viernes, 7 de marzo de 2014

Parashá 24 VaYikrá

Parashá 24 VaYikrá
Levítico 1:1 – 6:7 (5:26)

Porción de la Palabra De Eloha para ser estudiada el 6 de Adar 2° de 5.774
Marzo 8 de 2.012


Aliyás de la Torá:

1. 1:1-13

2. 1:14 – 2:6

3. 2:7-16

4. 3:1-16

5. 4:1-26

6. 4:27 – 5:10

7. 5:11 – 6:7 (5:26 versión hebrea)


Haftará: Isaías 43:21 – 44:23

Los Escritos Apostólicos: Mateo 1:1 – 3:17

VaYikrá

Significa “y Llamó

Comentarios

En Levítico 7:37 hay un resumen de los seis diferentes sacrificios que aparecen en los
siete primeros capítulos del libro, según está escrito:
Esta es la Torá de la ofrenda de ascensión, de la oblación, de la ofrenda de pecado, de
la ofrenda de culpa, de las ofrendas de consagración y del sacrificio de las ofrendas de
paz
1. Olá – Ofrenda de ascensión, Levítico 1:1-17; 6:8-13 (6:1-6 heb.).
2. Minjá – Oblación, Levítico 2:1-16; 6:14-18 (4:7-11 heb.).
3. Jatat – (Sacrifico) de pecado, Levítico 4:1 – 5:13; 6:24-30 (6:17-23 heb.).
4. Asham – (Sacrificio) de culpa, Levítico 5:14 – 6:7 (5:26 heb.); 7:1-10.
5. Miluim – (Ofrendas) de consagración (plenitudes), Éxodo 29:1-37; Levítico
6:19-23 (6:12-16 heb.).
6. Shlamim – (Ofrendas) de paz, Levítico 3:1-17; 7:11-36.
La olá y la minjá son “hermanos” y el jatat y el asham son “hermanos”. Cuando
hablamos de hermanos es porque son ofrendados por motivos muy similares y se
parecen entre ellos.
Daremos un vistazo a la primera aliya:
1:2 “Habla a los hijos de Israel y diles: "Cuando alguno de vosotros traiga una ofrenda a
Al Eterno, traeréis vuestra ofrenda de animales del ganado o del rebaño.” (LBLA
revisada) (LBLA revisada) – La palabra hebrea que ha sido traducida como “ofrenda”
es corbán,1 que significa “sacrificio”, “inmolación”, “ofrenda”, “oblación”. Viene de la
palabra karav 2 que significa “acercase”, “presentarse”, “estar cerca”. De esto
aprendemos que el propósito de los sacrificios es poder acercarse al Eterno y
presentarse delante de Él. No hay manera de poder acercarse al Eterno sin sacrificios.
El sacrificio es necesario para poder acercarse a Él y estar en su presencia, como está
escrito en Éxodo 23:15b; 34:20b y Deuteronomio 16:16b:
Y nadie se presentará ante mí con las manos vacías.” (LBLA)
La ofrenda de ascensión es voluntaria y puede ser ofrecida por cualquier hombre o
mujer, israelita o gentil.
1:3 “Si su ofrenda es una ofrenda de ascensión del ganado, ofrecerá un macho sin defecto;
la traerá a la entrada de la tienda de la cita, para que sea aceptada delante de Adonai.”
(LBLA revisada) – Tanto las ofrendas de ascensión como las oblaciones, son llamadas
korbanot, plural de corbán, y sirven para acercarse a Adonai cf. 2:1. Este texto enseña
que el que entrega esta ofrenda voluntaria está obligado a llevar la ofrenda él mismo a la
entrada de la tienda de la cita. La palabra hebrea que ha sido traducida como
“holocausto”, u “ofrenda de ascensión”, es olá.3 La raíz de olá es alá, que significa
“subir”, “ascender”, “escalar”, “remontar”, “levantarse”, “alzarse”, “brotar”, “surgir”,
“crecer”, “disiparse”, “engrandecerse”, “aumentar”, “dirigirse”, “inmigrar a la tierra de
Israel”. Un olé es uno que hace aliyá, es uno que sube para leer la Torá en la sinagoga o,
uno que inmigra para Israel. Ambos son llamados olé, en plural olim. De esto
aprendemos que el sacrificio llamado olá es un sacrificio que sube hacia el cielo y
también eleva al que lo sacrifica. Por lo tanto tiene que ser hecho con fuego. El
sacrificio de olá, ascensión, es para los ricos, y el sacrificio de minjá, oblación, es para
los de menos posibilidades, cf. 5:11.
En Génesis 4:3-5 está escrito:
Y aconteció que al transcurrir el tiempo, Kayin trajo a YHWH una ofrenda (minjá)
del fruto de la tierra. También Hevel, por su parte, trajo de los primogénitos de sus
ovejas y de la grosura de los mismos. Y YHWH miró con agrado a Hevel y a su ofrenda
(minjá), pero a Kayin y su ofrenda (minjá) no miró con agrado. Y Kayin se enojó mucho
y su semblante se demudó.” (LBLA revisada)
En este texto aparece la palabra minjá que significa “don”, “presente”, “regalo”,
“ofrenda”, “sacrificio”, “oblación”. Normalmente la palabra minjá es usada para
ofrendas sin sangre, pero en este caso vemos que también puede significar una ofrenda
con sangre.
¿Cuál es la diferencia entre la olá y la minjá?
La olá se da de los animales y la minjá, normalmente, se da de los productos del campo.
La olá y la minjá son las primeras ofrendas que son mencionadas en la Torá. Un
ejemplo es Kayin y Hevel que ofrecieron minjá. La palabra olá aparece por primera vez
en Génesis 8:20, donde está escrito:
Y edificó Noaj un altar a YHWH, y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y
ofreció una ofrenda de ascensión en el altar.” (LBLA revisada)
Lo más destacado de la olá es que se quema todo el animal. Hay tres clases de olá
presentadas en este capítulo:
1:3 Del ganado mayor
1:10 Del rebaño
1:14 De las aves
El valor de la olá va de lo más caro a lo más barato. Luego el Eterno sigue dando la
oportunidad para los que no tienen dinero ni siquiera para una cría de una paloma. Ellos
podrán dar harina, aceite de oliva, incienso y sal, cf. 2:1, 4, 13. Esto nos enseña que el
estado económico no puede ser un impedimento para dar ofrendas por medio de las
cuales podemos acercarnos al Eterno. El rico da más y el pobre da menos, pero
el Eterno lo que mira es el corazón y sabe cuándo una persona ofrece según sus posibilidades o cuando no lo hace, como está escrito en Lucas 21:1-4:
Levantando la vista, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca del tesoro. Y
vio también a una viuda pobre que echaba allí dos pequeñas monedas de cobre; y dijo:
En verdad os digo, que esta viuda tan pobre echó más que todos ellos; porque todos
ellos echaron en la ofrenda de lo que les sobraba, pero ella, de su pobreza, echó todo lo
que tenía para vivir.” (LBLA)
Una ofrenda que no ha sido dada con generosidad, no es aceptada por el Eterno, porque
Él ama al dador alegre, cf. 2 Corintios 9:7.
 “macho sin defecto” – La ofrenda de olá tiene que ser un macho sin defecto, cf. 1:10;
3:1, 6; 4:3, 23, 28, 32; 5:15, 18; 6:6 etc. Esto nos habla de Mashíaj que fue un varón sin
pecado, como está escrito en 1 Pedro 1:18-19:
“sabiendo que no fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir heredada de
vuestros padres con cosas perecederas como oro o plata, sino con sangre preciosa, como
de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre del Mesías.” (LBLA revisada)
“a la entrada de la tienda de la cita” – Los sacrificios se hacen delante la entrada del
santuario. Esto nos enseña que Yeshúa fue sacrificado delante del Eterno. Es imposible
que el Mesías haya sido colgado detrás del templo, porque no se cumpliría esta profecía.
Todos los sacrificios fueron hechos a la entrada del santuario, nunca detrás. Por lo tanto,
quedan descartados tanto la iglesia del santo sepulcro como el jardín de la tumba, como
lugares donde ocurrió la crucifixión. Tenía que ser delante de la entrada del Templo, es
decir, en una línea recta desde la entrada del templo hacia el altar de la vaca roja,
ubicado en el Monte de los Olivos. En esa misma línea, un poco más arriba, fue colgado
Yeshúa en un árbol, juntamente con dos ladrones. Posiblemente fue en la misma higuera
que Yeshúa había maldecido unos días antes, cf. Marco 11:21. Adam tomó las hojas de
una higuera para cubrir su desnudez y por eso es posible que esa clase de árbol haya
sido un instrumento para la redención del hombre.
Es muy probable que el lugar donde estaba ubicado el árbol de la vida fue donde luego
se construyó el templo. El árbol de la ciencia probablemente estaba puesto en el Monte
de los Olivos, donde murió Yeshúa. En el caso de que fuera así, en el mismo lugar
donde el pecado fue introducido en este mundo, fue expiado.
La viga horizontal en la que Yeshúa fue clavado posiblemente fue hecha de cedro, según
Levítico 14:4, 6.
De este versículo también aprendemos que un sacrificio sirve como entrada para
acercarse al Padre Kadosh. El mismo sacrificio es como una puerta, un medio de acercamiento.
Por lo tanto tiene el nombre de corbán. Cuando un sacrificio es dado según las normas
de la Torá, y con un corazón sincero, gozoso, puro y entregado, siempre produce agrado
delante de nuestro ABBA. No todas las ofrendas son agradables para él.
1:4 “Pondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda de ascensión, y le será aceptado para
hacer expiación por él.” (LBLA revisada) – La imposición de las manos implica
principalmente tres cosas:
Identificación – el animal representa al que impone las manos, son uno.
Transmisión – el pecado es transmitido al animal.
Reemplazo – el animal muere en lugar del hombre.
para hacer expiación por él” – La palabra hebrea que ha sido traducida como
“expiación” es kapar, que significa “expiar”, “cubrir”. Esto nos enseña que la ofrenda
de ascensión tiene el ingrediente de la expiación en el sentido de generar perdón de
pecados, cubrir las faltas. Es una sombra de Mashíaj cuya muerte no solamente cubre
los pecados, sino los quita. Todos los sacrificios son sombras del sacrificio de Mashíaj.

1:5 “Entonces degollará el novillo delante del Eterno; y los sacerdotes hijos de Aharón
ofrecerán la sangre y la arrojarán por todos los lados sobre el altar que está a la entrada
de la tienda de reunión.” (LBLA revisada) – El que trae la ofrenda puede degollarla, si
desea. Pero sólo los sacerdotes podrán ofrecer la sangre sobre el altar. Se sacrifica
delante de HaShem. Esto nos enseña que la muerte del Mesías fue delante de HaShem.
La sangre es arrojada sobre el altar. Rashí cuenta que el sacerdote se ponía al pie del
altar y arrojaba la sangre desde un recipiente hacia la pared del altar debajo de la mitad,
hacia sus esquinas. El rabí Shabtai Bass7 explica que la sangre fue rociada en dos
esquinas del altar, la noreste y la suroeste. Así la sangre fue rociada en los cuatro lados
del altar por medio de dos rociamientos. Este rociamiento sobre el altar representa el
momento cuando Mashíaj murió.
1:6 “Después desollará la ofrenda de ascensión y la cortará según sus cortes.” (LBLA
revisada) – No se ofrece todo el animal de en un momento, sino poco a poco, según sus
cortes. Esto implica que hay cortes específicos propios del animal. Según el Talmud,8
estos cortes son diez. De la misma manera, cuando hay una entrega total del ser humano,
el Eterno va reclamando poco a poco de él para que sea consagrado para el uso exclusivo
de él.
1:7 “Y los hijos del sacerdote Aharón pondrán fuego en el altar, y colocarán leña sobre el
fuego.” (LBLA revisada) – Según el Midrash, el fuego nunca dejó de estar encendido
sobre el altar hasta que fue construido el templo en Yerushalayim. Ese fuego había caído
del cielo. Cuando el templo de Shelomó fue construido cayó fuego de nuevo del cielo
sobre el altar. Los sacerdotes mantenían el fuego todo el tiempo. Ese fuego cesó en los
días del rey Menashé. Sin embargo, la Torá misma dice aquí que los sacerdotes tienen el
mandamiento de poner leña y encender fuego sobre el altar, trayéndolo de lo que era
común (Rashí).
El fuego es una clase de energía. Para que un sacrificio sea aceptable tiene que ser dado
con gozo, entusiasmo, con un fuego en el corazón, que es el fuego del amor, como está
escrito en Cantar de los cantares 8:6-7:
Ponme como sello sobre tu corazón, como sello sobre tu brazo, porque fuerte como la
muerte es el amor, inexorables como el Sheol, los celos; sus destellos, destellos de
fuego, la llama del Eterno. Las muchas aguas no pueden extinguir el amor, ni los ríos
lo anegarán; si el hombre diera todos los bienes de su casa por amor, de cierto lo
menospreciarían.” (LBLA revisada)
Esto nos enseña que Yeshúa murió con un espíritu  gozo a pesar de la tortura de su carne y con un fuego de amor en su corazón.
Esto también se ve en el Salmo 118:24 que él cantó en el día cuando murió, cf. Mateo
26:30. Lo mismo pasó con la akedá, atadura, de Yitsjak; tanto Avraham como Yitsjak
estaban gozosos en sus corazones en el momento del sacrificio, cf. Génesis 22. Los
sacrificios sólo son aceptadas cuando está el fuego del gozo y el amor en el corazón. Por
esto no se podía ofrecer vino sin alcohol en el templo, tenía que ser fermentado, tenía
que tener “fuego”, cf. Números 28:7.
1:8 “Luego los sacerdotes hijos de Aharón arreglarán las piezas, la cabeza y el sebo sobre la
leña que está en el fuego sobre el altar.” (LBLA revisada) – Lo primero que se ofrece del
animal, a parte de la sangre, es la cabeza. La primera letra del alfabeto hebreo es la alef,
7 Siftei Jajamim.
8 Tamid 4:2 y Yomá 25b.
que significa “cabeza de toro”, “uno” y “lo primero”. Así que lo primero que se da es la
cabeza. La cabeza del toro representa la mente del hombre, que es lo que primero hay
que entregar a l Creador para ser quemada, como está escrito en Romanos 12:1-2:
Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias de Eloha que presentéis
vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Eloha, que es vuestro culto
racional (de la cabeza). Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la
renovación de vuestra mente (en la cabeza), para que verifiquéis cuál es la voluntad de
Eloha: lo que es bueno, aceptable y perfecto.” (LBLA).
el sebo sobre la leña” – El sebo es un tipo de grasa que protege las entrañas. Hay tres
tipos de grasa en el cuerpo:
La energía acumulada en forma de grasa, principalmente debajo de la piel.
La grasa colorada que produce calor en el cuerpo. La grasa colorada quema las
calorías de los alimentos. Los bebés tienen mucha grasa colorada. Una persona
que se engorda sin comer muchas calorías, tiene falta de grasa colorada en su
cuerpo. Una persona que come mucho y no engorda tiene mucha grasa colorada
en su cuerpo.
El sebo que cubre las entrañas con fin de protegerlas de golpes y vibraciones
dañinas.
El sebo que protege las entrañas es el que se ofrece en el altar. Se coloca encima de la
cabeza del toro para cubrir el corte. Según Rashí, es para mostrar respeto hacia el
Altísimo.
1:9 “Pero las entrañas y las patas las lavará él con agua. Y el sacerdote lo quemará todo
sobre el altar como ofrenda de ascensión; es ofrenda encendida de aroma agradable
para el Eterno.” (LBLA revisada) – Las entrañas y las patas son lavadas en agua y luego
quemadas en el fuego del altar. Entonces el sacrificio es agradable para Adonai. No es
que el Creador esté disfrutando del sacrificio de un animal inocente que es quemado
hasta ser calcinado. Él no es sádico. Tampoco tiene necesidades de los sacrificios, como
está escrito en el Salmo 50:7-13:
Oye, pueblo mío, y hablaré; Israel, yo testificaré contra ti. Yo soy Eloha, tu Elohim. No te
reprendo por tus sacrificios, ni por tus ofrendas de ascensión, que están continuamente
delante de mí. No tomaré novillo de tu casa, ni machos cabríos de tus apriscos. Porque
mío es todo animal del bosque, y el ganado sobre mil colinas. Toda ave de los montes
conozco, y mío es todo lo que en el campo se mueve. Si yo tuviera hambre, no te lo diría
a ti; porque mío es el mundo y todo lo que en él hay. ¿Acaso he de comer carne de toros,
o beber sangre de machos cabríos?” (LBLA)
Él olor grato delante de él no mana del animal cruelmente sacrificado, sino del corazón
de la persona que lleva el sacrificio a HaShem. Si el corazón del hombre no está
entregado a Él, su sacrificio no es agradable. Por esto está escrito que HaShem miró con
agrado a Hevel y a su ofrenda. En primer lugar miró al hombre y luego miró a su
ofrenda. La ofrenda es una expresión de un corazón que ama.
Por otro lado podemos destacar la ofrenda del Mesías Yeshúa que está simbolizada por
todos los sacrificios. Al ver el animal sacrificado de la manera correcta, HaShem se
acuerda del sacrificio de su Hijo y, de esta manera, Él se agrada, porque el resultado de
ese sacrificio es inmensamente positivo para toda la creación.
Aplicación personal de la ofrenda de ascensión
La olá representa la entrega total de nuestras vidas. Le damos todo lo que somos al
Eterno. Nos damos a nosotros mismos a Él. No damos en primer lugar lo que tenemos
o lo que podamos lograr, sino a nosotros mismos como ofrenda de ascensión, para ser
consumidos delante de Él y no tener nada para nosotros mismos. No nos pertenecemos.
En el momento de la entrega somos presentados ante Él, para luego, poco a poco,
experimentar la olá, empezando por darle nuestra vida, representada por la sangre.
Después de darle nuestra vida, Él nos va partiendo en trozos. Primero toma nuestra
cabeza, nuestra mente, y la quema hasta que no quede nada de lo nuestro. Entonces
nuestra oración será “No se haga mi voluntad sino la tuya. Las cosas no son de la
manera que yo las entiendo, sino según lo que tú entiendas y según están reveladas en tu
Torá.”
El siguiente paso del sacrificio de nuestro ser es cuando es quitado el “sebo”, aquella
protección que cubre nuestras entrañas (nuestros motivos, intenciones y sentimientos).
De esa manera somos hechos vulnerables. Nuestra insensibilidad hacia lo divino es
eliminada. Esto se puede comparar con la circuncisión del corazón, cf. Deuteronomio
10:16. También puede ser comparado con la eliminación del muro de protección de
argumentos alrededor de las emociones y la mente de una persona, como está escrito en
2 Corintios 10:3-6:
Pues aunque andamos en la carne, no luchamos según la carne; porque las armas de
nuestra contienda no son carnales, sino poderosas en Eloha para la destrucción de
fortalezas; destruyendo especulaciones y todo razonamiento altivo que se levanta contra
el conocimiento de Eloha, y poniendo todo pensamiento en cautiverio a la obediencia del
Mesías, y estando preparados para castigar toda desobediencia cuando vuestra
obediencia sea completa.” (LBLA revisada)
Este texto nos enseña que toda desobediencia en la sociedad puede ser combatida y
destruida por una comunidad que ha tenido la experiencia de la olá, el sacrificio de
ascensión, una entrega total, en la cual los argumentos de desobediencia han sido
quemados en el fuego divino. El mundo está como está por la falta de obediencia en las
comunidades de los hijos de Adonai.
El siguiente paso de la ofrenda de ascensión es que las entrañas y las patas son lavadas
en agua, lo cual representa el proceso de purificación por la Torá, como está escrito en
Juan 15:3:
Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado.” (LBLA)
En Efesios 5:26 está escrito:
para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra
(LBLA)
Las entrañas representan los motivos, las emociones, los deseos etc. Las patas
representan nuestra conducta, el caminar, nuestro estilo de vida. Nuestros motivos y
nuestra conducta tienen que ser purificados por la Torá para poder ser ofrecidos delante
del Eterno como un olor agradable. El Eterno nunca acepta nuestros deseos sin haberlos
purificado por la Torá. Tampoco acepta nuestro estilo de vida sin la purificación por la
Palabra. Todo tiene que pasar por una corrección, mediante el proceso del estudio de la
Torá dirigido por el Espíritu de Adonai En las Escrituras, tanto la Torá como el
Espíritu son simbolizados por el agua.
En la olá, todo tiene que ser quemado. Esto significa que no puedes dejar nada de tu
vida para ti mismo si vas a ser agradable para el Eterno. Todo tiene que ser entregado tu
Padre celestial, pieza por pieza.
Cuando te presentas al Eterno por primera vez con alegría y con el deseo de servirle y
ser su siervo y su amigo, Él recibe tu vida. Te da una vida nueva en lugar de la que tú le
entregaste. Esa vida nueva es la vida de resurrección por medio de Yeshúa el Mesías.
Luego te va reclamando parte por parte, profundizando la entrega hasta que no quede
nada de ti mismo, y sólo dependas de la nueva vida de resurrección que hay en Mashíaj.
Cuando hayas llegado a ese nivel de la ofrenda de ascensión estás sintiendo y diciendo
que tu vida no significa nada para ti, como está escrito en Hechos 20:24:
Pero en ninguna manera estimo mi vida como valiosa para mí mismo, a fin de poder
terminar mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Yeshúa, para dar testimonio
solemnemente de las buenas nuevas de la gracia de Dios.” (LBLA revisada)
En Mateo 10:39 está escrito:
El que ha hallado su vida, la perderá; y el que ha perdido su vida por mi causa, la
hallará.” (LBLA)
En Lucas 22:42 está escrito:
diciendo: Padre, si es tu voluntad, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi
voluntad, sino la tuya.” (LBLA)
YESHUA EL SACRIFGICIO PERFECTO
En Romanos 3:25-26 está escrito:
“a quien Eloha exhibió públicamente como propiciación por su sangre a través de la fe,
como demostración de su justicia, porque en su tolerancia, Eloha pasó por alto los
pecados cometidos anteriormente, para demostrar en este tiempo su justicia, a fin de
que Él sea justo y sea el que justifica al que tiene fe en Yeshúa.” (LBLA revisada)
Sin la muerte de Yeshúa no se manifiesta la justicia perfecta del Eterno ni su
misericordia perfecta. Por medio de los sacrificios en el templo Eloha perdonó por
causa del sacrificio eterno de Yeshúa cuando vio la sinceridad del corazón arrepentido
del hombre al ofrecer el sacrificio por el pecado y por la culpa. La base del perdón
eterno es la muerte de Yeshúa. Los sacrificios por el pecado y por la culpa son sombras
de, recuerdos de y puntos de contacto con el verdadero sacrificio. El verdadero sacrificio
no elimina las sombras. Las sobras dan profundidad a una imagen. El Eterno nos dio las
sombras para ampliar nuestro conocimiento de la profundidad de la muerte de nuestro
amado Mashíaj.
Tenemos varios ejemplos de cómo los seguidores del Mesías sacrificaban en el templo
después de la resurrección, cf. Mateo 5:18; Hechos 21:20; Números 6:1-21;
24:17-18. Como ninguna cosa de la Torá será anulada por el Mesías hasta que pasen los
cielos y la tierra, los sacrificios serán restablecidos en el templo edificado por el Mesías
Yeshúa en su segunda venida, cf. Ezequiel 43:18-27, 44:27-29, 45:17, 46:13-15. Esto
significa que habrá sacrificios de animales, incluso de pecado y culpa, durante el reinado
mesiánico, el milenio.
De los 613 mandamientos que hay en la Torá, aparecen tres en Bereshit y 111 en Shemot,
sumando 114. En el libro de Vayikrá hay 247 mandamientos, 95 positivos y 152
negativos.

Extraído. Escritos de Dr. K. Blad
Adaptado por: HOSHEA ben Yisrael


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