Parashá 49 Ki Tetsé
Deuteronomio 21:10 – 25:19
Para ser leída y estudiada en el Shabat del 9
de Elul de 5.783
(Agosto 26 de 2.023)
Ki Tetsé Significa “cuando salgas”.
Aliyás de la Torá:
1. 21:10-21
2. 21:22
– 22:7
3. 22:8 – 23:6 (heb. 23:7)
4. 23:7(8)-23:23 (24)
5. 23:24(25) – 24:4
6. 24:5-13
7. 24:14 – 25:19
Haftará: Isaías 54:1-10.
Brit Hadasha: Revelación
12:1-14:20
(49)
Parashah Ki Tzetzé – Brit Hadasha
1ª Aliya:12:1-11
2º
Aliya: 12:13-17
3º
lAliya: 13:1-18
4º
Aliya: 14:1-7
5º
Aliya: 14:8-19
Este libro
de Deuteronomio es un libro muy práctico. Se refiere a la vida según la vivimos
hoy en día. Aunque esta ley fue dada a Israel, hay aquí ciertos principios
básicos que contribuirían a la felicidad y al bienestar del género humano, y deben ser incorporados a nuestra vida
diaria. El problema hoy es que vivimos en una sociedad que desconoce la Torah,
desconoce la Biblia. En la gran mayoría de los países, muchos legisladores no
saben mucho en cuanto a la Palabra de Dios, o si la conocen, no verían oportuno
imponer principios no aceptados por una sociedad secularizada. Aqui aborda
problemas, que los dirigentes políticos se han esforzado por analizar y
resolver a su propia manera.
Israel en
ese entonces; tenía problemas similares a los actuales. El Eterno Dios, nos dio ciertos reglamentos muy básicos que
excusarían a un hombre de ir a la guerra. Francamente, creemos que si nuestros
gobiernos prestaran más atención a la ley o mejor a la instruccion de Dios, no
tendríamos que afrontar tantas de las dificultades que afrontamos y que no
parecen tener solución.
Aquí hay
algo que era de mucha importancia para Israel, y creemos que es importante para
nosotros hoy. Ustedes quizás han visto esos pequeños letreros que proclaman:
"¡Amor sí! ¡Guerra no!". Ahora, eso parece un buen lema, pero como
tantos otros lemas, no tiene sentido. Debido a que vivimos en un mundo donde
predomina la maldad y el corazón del ser humano es perverso, hay tiempos, asi
como en el pasado con Israel; cuando no hay más remedio que implicarse en
conflictos armados. Hay tiempos en que necesitamos protegernos. Con esto no
digo que apoyo conflictos.
En este
capítulo 21 encontramos las leyes que regularizan el asesinato, el matrimonio,
y los hijos delincuentes. Todavía estamos en la sección tocante a los
reglamentos religiosos y nacionales, la cual se extiende desde el capítulo 8
hasta el 21. Encontramos que hay leyes interesantes y extraordinarias, que
dictaminaban sobre muchos aspectos diferentes de la vida de un Israelita.
Los Tzitzit.
Num 15;37-41.
22:12 “Te harás borlas en las cuatro puntas del manto con que te cubras.” – El r. Aryeh Kaplan escribe:
“Hay tres palabras básicas que precisan ser definidas: Tzitzit, petil
y guedilim. La palabra Tzitzit únicamente aparece en otro lugar de la
Biblia, en donde vemos lo siguiente: “la forma de una
mano surgió, y me tomó de un mechón de pelo (Tzitzit) de mi cabeza”
(Yejezkel/Ezequiel 8:3). En referencia a este
versículo, el Talmud nos informa que los Tzitzit son un conjunto de hilos que
cuelgan libremente, parecidos a un mechón de cabello. De este modo obtenemos el
primer requerimiento de los Tzitzit: deberán contener un cierto número de hilos
sueltos. Esta parte de los Tzitzit es denominada anaf.
A continuación la Torá nos dice: “…pondrán en el Tzitzit de la esquina
una hebra trenzada (petil) de (lana) azul”… la palabra petil o “hebra trenzada”
tiene un significado particular. Sí denota una hebra trenzada, pero también tiene
otras tres connotaciones:
La primera connotación de la palabra petil es la de enrollamiento; de
esto inferimos el hecho de que uno de los hilos deberá estar enrollado
alrededor de los demás. Por ello la Torá declara que deberá estar colocado “en
el Tzitzit de la esquina”. La palabra Tzitzit se refiere a los hilos sueltos, y
el petil o “enrollamiento” es colocado sobre y alrededor de ellos. Inicialmente
los hilos son colgados para formar hilos sueltos o Tzitzit. Acto seguido,
tomamos uno de los hilos y lo enrollamos “en” ellos. En tiempos antiguos,
cuando la hebra azul era utilizada, ésta era el hilo que se utilizaba para
hacer la mayor parte del enrollamiento.
La segunda connotación se refiere a dos hebras entrelazadas entre sí.
Esta es una de las razones por las cuales cada uno de los hilos de los Tzitizit
están hecho de dos hilos entrelazados a modo de cuerda.
La mayor parte
de las autoridades halájicas también concuerdan en que siempre que se menciona
un “hilo” en la ley judía, es definido como un entrelazamiento de una o más
hebras. Los Tzitzit siguen esta regla.
La tercera connotación de la palabra petil es casi una combinación de
las dos primeras. La palabra significa tanto “unido” como “torcido”, y por
consiguiente también denota un hilo doble. De aquí aprendemos que los hilos son
dobles. Esta es la razón por la cual hacemos los Tzitzit de cuatro hilos, y
luego los doblamos para hacer ocho. Encontramos varios lugares donde una hebra
azul era utilizada, como por ejemplo en las vestiduras sacerdotales; en ese
caso también era colocado a través de un agujero y doblado sobre sí mismo.
Finalmente, la Torá dice: “Harás guedilim (flequillos) en las cuatro
esquinas de tu vestimenta con la que te cubres”. Esto inmediatamente nos
informa que los Tzitzit únicamente son llevados puestos en una vestimenta de
cuatro esquinas o rectangular. Esta es la razón de porqué tanto el Talit como
el talit katán son de forma rectangular.
La palabra guedilim misma nos enseña otro hecho importante acerca de
los Tzitzit. Mientras que la palabra Tzitzit hace referencia a cabellos sueltos
o hilos, la palabra guedil significa cabello o hilos unidos entre sí para
formar una trenza o una cuerda. Obviamente, un solo hilo, incluso si estuviera
doblado y enrollado, no sería llamado un guedil o “flequillo”. (Como vimos, la
palabra petil ya tiene esta connotación). Por consiguiente, es necesario que se
refiera a un mínimo de dos hilos dobles. La palabra utilizada en la Torá,
guedilim, está en plural; por lo tanto, deberá haber un “flequillo doble” en
cada esquina. Esto constituye una alusión al hecho de que los Tzitzit deben
contener cuatro hilos dobles. Guedil en singular son dos hilos, y guedilim en
plural son cuatro hilos. Por supuesto, además de esta alusión este mismo hecho
también es sabido por la tradición.
Para recapitular lo ahora dicho, vemos que los Tzitzit tienen dos
partes básicas. La primera consiste de hilos sueltos, los cuales son aludidos
por la palabra Tzitzit. Esto es lo que se llama el anaf.
La segunda parte consiste en la sección superior, que es donde los
hilos son amarrados entre sí junto con el enrollamiento. Eso es lo que se
denomina el guedil. Por razones estéticas, nuestros sabios decretaron que el
guedil esté formado por un tercio de la longitud de los Tzitzit enteros, y que
el anaf ocupe los dos tercios restantes.”
Elohim se está
presentando como ti tuviera un manto en Isaías 6:1;
Ezequiel 16:8 y el Salmo 91:4. ¿Será que El
Eterno tenga algo que se asemeja a un talit con Tsitsits? Si el hombre fue
creado a la imagen de Adonai ¿será que Adam tenía algún tipo de talit de luz
que cubría su cuerpo antes de caer en pecado?
Retomemos….
Dev/Deut.
21;10”Cuando Salgas a la guerra contra tus enemigos, y
Adonay tu Eloha los entregare en tu mano y tomares de ellos cautivo”
El
nombre de la parashá / porción de la semana, CUANDO SALGAS, pero viendo la
frase que sigue, A LA GUERRA CONTRA TUS ENEMIGOS, nos puede traer muchas
enseñanzas con ese tema.
Si
nos ponemos a recordar la historia, nos vamos a dar cuenta, que son
innumerables los enemigos que hemos tenido, y que tenemos como pueblo.
Pero,
vamos a concentrarnos en estudiar acerca de un enemigo en particular.
Precisamente,
con una advertencia acerca de ese enemigo, termina la parashá de esta semana:
Devarim
25:17 "Recuerda lo que Amalék te hizo en
el camino cuando estabas saliendo de Egipto, 18 como él te esperó en el camino,
atacó a aquellos en la retaguardia, aquellos que estaban exhaustos y
esforzándose detrás cuando estabas cansado y débil. Él no temió a Elohim. 19
Por lo tanto, cuando YHVH tu Elohim te haya dado descanso de todos los enemigos
que te rodean en La Tierra que YHVH tu Elohim te está dando como tu herencia
para poseer, borrarás toda memoria de Amalek de debajo del cielo. ¡No lo
olvides!
En
este pasaje, la Toráh nos habla de Amalék de una manera especial.
Bueno
estudiar un poco este pasaje, para poder recibir lo que El Eterno nos quiere
enseñar.
Pero,
primero que todo: quien es Amalék?
Hay
que ir a la Toráh para averiguarlo.
En
Bereshít / Génesis 36 del 9 al 12, nos dice que Amalék era nieto de
Esáv / Esaú.
O
sea que lo que Amalék es, no es porque sí.
Él
es como es, porqué lo heredó de Esáv, su abuelo.
Y
quien es Esáv?
Nada
menos, que nieto de Abraham.
Nada
más, ni nada menos, que hijo de Isaac.
Hermano
gemelo de Yakóv.
Pero
qué pasó con Esáv?
Que
no le interesaban las cosas del Eterno.
Veía
como tan poca cosa los asuntos del Eterno, que cambió su primogenitura por un
plato de lentejas.
Y
cuando se enteró que El Eterno había escogido a su hermano Yakóv, para que se
cumpliera el plan profético que Él tenía para la humanidad, entonces:
Bereshít
/ Génesis 36:6 Esav tomó a sus esposas, sus
hijos e hijas, todas las personas en su casa, su ganado y otros animales y todo
lo demás que poseía, lo que adquirió en la tierra de Kenaan, y salió de la
tierra de Kenaan y se separó de su hermano Yaakov.
Aquí
vemos unas características de Esáv, que pasaron también a su nieto Amalék:
Fue
desagradecido.
Después
de recibir bendiciones en la tierra de Kenaan:
“y salió de la tierra de Kenaan.”
O
sea que Esáv despreció la tierra que El Eterno le había prometido a su abuelo
Abraham.
Tierra
en la cual ya estaban, y donde El Eterno los estaba bendiciendo grandemente.
Y
la razón de su salida fue separarse de su hermano Yakób.
“y se separó de su hermano Yakób”
Yakób
era muy espiritual.
Esav,
no quería "contaminarse" con Yakób.
Esáv,
no quería saber nada de las cosas del Eterno.
Más
adelante, la historia nos cuenta, que a causa del hambre que había en la
tierra, Yakób se desplazó a Egipto con sus hijos.
Años
más tarde Yakób muere, y sus hijos terminan esclavizados por el nuevo Faraón.
Y
después de cuatro generaciones, El Eterno los saca de Egipto, a través de
Moshé.
Y
ahí es donde se vuelven a encontrar los nietos de Yakób (las 12 tribus de
Israel), y los nietos de Esáv (Amalék).
Y
como fue ese encuentro?
Shemót
/ Exodo 17:8 Luego Amalek vino y peleó contra Israel en
Refidim.
En
el pasaje que estamos estudiando, nos dice en qué condiciones estaba el pueblo
de Israel:
Devarim
25:18 como él (Amalék) te esperó en el camino, atacó
a aquellos en la retaguardia, aquellos que estaban exhaustos y
esforzándose detrás cuando estabas cansado y débil.
O
sea que, Amalék, estaba nada más esperando que nosotros saliéramos de la
esclavitud de Egipto.
Parece
que él se gozaba, al saber que estábamos de esclavos.
Pero
nos estaba esperando a que saliéramos de la esclavitud, para atacarnos.
Por
el solo hecho, de que éramos descendientes de Yakób.
Por
el solo hecho, de que El Eterno nos había tenido en cuenta, como parte de Su
plan profético.
Amalék,
no quiso ser parte de Israel.
Su
papel, es amargarles la vida a los israelitas.
Como
dicen dichos populares:
“Ni
hace…. Ni deja hacer”
“Ni
raja ........ ni presta el hacha”.
Israel,
al mando de Yehoshúa / Josué, venció en esa oportunidad a Amalék.
Pero
El Eterno dictaminó:
Shemót
/ Exodo 17:14 YHVH dijo a Moshé: "Escribe esto en
un libro para ser recordado, y díselo a Yehoshúa: Yo borraré completamente
la memoria de Amalek de debajo del cielo." 15 Moshe edificó un altar, lo
llamó YHVH Nissi [YHVH es mi bandera / milagro], 16 y él
dijo: "Porque la mano de ellos estaba contra el trono de YHVH, YHVH
peleará contra Amalek de generación en generación."
Como
así que: YHVH peleará contra Amalek de generación en generación. ?
A
través de eso, El Eterno nos enseña, que en cada generación habrá descendientes
de Amalék, dispuestos a amargarnos la vida.
Y
la manera como Amalék trabaja, es siempre la misma.
Mientras
nos vean en esclavitud, no tendremos problemas con ellos.
El
problema con ellos será cuando queramos ser libres.
Iojanán
/ Jun.8:32 “Y conoceréis la verdad y la verdad os hará
libres”
Cual
es la verdad?
YESHUA,
El Judío, es la verdad. YESHUA ES TORAH VIVA ¡!
Y….
Jesús, el greco-romano, es mentira.
El
Judaísmo Mesiánico, es verdad.
El
Islam, es mentira.
El
Budismo, es mentira.
El
Cristianismo, es mentira.
Puede
que haya un espíritu que se mueva en las demás religiones del mundo.
Pero
no podemos decir que es el Ruaj Hakodésh (Espíritu del Santo).
Porque,
fácilmente, vemos que en las demás religiones, lo que se mueve es un espíritu
de mentira.
El
domingo, es mentira.
La
Santa Cena, es mentira.
Usar
La cruz, es mentira.
El
calendario gregoriano, es mentira.
La
navidad, es mentira.
El
no celebrar las fiestas del Eterno, es mentira.
El
comer alimentos prohibidos por El Eterno, es mentira.
La
Teología del Reemplazo, es mentira.
Nos
faltarían hojas, si quisiéramos seguir nombrando las mentiras de las demás
religiones.
En
cambio:
Iojanán
16:13 Sin embargo, cuando venga el Espíritu de la
Verdad, Él los guiará a toda verdad, porque Él no hablará por iniciativa
propia, sino que dirá sólo lo que ha oído.
Cuando
comenzamos a predicar las verdades, que el Espíritu de la Verdad nos
está enseñando.
Ahí
si, se alborota Amalék contra nosotros.
Cuando
queramos ser libres de las falsas enseñanzas, y doctrinas que recibimos en el
pasado, entonces, aparecerán de la nada, los descendientes de Amalék para
atacarnos.
Personas
que siempre estuvieron a nuestro lado, sin problema alguno.
Pero
que estaban al acecho, esperando en que momento predicábamos algo en contra de
la falsa doctrina.
Les
duele, que nosotros dejemos Egipto.
Mientras
prediquemos igual que todo el mundo.
No
tendremos problemas con Amalék.
Mientras
no nos metamos a abrir los ojos de tantas personas, que creen en su corazón que
van a ser salvas, pero lo que están es siendo engañadas por satanás.
No
tendremos problemas con Amalék.
Entonces,
es fácil reconocer a Amalék en medio nuestro.
Cuando
alguien sigue defendiendo las falsas doctrinas.
Cuando
alguien sigue defendiendo las falsas religiones.
No
hay duda. Es Amalék
Pero
sepamos una cosa.
Estamos
llamados a desterrar toda falsa doctrina de nuestras comunidades.
Es
un mandamiento:
Devarim 25:19b; borrarás toda memoria de Amalek de debajo del cielo. ¡No lo
olvides!
Y para consuelo
de aquellos que somos atacados por Amalék, nosotros no tenemos que hacer nada:
YHVH peleará
contra Amalek de generación en generación.
En el Salmo
104:1-2 está escrito:
“Bendice, alma
mía, a Adonai. Eterno, Eloha mío, cuán grande eres; te has vestido de esplendor
y de majestad, cubriéndote de luz como con un manto, extendiendo los cielos
como una cortina.”
23:9(10) “Cuando salgas como ejército contra tus enemigos,
te guardarás de toda cosa mala.” –
Este texto trata con una situación
específica en tiempos de guerra. La Shejiná, la presencia del Eterno, tiene que
estar presente en el ejército de Israel para que pueda vencer sobre sus
enemigos. Las guerras de Israel dependen de la presencia Divina. Para que esta
Shejiná pueda manifestarse, el ejército tiene que vivir en un nivel alto de
santidad, lo cual incluye la pureza ritual y también física. En este caso es mencionado como cosa mala la impureza ritual causada
por el derramamiento seminal y los excrementos dentro del campamento. Para que
El Eterno pueda liberarnos de los peligros, tenemos que vivir vidas
intachables, no alcanzables para hasatán. La santidad es la mejor defensa que
tenemos. La maldad abre brecha en la defensa espiritual que rodea a los justos.
Por lo tanto, cuando hay luchas en nuestras vidas, tenemos que cuidarnos de una
manera especial para que el enemigo no tenga motivos para acusarnos y dañarnos.
Si permitimos el mal entre nosotros no vamos a poder vencer en los
enfrentamientos con nuestros enemigos, ni los visibles ni los invisibles, como
está escrito en Efesios 6:12:
“Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne,
sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de
tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones
celestiales.”
23:11(12) “Pero al llegar la tarde
se bañará con agua, y cuando se ponga el sol, podrá entrar de nuevo al
campamento.” – Según Rashí, significa que
deberá sumergirse en una mikvé cerca de la puesta del sol.
23:12(13) “Tendrás también un lugar
fuera del campamento y saldrás allí” – Fuera del
campamento tenía que haber un lugar de letrina, donde los soldados podían hacer
sus necesidades. Pero había reglas específicas de higiene que había que seguir
para que la Presencia Divina no se molestara con cosas desagradables.
23:13(14) “y
tendrás entre tus herramientas una pala, y cuando te sientes allá fuera,
cavarás con ella, y te darás vuelta para cubrir tu excremento” – Según Rashí, la palabra que ha sido traducida como “herramientas”
significa “arma”. Vemos como la
Torá cubre todas las áreas de la vida humana, incluso el momento de ir al baño.
Hay mandamiento incluso para ese momento. A nuestro Padre no se le escapa nada.
Nos instruye en los detalles más íntimos de nuestra vida para que actuemos
siempre de manera correcta y nos da la oportunidad de servirle por medio de la
vida práctica diaria.
23:15(16) “No entregarás a su amo un
esclavo que venga a ti huyendo de su señor.” – Aquí se trata de un esclavo pagano que huye de su señor desde el
extranjero para refugiarse en la tierra de Israel. No se puede devolver a su
amo.
El caso de
Onésimo no aplica porque él no huyó del extranjero para refugiarse en la tierra
de Israel. Y por lo tanto el Shaliaj Shaúl lo devuelve a su amo, cf. Filemón
10-17.
La palabra
hebrea que ha sido traducida como “amo” o “señor”, es “adonav” (alef, dalet,
nun, yud, vav), que literalmente significa “sus señores” porque la letra yud
denota pluralidad. Vemos como una sola persona puede ser referida por la Torá
en plural. Esto es típico en cuanto a los dueños de los esclavos.
Esto nos
enseña que cuando se trata de una autoridad considerable, se emplea la forma
plural, no para referirse a varias personas, sino a la autoridad de esa
persona. Lo mismo sucede con las palabras Adonai y Elohim que ambas son en
plural, pero no habla de varias personas, sino de Aquel que es Uno, y que tiene
toda autoridad.
Ahora
miremos a Mashiaj en esta parashá
21:22-23 “colgado de un árbol… es maldito de Eloha” – Yeshúa fue maldito por Eloha. Toda la
maldición de la Torá cayó sobre él en el momento cuando estaba colgado.
En Gálatas
3:13-14 está escrito:
“Mashiaj nos
redimió de la maldición de la Torá, habiéndose hecho maldición por nosotros
(porque escrito está: MALDITO TODO EL QUE CUELGA DE UN MADERO), a fin de que en
Mashiaj Yeshúa la bendición de Avraham viniera a los gentiles, para que
recibiéramos la promesa del Espíritu mediante la fe.”
La Torá no es
una maldición, como algunos interpretan este texto. La Torá es una de las
bendiciones mayores que nos han llegado desde el cielo. Pero hay maldiciones en
la Torá, cf. Levítico 26 y Deuteronomio 27 – 28. Esas maldiciones son el
resultado de la desobediencia a los mandamientos. Yeshúa nos compró libres de
las consecuencias de nuestros pecados, que son las maldiciones que están
escritas en la Torá. Esto es para todos aquellos que se apropien de la obra de
Mashiaj mediante el arrepentimiento y la confianza en Eloha, que suplió
nuestras necesidades por medio de la muerte y resurrección de Yeshúa.
Al redimirnos,
lo cual significa liberarnos por medio de un precio de rescate, como hemos
dicho antes, el Mesías tuvo que pagar las consecuencias de nuestras
desobediencias a los mandamientos, las maldiciones escritas en la Torá. Todas
las maldiciones cayeron sobre él. Todas las enfermedades cayeron sobre él. Toda
la ira de Elohim cayó sobre él, como está escrito en Isaías 53:4-6:
“Ciertamente
él llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores; con todo,
nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Eloha y afligido. Mas él fue
herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El
castigo, por nuestra paz, cayó sobre él, y por sus heridas hemos sido sanados.
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, nos apartamos cada cual por su
camino; pero El Eterno hizo que cayera sobre él la iniquidad de todos
nosotros.”
Yeshúa tomó
nuestro lugar cargando la maldición que nos correspondía a nosotros. Así
podemos ser liberados, perdonados y restaurados. El resultado de que Yeshúa
tomó la maldición de la Torá es que la bendición de Avraham venga sobre los
hijos de Israel e incluso sobre los gentiles creuyentes.
Si Yeshúa fue
objeto de la maldición de la Torá para que la bendición de Avraham llegara a
los gentiles, entonces tiene que haber una conexión entre las maldiciones de la
Torá y los gentiles. Si la Torá no aplica a los gentiles ¿cómo Yeshúa podía
tomar la maldición que correspondía a los gentiles para que la bendición de
Avraham les alcanzara? Si no aplica la maldición tampoco aplica la bendición.
Si no hay Torá para los gentiles, no hay maldición para ellos, puesto que la
maldición es el resultado de la desobediencia de la Torá. Si no hay ley, no hay
desobediencia, y no hay maldición.
Yeshúa llevó
la maldición para los judíos y también para los gentiles para que la bendición
de Avraham les alcanzase a todos. Esto muestra que los gentiles no están
totalmente fuera de la Torá, sino que hay mandamientos escritos en la Torá que
aplican a los gentiles.
Gracias a la
maldición que cayó sobre el Mesías al ser colgado de un árbol, somos liberados
de las maldiciones que nos tocaban por nuestras desobediencias. ¡Baruj HaShem!
!SHABAT SHALOM!
Recopilado por; Orlando Unda R.
No hay comentarios:
Publicar un comentario