Parashá 39 Jukat. Números 19:1 – 22:1
Para compartir shabat 03 Tammuz 5782 /02
Julio 2022.
Aliyás de la Torá.
- 19:1-17
- 19:18
– 20:6
- 20:7-13
- 20:14-21
- 20:22
– 21:9
- 21:10-20
- 21:21
– 22:1
Haftará: Jueces 11:1-33
El Código Real (HaTsofen HaMaljutí): Juan 11:1
– 12:50
Jukat. Significa “estatuto de”.
Hermanos en esta sección de
1
Instrucciones Acerca de
2 El pecado de Moshé en las aguas de la rencilla: Capítulo 20:1-13.
3 El rechazo de los hijos de Edom hacia Israel: Capítulo 20:14-21.
4 La muerte de Aharón, hermano de Moshé: Capítulo 20: 22-29.
5 Derrota de los cananeos: Capítulo 21:1-3.
6 La serpiente de bronce levantada por Moshé: Capítulo 21:4-9.
7 Aproximación de los hijos de Israel a la tierra prometida: Cap. 21:10-20
8 Derrota de dos reyes y acercamiento a Jericó: Capítulo 21:21-22:1
Hoy Les
invito a considerar conmigo, los siguientes temas: Instrucciones Acerca de
la Purificación. El pecado de Moshé en las aguas de la rencilla. Y
La serpiente de bronce levantada por Moshé. Para como siempre descubrir una serie de ricas
enseñanzas para cada uno de nosotros como israelitas mesiánicos del pacto
renovado.
1.-
Instrucciones Acerca de
Esta sección nos habla de un tema que hoy en día es muy popular en
Israel y en el mundo: la vaca roja.
Miremos cuidadosamente
"YHVH habló a Moisés y a
Aarón, diciendo: Esta es la ordenanza de la ley que YHVH ha prescrito,
diciendo: Di a los hijos de Israel que te traigan una vaca alazana, perfecta,
en la cual no haya falta, sobre la cual no se haya puesto yugo; y la daréis a
Eleazar el sacerdote, y él la sacará fuera del campamento, y la hará degollar
en su presencia. Y Eleazar el sacerdote tomará de la sangre con su dedo, y
rociará hacia la parte delantera del tabernáculo de reunión con la sangre de
ella siete veces; y hará quemar la vaca ante sus ojos; su cuero y su carne y su
sangre, con su estiércol, hará quemar. Luego tomará el sacerdote madera de
cedro, e hisopo, y escarlata, y lo echará en medio del fuego en que arde la
vaca. El sacerdote lavará luego sus vestidos, lavará también su cuerpo con
agua, y después entrará en el campamento; y será inmundo el sacerdote hasta la
noche.
Asimismo el que la quemó lavará
sus vestidos en agua, también lavará en agua su cuerpo, y será inmundo hasta la
noche. Y un hombre limpio recogerá las cenizas de la vaca y las pondrá fuera
del campamento en lugar limpio, y las guardará la congregación de los hijos de
Israel para el agua de purificación; es una expiación. Y el que recogió las
cenizas de la vaca lavará sus vestidos, y será inmundo hasta la noche; y será
estatuto perpetuo para los hijos de Israel, y para el extranjero que mora entre
ellos."
LA
VACA ROJA - EL INGREDIENTE QUE FALTA
Qué tiene que ver una vaca roja con todo esto?
Quizás
para algunos sea difícil comprender que una vaca pueda ser tan importante. Pero
de hecho, el destino del mundo entero depende de la vaca roja.
El
Eterno nuestro Eloha ordenó que sus cenizas son el único ingrediente apto para
el restablecimiento de la pureza de la Torah - y después, la reconstrucción del
Templo Sagrado. Y como veremos en esta parasha, las cenizas de la vaca roja
rectifican el desperfecto humano más básico: la desesperación. La desesperación
que produjo la pérdida del Templo y la Presencia Divina entre nosotros.
La purificación a través de la vaca roja nos recuerda que el ser humano tiene
el potencial para sobrepasar su existencia física transitoria, con todo su
sentido falso de desesperanza y miseria: la "impureza" de la muerte.
Este es el rol del Tercer Templo para toda la humanidad, y esta es la visión
Mesiánica del futuro: la llamada para vivir una vida eterna, libre de la farsa
y la desdicha… que son las condiciones humanas en que se encuentran tantas
personas. La llamada para la verdadera alegría vivir la vida plenamente - con
el conocimiento verdadero de El Eterno nuestro Eloha.
La orden Divina con respecto a la vaca roja, fuera del alcance del frágil intelecto
del hombre con todos los detalles de su preparación y la ceremonia, llama a
Israel y a todos los que procuran adherirse a la Torah viva del Eloha de
Israel: ¡"Purificaos! ¡Sacudíos de vuestra desesperación! ¡La muerte es
una ilusión"! Así está escrito, “Pero vosotros que estáis apegados a El
Eterno, vuestro Eloha/Dios, estáis todos vivos hoy." (Deut. 4:4)
El Misterio de la vaca roja está por encima de la comprensión humana. Los
grandes Sabios de Israel consideran este precepto como el misterio más profundo
de la Toráh, ya que lo rodea una gran contradicción enigmática: aunque las
cenizas de la vaca roja tengan el poder inexplicable para purificar a todos los
que han sido considerados impuros, el contacto con las mismísimas cenizas para
aquellos que están puros tiene el efecto contrario... los hace impuros!
El rey Salomón, que fue el más sabio de todos los seres humanos que jamás
vivió, comprendió cada aspecto de la creación de Elohim. La tradición relata
que él incluso conocía los idiomas de todos los animales. Mas él no pudo
entender el secreto de la vaca roja, y después de contemplarlo, él declaró
"Dije, 'llegaré a ser sabio, pero está lejos de mí'" (Ecc. 7:23).”
El mandamiento de la vaca roja es uno de esos preceptos que pertenecen a la
categoría de Jok (plural, Jukim). Estos son estatutos que Elohim decretó que no
pueden ser comprendidos por el razonamiento humano. Más bien, El requiere que
nosotros los realicemos por motivo de nuestro amor y temor hacia El. Aunque
intentemos indagar en las explicaciones de estas leyes, para encontrar alguna
alusión o el sentido de las ideas transmitidas, nosotros sabemos que al fin de
cuentas, su significado verdadero está más allá de nuestro alcance intelectual.
Los mandamientos que tienen en nombre de juk o juká, están conectados de una
manera especial con el Mesías. Como aquí tenemos la juká por excelencia, hay
una conexión muy íntima en todo este rito con el Mesías. El punto principal es este: las cenizas de la vaca roja al
mezclarse con agua, será lo único que podrán usar los sacerdotes y levitas para
su purificación a fin de estar capacitados para entrar al Templo y ministrar
delante del Eterno. Así pues, sin estas cenizas mezcladas con agua, no podrán
los sacerdotes estar listos para ofrecer los sacrificios. Consecuentemente, el
nacimiento de una vaca roja que reúna las condiciones exigidas en
Si tenemos en cuenta que según
Hermanos, El
autor de la epístola a los Hebreos explica el simbolismo que tienen este y
otros rituales físicos como anticipos (tipos) del sacrificio de Yeshua
hamashiaj y su obra intercesora como Sumo Sacerdote (del orden de melquisedec).
Se declara que el propósito del ritual de la vaca alazana era la santificación
para la purificación de la carne, destacando la superioridad de la obra del
Redentor.
Hebr 9:13-14; “Porque si la sangre de los toros y de los machos
cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los
inmundos, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la
sangre de Mashiaj, el cual mediante el Espíritu del Eterno se ofreció a sí
mismo sin mancha a Elohim, limpiará vuestras conciencias de obras
muertas para que sirváis al Eloha vivo?.
En
la actualidad reconocemos que la sangre del sacrificio de Yeshua hamashiaj
cumple de manera cabal y perfecta la santificación y purificación de la
conciencia del creyente como lo dice el versículo 14 de hebr 9.
En
relación a la aseveración de que el pueblo Judío sigue en la búsqueda de una
vaca alazana perfecta debemos entender que el mundo judío ortodoxo sigue
trabajando arduamente en el restablecimiento de los sacrificios en un futuro
templo en Jerusalén. Sus esfuerzos incluyen no sólo la preparación del cuerpo
sacerdotal para tal fin, sino también, de todos los insumos para su desarrollo,
incluido por supuesto la vaca alazana necesaria para la preparación del agua
purificadora. Algunos religiosos judíos afirman que hubo nueve vacas rojas que
fueron utilizadas para purificar al pueblo y que la décima aparecerá junto con
el Mesías.
En Levítico 3:7 está escrito: “Si ha de presentar un cordero como
su ofrenda, lo ofrecerá delante de Elohim.”
En Levítico 6:25 está escrito: “Habla a Aharón y a sus hijos y
diles: "Esta es la Toráh de la ofrenda por el pecado: la ofrenda por el
pecado será ofrecida delante de elohim en el mismo lugar donde el
ofrenda de ascensión es ofrecido; es cosa santísima.”
Num.19:5 “Luego la novilla será quemada en su presencia; todo
se quemará, su cuero, su carne, su sangre y su estiércol.” – Toda la vaca es
quemada lo cual habla de la entrega total del Mesías Yeshúa.
Num.19:6 “Y el sacerdote tomará madera de cedro, e hisopo y
lana carmesí, y los echará en medio del fuego en que arde la novilla.” – Los
tres objetos, madera de cedro, hisopo y lana carmesí, tenían que ser añadidos
para producir las cenizas que luego fueron mezcladas con el agua para que
sirvieran de purificación. De esto se puede suponer que el madero horizontal
sobre el cual el Maestro fue colgado, era de cedro.
Es probable que Yeshúa haya
sido colgado en un árbol, en una higuera, que crecía en el monte de los Olivos.
Adam y Javá tomaron hojas de higuera en el lugar donde se introdujo el pecado,
cerca del árbol de la ciencia que probablemente estaba en el monte de los
Olivos, cf. Génesis 3:7. Yeshúa maldijo una higuera cuando pasó por ese camino
al entrar en la ciudad poco antes de su muerte, cf. Marcos 11:21. Estas cosas
indican que él posiblemente haya sido colgado en una higuera, y los dos ladrones
en el mismo árbol, uno a la derecha y otro a la izquierda, cf. Lucas 23:33. Es
lógico llegar a esta conclusión por el hecho de que cuando el soldado romano
iba a romper las piernas de los tres colgados, se fue primero a uno de los
ladrones y luego a otro, y finalmente llegó a Yeshúa y vio que ya estaba
muerto, cf. Juan 19:32-33. Si los tres hubieran estado en una línea, con Yeshúa
en medio, no tiene sentido que el soldado haya saltado sobre el Maestro para ir
de un ladrón a otro. Lo más lógico es que hayan sido colgados como en un
triangulo en el mismo árbol. El palo horizontal,
sin embargo, parece haber sido de cedro, según este texto.
El hisopo se usaba para la purificación, para rociar la sangre y el
agua. Se usó en la salida de Mitsrayim para untar sobre las puertas. Se usó en
la purificación de los “leprosos” y aquí se usa otra vez para purificar de la
contaminación de la muerte.
En Hebreos 9:19-22 está escrito:
“Porque cuando Moshé terminó de promulgar todos los mandamientos a
todo el pueblo, conforme a la Toráh, tomó la sangre de los becerros y de los
machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el libro mismo y a
todo el pueblo, diciendo: ESTA ES
En el Salmo 51:7 está escrito: “Purifícame con hisopo, y seré
limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve.”
En Juan 19:29 Está escrito: “Había allí una vasija llena de
vinagre; colocaron, pues, una esponja empapada del vinagre en una rama de
hisopo, y se la acercaron a la boca.”
El hisopo fue utilizado en relación con la muerte del Mesías conectándole
así con la liberación de Mitsrayim, la purificación de tsaráat (“lepra”) que
simboliza el pecado, la purificación de la impureza ritual producida por el
contacto con la muerte y la introducción de los hijos de Israel en el pacto.
La lana carmesí nos habla de la sangre, y alude a la muerte del
Mesías.
Num.19:9 “Entonces un hombre que esté limpio juntará las
cenizas de la novilla y las depositará fuera del campamento en un lugar limpio,
y la congregación de los hijos de Israel las guardará para el agua para la
impureza; es una ofrenda por el pecado.” – Las cenizas de la vaca roja fueron
divididas en tres partes: una parte fue puesta en el monte de los Olivos, otra
parte fue colocada en el “jel”, el área que rodeaba el atrio del templo y otra
parte fue dividida entre los 24 grupos de los sacerdotes que servían en el
templo. Según la Mishná, la parte de las cenizas que estaban en el monte de los
Olivos fue utilizada para consagrar los sumos sacerdotes para poder preparar
otras vacas rojas.
Las cenizas que fueron guardadas en el jel servían para las
generaciones futuras, según ordena este versículo. Las cenizas que estaban
entre los sacerdotes en la tierra de Israel servían para que pudieran
purificarse los hijos de Israel que estaban en las demás ciudades.
En Juan 2:1-12 está escrito:
“Al tercer día se celebró una boda en Katné de Galil, y estaba allí
la madre de Yeshúa; y también Yeshúa fue invitado, con sus discípulos, a la
boda. Cuando se acabó el vino, la madre de Yeshúa le dice: No tienen vino. Y Yeshúa
le dice: Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora.
Su madre dice a los que servían: Haced todo lo que él os diga. Y había allí
seis tinajas de piedra, puestas para ser usadas en el rito de la purificación
de los judíos; en cada una cabían dos o tres cántaros. Yeshúa les dice: Llenad
de agua las tinajas. Y las llenaron hasta el borde. Entonces les dice: Sacad
ahora un poco y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. Cuando el
maestresala probó el agua convertida en vino, y como no sabía de dónde era
(pero los que servían, que habían sacado el agua, lo sabían), el maestresala
llama al novio, y le dice: Todo hombre sirve primero el vino bueno, y cuando ya
han tomado bastante, entonces el inferior; pero tú has guardado hasta ahora el
vino bueno. Este principio de sus señales hizo Yeshúa en Katné de Galil, y
manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él. Después de esto bajó a
Kefar Najum, él, con su madre, sus hermanos y sus discípulos; pero allí no se
quedaron muchos días.”
Las seis tinajas, que fueron usadas por el Maestro para transformar
agua en vino, eran las que normalmente se usaban para la purificación de los
judíos que habían entrado en contacto con algún cadáver. Las cenizas de la vaca
roja fueron mezcladas con mucha agua. Cada tinaja contenía dos o tres cántaros.
Un cántaro equivale a unos
Num.19:16 “De igual manera, todo el que en campo abierto toque a
uno que ha sido muerto a espada, o que ha muerto de causas naturales, o que
toque hueso humano, o tumba, quedará impuro durante siete días.” – No sólo el
contacto físico con un cadáver produce impureza ritual de primer grado, sino
también por tocar hueso humano, aunque sea viejo, o pisar sobre una tumba.
Esta es la razón por la que se blanqueaban los sepulcros, para que
nadie los pisara y quedara impuro innecesariamente. Ese tipo de impureza ritual
no es eliminada al menos que uno pase por una semana de purificación y sea
rociado en el tercer día y en el séptimo día con el agua purificadora. En el
séptimo día hay que sumergirse en la mikvé y así uno se vuelve puro al caer la
tarde, cf. v. 19.
Num.19:17 “Entonces para el impuro tomarán de las cenizas de lo que
se quemó para purificación del pecado, y echarán sobre ella agua viva en una
vasija.” – Para que el agua pueda ser viva tiene que venir naturalmente de una
fuente natural, como la lluvia o una fuente subterránea. Si toca algún material
que puede volverse impuro, como metal, madera o barro, ya no es agua viva. Esto
nos explica la razón por la que guardaban esta agua purificadora en tinajas de
piedra y no de barro.
Hay varias similitudes entre la vaca roja y el becerro de oro. Al
igual que el polvo del becerro de oro que había pasado por fuego fue mezclado
con agua que fue dada a los hijos de Israel, aquí las cenizas de la vaca roja
son mezcladas con agua y luego aplicadas sobre los hijos de Israel.
Como el becerro de oro fue hecho con oro que habían aportado los
hijos de Israel, así la vaca roja es comprada del medio shekel entregado al
templo por los israelitas una vez al año.
Num.19:19 “Entonces el puro rociará sobre el impuro al tercero y al
séptimo día; al séptimo día lo purificará de la impureza, y él lavará su ropa y
se bañará en agua, y quedará limpio al llegar la tarde.” –
Sólo un hombre ritualmente limpio podrá rociar sobre los otros para
que sean purificados.
En Ezequiel 36:24-30 está escrito:
“Porque os tomaré de las naciones, os recogeré de todas las tierras
y os llevaré a vuestra propia tierra. Entonces os rociaré con agua limpia y
quedaréis limpios; de todas vuestras inmundicias y de todos vuestros ídolos os
limpiaré. Además, os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de
vosotros; quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de
carne. Pondré dentro de vosotros mi espíritu y haré que andéis en mis
estatutos, y que cumpláis mis ordenanzas poniéndolas por obra. Habitaréis en la
tierra que di a vuestros padres; y seréis mi pueblo y yo seré vuestro Eloah. Os
libraré de todas vuestras inmundicias; llamaré al trigo y lo multiplicaré, y no
traeré hambre sobre vosotros. Y multiplicaré el fruto de los árboles y el
producto del campo, para que no recibáis más el oprobio del hambre entre las
naciones.”
Se necesita una semana para purificarse del efecto de la muerte. En
el octavo día uno ya está limpio. De la misma manera el mundo pasará por 7000
años de proceso de purificación, y después habrá justicia, sin muerte. El
tercer día corresponde al tercer milenio desde Adam, cuando los hijos de Israel
salieron de Mitsrayim y recibieron la Toráh que purifica. Para el séptimo
milenio vendrá el Mesías para purificar, no solamente a los que han tocado los
muertos, sino a los muertos mismos que serán resucitados. Aquí se habla de dos
momentos muy importantes en la historia, la primera y la segunda redención, en
el tercer milenio y en el séptimo.
Num.19:20 “Pero el hombre que sea impuro y que no se haya
purificado a sí mismo de su impureza, esa persona será cortada de en medio de
la asamblea, porque ha contaminado el santuario de yhwh; el agua para la
impureza no se ha rociado sobre él; es impuro.” – La pena de karet sólo cae
sobre la persona que haya entrado en el santuario en el estado de impureza.
Num.19:21 “Por tanto será estatuto perpetuo para ellos. Y el que
rocíe el agua para la impureza lavará su ropa, y el que toque el agua para
impureza quedará impuro hasta el atardecer.” – Todos los que estaban preparando
las cenizas de purificación se quedaron impuros en el proceso de preparación,
cf. vv. 7-8. Sin embargo, el versículo 19 habla del puro que tiene que rociar
sobre el impuro en el tercer día y el séptimo día. De ese versículo los sabios
del Talmud interpretan que el que rocíe el agua purificadora no queda impuro.
Por esto, el versículo 21 se entiende como hablando del que porte el agua y del
que toque el agua. El que porta el agua obtendrá una impureza más severa de
manera que incluso su ropa se queda impura y por lo tanto necesita ser
sumergida en una mikvé. El que sólo toque el agua no necesita pasar su ropa por
la mikvé. El que toque el agua purificadora se vuelve impuro. Es una aparente
contradicción que no tiene una explicación inmediata. Sin embargo, esto nos
habla de Yeshúa que tomó nuestro pecado y nuestra muerte de manera que quedó
impuro por causa nuestra para que nosotros pudiéramos ser purificados por medio
de él, como está escrito en 1 Pedro 1:2:
“según el previo conocimiento de Eloah Padre, por la obra
santificadora del Espíritu, para obedecer a Yeshúa el Mesías y ser rociados con
su sangre: Que la gracia y la paz os sean multiplicadas.”
En 2 Corintios 5:21 está escrito:
“Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que
fuéramos hechos justicia de Eloah en él.”
Después de la resurrección, Yeshúa el Mesías tenía que pasar los
siete cielos para así ser purificado de la impureza que había obtenido en la
muerte y poder entrar en el lugar santísimo en el Mishkan/tabernáculo
celestial, cf. Hebreos 4:14; Efesios 4:10. Los siete cielos representan los
siete días de purificación después de haber estado en contacto con la muerte.
De esa manera el Padre purificó a Yeshúa en el momento de la ascensión, cf.
Zacarías 3:3-4.
2.- El pecado de Moisés en las aguas de la rencilla: Capítulo
20:1-13.
La segunda enseñanza de
¿En qué consistió realmente el pecado de Moshe y Aarón?
Miremos cuidadosamente
Moshe y Aarón entran al Mizhkan para interceder por el pueblo que
se ha rebelado otra vez contra Adonai en el desierto. Están aproximándose a la tierra prometida y
vuelven a rebelarse contra el Eterno por falta de agua en el desierto. Entonces
Moshe, en el mizhkan, recibe las siguientes instrucciones: Num.20:8:
"Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu
hermano, y hablad a la peña a vista de ellos; y ella dará su agua, y les
sacarás aguas de la peña, y darás de beber a la congregación y a sus
bestias."
Observe las instrucciones precisas que el Eterno le da:
Primero: Toma la vara
Segundo: Reúne
Tercero
Cuando tú hagas estas tres cosas, saldrá agua de la roca y entonces
darás a beber a la congregación y a sus bestias.
Moshe debía hablar a la peña como si fuera una persona. Moshe
tenía que creer que saldría agua de la peña.
¿Qué pasó con Moshe?
Miremos lo que pasó:
Primero: Tomó la vara (Vr.9). Esto está bien.
Segundo: Reunió la kehilá. Esto está bien.
Tercero: Ahora debería “hablar” a la peña en presencia de la congregación.
¿Qué hizo Moshe? Dos cosas incorrectas:
Primero: no habló a
Segundo: en vez de hablar a la peña, la golpeó con la vara dos veces.
Algunos han tratado de explicar esta acción de Moshe diciendo que
se equivocó de roca; pero esto es forzar y confundir el texto.
Moshe nunca fue comisionado para “golpear” sino para “hablar” a la
roca y como veremos luego, esto tenía un propósito. Cuando usted revisa bien el
texto verá que el Eterno no le había dicho que golpeara la peña, sino que le
hablara. Si él le hubiera hablado a la roca y le hubiera dicho estas simples
palabras: “Roca, deja salir el agua de tu seno”, el agua habría salido. El Eterno
había dicho que así sucedería. Pero Moshe, llevado por la indignación producida
por la rebelión del pueblo, no habló a la roca, sino que la golpeó dos veces
con su vara.
¿Cuál fue realmente el pecado de Moshe?
Primero: desobediencia a la voz del Eterno. Segundo:
establecimiento de su propio orden; en vez de hablar, golpear. Tercero:
incredulidad; Moshe no creyó que simplemente hablando a la roca se vería el
milagro prometido. Cuarto: privó al pueblo de una gran oportunidad de ver la
gloria del Eterno nuestro Adon en la santificación del Nombre Sagrado.
Miremos: Vr. 12. “Por cuando no creísteis en mí
para santificarme delante de los hijos de Israel".
Pensemos en esto:
¿Por qué golpear la peña fue algo tan grave a los ojos de Elohim
que le prohibió luego a Moshe entrar en la tierra prometida?
Hay dos razones: Una nos la ofrece el propio texto y nos viene por
el significado simple del texto.
Observa qué dijo Adonai: “No creísteis en mí PARA SANTIFICARME
delante de los hijos de Israel”.
¿Qué significa “santificarme delante de los hijos de Israel”?
En otras palabras: ¿Por qué golpear la roca y no hablarle a la
roca privó a El Eterno de ser santificado entre los hijos de Israel?
La palabra “santificar” que usa el texto sagrado aquí es la clave
para encontrar la respuesta a esta pregunta.
Esta palabra viene del hebreo KADASH que entre otras cosas
significa “HACER O CAUSAR que el nombre del Eterno nuestro Adon sea tenido en
reverencia y temor” por parte Su pueblo.
¿Cuál es la diferencia entonces? De todos modos, brotó agua de la
peña. ¿No era esto suficiente para que el pueblo temiera a Elohim?
De ninguna manera.
El milagro en sí no era la gran lección que el Eterno quería dar a
Su pueblo.
Era el MODO DEL MILAGRO.
En otras palabras, si el Eterno podía hacer que algo sin vida, sin
voluntad, sin espíritu produjera agua, ¿cuánto más podría hacer con Su pueblo
dotado de vida, de voluntad y de espíritu?
Hermano: Si el Eterno puede hacer que una roca sea útil, ¿cuánto
más no podrá hacer con tu vida?
Si dejamos que la Torah viva penetre en nuestras vidas, los
resultados serán extraordinarios.
Esto es lo que Elohim quería enseñarle al pueblo. Pero Moshe no se
percató de esta gran oportunidad.
Así que en vez de hablarle a la roca para mostrar a los hijos de
Israel el efecto de la palabra en algo que no tiene vida en sí mismo a fin de
que pudieran tener fe para creer el tremendo poder que saldría de ellos si
permitían que la palabra de Adonai penetrara en sus corazones.
Si de una roca salió agua, ¿qué no saldrá del corazón de un pueblo
que recibe la Torah de Adonai y guarda sus mandamientos?
¿Cuántos entienden lo que está en juego aquí?
Bien dije esto: ¿Por qué golpear la peña fue algo tan grave a los
ojos del Eterno que le prohibió luego a Moshe entrar en la tierra prometida?
Mencioné que hay dos razones:
- Una que nos la ofrece la ofrece el propio texto y nos viene por
el significado simple del texto.
- La otra nos la ofrece el rabí Shaul y nos viene por el significado escondido
en el texto:
Miremos lo que dice el rabí Shaul: 1 Corintios 10:4. “Y todos
bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que
los seguía y la roca era el Mesías”.
Aquella peña en lo natural, estaba hablando de otra peña en el
celestial. La roca natural representaba la roca sobrenatural, que es el Mesías.
Golpear la peña fue algo muy grave para Moshe, porque estaba
levantando su mano contra lo que estaba allí del mundo celestial. Sin saberlo,
Moshe estaba golpeando algo sagrado.
¿Cuántos entienden lo que digo?
Esto le costó la entrada a la tierra de promisión.
Esto nos provee enseñanzas sumamente importantes:
Primero: Cuidado con la ira. La indignación frente a la
rebelión no debe llevarnos a la ira.
¿Por qué? Porque la ira casi siempre nos lleva al pecado.
El rabí Shaul dice: “Airaos, pero no pequéis, no se ponga el sol
sobre vuestro enojo”.
Usted nunca verá que diga en algún lugar: “Amad, pero no pequéis…”
Tampoco dice: “Orad, pero no pequéis…”
Cuando el amor y la oración son auténticos nunca nos llevarán al
pecado…
Pero la ira sí tiene el potencial de hacerlo. Cuidado con la ira.
¿Cuál es el peligro mayor de la ira?
El peligro mayor es que te roba la fe.
¿Qué dijo Moshe al pueblo? “¿Haremos salir agua de esta roca para
vosotros?”
Cuando usted lee esto, recibe un toque de incredulidad detrás de
las palabras de Moshe.
Moshe mismo no creyó que el milagro tendría lugar.
Y el Eterno se lo reprochó por cierto: Vr. 12 dice: “Por cuanto no
creísteis en mí…”
No en la existencia de El, sino en su promesa de sacar agua de la
roca cuando se le hablase.
Así que la ira roba la fe. Cuidado con la ira.
Segundo: Cuidado con
Cuando Adonai dice una cosa, no la sustituyamos por otra.
Cuando Adonai dice: habla, no golpees. Y Cuando Adonai dice:
golpea, no hables.
La diferencia entre un creyente usado por El Eterno y otro
creyente que pierde el privilegio de servir al Eloha de Israel viene dado por
la obediencia de uno y la desobediencia del otro.
Tercero: Cuanta más alta es la responsabilidad que el Eterno te
da, más alta será la demanda que el Eterno hará de ti.
Si este acto de Moshe hubiera sido realizado por cualquier
israelita común, habría pasado inadvertido quizá… pero no en Moshe y Aarón.
Yeshua dijo que al que mucho se le da, mucho se le demandará.
Cada uno de nosotros tendrá que dar cuenta algún día de lo que
hemos hecho en nuestras vidas y con nuestras vidas.
Cada uno de nosotros tendrá que presentarse un día ante Yeshúa
para rendir informes detallados de toda nuestra vida y lo que hemos hecho con
ella.
Cuanta más alta es la responsabilidad que usted ha recibido, tanta
más alta será la medida con que usted será medido.
¿Por qué?
Porque las consecuencias del pecado y de los errores cometidos por
los que hemos recibido mayor responsabilidad en el reino serán mucho más
grandes; consecuentemente, mas exigencia se hará del que tiene mucho que del
que tiene poco.
Mire lo que dice el rabí Jaakov en su carta a las doce tribus de
la dispersión: (Santiago) 3:1.
“Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros,
sabiendo que recibiremos mayor condenación”.
Observe: mayor condenación en el evento de que cometamos un error.
La incredulidad y la desobediencia le costaron a Aarón y a Moisés
entrar en la tierra de promisión.
Muchas cosas por cierto. Las siguientes son las que destaco:
Primero: Cuando no somos sanados de resentimientos antiguos, corremos el
peligro de trasmitir a nuestros hijos esos resentimientos que se convertirán
luego en una maldición que afectará las generaciones venideras.
Así pues, el odio irracional que en sentido general tienen los
países árabes, descendientes de Esav, el hermano de Yaakov contra Israel tiene
su origen en una maldición generacional que se viene trasmitiendo de padres a
hijos y de generación en generación.
Esto roba y destruye no solamente las buenas relaciones entre
hermanos, sino también entre los pueblos. Porque allí es donde se genera la raíz
de amargura. La cual no va con nosotros. Amen.
3.-
La tercera lección que deseo compartir en este Shabat está
relacionado con la serpiente de bronce levantada por Moshe.
Miremos lo que dice
21:6 “Y El Eterno envió serpientes abrasadoras entre el pueblo, y
mordieron al pueblo, y mucha gente de Israel murió.” – El resultado de la queja
contra la comida fue mortal. La protección que antes tenían con la presencia de
la nube, ya no estaba, y las serpientes pudieron entrar en el campamento, por
mandato del Eterno y muchos murieron por causa de ellas.
21:7 “Entonces el pueblo vino a Moshé y dijo: Hemos pecado, porque
hemos hablado contra Elohim y contra ti; intercede con El Eterno para que quite
las serpientes de entre nosotros. Y Moshé intercedió por el pueblo.” – Otra vez
Moshé obró como un intermediario entre el pueblo y Elohim. El pueblo no oró al
Eterno, sino pidieron que Moshé orara por ellos. Esto nos muestra que el pueblo
judío necesita un intermediario entre ellos y Eloha. Moshé es una figura de
Yeshúa HaMashíaj, que constituye el único camino al Padre para judíos y no
judíos.
21:8 “Y El Eterno dijo a Moshé: Hazte una (serpiente)
abrasadora y ponla sobre un asta; y acontecerá que cuando todo el que sea
mordido la mire, vivirá.” – La solución para ser libre del veneno de las
mordeduras fue mirar con fe en la ilustración de una serpiente de bronce sobre
un palo, para que todo aquel que había sido mordido pudiera ser liberado de la
muerte y el veneno mortal que corría en sus venas.
21:9 “Y Moshé hizo una serpiente de bronce y la puso sobre el asta;
y sucedía que cuando una serpiente mordía a alguno, y éste miraba a la
serpiente de bronce, vivía.” – Según Rashí, el texto hebreo usa una palabra que
significa que tenían que mirar fijamente con concentración.
Así que había serpientes que los mordían y morían. ¿Por qué
permitió Adonai aquellas serpientes?
La respuesta es: para mostrarles lo que sus palabras producían en
el corazón del pueblo.
Mire 21:4 “comenzó a hablar contra Elohim y contra Moshe”.
Cuando usted murmura del Eterno y de los siervos del Eterno, lo
que sale de su boca es veneno.
Así que en cierto sentido, las palabras de ellos se convirtieron
en víboras que venían ahora y les mordían mortalmente.
Lo que usted habla contra su hermano es veneno que sale de su
boca.
Cada vez que alguien hablaba algo malo del Eterno o de Moshe,
venía una serpiente y lo mordía.
Así que todo el que salía mordido, ahí mismo se sabía que había
murmurado contra el Eterno y contra Moshe.
¿Entienden lo que digo?
Bien, ¿Cuál es la solución de Adonai? La Respuesta es: Sanidad por
La fe traería sanidad. Así que la enseñanza que afirma que la fe
es asunto desconocido en el Primer Pacto contradice el testimonio de
Este es un buen ejemplo de cómo el Eterno siempre ha demandado fe/Emuna
para recibir sanidad y salvación.
Piense en esto:
¿Cómo operaría la fe para sanarles del veneno de las víboras del
desierto?
Por medio del levantamiento de una serpiente de bronce colocada
sobre un asta. Así que había un palo grande y en el extremo una serpiente de
metal. Cuando alguien era mordido por una serpiente, inmediatamente debía
levantar sus ojos a la serpiente de bronce y al hacerlo recibía sanidad.
Quiero que vea esto: la sanidad no era producida por la serpiente
de bronce.
¡En ninguna manera!
Pero el que era mordido por una serpiente y salía fuera para
levantar sus ojos a la serpiente, se estaba delatando a sí mismo. Estaba
confesando que había pecado contra el Eterno.
Así que el acto de mirar la serpiente de bronce indicaba la
confesión del pecado y la confianza en el Elohim de Israel para que les sanara.
Tristemente algunos siglos después de este evento, los hijos de
Israel tomaron esta serpiente como un símbolo de adoración hasta que el rey
Ezequías la rompió en pedazos para expresar así su rechazo de toda forma de
idolatría y de perversión pagana que confunde lo terrenal con lo celestial, el
símbolo con lo simbolizado (2 Reyes 18:4).
La enseñanza aquí es muy hermosa. Los símbolos sagrados, los
ritos, las ceremonias, los memoriales son importantes y tienen su lugar pero
nunca deberán ser objeto de adoración. Amen.
Sólo El Eterno nuestro Adon es digno de recibir honra y gloria y
adoración.
Yeshúa usó este hecho histórico de mirar la serpiente de bronce
indicando confesión del pecado y la sanidad por medio de la fe para explicar su
sacrificio expiatorio sobre el madero del Gólgota.
Yeshua dijo: “Como Moisés levantó la serpiente en el
desierto, así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado, para que todo
aquél que en El cree no se pierda, mas tenga vida eterna”.
La fe en Adonai para creer que al mirar la serpiente Adonai les
sanaría, era la preparación apropiada para que Israel pudiera levantar sus ojos
al Mesías, colgado en un madero, confiando que el Eterno les perdonaría en
virtud de los méritos del Mesías.
No en virtud de los méritos de Avraham; aquéllos sirven solamente
para bendiciones temporales.
No en virtud de los méritos del resto de los patriarcas; aquéllos
sirven solamente para bendiciones terrenales.
Pero en virtud de los méritos de Yeshúa Ha-Mashiaj cuyas
bendiciones son presentes y eternas, terrenales y celestiales.
El primer acto de fe trajo sanidad temporal, el segundo, sanidad ETERNA.
En Juan 3:14-16 está escrito:
“Y como Moshé levantó la serpiente en el desierto, así es necesario
que sea levantado el Hijo del Hombre, para que todo aquel que cree, tenga en él
vida eterna. Porque de tal manera amó Eloah al mundo, que dio a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que cree en él, no se pierda, mas tenga vida
eterna.”
El hombre ha sido dañado por el veneno del pecado y está en el
camino a la muerte y la destrucción. La única solución para su supervivencia es
que se fije en un milagro y ponga su fe en El Eterno por medio de ese milagro.
La palabra hebrea que ha sido traducida como “asta”, “poste”, es “nes” que
significa tanto “poste” como “milagro” o “señal”. La muerte de Yeshúa fue un
milagro y una señal. El hijo del Hombre tenía que ser levantado de la misma
manera que la serpiente de bronce. El Eterno, Moshé y Yeshúa dieron a conocer
de qué manera el Mesías tenía que morir para salvar al pueblo de Israel y al
mundo del pecado y de la muerte eterna.
Yeshúa se identifica con la serpiente de bronce. Una serpiente
simboliza el carácter del hasatán. El yetser hará, la mala inclinación, el
pecado, de todos los hombres, que hemos recibido desde el huerto de Edén al ser
“mordidos” por la serpiente antigua, fue introducido en Yeshúa para que pudiera
ser condenado en él por el Juez Supremo y los hombres ser liberados de la ira y
el castigo eterno que vino como una consecuencia de esa inclinación al mal,
como está escrito en Romanos 8:3:
“Pues lo que la ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la
carne, Eloah lo hizo: enviando a su propio Hijo en semejanza de carne de pecado
y como ofrenda por el pecado, condenó al pecado en la carne.”
En Isaías 53:6, 11-12 está escrito:
“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, nos apartamos cada
cual por su camino; pero Elohim hizo que cayera sobre él la iniquidad de
todos nosotros...
Debido a la angustia de su alma, él lo verá y quedará satisfecho.
Por su conocimiento, el Justo, mi Siervo, justificará a muchos, y cargará
las iniquidades de ellos. Por tanto, yo le daré parte con los grandes y con
los fuertes repartirá despojos, porque derramó su alma hasta la muerte y con
los transgresores fue contado, llevando él el pecado de muchos, e
intercediendo por los transgresores.”
Cuando las Escrituras hablan de EL pecado, en singular, se refiere
a lo que el Judaísmo llama “yetser hará”, la inclinación al mal, que es sinónimo
a la carne, que es el carácter de hasatán. Cuando hablan de LOS pecados,
en plural, se refiere a los resultados de esa inclinación, los pensamientos,
las palabras y las obras que manan de esa naturaleza.
Yeshúa llevó tanto el pecado como los pecados para liberar a todos
los que por fe ponen su mirada y su concentración fija en lo que él hizo cuando
murió en el madero.
En 1 Pedro 2:24 está escrito:
“y él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el
madero, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por sus
heridas fuisteis sanados.”
En Hebreos 9:28 está escrito:
“así también el Mesías, habiendo sido ofrecido una vez para llevar
los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el
pecado, para salvación de los que ansiosamente le esperan.”
Yeshúa es la única solución final para el hombre, tanto judío como
no judío. Sin él nadie se escapa de la muerte eterna.
El Eterno no dijo que Moshé hiciera una serpiente de bronce, sino
“abrasadora”. Las palabras hebreas para serpiente, “najash”, y cobre, “nejoshet”, se parecen. Esto
nos enseña que Moshé usó un juego de palabras para cumplir la orden divina.
En 2 Reyes 18:4 está escrito:
“Quitó los lugares altos,
derribó los pilares y cortó
Los hijos de Israel habían guardado la
serpiente de bronce unos 700 años hasta el tiempo del rey Jizkiyahu que
finalmente la destruyó por el mal uso que se le había dado. Este texto nos
enseña que algo positivo, que fue dado por el Eterno para la bendición del
pueblo, puede convertirse en un culto idolátrico y una maldición. De la misma manera
se ha convertido la imagen de la muerte del Mesías, e incluso la misma cruz, en
un objeto de culto, que se adora, se canta y se quema incienso y velas etc. Ese
culto idolátrico a los crucifijos y a la cruz es una abominación para el Eterno
y serán hechos pedazos cuando venga el Mesías Yeshúa de nuevo a la tierra.
ABBA KADOSH: Te damos gracias por
permitirnos compartir una vez más tu bendita Torah y colocamos bajo tu cuidado
a todos los miembros de esta tu kehila; pidiéndote seas propicio a cada uno y
cubras toda necesidad. Te pedimos que nuestros labios destilen miel y nunca
veneno; para que el dulce de tu Torah, lo podamos compartir no solo entre
nosotros mismos, sino con todos los que lo necesitan. Bendícenos con amor y
justicia. En el nombre de Yeshua.
Amen. bet Amen.
Shabat Shalom
Recopilado por. Orlando Unda Ramirez.
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