viernes, 27 de diciembre de 2013

Parashá 14 VaErá

Parashá 14 VaErá
Éxodo 6:2 – 9:35
Para ser estudiada en el Shabat del 25 de Tevet de 5.774
Se anuncia que el 1° de Shevat,  rohsh jodesh – cabeza de mes, es el miércoles 1° de Enero de 2.014, después de la caída del sol (Aprox, seis de la tarde).

Aliyás de la Torá:
  1. 6:2-13
  2. 6:14-28
  3. 6:29 – 7:7
  4. 7:8 – 8:10 (8:6 heb.)
  5. 8:11-22 (8:7-18 heb.)
  6. 8:23 (19 heb) – 9:16
  7. 9:17-35
Haftará: Ezequiel 28:25 – 29:21
Código Real (HaTsofen HaMaljutí): Lucas 2:21 – 5:11
VaErá: Significa “y me mostré”.
Primera Aliyá, 6:2-13
Elohim le recuerda a Moshé que su nombre es El Eterno y dice que no se dio a conocer con ese nombre a los patriarcas. Estableció su pacto con ellos para darles la tierra de Kenáan donde peregrinaron.  Además ha oído el gemido de los hijos de Israel por la esclavitud y se ha acordado de su pacto. Moshé recibe la orden de decir a los hijos de Israel que él es El Eterno y que los sacará de la esclavitud de los egipcios para ser su pueblo y darles la tierra que juró a los patriarcas. Moshé habla con el pueblo pero no escucha. También tiene que hablar con Faraón. Pero Moshé pregunta cómo le va a escuchar Faraón si los hijos de Israel no le escuchan. Entonces Adonay ordena a Moshé y Aharón en cuanto a los hijos de Israel y en cuanto a Faraón para sacar a los hijos de Israel de Egipto.
Segunda aliyá, 6:14-28
Reuvén tenía cuatro hijos. Shimón tenía cinco. Leví tenía tres, guershón, Kehat y Merari. Leví tuvo 137 años. guer shón tuvo dos hijos. Amram fue hijo de Kehat junto con tres más. guershón tuvo 133 años. Merari tuvo dos hijos. Amram tomó a yojeved, su tía y ella dio a luz a Aharón y a Moshé. Amram tuvo 137 años. Koraj y Eltsafán son primos de Aharón y Moshé. Aharón tomó por mujer a Elisheva y ella le dio a luz cuatro hijos. Koraj tuvo tres hijos. El hijo de Aharón, Elazar tuvo a Pinjás. Estos son Aharón y Moshé que hablaron a Faraón para sacar a los hijos de Israel de Egipto.
Tercera aliyá, 6:29 – 7:7
Adonay le habla a Moshé y le dice: “yo soy Adonay; di a Faraón, rey de Egipto, todo lo que yo te diga.” Moshé le contesta y dice que es incircunciso de labios. ¿cómo le va a escuchar Faraón? Adonay constituye a Moshé como Elohim para Faraón y Aharón como profeta. Adonay endurecerá el corazón de Faraón para multiplicar los milagros en Egipto. Adonay pondrá su mano sobre Egipto y sacará a su pueblo. y los egipcios sabrán que él es el Eterno. Moshé y Aharón hacen como el Eterno les mandó. Entonces Moshé tiene 80 años y Aharón 83.
Cuarta aliyá, 7:8 – 8:10 (8:6 HEb.)
Cuando Faraón pide que hagan un milagro Aharón ten drá que tomar su vara y echarla ante él para que se convierta en serpiente. cuando lo hace, los magos de Egipto hacen lo mismo. Pero la vara de Aharón devora las varas de ellos. Faraón fortalece su corazón y no los hace caso, como Adonay ha dicho. Moshé tendrá que presentarse ante Faraón por la mañana, cuando vaya al río, y decirle en el nombre de Adonay que deje ir al pueblo. Como no ha querido escuchar, ahora conocerá que él es el Eterno. Las aguas del río se convertirán en sangre y todos los peces morirán. Moshé dice a Aharón que extienda su mano sobre todas las aguas de Egipto.cuando lo hace hay sangre por toda la tierra de Egipto Pero los magos hacen lo mismo con sus ciencias ocultas y Faraón fortalece su corazón y no hace caso, como el Eterno ha dicho. Todos los egipcios cavan buscando agua.
Pasan siete días y el Eterno dice a Moshé que vaya a Faraón y le diga: “Así dice el Eterno: deja ir a mi pueblo para que me sirva.” Si no los deja ir, vendrán ranas desde el río y entrarán en las casas y por todas partes. Aharón extiende su vara sobre los ríos y los canales y las ranas cubren la tierra de Egipto. Los magos hacen lo mismo. Faraón llama a Moshé y a Aharón y pide que rueguen a Adonay para que quite las ranas. Así dejará ir al pueblo para sacrificar al Eterno. Moshé pregunta cuándo debe orar. Faraón responde: “Mañana”. Así sucederá para que sepa que no hay nadie como Adonay.
Quinta aliyá, 8:11-22 (8:7-18 HEb.)
Las ranas sólo se quedarán en el río Moshé y Aharón salen de Faraón y Moshé clama al Eterno acerca de las ranas y Adonay hace conforme a su palabra. Las ranas mueren en las casas, los patios y los campos. Las juntan en montones y la tierra se corrompe. Pero al ver que hay alivio Faraón hace pesado su corazón y no hace caso, como Adonay ha dicho. Moshé dice a Aharón que golpee el polvo de la tierra para que se convierta en piojos. Al hacerlo vienen piojos sobre hombres y animales en todo Egipto. Los magos tratan de producir piojos, pero no pueden dicen a Faraón que este es el dedo de Elohim. Pero Faraón fortalece su corazón y no hace caso, como Adonay ha dicho. Moshé tendrá que levantarse muy temprano y ponerse ante Faraón cuando vaya al agua y decir: “Así dice Adonay: deja ir a mi pueblo para que me sirva.” Si no lo hace enviará mezclas de animales dañinos por todas las casas de los egipcios. Pero no será así en goshén para que sepa que el Eterno está en medio de la tierra.
Sexta aliyá, 8:23 (19 HEb) – 9:16
Adonay hace diferencia entre su pueblo y el pueblo de Faraón. El día siguiente entran los animales dañinos en todo Egipto y la tierra se está destruyendo. Faraón permite que hagan sacrificios a su Elohim dentro del país. Pero Moshé responde y dice que no conviene porque para los egipcios es abominación lo que van a sacrificar al Eterno. Entonces los apedrearían. necesitan una distancia de tres días de camino y allí ofrecerán. Faraón dice que los dejará ir a la estepa, sólo que no vayan muy lejos. Cuando Moshé sale de la presencia de Faraón ruega al Eterno que los animales se alejen para el día siguiente. Adonay hace lo que Moshé le pide y no queda ni un solo animal. Pero Faraón hace pesado su corazón y no deja salir al pueblo. Moshé tendrá que ir a Faraón otra vez y decirle que deje ir al pueblo para servir al Elohim de los hebreos. Si se niega dejarlos vendrá la mano del Eterno sobre el ganado de Faraón. Pero nada del ganado de Israel perecerá. Adonay lo hace el día siguiente. Faraón envía para saber que todo el ganado de Egipto ha perecido pero del ganado de Israel no ha muerto ninguno. Pero el corazón de Faraón se hace pesado y no deja ir al pueblo. Moshé y Aharón tendrán que tomar puñados de hollín de un horno y Moshé tendrá que esparcirlo hacia el cielo ante Faraón. Se convertirá en polvo fino en toda la tierra que produzca úlceras y ampollas en hombres y animales. Cuando lo hacen, lo magos no pueden estar delante de Moshé por causa de las úlceras. Pero Adonay refuerza el corazón de Faraón y no hace caso, como Adonay ha dicho. Moshé tendrá que levantarse temprano y decir a Faraón que deje ir al pueblo para que sirva al Elohim de los hebreos. Todas las plagas vendrán sobre él, sus siervos y su pueblo para que sepan que no hay otro como Él en toda la tierra. Si la peste hubiera venido sobre el pueblo, habría muerto, pero Adonay le mantiene para mostrarle su poder y para que su nombre sea proclamado por toda la tierra.
Séptima aliyá, 9:17-35
Si Faraón no deja ir al pueblo, vendrá el día siguiente un fuerte granizo nunca visto antes. Tendrá que poner a salvo todos los que estén en el campo para que no mueran. Los siervos de Faraón que temen la palabra de Adonay ponen a salvo sus siervos y su ganado. Pero el que no hace caso a la palabra del Eterno los deja en el campo. Cuando Moshé extiende la vara sobre el cielo Adonay envía truenos, granizo y fuego como nunca ha habido desde que Egipto existió. Todo lo que hay en el campo es destruido, hasta los árboles. Pero no hay granizo en Goshén. Faraón llama a Moshé y Aharón y dice que ha pecado. Adonay es justo y su pueblo y él son impíos. Pide que rueguen para que no haya más truenos y granizo y dejará ir al pueblo para no quedarse más. Cuando Moshé salga de la ciudad y extienda las manos al Eterno, los truenos y el granizo cesarán, para que Faraón sepa que la tierra es de Adonay. Todavía Faraón y sus siervos no temen al Eterno. (El lino y la cebada han sido destruidos, pero no el trigo y el centeno, pero Faraón peca otra vez haciendo pesado su corazón, y sus siervos hacen lo mismo. no deja ir a los hijos de Israel como Adonay ha dicho.
COMENTARIOS DE LA PARASHA
Aunque YHWH  sea el nombre personal del Eterno y Elohim un nombre genérico, los rabinos ven en estos dos nombres una tendencia de diferentes manifestaciones del carácter del Eterno que al mismo tiempo son opuestos y complementarios. El nombre YHWH está relacionado con la misericordia del Eterno y el nombre Elohim está relacionado con la justicia del Eterno. Así que, normalmente cuando aparece escrito el nombre Elohim,  está relacionado con un acto de justicia y cuando aparece el nombre YHWH está relacionado con un acto de misericordia. De esta manera podemos sacar la conclusión de que los patriarcas no habían conocido el carácter y la manifestación de la misericordia del Eterno como ahora los hijos de Israel lo iban a experimentar.
Es destacable el hecho de que lo primero que Moshé recibe, en la magnífica revelación en la zarza ardiendo, es la revelación de la compasión y misericordia del Eterno, como está escrito en éxodo 3:7, 9:
“Y Adonay dijo: Ciertamente he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he escuchado su clamor a causa de sus capataces, pues estoy consciente de sus sufrimientos... Y ahora, he aquí, el clamor de los hijos de Israel ha llegado hasta mí, y además he visto la opresión con que los egipcios los oprimen.”
Esta manifestación de la misericordia del Eterno no había sido conocida por Avraham, Yitsjak y Yaakov.
Además encontramos en este nombre otro aspecto que está relacionado con los dos anteriores, la redención, como está escrito en éxodo 3: 8 a, 10:
“Y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y para sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel... Ahora pues, ven y te enviaré a Faraón, para que saques a mi pueblo, los hijos de Israel, de Egipto.”
Los hijos de Israel necesitaban una redención para poder salir de Egipto. Cuando una o varias personas han llegado a una situación de peligro, esclavitud, pobreza, enfermedad o algo semejante, y no tienen los medios para salir de allí, necesitan redención para poder salir de esa situación. Un redentor es una persona que tiene la capacidad para sacar a los que necesitan ser redimidos. En este caso el Eterno se presenta como Redentor para sacar a los hijos de Israel de Egipto, porque ellos no pueden hacerlo por sí mismos, como está escrito en éxodo 15:13:
“En tu misericordia has guiado al pueblo que has redimido; con tu poder los has guiado a tu santa morada.”
En Deuteronomio 9:26 está escrito:
“Y oré a Adonay, y dije: “Oh Señor Eterno, no destruyas a tu pueblo, a tu heredad, que tú has redimido con tu grandeza, que tú has sacado de Egipto con mano fuerte.”
En el Salmo 77:15 está escrito:
“Con tu brazo has redimido a tu pueblo, a los hijos de Yaakov y de Yosef.”
Los patriarcas no tuvieron la experiencia con el Eterno como el gran Redentor. Ahora Adonay se manifiesta a los hijos de Israel como Redentor, para liberarlos de la esclavitud.
Los hijos de Israel eran esclavos. Un esclavo no tiene el derecho de su propia vida, no es dueño de sí mismo. Otra persona es el dueño de él. Para nosotros es difícil entender esto porque no lo hemos vivido. La esclavitud de los hijos de Israel no significaba solamente que tenían que trabajar duramente, sino que no eran dueños de sí mismos. Pertenecían a Faraón. La Torá no revela en detalle cómo llegaron a ser esclavos. Los midrashes dan su explicación, pero el hecho de que eran esclavos implica que en algún momento tenían que haber perdido la libertad o se vendieron como esclavos por propia voluntad, o fueron obligados a ser esclavos por la fuerza. Lo cierto es que eran esclavos y como tales eran posesión del Faraón.
Esto implica que el Eterno no podía sacarlos de Egipto sin el permiso de su dueño. Por eso vemos que Moshé no ordenó a Faraón dejar ir a los hijos de Israel para celebrar fiesta al Eterno, sino simplemente le pidió permiso, hasta rogando, como está escrito en Éxodo 5:3:
“Entonces ellos dijeron: El Elohim de los hebreos nos ha salido al encuentro déjanos ir, te rogamos, camino de tres días al desierto para ofrecer sacrificios a Adonay nuestro Elohim, no sea que venga sobre nosotros con pestilencia o con espada.”
Jurídicamente el Eterno no podía reclamar a los hijos de Israel porque estaban bajo la autoridad de Faraón y eran su posesión. Si el Eterno los hubiera sacado sin el permiso de Faraón, sería un ladrón y no respetaría el principio de autoridad que él mismo ha establecido. Por esto Moshé tenía que pedir permiso hasta siete veces para sacar a los hijos de Israel, cf. 5:1; 7:16; 8:1 (7:26 heb.), 20 (16); 9:1; 10:3. En ninguna de estas ocasiones está escrito que Adonay ordenó a Faraón que soltara al pueblo. El Eterno no puede cometer ningún acto de injusticia, como está escrito en el Salmo 145:17:
“Justo es Adonay en todos sus caminos, y bondadoso en todos sus hechos.”
Por otro lado Elohim tenía toda la autoridad por encima de Faraón. Fue Él quien le había puesto como rey en Egipto, (cf. Romanos 13:1-6), delegándole parte de su autoridad. Por lo tanto Elohim tiene el derecho de juzgar las acciones de Faraón, y esa también fue parte de la misión de Moshé, que actuaba como Elohim en este caso sobre el rey de Egipto. Las plagas vinieron porque el rey de Egipto, junto con su pueblo, no habían respetado las leyes del Eterno que son para todos los hombres de la tierra. Moshé fue enviado con dos propósitos principales, juzgar la autoridad que no estaba cumpliendo su función según la voluntad de Aquel que la puso en su lugar y redimir a los hijos de Israel de su esclavitud de esta manera se revelan los dos nombres Elohim y YHWH en esta obra. Elohim como el Juez justo que dicta y ejecuta sentencia sobre un gobierno maligno y YHWH como el misericordioso Redentor que saca a su pueblo de la esclavitud.
De la misma manera el Eterno se ha manifestado en su Hijo Yeshúa el ungido cuando él fue manifestado al mundo vino con los dos propósitos, juzgar el príncipe de este sistema mundial y su pueblo, y sacar a los hijos de Israel de la esclavitud del pecado y de la muerte. En Yeshúa es revelada la justicia de Elohim y la misericordia de YHWH, el Eterno. La muerte del Mesías es la máxima revelación de la justicia de Elohim y la misericordia de YHWH. En su muerte fue condenado el pecado y el príncipe de este mundo fue juzgado y echado fuera. En su muerte fue manifestada la justicia de Elohim que no puede perdonar al pecador y declararlo inocente sin pagar por las consecuencias del pecado. En la muerte del Mesías es manifestada la misericordia de YHWH para que todo aquel que crea en este sacrificio sustituto sea perdonado y redimido de la esclavitud del pecado y sus últimas consecuencias eternamente.
6:6-8 “Por tanto, di a los hijos de Israel: “yo soy Adonay, y os sacaré de debajo de las cargas de los egipcios, y os libraré de su esclavitud, y os redimiré con brazo extendido y con juicios grandes. y os tomaré por pueblo mío, y yo seré vuestro Elohim; y sabréis que yo soy Adonay vuestro Elohim, que os sacó de debajo de las cargas de los egipcios. “y os traeré a la tierra que juré dar a Avraham, a yitsjak y a Yaakov, y os la daré por heredad. Yo Soy Adonay.””  En este texto encontramos siete promesas. Las cuatro primeras de ellas están relacionadas con las cuatro copas que se beben en la celebración de Pesaj (Pascua), de la siguiente manera:
1. Os sacaré – primera copa llamada “kidush”, “santificación” 2. Os libraré – segunda copa llamada “juicio” 3. os redimiré – tercera copa llamada “redención” o “bendición” 4.  Os tomaré – cuarta copa llamada “alabanza” 5.  yo seré vuestro Elohim 6.  Os traeré 7  os la daré
6:12  “Pero Moshé habló delante de Adonay, diciendo: He aquí, los hijos de Israel no me han escuchado; ¿cómo, pues, me escuchará Faraón, siendo yo torpe de palabra?” – Esta es la séptima vez que Moshé se opone al Eterno, cinco veces lo hizo ante la zarza ardiendo y dos veces en Egipto, cf. 5:22-23.
“torpe de palabra” – Literalmente “obstruido de labios”. La palabra hebrea que ha sido traducida como “torpe” es “aral”, que viene de “arel” que, según Rashí, significa “obstrucción”. Lo que Moshé está diciendo es que sus labios están obstruidos de manera que no puede hablar con claridad. Según Rashí la palabra “orlá”, la forma femenina de “aral”, siempre significa “obstrucción”. Tenemos un ejemplo en Jeremías 6:10 donde está escrito:
“¿A quiénes hablaré y advertiré, para que oigan? He aquí, su oído está cerrado (arelá), y no pueden escuchar. He aquí, la palabra de Adonay les es oprobio; no se deleitan en ella.”
Encontramos otro ejemplo en Jeremías 9:25-26, donde está escrito:
“He aquí, vienen días--declara Adonay-- en que castigaré a todo el que esté circuncidado sólo en la carne: a Egipto, a Yehudá, a los hijos de Amón, a Moav y a todos los que se rapan las sienes, a los que habitan en el desierto; porque todas las naciones son incircuncisas (arelim), y toda la casa de Israel es incircuncisa de corazón (arlei-lev).” Ezequiel 44 6- 7.
En este pasaje la incircuncisión del corazón significa que el corazón está bloqueado a la comprensión, insensible a los impulsos del Eterno.
El prepucio de la carne también es llamado “orlá” porque es lo que cubre y obstruye parte del órgano sexual masculino, un incircunciso es llamado “arel”, como está escrito en génesis 17:14:
“Mas el varón incircunciso (arel), que no es circuncidado en la carne de su prepucio, esa persona será cortada de entre su pueblo; ha quebrantado mi pacto.”
En éxodo 12:48 está escrito:
“Pero si un extranjero reside con vosotros y celebra el Pesaj a Adonay, que sea circuncidado todo varón de su casa, y entonces que se acerque para celebrarla, pues será como un nativo del país; pero ninguna persona incircuncisa (arel) comerá de ella.”
Así que Moshé tenía un impedimento en sus labios para poder hablar bien. Esto hizo que los hijos de Israel reconocieran que Adonay estaba utilizándole cuando sus palabras fluían con tanta claridad y facilidad, como está escrito en Deuteronomio 32:1-2:
“Prestad atención, oh cielos, y dejadme hablar; y escuche la tierra las palabras de mi boca. Caiga como la lluvia mi enseñanza, y des tile como el rocío mi discurso, como llovizna sobre el verde prado y como aguacero sobre la hierba.”
Tercera Aliyá, 6:29 – 7:7
7:3    “Pero yo endureceré el corazón de Faraón para multiplicar mis señales y mis prodigios en la tierra de Egipto.” – El endurecimiento del corazón de Faraón no es debido a una decisión predeterminada del Eterno, porque violaría el principio de la libertad para elegir. Adonay le dio muchas oportunidades a Faraón para arrepentirse de su pecado, según está escrito en 2 Pedro 3:9:
“El Señor no se tarda en cumplir su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con vosotros, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento.”
En 1 Timoteo 2:4 está escrito: “el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al pleno conocimiento de la verdad.”
Rambam escribe: “no pienses lo que dicen los necios de las naciones del mundo, como también la mayoría de los indoctos de Israel, que el Santo, bendito es, decreta desde el principio de su creación si el hombre va a ser justo o malvado, así no es... no hay nadie que le obligue, que le imponga o que lo arrastre hacia cualquiera de estos dos caminos, sino que él mismo y por su propia decisión se inclina hacia el camino que desee.”
Adonay le dice a Moshé que él va a endurecer el corazón de Faraón para multiplicar sus señales y prodigios. Sin embargo, vemos como el Eterno no endurece el corazón de Faraón hasta después de haber pasado cinco plagas durante las cinco primeras plagas que, según el Midrash, duraron 5 meses, fue el mismo Faraón que fortaleció su corazón para no hacer caso a la palabra del Eterno.
En Éxodo 4:21 Adonay dice que él va a fortalecer el corazón de Faraón. La palabra hebrea es “jazak”, que significa “hacerse/ser fuerte”, “tener valor”, “endurecerse”. El Eterno prometió fortalecer el corazón de Faraón para que él siguiera en su decisión rebelde y no perdiera esa fuerza para resistir al Eterno. Si Adonay no hubiera fortalecido su interior, no podría haber hecho los últimos grandes milagros ante todo el mundo. Así que Adonay se aprovechó de la obstinación de Faraón cuando él ya había tomado la decisión de ir por el camino rebelde. En Éxodo 7:3 vemos como el Eterno dice que va a endurecer el corazón de Faraón. La palabra hebrea es “kashá” que significa “ser duro”, “difícil”. Es la única vez que la palabra endurecer aparece en relación con Faraón. En las primero cinco plagas vemos como Faraón fortalece su propio corazón en su rebeldía. En Éxodo 7:13, 22; 8:19 (8:15 en el hebreo); 9:12, 35; 10:20, 27; 11:10; 14:4, 8, 17; se encuentra la palabra “Jazak”, “fortalecer”. En Éxodo 7:14; 8:15 (8:11 heb.), 32 (28 heb.); 9:7, 34; 10:1 aparece la palabra “kavad”,[14] que significa “ser pesado”, “pesar”, “ser una carga”; “recibir honores” de todos estos textos aprendemos que cuando una persona se empeña en rebelarse contra la voluntad del Eterno llegará a un punto donde la gracia del Eterno se retira y ya no habrá más posibilidad de arrepentimiento ya pasó la raya y es juzgada para ser un vaso de ira preparado para la destrucción, como está escrito en romanos 9:22:
“¿Y qué, si Elohim, aunque dispuesto a demostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia a los vasos de ira preparados para destrucción?”  después de ese punto decisivo, el Eterno fortalece la persona en su rebeldía con un triple propósito: Primero, para fortalecer la decisión de la persona y así darle el derecho de vivir según su propia decisión libre. Escogió ese camino y por ese camino tendrá que caminar y sufrir las consecuencias de su decisión. Segundo, para mostrar a todo el mundo que el aparente arrepentimiento que la persona pueda mostrar hacia fuera no era sincera, cf. 9:27, para que cuando venga el castigo, nadie diga que Elohim castigó a los arrepentidos. Su rebeldía es obvia a todos y por lo tanto nadie se equivoca a pensar que el castigo divino vino por una injusticia del Eterno. Tercero, para así mostrar su poder mediante los fuertes castigos que son manifestados de modo que el pueblo de Israel y las demás naciones conozcan su tremendo poderío, cf. éxodo 7:3-5; 9:15-16.
7:19  “y Adonay dijo a Moshé: di a Aharón: “Toma tu vara y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, sobre sus arroyos, sobre sus estanques y sobre todos sus depósitos de agua, para que se conviertan en sangre; y habrá sangre por toda la tierra de Egipto, tanto en las vasijas de madera como en las de piedra.”” – La autoridad fue delegada a Aharón. Rashí destaca lo que enseña el Midrash,[17] que Moshé había sido salvado por las aguas del río y por eso él no lo castigó sino dejó que lo hiciera Aharón.
La redención de Egipto es un anuncio profético para la gran redención de Israel en los últimos tiempos en relación con la segunda venida del Mesías, como está escrito en isaías 44:23:

¡SHABAT SHALOM!
Recopilado por: MARIO HERNANDEZ




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