Parashá 40 Balak - Números 22:2 – 25:9
Para ser compartida Shabat 17 Tammuz 5778 – 30 Junio 2018
Aliyás de la Torá:
1. 22:2-12
2. 22:13-20
3. 22:21-38
4. 22:39 – 23:12
5. 23:13-26
6. 23:27 – 24:14
7. 24:15 – 25:9
Haftará: Miqueas 5:6 – 6:8
Brith Hadasha (HaTsofen HaMaljutí): Juan 13:1 – 14:31
Balak Significa “devastador”
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Primera aliyá, 22:2-12
22:2 “Y Balak, hijo de Tsipor, vio todo lo que Israel había hecho a los amorreos.” – Balak era el rey de Moav. Su nombre significa “devastador”. Según el Midrash, Balak fue elegido rey en este momento por causa de la situación de emergencia por el temor a los hijos de Israel, aunque él no era de linaje real, sino un mero noble, ni era un moabita nativo, sino un midianita. Su fama de ser un poderoso héroe de guerra y mago superior causó que los moabitas le pusieran como su rey. Este rey de Moav no había permitido a los hijos de Israel cruzar su territorio. Por eso los hijos de Israel dieron un rodeo. Tampoco tenían permiso de El Eterno para conquistar el territorio de Moav, porque fue dado a los hijos de Lot, según Deuteronomio 2:9. De esto aprendemos que El Eterno reparte las tierras a los pueblos, cf. Deuteronomio 2:19. En estos momentos el pueblo de Moav está molesto. Israel tomó el territorio que ellos habían tenido y que el rey de los amorreos le había quitado. Parece ser que el rey de Moav quiere retomar ese terreno y por eso acude a un profeta gentil por medio del cual intenta maldecir al pueblo de Israel, para así poder hacer guerra contra él y expulsarlo de la tierra de los amorreos y retomar ese terreno.
22:3 “Entonces Moav tuvo mucho temor a causa del pueblo, porque eran muchos; y Moav tuvo miedo ante los hijos de Israel.” – Dos veces la Torá repite que Moav tenía temor. Esto significa que el pueblo tuvo muchísimo miedo. Según Rashí, los dos gigantes, Sijón y Og, habían sido protectores de las demás naciones circunvecinas y ahora los hijos de Israel habían conquistado a ambos. Si pudieron derrotar a los gigantes les será más fácil hacer guerra contra los demás pueblos de alrededor.
22:4, 7 “Y Moav dijo a los ancianos de Madián: Esta multitud lamerá todo lo que hay a nuestro derredor, como el buey lame la hierba del campo. Y en aquel tiempo Balak, hijo de Tsipor, era rey de Moav… Y los ancianos de Moav y los ancianos de Madián fueron con el precio de la adivinación en la mano; y llegaron a Bilam, y le repitieron las palabras de Balak.” – Los dirigentes de las dos naciones Moav y Madián se unieron contra Israel y fueron a hablar con Bilam, que era conocido como un profeta, o un mago, con éxito. Cuando él hablaba se cumplía. Según Rashí, el rey de los amorreos anteriormente había alquilado a Bilam para maldecir a los moabitas para que los pudiera expulsar de ese territorio que luego llego a ser de los hijos de Israel, desde el río Arnón hacia arriba incluyendo la ciudad de Jeshbón. Esta idea se saca de la palabra que se encuentra en el versículo 6: “yo sé…” Esto lo sabía el rey de Moav por experiencia.
Por medio del profeta, El Eterno nos dice que debemos recordar lo que pasó con Balak y Bilam. Por lo tanto este suceso es una de las cosas más importantes en la historia de nuestro pueblo, como está escrito en Miqueas 6:5: “Pueblo mío, acuérdate ahora de lo que maquinó Balak, rey de Moav, y de lo que le respondió Bilam, hijo de Beor, desde Shitim hasta Guilgal, para que conozcas las justicias de El Eterno.”
22:5 “Y envió mensajeros a Bilam, hijo de Beor, en Petor, que está cerca del río, en la tierra de los hijos de su pueblo, para llamarlo, diciendo: Mira, un pueblo salió de Mitsrayim y he aquí, cubren la faz de la tierra y habitan frente a mí.” – La palabra hebrea que ha sido traducida como “mensajeros” es “malajim”, que significa “ángeles”, “emisarios”, “enviados”, “mensajeros”. Vemos que el término “malaj” no es sólo una referencia a seres superiores sino que también puede aplicarse sobre hombres. La palabra “malaj” nos designa una esencia de un tipo de ser creado, sino una función. Un malaj es uno que ha sido enviado por un superior.
22:6 “Ven ahora, te ruego, y maldíceme a este pueblo porque es demasiado poderoso para mí; quizá pueda derrotarlos y echarlos de la tierra. Porque yo sé que a quien tú bendices es bendecido, y a quien tú maldices es maldecido.” – Balak quiso derrotar y echar a Israel de la tierra, pero como había mostrado su poder militar contra los pueblos de los dos gigantes, ahora acudió a la brujería. La estrategia del enemigo es triple:
o Usar la fuerza militar y física para obligarnos a someternos.
o Usar la magia, la fuerza espiritual y sicológica para dominarnos.
o Usar nuestras pasiones y atraernos al pecado con comidas y sexo y destruirnos desde dentro con las costumbres e ideas de las religiones gentiles.
En este caso no hubo éxito con los dos primeros, pero en el tercer punto cayó Israel.
22:11 “Mira, el pueblo que salió de Mitsrayim cubre la faz de la tierra; ven ahora, maldícemelos; quizá yo pueda pelear contra ellos y expulsarlos.” – Aquí vemos la actitud enemistosa típica de los pueblos que rodean a Israel. Quieren maldecirlos, pelear contra ellos expulsarlos. Lo mismo sucede hoy en día en los pueblos que rodean a Israel. Están haciendo exactamente lo mismo. La historia no ha cambiado en 3000 años.
22:12 “Y Eloah dijo a Bilam: No vayas con ellos; no maldecirás al pueblo, porque es bendito.” – La bendición y la maldición son incompatibles. A una persona que ha sido bendecida por el Eterno le es difícil transmitir una maldición. La bendición es como un escudo de protección contra las fuerzas del mal. Sin embargo, una persona que ha sido bendecida podrá ser alcanzada por la maldición en áreas donde hay desobediencia. La bendición puede operar en ciertas áreas de su vida, pero la maldición puede operar en aquellas áreas de su vida donde la Torá no es obedecida.
El nombre hebreo Bilam, se escribe con las letras: bet, lamed, ayin y mem. Como el texto original no tiene vocales es posible entender su nombre también como “bli am”, que significa “sin pueblo”. Este era uno de los problemas de Bilam, que no estaba en el pueblo de Israel. Él podía haber hecho como Yitró y unirse al pueblo, pero prefirió no ser parte del pueblo de Israel. Él era un profeta solitario. El Eterno le había dotado con una capacidad natural para poder recibir y transmitir palabras de profecía pero él no usó ese don para el bien común, sino para sus propios beneficios. Bilam no dirigía ningún pueblo.
Los rabinos dicen que él podía haber llegado a ser para los gentiles lo que Moshé era para los hijos de Israel. Podía haber sido uno de los personajes más influyentes en el mundo gentil, por el don de profecía que tenía. Pero era un hombre caído que iba detrás de ganancias monetarias y honra de los hombres importantes de este mundo, y eso fue su ruina.
Segunda aliyá, 22:13-20
22:13 “Bilam se levantó de mañana y dijo a los jefes de Balak: Volved a vuestra tierra, porque El Eterno ha rehusado dejarme ir con vosotros.” – Bilam conocía al Eterno, y lo llama “mi Elohim”, cf. v. 18. La fuente de su profecía no fue demoníaca, sino del Espíritu de Eloah, cf. 24:2. Por esta razón, su influencia espiritual era más fuerte que si hubiera usado poderes satánicos.
Recordemos que hasatán no puede crear, y por eso las manifestaciones sobrenaturales de él son perversiones de lo auténtico que viene de El Eterno. Por ese motivo la actividad de Bilam puede ser comparada con la magia.
La fuente de la magia y la adivinación es hasatán, y la fuente de la profecía es El Eterno. Pero cuando se usa la profecía de El Eterno con motivos personales y manipuladores, se convierte en brujería. Así que, la línea divisoria entre un profeta verdadero y un profeta falso es a veces difícil de descubrir. Todos los que tiene éxito en las prácticas ocultas tienen un don natural dado por El Eterno que les hace sensibles para recibir los impulsos que hay en el mundo espiritual. Cuando estas personas se vuelven al Eterno y se arrepienten de sus pecados, permanece su capacidad para ser sensible espiritualmente. Esto significa que podrán ser muy utilizados por el Espíritu de El Eterno, pero también pueden ser influenciados por los malos espíritus si no se cuidan. La razón principal para entrar en el mundo oculto es el afán por el poder. Los demonios dan poderes. Ahora, cuando una persona que ha estado en ese mundo se humilla ante El Eterno y recibe el perdón y la limpieza de sus pecados por medio de la sangre del Mesías Yeshúa, todavía sigue recibiendo tentaciones para ejercer poderes sobre otros, cf. Hechos 8:19.
Nuestro Rebe Yeshúa nos advirtió según está escrito en Mateo 7:15-20:
“Cuidaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así, todo árbol bueno da frutos buenos; pero el árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado al fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis.”
Si los falsos profetas fueran fáciles de distinguir no haría falta una advertencia contra ellos. El hecho de advertirnos que debemos tener cuidado con ellos nos enseña que no es fácil saber si un profeta está hablando de parte de El Eterno o de parte de un espíritu engañoso. Aparentemente los mensajes de los falsos profetas son buenos. Lo importante para nosotros es mirar el fruto de la influencia de ese profeta. ¿Cómo es su conducta? ¿Cómo es su vida moral, sexual y económica? ¿Cómo habla en la intimidad? ¿Cómo viven sus seguidores? ¿Cómo está su familia, su esposa y sus hijos? ¿Qué dice su esposa de él? ¿Qué dicen sus hijos de su padre? Todas estas cosas, y otras, son los frutos de la vida de ese profeta. Yeshúa dijo: “por los frutos los conoceréis”.
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¿PROFETA O HECHICERO?
¿Quién era este Bilam que se propuso maldecir a Israel, pero el Señor Tu Eloha, te convirtió la maldición en bendición? ¿Era el profeta tal como atestiguo sobre sí mismo (24, 4). “El que oye las palabras de Eloha” o era uno de los adivinos de su época, como fue denominado en el libro de Yehiosua (13, 22); “Bilam hijo de Beor el adivino”? comenzaremos comparando la inspiración profética de los profetas de Israel, y la revelación de la palabra del Eterno a Bilam, en su primera expresión.
¿Qué leemos con respecto a los profetas de Israel?:
Tuve pues revelación del Señor que decía: Yirmeyahu 1,4
El sacerdote Yejezquel hijo de Buzi, tuvo revelación del Señor. Yejezquel 1,3
Palabra del Señor que fue a Hoshea hijo de Beeri. Hoshea 1,1
Palabra del Señor que fue a Yoel hijo de Petuel. Yoel 1,1
Mas aun sobresale la expresión que se repite constantemente en Yejezquel:
Y estuvo allí sobre el la mano de Dios.
Contrasteremos estas citas con los primeros versículos que hablan de las preparaciones preliminares de Bilam para percibir la palabra de Dios:
Entonces dijo Bilam a Balak:
“Edificame aquí siete altares y tenme prevenidos aquí siete toros y siete carneros” 23,1
E hizo Balak como había dicho Bilam.
Y ofrecieron Balak y Bilam un toro y un carnero sobre cada altar. 23,2
Luego Bilam dijo a Balak:
“Ponte junto a tu holocausto, en tanto yo me vaya; por si acaso el Señor se me apareciere; y cualquier cosa que el me revelare, te lo avisare”; se fue pues, al paramo 23,3
Similares son las disposiciones con las que se preparó para percibir la revelación de Dios en la segunda oportunidad.
… Y ofrecio un toro y un carnero sobre cada altar. 23,14
Y el dijo a Balak; “Ponte aquí junto a tu holocausto, mientras yo procuro encontrarme (con El) alla”. 23,15
Y vino el Señor a encontrar a Bilam. 23,16
¿Qué sobresale de esta conspiración? Los profetas de Israel no persiguen la profecía. Por el contrario, si observásemos detenidamente los capítulos 3 y 4 del libro de Shemot, y el primero del libro de Yirmeyahu, veremos, que ellos huyen de la profecía, que tratan de rebelarse contra este yugo, contra la profecía que les fue impuesta de improvisto desde el cielo, que no fue buscada, ni solicitada por ellos, y que los poseyó a pesar suyo y en contra de su voluntad. Lucharon contra aquella mano que se apodero de ellos lanzándolos en esa empresa descomunal, mas todo fue inutili.
Por el contrario, Bilam busca la profecía, la persigue, trata por medios mágicos de hacerla venir a el, forzándola. Con siete 3 y 4 usando sortilegios, y reclusión solitaria.
Ya anoto Ramban en su comentario a Vayicra, que el sacrificio aceptado por el Señor , es aquel que se ofrece con intensión de elevarse y con el, el hombre desea “merecer la aproximación de Dios”. Por el contrario Bilam, deseaba forzar mediante los sacrificios que la revelación de Dios se pose sobre el. Deseaba unir a el la voluntad divina”, tuvieron éxito los medios mágicos empleados por Bilam? ¿Qué significa? Y el Señor puso palabra en boca de Bilam? (23,5)? Los sabios ya discutieron el tema.
Leemos en Sanhedrin 106 b;
“Y el señor puso palabra en boca de Bilam”- Rabi Eliezer dice “Un Angel”, Rabi Yonathan dice; “un Anzuelo”.
Es evidente que en opinión de Rabi Eliezer, Bilam fue guiado desde el cielo para bendecir y no para maldecir, su entendimiento fue iluminado para poder ver correctamente. Mas a opinión de Rabi Yonathan, se vio llevado a pesar suyo a bendecir, mientras el mismo sufria y se angustiaba cual pez atrapado por el anzuelo, que trata de volver a su medio y vivir cual su deseo; mas he aquí que la voluntad ajena –del pescador – se impone. Esta es también la opinión de los sabios en Bamidbar Raba (20,16)
Torcio su boca, Torciola como el hombre que fija un clavo en una tabla.
Según esta opinión Bilam no tuvo ninguna participacion en las bendiciones. No la entono. No las recito, ni siquiera actuo como instrumento musical que cuando se ejecuta con el, agrega un eco y resonancia, y acompaña con sus notas a las que el instrumentista ejecuta. Empero menos extremista es la posición de Ramban, que explica la expresión “puso palabra en boca de Bilam”, no como compulsión externa, no como violación en la que Bilam no tomo parte, sino como una enseñanza de Dios para que este no olvide, ni pierda palabra. Mas Ramban en su “Guia de los Descarriados”, luego de explicar una de las mas inferiores categorías de profecía, el poder que lleva a las personas a decir cosas sabias, o consejos razonables, sobre quienes “se dice que hablan con inspiración divina”, agrega que tambien Bilam pertenecia a esta categoría “en su buena época”. Esto lo que leemos: “y el señor puso palabras en boca de Bilam” sea como fuese, notamos que Bilam sabia muy bien que sus preparativos y sus intenciones no eran gratos a los ojos de Dios.
Observación esta que fue hecha por los sabios en Bamidbar Raba (20,16):
“Y el Señor apareció a Bilam”. Dijole: ¡malvado! ¿Qué haces?. Contestole: “he arreglado los siete altares”.
Esto es similar al caso del cambista que falsea las pesas, con las cuales pesa las monedas. Apareció el mercader y lo noto. Dijole: “falseas las pesas”. Respondiole: “Ya he enviado un presente a tu casa”. De esta forma se comportó Bilam. El espíritu divino le dijo: ¡malvado! ¿Qué es lo que haces? Y el respondiole:
“he arreglado los siete altares”
Los comentaristas destacaron otras diferencias entre Bilam y los profetas de Israel. Estos basan sus palabras repetidas veces sobre la expresión; “Dijo Dios”. Solo esto – el origen divino de sus profecías – les da la autoridad y la posibilidad de profetizar, y solo sobre esa fuente divina basa sus pretensiones de ser escuchados – “Pues la boca de Dios ha hablado”.
Mas Bilam en sus dos ultimas parabolas, comienza:
Esta es la palabra de Bilam hijo de Beor, y esta es la palabra del varon, cuyos ojos están abiertos. 24,3
Y el mismo temor nuevamente (verso 15), el, su nombre, el nombre de su padre, y el calificativo de su propio carácter, al cual se refieren sus palabras.
De todos modos, tanto si interpretamos la locución “y el señor puso palabra en boca de Bilam” refiriéndose a un angel, tanto lo referimos al anzuelo en las dos primeras oportunidades (23,5; 23,16)
Sin embargo en la tercera oportunidad esta claro que se produjo un cambio, en sus preparativos, en su aprehensión de la palabra de Dios. Y en la forma como le apareció la palabra divina.
Empero como hubiese ya visto Bilam que era el agrado de Dios bendecir a Israel., no se fue, como las, otras veces, a buscar maleficios, sino se dirigió hacia el desierto. 24,1
Luego alzo Bilam los ojos, y vio a Israel acampado conforme a sus tribus; y estuvo sobre El el espíritu de Dios. 24,2
Y asi lo explico esto Rashbam:
“Y no se fue como las otras veces a buscar maleficios,”, probando distintos lugares y tratando de maldecirlos, mas ahora decidió bendecirlos con todo el corazón. Y por ello esta escrito; “Y estuvo sobre El El espíritu de Dios”, que poso sobre el con amor y cariño.
A pesar de todo, un espíritu de pureza, un espíritu de verdadera bendición palpita en estas palabras suyas, y por ello mereció Bilam que sus palabras fuesen fijadas al comienzo de nuestras plegarias.
Shabat Shalom
Recopilado por Shimon Ben Yosef
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