Parashá 30 Kedoshim
Levítico 19:1 – 20:27
Para ser compartida el 3 de Iyar = zif de 5.784 / 11 de mayo de 2.024
Aliyás de la Torá:
1. 19:1-14
2. 19:15-22
3. 19:23-32
4. 19:33-36
5. 20:1-7
6. 20:8-22
7. 20:23-27
Haftará: Amós 9:7-15 (A); Ezequiel
20:2-20 (S)
Brit
Hadasha: Meir – Marcos 19:1-21:46
1ª. Aliya Marcos 18:1-26
2ª. Aliya Marcos 19:27-20:16
3ª. Aliya Marcos 20:17-34
4ª.
Aliya Marcos 21:1-13
5ª. Aliya Marcos 21:14-46
______________________
Kedoshim
Significa
“santos”, apartados, exclusivos.
Comentarios
Primera
aliyá, 19:1-14
En esta
aliya entre otras se hace mención a la conducta que un israelita debe tener
frente a sus padres. La base de una sociedad es el núcleo familiar y la relación de padres a hijos debe estar
sustentada en el respeto a la autoridad y amor entre los miembros
19:3 “Un
hombre ha de reverenciar a su madre y a su padre. Y guardaréis mis shabats; yo
soy El Eterno vuestro Eloha.” – La palabra hebrea que ha sido traducida
como “reverenciar” es yaré,[3] y significa “temer”, “reverenciar”. Hay una diferencia entre este mandamiento
y el de Éxodo 20:12 donde está escrito:
“Honra a
tu padre y a tu madre, para que tus días sean prolongados en la tierra que El
Eterno tu Eloha te da.”
La
palabra hebrea que ha sido traducida como “honrar” es kavod,[4] que significa “ser pesado”, “ser rico”, “tener honra”, “ser una
carga”. En Éxodo 20 está escrito que debemos honrar a nuestro padre y a nuestra
madre, y en Levítico 19 está escrito que debemos temer a nuestra madre y a
nuestro padre. No es lo mismo honrar que temer. Honrar a los padres no sólo
tiene que ver con mostrarles respeto sino también darles los bienes materiales
que necesitan y satisfacer todas sus necesidades cuando estén en apuros, como está
escrito en Mateo 15:3-6:
“Y respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros
quebrantáis el mandamiento de Eloha a causa de vuestra tradición? Porque Eloha
dijo: "HONRA A tu PADRE Y A tu MADRE," y: "QUIEN HABLE MAL DE su
PADRE O DE su MADRE, QUE MUERA.” Pero vosotros decís: "Cualquiera que diga
a su padre o a su madre: 'Es ofrenda a Eloha todo lo mío con que pudieras ser
ayudado', no necesitará más honrar a su padre o a su madre.” Y así
invalidasteis la palabra de Eloha por causa de vuestra tradición.”
Aquí
vemos que la honra a los padres tiene que ver con una ayuda económica. Honrar a
los padres también implica obedecerles en el Señor, como está escrito en
Efesios 6:1-3:
“Hijos,
obedeced a vuestros padres en el Señor, porque esto es justo. HONRA A TU PADRE
Y A tu MADRE (que es el primer mandamiento con promesa), PARA QUE TE VAYA BIEN,
Y PARA QUE TENGAS LARGA VIDA SOBRE LA TIERRA.”
En el
texto de Éxodo aparece primero el padre y luego la madre en referencia a la
honra, pero en el texto de Levítico aparece primero la madre y luego el padre
en referencia al temor, o a la reverencia. ¿Por qué aparece primero la madre y
luego el padre en este texto? ¿Se debe temer más a la madre que al padre?
Vamos a
dar dos explicaciones a esto. Por regla general, es más fácil temer, en el
sentido de respetar y reverenciar, al padre, por su forma masculina de ser, que
la madre. El varón tiende a aprovecharse de la dulzura y el carácter suave de
la madre. Es más fácil faltar el respeto a la madre que al padre. Por esto la
Torá pone la madre primero, para que no dejemos de mostrarle respeto a nuestras
madres, sino respetar a los dos padres por igual. El respeto va mas allá de le
ayuda material. A los padre no se les debe levantar la voz , o dejar hablando
solo cuando se dirige a nosotros
Sin
embargo, al mirar el contexto vemos que hay una escala de reverencia, madre,
padre y El Eterno. Es una escala invertida de autoridad. Según este orden, el
niño va aprendiendo durante el desarrollo de su vida quién está por encima de
él. Primero aprende a temer a la madre, que es la que más tiempo se dedica a él
durante sus primeros años de vida. Luego el niño aprende a reverenciar a su
padre y finalmente aprende a reverenciar a El Eterno.
Este
texto nos enseña que una manera de mostrar respeto a El Eterno es guardar el
shabat. El judío que no guarda el shabat no teme a El Eterno. El no judío que
teme a El Eterno guarda el shabat según el nivel que escoge para su vida.
Respetar
a los padres implica, entre otras cosas, que un hijo no puede contradecir las
palabras de ellos. Tampoco puede decir: “Lo que dice mi padre no es correcto”.
Si los padres tienen sillas reservadas para ellos un hijo no debe sentarse en
ellas.
Si el
padre o madre están en un error y si el hijo con suficiente capacidad y mesura considera que es así, debe hablarles con amor
y paaciencia en pos de hacerlo entender.
El texto
hebreo dice literalmente: “Un hombre...” Esto nos enseña que el varón casado
está más comprometido con sus padres que la mujer casada. Una mujer casada no
está obligada a obedecer a sus padres cuando su marido diga algo contrario. En
el momento de su boda, la mujer pasa de estar bajo la autoridad de su padre a
estar bajo la autoridad de su esposo, como está escrito en 1 Corintios 11:3:
“Pero
quiero que sepáis que la cabeza de todo hombre es el Mesías, (la Torah) y la cabeza de la mujer (casada) es
el hombre (con el cual está casada), y la cabeza del Mesías es Eloha.”
Segunda
aliyá, 19:15-22
19:15 “No
haréis injusticia en el juicio; no favorecerás al pobre ni honrarás al grande,
sino que con justicia juzgarás a tu prójimo.” – Este texto debe ser
tenido en cuenta en primera instancia por los jueces. El ciudadano no debe juzgar a su prójimo, como está escrito en
Mateo 7:1-6:
“No
juzguéis para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis,
seréis juzgados; y con la medida con que midáis, se os medirá. ¿Y por qué miras
la mota que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que
está en tu propio ojo? ¿O cómo puedes decir a tu hermano: "Déjame sacarte
la mota del ojo", cuando la viga está en tu ojo? ¡Hipócrita! Saca primero
la viga de tu ojo, y entonces verás con claridad para sacar la mota del ojo de
tu hermano. No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de
los cerdos, no sea que las huellen con sus patas, y volviéndose os despedacen.”
El texto
de Levítico 19:15 nos enseña que la Torá fue escrita, en primer lugar, para los
jueces de Israel. Un juez no puede favorecer a un pobre por compasión si ha
cometido un delito. El estado social no puede cambiar la justicia. De la misma
manera está prohibido para un juez honrar a un hombre que es grande, en el
sentido de rico. Si él cambia su conducta o su sentencia ante un rico por el
hecho de que tiene dinero o porque pudiera tener el poder para hacerle daño, es
un juez perverso. Esa actitud también está prohibida entre los ciudadanos. Si
honramos a una persona rica solamente por su estado económico, y no damos el
mismo honor al que es pobre, cometemos pecado y hacemos acepción de personas,
como está escrito en Jacobo (Stg.) 2:1-9:
“Hermanos
míos, no tengáis vuestra fe en nuestro glorioso Señor Yeshúa HaMashíaj con una
actitud de favoritismo. Porque si en vuestra sinagoga entra un hombre con
anillo de oro y vestido de ropa lujosa, y también entra un pobre con ropa
sucia, y dais atención especial al que lleva la ropa lujosa, y decís: Tú
siéntate aquí, en un buen lugar; y al pobre decís: Tú estate allí de pie, o
siéntate junto a mi estrado; ¿no habéis hecho distinciones entre vosotros
mismos, y habéis venido a ser jueces con malos pensamientos? Hermanos míos
amados, escuchad: ¿No escogió Eloha a los pobres de este mundo para ser ricos
en fe y herederos del reino que Él prometió a los que le aman? Pero vosotros
habéis menospreciado al pobre. ¿No son los ricos los que os oprimen y
personalmente os arrastran a los tribunales? ¿No blasfeman ellos el buen nombre
por el cual habéis sido llamados? Si en verdad cumplís la Torá real conforme a
la Escritura: AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO, bien hacéis. Pero si
mostráis favoritismo, cometéis pecado y sois hallados culpables por la Torá
como transgresores.”
“con
justicia juzgarás a tu prójimo” – Esto puede entenderse de varias maneras.
Primero en el nivel peshat, simple, como hemos mencionado antes, de
manera que un juez no puede tener en cuenta el estado económico del procesado a
la hora de dictar sentencia. Esta oración serviría para reafirmar lo antes
dicho.
La
segunda manera de interpretación de este texto es que el procesado debe ser
considerado inocente hasta que se demuestre lo contrario con pruebas y
testigos.
Una
tercera manera de entender sería que, en el caso de duda de la conducta de una
persona, se debe interpretar su conducta de la manera más benévola, por no
saber exactamente las razones y los motivos detrás de ese comportamiento dudoso
que se parece a una conducta pecaminosa.
Nunca
juzgues una persona sin haber estado en su situación. El que es benévolo en su
manera de tratar a su prójimo, recibirá un juicio más misericordioso de Eloha ante el tribunal del Mesías.
19:16 “No
andarás de chismoso entre tu pueblo; no te quedarás quieto ante la sangre de tu
prójimo; yo soy El.” – El chismoso es el que escucha un mal informe de
otro y lo pasa a un tercero y luego se dirige al que fue calumniado y le revela
lo que se dijo de él. Aunque sea cierto lo que se ha transmitido, se considera
como chisme, en hebreo rejilut, y está prohibido por la Torá.
Tercera
aliyá, 19:23-32
19:23
“Cuando entréis en la tierra y plantéis toda clase de árboles frutales,
tendréis por prohibido su fruto. Por tres años os será prohibido; no se
comerá.” – La raíz de la palabra hebrea que ha sido traducida como
“prohibido” es arel[10] que significa “obstruir”, “bloquear”, “cerrar”, “estar incircunciso”,
cf. Éxodo 6:12 “incircunciso de labios”. El texto hebreo dice literalmente “y
bloquearéis su obstrucción”, ve-araltem arlató, es decir, el fruto
de ese árbol tenéis que prohibir porque está bloqueado, o vedado. No está
permitido sacar beneficio de los frutos de los árboles durante los tres
primeros años después de su plantación. Aunque sea un mandamiento juk,
la Torá ofrece una pequeña explicación en el versículo 25: “para que os aumente
su rendimiento.” Este mandamiento sólo
aplica dentro de la tierra de Israel.
19:24
“Pero en el cuarto año todo su fruto os será santo, una ofrenda de alabanza a El
Eterno.”– Por gezerá shavá, similitud de expresiones,
se entiende que este fruto debe ser tratado de la misma manera que el segundo
diezmo, cf. 27:30. Esto significa que sólo el dueño y su familia y los
invitados por él, podrán comer este fruto en la ciudad de Yerushalayim. Si no
puede llevarlo allí, tendrá que venderlo y gastar el dinero en Yerushalayim en
sacrificios de paz y comidas. Hoy en día los frutos del cuarto año son
redimidos con monedas.
19:26a
“No comeréis sobre la sangre” – El Talmud[11] muestra como la expresión “sobre la sangre” puede ser interpretada de
muchas maneras:
· No comer
la carne de un animal con su sangre.
· No comer
un animal muerto mientras siga teniendo señales de vida, (con movimientos
etc.).
· No comer
un sacrificio mientras que su sangre todavía esté en el recipiente para ser
esparcido en el altar.
· No comer
la comida que normalmente es ofrecida a los familiares que están de luto, si el
muerto ha sido ejecutado por el Sanedrín.
· Los
jueces del Sanedrín tienen que ayunar durante el día de la
ejecución del sentenciado por ellos.
· No comer
de manera glotona ni obtener la comida por robo y así llegar ser ejecutado como
un “hijo rebelde”, cf. Deuteronomio 21:18-21.
· No comer
antes de haber hecho la oración de la mañana que mantiene la vida (sangre).
19:26b
“ni seréis adivinos ni agoreros.” – La primera palabra, en hebreo najash,[12] tiene que ver con adivinar el futuro por medio de ciertos hechos que
ocurran, por ejemplo cuando un gato negro cruza la calle o cuando se rompe un
espejo. Este mandamiento prohíbe la superstición. Laván practicaba este pecado,
cf. Génesis 30:27 “supe por adivinación”.
Sin
embargo, esta práctica no es la misma que cuando una persona obtenga una
revelación por medio del ruaj hakodesh (espíritu
de profecía) con la ayuda de ciertas señales, cf. Génesis 24:14; Jueces 6:37; 1
Samuel 14:9-10. Este tipo de revelación es una forma de profecía inferior,
llamado nevuá ketaná.
La
segunda palabra, en hebreo anan,[13] está relacionada con oná, “temporada”, y tiene que ver
con la creencia en que ciertos días u horas traen buena o mala suerte para
ciertas actividades.
19:27 “No
cortaréis en forma circular los extremos de vuestra cabellera, y no dañaréis la
extremidad de vuestra barba.” – Según los sabios, está prohibido igualar
los sienes con el área del cráneo que está detrás de las orejas de modo que la
circunferencia del cráneo quede redondeada periféricamente. La cabeza tiene dos
partes, el rostro y el cráneo, que se unen en las dos sienes. Según Gur Ariyé,
el punto de unión entre el rostro junto con la barba, y el cráneo, es lo que la
Torá llama peat roshjem, “la esquina de vuestras
cabezas”. La prohibición se aplica para cortar las patillas en su totalidad, es
decir, el pelo de cualquiera de las sienes, de manera que la cabeza quede sin
cabello desde el área detrás de la oreja hasta la frente. Este mandamiento sólo
aplica a los varones Yisraelitas. La tradición de dejar crecer los “pelles” no
viene de los judíos jasídicos. El hecho de que los judíos yemenitas tenían
pelles largos en su tierra natal es una evidencia de que esta tradición data,
por lo menos, desde el tiempo del primer templo.
La barba
tiene cinco extremidades, dos en cada mejilla, las dos están en la parte
superior junto a la cabeza, y una en el mantón. Según Rambam,[14] la prohibición de cortarse los bordes de la barba sólo se aplica para
afeitarse con navaja.
Estos
mandamientos son dados para que el pueblo hebreo sea diferente a las demás
naciones y especialmente para que no tenga la misma apariencia que los
idólatras que solían afeitarse las patillas y cortarse los bordes de la barba.
El contexto habla de no practicar adivinación y augurios.
19:28 “No
haréis sajaduras en vuestro cuerpo por un muerto, ni os haréis tatuajes; yo soy
El Eterno.” – Según Rashí, los amorreos, en hebreo emorim,
cf. Génesis 14:7, solían rasguñarse en la carne en señal de duelo cuando
alguien se les moría. Está prohibido tatuarse.
19:29 “No
degradarás a tu hija haciendo que se prostituya, para que la tierra no se
entregue a la prostitución ni se llene de corrupción.” – Se refiere a que
un padre permita que su hija soltera tenga relaciones sexuales con un hombre
sin antes haber hecho un pacto matrimonial con él.
19:30
“Mis shabats guardaréis y tendréis mi santuario en reverencia; yo soy El Eterno.”
– El shabat es un santuario en el tiempo, de la misma manera como el
templo es un lugar apartado para El Eterno en el espacio.
Rashí
dice que no estaba permitido entrar en el templo con bastón, con una faja de
dinero, con zapatos o con polvo en los pies.
Cuando
uno se acerca al muro occidental del templo, debe hacerlo con reverencia. A la
hora de retirarse no debe dar las espaldas al muro enseguida, sino caminar unos
pasos hacia atrás y luego retirarse. También se debe comportar con respeto en
una sinagoga o una casa de estudio de Eloha que son como templos en miniatura.
19:31 “No
os dedicaréis a ser médium o espiritistas, ni los busquéis para ser
contaminados por ellos. Yo soy El Eterno vuestro Eloha.” – La Torá prohíbe
toda práctica de espiritismo y nigromancia. La palabra hebrea que ha sido
traducida como “médium” es ov,[15] que tiene que ver con una persona que llama a los espíritus de los
muertos, supuestamente, para que estos hablen a través de su axila. La palabra
hebrea que ha sido traducida como “espiritista” es “yidoní”,[16] que tiene que ver con una persona que mete un hueso de un animal, en
hebreo “yadua”, dentro de su boca para que hable. Por causa del nombre de este
hueso, el que practica esto es llamado yidoní. El que practique algo de estos
delitos se contaminará y El Eterno lo aborrecerá.
19:32
“Delante de las canas te pondrás en pie; honrarás al anciano, y a tu Eloha
temerás; yo soy El Eterno”. – La palabra hebrea que ha sido traducida como
“canas” es seivá, que significa “anciano”, “canoso”. Se
refiere a un hombre de más de 70 años de edad.
La
palabra hebrea que ha sido traducida como “anciano” es zakén,[18] que significa “anciano”, “hombre barbudo”. En este contexto se
refiere a uno que posee un puesto de liderazgo dentro de Israel. Un hombre que
ha adquirido sabiduría por medio de la Torá también es llamado zakén.
Ellos merecen más respeto que los demás. La manera de mostrarle respeto es
levantarse ante ellos, dirigirse hacia ellos con respeto, no llamarles por su
nombre personal sin anteponer un título, no contradecir sus palabras, etc.
Un
anciano que enseña bien, debe recibir doble honra, es decir no solamente
recibir estos honores, sino también ser remunerado económicamente, como está
escrito en 1 Timoteo 5:17:
“Los
ancianos que gobiernan bien sean considerados dignos de doble honor,
principalmente los que trabajan en la predicación y en la enseñanza (de
la Torá).”
Cuarta
aliyá, 19:33-36
19:33
“Cuando un extranjero resida con vosotros en vuestra tierra, no lo
maltrataréis.” – Está prohibido maltratar a un residente o un converso.
Rashí señala que aquí se refiere a un ultraje verbal.
19:34 “El
extranjero que resida con vosotros os será como uno nacido entre vosotros, y lo
amarás como a ti mismo, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de
Egipto; yo soy El Eterno vuestro Eloha.” – El amor al residente debe ser
igual que el amor al judío. El Eterno no hace acepción de personas. Él ama a
todos y por esto reafirma este mandamiento con las palabras: “yo soy El Eterno
vuestro Eloha”, para que el amor al extranjero residente sea por causa de Eloha.
Israel fue elegido para transmitir el amor y la salvación de El Eterno a los
gentiles.
Quinta
aliyá, 20:1-7
20:3 “Yo
pondré mi rostro contra ese hombre y lo cortaré de entre su pueblo, porque ha
dado de sus hijos a Molej, contaminando así mi santuario y profanando mi santo
nombre.” – El que entrega su hijo a un Eloha pagano profana el Nombre de El
Eterno. El Eterno quiere que nuestra descendencia sea para él, cf. Malaquías
2:15. Ese es el propósito suyo con el matrimonio. Al dar uno de los hijos a un
demonio se está yendo en contra total del propósito de la creación del hombre y
así se profana el Nombre Santo.
20:6 “En
cuanto a la persona que vaya a los médium o a los espiritistas, para
prostituirse en pos de ellos, también pondré mi rostro contra esa persona y la
cortaré de entre su pueblo.” – La idolatría y el ocultismo son
considerados como prostitución espiritual. Es lo mismo que cuando una mujer
casada se una con otro hombre, violando así el pacto matrimonial. El pecado de
adulterio, tanto físico como espiritual, es mortal.
Sexta
aliyá, 20:8-22
20:21 “Si
alguno toma a la mujer de su hermano, es cosa aborrecible; ha descubierto la
desnudez de su hermano. Serán sin hijos.” – Yojanán ben Zejaryá corrigió a Herodes por haber cometido este delito y
por esta reprensión fue asesinado, cf. Mateo 14:3-11.
20:22
“Guardad, por tanto, todos mis estatutos y todas mis ordenanzas, y cumplidlos,
a fin de que no os vomite la tierra a la cual os llevo para morar en ella.”
– La Torá fue dada en primer lugar para ser guardada en la Tierra de
Israel. Por eso hay mandamientos que no aplican fuera de la tierra. Algunos
mandamientos no pueden ser cumplidos en países lejos de la tierra de Israel
porque allí hay condiciones naturales y geológicas muy diferentes. Por ejemplo,
en verano no se pueden ver las estrellas si uno está más allá de los círculos
polares, porque entonces el sol no baja durante la noche. ¿A qué hora inicia el
shabat en el norte de Suecia en verano, cuando el sol no baja? El mandamiento
de vivir en cabañas en sukot no se puede cumplir en Suecia
porque en esa época se puede morir de frío.
Los que
viven en la tierra de Israel están obligados a cumplir los mandamientos de la
Torá para que la tierra no los vomite.
El
Israelita esta llamado a guardar Shabat en cuanto le sea posible, incluyendo
las condiciones físicas, climáticas y estacionarias, siempre que el sol se
oculte, donde se encuentre.
Séptima
aliyá, 20:23-27
20:23
“Además, no andéis en las costumbres de la nación que yo echaré de delante de
vosotros; porque ellos hicieron todas estas cosas, yo los aborrecí.” –
Los pueblos de las naciones que estuvieron en la tierra de Israel antes de la
venida de los hijos de Israel hicieron todas estas cosas inmorales y ocultas.
Esta es la razón por la que fueron expulsados de la tierra de Israel.
20:26 “Me
seréis, pues, santos, porque yo, El Eterno, soy santo, y os he apartado de los
pueblos para que seáis míos.” – La santidad tiene que ver con la relación
con El Eterno y el alejamiento de las costumbres de las naciones gentiles.
20:27 “Si
hay médium o espiritista entre ellos, hombre o mujer, ciertamente han de morir;
serán apedreados; su culpa de sangre sea sobre ellos.” – Parece
contradictorio que en el texto anterior, cf. 20:6, sólo se habla de la pena
de caret,
( Pena de Caret, es una pena Divina que corresponde a que el alma es arrancada de
su pueblo. )
cortamiento
espiritual, cuando aquí habla de la pena de muerte física. Rashí dice que
cuando hay testigos que advirtieron antes de la trasgresión, el culpable es
apedreado. Pero si hubo un acto intencional sin advertencia previa sólo recibe
la pena de caret. La trasgresión que se comete sin intención puede
ser expiada con una ofrenda de pecado. La pena capital sólo se aplica si se
cumplen estas tres condiciones:
· El
mandamiento fue transgredido intencionalmente.
· Hubo
dos o tres testigos que vieron el acto.
· Hubo
dos o tres advertencias previas acerca de la gravedad del pecado y su
consecuencia.
Si falta
alguna de las dos últimas se aplica la pena de caret, y si el
trasgresor no pecó intencionalmente no se le aplica castigo alguno, sino sólo
debe ofrecer una ofrenda de jatat para expiar su error.
Abba
Kados: sea Tu voluntad enviar a Tus Malajim a rededor de este remanente de tu
pueblo para que seamos Kadoshin como Tu eres Kadosh y que aunque estemos en el
mundo no pertenezcamos a el. Amen y aman.
¡SHABAT
SHALOM!
Preparado
Por: HOSHEA BEN YISRAEL
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