Parashá 22 VaYakhel
Éxodo 35:1 – 38:20
Para compartir en el
Shabat del 25 de Adar 1°,
de 5.780
Febrero 26 de 2022
Aliyás de
1.
35:1-20
2.
35:21-29
3.
35:30
– 36:7
4.
36:8-19
5.
36:20
– 37:16
6.
37:17-29
7.
38:1-20
Haftará: 1 Reyes 7:40-50 (Ashkenazíes); 7:13-26 (Sefardíes)
Brit Hadasha: Lucas 22:47 – 24:53
VaYakhel
Significa “e
hizo que se congregara”.
Shemót / Nombres / Éxodo 35:1 – 38 : 20
35 1
Moshe congregó a toda la comunidad del
pueblo de Israel, y les dijo a ellos:
"Estas son las cosas que YAHWEH les
ha ordenado hacer:
El Mishkan en el Ruaj
Existe el Mishkan terrenas y el Mishkan espiritual. En estos
tiempos en que el Mishkan, ni el Templo de Yerusalem no existen físicamente es
necesario entender que eran sombra del verdadero que existe eternamente en el
holán aba (mundo venidero) y que a pesar de que estas edificaciones no son
visibles a los ojos humanos, si existen en el mundo espiritual y está relacionado
con nosotros mismos
Shemot 35:11 “el tabernáculo, su tienda y
sus cubiertas, sus broches y sus tablas, sus barras, sus columnas y sus basas” – En cinco ocasiones son enumerados
todos los objetos del mishkán. Esto nos enseña que esta casa es muy importante
para el Eterno y él desea que nos fijemos en cada detalle de ella. De esta
manera abrimos nuestras mentes para poder recibir las revelaciones espirituales
que están escondidas detrás de estos objetos sagrados.
35:12 “el arca y sus varas, la cubierta
y el velo de la cortina” – Como hemos
dicho antes, los nueve objetos más sagrados del tabernáculo representan las
nueve manifestaciones del Espíritu del Mesías en la congregación mesiánica. El
que tiene el ministerio de Malki-Tsedek puede servir en el tabernáculo
celestial,
cf. Juan 4:21-24. Joh 4:21 Yeshúa le contestó:
–Créeme, mujer, que llega la hora en que
ustedes adorarán al Padre sin tener que venir a este monte ni ir a Jerusalén.
Joh 4:22 Ustedes no saben a quién adoran;
pero nosotros sabemos a quién adoramos, pues la salvación viene de los judíos. [4]
Joh 4:23 Pero llega la hora, y es ahora
mismo, cuando los que de veras adoran al Padre lo harán de un modo verdadero,
conforme al Espíritu de Eloha. Pues el Padre quiere que así lo hagan los que lo
adoran.
Joh 4:24 Eloha es Espíritu, y los que lo
adoran deben hacerlo de un modo verdadero, conforme al Espíritu de Eloha.
El
que ha recibido el Espíritu de Mashíaj, que fue dado después de la
resurrección, podrá servir en cada uno de los objetos de este tabernáculo
celestial, con estas manifestaciones sobrenaturales. La manifestación inferior
es la de hablar sobrenaturalmente en otros idiomas. Esta manifestación está
simbolizada por la puerta de entrada al atrio y en el altar de bronce. Son los
objetos más lejanos del lugar santísimo. La manifestación superior es la
palabra de sabiduría, representada por la cubierta del arca donde está el trono
del Eterno. Las nueve manifestaciones espirituales están mencionadas en 1
Corintios 12 en el mismo orden que cuando los objetos del tabernáculo fueron
presentados por primera vez a Moshé. Sin embargo, vemos que hubo un cambio de
orden entre la revelación celestial y la misma construcción. Cuando Betsalel
construyó estas cosas empezó con el tabernáculo y luego siguió con los objetos
sagrados, según vemos en esta parashá.
En Mateo
22:29 está escrito:
“Pero Yeshúa respondió y les dijo: Estáis equivocados por no comprender
las Escrituras ni el poder de Elohim.”
Estas dos cosas son vitales para no
equivocarse. Si uno no conoce las Escrituras va a errar en la vida, y si uno no
conoce el poder de Elohim, también va a errar en la vida.
Las manifestaciones sobrenaturales del
Espíritu revelan el ministerio del Mesías Yeshúa. En las nueve manifestaciones
encontramos dos ingredientes básicas, palabras y poder. Estas dos corresponden
al fuego que tiene los dos ingredientes, luz y calor. Las manifestaciones son
canales por medio de los cuales el Eterno puede dar al hombre revelaciones de
su luz y manifestaciones de su poder, como está escrito en Marcos 6:2:
“Cuando llegó el día de
reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos que le escuchaban se
asombraban, diciendo: ¿Dónde obtuvo éste tales cosas, y cuál es esta sabiduría
que le ha sido dada, y estos milagros (lit. poderes) que hace con sus
manos?”
Lo que
sale del Mesías es sabiduría y poder, cf. Job 12:13. Estas dos cosas fueron
canalizadas por las nueve manifestaciones sobrenaturales que estaban operando
por medio de Yeshúa en todo su ministerio.
En Lucas 5:15 está escrito:
“Y su fama se difundía cada
vez más, y grandes multitudes se congregaban para oírle y ser sanadas de sus
enfermedades.”
Vinieron para oír la revelación
sobrenatural y para recibir el poder sobrenatural, la luz y el calor. Todas
estas manifestaciones que venían por medio del Espíritu del Mesías fueron
activadas por su amor en dos direcciones: amor hacia el Padre celestial que le
había dado la orden de dar al mundo estas cosas, y amor al hombre necesitado de
la revelación y el poder del cielo, como está escrito en Mateo 14:14:
“Y al desembarcar, vio una
gran multitud, y tuvo compasión de ellos y sanó a sus enfermos.”
En Marcos 6:34 está escrito:
“Al desembarcar, El vio una
gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor; y
comenzó a enseñarles muchas cosas.”
Los relatos citados de Mateo y Marcos
hablan del mismo evento en la vida del Rebe. En Mateo dice que él tuvo
compasión de la gran multitud y sanó a sus enfermos, y en Marcos dice que tuvo
compasión de la gran multitud y comenzó a enseñarles muchas cosas. Así que el
motor detrás del ministerio del Mesías de dar poder y revelación al pueblo fue
el amor y la compasión que sentía por ellos.
En Mateo 15:32 está escrito:
“Entonces Yeshúa, llamando
junto a sí a sus discípulos, les dijo: Tengo compasión de la multitud, porque
hace ya tres días que están conmigo y no tienen qué comer; y no quiero
despedirlos sin comer, no sea que desfallezcan en el camino.”
En Mateo 20:34 está escrito:
“Entonces Yeshúa, movido a
compasión, tocó los ojos de ellos, y al instante recobraron la vista, y le
siguieron.”
Todas las enseñanzas y los milagros que
el Mesías hizo, fueron hechos por amor y compasión. Si amamos a las personas
necesitadas del conocimiento de las Escrituras y del poder de Elohim, vamos a
buscar las manifestaciones sobrenaturales del Espíritu para poder suplir sus
necesidades. El pueblo no necesita solamente conocimiento intelectual de la
Torá y la halajá. ¡El pueblo necesita palabras llenas del Espíritu y de vida!,
como está escrito en Juan 6:63:
* “El Espíritu es el que da
vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son
espíritu y son vida.”
En Juan 7:46 está escrito:
“Los alguaciles
respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre habla!”
Si amamos a las personas, necesitadas de
sanidad en sus cuerpos y liberación de los demonios, buscamos las
manifestaciones espirituales para poder sanarles y liberarles, como está
escrito en Mateo 8:16:
“Y al atardecer, le trajeron
muchos endemoniados; y expulsó a los espíritus con su palabra, y sanó a todos
los que estaban enfermos.”
En Juan 14:12 está escrito:
“En verdad, en verdad os
digo: el que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y aun
mayores que éstas hará, porque yo voy al Padre.”
En Hechos 5:14-16 está escrito:
“Y más y más creyentes en el
Señor, multitud de hombres y de mujeres, se añadían constantemente al número de
ellos , a tal punto que aun sacaban los enfermos a las calles y los tendían en
lechos y camillas, para que al pasar Kefa, siquiera su sombra (o radiación)
cayera sobre alguno de ellos. También la gente de las ciudades en los
alrededores de Yerushalayim acudía trayendo enfermos y atormentados por
espíritus inmundos, y todos eran sanados.”
El ministerio del Mesías se revela en las
nueve manifestaciones del Espíritu. Si no buscamos estas manifestaciones con
fervor, no vamos a poder ser discípulos fieles del Mesías Yeshúa, porque un
talmid hace lo mismo que su rabino. Ser seguidor del Mesías no es solamente
seguir la Torá de Moshé como él (Yeshúa) la siguió, sino también vivir en la
esfera espiritual de manifestaciones sobrenaturales en la cual él vivía. Aquí
hace falta que el pueblo mesiánico se arrepienta y humildemente reconozca que
ha recibido demasiada enseñanza de maestros que no están llenos del Espíritu
del Mesías y que se mueven solamente en el área de la neshamá y no en su ruaj
porque están espiritualmente muertos. Hemos dejado lo espiritual por lo
intelectual. Necesitamos arrepentirnos de esta apostasía y volver al Padre
buscando las verdaderas manifestaciones del Mesías para que él pueda ser
revelado al mundo necesitado a través de nosotros. Cuando hablamos la Torá, de
nuestras bocas tiene que salir el Espíritu de la Torá, porque la letra de la
Torá mata, pero el Espíritu de la Torá da vida, cf. 2 Corintios
3:6. 2Co 3:6 pues él nos ha capacitado para ser
servidores de una nueva alianza, [1]
basada no en una ley, sino en la acción del Espíritu. La ley condena a muerte,
pero el Espíritu de Eloha da vida.
Es
muy bueno dar dinero y consolar a los enfermos, pero ¡es mejor sanarlos! Es muy
bueno enterrar a los que mueren antes de tiempo, pero ¡es mejor resucitarlos!
Si no nos arrepentimos de la autosuficiencia en nuestra vida cómoda con los
estuEloha de la Torá y la halajá de manera intelectual, no vamos a ser parte de
esa redención final en la cual el Eterno hará mayores milagros que cuando sacó
a nuestro pueblo de Egipto. ¿Dónde está nuestro fuego para obtener las
manifestaciones del Espíritu? ¿Estamos más interesados en decir las palabras
hebreas correctas que fluir bajo la unción del Mesías? ¿Estamos más interesados
en decir “Ruaj” en lugar de “Espíritu”, que en la misma esencia de las cosas
celestiales? Entonces hemos caído en la trampa de fijarnos más en las
apariencias que en las cosas verdaderas. Hemos dejado de anhelar los dones del
Espíritu y sólo alimentamos nuestras mentes con conocimiento intelectual. Este
es el primer paso en el camino de la apostasía, adorar las cosas creadas en
lugar del Creador. ¡Entonces es tiempo de arrepentirnos!
La esencia Israelita del pacto renovado
no se encuentra fuera de Yeshúa, sino bajo la unción de Yeshúa. Esa unción fue
la que inspiró la Torá, y esa unción fue dada a Yeshúa. Esa unción es Mashíaj y
es dada a todos los que creen en Yeshúa HaMashíaj conforme a las Escrituras,
para que vivan una vida sobrenatural en todo momento.
En el Nombre del Mesías hago un llamado a
todo el mundo mesiánico, para que salgan del
intelectualismo y volver a las sendas antiguas de poder en las cuales
anduvieron nuestros antepasados! ¡Es tiempo de doblar rodillas! ¡Es tiempo de
ayunar! ¡Es tiempo de clamar! ¡Es tiempo de orar durante varias horas hasta que
el Eterno derrame de su poder! ¿Por qué no vivimos esos milagros mayores que el
Mesías nos prometió? Porque estamos buscando las cosas de la mente en lugar de
las del Espíritu. En lugar de ser dirigidos por el Espíritu, queremos saber
toda la halajá judía. En lugar de buscar la revelación que el Espíritu está
dando de la Torá estamos tragando mentiras de los Midrashes como si fueran
palabras reveladas del cielo. Por esta razón algunos han salido de nosotros y
ahora están negando a Yeshúa. Salieron del espíritu y cayeron en la mente. ¡Ay
de nosotros si solamente predicamos palabras! ¡Ay de nosotros si solamente
aprendemos las cosas de memoria! ¡Ay de nosotros si vivimos una fe sin poder!
¿Cómo el mundo va a conocer a Yeshúa si no mostramos que nuestro mensaje es
verdad mediante el poder del Ruaj?
En Mateo
9:6 está escrito:
“Pues para que sepáis que el
Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados (entonces
dice al paralítico): Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.”
En Juan 14:11está escrito:
“Creedme que yo estoy en el
Padre, y el Padre en mí; y si no, creed por las obras mismas.”
En Juan 15:24 está escrito:
“Si yo no hubiera hecho
entre ellos las obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora
las han visto, y me han odiado a mí y
también a mi Padre.”
En 1 Corintios 4:20 está escrito:
“Porque el reino de Elohim
no consiste en palabras, sino en poder.”
En 1 Corintios 2:1-5 está escrito:
“Cuando fui a vosotros,
hermanos, proclamándoos el testimonio de Elohim, no fui con superioridad de
palabra o de sabiduría, pues nada me propuse saber entre vosotros, excepto a
Yeshúa el Mesías, y éste colgado en un madero. Y estuve entre vosotros con debilidad,
y con temor y mucho temblor. Y ni mi mensaje ni mi predicación fueron con
palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de
poder, para que vuestra fe no descanse en la sabiduría de los hombres, sino en
el poder de Elohim.”
La fe mesiánica no puede descansar en la sabiduría de los hombres,
sino en el poder de Elohim. La palabra de sabiduría de la cual se habla en 1
Corintios 12 no es una sabiduría natural sino sobrenatural. Las manifestaciones
del Espíritu no son naturales, no son intelectuales, no son mentales, no son
sicológicas, son sobrenaturales, son espirituales. Son poderes espirituales,
que influyen sobre la mente y los cuerpos, pero su origen no es de carácter
intelectual. El “hablar en lenguas” no es aprender un idioma nuevo, ni hablar
en hebreo, es una manifestación sobrenatural, controlada por el Espíritu del
Eterno, en todos aquellos que tienen hambre y sed de lo espiritual. Los dones
de sanidad no son capacidades médicas para ayudar a los enfermos, sino dones
sobrenaturales para dar sanidad divina a los enfermos. Las manifestaciones
espirituales se mueven en una esfera donde el alma no tiene control, sino donde
tiene que ser controlada. Las manifestaciones espirituales son sumamente
sobrenaturales pero se canalizan en lo natural. Por esto las personas que son
dominadas por su alma tienen una actitud crítica contra estas manifestaciones,
porque no las pueden entender mentalmente y porque no quieren bajarse su
confianza segura en su propia mente,
1 Cor 2:14; 1Co 2:14 El que no es espiritual no acepta las cosas
que son del Espíritu de Eloha, porque para él son tonterías. Y tampoco las
puede entender, porque son cosas que tienen que juzgarse espiritualmente.
1
Tes 5:20. 1Th 5:20 No desprecien el don de profecía. [3]
Las manifestaciones
espirituales también son rechazadas y menospreciadas por la crítica del mundo
que odia el Espíritu del Mesías entre nosotros.
El texto griego en 1 Corintios 12:8-10
está dividiendo las nueve manifestaciones espirituales en tres grupos, como
está escrito:
“Pues a uno le es dada palabra de sabiduría
por el Espíritu; a otro[3], palabra de conocimiento según el mismo Espíritu; A OTRO[4], fe por el mismo Espíritu; a otro, dones de sanidades
por el único Espíritu; a otro, poderes de milagros; a otro, profecía;
a otro, discernimientos de espíritus; A OTRO[5], diversas clases de idiomas, y a otro, interpretación
de idiomas.”
La palabra griega “héteros” aparece dos
veces en este texto. Ha sido traducida como “A OTRO”, y para marcar donde
aparece en el texto griego la hemos escrito con letras mayúsculas en esta
traducción. Estas dos palabras dividen las manifestaciones en tres grupos, que
corresponden a las tres divisiones del tabernáculo (ver dibujo).
1.
Palabra de sabiduría por el
Espíritu – la Cubierta, cf. Éxodo 25:17-22.
2.
Palabra de conocimiento
según el mismo Espíritu – el Arca, cf. Éxodo 25:10-16.
DIVISIÓN – el velo, cf. Éxodo 26:31-32, la revelación, 1
Corintios 13:2; 14:30.
3.
Fe por el mismo Espíritu –
la Mesa, cf. Éxodo 25:23-29.
4.
Dones de sanidades – una
hilera de seis Panes, cf. Éxodo 25:30; Levítico 24:5-6.
5.
Obras de poderes – otra
hilera de seis Panes, cf. Éxodo 25:30; Levítico 24:5-6.
6.
Profecía – las siete
Lámparas, cf. Éxodo 25:37-40.
7.
Discernimientos de
espíritus – el Candelabro, cf. Éxodo 25:31-36.
DIVISIÓN – la pantalla, Éxodo 26:36-37, simboliza la
profecía, cf. 1 Corintios 13:2; 14:29.
8.
Diferentes clases de
idiomas – el Altar de bronce, cf. Éxodo 27:1-8.
9. Interpretación de idiomas – la Fuente de
bronce, cf. Éxodo 30:17-21.
En el tabernáculo hay tres puertas, cada
una representando un nivel más alto de santidad y de gloria, como está escrito
en 1 Corintios 14:27-30:
“Si alguno habla en idiomas,
que hablen dos, o a lo más tres, y por turno, y que uno interprete; pero si no
hay intérprete, que guarde silencio en la congregación y que hable para sí y
para Elohim. Y que dos o tres profetas hablen, y los demás juzguen. Pero
si a otro que está sentado le es revelado algo, el primero calle.”
Los que hablan sobrenaturalmente en otros
idiomas e interpretan esos idiomas están sirviendo en el atrio, el nivel más
bajo en el tabernáculo celestial. El nivel de la profecía es superior que el
nivel de hablar en otros idiomas. Por eso los que tienen profecía tienen
preferencia sobre los que hablan en otros idiomas e interpretan en la
congregación, porque al moverse en el nivel del lugar santo pueden transmitir
al pueblo con más claridad lo que está sucediendo en el cielo. Pero el nivel de
la revelación es superior al nivel de la profecía. La revelación está
relacionada con la Torá que está dentro del arca. Por lo tanto los que se
mueven en el nivel de la revelación de la Torá tienen preferencia sobre los que
profetizan. De esto aprendemos que cuanto más subamos en el espíritu
acercándonos al lugar santísimo, más se aclaran las cosas para la mente de
manera espiritual, no natural. Por eso el altar de bronce representa la oración
en el espíritu que no es entendida por la mente, como está escrito en 1
Corintios 14:2, 14:
“Porque el que habla en otros
idiomas no habla a los hombres, sino a Elohim, pues nadie lo entiende, sino que
en su espíritu habla misterios... Porque si yo oro en otros idiomas, mi
espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto.”
En 1 Corintios 13:1-2 está escrito:
“Si yo hablara idiomas
humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser como metal que
resuena o címbalo que retiñe. Y si tuviera profecía, y entendiera
todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe como para
trasladar montañas, pero no tengo amor, nada soy.”
Aquí vemos otra vez como se está hablando
de los tres niveles de santidad en el tabernáculo celestial, hablar
sobrenaturalmente en otros idiomas, profecía y revelación de los misterios. El
metal que resuena hace referencia al altar de bronce en el atrio y el címbalo
que retiñe hace referencia a las campanillas de oro en el manto del Efod del
sumo sacerdote. Los tres niveles están representados por el velo, la pantalla y
la puerta.
1. Hablar otros idiomas – la puerta para entrar
en el atrio. (una invitación a todo el mundo a conocer al Eloha de Yisrael.
2.
Profecía – la pantalla para
entrar en el lugar santo. (manifestación Divina para anunciar la presencia del
ETERNO)
3.
Revelación – el velo para
entrar en el lugar santísimo. (Antesala para conocer, alcanzar y entender el
mensaje Divino)
Como hemos dicho antes, los dos altares
representan dos maneras de orar. El altar de bronce en el atrio representa la
oración y el canto en otros idiomas, con el espíritu, y el altar de oro en el
lugar santo representa la oración y el canto con el entendimiento, como está
escrito en 1 Corintios 14:15:
“Entonces ¿qué? Oraré con el
espíritu, pero también oraré con el entendimiento; cantaré con el espíritu,
pero también cantaré con el entendimiento.”
Estas cuatro maneras de dedicarse en la
vida de oración hace que una persona siempre pueda andar en el Espíritu.
Querido hermano, no descuides ninguna de estas cuatro maneras de orar en tu
vida de oración diaria, Shaharit (por la
mañana), Mimja (al medio día), Arbit
(por la tarde).
“el arca y sus varas, la
cubierta” – El arca y
su cubierta constituyen una unidad. Por esto el texto de 1 Corintios 12:8 está
hablando de que la palabra de sabiduría y la palabra de conocimiento son “según
el mismo Espíritu”. La palabra griega que ha sido traducida como “según” es
“katá”.[6] Es la única vez que esta palabra aparece en este texto. Así que hay
una relación muy íntima entre la palabra de sabiduría y la palabra de ciencia.
La palabra de sabiduría es la más alta.
En estas dos manifestaciones espirituales
se usa la palabra “palabra”. Esto nos enseña que tiene que ver con la
transmisión de la Palabra del Eterno, la Torá, la instrucción. La palabra
griega que ha sido traducida como “palabra” es “logos”,[7] que significa “dicho”, “tema”, “razonamiento”, “cálculo”, “razón”,
“prédica”, “doctrina”, “discurso”. La palabra “logos” es la traducción de la
palabra hebrea “davar”,[8] que significa “palabra”, “acontecimiento”, “hecho”, “acción”,
“objeto”, “asunto”, “cuestión”, “cuerpo”, “cosa”. Esto nos enseña que al
transmitir palabra de sabiduría y palabra de conocimiento no son transmitidas
sólo palabras, sino palabras con
sustancia espiritual, con cuerpo. Las palabras espirituales son acciones y
cosas. Tienen poder para dirigir y transformar el tiempo y el espacio, la
historia y la materia.
Encima de la cubierta del arca se
manifestaba la presencia divina. Fue el lugar donde Moshé entró para hablar
cara a cara con el Eterno y recibir palabras de sabiduría. Allí fue instruido
en toda la Torá y la halajá dada del cielo para poder dirigir al pueblo de manera
sabia. La palabra de sabiduría revela los secretos de la Torá especialmente en
relación con el Mesías Yeshúa, cf. Lucas 24:27, 32, 44-47.
La cubierta del arca estaba hecha de oro
puro, lo cual corresponde a la sabiduría de arriba que en primer lugar es pura,
como está escrito en Jacobo (santiago) 3:17:
“Pero la sabiduría de lo
alto es primeramente pura, después pacífica, amable, condescendiente, llena de
misericordia y de buenos frutos, sin vacilación, sin hipocresía.”
En Efesios 1:16-21 está escrito:
“pidiendo que el Elohim de
nuestro Adon Yeshúa el Mesías, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría
y de revelación en un mejor conocimiento de El. Mi oración es que los ojos de
vuestro corazón sean iluminados, para que sepáis cuál es la esperanza de su
llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
y cuál es la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros los que
creemos, conforme a la eficacia de la fuerza de su poder, el cual obró en el
Mesías cuando le resucitó de entre los muertos y le sentó a su diestra en los
lugares celestiales, muy por encima de todo principado, autoridad, poder,
dominio y de todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo sino también en
el venidero.”
El espíritu de sabiduría revela en primer
lugar quién es el Eterno. Luego revela los planes del Eterno en
tres áreas:
·
El futuro del llamado que
hemos recibido.
·
Las riquezas de su herencia
en nosotros los santos.
·
La grandeza de su poder
para los creyentes conforme al poder de la resurrección.
En 1 Corintios 2:6-16 está escrito:
“Sin embargo, hablamos
sabiduría (palabra de sabiduría) entre los que han alcanzado madurez (los
que están en el nivel del lugar santísimo); pero una sabiduría no de este
siglo (no natural ni intelectual), ni de los gobernantes de este siglo,
que van desapareciendo, sino que hablamos sabiduría de Elohim en misterio (palabra
de sabiduría), la sabiduría escondida (detrás del velo en el lugar
santísimo) que, desde antes de los siglos, Elohim predestinó para nuestra
gloria; la sabiduría que ninguno de los gobernantes de este siglo ha entendido,
porque si la hubieran entendido no habrían colgado en un madero al Señor de
gloria; sino como está escrito: COSAS QUE OJO NO VIO, NI OÍDO OYÓ, NI HAN
ENTRADO AL CORAZÓN DEL HOMBRE, son LAS COSAS QUE ELOAH HA PREPARADO PARA LOS
QUE LE AMAN. Pero Elohim nos las reveló por medio del Espíritu, porque el
Espíritu todo lo escudriña, aun las profundidades de Elohim. Porque entre los hombres,
¿quién conoce los pensamientos de un hombre, sino el espíritu del hombre que
está en él? Asimismo, nadie conoce los pensamientos de Elohim, sino el Espíritu
de Elohim. Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el
Espíritu que viene de Elohim, para que conozcamos lo que Elohim nos ha dado
gratuitamente, de lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por
sabiduría humana (según la mente natural), sino con las enseñadas por el
Espíritu (palabra de sabiduría), combinando pensamientos (o palabras)
espirituales con palabras (o a hombres) espirituales. Pero el hombre
natural (que se dirige sólo por su mente) no acepta las cosas del
Espíritu de Elohim, porque para él son necedad; y no las puede entender, porque
se disciernen espiritualmente. En cambio, el que es espiritual juzga (evalúa
y discierne) todas las cosas; pero él no es juzgado por nadie. Porque
¿QUIEN HA CONOCIDO LA MENTE DEL ETERNO, PARA QUE LE INSTRUYA? Mas nosotros
tenemos la mente del Mesías.”
Podríamos
resumir diciendo que la palabra de sabiduría es una manifestación espiritual
que es dada al hombre para que pueda conocer algo del plan que ha sido trazado
en la mente del Eterno y revelado en las Escrituras y aplicarlo en su vida
personal, familiar, comunitaria, nacional e internacional.
¡Shabat Shalom.!
Adaptado por; HOSHEA BEN YISRAEL
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