de los deseos bajos de la naturaleza y fijar sus mentes en los propósitos del Eterno que siempre son buenos. Avraham pensaba que Eloha era poderoso para levantar de los muertos a su hijo. Esa fe en El Eterno para la resurrección del hijo es la que salva a todos aquellos descendientes suyos que van a ser como las estrellas.

 

Había dos ingredientes en la fe de Avraham en cuanto a su hijo:

Creyó en El Eterno para que el hijo fuera engendrado de manera milagrosa.

Creyó en El Eterno para la resurrección del hijo.

La misma fe es para todos los hijos celestiales de Avraham, creer que el Hijo de Eloha ha sido engendrado de manera milagrosa, y creer que El Eterno lo ha levantado de los muertos, como está escrito en

Romanos 4:16-25:

Por eso es por fe, para que esté de acuerdo con la gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda la posteridad, no sólo a los que son de la ley, sino también a los que son de la fe de Avraham, el cual es padre de todos nosotros (como está escrito: TE HE HECHO PADRE DE MUCHAS NACIONES) delante de aquel en quien creyó, es decir Eloha, que da vida a los muertos y llama a las cosas que no existen, como si existieran. El creyó en esperanza contra esperanza, a fin de llegar a ser padre de muchas naciones, conforme a lo que se le había dicho: ASI SERA TU DESCENDENCIA. Y sin debilitarse en la fe contempló su propio cuerpo, que ya estaba como muerto puesto que tenía como cien años, y la esterilidad de la matriz de Sará; sin embargo, respecto a la promesa de

Eloha, no titubeó con incredulidad, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Eloha, y estando plenamente convencido de que lo que había prometido, poderoso era también para cumplirlo. Por lo cual también su fe LE FUE CONTADA POR JUSTICIA. Y no sólo por él fue escrito que le fue contada, sino también por nosotros, a quienes será contada:

como los que creen en aquel que levantó de los muertos a Yeshúa nuestro Señor, el cual fue entregado por causa de nuestras transgresiones y resucitado para nuestra

justificación.

 

22:9 “Llegaron al lugar que Eloha le había dicho y Avraham edificó allí el altar, arregló la leña, ató a su hijo Isaac y lo puso en el altar sobre la leña.”– Es la única vez que la palabra hebrea para “atar”, akad28, aparece en las Escrituras. Rashí dice que se refiere a una atadura de las manos y los pies por detrás. Esto constituye un evento único en su clase, de la misma manera como la muerte del Mesías constituye la única en su clase.

Una variante de la misma raíz, acudim, “rayados”, aparece siete veces en relación con el ganado que Yaakov estaba ganando con su trabajo, cf. Génesis 30:35, 39, 40; 31:8

(dos), 10, 12. En el primer versículo se menciona especialmente los machos cabríos.

Rashí dice que se llamaban acudim porque tenían los tobillos blancos en el sentido de que el sitio donde se los ataba (okdim) era reconocible.

 

El cordero que Avraham dijo que el Eterno iba a proveer hace alusión al korbán Pesaj, sacrificio de la pascua, y los machos cabríos que se encuentran en el relato de Yaakov, hacen alusión a los dos machos cabríos que se usaban en Yom Kipur, el día de la expiación, para cubrir y quitar los pecados del pueblo de todo el año. Así que aquí hay una relación entre Pesaj y Kipur. De la misma manera encontramos en el mensaje de Yojanán ben Zejaryá según está escrito en Juan 1:29:

Al día siguiente ve a Yeshúa que venía hacia él, y dice: He ahí el Cordero de Eloha (Pesaj) que quita el pecado del mundo (Yom Kipur).

Con la muerte del Mesías se cumplió la profecía del Cordero en Pesaj que libera de la muerte a los primogénitos en Egipto. Los primogénitos representan a todo el pueblo. Y también se cumple la profecía de los machos cabríos que quitan el pecado de Israel en Yom Kipur.

 

22:10 “Entonces Avraham extendió su mano y tomó el cuchillo para sacrificar a su hijo.

– De la misma manera el Padre celestial “extendió su mano” para sacrificar a Su Hijo en el mismo lugar, Isaías 53:10.

 

22:11 “Mas el ángel de El Eterno lo llamó desde el cielo y dijo: ¡Avraham, Avraham! Y él respondió: Heme aquí.”– Aquí aparece el Tetragrámaton (YHVH) por primera vez en este capítulo. Ese nombre representa la misericordia del Altísimo.

Avraham había recibido la solicitud de sacrificar a su hijo por “Eloha – Elohim”, el atributo de Justicia. La justicia de Eloha exige que haya un sacrificio humano para salvar al pecador que se arrepiente. Alguien tiene que morir en su lugar. La paga del pecado es la muerte y si el pecador se arrepiente la Justicia del Altísimo exige que alguien pague en su lugar. Si no hay sustituto no hay una base justa para el perdón.

En Romanos 3:24b-26 está escrito:

El Mesías Yeshúa, a quien Eloha exhibió públicamente como propiciación por su sangre a través de la fe, como demostración de su justicia, porque en su tolerancia, Eloha pasó por alto los pecados cometidos anteriormente, para demostrar en este tiempo su justicia, a fin de que El sea justo y sea el que justifica al que tiene fe en Yeshúa.

 

La muerte de Yeshúa es la ÚNICA base totalmente justa sobre la cual el Eterno puede perdonar al pecador que se arrepiente de sus pecados.

Ahora el Altísimo se manifiesta con su atributo de misericordia diciendo a Avraham que no sacrifique a su hijo. En su corazón ya lo había hecho. Y de una manera simbólica volvió a la vida.

Sin embargo hay un midrash que cuenta que el alma de Yitsjak salió y fue devuelta29.

Otro midrash dice que Yitsjak realmente fue sacrificado y luego resucitado30 para aparecer luego en Génesis 24:62.

29 Pirkei d´Rabi Eliezer.

30 Mejilta d´Rabi Shimón bar Yojai.

 

22:13 “Entonces Avraham alzó los ojos y miró, y he aquí, vio un carnero detrás de él trabado por los cuernos en un matorral; y Avraham fue, tomó el carnero y lo ofreció en ofrenda de ascensión en lugar de su hijo.”– Un carnero no es un cordero.

Yitsjak y Avraham solicitaron un cordero pero El Eterno no proveyó con un cordero, sino con un carnero. El Cordero quedó pendiente para otra ocasión...

El carnero sirve para hacer instrumentos para el servicio al Eterno en el templo. Los dos cuernos son los dos shofarim que son tocados en las fiestas del Eterno, y especialmente en Shavuot (Pentecostés), Yom Teruá y Yom Kipur, que son los momentos más importantes cuando se tocan. Los muslos del carnero sirven para hacer flautas para el templo, el cuero sirve para los tambores, los intestinos sirven para las arpas y otros órganos intestinales sirven para las liras en el templo.

 

lo ofreció en ofrenda de ascensión en lugar de su hijo.” – Avraham ofreció el carnero en lugar de su hijo, lo cual es una alusión al sacrificio sustituto del Mesías Yeshúa en lugar de muchos, como está escrito en Mateo 20:28:

así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.

 

22:14 “Y llamó Avraham aquel lugar con el nombre de El Eterno Proveerá, como se dice hasta hoy: En el monte El Eterno será visto.”– “El Eterno Proveerá” en hebreo es YHVH Yiré lo cual significa en sentido simple “El Eterno elegirá y verá”

(Targum y Rashí). También implica provisión, puesto que prever implica también el hecho de proveer.

Así que en ese lugar El Eterno tendrá sus ojos para elegirlo y ver los sacrificios de los hijos de Israel que se han dado y que serán dados durante el reino mesiánico. También implica que en ese monte El Eterno proveería para sí del Cordero que fue solicitado anteriormente. También significa que en ese lugar, el Eterno se mostrará, no solamente a Israel, sino a todo el mundo, como está escrito en Isaías 52:10:

“El Eterno ha desnudado su santo brazo a la vista de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Eloha.”

 

En el Salmo 48:3-8 está escrito:

Eloha en sus palacios se dio a conocer como baluarte. Pues, he aquí, los reyes se reunieron; pasaron juntos. Ellos vieron y quedaron pasmados; se aterrorizaron y huyeron alarmados. Allí se apoderó de ellos un temblor; dolor como el de mujer que está de parto. Con el viento solano tú destrozas las naves de Tarshish. Como lo hemos oído, así lo hemos visto en la ciudad de El Eterno de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Eloha; Eloha la afirmará para siempre. (Selah)

 

En ese lugar El Eterno mostró en público, no solamente su justicia, sino también su misericordia al entregar a Mashíaj para ser un sacrificio, y en ese mismo lugar mostrar otra vez su justicia al juzgar a las naciones que se reúnan en la última guerra contra Israel, y su misericordia al salvar a los que ansiosamente esperan en él por medio de Su Mashíaj.

 

22:16b “tu hijo, tu único” – Tres veces aparece la misma expresión en este capítulo, v. 2, 12 y 16. Esto alude al único Hijo de Eloha, HaMashíaj en Yeshúa.

22:19a “Entonces Avraham volvió a sus mozos”– ¿Y dónde está Yitsjak? El desaparece de la escena del relato de la Torá y no aparece de nuevo hasta que su novia Rivká esté lista, cf. 24:62. De la misma manera Yeshúa fue escondido del mundo después de su muerte y resurrección y no será visto hasta que su novia esté sin mancha ni arruga ni cosa semejante, lista para las bodas del Cordero.

 

Esto será cuando la plenitud de los gentiles emanados del Israel perdido hayan reconocido la Torah viva y así todo Yisrael será Salvo!

 

¡SABAT SHALOM!

 por Hoshea ben Yisrael.

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